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CASO 2: FALTA DE CLARIDAD O AMBIGÜEDAD EN EL ROL PROFESIONAL.

Una mujer adulta, culta, con intereses personales y de desarrollo cultural muy amplios, que posee
además un gran patrimonio histórico y bienes procedentes de herencia familiar, está en tratamiento
con un psicólogo durante un periodo prolongado de tiempo. Anteriormente ha seguido tratamientos
con otros profesionales de la psicología y la psiquiatría que en su momento ayudaron a esta mujer,
según su propia información, a solucionar los conflictos personales y puntuales que se le
presentaron. Como único familiar directo conocido por el psicólogo que la atiende, esta señora
tiene un hermano mayor que fallece en el curso del tratamiento, quedando ella como única
responsable de la gestión de los bienes y de la herencia que hasta ese momento había llevado su
hermano. En un momento determinado de tales circunstancias, la cliente solicita a su psicólogo

que le oriente en asuntos relativos a ventas de inmuebles como son contratos de expropiaciones y
otros asuntos similares en relación directa con los intereses de la comunidad donde ésta posee su
patrimonio. El psicólogo percibe la vulnerabilidad y la confusión de su cliente, quien manifiesta
necesitar verse acompañada ante la carga personal que supone enfrentarse con asuntos tan
gravosos. El psicólogo considera que su cliente ha de acudir a instancias judiciales para aprobar y
firmar expropiaciones, ventas, etc., cuya incidencia en conflictos de intereses preocupan
extraordinariamente a la cliente y observa en ello una gran sobrecarga psíquica por lo que entiende
debe dedicar un espacio a su consideración en el marco de la atención en consulta. Por ello, en un
primer momento aborda esta materia en el marco o encuadre de su despacho profesional, al
estimar psicológicamente la gravedad y la trascendencia de las decisiones que la cliente ha de
tomar. Sin embargo, en momentos posteriores y ante unos requerimientos judiciales, la cliente
tiene que realizar una comparecencia en los juzgados de la ciudad, y el psicólogo decide
acompañar a su cliente para aconsejarle sobre lo que, según su criterio, ella debe firmar o no, para
salvaguardar sus intereses y acude al juzgado acompañándola asesorándola en el momento de la
resolución de tales asuntos acerca de las decisiones que estaba tomando.
Pasado un tiempo, el psicólogo recibe un requerimiento judicial para hacer frente a una denuncia
interpuesta en los juzgados de lo civil por unos familiares lejanos de su cliente; en esta denuncia se
le acusa de haber abusado de su poder sobre la cliente para orientarle en unas decisiones que,
cuanto menos ellos entienden hubieran correspondido bien a un profesional del derecho, bien a un
asesor financiero, o bien a ellos mismos. Consideran que aquellas decisiones han lesionado sus
derechos como futuros herederos legales de la mujer y tratan de involucrar al psicólogo en
intereses espurios a su profesión. Una vez que el psicólogo recibe esta notificación, ha de
demostrar que no le movieron otros intereses que los meramente profesionales de apoyar a su
cliente en un momento de crisis. Declara en su defensa que percibió la vulnerabilidad de su
paciente y el desorden que hubiera podido producir en el estado emocional de su cliente la soledad
para resolver estos asuntos de los que ella no estaba suficientemente informada, pues su hermano
mayor era quien llevaba la responsabilidad de los bienes familiares. Por ello se declara inocente de
la intención de conseguir beneficios para ella misma de aquella intervención, a no ser los
honorarios profesionales que continúa percibiendo y de los cuales presenta las facturas
correspondientes. La cliente, tremendamente presionada por los familiares y desconcertada por la
marcha de los acontecimientos, comienza a percibir una “confabulación” contra ella por parte de
sus familiares y, también incluye en la misma a su psicólogo, de quien dice que “ efectivamente le
acompañó a los juzgados a saber con qué intenciones”. Reconoce haber estado en tratamiento con
el psicólogo y que decidió abandonar este tratamiento, pero, ante la pretensión familiar para
conseguir incapacitarla, entra en una severa depresión con lo cual ha de ser tratada por otros
profesionales en régimen de internamiento. La familia, al parecer muy descontenta con los
movimientos económicos de esta mujer en los primeros momentos de gestión del patrimonio,
acude no solamente a los tribunales para acusar el psicólogo, sino que presenta una queja por
“comportamiento que excede lo profesional” ante el Colegio de Psicólogos. El psicólogo admite la
intervención en los asuntos relatados y en las alegaciones que presenta se ampara en el estado de
necesidad personal que su paciente presentaba el cual requería asistencia psicológica en
numerosas circunstancias. Expone argumentos muy similares a los que formuló ante el
requerimiento judicial y defiende la autonomía, la independencia y la dignidad de su ejercicio
profesional. Su intervención desde su punto de vista, aunque tomaba en consideración asuntos
económicos y jurídicos, atendía la situación personal de su paciente ante las dificultades que
presentaba para resolver sobre sus herencias y propiedades.

Análisis general:

Como grupo consideramos que el actuar del profesional es incorrecto. El terapeuta no debió
dedicar el espacio extra en el tratamiento para orientar a la paciente sobre sus asuntos
económicos, sin embargo, el psicólogo decidió acompañar a su clienta a las instancias judiciales y
darle consejos sobre las decisiones personales que debería tomar esta según la percepción
subjetiva del terapeuta. Cabe resaltar que el psicólogo también omite información en su defensa
ya que, no esclarece la naturaleza del acompañamiento extra que realizó fuera del consultorio y
las recomendaciones que brindó estuvieron en base a su criterio personal y fuera de su campo
laboral.

En esta situación, lo adecuado sería mantener una relación profesional objetiva con la paciente,
después ayudar a la clienta con su proceso de duelo y brindarles herramientas que puedan
solventarla ante la situación presentada; además, él debió asesorar una ruta alterna competente a
las necesidades de su paciente.

Valoración:
Art 48: El paciente tiene derecho a recibir un tratamiento apropiado para su problema particular,
que le permita recuperar su autonomía o vivir con dignidad su trastorno psíquico.
Artículo 36. Deberes del psicólogo con las personas objeto de su ejercicio profesional. El psicólogo
en relación con las personas objeto de su ejercicio profesional tendrá, además, las siguientes
obligaciones:

j) Comunicar al usuario las intervenciones que practicará, el debido sustento de tales


intervenciones, los riesgos o efectos favorables o adversos que puedan ocurrir, su evolución,
tiempo y alcance. (Colombia)

Consideramos que el tratamiento que recibió la paciente se desvió del objetivo y adquirió un
carácter más subjetivo y personal.

Art 49. El paciente tiene derecho a disponer del servicio terapéutico brindado por un individuo que
sea competente desde el punto de vista ético, técnico y salud mental del psicólogo.

Artículo 36(Colombia). Deberes del psicólogo con las personas objeto de su ejercicio profesional. El
psicólogo en relación con las personas objeto de su ejercicio profesional tendrá, además, las
siguientes obligación: b) Rehusar hacer evaluaciones a personas o situaciones cuya problemática
no corresponda a su campo de conocimientos o no cuente con los recursos técnicos suficientes
para hacerlo.

El terapeuta no debió intervenir en las áreas que no le corresponden, pues decidió brindar
consejos en base a asuntos relativos a ventas de inmuebles como son contratos de
expropiaciones y otros asuntos similares.

Art 56. El paciente usuario tiene derecho a que no se lo explote, engañe o manipule por medio de
la información que le brinde el terapeuta o del poder o la sugestión que pueda ejercer el
terapeuta sobre las libertades del paciente

Art. 9 (Colombia) c) Ejercer la profesión dentro del marco de las normas de ética vigentes.

Consideramos que el terapeuta pudo haber ejercido una sugestión importante en la paciente, que
pudiera haber afectado sus decisiones judiciales llevó a afectar sus decisiones judiciales

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