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El enojo y la solución de Dios

Mateo 5:21-26

Introducción
A. El caso único de Francia sobre los dos hermanos enemistados.
B. El caso de los predicadores (suegro y yerno) que iban en una gira hablando del perdón y la
reconciliación.
I. Dos cosas importantes de un mandamiento (v.21, 22).
A. Lo primero ya lo sabían: “oísteis que fue dicho”.
1. Sabiendo que ellos ya conocían este mandamiento “no matarás”, deducimos que también conocían
el castigo para aquel que lo violaba.
2. “Será culpable de juicio”; ¿Cuál era el castigo que ellos sabían que merecía una persona que se le
encontraba culpable de asesinato? Éx. 21:22-25; Lev. 24:17
Para que una persona fuera condenada a muerte tenía que haber sido encontrada culpable de
haber cometido el acto de matar.
Tenga en mente por favor el castigo que recibía un asesino en el A.T.
B. Lo segundo, muy posiblemente era algo nuevo para ellos.
1. Lo introduce con un “pero”. (v. 22)
2. Este no es un nuevo mandamiento, ni tampoco es que el Señor esté quitando la ley de Moisés y
poniendo una nueva. Lo que está haciendo el Señor, es dando la interpretación correcta. Le está
dando a conocer el verdadero fin del mandamiento…
3. Cualquiera que se enoje contra su hermano será culpable de juicio… necio… fatuo… (22)
a) Esto es mucho más serio de como muchos lo ven: a poco es para tanto que uno se enoje con su
hermano, o que le llame necio, o fatuo. Pues sí, si es para tanto el enojo, llamarle necio o fatuo
(necio=imbécil; fatuo, parece ser una palabra más fuerte). Con estas dos palabras, lo que el Señor
está tratando es el insulto, es la ofensa de quien está enojado, hacia, con quien está enojado. Y
no podemos negar el hecho de que cuando una persona se enoja con otra y permanece en su
enojo fácilmente llegan las ofensas, los insultos. Mire lo que está tratando el Señor Jesucristo.
4. Cuando una persona se enoja con otra, no le desea lo mejor, le desea lo peor. Y cuando una persona
persiste en su enojo, el grado de odio, de coraje contra la persona sigue aumentando.
a) ¿De dónde pues, nace el acto del asesinato? De un corazón, enojado, airado que se resiste a
perdonar, a buscar la reconciliación.
b) ¿Dónde es donde se comete el crimen primeramente? En la mente, en el pensamiento, en el
corazón. Mt. 15:19. Esto es algo muy importante:

5. La corte o la justicia terrenal no puede condenar a nadie por un pensamiento airado. A nadie se le ha
condenado a 1,3, 5, 10 años de cárcel por tener pensamientos de enojo o resentimiento con alguien.

a) Pero la corte celestial si lo hace, y eso es lo que está diciendo aquí.


b) Mire cómo nos justificamos siempre:
 Cuando juzgamos el enojo en otra persona es enojo descontrolado, sin fundamentos, que no
tiene justificación.
 Pero cuando juzgamos el nuestro, nos defendemos diciendo que nuestro enojo es justo; y por
lo tanto, Dios lo justifica.
c) Aquí, según las palabras del Señor Jesús, no está haciendo una distinción entre un enojo
justificado o injustificado; simplemente está diciendo “cualquiera que se enoje…”.
d) No sabemos en que pueda terminar un enojo si lo dejamos formar parte de nuestra vida, por más
justo que a nosotros nos parezca: enemistad, desprecio, rivalidad, resentimiento, coraje, rencor.
e) Efesios 4:26-27: “No se ponga el sol sobre vuestro enojo; ni deis lugar al diablo”.
Lo que dice es: Si te enojas no permitas que el enojo te lleve de la mano a pecar; deja que al
terminar la luz del día termine también tu enojo. Porque si no lo haces, estarás dándole una
maravillosa oportunidad al diablo.
f) ¿Qué lo que pasa cuando una persona no controla contra otra su enojo?
Comienzan las ofensas verbales.
¿Cómo pudiera reaccionar o responder una persona que recibe una ofensa? Con golpes que bien
podrían terminar en muerte. Por eso, el uso que el Señor hace de estas dos palabras (ofensas o
insultos) sabe que son parte de un lenguaje que apunta a producir un pleito, y en el menor de los
casos, enemistades y en el mayor de los casos muerte. ¿Si nota todo lo que el Señor Jesucristo
quiere evitar al dar la verdadera esencia de este mandamiento?
g) Dios no quiere que nos enojemos con nuestro prójimo. Pero Dios sabe que podemos fallar. Y ante
una falla nuestra, Dios tiene todo el derecho de castigarnos y juzgarnos inmediatamente. Pero
Dios es tan bueno que no lo hace. Ante nuestras posibles fallas;
II. Dios en lugar de enjuiciarnos inmediatamente nos da una solución.
Y esta es la enseñanza principal en este pasaje: la Reconciliación (v.23-25)
A. Cuáles son las palabras más sobresalientes en esta parte.
“Si tienes algún problema con alguien ve y reconcíliate para que tu ofrenda sea recibida”.
B. “Por tanto”: está uniendo lo que dijo en el v.22: Si te enojas con alguien; si lo ofendes verbalmente
serás castigado; de eso no hay duda. Pero el v.23-24 dice, en caso de que lo hagas, esta es la solución
para revocar el castigo.
C. Aquí en el v.23 hay algunos aspectos que tenemos que entender.
1. Qué es el altar.
Se tiene un concepto erróneo… (Diapositivas)
2. Las ofrendas y su propósito (Diapositiva)
Por la expiación: Tenía que ver con la entrada del Sumo Sacerdote una vez al año en el lugar
Santísimo para borrar los pecados del pueblo en general.
Por el pecado: Tenía que ver con buscar el perdón de Dios por un mandamiento que se había
violado o desobedecido.
Las ofrendas de paz: (esta es muy importante porque se apega más nuestro contexto). Esta ofrenda
era la única que se podía compartir con el adorador. Una vez que el sacerdote había terminado el
sacrificio, le correspondía una porción grande de la carne, y el resto le pertenecía al que ofrecía la
ofrenda, y se le daba para que la disfrutara con sus familiares y amigos. La Ofrenda de Paz era un
símbolo de la paz existente entre el creyente y Jehová a causa de la expiación. Por lo tanto, era
necesario celebrarlo. Nunca se ofrecía para obtener la paz, era una ofrenda de agradecimiento por
la paz que ya existía entre Dios y el adorador.
3. ¿Cómo podía Dios aceptar una ofrenda, que tuviera como propósito darle gracias a Él por la paz que
hay cuando el adorador estaba en pleito con su hermano?
¿Cómo podía Dios recibir una ofrenda que manifestara que la persona estaba en comunión con Él
cuando el mismo adorador no estaba reconciliado y debido a un problema no tenía comunión con
su hermano?
4. Aquí es donde el Señor Jesucristo presenta la solución al problema: Dios no va a recibir la ofrenda
hasta que vaya y se reconcilie con quien tiene problemas…
5. No puede haber paz o comunión con Dios cuando tenemos problemas con los hermanos o con la
gente que nos rodea y no los solucionamos (el problema serio no es enojarnos, porque Dios nos da
la solución, el problema serio es no solucionar el problema como Dios nos dice; el problema es no
buscar la reconciliación…)
6. ¿Qué nos da derecho a enojarnos con el prójimo, ¿la ofensa? a Cristo lo ofendieron más y perdonó a
sus agresores, y Él es nuestro ejemplo a seguir. ¿Quién nos da derecho a despreciar al hermano?
Dios, quien es el que juzga y pone las reglas, a lo único que nos da derecho es a amarnos y a
perdonarnos si alguno tiene queja contra otro… (Col. 3:13)
*Preguntas sobre algunas excusas para no ir a pedir perdón, o para no perdonar…
7. Pregunto esto porque son cosas de las que debemos estar plenamente conscientes que son solo
pretextos para no buscar la reconciliación. Y al final, delante de Dios no tenemos permiso para
permanecer con rencor o resentimiento hacia el hermano, prójimo.
8. Bendito sea Dios porque su palabra no solo es preventiva; su palabra es también correctiva; ella nos
exhorta a corregir nuestros errores cuando los cometemos… nuestra conducta tiene que ser
moldeada por su Palabra para que nuestra relación con Él sea de paz, y por consecuencia, nuestra
relación con los demás, sea de armonía también…
9. Hay ciertas mentiras que el mundo vende y la gente compra sin problemas:
a) “el tiempo borra todo, o el tiempo lo cura todo”. No es así, somos nosotros los que tenemos que
solucionar los conflictos, las enemistades, los problemas, porque Dios así lo dice.
b) “no tengo nada que perdonar” o “yo hago de cuenta que no ha pasado nada” …
10. Recuerda la historia con la que empecé de los dos hermanos; 40 años pasaron y no se pudieron
reconciliar, y al final murieron sin haberlo hecho. 40 años de amargura, porque es una realidad que
una persona rencorosa, vive amargada, infeliz, insatisfecha, enferma…
¿Cuánto tiempo hay que esperar nosotros para reconciliarnos con quien estemos enemistados?
a) Jesús dice que debemos hacerlo con sentido de urgencia: Deja ahí tu ofrenda y ve y…
La obstinación es uno de los pecados más absurdos del ser humano (se cierra en hacer su voluntad y
no la de Dios) y es el orgullo el que no nos deja decir: “Perdóname” …”te perdono”
b) Si e homicidio es un crimen horrible, Jesús dice que el enojo y la ofensa e insultos también lo
son. Necesitamos volveros más sensibles a estas maldades…
c) nunca debemos permitir que un distanciamiento ocasionado por un problema dure, y menos aún,
que crezca. Si queremos evitar cometer homicidio ante los ojos de Dios, debemos dar cualquier
paso positivo para vivir en paz y en amor con todos los hombres
Conclusión
A. Culpable de juicio, ante el concilio, expuesto al infierno, la idea que transmite es que no va a quedar sin
castigo debido a que se niega a hacer lo que Dios le dice.
B. El Tema central de este pasaje es: No enojarse ni ofender al prójimo; pero si lo haces TIENES QUE
RECONCILIARTE CON ÉL; NO ES OPCIÓN.
C. Cuando se quiere someter y obedecer a Dios todo resulta más fácil, la segunda historia que conté es un
magnífico ejemplo de ello (nuestro mayor ejemplo es Cristo) …
D. Hablando de que nuestra justicia debe ser mayor… ¿cómo lo logramos? Haciendo esto…
E. Hablando de la responsabilidad que Dios ha puesto en nosotros ¿qué debemos ser? Sal y luz; ¿cómo
podemos ser sal y luz? Haciendo esto…
F. Cuando buscamos la reconciliación y vivir en paz con quienes hemos tenido problemas, ¿a qué
bienaventuranza le recuerda? A los pacificadores… ¿quiere ser considerado bienaventurado por Dios?
Ya sabe entonces lo que tiene que hacer…
G. Después de haber escuchado este mensaje tienen que quedarle claros estos puntos: 1) No debes
enojarte ni ofender a tu prójimo; recuerda que esto es similar al homicidio; 2) Si lo haces, no todo está
terminado, hay una solución: ve y busca restaurar la relación por medio de la reconciliación; 3) Debes
hacerlo con un sentido de urgencia porque así lo dijo Jesús, dejarlo para después, es ser negligente, y
quizás mañana ya no tengamos la oportunidad de hacerlo, y lo único que recibiremos serán las
consecuencias de nuestros propios actos…

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