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a
LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES (I)
EL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
Precisamente porque las garantías constitucionales son esenciales para la A este proceso de tipo lógico es al que ha respondido también el proceso
definición de la Constitución como norma jurídica, es por lo que no hemos ' histórico. La reforma de la Constitución fue una invención americana, que se
podido no hablar de ellas en las lecciones anteriores. Aunque su estudio no se incorporó a la Constitución Federal a través del art. V de la misma. Con base
pudiera empezar hasta este momento, tenían que aparecer de alguna manera
••
en ella el Tribunal Supremo de los Estados Unidos procedería muy rápi da-
en la definición del Derecho Constitucional en cuanto tal derecho, en el con- mente a controlar la constitucionalidad de la ley.
cepto de Constitución o en la interpretación constitucional. Se trataba de refe-
rencias indispensables para entender la materia que se estaba exponiendo, de Esto es algo perfectamente claro y que nadie discute. ¿Por qué, entonces,
la misma manera que también hemos tenido que hablar de derechos y liberta- la inversión en este Curso de Derecho Constitucional?
ti
••
des o de di"isión de poderes y sólo los estudiaremos mucho más adelante. La razón es muy sencilla. La reforma de la Constitución es la garantía
Pero eran puras referencias. Ahora hemos de pasar a su estudio como objeto extraordinaria de la Constitución, la garantía «de los domingos» o «de los días
central de estas dos lecciones. de fiesta» , por entendemos.JE) control de constitucionalidad es la garantía
Y hemos de pasar a dicho estudio explicando, ante todo, una inversión en ordinaria, «de los días de trabajo» o «de todos los días».~
el orden de exposición respecto del orden lógico e histórico con el que habría La reforma de la Constitución tiene la función de diseñar un procedimien-
que proceder. La reforma de la Constitución es el prius tanto lógico como his- to que dé estabilidad a dicha norma, de tal manera que haya que cambiarla
tórico del control de constitucionalidad de la ley y no al revés. Por eso, si vuel- cuando no haya más remedio o cuando exista un consenso muy claro en la
ven a la Lección 3. 8 , verán que en la enumeración de los problemas de tipo for- sociedad de que debe ser modificada. Pero la Constitución no puede estar
•.
.
mal que plantea la Constitución racional normativa se mencionaba primero la siendo reformada todos los días, sino sólo muy de cuando en cuando. Y sin
reforma de la Constitución y después el control de constitucionalidad de la ley. embargo, la Constitución como norma jurídica tiene que ser interpretada
Así es como debe ser desde un punto de vista lógico. Así es como ha sido desde constantemente y tiene que estar afirmando su validez en cuanto norma jurí-
un punto de vista histórico. Sin embargo, en la exposición de este Curso se dica de manera permanente. Para esto no sirve la reforma de la Constitución.
invierte el orden y se estudia primero lo que es lo segundo y en segundo lugar Para esto la Constitución necesita otra arantfa una garantía ordinaria, dia-
lo que es lo plimero. Obviamente, una explicación es imprescindible. ria, ue le permita afirmar su resencia como n de cabecera del ordena-
Los interrogantes son dos: ¿Por qué es la reforma de la Constitución un miento. ESa garantía es el control de constitucionalidad de la le .
p1ius lógico e histólico del control de constitucionalidad de la ley? ¿Por qué, si Entre la reforma de la Constitución y el control de constitucionalidad de la
es así, la exposición se hace al revés? Vamos a verlo. ley hay, pues, una relación muy estrecha. La reforma es el fundamento del
Realmente al primer interrogante ya se ha dado respuesta en lo expuesto control. Pero el control es lo que pennite que la Constitución sea norma jurídi-
hasta el momento. Si la Constitución no dispone de un procedimiento de ca todos los días y que sólo se tenga que acudir a la reforma de la Constitución
reforma distinto del procedimiento legislativo ordinario, la Constitución está a cuando no es posible encontrar una solución al problema de que se trate a tra-
disposición del legislador. En consecuencia, no existe posibilidad alguna de vés de la interpretación de la Constitución. La reforma de la constitución en
controlar la ley en relación con la Constitución. La Constitución es una ley cuanto garantía extraordinalia supone un límite para el control en cuanto
más, que no supone límite jurídico alguno para el legislador. Como diría garantía ordinaria. Cuando no hay posibilidad de encontrar una respuesta por
Laband: «Aunque parezca deseable que el sistema de Derecho Público y Priva- la vía de la interpretación, hay que acudir a la reforma. Pero siempre que sea
do establecido por las leyes no esté en contradicción con la Constitución, la posible encontrar una respuesta por la vía de la interpretación, no se tiene por
existencia de una tal contradicción es posible de hecho y admisible de derecho, qué acudir a la reforma. Así es como se relacionan el control de constituciona-
de la misma manera que lo es una divergencia entre el Código Penal, el Código lidad y la reforma de la Constitución y por eso las estudiamos en este orden.
de Comercio o la Ley de Enjuiciamiento Civil y una ley especial postelior.» Primero la de todos los días y después la de los días de fiesta.
Para que la Constitución sea punto de referencia para el control de consti- Explicada la inversión, vamos a entrar ya en el estudio del control de cons-
tucionalidad de una ley, tiene que estar diferenciada de ésta por un procedi- titucionalidad de la ley en cuanto garantía constitucional.
miento de reforma, que sea único para ella y que se distinga del procedinliento
legislativo ordinario. El legislador d~ reforma de la Constitución y el legislador
ordinario tienen que ser distintos. Unicamente de esta manera si el legislador 6.2. ORIGEN Y DESARROLLO DEL CONTROL
dicta una ley que está en contradicción con la Constitución, que «reforma» la DE CONSTITUCIONALIDAD DE lA LEY
Constitución, sin haber seguido el procedimiento de reforma, se podrá consta-
tar, y por tanto controlar, la anticonstitucionalidad de tal proceder. Se recordará que en la Lección 1.8 se decía que la primera característica
del ordenamiento jurídico en cuanto tipo de derecho que corresponde al Esta-
Así pues, sin reforma de la Constitución no hay posibilidad de control de d~ Constit~cional como forma de organización del poder era la unidad del
constitucionalidad. La reforma de la Constitución es lo que hace jurídicamen- mismo. Urudad que se traducía en la posibilidad de reconducir cualquier nor-
te a la Constitución una norma única en relación con la cual todas las demás I?~ del ordenamiento, directa o indirectamente, a una norma fundamental
pueden ser enjuiciadas. umca, a la Constitución.
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En consecuencia, en la propia lógica del ordenamiento jurídico y de la Una vez que se ha afirmado de manera inequívoca la soberanía popular
posición de la Constitución como punto de partida del mismo está ya implícita como fundamento del poder y que se ha ex resada a través del oder constitu-
la posibilidad o, mejor dicho, la necesidad de ue exista un mecanismo ara yente en una Constitución r_!gida no modificable or el rocedimiento le ·sla-
ex ulsar del ordenamiento cual uier norma ¡:tu e esté en contra ·cción con 1;;__ ·vo or mano ca'6ían pocas dudas de que el control de constitucionalidad se
Constitución. En los niveles inferiores a la Constitución esto se ha impuesto · impondría en la práctica.
en los ordenamientos estatales de forma natural, sin problemas. Que los regla- Realmente, en la justificación que se hace en El Federalista del proyecto de
mentos tienen que respetar lo dispuesto en las leyes, no se ha discutido ni en Constitución aprobado en Filadelfia, a fin de convencer a los ciudadanos de la
la teoría ni en la práctica. Desde un punto de vista puramente lógico esto ten- conveniencia de su ratificación, se defiende expresamente el control de consti-
dría que haber ocurrido también en las relaciones entre la Constitución y la tucionalidad de la ley. <<La total independencia de los tribunales de justicia es
ley. Por eso decía Kelsen que «en tanto le falta a una Constitución la garantía una característica esencial de una Constitución limitada. Por Constitución
de la aniquilabilidad de los actos anticonstitucionales, le falta el carácter de limitada entiendo una Constitución que contenga ciertas excepciones especifi-
plena fuerza de obligar jurídica en sentido técnico». cadas frente a la autoridad legislativa ... Las limitaciones de este tipo sólo pue-
den ser preservadas en la práctica a través de los tribunales de justicia, cuya
En este terreno, sin embargo, como en muchos otros, la lógica y la historia obligación es declarar nulos todos los actos co11trarios al tenor manifiesto de la
no han ido de la mano. Durante más de un siglo el control de constitucionali- Constitución». Y es así porque ••una Constitución es, en realidad, y tiene que
dad de la ley ha sido una <<peculiaridad» del Derecho Constitucional de los ser considerada por los jueces como una ley fundamental. Pertenece a ellós,
Estados Unidos. Hasta bien entrado el siglo xx no se ha producido la incorpo- por tanto, determinar su sentido así como el sentido de cualquier ley dictada
ración de esta garantía constitucional al Derecho Constitucional europeo. A lo ~ por el cuerpo legislativo. Si ocurriera que hay una contradicción irreconcilia-
largo de esta Lección veremos por qué. Pero antes vamos a pasar a ver el ori- ble entre ambas, tendría que darse preferencia a la que tiene una validez y una
gen de la institución en los Estados Unidos de América. fuerza de obligar superior. Dicho en otras palabras: la Constitución tenclria
y que ser preferida a la ley».
A) ORIGEN DEL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY: Si en la Constitución no figuraba, está claro que en la mente de una parte
EL •CONTROL JUDICIAL• AMERICANO del constituyente, y de la parte más significativa del mismo, la idea del control
de constitucionalidad como una competencia del poder judicial sí estaba pre-
La Constitución Federal de los Estados Unidos de América de 1787 no con- sente. Por eso Madison, en el debate que se produciría inmediatamente des-
tenía, ni contiene, referencia alguna al control de constitucionalidad de la ley. pués de aprobada la Constitución para incorporarle un Bill of Rights en la for-
No hay en el texto de la Constitución ninguna atribución de competencia espe- ma de las 10 primeras enmiendas, diría que podía ser útil porque «pone un
cífica al poder judicial en este sentido. Tampoco hay ninguna prohibición control de legalidad en las manos del poder judicial>>.
expresa de que pueda hacerlo. La Constitución simplemente no dice nada. En todo caso, de lo que no cabe duda es de que el poder judicial considera-
Ahora bien, si la Constitución callaba, el problema estaba en el aire. En el ría desde muy pronto que entraba dentro de su competencia dejar sin aplica-
tránsito de la Confederación nacida de la independencia en 1776 a la Federa- ción una ley por ser contraria a la Constitución. Así ocurriría en 1803 en el
ción de 1787, se pasaría en América de la fundamentación del poder de los caso posiblemente más conocido no de la historia constitucional americana
<<Estados» individualmente considerados en el principio de soberanía parla- sino de la de todo el mundo, el caso Marbwy 1'S. Madiso11. '
mentaria a la fundamentación del poder de los <<Estados Unidos» en la sobera- En dicha sentencia el Tribun al Supremo de los Estados Unidos argumenta-
nía popular. Esta es la gran discusión entre 1776 y 1787, que lo atraviesa todo. ría de una manera impecable a través de los tres siguientes pasos lógicos:
En la Lección 10.a lo veremos en relación con la constitucionalización de los 1. 0 La Constitución de los Estados Unidos establece un sistema de
derechos y en la 24.8 en relación con el Estado Federal. Es también lo que está competencias tanto entre los órganos supremos federales como entre la
en la base del control de constitucionalidad de la ley. Federación y los Estados que la integran. La Constitución no puede preten-
Mientras para los Antí-fede · t~ el principio de fundamentación del der otra cosa que no sea que tal sistema de competencias sea respetado por
oder.es el rinci io tradicional in lés de soberañfa arlamentaria_y, en conse- todos los poderes constituidos, tanto federales como estatales. Si el poder
cuencia, sólo ca e para los trece Estados una organización: la Confederación l~gis~ativo pudiera modificar dicho sistema de competencias a su antojo, el
acordada . por los Parlamentos de cada uno de ellos....!Lara los Fe r listas el diseno constitucional no podría mantenerse. En consecuencia, la Constitu-
planteamtento va a ser el opuesto. La soberanía reside en el pueblo directa- ció tiene que estar por encima de todos los poderes , incluido el poder
~y, en consecuencia, el pueblo puede ordenar constitucionalmente el legislativo federal.
Estado como considere oportuno. Por eso, el Preámbulo de los artículos de la . 2.0 La misión de los jueces es únicamente la de aplicar la ley correspon-
~ofederación empezaba diciendo: <<Nosotros, delegados de .. . », en tanto que diente a cada caso. Ahora bien, si el juez se encuentra con que hay dos leyes
el reámbulo de la Constitución Federal empieza con las palabras: <<Nosotros, aplicables al caso, que están en contradicción entre sí - antinomia jurídica- ,
e pueblo de los Estados Unidos ... » el juez tendrá que optar por una de ellas.
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3. Si una de estas leyes es la Constitución, el juez no puede tomar ningu.
0
na otra decisión que no sea la de dar preferencia a la Constitucion sobre cual. tucional no es expulsada del ordemu~1iento jurídico. Eso nada más que puede
quier otra norma. hacerlo el legislador. La sentencia, por tanto, tiene efecto ante todo para el
caso juzgado. Obviamente, en la práctica, cuando a través del sistema de
Con base en este razonamiento tan sencillo pero tan coherente el Tribunal recursos una ley es declarad~ ant~cons~tucional por el Tribu~al ~upr~mo, esa
Supremo incorporó el control de constitucionalidad de la ley al Derecho Cons- ley materialmente es como SI hubiera sido derogada, ya que mngun tnbunalla
titucional de los Estados Unidos. Aunque la decisión no dejó de encontrar continuará aplicando en virtud del principio de stare decisis (según el cual los
resistencias de tipo político y no se volvió hacer uso del control de constitucio- tribunales inferiores se sienten vi~culados por la jurisp~de.nc~a emana~a de
nalidad hasta cincuenta y cuatro años más tarde, la institución quedó incorpo- los superiores y todos se sienten vmculados por su antenor Junsprudencia en
rada al sistema constitucional de los Estados Unidos como uno de sus elemen- tanto no varíen las circunstancias).
tos más característicos. s.a La sentencia que aprecia la inconstitucionalidad de una norma es una
El origen del control de constitucionalidad en los Estados Unidos fue, sentencia declarativa, es decir, el juez o tribunal se limita a declarar que la ley
pues, un origen que podríamos calificar de «natural». Es consecuencia del es anticonstitucional. El juez o tribunal viene a decir que esa ley no deberla
ejercicio espontáneo por parte de uno de los tres poderes «naturales» del Esta- haber sido dictada nunca por el legislador y que no debería haber pasado a
do de lo que entiende que es «SU» función constitucional. o fue el resultado fonnar parte del ordenamiento jurídico. La sentencia tiene, por tanto, efectos
de la creación de un órgano ad hoc poc el constituyente, sino una consecuen- ex tune, udesde entonces», desde el nacimiento de la norma, es decir, efectos
cia extraída por el poder judicial del principio de soberanía popular ) de la retroactivos. Lo que no quiere decir, sin embargo, que se puedan reabrir los
superioridad del poder constituyente del pueblo sobre los podere constitui- procesos que hayan sido resueltos por sentencia judicial firme.
dos. Este es el sistema de control de constitucionalidad de la ley mediante el
Este origen natural es el que explica las características de este modelo de cual tal garantía constitucional se incorporó al mundo del derecho. Como
control de constitucionalidad, que pasamos a exponer: vamos a ver a continuación, las cosas fueron sensiblemente distintas en el
continente europeo. Pero esto pertenece ya al siguiente apartado.
l.a Es un control judicjal, esto es, un control ejercido por uno de los tres
poderes clásicos del Estado. Esto es lo decisivo, porque de aquí se derivan
todas las demás características. B) LA GARANTíA «POLÍTICA» DE lA CONSTITUCIÓN
2. 3 Por ser judicial es difuso. Difuso quiere decir lo contrario de concen-
trado. El Poder legislativo es un poder concentrado. E l poder judicial es un En principio, el punto de partida del constitucionalismo continental euro-
poder difuso. El parlamentario no es el titular del poder legislativo. El titular peo no era muy distinto del de los Estados Unidos de América. Como hemos
del poder legislativo es el Parlamento. Por el contrario, el poder judicial no tenido ocasión de ver en la Lección 3. 3 , el concepto de constitución que se
existe como «UD» poder, sino que existe en la forma de miles de jueces y impone con la Revolución Francesa no es distinto del que se había impuesto
magistrados repartidos por todo el tenitorio del Estado, titulares cada uno de en América, y aunque la soberanía no es la soberanía popular sino la sobera-
ellos individualmente del poder judicial. En consecuencia, al ser el control un nía nacional, tal principio de soberania se entrecruza en los propios textos
control judicial, ello quiere decir que está uniformemente a disposición de constitucionales con referencias al pueblo, del cual los miembros de la Asam-
todos y cada uno de lo jueces integrados en el poder judicial. Esto quiere blea Nacional son representantes. Así comienza el Preámbulo de la Declara-
decir difuso. ción de Derechos del Hombre y del Ciudadano: <<Los representantes del pueblo
3. 3 Por ser judicial es por lo que el control sólo tiene lugar por 1'Ía inci- francés, reunidos en Asamblea Nacional ... » También hemos visto en la Lección
dental. También se explica por sí mismo. ¿Qué es lo que hacen los jueces? 4. 3 cómo el poder constituyente se afirma también en ese momento como un
Administrar justicia resolviendo las disputas que son sometidas a su conside- poder superior a los poderes constituidos, que únicamente pueden actuar de
ración. Si en el curso de esa operación de administrar justicia el juez se acuerdo con lo previsto en la Constitución. Las Constituciones conte~an
encuentra con que tiene que aplicar una ley .c ontraria a la Constitución, enton- incluso prohibiciones para la potestad legislativa del Estado. Así la Constitu-
ces, pero solamente entonces, puede plantearse la anticonstitucionalidad de la ción francesa de 1791 disponía que «el poder legislativo no podrá hacer leyes
ley. El juicio sobre la constitucionalidad es, por tanto, un incidente que surge que atenten u obstaculicen los derechos naturales y civiles consignados el! ~1
en lo que es la actividad constitucional del juez. No puede plantearse la presente título y garantizados por la Constitución» . Como veremos en la proXI-
inconstitucionalidad de la ley al margen de un proceso. Ni puede tampoco ma Lección, las constituciones de este período son constituciones rígidas, qu_e
aprovecharse que el Pisuerga pasa por Valladolid para declarar anticonstitu- prevén unos procedimientos de reforma completamente distintos del procedi-
cional una ley. Únicamente si la ley es aplicable al caso y de su validez depen- miento legislativo ordinario.
de el fallo, se puede entrar a analizar su constitucionalidad.
4.3 Por ser judicial se explican también cuáles son los efectos de la senten- Las condiciones intelectuales para que el control de constitucionalida~ se
cia que aprecia la anticonstitucionalidad de la ley. Puesto que el poder judicial hubiera planteado no eran, úes, mu diferentes a ambos a QLdel Atlántiih¡
_ no es titular del poder legislativo, la norma que él entiende que es anticonsti- I:o ue eran com~letamente ·stintas eran las condicio~pq_lítie3;s. De
que, mientras en Estados Unidos el control de constitucionalidad se Impondrá
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casi inmedia~~mente, en Europa va a desaparecer por completo del horizonte - los Estados Unidos, la histmia también hará impracticable dejar el control de
constitucional durante .más de ün siglo. constitucionalidad en el siglo xx en manos de los jueces. A ningún constituyen-
te europeo ni de después de la Primera ni de después de la Segunda Guerra
La razón de que así fuera ya la sabemos. La Constitución racional normati- _Mundial se le ha pasado por la imaginación que la solución americana fuera
va, la soberanía nacional y. el poder constituyente fueron instrumentos decisi-
importable.
vos pari;i cuartear el Antiguo Régimen, pero no consiguieron imponerse como
los instrumentos para ordenar juridicamente de manera estable el Estado Después de más de un siglo de Estado Constitucional no se podía empezar
Con,sti_tucio~al durante. el si~lo XIX. La rest?cción del derecho de sufragiq como si no hubiera pasado nada, como empezaron los Estados Unidos. La
hacia Imposible que se Impusiera nada parecido a la soberanía popular como afirmación del principio de constitucionalidad frente al principio de legalidad
fundamento del Estado. En tales circunstancias, la Constitución que se tenía que hacerla el constituyente de manera expresa. Y asimismo de forma
impondría sería la Constitución «material», puro reflejo de la evolución histó- expresa tenía que diseñar un mecanismo que diera seguridad a dicha distin-
rica del país. El principio de soberanía sobre la que se basaría dicha Constitu- . ción. En ningún caso dicho mecanismo de garantía podía quedar en manos
ción ~ería el de soberanía com artida ent~_eLRe.Y-Y. las Cámaras. El poder del poder judicial <<realmente existente».
co~stituyente desapareceria de~ panorama y seria sustituido por el poder legis- El control de constitucionalidad se imP-ondria, en consecuencia, como
lativo. Todo esto ya lo hemos VIsto y no es necesario volver a verlo. Fácilmente resultado de una decisión política en diversos procesos constituyentes. Prime-
se ~~rriprende por qué_ la g~ía.deJa.Constitución..pasaria a ser una garantía ro de manera muy limitada en el periodo de entreguerras (Austria, Checoslo-
polztzca, es decrr, la eXIstencia de una Cámara representativa, cuyo concurso es vaquia y España) y después con un alcance más general con el constituciona-
necesari_o para cualquier intervención del Estado en la libertad y la propiedad _ lismo posterior a la Segunda Guerra Mundial.
~e ~os c~ud:"~anos. El Parlame~to es ~1 representante de la sociedii!d y no hay
hmites 1undicos para su mamfestación de voluntad. El constitucionalismo En la decisión del constituyente europeo pesaron varios factores:
pasará _a ~er un constitucionalismo flexible, en el que no se distingue entre el 1.0 El más importante es el antagonismo entre los sectores sociales políti-
ro~e~ento de reforma de la Constituc..i.Qn eu rocedimiento le islativo camente representados en los procesos constituyentes europeos de este siglo.
or mar10. El constitucionalismo liberal había sido un constitucionalismo flexible y sin
Este es el terreno en el que se ha estado moviendo el constitucionalismo ~arantías, porque había sido un constitucionalismo socialmente omogéneo.
europeo hasta el final de la Primera Guerra Mundial y casi hasta el final de la Como escribió J. BRYCE, <<las constituciones flexibles tienen una afinidad natu-
Se~d~. En todo este periodo el control de constitucionalidad de la ley no ral por una estructura de gobierno aristocrática... Existe una suerte de atrac-
eXIst~ _m como problema teórico ni como problema práctico. Únicamente con ción natural entre una aristocracia y una forma de gobierno indefinida y elás-
18; cnsis de las Monarquías autoritarias tras el final de la Primera Guerra Mun- tica, de la misma manera que ha empezado a existir, en la mayoria de los
dial Y el desarrollo de procesos constituyentes democráticos se empezará a países modernos, una repulsión natural entre tal forma y una democracia
pl~tear el problema de las garantías constitucionales y se iniciará la incorpo- auténtica». La democracia es un sistema socialmente heterogéneo-l. en el que
ración del control_de constitucionalidad al constitucionalismo europeo conti- está representado todo el mundo y está presidido, por tanto, por la desconfian-
nental. Lo hará, sm embargo, de forma muy distinta a como lo hizo en los za. Nadie se fía de nad~ todo el mundo gyj~garantías de que el ª cto
Estados Unidos. constitu ente_gue se su~cri_~e no va a s~r desvirtua<!Q_ppr un'ª-ma oriª-J?arla-
mentaria futura. De alú la necesidad d~~~ a 1 1
mayoú.~ Son las garantías de la Constitución frente a la ley.
C) LA •RACIONALIZACIÓN» DEL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD: 2. 0 Inmediatamente después viene la complejidad de las nuevas constitu-
LOS TluBUNALES CONSTITUCIONALES ciones en comparación con las del XIX, en particular en su parte dogmática.
Obtener garantías para unos derechos que se han conseguido constitucionali-
L~ di~eren~ia fundamental que va a marcar de arriba a abajo el control de zar con mucho esfuerzo parece una precaución tan lógica que se entiende por
constituc10n_alidad europeo como un modelo de control completamente distin- sí misma.
~0 del ~encano será lo que podriamos denominar su carácter «artificial». 3.0 Por último, hay que mencionar la presencia en el constitucionalismo
or. él entiendo que no es el resultado del funcionamiento constitucional ordi- del periodo del fenómeno de la distribución territorial del poder en formas
~ano de_ l?s pode_r~s clásicos o naturales del Estado, sino que es el producto de variadas. La_necesjdad de un árbitro para los conflictos entre el <<poder cen-
-_na decisión política del constituyente democrático, que decide incorporar al - tral» (Federación, Estado) y los <<poderes periféricos» (Uinder, Comunidades o
s~~tema constitucional el control de constitucionalidad de la le e - Regiones Autónomas) se convierte en una exigencia para la Constitución
CI n 7finstitucional distinta de las tres tradicion es y que crea un órgano democrática.
dsleci co encargado de esta tarea, que no pertenece orgánicamente a ninguno" Garantías de las minorías frente a la ma oría arlamentaria efectividad de
e os tres poderes del Estado. los derechos fun amentales y distri ución territorial del poder, son las tres
se . Si la l_llstoria había impedido a finales del siglo xvm y principios del XIX que grandes razones que motivaron la decisión del constituyen_keuro eo de incor-
Impusiera en Europa un Derecho Constitucional como el que se impuso en E,Orar_eLcontLQLde constitucionalidad al Derecho Constitucional en el siglo.JQ(;,
--- 1
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ti'
:rodas apuntan hacia un universo político y jmidico distinto del que se habí
unp~esto en Europa después de la Revolución Francesa y a lo largo de más da
un Siglo. De ahí que se considerara im asible de·ar en manos de uno de loe
Éste es el modelo de control de constitucionalidad europeo, que, como
puede verse, es completamente distinto del modelo americano. Sobre este
tema volveremos en la Lección 23.a, dedicada íntegramente al modelo español
••
J!Oderes de ~se universo p!?.!ítico v j~f~ico del pasado la g~anjía de los e~
mentos configuradores del nuevo oraen,__
. La necesidad de c.rea~ un ór~ano nuevo, que se encargara de asegurar la
de Justicia Constitucional. Aquí baste resaltar que a través de esta garantía
constitucional es como la Constitución se ha convertido diariamente en norma
jurídica, a partir de la cual tiene que ser interpretado todo el or?~namient;>. A ••
pnmacía de la Constltución, ~e IJ?POil:ía. Y así ocurrirá en todos los países,
en ~os que el control de constitucionalidad se confiará a un Tribunal Const·-
tucwnal. 1 _.•,,lll>:l,.""
partir de la Lección 8.a todo el Curso no es más que una exposiCión de como
ha ocurrido en España desde 1978.
•
E.s~o explica las caracteristicas del modelo que, como vamos a ver a conti-
nuacwn, son completamente distintas a las del modelo americano. 6.3. EL LUGAR DEL CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
DE LA LEY EN EL ESTADO DEMOCRÁTICO:
~
l.a El contr?l se confía a un órgano constitucional nuevo, distinto de los LA LEGITIMIDAD DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAl.
tres poderes clásicos del Estado,al Tiíbu11al Cmzstituc.frmg],_
2.a Se trata de un control concentrado . El Tribunal Constitucional es un Ésta ha sido, sin lugar a dudas, la cuestión más debatida en relación con la
ór ano único ue tiene el mono olio del control de constitucionalidad de la Justicia Constitucional. ¿Cón:io es t osible que un órgano ue sí ha sido ele "do~
_ley. Juez de la ley en el Estado sólo es el TI;bunal ConstitÜ-=-c¡="'·o"-'
" n""'alf".==="-=c:::...!~ r ellos y que no es elegido por os ciudadanos ueda controlar a otro ue
3.a El Tiibunal Constitucional sólo puede actuar a instanciQ._de varte ~aiñeñosqüela «vo unta ge.!l~- •• ?
~sta es u~a caracteristica importantísima, ya que es la que hace que la Justi-
c¡.a Co~st1tucional sea una institución soportable en el Estado Democrático El control de constitucionalidad de la ley, independientemente de que sea
S1 el Tnbunal Constitucional pudiera controlar de oficio la constitucionalidad un control difuso o concentrado, es un problema objetivo para el Estado
de la ley, el Estado Democrático no podría sobrevivir, ya que se estaría atlibu- Democrático, ya que pone sobre la mesa los~siguientes roblemas:
yendo de. forma general a un órgano no legitimado democráticamente de 1.0 Las c·o es entre Política Derecho en el marco del Estado Consti-
manera d1recta ~ qu~ no ~~ responsable ante nadie, el control de los actos de tucional, es decir, hasta dónde se puede llevar la juridificación_deJ lítica,
~n órgano que SI esta. leg1t1mado democráticamente de manera directa y que cuando el Estado es la forma de or @i~ció.n..d~lp_oder :eolítico.
t1.ene que renovar penódicamente su legitimidad a través de la elección de los 2.0 La eg!timi a dcl control de un órgano emocráticamente constitui-
cmdadanos. do por otro que lo está mucho menos y que, sobre todo, no lo está de manera
. 4:a Justamen.te por eso, la legitimación para recurrir ante el Tiibunal Cons- inmediata y directa, además de no ser responsable ante nadie.
tituciOnal se configura de manera muy restrictiva. Al Tribunal Constitucional 3. La posibilidad de que la decisión del órgano que ejerce el control de
0
no pued~n acceder ci~da~anos. Los c~udadanos acceden al poder judicial, pero constitucionalidad sea tomada n.Qj .!!ridica sj.no _P-olíticamente.
no al ~nbunal, Constituc10na.l. Al Tnbunal Constitucional sólo tienen acceso
dete1~nnados _or anos o fracc10nes de ór anos olíticos o el oder jtllfcial. Esto es lo que convierte a la Justicia Constitucional en un problema objeti-
5... La~ VIas a través e ascua es se accede dep en erá e a ti andad en vo para el Estado Democrático. Y en un problema que no admite respuestas
la leg¡t1mac1ón para recunir. Si quien recurre es un ór ano olítico la vía es el absolutas, sino únicamente relativas, muy influidas por el curso de los aconte-
c_m:trol a~stracto. Por contr~l abstracto hay que entender aquel c~ntrol cuyo cimientos en cada país.
u.~1co ob1eto e~ co~probar s1 ~a ley es constitucional o no <<hac~n_do abstrac- Y sólo cabe una solución de este tipo porque, si a las tres cuestiones qu~ ~e
~1011» d<: la.a. hcac10,n de la nusma a un caso concreto. Si quien recurre es mi"" acaban de suscitar hubiera que darle una respuesta absoluta, desde el análisis
or crano . 1, la.Vla es e_ control COJ1 creto que quiere decir qu e el juez sólo puramente lógico o racional de las premisas del Estado Constitucional, la jus-
puede acudir al Tn b~al ~onst.itucional si en el curso de un proceso u ·1a tificación de la Justicia Constitucional no sería nada fácil. Ya que ni se puede
la duda sobre la constnucw nahdad de la ley aplicable al caso y de cuya validez reducir la política a derecho, ni se puede argumentar lógicamente a favor del
depende e a o. control de un órgano democráticamente legitimado de manera directa P.or
6.a La sentencia del Tribunal Constitucional tiene fuerza de ley, es decir; otro que no lo está, ni se puede dudar de que la juiisdicción constitucional tte-
deroga formalmente el pr~cept~ q';le. declara anticonstitucional, que deja de ne que tomar decisiones en las que la política es un componente important~.
formar p~rte del orde~a~Iento Jund~co. En este sentido es en el que se dice En consecuencia, en la medida en que la Justicia Constitucional supondría
que el, Tnbunal Constitucional es leg1&ador negativo. No puede dictar la ~ extender los límites de la juridificación de la política más allá de donde pue-
ero ~~ uede clero ar una ley. _ - - ~ den llevarse, lo haría con un déficit de legitimación democrática importante Y
7. En cuanto tal ley negativa la sentencia del Tiibunal Constitucional tendría que adoptar decisiones necesaliamente políticas, el final de~ ra~ona
s~rt~ efectos desde su publicación en el BOE, es decir, es una sentencia cons- miento sería poner en duda la propia legitimidad de la Justicia ConstituciOnal.
titutiva y no meramente declarativa, que tien~efectos ex mm es deck des- Éste es el motivo por e) que la reflexión sobre la Justicia Constitucion~ sea
de ah ra. '
siempre una reflexión sobre sus límites. Se empiece por donde se empiece,
142 JAVIER PÉREZ ROYO
LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES (I) 143
siempre se acaba en los límites de la Justicia Constitucional. Más que por lo
que hace, es por la forma en que lo hace, por lo que se considera que el Tribu- ' s que en el pasado han tenido dificultades
En 1os patse "d serias en el tránsito
, d
nal Constitucional puede tener su sitio en el Estado Democrático. Estado liberal al Estado democrático y han t:~ o que pa~ar ~or peno os
dell 0 d traumáticos de destrucción del reg1men constltucwnal, como
Justamente por eso, la justificación del Tribunal Constitucional se basa pro ~~a osJemania Italia 0 España, la interpretación compartida de la
fundamentalmente en las caracteristicas de su organización y funcionamiento, ocu~i~u~~n or el legislador y el Tribunal Const~tucional ha resultado ser un
del procedimiento a través del cual actúa. En que se trata de un órgano gue no ~ons a mu , ~ficaz ara estabilizar y hacer func10n~r COITe~t~mente el Esta-
uede intervenir de oficio, sino que tiene que hacerlo a instancia de arte y de sistem ?t. o Depahí que M Capelletti haya podido escnbir: <<Parece que
una 01ma muy controlada tanto política como judicia mente; en que sus ~ do· Demacra IC •
'n aís europeo ·
que salga de alguna rLOrma d e regu:~en
, · no d emocrático..o
etencias están enumeradas tasadas· en que su decisión siempre está referi- ru:fna fensión interna importante pueda encontrar IT?-eJor respuesta ~ la ex~
da a casos individuales y es, por tanto, una decisión puntual; en que el proce- d ncia de reaccionar contra demonios pasados, y posiblemente parf 1mpe~r
dimiento a través del cual el Tribunal Constitucional obtiene información, la ~~ vuelta, que la de introducir la Justicia Constitucional en su arma e
procesa y la traduce en una sentencia limita objetivamente el alcance de su gobierno.>>
decisión, ya que uede limitar <<ne ativamente» al legislador, -~puede-.
sustituirlo << ositivamente,· etc. Utilizando las palabras de Bergasse en la Realmente más no se puede decir.
Constituyente francesa revolucionaria, podríamos decir que el Tribunal Cons-
titucional se justifica por ser una institución que <<desprovista de toda activi-
dad contra el régimen político del Estado , y no teniendo ninguna influencia BffiLIOGRAFÍA
sobre las voluntades que concurren a formar este régimen o a mantenerlo, dis-
SA J. Fornw.ción de la Constitución y jurisdicción COl'lStitucioJ~al,. ~adrid,
pone, para proteger a todos los individuos y a todos los derechos, de una fuer-
za tal que, siendo todopoderosa para defender y socorrer, deviene absoluta-
Acostt98 ~~~~ Rurz, A.: «El "certiorari". Ejercicio discrecional de la Junsdicción de
· "ón or el Tribunal Supremo de los Estados Unidos>>, REDC, 41 (1994). AJA, E.
mente nula tan pronto como cambiando su finalidad se intentara hacer uso de {~J\~'la.s fel'lSiones entre el ñibunal CoJ'lStitucional y ellegisla.4or en la ~w~)a actual,
ella para oprimir». Sin duda, en su escasa peligrosidad como instrumento de M drld 1998 ARAGóN REYES, M.: ccEI control como elemento msep~ ~ e condc~p-d
opresión es donde reside la más convincente justificación del Tribunal Consti- ad e' "t. "ó REDC 19 (1 987) BACHOF 0.: Jueces y Constttuctón, Ma n '
tucional en el Estado Democrático. to e onstl uc1 n», • · . ' · M drid 1994 CAPEU.ETI1 M·
1963 BLANco VALDÉS, R.: El valor de la Constttuctón, a • . ·. . . • . ··
« ·Re~e arde Montesquieu? La expansión y la legitimidad ~e la JUSticia constitucJO-
Y es así, porque lo decisivo de la imposición en la práctica de la Justicia ~, dnc 17 (1986 ). CRUZ VILLALóN, P.: La formación del siStema europeo de control
Constitucional para el Estado democrático reside en el cambio que se opera n ' · '. z·d d (1918 193 9) Madrid 1987 DoRADo PoRRAS, J.: El debate sobre e1
en la interpretación de la Constitución. De existir una única interpretación por de constttuczona t a - ' ' id.
contml de constitucionalidad en los Estados Un os: una po emtc~ .so
z, · bre la interp1·eta-
. . l
un órgano inmediatamente político, el Parlamento, que es el mediador exclusi- · ·
ctón constttuctona,· z M a drid • 1997 · FERRERES CaMELlA d,l V.: Justtctad constztuczona
· u· · constiY
vo entre la Política y el Derecho, se pasa a un sistema de interpretación com- d · M drid 1997 GROPPI T · «¿Existe un mo e o europeo e JUS Cia -
en1ocracta,RDPol,
tucional?», a •
núm. · (2005).
62 ' KEl.sEN,
·· zar.
H.:¿ Qut·é:12 debe ser e ....,e.,
nsor de la. cons-
. .
partida, en el que el Parlamento sigue disponiendo de la facultad de interpre-
· ·ó , M drid 1995· «La garantía jurisdiccional de la Constituc~on (la JUSticia
tación de la Constitución de manera inicial, pero pudiendo verse sometida esa
interpretación en determinadas circunstancias a la revisión del Tribunal Cons- ~~~~~i;:;~ion~)», ~n Escrlto~ so~re la democracia y_eld~o~z;:~ radri~~~~·
ULLA J M · Orígenes constttuczonales del contra1 ¡u eyes,
lCl
~~~~~
. • .
titucional. De un sistema de interpretación parlamentaria inicial e incondicio- LucA~ VE~Ú p. «Estado de Derecho y justicia constitucional. Aspectos históncos,
nado se pasa a otro de interpretación parlamentaria inicial pero condicionado. y
ideológicos n~rmativo-insti~cional~s de su interrelació,!l~ REP, 3~ (198i~· ~-r:,c:,;
8
Condicionado por la Constitución exclusivamente, pero tal como es definida PARDO I de· Derecho constitucto1w.l. Szstema de fuentes, 2. ·• Barce ~na,. · la
de manera definitivamente vinculante por eL Tribunal Constitucional. 00 F,;_cON j . El Consejo Constitucional francés: la jurisdicció': c~l'lStttucwnal en
· Repu
Quznta ' ·b··1·tea Ma drid ' 1990. PEGORARO • L.: La ,·usricia constztucwnal:
. . l una a· perspec-
. .. de
Ahora bien, puesto que una vez que existe un Estado Constitucional digno · ·--' M, drid 2004 PÉREZ RoYo J.· Tribunal Constttuctona y tVtSton
de tal nombre, el problema de los límites del poder político acaba siendo siem- ttva con1par=a, a • · ' · 1 1 ·, tr T "b na! Constitu-
d M drid 1988. RuBIO LLORENTE, F.: «Sobre a re acron en .e ~ u
pre un problema de interpretación de la Constitución, se comprende perfecta- ~fo~~s, P~der Judicial en el eje:cicio de la jurisdicción a;>nstitucJOnal», RE~C4
mente el porqué de la insistencia en los límites de la Justicia Constitucional. 0982).~. a jurisdicción constitucJOnal como form~ de _creac1ón de Derecho•, DC S
Puesto que en todo Estado se tiene que poner en algún momento fin a un con- 22 (1988)· uSeis tesis sobre la jurisdicción con st1tuc10nal en Eu:opad, REd • 3
trol de tipo externo, si no hay un sistema de control de constitucionalidad de (1991) S~HNEIDER, H.-P.: «Jurisdicción constitucional y .separaci~n. e po eres>~ ,
la ~ey, es el órgano legislativo el que tiene que autolimitarse al dictar la ley. Si
REDC,· 5 (1981). VEGA GARC.!A, P. de: «Jurisdicción constitucional y cnsis de la ConstJ-
tución», REP, 7 (1979).
eXIste un sistema de control de constitucionalidad, el legislador puede acabar
e:>tando sometido a un control externo, pero es entonces el Tribunal Constitu-
Cional el que tiene que autolimitarse al controlar la interpretación constitucio-
~al d~l le.gislador, a fin de no transformar la prerrogativa de interpretar la
onstitución en un monopolio de hecho e interferir indebidamente en la com-
petencia del legislador.
CoRTE
CoNsTITUCIONAL
DEL ECFA.DOR
CASO N. o 0535-12-CN
l. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
Petición concreta
"La presencia de las referidas normas de características diferentes, así las del
Código de Procedimiento Civil, recién reformadas, y las de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa superiores, leyes que en su origen fueron dictadas
con anterioridad a la Constitución de la República de 2008, producen duda en su
interpretación pues se da una dicotomía de procedimientos para alcanzar un fin
común, generando duda en la identificación de cuál es la norma jurídica a aplicar.
La falta de identificación de la norma jurídica a aplicar, contraría al Derecho a la
Seguridad Jurídica, consagrado en el Art. 82 de la Constitución de la República,
normas que siendo previas y reguladas en leyes diferentes, sin embargo no son
claras en cuanto a su aplicación, así como es contrario al Art. 76 de la
Constitución de la República, pues para un mismo tema como es el trámite de
excepciones a la coactiva, no está defmido un debido proceso único".
//
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(frente al parque El Arbolito
Telfs· (593-2) 2565-11712563-1
www.corteconstitucionaLgob.ec ema11 comunicaclon@cce gob e
de norma dentro del control concreto de constitucionalidad, de conformidad con
lo establecido en el artículo 428 de la Constitución de la República, el artículo
142 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y
el inciso segundo del artículo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial.
Análisis constitucional
Debe entenderse, por tanto, que la consulta de norma dentro del control concreto
de constitucionalidad plantea la obligación de los jueces ordinarios de elevar a la
Corte Constitucional la consulta de cualquier norma que consideren
inconstitucional para que sea este órgano jurisdiccional el que resuelva sobre la
posible inconstitucionalidad de una norma, que debe ser aplicada a un caso
concreto. En palabras de Zúñiga Urbina: "cuando surge ante el juez la duda de
que la ley a aplicar sea ilegítima, el juicio sobre el caso particular se detiene, y la
cuestión se deja a la Corte Constitucional a fin de que decida, en vía general" 2•
---------------------1
3
1
Sentencia N" 55-10-SEP-CC de 18 de noviembre de 2010, publicada en el Suplemento del Registro Oficial N' 359 de 10 de enero
de 2011.
De este modo, la presente consulta no cumple con los requisitos del artículo 142
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
puesto que en ningún momento se establece de modo claro y expreso cuál es la
norma que se considera inconstitucional, cuáles son los principios o derechos que
se vulneran, ni se motiva adecuadamente cuáles son las razones fácticas y
jurídicas por las cuales existiría una posible inconstitucionalidad.
111. DECISIÓN
SENTENCIA
JPCH/ccp/ajs 1 '
(}~; .{ 1
1
CoRTE
CoNSTITUCIONAL
DEL ECUADOR
RAZON.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el doctor Patricio
Pazmiño Freire, Presidente de la Corte Constitucional, el día viernes 08 de febrero de dos
mil trece.- Lo certifico.
JPCH/lcca
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t r ._ ;r, ;... J ~ • •3 - 1 / )
WWW.COrteCOnStitUCIO!la!.gob.e C ''"'e ,1 , re 1rr • _?
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
Sentencia
Contenido
l. Antecedentes y p roced i m ien to .............................................................................................. 3
111. Consideración previa: la situac ión de las personas con identidades sexo-genéricas
diversas . . . . . . . . . . . . . . . ................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . .. . . . . . S
IV. La consulta de norma .... .. . ...... .......... . ..... . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . .. . 8
V!. A rgum e nt os y fundamentación .............. . . . ............ . .. . . ...... ........ ............. . .................. ........ 9
l. ¿La Opinión Consultiva OC 24/ 1 7 es un instrumento internacional de derechos
humanos, conforme reconoce la Constituc i ón, y directa e i nm ed i atam ente a pl icable en
Ecuador? .. .
... . ......... . ....... . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . . . . . . . . . . . . . . . . .. ........ ..... . . ... .. ... . . . . .... ... . . . . . . . . . . . . . . 9
b. 1 ntcrprctación 1 i te ra ! y sistemática: fa vorab le a los derechos . . ... ... . . . .. . ....... ........... . .... 16
b. La idoneidad .......................................................................................................... 23
c. La necesidad ................................................ ........ ... ............................................... 24
d. La proporcionalidad propiamente dicha ............. ................................ ................... 25
2.4. La interpretación más favorable a los derechos ....... ............ . . .... ............................ 27
2.5. E l bloque de constitucionalidad ............................................................................. 29
2.6. La interpretación evolutiva y como instrumentos vivos .... . . . . ................................ 3 1
2.7. El derecho al libre desarrollo de la personalidad ................................. . ................. 34
2.8. El derecho a la intimidad personal y fam iliar y el rol del Estado .......................... 36
2.9. El derecho a la identidad y a sus mani festacioncs ....... .......................... ................ 3 8
2.1 O. El derecho a la libre contratación y el contrato matrimon ial ... .......................... 39
2.1 l . E l matrimonio y la unión de hecho ...................................... ............................. 40
2. 1 2. Concl usión ................ . ..................... .......................... ......................................... 44
3. ¿Si la Opinión Consultiva OC-241 1 7 es aplicable en el sistema jurídico ecuatoriano,
cuáles son los efectos jurídicos en relación con los operadores de justicia y los funcionarios
públicos? 44
................ . . . . .......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ............ .............. . . . . . . . . . .............. .......................
2
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 -18-CN/ 1 9 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
l. Antecedentes y procedimiento
l. El 13 de abri 1 de 20 1 8, Efraín Enrique Soria Alba y Ricardo Javier Benalcázar Tello (en
adelante ·'los accionantes") sol icitaron la celebración y la inscripción de su matrimonio al Registro
Civil.
4
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1-18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR .Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
11. Competencia
9. La Corte Constitucional es competente, en virtud del artículo 428 de la CRE y del artículo 142
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (en adelante
"LOGJCC"), para conocer y resolver consultas de norma por cons ideraciones de
constitucionalidad.
1 O.La consulta de norma la puede realizar cualquier juez o j ucza en un caso concreto, cuando
considera que tiene una duda razonable y motivada sobre una norma j urídica que es contraria a la
Constitución o a los instrumentos internacionales de derechos humanos. La Constitución ni la ley
excluyen la posibilidad de que esta nonna j uridica pueda ser una norma de la misma Constitución.
En el caso concreto, se trata de una norma constitucional que podría ser incompatible con un texto
convencional de derechos humanos y a su interpretación realizada por su órgano de interpretac ión
auténtica.
12.La Corte Constitucional tiene competencia para dictar sentencias en los casos de consu ltas de
normas. Cuando se trata sobre la compatibilidad de una disposición j urídica con la Constitución
y los instrumentos internacionales de derechos humanos. como es el caso de la presente consulta.
el fallo será aplicable cuando se trate de reconocer el contenido y el alcance del artículo 67 de la
Constitución.
111. Consideración previa: la sit u ación de las personas con identidades sexo
genéricas diversas
13.EI Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) publicó una investigación oficial de la
que se desprenden algunos hechos que merecen ser destacados como premisa para considerar los
argumentos j urídicos sobre la constitucionalidad del matrimonio igualitario.1
La mayoría de las personas encuestadas, 66.7%, que se identifican corno personas con diversa
identidad sexo-genérica, están entre los 20 y 34 años. De esas personas, e l 2.4% están casadas, el
16.1% viven en unión de hecho y el 77.1% están en soltería. El 10.4% tienen hijos e hijas.
Oc la población encuestada, "el94.1% manifestó haber sufrido gritos, insultos, amenazas y burlas;
y un 45% ha sido detenido de forma arbitraria." De las 27.3% que han sufrido atentados a su
integridad por parte de agentes de seguridad, apenas el 8.3% denuncia. En el 73% de los casos,
no hubo sanción alguna a los agresores.
En cuanto a las experiencias vividas en el entorno fam iliar, las personas con diversa identidad
sexo-genérica han reportado que en un 72.1% sufrieron algún tipo de experiencia de control,
65.9% de rechazo y en un 61. 14% de violencia. Entre las formas de i m posición, a un 8% se les
ha sometido a tratamientos de ''deshornosexualización", un 14.2% les han obl igado a dejar
' INEC, Estudio de caso sobre condiciones de vida, inclusión social y cumplimiento de derechos humanos
de la poh/acián LGBTI en el Ecuador (Quito: INEC, 20 13), En:
http;i.\V\\'\\ .t:('Uéld OI'I!IlC Í fra�"!.!Ob.cc1 d!'C'tllnl!nto� 'wCl':
int:c Eswdi�ti.ca� S0ciak, I.GBTI '1\n,tli,i!- �ituacion LCiB ll.pdf
situaciones "inapropiadas", un 20.9% les han impuesto un novio o novia para que cambie, un
25.9% se la ha impuesto asistir donde un psicólogo, psiquiatra, cura o pastor para •·curarle", y en
un 32.3% han experimentado sentimientos de deber ser más masculino o femenina.
Por su identidad sexo genérica, las personas han sido encerradas en centros religiosos (3.4%),
cambiado de domicilio (8.75), les negaron recursos para educación ( 1 0.4%), han sido excluidos
de reuniones familiares ( 1 2.9%), han sido expulsados de su casa ( 1 7.2%), sus famil iares dejaron
de comunicarse (26.2%). También, han experimentado relaciones sexuales obl igadas (4.2%),
acoso sexual (8.7%), daño o apropiación de pertenencias ( 1 1 .2%), agresiones físicas ( 1 8.6%),
insultos y burlas (35.3%).
Los espacios donde las personas han sido discriminadas son múltiples: 40% en el educativo,
43.8% en el laboral, 33.7% en el de salud, 23% en la admin istración de j usticia, 50.5% en espacios
privados, 55.8% en espacios públicos.
14. En suma, las personas con identidades sexuales diversas existen en el Ecuador y sufren
múltiples discriminaciones cotidianas y en todos los espacios. privados y públicos.
�Bernarda Frcirc B arrera y Jorge Fcrnández Yépez. Informe sobre la situación de los Derechos Humanos
de los personas leshionas, gays. hisexuales. transe intersex, en el Ecuador 2017 (SEN DAS: Cuenca, 20 17).
J Corte IDH, Opi nión Consultiva OC2.JI/7, párrafo 36.
6
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 11-18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
... para la Corte es claro que las penrmas LGBTI afrontan diversas
manifestaciones de violencia y discriminación. 5
16.Un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sobre
la situación de las personas con diversa orientación sexual e identidad de género, determinó:
... no solo hemos tenido que pasar por los atropellos judiciales y por el in·espeto a
los tiempos de la anterior Corte Constitucional sino que hemos sido presa fácil de
los preceptos aun errados, de los conceptos y los imaginarios, las taras de una
sociedad que aún no supera la hnmofobia, soy activa en twiller y muchos de los
que están aquí lo saben, durame estos 6 años, desde que inició la lucha, tengo a
más de mil cuentas bloqueadas, cuentas que nos han dicho gordas, cerdas,
asquerosas. mal nacidas, mal paridas, abominaciones, deformes . . . 9
6 Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derecho Humanos, Informe sobre discriminación y
violencia contras los personas por motii'OS de orientación sexual e identidad de género, NHRC/29123, 4
de mayo de 20 15, párrafo 76.
7 Unidad Judicial de Tránsito con sede en el Distrito Metropolitano de Q u i to . Caso N. 17460-2018-00921.
Acta de la Audiencia de 2 de agosto de 2018. fojas 62 (vuelta).
s Andrés Vicente Domínguez Ojeda, comparecencia en la audiencia públic
a, 29 de marzo 2019.
9 Pamela Troya y Gabriela Correa, comparecencia en la audiencia pública , 29 de marzo 2019.
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(fr.>nte <JI p<!rque El AriJOillo) • Telfs ('i'l3·? 1 ·•,<¡,¡ 1 ROO
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Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
19.No es casual, en este contexto, que una de las principales demandas de la población con
diversas identidades sexuales y de género sea la igualdad y la no discriminación en el goce y
ejercicio de derechos, en general, y en el derecho al matrimonio, en particular. 1 0
20.EI Tribunal de la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Pichincha (en adelante "el
Tribunal"), en aplicación del artículo 428 de la Constitución de la República del Ecuador (en
adelante "Constitución" o "CRE"), consulta:
... aceptó la existencia del matrimonio entre personas de/mismo sexo; criterio que
contravendría el mandato contenido en el artículo 67 de la CRE, que concibe al
matrimonio entre un hombre y una mujer; opinión que al establecer derechos más
favorables, prevalecería sobre la Constitución.
Además, el Tribunal sostiene que los principios constitucionales que se presumen infringidos son
la supremacía de la Constitución (artículo 424 de la CRE) y el pro homine (artículo 4 1 7 de la
CRE), el cual "tendría relación con la prevalencia de instrumentos internacionales cuando prevea
derechos más favorables; lo que conduce a considerar que estaría sobre la Constitución, pero a la
vez se vulneraría el artículo 67 de la CRE".
10 Pedro Andrés Gutiérrez Guevara. Am icus curiae, 27 de marzo de 2019: "En la ciudad de Cuenca, la
mayor exigencia de la población LGBTI en temas de derechos con un 42.7% es la igualdad de derechos,
dentro de la cual está la figura jurídica del matrimonio para todas las personas sin tener en cuenta su
orientación sexual e identidad de género".
8
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
Javier /Jena/cá=ar Te/lo y T:fraín Enrique Soria Alba, personas del mismo sexo (fs.
8).
2 t. Dela consulta realizada por el Tribunal de instancia, la Corte considera que. para absol\'crla
con claridad. se debe atender los siguientes problemas jurídicos identificados:
(2) ¿El contenido de la Opinión Consultiva OC-24/17, que reconoce el derecho al matrimonio
de las parejas del mismo sexo, contradice el articulo 67 de la Constitución, en el que se
dispone que "el matrimonio es la unión entre hombre y mujer"?
24. En todos estos artículos, la palabra ·'instrumentos internacionales" aparece como fuente de
derechos, junto con la Constitución, para determinar los derechos y garantías, su contenido y
alcance. Para confirmar la importancia de los instrumentos internacionales, la Constitución titula
26. El valor jurídico que tienen los instrumentos internacionales de derechos humanos, tanto
tratados como el resto, está claramente detenninado en la Constitución, artículo 4 1 7:
28. Como aparece en los resaltados anteriores, estos instrumentos jurídicos son de inmediato
cumplimiento y aplicables de forma directa en Ecuador de acuerdo con la CRE.
29. Para efectos de las fuentes de derechos, tanto para invocar derechos ante operadores jurídicos
o funcionarios públicos, como se desprende del artículo 1 1 (7) de la CRE, cuanto para aplicar
nonnas cuando se trate de derechos y garantías, en Ecuador se puede recurrir a la Constitución, a
los tratados y convenios y a las demás normas de instrumentos i nternacionales.
30. En Ecuador, la distinción que hace la doctrina internacional entre tratados y otros
instrumentos internacionales, para efectos del reconocimiento de derechos y desarrollo de su
contenido, es irrelevante. Todos los derechos reconocidos en instrumentos internacionales forman
parte del sistema jurídico ecuatoriano.
32. La Corte l DH es un órgano establecido por la CADH y es el que interpreta de forma auténtica
la CADH, según lo dispuesto en los artículos 62 y 64 de la CADH.
10
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - I R-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
35. Además. las opiniones consultivas gozan d e particular legitimación democrática porque,
antes de emitir su opinión, de acuerdo con el Reglamento de la Corte (artículo 6:?.. 1 ), se notifica a
todos los Estados parte de la CADH, a cualquier persona para que participe por escrito y en
audiencia, y se hace un análisis exhaustivo del corpus iuris de derechos humanos sobre el tema
de la consulta.
37. De igual manera, ya en relación con la Opinión Consultiva motivo d e esta consulta, esta
Corte Constitucional util izó, como uno de los fundamentos para resolver el caso, lo previsto en la
Opinión Consultiva OC 24/ 1 7, y en relación con el valor jurídico de este i nstrumento, expresó:
11
C orte IDI I . Opinión Consultiva OC 23117, 1 5 de noviembre de 2 0 1 7 , párrafo 28.
12
Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 003- 1./-SIN-CC, 1 7 de septiembre del 20 1 4 .
1.1 C orteConstitucional d e l Ecuador, Sentencia No. 06./-1 5-SEP-CC, 1 1 de marzo de 2015.
1
4 Corte Constitucional d e l Ecuad or, Semencia No. 019-1 6-SIN-CC, 22 de marzo d e 2016.
38. De todo lo dicho, se desprende que las opiniones consultivas son una interpretación con
autoridad por parte de un órgano supranacional: la Corte IDH, cuya competencia nace de un
tratado internacional del que el Ecuador es parte, y que Ecuador tiene la obligación de cumplir de
buena fe, sin que se pueda "invocar las disposiciones de su derecho interno corno j ustificación del
incumpl imiento de un tratado." 16 Los derechos y las garantías que se derivan de la interpretación
auténtica de la Corte IDH a la CADH, que constan en las opiniones consultivas, son parte del
sistema jurídico ecuatoriano, y tienen que ser observados en Ecuador por toda autoridad pública
en el ámbito de su competencia.
40.EI matrimonio en nuestra cultura tiene importancia social única y suele ser parte del proyecto
de vida de muchas personas, que se refleja en cuestiones tales como la relevancia del cambio de
estado civil, un hito en la vida, un rito simbólico, y, en no pocos casos. un valor religioso y
espiritual, que exige celebraciones y conmemoraciones.
41.En el año 20 1 7, de acuerdo con el INEC, hubo 60.353 matrimonios. La tasa de matrimonios
por cada 1 00.000 habitantes aumentó un 4.5% en relación con el año 20 1 6. 1 7 Es decir. el
matrimonio es una institución que se practica y se vive en Ecuador.
42.EI matrimonio es, por ello, una institución jurídica y social fundamental y de ahí la importancia
de tratar en detalle y con responsabilidad los alcances de esta consulta de norma.
15Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 18-1-18- SEP-CC, 29 de mayo de 20 1 8, página 58.
16Convención de Viena sobre el derecho de los tratados ( 1 969), Artículos 26 y 27.
17 INEC, llegistro Estadístico de Matrimonios y Dii'Orc:ios 2 0 1 7 (Quito: INEC. mayo 201 8). En
http: '' W\\'.l!cuadorcncifr:u
• gob.t:c'documcnto� '' rh-
12
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 11-18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
44.De acuerdo con el Código Civil, que regula legalmente al matrimonio, artículo 8 1 , que es
concordante con el artículo 52 de la LOGIDC:
Esta norma legal debe estar en armonía con la Constitución y con los instrumentos internacionales
de derechos humanos.
45.La norma constitucional ecuatoriana sobre el matrimonio heterosexual tiene textos semejantes
a la de los tratados e instrumentos internacionales de derechos humanos. La Declaración
Universal de Derechos Humanos (en adelante "DUDH"), en su artículo 1 6, declara que "Los
hombres y las mujeres . . . tienen derecho . . . a casarse". El Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos (PI DCP), en su artículo 23, reconoce "el derecho del hombre y de la mujer a contraer
matrimonio . . . " Norma semejante la encontramos en el artículo 1 7 (2) de la CADH: "Se reconoce
el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio . . . "
47.La CADH, de acuerdo a la Opinión Consultiva OC241 1 7, establece que, por la obligación de
los Estados de respetar los derechos (artículo 1 ), el deber de adoptar disposiciones de derecho
interno (artículo 2), la protección a la honra y dignidad (artículo 1 1), protección a la fam ilia
(artículo 1 7) y por el derecho a la igualdad ante la ley (artículo 24), las parejas del mismo sexo
tienen derecho al matrimonio.
48.Estamos ante dos normas vigentes que están en aparente tensión. La una, que establece el
matrimonio entre hombre y mujer, derivada de la Constitución y la ley, y la otra, que reconoce el
matrimonio entre parejas del mismo sexo, derivada de la interpretación autorizada de la Corte
IDH en relación con la CADH mediante la OC24/17.
49.AI existir una interpretación autorizada por un órgano cuya competencia ha sido reconocida
por Ecuador, como es la Corte IDH, mediante una interpretación de u n tratado de derechos
humanos, y que reconoce el matrimonio igualitario, la norma constitucional tiene que ser
interpretada con la ayuda de varios métodos de interpretación para dilucidar si el resultado de la
interpretación literal es constitucional a luz de nuevas normas e interpretaciones de normas
jurídicas aplicables en Ecuador y, en últimas, dilucidar si existe una antinomia y, si es el caso,
cómo resolverla.
Sentencia No 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
.
SO. Para resolver esta aparente tensión entre las dos normas que forman parte del sistema jurídico
ecuatoriano, que es un problema complejo de interpretación, se abordará el tema de forma integral
y sistemática, y a la luz de varios métodos de interpretación y de algunos derechos directamente
relacionados. Para solucionar el problema jurídico enunciado, se tratarán los sigu ientes temas: ( 1 )
el alcance del artículo 67, que reconoce el derecho a la familia y el derecho al matrimonio; (2) el
derecho al matrimonio a partir de la interpretación literal: (3) la igualdad, la prohibición de
discriminación y la razonabilidad de la diferencia; (4) la interpretación más favorable a los
derechos; (5) el bloque de constitucionalidad; (6) la interpretación evolutiva y como instrumentos
vivos; (7) el derecho al libre desarrollo de la personalidad; (8) el derecho a la intimidad personal
y familiar y el rol del Estado: (9) el derecho a la identidad y a sus manifestaciones: (1O) el derecho
a la libertad de contratar; ( 1 1 ) el derecho al matrimonio y a la unión de hecho. como potencial
figura legal que podría sustituir al matrimonio y conciliar las exigencias internacionales con el
texto constitucional; (12) conclusión.
S l .La Constitución, en su artículo 67, aborda dos instituciones relacionadas pero diferenciadas:
la familia y el matrimonio. En cuanto a la familia, la Constitución parte de dos principios que
informan todo su contenido: la diversidad y la igualdad de derechos de sus m iembros. De ahí que
se reconozca a la familia ·'en sus diversos tipos", con diversos fines y que pueden constituirse
"por vínculos jurídicos y de hecho··, basado en la igualdad de derechos y oportunidades de sus
integrantes. En lo d iverso, además, hay que considerar que Ecuador es un Estado plurinacional y
que en cada nacionalidad puede haber distintas concepciones de fiunilia. Esto quiere decir que la
Constitución no reconoce un concepto único y excluyente de familia, y que, al ser el núcleo
fundamental de la sociedad, toda familia es importante.
52.En relación con la fam i l ia, la Constitución de 2008 ha prestado particular atención a su
protección. En primer lugar, la Constitución ha reconocido a la familia corno un derecho (artículo
66.20), además ha reconocido ''la familia en sus diversos tipos"' (artículo 67) y. finalmente,
determina obligaciones en situaciones especiales. Por ejemplo, reconoce las fam ilias
transnacionales (artículo 40.5) y el derecho a la reunificación familiar (artículo 40.4), la
obligación de atender a familias con personas con discapacidad (artículo 47.9), el derecho a las
personas privadas de libertad para que se comuniquen con su familia (artículo 51 .2), la protección
a madres jefas de fam i l ia (artículo 69.4), la necesidad de afrontar la violencia dentro de la fam ilia
(artículo 81 ), el reconocimiento de formas de producción familiar (artículo 3 1 9), el trabajo
famil iar no remunerado (artículo 333), la participación de la fami l ia en los procesos educativos
(articulo 347. 1 1 ) y de salud (artículo 363.1).
53.En este contexto, cuando la Constitución reconoce ''lafumilia en sus dil·ersos tipos " (artículo
67). se debe entender que esos lipos no pueden enumerarse taxativamente y depende de la realidad
social y de la nacionalidad de que se trate. Lo importante, de acuerdo a la misma norma, es que
los miembros de una fam i l ia "se constituirán por vinculosjurídicos o de hecho y se basarán en
fu iKualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes.'' Entonces, se puede entender que
los diversos tipos de familia tienen protección del Estado y pueden ser familias transnacionales,
con jefas de hogar, con personas con discapacidad o privadas de libertad, familias heterosexuales,
familias ensambladas, familias ampliadas y familias homosexuales, y más que puedan existir y
manifestarse en la sociedad.
14
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
54.La Constitución ha adoptado una concepción social de la familia, que permite varias formas
dependiendo de las concepciones culturales y también de las expectativas personales. De este
modo, la Constitución se aleja de una concepción tradicional o única de la fami l ia. Desde esta
perspectiva, entonces, entre los múltiples tipos de fam ilia, aquella constituida por parejas del
mismo sexo está protegida por la Constitución.
SS. El derecho a la familia es un derecho-fin al que toda persona puede aspirar sin discriminación
alguna. El matrimonio es un derecho-medio, que pennite acceder a conformar una familia. al
igual que otros medios, como la unión de hecho o el matrimonio religioso.
56. El matrimonio es una de las formas mediante las cuales se puede constituir una fam ilia. que
requiere acuerdo de voluntades. solemnidad, una pareja monogámica y exclusiva y formas de
terminación también juríd icamente reguladas.
59.Desde una i nterpretación 1 itera!, tanto del texto constitucional como del texto legal, el
constituyente y el legislador han reconocido expresamente el matrimonio heterosexual.
60. La expresión constitucional · ·F.I matrimonio es la unión entre hombre y mujer " reconoce un
derecho humano fundamental y expresamente enuncia que es un derecho de las parejas
heterosexuales. Hacer una interpretación de una norma clara y expresa requiere mucho cuidado y
atención para no vulnerar la voluntad del constituyente y preservar la i ntegridad del texto
constitucional.
61. "El matrimonio es la unión entre hombre y mujer " es una proposición normativa que puede
ser interpretada de muchas maneras. i) Una interpretación literal y aislada del sistema jurídico.
que llamaremos restrictiva; y. ii) una interpretación literal e i ntegral, a la que denominaremos
favorable a los derechos (pro derechos). Si la norma constitucional permite varias
interpretaciones, conviene d ilucidar la que es más adecuada a las reglas de interpretación
constitucional reconocidas en la Constitución y en los i nstrumentos internacionales de derechos
humanos.
afirma que este reconocimiento exclusivo a un tipo de pareja entraña una prohibición a cualquier
otra forma de constituir la familia a partir del contrato matrimonial. En otras palabras, el
constituyente al haber reconocido el matrimonio como un derecho de las parejas heterosexuales,
dispuso que las parej as del mismo sexo no tienen reconocimiento constitucional al derecho al
matrimonio.
64.En cuanto al valor de la Opinión Consultiva, hay quienes consideran que no es vinculante y
que tiene un rango inferior en relación con las normas constitucionales. En efecto, la Constitución
establece la jerarquía normativa, que la encontramos en el artículo 425, cuando dispone un orden
de prelación y ubica en primer lugar a la Constitución, seguida de los tratados y convenios. las
leyes orgánicas, las leyes ordinarias. ordenanzas, decretos, reglamentos, acuerdos, resoluciones y
demás actos públicos. Esta jerarquía es útil para resolver antinomias entre normas superiores y
normas inferiores. En casos de antinomia, de acuerdo a esta disposición, ''la Corte Constitucional,
la.vjuezas yjueces, autoridades administrativas y servidoras y servidores públicos. lo resolverán
mediante la aplicación jerárquica superior.''
65.De conformidad con la jerarquía normativa, se podría pensar que la interpretación derivada de
la CADH realizada por la Corte IDH mediante la OC241 1 7 se ubica en un segundo plano y, por
lo tanto, debe prevalecer el texto constitucional por sobre la interpretación de la Corte IDH. De
acuerdo a la interpretación textual y restringida, entre la norma constitucional y las normas
convencionales existiría una antinomia y esta debe resolverse a favor de la norma constitucional.
Esta interpretación favorecería, en consecuencia, la consideración de un tipo de matrimonio: el
heterosexual. En otras palabras, por esta interpretación, la norma convencional es derrotada por
la norma constitucional en virtud de lajerarquía formal.
67.EI problema grave que tiene la interpretación literal es que excluye otras normas jurídicas y
también otras formas de interpretación, que según la Constitución deben considerarse, y. más
grave aún, que puede acarrear violaciones a derechos reconocidos en la Constitución, como se
apreciará a lo largo de esta sentencia.
Art. .J27.- Las normas constitucionales se interpretarán por el tenor literal que
más se ajuste a la Constitución en su integralidnd. En caso de duda, se
interpretarán en el sentido que másfavorezca a la plena vigencia de los tlerecltos
y que mejor respete la volzmtad del constituyente, y de acuerdo con los principios
generales de la intetpretación constitucional (énfasis añadido).
Como se aprecia del texto, el tenor literal tiene que ser ajustado a la integralidad. O sea, la norma
no puede ser analizada de forma aislada. Si hay varias interpretaciones, y por tanto duda, entonces,
hay que recurrir a los métodos de interpretación que hagan prevalecer el sentido que más
favorezca a los derechos.
16
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
69.La LOGJCC, en su artículo 3 (7), dispone no sujetarse a la interpretación literal aun cuando
su sentido es c laro, como en el caso en análisis, para evitar que esta interpretación pueda acarrear,
como sugiere la OC24/ 1 7, posibles violaciones a los derechos humanos si se aplica una norma
clara:
70.La ley posibilita al juzgador, a pesar del tenor literal, recurrir a otros métodos de interpretación
si considera que el resultado de la interpretación restrictiva podría vulnerar derechos y arribar a
un resultado injusto. En otras palabras, la norma constitucional debe analizarse dentro del sistema
j urídico al que pertenece y, además, se debe atender a los resultados de la interpretación.
7 1 .EI sistema normativo que regula los derechos humanos, de acuerdo al artículo 1 1 (7) de la
Constitución, está conformado por los derechos establecidos en la Constitución, en los
instrumentos internacionales de derechos humanos y en los derivados de la dign idad de las
personas y los pueblos. Esta complej idad de fuentes de los derechos imposibilita observar de
forma exclusiva y aislada los derechos establecidos en la Constitución. ·
72. Por otro lado, al ser los tratados internacionales una de las fuentes de los derechos humanos,
como la CADH, no hay que olvidar que la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados
( 1 969), de forma categórica determina en el artículo 27:
73.El Estado debe cumplir de buena fe las obligaciones internacionales que emanan de un tratado
internacional de derechos humanos soberanamente ratificado y no debe j ustificar su
incumplimiento invocando normas del derecho interno, aún si son constitucionales. De lo
contrario, el Estado incurriría en responsabilidades internacionales.
76.Si todas las personas tienen derecho a la fam ilia, la cuestión es dilucidar si uno de sus medios,
el ejercicio al derecho al matrimonio, puede ser restringido razonablemente a un grupo de
Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
personas que se distinguen por su identidad sexo-genérica. De ahí la necesidad de analizar el texto
a la luz del derecho a la igualdad y a la prohibición de discriminación.
77.Una interpretación restrictiva del artículo 67 de la Constitución distingue a los titulares del
derecho al matrimonio. Conviene dilucidar si esta interpretación establece una diferencia
razonable o es una diferencia que discrimina.
79.De igual modo, la Constitución, en su artículo 66 (4) establece que se garantiza el "Derecho a
la igualdadformal, igualdad material y no discriminación."
Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad,
sexo. identidad de género, idenlidad cultural. estado civil, idioma. religión.
ideología, filiación política, pasado judicial, condición socio-económica,
condición migratoria, orientación sexual, estado de salud. portar VJH,
discapacidad, diferencia fis ica; ni por cualquier otra distinción, personal o
colectiva, temporal o permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o
anular el reconocimiento. goce o ejercicio de los derechos (énfasis añadido).
82.La definición del artículo 1 1 .2 de la Constitución tiene tres elementos para configurar el trato
discriminatorio: ( 1 ) La comparabilidad: tiene que existir dos sujetos de derechos que están en
igual o semejantes condiciones; (2) la constatación de un trato diferenciado por una de las
categorías enunciadas ejemplificativamentc en el artículo 1 1 .2, que son categorías protegidas y
que. cuando se util izan para diferenciar, se denominan calegorías sospechosas; (3) la verificación
del resultado, por el trato diferenciado, y que puede ser una diferencia j ustificada o una diferencia
que discrimina. La diferencia j ustificada se presenta cuando se promueve derechos. y la diferencia
discriminatoria cuando se menoscaba o anula el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos.
83.En la presente sentencia, se trata de analizar si la norma que establece que "El matrimonio es
la unión entre hombre y mujer" es contraria al principio de igualdad. En primer lugar, los sujetos
18 Corte 1 DH, Caso Duque vs. Colnmhia. Sentencia de 2 1 de noviembre de 20 16, párrafo 9 1 .
18
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia N o 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
.
que están en situación de comparabilidad son las personas que conforman las parejas a contraer
matrimonio, esto es parejas heterosexuales y parejas del mismo sexo. Si las personas,
indistintamente de su orientación sexual, están dotadas de igual dignidad y merecen igual respeto,
entonces son comparables frente al ejercicio del derecho al matrimonio.
85.La diferencia de trato que hace la Constitución ecuatoriana en el artículo 67, y las leyes
secundarias, en relación con la distinción entre la orientación sexual de parejas para acceder al
matrimonio, se basa en una categoría protegida y la distinción es sospechosa de ser
discriminatoria.
86.En tercer lugar, el resultado es que la diferencia de trato entre parejas heterosexuales y parejas
del mismo sexo consiste en la constatación de que las primeras pueden acceder al derecho al
matrimonio y las segundas no. Acá podría configurarse, si la distinción no es razonable, un
privilegio para las parejas heterosexuales, porque exclusivamente esas personas pueden gozar de
un derecho, y una discriminación a las parejas del mismo sexo que no pueden acceder al derecho
al matrimonio.
87.F inalmente, para determinar que se trata de una d iferenciación no discriminatoria, se debe
justificar. La anulación del ejercicio de un derecho en general, y en este caso del derecho al
matrimonio de un grupo humano, debe someterse a un estricto escrutinio. Al efecto, las razones
deben ser de tal importancia que e l sacrificio para esos titulares derecho no vean en la restricción
de derechos una arbitrariedad. Una de las formas de verificar el cumplimiento del estricto
escrutinio es mediante la aplicación del principio de proporcionalidad.
19 Corte IDH, Caso Ata/a Riffo y niñas vs. Chile. Sentencia. 24 de febrero de 20 1 2, párrafo 9 1 ; Corte !OH,
Caso Duque vs. Colombia. Sentenc ia de 2 1 de noviembre de 201 6, párrafo l 04.
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
90.Los fines extralegales justificanla exclusión a las parejas del mismo sexo al matrimonio por
dos razones: la anormalidad y las convicciones morales y religiosas.
9 1 .Aigunas personas consideran que hay que prohibir el matrimonio de personas del mismo sexo
porque son anomalías, riesgos sociales, disfuncionalidades, trastornos psico-patológicos. Por
éstas, el matrimonio de parejas del mismo sexo desestructurarían el núcleo fam i liar y, por tanto,
conviene la exclusión.20 A juicio de la Corte Constitucional estos fines no podrían ser aceptables
por dos razones. Primero, estas concepciones han sido superadas por la ciencia. En 1 99 1 , la
Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de su clasificación de
enfermedades.21 Segundo, estas formas de concebir a las identidades d iversas desconocen el
derecho de las personas a la dignidad, al l ibre desarrollo de la personalidad y al derecho a la
igualdad y no discriminación.
92.0tras personas sustentan la exclusión al matrimonio de las parejas del mismo sexo en base a
sus creencias, a la tradición, al origen bíblico del matrimonio, a la etimología de la palabra22, a la
consideración biológica o natural del matrimonio. Estas concepciones morales y religiosas sobre
el matrimonio son posiciones importantes, respetables, que reflejan las creencias de una buena
porción de la población ecuatoriana que profesa el catolicismo, el cristianismo u otras creencias
religiosas.
93.Las creencias y convicciones religiosas o morales están protegidas por la Constitución, artículo
66 (8). Toda persona tiene:
20
Andrés Acu�a Aizaga, psicólogo que compareció a la audiencia y mediante amicus curiae.
21 Algunos a�os antes, la Asociación de Psiquiatría de los Estados Unidos retiró a la homosexualidad de la
lista de enfermedades mentales en el año 1 973. Véase Evelyn Hooker, "The adjust ment ofthe maJe overt
homosexual", Journal of Projective Techniques. 21, 1 957, 1 8-3 1 .
22
La palabra matrimonio proviene del latln matrimonium: matremlmater-madrc o matris-matriz (útero) y
monium-calidad de/obligación/actos rituales.
20
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
94. Esta norma constitucional tiene dos mandatos claros. Por un lado, las creencias no pueden
afectar derechos n i se pueden imponer a otras personas contra su voluntad. En relación con el
matrimonio igualitario, no cabe, por razones religiosas o convicciones morales, imponer una
restricción a su acceso y ejercicio. Por otro lado, el Estado debe favorecer un ambiente de
pluralidad y tolerancia, esto es que, en una sociedad democrática, el Estado debe respetar a
quienes practican su religión o creencia, pero no debe imponer, vía normas generales y abstractas,
una sola forma de entendimiento religiosa o moral a toda la población. U n Estado laico impide
que una creencia se imponga a todas las personas y mucho menos si es que esa creencia excluye,
impide, restringe o n iega derechos de una m inoría.
95. Los fines extralegales, por las razones expuestas, no podrían considerarse fines
constitucionalmente válidos.
96. Los fines legales del matrimonio los encontramos en el Código Civil. De acuerdo con esta
ley, que regula al matrimonio, artículo 8 1 :
En esta norma legal, se establece que el matrimonio es heterosexual y se establecen tres fines, que
no se encuentran desarrollados en la Constitución: convivencia, procreación y mutuo auxilio.
97. Se ha afirmado que no es deseable permitir el matrimonio entre parejas del mismo sexo por
cuanto una de las finalidades legales es la procreación y que ese fin no lo pueden cumplir
biológicamente y en pareja las personas del mismo sexo.23 En relación con los otros dos fines
legales, no hay discusión de que indistintamente de la orientación sexual de las parejas, toda pareja
las podría cumplir.
98. En relación con la procreación, e l establecer como un fin legal no significa que sea una
obligación j urídica. Si la procreación fuere un requisito legal para la validez del matrimonio, se
23 Los fines legales establecidos en el Código Civil han sido estrechamente relacionados, en su
interpretación, desde el lado moral y el valor religioso. Larrea Holguín afirma que "la finalidad primordial
del matrimonio, la procreación, es una partic i pación en la obra divina de la creación según los planes de
Dios que crea las almas . . . El carácter sagrado del matrimonio -de todo matrimonio-, hace que caiga en la
esfera de lo religioso antes que en la de simplemente civil o estatal", en Manual elemental de derecho civil
del Ecuador (Quito: Corporación de Estudios y Publicaciones, 1998), pági na 1 58. Con esta concepción se
entiende por qué el tratadista se opuso al divorcio. De igual modo, en la audiencia pública incluso se
mencionó que si se admitiera el matrimonio de parejas del mismo sexo, se extinguiría la especie; el 7 de
mayo de 20 1 9, se entregó a la Corte Constitucional un pedido, acompañado de firmas, en el que se sostiene
el matrimonio entre hombre y mujer "es respetuoso del orden natural de la fami l i a biológica". Las razones
podrían vincular moralmente a quienes creen en esta concepción del matrimonio, pero no pueden, en un �
Estado laico, imponerse jurídicamente o desvalorar otras concepciones de la familia y del matrimonio.
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llegaría al absurdo de que las parejas que optan por no tener h ijos o hijas, las parejas estériles, las
parejas que deciden por cualquier razón adoptar o la pareja conformada por personas adultas
mayores, no podrían contraer matrimonio o se debería excluirles de este derecho. Una familia,
constituida por víncu los matrimoniales, que no tiene hijos o h ijas, no disminuye en su
reconocimiento, no impide el acceso al derecho al matrimonio ni pierde la necesidad de ser
protegida por el Estado.
99. Los fines legales no son necesariamente los fines constitucionales y éstos no pueden
entenderse como taxativos, exclusivos o excluyentes. De hecho, la Constitución deja abierta la
posibilidad de comprensión y realización de los fines de la fam ilia. Incluso un tratadista del
Ecuador, defensor de la fam ilia tradicional y del matrimonio. ha sostenido que Jos fines del
matrimonio no se agotan con los enunciados de la ley, y se puede incluir fines y funciones
educadoras, económicas, de seguridad y más, que son "variables con el tiempo y los tipos de
sociedad."24
1 0 1 . Corresponde, entonces, buscar los fines del matrimonio en el propio texto constitucional.
Los fines constitucionales del matrimonio no están explícitamente determinados en la
Constitución. El artículo 67 define el matrimonio entre hombre y mujer, basado en libre
consentimiento y en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes. pero no menciona
fin alguno.
102. La Constitución comprende normas que reconocen principios, derechos u objetivos, como
los que constan en el artículo 3, en el que se enumeran los deberes primordiales del Estado, que
pueden ser considerados fines constitucionalmente válidos (ejemplo: garantizar sin
discriminación alguna el efectivo goce de derechos). De igual modo, aplicar y desarrollar los
principios del ejercicio de los derechos, que constan en el artículo 1 1 de la Constitución, pueden
también ser fines constitucionalmente válidos (ejemplo: generar condiciones necesarias para el
pleno reconocimiento y ejercicio de derechos).
103. Por el contrario, una medida restrictiva a los derechos, del tipo excluir del ejercicio de
derechos a un grupo de personas, estaría prima facie prohibida por la Constitución. Así lo
reconoce el artículo 1 1 (4) de la Constitución, cuando establece que "Ninguna norma jurídica
podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales".
104. Sin embargo, la misma Constitución, cuando establece que el contenido de derechos se
desarrollará de forma progresiva, en su artículo J I (8), permite una medida regresiva de derechos
cuando ésta sea justificada:
!4 Juan Larrea Holguln, Manual c:/emema/ de derecho civil del Ecuador (Quito: Corporación de Estudios y
Publicaciones. 1 998). página 153.
!$ Dejusticia, Amicus curiae, presentado el 9 de mayo de 2 0 1 9, página 4.
22
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: R a m i ro Avila Sa ntamaría
1 06. En la Constitución no se encuentra fin alguno que justifique la exclusión de parejas del
mismo sexo al matrimonio, tampoco en la audiencia pública persona o institución alguna
argumentó sobre la existencia de un fin constitucional que explique la exclusión del derecho al
matrimonio a las personas del mismo sexo.
107. Un fin constitucionalmente válido debe tener relación con el reconocimiento, desarrollo o
garantía del ejercicio de derechos. En consecuencia, constituir una familia sin discriminación y
gozar de la protección del Estado es un fin del matrimonio constitucionalmente válido.
108. La Constitución permite y protege la diversidad en todas sus expresiones, siempre que no
afecte el reconocimiento y el ejercicio de dereehos.26 Debería entenderse que la exclusión del
matrimonio de personas del mismo sexo persigue como fin la protección de la familia y esto, en
una constitución que protege a la familia "en sus diversos tipos", no podría considerarse un fin
constitucionalmente válido. La Constitución, al garantizar la igualdad y prohibir la
discriminación, no justifica la exclusión de las parejas del mismo sexo como un fin para proteger
al matrimonio y a la familia.
109. En consecuencia, no existe finalidad constitucional alguna para excluir del matrimonio a las
parejas del mismo sexo. Esta constatación sería razón suficiente para considerar que la
interpretación restrictiva del artículo 67 de la Constitución es inconstitucional. Sin embargo, para
reforzar la interpretación más adecuada a la Constitución y para demostrar exhaustivamente la
necesidad de una interpretación favorable a los derechos, se procede a analizar el resto de
elementos del test de razonabilidad.
b. La ido11eidad
1 1 0. La idoneidad implica que la medida tomada sea adecuada para cumplir el fin constitucional.
La restricción de un derecho debe ser un medio que contribuya a alcanzar el fin constitucional.
En consecuencia, una medida no es idónea si es que no contribuye de forma alguna al fin
constitucional. Existe, pues, una relación estrecha entre el medio o la medida y el fin
26
Esta idea tiene un amplio desarrollo en la sentencia dictada por la Constitutional Court of South AfTica,
· YÜ Case CCT 60/0.J, 1 de diciembre de 20 1 5. párrafos 88 al 98.
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
c. La necesidad
1 12. Por el principio de necesidad, la medida escogida tiene que ser, entre todas las posibles a
tomar, la menos gravosa para el ejercicio de derechos, la que provoque el menos daño posible
para lograr el fin constitucional, la mejor alternativa entre las disponibles. La necesidad obliga a
enumerar las medidas existentes para cumplir el fin y compararlas; de este modo. hay medidas
que siendo idóneas pueden no ser necesarias. La medida necesaria excluye otras medidas que no
llegan a ser alternativas válidas. Por ejemplo, si lo que se requiere es errad icar una enfermedad
contagiosa (fin), una medida idónea podría ser matar a la persona contagiada (medio). Pero esta
medida idónea no es necesaria por ser gravosa a los derechos: elimina la enfermedad de las
personas pero también su vida. La necesidad requiere pensar en otras medidas. En este ejemplo
puede ser, por ejemplo, el aislam iento, el tratamiento y la cura. Sin duda, entre las medidas
posibles, la elim inación del enfermo y su exclusión son medidas gravosas; el tratamiento y la cura
resulta ser la que menos daño provoca y logra los mejores resultados.
1 13. La CADH establece un elemento importante, que puede ser leído junto con la necesidad: la
posibilidad de li mitar derechos "en una sociedad democrática " (artículo 32 de la CADH). El
elemento fundamental de una sociedad democrática es "el re:.pelo a los derechos humanos y las
libertadesfimdamentales "27• Además, una sociedad democrática no permite la discriminación:
1 1 4. En relación con la exclusión de las parejas del mismo sexo al matrimonio, al ser una medida
que restringe derechos, no es una medida necesaria para proteger a la familia mediante el
matrimonio. Por el contrario, extender el régimen matrimonial a más personas, entre las que están
las parejas del mismo sexo, por los n iveles de protección jurídica que ofrece, puede ser
considerado una medida necesaria para proteger la familia.
1 15. Por otro lado, la comprensión de la exclusión del derecho al matrimonio de un grupo de
personas por su identidad, es contraria a una sociedad democrática, incluyente, tolerante y sin
discriminación.
1 16. En cuanto a la fam i l ia, una pareja puede escoger varios medios para lograr constituirla, entre
los que se encuentran la unión de hecho y el matrimonio. La Constitución al afirmar que reconoce
"lafamilia en sus diversos tipos ", permite una pluralidad de medios no detallada en el texto para
cumplir sus fines. La especificidad del matrimonio entre hombre y mujer se debe entender como
uno de los medios entre varias posibil idades para constituir una fam ilia.
120. La medida "el matrimonio es la unión entre hombre y mujer", que es un derecho claro de
las parejas heterosexuales y que, si se interpreta restrictivamente la constitución, excluye a otro
tipo de parejas, ¿afecta a los derechos de las parejas del mismo sexo? La ley nos exige "que exista
un debido equilibrio entre la protección y la restricción constitucional ". El derecho
supuestamente protegido es el derecho de las parejas heterosexuales al matrimonio. El derecho
restringido es el derecho de las parejas del mismo sexo al matrimonio. La restricción del derecho
al matrimonio de parejas del mismo sexo debe permitir la mejor y mayor protección del derecho
al matrimonio de las parejas heterosexuales. El sacrificio al ejercicio del derecho al matrimonio
de parejas del mismo sexo es importante porque habilita el ejercicio al matrimonio de parejas
heterosexuales. Si existiese una relación causal entre el matrimonio de unos con el matrimonio de
los otros, buscar un equilibrio debido tendría sentido. Lo cierto es que e l matrimonio de las
personas heterosexuales no está condicionado de forma alguna a la prohibición o permisión del
matrimonio de las personas del mismo sexo.
1 2 1 . En otras palabras, si es que el reconocim iento del derecho al matrimonio de personas del
mismo sexo impide o restringe el derecho al matrimonio de las personas heterosexuales, se tendría
que aplicar la proporcionalidad propiamente dicha.
122. El desconocimiento del derecho al matrimonio de las personas del mismo sexo provoca una
situación jurídica indeseable en una sociedad democrática. Por un lado, un grupo de personas
gozarían de un privilegio, que es el matrimonio exclusivo de parejas heterosexuales. Por otro lado,
otro grupo de personas tendría un derecho no solo restringido, sino anulado. Si la interpretación
del artículo 67 de la Constitución es que existe una proh ibición al matrimonio entre parejas del
mismo sexo, sin duda alguna el resultado produce un desequilibrio indeseado por el principio de
igualdad y la prohibición de discriminación: en Ecuador unos gozan del derecho al matrimonio y
otros tienen anulado el derecho al matrimonio.
123. Para que exista una justificación razonable que permita una d i ferencia en relación con el
reconocimiento y ejercicio de un derecho tan importante como el derecho al matrimonio debe
existir una afectación al derecho de otra persona. Esto es. debe existir un daño real, tangible,
medible, efectivo a las parejas heterosex�ales, o demostrarse que el reconocimiento del
matrimonio de parejas del mismo sexo ocasiona que terceros o parejas heterosexuales tengan un
impedimento, restricción o anulación al reconocim iento o ejercicio al derecho al matrimonio. No
existe evidencia empírica que demuestre que se requiere restringir el derecho de las parejas del
mismo sexo para reconocer el derecho de las parejas heterosexuales. No hay relación causa-efecto
entre el reconocimiento o restricción del matrimonio por la orientación sexual de las parejas y la
violación o restricción de derechos de las parejas heterosexuales. En otras palabras. la restricción
o anulación del derecho al matrimonio de parejas del mismo sexo no influye. no limita, no
restringe e l derecho de las parejas heterosexuales a contraer matrimonio.
125. En otras palabras, la interpretación que restringe el matrimonio de parejas del mismo sexo
no es una medida proporcional encaminada a proteger el matrimonio heterosexual. Al contrario,
la medida provoca un daño a las parejas del mismo sexo que es mayor al beneficio, si lo hubiere,
a las parejas heterosexuales.
26
CORTE
CONSTITUCIONAL
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juc:�. ponente: Ramiro Avila Santamaría
127. En suma, en relación con el derecho al matrimonio, la interpretación que restringe el acceso
al derecho al matrimonio de una pareja del mismo sexo es una afectación innecesaria para
garantizar el goce del derecho de las parejas heterosexuales. O, visto desde el otro lado, el
desconoci m iento del matrimonio de una pareja del mismo sexo, al anular un derecho
constitucional, produce un daño excesivo que no se compadece con beneficio alguno, puesto que
no afecta en absoluto el derecho al matrimonio de parejas heterosexuales.
1 29. En cuanto a aplicar e interpretar de tal forma que se favorezca la efectiva vigencia de los
derechos, la Constitución en su artículo J I ( 5 ) establece que:
Aplicaciones específicas de este principio las encontramos cuando la Constitución reconoce los
derechos de las personas privadas de l ibertad (artículos 46.8 y 5 1 . 2 ) los derechos de los
trabajadores (artículo 396.3) y los derechos de la naturaleza (artícu l o 395.4).
,
1 3 1 . Por la jerarquía axiológiea, si una norma de d i ferente jerarquía establece derechos más
favorables, entonces pasa a tener rango constitucional y prevalece sobre otras nonnas o
interpretaciones. En la jerarquía normativa se aprecia simplemente el lugar de la norma en la
prelación constitucional. La Constitución está sobre los instrumentos internacionales de derechos
humanos. En cambio. en la jerarquía axiológica, se aprecia el contenido de l a nonna. S i la norma
más favorable a los derechos está en el instrumento internacional, entonces prevalece al derecho
reconocido por la Constitución y se incorpora a su texto.
132. Para esta Corte, aplicando el criterio de favorabilidad, la norma constitucional y la norma
legal establecen una definición de matrimonio. La norma de definición "no crea ninguna
obligación, no prohíbe n i permite nada"30, contrario a lo que sucede con las normas de
prescripción, también llamadas normas de conducta, que ordenan, prohíben o permiten ciertas
acciones o actividades. En las normas de prescripción "se propone dirigir el comportamiento de
otro, o sea inducirlo a que adopte un determinado curso de acción''3 1 • U n elemento fundamental
y definitorio de la norma de prescripción, que no contiene la norma constitucional sobre el
matrimonio, es la sanción. Cuando el Código Civil establece nul idades (artículos 94 al 96}, se
refiere a las solemnidades y a la libertad y la voluntariedad que caracteriza a este tipo contrato, y
no a la definición del matrimonio, tanto es así que no existe sanción por el matrimonio entre
personas del mismo sexo o por la imposibilidad sobrcvinicnte de cumplir uno de los fines del
matrimonio.
... la Corte considera que si bien es cierto que éste de manera literal reconoce el
''derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y.fundar ww.familia ", esa
formulación 110 estaría planteando una definición restrictiva de cómo debe
entenderse el matrimonio o cómo debe fundarse zma familia. Para esta Corte. el
artículo 1 7. 2 únicamente estaría estableciendo de forma expresa la protección
convencional de una modalidad particular del matrimonio. A juicio del Tribunal,
esa formulación tampoco implica necesariamente que esa sea la única forma de
familia protegida por la Convención Americana (énfasis añadido).
134. De la exégesis del artículo 67, se puede afirmar que la expresión "el matrimonio es la unión
entre hombre y mujer'' permite, como se ha dicho, varias interpretac iones: i) no está reconocido
expresamente el matrimonio entre personas del mismo sexo; ii) está prohibido el matrimonio entre
personas del mismo sexo; iii) está permitido el matrimonio entre personas del mismo sexo. y del
reconocimiento explícito de la pareja heterosexual no se sigue que se deba desproteger o prohibir
el matrimonio de parejas del mismo sexo.
135. En un Estado plurinacional y en una sociedad diversa no puede existir un concepto único y
excluyente de matrimonio y se debe escoger la interpretación que permita a la mayor cantidad de
personas ejercer derechos. La interpretación restrictiva excluye a un sector de la población que
tiene una opción y una identidad sexual distinta a la heterosexual. En la interpretación más
favorable no hay exclusión alguna, tanto las parejas heterosexuales o del mismo sexo tienen
acceso a un derecho fundamental como es el matrimonio.
136. Ante varias interpretaciones, el principio de favorabilidad de los derechos ordena a escoger
la que más favorezca al ejercicio de derechos. Esto es, que no hay proh ibición al matrimonio de
parejas del mismo sexo y que, al contrario, el matrimonio de parejas del mismo sexo se
complementa con el matrimonio restrictivamente reconocido constitucional y legalmente.
3° Carlos Alchourrón y Euge n io Bu lygin, "Norma jurfdica", en Ernesto Garzón y Francisco Laporta El ,
64.
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CORTE
CONSTITUCIONAL
Sentencia No. 11-18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
137. La Const i tuc i ón , en su artículo 1 1 (7). reconoce las fuentes de los derechos fundamentales
a las que una autoridad pública debe recurrir para conocer los derechos, su con ten i do y alcance:
138. Del texto constitucional se despre nde que i) los derechos se encuentran en el texto de la
Constituc ión: i i ) los derechos se encuentran, además. en los instrumentos internacionales de los
derechos h u m ano s: y. i i i ) los derechos se encuentran fuera del texto constitucional y de los
instrumentos internacionales. A estos últimos se los conoce co rn o derechos innominados.
139. La comprensión de que la Constitución tiene más derechos que los expresamente
reconocidos en su texto, o que los derechos y el contenido de los derechos constitucionales se
desarrollan en instrumentos ajenos a su texto, es lo que se ha conocido como el bloque de
constitucionalidad. Así lo ha exp resado ya esta Corte en fallos anteriores:
Una constituciún puede ser normativamente algo más que el propio texto
constitucional, esto es, que las normas constitucionales . . . pueden ser más
numerosas que aquellas que pueden enco/1/rarse en el articulado de la constitución
escrita. 3}
140. Por el bloque de constitucionalidad, los derechos enumerados en la Con sti t uc ión no son
taxativos y su reconocimiento es enunciativo. Los derechos que no constan en la Constitución se
incorporan al texto por dos vías: remisión a los instrumentos internacionales o por reconocimiento
expreso de los de rec h os innominados, entre éstos últimos están "los demás derechos derivados
de dignidad de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades, que sean necesarios para su
pleno desenvolvimiento" (artículo 1 1 .7 de la Constitución).
141. En relación con el reconocimiento de derechos por remtston a los instru men tos
internacionales, las autoridades del Estado deben observar el desarrollo normativo,
J� Corte Constitucional del Ec uador. Sentencias N. 000 1-09-SIS-CC, N. 026-1 2-S/S-CC. Referencia expresa
al bloque de constituc ionalidad también se encuentra en la Sentencia N. 007-09-SEP-CC.
·-
142. En cuanto a los derechos innominados, esos derechos, para ser aplicados, requieren ser
enunciados y reconocidos. La Constitución nos da algunas pistas para poder conocerlos. En
primer Jugar, sabemos, por el artículo 1 1 (7) que son "derechos derivados de la dignidad de las
personas, comunidades, pueblos y nacionalidades, que sean necesarios para su pleno
desenvolvimiento ··. En segundo lugar, en el artículo 98, cuando reconoce el derecho a la
resistencia, determina que Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la
"
en el artículo 4 1 7, cuando establece que "en el caso de los tratados y otros instrumentos
intemacionales de derechos humanos se aplicarán los principios pro ser humano, de no
reslric:ción de derechos, de aplicabilidad direcia y de cláusula abierta" (énfasis añadido).
1 43. La CADH también reconoce una cláusula abierta que permite el reconocim iento de derechos
no expresamente reconocidos en el texto convencional, en su artículo 29 (e). cuando determina
que '"ninguna di.,posición de la presente Convención puede ser illlerpretada en el sen! ido de . . .
excluir otros derechos y garantías que son inherenles al ser humano . . . .
"
144. Estas normas, que establecen derechos innominados, se las conoce como cláusulas abierlas.
Las cláusulas abiertas permiten la evolución de los derechos y la adaptación del sistema jurídico
de protección de derechos a las nuevas realidades y a los retos que no pudieron ser previstos por
las personas que ejercieron el poder constituyente.
145. La fuente de estos derechos, entonces, se derivan de las necesidades de las personas,
comunidades. pueblos y nacional idades, y éstas suelen expresarse en las luchas de las personas,
de los movimientos sociales y de los pueblos.
146. Normalmente, los instrumentos de derechos humanos suelen poner en palabras lo que son
reivindicaciones sociales, tales corno "el derecho de la mujer a ser valorada y educada libre de
patrones estereotipados de cornportamiento:'34 Las luchas socialt:s y las reivindicaciones por la
dignidad son aquellos momentos en que se instituyen los dt:rechos, que después serán reconocidos
formalmente por las normas positivas, nacionales e internacionales. Por ello, "es indudable que
los derechos humanos son ww ele los más grandes inventos de nuestra civi/i;;ación " (énfasis
añadido).35
·'4 Convención lnteramericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer
"Convención De Be le m Do Para, 1 994. artículo 6 (b).
35 Carlos Santiago Níno, Ética .r derechos humanos (Buenos Aires: Editorial Astrea. 1 989). página l .
30
CORTE
CONSTITUCIONAL
Sentencia No . 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
atrm·esado 1111 1•iacrucis judicial que aún no termina, es decir, casi 6 años en el
que aún 110 ha sido reconocido nuestro derecho . . 36
.
1 48. Cuando se constata que existe un derecho fuera del texto constitucional, estamos frente a un
aparente vacío o laguna constitucional, que debe ser solucionado. Esta aparente laguna o vacío se
resuelve mediante el reconocimiento expreso. El reconocimiento lo puede hacer cualquier
autoridad del Estado en el ámbito de sus competencias. Esto es, si se requiere incorporación al
texto constitucional, el Estado los reconoce a través de la reforma constitucional, la interpretación
constitucional o la jurisprudencia constitucional. Constatado el vacío o la laguna en el sistema
jurídico, se puede incurrir en una omisión legislativa o jurisprudencial.37
149. En el caso del matrimonio, la Constitución reconoce el derecho al matrimonio a las parejas
heterosexuales y. por el bloque de constitucionalidad. también reconoce el derecho al matrimonio
de parejas del mismo sexo por la interpretación autorizada de la Corte I D H a los artículos 1 , 2,
1 1(2), 1 7 y 24 de la C A DH, desarrollada en la Opinión Consultiva OC24/ 1 7. La contrad icción
entre los dos textos normativos es, pues, un falso dilema.
153. I mportantes instituciones jurídicas que, en su momento, se creían inmodificables se han ido
adaptando en el tiempo. Así, por ejemplo, el matrimonio eclesiástico al inicio de la República
estaba vincu lado a la ciudadanía (Constitución de 1 830), años más tarde se eliminó el requisito
1 56. En cuanto al matrimonio, cuando el Estado era confesional, el Código Civil consideraba que
la autoridad eclesiástica decidía sobre la validez del matrimonio (Código de 1 889); con el Estado
liberal, el matrimonio reconocido fue el civil y se introdujo el divorcio (Ley de Matrimonio Civil,
1 903).42 Las causales de divorcio se fueron añadiendo ( 1 904, 1 9 1 O, 1 9 1 2. 1 967) hasta reconocer
el divorcio por mutuo consentimiento ( 1 935), la unión de hecho ( 1 978) y la igualdad de Jos
derechos entre cónyuges ( 1 989).
157. Semejante evolución se aprecia en relación con la capacidad de la mujer dentro del
matrimonio. Las mujeres desde la creación del Código Civil, 1 860, tenían como representante
legal al marido (artículo 38 del Código Civi l); la mujer no podía, sin autorización del marido,
celebrar contrato alguno (artículo 1 3 0 del Código Civil) y ''el marido debe protección a la mujer,
y la mujer obediencia al marido (artículo 1 24 del Código Civil). Desde la reforma del año 1 989,
"toda persona es legalmente capaz'' (artículo 1 489 del Código Civil) y "el matrimonio se
constituye sobre la base de igualdad de derechos y deberes de ambos cónyuges" (artículo 1 34 del
Código Civil). En los considerandos de la reforma del Código Civil de 1 989, el Congreso
Nacional de esa época, en alusión a una interpretación evolutiva, afirmó:
La reforma del año 1 989 lo hizo el Congreso Nacional de aquella época en el ámbito de sus
competencias, como lo podría hacer ahora la Asamblea Nacional mediante reforma constitucional
o la Corte Constitucional mediante un precedente.
1 58. La Corte Constitucional ha reconocido varios tipos de fam i l ia, corno las nucleares
trad icionales. las homoparentalcs·'\ las familias compuestas por una persona adulta.
159. La evolución sobre la concepción del matrimonio se puede encontrar tanto en el sistema
regional de derechos humanos como en el derecho comparado en la región.
. . . no existe un modelo único de familia, por cuanto este puede variar. [. . .} La Corte
constata que en la Con rención Americana no se encuentra determinado un
concepto cerrado de familia, ni mucho menos se protege solo un modelo
'tradicional ' de la misma . �5
..
1 6 1 . F inalmente, de forma c lara y expresa, la Opinión Consultiva OC/24, al igual que ha sucedido
en la interpretación de otros derechos, considera que realiza una interpretación como instrumento
vivo y sistemática, y considera que el texto reconoce la protección de un tipo de matrimonio y
que no excluye a otros tipos de matrimonios, como las de parejas del mismo sexo, puesto que:
163. El matrimonio entre un hombre y una mujer fue la regla a n i vel global en el mundo
occidental hasta el año 200 l . De la no regulación sobre el derecho al matrimonio de parejas del
mismo sexo. se pasó a al reconoci miento de la unión de hecho y de esta figura al reconocimiento
progresivo del matrimonio igual itario. Desde el año 200 1 en adelante, a la fecha, existen 29
Estados que han reconocido el matrimonio igualitario en sus sistemas jurídicos, de éstos un Estado
lo ha hecho por consulta popular, 1 8 por reformas legislativas y 9 por decisiones de cortes de
justicia o cortes constitucionales47: Holanda (200 1 ), Bélgica (2003), España (2005), Canadá
(2005), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (20 1 0), Argentina (20 1 0),
Dinamarca (20 1 2), U ruguay (20 1 3), Nueva Zelanda (20 1 3 ), Brasil (20 1 3), Francia (20 1 3 ) Reino .
Unido (2014). Irlanda (20 1 5 ), Luxemburgo (20 1 5 ), Estados Un idos (20 1 5), Colombia (20 1 6),
México (en 3 1 estados, 2 0 1 1 -20 1 6). Finlandia (20 1 7), Alemania (20 1 7), Malta (20 1 7), Australia
(20 1 7), Austria (20 1 7), Costa Rica (20 1 8) y Taiwán (20 1 9).
164. Por este desarrollo evolutivo de las normas, la Constitución ha reconocido como un principio
fundamental de los derechos la progresividad de derechos y la prohibición de regresividad. Por
este principio, según el artículo 1 1 (8) de la Constitución:
Como se puede apreciar claramente de esta norma, el desarrollo normativo se lo debe hacer
legislativamente, administrativamente y judicialmente. Caso último en el que se encuentra esta
Corte Constitucional.
165. Existen personas del mismo sexo que demandan el reconoc 1 m 1 ento del derecho al
matrimonio, por considerar importante en sus planes de vida y que invocan derechos como la
dignidad, la igualdad, la identidad y las libertades. Esta exigencia, que no existía o que no fueron
consideradas al momento de plasmar los textos jurídicos. requiere poner en contexto actual la
norma constitucional y las normas legales, y adaptar su contenido e interpretación a los
requerim ientos actuales.
167. El derecho al l ibre desarrollo de la personalidad es la facultad que tienen las personas para
autodeterm inarse, decidir sus propios fines y escoger los medios para alcanzarlo, siempre que se
respeten los derechos de las otras personas. La Corte Constitucional colombiana ha desarrollado
importante jurisprudencia para determinar el contenido y el alcance de este derecho:
47 Véase Cone I D H , Opinión Cunsu/ti\'0 OC2./11 7, párrafos 204 al 20 1 3 : también véase Lucas Ramón
Mendos, State-Sponsored Homuphobia (ILGA: Ginebra. 20 1 9), página 277.
34
CORTE
CONSTITUCIONAL
Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/1 9 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
1 68. No cabe duda que dentro del l i bre desarrollo de la personalidad, una pareja del mismo sexo
pueda decidir formar una fami lia (fin) y escoger el matrimonio como una vía para lograrlo
(medio). Decidir los fines y poder escoger los medios es parte del plan de vida de las personas.
1 70. Este derecho también nos permite analizar si los límites que se han impuesto por el sistema
jurídico son razonables. En relación con el derecho al matrimonio se podría afirmar, desde una
interpretación restrictiva, que tiene un límite expreso: la opción sexual de los contrayentes. Este
límite tiene sentido, de acuerdo al artículo 66 (5), si es que afecta los derechos de los demás; esto
es, el matrimonio de parejas del mismo sexo afectaría el derecho de las parejas heterosexuales y
de ahí se desprende una l i mitación legítima. Cuando la Constitución hace referencia, en abstracto,
a "los derechos de los demás", debe entenderse que, en casos concretos, esos derechos se afectan
y se presentan daños reales, concretos, medibles, identificables, que puedan ocasionar que
terceros vean afectados su desarrollo de la personalidad. El matrimonio de una persona
homosexual, si se produjere, no generaría como consecuencia un daño real, concreto y medible a
las parejas heterosexuales.
1 7 1 . Los límites a los derechos tienen sentido cuando afectan al ejercicio de derechos de otros.
Esto suele suceder en los derechos llamados doctrinariamente como "derechos-poder". Los
derechos poder implican que sus titulares ejercen el derecho de forma excluyente y acumulativa.
Los derechos poder, que suelen ser los derechos políticos y los derechos patrimoniales, si no
tienen lím ites suelen ocasionar vulneraciones, restricciones y hasta anulación al ejercicio de
derechos de otros. De ahí la necesidad de su l i m i tación. Si los derechos políticos no tienen límites,
entonces, en extremo, se puede l legar al autoritarismo, de ahí que se pongan límites temporales
(como los períodos de cargo), condiciones para su ejercicio (como en los estado de excepción) y
hasta formas de control Uuicio político); de igual manera, si los derechos patrimoniales no
tendrían límites, se podría l legar al monopolio o al despojo, de ahí límites como la tributación, la
obligación de remunerar con mínimos o repartir util idades, el control del mercado y más.
·.15l".: 48
49
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-336-08, 1 6 de abril de 2008.
Andrés Vicente Domínguez Ojeda, comparecencia en la audiencia pública, 29 de marzo 2019.
Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
172. Para tener un límite basado en la orientación sexual para acceder al derecho al matrimonio,
se debería demostrar que el derecho al matrimonio es un derecho-poder. Esto es, se limita el
matrimonio a las parejas del mismo sexo porque sin esa limitación se expandiría el poder de la
pareja del mismo sexo. Y esto no sucede en relación con el matrimonio igualitario.
173. Al contrario, como suele suceder con otros derechos que son inclusivos, que se debe
procurar su universalización, que su expansión significa mayor dignificación de las personas,
como ocurre con el derecho a la educación y a la salud, limitar su acceso es restringir el libre
desarrollo de la personalidad. La comprensión del matrimonio como un derecho exclusivo de las
parejas heterosexuales es una limitación que impide el acceso a derechos que pueden significar,
si eso lo deciden las personas, mejores condiciones de vida y mayor seguridad en la protección
de la familia a través del matrimonio. Pennitir el matrimonio a parejas del mismo sexo amplía las
posibilidades de autonomía individual y del libre desarrollo de la personalidad de las personas
con diversa identidad sexo-genérica.
1 74. Cuando el ejercicio de derechos limitados no afecta a los derechos de otras personas.
entonces estamos frente a una potencial vulneración al libre desarrollo de la personalidad.
Impedir, de forma arbitraria, conseguir aspiraciones que dan sentido a la vida, como la decisión
de contraer matrimonio con personas del mismo sexo, podría constituirse como una violación al
derecho al desarrollo de la personalidad.
Este derecho está íntimamente vinculado con el reconocido en el artículo 1 1 (2) de la CADH, que
tiene un texto semejante en el artículo 17 del PIDCP:
1 76. El derecho a la vida privada y familiar exige una obligación de abstención por parte del
Estado. Toda persona tiene derecho
1 77. Por este derecho, las personas y las familias tienen derecho a organizar su vida y ejercer sus
libertades sin intromisiones estatales ilegítimas. El Estado sólo puede entrometerse cuando
expresamente lo determ ina la ley y, aun cuando lo permita la ley, su aplicación no debe ser
arbitraria. Las formas tradicionales de entender este derecho se refieren a la protección del
domicilio y de la correspondencia. No puede al lanarse un domicilio o interceptar la
correspondencia, salvo si se cumplen Jos requisitos de la legislación penal. como tener indicios
5° Comité de Derechos Humanos. Observación General N. 16. Derecho a la intimidad (artículo / 7). 1 988.
párrafo 1 .
36
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
1 78. De forma más amplia, la Corte IDH ha desarrollado el derecho a la vida privada con la
identidad y también con el libre desarrollo de la personalidad:
179. En ese contexto, el margen de acción de una persona y de una familia es muy amplio. Las
personas y las fam ilias pueden escoger las formas de subsistencia, el lugar del domicilio, la
educación para sus hijos, escoger el trabajo, las inversiones, el ocio, los emprendimientos y más.
S I Corte IOH, Caso /. V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas, párrafo 1 52;
Corte IDH, Caso Fernández Ortega y otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas; Corte 1 OH, Sentencia de 30 de agosto de 201 O. Serie C No. 2 1 5, párrafo 1 29, y Caso Artavia
Murillo y otros ("Fecundación in vitro") Vs. Costa Rica, párrafo 143.
S2 Carlos Nino, La constitución de la democracia deliberativa, Barce lona, Gedisa, 1 997, p. 280.
53 Corte ID H. Caso Ata/a Riff o y niñas vs. Chile. Sentencia. 24 de febrero de 20 1 2, párrafos 1 72, 1 76 y 175.
3
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
182. En relación con el derecho a formar una familia y escoger el medio para lograrlo, el Estado
no debería intervenir para prohibir el matrimonio de las personas del mismo sexo. Una injerencia
de este tipo, aun siendo legal, podría considerarse arbitraria.
183. La decisión de formar una familia corresponde a la libertad propia de la vida privada de las
personas. De igual modo, el escoger el medio para formar una familia, que puede ser el
matrimonio, debería ser una decisión libre y voluntaria de las personas y no del Estado.
185. El derecho a la identidad tiene que ver con los atributos y las características de una persona,
que le hacen un ser único, diferente e identificable, que está intrínsecamente vinculado a la
d ignidad humana, que no admite restricción o suspensión alguna, y que se relaciona
estrechamente con el ej ercicio del resto de derechos. Así lo ha reconocido la Corte l DH :
186. Entre los atributos que configuran la identidad de una persona se encuentran la nacionalidad,
el origen familiar y étnico, el nombre y el apellido, la adscripción ideológica, la edad, el sexo,
religión, ideología y más que se encuentran no taxativamente enumeradas en el artículo J I (2) de
la Constitución. Entre esos atributos y características se encuentra "la orientación sexual de las
personas así como su identidad de género le dan sentido a la existencia individual de los sujetos
y, por lo tan/O, el Estado debe garantizar su respeto y protección. "55
187. La identidad, por el derecho al libre desarrollo de la personalidad, puede ser flexible y
cambiar en el tiempo. La decisión de cambiar compete exclusivamente a la persona. En la
38
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8- C N/ 1 9 (ma tri m o n io igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
... la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la
cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento.
Lo anterior, conlleva también a la vivencia personal del cuerpo y otras expresiones
de género, como lo son la vestimenta, el modo de hablar y los modales . . . el
reconocimiento de la identidad de género se encuentra ligado necesariamente con
la idea según la cual el sexo y el género deben ser percibidos como parte de una
construcción identitaria que es resultado de la decisión libre y autónoma de cada
56
persona, sin que deba estar sujeta a su genitalidad.
1 88. El reconocimiento al derecho a la identidad por parte del Estado permite el ejercicio de otros
derechos importantes, tales como el votar, el acceder a servicios básicos, e l derecho a la
circulación fuera de las fronteras. De ningún modo, por la identidad, debería suceder lo contrario,
es decir, restringir o anular derechos.
190. Una interpretación restringida del derecho al acceso al matrimonio impediría al Estado
cumplir con su obligación de proteger la identidad y todas las consecuencias que de esa decisión
se derivan.
193. El Código Civil ha establecido que la naturaleza jurídica del matrimonio es un contrato
solemne, "por el cual un hombre y una mujer se unen con el fin de vivir j untos, procrear y
auxiliarse mutuamente" (artículo 8 1 ). Teniendo en cuenta que e l contrato matrimonial tiene
especiales características que le d i ferencia de otros contratos, tales como ser una forma especial
194. El contrato matrimonial, de acuerdo con la regulación legislativa, tiene algunas restricciones
y prohibiciones. Una restricción es que el contrato Jo pueden celebrar entre un hombre y una
mujer, si es que se interpretan las normas de forma restrictiva. Las prohibiciones se desprenden
de las causales de nul idad (artículos 95 y 96 del Código Civil): falta de libre y espontáneo
consentimiento, ser el cónyuge sobreviviente autor o cómplice de delito relacionado a la vida,
tener menos de 1 8 años de edad, estar l igada por vínculo matrimonial no d isuelto, ser parientes
por consanguinidad en línea recta o colaterales en segundo grado civil de consanguinidad.
195. Una persona con diversa orientación sexual se encuentra dentro de una restricción y podría,
si no incurre en causal de nulidad, contraer libre y voluntariamente matrimonio. Es decir, no existe
prohibición expresa para contraer matrimonio entre personas del mismo sexo. Lo que existe es
una interpretación restrictiva constitucional y legal. Como se ha visto anteriormente, esa
restricción no es una medida normativa que parece razonable por ser una diferenciación basada
en una categoría prohibida que puede, de iure y en casos concretos, discriminar.
197. De todo lo dicho, se desprende que una interpretación restrictiva, en el sentido de que el
derecho al matrimonio solo puede contraerse entre un hombre y una mujer, acarrearía serias
violaciones a varios derechos reconocidos en la Constitución. Además, la interpretación literal
del texto constitucional nos lleva a una antinomia por lo que no es un método útil para respetar la
integridad de la Constitución.
199. Personas que se oponen al matrimonio igualitario han sostenido que la Constitución ha
reconocido la unión de hecho, que esta figura también puede constituir acceso al derecho de
familia, genera los mismos derechos y obligaciones que el matrimonio y a la que pueden recurrir,
sin excepción ni discriminación, persona alguna. En efecto, el artículo 68 de la Constitución
dispone:
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CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1- 18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
201. En lo jurídico, el matrimonio es un contrato solemne y la unión de hecho es un acto juríd ico
que nace de hechos; el matrimonio se celebra ante una autoridad pública, en el Registro Civil, la
unión de hecho se reconoce mediante escritura pública, ante un notario; en el matrimonio se
requiere la presencia de la pareja y testigos, en la unión de hecho solo la presencia de la pareja;
en el matrimonio se presume la paternidad del hijo o hija, en la unión de hecho no hay tal
presunción; el matrimonio termina por la muerte de uno de los cónyuges, por sentencia que
declare la nul idad, por divorcio, la unión de hecho termina por el matrimonio de una de las
personas de la pareja, por voluntad unilateral, por mutuo acuerdo; el matrimonio otorga el estado
civil de casado, la unión de hecho no; el divorcio otorga el estado civil de divorciado, la unión de
hecho considera a la persona soltera; en el matrimonio existe sucesión intestada del cónyuge
sobreviviente, en la unión de hecho no; en el matrimonio se reconoce las capitulaciones
matrimoniales, en la unión de hecho no; en el matrimonio, cuando hay divorcio y una de las
personas carece de lo necesario, tiene derecho a alimentos congruos, en la unión de hecho no; en
el matrimonio hay la figura la posibil idad de matrimonio en caso de muerte inm inente, en la unión
de hecho no.
202. Aún en el supuesto de que la legislación incluya todas las figuras jurídicas que diferencian
a la unión de hecho y al matrimonio, y reservara el nombre de unión de hecho para las parejas del
mismo sexo, o si se creara una figura diferente, del tipo "unión de hecho solemne" o "contrato
solemne de unión de pareja" o cualquier otro nombre similar para evitar que las parejas del m ismo
sexo contraigan matrimonio, estaríamos ante una exclusión ilegítima, del lado de las parejas del
mismo sexo, y de un privilegio no razonable del lado de las parejas heterosexuales.
. . . es una contradicción evidente afirmar que las parejas del mismo sexo
constituyen familia, pero que para contraer un vínculo marital y solemne deban
hacerlo recurriendo a una figura jurídica no solo diferente de aquella aplicable
para las parejas heteroafectivas, sino con efectos jurídicos reducidos e inciertos
(contrato civil innominado). Hombres y mujeres forman parte de la especie
humana y la igualdad implica dar un trato igual a los que son iguales. Un sistema
constitucional y democrático no admite la existencia de dos categorías de
ciudadanos: unas mayorías que gozan del derecho a contraer matrimonio civil y
unas minorías que están injustamente desprovistas de éste. 58
'\
.-· .rv·
->�:; 57 Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-577 del 201 1 .
58 Corte Constitucional d e Colombia, Sentencia SU-214 d e 201 6.
Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
205. Sobre figuras jurídicas con distinta denominación al matrimonio, la Corte IDH ha
determinado que:
... crear una institución que produzca los mismos efectos y habilite los mismos
derechos que el matrimonio, pero que no lleve ese nombre carece de cualquier
sentido. salm el de señalar socialmente a las parejas del mismo sexo con una
denominación que indique una lliferencia !)'ÍilO estigmatizan/e, o por lo menos
como setial de subestimación. Conforme a ello. existiría el matrimonio para
quienes, de acuerdo al estereotipo de heteronormatividad, fuesen con.l'iderados
"normales " en tanto que otra institución de idénticos efectos pero c:on otro
nombre, se indicaría para quienes fuesen considerados "anormales " según el
mencionado estereotipo. Con base en ello, para la Corte, no es admisible la
existencia de dos e:/ases de uniones solemnes para consolidar jurídicamente la
comunidad de convivencia heterosexual y homosexual, ya que se confir,uraría una
distinción fundada en la orientación sexual de las personas, que resultaría
w
discriminatoria, y por tanto incompatible con /a Convención Americana.
206. El Ecuador, según lo dispuesto por la Corte IDH, debe garantizar el acceso a todas las figuras
que existen en los ordenamientos jurídicos de cada país, y no solo la unión de hecho, para así
ofrecer y garantizar que se protegerán los distintos tipos de familias. El derecho al matrimonio
debe ser universal, cuando se cumplen los requisitos legales que protegen el consentimiento, sin
exclusiones por razones de opción o identidad sexual.
207. En lo cultural, el matrimonio, que no suele suceder con la unión de hecho, está rodeado de
múltiples ritos importantes, como la pedida de mano, la integración progresiva de dos familias, la
celebración en presencia de múltiples invitados, el hecho público de iniciar una vida en pareja,
las celebraciones de aniversarios y hasta el divorcio tiene otras connotaciones y formas sociales.
El matrimonio "tiene un efecto simbólico, la sanción y aceptación social que hace de la \'ida en
pareja y del compromiso de reconocimiento mutuo de los contrayellles. o.{¡J
208. El hecho de impedir que las parejas de un mismo sexo puedan acceder al derecho al
matrimonio, se constituye en una restricción "sumamente lesiva en función de la percepción
social que se tiene de las personas homosexuale.\'.. . .. (,]. que profundiza estereotipos, la exclusión
y la discriminación, generando en las personas con opción o identidad sexual d iversa culpa,
aislamiento social, disociación de la personalidad, estrés, depresión, baja autoestima, deserción
de actividades laborales. sociales, recreativas, ansiedad y otros trastornos. Las consecuencias,
como se puede apreciar, pueden ser fatales para el ejercicio de derechos. Como lo expresa una
psicóloga, experta en derechos humanos, que compareció mediante amicus a esta consulta de
norma:
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CONSTITUCIONAL
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
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... nos inscribimos en la unión de hecho ... en una notaría, créanme que sacar la
cédula o renovar la cédula es un trámite mucho más cálido que haber firmado la
unión de . . . hecho. Cómo creen que nos sentimos como individuos, el generar
legalmente nuestro compromiso y amor mutuo de una manera tan fría con un
simple documento, en un ambiente, en una notaría donde era un simple trámite
administrativo, donde lo emocional y nuestra parte como pareja quedó en segundo
plano, a pesar de ello también registramos nuestra unión de hecho en el Registro
Civil, lo hicimos, lo hicimos con todo el entusiasmo y con qué nos encontramos:
con otro trámite más sin ningún tipo de vínculo emocional, es más ni siquiera
sabían cómo registrarla porque era algo novedoso de acuerdo a la persona que
nos atendió en el Registro Civil, nos hace sentir esto como ciudadanos de segunda
categoría. Cada vez que nos preguntan "¿cuál es su estado civil? " Nosotros
decimos en unión de hecho, "¿o sea son convivientes? " Nos preguntan. "No señor,
tenemos la unión de hecho ··. y "¿qué es eso? " Lamentablemente al no estar
reconocidos como un matrimonio nos sentimos como ciudadanos de segunda
categoría. M
2 1 0. Efectivamente, cualquier persona en el Ecuador puede escoger, para formar una familia, la
unión de hecho. De esta norma, sin embargo, no se deriva una obligación para las parejas del
mismo sexo de utilizar esta figura legal para acceder al derecho de la fami l ia ni tampoco podría
ser considerada como la única opción. Al ser d i ferentes regímenes jurídicos entre la unión de
hecho y el matrimonio, las personas, sin discriminación, deberían escoger l i bre y voluntariamente
la vía para formar una fami l ia. Lo que piden las parejas del mismo sexo es poder escoger, tal
como lo hacen las parejas heterosexuales:
'
�
1, 1
:�y 63
64
Ana Cecilia Navas, Amicus curiae, 1 de abril de 2019.
Andrés Vicente Domínguez Ojeda, comparecencia en la audiencia pública, 29 de marzo 2019.
6 5 Rubén Salazar, comparecencia en la audiencia pública, 29 de marzo 2 0 1 9.
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
2 . 1 2. Conclusión
211. Por todas las razones expuestas, después de haber realizado una revisión normativa y
hermenéutica sobre la definición y regulación constitucional de la familia y del matrimonio, esta
Corte considera que la norma del artículo 67, que expresa "el matrimonio es la unión entre hombre
y mujer", se complementa con la regulación e interpretación de la CADI 1, realizada por la Corte
IDH mediante la Opinión Consultiva OC24/ 1 7, que reconoce el matrimonio entre personas del
mismo sexo.
La obligación de que el sistema jurídico tenga coherencia con los derechos, que se llama
2 1 2.
deber de adecuación, se desprende tanto del a) sistema jurídico nacional de protección de
derechos, como del b) sistema internacional de protección de derechos.
213. El deber de adecuar las normas y las prácticas a los derechos, se encuentra de forma clara
y explícita en el artículo 84 de la Constitución, en lo que denomina Garantías normativas:
Del texto constitucional anterior, se desprende ( 1 ) las autoridades obligadas a adecuar; (2)
2 1 4.
el contenido de la adecuación; (3) las normas que deben ser adecuadas; ( 4) las normas a las que
hay que adecuar el sistema jurídico; y (5) el límite intangible de la adecuación normativa.
y derogar leyes" (artículo 1 20.6). Pero no es la única función ni autoridad con competencia
normativa. La Función Ejecutiva también tiene competencia normativa, cuando se le faculta a
"expedir los reglamentos necesarios para la aplicación de las leyes" (artículo 1 4 7 . 1 3). Lo propio
sucede con otras funciones y órganos estatales. La Corte Constitucional también es un órgano con
competencia normativa, cuando se establece que "ser fa máxima instancia de interpretación de
la Constitución, de los tratados internacionales de derecho humanos . . . sus decisiones tendrán
carácter vinculante " (artículo 436. 1 ). La Corte, por tanto, cuando le corresponda en uso de sus
competencias, tiene la obligación de adecuar las normas de derechos humanos al ordenamiento
jurídico ecuatoriano.
2 1 7.La adecuación, según la Constitución, es formal y material. La adecuación formal tiene que
ver con procedimientos establecidos en instrumentos jurídicos, cuando son más favorables o no
existen en el sistema jurídico. Por ejemplo, la consideración de que en procesos penales, se
"reconoce al detenido extranjero derechos individuales, entre ellos el derecho a la información
sobre la asistencia consular, a los cuales corresponden deberes correlativos a cargo del Estado
receptor."66 Esto significa la obligación de notificar al cónsul, que es un procedimiento, aunque
no lo prevea las normas procedimentales. En lo material, se trata de derechos sustantivos, como
cuando el instrumento internacional establece un derecho sustantivo no previsto en el derecho
interno, como el derecho subjetivo que tienen los jueces a la independenciajudicial 67 o el derecho
que tienen las parejas del mismo sexo a no ser discriminadas en cuanto al acceso al derecho al
matrimonio.
Normas a adecuarse
2 1 8.Las normas a adecuarse son las leyes y "las demás normas jurídicas." La palabra ley hace
referencia a las normas expedidas por la Función Legislativa.68 Las "demás nonnas jurídicas",
siguiendo la enumeración que consta en el artículo 425, se debe entender que son "la Constitución;
los tratados y convenios internacionales; las leyes orgánicas; las leyes ordinarias; las normas
regionales y las ordenanzas distritales; los decretos y reglamentos; las ordenanzas; los acuerdos y
las resoluciones; y los demás actos y decisiones de los poderes públicos." Cada una de esas
normas, según la Constitución, tiene autoridades con sus competencias normativas asignadas y
también sus procedimientos. Así, la obligación de adecuar la Constitución corresponde a la
Asamblea Constituyente o a la Asamblea Nacional; las leyes corresponde a la Asamblea Nacional;
los reglamentos, a la Función Ejecutiva; las ordenanzas, al Concejo Municipal. La jurisprudencia,
fuente de la que emanan normas j urídicas vinculantes, también debe ser adecuada, si corresponde,
4st7{5
Av 1 2 de Oclubre N16·114 y p.JSdJC N•cold� Jm1r'IH'L
(henle al parque El Arbo11lo) • Telh (",9'l·2) 3'J4· H;<JO
www.corteconstituc1onal.gob.ec '"'"·"' cumu"'l"'ro" ,¡¡,,,. '�'''' ...,
Ou�to - Ec¡d�or
Sentencia No. 1 1-18-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
2 19. El artículo 84 señala que la adecuación es a los derechos. Los derechos se encuentran, según
la Constitución, en tres fuentes jurídicas que las autoridades, según su competencia, tienen que
observar y acatar, como se ha analizado anteriormente: 1 ) los derechos previstos en la
Constitución: en la jerarquía formal que establece la Constitución, están desde las leyes orgánicas
hasta los actos y decisiones de los poderes públicos, las normas que tienen que ser adecuadas a la
Constitución; 2) Los tratados internacionales: cuando son normas más favorables, la Constitución
y las demás normas deben adecuarse a esos derechos. 3) Los derechos que sean necesarios para
garantizar la dignidad del ser humano o de las comunidades, pueblos y nacionalidades.
220. Finalmente, en el artículo 84 existe una expresa prohibición constitucional para reformar y
adecuar las normas jurídicas: no se puede atentar contra derechos reconocidos en la Constitución.
Por contrapartida, por el verbo "tendrá " de la norma constitucional con el que comienza el
enunciado, existe la obligación, no la permisión o la facultad, de adecuar la norma j urídica más
favorable, escrita o no, al sistema jurídico.
222. Por su parte, la CADH, en su artículo 2, tiene una norma semejante, pero en relación con el
sistema jurídico nacional con el sistema interamericano de derechos humanos:
223. Del artículo 2 de la CADH y de las interpretaciones autorizadas que ha hecho la Corte IDH
en relación con el deber de adecuación, se desprende: ( 1 ) las obligaciones internacionales que
implican adecuar las normas y prácticas nacionales a la CADH y a sus interpretaciones
autorizadas; (2) las autoridades dentro del Estado obl igadas a adecuar; (3) los mecanismos
jurídicos que los Estados deben utilizar para adecuar; (4) la oportunidad para adecuar; y, (S) el fin
de la adecuación.
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CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia N o . 1 1 - 1 8-CN/19 (mntrimonio igualitario)
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224. La obligación de adecuar las normas y prácticas nacionales es una obl igación general, junto
con la de respetar y proteger, que se encuentra en el artículo 1 de la Convención, que busca
garantizar de forma efectiva todos los derechos reconocidos en la CADH. La Corte IDH en
reiteradas ocasiones afirmó que esta obligación se deriva del derecho internacional:
225. La obligación de adecuar implica ''el deber de los Estados Parte de organizar todo el
aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se maniflesla
el ejercicio del poder público de manera la/ que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre
.
226. La modi ficación de las normas y prácticas en el derecho interno acorde a los estándares
internacionales impl ica, a su vez, tres obligaciones: 1 ) expulsar la norma del sistema jurídico o
"suprimir toda norma contraria a la Convención''7 1 : 2) interpretar las normas del derecho interno
de manera conforme a los estándares internacionales de derechos humanosn: y. 3) aplicar y
adecuar las prácticas en los Estados. aun cuando exista adecuación formal:
" ... la existencia de una norma no ¡{aran/iza por sí misma que su aplicación sea
adecuada Es necesario que la aplicación de las normas o su interpretación, en
.
227. La autoridad que está nombrada en el artículo 2 es la legislativa, al igual que la designa el
artículo 84 de la Constitución. La Función Legislativa, como se ha fi rmado. es el obl igado
primario pero no exclusivo n i siempre necesario.
228. Por la Convención y por sus interpretaciones, toda autoridad pública tiene mandato de
aplicación d irecta y no necesariamente, para la aplicación de los derechos, se requiere una norma
legal. La exigencia de reforma normativa podría afectar la vigencia y eficacia de los derechos. La
exigencia legal, entendida como la intervención de la representación popular y democrática a
69 Corte ! D I (, Caso Garrido y Baigorria Vs. Argentina. Reparaciones y Costa$. Sentencia de 27 de agosto
de 1998. Serie C No. 39, párrafo 68; y Caso Heliodoro Portugal Ys. Panamá. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparac iones y Costas. Sentencia de 1 2 de agosto de 2008. Serie C No. 1 86, párrafo 1 79.
7° Corte ID H. Opinión Consultiva OC-21114, párrafo 20 l .
71 Corte IDH, Caso Almonacid Arel/ano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006, párrafo 1 2 1 .
n Corte IDH, Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y Reparaciones.
·-l¡�
� Sentencia de 23 de noviembre de 2009. parrafo 338.
47 �
Sentencia No. 1 1 - 18-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
229. El artículo 2 de la CADH menciona, además de las medidas legislativas, "o de otro
carácter. " Esto corresponde a medidas de carácter administrativo, cuyo actor es la Función
Ejecutiva, y a medidas de carácter jurisdiccional, cuyos actores son todos los j ueces con
competencia constitucional para atender cuestiones de derechos humanos. De ahí se desprende la
obligación de considerar que el Estado tiene la obl igación de organizar todo el sistema
institucional para reconocer y garantizar derechos.
230. En cuanto a las medidas administrativas, corresponde a todas las agencias y autoridades
estatales que tienen facultades reglamentarias y, primordialmente, de ejecución de normas. Entre
las normas a aplicar están tanto las constitucionales como las convencionales. En el caso concreto,
el Registro Civil es una agencia ejecutiva que podía haber aplicado las normas de la CADH a la
luz de la interpretación autorizada de la OC241 1 7.
233. La Corte Constitucional debe entenderse como una autoridad dentro de lo que la CADH
denomina "de otro carácter", por lo que tiene la obligación de adecuación.
Los mecanismos j u rídicos que los Estados deben utilizar para adecuar
235. En Ecuador se puede adecuar el sistema jurídico a los derechos que se reconocen o se
deriven de la CADH por varios caminos: la reforma constitucional de ser esta necesaria, la
interpretación constitucional o la aplicación directa de la CADH por el control de
convencionalidad.
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CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 l - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
Para una reforma y una modificación al texto de la Constitución se requiere seguir este camino
que está vedado a la Corte Constitucional.
239. La CADH hace una remisión al sistema jurídico interno de los países. En nuestro país se
puede hacer reformas a la Constitución, lo que no corresponde a la Corte Constitucional, e
interpretaciones a la Constitución y a los tratados, como la CADH, que sí corresponde a esta
Corte.
241. La reserva de ley es una garantía formal mediante la cual se considera que la Función
Legislativa tiene competencia exclusiva para tratar una cuestión i mportante como la regulación
de ciertos derechos. Además, es una garantía reforzada de los derechos y se encuentra claramente
prevista para establecer delitos y penas y también para crear tributos. Se trata de una garantía,
dentro de un estado democrático y de derechos, para evitar que de forma autoritaria se impongan
cargas a las personas o restricciones indebidas a los derechos.
242. Cuando se trata del reconocimiento de derechos, del desarrollo de su contenido, del
mejoramiento de las condiciones para el ejercicio o garantías de derechos, no se requiere reserva
legislativa o desarrollo nonnativo. Por ello, la Constitución en múltiples nonnas considera que
los derechos serán de inmediata y directa aplicación. De lo contrario, los derechos no serían
exigibles, no tendrían efecto útil, no podrían ser ejercidos por sus titulares. De exigirse siempre
reserva de ley, se establecería una condición inadecuada que tornaría inútil el reconocimiento
constitucional de derechos.
243. Se ha argumentado, con relación a esta consulta de nonna, que la única forma de adecuar el
sistema jurídico interno es a través de una refonna constitucional, que el tema requiere
:� �·
deliberación parlamentaria y que, en consecuencia, la adecuación corresponde exclusivamente a
la Asamblea Nacional o a la Asamblea Constituyente. A l respecto, la persona representante del
, Registro Civil afirmó que "no es factible /a aplicación de manera di,.cla de lo Opin
..
1,.
244. Sobre lo expuesto caben cuatro precisiones. La primera es que no es necesaria una
modificación del texto constitucional sino considerar, por el bloque de constitucionalidad y por
una interpretación sistemática, evolutiva e integral, que el texto de la Constitución se
complementa con el de la CADH, interpretada por la OC24/I 7. La reforma constitucional para
reconocer el matrimonio de parejas del mismo sexo sin duda alguna es conveniente pero no es
necesaria. Cuando los derechos han sido reconocidos en instrumentos internacionales o por un
órgano con competencia y autoridad para interpretarlos, el reconocim iento en el texto
constitucional no resulta ind ispensable. La reforma constitucional no es un requisito previo para
la vigencia o el goce efectivo de los derechos sin discriminación.
245. La segunda es que no hace falta debates ni consensos, o sea remisión al órgano parlamentario
para discutir sobre el ejerc icio de derechos, para evitar una exclusión irrazonable y una
discriminación a un grupo humano que tiene protección constitucional. Al respecto, la Corte IDH
ha determinado:
246. La tercera es que, desde que se expidió la Opinión Consultiva OC24/ 1 7, el 24 de noviembre
de 201 7, la Asamblea Nacional ha tenido la obligación de adecuar el sistemajurídico nacional a
las normas de la CADH y a los derechos reconocidos por la interpretación autorizada por parte
de la Corte IDH. A la fecha no existe siquiera iniciativa legislativa alguna. En consecuencia, se
ha producido ya una omisión injustificable por parte de la Asamblea Nacional, cuyas
consecuencias podría derivar en responsabilidad internacional del Ecuador ante el Sistema de
Protección Internacional de Derechos Humanos. De ahí la necesidad de que la Corte
Constitucional interprete de tal modo la Constitución para prevenir potenciales violaciones a
derechos que puedan ser conocidos por órganos de derechos humanos competentes y cumplir con
la obligación de adecuación.
247. Finalmente, las normas y las prácticas discriminatorias no deben ser convalidadas por
procedimiento legislativo alguno ni aún por procesos de democracia directa. Una norma o práctica
7J Alex lván Bravo Bajafta, en representación de Vicente Taiano, Director General del Regi stro Civil,
Identificación y Ccdulación, comparecencia en la audiencia pública, 29 de marzo 2 0 1 9.
n Marco Proafto, en representación de lftigo Salvador, Procurador General del Estado, comparecencia en
249. La Corte I O H, en relación con e l derecho al matrimonio de parejas del mismo sexo ha
expresado en la OC24/ 1 7 :
. . . es/a Corte no puede ignorar que es posible que algunos Estados deban vencer
dificultades institucionales para adecuar su legislación interna y extender el
derecho de acceso a la institución matrimonial a las personas del mismo sexo, en
especial cuando median formas rígidas de reforma legislativa, susceptibles de
imponer un trámite no exento de dificultades políticas y de pasos que requieren
cierto tiempo. Dado que estas reformas son fruto de una evolución jurídica,
judicial o legislativa, que ¡·a abarcando otras zonas geográficas del continente y
se recoge como interpretac ión progresiva de la Convención, se insta a esos
Estados a que impulsen realmente y de buena fe las reformas legislativas,
administrativas y judiciales necesarias para adecuar sus ordenamientos,
interpretaciones y prácticas internos.
De cualquier manera los Estados que aún no garanticen a las personas del mismo
.
sexo su derecho de acceso al matrimonio, están igualmente obligados a no violar
las normas que prohíben la discriminación de estas personas, debiendo por ende,
garantizarles los mismos derechos derivados del matrimonio, en el entendimiento
7x
que siempre se trata de una situació11 transitoria (énfasis añadidos).
251. La Corte IDH también reconoce que pueden existir dificultades institucionales para la
adecuación integral del sistema jurídico interno a los estándares internacionales. Efectivamente,
La Corte IDH, en un caso en que consideró que un Estado debía modificar su constitución para
adecuar a la CADH y a la interpretación de la Corte JDH, decidió que '"el Estado debe modificar
. .
_¡
su oruenanuento ;un'd"1co mterno, en un p1azo razonable... "79.
•
252. La Corte JDH ··insta a esos Estados a que impulsen realmente y de buena fe la.\· reformm;
legislativas, administrativas y judiciales", lo que quiere decir que reconoce que para aplicar la
interpretación auténtica de la CADH no se requiere exclusivamente reformas legislativas, sino
que pueden ser adecuaciones administrativas y judiciales: y que también, en todos esos
mecanismos, se pueden presentar dificultades institucionales. El momento de adecuación
normativa, defacto, cuando se produjeren hecho que puedan considerarse actos por aplicación de
normas o de interpretaciones inconstitucionales, es el momento en que tiene que tomarse la
decisión. Si la decisión se basa en una norma o en una interpretación que pueda generar una
diferencia de trato, basado en una categoría sospechosa y que restringa o anule el ejercicio de un
derecho, si no hay una justificación razonable, estamos sin duda alguna ante una d iscriminación,
aún si no se ha adecuado la Constitución o las normas secundarias; es decir, estaríamos ante una
violación de derechos fundamentales.
253. En relación con las adecuaciones administrativas, entonces, correspondería al Registro Civil
realizar las adecuaciones cuando le corresponda. Esto es, cuando una pareja del mismo sexo acuda
a registrar su matrimonio. Las autoridades del Registro Civil, según lo manifestaron en la
audiencia pública, actuaron de forma "apegada a derecho en cumplimiento a lo que establece el
artículo 67 de la Constitución de la República, artículo 52 de la Ley Orgánica de Gestión de la
Identidad y Datos Civi les, 8 1 de la Código Civil y demás normativas conexas." Además,
argumentaron que no es de aplicación directa la OC24/1 7 y que "con su actuar tampoco han
conculcado derecho constitucional ni fundamental alguno."80
79 Corte ID H. Caso "La última tentación de Cristo " (Olmedo Bustos y otros) vs. Chile. Punto resolutivo
4. página 39.
80 Alcx Iván Bravo BajaJ1a, en representación de Vicente Taiano, Director General del Registro Civil,
Esta Corte consideró que el intendente tenía "el deber inexcusable" de aplicar instrumentos
internacionales de derechos. Bajo el mismo razonamiento, al Registro Civil le correspondería
aplicar la OC241 1 7.
255. Esta Corte entiende que, por el control de constitucionalidad y de convencionalidad, toda
autoridad pública está obligada a aplicar las normas constitucionales, las convencionales y las que
se reconocen en los instrumentos internacionales de derechos humanos. De este modo, el Registro
Civil tenía la obligación de aplicar la CADH y la interpretación derivada de la OC2411 7. Sin
embargo, por la i nterpretación restrictiva de la Constitución y de las leyes que definen el
matrimonio y, además, la aún insuficiente cultura jurídica, que es precisamente uno de los
obstáculos que impiden la aplicación directa de la Constitución y de otros instrumentos jurídicos
de derechos humanos, el retraso de la aplicación del matrimonio igualitario resulta comprensible.
256. En relación con los jueces y juezas, cuando en uso de sus competencias constitucionales,
conocen garantías constitucionales, tienen la obligación de brindar tutela efectiva a las personas
víctimas de violaciones a sus derechos. Como se ha visto, los derechos que se pueden invocar y
aplicar no solo son los reconocidos en la Constitución, sino también los que se deriven de
instrumentos internacionales de derechos humanos y más que se deriven de la dignidad humana.
En esta forma de adecuación de los instrumentos jurídicos internacionales, la práctica
jurisdiccional ha tenido dificultades. En algunos casos se ha negado el derecho al matrimonio de
personas del mismo sexo interpretando restrictivamente la Constitución y las leyes pertinentes.
En otro caso, como el presente, se ha suspendido el caso y se ha consultado a la Corte. En el
debate en la audiencia y en Jos medios de comunicación se han expresado múltiples opiniones,
unas a favor y otras en contra en relación con e l derecho al matrimonio igualitario, que reflejan
estas dificultades que menciona la Corte IDH en la OC2411 7.
257. La Corte Constitucional cuando conoce y resuelve, en ejercicio de sus competencias, sobre
la aplicación de normas en casos concretos, la j urisprudencia vinculante respecto a garantían
constitucionales (artículo 436.6}, las acciones públicas de constitucionalidad (artículo 436.2}, la
absolución de una consulta de norma (artículo 428), como es el caso, o cuando ejerce otra
competencia otorgada por la Constitución o la ley, entonces ese es el momento, cuando conoce la
demanda, el pedido o selecciona un caso, de adecuar la normativa interna a los instrumentos
internacionales de derechos humanos.
258. Postergar la adecuación normativa, cuando la Corte Constitucional ejerce sus competencias
constitucionales, significaría incumplir el artículo 84 de la Constitución y el artículo 2 de la
CADH, y d ilatar innecesariamente el respeto y garantía de los derechos humanos que son
obligaciones generales del Estado que emanan del artículo 1 de la CADH.
El fin de la adecuación
259. La finalidad de la adecuación, según el artículo 2 de la CADH, es realizar todas las reformas
e interpretaciones en el sistema jurídico interno "que.fueren necesarias para hacer efectivos tales
derechos y libertades". No es la adecuación por e l mero cambio normativo n i a través de un
procedimiento legislativo, sino hacer e fectivos los derechos, de ahí la necesidad de adecuar de la
r-. manera más eficiente y oportuna.
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Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaria
260. La adecuación es un medio para lograr el ejercicio de derechos. Esos medios, por el margen
de apreciación que tienen los Estados, son de l ibre configuración constitucional. Pero el fin está
claro y no es negociable democrática o soberanamente por los Estados. En este sentido, si un
medio no es adecuado para lograr el fin de respetar y garantizar derechos, simplemente no puede
n i debe ser utilizado. El medio tiene que ser efectivo. En el caso de esta consulta, por las
competencias constitucionales de esta Corte, el medio efectivo es esta sentencia.
261. La Asamblea Nacional y los demás funcionarios, tienen, en los ámbitos de sus competencias
constitucionales y legales, el deber de cumplir con lo dispuesto por esta Corte y por la Corte IDH.
262. El control de convencionalidad surge de la obligación que tienen los Estados de cumplir con
los tratados internacionales que ha ratificado soberanamente.
263. La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados entre Estados y Organizaciones
Internacionales o entre Organismos Internacionales ( 1 988), recoge dos principios fundamentales
para entender el control de convencionalidad:
Artículo 26.- Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por
ellas de buenafe.
El primero, denominado pacta sunt servanda, es una garantía para el cumplimiento de los
tratados; el segundo, el compromiso de asumir de buena fe las obl igaciones internacionales. Los
tratados internacionales, en otras palabras, son normas jurídicas imperativas entre Jos Estados, en
virtud del derecho internacional público.
264. En relación con la interpretación del texto del tratado por parte de un órgano establecido por
el mismo tratado, como es el caso de la Corte IDH, hay que ir al mismo texto convencional, que
establece que es el órgano que tiene competencia "sobre todos los casos relativos a la
interpretación o aplicación de esta Convención" (artículo 62 . 1 ) . De forma explícita, el CADH
reconoce dos competencias a la Corte: la contenciosa (artículo 62.3) y la consultiva (artículo
64. 1 ):
265. El control de convencionalidad del Estado para cumplir con los tratados debe entenderse
tanto del texto, contexto y propósito como de las interpretaciones que hagan sus órganos.
54
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ram i ro Avila Santamaría
267. La Corte 101 1, en adelante, ha ido precisando las obligaciones que se derivan del control de
convencionalidad y que esta Corte Constitucional las adopta: a) el control de constitucionalidad
se complementa con el de convencionalidad y hay que hacerlas de oficio; b) el control de
convencionalidad lo hacen las autoridades públ icas en el marco de sus competencias; e) el control
de convencionalidad es de tratados y de las interpretaciones de sus órganos; y, d) el control de
convencionalidad también se aplica en las opiniones consultivas .
... todos sus órganos, incluidos sus jueces, tamb ién están sometidos a aquél, lo cual
les obliga a 1·elar por que los efectos de las dispos ic ion es de la Convención no se
vean mermados por la aplicación de normas contrarias a su objeto yfin. L osjueces
y órganos vinculados a la administración de justicia en todos los niveles están en
la obligación de ejercer ex officio un "control de convencionalidad" entre las
normas internas y la Coni'C'nción Americana . . .
Fu
269. De estas interpretaciones, se deriva que todo operador judicial, y esto debe incluir no solo a
jueces y j uczas, sino también a fiscales y a personas que se dedican a la defensa pública, deben
conocer y api icar, en lo que corresponda, los estándares desarrollados por la Corte IDH del mismo
modo que lo harían con los preceptos constitucionales.
82
Cone I D H. Caso Almonacid Arel/ano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006, párrafo 1 24.
8J
Cone IDH. Caso Trabajadores Cesados del Congreso (Aguado A/faro y otros) Vs. Perú. Excepciones
Preliminares. Fondo. Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de Noviembre de 2006, párrafo 1 28 .
84 Cone I D H , Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 20 1 O, párrafo 225 .
Sentencia No. 1 1 - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
270. La Corte I D H en un inicio consideró que quienes, dentro del Estado, hacían control de
convencionalidad eran los jueces y juezas. Luego se fue ampliando a los operadores de justicia,
al poder legislativo, fuerzas armadas y finalmente consideró que todos los órganos y funcionarios
de Estado tienen la obligación de realizar el control de constitucionalidad: 8�
2 7 1 . Las autoridades públicas deben actuar dentro del marco d e sus competencias y de acuerdo
con los procedimientos determinados en el derecho interno de cada Estado:
272. Esto quiere decir que autoridades administrativas, como el Registro Civil, y judiciales, como
el Tribunal que hizo la consulta, deben aplicar las normas convencionales siempre que tengan, en
los casos que conocen, competencias explícitas y procedimientos adecuados. En otras palabras.
una autoridad civil no puede ejercer labores jurisdiccionales n i tampoco legislativas en razón del
control de convencionalidad, pero tiene la obligación de cumplir y aplicar las normas vigentes,
en particular los derechos reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales
de derechos humanos.
273. El alcance del control de convencionalidad es sobre todo de tratados de derechos humanos
y de los instrumentos internacionales de derechos humanos de los que el Ecuador es parte. No es,
por tanto, un control solo sobre los instrumentos del Sistema Interamericano, sino también que
8� Corte IDH, Caso Heliodoro Portugal Vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo. Reparaciones y
Costas. Sentencia de 1 2 de agosto de 2008, párrafo 1 806; Corte 1 01-1, Caso Radilla Pacheco Vs. México.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2009, párrafo
3397; Corte IDH, Caso Fernández Ortega y otros. Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 30 de agosto de 201 O, párrafo 236; Corte ID H. Caso Rosendo Cantzí y otra Vs.
México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 1 de agosto de 20 1 O, párrafo
2 1 9; Corte IDH, Caso Liakat Ali AlibtL\" Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014, párrafo 1 5 1 .
86 Corte ID H. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 201 1 .
párrafo 239.
87 Corte !DI l . Caso Gudiel Alvarez y otros ("Diario Militar ') Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y
debe entenderse de los tratados e instrumentos que se derivan de otros sistemas, como el de
Naciones Un idas o del S istema Andino de Integración en relación con normas de derechos
humanos.
274. Muchos tratados tienen órganos de apl icación e interpretación de sus normas. En el caso de
la CADH es la C I DH y la Corte IDH. En otros, como por ejemplo la Convención de los Derechos
de los Niños es el Comité de Derechos de los Niños; en el de la CEDA W es su Comité; el del
Pacto de Derechos Civi les y Políticos es el Comité de Derechos Humanos. El control de
convencionalidad debe hacerse tomando en cuenta lo expresado en el texto como lo resuelto en
casos o interpretaciones de los tratados real izado por los órganos de supervisión del tratado .
276. El control de convencionalidad es subsidiario. En primer lugar Jo tienen que hacer las
autoridades nacionales y, en su defecto, en segundo lugar, intervienen los mecanismos y
organismos internacionales de derechos humanos.
277. Se ha dicho que la Opinión Consultiva era una interpretación obligatoria respecto al Estado
que consulta. En el caso de la OC24/ 1 7 obligaría exclusivamente a Costa Rica.89
278. La competencia consultiva tiene como legitimado activo a los Estados y a los órganos de la
Organización de Estados Americanos (artículo 64). En el procedimiento de consulta, recibida la
88 Corte lDH, Caso Gelman Vs. Uruguay. Supervisión de Cumplimiento de Sentencia. Resolución de la
Corte lnteramericana de Derechos Humanos de 20 de marzo de 20 1 3, párrafo 72.
89 Carlos Arsenio Larco, Amicus curiae, 2 de abril de 20 1 9, parágrafo IV.
Sentencia No. 1 1- 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez po n en t e: Ramiro Avila Santamaría
solicitud de consulta, el Secretario de la Corte lDH transmite a todos los Estados miembros, a
todos sus órganos pertinentes (artículo 73 del Reglamento de la Corte l D H ) y a todas las personas
o instituciones interesadas, suele recibirse las opiniones en audiencias públicas y las opiniones
tienen un formato de sentencia interpretativa que se hace conocer a todos los Estados. Esto denota
que la interpretación no compete exclusivamente al Estado que consulta, sino a todos los
miembros.
279. La Corte IDH ha considerado que tanto la j urisprudencia de casos contenciosos como las
opiniones consultivas comparten el propósito de proteger los derechos de los seres humanos y
que son una fuente que contribuye a lograr el eficaz respeto y garantía de los derechos humanos.
De ahí que, para hacer el control de convencionalidad, debe observarse también las opiniones
consultivas:
281. Dentro del marco del control de convencionalidad, en el caso conocido como Satya, este
Corte utilizó ya los parámetros de la Opinión Consultiva OC24/ 1 7 y la consideró claramente un
instrumento vinculante de aplicación directa en el sistema jurídico ecuatoriano:
90 Corte IDH, Opinión Consultiva OC-21114. Derechos y garantías de niñas y niños en el contexto de la
migración y/o en -necesidad de protección internacional. Corte IDH, Opinión Consultiva OC-21/14.
Resolución de 19 de agosto de 2 0 1 4, párrafo 3 1 .
91 Corte Constitucional del Ecuador, Caso No. 0014-13-/N y acumulados No. 0023-13-!N y No. 0028- 13-
58
CORTE
CoNSTITUCIONAL Sentencia No. 1 1 - 18-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL ECUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
(énfasis añadido).
282. Por todas estas razones. las autoridades de Estado en general. y los operadores de justicia en
particular, están obligados a realizar control de convencionalidad en el marco de sus competencias
y procedim ientos. Esto es. cuando en el ejercicio de sus funciones, encuentren normas más
favorables o estándares internac ionales en los tratados, instrumentos internacionales, opiniones
consultivas. observaciones generales y más. deberán apl icar la norma que mejor efectiv ice el
ejercicio de derechos.
En concordancia con esta norma, el artículo 426. reitera las fuentes de los derechos y también la
obligación de las autoridades del Estado y añade, en casos que se entiende hay antinomia, que se
aplicarán las normas más favorables:
284. La aplicación d irecta qu iere decir que la Constitución, como cualquier otra norma, si tiene
relación con el caso, debe ser apl icada, exista o no regulación normativa. Cuando hay una ley que
regula la Constitución, no significa que sus normas se suspenden, siguen teniendo validez y
vigencia y. junto con las leyes, cuando fuere necesario, deben ser apl icables. El juzgador debe
tratar de armonizar el sistema jurídico a través de una interpretación constitucional o, si no es
posible cuando hay antinomias, de la apl icación directa de la Constitución.
285. La aplicación inmediata quiere decir que siempre que la Constitución deba ser aplicada, no
debe suspenderse su aplicación n i tampoco condicionarse a otros factores del tipo reglamentación,
falta de ley o revisión superior.
9� Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia N. /8./- 18-SEP-CC. 29 de m ayo de 201 8, página 58
Sentencia No. 1 l - 1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
instrumentos internacionales es una garantía normativa que debe tener impacto jurisdiccional, de
lo contrario no tendría efecto práctico. Los operadores de justicia tienen que incorporar como
parte del sistema jurídico ecuatoriano las normas constitucionales, convencionales, la doctrina de
los mecanismos de protección internacional de derechos humanos. entre las que se encuentran las
opiniones consultivas.
287. En segundo lugar, si se les priva a los jueces y juezas de aplicar en sus casos concretos, ya
por vacíos o ya por antinomias, la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos
humanos más favorables, el control de constitucionalidad y el de convencionalidad serian inocuos
y se dejaría sin eficacia la supremacía constitucional y la obligación de interpretar más
favorablemente los derechos.
288. La eficacia normativa de la Constitución tiene sentido cuando quienes interpretan y aplican
normas jurídicas en su trabajo cotidiano, en particular los jueces y las juezas, pueden y deben
aplicar la Constitución y los instrumentos internacionales de derechos humanos cuando son más
favorables. Si de lo que se trata es de proteger los derechos de las personas y de la naturaleza.
aplicar las normas constitucionales y de los instrumentos internacionales es una forma de
garantizarlos y de prevenir violaciones.
290. Con lo dicho se pueden aclarar los equívocos enunciados. El juez y la jueza sí tienen
competencias para realizar control de constitucionalidad y de convencionalidad, como cualquier
otra autoridad pública en el ámbito de sus competencias. La Corte Constitucional es el máximo
intérprete de la Constitución y sus interpretaciones tienen el carácter de precedente. que son
normas jurídicas que tienen alcance general, abstracto y obligatorio, pero no puede ni debe ser
considerado el único intérprete. Con relación a si un juez o jueza prevarica por inobservar una
norma que considera inconstitucional y aplicar la Constitución, los operadores de justicia no
prevarican.
291. Si los Estados inobservan una norma convencional y por ello. cuando se cumplen los
requisitos y procedimientos correspondientes, puede ser declarado internacionalmente
responsable por incumplir sus obligaciones ante la comunidad internacional, no cabe duda que
esa norma es vinculante. Así expresamente lo dispone el artículo 63 ( 1 ) de la CA DI 1:
60
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia No. l l -1 8-CN/19 (matrimonio igualitario)
DEL E CUADOR Juez ponente: Ramiro Avila Santamaría
292. Efecto similar a las normas de la Convención, tienen las interpretaciones en un caso y
también en una Opinión Consultiva:
294. En concreto, la Corte I D H afirma que si Ecuador niega el derecho al matrimonio a parejas
del mismo sexo, sin advertir la obligación que deriva de su interpretación autorizada, estaría
violando las obligaciones derivadas de los artículos los artículos 1 1 , 3, 7, 1 1 .2, 1 3 , 1 7, 1 8 y 24,
.
295. La Corte Constitucional tiene la obligación de respetar y garantizar los derechos reconocidos
en la Constitución y los i nstrumentos internacionales de derechos humanos más favorables y, de
este modo, prevenir la declaración de violaciones a los compromisos i nternacionales y a posibles
determinaciones de responsabilidad internacional por violar derechos humanos.
296. El deber de adecuar el sistema j urídico interno a los derechos y estándares internacionales
de derechos humanos cuando fueren más favorables, no se agota con las reformas normativas. La
exigencia i nternacional también es el cambio en las prácticas.
297. En las prácticas nos encontramos con estereotipos, con tradiciones, i ntolerancia hacia las
personas diversas que, con distintos grados de radicalización, acaban discriminando, "generando
la homofobia, lesbofobia y transfobia que impulsan los crímenes de odio . . "94 y hasta llegar a
.
298. En relación con el derecho al matrimonio, el acceso a esta importante institución sin duda
enriquece el disfrute y goce del derecho a la fam i l ia al ampliar los titulares del derecho. Sin
embargo, el solo hecho del matrimonio no es garantía para evitar y prevenir la discriminación y
la violencia. En la vida cotidiana es i mportante cómo se relacionan las personas entre sí, el respeto,
la calidad de las relaciones, l a consideración y valoración mutua, la disminución de los niveles de
violencia95, el fortalecimiento de los vínculos afectivos, y todo esto implica ir más allá de la
adecuación formal.
299. Adecuar las prácticas a los derechos y a su contenido requiere una labor que se la hace a
través de políticas públicas d iseñadas participativamente, tal como lo prescribe el artículo 85 de
DECISI ÓN
2. Establecer que no existe contradicción entre el texto constitucional con el convencional sino
más bien complementariedad. Por la interpretación más favorable de los derechos, el derecho al
matrimonio recohocido a parejas heterosexuales se complementa con el derecho de parejas del
mismo sexo a contraer matrimonio. La Constitución, de acuerdo al artículo 67, y la Convención
Americana sobre Derechos H umanos, de acuerdo a Jos artículos l . 1 , 2. 1 1 .2. 1 7 y 24 de la
Convención, interpretada por la Corte lnteramericana de Derechos Humanos mediante la Opinión
Consultiva OC24/ 1 7, reconocen el derecho al matrimonio entre hombre y mujer y el derecho al
matrimonio entre parejas del mismo sexo.
3. Disponer que el Tribunal consultante interprete el sistema normativo a la luz de esta sentencia
y ordene que el Registro Civil registre el matrimonio de los accionantes. toda vez que no es
necesaria una reforma constitucional al artículo 67 de la Constitución de la República del Ecuador.
Tampoco son necesarias reformas previas, para el caso concreto, a los artículos 52 de la Ley
.,.Ir -..Srp,·-
Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles. y 8 1 del Código Civil.
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4. Notifiquese, publíquese y c ú n c�·:�,1
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PRESIDENTE
RAZ ÓN: Siento por tal que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno de la Corte
Constituc ional, con cinco votos a favor de los J ueces Constitucionales Karla /\ndrade Quevedo,
_
Ramiro Avila Santamaría, Agustín Grijalva Jiménez, AJí Lozada Prado (voto concurrente),
Daniela Salazar Marín; y, cuatro votos salvados de los J ueces Constitucionales Carmen Corral
Ponce, Enrique Herrería Bonnet, Teresa Nuques Martínez y Hcmán Salgado Pesantes, en sesión
ordinaria del m iércoles 1 2 de junio de 2 0 1 - ¡:ertifico.-
'1
62
CORTE
CONSTITUCIONAL
DEL ECUADOR
RAZÓN.- Siento por tal, que el texto de la sentencia que antecede fue suscrita el día
jueves 1 3 de j unio del dos mil diecinueve, luego del procesamiento de las
observaciones recogidas en el Acta de la sesión respectiva.- Lo certifico .
,rr
.... ,u...<.n l3erni
SECRETARIA GENERAL
AGB
1. Me aparto del voto del Juez Ramiro Á vila Santamaría, por varias razones que se
irán analizando a continuación. Primero, considero que el análisis desarrollado
en su ponencia no se enmarca dentro d e la naturaleza j urídica d e la consulta de
norma, mecanismo de control constitucional que tiene por objeto garantizar la
supremacía de la Constitución.
2. Punto básico d e mi disidencia con el Juez ponente y con las demás J uezas y J ueces
tiene que ver con el uso y abuso de la interpretación constitucional, llevada al
extremo d e hacer desaparecer la oposición d e la Ley Suprema al denominado
"matrimonio igualitario". ¿Será una nueva forma d e ilusionismo constitucional?
Para m í es un proceso d e mutación arbitraria que destruye la supremacía de
la Ley Fundamental. 1
' Los argumentos j urfdicos que sustento se fundamentan en mis conocimientos y experiencia (más de
cincuenta años de constitucionalista, doce años de juez de la Corte I D H. de los cuales 3 de vicepresidente
y 2 de presidente).
2 Para el juez constitucional que piensa que ya no estamos en la época de la interpretación exegética
debo recordarle que, este método preconizado por la respectiva Escuela, se dio en los años posteriores a
la codificación francesa (1804), para la mitad del siglo xix el método exegético cayó en desuso frente a
los aportes del doctrinario alemán Savigny, de los profesores franceses Saleilles y especialmente Gény
padre de la interpretación moderna. Ver un breve resumen en '"In troducción al Derecho" del autor. CEP
cuarta edición, 2019, pp. 1 8 3 y ss.
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Voto Salvado
Caso No. 1 1 -18-CN
5. Por otro lado, Constitución de 2008 detalla los mecanismos aplicables para s u
interpretación cuando esta e s necesaria frente a una norma oscura o ambigua, si
la disposición no lo es no habría nada que interpretar y sería u n contrasentido
invocar la interpretación, cosa explicable sólo por razones ideológicas o
políticas. En el presente caso, el artículo 67, inciso segundo, de la Constitución
es claro y conciso: "El matrimonio es la unión entre hombrey mujer . "3 ..
3 El juez que piensa que sí cabe la interpretación porque la norma n o incluyó la palabra "exclusivame nte"
para referirse al hom bre y mujer -en mi criterio- debe realizar un curso de hermenéutica constitucional
y general.
2
CoRTE
Voto Salvado
CoNSTITUCIONAL
IWL ECL'.-\DOH Caso No. 1 1 - 1 8-CN
pertenece).
19.Sin embargo, esta prescripción debe ser leída en l a i n tegralidad del texto
constitucional, esto es, atendiendo a la finalidad de la consulta de norma.
Entonces, si el objeto del control constitucional es garantizar la supremacía de
la Constitución, es claro que sus disposiciones no son susceptibles de ser
controladas, pues ésta constituye su propio canon o parámetro de
constitucionalidad.
4
CoRTE
CoNSTITUCIONAL Voto Salvado
22. En consecuencia, no cabe que den tro del control de constitucionalidad, el objeto
de análisis sea un precepto contenido en la propia Norma Fundamental desde su
promulgación, pues entre normas que ostentan el mismo rango - en este caso
constitucional-, no se podría solventar u n a diferencia baj o el criterio de la
supremacía jerárquica de u n precepto sobre otro\ aspecto que constituye un
fundamento esencial del control de constitucionalidad.
23. Muy distinta es l a tarea hermenéutica que poseen los Jueces e n la resolución de
casos concretos, en cuya circunstancia podrán privilegiar cierta disposición
constitucional por sobre otra, atendiendo a las particularidades específicas,
pues, por ejemplo, algún enunciado permitirá un mejor ejercicio de derechos en
la resolución de u n caso concreto. Pero este ejercicio es distinto en el control de
constitucionalidad, que confronta dos disposiciones de distinto rango para
determinar la adecuación de la i n ferior respecto de la superior.
24. Por estas razones, no puedo estar d e acuerdo con el argumento que consta en el
párrafo 1 0 de la ponencia del Juez Ramiro Ávila, que constituye la base de s u
análisis, pues sostiene q u e : "La Constitución ni la ley excluyen la posibilidad de
que esta norma jurídica [la consultada] pueda ser una norma de la misma
Constitución.". Aspecto que, por las consideraciones apuntadas, es incompatible
con l a naturaleza del control de constitucionalidad.
4 Sobre la dificultad de aplicar un criterio jerárquico respecto de normas del mismo rango,
especfflcamente disposiciones constitucionales, la doctrina advierte que: "Lo dicho ha de aceptarse salvo
que se comparta la tesis de que las normas de ciertos documentos, singularmente de las Constituciones,
tienen distinta jerarquía, de manera que, entre otras cosas, cabría hablar de normas constitucionales
inconstitucionales. Pero aquí dejaremos de lado esta tesis. ". PRIETO SAN CHIS, Luis. justicia Constitucional
y Derechos Fundamentales. Madrid, Editorial Trotta, 2014, pág. 177.
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Voto Salvado
Caso No. 1 1 - 1 8-CN
6
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Voto Salvado
CoNSTITUCIONAL Caso No. 1 1 -18-CN
Dl·:L ECL".-\DOH
Código Civil:
38.En el supuesto caso que sea necesario aplicar los métodos de i n terpretación
reconocidos en la propia Ley Suprema para comprender el sentido del inciso
segundo del artículo 67 de la Constitución, acudimos -como fue dicho- al artículo
427 de la Norma Fundamental que establece:
8
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Voto Salvado
CoNSTITUCIONAL
DEL ECL\DOI{
Caso No. 1 1 - 1 ?-CN
6 BOBBIO, Norberto. Teoría General del Derecho. Bogotá: Editorial Temis, cuarta edición, 2013, pág. 180.
10
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Voto Salvado
CoNSTITUCIO AL
Caso No. 1 1 - 1 8- C N
D E L ECL'.-\ DOH
51. En consecuencia, la i n terpretación sistemática exige estudiar el sentido y el
alcance de una norma en su contexto general, lo cual incluye l a obligación de
examinar todas las normas y su fi nalidad según la Constitución, a fin de
resguardar la coexistencia de las disposiciones j urídicas que la i n tegran.
58. Lo contrario, esto es, pretender modificar totalmente el sentido del texto de una
norma bajo el pretexto del método evolutivo, sin que medie n i ngún tipo de
justificación, podría derivar en u n fraude a l a Constitución, pues supondría una
reforma a su texto a través de u n mecanismo -interpretación· no previsto para
tal efecto, desconociendo las herramientas propias para la modificación de la
Constitución.
59. Respecto del mal uso del método evolutivo para interpretar preceptos
constitucionales, corresponde indicar que la doctrina especializada ha señalado
que:
7 PRIETO SANCHÍS. Luis. Apuntes de Teoría del Derecho. Madrid: Editorial Trotta, octava edición, 2014,
pág. 272.
8 Ley Orgánica de Garantías jurisdiccionales y Control Constitucional. Artículo 3 numeral 4.
9 GUASTINI, Riccardo. La Interpretación de las Normas jurídicas. Quito: Centro d e Estudios Carbonell,
Cevallos Editora jurídica, 2015, pág. 86.
12
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AL
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CoNSTITUClO
D E L ECL'.-\ DOH
Caso No. 1 1 - 1 8-CN
71 .Ahora bien, los tratados pueden tener diferentes denominaciones, así, por
ejemplo, "convención", "protocolo': "pacto': "convenio" entre otros. D e igual
forma, el término instrumento internacional resulta una referencia genérica
aplicable a diferentes formas de voluntad de los Estados, las cuales pueden o no
generar obligaciones j urídicamente vinculantes para los mismos.
10 "Artículo 64
1. Los Estados miembros de la Organización podrán consultar a la Corte acerca de la interpretación de esta
Convención o de otros tratados concernien tes a la protección de los derechos humanos en los Estados
americanos. Asimismo, podrán consultarla, en lo que les compete, los órganos enumerados en el capítulo X
de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires.
2. La Corte, a solicitud de un Estado miembro de la Organización, podrá darle opiniones acerca de la
compatibilidad entre cualquiera de sus leyes internas y los mencionados instrumentos internacionales. •
11 Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, 23 de mayo de 1969, Art. l .
12 BARBERIS, julio A. El Concepto de Tratado Internacional, http:
//www.corteidh.or.cr/tablas/ r1646l.pdf,p. 1 4
14
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DIJ . ECL'. \ D O H
Caso No. 1 1 - 18-CN
del acuerdo de voluntad de dos o varios Estados {el negotium) como por su
carácter escrito (el instrumentum), los tratados ofrecen un marco preciso a los
instrumentos internacionales . . . "13.
75. Por consiguiente, es indispensable hacer una clara distinción entre lo que el
Derecho Internacional Público considera como "instrumento", de aquello que
vendrían a ser opiniones consultivas. De allí que las OC, al ser un
pronunciamiento d e la Corte I D H dentro de procedimientos no contenciosos,
no pueden ser consideradas como "instrumentos" según los artículos 424 y
4 2 5 de la Constitución del Ecuador. Esto por cuanto las OC carecen del elemento
consensual (negotium), en razón de que no nacen de la voluntad de los Estados,
sino de la declaración unilateral (y, por a ñ adidura, no vinculante) de un
Tribunal internacional.
76. En tal virtud, l a O C tend ría que considerarse como " ... un medio auxiliar para la
determinación de las reglas del derech o . . . "16, o también como medios de
"... contexto, guía y apoyo, pero no como fuente principal. "17
n DECAUX, Emmanuel & de FRAUVILLE, Olivicr. Droit lnternational Public. Paris: Dalloz, 2008, p. 40
(traducción del juez ponente).
u lbid. p. 60.
1 s QUOC. D., N., DAILLIER, Patrick & PELLET, Alain. Droit lnternationa/ Public. Paris, LGDJ, 1992, p. 1 1 8
(traducción del juez ponente).
16 Estatuto de la Corte I n ternacional de justicia, articulo 38, numeral l, letra d.
11 BENAVIDES-CASALS, María Angl!lica. El efecto ergo omnes de las sentencias de la Corte Interamericano
de Derechos Humanos, lnternational Law, Revista Colombiana.
18 Corte IDH. La institución del asilo y su reconocimiento como derecho humano e n el Sistema
Interamericano de Protección, OC-25/18 (30-05-2018), párr. 15. Véase también: Restricciones a la Pena
de Muerte, OC-3/83 (8-9-1983). Serie A, No. 3, párr. 22; OC-24/ 17, párr. 54; Corte IDH. Titularidad de
derechos de las personas jurídicas en el Sistema I nteramericano de Derechos Humanos, OC-22/16 (26-
02-2016), párr. 26.
19 Corte IDH. Titularidad de derechos de las personas jurídicas en el Sistema Interamericano de
Protección, OC25/18 (30-05-2018), párr. 30.
16
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CoNSTITUCIONAL Caso No. 1 1 -1 8-CN
DEL ECL'. \ D O H
8 1 . E n tercer lugar y en di recta relación con lo anterior, l a emisión de OC ha sido
abordada como una vía que facilita la plena protección y efectividad de los
derechos humanos dentro del ámbito doméstico de los Estados. 2o
20 Véase OC 2 1 / 1 4 párr. 3 1 ; O C 24/17, párr. 27M; OC·l/82, Párr. 21 y punto decisivo primero; Corte ID H.
La institución del asilo y su reconocimiento como derecho humano e n e l Sistema Interamericano de
Protección, OC-25/18 (30-05-2018), párr. 30.
21
Corte IDH. Control de legalidad del ejercicio de las atribuciones de la C I D H , O C- 1 9 /05 (28- 1 1 -2005),
párr. 18; Condición jurídica y Derechos de los M i grantes Indocumentados, párr. 64; Condición ju rídica y
DDHH del Niño, párr. 34 y el Derecho a la Información sobre la Asistencia Consular en el Marco de las
Garantías del Debido Proceso Legal, párr. 64.
22 Corte I D H . Control de legalidad del ejercicio de las atribuciones de la C ! D H , OC-19/05 (28-1 1-2005),
párr. 18; Condición jurídica y Derechos de los M igrantcs I ndocumentados, párr. 64; Condición Jurídica y
DDHH del Niño, párr. 34 y el Derecho a la Información sobre la Asistencia Consular ene 1 Marco de las
Garantías del Debido Proceso Legal, párr. 64.
2J Véase OC- 1 /82, párr. 25; OC-2 1 / 14, párr. 29; OC-22/16, párr. 2 1 .
24 Corte IDH. "Otros tratados" objeto d e l a función consultiva d e l a Corte (Art. 6 4 d e l a CADH). OC-1/82
(24-09-1982). Serie A No 1 , párr. 25; Corte I D H . Identidad de género, e igualdad y no discrimi nación a
parejas del mismo sexo obligaciones estatales en relación con el cambio de nombre, la identidad de
género, y los derechos derivados de un vínculo entre parejas del mismo sexo, OC 2 4 / 1 7 (24- 1 1 - 2 0 1 7),
párr. 22.
BB.Como ya se indicó anteriormente, las OC tienen por objeto establecer una guía
para que Jos Estados adopten medidas de cumplimiento de sus obligaciones que
sean respetuosas con los derechos humanos. En este sentido, como explica
Néstor Pedro Sagüés:
18
CoRTE
CoNsTITUCIONAL Voto Salvado
DEL ECL\DOH
Caso No. 1 1 -18-CN
9 1 . Por otro lado, Faúndez Ledesma considera que las OC de la Corte ! O H sí deberían
tener un pleno carácter vinculante, sin embargo de Jo cual no puede dejar de
"
reconocer q u e ... los dictámenes que pueda evacuar la Corte en respuesta a las
consultas que se formulen, si bien son vinculantes para todos los Estados partes de
la Convención, no se pueden ejecutar internamente del mismo modo previsto en la
Convención respecto a las sentencias. "30
Consideraciones finales
20 HITTERS, ¡ uan Carlos ¿Son vinculantes los pronunciamientos de la Comisión y de la Corte Interamericano
de Derechos Humanos? (control de convencionalidad y constitucionalidad), Revista Iberoamericana de
Derecho Procesal Constitucional, No 10, 2008, pág. 150.
29 VENTURA ROBLES, Manuel. La Naturaleza de la Función Consultiva de la Corte Interamericano, pág.
150.
Jo PA Ú NDEZ LEDESMA, Héctor. El Sistema Interamericano de Protección de Derech os Humanos. Aspectos
institucionales y procesales. I nstituto Interamericano de Derechos Huma nos, San José, 2004, pág. 993.
Voto Salvado
Caso No. 1 1 - 18-CN
íÁ
Dr. Hernán algad
PRESIDENTE
��
Pesantes
1
RAZÓN: Siento por tal que el voto salvado que antecede, fue emitido el 1 2 de junio de
2019 por el Juez Hernán Salgado Pesantes, y cuenta con la adhesión de los Jueces
Constitucionales Carmen Corral Ponce, Enrique Herrería Bonnet y Teresa Nuques
Martínez.
20
CORTE
CONSTITUCIONAL Sentencia N" 1 1 - 18-CN/ 19
DEL ECUADOR Voto concurrente del juez AH Lazada Prado
Quito, D . M . , 26 de junio de 20 1 9 .
Sentencia N° 1 1 - 18-CN/19
3. Si bien esto es así para todos los Estados Partes, lo que de esto resulte
para los órganos de esos Estados no es algo uniforme, sino que va a depender,
como lo determina el citado articulo 2 , de la estructura institucional establecida
por la Constitución de cada Estado: su sistema de autoridades, competencias y
procedimientos.
{. . j una obligación propia de todo poder, órgano o autoridad del Estado Parte en la
Convención, los cuales deben, en el marco de sus respectivas competencias y de las
.
Página 1 de 5
2 Caso "La Última Tentación de Criston (Olmedo Bustos y otros) vs. Chile, Sentencia de 5 de febrero
de 2001, párrs. 72 y 1 03.4. Caso Caesar us. Trinidad y Tobago, Sentencia de 1 1 de marzo de
2005, párr.. 133.
Página 2 de 5
CORTE Sentencia No 1 1-18- CC/19
CONSTITUCIONAL Voto concurrente del juez Alí Lozada Prado
DEL ECUADOR
[Constitución/ Arl. 1 1 .- [. . .}
3. Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos
internacionales de derechos humanos serán de directa e inmediata aplicación por y ante
cualquier servidora o servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de
parte.
{Constitución/ Art. 426.- Todas las personas, autoridades e instituciones están sujetas
a la Constitución.
Las }uezas y Jueces, autoridades administrativas y servidoras y servidores públicos,
aplicarán directamente las normas constitucionales y las previstas en los instrumentos
internacionales de derechos humanos siempre que sean más favorables a las
establecidas en la Constitución, aunque las partes no las invoquen expresamente.
Los derechos consagrados en la Constitución y los instrumentos internacionales de
derechos humanos serán de inmediato cumplimiento y aplicación. No podrá alegarse.falta
de le.!J o desconocimiento de las normas para justificar la vulneración de los derechos .ll
garantías establecidos en la Constitución, para desechar la acción interpuesta en su
defensa, ni para negar el reconocimiento de tales derechos.
{Constitución/ Arl. 428.- Cuando una jueza o juez, de oficio o a petición de parte,
considere que una norma _jurídica es contraria a la Constitución o a los instrumentos
internacionales de derechos humanos que establezcan derechos más favorables que los
reconocidos en la Constitución, suspenderá la tramitación de la causa y remitirá en
consulta el expediente a la Corte Constitucional, que en un plazo no mayor a cuarenta y
cinco días, resolverá sobre la constitucionalidad de la norma.
Si transcurrido el plazo previsto la Corte no se pronuncia, el perjudicado podrá
interponer la acción correspondiente.
Página 3 de S
Estado constitucional: cuando una autoridad pública debe tomar una decisión,
en ocasiones se ve en medio de dos fuertes exigencias contrapuestas entre sí:
por un lado, (i) la de atender a razones sustantivas: principios, fmes y valores
relativos, sobre todo, a derechos fundamentales; y por otro, (ii) la de atender a
razones institucionales: principios, fmes y valores como la democracia, la
seguridad jurídica o el imperio de la ley. Estas últimas razones, entonces,
responden a que en el Derecho hay que, primafacie, respetar los dictados de la
autoridad, lo que no significa, obviamente, ignorar la pretensión de justicia,
también esencial en la práctica jurídica.
1 3 . El peso de las razones de uno y otro tipo van a variar dependiendo del
caso. Cuando las razones sustantivas son muy superiores a las institucionales,
como, por ejemplo, cuando existen reglas constitucionales perentorias en que
dichas razones se concretan, cabe perfectamente la aplicación directa de dichas
reglas incluso por parte de las autoridades administrativas. Si, por ejemplo, a
una autoridad penitenciaria le es entregada una persona "sin una orden escrita
emitida por jueza o juez competente" y no se trata de un delito flagrante, dicha
autoridad tiene la obligación de aplicar de manera directa el artículo 77.2 de la
Constitución y de negarse a admitir a esa persona en el respectivo centro de
privación de libertad, aunque existiera un reglamento que le obligase a lo
contrario. Esto es así porque hay una regla constitucional que perentoriamente
establece lo que la autoridad tiene que hacer en aquel supuesto de hecho.
Página 4 de 5
CORTE
Sentencia N" 1 1-18- CC/19
CONSTITUCIONAL
Voto concurrente del juez Alí Lozada Prado
DEL ECUADOR
18. Finalmente, para arribar a la decisión del voto de mayoría, es preciso que
la Corte concluya -como este voto concurrente lo hace- que dichas
disposiciones legales son, en el caso concreto, inaplicables, por cuanto el
derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio forma parte del
bloque de constitucionalidad ecuatoriano en virtud de la OC-24; cuya
observancia le está impuesta a la Corte Constitucional, no solo porque la misma
Corte IDH ha establecido la obligación de tener en cuenta, como parte del
control de convencionalidad, su propia "jurisprudencia"\ y sus propios
"precedentes o lineamientos"4, sino también por estas tres razones: (i) porque la
Corte IDH es la intérprete última de la CADH, de acuerdo con el articulo 62.2
de esta; (ü) porque dicha Corte tiene la exigencia racional de universalizar hacia
el futuro sus ratios decidendi, es decir, las consideraciones en que fundamenta
sus actos jurisdiccionales, de manera que podría apartarse de ellas en lo
venidero solamente si aporta razones suficientes para hacerlo; y (iü) porque la
Corte IDH es el órgano jurisdiccional competente para establecer la
responsabilidad de un Estado Parte por la violación de la CADH, de acuerdo con
el articulo 63 . 1 de esta. , ..-·
zada Prado
JUEZ ONSTITUCIONAL
J Caso Almonacid Arellano y otros us. Chile, Sentencia de 26 de septiembre de 2006, párr. 124.
4 Caso Gelman us. Uruguay, ibíd, párr. 69.
Página 5 de S
RAZÓN: Siento por tal. que el día de hoy 26 de j unio de 20 1 9. se remitió a Secretaría
General el voto concurrente suscrito por el _jua constitucional A l í Lozada Prado.
dentro de la causa N.0 1 1 - 1 8-CN: sin embargo. se deja constancia que la sentencia
emitida por el Pleno del Organismo. dentro del caso en mención. fue notificada a las
partes procesales el 1 3 de junio de 20 1 9. conforme consta en los documentos que
obran del proceso.- Lo certifico.- Quito. 26 de j u n i o de 2 0 1 9.-
Constitucionalismo en Ecuador
Quito - Ecuador
Grijalva Jiménez, Agustín
Constitucionalismo en Ecuador / Agustín Grijalva Jiménez. 1ª ed.- Quito: Corte
Constitucional para el Período de Transición, 2011. (Pensamiento jurídico contemporá-
neo, 5)
290 p.; 15x21 cm + CD-ROM
ISBN: 978-9942-07-050-0
Derechos de Autor: 036558
1. Derecho constitucional - Ecuador. 2. Historia del derecho. 3. Justicia constitucional. 4.
Garantías constitucionales y derechos constitucionales. I. Título. II. Serie.
CDD: 342.866 CDU: 342(866) LC: KHK2919.G7 2011 Cutter-Sanborn: G857
Catalogación en la Fuente: Biblioteca Corte Constitucional
Corte Constitucional
para el Período de Transición
Corte Constitucional
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y Pasaje Nicolás Jiménez. 2º piso.
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Todos los derechos reservados. Esta obra no expresa ni compromete el criterio de los jueces de la Corte
Constitucional. Se autoriza su reproducción siempre que se cite la fuente.
A mi hijo
David Francisco, luz de cada día.
5
Índice
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Patricio Pazmiño Freire
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
CAPÍTULO 1
PANORAMA GENERAL
CAPÍTULO 3
JUSTICIA CONSTITUCIONAL
1. Independencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
1.1. ¿Qué es independencia? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
1.2. Importancia política de la independencia
de la Corte Constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201
1.3. Independencia judicial y democracia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
2. Acceso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
2.1. Acceso formal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
2.2. Acceso material y social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
3. Eficiencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
4. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
13
une, que no es otra cosa que ese nuevo país que buscamos y anhelamos
todos.
Constitucionalismo en Ecuador, el libro de Agustín Grijalva, que la
Corte Constitucional, por intermedio de su Centro de Estudios, presenta
hoy al público, no habla precisamente de esa ilusión y de esa esperanza
por un Ecuador distinto, aquel dibujado por la Constitución de 2008,
donde el Estado tenga como finalidad de su accionar y límite último la
eficacia de los derechos. Es un libro importante, no solo porque condensa
el pensamiento y las esperanzas de un jurista ecuatoriano progresista, que
vive y piensa en el Ecuador, sobre este proceso de cambio cultural y jurí-
dico, sino porque también refleja sus limitaciones y contradicciones; y en
medio de eso, nos da pistas, nos alerta, sobre el camino a seguir, y sobre
aquellos “malos pasos” que deberíamos evitar, de ser posible.
Agustín Grijalva presenta una visión panorámica, pero no por ello
superficial, del constitucionalismo ecuatoriano y sus retos, desarrollada en
tres capítulos. En el primero, el autor ofrece al lector una visión general
del modelo constitucional vigente con especial interés y atención en la lla-
mada Constitución económica y en el fundamento constitucional de la
nueva economía.
En el segundo capítulo, titulado “Derechos”, Grijalva estudia la rela-
ción derechos humanos y democracia y los retos del régimen constitucio-
nal en algunos temas importantes, todavía no resueltos, o a su modo de
ver no bien resueltos por los constituyentes de Montecristi: la relación del
Estado y el modelo económico con la biodiversidad, los vacíos de la regu-
lación constitucional y legal de la familia, sorda a juicio del autor, a los
cambios e incidencia de la globalización y migración; y al rol de la mujer
en la vida política ecuatoriana, en su opinión, todavía subordinado a
pesar de la transversalización constitucional y legal del principio de igual-
dad y no discriminación.
El capítulo final, a mi juicio el más importante, es un estudio teórico,
pero también un examen crítico de uno de los elementos básicos del
nuevo modelo constitucional ecuatoriano: la justicia constitucional y sus
principales retos, la correcta comprensión y alcance de la interpretación
constitucional; y la evolución y nuevos desafíos de las garantías constitu-
cionales. Temas que son condición sine qua non para la efectividad de la
Constitución y que nos interpelan a todos, especialmente a aquellos que
14
como yo, tenemos la grave responsabilidad de estructurar y conducir la
justicia constitucional ecuatoriana en estos tiempos turbulentos de la
transición.
Personalmente coincido en mucho de lo que esboza Grijalva en este
libro y comparto algunas de sus preocupaciones; en otros casos veo en sus
planteamientos algo de idealismo y de cierta falta de comprensión del
proceso histórico, político e institucional que vivimos. El constituciona-
lismo pospositivista que defiende la Constitución, y que muchos de noso-
tros asumimos con entusiasmo, nos enseña que el derecho, y el derecho
constitucional en particular, si es que quiere ser normativo y transforma-
dor, no puede alejarse de las condiciones y los contextos en que se desa-
rrolla. No es lo mismo el constitucionalismo en Alemania, en Francia, en
EE.UU., o más cerca, en Colombia que en nuestro país y en nuestras con-
diciones, y eso a veces olvida Grijalva en sus páginas.
Aún así, reconozco en el libro de Agustín un intento serio y pondera-
do de poner al debate algunos elementos de ciertas teorías trasnacionales
del derecho que circulan hoy día por la región, con algunos asuntos capi-
tales para todos los ecuatorianos; y esta es la razón que explica que su obra
ha sido publicada por el Centro de Estudios y Difusión del Derecho
Constitucional bajo nuestra iniciativa.
Ahora corresponde al lector crítico realizar sus propias relaciones de
esta publicación, justo homenaje al esfuerzo y constancia académica del
autor. Invito a estudiar y debatir Constitucionalismo en Ecuador para
seguir construyendo colectivamente una cultura y práctica jurídica más
democrática, más constitucional.
15
Introducción
17
Introducción
18
Introducción
19
Capítulo 1
Panorama general
Panorama básico de la nueva
Constitución. Principales
innovaciones en la Constitución
de Ecuador de 2008
23
Agustín Grijalva Jiménez
24
Panorama básico de la nueva Constitución
2. Derechos y garantías
25
Agustín Grijalva Jiménez
1 Trujillo, Julio César y Ramiro Ávila Santamaría. “Los derechos en el proyecto de Constitución”.
Análisis. Nueva Constitución. Quito, Ildis, 2008, pp. 68-85.
26
Panorama básico de la nueva Constitución
27
Agustín Grijalva Jiménez
les es un objetivo definitorio del Estado social, aunque ello se realice solo
progresivamente, atendiendo así a la realidad presupuestaria. En aquellos
casos en que las actuaciones o políticas estatales atenten contra estos dere-
chos, es necesario que los ciudadanos cuenten con la posibilidad de recla-
marlos ante los jueces.
3. Plurinacionalidad2
2 Parte de esta sección se basa en Grijalva, Agustín. “El Estado plurinacional e intercultural en la
Constitución ecuatoriana de 2008” publicado en el capítulo 2 de este libro.
3 La Constitución de 1998 ya lo mencionaba pero no expresamente en el catálogo de derechos
colectivos.
28
Panorama básico de la nueva Constitución
29
Agustín Grijalva Jiménez
múltiples dimensiones.”
La Constitución ecuatoriana de 2008 introduce ciertos cambios en
materia de justicia indígena respecto a la Constitución de 1998. Los cam-
bios más importantes tienen que ver con la participación de las mujeres
en los sistemas jurisdiccionales indígenas, así como la vinculación de
jurisdicción y territorio (ambos en el art. 171). Como se dijo, también es
importante la disminución de las limitaciones a la jurisdicción indígena,
pues la Constitución de 1998 incluía entre estas a la Constitución, los
derechos humanos, la ley y el orden público, mientras que la
Constitución de 2008 hace referencia solo a la Constitución y los dere-
chos humanos. El artículo 189 aclara que los jueces de paz no podrán pre-
valecer sobre la justicia indígena.
Pese a estos y otros avances en estos derechos colectivos, el derecho
colectivo al autogobierno no fue reconocido en los términos explícitos
propuestos por el proyecto de Constitución de la Conaie.5 Por otro lado,
las normas constitucionales de integración de circunscripciones territoria-
les indígenas (art. 257) plantean diversas interrogantes. Tampoco el plan-
teamiento de reconocer al quichua y el shuar como idiomas oficiales en
términos de igualdad con el castellano fueron aceptados por la
Constituyente.
En cuanto a la transformación institucional, el proyecto de
Constitución de la Conaie planteaba la integración de un Legislativo o
Asamblea Plurinacional, en la cual los pueblos y nacionalidades indígenas
tuvieran sus propios representantes, siguiendo así los modelos de las
Constituciones de Bolivia, Colombia y Venezuela. La Constitución de
2008 no adoptó este criterio manteniendo a este respecto las nociones de
representación política de la Constitución de 1998.
Otro debate cuyo resultado fue percibido por varias organizaciones
indígenas como fallido hace relación a los efectos del derecho de consulta
previa de los pueblos indígenas acerca de la explotación de recursos natu-
rales en sus territorios. En todo caso, un análisis constitucional completo
al respecto deberá incluir también la normativa internacional pertinente.
5 Este proyecto establecía en el artículo 34, numeral 2: “Derecho al autogobierno en sus territorios
y tierras comunitarias e individuales y de posesión ancestral de conformidad a su derecho consue-
tudinario, así como a disponer de los medios para financiar sus funciones autónomas”.
30
Panorama básico de la nueva Constitución
31
Agustín Grijalva Jiménez
5. Organización territorial
32
Panorama básico de la nueva Constitución
33
Agustín Grijalva Jiménez
las normas dictadas por gobiernos regionales tienen mayor jerarquía que
los decretos y reglamentos dictados por el Presidente de la República. En
todo caso, la nueva carta atribuye a la Corte Constitucional competencia
para conocer conflictos de competencias de este orden.
34
El fundamento constitucional
de la nueva economía*
1. La economía social
* Este artículo se elaboró con la colaboración del doctor Julio César Trujillo.
35
Agustín Grijalva Jiménez
1 Garrorena, Ángel. El Estado español como Estado social y democrático de derecho. Madrid, Editorial
Técnos, 1991.
36
El fundamento constitucional de la nueva economía
2. La economía solidaria
37
Agustín Grijalva Jiménez
38
El fundamento constitucional de la nueva economía
39
Agustín Grijalva Jiménez
40
El fundamento constitucional de la nueva economía
41
Agustín Grijalva Jiménez
42
El fundamento constitucional de la nueva economía
43
Agustín Grijalva Jiménez
derechos humanos. Así, se establece que “El buen vivir requerirá que las
personas, comunidades, pueblos y nacionalidades gocen efectivamente de
sus derechos, y ejerzan responsabilidades en el marco de la interculturali-
dad, del respeto a sus diversidades, y de la convivencia armónica con la
naturaleza” (art. 275, párr. 3). Aquí se deja entender que el buen vivir es
un valor, un fin u horizonte que comprende el respeto a la diversidad, el
ejercicio de los derechos y responsabilidades constitucionales y otros,
como el derecho a la paz consigo mismo y con todo el entorno físico y
humano en el que se desenvuelve la vida humana.
Tanto el régimen de desarrollo como el sistema económico tienen
como objetivo y condición el buen vivir. En otras palabras, la economía
social y solidaria plantea una nueva relación estructural entre economía y
derechos, entre los seres humanos entre sí y de estos con el universo. En
esta nueva relación, los derechos son elementos constitutivos del buen
vivir, y la economía es un medio para efectivizar los derechos, de modo
que estos han de respetados en todas las fases de ella. Hinkelammert y
Mora lo han expresado en estos términos:
5 Hinkelammert, Franz y Henry Mora Jiménez. “Por una economía orientada hacia la reproduc-
ción de la vida”. Iconos, 33 (Quito), enero 2009.
6 Ferrajoli, Luigi. “La Democracia Constitucional”. Desde otra mirada. Comp. Christian Courtis.
Buenos Aires, Eudeba, 2001.
44
El fundamento constitucional de la nueva economía
45
Agustín Grijalva Jiménez
46
El fundamento constitucional de la nueva economía
47
Agustín Grijalva Jiménez
48
Capítulo 2
Derechos
Derechos humanos y democracia:
complementariedades y tensiones1
Introducción
51
Agustín Grijalva Jiménez
5 Ferrajoli, Luigi. “La Democracia Constitucional”. Desde otra mirada. Comp. Christian Courtis.
Buenos Aires, Eudeba, 2001.
6 Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías: la ley del más débil. Madrid, Editorial Trotta, 2001.
52
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
1. Las tensiones
Tanto del lado de la teoría democrática como del constitucionalismo se
ha destacado que entre democracia y derechos humanos hay tensiones e
incluso oposiciones.7 Desde el constitucionalismo Luigi Ferrajoli, por
ejemplo, ha llegado a plantear que estos derechos delimitan el campo de
lo que no debe discutirse,8 un campo por tanto sustraído a la deliberación
y voluntad expresadas por mayorías políticas coyunturales. Para Ferrajoli,
la democracia misma requeriría que los derechos humanos funcionen
como sus límites a efectos de evitar que aquella degenere en lo que llama
una democracia plebiscitaria, una tiranía de la mayoría que terminaría
por erosionar los derechos que sirven de base a la propia democracia.
A la democracia plebiscitaria Ferrajoli ha opuesto lo que ha denomi-
nado democracia constitucional, un sistema jurídico-político en que la
7 Véase por ejemplo Gargarella, Roberto. “Las amenazas del constitucionalismo: constitucionalis-
mo, derechos y democracia”. Los derechos fundamentales. Marcelo Alegre et al. Buenos Aires,
Editores del Puerto, 2003. También Gargarella, Roberto. “Constitución y Democracia”. Derecho
constitucional. Susana Albanese et al. Buenos Aires, Editorial Universidad, 2004.
8 Ferrajoli, Luigi. “La Democracia Constitucional”. Desde otra mirada. Comp. Christian Courtis.
pp. 260-261.
53
Agustín Grijalva Jiménez
9 Gargarella, Roberto. Constitucionalismo vs. Democracia. Buenos Aires, 2005 (texto no publicado,
enviado por el autor).
10 Gargarella, Roberto. Las amenazas del constitucionalismo: constitucionalismo, derechos y democracia.
54
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
11 Cunill Grau, Nuria. Repensando lo público a través de la sociedad. Caracas, Editorial Nueva
Sociedad, 1997. Sobre las reformas constitucionales en los noventa en América Latina, Cunill
destaca que: “las reformas recurrentes se orientan a la introducción de las figuras de la iniciativa
popular en la formación de las leyes y del referéndum en el nivel nacional, concebidos como dere-
chos políticos de participación ciudadana. La Constitución de Argentina, reformada en agosto de
1994, incluye ambas figuras como derechos, y así también ocurre en las nuevas constituciones de
Perú (Septiembre de 1993), y de Colombia (Octubre de 1991). Previamente habían sido incor-
poradas en la Constitución de Brasil, promulgada en Octubre de 1988” (p. 83).
12 Un ejemplo muy claro de lo primero es el caso del gobierno de Fujimori, mientras que la segunda
situación es ejemplificada bien por el gobierno de Pinochet. Ambos, en mayor o menor medida,
apelaron a la participación de la sociedad civil como una justificación de procesos de privatización
y desmantelamiento del Estado.
55
Agustín Grijalva Jiménez
2. Las complementariedades
56
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
13 Schumpeter, Joseph Alois. Capitalism, socialism, and democracy. 2ª ed. New York, London,
Harper & brothers, 1947.
14 Fung, Archon. Deliberation before the revolution: toward an ethics of deliberative democracy in an
unjust world.
57
Agustín Grijalva Jiménez
15 Gargarella, Roberto. Constitucionalismo vs. democracia. Buenos Aires, 2008 (texto no publicado,
enviado por el autor).
16 Held, David. Modelos de democracias. Madrid, Alianza Editorial, 1996. Especialmente el capítulo
9.
17 Véase, por ejemplo, Hopenhayn, Martin. Desigualdades sociales y derechos humanos: hacia un pacto
de protección social. Santiago de Chile, documento de la Cepal, 2006.
58
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
59
Agustín Grijalva Jiménez
60
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
22 Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007.
23 Bustelo, Eduardo S. “La política social sin política”. Ponencia presentada en el Seminario
Internacional de Políticas Sociales e Institucionalidad Pública, organizado por la Universidad
Andina Simón Bolívar. Quito, 28-30 abril 2008.
24 Ibíd.
61
Agustín Grijalva Jiménez
62
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
Artículo 32
63
Agustín Grijalva Jiménez
por parte de los afectados, pero que sus derechos, los de otros ciudada-
nos, o las condiciones de existencia de ecosistemas únicos, se hallen efec-
tivamente en riesgo y, por tanto, otros ciudadanos pidan la revisión de
la decisión.
Esta situación muestra como participación y judicialización pueden
combinarse en la defensa de derechos. En este caso, la decisión final debe-
ría ser tomada por la Corte Constitucional luego de un detenido examen
jurídico y técnico que determine si existen o no daños o riesgos para los
derechos humanos y la naturaleza. En este proceso decisorio, la Corte no
debe encerrarse en un análisis formalista y abstracto, sino que debe en rea-
lidad abrir un nuevo foro de deliberación que conduzca a la decisión más
razonable en torno a la protección de derechos.
En efecto, es necesario avanzar también en una profunda reconceptua-
lización de lo que son los derechos, los jueces, los tribunales y los proce-
dimientos judiciales. Hoy en día, estos procesos también pueden ser vis-
tos bajo el lente de la participación deliberativa, procesos en los cuales los
afectados presentan ante los jueces sus pruebas y argumentos, no solo para
defender sus derechos individuales sino valores y principios sociales cris-
talizados institucionalmente en la forma de derechos.
¿Significa esto último que en casos como estos nos veremos avocados
a un gobierno de los jueces? Como hemos dicho, los jueces en esta pers-
pectiva son quienes inician nuevos procesos deliberativos, tanto en el
espacio formal del proceso judicial como en el informal de la opinión
pública. Pero además las limitaciones a esta posibilidad están diseñadas en
el propio sistema constitucional y democrático. Así, por ejemplo, existe la
posibilidad de un amplio consenso político a nivel parlamentario que
derive en una reforma a la Constitución y, por tanto, una virtual revoca-
toria de una decisión de la Corte Constitucional. Una medida que, por
cierto, cualquier tribunal de este tipo debe evitar decididamente a efectos
de librarse de una fuerte deslegitimación.
Este último aspecto plantea un asunto final, que quisiéramos al
menos mencionar como hipótesis al terminar en este ensayo: la necesidad
de que la participación se entienda articulada, aunque no subordinada a
la institucionalidad del Estado. Es el Estado el que puede y debe crear
condiciones y ambientes para el desarrollo autónomo de la participación,
el que mediante normas e instituciones propicia o inhiba la influencia de
64
Derechos humanos y democracia: complementariedades y tensiones
65
Régimen constitucional
de la biodiversidad, patrimonio
natural y ecosistemas frágiles;
y recursos naturales
Introducción
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4 En este sentido el artículo 147, numeral 17, de la Constitución que establece que el Presidente
de la República debe “velar por el mantenimiento de la soberanía” no debe entenderse como que
excluye de esta responsabilidad a otros órganos públicos.
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Agustín Grijalva Jiménez
5 He desarrollado un análisis algo más detenido del modelo constitucional económico en Ecuador
en el artículo escrito con Julio César Trujillo: “El fundamento constitucional de la nueva econo-
mía”, publicado en el capítulo 1 de este libro.
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Régimen constitucional de la biodiversidad
6 Para una introducción a la ponderación de derechos constitucionales, véase Vila Casado, Iván.
Nuevo derecho constitucional. Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, 2002. Una visión más
compleja especialmente de la ponderación y la ley se encuentra en Prieto Sanchís, Luis. Justicia
constitucional y derechos fundamentales. Madrid, Editorial Trotta, 2003.
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Agustín Grijalva Jiménez
7 Su utilidad puede extenderse incluso ulteriormente, una vez producido el daño, como parámetro
para liquidación de sus costos y de viabilizar las reparaciones a que hubiere lugar.
8 Albán, Maria Amparo. “El tema ambiental en el nuevo Derecho Constitucional Ecuatoriano”. La
Constitución Ciudadana. Comp. Diego Pérez Ordoñez. Quito, Santillana, 2009.
76
Régimen constitucional de la biodiversidad
77
Agustín Grijalva Jiménez
de comunidades que viven en zonas para las cuales se han planteado altos
estándares de protección o en que estén en juego extracción de recursos
no renovables.9 De existir oposición mayoritaria de la comunidad puede
decidir, según el artículo 398 de la Constitución, la instancia administra-
tiva superior.
Hay, sin embargo, al menos dos problemas constitucionales respecto
a los efectos de la consulta. Primero, según el artículo 32 numeral 2 de la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos
Indígenas, suscrita por el Ecuador, la consulta debería orientarse a “obte-
ner su consentimiento libre e informado antes de suscribir cualquier pro-
yecto que afecte a sus tierras o territorios y otros recursos, particularmente
en relación con el desarrollo, la utilización, o la explotación de recursos
minerales, hídricos o de otro tipo”. De hecho, en el caso específico de los
pueblos indígenas, el artículo constitucional 57, numeral 7, solo establece
que “si no se obtuviere el consentimiento de la comunidad consultada, se
procederá conforme a la Constitución y la ley”.
Un segundo problema constitucional consiste en que la decisión de la
instancia administrativa superior a la que se refiere el artículo 398 de la
Carta fundamental no puede ser superior ni contraria a la Constitución y
a los derechos constitucionales y del Derecho internacional, por lo que
quedan abiertas a los ciudadanos las garantías y acciones constitucionales
que les permitan cuestionar la constitucionalidad de tal decisión.
En el caso de explotación de recursos no renovables en áreas protegi-
das y zonas intangibles no puede decidir cualquier autoridad administra-
tiva, puesto que la propia Constitución faculta exclusivamente al
Presidente de la República para iniciar un proceso de excepción bajo peti-
ción a la Asamblea Nacional. En todo caso, solo una vez realizada la con-
sulta a las comunidades potencialmente afectadas puede el Presidente
proseguir con la petición referida en el artículo 407, ya que la facultad de
realizar esta petición no elimina el derecho constitucional a la consulta de
aquellas comunidades.
Hay que destacar que la solicitud del Presidente de la República a la
Asamblea referida en el artículo 407 es una “petición fundamentada”. No
nos referimos entonces a una competencia por la que el Presidente por sí
9 La única excepción, por razones lógicas, sería la de los pueblos en aislamiento voluntario (art. 57,
numeral 21).
78
Régimen constitucional de la biodiversidad
10 Esta es, por ejemplo, la distinción que hace Ferrajoli entre un Estado regido por leyes dictadas
siguiendo el procedimiento constitucional (principio de legalidad formal) y un Estado constitu-
cional en que a más de seguir estos procedimientos, se dictan leyes compatibles materialmente
con la Constitución y los derechos, o se invalida a las que no lo son (principio estricto de legali-
dad). Para una aproximación, véase Ferrajoli, Luigi. Derecho y razón. Teoría del garantismo penal.
Madrid, Editorial Trotta, 2001, especialmente el capítulo final.
79
Agustín Grijalva Jiménez
Estados de excepción, pero para ello no solo requiere seguir los procedi-
mientos constitucionales (validez formal), sino hacerlo en conformidad
con los derechos establecidos en la carta (validez material).
En términos de garantías esto significa que incluso producida la decla-
ratoria de interés nacional por parte de la Asamblea, este acto o los actos
administrativos del Presidente están sujetos, como todo acto de autoridad
pública, a control constitucional y, por tanto, serían susceptibles de la
acción de protección o la acción de inconstitucionalidad, según sea el caso
y especialmente en cuanto se produzcan violaciones a derechos constitu-
cionales.
Esta situación se ve verificada y fortalecida cuando se considera la
vigencia de tratados internacionales de derechos humanos y ambientales
ratificados por el Estado ecuatoriano, los cuales por remisión de la Carta
fundamental tienen rango constitucional. La protección ambiental o cul-
tural reconocida por el Estado ecuatoriano mediante estos tratados no
pueden quedar sin efectos sino mediante la denuncia formal del tratado,
lo cual reviste particulares dificultades en materia de derechos humanos.
Mientras el tratado esté vigente ni el Presidente ni la Asamblea puede des-
conocerlo mediante una declaratoria. Adicionalmente conforme al prin-
cipio pacta sunt servanda establecido en la Convención de Viena sobre los
tratados, el Ecuador está obligado a cumplir los tratados que suscribe y no
puede invocar disposiciones de su derecho interno para justificar su
incumplimiento.
Una situación de este tipo podría presentarse al querer justificar la
explotación de recursos no renovables en áreas intangibles. La excepción
establecida en el artículo 407 es una disposición del derecho interno ecua-
toriano, si bien de jerarquía constitucional, pero no puede servir de justi-
ficación para incumplir obligaciones internacionales contraídas por el
Estado ecuatoriano, tales como el Convenio sobre la Biodiversidad
Biológica, la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los
Pueblos Indígenas y otros instrumentos internacionales similares.
En todo caso, no es admisible el contraargumento de que la
Constitución debe prevalecer sobre los tratados internacionales de dere-
cho humanos, como lo sugeriría una lectura fragmentada de la primera
parte del artículo 424 que establece la supremacía de la Constitución. El
contraargumento no es admisible porque es la propia Constitución la
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Régimen constitucional de la biodiversidad
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Agustín Grijalva Jiménez
12 Trujillo, Julio César y Agustín Grijalva. “El fundamento constitucional de la nueva economía”,
publicado en el capítulo 1 de este libro.
13 Para una aproximación a este debate véase Crespo, Ricardo. “La naturaleza como sujeto de dere-
chos: ¿símbolo o realidad jurídica?”. CEDA. Temas de Análisis (septiembre 2009). Internet.
www.ceda.org.ec.
14 Véase al respecto el texto clásico de Cullinan, Cormac. Wild law: a manifesto for earth justice.
United Kingdom, The Gaia Foundation, 2003.
15 Decimos afectación directa e inmediata porque en el paradigma biocéntrico, el daño ambiental
siempre supone una afectación a los seres humanos, aunque fuere indirecta o mediata, dada la
concepción de la especie humana, en el marco de este paradigma, como integrada al ecosistema
tierra. En consecuencia, en último análisis los derechos de la naturaleza son también derechos
humanos en cuanto apuntan a las condiciones naturales necesarias para la sobrevivencia de la
especie humana.
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Régimen constitucional de la biodiversidad
ambiente sano, sino que la sola disrupción dañosa de los procesos natu-
rales de los propios ecosistemas, aun sin afectar supuestamente a los seres
humanos, constituye una violación a la Constitución. Contrario a lo que
se afirma, esta noción objetiva o institucional del daño ambiental no es
en realidad tan extraña al Derecho como lo atestigua la existencia de deli-
tos ambientales en que se sancionan conductas destructivas del ambiente
aunque no se afecte directa e inmediatamente a población humana.16
16 Por ejemplo, el Código Penal ecuatoriano a partir del artículo 437 claramente diferencia tipos en
que se afecta al ambiente, y otros en que esta afectación del ambiente perjudica además a la salud
humana, sancionando ambos, aunque con mayor rigor a las conductas que afectando al ambiente
también perjudican la salud de las personas.
17 Para un análisis de la propiedad en la Constitución de 2008 véase Egas, Pablo. “La Propiedad”.
La nueva Constitución del Ecuador: Estado, derechos e instituciones. Eds. Santiago Andrade, Agustín
Grijalva y Claudia Storini. Quito, UASB/CEN, 2009.
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Agustín Grijalva Jiménez
18 Se excluyen, por ser de propiedad exclusiva del Estado, según los artículos 317 y 408, los recursos
naturales no renovables y los productos del subsuelo, yacimientos minerales e hidrocarburos y
otras substancias cuya naturaleza sea distinta de la del suelo.
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Régimen constitucional de la biodiversidad
19 Melo, Mario, Isabela Figueroa y Norman Wray. “Estudio de los aspectos jurídico constituciona-
les de la Propuesta ITT”. Informe de consultoría presentado al Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo. Quito, marzo 2009.
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Agustín Grijalva Jiménez
20 En un artículo, en coautoría con Mario Melo, examiné las garantías constitucionales del derecho
al medioambiente bajo la Constitución de 1998, lo cual puede ser útil para una comparación con
la actual Constitución. Véase Grijalva, Agustín y Mario Melo. “Constitución y responsabilidad
por daño ambiental”. Revista Ruptura (Quito), 51, PUCE (2007).
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Régimen constitucional de la biodiversidad
4. Conclusiones
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Agustín Grijalva Jiménez
5. Bibliografía
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Legislación
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El Estado plurinacional
e intercultural en la Constitución
ecuatoriana de 2008
La diversidad cultural es, sin duda, uno de los desafíos centrales que
afronta el constitucionalismo actual. Ello se debe a los problemas teóricos
y prácticos planteados por la coexistencia de grupos humanos con diver-
sas culturas en el territorio de un mismo Estado. Tal coexistencia cuestio-
na ciertas versiones de conceptos centrales como los de nación, ciudada-
nía o igualdad, conceptos que a su vez fueron pensados en el marco de los
proyectos de Estados nacionales,1 los cuales han desconocido a los pue-
1 El debate sobre estos temas ha aflorado aun en Europa, la cuna misma del concepto de Estado
Nacional, incluso en países como Alemania, donde la unidad y homogeneidad han marcado el
pensamiento político de un importante sector de constitucionalistas.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
5 Dos importantes excepciones a esta inefectividad de las normas constitucionales han sido los
programas interculturales en salud y educación, aunque es discutible cuando haya contribuido
la Constitución de 1998 a estos procesos.
6 Tully, James. Strange multipliciy. Constitutionalism in an age of diversity. Cambridge University
Press, 1997. Véase también Boaventura de Sousa Santos, op. cit.
7 Un análisis jurídico interesante sobre la crisis actual de la ciudadanía como homogeneidad y su
actual desarrollo como derecho a la diferencia puede hallarse en Salazar Benítez, Octavio. “El
derecho a la identidad cultural como elemento esencial de una ciudadanía compleja”.
Constitución y cultura: retos del derecho constitucional del siglo XXI. Gerardo Ruiz-Rico y Nicolás
Pérez. Valencia, Tirant lo Blanch, 2005.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
10 Para un análisis de este tópico en las constituciones de los países andinos, véase Irigoyen
Fajardo, Raquel. “Vislumbrando un horizonte pluralista: rupturas y retos epistemológicos y
políticos”. Los desafíos de la interculturalidad: identidad, política y derecho. Milka Castro.
Santiago, Universidad de Chile, 2004.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
11 Ley Orgánica de las Instituciones Públicas de los Pueblos Indígenas. Registro Oficial n.° 175,
de 21 septiembre 2007.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
12 Para mayor referencia sobre este debate véase Simbaña, Floresmilo. La plurinacionalidad en la
nueva Constitución. Análisis – Nueva Constitución. AA.VV. Quito, Ildis, 2008. Internet.
www.ildis.org.ec.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
14 Trujillo, Julio César y Ramiro Ávila Santamaría. Análisis – Nueva Constitución. Quito, Ildis,
2008, pp. 70-71.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
públicas que les afecten (art. 57, numeral 16). En otros casos, los derechos
colectivos se desarrollan fuera de su sección específica, cuando la
Constitución regula temas de salud, educación, patrimonio cultural, etc.
Respecto a la salud, los artículos 32, 57, numeral 12, 358, 360, 362
363, numeral 4, contienen elementos normativos ya no solamente de
reconocimiento de las medicinas indígenas y ancestrales, como en la
Constitución anterior16 de 1998, sino además como mandato constitucio-
nal de buscar su complementariedad con la medicina occidental y de su
integración en la red pública integral de salud. El artículo 362 es el que
desarrolla más extensamente este principio al establecer: “La atención de
salud como servicio público se prestará a través de las entidades estatales,
privadas, autónomas, comunitarias y aquellas que ejerzan las medicinas
ancestrales alternativas y complementarias.” En definitiva en esta materia
se fortalece el principio de interculturalidad.
También en lo relativo a educación se fortalece la interculturalidad.17
Este principio ya constaba brevemente enunciado en el artículo 66, inciso
2, de la Constitución de 1998. Sin embargo, el artículo 28 de la nueva
Constitución especifica el principio en estos términos: “Es derecho de toda
persona y comunidad interactuar entre culturas y participar en una socie-
dad que aprende. El Estado promoverá el diálogo intercultural en sus múl-
tiples dimensiones.”
Tanto en salud como en educación el desafío que se plantea es el de la
articulación de los sistemas nacionales que la nueva Constitución estable-
ce para estos nuevos derechos, con la gestión autónoma que desplieguen
las propias comunidades, pueblos y nacionalidades.
Pese a estos y otros avances en estos derechos colectivos, el derecho
colectivo al autogobierno no fue reconocido en los términos explícitos pro-
puestos por el proyecto de Constitución de la Conaie.18 Por otro lado, las
normas constitucionales de integración de circunscripciones territoriales
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Agustín Grijalva Jiménez
20 Es decir cuando un juez asume competencia para juzgar algo no porque el acto sucedió en
determinado territorio, sino considerando las características personales de quien ejecutó el acto.
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
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El Estado plurinacional e intercultural en la Constitución ecuatoriana de 2008
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Problemas sociojurídicos
de la familia transnacional
en Ecuador1
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
2 Jurídicamente, el domicilio tiene además otro elemento de carácter subjetivo que consiste en el
ánimo real o presuntivo de permanecer en el lugar de residencia. De allí que el inciso primero del
artículo 45 del Código Civil define el domicilio como “la residencia, acompañada, real o presun-
tivamente, del ánimo de permanecer en ella”.
3 Parraguez Ruiz, Luis. Manual de Derecho Civil Ecuatoriano. Loja, Ediciones Universidad Técnica
Particular de Loja, 1999.
4 Artículo 51 del Código Civil: “El domicilio civil no se muda por el hecho de residir el individuo
largo tiempo en otra parte, voluntaria o forzadamente, siempre que conserve su familia y el asien-
to principal de sus negocios en el domicilio anterior. Así, confinado por decreto a un paraje deter-
minado, retendrá el domicilio anterior, mientras conserve en él su familia y el principal asiento
de sus negocios.” Nótese que una jurisprudencia creativa bien podría atender la situación de los
migrantes mediante estas normas.
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Agustín Grijalva Jiménez
5 Artículo 135 del Código Civil: “Los cónyuges fijarán de común acuerdo su residencia”.
6 Ver artículo 81 del Código Civil.
7 Parraguez Ruiz, Luis. Manual de Derecho Civil Ecuatoriano. Loja, Ediciones Universidad Técnica
Particular de Loja, 1999, p. 28.
8 Artículo 110, numeral 11, del Código Civil.
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
9 Acosta, Alberto, Susana López y David Villamar. La migración en el Ecuador. Quito, Universidad
Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, 2006, p. 186.
10 El abogado del cónyuge que ha migrado trata de mantener oculta la demanda de divorcio, publi-
cando las citaciones judiciales en diarios de baja circulación, y en general manipulando la situa-
ción para que el cónyuge demandado ni siquiera conozca de la demanda. (Entrevista a esposas de
migrantes en Paute.)
11 Sorensen, Nina. “La familia transnacional de latinoamericanos/as en Europa”. América Latina
migrante. Eds. Gioconda Herrera y Jacques Ramírez. Quito, Flacso-Ecuador, Ministerio de
Cultura, 2008.
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Agustín Grijalva Jiménez
12 “Los estados no controlan la migración como tal pero si controlan las relaciones bajo las cuales se
desarrollan las relaciones transnacionales. En este control se incluye el ofrecer o no protección a
mujeres maltratadas en relaciones con esposos europeos. Varios países no ofrecen otra solución a
las mujeres migrantes maltratadas que la deportación, si se divorcian de un marido maltratador,
antes de cumplir ciertos años de matrimonio”. Véase Nina Sorensen, ibíd., p. 273.
13 Serrano Flores, Alexandra. “Armando rompecabezas: migración, comunicación y familia”.
Migración: mitos, propuestas y desafíos. Coord. Richard Salazar. Quito, Esquel, 2007.
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
14 El artículo 283 del Código Civil ecuatoriano define a la patria potestad como “el conjunto de
derechos que tiene los padres sobre sus hijos no emancipados”. De forma más exacta y clara el
artículo 105 del Código de la Niñez y Adolescencia la define no solamente como “el conjunto de
derechos sino también de obligaciones de los padres relativos a sus hijos e hijas no emancipados,
referentes al cuidado, educación, desarrollo integral, defensa de derechos y garantías de los hijos…
”
15 Artículo 58 del Código Civil de Ecuador: “El que vive bajo patria potestad sigue el domicilio de
quien la ejerce, y el que se halla bajo tutela o curaduría, el de su tutor o curador”.
16 La legislación civil actual no contempla que la patria potestad pueda perderse por prolongada
ausencia de uno de los progenitores, como si sucedía según el artículo 321 del Código Civil, antes
de las reformas de 1989.
115
Agustín Grijalva Jiménez
17 Decimos deberían porque este no es siempre el caso. Con frecuencia el cuidado de los menores
comienza a ser visto por algunos familiares como una simple posibilidad de recibir un ingreso
extra mediante las remesas para su grupo familiar, descuidando incluso el cuidado de estos niños
y a veces hasta incurriendo en maltrato.
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
18 Mestre i Mestre, Ruth M. “Mujeres a través de las políticas de inmigración en la Unión Europea
y España”. Migración, desplazamiento forzado y refugio. Ed. Programa Andino de Derechos
Humanos. Quito, Universidad Andina Simón Bolívar, 2005.
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
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Agustín Grijalva Jiménez
22 Barahona, Elsa y Luna Sotomayor. “Violación de los derechos de las mujeres a la vivienda, la pro-
piedad, garantías judiciales, y otros relacionados como consecuencia de la emigración”. Quito,
CDES, Tribunal de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Mujeres, 2005.
23 Para un estudio detallado, véase Acosta, Alberto, Susana López, y David Villamar. La migración
en el Ecuador. Quito, Universidad Andina Simón Bolívar, 2006.
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Problemas sociojurídicos de la familia transnacional en Ecuador
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Voto de la mujer
y extensión del sufragio
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Agustín Grijalva Jiménez
1 Solo de 1925 a 1929 se dictaron leyes relativas al Banco Central, caja central, emisión y amorti-
zación; monedas, aduanas, bancos, hacienda, prenda agraria, impuesto a la renta, timbres,
impuesto a la propiedad rural, cheques, jubilación, registros y alcabalas, monopolio de la sal,
estanco de alcoholes, entre otras. Ver “Mensaje del Presidente Ayora a la Constituyente de 1929”.
El Comercio (Quito), 10 octubre 1929: 5.
2 Salgado, Hernán. “La Constitución de 1929 del Estado y el Reordenamiento Jurídico”. Revista
Ruptura (Quito), Asociación Escuela de Derecho de la PUCE (1985): 44.
3 En 1922 se produce la masacre obrera del 15 de noviembre, y en 1923 las fuerzas del gobierno
realizan una matanza de indígenas en la hacienda Leito.
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Voto de la mujer y extensión del sufragio
4 Asamblea Nacional de 1928-1929. “Intervención del H. Crespo Toral”. Diario de debates, t. II,
p. 247.
5 Ibíd.
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Agustín Grijalva Jiménez
En estas primeras décadas del siglo XX, los sectores interesados en la vida
política habían crecido (paralelamente con el crecimiento de la población
urbana) y ya no resultaba tan fácil, para el grupo gobernante, escamotear la
voluntad popular utilizando para ello los subterfugios que permitían las leyes
y, más todavía, las prácticas electorales.6
6 Albán, Ernesto. “Evolución del sistema Electoral Ecuatoriano”. Elecciones, ideologías y problemas
políticos. Quito, Corporación Editora Nacional, 1994, p. 55.
7 Quintero, Rafael. El mito del populismo en el Ecuador. Quito, Flacso, 1980, pp. 221-237.
126
Voto de la mujer y extensión del sufragio
mujeres, entre las cuales eran más altas las tasas de analfabetismo, lo que
a su vez limitó significativamente los efectos del voto femenino, así, por
ejemplo, en las elecciones de 1933 apenas un 12 por ciento de los votan-
tes fueron mujeres.
Por otra parte, el carácter facultativo del voto luego de décadas de
fraude y la falta de una tradición y cultura electoral generaba un alto abs-
tencionismo; según Rafael Quintero, en 1931 de 372 861 ecuatorianos
aptos legalmente para inscribirse solo lo hicieron el 41,6 por ciento y de
estos solo votaron el 40 por ciento.
En cuanto a la representación funcional “los senadores por los obreros,
campesinos e indígenas fueron elegidos por asociaciones controladas, en
una u otra forma, por las elites políticas”.8
Finalmente, puede señalarse también una serie de mecanismos electo-
rales de carácter técnico o reglamentario establecidos en la Ley de
Elecciones de 1929, que han sido estudiados por Rafael Quintero,9 y que
según este autor tuvieron un claro efecto restrictivo sobre la extensión del
electorado. Para Quintero se trata básicamente de dificultades a la ins-
cripción electoral debidas a la hora, lugar y plazo para realizarla (artículos
7, 17 y 18 de la Ley de Elecciones, 1929), costo monetario de la inscrip-
ción; establecimiento de una sola mesa electoral por parroquia urbana
para limitar la recepción de esa votación y privilegiar la de origen rural;
exigencia de inscripción en la misma parroquia del domicilio (artículo 3,
LE, 1929) y creación ad hoc de distritos electorales. Estas limitaciones
perjudicaban especialmente a sectores populares urbanos y de migrantes.
En resumen, de 1925 a 1944 la ampliación del cuerpo electoral estuvo
limitada fundamentalmente a los emergentes sectores medios que prota-
gonizaron la Revolución Juliana. Las innovaciones normativas sobre el
derecho de sufragio tuvieron un efecto limitado en su eficacia y en su uni-
versalidad.
En su eficacia puesto que si bien en el período se producen las prime-
ras elecciones libres del siglo (en 1931 y 1933), por otra parte de 1925 a
1948, es decir en 23 años se sucedieron 23 gobiernos, lo que configuró
8 Maiguashca, Juan. “La cuestión regional en la historia ecuatoriana (1830-1972)”. Ensayos genera-
les I: espacio, población, región. Ed. Enrique Ayala Mora. Quito, Corporación Editora Nacional,
1990, p. 210.
9 Rafael Quintero, op. cit., pp. 229 ss.
127
Agustín Grijalva Jiménez
10 Maiguashca, Juan y Liisa North. “Orígenes y significado del velasquismo: lucha de clases y par-
ticipación política en el Ecuador, 1920-1972”. La cuestión regional y el poder. Ed. Rafael
Quintero. Quito, Corporación Editora Nacional, 1991, p. 71.
11 Entendemos por patriarcal el orden social en el que el género femenino se halla subordinado al
masculino. El concepto de género proviene de la antropología y hace referencia a la construcción
cultural, social y política en torno al sexo. Esta categoría es actualmente utilizada en las ciencias
sociales para distinguir las diferencias biológicas entre hombre y mujer, de las desigualdades atri-
buidas por la sociedad y la cultura.
12 Ots Capdequí, José María. El Estado Español en las Indias. México, Fondo de Cultura Económica,
1986, pp. 95 y 106.
128
Voto de la mujer y extensión del sufragio
13 Tigar, Michael E. y Madelaine R. Levy. El Derecho y el ascenso del capitalismo. México, Siglo XXI
Editores, 1978, p. 233. Esta incapacidad relativa se mantendrá en el derecho ecuatoriano hasta 1970
en que se reforma el Código Civil, lo cual nos revela la fuerza de los valores patriarcales.
14 Es solamente en el Código Civil de 1871 cuando se otorga a la madre la patria potestad sobre sus
hijos, en caso de falta del padre; se establece igualmente la presunción de autorización del marido
para la mujer casada que ejerce públicamente una profesión o industria, y la capacidad para, a
base de tal presunción, comparecer en juicio por sí misma. En todo caso, la potestad marital
queda, por vía de la propia presunción, ratificada e incólume.
15 Intervención de Mariano Cueva en la Convención de 1861, véase Diario de debates, p. 170. Se
conserva la ortografía del original.
129
Agustín Grijalva Jiménez
Con vista del artículo 20 del Código Civil, que es terminante ¿se entiende
que la palabra ciudadano se refiere únicamente al sexo masculino? Las pala-
bras hombre, persona, niño, adulto y otras semejantes dice aquel artículo,
que en su sentido general, se aplican á individuos de la especie humana sin
distinción de sexo, se entenderán comprender ambos sexos en las disposicio-
nes de las leyes. Es, pues, evidente que habría duda muy fundada respecto de
si las mujeres pueden ejercer los derechos de ciudadanía y si un jurado elec-
toral, por ejemplo, se viera en el caso de resolver si los votos dados por muje-
res son o no válidos, tendría que resolverlo afirmativamente, ateniéndose al
sentido literal y obvio del artículo, caso de que se suprima la palabra varón.
Además, se explica porque las Constituciones anteriores al año de 1861, no
las consignaron expresamente; pues, antes de la promulgación del Código
Civil, no existía regla ninguna decisiva en este caso. Ni se diga que el Código
16 A este respecto, es sugerente el análisis de Luis Alberto Warat en el sentido de que: “No puede
haber significación sin ideología. Cuando se presenta un problema de oscuridad significativa de
una norma, en realidad se plantea un desajuste valorativo. La claridad de las ‘palabras de la ley’
surge exclusivamente de una coincidencia axiológica; si esta no existe, la norma aparece como
oscura. La interpretación de la ley es, en gran medida, un fenómeno de atribución ideológica”;
Warat, Luis Alberto y Antonio Anselmo Martino. Lenguaje y definición jurídica. Buenos Aires,
Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales, 1973, p. 21.
130
Voto de la mujer y extensión del sufragio
Civil es inaplicable al asunto de que se trata, pues todos saben que aquel
Código es ley general, ley común, aplicable a materias especiales, a falta de
leyes también especiales que las determinen.17
17 Convención Nacional de 1883. “Sesión del 23 de noviembre de 1883”. Diario de debates. pp.
313, 314.
18 Esta situación la ha destacado Ernesto Albán al estudiar la disposición electoral por la cual el casa-
do menor de edad podía votar, en virtud de su emancipación civil. Véase Albán, Ernesto.
“Evolución del Sistema Electoral Ecuatoriano”. Elecciones, ideologías y problemas políticos. Quito,
1994, p. 48. En las actas de 1883, efectivamente, hemos hallado debates al respecto pues se aducía
que no eran aplicables normas civiles a materias constitucionales y que, en todo caso, pese a tal
emancipación, el casado menor de edad quedaba bajo tutela y, por tanto, no se hallaba en capa-
cidad de votar.
131
Agustín Grijalva Jiménez
[…] que, habiendo opinado en un sentido iba á votar en otro; pues, si al prin-
cipio juzgó innecesario conservar esa palabra, porque jamás habían pretendi-
do las mujeres tener derechos de ciudadanía, puede suceder que, en lo suce-
sivo, lo pretendan, apoyadas en la discusión que ha tenido lugar en ésta H.
Asamblea. Los romanos añadió, no castigaban el parricidio, por no abrir los
ojos á los hombres, haciéndoles saber que se podía cometer ese crimen; pues,
de la misma manera nosotros no debíamos haber discutido sobre este punto,
porque hay el peligro de que las mujeres abran también los ojos, y crean que
pueden ser ciudadanos.19
132
Voto de la mujer y extensión del sufragio
20 Ya anteriormente Alfaro había expedido el Decreto Supremo n.° 68, del 19 de diciembre de
1895 por el cual se declaraba a las mujeres jurídicamente habilitadas para el ejercicio de cargos
públicos.
21 Lo cual se concretó inmediatamente con el nombramiento de empleadas en los correos y el esta-
blecimiento de una escuela de telegrafía para señoritas. Véase Romo Leroux, Ketty. Situación jurí-
dica y social de la mujer en el Ecuador. Guayaquil, Departamento de Publicaciones de la
Universidad de Guayaquil, 1975, p. 86.
22 Convención Nacional de 1896-1897. “Sesión del 3 de junio de 1897”. Diario de debates.
133
Agustín Grijalva Jiménez
23 A inicios de la Revolución se dicta la Ley de Instrucción Pública por la cual se faculta a las mujeres
para optar por grados académicos.
24 Mosquera, Alejandro. “Del Derecho de Sufragio”. Revista de la Sociedad Jurídico Literaria (Quito)
2, Imprenta de la Universidad Central (1903): 82.
134
Voto de la mujer y extensión del sufragio
mujer que por política desatiende sus sacrosantos deberes, pierde todos
sus encantos, todos sus atractivos, y degenera en un ser despreciable”.25
Una formulación más explícita a favor del voto de la mujer comenzó
a concretarse solo en 1922, cuando Matilde Hidalgo de Procel se acercó
a inscribirse en los registros para elecciones parlamentarias; ante la duda
en torno a la posibilidad legal de que una mujer vote, el Presidente del
Concejo Municipal del cantón Machala solicitó, por intermedio del
Ministro del Interior (quien también había opinado antes a favor del voto
femenino), un pronunciamiento del Consejo de Estado, organismo que
el 9 de julio de 1924, interpretando la Constitución de 1906, entonces
vigente, resolvió por unanimidad que la mujer “es ciudadano y puede ele-
gir y ser elegida”.
La interpretación y resolución del Consejo de Estado se fundamenta
principalmente en las consideraciones siguientes:
25 Ibíd.
135
Agustín Grijalva Jiménez
26 En los Estados Unidos el Estado de Wyoming concede el voto a las mujeres en 1869; entre 1890
y 1914 el voto femenino se extiende a otros estados occidentales de la Unión y en 1920 a la tota-
lidad del país. En Nueva Zelanda se establece en 1892, en Australia del Sur en 1894, en Noruega
en 1907, en la Federación Australiana en 1914, en Dinamarca en 1915, en Inglaterra en 1918,
en Canadá en 1920. Véase Linares Quintana, Segundo V., Tratado de la Ciencia del Derecho cons-
titucional argentino y comparado, tomos I y VII. Buenos Aires, Editorial Alfa, 1953.
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27 Asamblea Nacional de 1928-1929. Diario de debates. p. 212; intervención del diputado por
Pichincha, doctor Manuel María Sánchez; idéntica aclaración fue hecha en la misma sesión, por
otro miembro de la Comisión de Constitución, el Hble. Crespo Toral.
28 Ibíd.
137
Agustín Grijalva Jiménez
[…] Los actos del gobierno importan, por igual, a hombres y mujeres, y tra-
tándose, no de gobernar, sino únicamente de escoger los más aptos, no encontra-
mos razón alguna para privar de este derecho a la mitad de la población; adu-
cir supuesta inferioridad mental de la mujer, sería craso error y anacronismo.
Podría, quizás, decirse que no conviene perturbar la tranquilidad femenina,
introduciendo, en su vida destinada a la maternidad y el hogar, las luchas polí-
ticas; pero éstas penetran en tan sagrado recinto, quiéranlo o no las leyes,
haya o no voto femenino.31
29 Quintero, Rafael. El mito del populismo en el Ecuador. Quito, Flacso, 1980, p. 241.
30 En 1932 habían 17 268 mujeres inscritas en la Sierra frente a 7 342 en la Costa; véase Rafael
Quintero, ibíd., p. 244.
31 Jijón y Caamaño, Jacinto. Política conservadora. Quito, Corporación Editora Nacional / Banco
Central del Ecuador, s/a, p. 113. Las cursivas son nuestras.
138
Voto de la mujer y extensión del sufragio
[…] las elecciones no son todavía el torneo pacífico y ordenado que debería
ser; y, en este sentido, es, quizás imprudente exponer la delicadeza femenina
a los azares de un tumulto; pero esto sería poderoso argumento para no exi-
girles que voten, mas no para privarlas del derecho de hacerlo, cuando crean
conveniente.32
32 Ibíd.
33 En 1924 se eligió a una mujer como miembro suplente de una municipalidad; en 1925 el gobier-
no juliano nombró a una mujer concejal de Guayaquil. Véase Quintero, Rafael. El mito del popu-
lismo en Ecuador. Quito, Flacso, 1980, p. 242.
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34 Curiosamente es el establecimiento del voto femenino durante el liberalismo el que aparece resal-
tado positivamente en la prensa de la época, por ejemplo en las ediciones de El Comercio del 11
de junio de 1924 y de El Telégrafo del 2 de julio del mismo año. En 1928 y 1929 estos periódicos
ni siquiera registraron la innovación del voto femenino, según pudimos constatar en la revisión
de la prensa de esos años.
35 Rafael Quintero ha demostrado que el número de mujeres inscritas de 1930 a 1933, en compa-
ración al de hombres, fue mucho menor en términos absolutos, pero aumentó más aceleradamen-
te, en términos relativos, de año en año; así entre 1931 y 1932 el aumento de la inscripción feme-
nina fue de 67 por ciento y el incremento de la inscripción masculina del 30 por ciento. Pese a
lo exiguo del número de electores respecto a la población total, sobre todo por el requisito de alfa-
betismo, este tuvo un crecimiento sostenido: 12 055 en 1930, 14 707 en 1931, 24 610 en 1932
y 29 679 en 1933. La cita y datos corresponden a Rafael Quintero. El mito del populismo en
Ecuador. Quito, Flacso, 1980, p. 246.
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36 Ibíd., p. 248.
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37 Asamblea Nacional Constituyente 1946-1947. Diario de debates. Intervención del Hble. Camilo
Ponce Enríquez.
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38 Asamblea Nacional Constituyente 1946-1947. Diario de debates. Intervención del Hble. Hugo
Carvajal, p. 719.
143
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39 En el siglo XIX no existen en Ecuador partidos políticos en el sentido moderno del término; no
hay organizaciones permanentes a escala nacional sino sociedades y clubes políticos que pertene-
cen a una misma tendencia y que, en los casos de mayor consolidación, van progresivamente fun-
diéndose. Recién en 1883 se produce un primer esfuerzo realmente institucional de organización
partidaria con la fundación de la Sociedad Republicana. Véase Ayala Mora, Enrique. Lucha polí-
tica y origen de los partidos en Ecuador. Quito, Corporación Editora Nacional, 1988, p. 236.
144
Voto de la mujer y extensión del sufragio
luta en una primera vuelta, se realizaba una segunda vuelta con los can-
didatos que habían obtenido más altas mayorías relativas.
Sin embargo, los orígenes de la representación de las minorías se
remontan al siglo XIX, cuando fue establecida en la Constitución norue-
ga de 1814, defendida por algunos autores y practicada en varias regiones
de Europa. Incluso en el Ecuador, el derecho de las minorías fue procla-
mado por el Partido Republicano (conservador) en 1883 y por la
Sociedad Liberal Republicana en 1889.40
Es la Constitución de 1929 en el artículo 42 la que dispone por pri-
mera vez que en la elección de diputados, la Ley de Elecciones aplique
“un procedimiento que haga efectiva, en la práctica, la representación de
las minorías”. Se pasaba así de un sistema mayoritario a otro minoritario,
con vistas, teóricamente, a una representación parlamentaria más equita-
tiva de las diversas fuerzas políticas, las cuales para entonces se habían
reconstituido u organizado; en 1923 se había estructurado a nivel nacio-
nal el Partido Liberal Radical, en 1925 adoptaba una nueva conforma-
ción el Partido Conservador y en 1926 se había fundado el Partido
Socialista.
Para dar cumplimiento a la disposición constitucional de efectivizar la
representación de las minorías, la Ley de Elecciones de 1929 establece el
sistema de la lista incompleta o sufragio limitado, en virtud del cual los
sufragantes votaban por un número de candidatos inferior al del número
total de vacantes por llenar, con el propósito de adjudicar las vacantes res-
tantes a la primera minoría, con lo cual se excluía injustamente a las otras
minorías. De esta forma, como lo anota Tobar Donoso, la Ley de
Elecciones fue infiel al propósito de la Constitución.
En todo caso, pese a estos defectos y al retraso respecto a otros países,41
esta fue la primera vez que se ensayó un método de representación de las
minorías y de voto por listas. ¿A qué se debió tal innovación?
En cuanto a las influencias externas hay que señalar que la
Constitución de 1929 se dicta en un momento de auge de los sistemas
minoritarios en otros países; la mayoría de las constituciones europeas
posteriores a la Primera Guerra Mundial otorgan derechos a las minorías;
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45 Salgado, Hernán. “La Constitución de 1929 del Estado y el Reordenamiento Jurídico”. Revista
Ruptura (Quito), 1985: 53.
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46 Ibíd.
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47 Asamblea Nacional de 1928-1929. Diario de debates. Intervención del diputado Rigoberto Ruiz,
sesión del 22 de diciembre de 1928.
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¿Cuál es el medio esencial, lo sustancial, para que la República pueda salir del
caos en que estamos? El único medio es el respeto a la libertad electoral. La
misma Revolución de Mayo se hizo para que se respete la libertad electoral.
Si no se hubiera sentido la necesidad, los Partidos Políticos del país no se
hubieran unificado, no nos hubiéramos sublevado en masa y por eso el pri-
mer postulado de la Revolución de Mayo, es la libertad de sufragio para que
sea una de las conquistas y nunca desaparezca de la nación ecuatoriana.48
El Partido Comunista […] cree que es necesario suprimir los vicios que más
153
Agustín Grijalva Jiménez
Pero los conflictos políticos fueron ganando espacio sobre aquel frágil y
transitorio consenso, el cual se fue diluyendo en el progresivo enfrenta-
miento entre la Constituyente y el Ejecutivo. El presidente Velasco Ibarra
se opuso radicalmente a las atribuciones de control que la nueva
Constitución otorgaba al Congreso y al nuevo Tribunal de Garantías
Constitucionales sobre el Ejecutivo; también se mostró contrario al carác-
ter unicameral del Congreso y a las facultades de la Contraloría General
de la Nación.
Finalmente, en marzo de 1946 Velasco declaró la dictadura. En agosto
del mismo año se reunió una nueva Asamblea Constituyente en cuyas
elecciones no participaron los partidos de izquierda lo cual facilitó el pre-
dominio conservador en dicha Asamblea. Lo que nos interesa destacar es
el desfase entre el discurso político y normativo, por un lado, y la práctica
política, por otro.
La Revolución de Mayo se había hecho, entre otros objetivos, para
luchar por la libertad de sufragio, pero a los dos años, al disolver la
Asamblea, Velasco desconoce los resultados del sufragio; se convoca a
unas elecciones en las que la izquierda se automargina bajo el impacto de
la dictadura. Luego, paradójicamente, la Constituyente conservadora de
1946 expresa continuidad en el esfuerzo por mejorar el sistema electoral,
pues la Constitución de 1946 mantiene y desarrolla los nuevos organis-
mos electorales que habían sido creados por la Constituyente izquierdista
de 1945.
Pese a los conflictos políticos, la libertad electoral sigue siendo perci-
bida como una necesidad nacional, incluso en 1947, luego de que el
orden constitucional ya había sido roto. Alfredo Vera, de tendencia
izquierdista, en una obra clásica de la literatura política ecuatoriana, escri-
49 Ibíd., p. 460.
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55 Pareja Diezcanseco, Alfredo. Ecuador: la República de 1830 a nuestros días. Quito, Editorial
Universitaria, 1979, p. 405. De hecho la creación de juntas electorales independientes había sido
uno de los puntos principales del Programa de la Asamblea Conservadora de 1925.
56 Maiguashca, Juan y Liisa North. “Orígenes y significado del Velasquismo: lucha de clases y par-
ticipación política en el Ecuador, 1920-1972”. La cuestión regional y el poder. Ed. Rafael
Quintero. Quito, Corporación Editora Nacional, 1991, p. 132.
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57 Con la excepción de las Leyes de Elecciones de 1830 y 1835, como lo expusimos al estudiar el
período 1812-1861.
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del voto fue propuesta y discutida en algunas ocasiones. Así, por ejemplo,
en la Constituyente de 1944 el artículo 36 del proyecto de la Comisión
de Constitución establecía que “el voto es obligatorio para todos los ciu-
dadanos en capacidad de sufragar”, es decir no solo para el hombre, como
sería aprobado en 1946, sino también para la mujer.
Los argumentos en contra del voto obligatorio afirmaban que tal obli-
gatoriedad atentaba contra la libertad del ciudadano, se decía también
que especialmente en la población campesina no existían las adecuadas
condiciones educativas y culturales para concretar tal exigencia, y por
tanto, para sancionar su incumplimiento; que el voto constituía más un
deber cívico que jurídico y que por tanto lo que debía hacerse era educar
y concienciar a la ciudadanía. Recordemos además que para la época era
frecuente que un partido de oposición ordenase no votar a sus afiliados o
adeptos ante la realización de un fraude electoral inminente; situación
que, se afirmaba, hacía inconveniente el voto obligatorio.
Por otro lado, quienes defendían el voto obligatorio aseveraban que el
sufragio constituye la base de las instituciones democráticas, una obliga-
ción moral y política que el ciudadano tiene de aportar al bien común; en
tanto la posibilidad de abstención había generado en el país una huelga
cívica, apatía e indiferencia colectiva que el voto obligatorio podía contra-
rrestar; los ciudadanos, se afirmaba, no solo tienen derechos, sino que
estos suponen deberes. En cuanto a las dificultades del voto de los cam-
pesinos estos se irían superando en la práctica y mediante regulaciones
legales y reglamentarias adecuadas. Se planteaba también que era el abs-
tencionismo el que históricamente había facilitado el fraude electoral,
dando paso a gobiernos impopulares y, de hecho, dictatoriales.
Tras estos argumentos, sin embargo, se movían definidos intereses
político-partidarios. Es fundamentalmente el Partido Conservador el que
propugna el voto obligatorio, incluso en su Programa de 1925, y llega a
establecerlo (para los hombres) en 1946 en que tuvo mayoría parlamen-
taria. En tanto, la izquierda se opone.
Esta posición política resulta explicable. Recordemos que en 1944 los
sectores de izquierda tuvieron un significativo avance electoral, mientras
la votación conservadora había declinado; el voto obligatorio podía darle
un giro a tal situación. En efecto, incluso hasta 1950 el 71,5 por ciento
de los ecuatorianos habitaban en el sector rural; a su vez, del total nacio-
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58 Ayala Mora, Enrique. Los partidos políticos en Ecuador: síntesis histórica. Quito, Ediciones La
Tierra, 1989.
59 Ibíd. (En 1951 se fracciona el conservadurismo y se funda el Movimiento Social Cristiano. En
1956 surge otro grupo de derecha: ARNE.)
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60 Quintero, Rafael. “Restricciones del régimen electoral a la participación de los sectores populares:
el caso del Ecuador (1930-1978)”. Revista del IDIS (Cuenca) 5, Universidad de Cuenca (1978):
107 y 109. En realidad, como ya lo expusimos, el voto femenino obligatorio había sido propuesto
ya en 1946 especialmente por sectores de tendencia socialcristiana y discutida en el seno de la
Asamblea de ese año, sin embargo en esa ocasión los representantes conservadores de mentalidad
más tradicional se habían negado a aprobarla; 20 años después la progresiva incorporación social
de la mujer, el avance de sus organizaciones, y los cambios culturales y políticos crearon condi-
ciones favorables para que se establezca el voto femenino obligatorio.
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3. Bibliografía
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Capítulo 3
Justicia constitucional
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138). En 1992 una nueva reforma constitucional determinó que una sala
constitucional de la Corte Suprema resolvería en última y definitiva ins-
tancia los informes sobre inaplicabilidad que podían presentar otras salas
de la Corte u otros tribunales de última instancia.
Control a posteriori abstracto: en cuanto al control de constitucionali-
dad de la ley, como hemos dicho al examinar el control concreto, la
Constitución de 1945 crea un sistema mixto por el cual el TGC única-
mente podía llegar a la suspensión de una ley basado en la petición de un
juez o tribunal de última instancia que se ve en el dilema de aplicar esta
ley a un caso concreto. No obstante, solo el Congreso podía decidir sobre
esta inconstitucionalidad de forma definitiva. Pese a que el Tribunal sola-
mente podía suspender la ley, la innovación en 1945 radica en incluir a la
ley como objeto de control constitucional puesto que el Consejo de
Estado en la Constitución de 1929 no tenía estas atribuciones, pues, con-
trolaba efectivamente solo normas inferiores a la ley (art. 117, numeral 2).
Aunque parezca paradójico, la Constitución de 1945 debilita respecto
a la Constitución de 1929 el control constitucional de normas inferiores
a la ley. En la Constitución de 1929 el Consejo de Estado podía “declarar,
por acción popular, la nulidad de los Decretos o Reglamentos que dictare
el Poder Ejecutivo, en contravención a la Constitución y a las leyes de la
República” (art. 117, numeral 2) (las cursivas son mías). En contraste, en
1945 el Tribunal de Garantías solamente podía formular observaciones
acerca de esta inconstitucionalidad a la autoridad que haya expedido la
norma, y en caso de no ser aceptadas, publicarlas y someterlas a decisión
del Congreso (art. 160, numeral 2). De la declaratoria de nulidad a la for-
mulación de observaciones hay claramente un debilitamiento de compe-
tencias en esta materia. Nótese que en ambos casos —nulidad y observa-
ciones— el objeto de control no era la ley, sino fundamentalmente nor-
mas inferiores a la ley expedidas por el poder ejecutivo.
La Constitución de 1946 mantiene las atribuciones otorgadas al TGC
en 1945, pero en manos del Consejo de Estado. Sin embargo, despoja a
este del control constitucional de la ley, y, en franca reiteración del prin-
cipio de soberanía parlamentaria, establece en el artículo 189, párrafo
tres, que “sólo al Congreso le corresponde declarar si una ley o Decreto
Legislativo son o no inconstitucionales.”
Otra diferencia importante radica en que según el artículo 146, nume-
182
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ral 2, las observaciones del Consejo de Estado no alcanzan los fallos emi-
tidos por los organismos de la función judicial, una exclusión que no
consta ni en la Constitución de 1945, ni en la de 1967. Por otra parte, la
Constitución de 1946 en el artículo 76 introduce el control constitucio-
nal formal, pues, asigna a la Corte Suprema la atribución de suspender una
ley por incumplir con las formalidades del proceso de formación de la ley.
No obstante, paradójicamente, la Corte debía poner el asunto en conoci-
miento del propio Congreso, el que tenía la decisión final. En todo caso
este es un antecedente importante de las atribuciones de control consti-
tucional establecidas luego en la Constitución de 1967.
En esta etapa es justamente la Constitución de 1967, artículo 205,
numeral 4, la que marca un hito respecto a este tipo de control al estable-
cer por primera vez en el Ecuador que la Corte Suprema podía y debía
“suspender —total o parcialmente, en cualquier tiempo, de oficio o a
petición de parte— los efectos de una ley, ordenanza o decreto que fuere
inconstitucional por la forma o por el fondo.” Tal medida era luego
sometida a decisión del Congreso. Es decir, se trata claramente de control
constitucional abstracto y a posteriori. Esta fórmula es mucho más precisa
que la de constituciones anteriores en cuanto se refiere exclusivamente a
inconstitucionalidad y no a ilegalidad. Recordemos además que es esta
Constitución (arts. 213 y siguientes) la que crea los tribunales contencio-
so administrativo y fiscal, lo cual ayuda justamente a comenzar a diferen-
ciar el control de la ley del de la Constitución.
La Constitución de 1978 prácticamente no introduce novedades res-
pecto a lo establecido en 1967, pero al ser reformada en 1983 transfiere
de la Corte Suprema al Tribunal de Garantías Constitucionales la facul-
tad de suspender los efectos de preceptos inconstitucionales por el fondo
y por la forma, para que el Congreso decida luego definitivamente (art.
141, numeral 4). Una segunda reforma, en 1992, otorgó tales funciones
a una nueva sala constitucional de la Corte Suprema, mientras que las
decisiones del Tribunal era una suerte de primera instancia. La reforma
debilitó al TGC y lo enfrentó con la Corte. No obstante, un aporte
clave de esta reforma fue la de establecer que “la resolución de la sala
será definitiva y de efectos generales” (art. 146, numeral 1, Constitcuión
de 1998 codificada en 1993); este es un precedente importante de la
reforma de 1996.
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Esta etapa se inicia con las reformas constitucionales de 1995 y 1996 que
declaran al Tribunal Constitucional como instancia final de decisión en
materia de control constitucional y priva de este rol al Congreso. Tal
competencia es ratificada por la Constitución de 1998. Estas reformas al
control constitucional son las más importantes desde el retorno a la
democracia en 1978; incluyen, a más del fortalecimiento del Tribunal
Constitucional, el establecimiento del amparo, el hábeas data y el
Defensor del Pueblo. Innovaciones todas estas que la Constituyente de
1998 simplemente ratifica.
Este período se caracteriza por un mayor desarrollo y estabilidad del
carácter jurisdiccional del Tribunal Constitucional, especialmente en
cuanto a sus atribuciones y composición. En contraste a las constantes
reformas constitucionales y legales que modificaron las atribuciones y
composición del organismo en los períodos anteriores, en esta etapa tales
atribuciones se mantienen y desarrollan. Sin embargo, persiste la politiza-
ción partidaria del organismo debido especialmente a la forma de nom-
bramiento, duración del período y mecanismos de remoción de sus inte-
grantes.
Al igual que en 1945, cuando se creó el Tribunal de Garantías
Constitucionales, los años de estas reformas, 1995 y 1996, están marcados
por un grave conflicto internacional, gran turbulencia social y cierto con-
senso político.29 Si bien ya en 1994 el gobierno de Duran Ballén inicia
esfuerzos de reforma constitucional, apuntalados luego mediante una con-
sulta popular, la coyuntura en que estas reformas se aprobaron se extiende
hasta 1996 y su estudio permite entender mejor su origen y desarrollo.
El gobierno de Sixto Durán Ballén (1992-1996) inició sus primeros
esfuerzos de reforma constitucional en 1994, una vez que su limitado blo-
_____________
29 Centro Andino de Acción Popular. “El conflicto socio-político: febrero-mayo 1995”. Revista
Ecuador Debate (Quito): 21-27.
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Evolución histórica del control constitucional en Ecuador
que de diputados quedó aún más reducido luego de las elecciones legisla-
tivas de mayo de 1994. Confrontado el Ejecutivo con un Congreso domi-
nado por la oposición, y en el afán de impulsar su programa de privatiza-
ción económica y reforma política, optó por convocar a consulta popular
para el 28 de agosto de ese año.
Una de las preguntas de la consulta versaba sobre autorizar al
Presidente de la República para remitir al Congreso Nacional un proyec-
to de reformas constitucionales para que las discuta y apruebe en 100
días. Paralelamente, el gobierno había conformado una comisión de nota-
bles para elaborar un proyecto de reformas constitucionales,30 comisión
que recogió además los resultados de la consulta. Es el proyecto de esta
comisión el que incluyó las reformas sobre control constitucional que
aquí nos interesan, las cuales fueron luego discutidas por el Congreso
conforme se decidió en la consulta popular.
Entre enero y abril de 1995 se producen graves enfrentamientos arma-
dos con el Perú, lo cual genera una gran brecha fiscal que el gobierno trata
de cubrir recurriendo a medidas de ajuste con altos costos sociales, entre
ellas el aumento de precios e impuestos para cubrir el déficit. Estas polí-
ticas, a su vez, propician fuertes protestas especialmente de trabajadores
del sector público y sectores urbano-marginales. Frente a todo ello, en
medio de la movilización social y la crisis de los partidos políticos, el
Congreso adopta una actitud inusualmente conciliadora frente al
Ejecutivo,31 lo cual facilita las reformas que estamos estudiando.
Las reformas constitucionales de 1995-1996 no se limitan a fortalecer
el control y las garantías constitucionales, sino que tienen un alcance
mucho mayor que incluye normas sobre derechos laborales de empleados
públicos, seguridad social, descentralización y regulación económica. Los
cambios relativos a control y garantías constitucionales, no obstante, no
pueden explicarse solo como una actualización necesaria32 para la época,
_____________
30 En 1994 el gobierno de Duran Ballén integra una comisión de 14 juristas para preparar un ante-
proyecto de reformas a la Constitución hasta octubre de ese año; esta propuesta es además enri-
quecida mediante una consulta popular. En 1995 el Congreso inicia la reforma en base a tal pro-
puesta de reforma, y finaliza sus debates en enero de 1996. Véase Hernán Salgado, Manual de
Justicia Constitucional, pp. 48-49.
31 Pese a lo cual en octubre de 1995 se desarrolla un juicio político contra el vicepresidente Alberto
Dahik.
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Evolución histórica del control constitucional en Ecuador
observaciones a las que más adelante se trata de dar fuerza coercitiva median-
te la figura del desacato, luego en los ochenta se le atribuye la facultad de
suspender preceptos inconstitucionales, en todos los casos siempre hasta
que el Congreso —o la Sala Constitucional en 1992— decida definitiva-
mente.
En otras palabras, en Ecuador se ha negado reiteradamente al
Tribunal el rol de intérprete final de la Constitución. Aún en la
Constitución de 1998 se mantuvo cierta incoherencia e imprecisión con-
ceptual en el artículo 276, numeral 1, cuando dispone que el efecto de la
declaratoria de inconstitucionalidad es el de “suspender total o parcial-
mente” los efectos de preceptos inconstitucionales. En esa misma línea el
artículo 284 hace referencia a interpretación legislativa obligatoria de la
Constitución por parte del Congreso. En todo caso, como bien han indi-
cado varios autores,35 la declaratoria de inconstitucionalidad de la ley por
el Tribunal Constitucional no puede tener jurídicamente el efecto de sus-
pender los efectos de estas normas, sino de declarar la invalidez de las mis-
mas, pues en este último caso quedan expulsadas del sistema jurídico de
forma definitiva.
Control a posteriori concreto: las reformas de 1996 extendieron la atri-
bución de inaplicar leyes inconstitucionales de la Corte Suprema a todos
los tribunales de última instancia,36 volviendo en parte al sistema de 1945.
Pero es la Constitución de 1998 en los artículos 273 y 274 la que amplió
tal facultad y obligación a todos los jueces. La declaración de inaplicabili-
dad, no obstante, tenía efectos solo para la causa en que se pronuncien,
debiendo el juez respectivo presentar un informe sobre la declaratoria de
inconstitucionalidad al Tribunal Constitucional para que este resuelva
con carácter general y obligatorio. Adicionalmente, la Constitución de
1998 hacía referencia con más precisión técnica a la inaplicación de pre-
ceptos jurídicos y no exclusivamente de preceptos legales como en las refor-
mas de 1996. En definitiva, se evoluciona de un sistema que radicaba este
_____________
35 Véase, por ejemplo, Zavala Egas, Jorge. Derecho Constitucional, t. 1. Guayaquil, Edino, 1999, p.
192. Ávila, Luis. Efectos de la declaratoria de inconstitucionalidad en el Ecuador. Quito,
Corporación de Estudios y Publicaciones, 2004, p. 51.
36 Andrade, Santiago. “La Constitución política y la administración de justicia”. La estructura cons-
titucional del Estado ecuatoriano. Eds. Santiago Andrade, Julio César Trujillo y Roberto Viciano.
Quito, Corporación Editora Nacional, 2004.
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Evolución histórica del control constitucional en Ecuador
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Evolución histórica del control constitucional en Ecuador
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4. Bibliografía
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Independencia, acceso
y eficiencia de la justicia
constitucional en Ecuador
_____________
1 Usamos aquí indistintamente los términos Tribunal o Corte Constitucional para referirnos al
máximo órgano de interpretación y control constitucional en un sistema jurídico.
2 Decimos “principalmente” porque existe también un concepto de independencia interna a la fun-
ción judicial que describe la relación entre jueces de distintos niveles. Basados en esta noción, los
jueces ordinarios, por ejemplo, no pueden y no deben estar sometidos a presiones inadecuadas de
jueces de cortes superiores o supremas.
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1. Independencia
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lo son los partidos políticos, los movimientos sociales o los grupos de pre-
sión. Son políticos, primero porque ejercen poder estatal y aplican nor-
mativa jurídica, especialmente la Constitución, las cuales son expresiones
de procesos políticos. Segundo, porque muchas decisiones de los jueces
constitucionales suelen tener gran impacto político.3 Y tercero, porque
este poder se basa en la posibilidad de seleccionar entre varias interpreta-
ciones jurídicamente admisibles en base a un mismo texto legal. Esta dis-
crecionalidad —que no arbitrariedad— en la interpretación es la labor
específica del juez y constituye el núcleo de su independencia.4 Esta inde-
pendencia entendida como autonomía política, sin embargo, no se justi-
fica por y para sí misma. El juez constitucional en su labor hermenéutica
tiene mandatos definidos, entre los cuales destaca la decidida protección
de derechos fundamentales.
En ese sentido, el juez constitucional afirma su propio poder político
mediante un rol activo y creativo, pero ciertamente profesional, en la
interpretación constitucional, y en particular en la defensa de derechos
fundamentales. Al juez constitucional le resulta imposible, para cumplir
su función, mantenerse en el plano de mera aplicación silogística de la
norma, puesto que estas normas, y en particular los derechos, son siempre
amplios, abiertos a la definición de sus contenidos. El juez constitucional
debe entonces esforzarse por hallar las interpretaciones que mejor sirvan
a la mejor defensa de los derechos constitucionales.
Esta definición de la Corte Constitucional como actor político es
imperativo reiterarlo y advertirlo, no desmerece sino que fundamenta su
carácter de órgano jurisdiccional. Una Corte Constitucional requiere ser
políticamente independiente para construir sus análisis jurídicos y soste-
ner sus decisiones no arbitrariamente o por indebidas presiones sino basa-
das en el Derecho y, fundamentalmente, en la Constitución. La Corte
antes y más que ningún otro órgano público está y debe estar posibilitada
_____________
3 Aquí puede mencionarse la posición de García de Enterría, quien reconoce que las decisiones del
juez constitucional tienen impacto político, pero al tiempo plantea que debe decidirse exclusiva-
mente y estrictamente en base a criterios jurídicos. Como venimos sosteniendo, esto no solo no
es posible sino que no sería responsable. Véase García de Enterría, Eduardo. La Constitución como
Norma y el Tribunal Constitucional. Madrid, Civitas, 1985, pp. 39 a 61 y 95 a 114.
4 Véase De Trazegnies, Fernando. “El rol político del abogado litigante”. Los Abogados y la
Democracia en América Latina. AA.VV. Quito, ILSA, 1986; también véase Taruffo, Michele.
“Jueces y política: de la subordinación a la dialéctica”. Revista Isonomía, 22 (abril 2005).
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_____________
6 A su vez, como se expuso, sin voluntad política por constituir tribunales realmente independien-
tes y profesionales, al menos parte de la justicia constitucional funciona como mera racionaliza-
ción jurídica de decisiones políticas.
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2. Acceso
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3. Eficiencia
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Independencia, acceso y eficiencia de la justicia constitucional en Ecuador
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4. Bibliografía
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214
Interpretación constitucional,
jurisdicción ordinaria
y Corte Constitucional
1 Ya la Constitución de 1835, en el artículo 110, establecía que “Solo el Congreso podrá resolver
las dudas que ocurran sobre la inteligencia de alguno, o algunos artículos de esta Constitución”.
Una idea que con otras palabras será reiterada por todas las constituciones ecuatorianas hasta
1998.
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de las leyes que dictaba.2 Tal sistema implicaba que la actividad legislativa
del Congreso no estaba sujeta a un auténtico control abstracto de consti-
tucionalidad. El dato va más allá de la curiosidad histórica, pues revela un
fuerte arraigo de la noción de soberanía parlamentaria en la cultura jurí-
dica y política ecuatoriana.
La noción del legislador soberano comenzó a diluirse, como se ha
dicho, solo con las reformas constitucionales de 1992 y 1995, en las cua-
les se otorgó a órganos jurisdiccionales la facultad de decidir en última
instancia sobre acciones de inconstitucionalidad. Este fue un cambio que
la codificación de la Constitución de 1998 recogió, pero manteniendo al
mismo tiempo, de forma contradictoria, la condición del legislador como
único intérprete final de la Constitución.
La Constitución de 2008 concluye este proceso evolutivo en el
Derecho constitucional ecuatoriano. A diferencia de todas las constitucio-
nes anteriores que de una u otra forma otorgaron al Congreso la facultad
de interpretar la Constitución de forma general y obligatoria, el artículo
429 de la Constitución vigente, en línea con el constitucionalismo actual,
atribuye esa función a la Corte Constitucional.
“En efecto, la Codificación de 1998 de la Constitución” establecía en
el artículo 284 que “en caso de duda sobre el alcance de las normas con-
tenidas en esta Constitución, el Congreso Nacional podrá interpretarlas
de un modo generalmente obligatorio”.3 Esta disposición adolecía de dos
graves falencias: 1) anacronismo, y 2) contradicción con las funciones del
Tribunal Constitucional.
En cuanto a lo primero, el anacronismo radica en la idea de que el
legislador es el único o el principal intérprete de la Constitución, lo que
equivale a decir que es soberano, pues tal concepción ha sido claramente
2 Mediante las reformas constitucionales de 1992 se atribuyó a una sala constitucional de la Corte
Suprema la competencia para decidir en última instancia sobre la constitucionalidad de leyes u
otras normas jurídicas “suspendidas” por el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Posteriormente, las reformas constitucionales de 1995 y 1996 transfirieron esta atribución al
Tribunal Constitucional, lo cual fue recogido por la Constitución de 1998.
3 Adicionalmente, y para aumentar la confusión, el artículo 3, literal e, de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General del Estado da también a este organismo la facultad de absolver consultas
sobre interpretación constitucional, disponiendo que los dictámenes de esta institución sobre la
materia consultada sean obligatorios para la administración pública.
216
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
4 Cualquier texto moderno de derecho constitucional argumenta en este sentido, pero para una
ubicación del debate al respecto es ilustrativo el clásico texto de Eduardo García de Enterría. La
Constitución como norma y el Tribunal Constitucional. Madrid, Civitas, 1985. Para una explica-
ción de esta transformación en el caso europeo véase Zagrebelsky, Gustavo. El derecho dúctil.
Madrid, Editorial Trotta, 2005. Respecto a Latinoamérica véase Nogueira, Humberto. La juris-
dicción constitucional y los tribunales constitucionales de Sudamérica en la alborada del siglo XXI.
México, Editorial Porrúa, 2004.
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Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
5 El artículo 429 dice: “La Corte Constitucional es el máximo órgano de control, interpretación
constitucional y de administración de justicia en esta materia…” Entre tanto, el artículo 436 esta-
blece: “La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las siguientes atri-
buciones: 1. Ser la máxima instancia de interpretación de la Constitución, de los tratados inter-
nacionales de derechos humanos ratificados por el Estado ecuatoriano, a través de sus dictámenes
y sentencias. Sus decisiones tendrán carácter vinculante.”
219
Agustín Grijalva Jiménez
6 No hay aquí espacio para siquiera aproximarse al extenso y complejo tema de la interpretación
jurídica y de la interpretación constitucional en particular. En todo caso, es imperativo anotar que
las corrientes modernas de hermenéutica jurídica plantean que la interpretación es un proceso
ineludible para cualquiera que se acerca a una norma jurídica, que este proceso está profundamen-
te influido tanto por el intérprete como por el contexto en que se interpreta. Por tanto, la idea de
un intérprete único o absolutamente objetivo se vuelve insostenible. La bibliografía sobre este
tema es enorme, pero una introducción sintética la provee Iván Vila Casado en Nuevo Derecho
constitucional (Bogotá, Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, 2002), especialmente el capítulo
nueve. Una buena compilación se encuentra en Ferrer Mac-Gregor, Eduardo, coord.
Interpretación constitucional. México, Editorial Porrúa, 2005.
7 La Corte Constitucional solo conoce directamente la acción por incumplimiento y la acción
extraordinaria de protección, el juzgamiento en primera y segunda instancia de todas las demás
garantías (acción de protección o amparo, hábeas corpus, hábeas data y acceso a la información
pública) pasa a los jueces ordinarios.
220
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
8 Haberle, Peter. El Estado Constitucional. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003,
p. 150.
221
Agustín Grijalva Jiménez
9 Decimos anacronismo porque la idea del legislador como máximo intérprete constitucional está
directamente vinculada a las nociones jurídicas y políticas predominantes en Europa en el siglo
XIX y primera mitad del XX, relativas a que el legislador es soberano en tanto representante de
la voluntad popular: idea que aún muchos juristas y políticos sostienen en Ecuador.
10 Así, el artículo 62, numeral 3, de la Convención Americana establece: “La Corte tiene competen-
cia para conocer de cualquier caso relativo a la interpretación y aplicación de las disposiciones de
esta Convención que le sea sometido, siempre que los Estados Partes en el caso hayan reconocido
o reconozcan dicha competencia, ora por declaración especial, como se indica en los incisos ante-
riores, ora por convención especial”.
222
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
11 De hecho, el artículo 436, numeral 1, es solo una repetición innecesaria de parte del artículo 429.
Adicionalmente, la idea de que la Corte Constitucional absuelva consultas fue explícitamente
incluida en varios proyectos de Constitución pero eliminada en el texto de Montecristi.
12 Aunque no hay aquí espacio para desarrollarlo, puede al menos dejarse aquí sentado que la idea
de que hay normas jurídicas que no se interpretan por tener sentido evidente ha sido totalmente
superada por la hermenéutica moderna.
13 Estos son los casos, por ejemplo, de dictámenes previos de constitucionalidad establecidos en el
artículo 438.
223
Agustín Grijalva Jiménez
Todas las demás funciones la Corte las realiza en el marco de procesos cons-
titucionales que la propia Carta política establece y que derivan en senten-
cias o dictámenes. La actuación de la Corte a petición de parte, en cam-
bio, tiene como objetivo asegurar la imparcialidad propia de cualquier
órgano jurisdiccional, y es por tanto un componente estructural de su
independencia.
En el caso de la Corte Constitucional, la supuesta facultad de absolver
consultas previas ataca incluso las competencias auténticamente jurisdic-
cionales de la Corte, pues si esta se pronuncia en determinado sentido
sobre una norma o un acto, mal podría hacerlo posteriormente en forma
distinta cuando se demande ante ella la inconstitucionalidad de tal norma
o acto. En otras palabras, las funciones consultivas, que le son impropias
e inconstitucionales, inhiben sus funciones jurisdiccionales, que le son
propias y atribuidas por la Constitución.14 O para formularlo como pre-
gunta: ¿qué va a responder o decidir la Corte ante una demanda de
inconstitucionalidad respecto a un problema normativo sobre el cual se
ha pronunciado previamente en consulta?
Si se busca el pronunciamiento de la Corte Constitucional lo jurídico
es acudir a los procesos constitucionales específicos diseñados para el efecto.
Estos son procesos constitucionales que aseguran el debido proceso, por
tanto incluyen los tipos de procedimientos, comparecencias, argumentos,
responsabilidades y decisiones adecuadas. En cambio, si la propia Corte
viola el debido proceso en el desempeño de sus competencias solo le espe-
ra una deslegitimación acelerada como órgano jurisdiccional.
Por otra parte, se plantea el problema del valor jurídico de estas deci-
siones adoptadas como resultado de consultas. Puesto que la
Constitución no establece el proceso constitucional correspondiente, el
valor jurídico de las respuestas a tales consultas queda en entredicho.
Finalmente, está el problema del tipo de actividad hermenéutica que
supone una consulta sobre el sentido de normas constitucionales. Las cor-
tes constitucionales son garantes fundamentalmente de tres asuntos: 1) la
14 Bajo este mismo razonamiento de que quien juzga no puede opinar primero mediante una con-
sulta, el Tribunal Andino de Justicia ha desechado la posibilidad de absolver consultas que han
llegado a ese órgano jurisdiccional. En el caso de la Comisión Interamericana, la cual emite opi-
niones consultivas, hay que anotar que tal función está separada de la del órgano jurisdiccional
correspondiente, la Corte Interamericana.
224
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
15 Véase Zagrebelsky, Gustavo. ¿Derecho procesal constitucional y otros ensayos de justicia constitucio-
nal? México, Fundap, 2004.
225
Agustín Grijalva Jiménez
16 Hay también un control político de constitucionalidad, que a diferencia del control jurídico tiene
parámetros más subjetivos, actúa por propia iniciativa y no a petición de parte, y es ejercido por
órganos políticos. El caso paradigmático es el juicio político por violaciones a la Constitución.
Para una diferenciación conceptual, véase Aragón, Manuel. “La interpretación de la Constitución
y el carácter objetivado del control constitucional”. Interpretación constitucional. Coord. Eduardo
Ferrer Mac-Gregor. México, Editorial Porrúa, 2005, especialmente las secciones 2 y 3 del artícu-
lo. Véase también Aragón Reyes, Manuel. Constitución y control del poder. Bogotá, Universidad
Externado, 1999.
17 Para una revisión histórica de la dependencia política del Tribunal Constitucional respecto al
Congreso y al corporatismo en el Ecuador pueden verse mis artículos: Grijalva, Agustín.
“Constitucionalidad, Institucionalidad y Derecho en el Ecuador”. Ecuador Debate. Derecho,
Reforma Política y Estado (Quito), 71, CAAP (2007). Así como Grijalva, Agustín. “¿Constitución
sin constitucionalismo: urgencia de un Tribunal Constitucional Independiente?”. Foro. Revista de
Derecho (Quito) 7, Universidad Andina Simón Bolívar/Corporación Editora Nacional (2007).
226
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
18 Este artículo establece: El contenido de los derechos se desarrollará de manera progresiva a través
de las normas, la jurisprudencia y las políticas públicas. El Estado generará y garantizará las con-
diciones necesarias para su pleno reconocimiento y ejercicio.
19 Este artículo establece que “Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos
ni de las garantías constitucionales”. Obviamente una interpretación literal del artículo lo volvería
inefectivo, pues el legislador justamente tiene por función regular, limitar, o condicionar el ejer-
cicio de estos derechos, como lo reconoce el artículo 11, numeral 3 inciso segundo de la misma
Constitución, lo que no puede el legislador es restringir o invadir es el contenido esencial de estos
derechos.
227
Agustín Grijalva Jiménez
20 Para una introducción a la noción de contenido esencial y limitación de los derechos puede verse:
Nogueira Alcalá, Humberto. “Aspectos de una teoría de los derechos fundamentales: la delimita-
ción, regulación, garantías y limitaciones de los derechos fundamentales”. Revista electrónica Ius
et Praxis (Talca), 11.2 (2005). Internet. www.scielo.cl/iusetp.htm Un análisis más complejo se halla
en Prieto Sanchís, Luis. Justicia constitucional y derechos fundamentales. Madrid, Editorial Trotta,
2003, especialmente el capítulo quinto.
21 La referencia clásica a este respecto es la sentencia STC 11-81 del Tribunal Constitucional
Español, publicada en López Guerra, Luis. Las Sentencias Básicas del Tribunal Constitucional.
Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1998.
228
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
22 El artículo 436, numeral 6, dice textualmente: “La Corte Constitucional ejercerá, además de las
que le confiera la ley, las siguientes atribuciones: (…) 6. Expedir sentencias que constituyan juris-
prudencia vinculante respecto de las acciones de protección, cumplimiento, hábeas corpus, hábe-
as data, acceso a la información pública y demás procesos constitucionales, así como los casos
seleccionados por la Corte para su revisión”.
23 Para una diferenciación conceptual véase Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías: la ley del más débil.
Madrid, Editorial Trotta, 2006, especialmente el capítulo 2.
24 Por supuesto, no se pretende afirmar que el Derecho administrativo, como cualquier rama del
derecho, no debe articularse al constitucional, pero en el Ecuador más bien se ha producido una
superposición de aquel sobre este.
229
Agustín Grijalva Jiménez
25 Nogueira Alcalá, Humberto. “Aspectos de una teoría de los derechos fundamentales: la delimita-
ción, regulación, garantías y limitaciones de los derechos fundamentales”. Revista Ius ed Praxis
(Talca), 11.002 (2005): 15-64.
26 Un aproximación a la modulación de sentencias en Nogueira Alcalá, Humberto.
“Consideraciones sobre las sentencias de los tribunales constitucionales y sus efectos en América
del Sur”. Revista Ius et Praxis (Talca), 10.1 (2004). Internet. www.scielo.cl/iusetp.htm.
230
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
27 Es decir, acción de protección o amparo, hábeas corpus, hábeas data y acceso a la información
pública.
231
Agustín Grijalva Jiménez
como son los fallos de triple reiteración de la Corte Suprema.28 Para desa-
rrollar esta jurisprudencia, el artículo 86, numeral, 5 dispone que todas
las sentencias ejecutoriadas sobre garantías sean remitidas a la Corte
Constitucional.
En el derecho ecuatoriano la jurisprudencia constitucional ha tenido
un rol más bien casuístico y subsidiario. La sentencia constitucional ha
sido vista como una decisión con efectos inter partes que atiende exclusi-
vamente derechos subjetivos, y no como una fuente de derecho que escla-
rece el sentido y alcance de instituciones jurídicas objetivas y generales.29
Ante cientos de casos similares o idénticos, como por ejemplo los ampa-
ros interpuestos por policías y militares por sanciones disciplinarias, los
jueces y el Tribunal Constitucional han decidido en cada caso, generando
fallos contradictorios o se han limitado a repetir mecánicamente reglas
como las del acto ilegítimo, sin desarrollar mayor congruencia con la
parte resolutiva de la sentencia.
Bajo la nueva Constitución, la Corte Constitucional deberá seleccio-
nar estos casos reiterados, fallos contradictorios y aquellos de especial tras-
cendencia constitucional para en base a ellos dictar precedentes que ten-
drán carácter obligatorio. Es en la argumentación de estos precedentes,
vale decir en el marco de estos procesos constitucionales, que la Corte
deberá desplegar su calidad de intérprete jurídico final de la Constitución.
Este importante cambio en cuanto al rol de la jurisprudencia consti-
tucional exige una mayor y mejor comunicación entre Corte
Constitucional y la justicia ordinaria. La Corte requiere de los jueces para
que su jurisprudencia sea trascendente, y los jueces requieren de la Corte
para unificar fallos contradictorios, y contar con estudiados criterios en
casos reiterados o difíciles. Se requiere entonces una mutua colaboración
entre Corte Constitucional y jueces para avanzar en la constitucionaliza-
ción de la cultura jurídica, y específicamente de la cultura judicial ecua-
toriana.
De hecho, la justicia ordinaria es y deber ser también garante de la
Constitución, pues como plantea la doctrina ella integra las garantías
28 Sobre este tema véase Ávila, Luis. Jurisprudencia obligatoria: fallos de triple reiteración de la Corte
Suprema de Justicia. Quito, Corporación de Estudios y Publicaciones, 2006.
29 Sobre el precedente constitucional, véase Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos. Bogotá,
Universidad Externado de Colombia, 2005, especialmente el capítulo V.
232
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
30 Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007, especial-
mente el capítulo seis.
31 Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías: la ley del más débil. Madrid, Editorial Trotta, 2001, pp. 20-22.
233
Agustín Grijalva Jiménez
institución fue quizás una de las que generó mayores críticas durante la
Constituyente, pues se la acusó de atentar contra la cosa juzgada, la segu-
ridad jurídica, la celeridad e independencia judicial. Aunque hemos ana-
lizado estas críticas en otros ensayos,32 es importante aclarar que esta
acción por su propia naturaleza es estrictamente subsidiaria y no consti-
tuye una nueva instancia.
El artículo 94 de la Constitución establece que esta acción procede
cuando mediante sentencias o autos definitivos se han violado derechos
constitucionales. El artículo 437 agrega las resoluciones con fuerza de sen-
tencia, y menciona en especial el derecho al debido proceso entre los dere-
chos protegidos, sin excluir los demás derechos.
La subsidiariedad de la acción debe reflejarse en una estricta regula-
ción legal y jurisprudencial de su admisibilidad. Esta debería incluir entre
otros requisitos: términos perentorios para su interposición, incidencia
directa del auto o resolución judicial cuestionada sobre el sentido de la
sentencia, alegación oportuna de la violación constitucional en el curso
del proceso, e imputabilidad directa de la violación constitucional a la
actuación u omisión del juez u órgano judicial.33 Tales condiciones han
sido establecidas en otras legislaciones y han mejorado ostensiblemente el
funcionamiento de la institución.
En cuanto a los efectos de la acción, lo que hace o debe hacer la Corte
Constitucional al conocer esta acción es exclusivamente verificar si el juez
ordinario ha violado el debido proceso u otro derecho constitucional, y si
hallare tal violación deberá declarar la nulidad a partir de la actuación
procesal violatoria, y devolver al juez respectivo el proceso para que actúe
en el marco constitucional. La Corte no entra a conocer hechos del pro-
ceso sin relación con el problema constitucional, ni dicta sentencia en
lugar del juez que conoce la causa.
Pero ¿cuándo se violan derechos constitucionales? La respuesta a esta
pregunta no siempre es fácil. Como se dijo, una respuesta proviene de
32 Hemos desarrollado una respuesta a estas críticas en dos artículos de nuestra autoría: “La Corte
Constitucional y el fortalecimiento de las garantías”. Quito, Ildis, 2008; así como en
“Perspectivas y desafíos de la Corte Constitucional”. Desafíos constitucionales: la Constitución del
2008 en perspectiva. Eds. Ramiro Ávila, Agustín Grijalva y Rubén Martínez. Quito, Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos, 2008.
33 Véase, por ejemplo, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de España, especialmente las
reformas de 2007 relativas al amparo, que introducen algunos de estos criterios.
234
Interpretación constitucional, jurisdicción ordinaria y Corte Constitucional
34 Sobre este tema en el caso colombiano, donde ha existido un prolongado debate, véase Botero,
Catalina, Mauricio García y otros. “Tutela contra sentencias: documentos para el debate”.
Bogotá, DeJusticia, 2006, Internet. http://dejusticia.org/.
235
Agustín Grijalva Jiménez
35 El artículo 114 del proyecto de Constitución del Conesup que introdujo en el debate constitu-
yente el amparo contra decisiones judiciales lo limitaba a la violación al debido proceso.
36 Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos, especialmente el capítulo undécimo. Véase
también Gozaíni, Osvaldo. El debido proceso. Santa Fe, Rubinzal-Culzoni Editores, 2004, espe-
cialmente el capítulo 1.
37 Por supuesto, hay muchos otros factores necesarios en este cambio, tales como el desarrollo de
normativa, instituciones y políticas eficientes de administración judicial.
236
Las garantías constitucionales
en Ecuador: doctrina y evolución
en las constituciones
de 1998 y de 2008
237
Agustín Grijalva Jiménez
1. El concepto de garantía
1 Haremos, sin embargo, referencia a otras clasificaciones que incluyen nociones semejantes o
agregan elementos que se consideran relevantes. Véase Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y
sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007, especialmente el capítulo seis.
2 Ferrajoli, Luigi. “Garantías constitucionales”. Revista Argentina de Derechos Constitucionales
(Buenos Aires), 1.2 (2000).
238
Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
3 En este trabajo usamos el término derechos constitucionales para referirnos a los derechos humanos
que las constituciones ecuatorianas han reconocido. Para la mayoría de estas constituciones
todos los derechos incluidos en la Constitución tienen el mismo rango y, por tanto, gozan de
igual protección. Prescindimos, en cambio, del término derecho fundamental el cual implica en
varias constituciones, como las de España y Colombia, al menos dos tipos de derechos consti-
tucionales, jerárquicamente diferenciados por la posibilidad de exigir su protección mediante
amparo o tutela.
4 Peces-Barba, Gregorio. Curso de derechos fundamentales. Madrid, Universidad Carlos III, 1999;
véase el capítulo diez.
5 Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007, especial-
mente el capítulo seis.
6 Un primer esfuerzo de clasificación de las garantías de Derecho Público en políticas, jurídicas
y sociales fue realizada por Jellinek. Véase al respecto Ferreyra, Raúl Gustavo. “El significado de
las garantías de la Constitución y su nexo con las tareas del Congreso”. Revista Argentina de
Derecho Constitucional (Buenos Aires), 2.I (2000): 72-73. En nuestro medio ha tenido alguna
difusión la clasificación de Pérez Luño en garantías normativas, jurisdiccionales e instituciona-
les. Véase Pérez Luño, Antonio. Los derechos fundamentales. Madrid, Editorial Tecnos, 1986,
especialmente el capítulo II. Nuevas tipologías han sido desarrolladas a partir de los trabajos de
Luigi Ferrajoli. Justamente en el presente trabajo recurrimos sobre todo a la tipología elaborada
sobre esta base por Gerardo Pisarello.
239
Agustín Grijalva Jiménez
2. Tipologías doctrinarias
7 Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías: la ley del más débil. Madrid, Editorial Trotta, 2001, pp.
61-62. También, del mismo autor, Garantismo: una discusión sobre derecho y democracia.
Madrid, Editorial Trotta, 2006, pp. 78-81.
8 Ferrajoli, Luigi. “Garantías constitucionales”. Revista Argentina de Derechos Constitucionales
(Buenos Aires), 1.2 (2000).
240
Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
9 Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007, especial-
mente el capítulo seis.
241
Agustín Grijalva Jiménez
poderes públicos, en contraste las garantías sociales son ejercidas por los
propios titulares de los derechos ya sea mediante participación directa o
indirecta. Algunos ejemplos de participación ciudadana directa en la defi-
nición y ejercicio de los derechos constitucionales son las iniciativas ciu-
dadanas de reforma constitucional y legal, los referendos, el control ciu-
dadano del gasto público, mecanismos de autotutela como la huelga, y en
general los diversos mecanismos de democracia participativa. El ejemplo
clásico de participación indirecta está dado, en cambio, por la interven-
ción ciudadana en elecciones de representantes que son los que luego
regulan los derechos constitucionales.
Entre las garantías institucionales, la división más importante es la de
garantías políticas y garantías jurisdiccionales. Mientras las garantías políti-
cas consisten en garantías primarias en cabeza de órganos de tipo legisla-
tivo y ejecutivo, las garantías jurisdiccionales están encargadas a los jueces
e incluyen sanciones o reparaciones. Hay sin embargo, un tercer género
de garantías semijurisdiccionales o semipolíticas consistentes en órganos
de control independientes del Legislativo o del Ejecutivo, que tramitan
denuncias o ejercen acciones para defender derechos constitucionales,
pero no tienen poder de sanción; el ejemplo clásico es el del Defensor del
Pueblo.
A continuación entre las diversas garantías institucionales atendemos
a las denominadas garantías políticas, para luego aproximarnos a las
garantías jurisdiccionales.
10 Pérez Luño, Antonio. Los derechos fundamentales. Madrid, Editorial Tecnos, 1986, pp. 65 a
242
Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
11 Peces-Barba, Gregorio. Curso de derechos fundamentales. Madrid, Universidad Carlos III, 1999.
Véase el capítulo diez.
12 Por ejemplo, si requiere iguales mayorías legislativas, y en general igual procedimiento para dic-
tar o reformar leyes.
13 Véase Prieto Sanchís, Luis. Justicia constitucional y derechos humanos. Madrid, Editorial Trotta,
2003, capítulo 3.
243
Agustín Grijalva Jiménez
14 Pisarello, Gerardo. Los derechos sociales y sus garantías. Madrid, Editorial Trotta, 2007, especial-
mente el capítulo seis. Habría que matizar este concepto para el caso ecuatoriano en que garantías,
como el amparo, son procesos constitucionales autónomos no residuales ni subsidiarios.
244
Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
15 Ibíd., p. 120. Para otros autores, como Gregorio Peces-Barba, la Defensoría es parte de las llama-
das garantías de control y fiscalización, consistentes en instrumentos y órganos que supervisan la
incidencia de la actuación de los entes administrativos sobre los derechos constitucionales como
por ejemplo la interpelación parlamentaria y el juicio político. Pérez Luño, en cambio, la concep-
túa como una garantía institucional específica, orientada a la investigación y denuncia de viola-
ción de estos derechos. En todas estas clasificaciones lo que queda claro es una distinción cualita-
tiva importante de la Defensoría respecto a las garantías jurisdiccionales como el amparo, el hábeas
corpus y el hábeas data.
16 Agradezco a Julio César Trujillo esta observación.
17 Zavala Egas, Jorge. Derecho Constitucional, t. 2. Quito, Edino, 2002, p. 157.
245
Agustín Grijalva Jiménez
18 Trujillo, Julio César. Teoría del Estado en el Ecuador. Quito, Corporación Editora Nacional,
2006, pp. 247-248, pp. 282-287. Una noción amplia de garantía puede hallarse también en
Inredh. Garantías constitucionales – Manual técnico. Quito, Inredh, 2006, pp. 26-30.
19 Ferrajoli, Luigi. “Garantías constitucionales”. Revista Argentina de Derechos Constitucionales
(Buenos Aires), 1.2 (2000).
20 En la Constitución de 1998 esta función de juez constitucional con relación al hábeas corpus la
desempeña primariamente el alcalde.
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22 Véanse, como ilustración, los artículos 2 al 5 de la LOGJCC que contienen en su mayoría moder-
nos principios e instituciones del Derecho Constitucional contemporáneo; no obstante, marcan-
do un agudo contraste el artículo 3, literal 7, prioriza la interpretación literal al modo como lo
hizo el Código Civil en el siglo XIX. Para una visión panorámica de estas nuevas instituciones
véase Escudero, Jhoel. “El cambio de cultura jurídica en la interpretación constitucional”. Nuevas
instituciones del derecho constitucional ecuatoriano. AA.VV. Quito, Inredh, 2009.
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Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
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23 “[D]e las 22 provincias, el 80 % de los casos pertenecen a Pichincha, Guayas, Manabí, El Oro,
Loja y Azuay; mientras que las restantes 16 provincias llegan al 20 % de los casos apelados ante
el Tribunal Constitucional, pese a que estas provincias representan más del 35 % de la población
según datos oficiales del INEC. Es también llamativo que Pichincha por si sola concentre casi el
40 % del total de apelaciones, cuando según el censo del 2001 representaba solo el 19,62 % de
la población nacional. En definitiva, hay un relativo centralismo, o al menos una parcial margi-
nación de varios provincias en el procesamiento de apelación de los amparos, seguramente por sus
mayores dificultades de acceso al organismo en la ciudad de Quito”. Véase Grijalva, Agustín y
Alex Valle. Diagnóstico sobre la Ley Orgánica de Control Constitucional. Quito, Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos, 2008.
256
Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
24 Para un estudio más detallado de esta garantía puede verse Grijalva, Agustín. “La acción extraor-
dinaria de protección” publicado en el capítulo 3 de este libro.
257
Agustín Grijalva Jiménez
25 Para el estudio de varios de estos casos, véase Estrella, Carmen. “La acción extraordinaria de pro-
tección”. Tesis de maestría en Derecho Constitucional. Quito, Universidad Andina Simón
Bolívar, 2010.
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Las garantías constitucionales en Ecuador: doctrina y evolución
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28 Esta serie editorial incluye algo más de quince volúmenes sobre diversas temáticas constitucionales y
de derechos humanos; predomina el enfoque crítico y no dejan de incluirse trabajos interdisciplina-
rios. Su distribución gratuita ha facilitado el acceso a la obra de estudiantes y docentes universitarios.
Esta es sin duda la serie editorial más importante en materia constitucional publicada en Ecuador
desde la edición de la Serie Fortalecimiento de la Justicia Constitucional en Ecuador (12 tomos) que
se publicó entre 2003 y 2005.
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Bibliografía
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de protección*
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7 García Villegas, Mauricio. Justicia constitucional y acción de tutela. Bogotá, Universidad de los
Andes, 1996.
8 Para una ampliación sobre este tema puede consultarse Peña Freire, Antonio Manuel. La
Garantía en el Estado Constitucional de Derecho. Madrid, Editorial Trotta, 1997, especialmente
el capítulo octavo. Véase también Ferrajoli, Luigi. “Pasado y futuro del Estado de Derecho”.
Estado de Derecho: concepto, fundamentos y democratización en América Latina. Coords. Miguel
Carbonell y otros. México, Siglo XXI, 2002, pp. 187-204.
9 Además, conforme a los tratados, convenios e instrumentos internacionales sobre derechos
humanos vigentes en el Ecuador según la Constitución ecuatoriana de 1998.
270
La acción extraordinaria de protección
10 Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos. Bogotá, Universidad Externado de Colombia,
2005, pp 337-338.
11 García Villegas, Mauricio y Rodrigo Uprimny Yepes. “La reforma a la tutela: ¿ajuste o desmonte?
Revista de Derecho Público (Bogotá) 15, Ediciones Uniandes (diciembre 2002): 245-286.
12 “De los países de la región, Ecuador es el único que contiene una restricción absoluta a la posibi-
lidad de iniciar un proceso de amparo contra una resolución judicial”. Véase Comisión Andina
de Juristas. Los procesos de amparo y hábeas corpus: un análisis comparado. Lima, 2000.
13 Para una ampliación del caso colombiano y una comparación con el de Ecuador, véase Escobar,
Claudia. “Prácticas constitucionales y discrecionalidad judicial”. Revista Foro (Quito) 6,
Corporación Editora Nacional (II semestre 2006).
14 Véase Rivera, José Antonio. “El amparo constitucional contra sentencias judiciales con autoridad
de cosa juzgada. Una perspectiva del tema en Bolivia”. Anuario Iberoamericano de Justicia
Constitucional, 6, 2002.
15 Aunque en el caso chileno las restricciones a su admisión son sumamente estrictas. Véase Vélez,
Diego Palomo. “Violaciones de derechos fundamentales por los tribunales de justicia: recurso de
protección y de amparo español. Un análisis comparado”. Revista Ius et Praxis, 9, 2, 2003.
271
Agustín Grijalva Jiménez
272
La acción extraordinaria de protección
1. Cuando exista violación de las garantías del debido proceso, la parte afec-
tada podrá interponer, para ante la Corte Constitucional, el recurso extra-
ordinario de amparo en contra de sentencias firmes dictadas por cualquier
juez, corte o tribunal de la justicia ordinaria respecto de las cuales no
quepa ningún recurso judicial.
2. Esta acción extraordinaria de amparo es improcedente cuando el agravia-
do dejó consentir la resolución que dice afectarlo.
3. Si la acción extraordinaria de amparo fuere presentada para obstaculizar
la justicia o retardar la sustanciación de la causa, el juez constitucional
deberá rechazar el recurso y, si es el caso, sancionar al infractor de confor-
midad con la ley.
Hay que notar que en esta disposición el proyecto hace referencia no solo
a sentencias judiciales, sino además a autos finales o definitivos. Esta
ampliación es justificable puesto que en el curso del proceso, antes de la
sentencia, el juez puede tomar decisiones cruciales que violan el debido
proceso y necesariamente distorsionan el resultado final expresado en la
sentencia.
273
Agustín Grijalva Jiménez
2. La Constitución de 2008
16 He desarrollado una respuesta a estas críticas en mis artículos “La Corte Constitucional y el for-
talecimiento de las garantías” (Quito, Ildis, 2008), así como “Perspectivas y desafíos de la Corte
Constitucional”, en R. Ávila, A. Grijalva y R. Martínez (eds.), Desafíos constitucionales: la
Constitución del 2008 en perspectiva (Quito, Ministerio de Justicia, 2008).
17 Véase por ejemplo la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de España, y especialmente las
reformas del 2007 relativas a amparo, que introducen algunos de estos criterios.
274
La acción extraordinaria de protección
18 Sobre este tema en el caso colombiano, donde ha existido un prolongado debate véase Botero,
Catalina, Mauricio García y otros. Tutela contra sentencias: documentos para el debate. Bogotá,
De Justicia, 2006. Disponible en internet: http://dejusticia.org.
275
Agustín Grijalva Jiménez
19 El artículo 114 del proyecto de Constitución del Conesup que introdujo en el debate constitu-
yente el amparo contra decisiones judiciales lo limitaba a la violación al debido proceso.
20 Bernal Pulido, Carlos. El derecho de los derechos. Bogotá, Universidad Externado de Colombia,
2005, especialmente el capítulo undécimo. Véase también Gozaíni, Osvaldo. El debido proceso.
Santa Fe-Argentina, Rubinzal-Culzoni Editores, 2004, especialmente el capítulo 1.
21 Por supuesto hay muchos otros factores necesarios en este cambio, tales como el desarrollo de
normativa, instituciones y políticas eficientes de administración judicial.
276
La acción extraordinaria de protección
22 Así mismo el artículo 88, que regula la acción ordinaria de protección, excluye explícitamente
los actos u omisiones de autoridades judiciales.
277
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23 Recordemos que la anterior Ley Orgánica de Control Constitucional fue dictada en 1997, es
decir, antes de la Constitución de 1998 cuyos procesos constitucionales, sin embargo, reguló
durante diez años.
278
La acción extraordinaria de protección
279
Agustín Grijalva Jiménez
Solo una vez que el titular del derecho violado ha agotado todas las
posibilidades procesales ante estos jueces, puede la violación del dere-
cho llegar a conocimiento de la Corte Constitucional, que es un órga-
no jurisdiccional especializado. Que los recursos sean eficaces y ade-
cuados implica que estos tengan la capacidad de evitar o resarcir la vio-
lación del derecho constitucional. Así, por ejemplo, mediante la casa-
ción se puede corregir la interpretación de la ley para que sea confor-
me a la Constitución y los derechos que consagra. Mediante la nuli-
dad se puede dejar sin efecto jurídico la decisión judicial o el proceso
violatorio del derecho constitucional.
d) Señalamiento de la judicatura, sala o tribunal del que emana la decisión
violatoria del derecho constitucional. Este requisito confirma que la
acción extraordinaria de protección procede solo contra decisiones de
autoridad judicial. Hay sin embargo algunas situaciones que ameritan
cierta discusión. Por ejemplo, debería también proceder la acción en
el caso de medidas cautelares, puesto que estas son también decisiones
judiciales y en la justicia ordinaria se vinculan al proceso tratando de
asegurar la eficacia de la sentencia.
El artículo 65 de la ley incluye también la acción extraordinaria de
protección contra decisiones de las autoridades indígenas, lo cual es
adecuado considerando que acorde al artículo 171 de la Constitución
tales decisiones resultan también de funciones jurisdiccionales consti-
tucionalmente reconocidas, pero que se hallan también bajo control
constitucional. Hay que precisar, sin embargo, que la acción extraor-
dinaria de protección no debe convertirse en un medio institucionali-
zado de violación de la autonomía que la propia Constitución recono-
ce la justicia indígena.
En el caso de las decisiones arbitrales habrá que distinguir si la decisión
fue tomada por un árbitro arbitrador o un árbitro en derecho. La
acción procedería solo contra el segundo, puesto que el primero es solo
un amigable componedor que falla basado en su prudencia y equidad,
mientras el árbitro en derecho falla con sujeción a la ley, y la aplicación
de la ley, si viola derechos, está sujeta a control constitucional.
En cuanto a las decisiones en procesos coactivos, puesto que estos no
son decisiones judiciales sino actos administrativos, no procedería
contra ellos la acción extraordinaria de protección.
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La acción extraordinaria de protección
5.2. Admisibilidad
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La acción extraordinaria de protección
283
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La parte final del numeral ocho por el cual se requiere que el asunto sea
de relevancia y trascendencia nacional es francamente desproporciona-
do. Esta condición es tan vaga y amplia que puede permitir a la Corte
Constitucional convertir su discrecionalidad en arbitrariedad y recha-
zar acciones extraordinarias de protección que a su juicio no tengan tal
importancia nacional.
6. Medidas cautelares
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285
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8. Conclusiones
9. Bibliografía
286
La acción extraordinaria de protección
287
Fuentes de los ensayos
289
Finalmente, el capítulo sobre “Acción extraordinaria de protección”
apareció en Teoría y Práctica de la Justicia Constitucional, editado por
Claudia Escobar (Quito, Ministerio de Justicia y Derechos Humanos,
2010).
290
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CORTE
CoNSTITUCIONAL ~
DEL ECUADOR . caso No., 1692~ •
Página 1 de 6
l.
Lo que hicieron los jueces de instancia fue resolver la causa conforme a derecho . No les
estaba permitido alejarse de lo que el ordenamiento jurídico permitía. En virtud del voto
de mayoría lo que se permite es que los jueces puedan desconocer el contenido normativo
de rango legal cuando consideren que aquel atenta contra un principio constitucional. Esto
es relevante porque la Corte desconoce su propia jurisprudencia y porque no existe una
razón suficiente para establecer que el control de constitucionalidad de la ley en este caso
tiene un carácter difuso.
El voto de mayoría no_toma en cuenta que se está exigiendo que los jueces interpreten
principios constitucionales en detrimento de reglas de origen legislado vigentes y válidas.
Ni siquiera existe una contraposición de la ley con una regla constitucional (en la que
podría admitirse la posibilidad de la aplicación de la Constitución para el caso concreto),
sino que la aparente contraposición legal (aunque también reconocen que no existe
regulación legal) que encuentran mis colegas es en contra de un principio constitucional
que por su naturaleza es abierto, esto es, no exige una condición verificable para su
aplicación. Si no se está ante la presencia de una regla constitucional no se puede exigir
a los operadores jurídicos que apliquen un principio que ya ha tenido regulación legal o
que es inexistente.
No considero razonable que se exija a los operadores jurídicos una forma de actuar
específica si la normativa infraconstitucional era inexistente y la que regulaba la filiación
establecía criterios específicos que debían seguir los servidores públicos en el desempeño
de sus cargos. Esto debería guiar el criterio del voto de mayoría si se tiene en cuenta que
la Corte Constitucional ha señalado que los jueces de instancia deben aplicar la normativa
infraconstitucional vigente y si consideran que alguna disposición legal atenta en contra
... de un principio constitucional, deben remitir una consulta motivada al máximo organismo
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DEL ECUADOR 1 ' \
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Además, de la lectura de la sentencia impugnada se puede establecer que los jueces que
conocieron el recurso de apelación, se refirieron a todos los argumentos y las pretensiones
de las partes procesales. La debida diligencia implica la obligación de los operadores
jurídicos de resolver el fondo del asunto sometido a su conocimiento. Y la conclusión a
la que arribaron los jueces de instancia fue consecuencia de la aplicación de las
disposiciones jurídicas vigentes al momento de la resolución que no podían desconocer.
Por otra parte, el voto de mayoría considera que la decisión impugnada vulnera el derecho
al debido proceso en la gru:antía de la motivación. La sentencia considera que la decisión
de segunda instancia no cumple con el parámetro de la lógica por cuanto habría arribado
a conclusiones "sin que medie un análisis del caso concreto".
1
Corte Constitucion al del Ecuador, Sen ten cia No. 00 1-13-SCN-CC, caso No . 0535-12-CN.
•
El término de comparación es importante porque con él, se permite constatar que las
situaciones de hecho analizadas en cada caso, de ser similares, tengan la misma respuesta
jurídica. En el caso in examine, las normas y los hechos son distintos, mientras en un caso
se negó el registro de menores por el lugar de nacimiento, en el otro, no se verifica aquella
discriminación. Si no hay unidad en el tertium comparationis, la equiparación exigida
puede ser relevante desde el punto de vista político pero no desde el punto de vista
jurídico.
Sin embargo, ello ni siquiera es el problema del caso in examine. Si tomamos en cuenta
lo que dice el voto de mayoría, veremos que exige ya no solo que los jueces apliquen
directamente los principios constitucionales aun cuando existan normas que regulen el
tema o aun cuando existan lagunas normativas. Lo que dice la Corte Constitucional es
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Si se tienen en cuenta estos aspectos, la decisión a la que arriban los jueces de apelación
no puede considerarse ilógica, al contrario, está sustentada en premisas acordes a la
realidad procesal y jurídica que tenían que resolver. De allí que la decisión dictada en el
caso sub judice, no vulnere el parámetro de la lógica y en consecuencia, la decisión
respete el derecho al debido proceso en la garantía de la motivación.
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, es criterio del suscrito juez constitucional que, en virtud de los
argumentos previamente presentados, el Pleno de la Corte Constitucional deb ió haber
emitido la siguiente:
SENTENCIA
3.
JUEZ COI'\STITUCIONAL
_ CoRTf:
(. N~oTITliCIO N Al.
Uhl 1 e l'AI>Oil
ES FIEL COPIA DEL
Página 6 de 6
Corte
Constitucional
del ecuador Sentencia N.° 32-1 l-IN/19
Jueza ponente: Karla Andrade Quevedo
Sentencia
II. Competencia
11. La accionante sostiene que el artículo 244 de la Constitución del Ecuador establece
que, para conformar una región autónoma, se requiere: 1) dos o más provincias, 2)
con continuidad territorial, 3) superficie regional mayor a veinte mil kilómetros; y,
4) número de habitantes superior al cinco por cientode la población nacional y que
todas estas condiciones las cumplen las provincias amazónicas (Sucumbíos,
Orellana, Ñapo, Pastaza, Morona Santiago y Zamora Chinchipe).
12. Sin embargo, sostiene que el segundo inciso del artículo 15 del COOTAD es
inconstitucional ya que establece un requisito adicional a los establecidos por el
artículo 244 de la Constitución, esto es queel territorio de la región no puede superar
el 20% del total del territorio nacional.
V. Análisis constitucional
"[EJsta Corte no observa quela imposición del límiteterritorial establecido enla norma
infra constitucional vaya en contra de la capacidad de regular y dar contenido a un
derecho porpartedellegislador, quien puedeejercer su capacidadpararegular deuna
forma amplia, dentro de los límites del marco constitucional, límite que en elpresente
caso no se observa que haya sido rebasado ni formal ni materialmente. Además,
tampoco se observa ninguna norma o principio constitucional a más de los alegados
por los accionantes, que entre en colisión con dicha capacidad del legislador (...). En
mérito de lo expuesto, administrando justicia constitucional y por mandato de la
Constitución de la República delEcuador, el Pleno de la Corte Constitucional expide la
siguiente sentencia: i) Negar laacción pública deinconstitucionalidadpor elfondo del
artículo 15, inciso segundo delCódigo Orgánico deOrganización Territorial, Autonomía
y Descentralización" (Énfasis añadido).
1El artículo 96 de la LOGJCC dispone que "las sentencias que se dicten sobre las acciones públicas de
inconstitucionalidad surten efectos de cosa Juzgada, en virtud de lo cual: 1. Ninguna autoridad podrá
aplicar el contenido de la disposición jurídica declarada inconstitucional porrazones defondo, mientras
subsista el fundamento de la sentencia. 2. Cuando la sentencia que desecha la demanda de
inconstitucionalidad ha estado precedida de control integral, no sepodrán formular nuevas demandas de
inconstitucionalidad contra el precepto acusado, mientras subsista el fundamento de la sentencia. 3.
Cuando la sentencia no ha estado precedida de un control integral, no se podrán formular nuevas
demandas de inconstitucionalidad contra el precepto acusado con fundamento en los cargos analizados
en la sentencia, mientras subsista elfundamento deljuicio de constitucionalidad (...) "(Énfasis añadido). 0
Sentencia N.° 32-1 l-IN/19
Jueza ponente: Karla Andrade Quevedo
20. En el presente caso, conforme a lo mencionado en supra 14, la Sentencia No. 007-
18-SIN-CC desechó la acción de inconstitucionalidad del mismo precepto (artículo
15 inciso 2 del COOTAD). Asimismo, la sentencia mencionada hace referencia a los
mismos cargos que los del presente caso, pues la sentencia señala:
"los accionantes sostienen que el marco constitucional establece que las regiones
autónomas nacen como espacio territorial mediante la unión de dos o másprovincias,
superficie regional mayora veinte mil kilómetros cuadrados y un número de habitantes
que en conjunto sea superior al cinco por ciento de lapoblación nacional; mientras que,
según sostienen, el artículo 15 del COOTAD que se trata sobre la conformación de
regiones, en la partefinal delsegundo inciso señala: "... que el territorio de la región a
conformarse no supere el veintepor ciento del total del territorio nacional...".
En tal virtud, los accionantes manifiestan que la norma impugnada, al determinar que
el territorio no podrá superar el veinte por ciento del total del territorio nacional, estaría
limitando el derecho garantizado por la Constitución a conformar regiones
autónomas" (Énfasis añadido).
21. Por loque, en el caso sub examine, la Sentencia No. 007-18-SIN-CC está dotada de
cosa juzgada constitucional relativa al haber examinado los mismos cargos. En
consecuencia, conforme al numeral 3 del artículo 96 de la LOGJCC, no es
procedente que esta Corte Constitucional se vuelva a pronunciar sobre la
constitucionalidad de la norma acusada.
VI. Decisión
Razón: Siento por tal que la sentencia que antecede, fue aprobada por el Pleno de la Corte
Constitucional, con nueve votos a favor de las Juezas y Jueces Constitucionales Karla Andrade
Corte
Constitucional
delecuador Sentencia N.° 32-1 l-IN/19
Jueza ponente: Karla Andrade Quevedo
Quevedo, Ramiro Avila Santamaría, Carmen Corral Ponce, Agustín Grijalva Jiménez, Enrique
Herrería Bonnet, Alí Lozada Prado, Teresa Nuques Martínez, Daniela Salazar Marín y Hernán
Salgado Pesantes, en sesión ordinaria del 18 de octubre de 2019.- Lo certifico.
;ía Berni
SECRETARL^GENERAL
j&
Corte
Constitucional
delecuador
CasoNro.0032-ll-IN
RAZÓN.- Siento por tal, que el texto de la sentencia que antecede fue suscrito el día
miércoles treinta de octubre de dos mil diecinueve, luego del procesamiento de las
observaciones recogidas en la sesión respectiva.- Lo certifico.-
Drl4Aí3^4Sar)fcrá tJerni
SECRETARIA ^GENERAL
AGB/MED
Dictamen No. 7-20-EE/20
Jueza ponente: Daniela Salazar Marín
1. Antecedentes y procedimiento
2. Competencia
www.corteconstitucional.gob.ec Guayaquil: Calle Pichincha y Av. 9 de Octubre. Edif. Banco Pichincha 6to piso
email: comunicación@cce.gob.ec
conformidad con los artículos 166 y 436 numeral 8 de la Constitución de la
República, en concordancia con los artículos 75 numeral 3 literal c) y 119 a 125
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional (en
adelante, “LOGJCC”).
6. Los artículos 120 y 122 de la LOGJCC determinan los requisitos formales que
debe reunir tanto la declaratoria de un estado de excepción o su renovación,
como las medidas extraordinarias dispuestas en estas. A continuación, la Corte
Constitucional analizará el cumplimiento de los requisitos formales.
2
Quito: José Tamayo E10-25 y Lizardo García. Tel.(593-2) 394-1800
www.corteconstitucional.gob.ec Guayaquil: Calle Pichincha y Av. 9 de Octubre. Edif. Banco Pichincha 6to piso
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9. Por las razones antes expuestas, el decreto No. 1217 invoca la causal de
calamidad pública para activar el estado de excepción.
14. Por último, respecto a las medidas adoptadas con fundamento en el estado de
excepción, en el mismo se dispone: (i) la movilización de la Administración
Pública y Central, de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas; (ii) toque de
queda a partir del 21 de diciembre de 2020 al 03 de enero de 2021 desde las
22h00 hasta las 4h00; y (iii) requisiciones a las que haya lugar. Estas medidas se
enmarcan en las competencias reconocidas por la Constitución dentro de un
estado de excepción y fueron emitidas mediante decreto ejecutivo.
15. Por lo expuesto, esta Corte Constitucional concluye que la declaratoria y las
medidas adoptadas con fundamento en el estado de excepción cumplen con los
requisitos formales establecidos en los artículos 120 y 122 de la LOGJCC.
16. Los artículos 121 y 123 de la LOGJCC determinan los parámetros que deben
verificarse en el marco del control material de constitucionalidad de la
declaratoria de un estado de excepción o su renovación, así como de las medidas
extraordinarias dispuestas en este.
3
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3.2.1. Control material del estado de excepción
17. En relación con la real ocurrencia de los hechos, en la parte considerativa del
decreto bajo examen se hace referencia al Informe emitido por el Servicio
Nacional de Gestión de Riesgos (en adelante, “SNGR”), a través del cual se
puso en conocimiento del Presidente que existe un cambio de circunstancias
producido por: (i) el reporte de una nueva variante del virus SARS-CoV-2
anunciado por autoridades del Reino Unido, (ii) el incremento de las
aglomeraciones y reuniones sociales debido a las festividades del mes de
diciembre, y (iii) el aumento de contagios y un posible colapso del sistema de
salud pública.
18. En el considerando del decreto No. 1217 se hace especial énfasis en los
indicadores epidemiológicos y se indica que, conforme a la Tasa de Incidencia
Acumulada, las provincias con las tasas más altas son: Galápagos (2703),
Pichincha (2279), Pastaza (2081), Carchi (1856), Morona Santiago (1802) y
Azuay (1487). Asimismo, en el decreto se hace referencia al porcentaje de
positividad de pruebas RT-PCR de las últimas cuatro semanas que registran un
riesgo alto en las provincias de Santa Elena (30%), Cañar (28%) y Tungurahua
(30%). Por otro lado, se determina que se registra un riesgo moderado en las
provincias de Manabí (25%), Azuay y Cotopaxi (31%), Pastaza (22%), Los Ríos
(26%), Pichincha (18%), Guayas (16%) y Galápagos (12%), mientras que las
provincias de la Amazonía representan el porcentaje de positividad más bajo.
Sobre el porcentaje acumulado de casos confirmados, el decreto señala que en
Pichincha el porcentaje de casos confirmados mediante pruebas RT-PCR es del
35.8%, siendo el más alto de todo el país, seguido por las provincias de Guayas
(12.9%), Manabí (6.9%) y Azuay (6.2%). Las provincias con el porcentaje más
bajo de casos confirmados son Napo y Zamora Chinchipe (0.8%), Orellana
(1.1%) y Pastaza (1.18%). Además, sobre la tendencia del brote, en el decreto se
manifiesta que “la alta velocidad de transmisión dificulta la contención del virus
que causa la enfermedad COVID-19 y empeoraría con la suspensión de las
medidas de limitación de la movilidad y asociación”.
4
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21.659, Guayaquil con 11.804, Cuenca con 6.696, Ambato con 3.881 y Santo
Domingo con 3.514.
5
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24. Finalmente, de los hechos expuestos como fundamento del decreto no se verifica
que la situación generada por la pandemia se haya modificado de tal forma que
amerite la declaratoria de un nuevo estado de excepción. Incluso, en el Informe
se menciona que la velocidad de contagio ha disminuido “comparado con lo
ocurrido en marzo y abril”; y se incluye información desglosada por provincias
según la cual la tendencia en la enorme mayoría de provincias del país es
“estacionaria” y en algunas incluso “decreciente”.
26. Como parte del control material, le corresponde a esta Corte verificar que los
hechos constitutivos de la declaratoria, configuren la causal invocada en el
decreto, esto es, calamidad pública. Para ello, resulta necesario recordar que en
el dictamen 5-20-EE/20, correspondiente a la renovación del segundo estado de
excepción dictado a causa de la pandemia del COVID-19, la Corte
Constitucional advirtió que “no admitirá una nueva declaratoria sobre los
mismos hechos que han configurado calamidad pública en dos ocasiones
previas con sus respectivas renovaciones”.
6
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29. Con respecto a (i) la nueva variante del virus identificada en el Reino Unido, en
el decreto No. 1217 se señala que en dicho país se ha encontrado una variante
del SARS COV-2 que tendría un mayor grado de virulencia. Según el presidente
de la República, la Organización Mundial de la Salud ha recomendado que los
países tomen medidas de protección y prevención frente a esta variante del
COVID-19.
31. A pesar de lo anterior, esta Corte observa que, conforme las declaraciones del
ministro de salud, Juan Carlos Zevallos, efectuadas en la rueda de prensa a
través de la cual se informó de la declaratoria de estado de excepción, la
mutación del COVID-19 sucedida en el Reino Unido era natural y se esperaba
que existan variantes del virus en cuestión2. De tales declaraciones se desprende
que este tipo de mutaciones no son imprevisibles. A esto se suma el hecho de
que ni una sola de las medidas dispuestas en el decreto de estado de excepción
tiene relación con la aparición de esta nueva variante. Las medidas
extraordinarias dispuestas son las mismas que el presidente de la República ha
dispuesto en los dos estados de excepción anteriores y sus respectivas
renovaciones, con algunas modificaciones en lo referente al toque de queda. De
ahí que, este hecho no puede servir como fundamento para justificar la adopción
de medidas extraordinarias que no estén dirigidas específicamente a controlar la
propagación de esta variante del COVID-19.
2
Secretaría Nacional de Comunicación, Rueda de prensa del Presidente de la República sobre las
resoluciones del COE Nacional, minuto 10.
7
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33. Sobre (ii) el incremento de aglomeraciones y reuniones masivas pese a los
controles, el presidente de la República afirma que los datos estadísticos
relativos a la situación de contagio de la pandemia a nivel nacional incluidos en
el decreto No. 1217, permiten “observar una relación directa entre el aumento
del contagio y las incivilidades como aglomeraciones y reuniones masivas que
ya han generado afectación tanto en la salud de las personas como en el sistema
de salud pública nacional”. El presidente de la República añade que pese a los
operativos de control regulares y la supervisión local y nacional, no ha podido
controlar las aglomeraciones y reuniones masivas, sino que, al contrario, éstas
han aumentado de forma significativa.
35. La Corte observa que, una vez que finalizaron los estados de excepción
decretados a partir de marzo de 2020 con motivo de la pandemia del COVID-19,
en el marco del régimen jurídico ordinario, se han adoptado medidas dirigidas a
evitar las aglomeraciones y reuniones masivas. Así, por ejemplo, mediante
acuerdo interministerial No. 00010 de 18 de septiembre de 2020, se reguló el
horario y aforo máximo de los locales y establecimientos sujetos al control de
los Ministerios de Turismo y de Gobierno así como el horario de expendio y
consumo de bebidas alcohólicas dentro de dichos establecimientos mientras dure
la pandemia. También, a través de la resolución del COE Nacional de 19 de
noviembre de 2020, se exhortó a que el aforo en centros comerciales sea de 50%
y se dispuso el cumplimiento del aforo y el distanciamiento social en
restaurantes. Por su parte, mediante resolución A-065 de 28 de septiembre de
2020, la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Quito estableció un plan de
restricción vehicular y suspendió las autorizaciones para espectáculos públicos.
36. Toda vez que sin recurrir a un estado de excepción es posible restringir aforos,
actividades comerciales, circulación de vehículos, entre otras medidas dirigidas
a regular el uso del espacio público y privado, a juicio de esta Corte, no se
justifica recurrir a esta figura excepcional para adoptar tales medidas. Lo que es
más, la falta de eficacia de las medidas adoptadas por el gobierno nacional y los
gobiernos locales para controlar las aglomeraciones y reuniones masivas no
puede utilizarse como fundamento para la configuración de la causal de
calamidad pública.
8
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de autocuidado de la sociedad, la ausencia o ineficacia de controles para impedir
el aumento de aglomeraciones y reuniones masivas de por sí restringidas, no
constituye un fundamento para justificar la existencia de una calamidad pública
que exija la adopción de un nuevo estado de excepción. Es responsabilidad de la
sociedad cumplir y es responsabilidad del Estado hacer cumplir las medidas
dispuestas para controlar la propagación de la pandemia, sin que para hacer
cumplir estas medidas sea necesario adoptar medidas no previstas en el régimen
jurídico ordinario.
38. Respecto del (iii) aumento de contagios y el posible desborde del sistema de
salud pública en caso de que no se adopte un estado de excepción, en el decreto
No. 1217 el presidente de la República afirma que existe un “grave aumento en
el contagio de COVID-19 en todo el territorio nacional derivado principalmente
de situaciones de aglomeración y reunión masiva tanto en espacios públicos
como privados, y su consecuente aumento en la demanda de servicios de salud
pública que puede devenir en una saturación del sistema sanitario”.
40. Más allá de estas aparentes contradicciones, es necesario recordar que, según ha
definido esta Corte, “[…] por calamidad pública se entiende toda situación de
catástrofe con origen en causas naturales o antrópicas que, por tener el
carácter de imprevisible o sobreviniente, provoca graves consecuencias sobre la
sociedad, particularmente, la lesión o puesta en riesgo de la integridad de la
vida humana o de la naturaleza. […] Así, se destaca de la definición expuesta
dos elementos esenciales cuya concurrencia se requiere para la configuración
de una calamidad pública, a saber, (i) la presencia de una situación catastrófica
derivada de causas naturales o humanas que afecte gravemente a las
condiciones sociales de una región o de todo el país; y (ii) que la concurrencia
de dicha situación sea imprevista o sobreviniente […]”3.
41. El decreto bajo análisis, si bien cita textualmente esta misma definición entre sus
fundamentos, omite referirse al carácter de imprevisible o sobreviniente de las
causas en las que justifica la declaratoria de estado de excepción por calamidad
pública. La Corte es consciente de la gravedad de la pandemia del COVID-19 y
de su enorme impacto en los derechos a la vida, a la salud, entre otros. Sin
embargo, para constituir una calamidad pública, los hechos en los que se
justifica el estado de excepción no sólo deben ser graves sino también
3
Corte Constitucional del Ecuador. Dictamen 1-20-EE/20, párrs. 28 y 29.
9
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imprevisibles e intempestivos. Las consecuencias de esta pandemia, referidas a
lo largo del decreto No. 1217, dejaron de ser una situación imprevisible capaz de
configurar una calamidad pública que exija la declaratoria de un estado de
excepción. Por el contrario, su previsibilidad exige que el gobierno esté en la
capacidad de abordar esta situación a través de las medidas del régimen jurídico
ordinario.
43. Incluso, en sus dictámenes Nos. 3/20-EE/20 y 5-20-EE/20, esta Corte revisó las
medidas extraordinarias dispuestas en el estado de excepción y, de forma
ejemplificativa, evaluó algunos mecanismos institucionales para su
reconocimiento e implementación en el régimen ordinario. Conforme se analiza
en la siguiente sección, son estos los mecanismos que el Estado debe fortalecer
con el fin de prevenir y mitigar el aumento de contagios.
44. En suma, los hechos relatados en el decreto No. 1217 revelan una situación que
ha afectado gravemente al país desde marzo de 2020. Sin embargo, transcurridos
más de nueve meses de pandemia en Ecuador y en el mundo, tal situación dejó
de ser “imprevista o sobreviniente” de conformidad con la definición de
calamidad pública establecida por esta Corte en su dictamen No. 1-20-EE/20,
referido en el párrafo 40 supra. En consecuencia, el aumento de contagios y su
incidencia en el sistema de salud pública, en la manera en que han sido
expuestos en el decreto No. 1217, incumplen los requisitos necesarios para la
configuración de la causal de calamidad pública invocada.
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46. Desde el dictamen No. 2-20-EE/20, correspondiente a la renovación del primer
estado de excepción dictado a causa de la pandemia del COVID-19, la Corte
exhortó al gobierno nacional a que de forma coordinada con las autoridades
nacionales y locales, tome las medidas necesarias para afrontar la pandemia a
través de los mecanismos jurídicos ordinarios y no a través de los mecanismos
excepcionales. Así también, en el voto de mayoría del dictamen No. 3-20-EE/20,
correspondiente al segundo estado de excepción dictado a causa de la pandemia
del COVID-19, se advirtió sobre la demora y la falta de coordinación
evidenciadas para tomar las medidas indispensables para enfrentar la pandemia a
través de los mecanismos jurídicos ordinarios.
49. Además, en el citado dictamen No. 5-20-EE/20, esta Corte recordó que, de
conformidad con el artículo 54 literal n) del Código Orgánico de Organización
Territorial, Autonomía y Descentralización, los gobiernos autónomos
descentralizados de carácter municipal tienen la función de coordinar con la
Policía Nacional y la comunidad, para formular y ejecutar políticas para
seguridad y convivencia ciudadana. La Corte enfatizó también que los cuerpos
4
Corte Constitucional del Ecuador. Dictamen No. 3-20-EE/20, párrafo 77.
Si bien dicho dictamen no fue emitido por unanimidad, los votos salvados y concurrentes concedieron en
la necesidad de superar el estado de excepción con la implementación de mecanismos ordinarios, sin
perennizar el estado de excepción.
11
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de agentes de control municipal o metropolitano tienen la atribución para
prevenir, disuadir, vigilar y controlar el espacio público en el ámbito de su
jurisdicción y competencia, según los artículos 268 y 269 del Código Orgánico
de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público. En función de lo
anterior, la Corte explicó que tales organismos municipales podrían, por
resolución de las autoridades cantonales respectivas, complementar también la
tarea de la Policía Nacional, en el marco de sus atribuciones en el régimen
ordinario.
50. Los hechos que motivan la presente declaratoria son: la aparición de una nueva
variante del virus encontrada en el Reino Unido, el incremento de
aglomeraciones y reuniones masivas pese a los controles de las autoridades, y el
consecuente aumento de contagio así como su impacto en el sistema de salud
pública. Al respecto, la Corte Constitucional verifica que el régimen
constitucional ordinario prevé un catálogo de competencias para abordar
estos hechos.
51. Así, respecto de la aparición de una nueva variante del virus encontrada en el
Reino Unido, la Corte observa que al momento se permite que los vuelos
provenientes de cualquier ciudad del mundo aterricen en los aeropuertos del
Ecuador. Únicamente se exigen a los ciudadanos nacionales y extranjeros
provenientes del Reino Unido, Australia, Sudáfrica y la Unión Europea, que
arriben a partir de las 00:00 horas del 22 de diciembre de 2020, el cumplimiento
de ciertos requisitos5. La exigencia de tales requisitos no está mencionada como
una de las medidas del decreto No. 1217 y, de hecho, no requiere de la
declaratoria de un estado de excepción sino que constituye una facultad
ordinaria del gobierno nacional.
53. Además, con el fin de evitar un colapso del sistema de salud, toda vez que según
el Informe citado en el decreto se ha previsto un posible aumento de casos de
COVID-19, con base en el régimen jurídico ordinario el gobierno nacional debe
5
Boletín Oficial 1774 emitido el 21 de diciembre de 2020 por la Secretaría General de Comunicación de
la Presidencia relativo a los vuelos internacionales.
12
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fortalecer dicho sistema, dotándolo de los recursos necesarios para manejar
adecuadamente las consecuencias de la pandemia.
55. En el dictamen No. 4-20-EE/20 esta Corte advirtió que, “[p]ara cumplir con los
principios de necesidad y proporcionalidad, las medidas que se adopten en un
estado de excepción deben limitarse también al tiempo estrictamente requerido
por las exigencias de la situación y al lugar donde específicamente ocurren los
hechos que justifican la declaratoria, sin que esto implique que siempre debe ser
el tiempo máximo o el territorio nacional”.
57. Esto resulta aún más llamativo si se considera que el decreto establece un “toque
de queda” desde 21 de diciembre de 2020 “hasta el 03 de enero de 2021” y así
como también incluye restricciones a las reuniones “hasta el 01 de enero de
2021, inclusive”. En consecuencia, no existe una concordancia entre la
temporalidad de la declaratoria y la temporalidad de las medidas dispuestas con
fundamento en la declaratoria de estado de excepción.
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del mismo se establecen limitaciones al ejercicio de derechos sólo hasta el 1 y 3
de enero respectivamente. Si bien la intención del Ejecutivo de prevenir
contagios frente a futuras aglomeraciones causadas por las festividades del mes
de diciembre es clara, la medida no se encuentra justificada pues conforme se
determinó anteriormente, el estado de excepción opera para hechos que hayan
tenido real ocurrencia.
61. Además, entre los hechos en los que se fundamenta la declaratoria de estado de
excepción se citan indicadores epidemiológicos según los cuales la tendencia en
varias provincias del país es estacionaria o incluso decreciente. De hecho, de las
24 provincias de Ecuador, según la información contenida en el propio decreto,
la tendencia es decreciente en 3 provincias y creciente en 4 provincias, mientras
que en las restantes la tendencia es estacionaria.
62. A esto se suma que el decreto No. 1217 tampoco justifica expresamente las
razones para declarar el estado de excepción en todo el territorio nacional. En
consecuencia, la Corte verifica que no se ha dado cumplimiento a los principios
de necesidad y proporcionalidad que deben regir la territorialidad de la
declaratoria de estado de excepción.
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constitucional ordinario. A esto se suma que el decreto bajo examen no se
expidió en respeto de los límites espaciales y temporales establecidos en la
Constitución para los estados de excepción. Toda vez que el decreto No. 1217
no ha superado el control material que le corresponde realizar a esta Corte, no
procede que la Corte proceda a analizar las medidas extraordinarias que se han
dispuesto con fundamento en el estado de excepción.
4. Consideraciones Adicionales
64. El estado de excepción es una figura prevista por el ordenamiento jurídico para
situaciones extraordinarias que no se pueden resolver a partir del sistema
jurídico y de la institucionalidad ordinarios. Las consecuencias de la pandemia a
las que se refiere el decreto No. 1217, sin desmerecer su gravedad, se
caracterizan por su duración indefinida. Un régimen extraordinario que está
diseñado para ser temporal y excepcional no puede perennizarse mientras dure la
pandemia y sus consecuencias.
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68. Frente a las omisiones del presidente de la República al momento de justificar en
el decreto No. 1217 la necesidad de declarar un estado de excepción con base en
hechos que configuren la causal de calamidad pública, la Corte Constitucional
no puede emitir un dictamen favorable. Las medidas a las que se refiere el
decreto No. 1217, dirigidas a evitar las aglomeraciones y reuniones masivas así
como a prevenir los posibles riesgos de la nueva variante del COVID-19
identificada en el Reino Unido, pueden adoptarse con base en las atribuciones
del régimen constitucional ordinario, incluso por parte del COE, como en efecto
ha ocurrido, sin que sea necesario recurrir a las potestades extraordinarias
autorizadas en un estado de excepción.
5. Dictamen
3. Frente a los posibles riesgos de la nueva variante del COVID-19, esta Corte
reitera su exhorto al gobierno nacional para reforzar, de forma coordinada, los
mecanismos de prevención disponibles bajo el régimen ordinario.
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Razón: Siento por tal, que el Dictamen que antecede fue aprobado por el Pleno de la
Corte Constitucional con siete votos a favor, de los Jueces Constitucionales Karla
Andrade Quevedo, Ramiro Avila Santamaría, Agustín Grijalva Jiménez, Enrique
Herrería Bonnet, Alí Lozada Prado, Teresa Nuques Martínez y Daniela Salazar Marín;
y, dos votos salvados de los Jueces Constitucionales Carmen Corral Ponce y Hernán
Salgado Pesantes; en sesión extraordinaria de domingo 27 de diciembre de 2020.- Lo
certifico.
Firmado
AIDA digitalmente
SOLEDAD por AIDA
GARCIA SOLEDAD
GARCIA
BERNI BERNI
Dra. Aída García Berni
SECRETARIA GENERAL
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DICTAMEN No. 7-20-EE/20
VOTO SALVADO
Como aspecto inicial, corresponde aclarar que el dictamen No. 5-20-EE/20, dispuso
que: “…la Corte Constitucional no admitirá una nueva declaratoria sobre los mismos
hechos que han configurado calamidad pública en dos ocasiones previas con sus
respectivas renovaciones…”. Esta Magistratura arribó a dicho razonamiento tras
observar que el Presidente de la República sustentó una renovación del estado de
excepción bajo el argumento de la “permanencia del COVID-19 en el país”, esto es,
por el mismo hecho constitutivo de las declaratorias y renovación del régimen de
excepción vigente desde el mes de marzo de 2020.
Fue por esta razón que la Corte Constitucional estableció que no admitiría una nueva
declaratoria si se basaba en el mismo hecho constitutivo, es decir, si el Presidente de la
República lo fundamentaba solamente en la “permanencia del COVID-19” en el
Ecuador.
1
“Las fases de la pandemia definidas por la OMS se establecieron en 1999 y se revisaron en 2005. Son
aplicables en todo el mundo y proporcionan un marco mundial para ayudar a los países a prepararse
para una pandemia y planificar las respuestas.”. Cfr. Organización Mundial de la Salud. “Preparación y
respuesta ante una pandemia de influenza”, Documento de Orientación de la OMS, 2009, disponible en
https://www.who.int/csr/swine_flu/Preparacion_Pand_ESP.pdf.
2
A manera de referencia, la Corte Constitucional de Colombia, respecto a los hechos sobrevinientes
como causa de la declaratoria de un estado de emergencia, ha precisado que: “…la agravación rápida e
18
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provoquen nuevamente una situación de calamidad pública3 que no pueda enfrentarse
mediante los causes ordinarios del Estado.
La causal invocada en esta declaratoria es una calamidad pública (que según nuestro
constitucionalismo tradicional se denominaba catástrofe). Esta causal por repetitiva que
parezca no lo es, porque su razón de ser -la pandemia del COVID 19- ha presentado
distintos rasgos que desbordan y agravan la realidad cotidiana. Personalmente no he
visto que una calamidad pública o catástrofe, por extraordinaria que fuere, se transforme
en una fuente de muerte para el Ecuador y el mundo.
19
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Los derechos humanos comienzan con el derecho a la vida de toda persona que se
encuentra en la jurisdicción de nuestro estado ecuatoriano. Si bien teóricamente no se
acepta jerarquizar los derechos, resulta racional dar a la vida humana la prioridad que
exige; inútil sería ponderar la libertad de movilidad, de reunión y asociación frente al
derecho a la vida.
Razón.- Siento por tal que el voto salvado del Juez Constitucional Hernán Salgado
Pesantes, en la causa 7-20-EE, fue presentado en Secretaría General el 28 de diciembre
de 2020, mediante correo electrónico a las 23:21; y, ha sido procesado conjuntamente
con el Dictamen.- Lo certifico.
AIDA Firmado
digitalmente
SOLEDAD
por AIDA
GARCIA SOLEDAD
BERNI GARCIA BERNI
Dra. Aída García Berni
SECRETARIA GENERAL
4
Cfr. Dictamen No. 5-20-EE/20, Corte Constitucional del Ecuador. Párrafos 108-111.
20
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DICTAMEN No. 7-20-EE/20
VOTO SALVADO
I. Antecedentes
2. De conformidad con el sorteo electrónico, la causa quedó signada con el No. 7-20-
EE, y la sustanciación de la misma correspondió a la jueza constitucional Daniela
Salazar Marín quien, el 22 de diciembre de 2020, avocó conocimiento de la causa y
dispuso que la Presidencia de la República remita la constancia de las notificaciones
que deben realizarse conforme al artículo 166 de la Constitución.
II. Competencia
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la declaratoria; 4. Derechos que sean susceptibles de limitación, cuando fuere el
caso; y, 5. Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a los
Tratados Internacionales.
8. En relación con la real ocurrencia de los hechos, el Decreto Ejecutivo No. 1217
señala que la declaratoria de estado de excepción por calamidad pública responde a
que mediante Oficio Nro. SNGRE-SNGRE-2020-3219-O, el servicio Nacional de
Gestión de Riesgos remitió a la Presidencia de la República el “Informe de
compilación de información sobre la evaluación de los indicadores COVID-19” en
el cual se describe la evolución del virus en el Ecuador y se recomienda que se
declare el estado de excepción por un periodo de 30 días, considerando
principalmente tres factores: i) El reporte de una nueva mutación del coronavirus
(SARS CoV-2) por parte de autoridades del Reino Unido; ii) Incremento del
contagio relacionado con aumento de aglomeraciones y reuniones masivas por las
festividades de diciembre; y, iii) Eventual saturación del sistema sanitario.
9. Con relación al primer supuesto, señala que “…el Reino Unido está enfrentando una
variante del SARS-CoV-2 que posee mayor grado de virulencia, lo cual ha obligado
la adopción de medidas de prevención y restricción más severas, ante lo cual la
Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los países que tomen medidas
de protección y prevención frente a la COVID-19”, e indica que en resolución del
Comité de Operaciones de Emergencia Nacional, de 21 de diciembre de 2020, se
tomó la decisión de solicitar la declaratoria de estado de excepción por el cambio de
circunstancias de la pandemia, tales como que: “1.1. El reporte de una nueva
variante en el virus sars-cov-2, anunciado a la Organización Mundial de la salud
por parte de autoridades del Reino Unido. Esta variación representa el riesgo de un
incremento en su capacidad de transmisión en la población. 1.2. El incremento
exponencial en las aglomeraciones suscitadas en los cantones más poblados del
1
LOGJCC, artículo 121.- Control material de la declaratoria de estado de excepción.- La Corte
Constitucional realizará un control material de la declaratoria del estado de excepción, para lo cual
verificará al menos lo siguiente: 1. Que los hechos alegados en la motivación hayan tenido real
ocurrencia; 2. Que los hechos constitutivos de la declaratoria configuren una agresión, un conflicto
armado internacional o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o desastre natural; 3. Que los
hechos constitutivos de la declaratoria no puedan ser superados a través del régimen constitucional
ordinario; y, 4. Que la declaratoria se decrete dentro de los límites temporales y espaciales establecidos en
la Constitución de la República;
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país y debido a las reuniones que se generan a propósito de las festividades de
diciembre”.
10. En el contexto nacional se indica que de acuerdo a los puntos de corte establecidos
internacionalmente, el porcentaje de positividad se considera de riesgo bajo a un
porcentaje inferior al 5%, el riesgo mediano se determina en valores inferiores a
20% de positividad y el riesgo alto corresponde a valores superiores a 20%. En el
país se registra un riesgo alto en las provincias de Santa Elena (30%), Cañar (28%)
y Tungurahua (30%), se registra un riesgo moderado en las provincias de Manabí
(25%), Azuay y Cotopaxi (31%), Pastaza (22%), Los Ríos (26%), Pichincha (18%),
Guayas (16%) y Galápagos (12%), mientras que las provincias de la Amazonía
tienen un porcentaje de positividad de riesgo bajo.
11. Se señala asimismo que “Al analizar las aglomeraciones por meses, se evidencia
que las alertas se han incrementado en 362% entre noviembre y diciembre 2020,
334% entre octubre y noviembre y 163% entre septiembre y octubre de 2020” y
que, “Al realizar un comparativo pre y post Fin del Estado de Excepción (del 8 de
junio al 13 de septiembre versus 14 de septiembre al 20 de diciembre de 2020), se
evidencia que las alertas procedentes por aglomeraciones a nivel nacional han
incrementado en 194%”.
12. En el decreto se refiere que “El riesgo de transmisión que se encuentra por sobre el
valor 1 se interpreta como alta velocidad de transmisión. Esta alta velocidad
dificulta la contención del virus que causa la enfermedad COVID-19 y empeoraría
con la suspensión de las medidas de limitación de la movilidad y asociación”.
13. Con relación a una eventual saturación del sistema sanitario, el informe citado en el
decreto concluye que “...existe un incremento exponencial de camas UCI...” y, al
respecto se indica un escenario de estimación de camas hospitalarias para los
próximos 30 días, y se incluye indicadores por provincia tales como: La tendencia
del brote del COVID-19 “Tendencia Re”, “casos acumulados estimado próximos
30 días”, “camas hospitalización general necesidad estimada próximos 30 días”,
“capacidad de respuesta estimación esperada en hospitalización general próximos
30 días”, “camas UCI necesidad estimada próximos 30 días”, “capacidad de
respuesta estimación esperada en UCI próximos 30 días”.
23
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virus en el Reino Unido, sumado al incremento de aglomeraciones por las
festividades de diciembre, que contribuyen aún más a la propagación acelerada del
virus. Por lo que no podría entenderse que esta declaratoria de estado de excepción
es meramente preventiva, ya que responde a hechos actuales. No obstante, incluso si
fuere preventiva, la pandemia que se vive a nivel mundial justifica la adopción de
medidas con el fin de evitar los efectos mortales y devastadores de la COVID-19, en
favor del derecho a la vida.
16. Asimismo, los datos expuestos en la parte considerativa del Decreto Ejecutivo No.
1217 evidencian con análisis comparativos, el actual incremento de situaciones de
aglomeración y reunión masiva en espacios públicos y privados, que no han podido
ser mitigadas con medidas adoptadas bajo el régimen ordinario, ya que los
mecanismos de control ordinarios se han visto superados, constatando que los
ecuatorianos no toman consciencia de la gravedad de la situación, ni acatan las
medidas impuestas por los regímenes seccionales.
17. Con relación a los límites temporales, se observa que el Decreto Ejecutivo No.
1217 declara el estado de excepción durante 30 días contados a partir de la
suscripción del decreto, lo cual se enmarca dentro de los límites previstos para el
efecto, justificando la temporalidad al relacionar el incremento de las situaciones de
aglomeraciones y reuniones masivas con motivo de las festividades de diciembre.
19. En razón de todo lo anterior, apartándome del criterio de mayoría, considero que en
la causa se verifica que la declaratoria de estado de excepción contenida en el
Decreto Ejecutivo No. 1217 cumple con los presupuestos materiales establecidos en
el artículo 121 de la LOGJCC, excepto con el de espacialidad.
2
En el Dictamen No. 5-20-EE/de la Corte Constitucional consta: “104. Por su parte, especialmente hasta
contar con la normativa legal especial correspondiente, el Presidente de la República podría dictar una
suspensión del derecho a la libertad de tránsito y un eventual toque de queda en el sector del país que
requiera indispensablemente una medida de esta naturaleza y por el tiempo estrictamente necesario, en
el marco de un estado de excepción focalizado y debidamente justificado, y en función de criterios
técnicos coordinados con las autoridades seccionales, de salud y de manejo de riesgos competentes, sin
perjuicio del control constitucional que en su momento le corresponde ejercer a este Organismo”(énfasis
agregado)
24
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IV. Control material de las medidas extraordinarias
21. El artículo 2 del Decreto Ejecutivo No. 1217 dispone la movilización de las Fuerzas
Armadas y Policía Nacional para actuar de forma complementaria y coordinada para
ejecutar mecanismos y acciones orientadas a prevenir aglomeraciones así como para
mantener el orden público y vigilar el cumplimiento de las limitaciones contenidas
en el decreto.
23. El artículo 4 del Decreto Ejecutivo No. 1217 dispone la suspensión del derecho a la
libertad de tránsito y movilidad, y a la libertad de asociación y reuniones, con el fin
de mantener el distanciamiento para evitar la propagación acelerada del coronavirus,
y para el efecto señala que se contará con colaboración de los gobiernos autónomos
descentralizados municipales.
3
LOGJCC, artículo 123.- Control material de las medidas dictadas con fundamento en el estado de
excepción.- Para efectos del control material, la Corte Constitucional verificará que las medidas dictadas
con fundamento en el estado de excepción cumplan los siguientes requisitos: 1. Que sean estrictamente
necesarias para enfrentar los hechos que dieron lugar a la declaratoria, y que las medidas ordinarias sean
insuficientes para el logro de este objetivo; 2. Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la
declaratoria; 3. Que exista una relación de causalidad directa e inmediata entre los hechos que dieron
lugar a la declaratoria y las medidas adoptadas; 4. Que sean idóneas para enfrentar los hechos que dieron
lugar a la declaratoria; 5. Que no exista otra medida que genere un menor impacto en términos de
derechos y garantías; 6. Que no afecten el núcleo esencial de los derechos constitucionales, y se respeten
el conjunto de derechos intangibles; y, 7. Que no se interrumpa ni se altere el normal funcionamiento del
Estado.
4
La Corte Constitucional, en el dictamen No. 3-20-EE/20, estableció: “133. Toda acción realizada en el
marco del cumplimiento de este Decreto 1074, por parte de las Fuerzas Armadas y/o la Policía Nacional,
se la debe ejecutar (i) en estricto cumplimiento a los objetivos constitucionalmente legítimos
reconocidos; (ii) garantizando el normal funcionamiento de instituciones que prestan servicios públicos y
privados indispensables para combatir la crisis; (iii) protegiendo los derechos de la ciudadanía; y, (iv)
respetando las obligaciones reconocidas en los tratados internacionales, la Constitución y la normativa
legal vigente sobre el empleo de los principios del uso de la fuerza”.
25
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24. Seguidamente el artículo 5 dispone expresamente la declaratoria de toque de queda,
en las vías y espacios públicos a nivel nacional a partir del 21 de diciembre de 2020
hasta el 3 de enero de 2021, desde las 22h00 hasta las 04h00, en los términos que
disponga el Comité de operaciones de Emergencias Nacional (COE), determinando
en esta sección un régimen de excepciones para determinadas personas y
actividades.
26. Esto especialmente a aquellas provincias que de acuerdo a la información del COE
Nacional presentan un porcentaje de positividad que corresponda a un riesgo
mediano y alto de contagio, así como en zonas de frontera, de tal forma que se
pueda determinar una mejor distribución de los medios técnicos y personales en el
territorio nacional.
27. Esta implementación operaría de la misma manera que han resuelto otros gobiernos
de la región como es el caso de Perú y Colombia, que de modo general y frecuente
han adoptado medidas de aislamiento por más de 10 ocasiones durante toda la
pandemia, incluso de modo focalizado y selectivo, más aún en el cierre del año
2020 e inicio del año 2021.5
5
República del Perú: Mediante Decreto Supremo N° 044-2020-PCM se declaró el Estado de
Emergencia Nacional a consecuencia del COVID-19; el mismo que ha sido ampliado temporalmente por
11 ocasiones en los Decretos Supremos números 051-2020-PCM, 064-2020-PCM, 075-2020-PCM, 083-
2020-PCM, 094-2020-PCM, 116-2020-PCM, 135-2020-PCM, 146-2020-PCM, 156-2020-PCM, 174-
2020-PCM y 184-2020-PCM, el mismo que en el artículo 1 dispone: “Declárese el Estado de
Emergencia Nacional por el plazo de treinta y un (31) días calendario, a partir del martes 01 de
diciembre de 2020, por las graves circunstancias que afectan la vida de las personas a consecuencia de
la COVID-19. Durante el presente Estado de Emergencia Nacional queda restringido el ejercicio de los
derechos constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad del
domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito en el territorio”
https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-declara-estado-de-emergencia-
nacional-po-decreto-supremo-n-184-2020-pcm-1907451-1/
El Decreto Supremo No.201-2020-PCM que modifica el último decreto prorroga el estado de emergencia
en un plazo de 31 días a partir del viernes 01 de enero de 202, en el artículo 2 indica: “Dispóngase el
fortalecimiento del control migratorio en la frontera norte del país, con la finalidad de dar estricto
cumplimiento a la normatividad vigente sobre la materia... A partir del 22 de diciembre del presente año
hasta el 04 de enero del 2021, en los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y la
provincia del Santa del departamento de Ancash, la inmovilización social obligatoria es desde la 22.00
horas hasta las 04.00 horas del día siguiente. Asimismo, en Lima Metropolitana y en la provincia
Constitucional del Callao la inmovilización social obligatoria es desde la 23.00 horas hasta las 04.00
horas del día siguiente”
26
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4.3. Sobre las requisiciones
28. El artículo 8 del decreto ejecutivo No. 1217 dispone que se realizarán las
requisiciones a las que haya lugar para mantener los servicios que garanticen la
salud pública, el orden y la seguridad en toda el área de extensión del territorio
nacional.
29. Como lo ha establecido en otros dictámenes recientes, la Corte considera que las
requisiciones deberán efectuarse respetando los principios y los derechos
establecidos en la Constitución y de conformidad a la Ley de Seguridad Pública y
del Estado, su reglamento y el Reglamento de Requisición de Bienes.
30. Por lo tanto, esta medida será idónea, necesaria y proporcional, siempre que se
ejecute en los términos señalados en el decreto ejecutivo, esto es, “…en casos de
extrema necesidad y en estricto cumplimiento del ordenamiento jurídico aplicable
para esta situación…” para combatir la calamidad pública y para preservar la
prestación de servicios esenciales en el país.
https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-prorroga-el-estado-de-emergencia-
naciona-decreto-supremo-n-201-2020-pcm-1914076-
2/#:~:text=N%C2%BA%20201%2D2020%2DPCM&text=Prorr%C3%B3guese%20el%20Estado%20de
%20Emergencia,consecuencia%20de%20la%20COVID%2D19.
República de Colombia: Mediante Decreto 417 de 17 de marzo de 2020 se declaró la emergencia
económica, social y ecológica a causa del COVID-19, siendo renovado en Decreto 637 de 06 de mayo de
2020. Se han dictado medidas de aislamiento en el Decreto 457 de 22 de marzo de 2020, Decreto 531 de
08 de abril de. 2020, Decreto 593 del 24 de abril de 2020, Decreto 636 de 06 de mayo de 2020, Decreto
749 de 28 de mayo de 2020, Decreto 847 de 14 de junio de 2020, Decreto 878 de 25 de junio de 2020,
Decreto 990 de 09 de julio de 2020, Decreto 1076 de 29 de julio de 2020, Decreto 1168 de 25 de agosto
de 2020, constando en este último lo siguiente: “Artículo 3. Aislamiento selectivo en Municipio de alta
afectación del Coronavirus COVID -19. Los alcaldes en los municipios de alta afectación, con la debida
autorización del Ministerio del Interior y previo concepto del Ministerio de Salud y Protección Social,
podrán restringir las actividades, áreas, zonas y hogares que consideren pertinentes para la realización
de un aislamiento selectivo y focalizado, de acuerdo con la variación en el comportamiento de la
pandemia del Coronavirus COVID 19”
https://www.mininterior.gov.co/sites/default/files/decreto_1168_de_2020.pdf
El Decreto 1168 fue prorrogado en el Decreto 1297 de 29 de septiembre de 2020 y en el Decreto 1408 de
30 de octubre de 2020; y, modificado por el Decreto 1550 de 28 de noviembre de 2020, determinando :
“Cerrar los pasos terrestres y fluviales con la República de Panamá, República de Ecuador, República
del Perú, República Federativa de Brasil y República Bolivariana de Venezuela, a partir de las cero
horas (00:00 a.m.) del 1 de diciembre de 2020, hasta las cero horas (00:00 a.m.) del día 16 de enero de
2021”, así como “Prorrogar la vigencia del Decreto 1168 de 25 de agosto de 2020 ‘Por el cual se
imparten instrucciones en virtud de la emergencia sanitaria generada por la pandemia del Coronavirus
COVID - 19, y el mantenimiento del orden público y se decreta el aislamiento selectivo con
distanciamiento individual responsable’...hasta el 16 de enero de 2021”
https://sucresantander.micolombiadigital.gov.co/sites/sucresantander/content/files/000253/12650_decreto
-1550-del-28-de-noviembre-de-2020.pdf
27
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31. Sin embargo, la implementación de esta medida no ha pasado de su enunciación a la
práctica, por lo que al no evidenciarse que las requisiciones se hayan producido, ni
se encuentran justificadas en el decreto materia de este dictamen, no se considera
oportuna su adopción.
V.Dictamen
Notifíquese y cúmplase.
CARMEN Firmado
digitalmente por
FAVIOLA CARMEN FAVIOLA
CORRAL CORRAL PONCE
Fecha: 2021.01.01
PONCE 14:36:30 -05'00'
Dra. Carmen Corral Ponce
JUEZA CONSTITUCIONAL
28
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Razón.- Siento por tal que el voto salvado de la Jueza Constitucional Carmen Corral
Ponce, en la causa 7-20-EE, fue presentado en Secretaría General el 31 de diciembre de
2020, mediante correo electrónico a las 8:19; y, ha sido procesado conjuntamente con el
Dictamen.- Lo certifico.
AIDA Firmado
SOLEDAD digitalmente
por AIDA
GARCIA SOLEDAD
BERNI GARCIA BERNI
Dra. Aída García Berni
SECRETARIA GENERAL
29
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Corte
Constitucional
d e l ecuador
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 23 de abril del 2012, el señor Honorio Rigoberto González González, por sus
propios derechos, presentó una demanda para que se declare la inconstitucional
por omisión relativa en que habría incurrido la Asamblea Nacional al desarrollar
el mandato contenido en la disposición transitoria vigésima primera de la
Constitución de la República del Ecuador, al emitir la disposición general novena
de la Ley Orgánica de Educación Intercultural publicada en el suplemento del
Registro Oficial N.° 417 del 31 de marzo de 2011.
NOVENA.- Como estímulo para la jubilación de las y los docentes, el Estado les pagará
por una sola vez las compensaciones económicas establecidas en la Ley Orgánica de
Servicio Público para el efecto.
Las y los docentes que se acojan a los beneficios de la jubilación, tendrán derecho a
recibir por una sola vez cinco salarios básicos unificados del trabajador privado por cada
año de servicio contados a partir del quinto año y hasta un monto máximo de ciento
cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado en total, para cuyo efecto, se
efectuarán las reformas presupuestarias correspondientes en función de la disponibilidad
fiscal existente, se podrá pagar este beneficio con bonos del Estado, de conformidad con
lo establecido en los artículos 81 y 129 de la Ley Orgánica de Servicio Público.
Constitución de la República del Ecuador, publicada mcdianie Registro Oficial N." 449 del 20de octubre del 2008. Disposición
'transitoria vigésimaprimera.
Por ello señaló que el legislador incurrió en una omisión normativa de carácter
relativo, pues cuando expidió la Ley Orgánica de Educación Intercultural
(31/03/2011), se olvidó de prever dicho incentivo para los docentes que se habían
jubilado al amparo de la nueva Constitución y antes de la vigencia de la
mencionada ley, discriminándolos de ese beneficio, correspondiendo así a la
Corte Constitucional declarar tal inconstitucionalidad por omisión relativa, y
subsanar la misma expidiendo de conformidad al numeral 2 del artículo 129 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, una
sentencia aditiva que repare los derechos de los ignorados, eliminando la
exclusión arbitraria producida, pues no existe una razón objetiva ysuficiente para
haberse realizado tal exclusión.
Pretensión concreta
Las y los docentes que se acojan a los beneficios de la jubilación, tendrán derecho a
recibir por una sola vez cinco salarios básicos unificados del trabajador privado por
cada año de servicio contados a partir del quinto año y hasta un monto máximo de
ciento cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado en total, para cuyo
efecto, se efectuarán las reformas presupuestarias correspondientes en función de la
disponibilidad fiscal existente, se podrá pagar este beneficio con bonos del Estado, de
conformidad con lo establecido en los artículos 81 y 129 de la Ley Orgánica de Servicio
Público.
De la contestación a la demanda
Art. 436. La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las
siguientes atribuciones: (...) 10. Declarar la inconstitucionalidad en que incurran las
instituciones del Estado o autoridades públicas que por omisión inobserven, en forma
total o parcial, los mandatos contenidos en normas constitucionales, dentro del plazo
establecido en la Constitución o en el plazo considerado razonable por la Corte
Constitucional. Si transcurrido el plazo la omisión persiste, la Corte, de manera
provisional, expedirá la norma o ejecutará el acto omitido, de acuerdo con la ley.
... se asume que la Ley Orgánica de Servicio Público, en virtud de la aplicación del
numeral 1 del artículo 3, es aplicable a los docentes, en tanto son servidores públicos
pertenecientes al Ministerio de Educación, parte de la Función Ejecutiva. Por otro lado,
se considera que es la Ley Orgánica de Educación Intercultural la que hace referencia
expresa a la Ley de Servicio Público, y además deroga expresamente la Ley Orgánica
1Corle Consiilucional del Ecuador. Semencia N.° 001-13-SIO.CC, casos N." 0001-1 l-IO, 0002-1 l-IO, 0003-1 l-IO y 0004-1 l-IO
acumulados.
Corte
Constitucional
del ecuador
CasoN."000l-12-IO Página 13 de 18
de Carrera Docente y Escalafón del Magisterio Nacional, sin la cual el Reglamento que
regulaba las tablas de estímulo porjubilación no podríasubsistir...
NOVENA.- Como estímulo para la jubilación de las y los docentes, el Estado les pagará
por una sola vez las compensaciones económicas establecidas en la Ley Orgánica de
Servicio Público para el efecto.
Las y los docentes que se acojan a los beneficios de la jubilación, tendrán derecho a
recibir por una sola vez cinco salarios básicos unificados del trabajador privado por
cada año de servicio contados a partir del quinto año y hasta un monto máximo de
ciento cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado en total, para cuyo
efecto, se efectuarán las reformas presupuestarias correspondientes en función de la
disponibilidad fiscal existente, se podrá pagar este beneficio con bonos del Estado, de
conformidad con lo establecido en los artículos 814 y 129* de la Ley Orgánica de
Servicio Público.
* Ley Orgánica del Servicio Público, publicada mediante registro oficial suplemento N.° 294 del 06 de octubre del 2010. Artículo
81.- Estabilidad de las y los servidores públicos.- ... Las servidoras y servidores de las instituciones señaladas en el artículo 3 de
esta ley, cumplidos los sesenta y cinco (65) años de edad, habrán llegado al lopc máximo de su carrera en el servicio público,
independientemente del grado en el cual se encuentren ubicados, sin que puedan ascender.
A las servidoras y servidores que, a partir de dicha edad, cumplan los requisitosestablecidosen las leyes de la seguridad social para
la jubilación y requieran retirarse volunlariamcnic del servicio público, se les podrá aceptar su pclición y se les reconocerá un
estímulo y compensación económica, de conformidad con lo determinado en la Disposición General Primera.
Las servidoras y servidores, a los setenta (70) años de edad, que cumplan los requisitos establecidos en las leyes de la seguridad
social para la jubilación, obligaloriamcntc tendrán que retirarse del servicio público y cesarán en su puesto. Percibirán una
compensación conforme a la Disposición General Primera.
Ihklem, Artículo 129.- Beneficio por jubilación.- Ijis y los servidoras o servidores, de las entidades y organismos comprendidos en
rtjculo 3 de esta ley, que se acojan a los beneficios de la jubilación, tendrán derecho a recibir por una sola vez cinco salarios
icos unificados del trabajador privado por cada año de servicio contados a partir del quinto año y hasta un monto máximo de
ciento cincuenta salarios básicos unificados del trabajador privado en total, para cuyo efecto, se efectuarán las reformas
Así pues, presentados estos requisitos, las instituciones realizarán las reformas
presupuestarias pertinentes para pagar las compensaciones en efectivo o bonos
del Estado, regulando el procedimiento para la aplicación de la disposición
transitoria vigésima primera de la Constitución; por tanto, se colige que se ha
establecido en la ley el procedimiento para el acceso al beneficio de la jubilación,
contestando entonces la segunda interrogante.
presupuestarias correspondientes en runción de la disponibilidad fiscal existente. Se podrá pagar este beneficio con bonos del
lisiado. Seexceptúan deesta disposición los miembros de lasl-'uer/as Armadas y la Policía Nacional (...).
fin caso de reingreso al sector público, el jubilado que ya recibió este beneficio, no tendrá derecho a recibirlo nuevamente. [El
artículo citado, seencuentra sin la incorporación de lasreformas al mismo, queseexpidieron posteriormente a la presentación de la
presente demanda, mediante rcgislro oficial suplemento N.° 483 de20deabril de2015].
Corte
Constitucional
del ecuador
CasoN."0001-12-IO Página 15 de 18
Es así que la Corte Constitucional del Ecuador establece que se han observado
todos los elementos del mandato contenido en la disposición transitoria vigésima
primera, en consecuencia no se puede verificar la existencia de una inacción o
abstención del deber de actuar; por tanto, no se ha cumplido el segundo
parámetro para calificar la omisión constitucional.
... el elemento temporal es propio del análisis de las omisiones absolutas, dado que para
calificar la existencia de una omisión constitucional relativa se parte del supuesto de que
la norma que presuntamente omite determinado contenido constitucional ya ha sido
promulgada. Esto hace que en dicho caso, el transcurso del tiempo anterior a la
promulgación de la norma pase a segundo plano...
fi Corte Constitucional del Ecuador. Semencia N."001-I3-SIO.CC, casos Nros. 0001-1 l-IO, 0002-1 l-IO, 0003-1 l-IO y 0004-11-10
acumulados.
CasoN.,,000l-12-IO
Página 17 de 18
En el caso sub judice, no existe normativa alguna que establezca esta excepción;
de esta forma, el Decreto Ejecutivo N.° 1127 del 5 de junio de 2008, no
corresponde a la ultraactividad de la ley, dado que no existe normativa
constitucional, legal o jurisprudencial alguna que establezca esta excepción, en
consecuencia su aplicación se efectuó en el tiempo de su vigencia.
III. DECISIÓN
SENTENCIA
Alfredo Ruiz Gu
PRESIDENT
7 Carlos Muerta Ochoa, Sobre la validez temporal de las normas. La rclroactividad y ullractividad de las normas en el sistema
jurídico, en Problema. Anuario de Filosofía yTeoría del Derecho, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Autónoma de
México, año 2007, p. 303 y 304.
Razón: Siento por tal/que la sentencia que antecede fue aprobada por el Pleno
de la Corte Constitucional, con siete votos de las señoras juezas y señores jueces:
Pamela Martínez Loayza, Tatiana Ordeñana Sierra, PaLricio Pazmiño Freiré,
Ruth Seni Pinoargote, Roxana Silva Chicaiza, Manuel Viteri Olvera y Alfredo
Ruiz Guzmán, sin contar con la presencia de los jueces Francisco Butiñá
Martínez y Wendy Molina Andrade, en sesión del 25 de mayo del 2016. Lo
certifico.
jrcM/rrwv/flsb
Corte
Constitucional
d e l ecuador
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue suscrita por el señor
Alfredo Ruiz Guzmán, presidente de la Corte Constitucional, el día martes 14 de
junio del dos mil dieciséis.- Lo certifico.
JPCH/LFJ
CASO Q001-12-IO
RAZÓN.- Siento portal que, en la ciudad de Quito, a los quince díasdel mes dejuniode
dos mil dieciséis, se notificó con copia certificada de la sentencia 001-16-SIO-CC, de 25
de mayo del 2016, a los señores: Honorio Rigoberto González González, en la casilla
constitucional 198 y correo electrónico ricardo3 ecffjvahoo.com; procurador general del
Estado, casilla constitucional 18; Presidencia de la República, casilla constitucional 01;
Presidenta de la Asamblea Nacional, casilla constitucional 15 y correo electrónico
asesoría.iuridica@asambleanac¡onal.üob.ec; conforme constan de los documentos
adjuntos.- Lo certifico.-
JPC H/jdn4-
CORTE
Constitucional
del ecuador
SECRETARÍA
GENERAL
CASILL FECHA DE
A CASILLA
NRO. DE RESO. SENT.
ACTOR CONSTI DEMANDADO CONSTIT
TUCION UCIONAL CASO DICT. PROV. O
AL AUTOS
PROCURADOR
GENERAL DEL 18
ESTADO PROV. 10 DE
FISCAL GENERAL JUECES SALA JUNIO DEL 2016
44 1146-10-EP
DEL ESTADO PENAL DE LA
CORTE 19
NACIONAL DE
JUSTICIA
PROCURADOR
GENERAL DEL 18
ESTADO PROV. 10 DE
PRESIDENTE DEL
JUECES LABORAL JUNIO DEL 2016
CONSEJO NACIONAL 55 1806-11-EP
DE LA CORTE
DE LA JUDICATURA
PROVINCIAL DE 680
JUSTICIA DE
PICHINCHA
PROCURADOR 1309-14-EP SENT. 01 DE JUNIO
GENERAL DEL 18 DEL 2016
ESTADO
PROCURADOR
HONORIO
GENERAL DEL CSZ1
ESTADO SENT DE 25 DE
RIGOBERTO r"000l-12-IO 4 MAYO DEL 2016
GONZÁLEZ (Í2§^ _> ASAMBLEA
NACIONAL
fl'5— l
GONZÁLEZ
PRESIDENCIA DE
LA REPÚBLICA
cún
Total de Boletas: (14) catorce QUITO, D.M., 15 de junio del 2016
CnVVIIiri.MS.M.
AiTríhian Dalgo Ni&olaiHe^ CASILLEROS CONSTITUCIONALES
ASISTENTE DE PROCESOS
reco: 1L-MLM
Hoto: f-i-_-- -
Tolal Boletos: _.Z--3
[Número de página]