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Introducción
I. La única forma de solucionar nuestros problemas por la vía del perdón es dejándonos
guiar por lo que Dios nos dice en su Palabra.
A. Ilustración de guiar al hermano Miguel a la gran bodega… ¿Qué hubiera pasado si el
hermano hubiera dicho: no le voy a hacer caso y no lo voy a seguir y hubiera
tomado otro rumbo?...
B. De esta misma forma Dios nos guía con su palabra para la solución de nuestros
problemas, y especialmente con el problema del perdón. Porque el evangelio es un
tema de perdón. Y en el evangelio Dios nos muestra lo importante que es para Él la
reconciliación, y por medio de él y lo que hizo por nosotros, nos inspira a hacer lo
necesario para reparar cualquier daño que hayamos causado y para perdonar
cualquier daño que nos hayan hecho.
1. ¿Qué pasa si nosotros despreciamos la guía de Dios y decimos: no creo que esta
sea la manera de solucionar este problema con mi herman@, espos@; hijos,
padres? Vamos a seguir respondiendo a los problemas con los demás de
manera equivocada: tratando de escapar justificándonos o atacar
defendiéndonos a capa y espada.
2. Si usted quiere que Dios los ayude a perdonar usted tiene que hacer lo que Dios
le dice
C. Dios dice claramente lo que debemos hacer para poder perdonar:
1. Lo primero que tenemos que hacer para perdonar es recordar cuanto me ha
perdonado Dios a mí: “de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo
vosotros”.
a) El Señor Jesucristo nos enseña eso también cuando le preguntaron ¿Cuántas
veces debo perdonar a mi hermano? Contó una parábola (Mateo 18:23ss)
de un hombre…
b) Proverbios 19:11; ¿Cuál es la clave para no guardar resentimiento? Pasar
por alto la ofensa. Pero no podemos pasar por alto la ofensa si antes no
recordamos cuantas ofensas Dios nos ha pasado por alto a nosotros.
2. A veces se nos hace difícil perdonar, según nosotros por el tamaño de la ofensa.
Pero yo creo que es mucho más grande las ofensas que le hemos hecho a Dios,
y, sin embargo, él nos ha perdonado, y, de hecho, nos sigue perdonando.
3. Tal vez la mayoría de nosotros nunca nos veamos en la necesidad de perdonar a
un asesino que nos mató a un familiar. Pero todos nos enfrentamos a diario,
quizás muchas veces en un solo día, con la necesidad de perdonar al esposo o
esposa, a los hijos, a los compañeros de trabajo o de escuela, al vecino que le
echa la basura de su lado, que le atraviesa el carro en su cochera, que le hace
mala cara; y esta tarea no es menos importante. Porque, así como los grandes
incendios de los bosques empiezan con un simple cerillo, los grandes problemas
de rencor y odio empiezan con los pequeños problemas no solucionados.
4. ¿Qué más puedo hacer para perdonar aparte de recordar todo lo que Dios me
ha perdonado? Yo le creo a Dios, y otra forma efectiva para perdonar es orando
(Marcos 11:25). Orar, orar, orar, orar….
5. Otra forma es buscar la solución de los problemas hablando con el propósito de
llegar a la reconciliación “si tu hermano tiene algo contra ti… ve y reconcíliate”.
Esto significa resolver problemas relacionales a través del reconocimiento de
nuestras faltas y nuestra participación en el conflicto, a través de la confesión
de esas faltas.
a) Es muy necesario reconocer nuestras faltas y confesarlas ante las personas
relacionadas en el conflicto para poder llegar al fin del asunto que es la
reconciliación (proverbios 28:13). No podemos prosperar en nuestras
relaciones si no hay un reconocimiento y confesión de nuestras faltas. Esto
aplica en todas nuestras relaciones: esposos, padres a hijos, hijos a padres,
hermanos, personas con relaciones sentimentales…. Vecinos, compañeros
de trabajo, de escuela, hermanos en la fe…
6. Debemos dar muestras de perdón una vez que lo hemos otorgado: dejando a
un lado el deseo de venganza y ayudando cuando lo necesiten (Romanos 12:17-
21).