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CASO 1:
De acuerdo con el análisis de dicho caso realizado por la totalidad de los integrantes,
hemos llegado a la conclusión de la vulneración de los siguientes artículos con el
presente orden de prioridad:
Art. 25º: “Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o
comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las
características esenciales de la relación establecida, los problemas que está
abordando, los objetivos que se propone y el método utilizado. En caso de
menores de edad o legalmente incapacitados, se hará saber a sus padres o
tutores. En cualquier caso, se evitará la manipulación de las personas y se
tenderá hacia el logro de su desarrollo y autonomía.”
Consideramos que la psicóloga realiza una mala praxis al no informar al paciente de las
características esenciales que subyacen en la relación terapeuta-paciente, la cual se ve
vulnerada por el establecimiento de un vínculo afectivo más allá del lazo profesional que
los une. La psicóloga debería clarificar en todo momento cuál es el rol de cada uno y
cuáles son las limitaciones profesionales.
Art. 29º: “Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y
función sean equívocos o ambiguos.”
Art. 6º: “La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido
de responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.”
Al ser conocedora de los sentimientos que está desarrollando el paciente por ella y del
gran impacto que pueden tener sus palabras sobre el mismo, el hecho de aceptar la
invitación a la cena además de revelar que el sentimiento es mutuo, viola el principio de
la responsabilidad y sinceridad para con los clientes.
CASO 2:
Este caso ha sido analizado por todos los integrantes del grupo y tras debatir sobre los
artículos que se encuentran vulnerados en dicho caso hemos establecido el siguiente
orden:
Art.42º: “Cuando dicha evaluación o intervención ha sido solicitada por otra persona -
jueces, profesionales de la enseñanza, padres, empleadores, o cualquier otro
solicitante diferente del sujeto evaluado-, éste último o sus padres o tutores
tendrán derecho a ser informados del hecho de la evaluación o intervención y
del destinatario del Informe Psicológico consiguiente. El sujeto de un Informe
Psicológico tiene derecho a conocer el contenido del mismo, siempre que de ello
no se derive un grave perjuicio para el sujeto o para el/la Psicólogo/a, y aunque
la solicitud de su realización haya sido hecha por otras personas.”
En este caso entendemos que el mayor dilema lo encontramos a la hora de no facilitar
la información a la menor del verdadero objetivo de la intervención que se le está
realizando. La menor es la paciente y tal como indica el artículo 42, tiene derecho a
conocer el contenido de su informe psicológico, por lo que en nuestra
opinión el psicólogo debería revelar la naturaleza de la terapia a la paciente y además
informar de que esta información será conocida por sus padres puesto que es menor de
edad y por ley así ha de ser.
Art. 25º: “Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o
comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las
características esenciales de la relación establecida, los problemas que está
abordando, los objetivos que se propone y el método utilizado. En caso de
menores de edad o legalmente incapacitados, se hará saber a sus padres o
tutores. En cualquier caso, se evitará la manipulación de las personas y se
tenderá hacia el logro de su desarrollo y autonomía.
De acuerdo con el artículo 25, el psicólogo debería ser sincero respecto al objetivo de
la evaluación con la paciente, las características de su relación, etc. Además, los padres
deben ser informados bajo el consentimiento de la paciente y el tratamiento nunca
puede ser llevado a cabo bajo un engaño o manipulación.
Art. 36º: “Cuando la investigación requiera del recurso a la decepción o al engaño, el/la
Psicólogo/a se asegurará de que éste no va a producir perjuicios duraderos en
ninguno de los sujetos, y, en todo caso, revelará a estos la naturaleza y
necesidad experimental de engaño al concluir la sesión o la investigación.”
Art.6º: “La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido
de responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.”
Por último, todo psicólogo ha de regirse por una ética general que incluye el respeto,
honestidad y sinceridad, principios que en dicho caso se están dejando de lado al ocultar
información a la paciente e informar a los padres de cada avance sin el permiso de la
misma.
CASO 3:
De acuerdo con el código deontológico del psicólogo y tras debatir entre todos, hemos
decidido establecer este orden de prioridad de los artículos vulnerados en dicho caso:
Art.29º: “Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y
función sean equívocos o ambiguos.”
Art.25º: “Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o
comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las
características esenciales de la relación establecida, los problemas que está
abordando, los objetivos que se propone y el método utilizado.
En caso de menores de edad o legalmente incapacitados, se hará saber a sus padres
o tutores.
En cualquier caso, se evitará la manipulación de las personas y se tenderá hacia el logro
de su desarrollo y autonomía.”
Art. 11º: “El/la Psicólogo/a no aprovechará, para lucro o beneficio propio o de terceros,
la situación de poder o superioridad que el ejercicio de la profesión pueda
conferirle sobre los clientes.”
Art. 44º: “De la información profesionalmente adquirida no debe nunca el/la Psicólogo/a
servirse ni en beneficio propio o de terceros, ni en perjuicio del interesado.”
CASO 4:
En este caso hemos trabajado todas las personas del grupo y ha costado llegar a una
conclusión para encontrar artículos vulnerados, pues la actuación de la psicóloga podría
ser entendida como responsable y acertada en cierta forma.
Finalmente optamos por añadir los artículos 5º y 6º después de cierto debate en el que
también apareció el artículo 29 antes de ser descartado. La inclusión de estos artículos
se hace pensando sobre todo en la honestidad y la sinceridad que debería tener la
psicóloga en estos casos, dando por hecho que la relación terapeuta-paciente se podría
ver vulnerada tras la revelación de los sentimientos del paciente.
Orden de prioridad:
Art. 5º: “El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad humana y social, que
puede expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de
vida, la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos
ámbitos de la vida individual y social. Puesto que el/la Psicólogo/a no es el único
profesional que persigue estos objetivos humanitarios y sociales, es conveniente
y en algunos casos es precisa la colaboración interdisciplinar con otros
profesionales, sin perjuicio de las competencias y saber de cada uno de ellos.”
Este artículo sería el más representativo del caso porque habla del bienestar del
paciente como uno de los objetivos del psicólogo y derivar a un compañero cuando sea
preciso, que justamente es lo que la psicóloga no hace. El psicólogo debería mirar por
el bienestar del cliente ya que continuando la terapia el paciente podría sentirse
confundido a la hora de manejar la nueva situación.
CASO 5:
En este caso también hemos participado todos los integrantes del grupo y hemos tenido
que debatir para llegar a un acuerdo y determinar un orden de los artículos vulnerados,
aunque finalmente nos decantamos por añadir los artículos 44, 11, 28 y 29, en ese
orden.
Art.29º: “Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y
función sean equívocos o ambiguos.”
Decidimos nombrar primero el 44 porque lo más importante nos parece el hecho de que
el psicólogo se está aprovechando de información que adquiere desde su posición de
superioridad o poder, los artículos 11 y 18 los situamos en un segundo escalón por el
hecho de que se refieren a que el psicólogo no debe utilizar su situación de poder para
conseguir remuneraciones superiores o especiales, además añadimos el 29 porque esta
situación puede generar una relación confusa entre terapeuta y paciente.
CASO 6:
Una mujer de 42 años viene a terapia por "ser víctima de malos tratos
por parte de su marido". Viene solicitando "un informe que le ayude
ante el juez para demostrar su situación".
Al psicólogo le parece coherente el relato de las situaciones que sufre
la mujer y, ante cada uno de los hechos que la paciente relata, él
intenta encontrar las contradicciones, al no encontrarlas toma nota de
todo el relato de manera de poder luego reproducir las situaciones por
escrito en un informe.
En este caso hemos participado todos los integrantes y también hemos tenido que
debatir para llegar a un acuerdo final. Decidimos añadir los artículos 8, 17 y 16 en ese
orden.
En primer lugar, hablamos del artículo número 8 porque en caso de detectar que se está
cometiendo un delito, el psicólogo deberá informar al menos al colegio profesional sobre
la situación y no dar el informe directamente a la paciente.
Art 8º: “Todo/a Psicólogo/a deber informar, al menos a los organismos colegiales, acerca
de violaciones de los derechos humanos, malos tratos o condiciones de reclusión
crueles, inhumanas o degradantes de que sea víctima cualquier persona y de
los que tuviere conocimiento en el ejercicio de su profesión.”
Art 6º: “La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido
de responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.”
CASO 7:
El análisis de este caso ha sido realizado por todos los miembros del grupo y de forma
unánime se ha decidido que el artículo vulnerado es el 29.
Los argumentos se han basado en que el psicólogo no debió quedar con su antigua
paciente para cenar, ya que esa cita generará falsas expectativas en ella y dará lugar a
una situación confusa e incómoda. Por muy difícil que le resultara la situación, debió
aclarar sus sentimientos hacia ella en el mismo momento en que ella le confesó los
suyos y así evitar la ambigüedad creada. Además, ha de velar por el bienestar de la
paciente y actuar de manera responsable y honesta.
Art.29º: “Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y
función sean equívocos o ambiguos.”
Durante el debate, se sugirió la inclusión del artículo 25, ya que también habla sobre
dejar claro la relación establecida entre terapeuta-paciente (en este caso ex-terapeuta),
pero finalmente se llegó al consenso de que el psicólogo no tenía la culpa en el hecho
de que su ex-paciente tuviera esos sentimientos por él, y se descartó.
Art. 25º: “Al hacerse cargo de una intervención sobre personas, grupos, instituciones o
comunidades, el/la Psicólogo/a ofrecerá la información adecuada sobre las
características esenciales de la relación establecida, los problemas que está
abordando, los objetivos que se propone y el método utilizado. En caso de
menores de edad o legalmente incapacitados, se hará saber a sus padres o
tutores. En cualquier caso, se evitará la manipulación de las personas y se
tenderá hacia el logro de su desarrollo y autonomía.”
CASO 8:
Se siente bien de poder sentir algo así, a pesar de la situación emocional que está
pasando. Evidentemente no dejará que se trasluzca nada de eso en las sesiones.
Este caso ha sido analizado por todos los miembros del grupo y ha generado varias
líneas de debate, aunque con puntos de conformidad entre todos.
Art. 6º: “La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido de
responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.”
Art. 26º: “El/la Psicólogo/a debe dar por terminada su intervención y no prolongarla con
ocultación o engaño tanto si se han alcanzado los objetivos propuestos, como si tras un
tiempo razonable aparece que, con los medios o recursos a su disposición, es
incapaz de alcanzarlos. En este caso indicará a la persona, grupo, institución o
comunidad qué otros psicólogos o qué otros profesionales pueden hacerse cargo
de la intervención.”
CASO 9:
Un psicólogo está realizando una intervención clínica a un alto político del país,
el que -a partir del agradecimiento que siente hacia él como profesional y persona-
le ha ofrecido insertarlo en el círculo de relaciones que él tiene. Para ello le invita
a participar de una cena en su casa a la cual asistirán importantes personalidades.
El psicólogo agradece la oportunidad y acepta la invitación.
En este caso todos coincidimos en que los artículos vulnerados son el 11 y 29 ya que
hacen referencia a la contaminación de la relación profesional entre el psicólogo y el
cliente al participar el terapeuta en un contexto personal. En cambio, no hemos llegado
a un consenso respecto al artículo 3, ya que no todos coincidimos en que en este se
incluya la especificación de relación terapeuta-paciente.
El orden que hemos establecido es el siguiente:
Art. 29º: “Del mismo modo, no se prestará a situaciones confusas en las que su papel y
función sean equívocos o ambiguos.”
Art. 11º: “El/la Psicólogo/a no aprovechará, para lucro o beneficio propio o de terceros,
la situación de poder o superioridad que el ejercicio de la profesión pueda
conferirle sobre los clientes.”
A pesar de que no haya habido unanimidad, algunos integrantes del grupo consideran
relevante la inclusión del artículo 3 de acuerdo con la opinión de que el psicólogo debería
ser consciente de cuáles son los límites de la relación que se establece entre ambos
sujetos. Además, debería valorar las consecuencias de aceptar dicha invitación, ya que
en este caso se está desviando de sus limitaciones profesionales, lo que en el futuro
puede tener un efecto negativo en la terapia.
Art. 3º: "En el ejercicio de su profesión el/la Psicólogo/a tendrá en cuenta las normas
explicitas e implícitas, que rigen en el entorno social en que actúa,
considerándolas como elementos de la situación y valorando las consecuencias
que la conformidad o desviación respecto a ellas puedan tener en su quehacer
profesional."
CASO 10:
Hemos tenido muchos artículos puestos a debate, pero realmente el único en el que ha
habido un consenso es en el 61 y el 40. El primero porque hace referencia a cómo debe
actuar el terapeuta ante la encrucijada de dos artículos incompatibles, y el segundo
porque se vulnera el secreto profesional.
En primer lugar, hemos considero el artículo 61 puesto que, en este caso, lo principal
es preservar la salud de la pareja, y es en este punto donde el terapeuta, ante el dilema
de la negativa a informa a la propia pareja por parte del paciente opta de ser él quien lo
realice, pero sin el conocimiento, y menos aún el consentimiento, del paciente. El
terapeuta debería informar al paciente de que ante esa información se haya en la
obligación de informar a su pareja y a la Comisión Deontológica colegial.
En segundo lugar, estaría el artículo 40, puesto que al llamar a la mujer del paciente
para informarla de los hechos está rompiendo el secreto profesional, por lo que una vez
más deberá informar al paciente y al organismo colegial de su acción.
CASO 11:
En este caso todos consideramos que en primer lugar se encuentra el artículo 8, ya que
estamos ante una situación de malos tratos, con las terribles consecuencias que puede
acarrear para el niño y además como fuente de ellas sus profesores, figuras que debería
tener como modelo de conducta, transmitiendo la seguridad y confianza necesaria. De
este modo, el psicólogo debería informar a los organismos colegiales de la situación
para que le asesoren.
Por último, no se ha llegado a un consenso acerca del artículo 15, ya que no todos los
participantes vemos la vulneración del artículo. Aun así, hemos decidido incluirlo debido
a que el psicólogo no está actuando de una manera objetiva e imparcial con la institución
correspondiente, sino todo lo contrario, acercándose a los profesores con una actitud
previa de desprecio hacia el niño para que éstos se sientan respaldados por él. De esta
manera, el psicólogo está a su vez faltando al respeto a los profesionales de la
enseñanza.
CASO 12
Tras debatir en el foro con los compañeros la situación planteada, hemos llegado a la
conclusión de que los artículos que se vulneran son el 8º, 7º, 6º, 61º y 5º.
No creemos que el contrato realizado dentro del contexto de la consulta sea suficiente
para llevar a cabo una actividad que está recogida como delictiva. Por ello consideramos
fundamentales los artículos 7 y 8, sin embargo, en cuanto al orden han surgido algunas
discrepancias entre poner en primer lugar el 6 o el 7, y para algunos de nosotros el
artículo 5 no parecería estar relacionado.
De este modo, la justificación que hacemos del orden establecido sería la siguiente:
El artículo 8 sería el más importante para la mayoría de nosotros porque hace referencia
a la violación de los derechos humanos (abuso sexual en este caso) de cualquier
persona (los niños varones).
El artículo 7 estaría en un escalón inferior ya que en este se hace referencia sobre todo
a una contribución directa de prácticas perniciosas, y en este caso la conducta del
psicólogo es de omisión.
Art. 7º: “El/la Psicólogo/a no realizará por sí mismo, ni contribuirá a prácticas que atenten
a la libertad e integridad física y psíquica de las personas. La intervención directa
o la cooperación en la tortura y malos tratos, además de delito, constituye la más
grave violación de la ética profesional de los/las Psicólogos/as. Estos no
participarán en ningún modo, tampoco como investigadores, como asesores o
como encubridores, en la práctica de la tortura, ni en otros procedimientos
crueles, inhumanos o degradantes cualesquiera que sean las personas víctimas
de los mismos, las acusaciones, delitos, sospechas de que sean objeto, o las
informaciones que se quiera obtener de ellas, y la situación de conflicto armado,
guerra civil, revolución, terrorismo o cualquier otra, por la que pretendan
justificarse tales procedimientos.”
Art. 6º: “La profesión de Psicólogo/a se rige por principios comunes a toda deontología
profesional: respeto a la persona, protección de los derechos humanos, sentido
de responsabilidad, honestidad, sinceridad para con los clientes, prudencia en la
aplicación de instrumentos y técnicas, competencia profesional, solidez de la
fundamentación objetiva y científica de sus intervenciones profesionales.”
En cuanto al art. 61, lo hemos incluido al porque entra en colisión con el secreto
profesional y la confidencialidad debida al paciente, sin embargo, nos genera algunas
dudas, ya que indica que cuando el psicólogo se encuentre con un conflicto de normas
adversas en un caso (secreto profesional y denuncia de delito) deberá informar a la
Comisión Deontológica Colegial.
Art. 5º: “El ejercicio de la Psicología se ordena a una finalidad humana y social, que
puede expresarse en objetivos tales como: el bienestar, la salud, la calidad de
vida, la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los distintos
ámbitos de la vida individual y social. Puesto que el/la Psicólogo/a no es el único
profesional que persigue estos objetivos humanitarios y sociales, es conveniente
y en algunos casos es precisa la colaboración interdisciplinar con otros
profesionales, sin perjuicio de las competencias y saber de cada uno de ellos.”
Nº CASO TODOS ARTÍCULOS NIVEL DE
PARTICIPAN VULNERADOS ACUERDO/DISCREPANCIAS
(SI/NO) (0-ninguno, 1-moderado,
2-total)
1 SI 25 2
29 2
6 2
4
1
2 SI 42 2
25 2
36 2
6 2
3 SI 29 2
25 2
11 2
44 2
4 SI 5 1
6 1
5 SI 44 1
11 1
28 1
29 1
6 SI 8 1
17 1
6 1
7 SI 29 2
8 SI 6 1
26 1
9 SI 29 1
11 1
3 0
10 SI 61 1
40 1
11 SI 8 2
20 2
23 2
15 0
12 SI 8 2
7 2
6 2
61 2
5 1