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Marco Referencial

Arteterapia y salud mental en adultos mayores


De acuerdo con la Asociación Americana de Arteterapia (AATA), ésta puede definirse como
“una profesión integradora de salud mental y servicios humanos que enriquece la vida de
individuos, familias y comunidades a través de la creación artística activa, el proceso
creativo, la teoría psicológica aplicada y la experiencia humana dentro de la relación
terapéutica” (AATA, 2017). Sus usos, apuntan, buscan mejorar las funciones cognitivas y
sensoriomotrices, fomentar la autoestima y la autoconciencia, entre otras conductas y
procesos propios de la atención en salud mental.
Desde sus orígenes, como afirma Borowsky (2016), se ha relacionado con distintas teorías
psicológicas y con distintos problemas psicológicos, pero ha sido en 1947, gracias al trabajo
de Margaret Naumburg, quien dio su nombre formal a esta actividad, que la arteterapia se
considera un modo aplicado de la psicología, en este caso del psicoanálisis, y a la creación
artística como una vía de expresión psíquica o bien una función psicológica que sirve de vía
para la exploración y conocimiento de las experiencias subjetivas, la vida mental de los
pacientes y los núcleos problemáticos detrás de sus problemas, trastornos o disfunciones
afectivas, anímicas, cognitivas, de personalidad, entre otras, así como una vía para la
elaboración o comprensión de su situación, asimilación y transformación.
La Arteterapia Cognitivo Conductual, propuesta a finales de la década de 1970 por Ellen
Roth y Janie Rhyne, se abocó al trabajo con niños, personas con problemas psiquiátricos y
adultos mayores, como forma de conocimiento y moldeamiento emocional. En la actualidad,
el objetivo de esta vertiente de arteterapia es: (a) desarrollar estrategias de adaptación sanas y
flexibles para aumentar las posibilidades de supervivencia y mejorar la vida; (b) comprender
las cogniciones, incluida el habla interna y las imágenes mentales, como antecedentes del
comportamiento; y (c) promover la generación de soluciones pragmáticas para ayudar a las
personas bajo presión y como una forma eficiente de aliviar el estrés y mejorar el
afrontamiento. (Rosal, 2016)
De acuerdo con Dunphy (2018), la Arteterapia Cognitivo Conductual en adultos mayores ha
mostrado una eficacia considerable en el direccionamiento de la depresión, el manejo de la
ansiedad y el cambio cognitivo (moldeamiento de la realidad) que conduce a una adaptación
afectiva o emocional eficaz, la cual depende de su modalidad y el modo en que permite a
ciertos problemas un conjunto de factores que conducen a la mejoría, por ejemplo, la danza y
el movimiento han ayudado a la reducción de los síntomas positivos de la depresión; mientras
que la música funciona bien como factor preventivo ante la misma y para el afrontamiento de
la ansiedad, además de mostrar una mejoría en el control motriz de pacientes con alzheimer y
parkinson. En el caso de las artes plásticas y literarias, son ellas mismas señaladas como vías
de expresión cognitivo-emocional y sensor sobre el cual las metacogniciones que le
acompañan, como parte de la intervención, suelen ser importantes componentes en las
narrativas vitales de los pacientes, impactando positivamente en su bienestar y anhelo por
vivir.

Marco Teórico
Psicología del arte, ciencias cognitivas y arteterapia

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