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Juan 3:16
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
Momento sobrenatural en que en el Kairos de Dios empezaba su plan de redención para cada uno
de nosotros. Ese niño en el pesebre dio a cada ser humano el ejemplo de lo que implica perdonar.
Es increíble darnos cuenta que muchas personas pasan toda su vida odiando, guardando rencor
por la gente que les ha ofendido. Inclusive algunas de ellas tratan de buscar la oportunidad de
vengarse. Sin recordar que cada uno ha cometido errores y Dios por medio de Jesucristo los
perdonó.
I. ¿QUÉ ES EL PERDÓN?
Definición Clásica de Perdón: Olvidar la falta que ha cometido otra persona contra ella o contra
otros y no guardarle rencor ni castigarla por ella, o no tener en cuenta una deuda o una obligación
que otra tiene con ella.
• Significa dejar de recriminar a la otra persona. El que perdona no exige venganza o castigo por lo
sufrido.
II. ¿QUIÉN PERDONA?
A. DIOS AL HOMBRE
Salmo 103:3-4 "El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que
rescata del hoyo tu vida; El que te corona de favores y misericordias."
1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad.
Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Colosenses 3:13 Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja
contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Al rehusar perdonar a otros te lleva a la amargura y tristeza. Lo que estas personas no entienden
es que ellas mismas son las que sufren más. No son libres, sino esclavos del odio y la búsqueda de
la venganza. No pueden estar en paz y su amargura afecta sus relaciones con otros y con Dios
mismo. No importa si la otra persona merece el perdón. Es un mandato bíblico perdonar. Solo así
uno puede vivir libre.
Colosenses 3:13 Soportándonos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere
queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Efesios 4:32. "Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Proverbios 19:11 "La cordura del hombre detiene su furor y su honra es pasar por alto la ofensa."
C. PARA QUE SATANÁS NO SAQUE VENTAJA
El perdón trae libertad. No debemos permitir al enemigo tome ventaja en nuestra vida o en la vida
de los que nos rodean.
2 Corintios 2:10-11 10 Al que vosotros perdonáis, yo también, porque también yo, lo que he
perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,
11 para que Satanás no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus
maquinaciones.
Dios nos invita a perdonar, ya que si no perdonamos, Dios no nos perdona nuestras ofensas.
Mateo 6:15 "Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas."
Si Jesús nos dio su perdón muriendo por nosotros siendo nosotros culpables de nuestros errores.
Si ese niño vino a este mundo con esa misión de darnos ejemplo en todo. ¿Cómo nosotros no
vamos a seguir su ejemplo perdonando? El llegó al extremo mientras lo lastimaban física y
emocional mente por algo que no tenía la culpa dijo: Padre perdónalos no saben lo que hacen. Y
en la humanidad podríamos decir ellos si sabían lo que le estaban haciendo pero Jesús aun así se
coloco en una posición superior al mal de ser humano cubriendo con amor multitud de faltas
dejándonos así ejemplo a seguir.
Debemos entender que cuanto más amamos a una persona, tanto más nos puede lastimar y esto
nos puede amargar y llenar de resentimiento. El perdón es el camino para sanar nuestras
emociones y poder seguir cada día siendo más a la Imagen de Jesús. El perdón entra en juego
cuando una situación es tan grave, que de otra manera no tendría solución. Así nos perdona Dios.
Dice que por nuestros pecados merecemos la muerte, y Dios por el perdón nos regala la vida. O
sea, mi situación ante Dios era tan grave, que, si no hubiera sido por el perdón, no tendría arreglo.
Dios nos indica que la manera de sanar la amargura, resentimiento, odio, bronca o heridas es el
perdón. Es vital aprender a perdonar, porque es aprender a vivir con paz.
Isaías 9:6-7 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y
se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de
Jehová de los ejércitos hará esto.
Los pasos que te doy a continuación son un ejercicio práctico que cada uno de los que nos decimos
ser cristianos debemos hacer…LAS VECES QUE SEAN NECESARIAR.
Salmo 62:8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio.
c. ¿QUÉ DESEO HACER AL RESPECTO? Muchos tratan de esconder ante Dios lo que desean pero Él
lo sabe igual y no nos rechaza por eso. La Presencia de Dios es el lugar más indicado, para “vaciar”
todo lo negativo, porque es el único lugar donde se puede modificar está emoción sin hacer daño.
No reprimas tus emociones negativas déjalas frente a Dios y en algunos momentos frente a una
persona espiritual madura que te puede ayudar en el proceso del perdón.
Proverbios 24:29 "No digas: como me hizo, así le haré; daré el pago al hombre según su obra."
Dios es el único que tiene todos los elementos de juicio para hacernos justicia. No busques tomar
la justicia en tus manos porque podrías equivocarte mientras que si es Dios que aboga por tu
causa su mano estará sobre ese asunto y él no tiene por inocente al culpable. La Biblia dice una y
otra vez que Dios es juez justo y que Jesús es nuestro abogado. Así que, si yo necesito justicia para
las heridas en mi corazón, me puedo dar el lujo de elegir al mejor juez y al mejor abogado. Por eso
el segundo paso es decir: ”Señor, en obediencia a tu Palabra, no voy a hacer lo que tengo deseos
de hacer, sino renuncio a la venganza.”
Ya decidiste perdonar al otro recuerda que Cristo murió por ellos y por ti. Ahora por medio de la
oración declara que lo perdonas y porque lo perdonas. Hay poder en la palabra. Tal vez ellos no
merecen el perdón pero tampoco nosotros delante de Cristo. Di en voz alta está oración y verás
cómo esto trae cambio de Poder de Dios a tu vida. Con el perdón desatas bendiciones sobre tu
vida y entras a un nuevo nivel de Gloria en Cristo.
EL CUARTO PASO ES DECIDIR (EN CONTRA DE LAS EMOCIONES) NO REVOLVER MÁS LA HISTORIA,
NI EN MIS PENSAMIENTOS, NI EN MIS PALABRAS, NI EN LO HECHOS.
Isaías 43:18-19 18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino
en el desierto, y ríos en la soledad.
Isaías 43:25 25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de
tus pecados.
La Biblia dice que, cuando Dios nos perdona, “no hace más memoria”, voluntariamente no permite
que pase más por su mente, desaparece. No sigas recordando y recordándole la ofensa a la
persona. Si sientes el deseo de recordar o recriminar di: “Yo lo perdone rehusó seguir meditando
en la ofensa” Para Dios la situación perdonada deja de existir. Yo no puedo cambiar mis
emociones, pero puedo tomar la decisión de mi voluntad, de no revolver más a pensar en esa
situación, no usarla en contra de la otra persona. Eso puede ser una lucha muy fuerte. Uno puede
necesitar ayuda de otros y si a pesar de todo vuelve, viene...debo tomar mi autoridad en Cristo y
vencer la batalla de la mente.
Si el recuerdo vuelve tan fuerte, que no logras frenarlo y la película pasa de nuevo por tu mente,
vuelve al punto anterior y repite el proceso. Encárgate, que el final siempre sea el perdón y la
bendición lo que se active en tu vida.
El regalo más importante que puedes recibir en esta temporada es el perdón de Dios a tu vida.
Olvida los errores cometidos en tu vida y pídele perdón a aquel que vino como niño a darte
ejemplo de Guerrero de Paz y Perdón, dobla tus rodillas y ponte a cuenta con tu Dios y tú mismo y
de ser necesario con tu prójimo para que el futuro sea un tiempo de refrigerio para ti y la lluvia
temprana y tardía de Dios se active a favor tuyo y de los tuyos.