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Los biomarcadores pueden utilizarse potencialmente para una amplia gama de funciones, como el
desarrollo de fármacos, la realización de ensayos clínicos y la gestión de estrategias terapéuticas.
Como ejemplos de biomarcadores están las proteínas, los lípidos, los patrones genómicos o
proteómicos, las determinaciones de imagen, las señales eléctricas y las células presentes en
orina.
Algunos biomarcadores también sirven como variables subrogadas. Una variable subrogada es un
biomarcador que reemplaza una variable clínica. Es más, un biomarcador como variable subrogada
se espera que prediga un beneficio clínico (o daño o ausencia de beneficio) en función de la
evidencia epidemiológica, terapéutica, fisiopatológica o cualquier otra evidencia científica.
Un biomarcador predictivo es una característica básica que clasifica a los pacientes por su
probabilidad de respuesta a un tratamiento en concreto, prediciendo una respuesta
favorable o no
Dicho de otro modo, esta ley establece una relación entre la intensidad lumínica entrante a un
medio y la intensidad lumínica saliente una vez que se produjo la absorción. Para el cálculo apela a
distintas ecuaciones según si el material es un líquido o un gas.
3. Enzimas
Las enzimas son catalizadores biológicos que aumentan la rapidez de una reacción química sin ser
consumidas en la reacción. Aunque la mayoría de las enzimas son proteínas, los científicos han
aprendido que algunos tipos de moléculas de ARN también tienen actividad catalítica.
Las células requieren una liberación constante de energía, y deben regular esa liberación para
satisfacer los requisitos energéticos metabólicos. En general, los procesos metabólicos proceden
mediante una serie de pasos tales que una molécula puede ir a través de 20 o 30 transformaciones
químicas antes de lograr algún estado final. Aún entonces, la aparentemente molécula terminada
aún puede entrar a otra ruta química y quedar totalmente transformada o consumirse para liberar
energía. Las cambiantes necesidades de la célula requieren un sistema de control metabólico
flexible. Los directores clave de este sistema de control son las enzimas. La habilidad catalítica de
algunas enzimas es verdaderamente impresionante. Por ejemplo, el peróxido de hidrógeno (H2O2)
se descompone muy lentamente si la reacción no se cataliza, pero sólo una molécula de la enzima
catalasa ¡produce la descomposición de 40 millones de moléculas de peróxido de hidrógeno por
segundo! La catalasa tiene la más alta rapidez catalítica que se conoce para una enzima. Esta
enzima protege a la célula, destruyendo peróxido de hidrógeno, sustancia venenosa creada como
producto de algunas reacciones celulares. El escarabajo bombardero utiliza la enzima catalasa
como un mecanismo de defensa.
Al igual que todos los catalizadores, las enzimas afectan la rapidez de una reacción disminuyendo
la energía de activación (EA) necesaria para iniciar una reacción química.
No obstante que una enzima reduce la energía de activación de una reacción, ésta no tiene efecto
sobre el cambio total de energía libre; es decir, una enzima sólo puede impulsar una reacción
química que podría ocurrir sin ella. Si la reacción tiende al equilibrio, entonces ningún catalizador
puede hacerla ir en una dirección termodinámica desfavorable o influir en las concentraciones
finales de reactivos y productos. Las enzimas simplemente aumentan la rapidez de la reacción.
Los científicos clasifican en grupos a las enzimas que catalizan reacciones similares, no obstante
que cada enzima particular en el grupo pueda catalizar sólo una reacción específica. La mayoría de
las enzimas están altamente especializadas y sólo catalizan a unas pocas reacciones químicas
cercanamente relacionadas, o en muchos casos, sólo a una reacción particular.
Clases de enzimas:
Ligasas Catalizan ciertas reacciones en las cuales dos moléculas se unen en un proceso acoplado a
la hidrólisis del ATP
Liasas Catalizan ciertas reacciones en las cuales se forman o se rompen enlaces dobles
4. Rango Lineal
También conocido como el rango de medición analítica (AMR), este es el rango de concentraciones
en el que se sabe que el ensayo es confiable. Los estándares de concentración conocida
(calibradores) se analizan y se representan frente a la señal generada en el ensayo.
5. Especificidad
Frecuencia en la que una prueba produce resultados negativos verdaderos en las personas que no
tienen la enfermedad o la variante genética en estudio. Una prueba con especificidad alta tiene
una tasa de resultados positivos falsos baja y por lo tanto es eficaz para identificar de manera
correcta a las personas no afectadas o quienes no son portadores de la variante genética.
Cuando se trata de una prueba médica, la especificidad se refiere al porcentaje de personas que
obtienen un resultado negativo de una prueba para una enfermedad específica entre un grupo
de personas que no tienen la enfermedad.
La especificidad química es la capacidad del sitio de unión de una proteína para unirse a ligandos
específicos. Cuantos menos ligandos pueda unir una proteína, mayor será su especificidad. La
especificidad describe la fuerza de unión entre una proteína dada y un ligando.
la probabilidad de que los resultados de una prueba sean negativos si realmente no tiene la
enfermedad. A medida que aumente la especificidad de una prueba, disminuirá la cantidad de
personas que no tienen la enfermedad, pero cuyas pruebas tienen resultado positivo (positivos
falsos).
El límite de detección de un método analítico es el nivel mínimo que debe tener la sustancia
estudiada para ser detectada con certeza razonable. El análisis podría identificar niveles más bajos
de la sustancia química, pero en esas cantidades tan ínfimas la probabilidad de obtener un falso
positivo puede llegar a ser inaceptable.
Esto ocurre porque todos los métodos analíticos poseen una cierta variación aleatoria en sus
resultados que puede llevar a la detección de una pequeña cantidad de una sustancia que en
realidad no está presente en la muestra. Es por ello por lo que los resultados muy bajos no se
toman en cuenta. Esa línea en la que es difícil distinguir entre los verdaderos positivos y los
aleatorios dispersos es lo que se conoce como el límite de detección.
7. GLUCOLISIS
Los músculos utilizan una combinación de glucosa y ácidos grasos (y cuerpos cetónicos en algunas
situaciones) como combustible, dependiendo de su estado metabólico (en ayuno frente a
alimentado) y de actividad (reposo frente a ejercicio). El compartimento muscular contiene la
mayor parte del glucógeno almacenado en el organismo, que se convierte en glucosa-6-fosfato
para su uso local. Las fibras musculares carecen de glucosa-6-fosfatasa y, por tanto, no pueden
exportar glucosa. Durante la actividad intensa, especialmente en condiciones anaerobias, la tasa
de glucolisis y la producción de piruvato exceden la tasa de consumo de piruvato por el ciclo del
ácido cítrico. El exceso de piruvato es reducido a lactato por el lactato deshidrogenasa, que tiene
isoformas específicas de tejido. La reacción del lactato deshidrogenasa también produce
dinucleótido de nicotinamida y adenina (NAD +), que es necesario para la glucolisis; sin embargo, el
lactato carece de utilidad en el músculo. El lactato es libremente permeable a través del sarcolema
y se puede transportar por la sangre al hígado, donde es convertido de nuevo en piruvato y
después en glucosa para ser utilizada en otros tejidos. Esta secuencia de pasos, denominada ciclo
de Cori, transfiere parte de la alta carga metabólica al hígado y «gana tiempo» hasta que el
metabolismo oxidativo esté disponible.
La glucólisis tiene tres pasos limitantes de la velocidad que son el objetivo de los procesos
reguladores: (1) la entrada en la vía catalizada por la hexoquinasa y la glucoquinasa, (2) la
conversión irreversible de fructosa-6-fosfato en fructosa-1,6-bisfosfato por la fosfofructoquinasa y
(3) el paso final en la vía, la creación de piruvato y ATP a partir de fosfoenolpiruvato y ADP por la
piruvato quinasa.
8. GLUCOGENESIS
En eucariontes, el ciclo del ácido cítrico tiene lugar en la matriz de la mitocondria al igual que la
conversión del piruvato en acetil-CoA, (en procariontes, todos estos pasos suceden en el
citoplasma). El ciclo del ácido cítrico es un circuito cerrado de ocho etapas principales en el que la
última parte de la vía regenera la moléc}ula utilizada en el primer paso.
Paso 1. En el primer paso del ciclo del ácido cítrico, el acetil-CoA se une con una molécula de
cuatro carbonos, oxalacetato, y libera el grupo CoA a la vez que forma una molécula de seis
carbonos llamada citrato.
Paso 2. En el segundo paso, el citrato se convierte en su isómero isocitrato. En realidad, este es un
proceso de dos pasos en el que primero se retira una molécula de agua que luego se vuelve a
añadir; por eso, a veces describen al ciclo del ácido cítrico como una vía de nueve pasos en lugar
de los ocho que aquí enlistamos.
Paso 3. En el tercer paso, el isocitrato se oxida y libera una molécula de dióxido de carbono, con lo
que queda una molécula de cinco carbonos (el α-cetoglutarato). Durante este paso NAD+ reduce
a NADH. La enzima que cataliza este paso, el isocitrato deshidrogenasa, es un importante
regulador de la velocidad del ciclo del ácido cítrico.
Paso 4. El cuarto paso es similar al tercero. En este caso, es el α-cetoglutarato que se oxida, lo que
reduce un NAD+, en NADH y en el proceso libera una molécula de dióxido de carbono. La molécula
de cuatro carbonos resultante se une a la coenzima A y forma el inestable compuesto succinil-CoA.
La enzima que cataliza este paso, α-cetoglutarato deshidrogenasa, también es importante en la
regulación del ciclo del ácido cítrico.
Paso 5. En el quinto paso, la CoA de la succinil-CoA se sustituye con un grupo fosfato que luego es
transferido a ADP para obtener ATP. En algunas células se utiliza GDP (guanosín difosfato) en
lugar de ADP, con lo que se obtiene GTP (guanosín trifosfato) como producto. La molécula de
cuatro carbonos producida en este paso se llama succinato.
Paso 6. En el sexto paso se oxida el succinato y se forma otra molécula de cuatro carbonos
llamada fumarato. En esta reacción se transfieren dos átomos de hidrógeno (junto con sus
electrones) a FAD para formar FADH2. La enzima que realiza este paso se encuentra incrustada en
la membrana interna de la mitocondria, por lo que el FADH2 puede transferir sus electrones
directamente a la cadena de transporte de electrones.
Paso 7. En el séptimo paso se le añade agua a la molécula de cuatro carbonos fumarato, con lo
que se convierte en otra molécula de cuatro carbonos llamada malato.
Paso 8. En el último paso del ciclo del ácido cítrico, se regenera el oxalacetato (el compuesto
inicial de cuatro carbonos) mediante la oxidación del malato. En el proceso, otra molécula
de NAD+ reduce a NADH.
En una sola vuelta del ciclo,
entran dos carbonos del acetil-CoA y se liberan dos moléculas de dióxido de carbono;
PIRUVATO
Es un compuesto muy importante para la célula ya que es un sustrato clave para la producción de
energía y de la síntesis de glucosa (neoglucogénesis).
Antes de entrar en la mitocondria, puede convertirse en lactato, mediante una reacción anaerobia
(en ausencia o bajo aporte de oxígeno) de bajo rendimiento en la producción de energía, cuando
la vía principal está interferida. También puede convertirse en el aminoácido alanina.
El que se produzca una u otra de estas reacciones depende básicamente de las necesidades
energéticas del organismo y del aporte de oxígeno para la producción de ATP.
FOSFOLIRACION OXIDATIVA
la razón por la que necesitas oxígeno es para que tus células puedan usar esta molécula durante la
fosforilación oxidativa, la etapa final de la respiración celular. La fosforilación oxidativa se
conforma de dos componentes estrechamente relacionados: la cadena de transporte de
electrones y la quimiosmosis. En la cadena de transporte de electrones, los electrones se
transportan de una molécula a otra, y la energía liberada cuando se transfieren los electrones se
utiliza para formar un gradiente electroquímico. En la quimiosmosis, la energía almacenada en el
gradiente se utiliza para sintetizar ATP.
En las siguientes secciones vamos a analizar con más detenimiento la cadena de transporte de
electrones.
Conforme los electrones viajan a través de la cadena, se desplazan de un mayor nivel de energía a
uno inferior y se mueven de moléculas menos ávidas de electrones u otras más ávidas. En estas
transferencias de electrones "cuesta abajo" se libera energía y varios de los complejos de proteína
utilizan la energía liberada para bombear protones desde la matriz mitocondrial al espacio de
intermembranal para formar un gradiente de protones.
Todos los electrones que entran en la cadena de transporte provienen de moléculas de NADH y
FADH22 que se producen en fases más tempranas de la respiración celular: glucólisis, oxidación
del piruvato y el ciclo del ácido cítrico.
El NADH es muy bueno donando electrones en reacciones redox (o sea que sus electrones
están en un nivel de energía alto), por lo que puede transferir sus electrones directamente
al complejo I y se transforma otra vez en NAD++. El movimiento de los electrones a través
del complejo I en una serie de reacciones redox libera energía, la cual el complejo usa para
bombear protones desde la matriz hacia el espacio intermembranal.
El FADH22 no es tan bueno para donar electrones como el NADH (o sea que sus electrones
se encuentran en un nivel de energía más bajo), por lo que no puede transferir sus
electrones hacia el complejo I. En su lugar, introduce los electrones a la cadena de
transporte a través del complejo II, el cual no bombea protones a través de la membrana.
Debido a esto, las moléculas de FADH22 producen un menor bombeo de protones (y contribuyen
menos al gradiente de protones) comparadas con las de NADH.
Después de los dos primeros complejos, los electrones del NADH y del FAD22 recorren
exactamente la misma ruta. El complejo I y el II transfieren sus electrones a un acarreador
pequeño y móvil de electrones llamado ubiquinona (Q) que se reduce y transforma en QH2, se
transporta por la membrana y entrega sus electrones al complejo III. El movimiento de los
electrones por el complejo III bombea más protones a través de la membrana y luego los
electrones se transfieren a otro acarreador móvil llamado citocromo C (cit C). El cit C transporta
los electrones hacia el complejo IV, donde se bombea el último lote de iones de H++ a través de la
membrana. El complejo IV transfiere los electrones a O2, que se parte en dos átomos de oxígeno y
acepta protones de la matriz para formar agua. Se necesitan 4 electrones para reducir cada
molécula de O2, mientras que en el proceso se forman dos moléculas de agua.
En resumen, ¿para qué le sirve la cadena de transporte de electrones a la célula? Tiene dos
funciones importantes:
Si no comes durante varias horas y baja el nivel de glucosa en la sangre, se deja de producir
insulina. Otra hormona del páncreas, que se llama glucagón, le avisa al hígado que debe
descomponer el glucógeno almacenado y liberar la glucosa al torrente sanguíneo.
PERIOXIDACION LIPIDICA
La peroxidación lipídica define el daño oxidativo a los lípidos mediado por especies oxidantes
reactivas. Este mecanismo se produce en tres etapas:
2. Fase de propagación, en la que ocurre una reacción en cadena con la extensión del daño y la
formación de más especies radicálicas. La especie radicálica formada en la primera fase reacciona
con el oxígeno y forma un radical peroxilo (LOO ·) que puede reaccionar con otros ácidos grasos
poliinsaturados adyacentes y originar un hidroperóxido o lipoperóxido (LOOH) y un radical
alquílico; así se produce una reacción en cadena y el daño a un número creciente de ácidos grasos.
El LOO· puede abstraer hidrógeno de moléculas con enlaces débiles como el OH cromanol del a-
tocoferol y se producen una serie de reacciones en las que intervienen el ascorbato y el glutatión
reducido que permiten la regeneración de la vitamina E.