Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2
DERECHO CONSTITUCIONAL
Sub-Eje Temático 1: TEORÍA CONSTITUCIONAL Y FEDERALISMO
PODER CONSTITUYENTE
Para abordar con éxito la cuestión es menester distinguir entre las normas que integran
el orden jurídico, que emanan de los órganos competentes creados por la constitución
como el Parlamento o Poder Legislativo de la norma fundante cuya etiología es
conceptualmente diferente al de cualquier otra norma jurídica.
La Constitución es fruto del ejercicio del Poder Constituyente, que ha sido definido por el
maestro Linares Quintana como “El poder soberano del pueblo de dictarse por primera
vez su ordenamiento político, jurídico institucional por primera vez o para proceder a su
reforma si fuera necesario.
Una vez alumbrado el texto las constituciones se clasifican en rígidas o flexibles, según
sea su proceso de reforma, será flexible si puede modificarse por el mismo órgano y bajo
el mismo procedimiento del dictado de la ley, por el contrario, será rígida si requiere
para su dictado un proceso especial.
Nuestra Constitución es rígida por el proceso de reforma, que está contenido en el texto,
precisamente en el Artículo 30 de la propia Constitución. La rigidez para reformar el texto
deviene de considerar una garantía la permanencia de sus normas.
Existen, sin embargo, algunas cuestiones doctrinarias previas, la redacción del Artículo
30 ha dado lugar a diversas cuestiones:
3
alterarse sin correr el riesgo de ingresar a una revolución y no a una reforma. Es más,
se interpreta que reformar es dar nueva forma, reformular lo que ha existe.
1) Etapa preconstituyente: según el Artículo 30, la necesidad de la reforma debe ser de-
clarada por el Congreso de la Nación, con el voto al menos del voto de las dos terceras
partes de sus miembros.
Se suscitan varias cuestiones la declaración debe tener forma de ley, y esa ley requiere
una mayoría calificada de dos tercios. También se ha discutido la forma de computar
estas cifras.
La ley declarativa debe contener el límite material (los artículos a reformar) el límite
temporal, es decir en cuanto tiempo de debe cumplir con la tarea. La cantidad y forma
de
i) Formales y materiales
En el punto anterior ya hemos anticipado esta primera clasificación. Es decir, la que tiene
que ver por un lado con la efectiva vigencia de la Constitución, pero que asimismo señala
que al derecho constitucional escrito se le agregan una cantidad de contenidos
provenientes del campo de los comportamientos. Es decir, de la costumbre
constitucional.
Hay capítulos del derecho constitucional en los cuales la influencia de lo fáctico es muy
fuerte, tiene que ver a veces con modalidades propias de un determinado
temperamento, de una cultura política. Por caso, el funcionamiento interno de los
poderes origina una serie de reglas que tienen que ver con lo que se viene de señalar.
El denominado derecho parlamentario que define las modalidades que hacen al
funcionamiento interno del Poder Legislativo deriva de reglas escritas, pero también de
otras que se van conformando a lo largo del tiempo y que lo hacen de acuerdo con las
características que adquiere el trabajo dentro de las comisiones que integran el
Legislativo, al alcance de determinadas potestades, el modo como se distribuyen los
cargos directivos entre los diferentes bloques, entre muchas otras cuestiones. Vale
recordar lo ocurrido con el ejercicio de la potestad que tiene cada Cámara por imperio
del art. 64 que le brinda la calidad de "juez de las elecciones, derecho y títulos de sus
4
miembros en cuanto a su validez". Este examen durante mucho tiempo se limitó a un
control formal del cumplimiento de los requisitos de naturaleza electoral de parte de
cada legislador con anterioridad al otorgamiento del respectivo diploma. Sin embargo, a
partir del caso "Bussi" se irrumpió en el examen de cuestiones de otro orden, que tienen
que ver con la idoneidad ética o moral que debe reunir una persona para poder acceder
a una banca legislativa.
Asimismo, son importantes los desarrollos, que como luego veremos, se producen como
resultado de la interpretación que hacen los jueces de las cláusulas constitucionales a lo
largo del tiempo. Así resulta de la aplicación de las reglas dinámicas de la hermenéutica.
Consideramos que para saber a lo que se alude en el marco del Estado de Derecho toda
vez que se utiliza la voz "Constitución", resulta necesario enfatizar que se hace
referencia a aquella Ley Fundamental de un país que contempla en su articulado los
contenidos elaborados por el constitucionalismo. En este sentido, se puede trazar una
raya divisoria entre las Constituciones democráticas respecto de aquellas que no lo son.
Un país con un sistema autoritario puede contar con una Constitución, pero para el
esquema trazado por la doctrina en la que se funda nuestra materia, ella no puede ser
considerada tal. Sólo lo será aquel instrumento jurídico que reúne un determinado
número de estándares mínimos, sin los cuales estaremos frente a una norma de
diferente naturaleza. Lo expresado pone de manifiesto el elevado contenido dogmático,
impregnado de valores que les son inseparables, que esta disciplina posee. Se trata de
una rama del derecho que nunca puede permanecer neutra a determinados valores, por
el contrario debe exigir su presencia. Es así como se logrará cumplir con las metas u
objetivos que persigue el sistema en su conjunto a los que sólo se podrá llegar a través
de determinadas técnicas y de la vigencia de ciertos principios. Una Constitución que no
reconoce la división de poderes o a los derechos fundamentales de las personas, para
sólo recurrir a dos aspectos básicos, no es una Constitución desde la óptica de nuestra
rama del derecho. Es así como lo presenta la Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano cuyo art. 16 expresa que: "Toda comunidad en la que la garantía de los
derechos no esté asegurada, ni determinada la separación de poderes, no tiene
Constitución". Ello, no obstante que así la denominen quienes la aplican y que así sea
vivida por los integrantes de la comunidad para la cual ha sido elaborada.
De acuerdo con esta diferenciación, la mayoría de las Constituciones del mundo son
escritas o codificadas. El Reino Unido e Israel son las únicas excepciones entre los
Estados democráticos del mundo que poseen Constituciones que están conformadas por
diferentes normas que desarrollan los aspectos fundamentales de su organización. En el
caso de Gran Bretaña su primer documento de esas características es la Carta Magna de
1215. En estos casos el número de costumbres constitucionales es mayor que en los
países que tienen Constituciones escritas. Este es probablemente el motivo que ha
llevado a considerarlas no escritas.
5
Dichas costumbres completan el marco constitucional, al llenar las lagunas que el mismo
puede presentar.
Las rígidas pueden presentar diferente grado de dificultad para su reforma. Así, existe
un panorama amplio de alternativas que van en orden al grado de complejidad para su
modificación, desde las más rígidas que son aquellas que como la argentina, que prevén
un sistema en dos etapas a cargo del Congreso y luego de una Convención
especialmente convocada para llevar a cabo la reforma; hasta las más flexibles que
dejan esa tarea exclusivamente en manos del órgano legislativo, quien la realizará con
un procedimiento especial o con una mayoría calificada o con ambas modalidades.
Asimismo, es común que Constituciones de este segundo tipo exijan que una vez que la
reforma se haya llevado a cabo se convoque al electorado a un referéndum para que se
exprese por medio del sufragio, como paso crucial para su entrada en vigencia. Este
pronunciamiento definirá la suerte de la reforma, la que dependerá de que se alcance
más del 50% de los sufragios positivos para que la reforma entre en vigencia. La
Constitución argentina es un ejemplo cabal de gran rigidez ya que su art. 30 determina
un procedimiento mixto en el que participan el legislativo y una convención. Además,
entre estos dos pasos se intercala el pronunciamiento de la ciudadanía que a través del
sufragio elige a los convencionales constituyentes.
Las Constituciones europeas dejan en manos del Parlamento su reforma, las que en la
mayoría de los casos luego deben ser ratificadas por el electorado como último requisito
para su entrada en vigencia.
Esta clasificación tiene que ver con la técnica legislativa utilizada para la redacción de la
Constitución- En función de la longitud y detalle de su articulado, la doctrina las agrupa
en analíticas y genéricas. Así aquellas convenciones que se deciden por la confección de
una Ley Fundamental caracterizada por una gran frondosidad normativa, muchas veces
rayana en el reglamentarismo, producirán una Constitución analítica. Mientras que las
que fijan las grandes pautas de convivencia de una comunidad organizada, a nivel de
derechos y de organización del poder, elaborarán una Constitución genérica.
6
En principio nos manifestamos a favor de este último tipo de Constituciones ya que, a
partir de un marco de referencia conciso y claro, gracias a su buena redacción, se
posibilita luego una evolución legislativa en el tiempo paulatina, madura y que, por ende,
asegura una mayor perdurabilidad en el tiempo de las cláusulas constitucionales.
Además, esta característica de economía en la redacción ayuda a que el texto pueda ser
conocido más fácilmente por la comunidad a la que va destinado. Los jueces por su parte
al dictar sus sentencias realizarán una interpretación dinámica e integradora que
permitirá adecuar el texto constitucional a los cambios que vaya imponiendo el
transcurso del tiempo, impidiéndose así su envejecimiento.
Ejemplo de lo primero han sido constituciones como las de Canadá (1867), Australia
(1901) o Sudáfrica (1909), dictadas por el Parlamento británico. De lo segundo, la
Constitución japonesa de 1947, casi impuesta por las autoridades estadounidenses,
victoriosas sobre el Imperio de Japón.
7
Puede ser fundacional, cuando dicta la primera constitución del Estado, al crearse éste,
y siempre que actúe sin topes normativos, o posfundacional, si opera después de
haberse creado el Estado, pero también libre de reglas jurídicas preexistentes.
8
A nuestro entender, cuando el poder preconstituyente involucra un poder de regulación
(ver § 108), bien puede (salvo que la constitución lo prohíba) determinar el radio de
acción del poder constituyente derivado, que, además, no es soberano, ya que,
precisamente por ser poder derivado, está circunscripto por el derecho preexistente que
regula su comportamiento.
Y también lo han hecho algunas normas provinciales. Eso atañe al poder de regulación
del poder preconstituyente, cuando cuenta con él.
a) CONSTITUCIONALES. Así, el art. 229 de la Const. del Paraguay de 1967 indicó que la
convención dicta su propio reglamento, nombra sus empleados y elige sus autoridades.
Según las disposiciones del art. 30, la Constitución sólo puede ser modificada con la
intervención de tres cuerpos diferentes, que actúan de manera sucesiva —Congreso,
electorado y convención—, en un proceso compuesto por un número idéntico de etapas.
Analizaremos las tres etapas mencionadas.
9
i) Etapa preconstituyente
Es de destacar que esta mayoría agravada tan elevada se condice con la naturaleza y
trascendencia del acto en cuestión, nada menos que la revisión de la norma que se ubica
en el vértice superior de la pirámide jurídica, que determina el orden de prelación de los
instrumentos jurídicos que conforman el bloque federal de constitucionalidad. Asimismo,
la necesidad de que cada una de las Cámaras se pronuncie de manera separada es una
conclusión que surge de manera indudable cuando se observa la manera en que el
constituyente ha considerado la actuación de las mismas para el proceso de formación
y sanción de las leyes. Cómo pensar que para la redacción de un instrumento tan
fundamental para el Estado de Derecho el constituyente habría podido considerar que el
legislativo se exprese a través de una reunión conjunta de sus Cámaras.
Para mayor abundamiento, se debe recordar que cuando la Constitución, en las escasas
oportunidades en que lo hace, decide la reunión del Congreso en asamblea, lo determina
de manera expresa. Un desconocimiento de estas consideraciones importaría un serio
ataque a la forma federal de Estado, ya que en razón de la diferencia de miembros de
cada una de las Cámaras, las provincias verían seriamente debilitada su presencia al
momento de definir nada menos que el contenido de la norma que define el pacto social
de los argentinos.
10
La atribución del Congreso de fijar el temario de la Convención, cuando se trata de
reformas parciales al texto constitucional, ha sido reconocida en forma unánime por la
doctrina, puesto que "...la reforma parcial supone provocar el funcionamiento de un
órgano que sólo puede reformar ciertas y determinadas prescripciones, ya que de lo
contrario se confundiría con una reforma total y perdería toda razón de ser la distinción
adoptada por la Constitución...".
Otros aspectos que debe contemplar esta ley son las pautas para la convocatoria a
elecciones de convencionales constituyentes y las relacionadas con la convención y su
funcionamiento, tales como el plazo y lugar para sesionar, el número de constituyentes,
los requisitos para ser elegido y las de índole presupuestaria.
Si bien la Constitución nada dice sobre el modo como deben ser elegidos los
convencionales que integrarán el órgano colegiado encargado de llevar a cabo la
reforma —tercera laguna—, una interpretación integrada del texto constitucional lleva
claramente a la conclusión de que debe convocarse a elecciones. En efecto, para llenar
esta "laguna constitucional" es necesario observar que el constituyente determina este
procedimiento para la designación de los miembros del Congreso, órgano colegiado por
antonomasia que tiene a su cargo la deliberación en aras de lograr la sanción de las
leyes de la república. Pues bien, sería impensable que se hubiera tenido en cuenta otra
modalidad, cuando de lo que se trata es de modificar la Ley Fundamental. Ello, en tanto
y cuanto una ley común exige que el cuerpo encargado de elaborarla esté integrado por
representantes del pueblo que han sido elegidos en el marco de un proceso electoral.
De lo contrario, los constituyentes actuarían desprovistos de la legitimidad democrática
que los habilita a llevar a cabo la trascendente tarea que deben realizar.
Así la cosas, esta segunda etapa consiste en el llamado a comicios para la designación
de los miembros de la convención. Estos serán elegidos de acuerdo con el sistema y las
modalidades previstos en la ley declarativa de la necesidad de la reforma. Esta debe
determinar el número de convencionales, la fórmula o sistema electoral destinado a
determinar cómo se repartirán las bancas entre los diferentes partidos que participen de
la contienda y la asignación de la partida presupuestaria especial destinada a afrontar
los gastos de esta etapa y la siguiente. La ley declarativa sólo establece las normas más
importantes que reglamentan el funcionamiento de la Convención, dejando en manos
de ésta la elaboración de las restantes, las que conformarán su reglamento. El
electorado, al inclinarse por las listas de uno u otro partido político lo hace igualmente a
favor de una u otra propuesta, las que deben limitarse a los puntos objeto de enmienda
establecidos en la ley declarativa.
Cabe recordar que la ley electoral nacional concede a los partidos el monopolio en
materia de candidaturas para los cargos electivos.
11
miembros. Este cuerpo delibera de acuerdo con el régimen establecido en la ley
declarativa y en su propio reglamento. A la Convención le cabe la tarea de efectuar la
reforma.
Esta parte contenía doce puntos centrales destinados a rediseñar la estructura del poder
del Estado recreando el régimen republicano, con el objeto de atenuar el sistema
presidencialista, y lograr un nuevo equilibrio de poder y control, de pesos y contrapesos
al decir de Montesquieu. Por ello se trató:
Artículo 100.- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo
número y competencia será establecida por una ley especial, tendrán a su cargo el
despacho de los negocios de la Nación, y refrendarán y legalizarán los actos del
presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia.
12
2. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que
le atribuye este articulo y aquellas que le delegue el presidente de la Nación, con el
refrendo del ministro secretario del ramo al cual el acto o reglamento se refiera.
8. Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la
prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso o la convocatoria de sesiones
extraordinarias y los mensajes del presidente que promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los
restantes ministros una memoria detallada de estado de la Nación en lo relativo a los
negocios de los respectivos departamentos.
11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las
Cámaras solicite al Poder Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que
estarán sujetos al control de la Comisión Bicameral Permanente.
13. Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y
urgencia y los decretos que promulgan parcialmente leyes. Someterá personalmente y
dentro de los diez días de su sanción estos decretos a consideración de la Comisión
Bicameral Permanente.
Artículo 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una
vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha
del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 71 (Cada una de las Cámaras
puede hacer venir a su sala a los ministros del Poder Ejecutivo para recibir las
explicaciones e informes que estime convenientes). Puede ser interpelado a los efectos
del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta de los
miembros de cada una de las Cámaras.
Sus atribuciones se detallan en el artículo 100, con 13 incisos que lo transforman en una
figura con atribuciones Constitucionales semejantes a la de un jefe de la administración,
con funciones políticas que recibe de las que se reducen del Presidente, ejerciendo
además atribuciones propias que fueran del Presidente, ya que tiene a su cargo la
administración general de país, y detenta otras que le son delegadas. Tiene el deber de
13
concurrir por le menos una vez al mes al Congreso para informar de la marcha del
gobierno, puede ser interpelado y removido por el voto de la mayoría absoluta de los
miembros de cada una de las Cámaras, con lo que constituye en el fusible de cambio en
épocas de crisis.
2. Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las
leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable,
emitir disposiciones de carácter legislativo.
4. Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios
de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta
vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión
pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.
5. Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo
informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la Cámara
de Diputados.
14
7. Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de
negocios con acuerdo del Senado; por si solo nombra y remueve al jefe de gabinete de
ministros y a los demás ministros del despacho, los oficiales de su secretaria, los agentes
consulares y los empleados cuyo nombramiento no está reglado de otra forma por esta
Constitución.
8. Hace anualmente la apertura de las sesiones del Congreso, reunidas al efecto ambas
Cámaras, dando cuenta en esta ocasión del estado de la Nación, de las reformas
prometidas por la Constitución, y recomendando a su consideración las medidas que
juzgue necesarias y convenientes.
A fin de consagrar la libertad de cultos se eliminó el requisito confesional para ser presi-
dente de la nación y consecuentemente se modificó el juramento del mismo – Artículos
89 y 93.
Artículo 89.- Para ser elegido presidente o vicepresidente de la Nación, se requiere haber
nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país
extranjero, y las demás calidades exigidas para ser elegido senador.
D) Elección directa de tres Senadores, por cada Provincia y la Ciudad de Buenos Aires
Se modifica la estructura del senado, incorporándose tres senadores por cada provincia
y la ciudad de Buenos Aires, con un sistema de elección directa, asignándose dos bancas
al partido político más votado y la tercera al que le sigue, Artículo 54.
Artículo 54.- El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la
ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos
bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido
político que le siga en número de votos. Cada senador tendrá un voto.
15
Se reduce el mandato de senador de nueve a seis años renovándose el cuerpo a razón
de una tercera parte de los distritos electorales cada dos años (Artículo 56) y cláusula
transitoria cuarta.
Artículo 56.- Los senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato, y son
reelegibles indefinidamente, pero el Senado se renovará a razón de una tercera parte de
los distritos electorales cada dos años.
Artículo 129o.- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con
facultades propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido
directamente por el pueblo de la ciudad.
Una ley garantizará los intereses del Estado nacional, mientras la ciudad de Buenos Aires
sea capital de la Nación.
Bajo este marco se prohibió el dictado de decretos de necesidad y urgencia, excepto que
excepcionales circunstancias hicieran imposible seguir los trámites ordinarios para la
sanción de las leyes y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria,
electoral o el régimen de los partidos políticos (Artículo 99 inciso 3)
Art 99, Inc 3. Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las
promulga y hace publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable,
emitir disposiciones de carácter legislativo.
16
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la
medida a consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá
respetar la proporción de las representaciones políticas de cada Cámara.
Esta comisión elevara su despacho en un plazo de diez días al plenario de cada Cámara
para su expreso tratamiento, el que de inmediato consideraran las Cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de
cada Cámara regulara el trámite y los alcances de la intervención del Congreso.
H) Consejo de la Magistratura
Artículo 115.- Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por
las causales expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por
legisladores, magistrados y abogados de la matricula federal.
17
Artículo 53.- Solo la Cámara de Diputados ejerce el derecho de acusar ante el Senado al
presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete de ministros, a los ministros y a los
miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra
ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones, o por crímenes
comunes, después de haber conocido de ellos y declarado haber lugar a la formación de
causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes.
Su fallo, que será irreducible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte
condenada quedara no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes
ante los tribunales ordinarios.
Artículo 114 - El Consejo de la Magistratura regulado por una ley especial sancionada por
la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara tendrá a su cargo
la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que
sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de
los servicios de justicia.
18
Artículo 85.- El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales,
económicos, financieros y operativos, será una atribución propia del Poder Legislativo.
Hasta aquí los temas incluidos en el Núcleo de Coincidencias Básicas, que se planificó
como un sistema completo e integrado de partes inescindibles.
Artículo 124o.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y
social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán
también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la
política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal
19
o el crédito publico de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de
Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto.
Se dispuso el dominio de las provincias sobre los recursos naturales que se encuentran
en su territorio- artículo 124- y la jurisdicción provincial sobre establecimientos de
utilidad pública.
Según el artículo 125 las provincias pueden celebrar entre sí tratados parciales con
conocimiento del Congreso, salvo que sean de carácter político.
Artículo 125.- Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de
administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con
conocimiento del Congreso Federal; y promover su industria, la inmigración, la
construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de
propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la
importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes protectoras
de estos fines, y con sus recursos propios.
Dentro del fortalecimiento del Régimen Federal se modifican incisos del actual artículo
75, que legisla sobre atribuciones del Congreso, determinándose un nuevo régimen de
coparticipación impositiva entre la Nación y Provincias – inciso 2_.
Art 75. Inc 2. Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las
provincias.
Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá
regímenes de coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en
la remisión de los fondos.
La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre estas,
se efectuará en relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada una
de ellas contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará
prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidad en todo el territorio nacional.
La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con
la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser
modificada unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias.
20
Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la ejecución de
lo establecido en este inciso, según lo determine la ley, la que deberá asegurar la
representación de todas las provincias y la ciudad de Buenos Aires en su composición.
B) Autonomía Municipal
Artículo 123.- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el
Artículo 5. asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Artículo 5.- Cada provincia dictará para si una Constitución bajo el sistema representativo
republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución
Nacional y que asegure su administración de justicia, su régimen municipal y la
educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno federal, garante a cada
provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.
Artículo 39.- Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar proyectos de
ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento dentro
del término de doce meses.
En este sentido el Artículo 85 exige que su presidente sea designado a propuesta del
partido político de la oposición. También se crea la figura del Defensor del Pueblo,
incorporado en el Artículo 86, quien es designado y removido por el Congreso.
21
Si bien, en la Constitución Nacional no se incorpora el necesario acuerdo del Senado para
designación del Presidente del Banco Central, esta disposición se incluyó en la ley
orgánica de la entidad.
E) Actualizar las Facultades del Congreso previstas en los artículos 67 y del Presidente de
la Nación artículo 86.
Art 75, Inc. 12. Dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y
Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales códigos alteren las
jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o
provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas
jurisdicciones; y especialmente, leyes generales para toda la Nación sobre naturalización
y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio
de la argentina; así como sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente
y documentos públicos del Estado, y las que requiera el establecimiento del juicio por
jurados.
Inc. 18. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas
las provincias, y al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y
universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles
y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y
establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la
exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones
temporales de privilegios y recompensas de estímulo.
Inc. 19. Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia
social, a la productividad de la economía nacional, a la generación de empleo, a la
formación profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la
investigación y al desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento.
22
G) Ministerio Público como Órgano Extrapoder
Artículo 71.- Cada una de las Cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros del
Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes.
Artículo 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una
vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha
del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 71. Puede ser interpelado a los
efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta
de los miembros de cada una de las Cámaras.
Art. 75 Inc. 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
Solo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo nacional, previa
aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados
por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.
23
En el segundo párrafo del inciso se incluye una excepción a este principio en cuanto
incorporaron con rango constitucional diez tratados y convenciones internacionales de
protección a derechos humanos, transformando a nuestra Constitución en una de las
más amplias en la materia No solo se amplían los derechos consagrados en el texto
originario sino que también se engloban las garantías para hacerlos efectivos,
posibilitándose el recurrir ante cortes internacionales en caso de desconocimiento o falta
de cumplimiento por parte de los órganos jurisdiccionales del Estado Nacional.
Art 75. Inc, 24. Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y
jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad,
y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en
su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.
Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que los
formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la
patria.
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurparen
funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o las de las provincias, los
24
que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones respectivas serán
imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los
actos de fuerza enunciados en este artículo.
Atentara asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso
contra el Estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que
las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos.
El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función.
Artículo 37o.- Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con
arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia.
El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
Artículo 38o.- Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema
democrático.
Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto a esta
Constitución, la que garantiza su organización y funcionamiento democráticos, la
representación de las minorías, la competencia para la postulación de candidatos a
cargos públicos electivos, el acceso a la información pública y la difusión de sus ideas.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio.
Por esta cláusula se consagra en el nuevo Artículo 41, que incluye el derecho de todo
habitante a gozar de un ambiente sano, apto para el desarrollo humano, preservando
los recursos naturales no solo para generaciones presentes, sino también futuras. Se
preserva también el patrimonio natural y cultural, la diversidad biológica y el derecho a
la información y educación ambiental. Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radioactivos.
Artículo 41.- Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado,
apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el
deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarias, sin que aquellas
alteren las jurisdicciones locales.
25
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente
peligrosos, y de los radiactivos
Artículo 43.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez
podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión
lesiva.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o
privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
Fue el único tema que no logró tratarse, por lo acotado del límite temporal que fijó en
noventa días la actividad de la Convención
En virtud de esta disposición se deroga la segunda parte del antiguo inciso 15 de Artículo
67 que consagraba como atribución del congreso el “propender la conversión de los
indios al catolicismo”. En virtud del actual inciso 17 del Artículo 75 se reconoce la
preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, garantizando el
derecho a una educación bilingüe, el acceso a la propiedad comunitaria de la tierra, la
entrega de sus antiguos territorios o de tierras aptas para sus actividades, entre otros.
Art. 75 Inc. 17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas
argentinos.
26
gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.
Sobre este tema debemos destacar que el despacho de comisión fue suscripto por
unanimidad, y se acordó tratarlo en el recinto por su sola lectura, sin discursos, y por
aclamación. El registro de las opiniones vertidas por los Convencionales Constituyentes,
quedó en el diario de sesiones por incorporación de agregados escritos para su
publicación.
Tema que se incorpora en el actual artículo 42, por el que se protege a consumidores y
usuarios de bienes y servicios en la relación de consumo, a la protección de su salud,
seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz, entre otras
previsiones. Es de resaltar que las acciones en protección de estos derechos pueden ser
incoadas por el afectado, e defensor del pueblo y las asociaciones que propendan a esos
fines (Artículo 43)
Esta previsión constitucional cobra mayor relevancia al tener en cuenta que existen
prestadores de servicios públicos que se encuentran en el ámbito de la organización
estatal, no estatal y hasta personas jurídicas privadas.
Artículo 43.- Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo,
siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de
autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione,
restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y
garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez
podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión
lesiva.
27
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo
a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor,
así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del
pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la
que determinará los requisitos y formas de su organización.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o
privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL
El caso Marbury contra Madison es un proceso judicial abordado ante la Corte Suprema
de los Estados Unidos y resuelto en 1803. El mismo surgió como resultado de una
querella política a raíz de las elecciones presidenciales de 1800, en las que Thomas
Jefferson, quien era un republicano demócrata, derrotó al entonces presidente John
Adams, el cual era federalista. En los últimos días del gobierno saliente de Adams, el
Congreso, dominado por los federalistas, estableció una serie de cargos judiciales, entre
ellos 42 jueces de paz para el Distrito de Columbia. El Senado confirmó los
nombramientos, el presidente los firmó y el secretario de Estado estaba encargado de
28
sellar y entregar las actas de nombramiento. En el ajetreo de última hora, el secretario
de Estado saliente no entregó las actas de nombramiento a cuatro jueces de paz, entre
los que se contaba a William Marbury.
El nuevo secretario de Estado del gobierno del presidente Jefferson, James Madison, se
negó a entregar las actas de nombramiento porque el nuevo gobierno estaba irritado
por la maniobra de los federalistas de tratar de asegurarse el control de la judicatura con
el nombramiento de miembros de su partido justo antes de cesar en el gobierno. Sin
embargo Marbury recurrió a la Corte Suprema para que ordenara a Madison entregarle
su acta.
Desde 1994
Es decir que debajo de la Constitución, con la misma jerarquía, pero sin la posibilidad de
modificar la 1ª parte de la misma, está los tratados y convenciones internacionales del
Art. 75 inc. 22 CN. Los cuales gozan de una presunción de constitucionalidad por haber
sido analizados pormenorizadamente por los convencionales constituyentes.
Por último, se encuentran los tratados que no son de derechos humanos, pero que han
sido aprobados y ratificados por nuestro país. Éstos tienen jerarquía superior a las leyes
federales.
29
Debajo de las leyes federales, se encuentran los Tratado que el Art. 124 CN les permite
celebrar a las provincias.
CN. Estos tratados no están incorporados a la CN, está enumerado en la misma, pero
gozan de supremacía constitucional.
Por lo tanto, la interpretación en cuanto a que los derechos que sean reconocidos por
tratados no sólo pertenecen al derecho interno, sino que no es necesario un posterior
reconocimiento por parte del Estado, (Corte Interamericana, Ekmedjian c/ Sofovich)
Temas:
§ Derecho de réplica
§ Acción de amparo
Hechos:
Este fallo adquirió gran importancia debido a que la Corte resolvió de manera contraria
a como había resuelto en la causa Ekmekdjian vs Neustadt.
Ante la negativa del conductor del programa de leer la carta documento, el accionante
inició un juicio de amparo fundado en el derecho de réplica basándose para ello en el
artículo 33 de la CN y en el 14 del Pacto de San José de Costa Rica.
Resolución:
30
Cómo se llegó a la Corte Suprema:
En primera instancia el juez rechazó la demanda con los mismos argumentos empleados
por la Corte al resolver en la causa Ekmekdjian vs Neustadt: “no tiene lugar el derecho
de réplica por no haber mediado una afectación a la personalidad” y “el derecho de
réplica no puede considerarse derecho positivo interno porque no ha sido aún
reglamentado”
La Cámara de Apelaciones resolvió igual que el juez de primera instancia con los mismos
argumentos.
Como consecuencia el actor dedujo recurso extraordinario ante la Cámara pero no le fue
concedido. Esto motivó que Ekmekdjian presentara una queja por denegación de
Recurso Extraordinario ante la CSJN.
Ante este interrogante la Corte resolvió que debía pronunciarse por tratarse de una
cuestión Federal en cuanto se cuestionan cláusulas de la Constitución (art. 33) y del
Pacto de San José de Costa Rica (art. 14)
La Corte interpretó que al expresar el Pacto de San José (art. 14): “en las condiciones
que establece la ley” se refiere a cuestiones tales como el espacio en que se debe
responder o en que lapso de tiempo puede ejercerse el derecho; y no como se consideró
en el caso antes mencionado, en que el a quo interpretó que esa frase se refería a la
necesidad de que se dictara una ley que estableciera que el derecho de réplica fuera
considerado derecho positivo interno.
“Por lo tanto, el derecho de réplica existe e integra nuestro ordenamiento jurídico sin
necesidad de que se dicte ninguna ley”.
Importante: la razón principal para que la Corte Suprema haya resuelto de manera
diferente a como lo había hecho en el caso Ekmekdjian vs Neustadt hay que buscarla en
la diferente interpretación que se le dio a la frase “en las condiciones que establece la
ley” en ambos casos.
3. El actor está legitimado para actuar por verse afectado profundamente en sus
sentimientos religiosos
31
“El Sr. DAlmiro Sáenz interfirió en el ámbito privado del Sr. Ekmkdjian conmoviendo sus
convicciones más profundas, lo que implica un verdadero agravio a un derecho
subjetivo”.
“se condena al demandado, señor Gerardo Sovfovich, a dar lectura a la carta documento
en la primera de las audiciones que conduzca el demandado”
Consecuencias:
* queda implementado el derecho de réplica sin necesidad de una ley que lo autorice
a) Tratados de derechos humanos: ver detalle en inciso 22 artículo 75. Estos tratados se
incorporan con jerarquía constitucional y las siguientes características:
2°) Si bien tienen jerarquía constitucional, “no derogan artículo alguno de la primera
parte de la Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y
garantías por ella reconocidos.;
b) Tratados de integración: Las normas dictadas tienen jerarquía superior a las leyes,
pero inferior a la Constitución, la técnica legislativa para aprobar estos tratados de
Latinoamérica, en cuyo caso requieren la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara. En cambio, en la hipótesis de tratados con otros estados, el
procedimiento es complejo o de doble aprobación: 1° el Congreso declara la
conveniencia con la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara y 2°
dentro de los 120 días posteriores el tratado debe ser aprobado por la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
1° Constitución y Tratados sobre derechos humanos, con la única salvedad que los
tratados no deroguen artículo alguno de la primera parte de la Constitución y además
deben entenderse como complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos.
32
2°) Tratados de integración.
Artículo 31: Esta constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten
por el congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la
Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas, no
obstante, cualquier disposición en contrario que obtengan las leyes o constituciones
provinciales.
1) Esta Constitución
2) Las leyes Nacionales, que en su consecuencia se dicten y los Tratados con las
potencias extranjeras – Negociados y firmados por el P.E., aprobados por el Congreso,
ratificados en sede internacional. Artículo 27
75 inciso 22. Y otros que se incorporen en las condiciones de su vigencia tienen jerarquía
Constitucional pero no derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitución y
deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.
Sólo pueden denunciarse por el Poder Ejecutivo previo el voto de las 2/3 partes de los
miembros totales de cada Cámara los futuros tratados de Derechos Humanos requieren
para gozar de esta categoría la aprobación de las 2/3 partes de los votos totales de cada
Cámara.
a) Tratados de Integración: Leer inciso 24. Tratamiento distinto para aquellos con Latino-
américa mayoría absoluta de la totalidad los miembros de cada Cámara.
aprobación con mayoría absoluta de los presentes de cada Cámara y dentro de los 120
días posteriores debe ser aprobado por los 2/3 de la totalidad de miembros de cada
Cámara.
33
En cuanto abordamos este tema es inevitable vincularlo con las teorías contractualistas
(Siglos XVII y XVIII) que en autores tan disímiles como Tomas Hobbes (1681), John Locke
(1690), J.J.Rouseau (1762), Montesquieu (1748), por medio de una ficción explican el
paso del estado natural del hombre al estado social. A fin de superar el principio de la
fuerza como eje de organización, logran por medio de un contrato suscripto por los
hombres, un acuerdo para investir de autoridad a uno o algunos, a fin que estos dicten
las normas de convivencia social y provean a la seguridad.
Para los contractualistas es el pacto social el que permite crear las reglas de convivencia
en que se asienta el Estado de Derecho, todos ceden y todos tienen como garantía el
cumplimiento del acuerdo. Base también del principio de soberanía popular, la creación
de la autoridad y el resguardo del espacio de libertad del hombre, todos principios
básicos incluidos dentro de este marco de deber ser.
y afines de todos los sectores políticos y sociales, a fin que cada uno se vea reflejado en
los postulados constitucionales, se identifique con su sentido y espíritu, a sabiendas que
el producto final nunca será el total de las aspiraciones de un sector, sino el suficiente
que surge de la cesión de parte de lo ambicionado para lograr el proyecto compartido,
común.
Por el contrario, si la constitución no es producto del acuerdo, del consenso, del pacto
está predestinada a fracasar, no encuentra el punto de su vigor, validez y vigencia.
Para probar esta teoría no es necesario recurrir a ejemplos de laboratorio, basta con
repasar nuestra historia institucional, teniendo en cuenta los avatares políticos y
organizacionales por los que pasamos para llegar al dictado de la primera Constitución,
a su plena vigencia y las situaciones particulares de cada proceso de reforma
constitucional.
CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD
34
Concordante con la teoría de Supremacía Constitucional se concatena el instituto de
Control de Constitucionalidad
Esta práctica surge por la acción de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos
de Norte América, cuando el Presidente de la Corte de EE.UU. Marshall, en el fallo “Mar-
bury vs. Madison” fundamentó esta teoría.
Se basa en el fundamento que todo acto legislativo que es contrario a la constitución no
puede aplicarse al caso concreto debiendo prevalecer la Constitución. Caso contrario
una ley modificaría su contenido.
Se inviste de competencia para efectuar el control al mismo órgano que dicta la Ley o
un apéndice de este.
Sistema Argentino. A cargo de los jueces en el caso concreto, por cualquier juez por
medio del Artículo 14 de la ley 48. (control difuso) O a través de tribunales especiales de
constitucionalidad España Alta Corte Constitucional. (control concentrado)
Ley 48. Art. 14. – Una vez radicado un juicio ante los Tribunales de Provincia, será
sentenciado y fenecido en la jurisdicción provincial, y sólo podrá apelarse a la Corte
Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de
provincia en los casos siguientes:
Art. 16. – En los recursos que tratan los dos artículos anteriores, cuando la Corte Suprema
revoque, hará una declaratoria sobre el punto disputado, y devolverá la causa para que
sea nuevamente juzgada; o bien resolverá sobre el fondo, y aun podrá ordenar la
ejecución especialmente si la causa hubiese sido una vez devuelta por idéntica razón.
35
Artículo 43 de la Constitución Nacional que dispone al regular la acción de amparo que
es el juez quien podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el
acto u omisión lesivo, de lo que se colige:
REQUISITOS Y EXCEPCIONES
2) Debe existir un caso concreto Art. 116 Constitución Nacional causas y juicio.
FORMAS
Puede plantearse en el orden federal u ordinario como acción o excepción o sea al de-
mandar o contestar la demanda.
EFECTOS
En nuestro sistema es Inter. Partes es decir solo para el caso concreto planteado.
ANTECEDENTES HISTORICOS
Antes de 1853 regía en nuestro país una precaria organización, graficada en una
cohesión de carácter histórico y sociológico, caracterizada por una fuerte disputa de
poder y preeminencia entre las provincias cuyos planteos tampoco eran uniformes entre
sí y el puerto de Buenos Aires.
36
de la actividad del Estado. Sin embargo, décadas de lucha por el control del poder
condujeron a guerras civiles que impedían el acuerdo necesario para llegar a la definitiva
organización.
Son rescatables diversos avances como la Asamblea de 1813, que si bien logra consagrar
importantes principios de organización, no logra la declaración de la independencia, con-
sagrada luego en 1816; o los intentos constitucionales de 1819 o 1826, que no logran
ser aplicados a la práctica porque sectores mayoritarios de la sociedad y los actores
políticos resistieron los programas de organización que respondían a una estructura
centralizada de poder, mientras que la mayoría de las provincia reclamaban una
organización federal.
El advenimiento del gobierno de Juan Manuel de Rosas paralizó el intento del dictado de
una norma de organización, hecho que tiene fuerte influencia en el derrocamiento de
Juan Manuel de Rosas por parte de las tropas del General Justo José de Urquiza, en la
batalla de Caseros del 03 de febrero de 1852, episodio que finaliza con el acuerdo de
San Nicolás, suscripto el 31 de mayo de 1852, y el posterior dictado de la Constitución
de 1853 bajo los preceptos del Pacto Federal de 1831 celebrado el 04 de enero de 1831.
Aunque fuera respetuosa de los acuerdos a los que arribaran los gobernadores-caudillos
de las provincias, inspirada en el pensamiento de la generación de 1837 especialmente
Juan Bautista Alberdi, y guiada por el modelo de la constitución norteamericana, fue
resistida por la provincia de Buenos Aires que se separa de la confederación formando
gobierno propio.
Luego de esta primera reforma Constitucional en 1860 prácticamente redactada por Do-
mingo Faustino Sarmiento y Dalmacio Velez Sarsfield, deviene una etapa de relativa
estabilidad política e institucional en el país.
37
castrense que incumplían la constitución dictando estatutos de organización que la
suplían, recordamos los producidos en 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.
Al respecto, Alberto García Lema sostiene que desde 1930 se opera un proceso de
desconstitucionalización que se profundiza por una serie de elementos, y que puede
mesurarse por la precariedad medida en el tiempo del régimen democrático, en el que
el sistema institucional funcionó solo durante un total de treinta y cuatro años
(alternados) desde los ciento cuarenta años que corren desde 1853 hasta 1993.
de 1866 y 1898 fueron de carácter técnico y de menor importancia, pero las dos grandes
reformas de nuestro siglo, que precedieron a la última, merecen un análisis más
detenido, ya que, a pesar de haber sido intentos de reformas sustanciales, ambas
fracasaron.
En el año 1957 no existía Congreso y en virtud de un decreto ley del Poder ejecutivo de
facto se convocó a una convención reformadora llevada a cabo por el “antiperonismo”
con proscripción del peronismo. A pesar de que se encontraban habilitadas diversas
modificaciones, por la ilegitimidad y la falta de consenso, solo se logró sancionar como
texto el artículo 14 bis, por el que se incorporan los principios del constitucionalismo
social.
Como vemos existe una razón más que teórica al afirmar que la norma Constitucional
solo puede afirmarse en la voluntad común, compartida por el pueblo cuyos destinos
está destinada a regir. Siempre que se impuso un sector sobre otro, solo se logró un
texto formal de acotada vigencia espacial y temporal.
38
Los partidos Políticos mayoritarios, el Radicalismo y el Justicialismo, comienzan a tomar
el camino del diálogo a fin de buscar el consenso necesario para la reforma institucional,
en ese sentido encontramos el primer antecedente histórico en la reunión que se
produce el 14 de diciembre de 1973, en Gaspar Campos, entre el líder justicialista Juan
Domingo Perón y el líder radical Ricardo Balbín. Como consecuencia de la misma, el
Presidente Perón en abril de 1974 creó una comisión especial encargada del estudio del
tema. Los hechos históricos posteriores impidieron su concreción.
A fines de 1985 el Presidente Raúl Ricardo Alfonsín retoma el desafío, era imprescindible
poner fin con la permanente sucesión de gobiernos democráticos y golpes de estado
instaurándose prolongados gobiernos de facto, esto sólo se podía lograr por medio de
un acuerdo político institucional, capaz de modificar la historia de desencuentros y
pérdida de calidad institucional.
Sobre esta reforma no se pudo avanzar ya que, en la elección de 1987 para la renovación
parcial del Congreso de la Nación, la Unión Cívica Radical pierde escaños, haciéndose
imposible propiciar una ley declarativa de necesidad.
En 1989 asume la presidencia el Dr. Carlos Saúl Menem, quien desde el año 1991 retoma
el tema de la reforma constitucional, pero con diferencias respecto al régimen propiciado
por el Radicalismo. En efecto mientras que el Justicialismo pretendía mantener un
sistema presidencialista, el Radicalismo pugnaba por avanzar hacia un parlamentarismo
atenuado.
Se desarrollaron desde el gobierno iniciativas tanto políticas como jurídicas con el fin de
apurar la reforma, la reelección presidencial solo podía lograrse de este modo. En ese
sentido se dicta los decretos Nº 2181/93 – 2258/93 por los que el Presidente convoca a
consulta popular voluntaria y no vinculante sobre el tema y tiene ingreso un proyecto de
ley reglamentario del Artículo 30 de la Constitución Nacional, por el cual se exigiría para
probar la ley Declarativa el voto afirmativo de los dos tercios de miembros presentes de
cada Cámara.
39
Con miras a la ley declarativa de la necesidad de la reforma, se mantienen diversas re-
uniones entre juristas y políticos delegados por ambas fuerzas y se logra la redacción
del
Este acuerdo recibió críticas de los partidos no participantes del mismo, que calificaron
al acuerdo, sobre todo al Núcleo de Coincidencias Básicas como un pacto espurio una,
componenda entre socios, logrado a espaldas del pueblo. Por otra parte, como la
redacción del acuerdo, que debía incorporarse a la ley declarativa, avanzaba no solo en
los artículos habilitados para la reforma sino sobre su contenido, algunos estudiosos
consideraban que el Congreso avanzaba sobre el límite material impuesto a la
Convención Reformadora, extralimitándose en su misión.
Sin embargo, desde los albores de su vida institucional, la Corte Suprema de Justicia de
la Nación definió su rol dentro de la organización nacional del poder y adoptó el
paradigma del país del norte en materia de control de constitucionalidad.
Pocos años después, en la sentencia dictada en el caso "Sojo", sostuvo: "El 'palladium'
de la libertad no es una ley suspendióle en sus efectos, revocable según las
conveniencias públicas del momento, el 'palladium' de la libertad es la Constitución, ésa
40
es el arca sagrada de todas las libertades, de todas las garantías individuales cuya
conservación inviolable, cuya guarda severamente escrupulosa debe ser el objeto
primordial de las leyes, la condición esencial de los fallos de la justicia federal"
La doctrina que pone en cabeza del Poder Judicial la potestad para velar por la
supremacía de la Constitución se consolida, con la sentencia que recae en el caso
"Municipalidad de Buenos Aires c. Elortondo", en cuyo voto mayoritario se manifiesta
que: "...es elemental en nuestra organización constitucional, la atribución que tienen y
el deber en que se hallan los Tribunales de Justicia, de examinar las leyes en los casos
concretos que se traen a su decisión, comparándolas con el texto de la Constitución para
averiguar si guardan o no conformidad con esta, y abstenerse de aplicarlas, si las
encuentran en oposición con ella, constituyendo esta atribución moderadora, uno de los
fines supremos y fundamentales del Poder Judicial nacional y una de las mayores
garantías con que se ha entendido asegurar los derechos consignados en la Constitución,
contra los abusos posibles e involuntarios de los poderes públicos"
En este marco, las formas de estado comprenden “las diversas configuraciones que el
Estado adopta en relación a sus propios elementos integrativos, esto es, a su estructura”.
En cambio las formas de gobierno se refieren específicamente a la organización y funcio-
namiento de uno de los elementos del Estado, el poder, que es ejercido por una serie de
órganos que tienen a su cargo la conducción del Estado. Finalmente, cabe señalar que
las formas de gobierno no se dan en abstracto sino que siempre suponen una forma de
estado que la condiciona.
41
aparece históricamente el Estado Moderno. Es la adoptada por Gran Bretaña, Uruguay,
Paraguay, etc.
• Estado Federal: Está basado en la descentralización territorial del poder, de forma tal
que coexisten en él un Gobierno Federal, que detenta y ejerce el poder sobre todo su
territorio y todas las personas que habitan en él, por una parte y por la otra, una
pluralidad de estados miembros (en el caso argentino se denominan provincias), cada
uno de los cuales ejerce poder dentro del respectivo límite territorial sobre los habitantes
de cada uno de ellos. En esta estructura compleja, sólo el Estado Federal es soberano y
sujeto del orden internacio- nal. El poder es ejercido entonces por las autoridades
centrales o las autoridades del es- tado miembro, según un sistema de reparto de
competencias preestablecido. Los Estados miembros del Estado Federal carecen de
derecho de secesión (no pueden separarse) y nulificación (no pueden negarse a aplicar
las decisiones adoptadas por las autoridades fe- derales) Esta forma de estado ha sido
adoptada por Estados Unidos, Alemania, Argentina, Brasil, Méjico, entre otros países.
• Confederación: Es una asociación entre Estados soberanos, cada uno de los cuales es
sujeto del orden internacional, que se unen por un pacto o tratado, por el que se crea un
órgano permanente (dieta) a cargo de las competencias establecidas en el pacto de
alian- za. Una característica peculiar que diferencia la Confederación del Estado federal,
radica en que aquella carece de poder directo sobre los habitantes de los Estados
confederados, quienes conservan los derechos de secesión (separarse de la
confederación) y nulificación (negarse a aplicar las decisiones emanadas del órgano de
la confederación).
En el siglo XX aparece una nueva forma de Estado, a la que podemos denominar Estado
Regional: Supone la descentralización del poder en regiones, esto es, “conjuntos
humanos que ofrezcan caracteres comunes en su historia idiosincrasia, necesidades y
proyecciones futuras”. El Estado región suele ser considerado como una figura
intermedia entre el Estado Federal y el Estado Unitario. El Estado regional,
históricamente, surge en Europa partir de la Segunda Guerra mundial, cuando países
que habían adoptado originariamente la forma unitaria, como Italia, Francia y España,
comienzan a organizarse internamente en regiones.
Desde 1810 se advierte en nuestra organización política dos grandes visiones, una la del
puerto de Buenos Aires influenciado por los pensadores más actualizados en los debates
políticos de la época, (Montesquieu, Rousseau, Locque , la escolástica representada por
el Padre Francisco Suares, Mariana, entre otros) con una concepción europeizante, de
modernidad obnubilados por los sucesos de Francia y Estados Unidos de Norte América
42
y que perciben al interior como retrasado. El interior compuesto por las catorce
provincias históricas,
Estas ideas se advierten en los debates que dan cuenta las Actas del Cabildo del 22 y 25
de mayo de 1810 en las que hombres como Castelli pugnan por la retroversión del poder
al pueblo y la independencia del Rio de la Plata y la postura de Juan José Paso respecto
a la potestad del Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires, a quien trata como hermana
mayor y pugna por formar un gobierno hasta que lleguen los representantes del interior.
A posterio- ridad se registran dos hitos históricos trascendentes: las Constituciones
unitarias de 1819 y 1826 que son rechazadas por las provincias
Al decir de Félix Luna todos imaginamos a la república como una mujer de forma esbelta,
sin embargo, merced al deterioro de nuestro federalismo, podemos graficar nuestra
repúbli- ca como un “enano macro cefálico con extremidades raquíticas”, es decir todo
el desarrollo poblacional y económico del puerto se refleja en la pobreza y atraso del
interior del país
DERECHO FEDERAL
Para abordar este tema seguimos a Germán Bidart Campos que ha elaborado un cuadro
de probada utilidad para analizar las relaciones
43
Sostiene que hay tres tipos de Relacióones entre Nación y Provincias:
Relaciones de Subordinación
Artículo 31- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten
por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Na-
ción; y las autoridades de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no
obstante cualquiera disposición en contrario que contengan las leyes o Constituciones
provinciales, salvo para la Provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del
pacto del 11 de noviembre de 1859.
El esquema normativo constitucional se escalona entonces desde la Constitución de la
Nación y el llamado bloque de legalidad federal, luego el Artículo 5 de la Constitución
obli- ga a las provincias a dictar su propio ordenamiento jurídico, imponiéndole
condiciones de cumplimiento obligatorio.
Artículo 5°- Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representati-
vo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la
Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia, su régimen
municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones, el Gobierno federal,
garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.
La reforma constitucional de 1994 que avanza profundizando el federalismo agrega en
el Artículo 123:
Artículo 123- Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el
art. 5° asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden
institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Relaciones de Participación
En este grupo de relaciones nos referimos a la conformación de los órganos del gobierno
federal, no debemos olvidar que las provincias son
previas a la Nación y son quienes deci- den formar la unión nacional creando el gobierno
nacional, para lo que delegan atribucio- nes que les son propias. Conforman así el Poder
Ejecutivo el Poder Legislativo y el Poder Judicial Nacional
Artículo 54- El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la
Ciudad de Buenos Aires, elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos ban-
cas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido
político que le siga en número de votos. Cada senador tendrá un voto.
La Cámara de Diputados
44
Después de la reali- zación de cada censo, el Congreso fijará la representación con
arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada para cada
diputado.
De esta formación se colige que los representantes del pueblo y de los Estados provin-
ciales deciden sobre: Sanción leyes, acefalía, juicio político, estado de sitio, acuerdos
para designación de funcionarios. Arts. 59, 60, 61, 99 inc. 7 y 13, etc.
Relaciones de Coordinación
3) Poderes concurrentes
Artículo 121- Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta Constitución
al Gobierno Federal, y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al
tiempo de su incorporación.
Al mismo tiempo las provincias no ejercen el poder delegado.
Artículo 126- Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden cele-
brar tratados parciales de carácter político; ni expedir leyes sobre comercio, o
navegación interior o exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar moneda; ni
establecer ban- cos con facultad de emitir billetes, sin autorización del Congreso Federal;
ni dictar los códi- gos Civil, Comercial, Penal y de Minería, después de que el Congreso
los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre ciudadanía y naturalización,
bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado; ni establecer derechos
de tonelaje; ni armar buques de guerra o levantar ejércitos, salvo en el caso de invasión
exterior o de un peligro tan inmi- nente que no admita dilación dando luego cuenta al
Gobierno Federal; ni nombrar
o recibir agentes extranjeros.
Quizá pudiéramos utilizar la imagen del espejo. Las atribuciones delegadas han sido las
necesarias para conformar la Nación y encuentra fundamento en no poder ejercer esas
atri- buciones. En los órdenes más importantes, son aquellas que hacen a la unidad del
Estado, como representación y relaciones internacionales, la seguridad y defensa, la
resolución de conflicto entre provincias, entre otras. Son las especialmente contenidas
en los artículos 75; 99; 100; 116 que dotan de competencias a los órganos nacionales
Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
3) Poderes concurrentes
45
crecimiento, entre ellas citamos las contenidas en los artículos 124, 125, 75 incisos 18,
19, entre otros.
Al mismo tiempo que las provincias tienen prohibido ejercer el poder delegado y la
Nación no puede ejercer poder no delegado, existen prohibiciones para ambas, tal la
con- tenía en el bloque de derechos
humanos consagrados y las garantías sobre las que no puede avanzar el poder sea
nacional o provincial y la especial prohibición contenida en el artículo 29.
• Declaración: son formas generales, es una afirmación, una elección entre posibles, una
toma de postura de la Nación, considerada en sí misma y en su relación con otros
Estados, las provincias, la iglesia, etc., como ejemplo citamos el Artículo 1, 2, 3, entre
otros.
También es necesario referirnos a conceptos tomados del lenguaje natural ya que tienen
significado jurídico distinto.
Persona, hombre, habitante, extranjero, ciudadano; veremos que son ejes de imputación
diferente de derechos, por ejemplo, el habitante y el extranjero pueden no gozar de
derechos ciudadanos. La persona humana al igual que hombre engloba a todos sin
importar sexo, raza, nacionalidad, ideología, etc., y nuestra Constitución ha tenido en
general precisión terminológica al respecto.
Los derechos de segunda generación son los propios del constitucionalismo social, que,
salvo alguna rara excepción, recién se generan en el siglo xx. Son derechos concedidos
46
principalmente a los trabajadores y a los gremios, aunque también beneficia a la familia,
y apuntan a resolver la llamada cuestión social.
Se plantean no sólo contra el Estado, sino frente a otros sujetos, como los empleadores.
Los valores preferidos son aquí igualdad y solidaridad. En la Constitución nacional se
insertan en el art.14 bis, según la reforma de 1957.
Varios de estos nuevos derechos -no todos- fueron captados por la reforma de 1994 de
modo directo (p.ej., art. 41, preservación del medio ambiente; art. 42, derechos del
consumidor y del usuario), o por vía de recepción, al dar alcurnia constitucional,
mediante el art. 75, inc. 22, a derechos enunciados en una serie de declaraciones o
convenios internacionales.
social. Allí imperaban la libertad, la igualdad y cada uno manejaba su conducta conforme
su inclinación y conciencia.
La necesidad de orden hace que este hombre en estado de naturaleza decida investir a
algunos de autoridad para lograr la ordenación y seguridad general, lo hace por medio
del pacta o contrato social (Constitución Nacional) en que crea la autoridad, pero de
ninguna manera pierde los derechos previos con los que integra en esta nueva sociedad.
En síntesis, los derechos del Hombre son relativos a su propia naturaleza y el Estado está
47
obligado a reconocerlos, de no ser así, no estamos frente a un Estado o somos testigos
de la tiranía fuera de la concepción del Estado de Derecho.
Para las teorías iuspositivistas, los hombres gozan de los derechos que le otorga y
reconoce el estado en su conformación y orden jurídico, de modo tal que solo podrá ser
titular y ejercer aquellos que el orden jurídico positivo les concede.
En general nuestra doctrina se inclina hacia la primera postura, incluso autores como
Carlos Santiago Nino (prominente jurista y filósofo del Derecho Constitucional) avanza
desde el positivismo hacia el naturalismo.
Nuestra Constitución participa del constitucionalismo clásico tributario del pacto social,
por cuanto reconocemos derechos humanos amplísimos.
Este artículo, tal como lo hemos sostenido es una puerta abierta a los actores
constitucionales, especialmente a los jueces, como soporte constitucional para
reconocer nuevos derechos protectores de la persona humana.
por lo jueces para hacer lugar a reclamos ante violaciones a los derechos humanos.
Por su parte Germán Bidart Campos enumera entre los derechos de libertad:
b) Desarrollar la personalidad
48
g) Preservar la dignidad personal
Artículo 14: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme
a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: De trabajar y ejercer toda industria
lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer,
transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura
previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar
libremente su culto; de enseñar y aprender.
DERECHO INCORPORADO POR LA REFORMA DE 1957
Artículo 14 bis- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las
que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada
limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil;
igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra
el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y
democrática reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: Concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a
la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán
de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas
con la estabilidad de su empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral
e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a
cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la
familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso
a una vivienda digna.
Artículo 15: En la Nación Argentina no hay esclavos: los pocos que hoy existen quedan
libres desde la jura de esta Constitución; y una ley especial reglará las indemnizaciones
a que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y venta de personas es un
crimen de que serán responsables los que lo celebrasen, y el escribano o funcionario que
lo auto- rice. Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el
solo hecho de pisar el territorio de la República.
Artículo 16: La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento:
No hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales
ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad
es la base del impuesto y de las cargas públicas.
Artículo 17: La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser priva-
do de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de
utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso
impone las contribuciones que se expresan en el Art. 4°. Ningún servicio personal es
exigible, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es
49
propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde
la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal Argentino.
Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.
Artículo 18: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles
privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse
a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por
causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán
sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda
medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella
exija, hará responsable al juez que la autorice.
Artículo 19: Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas
de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
Artículo 20: Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos
civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes
raí- ces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto;
testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni
pagar con- tribuciones forzosas extraordinarias. Obtienen nacionalización residiendo dos
años conti- nuos en la Nación; pero la autoridad puede acortar este término a favor del
que lo solicite, alegando y probando servicios a la República.
Artículo 21: Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la Patria y
de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso y a los decretos
del Ejecutivo Nacional. Los ciudadanos por naturalización, son libres de prestar o no este
servicio por el término de diez años contados desde el día en que obtengan su carta de
ciudadanía.
Artículo 28: Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos,
no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.
DERECHO INCORPORADO POR LA REFORMA DE 1860
Artículo 32: El Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o
establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
DERECHOS INCORPORADOS POR LA REFORMA DE 1994 NUEVOS DERECHOS Y GARANTÍAS
50
Tendrán las mismas sanciones quienes, como consecuencia de estos actos, usurparen
funciones previstas para las autoridades de esta Constitución o las de las provincias, los
que responderán civil y penalmente de sus actos. Las acciones respectivas serán
imprescriptibles.
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren los
actos de fuerza enunciados en este Artículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso
contra el estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que
las leyes determinen para ocupar cargos o empleos públicos.
El Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la función.
Artículo 37: Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con
arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia,
el sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos
electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los
partidos políticos y en el régimen electoral.
Artículo 38: Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema
democrático. Su creación y el ejercicio de sus actividades son libres dentro del respeto
a esta Constitución, la que garantiza su
organización y funcionamiento democráticos, la representación de las minorías, la
competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos, el acceso a
la información pública y la difusión de sus ideas.
El Estado contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y de la capacitación
de sus dirigentes.
Los partidos políticos deberán dar publicidad del origen y destino de sus fondos y
patrimonio.
Artículo 39: Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar proyectos de
ley en la Cámara de Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento dentro
del término de doce meses.
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara, sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir más del tres por ciento
del padrón electoral nacional, dentro del cual deberá contemplar una adecuada
distribución territorial para suscribir la iniciativa.
No serán objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional,
tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal.
Artículo 40: El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a
consulta popular un proyecto de ley. La ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto
afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo convertirá en ley y su promulgación
será automática.
El Congreso o el Presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias,
podrán convocar a consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será
obligatorio.
51
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
Cámara, reglamentará las materias, procedimientos y oportunidad de la consulta
popular.
Artículo 43: Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre
que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades
públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o
ame- nace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos
por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo
a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor,
así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del
pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la
que deter- minará los requisitos y formas de su organización.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los
pri- vados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la libertad física,
o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de
desaparición forzada de personas, la acción de habeas corpus podrá ser interpuesta por
el afectado o por cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato aun durante la
vigencia del estado de sitio.
Artículo 75: Son atribuciones del Congreso Nacional
52
formación profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la
investigación y desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento.
Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover
políticas diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de
provincias y regiones. Para estas iniciativas, el Senado será Cámara de origen.
Sancionar leyes de organización y de base de la educación que consoliden la unidad
nacional respetando las particularidades provinciales y locales; que aseguren la
responsabilidad indelegable del estado, la participación de la familia y la sociedad, la
promoción de los valores democráticos y la igualdad de oportunidades y posibilidades
sin discriminación alguna; y que garanticen los principios de gratuidad y equidad de la
educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales.
Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación
de las obras del autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales.
Inciso 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y con-
cordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración
Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención
Sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención Sobre
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer; la Convención
Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la
Convención Sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional,
previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada
Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados
por el Congreso, requerirán el voto de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de la
jerarquía constitucional.
LA LIBERTAD
Quizá sea el concepto jurídico más difícil de definir, tanto es así que se han intentando
esbozar conceptos negativos tales como: “la ausencia de prohibición”, sin embargo, para
la ciencia jurídica quien esgrime este concepto no dice prácticamente nada. No es que
estos autores tomen este concepto de la nada, sino que se basan en el Artículo 19 de la
Constitución Nacional “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo
ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas
a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será
obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.” Contiene
en la última parte de su redacción el llamado Principio de clausura a cuyo fin todos los
habitantes de la nación estamos obligados a conocer el contenido del orden jurídico no
53
pudiendo excusar- nos en el desconocimiento del mismo. Código Civil Artículos 1, 2 y
especialmente 20: La ignorancia de las leyes no sirve de excusa, si la excepción no está
expresamente autorizada por la ley leyes.
¿Es, acaso suficiente abordar el concepto constitucional de La Libertad del Hombre des-
de esta pobreza conceptual, echando mano de una trampa jurídica harto estudiada por
los filósofos jurídicos? Creemos que no, y desde esta dificultad conceptual trataremos de
dar un concepto cercano del tema que estudiamos.
Alfredo Money citando al autor Renato Alessi define la libertad individual asumiendo que
puede ser conceptuada como la posición de cada individuo mediante la cual tiene la
posibilidad de desarrollar su actividad natural, determinándose según su propia
voluntad, para lograr los fines y la satisfacción de los intereses que puede tener como
hombre, vale decir siempre que no incurra en los prohibidos por el derecho.
Para Linares Quintana: La historia del hombre es la historia de su lucha por la libertad.
Como vemos no es tarea fácil arribar a una definición por características definitorias,
pero si estamos obligados a determinar de qué manera lo toma la Constitución de la
Nación.
la necesidad del hombre de alcanzar su dignidad, por eso hablamos de una primera
generación de derechos como civiles y políticos, destinados a incluir el concepto de
soberanía popular a fin de organizar la sociedad estatal limitando el poder, al tiempo de
acceder a la participación política con el fin de garantizar el resguardo de los derechos
fundamentales del hombre, entre ellos la libertad, la igualdad y la propiedad.
Creemos que para conceptualizarla de la mejor manera es abordarla tal como lo hace
nuestra Constitución Nacional.
1) La libertad civil: incluye querer, ejecutar, exteriorizar todo acto de voluntad dentro de
los límites del orden jurídico, sin reconocer voluntad superior o coacción de ninguna
naturaleza.
LA IGUALDAD
El Profesor Ricardo Haro tomaba una definición de la Corte al sostener “El principio de la
igualdad de todas las personas ente la ley, según ciencia y espíritu de la constitución, no
es otra cosa que el derecho a que no se establezcan excepciones o privilegios que se
excluyan a unos de lo que se concede a otros en iguales circunstancias. De donde se
sigue forzosamente que la verdadera igualdad consiste en aplicar en los casos ocurrente,
54
la ley según las diferencias constitutivas de ellos, y que cualquier otra inteligencia o
aceptación de este derecho, es contrario a su propias naturaleza e interés social”.
• Podemos afirmar que la ley debe ser igual para los iguales en igualdad de
circunstancias.
uno de sus presupuestos la existencia de leyes como normas generales, dirigidas a todos
los habitantes por igual, orientadoras de la conducta social y de aplicación coactiva.
Esto incluye la existencia de órganos con competencias para ser ejercidas ante toda la
población por igual. Basta de privilegios, de diferentes obligaciones y de cargas
diferencia- das según sea la persona sobre la que recaiga.
Esta gran conquista del constitucionalismo clásico se muestra insuficiente frente a los
hechos que se desatan desde la Revolución Industrial, en que la igualdad frente a la ley
queda vacía de contenido. Ante las diferencias sociales, se produce una grave desigual-
dad, solo algunos acceden a los bienes sociales, mientras que miles quedan excluidos.
Por fuerza de los hechos, esta igualdad frente a la ley se torna totalmente insuficiente.
Adviene una segunda concepción de la igualdad que nace de la mano del
Constitucionalismo Social como igualdad de oportunidades y de acceso a los bienes
sociales. Esta concepción re- quiere de un nuevo actor: el Estado, capaz de interponer
su poder de imperio para que, por medio de la ley se propenda a un nuevo equilibrio en
la sociedad, de allí su responsabilidad como distribuidor de la riqueza, como garante del
acceso a la educación,
55
salud, vivienda etc. Sin embargo, ante sociedades cada vez más seccionadas se han ido
gestando grupos con grandes diferencias entre sí, mostrando la imagen de sociedades
estratificadas, donde solo algunos acceden a los paradigmas sociales y los que no, van
quedando sumidos en la marginalidad y excluidos, por razones económicas, laborales,
de sexo, credo, ideología, aspecto físico, edad, entre otras. Se crea así la necesidad de
hablar de la igualdad como la no discriminación, donde el Estado debe recurrir a las
llamadas medidas de acción positiva para intentar subsanar el estado social.
Artículo 1: “Será reprimido con prisión de tres meses a tres años quien arbitrariamente
impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre bases
igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la Constitución
Nacional, Instrumentos Internacionales sobre Derechos Humanos o la ley. A los efectos
del presente artículo se considerarán particularmente los actos u omisiones
determinados por motivos tales como raza, grupo étnico, linaje, religión, nacionalidad,
idioma, nacimiento, sexo, color, ideología, opinión política o gremial, posición
económica, condición social, caracteres físicos o discapacidad.
Quien incurra en la conducta descripta será obligado, además, a pedido del damnificado,
s dejar sin efecto el acto discriminatorio, a cesar en su realización y a reparar el daño
moral y material ocasionados”.
Artículo 2: Modificase el artículo 2 de la Ley 23.592 por el siguiente texto:
Artículo 3: “Será reprimido con prisión de seis meses a cinco años quien cometiere actos
de violencia contra otra persona o grupo de personas en razón de su raza, etnia, linaje,
religión, nacionalidad, idioma, nacimiento, sexo, color, ideología, opinión política o
gremial, posición económica, condición social, caracteres físicos o discapacidad.
Igual pena se aplicará a los que participaren en una organización 0 realizaren
propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza o de un grupo de
personas de determinada religión, nacionalidad, linaje, origen étnico o color, que tengan
por objeto la justificación o promoción de la discriminación racial o religiosa en cualquier
forma, y a quienes, directa o indirectamente, en forma pública u oculta, financiaren tal
organización 0 propaganda.
56
En igual pena incurrirán quienes por cualquier medio alentaren, iniciaren, o incitaren a
la persecución o el odio contra una persona o grupos de persona a causa de su raza,
etnia, linaje, religión, nacionalidad, idioma, nacimiento, sexo, color, ideología, opinión
política o gremial, posición económica, condición social, caracteres físicos o
discapacidad”.
Artículo 4: [Comuníquese al Poder Ejecutivo] FUEROS PERSONALES
El texto de nuestro Artículo 16 los abroga por completo, es decir todos los habitantes
somos judiciables frente a la organización de un poder especial del Estado, cual es el
Poder Judicial, quien en ejercicio de la jurisdicción aplica la ley al caso concreto, lo que
se grafica con la imagen de una “justicia ciega”.
Se plantean casos especiales que de ninguna manera son excepciones a esta regla, tal
el caso del fuero militar que caen en la regulación de una legislación especial y que
gozan del fuero pertinente.
Esta situación se aplica solo para las faltas militares a que están sujetos quienes están
comprendidos bajo las normas contenidas en el Código de Justicia Militar Ley Nº 14.029,
militares, tales como in- disciplina, desobediencia al superior, etc. La existencia de esta
justicia militar de ninguna manera excluye a los miembros de las fuerzas armadas al
sometimiento a procesos ordinarios para casos regidos por la ley común tanto civil,
comercial o penal.
Podría asimilarse el caso a la falta de ética profesional de médicos, abogados, etc, por
cuyas faltas a las normas que regulan el ejercicio de la profesión son sometidos a los
tribu- nales de disciplina, que no los detraen de la justicia ordinaria.
ACCIONES POSITIVAS
Hemos sostenido que los derechos no pueden quedar como fórmulas vacías en los tex-
tos constitucionales, por el contrario ha sostenido la Corte que son de por sí operativos,
sin embargo en la realidad advertimos que en algunos casos estamos lejos de lograr su
efectiva vigencia.
El tema esta tratado por un autor americano Ronald Dworking, en “Los Derechos en Se-
rio” tributario del comon low, analiza casos judiciales llegados a la Corte en que se
plantean situaciones de discriminación en los hechos, destaca dos casos: un ciudadano
negro y otro judío a los que se les impide el ingreso a dos universidades aduciendo
banales argumentos reglamentarios, en ambos casos la Corte impone al Estado la
realización de acciones con- cretas “acciones positivas” para garantizar el real acceso al
goce de los derechos.
En nuestro país rescatamos como ejemplo las llamadas leyes de cupo femenino que ga-
rantizan la incorporación de mujeres en las listas a cargos electivos y dentro de los
órganos de conducción partidarios.
57
Artículo 37: Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con
arreglo al principio de la soberanía popular y de las leyes que se dicten en consecuencia,
el sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio.
La igualdad real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos
electivos y partidarios se garantizará por acciones positivas en la regulación de los
partidos políticos y en el régimen electoral.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
conjunto de ideas, creencias, opiniones, críticas, etc, a través de cualquier medio, oral,
visual, mediante signos, símbolos y gestos en forma escrita, cinematográfico, televisivo,
teatro o cualquier otro.
En cuanto a los medios quedan inmersos en la protección todos los creados o a crear-
se.
En este sentido hemos sostenido que la libertad de expresión es algo así como el
termómetro de la República, donde no se permite, no hay sistema republicano de
gobierno.
También se consagra en el Artículo 14 “... la publicación de las ideas por la prensa sin
censura previa…”
Esta prohibición de censura debe ser previa, es decir que la autoridad o un particular
impida la publicación, que el objeto de la publicación pueda exteriorizarse. Sin embargo,
la Corte ha considerado censura previa, la persecución de periodistas, cierre de medios,
cambio de modalidades u horarios de emisión, monopolio de medios, impuestos sobre
papel, discriminación sobre el otorgamiento de partidas presupuestarias a favor de
medios amigos al poder de turno.
Sujeto activo de este derecho es quien transmite, sujeto pasivo es el Estado que debe
abstenerse de prohibir u obstaculizar.
Artículo 32: El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o
establezcan sobre ella la jurisdicción federal.
Se ha interpretado que esta prohibición abarca solo al Congreso, quedando en manos de
las provincias una posible reglamentación del derecho. Por cierto, aún no se ha legislado
al respecto.
El Pacto de San José de Costa Rica en su Artículo 13 dispone que toda persona tiene
derecho a la libertad de pensamiento de expresión. Este derecho comprende la libertad
de buscar, recibir, y difundir informaciones o ideas de toda índole, sin consideración de
fronteras, ya sea oralmente, por escrito, o en forma impresa o artística o por
58
cualquier otro procedimiento de su elección.
En su 2º inciso prohíbe la censura previa salvo para espectáculos públicos, por razones
de edad.
En nuestra legislación solo se ha permitido legislar sobre delitos que podrían cometerse
por medio de la prensa o difusión e general, nos referimos a las figuras de Injurias y
Calumnias, que serán objeto de proceso a posterioridad y nunca de manera previa.
1) Primera etapa: Los tribunales nacionales no son competentes para conocer en delitos
de imprenta, salvo el caso Calvete Benjamín de 1864 por injurias y calumnias publicadas
contra un senador el Dr. Martín Piñero. Se sostiene que la Corte tiene competencias para
casos regidos por esta Constitución, referido a la inmunidad parlamentaria.
2) Caso Ministerio Fiscal de Santa Fe contra diario de la Provincia: donde se acusa al editor
de incitar a la rebelión. La Corte sostuvo que existía competencia para entender en un
caso federal si se afecta un bien de naturaleza federal.
3) Caso Ramos Raúl C/ Batalla Eduardo: calumnias e injurias. La Corte dice que el artículo
342 debe interpretarse con la potestad del gobierno federal de dictar los Códigos de
Fondo.
DERECHO A RÉPLICA
Se incorpora con la Convención Americana de los Derechos y Deberes del Hombre- Pacto
San José de Costa Rica.
Permite otorgar a quien hubiera sido agraviado por un medio de información el mismo
espacio para poder responder o replicar haciendo uso de este medio para su defensa.
Siguiendo a Germán Bidart Campos: “es el derecho a no ser arrestado sin causa justa y
sin forma legal”. Apareja así mismo, la libertad de locomoción y la libertad de circulación.
Nuestra Constitución los consagra en el Artículo 14, al consagrar el derecho de entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio; y los protege en el 18. También encuentra
expresa consagración en el Pacto de San José de Costa Rica, entre otros.
LIBERTAD DE INTIMIDAD
Presupone la tutela jurídica de la vida privada, según lo dispone el Artículo 19. En el caso
Ponzatti de Balbín fallado el 11 de diciembre de 1984, referido a la acción incoada por la
59
familia del Dr. Ricardo Balbín en contra de la publicación de la revista Gente que en su
portada publica la fotografía del líder agonizante.
En ese de la Corte sostuvo “en relación directa con la libertad individual protege un
González Calderón no distingue entre ambas, y las identifica como formando parte con
el derecho a la intimidad, sin embargo, mientras que la libertad de conciencia no
trasciende la órbita de la persona, la libertad de culto necesariamente es exteriorizada
y trasciende a la sociedad, se exteriorizan rituales, y prácticas familiares y comunitarias.
Alberdi, en las Bases, logra un equilibrio entre el respeto a las mayorías poblacionales
practicantes de la religión católica, con la libertad de culto condición sine qua non para
lograr su política inmigratoria.
educación pública, también tiene estrecha conexión con el matrimonio civil, desde la
vigencia de la ley 2393.
Compatible con este derecho también la Corte ha hecho lugar a planteos para no
declarar la religión o el derecho a no practicar un culto.
60
están obligadas a responder. En cuanto al ejercicio de petición como derecho político, lo
trataremos oportunamente.
LA PROPIEDAD
Artículo 14: Todos los habitantes de la nación gozan de los siguientes derechos conforme
a las leyes que reglamentan su ejercicio a saber: …de usar y disponer de su propiedad…
Artículo 17: La propiedad es inviolable, y ningún habitante de la Nación puede ser priva-
do de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por causa de
utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada. Sólo el Congreso
impone las contribuciones que se expresan en el Art. 4°. Ningún servicio personal es
exigible, sino en virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es
propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por el término que le acuerde
la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal Argentino.
Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie.
Sostiene Linares Quintana, que la propiedad privada que está garantizada en todos los
estados aún en los colectivistas, es una cuestión de grado. En estos estados la discusión
recae sobre los bienes de producción.
El derecho romano lo incorporó como una potestad absoluta del propietario sobre la
cosa: ius fruendi, utendi y abutendi.
Sánchez Viamonte distingue en forma abstracta como derecho de todos a ser titular del
derecho de propiedad, sinónimo del derecho a la propiedad; distinto del derecho de
propiedad sobre una cosa determinada.
En ese sentido nuestro Código Civil analiza como uno de los atributos de la persona al
Patrimonio, como un derecho abstracto que se pone en acto con el derecho de la
propiedad.
61
De esta distinción depende la extensión del derecho abstracto, importa distinguir qué
bienes integran el dominio público y cuales el dominio privado. En nuestro orden jurídico
es el Código Civil en sus artículos 2339, 2340 quien enumera los bienes públicos; el
artículo 2341 dispone el uso de las personas de los bienes públicos, el artículo 2342
conceptualiza los bienes privados del Estado, mientras que el 2343 establece cuales son
los bienes susceptibles de apropiación privada.
LA FUNCIÓN SOCIAL
LA PROPIEDAD INTELECTUAL
Todos los bienes materiales o inmateriales son susceptibles de ser objeto del derecho de
propiedad. En ese sentido la última parte del Artículo 17 en su última parte dispone...
Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o descubrimiento, por
el término que le acuerde la ley.
Ley 11723 garantiza de por vida el derecho exclusivo de autor de obras científicas,
Literarias y artísticas, y en favor de sus herederos hasta 50 años después de la muerte.
También regula el tema la ley 111 de patentes e invenciones con amparo por 5, 10 o 15
años; la ley 3975 de marcas de fábrica, de comercio y agricultura; Ley 17011 protección
de la propiedad industrial.
RESTRICCIONES Y LÍMITES
62
Sobre el ejercicio del derecho de propiedad recaen restricciones del derecho civil y del
derecho administrativo, como el dispuesto por el Artículo 2611 del Código Civil. También
está sujeto al poder de policía en cuanto a la posibilidad legislativa de delimitar su
ejercicio, tales como códigos de edificación urbana, moralidad, salubridad, que imponen
limitaciones que no son indemnizables.
LA EXPROPIACIÓN
El Estado tiene un poder soberano sobre todos los bienes, puede desapoderar para
garantizar el bien general.
Nuestros autores sostienen que es de naturaleza mixta es de derecho público, pero debe
mediar la indemnización.
Requisitos:
1) Utilidad pública,
3) previa indemnización
Ley de expropiaciones 21499 ha dispuesto que en todos los casos se debe justificar por
la satisfacción del bien común.
La Corte ha sostenido que la declaración de utilidad pública por ley ingresa en el campo
de Causa política no judiciable.
La ley debe determinar el bien, la indemnización debe abonarse antes del desapodera-
miento. El propietario no debe sufrir menoscabo patrimonial ni enriquecimiento sin
causa. es un valor objetivo.
LA CONFISCACIÓN
Las Requisiciones eran actos de castigo y represalia que tenían lugar en la etapa
histórica de la lucha entre unitarios y federales.
CONFISCATORIEDAD
63
Este tema está directamente vinculado con el quantum de los tributos, en este tema la
Corte Suprema ha dispuesto que por todo concepto tributario no puede excederse el
33% como alícuota sumado todos los impuestos nacionales, provinciales o municipales.
El Artículo 14 bis.
Artículo 14 bis: El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las
que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada
limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil;
igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con
control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido
arbitrario; estabilidad del empleado
público; organización sindical libre y democrática reconocida por la simple inscripción en
un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: Concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a
la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán
de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas
con la estabilidad de su empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral
e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a
cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica,
administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la
familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso
a una vivienda digna.
Aseguran los derechos del trabajador, los de las organizaciones gremiales y los de la
seguridad social y familia
También han sido consagrado en los tratados internacionales que gozan de jerarquía
constitucional como El Pacto de San José de Costa Rica, El Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y culturales. Declaración Universal de Derechos
Humanos.
64
No obstante que después del caso Siri todos los derechos se consideran operativos,
algunos de los consagrados en esta materia son programáticos y dependen de una
posterior regulación, tal el caso de la participación del trabajador en las ganancias de las
empresas, o la regulación de la protección de la familia con acceso a una vivienda digna.
Igual remuneración por igual tarea como media anti discriminación Declaración Universal
de Derechos Humanos artículo 23 inc.2.
Estos derechos han sido agrupados bajo la denominación de derechos difusos porque no
necesariamente tienen un sujeto activo determinado, y su incumplimiento afectan al
con- junto de los hombres en sociedad, de manera indiscriminada. También son
considerados de Tercera generación y han sido objeto de especial protección por el
Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Artículo 41: Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado,
apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las
necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el
deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de
recomponer, según lo establezca la ley.
Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de
los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la
diversidad biológica, y a la información y educación ambientales.
Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de
protección, y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquellas
alteren las jurisdicciones locales.
Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o
65
potencialmente peligrosos, y de los radiactivos.
Cabe destacar que existen también leyes reglamentarias sobre la materia tal la Ley
Nacional de Política Ambiental Nº 25675.
GARANTÍAS
Artículo 18: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los
jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
66
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles
privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse
a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por
causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán
sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda
medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella
exija, hará responsable al juez que la autorice.
Su naturaleza está en discusión. Algunos dicen que es un recurso y otros una acción, que
da inicio a un verdadero proceso, su objetivo primordial es que un órgano jurisdiccional
puede revisar la legitimidad y legalidad de la detención de una persona, para que en
caso negativo ordene inmediatamente la libertad.
En la reforma constitucional, el Artículo 43 lo incorpora como una especie del género del
amparo, transcribimos el párrafo pertinente.
Artículo 43
1) Habeas corpus reparador, ante la privación de la libertad personal sin orden escrita de
autoridad competente o en forma ilegal.
El Habeas Corpus se mantiene frente al Estado de sitio: pueden los jueces analizar y
expedirse sobre la constitucionalidad de la declaración del Estado de sitio y su
correlación con el acto de privación de la libertad y la materialización de la opción a salir
del país.
En estos casos deben interpretarse las disposiciones del artículo 4 de la ley de Habeas
Corpus a la luz del Artículo 23 de la Constitución Nacional, en virtud de ello la decisión
de declarar el Estado de Sitio sigue exenta del contralor judicial, lo que no implica que
el Habeas Corpus no se pueda presentar aún durante su vigencia lo que se reafirma
luego con la redacción del Artículo 43.
67
2) Pedido de informes
5) Resolución judicial
Dentro de este tema cobra relevancia la garantía de Asilo basado en los Artículos 18 y
En general el Asilo procede por persecuciones políticas, raciales o religiosas etc. nunca
comisión de delitos comunes y es el Estado Asilante quien debe determinar la posible
ex- tradición.
GARANTÍAS EN EL PROCESO
Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior
al hecho del Proceso, la necesidad de juicio previo reafirma la obligatoriedad del Estado
de actuar por sus órganos constitucionales la jurisdicción, regidos además por las leyes
de fondo y de forma que deben ser previas al hecho del Proceso.
Se fija también la aplicación irretroactiva de la ley en general, cuyo principio cede frente
a la máxima de la aplicación de la ley más benigna.
Derecho a la jurisdicción que se articula con el principio del juez natural, ya que el Estado
debe organizar la administración de justicia según competencia de grado, materia,
territorio, no pudiendo instaurarse bajo ninguna condición un juez especial o comisiones
especiales de juzgamiento. Debe interpretarse el término juez como juzgado o tribunal
y no con la persona que ejerce el cargo; ni juzgado por comisiones especiales, o sacado
de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa.
Mantenimiento de la libertad, salvo que se perjudique los fines del proceso o se tema
que el imputado eludirá el accionar de la justicia.
68
Institutos: excarcelación bajo caución juratoria o fianza real, pena de ejecución
condicional y libertad condicional.
Prohibición de la pena de muerte por razones políticas de los tormentos y azotes. Que-
dan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de
tormento y los azotes.
Artículo 19: Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas
de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
Se ha dispuesto que la orden de allanamiento debe ser clara, precisa consignarse el
funcionario evitarse que lo llevará a cabo, que no sea de noche, etc.
LA ACCION DE AMPARO
Artículo 43
Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no
exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas
o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace,
con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta
Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la
inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva.
Podrán interponer esta acción contra cualquier forma de discriminación y en lo relativo
a los derechos que protegen al ambiente, a la competencia, al usuario y al consumidor,
69
así como a los derechos de incidencia colectiva en general, el afectado, el defensor del
pueblo y las asociaciones que propendan a esos fines, registradas conforme a la ley, la
que determinará los requisitos y formas de su organización.
Esta acción debe interponerse frente a una alteración o restricción arbitraria del derecho
constitucional por parte de la autoridad o particulares, por acción u omisión, se reclama
que cesen dichas violaciones por esta vía sumarísima, la violación debe ser clara y
manifiesta.
El perjuicio debe ser real, tangible, manifiesto, concreto e ineludible o amenaza concreta.
Los hechos u omisiones deben ser notoriamente ilícitos o notablemente arbitrarios.
1) Solo se declarará inadmisible cuando no exista un remedio judicial más idóneo (antes
se exigía el agotar la vía administrativa).
5) Ahora también puede tratarse por esta vía los decretos, leyes y ordenanzas.
EL AMPARO COLECTIVO
EL HABEAS DATA
Artículo 43
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella
referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los
privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para
exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística.
Encuentra regulación normativa en la ley 25.326.
70
Hasta aquí hemos estudiado lo relativo a derechos y garantías, pero debemos saber que
su consagración no es ni puede ser absoluta, sino relativa, imitada a la necesidad de la
ordenada convivencia social.
LIMITACIONES PERMANENTES
PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Artículo 19- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas
de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.
En todos los casos es el Congreso el órgano competente para reglamentar por ley el
ejercicio de los derechos. Debemos tener en cuenta que el término ley no es formal, sino
en sentido lato, puede haber otras normas jurídicas en sentido general; ej.: Ordenanzas
municipales, universitarias, etc. Incluye leyes nacionales o provinciales, ordenanzas,
estatutos, decretos, etc.
EL PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD
Artículo 28- Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos,
no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.
El Dr. Ricardo Haro habla del marco de lo jurídico distinguiendo como notas:
1) La razonabilidad Cuantitativa
Protege la identidad de los derechos considerados en sí mismos, se pondera entre el
derecho y la restricción.
2) La Razonabilidad Cualitativa
Protege la igualdad ante la ley.
71
Toda vez que el legislador cree una limitación en diferentes categorías, la distinción debe
ser razonable.
3) La Razonabilidad Instrumental
Se deriva de la proporcionalidad entre la finalidad de la ley y las restricciones impuestas
a los derechos. Tiene en cuenta la adecuación del medio y el fin buscado por la norma.
En todos los casos compete al Poder Judicial decidir si las limitaciones encuadran o no
en el marco constitucional.
2.1.2 Garantías: concepto, garantías procesales, las garantías del art. 18 CN y del art. 8
de la CADH.
EL PODER LEGISLATIVO
2) Controlar al Poder Ejecutivo y también Poder Judicial, con atribuciones propias y por
6) Escenario de la oposición
8) Representar y participar
9) Procurar
11) Debatir
72
13) Imagen de la democracia
ESTRUCTURA
FACULTADES PRIVATIVAS
PRIVILEGIOS PARLAMENTARIOS
PRIVILEGIOS COLECTIVOS
Artículo 101º. Control sobre el Jefe de Gabinete de ministros. Por medio de una moción
de censura con mayoría absoluta de la totalidad
de los miembros de cualquiera de las Cámaras y puede ser removido por el voto de la
mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara.
Artículo 106º. Pueden los Ministros concurrir a las Cámaras
73
INDIVIDUALES
Artículo 68º. Exención de pena, ningún miembro del Congreso puede ser acusado,
interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones.
Artículo 69º. Exención de arresto.
DERECHO PARLAMENTARIO
Quórum Artículo. 65 mayoría absoluta, más de la mitad, y las decisiones se toman por
mayoría absoluta Artículo 65 simultaneidad de sesiones. Forma parte del derecho
parlamentario la tarea parlamentaria en general, la gestión en comisiones y en los
bloques legislativos.
ASAMBLEAS PARLAMENTARIA
Artículo 75 inc.21 admitir o desechar los motivos de dimisión del presidente y vice.
Sin lugar a dudas es la tarea legislativa la más importante en manos del Congreso, allí
radica su rol en la función gubernativa y de organización de la convivencia social. La
Constitución Nacional ha dispuesto en el Capítulo V de la Formación y sanción de las
leyes, un procedimiento con intervención del Poder Ejecutivo y de ambas Cámaras, que
ha sido simplificado sustancialmente en la Reforma de 1994, remitimos entonces a los
artículos 77 y siguientes.
Sobre las demás atribuciones están contenidas en los restantes incisos del Artículo 75,
algunas de las cuales han sido objeto de especial desarrollo en los temas precedentes,
por lo que remitimos a la lectura de cada inciso en particular
74
ORGANOS AUXILIARES Y DE CONTROL VINCULADOS AL PODER LEGISLATIVO
Capítulo Sexto
Artículo 85º. El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales,
económicos, financieros y operativos, será una atribución propia del Poder Legislativo.
El examen y la opinión del Poder Legislativo sobre el desempeño y situación general de
la Administración Pública estarán sustentados en los dictámenes de la Auditoria General
de la Nación.
Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con autonomía funcional, se
integrará del modo que establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento,
que deberá ser aprobada por mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara. El
presidente de organismo será designado a propuesta del partido político de oposición
con mayor número de legisladores en el Congreso.
Tendrá a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la
Administración Pública centralizada y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de
organización, y las demás funciones que la ley le otorgue. Intervendrá necesariamente
en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de percepción e inversión de los
fondos públicos.
La ley reglamentaria se dictó bajo el número 24156 dentro de la Administración
Financiera y de los Sistemas de Control del Sector Público Nacional.
Capítulo Séptimo
PODER EJECUTIVO
Artículo 87º. El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el
título de “Presidente de la Nación”
75
El vicepresidente que lo acompaña en la fórmula electoral forma parte del poder
Legislativo como presidente de la Cámara de Senadores.
Algunos miembros de la doctrina han sostenido al Poder Ejecutivo como colegiado toda
vez que sus actos exigen el refrendo ministerial, pero el hecho que los ministros sean
de- signados y removidos por el Presidente de la Nación sin necesidad de fundamento
alguno, terminan por destruir estas teorías.
incisos.
A ese capítulo debemos agregar la figura de los Ministros que forman el Gabinete
nacional a quienes la Constitución se refiere desde el artículo102 en adelante.
PODER JUDICIAL
76
Al iniciar el estudio de este tema no debemos olvidar la estructura federal de nuestro
país y el mandato que el artículo impone a las provincias para organizar su
administración de justicia, por lo que conviven dos ámbitos uno el de la justicia federal
y otro el de la justicia provincial u ordinaria.
Artículo 108º. El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de
Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio
de la Nación.
En la tríada de poderes se ha pretendido dotar de toda independencia al Poder Judicial,
tanto como garantía republicana como por imperio de la defensa de los derechos del
hombre. Es imprescindible garantizar entonces la permanencia en el cargo.
Artículo 110º. Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios
una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera
alguna, mientras permaneciesen en sus funciones.
Artículo 115º. Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por
las causales expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por
legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.
Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la
parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las
leyes ante los tribunales ordinarios.
Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si
transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento
de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.
En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y
procedimiento de este jurado.
Como así también se garantiza la intangibilidad de sus remuneraciones.
Los requisitos para integrar la Corte o prestar funciones como jueces inferiores del Poder
Judicial fueron dispuestos en el Artículo 111. A su vez el Artículo 112 ha previsto el
juramento de sus miembros.
Al mismo tiempo por ley Nº 26183 del 29 de noviembre de 2006 se modifica el número
de miembros de la Corte, determinándose en cinco y reglándose su funcionamiento
hasta que este número definitivamente se alcance.
77
A los fines de dotar de mayor independencia al Poder Judicial la reforma de 1994 creo
un nuevo órgano el Consejo de la Magistratura incorporado en el Artículo 114:
Artículo 114º. El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada
por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su
cargo la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial.
El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la
representación de los órganos políticos resultante de la elección popular, de los jueces
de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado,
asimismo, por otras
personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que
sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de
los servicios de justicia.
Este órgano se reglamentó por ley Nº 24937 y su composición se modificó luego por ley
26.080 dando mayoría al oficialismo político con lo que se desvirtuó de alguna manera
el objetivo de su nacimiento.
ATRIBUCIONES
MINISTERIO PÚBLICO
78
Reglamentado a posterioridad por ley Nº 24946 Ley Orgánica del Ministerio Público
Fiscal.
79
80
DERECHO PENAL I
Sub-Eje Temático 1: GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. TEORÍA DE LA LEY PENAL Y DEL
DELITO.
IDEM.
Estos principios del derecho penal son en consecuencia límites a la potestad punitiva del
estado; condiciones para la atribución de responsabilidad o imposición de la pena. -
PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
Este principio se vincula a la función de garantía individual que tiene la ley penal frente
al poder del Estado, y se expresa en su aspecto formal con la máxima romana "nullum
crimen, nulla poena sine lege” (no hay crimen, no hay pena sin ley previa). Este aforismo
consagra a la ley penal previa como única fuente del derecho penal.
Este principio no es sólo una exigencia de seguridad jurídica sino además una garantía
política, limitadora de la ley penal.
81
En consecuencia, para poder aplicar una pena al presunto autor o responsable de un
delito debe existir una ley que previamente reconozca al hecho como delito y le imponga
una pena como sanción.
Así se pone un límite a la potestad punitiva del estado, dando seguridad jurídica al
justiciable, quién sabe de antemano que conductas son delito y cuáles no.
Garantía ―criminal: exige que el delito-crimen se encuentre determinado por una ley
(nullum crimen sine lege).
Se hace la aclaración que, estas mismas garantías también deben exigirse para la
imposición de medidas de seguridad.
Previa: Es preciso que el sujeto pueda conocer en el momento del hecho si va a incurrir
en un delito y, en su caso, la pena aplicable. Este requisito consagra el principio de la
irretroactividad de la ley penal más severa. Esto es la ley penal no tiene efecto
retroactivo a menos que sea más benigna para el imputado.
Escrita: Al requerirse una ley escrita, queda excluida la costumbre como posible fuente
de delitos y penas. Es imperioso que se trate de una ley emanada del Poder Legislativo,
no pudiendo ser delegada la función legislativa a los poderes ejecutivo o Judicial (art. 76
y 99 inc. 3° de la CN).
PRINCIPIO DE RESERVA.
Está consagrado por el 2° párrafo del art. 19 CN que reza: “Ningún habitante de la Nación
será obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no prohíbe”
Este principio derivado del principio de legalidad implica la idea política de reservarles a
los individuos, como zona exenta de castigo, la de aquellos hechos que no están
configurados y castigados por una ley previa a su acaecer. Este principio exige que la
punibilidad de un hecho, sólo puede ser establecida por una ley anterior a su comisión.
Se trata de una garantía individual que debe estar claramente trazada, lo que se logra
mediante la enumeración taxativa por la ley, de los hechos punibles y de las penas
82
pertinentes, estableciendo de manera tal, un catálogo legal de delitos y penas
absolutamente circunscripto = numerus clausus.
Esto se vincula directamente con el hecho de que en el derecho penal no hay ―lagunas,
de modo que lo que no está prohibido, está permitido.
En virtud de este principio, se impide prohibir y castigar una acción humana, si ésta no
perjudica o de cualquier modo ofende los derechos individuales o sociales de un tercero,
la moral o el orden públicos.
Este principio configura la base del derecho penal liberal (art. 19 CN).
Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden
y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios, y exentas
de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer
lo que no manda la ley, ni privado de lo que ello no prohíbe.
Una sanción sólo puede ser impuesta a una persona por algo realmente realizado,
exteriorizado, y no por algo sólo pensado, deseado o propuesto.
Sólo mediante una acción externa, se puede provocar lesiones a un bien jurídico.
Además de estos tratados, este principio, por el cual se prohíbe perseguir penalmente a
una persona más de una vez por el mismo hecho, puede ser considerada una derivación
del principio de inviolabilidad de la defensa (art. 18 CN).
Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado
a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable como también la correspondencia epistolar y los papeles privados;
y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su
allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas
políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas
y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida
que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más al de lo que aquella exija,
hará responsable al juez que la autorice.
Se prohíbe un nuevo juzgamiento tanto, cuando en uno anterior, sobre los mismos
hechos, ha recaído absolución o condena.
83
A los efectos procesales, esta garantía se aplica cuando hay concurrencia de las tres
identidades, a saber:
persona
causa y
objeto
Sin embargo, la determinación del momento de comisión del delito, resulta problemática
frente al caso de un “delito continuado”, es decir el formado con un solo delito a partir
de sucesivos hechos dependientes, idénticos y similares que se extienden en el tiempo;
o frente a un “delito permanente”, el cual no se concluye con la realización del tipo, sino
que se mantiene, por la voluntad delictiva del autor tanto tiempo como subsiste en el
estado antijurídico creado por él.
En estos casos determinar cuál es el momento de comisión del delito resulta esencial en
el caso de que, mientras se están cometiendo los hechos se presenta una sucesión de
leyes penales.
84
Ejemplo: Juan priva ilegítimamente de la libertad a Roberto a principios del mes de enero
hasta fines marzo. En enero estaba en vigencia una ley que no agravaba la pena por el
tiempo de privación de la libertad y en marzo entra a regir una nueva ley que agrava la
pena cuando la privación de la libertad es mayor a 30 días. En estos casos ¿Cuál es el
momento de comisión del delito?:
solución:
Unos (Roxin, siguiendo al Código penal Alemán) sostienen que se aplica la ley vigente
al tiempo de terminación del hecho. En igual sentido se sostiene que debe aplicarse la
nueva ley más desfavorable al reo existente al momento de finalizar su actividad
delictiva si aquel continuó con la comisión del delito cuando ya estaba vigente la nueva
ley menos benigna.
Otros (en posición mayoritaria) sostienen que debe aplicarse la ley más benigna
existente al comienzo de la actividad voluntaria por sobre la más gravosa vigente al
momento en que los actos delictivos dejan de cometerse. De modo que toman en cuenta
el comienzo de la actividad voluntaria. Postura compartida por Fontán Balestra, De la
Rua y Zaffaroni.
ARTICULO 2º.-Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que
exista al pronunciarse el fallo o en el tiempo intermedio, se aplicará siempre la más
benigna.
Si durante la condena se dictare una ley más benigna, la pena se limitará a la establecida
por esa ley. En todos los casos del presente artículo, los efectos de la nueva ley se
operarán de pleno derecho.
85
3.-LA TEORÍA DEL DELITO. CONCEPTO ANALÍTICO. CATEGORÍAS DE LA ESTRUCTURA DEL
DELITO. LA ACCIÓN. CONCEPTO. EL TIPO PENAL.
LA ACCIÓN. CONCEPTO.
Son diversas las denominaciones que se han utilizado para referirse a este primer
elemento del delito: conducta, hecho, hecho punible, hecho legal, acto, comportamiento,
pero la mayoría de las concepciones han mantenido la denominación común de acción.
Sin embargo, las distintas posturas elaboradas por la dogmática penal coinciden en
algunos rasgos distintivos del concepto de acción:
Exterioridad: solo pueden ser alcanzadas por el derecho penal aquellas conductas
humanas que trascienden la esfera interna de la persona, ya que solo a través de ella se
pueden lesionar los bienes jurídicos que el derecho penal tutela (principio de acción-
exteriorización).
Sujetos de acción: solo las personas físicas pueden ser sujetos activos del derecho
penal, excluyendo la responsabilidad penal de personas jurídicas.
acción en sentido estricto-actividad de una persona que vulnera una norma prohibitiva
y la omisión-inactividad que viola una norma que manda a realizar una conducta
86
Esta concepción se empantanaba cuando debía explicar la acción en los delitos de
omisión en donde es –justamente- la falta de realización de esa conducta que el sujeto
debería haber realizado la que causaba el resultado, es decir, que, en esos casos, la
conducta en sí no era causal.
En virtud de ello Von Liszt modificó su definición y señaló que ―acción era conducta
voluntaria hacia el mundo exterior, o más exactamente: modificación, es decir,
causación o no-evitación de una modificación (de un resultado) del mundo exterior
mediante una conducta voluntaria. Con ello, la voluntariedad quedaba como
supraconcepto.
La acción era analizada en su aspecto externo, sin consideración sobre lo que el sujeto
quiso realizar, su intención, sus pensamientos, sus planes, es decir, sin considerar el
contenido de esa voluntad –si bien afirmaban que la acción era voluntaria-.
Por su parte, los normativistas si bien definen la acción como ―conducta humana
valorizada de determinada manera (Mezger), e incorporan elementos de valoración en
todas las categorías de la teoría del delito, optan por mantener el análisis del contenido
de esa voluntad en el segmento de la culpabilidad. Sostuvieron que ―acción era hacer
o dejar de hacer querido.
Se argumentaba que era imposible probar la tensión muscular necesaria para ello, pues,
como los nervios motores no se ponen en movimiento por sí mismos, normalmente no
es precisa su contención.
Tampoco daba una respuesta adecuada tomar como base "una conducta humana
dominable por la voluntad", básicamente porque una voluntad podría haber controlado
el suceso, pero sin dominarlo no era una voluntad.
87
Se intentaba brindar un concepto que abarcara tanto las conductas comisivas como las
omisivas, y el propuesto por estos autores no cumplía con ese postulado.
Para Welzel ―acción humana era el ejercicio de la actividad final (concepto ontológico
de la realidad). Lo que da su carácter ―final a la acción es que el hombre, gracias a su
saber causal, puede -en cierta medida- prever las posibles consecuencias de su acción,
y por ello, fijarse diversos objetivos (proyectar) y dirigir planificadamente su actuación a
la consecución de esos objetivos.
Conforme al concepto finalista de acción, esta abarca dos etapas: la primera transcurre
en la esfera del pensamiento y comprende la proposición del fin por el autor, la selección
mental de los medios para obtenerlo y la consideración de los efectos concomitantes.
Luego viene la segunda etapa en la que el autor pone en movimiento conforme a un plan
los medios de acción escogidos anteriormente a fin de producir el resultado.
Casi todo lo que el ser humano realiza, mediante un acto o no, en forma dolosa o culposa,
puede ser reconducido como una manifestación de su personalidad, siempre y cuando
sea exteriorizada.
Los pensamientos –y quizás como ninguna otra cosa en el ser humano- son
manifestaciones de la personalidad, no obstante, hasta que éstos no son exteriorizados,
no pueden ser ni siquiera objeto de análisis por el derecho penal.
Esta acción, es injusta pues hay una falta de reconocimiento de la vigencia de la norma.
88
Ejemplo: Analicemos la conducta de Boggie “el aceitoso” de acuerdo a las concepciones
positivistas, normativistas, finalistas y funcionalistas.
Para el causalista existe acción debido a que se puede constatar una modificación del
mundo exterior (resultado de muerte), producto reconducible a la voluntad del autor.
Este resultado es causado o proveniente de la manifestación del sujeto.
Existe entre resultado y acción un nexo de causalidad evidente (la muerte de la
desafortunada “testigo” es producto de la acción de disparo de Boggie).
A la teoría no le preocupa –ni se pregunta- en este estadio, el porqué de la acción de
Boggie, si fue planificada, si fue intencional o voluntaria, etc. Existe acción, más allá de
todo ello, ya que objetivamente ha emprendido cualquier el movimiento corporal
animado por su voluntad.
El contenido esa voluntad –subjetivo- será analizado en el segmento o estadio de la
culpabilidad.
Para un normativista también existiría acción ya que Boggie habría realizado “algo
querido”, sin embargo, el contenido de lo querido –al igual que en el positivismo- se
determinará en el segmento de la culpabilidad.
Se podría decir que para ambas teorías lo fundamental para determinar si hubo o no
acción –en este nivel de análisis y en este caso- sería la observación de las imágenes
objetivamente, sin leer el contenido de las viñetas –lo que podría ser fundamental para
determinar la voluntariedad del acto- ni interpretar lo que “pasaba por la cabeza del
autor” al momento del hecho. Los teóricos del finalismo también señalarían que en el
ejemplo existe acción, pero de manera distinta.
Se podría decir que, gracias a su saber causal Boggie previó las consecuencias de su
acción, y por ello, se fijó el objetivo y dirigió planificadamente – aunque no de forma muy
elaborada- su actuación hacia la consecución de esos objetivos. En este sistema el
análisis la acción está incluido el contenido de esa voluntad que los positivistas-
normativistas postergaban en su análisis para el estadio de la culpabilidad (por ello su
tipo es complejo objetivo-subjetivo).
En este esquema si es relevante lo que Boggie “quiso hacer” al momento de disparar su
arma contra la víctima, así como que conocía perfectamente lo que estaba haciendo.
También habría acción para Roxin ya que la conducta de Boggie es evidentemente una
“manifestación de su personalidad”.
Para Jakobs la acción de Boggie también sería una “expresión de sentido” (evitabilidad
individual-causación evitable del resultado), expresión de sentido que expone un
rechazo por parte del autor a la vigencia de la norma que prohibe matar.
Faz negativa de la acción Hacemos referencias a supuestos en donde por motivos
externos o internos no hay acción y por lo tanto tampoco hay delito.
1. Factores externos:
-fuerza física irresistible (o vis absoluta). Es una fuerza de tal entidad que hace que el
sujeto sea incapaz de dirigir sus movimientos.
89
Esta vis debe ser absoluta, es decir que el sujeto no tiene posibilidad de actuar de otra
manera y está contemplada expresamente como causal de exclusión de la pena en el
art., 34 inc., 2 1º parte.
2º. El que obrare violentado por fuerza física irresistible o amenazas de sufrir un mal
grave e inminente;
En consecuencia, los actos típicos realizados en dichos estados caen dentro de la causal
de falta de acción regulado en el art., 34 inc., 2 1ra parte CP. (vis absoluta). Ésta es la
opinión dominante. Zaffaroni expresa que es acertado la posición en relación a los
medios hipnóticos en razón de las dificultades clínicas para establecer su verdadera
esencia; en tanto para los medios narcóticos entiende que deberá estarse en cada caso
particular, analizando que tipo de incapacidad le han provocado al sujeto pudiendo
configurar en su caso una vis absoluta o una vis relativa.
Ejemplo: el matar a otro que describe el art. 79 del CP. Nuñez enseña que el tipo delictivo
no es el hecho punible, sino uno de sus elementos, pues el hecho punible comprende: el
hecho como soporte real del delito y, todos los caracteres que lo convierten en el
presupuesto legal de la aplicación de la pena.
90
Tipo de garantía y tipo sistemático
Podemos distinguir, teniendo en cuenta el contenido, dos conceptos de tipos:
Tipo Garantía.
Esta función del tipo, en sentido amplio, deriva del principio de legalidad, que asegura
que sólo los comportamientos descriptos previamente en la ley penal serán sometidos a
castigo.
Tipo Sistemático.
Bacigalupo: este tipo se obtiene mediante una delimitación de sus elementos respecto
de los de la antijuridicidad, por ello, la falta de antijuridicidad no excluye la tipicidad,
siendo la tipicidad un indicio de esta última.
Quienes afirman el valor indiciario del tipo penal sostienen que hay conductas típicas
que no son antijurídicas porque concurre una causa de justificación.
A esta posición se oponen quienes defienden la teoría de los elementos negativos del
tipo, en base a la cual la tipicidad es la base de la antijuridicidad, lo cual no obsta a que
la exigencia de la tipicidad no baste para la antijuridicidad, ya que requiere además la
ausencia de causas de justificación.
Así para el positivismo jurídico, el tipo penal es objetivo y descriptivo: es aquello en que
el delito consiste. Es un indicio de la antijuridicidad.
Didáctica: la exigencia del tipo implica que los destinatarios de la ley penal deben tener
la posibilidad de conocer previamente a ejecutar una determinada conducta, si la misma
está o no prohibida y amenazada con una pena. Esta función junto a la pena, sirven para
motivar a todos los individuos que integran la comunidad a abstenerse de realizar el
comportamiento prohibido. (Prevención general)
91
gravemente contra los bienes jurídicos con mayor trascendencia y las sanciona con
pena.
El tipo complejo
La construcción del tipo complejo se efectúa mediante la descripción objetiva-subjetiva
de la conducta.
Se excluye así lo que se encuentra situado dentro de la esfera anímica del autor, que
corresponde al tipo subjetivo.
El núcleo del tipo objetivo está constituido por la conducta o la acción descripta por el
verbo (matar por ej.) Pero encontramos además elementos que sirven para describirlo,
que lo completan. Así algunos tipos penales se clasifican:
1-tipos de pura actividad: requieren para su configuración de una mera actividad del
agente, sin esperar ningún tipo de resultado-potencial o efectivo-como la violación de
domicilio.
-tipo de lesión: son aquellos en que la conducta debe haber producido la lesión del bien
jurídico mediante el daño, ej., estafa, aborto;
-tipo de peligro: que no exige que la conducta haya ocasionado un daño su objeto, pues
es suficiente que el bien jurídicamente protegido haya sido puesto en riesgo de sufrir la
lesión que se quiere evitar.
92
Así, por ejemplo, conducir un automóvil constituye una conducta peligrosa, pero si el
autor produce lesiones corporales a otra sin infringir las normas de tránsito y
manteniéndose dentro del ―riesgo o peligro permitido‖, el resultado no le será
objetivamente imputable.
Subjetivamente, el tipo toma en cuenta la actitud subjetiva del autor respecto del bien
jurídico y la dirección de su voluntad. Así hablamos de:
Dolo: es el conocimiento y voluntad de realizar el tipo penal. El autor debe saber que
realiza el hecho, qué hecho realiza y las circunstancias que lo rodean y además debe
querer realizarlo. En consecuencia, dos son los elementos del dolo:
1. Uno cognitivo
2. Otro Volitivo.
Por ejemplo, cuando por matar a un ministro, se coloca una bomba en su auto, matando
también al chofer.
Eventual: el agente se representa la probabilidad del daño pero sigue adelante con su
acción. Ej., conducir ebrio.
ARTICULO 170. - Se impondrá reclusión o prisión de cinco (5) a quince (15) años, al que
sustrajere, retuviere u ocultare a una persona para sacar rescate. Si el autor lograre su
propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho (8) años.
93
El tipo de acción –o de comisión-, requieren de una actividad concreta del agente que
viola lo establecido por una norma; el agente realiza la conducta prohibida.
En tanto que el tipo de omisión supone no realizar algo que el derecho esperaba que se
hiciera. La omisión puede ser:
-simple: (No produce un cambio en el exterior) que para que quede estructurada es
necesario:
En donde la omisión misma no constituye el delito sino el medio para cometer el hecho
delictivo.
LA ANTIJURIDICIDAD. CONCEPTO.
Hemos visto que la teoría del delito funciona como un sistema de filtros, de manera tal
que sólo cuando comprobamos que una categoría se encuentra presente pasamos a
analizar la próxima.
De este modo, al constatar que un hecho es típico sólo hemos comprobado que se ha
violado la norma primaria deducida del tipo. Sin embargo, la violación de esa norma
primaria (que implica la realización del tipo) no es suficiente para establecer la ilicitud
del comportamiento, porque para que exista ilicitud se requiere que la realización del
tipo no se encuentre jurídicamente autorizada.
Ello es así, porque el ordenamiento jurídico no sólo contiene normas prohibitivas, sino
que también existen permisos otorgados por el legislador para realizar un hecho típico.
Entonces, y como una primera aproximación, diremos que una conducta es antijurídica
si no existe una causa de justificación que excluya la antijuridicidad del comportamiento.
Sin embargo, la admisión de una causa de justificación no implica afirmar que la
conducta deba valorarse positivamente, sino sólo que la conducta no es desaprobada
por el ordenamiento jurídico y que es aceptada por éste, pero realizar otros juicios de
valor sobre el hecho excede los cometidos del derecho penal.
Así, matar en legítima defensa justifica el hecho de matar a otro, pero la muerte de una
persona por otra sigue siendo un acontecimiento que no puede valorarse como algo
valioso.
94
Repasemos lo que las escuelas dogmáticas entendían por antijuridicidad:
-el positivismo jurídico sostiene que la antijuridicidad es la calidad del hecho que
determina su oposición con el derecho. Es una antijuridicidad netamente objetiva pues
se prescinde de si el agente tuvo o no una intención contraria a la norma.
-en tanto, para el finalismo, se introduce aquí su teoría del injusto personal.
No alcanza con que el hecho sea contrario a l orden jurídico, sino que es necesario ―lo
injusto de ese hecho que se determina por el fin que el autor asignó al hecho, la actitud
en que lo cometió, los deberes que lo obligaban a este respeto.
Causas de justificación.
Las fuentes de la causa de justificación son dos: la ley y la necesidad. La primera porque
solo ella puede declarar lícitas ciertas acciones típicas y la segunda porque es una
determinada situación episódica reconocida por el derecho la que hace obrar al agente.
El Código penal contiene las causas de justificación en la parte general en el art., 34 inc.,
3-4-5-6-7.y en la parte especial.
95
ARTICULO 34.- No son punibles:
3º. El que causare un mal por evitar otro mayor inminente a que ha sido extraño;
6º. El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las
siguientes circunstancias:
a) Agresión ilegítima;
Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la noche
rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su casa, o
departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño ocasionado
al agresor.
7º. El que obrare en defensa de la persona o derechos de otro, siempre que concurran
las circunstancias a) y b) del inciso anterior y caso de haber precedido provocación
suficiente por parte del agredido, la de que no haya participado en ella el tercero
defensor.
1. Estado de necesidad. Aquí se lesionan bienes jurídicos ajenos para salvar un bien
propio o ajeno que se encuentra amenazado. Este bien debe ser de mayor valor que el
sacrificado. El CP inc. 3 dispone: “No son punibles…el que causare un mal, para evitar
otro mayor inminente al que ha sido extraño”.
De ahí surgen los requisitos del instituto:
b)-imposibilidad de evitar el mal por otros medios, de modo que el utilizado es la única
forma de evitar el peligro;
c)- que el mal que se causa sea menor que el que se trata de evitar;
d)-que el autor sea extraño al mal mayor inminente. Es decir que no lo haya provocado;
Es necesario que el mal menor sea causado para evitar otro mayor, de lo contrario no
estaríamos en presencia de este instituto.
96
3. La obediencia debida. Art., 34 inc., 5 ―No son punibles--El que obrare en virtud de
obediencia debida.
Consiste en el cumplimiento de una orden dentro de una relación de sujeción pública sin
involucrar responsabilidad que puede resultar del contenido de la orden cuya ejecución
el superior ha puesto a cargo del inferior.
Su tratamiento difiere según se trate de una orden legítima o ilegítima por ser de
carácter delictuoso.
Propia. Art., 34 inc., 6º: ―el que obrare en defensa propia o de sus derechos
(ocasionándole un perjuicio a la persona o derechos del agresor) siempre que concurran
las siguientes circunstancias:
b)-necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla: la ley autoriza a
defenderse de la agresión ilegítima siempre que el medio empleado-la conducta
empleado para defenderse-sea racional
LA CULPABILIDAD . CONCEPTO.
De la evolución de esta categoría se llega a la conclusión de que “no hay pena sin
culpabilidad”. De modo que implica reconocer que la responsabilidad jurídica del
delincuente no descansa solo en la naturaleza lesiva de su comportamiento sino en su
actitud espiritual de portarse de esa manera teniendo la libertad de hacerlo de otra
manera.
97
El dolo y la culpa eran diferentes formas de lo subjetivo, y por lo tanto diferentes formas
de culpabilidad. El dolo o la culpa eran las formas subjetivas en que el autor se
relacionaba con el hecho, representaba la relación psicológica entre el hombre y su
conducta.
Se abre así por primera vez el camino a un concepto normativo de culpabilidad: el juicio
de reproche que elimina la relación psíquica. Es decir, se fundamenta en el hecho que al
autor se le puede exigir una conducta diferente conforme al derecho.
La presencia del dolo o la culpa en la acción del sujeto es lo que determina que la
conducta en sí, más allá del resultado, sea jurídico penalmente desvalorado. Entonces,
si el dolo y la culpa cumplen un valor tan determinante en la constitución del desvalor
de acción, es claro que debían ser trasladados del ámbito de la culpabilidad al del ilícito
(1940).
Capacidad personal de evitar la conducta penal que puede faltar por causas
de inimputabilidad.
1) Un presupuesto biológico:
Estado de inconciencia (que la conciencia esté de alguna forma alterada, pero que no
sea eliminada debido a que si esto ocurre no puede decirse que hubo ―acción).
98
2) Que el presupuesto biológico incida sobre el ―psicológico, impidiendo al autor en el
momento del hecho la comprensión de la criminalidad del acto o la dirección de sus
acciones.
Presupuestos biológicos.
1) Madurez mental: es el desenvolvimiento intelectual y volitivo suficiente para
comprender la criminalidad del acto ejecutado y dirigir las propias acciones. Esta
establecida en la Ley 22.278 (Art. 1ro). Establece distintas categorías:
2) Salud mental el autor goza de salud mental cuando no se encuentra afectado por
ninguno de los estados mencionados en los a, b y c del ―presupuesto biológico. Esta
falta de salud mental le impide al sujeto comprender la criminalidad del acto y la
posibilidad de dirigir sus acciones.
Supuestos:
Presupuestos psicológicos.
1) Capacidad de comprensión de la criminalidad. Según Núñez la imputabilidad no solo
presupone que el autor del delito goza de salud mental y de conciencia, sino que además
requiere que las posea en una medida tal que, en el momento del hecho, tenga la
posibilidad de comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones (presupuesto
mixto bio-psicológico).
99
La imposibilidad de comprender la criminalidad del acto sólo concurre cuando el autor
que sufre alteración morbosa de sus facultades mentales o estado de inconsciencia, aún
tiene posibilidad de contactar con la norma. Este contacto no será causa suficiente para
motivar al autor en la norma (carece de eficiencia a tal efecto), debido –justamente- a
falta de normalidad en sus capacidades psíquicas que provocan una deficiente
comprensión de la ilicitud del hecho.
A modo de resumen o conclusión de este sub-eje 2 podemos definir las tres categorías
específicas del delito en tres preguntas que debemos hacernos para saber si nos
encontramos frente a un delito:
1) ¿El hecho está prohibido por la norma? A ello lo responde la categoría de la tipicidad.
2) Si el hecho se encontraba prohibido por la norma, en las circunstancias en que se
realizó, ¿Estaba autorizado por algún precepto legal? A ello lo responde la categoría
antijuridicidad.
3) Si el hecho estaba prohibido por la norma y no se encontraba autorizado por un
precepto legal, el autor, ¿Es responsable de ese hecho? A ello lo responde la culpabilidad
Formas de culpabilidad:
1. Dolo: es el conocimiento y voluntad de realizar el tipo penal. Puede ser:
Directo: el agente quiere el resultado típico porque es su objetivo. Ej., art., 79 CP.
ARTICULO 79. - Se aplicará reclusión o prisión de ocho a veinticinco años, al que matare
a otro siempre que en este código no se estableciere otra pena.
Indirecto: abarca los resultados no queridos directamente por el agente pero que son
consecuencia de lo querido directamente por él. Ejemplo: pone una bomba para matar
a Juan, pero mata a Pedro también.
Eventual: el agente se representa la probabilidad del daño pero sigue adelante con su
acción. Ej., conducir ebrio.
Inobservancia de los deberes a su cargo: ej., guarda cárcel que podría haber evitado
el homicidio del interno si hacía el recorrido como corresponde.
100
Sub-Eje Temático 2: FORMAS AMPLIADAS DE RESPONSABILIDAD.2.1-EL ITER CRIMINIS. LA
TENTAIVA PUNIBLE. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS. LA PENA DE LA TENTAIVA. EL
DESISTIMIENTO VOLUNTARIO.
VOLUNTARIO.
El ITER CRIMINIS
La realización del delito transcurre desde el proceso interno de la idea y voluntad
criminales hasta la consumación del delito (iter criminis o camino del delito).
Estos actos no implican ejecución del delito, que es lo punible, sino que son actos que
en sí mismos no son idóneos para realizarlo, y mediante los cuales el agente se limita a
disponer lo conveniente para llevar a cabo su ejecución. Por consiguiente, tales actos no
entrañan un inequívoco peligro inmediato para el bien que protege la pena respectiva.
La tentativa es un instituto que debe ser estudiado a la luz del principio de lesividad.
Bien sabemos que son punibles aquellas conductas que lesionan efectivamente un bien
jurídico protegido por el derecho penal.
Sin lugar a dudas dentro de éstas está la consumación, pero también resultan punibles
los actos de ejecución delictivos que no impliquen consumación pero que ponen al bien
jurídico protegido en un peligro real e inminente de daño-tentativa-.
ARTICULO 42.- El que con el fin de cometer un delito determinado comienza su ejecución,
pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad…
De este art., se desprende que los elementos constitutivos de la tentativa son tres:
1. Elemento subjetivo-o fin del autor de cometer un delito determinado. De ahí que no
es posible la tentativa culposa.
101
2. Elemento objetivo-o comienzo de ejecución del delito que señala el límite entre lo
punible y lo que no lo es. Ahora bien ¿cuándo hay comienzo de ejecución? Se han
desarrollado al respecto distintas teorías:
-teoría de la univocidad: hay comienzo de la ejecución con cualquier acto que demuestra
de manera unívoca la intención del agente de cometer el delito.
Son ajenas a la voluntad del autor todas aquellas circunstancias que lo obliguen a
abandonar la ejecución, ej. la resistencia de la víctima, el disparo de una alarma, la
impotencia, el error de cálculo.
Será ajena a la voluntad del autor, toda causa o circunstancia que se le presente a éste
como obstáculo que le impide lograr su finalidad criminal. Tales circunstancias deben
ser sobrevinientes, de manera que el bien haya sido puesto en peligro real, de lo
contrario se trataría d un delito imposible.
LA PENA DE LA TENTATIVA.
Dice la doctrina que la fórmula del Código es poco feliz pues, el juez debe realizar en
abstracto una operación mental determinando la pena que aplicaría – determinando
mínimo y máximo-conforme a las circunstancias y que eventualmente correspondería si
el delito se hubiese consumado, para así luego determinar la pena de la tentativa,
disminuyendo un tercio como mínimo y la mitad como máximo.
Otro sector dice que en realidad el art., 44 estable en abstracto la pena de la tentativa
la que estaría representada entre el mínimo de la pena del delito disminuida en un tercio,
y el máximo disminuida en la mitad, así por ej., si un delito está reprimido con prisión de
6 a 12 años la pena de la tentativa podrá ir de 4 a 6 años de prisión porque 4 es la tercera
parte de 6 y 6 la mitad de 12.
102
La ausencia de acuerdo al respecto hace que muchas veces los jueces no puedan
justificar sus decisiones sobre la base de la norma jurídica.
EL DESISTIMIENTO VOLUNTARIO
La doctrina coincide que para que exista desistimiento voluntario, objetivamente, debe
existir un comienzo de ejecución con finalidad delictiva, ya que se desiste de la tentativa.
Puede desistir en cualquier momento anterior a la consumación.
La participación gira alrededor de un hecho común a todos los partícipes en el delito. Por
esto se dice que es accesoria. Esta accesoriedad es real y no personal, pues se refiere al
hecho ejecutado y no a la persona de un ejecutor penalmente responsable.
El hecho común puede ser un delito consumado o tentado. Se puede participar en los
delitos de acción o en los de omisión, en los delitos dolosos y en los culposos también es
posible la participación en los delitos preterintencionales.
103
AUTOR. CONCEPTO.
El autor puede ejecutar por sí mismo el delito con sus manos o valiéndose de cualquier
instrumento (autor directo).
ARTICULO 45.- Los que tomasen parte en la ejecución del hecho o prestasen al autor o
autores un auxilio o cooperación sin los cuales no habría podido cometerse, tendrán la
pena establecida para el delito. En la misma pena incurrirán los que hubiesen
determinado directamente a otro a cometerlo.
Existe coautoría cuando varias personas de común acuerdo toman parte en la fase
ejecutiva de la realización del tipo codominando el hecho entre todos.
Si bien en la realización del hecho convergen varias personas cada uno realiza la acción
típica en su totalidad.
_objetivo:
1) El codominio del hecho: todos realizan la conducta típica aunque haya una división de
tareas.
3) Esencialidad del aporte, bien o función: es coautor quién ha ejercido una función, ha
hecho un aporte o contribuido con una cosa o actividad difícil de reemplazar.
_subjetivo:
En la primera, hay un solo autor, a pesar de que en la trama delictiva intervienen dos
individuos.
Ello ocurre cuando un sujeto realiza el tipo utilizando a otro como ―instrumento‖ que
será quién lo ejecutará.
104
Si la autoría mediata presupone que el tercero, por las razones expuestas, obrando como
instrumento del autor mediato, no puede darse cuenta de lo que hace o, si lo hace, actúa
dominado, bajo este aspecto, se puede diferenciar a la autoría mediata de la instigación,
que requiere que el ejecutor del delito sea determinado a cometerlo, lo que supone su
decisión consciente y libre.
La autoría mediata exige, por último, que en el autor concurran las características
personales típicas. Así, en él y no en el tercero deben darse los elementos subjetivos o
las calidades especiales del autor.
La autoría mediata no puede darse en los delitos que sólo pueden perpetrarse
personalmente por el autor (delitos de propia mano).
Por lo tanto, la participación alcanza a los cómplices y al instigador porque sus acciones
contribuyen a la realización del delito por el autor, pero no son acciones típicas en sí
mismas.
La pena del partícipe se fija en relación con la parte del proceso ejecutivo cumplida por
el autor.
El auxilio y la cooperación son contribuciones prestadas al ejecutor del delito para que
éste se realice.
Cómplices necesarios): ―…los que cooperen de cualquier otro modo a la ejecución del
hecho y los que presten una ayuda posterior cumpliendo promesas anteriores al mismo
(art. 46)
105
ARTICULO 46.- Los que cooperen de cualquier otro modo a la ejecución del hecho y los
que presten una ayuda posterior cumpliendo promesas anteriores al mismo, serán
reprimidos con la pena correspondiente al delito, disminuida de un tercio a la mitad. Si
la pena fuere de reclusión perpetua, se aplicará reclusión de quince a veinte años y si
fuere de prisión perpetua, se aplicará prisión de diez a quince años.
Sólo los cómplices no necesarios están sometidos a penas menores que las establecidas
para al delito, a saber:
si la pena establecida para el delito fuere divisible en razón de tiempo o cantidad, los
cómplices no necesarios serán reprimidos con la pena correspondiente al delito,
disminuida de un tercio a la mitad (art. 46, primera disposición)
si el hecho sólo se intentase, la pena del cómplice será la que le correspondería por el
delito con arreglo al artículo 46, disminuida en la forma determinada par a la tentativa
(art. 47).
INSTIGACIÓN.-
La idea central sobre la que reposa la diferencia entre unidad y pluralidad delictiva es la
unidad o pluralidad de hechos.
106
Son manifestaciones de unidad delictiva el concurso ideal de delitos y el delito
continuado. En tanto que el concurso real configura una pluralidad delictiva.
―cuando un hecho cayere bajo más de una sanción penal se aplicará solamente la que
fijare pena mayor.
Sanción penal no significa de manera redundante pena sino precepto o ley que la
impone, vale decir el tipo penal y la pena respectiva.
Es decir que a un hecho se le atribuyen varias calificaciones penales. Por lo tanto, los
dos componentes del concurso ideal son:
La fórmula "un hecho", que representa la base material del concurso ideal, se está
refiriendo a un hecho previsto y penado como delito en el Libro Segundo del Código
penal-Parte especial-..
Implica que una unidad material (el hecho único) constituye formal o idealmente más de
un delito porque cae bajo más de una sanción penal, es decir, bajo más de una definición
represiva.
El concurso ideal no es otra cosa que una cuestión de doble tipicidad de un hecho
naturalmente único.
La razón de esta doble tipicidad es que la conducta del agente, esto es, lo que ha hecho
o dejado de hacer, que ya cae como tal en una sanción penal, debido a una circunstancia
de modo, lugar, tiempo, etc., también cae bajo otra sanción penal.
El pariente de una menor que la accede carnalmente, supuesto que el incesto esté
castigado, incurre por su conducta carnal en la sanción del estupro, pero por la
circunstancia de ser pariente de la víctima, también cae bajo la sanción del incesto.
En fin, situaciones, en las cuales accidentes de tiempo, modo, lugar, personas, etc., que,
sin multiplicar materialmente la conducta del autor de un delito, multiplican la
delictuosidad de ella.
Pena aplicable
El Código penal, aquí sigue el principio de la absorción, unifica la pena en la pena mayor
conminada para el hecho por la ley.
ARTICULO 57.- A los efectos del artículo anterior, la gravedad relativa de las penas de
diferente naturaleza se determinará por el orden en que se hallan enumeradas en el
artículo 5º.
ARTICULO 5º.- Las penas que este Código establece son las siguientes: reclusión, prisión,
multa e inhabilitación.
107
La propia Corte Suprema de Justicia ha puesto fin a la histórica discusión sobre las
distinciones que pueden existir entre un régimen considerado más duro como el de la
reclusión, con el de la pena a prisión perpetua.
En la práctica tanto los condenados a reclusión como a prisión perpetua pueden obtener
el beneficio de la libertad condicional a los 20 años.
En distintos artículos del Código Penal se advierten diferencias, tales como que en casos
de reclusión perpetua no se admite el beneficio del arresto domiciliario.
En los casos de prisión perpetua, un día de prisión preventiva se computa por uno de
prisión, también se reducen las penas en caso de tentativa y de complicidad a prisión de
10 a 15 años y en los casos de reclusión, de 15 a 20 años.
Si bien reclusión era sinónimo de un régimen más duro para el preso, la Corte Suprema
puso fin a las distinciones el 22 de febrero de 2005 al considerar derogado
implícitamente el art. 24 del Código Penal por la Ley de Ejecución Penal 24.660 en el
caso "Mendez, Nancy Noemi s/ Homicidio".
Hasta febrero de 2005, el artículo 24 del Código Penal establecía una diferencia en el
cálculo del tiempo pasado en la cárcel sin haber recibido sentencia entre aquellos
condenados a "prisión" y los condenados a "reclusión".
A los primeros se les contaba uno a uno cada día pasado en situación de "prisión
preventiva", mientras que a los segundos sólo se les tomaba en cuenta un día de cada
dos pasados en prisión sin recibir condena.
Con el voto de Enrique Petracchi, Augusto Belluscio, Antonio Boggiano, Juan Carlos
Maqueda, Eugenio Zaffaroni y Elena Highton, la Corte eliminó la diferencia que hacía el
artículo 24 al considerarlo "virtualmente derogado".
Por esa razón se puede afirmar que en la práctica ya no hay diferencias entre prisión y
reclusión perpetua.
a)-Si las penas de los distintos tipos delictivos son de la misma naturaleza - ej. Dos tipos
penales reprimidos con prisión-,
si los máximos son iguales, la mayoría de la pena se determina por el mínimo mayor.
Si los máximos y los mínimos son iguales pena mayor es la que establece una pena
conjunta –prisión e inhabilitación por ej.
b)-Si las penas son de distinta naturaleza, pena mayor será la de naturaleza más grave
(reclusión, prisión multa e inhabilitación).
108
La propuesta de la continuidad permitió sostener que cuando se habían cometido más
de dos hurtos por el mismo autor bajo determinadas condiciones de lugar, tiempo y
finalidad se debía interpretar como un solo hecho.
La concurrencia de varios hechos que no son independientes, excluida del concurso ideal
por la pluralidad de los hechos y del concurso real por la falta de independencia de ellos,
y que legalmente no puede caer nada más que en la sanción legal a la que se adecúa
cada uno de ellos, es lo que en el Código Penal, se debe calificar como un delito
continuado.
Elementos
1. pluralidad de hechos;
Pluralidad de hechos. Exige que la misma persona cometa dos o más hechos
discontinuos, incluso en tiempos y lugares distintos. La prolongación discontinua de la
conducta delictiva diferencia el delito continuado del delito permanente, que consiste en
una conducta delictiva continua.
Dependencia de los hechos entre sí. Que el agente vincule subjetivamente los distintos
hechos mediante la unidad de su resolución, designio, propósito, intención, voluntad,
ánimo o conciencia delictivos formados de antemano o precedentemente.
La unidad propia del delito continuado reside en que el autor prosigue cometiendo el
mismo delito con cada uno de los hechos ejecutados. Esta identidad comisiva sólo es
compatible con hechos que por su homogeneidad material no la desvirtúan o alteran de
una manera esencial y que por su conexidad aparecen vinculados como momentos de
una misma conducta comisiva. Ej., el ladrón que en una misma noche sustrae varios
objetos de un negocio penetrando una y otra vez al lugar que por contar con un vehículo
pequeño realiza varios viajes.
Distinta es la situación del ladrón que una misma noche sustrae objetos de distintos
domicilios en cuyo caso hay una pluralidad delictiva por concurso real.
109
de que todos los hechos constitutivos de la empresa delictiva merezcan la misma
calificación delictiva, y
El delito continuado genera como principal consecuencia que los plurales hechos
dependientes son sancionados con una pena única.
Según el artículo 55 del Código penal, existe un concurso real (o material) de delitos
cuando concurren varios hechos independientes cometidos por una misma persona.
su concurrencia,
Por hecho se debe entender aquí, como en el concurso ideal, un hecho penalmente
típico. Es decir que el mismo sujeto debe haber cometido varios hechos calificados como
delitos por la ley penal, es decir haber causado dos o más modificaciones en el mundo
exterior.
Los hechos son independientes entre sí cuando no están vinculados, como partes, de
una misma empresa delictiva. De modo que, si suprimimos uno de ellos, el otro subsiste
porque es independiente de aquel.
Los hechos son concurrentes sí, no habiendo condena firme, son imputables al mismo
autor. La sentencia condenatoria firme excluye el concurso de delitos y constituye la
base de la reincidencia (C.P, 50),
ARTICULO 50.- Habrá reincidencia siempre que quien hubiera cumplido, total o
parcialmente, pena privativa de libertad impuesta por un tribunal del país cometiere un
nuevo delito punible también con esa clase de pena.
110
No dará lugar a reincidencia la pena cumplida por delitos políticos, los previstos
exclusivamente en el Código de Justicia Militar, los amnistiados o los cometidos por
menores de dieciocho años de edad.
Pero no impide la aplicación de las reglas sobre la penalidad de concurso real (C. P, 58).
ARTICULO 58.- Las reglas precedentes se aplicarán también en el caso en que después
de una condena pronunciada por sentencia firme se deba juzgar a la misma persona que
esté cumpliendo pena por otro hecho distinto; o cuando se hubieren dictado dos o más
sentencias firmes con violación de dichas reglas. Corresponderá al juez que haya
aplicado la pena mayor dictar, a pedido de parte, su única sentencia, sin alterar las
declaraciones de hechos contenidas en las otras.
Cuando por cualquier causa la justicia federal, en autos en que ella haya intervenido, no
pueda aplicar esta regla, lo hará la justicia ordinaria nacional o provincial que conoció de
la infracción penal, según sea el caso.
Penalidad.
La pena del concurso real varía, pero siempre rige el principio de la pena única.
a)- Si se trata de hechos reprimidos con una misma especie de pena, divisible (ej., prisión
temporal) el artículo 55 establece una acumulación jurídica o cúmulo jurídico.
El máximum surge de la suma aritmética de las penas máximas, sin embargo, este
máximo no puede exceder de 50 años de reclusión o prisión.
b)- Si se trata de hechos reprimidos con distinta especie de pena, divisible (reclusión y
prisión temporal) se aplica la pena más grave teniendo en cuenta los delitos de pena
mayor. La más grave será la de reclusión- hay que hacer aquí una conversión jurídica.
ARTICULO 24.- La prisión preventiva se computará así: por dos días de prisión preventiva,
uno de reclusión; por un día de prisión preventiva, uno de prisión o dos de inhabilitación
o la cantidad de multa que el tribunal fijase entre pesos treinta y cinco y pesos ciento
setenta y cinco.
Ej., Víctor mata a Luisa en estado de emoción violenta (reclusión de 3 a 6 años); luego
comete fraude en perjuicio de una administración pública (prisión de 2 a 6 años).
El tribunal para establecer la escala penal única de este concurso real deberá convertir
la escala penal del segundo delito al del primer delito que esta reprimido con pena más
grave-reclusión-. Lo hace aplicando el art., 24, con lo cual la escala penal del segundo
delito quedará convertida en reclusión de 1 a 3 años.
111
Una vez que tenemos ambas escalas penales homogéneas-ambas reclusión- se aplica
como mínimo el mayor y como máximo la suma aritmética referida supra.
c)- si concurren penas privativas de libertad divisibles con una pena de igual naturaleza
no divisible (prisión temporal y prisión perpetua por ej.,) se aplica esta última solamente
salvo que concurran prisión perpetua y reclusión temporal en cuyo caso se aplica
reclusión perpetua.
La punibilidad comprende el estudio de las condiciones de las que la ley hace depender
la operatividad del castigo penal de los intervinientes en un hecho que por ser típico,
antijurídico y culpable ya es delito.
La acción penal por su naturaleza es siempre pública pues a través de ella el Estado, en
caso de condena estabiliza las expectativas sociales en relación con la validez del
derecho garantizando así a los demás ciudadanos que su confianza en el sistema no ha
sido en vano.
ARTICULO 71.- Sin perjuicio de las reglas de disponibilidad de la acción penal previstas
en la legislación procesal, deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales, con
excepción de las siguientes:
ARTICULO 72.- Son acciones dependientes de instancia privada las que nacen de los
siguientes delitos:
1. Los previstos en los artículos 119, 120 y 130 del Código Penal cuando no resultare la
muerte de la persona ofendida o lesiones de las mencionadas en el artículo 91.
112
En los casos de este artículo, no se procederá a formar causa sino por acusación o
denuncia del agraviado, de su tutor, guardador o representantes legales. Sin embargo,
se procederá de oficio:
a) En los casos del inciso 1, cuando la víctima fuere menor de 18 años de edad o haya
sido declarada incapaz;
b) En los casos del inciso 2, cuando mediaren razones de seguridad o interés público;
c) En los casos de los incisos 2 y 3, cuando el delito fuere cometido contra un menor que
no tenga padres, tutor ni guardador, o que lo fuere por uno de sus ascendientes, tutor o
guardador, o cuando existieren intereses gravemente contrapuestos entre éstos y el
menor, siempre que resultare más conveniente para el interés superior de aquél.
Acción pública
El titular del ejercicio es el órgano del Estado (Ministerio Público o Fiscal), el cual debe
iniciar su ejercicio de oficio (principio de la oficialidad de la acción).
Una consecuencia del ejercicio de oficio de la acción pública, esto es, por propia iniciativa
y obligatoriamente, es que su ejercicio está regido por los principios de legalidad e
indivisibilidad.
Es una acción pública cuyo ejercicio corresponde al órgano público, pero no de oficio,
sino que sólo corresponde formar causa contra el imputado a instancia (esto es, denuncia
o acusación) del agraviado por el delito.
La titularidad dela facultad de instar es instranferible, pero el titular puede actuar por
mandatario.
delitos:
113
Violación, estupro, rapto y abuso deshonesto, cuando no resultare la muerte de la
persona ofendida o lesiones de las mencionadas en el artículo 91 CP lesiones
gravísimimas-.
ARTICULO 91. - Se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años, si la lesión produjere
una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, la inutilidad
permanente para el trabajo, la pérdida de un sentido, de un órgano, de un miembro, del
uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la capacidad de engendrar o concebir.
Lesiones leves, sean dolosas o culposas. Sin embargo, en los casos de este inciso se
procederá de oficio cuando mediaren razones de seguridad pública o interés públicos;
Concurren razones de interés público par a ejercer de oficio la acción por lesiones leves,
cuando su conocimiento y juzgamiento resulta útil, conveniente o necesario para el
orden o bienestar de la comunidad.
Acción Privada
Aquellas que en atención a la preponderancia del interés del ofendido o agraviado por
el delito en el castigo o impunidad del hecho, su ejercicio está reservado a él o, siendo
incapaz, a sus guardadores o representantes; o tratándose de calumnias o injurias, a los
sucesores de aquél; o, si la ofendida es una persona colectiva, a sus autoridades
representativas. Son tales las emergentes de los delitos de:
calumnias e injurias,
A pesar de que en los casos de delitos de acción privada se proceda por querella o
denuncia, sólo la primera es procesalmente apta para hacerlo, pues la segunda no
significa ejercicio de la acción, ni liga al denunciante al procedimiento.
114
3.3-DERECHO PENAL PENITENCIARIO. LEY DE EJECUCIÓN DE LA PENA PRIVATIVA DE LA
LIBERTAD. PROGRESIVIDAD DEL SISTEMA PENITENCIARIO. PRINCIPIO DE
RESOCIALIZACIÓN. PERÍODO DE LIBERTAD CONDICIONAL Y ASITIDA. ALTERNATIVAS PARA
SITUACIONES ESPECIALES.
CONCEPTO.
Se trata del instrumento más severo con que cuenta el Estado para asegurar la
convivencia‖ y la sanción tradicional que caracteriza al derecho penal, al punto tal que
le debe su denominación (Derecho Penal=Pena).
En sentido formal, la pena es ―un mal con el que amenaza el derecho penal para el caso
de que se realice una conducta considerada como delito. Y cuando se habla de MAL
queremos decir que con ella se restringen de manera coercitiva los derechos del autor
del delito, tal como sucede con la libertad si se trata de penas privativas de libertad; o
el patrimonio si se trata de la pena de multa.
Ahora bien, ese objetivo puede lograrse dirigiéndose a la comunidad toda como
sostienen las concepciones de prevención general; o solo al autor del delito como
refieren las concepciones de prevención especial.
115
Prevención general:
Su tarea preventiva se dirige a la colectividad y no al autor del delito procurando ―evitar
que surjan delincuentes de la sociedad. Pero tal cometido puede procurarse positiva o
negativamente.
El primer exponente fue Feuerbach, el que sostenía que la pena tenía efecto intimidatorio
hacia la sociedad, que se hacía efectivo al aplicarse la pena en concreto a un sujeto
determinado.
Las críticas de las que fueron susceptibles estas teorías radican en el hecho que en
primer lugar el efecto de coacción o intimidación no está demostrado, si esto fuera así
los sujetos que observan la condena de diversos autores de delitos, no cometerían
ilícitos.
Esta teoría busca reafirmar la norma. El máximo exponente resulta Jakobs, el cual
entiende que, al imponerse una pena al autor del delito, lo que se produce es la
reafirmación de la norma. La idea de la misma es que cuando el sujeto delinque
comunica socialmente que la norma no está vigente, al aplicársele la sanción impuesta
por la misma, el ordenamiento emite como mensaje que, al aplicar la pena, la norma si
está vigente.
A esta teoría se le critica el hecho que utiliza al sujeto penado como medio para reafirmar
el sistema, se antepone claramente el sistema antes que el sujeto, ve al sistema penal
como medio de estabilización del ordenamiento, dejando de lado la proporcionalidad de
la pena.
116
Ambas modalidades autorizan la sanción aun cuando no haya peligro de repetición de
hechos, como sucede por ejemplo con el delincuente ocasional para evitar que ello incite
su imitación.
En cuanto a las desventajas como toda teoría preventiva la prevención puede llevar a
una instrumentalización del hombre atentando contra su dignidad al exigir sanciones
que no tengan ninguna proporción con la magnitud de lo injusto y la culpabilidad.
Prevención especial
La pena se entiende como educación del autor para lograr su reinserción social y como
seguridad social tendiente a lograr que el penado no vuelva a delinquir.
Algunas críticas que se le realizan a estas teorías recaen en el hecho, en primer lugar,
no está demostrado que quien sufrió el estigma del cumplimiento de una pena, no vuelva
a delinquir, de hecho, la realidad demuestra que un alto porcentaje se convierte en
reincidente.
No se busca ―sustituir los valores del sujeto sino ―ampliar las posibilidades de la
participación en la vida social, una oferta de alternativas al comportamiento criminal,
pretendiendo que en el futuro el sujeto lleve una vida sin cometer delitos.
El fin esencial de toda pena es la prevención. Ante un conflicto debería prevalecer el fin
preventivo especial sobre el preventivo general, modo contrario éste excluiría los efectos
preventivos especiales.
Entiende que los fines de la pena pueden verse reflejados del siguiente modo:
Sostiene que en cada fase debe realizarse una ―ponderación diferenciada y que en la
pena no puede jugar el concepto retributivo, pero ello no puede llevar a dejar de lado el
117
principio de culpabilidad, a los fines de limitar la pena, le pena debe resultar proporcional
a la culpabilidad del sujeto.
Para individualizar la pena aplicable al reo, el juez cuenta no solo con la información de
la causa, y las pruebas del juicio, sino que está obligado a tener un conocimiento directo
del delincuente que está juzgando a fin decimos de determinar cuál es la pena específica
que corresponde al mismo.
2º. La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad
de los motivos que lo determinaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad
de ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya
tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los demás antecedentes
y condiciones personales, así como los vínculos personales, la calidad de las personas y
las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor
peligrosidad.
El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto, de la víctima y de las
circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso.
El legislador cuando crea la ley, al tiempo que define la conducta típica reprochable, deja
establecida las sanciones que a las mismas han de corresponderle.
Éstas en algunos países son fijas y en otros casos como en el nuestro están conminadas
entre un máximo y un mínimo-indeterminación legal relativa-.
Corresponde aquí al juez en función de las pautas establecidas por los arts. 40/41 CP
individualizar que pena será la que se le aplique al reo en el caso concreto, tanto en su
especie como en su cantidad.
118
ARTICULO 40.- En las penas divisibles por razón de tiempo o de cantidad, los tribunales
fijarán la condenación de acuerdo con las circunstancias atenuantes o agravantes
particulares a cada caso y de conformidad a las reglas del artículo siguiente.
2º. La edad, la educación, las costumbres y la conducta precedente del sujeto, la calidad
de los motivos que lo determinaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad
de ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya
tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los demás antecedentes
y condiciones personales, así como los vínculos personales, la calidad de las personas y
las circunstancias de tiempo, lugar, modo y ocasión que demuestren su mayor o menor
peligrosidad. El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto, de la víctima
y de las circunstancias del hecho en la medida requerida para cada caso.
Si la pena fuere de multa se tomarán en cuenta además las pautas del art., 21/22 bis del
CP.
ARTICULO 21.- La multa obligará al reo a pagar la cantidad de dinero que determinare la
sentencia, teniendo en cuenta además de las causas generales del artículo 40, la
situación económica del penado.
Si el reo no pagare la multa en el término que fije la sentencia, sufrirá prisión que no
excederá de año y medio.
También se podrá autorizar al condenado a pagar la multa por cuotas. El tribunal fijará
el monto y la fecha de los pagos, según la condición económica del condenado.
ARTICULO 22 bis.- Si el hecho ha sido cometido con ánimo de lucro, podrá agregarse a
la pena privativa de libertad una multa, aun cuando no esté especialmente prevista o lo
esté sólo en forma alternativa con aquélla. Cuando no esté prevista, la multa no podrá
exceder de noventa mil pesos.
119
CLASES DE PENAS.
b) Penas pecuniarias: la coerción penal recae sobre el patrimonio del condenado, tal el
caso de la multa y el decomiso.
d) Penas humillantes: que afectan el honor del condenado, tal la retractación en las
calumnias e injurias.
3. Por su divisibilidad:
a) Penas divisibles: permiten al juez seleccionar la que considere adecuada entre sus
máximos y sus mínimos fijados por la ley.
b) Penas indivisibles: establecen una magnitud única sin posibilidad de graduación como
las penas perpetuas.
4. Por su duración:
a) Penas perpetuas: en principio se aplica mientras viva en condenado, aunque en
nuestro país por el beneficio de la libertad condicional puede cesar. Tal el caso de la
reclusión o prisión perpetua y la inhabilitación absoluta.
120
b) Penas temporales: duran un tiempo
ARTICULO 13.- El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta
y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de tres (3)
años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión, por tres
(3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8) meses de
prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán obtener la
libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e
informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción
social, bajo las siguientes condiciones:
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación
de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes;
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no
tuviere medios propios de subsistencia;
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y hasta diez (10) años más en las perpetuas, a contar desde el día del
otorgamiento de la libertad condicional.
121
ARTICULO 27 bis.- Al suspender condicionalmente la ejecución de la pena, el Tribunal
deberá disponer que, durante un plazo que fijará entre dos y cuatro años según la
gravedad del delito, el condenado cumpla todas o alguna de las siguientes reglas de
conducta, en tanto resulten adecuadas para prevenir la comisión de nuevos delitos:
Las reglas podrán ser modificadas por el Tribunal según resulte conveniente al caso.
-la privación del empleo o cargo público que ejercía el penado aunque provenga de
elección popular.
b) especial: se trata de una sanción impeditiva que presupone la vinculación del delito
con el derecho, cargo, empleo o actividad para el que se inhabilita. Art., 20 CP. Ej., la
inhabilidad de conducir si las lesiones se causaron en un accidente automovilístico.
122
3.2-LA REINCIDENCIA. CONCEPTO. EFECTOS. CONDENA DE EJECUCIÓN CONDICIONAL.
CONCEPTO Y FINALIDAD. REQUISITOS. CONDICIONES PARA SU APLICACIÓN. REVOCACIÓN
DEL BENEFICIO.
CONCEPTO.
ARTICULO 50.- Habrá reincidencia siempre que quien hubiera cumplido, total o
parcialmente, pena privativa de libertad impuesta por un tribunal del país cometiere un
nuevo delito punible también con esa clase de pena.
No dará lugar a reincidencia la pena cumplida por delitos políticos, los previstos
exclusivamente en el Código de Justicia Militar, los amnistiados o los cometidos por
menores de dieciocho años de edad. La pena sufrida no se tendrá en cuenta a los efectos
de la reincidencia cuando desde su cumplimiento hubiera transcurrido un término igual
a aquél por la que fuera impuesta, que nunca excederá de diez ni será inferior a cinco
años.
EFECTO.
2) Delitos contra la integridad sexual, previstos en los arts. 119, 120, 124, 125, 125 bis,
126, 127, 128 primer y segundo párrafos, y 130 del Código Penal.
4) Tortura seguida de muerte, artículo 144 ter, inciso 2, del Código Penal.
5) Delitos previstos en los artículos 165 y 166, inciso 2, segundo párrafo, del Código
Penal.
7) Delitos previstos en los artículos 145 bis y ter del Código Penal.
10) Delitos previstos en los artículos 5°, 6° y 7° de la ley 23.737 o la que en el futuro la
reemplace.
11) Delitos previstos en los artículos 865, 866 y 867 del Código Aduanero.
123
-art., 27 CP. En el caso de quién tenga condena de cumplimiento condicional, quien
reincida perderá también el beneficio y deberá cumplir de manera efectiva la condena
en suspenso de la que gozaba.
-art., 41CP. La reincidencia es una pauta que el juez toma en cuenta a los fines de la
individualización de la pena.
El código dispone su procedencia para los casos de condena a pena de prisión (no de
reclusión) que no exceda de tres años, excluyendo las penas de multa e inhabilitación.
REQUISITOS.
Para el juez es facultativo conceder el beneficio. Pero para que lo disponga la ley exige
como requisito que se trate de una primera condena a la especie de prisión no mayor de
tres años. El significado de ―primera condena comprende tanto una primera condena
sufrida por el sujeto, como una segunda condena después de transcurrido el término
legal de 10 años si ambos delitos fuesen dolosos, u 8 cuando uno de ellos fuese culposo.
En ambos casos a partir de que la sentencia quedó firme-art., 27 CP-.
La suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el nuevo delito ha sido cometido
después de haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de la primera condena
firme. Este plazo se elevará a diez años, si ambos delitos fueran dolosos.
ARTICULO 26.- En los casos de primera condena a pena de prisión que no exceda de tres
años, será facultad de los tribunales disponer en el mismo pronunciamiento que se deje
en suspenso el cumplimiento de la pena. Esta decisión deberá ser fundada, bajo sanción
de nulidad, en la personalidad moral del condenado, su actitud posterior al delito, los
124
motivos que lo impulsaron a delinquir, la naturaleza del hecho y las demás circunstancias
que demuestren la inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad. El
tribunal requerirá las informaciones pertinentes para formar criterio, pudiendo las partes
aportar también la prueba útil a tal efecto.
Igual facultad tendrán los tribunales en los casos de concurso de delitos si la pena
impuesta al reo no excediese los tres años de prisión.
Las circunstancias que deberá valorar el juez, son las relacionadas al sujeto: su
personalidad moral, actitud posterior al delito, motivos que lo impulsaron a delinquir; y
con respecto al hecho la naturaleza de éste.
Este interno podrá ejercer todos los derechos que no estén afectados por la condena, ley
o reglamento. Específicamente tendrá derecho a: instalaciones sanitarias para su
higiene, asistencia médica y espiritual, alimentación adecuada, educación, trabajar,
mantener relaciones familiares y sociales, etc.
Correlativamente debe cumplir con todos los deberes que su situación le permita y con
las obligaciones que su condición le impone. Particularmente deberá acatar las normas
de conducta para que la convivencia resulte ordenada.
125
PROGRESIVIDAD DEL SISTEMA PENITENCIARIO.
Las acciones a adoptar para su desarrollo deberán estar dirigidas a lograr el interés, la
comprensión y la activa participación del interno. La ausencia de ello será un obstáculo
para el progreso en el cumplimiento de la pena y los beneficios que esta ley acuerda.
Fase 2. Consolidación. Se iniciará una vez que el interno haya alcanzado los objetivos
fijados en el programa de tratamiento para la fase 1.
126
PERÍODO DE LIBERTAD CONDICIONAL Y ASITIDA.
libertad asistida será decidida por el juez de ejecución penal a pedido del interesado y
previo informe del organismo técnico-criminológico y del consejo correccional.
Las exigencias para su concesión son mayores que en la libertad condicional. Será
necesario:
-el beneficio será denegado si el egreso puede constituir un grave riesgo para el
condenado, la víctima o la sociedad.
I. Presentarse, dentro del plazo fijado por el juez de ejecución o juez competente, al
patronato de liberados que le indique para su asistencia y para la supervisión de las
condiciones impuestas.
II. Cumplir las reglas de conducta que el juez de ejecución o juez competente fije, las
cuales sin perjuicio de otras que fueren convenientes de acuerdo a las circunstancias
personales y ambientales del condenado, podrán ser:
IV. Reparar, en la medida de sus posibilidades, los daños causados por el delito, en los
plazos y condiciones que fije el juez de ejecución o juez competente.
127
Cuando el condenado en libertad asistida cometiere un delito o violare la obligación que
le impone el apartado I del artículo 55, la libertad asistida le será revocada y agotará el
resto de su condena en un establecimiento cerrado.
ARTICULO 55.- Cuando concurrieren varios hechos independientes reprimidos con una
misma especie de pena, la pena aplicable al reo tendrá como mínimo, el mínimo mayor
y como máximo, la suma aritmética de las penas máximas correspondientes a los
diversos hechos.
Sin embargo, esta suma no podrá exceder de (50) cincuenta años de reclusión o prisión.
Por su parte la libertad condicional es el período durante el cual el condenado sale del
encierro, quedando sometido a una serie de obligaciones. Importa una suspensión
condicional del encierro que se cumple como pena o medida de seguridad.
En cuanto al tiempo que debe transcurrir para peticionarlo, hay diversas situaciones:
-el condenado a reclusión o prisión perpetua, debe haber cumplido 35 años de condena
-el condenado a reclusión o prisión de más de tres años, 2/3 de aquella -el condenado a
reclusión o prisión de tres años o menos que hubiere cumplido 1 año de reclusión y 8 de
prisión respectivamente.
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación
de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes;
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no
tuviere medios propios de subsistencia;
128
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su
necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos.
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y hasta diez (10) años más en las perpetuas, a contar desde el día del
otorgamiento de la libertad condicional.
Las reglas podrán ser modificadas por el Tribunal según resulte conveniente al caso.
Los condenados con la reclusión accesoria por tiempo indeterminado deberán cumplirla
en establecimientos federales.
129
ALTERNATIVAS PARA SITUACIONES ESPECIALES.
1. Prisión domiciliaria.
El ARTICULO 10 CP en concordancia con el art., 32 de la ley 24660 dispone:
e) La mujer embarazada;
f) La madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con discapacidad a su
cargo.
Asimismo, la ley 24660 en su art., 33 dispone que la detención domiciliaria debe ser
dispuesta por el juez de ejecución o competente y supervisada por el patronato de
liberados o un servicio social calificado de no existir aquel.
130
Tales instituciones resultan procedentes cuando (art., 35 ley 24660):
En tal caso se computarán seis horas de trabajo para la comunidad por un día de prisión.
El plazo máximo para el cumplimiento de la pena con esta modalidad de ejecución será
de dieciocho meses.
Son los medios de que dispone el derecho penal moderno, distinto de las penas y que
cumplen una función de prevención especial.
Es otra forma de reacción penal dirigida a aquellos sujetos inimputables o en los cuales
la pena no ha cumplido el efecto esperado.
131
En nuestro derecho penal positivo existen tres clases de medidas de seguridad -
educativas, también llamadas tutelares se aplican a los menores buscando completar su
educación y en ciertos casos propender a su reeducación.
1-No son punibles cuando el delito imputado es de acción privada o está amenazado con
pena privativa de la libertad menor de 2 años en su máximo, con multa o inhabilitación
quedando sometidos al mismo régimen que los que no hay llegado a 16 años.
2-Los que no estén sometidos a las excepciones antes mencionadas, se los somete a
proceso y se los dispone provisionalmente con el fin de analizar la personalidad y el
ambiente donde se encuentra el menor.
c) Mayor de 18 años:
En este tipo de medidas el cese está representado por el paso de la minoridad a la mayor
edad. El art., 525 del código procesal penal de Córdoba dispone: ―Artículo 525.-
CESACION. Para ordenar la cesación de una medida de seguridad o tutelar, el Tribunal
deberá oir al Ministerio Público, al interesado, o cuando éste sea incapaz, a quien ejercite
su patria potestad, tutela o curatela, lo mismo que en su caso, al Consejo Provincial de
Protección al Menor.
Además, en los casos del artículo 34, inciso 1 del Código Penal, deberá requerirse el
informe técnico oficial del establecimiento en que la medida se cumpla y el dictamen por
lo menos, de dos peritos.
El autor que en el momento del hecho por alguna de estas causas no puede comprender
la criminalidad de los actos o dirigir sus acciones, o será punible pero se le podrá aplicar
una medida de seguridad de este tipo. Este tipo de medidas de seguridad pueden ser:
132
a) La internación manicomial: el art., 34 inc., 1 párrafo 2° CP dispone que ―En caso de
enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un manicomio, del que
no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y previo
dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a
sí mismo o a los demás.
Es una medida facultativa del juez quien puede considerar no necesaria su imposición
cuando el enajenado no presenta un peligro para sí o para los demás. Si bien no se
requiere de dictamen de un perito para imponerla, si es necesario aquel para hacerla
cesar.
La medida cesará por resolución judicial con audiencia del Ministerio público y previo
dictamen de perito que declare desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí
mismo o a los demás, de lo que surge que tiene una duración indeterminada.
Los demás casos a que hace referencia este art., son los estados de inconsciencia-
ebriedad o toxicomanía-. Claramente la medida se mantiene hasta que se comprueben
la desaparición de las condiciones que lo hicieron peligroso, y si bien nada se dice sobre
la forma de esa comprobación, se deduce que ello debe verificarse por resolución judicial
con audiencia del Ministerio Público y previo dictamen de peritos como en el caso
anterior.
133
134
135
DERECHO PRIVADO I
Derechos y actos personalísimos
Los derechos personalísimos son los que recaen sobre ciertos aspectos o
manifestaciones de la personalidad del hombre para proteger su libre desenvolvimiento:
derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a la integridad física, etc.
Caracteres
Son absolutos porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de los
miembros que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están obligados a
respetar la persona de los demás.
Decimos que son relativamente disponibles por las partes pues, de conformidad al art.
55 del Código Civil y Comercial, se puede disponer de los derechos personalísimos bajo
ciertas condiciones: que medie consentimiento por el titular de los derechos, que éste
no sea contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres.
Definición
La persona, en tanto tal, posee ciertos atributos que son sus cualidades esenciales. Éstas
son inherentes y consideradas a priori de la persona, es decir que comienzan con su
existencia.
Estos atributos de la persona humana son: capacidad, nombre, estado y domicilio. A toda
persona individual le es inherente la capacidad, cualidad que la distingue como sujeto
potencial de derechos y deberes; el nombre que la individualiza, el estado que la sitúa
en el medio familiar en el que se desenvuelve y el domicilio que la sitúa jurídicamente
en un lugar determinado.
Naturaleza
136
persona que no se adquieren luego, sino que son contemporáneos a la persona, a su
existencia, y la acompañan toda su vida protegiéndola e identificándola.
Caracteres
Son necesarios e inherentes a las personas: no se concibe que la persona física pueda
carecer de alguno de estos atributos por cuanto, la determinan en su individualidad.
Son únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada clase en
un momento determinado. Así, la persona humana no puede ser capaz
e incapaz a la vez de adquirir un derecho, no puede tener más estados civiles familiares
del mismo orden, por ejemplo soltero-casado.
Son indisponibles: no pueden ser transferidos, pues están fuera del comercio. Son
inmutables: sólo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que así lo prevé.
Son imprescriptibles: por cuanto no se adquieren ni pierden por el transcurso del tiempo.
Nombre Noción
Régimen legal
El prenombre
Apellido de los hijos.
El art. 64 del CCCN prevé que el hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de
los cónyuges; en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. A pedido de los padres, o del
interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el apellido del otro.
Asimismo, dispone que, en caso de que un mismo matrimonio tuviera muchos hijos,
todos deben llevar el mismo que se haya decidido para el primero.
Ahora bien, en el caso del hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial, éste lleva el
apellido de ese progenitor.
137
Para el supuesto de la persona menor de edad sin filiación determinada, se establece
que debe ser anotada por el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas con el apellido que esté usando o, en su defecto, con un apellido común (art.
65) o bien, si la persona tiene edad y grado de madurez suficiente, puede solicitar la
inscripción del apellido que esté usando (art. 66).
Apellido de los cónyuges. Por otro lado, en relación al apellido de los cónyuges, el art.
67 dispone:
Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposición
“de” o sin ella.
El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga
nuevas nupcias, ni constituya unión convivencial18.
En cuanto al viudo, éste puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no
contraiga nuevas nupcias ni constituya unión convivencial.
El cambio de nombre tramitará “por el proceso más abreviado que prevea la ley local,
con intervención del Ministerio Público”22, debiendo “publicarse en el diario oficial una
vez por mes en el lapso de dos meses”, a fin de que presenten las oposiciones y se
soliciten informes respecto de “las medidas precautorias que existieren con relación al
interesado”23.
Una vez inscrita en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas, será oponible
a terceros.
138
Acciones de protección
Art. 71. Acciones de protección del nombre. Puede ejercer acciones en defensa de su
nombre:
b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese uso;
En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer
la publicación de la sentencia.
Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por
sus descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o
hermanos.24
la acción de supresión del nombre: debe mediar un uso indebido por parte del
demandado del nombre de otra persona para individualizar una cosa o un personaje de
fantasía y dicho uso provocar un perjuicio material o moral. El efecto de la sentencia es
el cese de dicho uso indebido.
Por último y en orden a quiénes pueden interponer estas acciones, se establece que el
titular exclusivo es el interesado y, si éste ha fallecido, podrá ser ejercida por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o
hermanos.
Seudónimo
Como el seudónimo notorio goza de la tutela del nombre, el titular para su protección,
podrá interponer las acciones previstas para proteger el nombre, es decir las previstas
en el art. 71.
139
Asimismo, el art. 69 ha receptado el cambio de nombre cuando existan justos motivos a
criterio del juez y el inc. “a" dispone que se considera justo motivo al supuesto en que el
seudónimo hubiese adquirido notoriedad.
Domicilio
Noción. Caracteres
Este domicilio general puede ser legal, es decir instituido por la ley o real, que es la
efectiva residencia de la persona en un cierto lugar con ánimo de permanecer allí. El
domicilio general sea legal o real, es necesario, ya que no puede faltar en ninguna
persona y es único ya que una persona no puede tener más de un domicilio general.
Por último decimos que el domicilio general es mutable, es decir que es modificable, ya
sea por cambio en la capacidad de las personas (por ejemplo, un menor que cumple la
mayoría de edad pasa de domicilio legal a domicilio real) o por un cambio en la de su
situación (por ejemplo: una persona que es designada en un puesto de funcionario
público y que requiere trasladarse, cambia de domicilio real a domicilio legal).
El domicilio general, lugar en que la ley sitúa a la persona para la generalidad de sus
relaciones jurídicas, se clasifica en a) real o voluntario, y b) legal o forzoso. Por su parte,
el domicilio especial sólo produce efectos en relación a una o varias relaciones jurídicas
determinadas y puede ser convencional, procesal, conyugal, comercial, entre otros.
El domicilio real, definido en el art. 73 del CCCN, es donde la persona humana tiene su
residencia habitual. Ahora bien, si ejerce actividad profesional o económica, lo tiene en
el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de
dicha actividad.
Como podemos ver, la ley contempla la residencia como un elemento del domicilio, dado
que el mismo se determina en función de la residencia habitual, entendida como el lugar
en el que habitual y permanentemente habita una persona.
140
y el animus es la intención o propósito de permanecer en un determinado lugar. Así, el
domicilio real se constituye por la reunión de sus dos elementos.
El art. 74 del CCCN define el domicilio legal como el lugar donde la ley presume, sin
admitir prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el
ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.
a) los funcionarios públicos tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus
funciones, no siendo éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar que lo están prestando;
c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen
domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;
Por último y en relación al domicilio especial, cabe poner de relieve que éste no es un
atributo de la persona, sólo lo es el general en todas sus clasificaciones.
El domicilio especial es el que las partes de un contrato eligen para el ejercicio de los
derechos y obligaciones que de él emanan (art. 75).
Este domicilio produce sus efectos limitados a una o varias relaciones jurídicas
determinadas, es decir, tiene eficacia sólo para aquellas relaciones jurídicas para las que
ha sido instituido. Es elegido libremente por las partes y el domicilio convenido tiene
fuerza de ley para los contratantes, es decir que tiene efecto vinculante, salvo que, por
acuerdo común de partes, lo modifiquen.
b) puede ser múltiple, porque la persona puede tener varios domicilios especiales;
Capacidad Noción.
141
Clases. Caracteres
a) las reglas que gobiernan la capacidad son de orden público y no pueden ser
modificadas por voluntad de los particulares;
b) es principio general que tanto las incapacidades como las restricciones a la capacidad
son la excepción;
Así, la capacidad de derecho se define como la aptitud de que goza toda persona humana
para ser titular de derechos y deberes jurídicos. Esta aptitud se vincula muy
directamente con la personalidad humana; por ello, todas las personas son capaces de
derecho y no puede concebirse una incapacidad de derecho absoluta, es decir, que
comprenda todos los derechos y obligaciones, porque sería contrario al orden natural.
Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre
los bienes de las testamentarias que estén a su cargo.
Capacidad de ejercicio
142
principio general es la capacidad, con las limitaciones que prevé el Código en su artículo
24, al referir a las personas incapaces de ejercicio y las que determine en una sentencia
judicial, referencia que alude al supuesto de restricción al ejercicio de la capacidad en
relación a los mayores de edad, en las condiciones establecidas por la legislación en el
art. 24 inc. “c” y 31 y ss. del CCCN.
Estado civil
Definición
Caracteres
a) las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no pueden
ser modificadas por la voluntad de los interesados;
Efectos
Por ello, se dice que los efectos de este atributo son importantes a la hora de los reclamos
patrimoniales o de deberes correspondientes al estado que se posea, para lo cual la ley
establece una serie de normas que lo protegen. Por ejemplo, a las personas les reconoce
dos acciones:
143
Prueba
Los datos concernientes a la existencia y estado civil de las personas deben recogerse
de modo fidedigno y ser custodiados en archivos oficiales, en beneficio no sólo del
interesado, sino también del Estado y de los terceros que puedan tener interés en
En primer lugar cabe distinguir entre persona y vida humana. Tal como señalamos
anteriormente, la noción de persona es una categoría jurídica, pues se trata de ser
portador de derechos, mientras que la vida humana es un suceso de la naturaleza, es su
asiento natural.
Así, el Código Civil y Comercial subsume el concepto de vida humana con el de persona
en el sentido técnico del término, reconociendo su comienzo en el momento mismo de
la concepción. De esta manera, se considera que hay persona durante todo el proceso
de gestación: desde su inicio hasta el nacimiento y, luego, habrá persona física desde
ese instante hasta la muerte. En igual línea, Vélez Sarsfield aclaraba en la nota a su art.
63, que “las personas por nacer, no son personas futuras, pues ya existen en el vientre
de la madre”.
Ahora bien, esta solución no podría haber sido diferente a la adoptada, toda vez que el
art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica, establece: “... Toda persona
tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en
general, a partir del momento de la concepción…”.
Lo propio puede afirmarse sobre la Convención de los Derechos del Niño, que, en su art.
1°, establece que “niño” es todo ser humano menor de dieciocho años de edad. Con
respecto al comienzo de la vida, la Convención nada aclara, pero sí lo hace la ley 23.849
–la de ratificación del Tratado– en su art. 2, el cual declara que, con relación al artículo
1º de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina entiendo por
niño a todo ser humano desde el momento de la concepción y hasta los 18 años.
144
Repárese que lo que goza de jerarquía constitucional es el texto de la Convención junto
a la ley de ratificación porque, como bien lo señala el art. 75 inc. 22 de la carta magna,
cada Tratado adquiere jerarquía constitucional “en las condiciones de su vigencia”,
incluyendo así a la ratificación como una unidad que debe ser considerada de ese modo
a la hora de valorar las disposiciones con jerarquía constitucional.
Ausencia de la persona
Definición
El Código Civil y Comercial contempla en seis artículos (79 a 84) las normas sustantivas
y procedimentales correspondientes a la simple ausencia y al procedimiento previsto a
los fines de obtener tal declaración. El fin último de esta regulación es la protección del
patrimonio del ausente, pues lo que se pretende es la designación de un curador especial
a los bienes para que estos puedan ser administrados en debida forma mientras dure el
estado de ausencia.
Art. 79. Ausencia simple. Si una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse
noticias de ella, y sin haber dejado apoderado, puede designarse un curador a sus bienes
si el cuidado de éstos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe apoderado, pero
sus poderes son insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato.
No haya dejado apoderado o que los poderes del apoderado del ausente resulten
insuficientes o que éste haya incurrido en un desempeño inconveniente de su mandato.
Como se advierte, la ley no exige que haya transcurrido plazo alguno para peticionar
ante el juez competente la declaración de ausencia simple, ni que la desaparición se
vincule con un hecho extremo del cual se presuma la muerte del ausente; sólo se impone
que existan bienes para cuidar, de manera tal que se adopten aquellas medidas
necesarias para proteger el patrimonio del ausente.
Procedimiento
Los artículos 80, 81, 82, 83 y 84 regulan el procedimiento para obtener la declaración de
ausencia.
El Ministerio Público
Toda persona que tenga interés legítimo respecto de los bienes del ausente.
145
El artículo 82 regula el procedimiento para la petición de la declaración de ausencia
simple, disponiendo, en primer término, que el presunto ausente debe ser citado por
edictos durante cinco días, y, si vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención
al defensor oficial o, en su defecto, nombrarse un defensor al ausente,
“En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador provisional o adoptar las
medidas que las circunstancias aconsejan”39 a fin de la preservación del patrimonio.
Una vez oído el defensor y producida la prueba correspondiente, que tendrá por fin
acreditar la desaparición del ausente y que podrá rendirse por cualquier medio, si
concurren los extremos legales, el juez estará en condiciones de dictar la sentencia de
declaración de ausencia simple y designar al curador.
Efectos
Dictada la sentencia de simple ausencia, se designará un curador a fin de que realice los
actos de conservación y administración ordinaria de los bienes. Para el supuesto de que
deba realizar un acto que exceda la administración ordinaria, deberá requerir
autorización al juez, la que debe ser otorgada sólo en caso de necesidad evidente e
impostergable.
Muerte presunta
Caso ordinario. La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de
ella por el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya
dejado apoderado.
146
b) si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese
noticia de su existencia por el
término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido.
Conforme lo prescribe el art. 85, para que nazca la presunción de fallecimiento es preciso
que la persona se ausente de su domicilio sin que se tenga noticias de ella por el término
de tres años, sin requerir la norma que la ausencia de la persona haya ocurrido en virtud
de una circunstancia que traiga aparejada la muerte (supuesto de buque o aeronave
naufragada, incendio, terremoto, etc.), como ocurre en los casos extraordinarios. Por
último, el plazo de tres años debe contarse desde la fecha de la última noticia que se
haya tenido del ausente.
En primer lugar, debe señalarse que, de conformidad lo establece el art. 87, cualquier
persona que tenga “algún derecho subordinado a la muerte de la persona de que se
trate, puede pedir la declaración de fallecimiento presunto, justificando los extremos
legales y la realización de diligencias tendientes a la averiguación de la existencia del
ausente”42 que arrojen resultado negativo.
El artículo 88 prescribe el procedimiento que debe seguir el juez en orden al trámite del
pedido de declaración de fallecimiento presunto.
Deberá citarse al ausente por edictos que se publicarán una vez por mes durante seis
meses, publicación que deberá disponerse en el Boletín Oficial y en otro que resulte de
importancia.
Así las cosas, pasados los seis meses –tiempo en que se publican los edictos–, recibida
la prueba que acredite que la búsqueda del ausente dio resultado negativo y oído el
defensor, el juez debe declarar el fallecimiento presuntivo si están acreditados los
extremos legales, fijar el día presuntivo del fallecimiento y disponer la inscripción de la
sentencia en el Registro Civil.
Por su parte, el art. 90 dispone qué día debe fijare como el presuntivo del fallecimiento.
Día presuntivo de fallecimiento. Deberá fijarse como día presuntivo del fallecimiento:
147
b) en el primero de los casos extraordinarios, el día del suceso y si no está determinado,
el día del término medio de la época en que ocurrió o pudo haber ocurrido;
c) en el segundo caso extraordinario, el último día en que se tuvo noticia del buque o
aeronave perdidos;
Efectos de la declaración
Ahora bien, si, entregados los bienes, aparece el ausente o se tiene noticia cierta de su
existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la
devolución de aquéllos a petición del interesado.
Efectos sobre el matrimonio: según el art. 435 inc. “b”, la declaración de ausencia con
presunción de fallecimiento es una causal de disolución del matrimonio, por lo que el
otro cónyuge podrá contraer nuevo matrimonio.
Además de las capacidades, existen las incapacidades de derecho y de hecho. Las mal
llamadas “incapacidades de derecho”, en realidad, son incompatibilidades o
prohibiciones que
la ley prevé en casos concretos para evitar un daño al interés público. Es decir, son
restricciones a la aptitud genérica para ser titular de ciertos derechos en una
determinada relación jurídica.
148
El art. 24 del Código Civil y Comercial establece quiénes son las personas incapaces de
ejercicio, tema sobre el que volveremos más adelante.
Las incapacidades de hecho –de ejercicio o de obrar– han sido establecidas en interés
mismo del incapaz y por ello la ley ha procedido con un criterio tutelar.
Enumeración legal
b. la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo;
149
La persona por nacer, que es la persona que está concebida en el seno materno y aún
no ha nacido; para que sus derechos y obligaciones queden irrevocablemente
adquiridos, debe nacer con vida, pues, de lo contrario, se considerará que ella nunca
existió.
a. Menores de edad y mayores que no cuentan con edad y grado de madurez suficiente.
Este inciso debe estudiarse en correlación con lo dispuesto en el art. 25, el que dispone
que “menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años”. En efecto, el
supuesto de análisis refiere que son incapaces de ejercicio las personas “que no cuentan
con la edad y grado de madurez suficiente”7, por lo que incluye a todas las personas
que no han cumplido los dieciocho años, salvo: a) el supuesto de los adolescentes en
relación a los tratamientos no invasivos (que veremos más adelante); b) el caso de los
menores emancipados por matrimonio que gozan de plena capacidad de ejercicio con
las limitaciones previstas (arts. 27 y 28) y c) la persona menor de edad con título
profesional habilitante que puede ejercer profesión sin necesidad de previa autorización
(art. 30).
Fuera de estas situaciones excepcionales, la regla es que las personas, para gozar de la
plena facultad para ejercer los derechos, deben ser mayores de dieciocho años.
También son considerados incapaces de obrar las personas mayores de edad que no
cuenten con madurez suficiente, pues el artículo utiliza la conjunción copulativa “y”,
requiriéndose ambos requisitos para que alguien sea considerado capaz.
b. La persona incapaz por sentencia judicial. Este supuesto implica que, mediante
sentencia, se puede restringir la capacidad para determinados actos, debiendo partirse
siempre del presupuesto de la capacidad, y que sus limitaciones son de carácter
excepcional. Cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar y expresar su voluntad, el sentenciante puede declarar la incapacidad y
designar un curador. Por último, comprende a los inhabilitados por prodigalidad, a
quienes se les designará un apoyo para el otorgamiento de actos de disposición ente
vivos y en los demás actos que determine la sentencia.
De conformidad al art. 25 del Código Civil y Comercial, menor de edad es la persona que
no ha cumplido dieciocho años y adolescente, la persona menor de edad que cumplió
trece años.
Es decir que todas las personas, desde su nacimiento hasta que cumplen dieciocho años,
son “menores de edad”, especificando la denominación de “adolescente” a la persona
menor de edad que ha cumplido la edad de trece años.
La Real Academia Española define adolescencia como la “Edad que sucede a la niñez y
que transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo”
150
La diferente categoría entre menor de edad y adolescente parece tomar el antecedente
de la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Ley
26.061), creando una categoría jurídica no prevista por la Convención de los Derechos
del Niño, que integra nuestro ordenamiento jurídico dentro del bloque federal de
constitucionalidad y define al niño como “todo ser humano menor de dieciocho años de
edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría
de edad”8. De tal modo, en nuestro ordenamiento jurídico, los “adolescentes” son
indudablemente niños, sin que el Código pueda afectar este carácter, por estar
consagrado en una norma de jerarquía superior.
a) Tratamientos no invasivos
Esta presunción funcionará siempre que el adolescente pueda comprender los aspectos
esenciales relativos a la práctica propuesta, aunque, de ser necesario, una última
determinación siempre quedará en manos de los tribunales, la lex artis y la costumbre,
y, por lo general, será el médico tratante quien decida acerca de la aptitud del
tratamiento, con base en criterios que desde el ámbito médico se van pautando.
Por último, el art. 26 establece que la persona mayor de dieciséis años es considerada
como un adulto para las decisiones sobre el cuidado de su propio cuerpo.
151
De esta manera, se reconoce una anticipación de la capacidad de los menores para dar
consentimiento o asentimiento para ciertos actos de intrusión en su cuerpo.
Así, dispone:
proceso judicial con asistencia letrada que debe ser proporcionada por el Estado si
carece de medios;
Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen todo lo referido a las
restricciones al ejercicio de la capacidad jurídica de las personas, y son producto
especialmente de la aprobación de la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad (ley 26.378) y de la Ley Nacional de Salud Mental (ley
26.557).
De la lectura del art. 32 del Código se advierte que, a partir de los trece años se puede
restringir judicialmente la capacidad de una persona cuando ésta padece una adicción o
alteración mental permanente o prolongada de entidad suficiente
152
interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o
formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz”.
La persona con capacidad restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no podrá
ejercer por sí sola determinados actos que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc.
“c”).
El juez, en la sentencia, debe designar el o los apoyos que estime convenientes, siempre
tratando de limitar lo menos posible la autonomía de la persona, favorecer las decisiones
que respondan a las preferencias de la persona tutelada y, de esta manera, garantizar
el respeto de los derechos de la persona protegida.
El o los apoyos que se designen no tienen por misión sustituir la voluntad del sujeto, sino
todo lo contrario; promueven la libertad, la autonomía, “la comunicación, la comprensión
y la manifestación de la voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos”.
Tal como hemos señalado anteriormente, los medios de protección de la persona que
padece de alguna discapacidad, son: a) la declaración de capacidad restringida; b) la
incapacidad, cuando la persona padece una incapacidad absoluta, es decir que no puede
accionar con el medio que la circunda y los medios de apoyo son ineficaces y c) como
veremos más adelante, la declaración de inhabilitación en el caso del pródigo.
El artículo 33 del Código Civil y Comercial establece quiénes son las personas legitimadas
y, en primer lugar, autoriza al propio interesado a iniciar la acción. De ser éste quien lo
solicite, deberá presentarse con abogado; de no hacerlo, se le deberá nombrar un asesor
que lo represente.
Asimismo, están legitimados los parientes dentro del cuarto grado, sea que se trate de
un parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida o por
adopción, en línea recta o colateral y, si fueran por afinidad, sólo hasta el segundo grado.
153
Finalmente, se prevé que puede iniciar la acción el Ministerio Público.
Sentencia. Alcances
Luego de la valoración del dictamen interdisciplinario, el juez debe resolver con relación
al ejercicio de la capacidad jurídica, considerando especialmente la voluntad, deseos y
preferencias de la persona, y procurando que la afectación de la autonomía personal sea
la menor posible.
La sentencia que limite o restrinja la capacidad debe señalar los actos y funciones que la
persona no puede realizar por sí misma y, a fin de que tome las decisiones pertinentes,
le designará los apoyos que considere necesarios e indicará la modalidad de actuación,
es decir, si la función debe ser cumplida por dos o más personas, si la actuación debe
ser conjunta o indistinta, o si la validez de los actos jurídicos requiere del asentimiento
otorgado por el apoyo.
Asimismo, la sentencia que disponga la incapacidad deberá indicar los curadores que se
designan (puede ser una o más personas), permitiendo que la persona capaz pueda
designar quién ejercerá su curatela, ya sea mediante una directiva anticipada (art. 60),
ya sea descubriendo su verdadera voluntad por alguna manifestación (art. 43). En una
palabra, la sentencia que limite la capacidad, ya sea en forma total o parcial, es un
verdadero estatuto de cómo debe actuar la persona del incapaz.
Revisión
El plazo de los tres años es un plazo máximo; es posible instar su revisión con
anterioridad si las circunstancias del caso así lo aconsejan.
Inhabilitados
De conformidad al art. 48 del Código Civil y Comercial, podrán ser inhabilitados los
pródigos, es decir aquellos a quienes, por la mala gestión de sus bienes, en el sentido
de dilapidar, malgastar, expongan el patrimonio familiar a que se vea menoscabado.
El mencionado artículo define a la persona del pródigo como aquélla que padece una
alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que, en relación a su
154
edad y medio social, implica desventajas considerables para su integración familiar,
social, educacional o laboral.
Lo que la ley pretende es justamente proteger al grupo familiar –es decir a las personas
del cónyuge, conviviente, hijos menores de edad o con discapacidad– de la pérdida del
patrimonio, legitimando a promover la inhabilitación al cónyuge, conviviente,
ascendientes y descendientes.
Efectos de la declaración
La figura del apoyo es necesaria a fin de evitar que el inhabilitado realice actos de
otorgamiento que puedan perjudicar la integridad del patrimonio y perjudicar así a las
personas del cónyuge, conviviente e hijos menores o con discapacidad.
Noción
El artículo 141 del Código Civil y Comercial precisa el concepto de persona jurídica.
Dispone que “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico
les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento
de su objeto y los fines de su creación.”19
Según Buteler Cáceres (2000), las personas de existencia ideal son abstracciones que
se originan en la realidad social y representan la posibilidad de los hombres de unir sus
esfuerzos en pos de un fin común; por ello, estos entes se encuentran provistos de
personalidad jurídica y están dotados de capacidad para adquirir derechos y contraer
obligaciones.
155
Naturaleza jurídica
c. Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus miembros conforma
un ente diferente. Estas teorías a su vez presentan diferentes posturas:
i). Las que se fundan en la voluntad: sostienen que la persona jurídica es un verdadero
ente semejante al organismo de las personas físicas, se basa en una fantasía que asimila
biológicamente y orgánicamente a las personas físicas y jurídicas. Este grupo a su vez
tienen un subgrupo:
ii). La teoría del órgano: este es un concepto que se toma en la actualidad y reemplaza
el concepto de la representación de la persona jurídica por el del órgano de voluntad de
la misma
iii). Las que se basan en los intereses: y sostienen que las personas jurídicas poseen un
interés distinto al de los miembros que las componen, entonces este ente representa la
configuración jurídico legal de ese interés
iv). La teoría de la institución: de Hauriou, quien sostiene que la persona jurídica es una
institución, es una idea de obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un
medio social; para la realización de esta idea, se organiza un poder que le procura los
órganos necesarios. Por otra parte, entre los miembros del grupo social interesado en la
realización de la idea, se producen manifestaciones de comunión dirigidas por órganos
de poder y reglamentadas por procedimientos. El elemento más importante de toda
institución corporativa es la idea de la obra a realizar. Todo cuerpo constituido lo es por
la realización de una obra o de una empresa. La idea de la empresa es el objeto de la
empresa, porque la empresa tiene por objeto realizar la idea. El segundo elemento de
toda institución corporativa es un poder de gobierno organizado para la realización de la
idea de la empresa, y que está a su servicio. Y el tercer elemento de la institución
corporativa, para Hauriou, es la "manifestación de comunión" de los miembros del
cuerpo y también de los órganos de gobierno, tanto en la idea de la obra a realizar como
en los medios a emplear.
156
Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista, destacando que la persona jurídica es
una realidad, pero es tan sólo realidad-idea, realidad que vive en el mundo del
pensamiento jurídico.
Tal como hemos señalado, cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a
un ente ideal distinto de los socios que lo componen. Este ente cuenta con capacidad
jurídica plena para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación y, por ende,
puede adquirir compromisos propios frente a los terceros y constituye un centro de
imputación distinto del patrimonio de los socios.
sus miembros, que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las personas
jurídicas. Este principio opera en relación a los bienes de titularidad de la persona
jurídica, que, por ende, no pertenecen a ninguno ni a todos sus miembros, y en relación
a las obligaciones, ya que ninguno de sus miembros, ni el conjunto de ellos, es
responsable por éstas.
Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias excepcionales previstas
en el Código Civil y Comercial o en otras leyes especiales o generales, como la Ley
Clasificación
La distinción de las personas jurídicas en públicas y privadas tiene gran interés práctico.
Lloveras de Resk (1995) entiende que son personas jurídicas públicas aquellas que son
titulares de poderes o prerrogativas públicas. Mientras que son personas jurídicas
privadas las que no los poseen, lo cual determina que las personas públicas sean
reguladas principalmente por el derecho público, y que las personas jurídicas privadas
lo sean por el derecho privado respectivo, sobre todo en orden a su creación,
organización y funcionamiento (Lloveras de Resk, 1995, p. 302). Esta afirmación no
157
importa desconocer que las personas jurídicas públicas pueden desarrollar parte de su
actividad en el ámbito del derecho privado y las personas jurídicas privadas pueden
hacerlo en el campo del derecho público, con lo cual cada una de estas personas se
regirá por la rama del derecho que corresponda a esa actividad.
La persona jurídica resulta no sólo una regulación del derecho constitucional de asociarse
con fines útiles y una forma de ejercer libremente una actividad económica, sino que
constituye una realidad jurídica que la ley reconoce como medio técnico para que todo
grupo de individuos pueda realizar el fin lícito que se propone.
Hemos señalado que la persona jurídica tiene personalidad jurídica y que, por ende,
posee atributos: el nombre para individualizarse, el domicilio para determinar la ley
aplicable y la jurisdicción donde puede demandar o ser demandada, la capacidad
siempre de derecho y limitada al objeto para el que se constituyó y el patrimonio, a los
El nombre o razón social es un atributo de las personas jurídicas, toda vez que es
necesario a los fines de su individualización y designación que permita distinguirlas.
De acuerdo a lo normado en el art. 151 del Código, el nombre debe reunir los siguientes
requisitos:
a) aditamento de la forma jurídica utilizada para que los terceros conozcan la naturaleza
y extensión de la responsabilidad, por ejemplo “SRL”, “SA”.
b) cumplir con los recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, ello así a los fines
de que se distingan entre las personas jurídicas.
En primer lugar, cabe distinguir entre domicilio y sede social. El término “domicilio”
remite a la indicación genérica de la ciudad, localidad o región donde se ha constituido
la sociedad, mientras que el término “sede” alude al lugar geográfico concreto
(dirección) donde se ha instalado la persona jurídica. Por ejemplo, Córdoba capital es el
domicilio y Bv. San Juan 710 es la sede.
Por otro lado, el precepto establece que la persona jurídica que posee muchos
establecimientos o sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de dichos
establecimientos, pero sólo para la ejecución de las obligaciones allí contraídas.
158
Por último, prevé que, para el caso que se quiera cambiar el domicilio, debe modificarse
el estatuto, y, si se quiere cambiar la sede, puede ser resuelto por el órgano de
administración.
Patrimonio
Es por ello que el artículo 154 del código de fondo estatuye: “la persona jurídica debe
tener un patrimonio”.
Así, el patrimonio comienza a formarse desde el mismo momento en que los socios se
comprometen a realizar aportes y es el conjunto de bienes de la persona jurídica con el
cual la sociedad actúa y afronta el pasivo que lo integra.
Esta capacidad, sin embargo, tiene sus limitaciones en razón del principio de
especialidad y de la naturaleza de las cosas.
creación, pero ello no significa que no puedan ejecutar los que son convenientes o
necesarios para la mejor obtención de aquél.
b) Limitaciones impuestas por la naturaleza de las cosas: las personas jurídicas no pueden
ser titulares, por ejemplo, de los derechos potestativos.
Representación
159
Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de personas físicas que actúan
en su nombre y por su cuenta, de modo tal que su gestión es atribuida a la misma
entidad.
Así, las personas jurídicas actúan a través de sus órganos, es decir aquellas personas
autorizadas a manifestar la voluntad del ente y a desarrollar la actividad jurídica
necesaria para la consecución de sus fines.
El artículo 159 establece una pauta general a la cual debe adecuarse la conducta de los
administradores sociales, disponiendo que los administradores deben obrar con lealtad
con la persona que les encarga la función de administrar sus intereses y con diligencia,
es decir con idoneidad, con aptitud profesional para el exitoso desenvolvimiento de la
clase de actividad que constituye el objeto social.
El deber de obrar con lealtad tiene por fundamento la obligación de fidelidad del
mandatario (art. 1324 CCCN), que se extiende a todos los casos de representación de
El deber del administrador de actuar con diligencia debe examinarse según las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar, debiendo tenerse en cuenta los
siguientes aspectos: 1) La dimensión de la sociedad. 2) El objeto social. 3) Las funciones
genéricas que le incumben y las específicas que le hubieran confiado.
Responsabilidad civil
160
daños causados por su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones (arts. 160 y
1763 del CCCN).
Responderán ilimitadamente con todo su patrimonio por los daños que produzcan a la
persona jurídica, pues quien causa un daño debe repararlo, y solidariamente entre los
administradores que faltaren a sus obligaciones de lealtad y diligencia en los casos de
administración plural.
Para que surja la responsabilidad, es necesario que hayan ocasionado un daño causado
ya sea por dolo o culpa, en el ejercicio o con ocasión de sus funciones.
Puesto que las relaciones jurídicas y los derechos subjetivos que ellas contienen son de
diferente naturaleza, el objeto variará según la clase de relación y de derecho subjetivo
de que se trate.
Así, en las relaciones que tienen por contenido los derechos personalísimos o los
derechos humanos, el objeto está dado por las diversas manifestaciones o proyecciones
que integran la personalidad de la persona física, como su honor, libertad, integridad
física o espiritual; en las que tienen por contenido los derechos subjetivos potestativos,
el objeto está dado por el conjunto de deberes y prerrogativas de los padres para la
educación y pleno desarrollo de la personalidad de sus hijos. En las que tienen por
contenido los derechos reales, el objeto es la cosa, objeto material susceptible de valor,
sobre las que se ejercen las facultades o prerrogativas del titular.
Por otro lado, en las relaciones jurídicas que recaen sobre derechos personales o de
crédito, el objeto se proyecta sobre la conducta del deudor, denominada prestación y
por último, en los derechos intelectuales el objeto es la obra científica, literaria o
artística, la expresión de ideas, procedimientos, es decir, el producto del intelecto
humano.
En una palabra, objeto de las relaciones jurídicas puede ser: cosas, hechos u objetos
inmateriales. (Tagle, 2002).
Se explica allí que, para este fin, no es determinante si son materiales (cosas) o
inmateriales, porque lo que interesa es que tengan valor, y este elemento es económico
y no afectivo. Así, la noción de bien está estrechamente vinculada al enfoque económico
161
y, por lo tanto, no podría aplicarse a los bienes ambientales, o al cuerpo, o partes del
cadáver.
En relación a las cosas, se las define como los objetos materiales susceptibles de tener
un valor. Desde el punto de vista físico, cosa es todo lo que existe; no sólo los objetos
que pueden ser propiedad del hombre, sino también todo lo que en la naturaleza escapa
a esta apropiación exclusiva: el mar, el aire, el sol, etc. Desde el punto de vista jurídico,
esta noción se ha circunscripto para no abarcar toda la materialidad ni la utilidad, y por
ello “debemos limitar la extensión de esta palabra a todo lo que tiene un valor entre los
bienes de los particulares”.
El artículo 16 del código único prevé que los derechos individuales pueden recaer sobre
bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas y las
disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales
susceptibles de ser puestas al servicio del hombre.
Distintas clasificaciones
Así por ejemplo, la distinción entre muebles e inmuebles tiene importancia desde
diferentes aspectos:
a) Por un lado, la determinación de la ley aplicable. Las cosas inmuebles se rigen por la
ley del lugar de su situación (art. 2663 del CCCN), mientras que las cosas muebles se
rigen por el domicilio del demandado si se trata de las cosas que lleva consigo o son de
uso personal, o bien por el lugar de situación de los bienes (arts. 2665 y 2666 del CCCN).
c) Asimismo, esta clasificación influye en los derechos reales. Así por ejemplo, el derecho
real de propiedad horizontal sólo puede recaer sobre inmuebles (art. 2037), tal como el
derecho de superficie (art. 2114) y el de hipoteca (art. 2205). En tanto, el derecho real
de prensa sólo puede recaer sobre cosas muebles no registrables o créditos
instrumentados (art. 2219).
162
deberá recaer sobre una cosa no fungible, es decir sobre una cosa que conserve su
individualidad, pues la persona que recibe una cosa para usarla estará obligada al
término del contrato a restituir la misma cosa que le fue entregada y no otra. Lo mismo
sucede en el comodato, acerca del cual, el art. 1533 expresamente establece “hay
comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no fungible, mueble o
inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa recibida”.
Mientras que el contrato de mutuo, por ejemplo, sólo puede recaer sobre cosas fungibles,
pues el mutuario, al término del contrato, no estará obligado a devolver lo mismo que
recibió sino igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie (art. 1525).
Criterios de distinción
b) Bienes con relación a las personas; distingue los bienes pertenecientes al dominio
público, al dominio privado del Estado y los bienes de los particulares.
c) Bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva; relativizando los derechos
individuales en función de la protección de los derechos de incidencia colectiva.
Los artículos 225 y 226 del Código Civil y Comercial determinan qué debe entenderse
por inmuebles y el art. 227, por muebles.
Art. 225: Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las
cosas incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo
sin el hecho del hombre.3
Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que
se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En
este caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un
derecho separado sin la voluntad del propietario.
163
Así, son inmuebles por su naturaleza: el suelo, es decir la corteza terrestre, lo incorporado
orgánicamente a él, como los vegetales, y lo que está debajo de él, es decir los árboles,
ríos, minerales enterrados, etc.
Son inmuebles por accesión: las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su
adhesión física al suelo con carácter de perdurabilidad, como son todas las clases de
construcciones, casas, edificios, obras de infraestructuras en general. Las cosas muebles
que se incorporan de manera permanente a todas estas construcciones, como las
estufas de una casa, las ventanas de un edificio, las barandas, etc. son también
inmuebles por accesión, mientras permanezcan en esa condición (Rivera y Medina,
2014).
El precepto mencionado (art. 226) establece la regla general de que “los muebles forman
un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado sin
la voluntad”, por lo que, celebrado un negocio jurídico sobre el inmueble, todo lo que
esté en él, adherido e inmovilizado con carácter perdurable, forma parte de la
contratación, salvo acuerdo en contrario.
Ahora bien, no se consideran inmuebles por accesión las cosas que se adhieren
transitoriamente al suelo (una carpa), ni las afectadas a la explotación del inmueble o a
la actividad del propietario, como ser las semillas puestas intencionalmente por el dueño
del inmueble, o los utensilios o máquinas de labranza, los animales puestos para el
cultivo, entre otros.
Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí
mismas o por una fuerza externa”.
Este concepto engloba las cosas que pueden transportarse fácilmente de un lugar a otro,
movidas ya por una influencia extraña, como son los automóviles, o por sí mismas, como
son los animales que se denominan semovientes.
Cosas divisibles. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales
sin ser destruidas, cada de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las
otras partes como a la cosa misma.
Así las cosas, para que una cosa sea divisible deben darse los siguientes presupuestos:
164
los granos, los líquidos; y no son divisibles, por ejemplo, los libros. (Rivera y Medina,
2014, p. 507).
Ahora bien, las cosas no podrán ser divididas, aunque se den todos los requisitos
desarrollados anteriormente, si su división convierte en antieconómico su uso. Esto
puede ocurrir con una colección de monedas, por ejemplo, o con la división de la tierra
en parcelas que impidan su adecuado aprovechamiento (en tal caso, ello dependerá de
las características del suelo, pues puede influir, para determinar si es divisible o no, cuán
fértil sea la tierra o la extensión del terreno o el clima).
El artículo 229 dispone: “Cosas principales. Son cosas principales las que pueden existir
por sí mismas”. Por su parte el art. 230 prevé:
Cosas accesorias. Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son
determinadas por otra cosa de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su régimen
jurídico es el de la cosa principal, excepto disposición legal en contrario.
Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un todo sin que sea posible
distinguir la accesoria de la principal, es principal la de mayor valor. Si son del mismo
valor no hay cosa principal ni accesoria.
Así, son cosas principales las que tienen una existencia propia e independiente de
cualquier otra (por ejemplo un auto); y accesorias las que jurídicamente carecen de
existencia propia por depender de otras, por ello siguen la suerte de la principal.
a) Por la accesión física: es el caso de las cosas que natural o artificialmente están
adheridas al suelo del que son accesorias, por ejemplo un edificio.
b) Por la dependencia: es el caso de las cosas muebles adheridas a otras cosas muebles
con el fin de uso, adorno, complemento o conservación. Así, en los anteojos, las lentes
son lo principal y el marco lo accesorio. La calidad de accesorio se determina por la
función o el fin para el que se ha unido, y sólo cuando no pueda distinguirse la cosa
principal de la accesoria se tendrá por principal la de mayor valor, y si son iguales, no
habrá cosa principal o accesoria.
Cosas consumibles. Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el
primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que
de ellas se hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de
algún tiempo.
a) Las cosas que se extinguen con el uso que de ellas se haga, como los alimentos.
165
Las cosas no consumibles no se extinguen con el primer uso, aunque puedan consumirse
o deteriorarse por el uso más o menos prologado, como los muebles de una casa, la
vestimenta, etc.
Art. 232: “Cosas fungibles. Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la
especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de
la misma calidad y en igual cantidad”.
“sustituibles”, con lo que las cosas fungibles presentan dos características esenciales:
cada cosa es perfectamente equivalente a otra y pueden ser sustituidas las unas por las
otras, siendo de la misma especie y calidad. Así, una tonelada de arroz o diez kilos de
azúcar de determinada marca son fungibles.
Ahora bien, este carácter no sólo está dado por la naturaleza de la cosa, sino también
depende de la voluntad del sujeto, pues un libro nuevo es equivalente a otro de iguales
características, pero no lo es si se trata de un ejemplar con una especial dedicatoria.
Por el contrario, no son fungibles aquellas cosas que tienen características que las hacen
únicas y, por ende, no pueden ser sustituidas por otras de características exactamente
idénticas, como ser un caballo de carrera, puesto que éste tiene particularidades.
Frutos y productos
Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin
que se altere o disminuya su sustancia.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la
tierra.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles. Productos son los objetos
no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia.
Los frutos naturales o industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son
separados.
Los frutos y los productos son cosas que produce la cosa, pero entre ambas categorías
existen diferencias sustanciales: a) los frutos se producen y reproducen en forma
periódica y regular; los productos no se reproducen; b) la extracción de los frutos no
altera ni disminuye la sustancia de la cosa, que continúa siendo la misma; la extracción
de los productos, por el contrario, trae como consecuencia la extinción paulatina de la
cosa (Tagle, 2002, p. 67).
Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto. La norma
clasifica los frutos en:
Frutos naturales: son los que la cosa produce espontáneamente, como las crías de
ganado, la leche de los animales.
166
Frutos industriales: son los que se producen por la industria del hombre o de la cultura
de la tierra, como ser la soja o el trigo que se obtienen de una cosecha. Frutos civiles:
las rentas de una cosa, como el alquiler de un inmueble.
Por último, debe señalarse que los frutos naturales e industriales y los productos no son
accesorios de la cosa, sino que forman un todo con ella mientras estén unidos, pero, una
vez separados, adquieren existencia propia e independiente y deben ser considerados
cosas principales.
El patrimonio
Definición. Caracteres
El patrimonio constituye una unidad jurídica compuesta por elementos singulares que lo
integran, los cuales pueden ingresar o egresar, aumentar o disminuir o aun ser nulos,
sin que el patrimonio deje de ser tal.
El patrimonio como universalidad jurídica está integrado por los bienes materiales
(cosas), inmateriales (prestaciones, derechos) y por las relaciones jurídicas y derechos
que se ejercen sobre ellos, existiendo acuerdo en que integran la categoría de derechos
patrimoniales: los derechos crediticios, reales, y de propiedad intelectual (Rivera y
Medina, 2014).
Por otro lado, los patrimonios especiales son conjuntos de bienes que están afectados a
un fin determinado y sujetos a un especial régimen legal. En cuanto a sus caracteres,
podemos decir:
Su existencia depende de la ley: la voluntad del titular de los bienes no es suficiente por
sí sola para crear un patrimonio especial, sino que se trata de supuestos previstos por la
ley.
167
Vivienda
Definición
Los fundamentos del anteproyecto del Código Civil y Comercial de la Nación, refieren en
relación a este instituto:
El régimen legal de protección de la vivienda, regulado en el art. 244 del CCCN, tiene un
alcance amplio, pues no sólo protege la vivienda donde reside la familia, sino también la
persona individual.
De acuerdo al art. 244 del código unificado, puede afectarse un inmueble destinado a
vivienda por su totalidad o hasta una parte de su valor. Es decir que la ley permite una
protección parcial a quien posee un inmueble de gran valor, lo que, por un lado, asegura
la vivienda y, por otro, evita el abuso que significa proteger la vida lujosa del deudor
mientras su acreedor no puede cobrar lo que es legítimamente debido.
Por otro lado, tampoco puede afectarse más de un inmueble, por lo que, si alguien es
propietario único de dos o más inmuebles, debe optar por la subsistencia de uno solo
dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, so pena de considerar afectado el
constituido en primer término.
168
LA CAUSA FUENTE DEL ACTO JURÍDICO
Además de las ideas cardinales de sujeto y objeto de las relaciones jurídicas, tenemos
también otra noción cuya importancia procuraremos destacar: la causa eficiente, en
virtud de la cual las relaciones jurídicas nacen, se modifican, transforman, transmiten o
extinguen.
Los hechos jurídicos son todos los acontecimientos que, según el ordenamiento jurídico,
producen el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas
(art. 257 CCCN).
Cuando nos referimos a los hechos jurídicos como causa eficiente, debe entenderse que
el suceso o acontecimiento está previsto de antemano por la ley, para que, según las
circunstancias y siempre que se reúnan los requisitos que impone una determinada
norma, produzca efectos jurídicos.
Por ejemplo, el nacimiento con vida es causa eficiente porque, luego de que se produce,
el ser humano adquiere automáticamente, con carácter definitivo e irrevocable, la
personalidad jurídica.
Los hechos jurídicos se clasifican en hechos externos o naturales y hechos humanos. Los
primeros son aquellos en los que no interviene para nada la conducta humana, como el
nacimiento, la muerte, la destrucción natural de una cosa, el derrumbe de un edificio por
un terremoto, etc. Estos, si bien son hechos en los que no intervino la voluntad del
hombre, son jurídicos en tanto producen consecuencias para el derecho.
Los hechos jurídicos humanos son voluntarios o involuntarios. Se considera que son
voluntarios si son realizados con discernimiento (capacidad general de razonar, de
conocer, que aumenta a medida que el sujeto crece o madura), intención (la posibilidad
de dirigir la voluntad hacia lo querido o deseado sobre la base del discernimiento) y
libertad (la posibilidad de movimiento, libertad física, y la posibilidad de decidir sin
presión externa, libertad moral). Los hechos involuntarios, son los ejecutados sin
discernimiento o sin intención o sin libertad y no producen obligaciones salvo que
causaran daño en otro y se enriqueciera con ello el autor del hecho; la obligación se
producirá según la medida de ese enriquecimiento.
Los hechos voluntarios, a su vez, se dividen en lícitos e ilícitos, según sean conformes o
contrarios a la ley. Los hechos voluntarios ilícitos pueden ser: delitos (se supone la
intención de causar un daño) o cuasidelitos (se causa el daño aunque no haya habido
intención; es por culpa: imprudencia, negligencia o impericia), y los lícitos son los actos
jurídicos y pueden ser los simples actos lícitos.
La voluntad jurídica
Definición. Importancia
169
Así, Buteler Cáceres (2000) explica que, si partimos de los atributos de las personas y,
dentro de ello, de la capacidad, se advierte que la voluntad o la aptitud de voluntad es
el presupuesto primario, indispensable de la capacidad de hecho.
En relación a los contratos, hay contrato cuando dos o más partes manifiestan su
consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales (art. 957 CCCN).
El discernimiento. Definición
Esta aptitud depende del grado de madurez que se haya alcanzado y puede faltar por la
edad o por cuestiones de salud mental.
b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no hay cumplido diez años;
c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio
de lo establecido en disposiciones especiales.
La falta de discernimiento determina la falta de aptitud del sujeto para hacer uso de la
autonomía privada y no se produce a raíz de vicio alguno sino por una circunstancia
inherente a la aptitud intelectual general del sujeto.
170
Las causas que obstan el discernimiento pueden agruparse en dos grandes grupos:
aquellas que presuponen un desenvolvimiento insuficiente de la inteligencia (minoridad,
en tanto inmadurez; puntos “b” y “c”) y las que importan considerar que el sujeto no
estaba en pleno uso de sus facultades intelectuales al realizar el acto (privación de la
razón, punto “a”).
Respecto a la privación de razón, ésta puede ser de dos clases según la falta de razón
refleje alguna clase de patología más o menos permanente o bien un oscurecimiento del
intelecto temporal o accidental y sólo relacionado con el acto en cuestión; circunstancias
que incidirán en los extremos a acreditar en un eventual juicio y, todo ello, debiendo
tener en cuenta los alcances concretos de la inhabilidad del sujeto en caso de que
hubiera sido objeto de una declaración (Rivera y Medina, 2014).
En relación a la edad, debe señalarse que, de acuerdo al sistema que adopta el Código
Civil y Comercial, según el cual se presume, sin admitir prueba en contrario, que las
personas obran con discernimiento a partir de determinadas edades, éstas deben ser
capaces de distinguir entre actos lícitos y actos ilícitos.
En el caso de actos ilícitos, la ley ha entendido que el ser humano capta antes la noción
de lo bueno y de lo malo que la apreciación de lo que para él puede ser conveniente o
inconveniente y, por ello, presume, sin admitir prueba en contrario, que los menores
mayores de diez años tienen discernimiento para ejecutar actos ilícitos y por ende
habrán de responder por sus consecuencias, es decir que responderán civilmente con su
propio patrimonio. Esto, sin perjuicio de la responsabilidad de los padres y del derecho
de repetición que, en razón de este discernimiento, estos tienen contra sus hijos (art.
1754 CCCN).
En cambio, respecto de los actos lícitos, la ley considera que se tiene discernimiento
desde los trece años, pero no para todos los actos, sino sólo para que aquellos que la ley
expresamente les permite realizar, como ser: la persona adolescente de entre trece y
dieciséis años puede tomar decisiones respecto de aquellos tratamientos que no resultan
invasivos; a partir de los dieciséis años, el adolescente puede tomar decisiones sobre el
cuidado del propio cuerpo (art. 26 CCCN); puede ejercer profesión si ha obtenido título
habilitante aunque sea menor de edad (art. 30 CCCN).
La intención. Definición
Aun cuando haya discernimiento, puede faltar la intención. Ya veremos, más adelante,
que pueden concurrir vicios como el error o la ignorancia o bien el dolo y en ese caso
faltará la intención. Pero, a la inversa, la intención presupone siempre el discernimiento,
ya que no se puede concebir intención sin discernimiento (Buteler Cáceres, 2000).
En una palabra, es la conciencia plena y cabal del acto de los alcances de un acto
determinado.
La libertad. Definición
171
Este concepto comprende dos aspectos: la libertad física y la libertad moral o libre
albedrío.
Elemento externo
Tal como hemos señalado anteriormente, la voluntad jurídica debe manifestarse a través
de un hecho exterior. Esta exigencia luce razonable, dado que, de no existir alguna
exteriorización, el mero suceso interno no puede ser valorado por el ordenamiento. Es
decir que una voluntad no manifestada no es de interés para el derecho, ya que, sin
exteriorización, no sólo no puede haber hecho voluntario, sino tampoco involuntario: a
los efectos legales, en ambos casos no habría modificación alguna susceptible de ser
aprehendida por el derecho (Rivera y Medina, 2014).
Ahora debemos preguntarnos: ¿qué sucede en aquellos casos en los que la voluntad
interna no coincide con la declarada?
Es importante, como se ha sostenido anteriormente, que los elementos internos y el
elemento externo se sumen para lograr efectos en el mundo del derecho. Sin embargo,
puede haber falta de coincidencia; por ejemplo, cuando se expresa algo que no se tiene
la intención de expresar, algo diferente a lo querido. En estos casos se plantean
cuestiones relativas a la posibilidad de que esos actos sean válidos y, además, a los
criterios de interpretación que se deben utilizar para determinar qué es lo correcto, si lo
que se quiso o lo que se manifestó. Respecto de este dilema se han planteado teorías
que trataron de dar respuesta y que son explicadas con gran claridad por Tagle (2002).
Por otro lado, la teoría de la declaración, o teoría alemana, sostiene que la voluntad
interna carece de relevancia jurídica puesto que no es conocida por el derecho sino a
través de sus manifestaciones exteriores, por lo que sólo la declaración de voluntad tiene
valor y merece respeto.
172
En otro orden de ideas se encuentran las teorías intermedias, que advierten que,
llevadas a sus extremos, la teoría de la voluntad real y la de la declaración resultan
inaceptables; la primera porque protege exclusivamente el interés del autor de la
declaración, dándole la posibilidad de impugnarla cuando no coincide con la voluntad
interna, lo que atenta contra la seguridad jurídica. La segunda, a la inversa, lesiona el
principio de autonomía de la voluntad sobre el que se construye toda la teoría del acto
jurídico.
De tal modo, las teorías intermedias, partiendo de uno u otro punto, elaboran soluciones
que combinan la necesidad de respetar la real intención de las partes con la seguridad
y confianza que deben prevalecer en las relaciones jurídicas. Así, la teoría de la
responsabilidad considera que debe respetarse la voluntad interna, a menos que la
divergencia entre la manifestación y la voluntad real sea producto de la negligencia del
declarante, en cuyo caso, éste deberá soportar las consecuencias. Por otro lado, la teoría
de la confianza afirma que la declaración debe prevalecer sobre la voluntad interna
cuando haya suscitado legítima expectativa en el destinatario, y siempre que éste no
haya obrado culposamente al no poner la debida atención que le habría permitido captar
los elementos objetivos que indicaban la falta de voluntad.
Ahora bien, descrito el debate, debemos preguntarnos ¿qué ocurre en el Código Civil y
Comercial Argentino?
Si bien nuestro Código no contiene precepto alguno que expresamente establezca cómo
debe resolverse la cuestión, diversas disposiciones demuestran que se ha acogido como
principio rector la doctrina de la voluntad, haciendo predominar la voluntad real del
agente sobre la declaración. Esto se evidencia en la reglamentación de la teoría general
del acto voluntario, en la recepción de la teoría general de los vicios de la voluntad, en
la consagración del respeto al principio de la autonomía de la voluntad que importa la
facultad de los particulares de reglar sus relaciones jurídicas.
Así, por ejemplo, en diversas normas, la ley hace prevalecer la buena fe, la confianza o
la responsabilidad a fin de proteger al destinatario de la declaración. Ello sucede en la
adopción del error reconocible (arts. 265 y 266), en la preeminencia de la buena fe en el
ejercicio de los derechos –como en la ejecución e interpretación de las relaciones
jurídicas (arts. 9, 10) –, así como en el no amparo del dolo recíproco (art. 272) ni de la
simulación dirigida a perjudicar terceros (Arts. 333 y 334). (Rivera y Medina, 2015).
173
Ya dijimos que el discernimiento es la aptitud general de conocer, la facultad de discurrir,
es tener conocimiento pleno de las consecuencias de los actos.
Respecto del discernimiento, éste existe o no en caso de que hayan causas obstativas,
pero no es pasible de vicios.
En cambio, en relación a los otros dos elementos, intención y libertad, sí pueden concurrir
vicios. Así, respecto a la intención, pueden afectarla los vicios de error o ignorancia o el
vicio del dolo. En estos casos, no habrá intención. Y, respecto de la libertad, pueden
concurrir la fuerza irresistible o la intimidación.
El error. Noción
Cabe distinguir entre error de derecho y error de hecho, según el falso conocimiento se
dé respecto de una norma jurídica aplicable a una determinada situación o relación
jurídica o se le dé un alcance distinto; o sobre las circunstancias o elementos fácticos
que hacen al negocio o relación jurídica de que se trate.
Ahora bien, este principio no es absolutamente rígido, ya que puede ceder ante
excepciones que contemple el ordenamiento jurídico; así también cuando, por una
174
interpretación judicial, se pueda hacer mérito de las situaciones de vulnerabilidad.
El error de hecho, tal como ya referimos, es la falsa noción que recae sobre los elementos
o circunstancias fácticas vinculadas al negocio o a la relación jurídica de que se trate.
Éste puede recaer en el contenido o presupuesto del acto, así
El error de hecho que vicia la voluntad debe ser espontáneo y esencial, ello de acuerdo
lo prescribe el art. 265 del código único, que prevé “Error de hecho. El error de hecho
esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es bilateral o unilateral
recepticio, el error debe, además, ser reconocible por el destinatario para causar la
nulidad”.
Así las cosas, para que el error de hecho pueda ser invocado por quien lo ha sufrido, debe
tratarse de un error esencial, espontáneo y además reconocible.
El error es esencial si recae sobre la naturaleza del acto, sobre un bien o un hecho diverso
o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión o suma
diversa a la querida; sobre la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante
de la voluntad jurídica según la apreciación común o las circunstancias del caso; sobre
los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o tácitamente;
sobre la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue
determinante para su celebración (art. 267 del CCCN); en una palabra, sobre los aspectos
primordiales del acto.
Lo que la ley pretende es que ambas partes sean diligentes al celebrar un negocio y
leales la una con la otra: al emisor se le exige que no declare cualquier cosa sin medir
las expectativas que genera y al receptor, que, de percibir que se está
pena de poder incurrir en reticencia dolosa (art. 271 CCCN). (Rivera y Medina, 2014).
175
En una palabra, que sea reconocible por el destinatario de la declaración implica que, si
ella no conoció el error ni lo pudo conocer actuando con una normal diligencia, el acto
viciado por error y, por ende, involuntario, produce la plenitud de
sus efectos.
Así, tenemos por un lado la gran distinción entre error de hecho y error de derecho; tal
como señalamos, el primero recae sobre los elementos o circunstancias fácticas
vinculadas al negocio o a la relación jurídica de que se trate, sobre el dato de hecho,
contenido o presupuesto del acto, sobre la identidad de las personas; mientras que el
error de derecho consiste en desconocer la existencia o contenido de una norma jurídica
o interpretar su significado de una manera distinta a la real o hacer una aplicación
inexacta.
Ahora bien, dentro del error de hecho caben dos categorías: error esencial y
error accidental.
El error esencial, regulado en el art. 267 del Código Civil y Comercial, es el que afecta
los aspectos primordiales del acto. El precepto contempla distintos supuestos.
a) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica del acto
que se celebra, produciéndose una divergencia o falta de concordancia entre la
declaración o comportamiento de una de las partes y la representación de lo declarado
o actuado. Por ejemplo, cuando alguien presta algo a quien entiende que se lo están
regalando.
b) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar un negocio
jurídico respecto de un determinado objeto o de un determinado hecho y, en realidad,
se trata de una cosa o hecho distinto. Puede afectar la individualidad de la cosa, por
ejemplo: creo estar comprando un terreno en un determinado lugar y lo estoy
comprando en otro; en su especie: por ejemplo, en una venta de granos, el vendedor ha
entendido que se trata de cebada y el comprador de trigo; error sobre la cantidad,
extensión o suma, este error de cantidad no debe consistir en un mero error en el cálculo.
d) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el
motivo interno que ha inclinado a ejecutar el acto. Al pertenecer al fuero interno de cada
sujeto, los motivos sólo pueden llevar a una anulación cuando surjan expresa o
implícitamente del acto, ya que, de lo contrario, se estaría perjudicando a la otra parte,
que no tiene forma de conocer lo que pensaba el otro. Así, quien compra un automóvil
176
creyendo por error que el suyo no tiene arreglo no podría, una vez advertido de la
realidad de las cosas, demandar la nulidad del acto, ya que se trata de motivos ajenos
al vendedor.
e) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre alguno de los
sujetos o partes del negocio, ya sea respecto de la identidad de uno de ellos o de sus
cualidades. Este error es causa de nulidad solamente cuando la consideración de la
persona ha sido causa determinante para su celebración, como la donación hecha a una
persona a quien se toma por otra, o en las obligaciones intuitae personae; pero no es
causa de nulidad cuando la persona del contratante es indiferente, como en el caso de
un prestamista, vendedor o locador.
Por otro lado, el art. 270 del Código prevé el error en la declaración y el error en la
transmisión. El primero consiste en que lo querido queda desvirtuado en su
manifestación externa por distracción, apresuramiento o inadvertencia. Esta categoría
tiene dos variantes: la primera, cuando hay una divergencia entre la voluntad interna y
la declaración, que puede darse al haber escrito algo incorrecto ( lapsus calami) o
empleado palabras no queridas (lapsus linguae), por ejemplo, si escribo “compro”
cuando, en realidad, quiero decir “vendo”. La segunda variante se da cuando ni siquiera
tenía la intención de manifestar algo, por ejemplo: si alguien ingresa a una sala de
remate y levanta la mano para saludar, y se interpreta que está ofertando.
El error en la transmisión se origina en una persona distinta del emisor que, encargada
de trasmitir la declaración de voluntad del sujeto dueño del negocio jurídico, la expresa
desvirtuándola.
Por último, es dable señalar que el error de hecho esencial y reconocible es el que
justifica la nulidad del acto y por ende puede ser invocado por quien lo ha sufrido a fin
de que se deje sin efecto el acto celebrado, pues se ha viciado la voluntad o, más
precisamente, el elemento interno “intención”.
Ahora bien, si la otra persona afectada por el acto acepta realizarlo en la manera en que
la entendió el otro, el error en la práctica desaparece y el negocio deviene exactamente
lo que la víctima del yerro pensaba celebrar desde un principio. Así las cosas,
desaparecido el error, desaparece la causa que da origen a la anulación y el consecuente
derecho a reclamarla por parte de quien antes se veía afectado, todo ello de conformidad
al art. 269 del código único.
Por otro lado, está el error accidental, que es el que recae sobre las cualidades no
sustanciales de las cosas o sobre los motivos no determinantes del acto, por lo que no
acarrea la nulidad.
El artículo 268 del Código Civil y Comercial prevé “Error de cálculo. El error de cálculo no
da lugar a la nulidad del acto, sino solamente a su rectificación, excepto que sea
determinante del consentimiento”.28
177
consentimiento, pues en ese caso se convertiría en error esencial y habilitaría a la
nulidad del acto (Rivera y Medina, 2014).
La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones: a) como elemento intencional del
acto ilícito, es la intención o propósito de causar un daño; b) en el ámbito obligacional,
el dolo es la deliberada intención de no cumplir pudiendo hacerlo y c) como vicio de la
voluntad, en tanto interviene en la formación del acto jurídico, consiste en maniobras
engañosas empleadas por una de las partes para inducir a la otra a celebrar un
determinado acto jurídico.
El régimen legal aplicable al dolo como vicio que afecta la intención en los actos
voluntarios está contenido en los arts. 271 a 275 del Código Civil y Comercial.
De tal modo, el dolo es toda maniobra tendiente a engañar, a fin de inducir a alguien a
la realización de un acto que no habría sido celebrado de no mediar este vicio. Puede
consistir tanto en una acción como en una omisión dolosa. En el primero se realizan
maniobras o ardides destinados a provocar una falsa visión en la víctima para que realice
un acto que, de otra manera, no habría decidió ejecutar; en tanto, en el segundo, se
aprovecha el engaño de otro, pese a no haber realizado nada concreto para que cayera
en el mismo.
Para que el dolo provoque la invalidez del negocio jurídico, será imprescindible que
concurran las siguientes circunstancias:
El artículo 272 del Código prevé “Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del
acto si es grave, es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha
habido dolo por ambas partes”.
De tal modo, el dolo esencial es el que ha sido causa determinante, causa eficiente del
consentimiento del engañado para la celebración del acto y puede ser invocado para
anularlo. Para determinar si el dolo es esencial, habrá que verificar que se reúnan los
cuatro requisitos que fija el precepto:
Que sea grave: la gravedad del dolo alude a la entidad del engaño, astucia o ardid. La
conducta o maniobra empleada debe ser apta para inducir a engaño a una persona que
pone la diligencia necesaria en los asuntos, calidad que ha de ser
178
Debe ser determinante de la voluntad: ello es así cuando, de no haber mediado el engaño,
el sujeto no hubiere celebrado el negocio jurídico. Ésta es la principal diferencia con el
dolo incidental que seguidamente veremos.
Debe probar un daño importante: el artículo no sólo requiere que la víctima haya sufrido
un daño, sino que éste haya sido de relevancia, con cierta significación para la persona
que lo sufre, pero no sólo de significación económica, pues puede tratarse de un daño
moral. (Tagle, 2002).
Ausencia de dolo de ambas partes: quien obra con dolo no puede pretender que se anule
el acto alegando el cometido en su perjuicio por la otra parte. Ello así, pues se trata de
una exigencia negativa, cuyo fundamento radica en la regla de que nadie puede alegar
la propia torpeza. Además, se trata de un deber moral que deben presidir las relaciones
entre las personas, por ello “quien juega sucio no tiene derecho a exigir juego limpio”
(Rivera y Medina, 2014, p. 626).
Por su parte, el dolo incidental es aquel en el que le faltan uno o más requisitos que exige
el art. 272 para que el dolo sea apto para actuar como vicio. El dolo incidental no afecta
la celebración del acto, sino sus condiciones. Es decir, la parte que lo sufre lo habría
celebrado aun de no haber mediado el engaño, aunque en condiciones distintas; por
ende, no es causa de invalidez del acto, aunque quien lo comete debe resarcir los daños
causados de conformidad al art. 275 del Código Civil y Comercial.
Finalmente, debemos señalar que el dolo esencial y el dolo incidental pueden ser directo,
si es cometido por una de las partes del acto jurídico, su dependiente o representante;
o indirecto, si proviene de la conducta de un tercero ajeno a la relación de que se trata
para beneficiar a alguna de las partes. Una y otra clase de dolo afectan la validez del
acto (art. 274 del CCCN).
La violencia. Noción
Nuestro Código emplea los términos “fuerza irresistible” e “intimidación” para referirse
a la violencia como vicio de la voluntad que excluye la libertad. Así, la violencia en
términos jurídicos es la coerción que por distintos medios se emplea sobre una persona
para obligarla a ejecutar un acto que no estaba dispuesta realizar. La violencia se
presenta en dos formas diferentes: la fuerza irresistible, que tiene lugar cuando se
excluye la voluntad mediante el empleo de una presión física irresistible o de malos
tratamientos corporales; o bien, la intimidación o amenazas que inspiran en la víctima el
temor fundado de sufrir un mal inminente y grave que suprime su libertad en el obrar.
Clases. Efectos
Fuerza e intimidación. La fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir
un mal grave e inminente que no se pueden contrarrestar o evitar en la persona o bienes
de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto. La relevancia de las amenazas
debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación del amenazado y las demás
circunstancias del caso.
179
Así, de acuerdo al precepto mencionado, la violencia se puede ejercer a través de dos
modalidades: la fuerza irresistible y las amenazas o intimidación.
Esta fuera gravita sobre la persona de quien la padece a modo de reducirla a mero
instrumento pasivo de la voluntad y del designio de otro. Indiscutiblemente invalida el
acto jurídico. Por una parte, entenderemos que el acto no sólo no es voluntario, sino que
antivoluntario y por otra parte, que en este caso se configura un tipo penal, vale decir
cuando se ha ejercitado violencia sobre una persona humana. (Buteler Cáceres, 2000, p.
259).
Por otro lado, tenemos la violencia moral o intimidación, que consiste en inspirar temor
por medio de amenazas para infundir miedo, alterando el ánimo y la libertad de obrar
para que el amenazado ceda en perjuicio de sus propios intereses.
Estas amenazas deben ser graves, es decir, deben tener aptitud para crear el temor
racionalmente fundado, lo que se valorará de acuerdo a la situación del amenazado y
las demás circunstancias del caso (art. 276 del CCCN).
La gravedad se valorará teniendo en cuenta los bienes jurídicos –que pueden ser de
naturaleza patrimonial o no; la vida, la salud, la honra, la reputación, la intimidad, etc.–
del propio amenazado, así como de cualquier otro sujeto en tanto y en cuanto se
demuestren aptos para alterar la conducta del afectado.
Tanto la fuerza irresistible como las amenazas pueden provenir de una de las partes del
acto o de un tercero (art. 277 del CCCN) y el autor debe reparar los daños (art. 278 del
CCCN).
180
Quien deberá resarcir será la parte del acto o el tercero autor de la violencia; ahora bien,
si proviene de un tercero, pero ésta era conocida por la otra parte, se le atribuye la
condición de cómplice y responde solidariamente, aun cuando
Acto jurídico
Definición. Caracteres
El artículo 259 del Código Civil y Comercial define al acto jurídico en los siguientes
términos: “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”.
Así, dentro de las clasificaciones y subclasificaciones en las que se funda el Código, tal
como hemos señalado en el Módulo 3, el acto jurídico se presenta como un hecho
humano –acto– voluntario y lícito que tiene además la particularidad de tener por fin
inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
2) Acto lícito: el acto jurídico debe ser conforme a los preceptos del derecho, pues no
podría concebirse que el ordenamiento tutelara actos contrarios al ordenamiento mismo.
De modo que, cuando aparece en sus elementos lo contrario a la ley, al orden público o
a las buenas costumbres, la ilicitud se comunica a todo el acto que, en consecuencia, es
inválido.
Elementos esenciales
Las partes: son las personas o sujetos que, con la declaración de voluntad, ejercen una
prerrogativa jurídica que les es propia, por repercutir directamente en su esfera de
interés patrimonial o extrapatrimonial. Es decir, son los sujetos a quienes se imputan las
181
relaciones jurídicas que el acto tiene por fin establecer, aquellos cuyos derechos se
crean, modifican, transfieren, extinguen, etc.
Ahora bien, la validez del acto jurídico en relación a los sujetos depende de dos
requisitos: a) la capacidad; b) la voluntariedad.
La exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer por sí mismos actos jurídicos
válidos –capacidad de ejercicio– por lo que, tratándose de una persona menor de edad,
el acto será válido cuando se trate de aquél que la ley autoriza otorgar (por ejemplo, el
supuesto de que el adolescente puede decidir por sí
Elementos accidentales
Alcance y especies. Se denomina condición a la cláusula de los actos jurídicos, por la cual
las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto.
Concepto
El artículo en comentario define la condición como la cláusula por la que las partes
subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e incierto. De este concepto
surgen los caracteres de la condición: a) debe ser un hecho futuro,
182
b) incierto.
Clases de condición
El mencionado artículo refiere en su título a “especies” de condición, aludiendo tanto a
la condición suspensiva como a la resolutoria.
Por el contrario, la condición es resolutoria cuando lo que depende del hecho incierto y
futuro es la extinción del derecho ya adquirido. Ello implica que los efectos del acto
comienzan a producirse desde el momento mismo de la celebración del acto, pero cesan
si la condición no tiene lugar.
Por su parte, el art. 344 del CCCN prevé las condiciones prohibidas, disponiendo la
nulidad del acto jurídico cuando se haya establecido el acto sujeto a un hecho imposible,
contrario a la moral y a las buenas costumbres, prohibido por el ordenamiento jurídico o
que dependa exclusivamente de la voluntad del obligado.
Finalmente, la norma prevé que se tendrán por no escritas las condiciones que
afecten de modo grave las libertades de la persona, como la de elegir domicilio o religión,
o decidir sobre su estado civil; debiendo entender que el dispositivo es meramente
enunciativo y por lo tanto comprensivo de otros casuismos que impliquen afectar las
libertades individuales.
Efectos
De acuerdo al art. 346 del CCCN, la regla general es que, cumplida la condición, sea ésta
suspensiva o resolutoria, produce efectos hacia el futuro, lo que implica que el acto
jurídico bajo la modalidad suspensiva cobrará eficacia el día del suceso previsto como
condición; en el caso del negocio jurídico bajo condición resolutoria, producido el
acontecimiento, se extinguirán los efectos a partir de ese momento.
183
La excepción es que las partes libremente modifiquen dicho efecto hacia el futuro,
dándole a la condición –suspensiva o resolutoria– efectos retroactivos.
Es decir que, acaecido el hecho futuro e incierto previsto como condición suspensiva, el
sujeto que tenía un derecho eventual pasa a tener un derecho efectivo y, por ende, podrá
hacer valer las prerrogativas que ese derecho
conlleve, de acuerdo a la naturaleza, los fines y el objeto del negocio jurídico celebrado.
Ahora, si las partes hubieren pactado libremente darle a la condición efecto retroactivo,
en el caso de la condición suspensiva, el derecho se adquiere desde la fecha de la
celebración del acto y, en el caso de la condición resolutoria, el derecho se extingue,
considerándose como si nunca hubiese existido.
Definición y fundamento
La buena fe es un principio general del derecho (art. 9 del CCCN) que veda el ejercicio
abusivo de los derechos y sustenta nuestro ordenamiento jurídico positivo. Como
derivación de este principio, se impone a los sujetos el deber de actuar de manera leal,
recta, honesta, con una actitud de cooperación y generación de confianza en las propias
declaraciones.
La buena fe es un requisito indispensable para la validez del acto jurídico y, por ende,
cuando falta (como ocurre en los casos de la simulación, del fraude, de la lesión) concurre
un vicio que lo invalida.
De este modo, los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o anomalías
susceptibles de provocar la ineficacia del negocio, por atentar contra la licitud, la buena
fe o perjudicar los intereses de terceros.
La lesión
El Libro Primero, Título IV del CCCN, Capítulo 6, da tratamiento a los denominados vicios
de los actos jurídicos: lesión, simulación y fraude. Así, la Sección 1ª desarrolla la llamada
“lesión subjetiva-objetiva”.
Lesión. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una
de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra,
184
obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada
y sin justificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación
en caso de notable desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe
subsistir en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio,
pero la primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es
ofrecido por el demandado al contestar la demanda.
El vicio de lesión queda configurado cuando una de las partes, explotando la necesidad,
debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviere por medio de un acto jurídico una
ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación.
Presupuestos de procedencia
Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es necesario que
concurran: a) la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento
de la celebración del negocio jurídico –elemento objetivo– y b) el elemento subjetivo, que
es la explotación por parte del beneficiario de la “necesidad”, “debilidad síquica” o
“inexperiencia” del lesionado.
El elemento objetivo
En relación al primer presupuesto, es decir “la ventaja patrimonial evidentemente
desproporcionada y sin justificación”, éste debe ser concomitante a la celebración del
negocio y la desarmonía entre las prestaciones debe ser “notable”, “evidente” a la época
en que el negocio tuvo nacimiento y no surgir con posterioridad por acontecimientos
ajenos a la voluntad de las partes y que no eran previsibles al tiempo de celebrarse el
acto, pues, en tal caso, se podrá revisar el negocio por aplicación de la cláusula rebus
sic statibus (López Mesa, 2008).
Además, se exige que esa ventaja excesiva se obtenga sin justificación, lo que
implica efectuar una indagación acerca de la causa fin del negocio, pues, si quien celebró
el negocio pretendió efectuar una liberalidad, dicho acto jurídico escapará a la teoría de
la lesión.
185
El elemento subjetivo
Por otro lado, en lo atinente al elemento subjetivo, deben coexistir dos presupuestos que
incluso aparecen en sujetos distintos: la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia en
el lesionado, y el aprovechamiento de esa situación de inferioridad por parte del
lesionante o sujeto activo.
b) Debilidad síquica: se trata de trastornos síquicos de conducta que, por razones ajenas
a la voluntad de quien los padece, lo colocan en una situación de
inferioridad. Esta cuestión deberá ser ponderada en cada caso, teniendo en cuenta las
concretas aptitudes del sujeto.
c) Inexperiencia: importa la falta de conocimientos que tiene el sujeto respecto del acto
en el momento de su celebración. El término resulta de difícil delimitación, por cuanto la
inexperiencia debe referirse concretamente al acto de que se trate y del que se sigue el
perjuicio por las prestaciones inequivalentes.
Prueba. Presunción
El artículo 332 del Código establece una presunción iuris tantum de la explotación en
caso de “notable desproporción”. Es decir que, probada la notable desproporción de las
prestaciones, se genera una presunción iuris tantum sobre la existencia del vicio, es
decir que quedan acreditados o presumidos los dos elementos subjetivos que figuran en
el articulado, el aprovechamiento y la situación de inferioridad de la víctima. La carga de
la prueba para sostener la ausencia de esos requisitos incumbe al que sostenga lo
contrario.
El vicio de lesión subjetiva origina en cabeza del lesionado o sus herederos dos
acciones. Ninguna otra persona puede ejercer esta acción; ello resulta así del art.
332 del Código Civil y Comercial. Es decir que los sucesores singulares no pueden
accionar por acto entre vivos, porque la acción es de carácter personalísima. La
intransmisibilidad se funda en que la parte lesionada es la única que puede saber si se
dan las circunstancias subjetivas necesarias para la configuración del vicio de lesión.
Así, los legitimados activos tendrán la posibilidad de entablar, tanto por vía de acción
como de excepción, la nulidad (“nulidad relativa” en los términos de los arts. 386 y 388
del Código Civil y Comercial, que más adelante veremos) como la modificación del acto
186
lesivo, es decir, un reajuste equitativo del convenio. Si el lesionado opta por esta
segunda opción, el litigio queda “trabado” en ese aspecto y el demandado no puede
reconvenir por nulidad.
Ahora bien, en el caso de que el lesionante demande por nulidad, el demandado puede,
al contestar la demanda, modificar dicho reclamo en acción de reajuste, si ofrece
suprimir la desproporción de las prestaciones.
La simulación
Definición. Elementos
El vicio de simulación, se encuentra definido en el art. 333 del Código Civil y Comercial,
que dispone:
Así, se define la simulación como el acto que, por acuerdo de partes, se celebra
exteriorizando una declaración recepticia no verdadera para engañar a terceros, sea que
ésta carezca de todo contenido, o bien, que esconda uno verdadero diferente al
declarado. (López Mesa, 2008).
Es decir, hay simulación cuando los contratantes crean, con su declaración, sólo la
apariencia exterior de un contrato del que no quieren los efectos, o cuando crean la
apariencia exterior de un contrato diverso del querido por ellos.
los otorgantes del acto en el negocio simulado sobre la disconformidad entre lo querido
y lo declarado, y se caracteriza por el querer común de no atribuir al acto aparente
efectos vinculatorios.
187
Por último, debe señalarse que la enumeración de los supuestos de negocio simulado
que realiza el artículo 333 del CCCN es meramente ejemplificativa.
Clases de simulación
La simulación absoluta tiene lugar cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de
real; el acto es completamente ficticio, irreal. Es decir, las partes no quieren en realidad
celebrar ningún negocio jurídico, sino que quieren modificar la apariencia de una
disminución del activo o un amento ficticio del pasivo de una de las partes, en perjuicio
de los acreedores; aunque a veces puede ser una simulación lícita.
En la simulación relativa, las partes encubren la verdadera naturaleza del acto, es decir,
se disimula lo que verdaderamente es. Esta simulación puede versar sobre: la
naturaleza, cuando “se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de
otro”, por ejemplo: una donación bajo el ropaje jurídico de una compraventa; sobre
“cláusulas que no son sinceras”, por ejemplo: se expresa un precio que no es el real; o
bien, sobre “fechas que no son verdaderas”.
Por otro lado, la simulación se clasifica en lícita e ilícita, que tendrá que ver con la causa
determinante que dio origen al acto.
La causa simulandi es el interés que induce a las partes a dar apariencia a un negocio
jurídico que no existe, o a presentarlo en forma distinta de lo que verdaderamente es.
Esta razón que tuvieron para celebrar el negocio aparente puede ser perfectamente
inocente o bien perjudicial a terceros, lo que reviste fundamental importancia para
distinguir la simulación lícita de la ilícita.
La simulación ilícita se verifica cuando el negocio jurídico tiene como fin perjudicar a
terceros o quebrantar el ordenamiento jurídico, hipótesis, ésta última, en que se habla
de “fraude a la ley”. Este tipo de simulación causa la nulidad –relativa– del acto
ostensible.
Por último, la simulación puede ser total o parcial. Es total cuando abarca íntegramente
al negocio, viciándolo en su esencia; y es parcial cuando sólo recae sobre una parte del
acto, sin que sea necesario que destruya los aspectos reales del acto.
El artículo 335 del Código Civil y Comercial regula esta cuestión. Así prevé:
Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto simulado ilícito o que
perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la
simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas
del ejercicio de la acción de simulación.
188
La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo
contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las
cuales no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen
inequívoca la simulación. 28
El principio general es que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda acción
entre ellos.
Ello es así, toda vez que las partes se pusieron de acuerdo en eludir una prohibición legal
o perjudicar a terceros, por lo que pierden, en principio, el derecho de impugnar el acto
por el vicio de simulación.
Efectos
Todo tercero que se ha visto perjudicado por la simulación tiene derecho a ser resarcido
del daño sufrido.
189
El fraude
Noción
Esta caracterización permite señalar tres notas que se hallan presentes en la noción de
fraude a los acreedores: a) otorgamiento por el deudor de actos o negocios jurídicos; b)
provocación o agravación de la insolvencia del deudor y c) sustracción de bienes del
patrimonio del deudor en perjuicio de los derechos de los acreedores.
La acción de inoponibilidad
En primer lugar, cabe señalar que el efecto de la acción de fraude no es la nulidad, sino
la inoponibilidad. Este efecto implica que el acto otorgado por el deudor en fraude a los
acreedores es válido entre éste y el tercero con quien celebró el acto y sólo queda
privado de eficacia frente al acreedor que acciona, es decir que no puede hacerse valer
contra él en la medida necesaria para la satisfacción de su crédito.
Seguidamente veremos cuándo procede esta acción, es decir contra qué tipo de actos,
cuáles son los requisitos de procedencia y quiénes pueden solicitar la declaración de
inoponibilidad
Titulares de la acción
Como se advierte, la norma legitima para la acción de fraude a “todo acreedor”, es decir,
a cualquier acreedor, incluso los acreedores con privilegio general, especial,
condicionales, a plazo, etc., puedan incoar la acción, pues sólo deberán acreditar su
calidad de acreedor y los requisitos que prevé el artículo 339 del CCCN.
190
Requisitos de procedencia
El artículo 339 del código unificado establece las condiciones generales para la
procedencia de la acción de inoponibilidad. Dispone:
a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor haya
actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;
c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer que
el acto provocaba o agravaba la insolvencia. 31
La razón de ser de este primer recaudo es que los acreedores de fecha posterior al acto
del deudor no podrían invocar fraude en su perjuicio, pues, cuando llegaron a constituirse
en acreedores, sea por contrato, sea por disposición de la ley, los bienes habían salido
del patrimonio del deudor y, por ende, no conformaban parte de su garantía patrimonial.
Ahora bien, la norma establece una excepción, y es en el caso de que el acto impugnado,
aunque posterior al origen del crédito, haya sido realizado en previsión de la obligación
que nacería más tarde. Es decir que, si el deudor hubiere realizado el negocio teniendo
en miras perjudicar a futuros acreedores, estos podrán incoar la acción de inoponibilidad.
Ello así, en razón de castigar la conducta dolosa del deudor.
Distinto será el supuesto del tercero que contrató a título gratuito, en cuyo caso no
interesa la buena o mala fe del adquirente, pues se prefiere el interés de los acreedores
191
por sobre el del adquirente y, por ende, sólo habrá que acreditar que el acto fue a título
gratuito.
La validez del negocio jurídico no se confunde con su eficacia, aunque la eficacia del acto
jurídico presupone su validez. El acto jurídico es válido cuando está perfectamente
conformado, cuando no presenta vicios o defectos congénitos que afectan su estructura.
Sin embargo, un acto jurídico válido puede ser ineficaz o devenir ineficaz.
De esta manera, se advierte que cuando nos referimos a la ineficacia de los actos
jurídicos hacemos referencia a un concepto con significado amplio, que comprende a
todos aquellos supuestos en los cuales el negocio jurídico carece de fuerza o eficacia
para producir los efectos normales, propios, que las partes tuvieron en cuenta al tiempo
de su celebración, ya sea por un vicio existente al momento de la celebración del acto,
referido a la estructura del acto jurídico (ineficacia estructural) o por circunstancias
extrínsecas aparecidas con posterioridad a su celebración (ineficacia funcional).
Así las cosas, la ineficacia como noción genérica, comprende por un lado la invalidez de
los actos jurídicos, es decir la nulidad o ineficacia estructural y también la de
inoponibilidad o ineficacia funcional, que es la que priva al acto de efectos sólo respecto
de determinadas personas.
192
193
CONTRATOS / DERECHO PRIVADO III
CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y FORMACIÓN
Definición de Contrato
Los contratos son siempre actos jurídicos bilaterales, ya que no existen sin el concurso
de voluntades; pero en orden a sus efectos, se llama unilaterales a los que crean
obligaciones a cargo de una sola de las partes, tales como el depósito, la donación y
bilaterales a aquellos que las crean para ambas, como la compraventa y el contrato de
trabajo.
Son actos jurídicos los actos voluntarios lícitos que tienen por fin inmediato establecer
entre las personas relaciones jurídicas, CREAR, MODIFICAR, TRANSFERIR, CONSERVAR O
ANIQUILAR DERECHOS.
1- ES UN ACTO VOLUNTARIO: auto determinación de los sujetos para que gobiernen por
si mismos sus propios intereses. ES UNA EXPRESION CONCRETA DE TAL VOLUNTAD. Es
necesario que la voluntad sea exteriorizada pero a su vez debe guardar una relación de
correspondencia con la voluntad interna del sujeto.
La tesis amplia afirma que son contratos todos los actos jurídicos bilaterales
patrimoniales, cualquiera sea el efecto que persigan (crear, modificar, transferir,
extinguir) y cualquiera sea la clase de derechos patrimoniales sobre los que incidan
(personales, reales, intelectuales).
La tesis restrictiva circunscribe el uso del término a los negocios bilaterales creadores de
obligaciones, denominando a los demás "convenciones".
Las tesis intermedias: una, coincide con la amplia en cuanto a la variedad de efectos del
contrato (crear, modificar, transferir, extinguir) pero lo circunscribe al campo
obligacional, en tanto que otra, circunscribiéndolo, también, al campo obligacional, da
un paso más hacia la tesis restrictiva, pues excluye los acuerdos extintivos.
194
Nosotros nos pronunciamos por la tesis amplia.
1) Pluralidad de partes
2) Consentimiento
3) Contenido
Junto con los elementos de existencia existen otros requisitos que, si bien son
EXTRINSECOS al negocio, en cuanto no integran su esencia deben formar parte de la
situación INICIAL de hecho para que un contrato o acto jurídico pueda ser eficaz y no
resultar invalido. Por ese motivo se los denomina requisitos de VALIDEZ.
Aparicio enumera
- Esenciales: son aquellos sin los cuales el contrato en general o un tipo específico no
puede existir. Si hablamos de los contratos en general son los requisitos de EXISTENCIA.
En cuanto a cada figura los elementos varían: en la compraventa será el precio y la cosa.
195
Realiza una enumeración de los elementos diferenciando entre la doctrina clásica y la
contemporánea.
- LEGITIMACION
- el tiempo
- lugar
LIBERTAD DE CONTRATAR
196
La autonomía de la voluntad se traduce en una libertad que compete a las partes para
regir sus intereses (las partes son libres para contratar haciéndolo cuando quieran y con
quien quieran)
Normas Imperativas
- CUANDO PRESCRIBE LA NULIDAD DEL ACTO EN FORMA EXPLICITA: xej en los casos en
que la forma del instrumento público fuese exclusivamente ordenada la falta de ella no
puede ser suplida por ninguna otra prueba y el acto seria nulo.
También la ley puede establecer de modo imperativo ciertos derechos a favor de la parte
más débil del contrato que no pueden ser enervados por pactos en contrario
Orden Publico
El dato exterior de que una disposición legal no puede ser derogada por la voluntad de
las partes y constituye un límite a la autonomía de estos no es suficiente para concluir
que esa norma comprometa al orden público.
libertad de las partes [énfasis agregado] para celebrar y configurar el contenido del
contrato dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas
costumbres”. Existe, primariamente, la libertad de conclusión o libertad de contratar, y
197
se trata de la posibilidad ofrecida a cada persona de contratar o no contratar, y de elegir
con quién hacerlo.
Al establecer la libertad de las partes para determinar el contenido del contrato, la misma
norma consagra el principio de la autonomía de la voluntad, aunque con ciertos límites.
López de Zavalía (1997) define a este principio en términos de poder; afirma que la
autonomía privada es el poder que compete a los particulares para crear normas
jurídicas. No es común a los contratos, sino a todos los negocios jurídicos, siendo la
expresión autonomía de la voluntad producto o fruto de una pasajera concepción
histórica.
Clasificar los contratos significa agruparlos en categorías según sus caracteres y efectos
jurídicos.
Conviene distinguir previamente los contratos según el fin que persiguen y su objeto
inmediato:
a) Por el fin jurídico, esto es, por la clase de efecto que tienden a producir: crear,
modificar, transferir o extinguir. Bajo este aspecto, hay figuras puras que persiguen una
sola clase de fin, y las hay mixtas que tienden a fines de diversa especie (como la
novación que extingue y crea).
El contrato creditorio
Cuando el fin es crear, y el objeto está constituido por obligaciones, nos encontramos
ante la figura del contrato creditorio, obligatorio u obligacional.
Cabe aclarar que aun cuando el nombre de contrato creditorio en rigor sólo debería
aplicarse a la figura pura, sea la figura pura o mixta, en tanto que uno de los efectos
principales consista en la creación de una obligación, el contrato debe ser tratado como
creditorio
Los contratos son unilaterales cuando se forman con la voluntad de un solo centro de
intereses; y son bilaterales cuando requieren el consentimiento unánime de dos o más
centros de intereses. Por lo tanto, los contratos son siempre negocios bilaterales y no se
tienen en cuenta el número de centros, sino los efectos del contrato.
198
En referencia al contrato bilateral, es menester que concurran dos características: que
ambas partes estén obligadas, y que dichas obligaciones sean recíprocas, es decir:
obligaciones principales, interdependientes y que se expliquen mutuamente. Así, será
unilateral aquel contrato en el que una sola de las partes se obliga hacia la otra, sin que
esta otra quede obligada, y cuando, existiendo obligaciones a cargo de ambas partes,
faltara la reciprocidad.
Oneroso Y Gratuitos
La segunda clasificación que trae la ley en el art. 967 y 968, divide a los contratos en a
título gratuito y a título oneroso.
En los contratos gratuitos, una sola de las partes efectúa el sacrificio, y la otra sólo es
destinataria de una ventaja.
Oneroso: cuando las ventajas que procuran a una u otra de las partes no les es concedida
sino por una prestación que ella le ha hecho o que se obliga a hacerle
Gratuito: cuando aseguran a una u otra de las partes alguna ventaja,
INDEPENDIENTEMENTE de toda prestación de su parte.
Esta clasificación no debe confundirse con la de unilateral o bilateralmente creditorio.
No se tienen aquí en cuenta el número y correlatividad de las obligaciones, sino
exclusivamente de las ventajas
Los contratos son ONEROSOS cuando cada una de las partes se somete a un sacrificio
para conseguir una ventaja. Entre ésta y el sacrificio existe una RELACION DE
EQUIVALENCAI que es suficiente que tenga un carácter subjetivo en cuanto a cada parte.
Un contrato es GRATUITO cuando una sola de las partes efectúa el sacrificio y la otra
solo es destinataria de una ventaja sin que le corresponda ningún equivalente o
contraprestación
Y cuando no es posible apreciar dicha relación inicialmente o ab-initio, dado que las
ventajas o las pérdidas para uno de ellos, o para todos, dependen de un acontecimiento
incierto (es decir, cuando no se sabe si acaecerá o se ignora el momento en el cual se
verificará), se dice que el contrato es aleatorio.
199
Contratos formales
Por el contrario, son no formales cuando la ley no dispone una forma determinada para
su celebración, en cuyo caso la forma asumida sólo constituye un medio de prueba del
contrato, pero no afecta su validez.
Según la reglamentación legal, es decir, según la ley los regule especialmente o no, los
contratos se clasifican en nominados e innominados.
Además del criterio de clasificación contemplado por el Código, es posible añadir otros
criterios que, aunque ni han sido contemplados específicamente, han sido desarrollados
por la doctrina largamente.
Según la finalidad, los contratos puede ser de cambio o asociativos. Los contratos de
cambio son aquellos que suponen una atribución de ventajas o prestaciones que hacen
las partes entre sí.
Los contratos asociativos son aquellos en los que las partes convergen; unen sus
esfuerzos y prestaciones para el desarrollo de una actividad conjunta en vistas a un fin
común. Por ende, cada contratante satisface su interés de participación en el resultado
útil obtenido de esa asociación de prestaciones y actividad común. El Código ha
incorporado este criterio, regulando a los contratos asociativos en el Capítulo 16 del
Título II, especificando en el art. 1.442 que las disposiciones de los artículos 1.442 al
1.478 “se aplican a todo contrato de colaboración, de organización o participativo, con
comunidad de fin, que no sea sociedad”.
200
Ejemplos de contratos de cambio: cuando un sujeto paga un alquiler por el uso de una
cosa, contrata un servicio por un precio, o paga un precio por la propiedad de una cosa
mueble o inmueble, etc. Cada parte recibe una prestación de la otra, en recompensa de
la propia. En cuanto a contratos asociativos, el Código regula los negocios en
participación, las agrupaciones de colaboración, las uniones transitorias y los consorcios
de cooperación.
La incorporación de los contratos de consumo fue uno de los aspectos más discutidos en
el marco de la reforma del Código.
Contratos atípicos
El el art. 970 del Código diferencia a los contratos nominados de los innominados según
si la ley los regule especialmente o no. La sanción del Código ha venido a incorporar
contratos que antes denominábamos atípicos, fundamentalmente vinculados con los
contratos comerciales modernos, tales como la franquicia, el factoraje, la agencia, la
concesión, etc., que en la práctica comercial se utilizaban con mucha frecuencia, pero
que no tenían una regulación legal. Claramente, la realidad negocial es inagotable, por
lo que es propio que, con el transcurso del tiempo y el desarrollo de la tecnología, la
gama de contratos atípicos se amplíe. El Código, previendo esto, dispone pautas
específicas sobre las cuales deben regirse los contratos innominados, las que están
especificadas en el art. 970.
Autocontrato
201
Como señala Alterini (2012), en los casos aludidos (cuando hay una parte que celebra
un contrato actuando por sí y en representación de otra parte, o actuando en
representación de dos o más partes), la bilateralidad del contrato no está afectada, por
aplicación de la teoría de la representación, según la cual el único celebrante del acto
actúa a) en nombre de terceros, representándolos, o b) por sí y representando a un
tercero. Por ejemplo, cuando una persona compra para sí, con autorización de su
mandante, una cosa que éste le solicitó vender.
Subcontrato
El Código establece una regulación expresa para el subcontrato, lo cual constituye una
novedad. Específicamente, el art. 1.069 lo define como un nuevo contrato, “a través del
cual el subcontratante crea a favor del subcontratado una nueva posición contractual
derivada de la que aquél tiene en el contrato principal. Reconocemos, entonces, la
existencia de un contrato principal que sirve de base, pero que es independiente del
subcontrato, que tiene autonomía. Y las partes se denominan: subcontratante y
subcontratado.
Pensamos en los contratos base en que existen prestaciones pendientes a cargo de una
o de ambas partes. En esos casos, el art. 1.070 dispone que esas prestaciones
pendientes puedan ser subcontratadas, en todo o en parte, dando lugar a la formación
del subcontrato. Lógicamente, esto es posible en la medida en que esas prestaciones no
constituyan obligaciones que deban ser cumplidas personalmente por una de las partes,
en cuyo caso la subcontratación no sería posible.
♙ Las acciones contra la otra parte del contrato principal, en la medida en que “esté
pendiente el cumplimiento de las obligaciones de éste respecto del subcontratante”.
♙ Esta parte mantiene contra el subcontratante (que es la parte con quién contrató en
el contrato principal) todas las acciones derivadas del contrato base;
Contratos de consumo
La incorporación de los contratos de consumo en el Código Civil, que antes sólo estaban
contemplados en la Ley de Defensa del Consumidor (24.240), fue uno de los temas más
discutidos en la sanción de la ley 26.994 que dio nacimiento al nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación.
202
de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias española (Real Decreto
Legislativo 1/2007 del 16 de noviembre de 2007) y del Anteproyecto de Reforma al
Código Civil francés en el Derecho de obligaciones y el Derecho de la prescripción,
dirigido por el profesor Pierre Catalá y presentado al Ministerio de Justicia en el año 2005,
que tampoco la incorpora al Código Civil. Todos los Estados Partes del Mercosur
(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela) así como todos los Estados Asociados
(Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia) tienen leyes del consumidor separadas del
Código Civil. El comentario 2 al Preámbulo de los Principios de Unidroit señala el
“propósito de excluir del ámbito de los Principios las llamadas operaciones de consumo”.
Con otro criterio, la reforma del año 2002 el Código Civil alemán incorporó algunas
normas aplicables específicamente al Derecho del Consumidor (definición de
consumidores y profesionales, contratos celebrados fuera de los establecimientos
mercantiles y a distancia, garantías en la venta de bienes de consumo) junto con otras
propias del Código (condiciones generales de la contratación, morosidad en las
operaciones comerciales, comercio electrónico). El Código Civil quebequés de 1991
incluyó disposiciones atinentes a los contratos de consumo y a los celebrados por
adhesión (arts. 1432, 1437, 1438) así como a la responsabilidad de los intervinientes en
el proceso de fabricación y comercialización de cosas muebles (arts. 1468 y 1469). El
Código Civil holandés de 1992 reguló las condiciones generales de contratación (Libro 6,
arts. 231 a 247), la responsabilidad por productos (Libro 6, arts. 185 a 193) y las
exigencias en cuanto a la publicidad (Libro 6, arts. 194 a 196).
Se distingue así el tipo general del contrato, de consumo. Podemos hablar, entonces, de
un sistema que queda ordenado de la siguiente manera:
Contratos celebrados por adhesión: cuando se demuestra que hay una adhesión a
cláusulas generales redactadas previamente por una de las partes, hay una tutela
basada en la aplicación de este régimen.
203
Relación de consumo. Consumidor. Contrato de consumo CN – Ley –.
También que, equiparado al consumidor, es quien sin ser parte de una relación de
consumo como consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios
en forma gratuita u onerosa como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo
familiar o social, siempre que no tenga vínculo con su actividad comercial, industrial,
artesanal o profesional.
204
La voluntad debe exteriorizarse para que la otra parte reciba y acepte la propuesta, pues
es una voluntad destinada a otro, de carácter recepticio (Lorenzetti, 2010). En relación
a los modos en que una de las partes puede manifestar su voluntad, la que una vez que
se conjuga con la del otro configura el consentimiento contractual, el Código utiliza la
distinción entre manifestación expresa y tácita.
Al ser el contrato un acto jurídico, bilateral, son plenamente aplicables las disposiciones
contenidas en los arts. 259 y siguientes del Código (disposiciones generales para los
actos jurídicos), en concordancia con las específicamente dispuestas en el capítulo
tercero, del Título II, del Libro Tercero (artículos 971 y siguientes).
Son múltiples las formas que pueden utilizar las partes para dar a conocer sus
intenciones: “formal o no formal, positiva o tácita, o inducida por una presunción de la
ley”, siempre y cuando “la eficacia del acto no dependa de la observancia de
formalidades previstas previa y específicamente por la ley o por las partes”.
a) oralmente;
b) por escrito;
Asimismo, dispone que “carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una
manifestación expresa”. En consecuencia, la manifestación tácita de la voluntad
requiere, para su admisión, que no se verifiquen las condiciones establecidas en el art.
264 del Código, a saber:
205
a) Que la ley no exija una manifestación expresa de la voluntad. Esto ocurre, a modo de
ejemplo, en el caso de la cesión de deuda y de la asunción de deuda, casos en los que
se prevé, de conformidad con el art. 1.634 del Código, que “el deudor solo queda liberado
si el acreedor lo admite expresamente”. Asimismo, en el caso del contrato de franquicia,
el Código dispone que “el franquiciante no puede autorizar otra unidad de franquicia en
el mismo territorio, excepto con el consentimiento del franquiciado”.
b) Cuando hay una convención que exige una manifestación expresa, es decir, cuando
son las partes las que disponen que debe producirse una declaración o manifestación
expresa de voluntad.
Consentimiento
206
Nación” (2012), la redacción se ajusta a lo establecido por el Instituto Internacional para
la Unificación del Derecho Privado (en adelante, UNIDROIT), que ha elaborado una serie
de principios muy difundidos aplicables a los contratos comerciales internacionales) que
receptan la oferta-aceptación como aquellos casos en que hay un proceso continuo que
comienza con tratativas y se va concretando gradualmente. Así lo establece: “El contrato
se perfecciona mediante la aceptación de una oferta o por la conducta de las partes que
sea suficiente para manifestar un acuerdo”. En estos casos (contratos celebrados luego
de negociaciones extendidas en el tiempo), la conducta de las partes es esencial para
demostrar la existencia del acuerdo, ya que, por las características particulares de estas
contrataciones, la oferta y aceptación no pueden identificarse claramente en el tiempo,
y, en consecuencia, no se puede determinar con precisión cuándo se ha perfeccionado
el consentimiento. En su lugar, la conducta de las partes intervinientes constituye el
elemento para identificar si se ha arribado a un acuerdo, aún cuando no pueda precisarse
el momento de su conclusión.
Es decir, nos encontramos ante casos de contratos en que una de las partes no puede
intervenir en la redacción y determinación de las cláusulas que forman el contenido de
la contratación. Constituyen una singular manifestación del consentimiento. Quien
contrata se limita a aceptar los términos contractuales dispuestos por el predisponente.
Los contratos por adhesión son utilizados ampliamente en las contrataciones de
consumo en masa, en tanto facilitan los procedimientos de la contratación masiva.
Inclusive, son utilizados en contratos entre empresas, en los que no necesariamente
existe una situación de debilidad jurídica de una de las partes.
a) Las clausulas deben ser comprensibles y autosuficientes, y la redacción debe ser clara,
completa y fácilmente legible.
d) Establece, como principio, la interpretación contra preferentem. Esto es, que en caso
de que existan cláusulas ambiguas predispuestas por una de las partes, se deben
interpretar en sentido contrario a la parte predisponente, que fue quien la redactó y
debería haberlo hecho de manera clara y sin ambigüedades.
207
Asimismo, el Código establece una regulación expresa para los casos de cláusulas
abusivas, recogiendo principios tomados de la Ley de defensa del consumidor. Considera
que se tienen por no escritas, y, por lo tanto, no tienen efecto las cláusulas.
a) que desnaturalizan las obligaciones del predisponente (es decir, que quitan el carácter
de “natural” o “normal” y limitan o restringen las obligaciones de quien redacta la
cláusula, en su propio beneficio);
b) que implican una renuncia o restricción a los derechos del adherente (en tanto
suponen un menoscabo para la parte que no intervino en la redacción de la cláusula);
La sanción para las cláusulas abusivas es que se las tengan por no convenidas, es decir,
por no escritas, no produciendo ninguno de sus efectos.79
Control judicial de las cláusulas abusivas: el art. 989 del Código dispone expresamente
que el control administrativo de este tipo de cláusulas no impide su control judicial. Esto
es relevante, pues existen contratos (como, por ejemplo, los contratos de seguros que
requieren de la conformidad de la Superintendencia de Seguros de la Nación), que,
inclusive contando con dicha conformidad, pueden ser sometidos a control judicial en
relación al carácter abusivo de sus cláusulas. Si el juez declara la nulidad parcial del
contrato, simultáneamente debe integrarlo de conformidad con las reglas previstas en
el art. 964 del Código.
Oferta
Concepto
A diferencia del Código Civil reformado, el actual Código Civil y Comercial de la Nación,
define expresamente a la oferta: “La oferta es la manifestación dirigida a persona
determinada o determinable, con la intención de obligarse y con las precisiones
necesarias para establecer los efectos que debe producir de ser aceptada”.81
Naturaleza jurídica
Según el Código, la oferta es un acto jurídico unilateral. Esto es así porque se configura
con la sola voluntad del oferente. Es recepticio, en tanto tiene un destinatario, pues no
puede pensarse a la oferta sino dirigida a otros, para que esos terceros la conozcan y,
en su caso, la acepten. Y, por último, tiene una finalidad esencial, que la diferencia de
las meras tratativas contractuales, y que implica la intención de obligarse por parte del
oferente.
Requisitos
La oferta debe estar dirigida a una persona determinada o determinable, debe ser
completa y contener la intención de obligarse. Según el art. 972 del Código, son
requisitos de la oferta:
208
a) Direccionalidad. Con respecto al elemento "sujeto", la oferta debe ser recepticia. Esto
implica decir que tenga destinatario, o sea, una o más personas determinadas o
determinables que, en su caso, asumirán la condición de aceptante.
El art. 972 sólo exige que contenga las precisiones necesarias para establecer los efectos
que debe producir de ser aceptada, aunque no contenga todos los elementos
constitutivos del contrato. Esto implica que la oferta es completa aún cuando carezca de
cuestiones accesorias, lo que puede variar, lógicamente, de acuerdo con las
circunstancias particulares del caso.
En aquel sentido, en los principios UNIDROIT se establece que: “una propuesta para
celebrar un contrato constituye una oferta, si es suficientemente precisa e indica la
intención del oferente de quedar obligado en caso de aceptación”.
c) Vinculante. La oferta debe ser hecha por el oferente con la intención de obligarse, es
decir, de quedar obligado cuando el destinatario la acepte. Esto se relaciona
directamente con la finalidad de la oferta. La oferta se hace con la intención de producir
efectos jurídicos, ya sea crear, modificar o extinguir un contrato.
Invitación a ofertar
La manera de instrumentación de esta figura puede ser diversa, yendo desde las
comunicaciones públicas y generales hasta las notificaciones particulares y privadas. El
llamado a licitación privada participa de estas características.
209
Asimismo, el Código contiene una regulación especial para las ofertas emitidas en el
marco de contratos de consumo, específicamente, las ofertas por medios electrónicos
previstas en el art. 1.108.
Aquello significa admitir que la oferta tiene autonomía y fuerza vinculante antes de la
aceptación por el destinatario, independientemente de que puedan existir vicisitudes
como la retractación o la caducidad de la misma. A diferencia de lo que se regulaba en
el Código Civil anterior, en el que se protegía el interés del oferente y en el que la regla
era que la oferta no causaba obligación respecto de la propuesta de contrato que
contenía, el nuevo Código dispone expresamente la obligación del proponente respecto
de los términos de la misma. Tal como señala Alterini (2012), “en el derecho moderno,
el oferente y, en su caso, sus sucesores, están obligados a mantener la oferta durante
el tiempo de su vigencia, a menos que la retracten útilmente” (2012, p. 246). El oferente
queda obligado a cumplir o a indemnizar, y, en ese caso, no se trataría de
responsabilidad precontractual, sino de responsabilidad contractual. Este es el sistema
que sigue nuestro actual Código, al establecer su carácter vinculante, la posibilidad de
retractación, su caducidad por muerte e incapacidad y el deber de reparar cuando su
extinción perjudica al destinatario.
Antes dijimos que la oferta es vinculante. Ahora bien, la oferta no obliga indefinidamente
a quien la emite. Por lo contrario, siempre tiene un plazo de vigencia. Puede que el
oferente lo haya fijado específicamente o no lo haya hecho. El Código sólo regula los
casos en los que no se ha fijado un plazo para la aceptación de la oferta. Y así distingue,
teniendo en cuenta la no existencia de plazo fijado, entre dos modalidades de
contratación: entre presentes o entre ausentes. Ello de conformidad con los párrafos
segundo y tercero del art. 974 del Código.
En los contratos entre ausentes, en los que no se haya fijado un plazo para la aceptación,
es decir, los casos en los que hay un lapso de tiempo entre la oferta y la aceptación (a
diferencia del caso de los contratos entre presentes o por medios de comunicación
instantáneos), el oferente no queda vinculado a su oferta indefinidamente. La solución
que nos da el artículo es que la oferta tiene carácter vinculante hasta el momento en
que puede razonablemente esperarse la recepción de una respuesta, expedida por los
medios usuales de comunicación.
210
Aún cuando el Código no lo dice expresamente, si el oferente ha fijado un plazo de
vigencia de la oferta, la aceptación solo puede realizarse en ese plazo para que se
produzca el perfeccionamiento del contrato.
Una vez emitida la declaración contractual de oferta, puede acaecer una serie de
circunstancias que modifiquen su eficacia jurídica, en la medida en que la aceptación no
se produzca en forma inmediata.
Retractación
Es una manifestación de voluntad del oferente que tiene por efecto retirar la oferta. El
Código permite que el oferente retire libremente su oferta, en tanto el destinatario tome
conocimiento de la retractación antes de haber conocido la oferta, o en el mismo
momento de conocerla.
Este sistema difiere del seguido por el Código Civil Alemán, en el cual la oferta es
irrevocable (salvo reserva en contrario). Y no pierde vigor en caso de muerte o
incapacidad del oferente.
Así, nuestro Código establece que “la oferta dirigida a una persona determinada puede
ser retractada si la comunicación de su retiro es recibida por el destinatario antes o al
mismo tiempo que la oferta”.94 De manera similar, en los principios de UNIDROIT, al
referirse al retiro de la oferta, se establece que “cualquier oferta, aun cuando sea
irrevocable, puede ser retirada si la notificación de su retiro llega al destinatario antes o
al mismo tiempo que la oferta”.
Debe entenderse que la retractación no sólo debe haber sido hecha, sino también
remitida en tiempo útil, de manera que sea recibida por el destinatario por lo menos
hasta el mismo momento en que llegue la oferta. En esos casos, la retractación de la
oferta no acarreará ninguna consecuencia jurídica para el oferente.
Caducidad
211
Contrato plurilateral
La oferta puede ser efectuada por varias personas y estar dirigida a uno o varios
destinatarios. Estamos ante casos de contratos plurilaterales, es decir, casos en que la
oferta emana de diferentes personas o tiene varios destinatarios.
En este sentido, el Código plantea que, en esos casos, no hay contrato sin el
consentimiento de todos los interesados.100 Es decir, para que se perfeccione el
contrato se requiere la aceptación de todas las personas que intervinieron en la oferta
(en caso de varios ofertantes) y de todos los destinatarios (en caso de que la oferta esté
dirigida a varias personas). Ello es así porque se infiere que existe la intención de que
todos los interesados sean las partes contratantes.
Ahora bien, la norma contempla la posibilidad de que por disposición legal, o de las
partes, se autorice a la mayoría a concluirlo en nombre de todos (el contrato sería
concluido por todos los ofertantes y/o destinatarios originales), o bien que se permita su
celebración entre todos los que lo consintieran (caso en el que el contrato se
perfeccionaría entre los oferentes y/o destinatarios que aceptaran la celebración en esos
términos).
Aceptación
Modos de aceptación
Se evidencia aún más en la actual redacción del Código, en donde es clave el hecho de
la recepción por el proponente de la aceptación, lo que delimita el momento en que el
contrato queda perfeccionado, en los contratos entre ausentes.
Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena conformidad con
la oferta.
212
aceptante. Es decir, en este caso, el tiempo es relevante a los efectos de determinar si
el contrato queda concluido con las modificaciones formuladas.
de la recepción de la oferta). Ello implica que si la oferta llega al destinatario antes que
la comunicación de su retiro, tiene eficacia jurídica y subsiste para el destinatario, quien
puede aceptarla.
Retractación de la aceptación
Caducidad
213
Acuerdo parcial
El Código contiene una disposición específica para el caso de los acuerdos parciales.
Dispone textualmente:
Acuerdo parcial. Los acuerdos parciales de las partes concluyen el contrato si todas ellas,
con la formalidad que en su caso corresponda, expresan su consentimiento sobre los
elementos esenciales particulares. En la duda, el contrato se tiene por no concluido. No
se considera acuerdo parcial la extensión de una minuta o de un borrador respecto de
alguno de los elementos o de todos ellos.
La noción de acuerdos parciales está relacionada con la etapa de formación del contrato.
Las partes comienzan tratando determinados aspectos del contrato, que van a ser parte
de su contenido, y van arribando a acuerdos o pactos parciales. De esta manera, el
contenido del contrato se va conformando de manera progresiva, en función de los
graduales acuerdos respecto de determinados puntos del contrato. En el marco de esas
negociaciones, es posible que las partes documenten por escrito esos avances, a través
de lo que comúnmente se denomina minutas o puntualización, donde sirven de prueba
los puntos en los que han manifestado su acuerdo, o inclusive su desacuerdo.
Ahora bien, se considera celebrado el contrato cuando la totalidad de los aspectos sobre
los que debía referirse, y que las partes sometieron a discusión, fueron aprobados por
los involucrados. Es por ello que el artículo requiere:
Para que se perfeccione el contrato en estos casos, por vía de regla, el acuerdo de los
contratantes debe extenderse a todos los puntos materia de discusión. En principio, los
acuerdos fragmentarios o parciales que dejen cuestiones futuras a resolver no
constituyen oferta ni aceptación en sentido técnico, sino meras tratativas inconclusas.
Esto comprende la noción de contratos entre presentes como así también aquellos en
los que la oferta y aceptación se formulan a través de medios de comunicación
instantáneos. El segundo párrafo del art. 974 del Código prevé que: “la oferta hecha a
214
una persona presente o la formulada por un medio de comunicación instantáneo, sin
fijación de plazo, solo puede ser aceptada inmediatamente”. Asimismo, el art. 980 del
Código dispone que entre presentes se perfecciona el contrato cuando la aceptación es
manifestada.
Son contratos entre ausentes aquellos celebrados por sujetos que se encuentran en
distinto lugar geográfico.
Los efectos de calificar una convención como contrato entre ausentes recaen en el
momento de perfeccionamiento del contrato.
No obstante, aunque el contrato sea entre ausentes, deberá ser juzgado en cuanto al
momento de perfeccionamiento por las reglas relativas a los contratos entre presentes
cuando existe inmediatez en la emisión de las respectivas declaraciones contractuales
y, correlativamente, instantaneidad en la formación del consentimiento.
b) Sistema de la expedición o del envío: para que haya contrato exige que la aceptación
haya sido enviada al oferente por parte del aceptante. Es una tesis intermedia; regla
aceptada durante la vigencia del Código Civil reformado.
215
c) Sistema de la recepción: es otro sistema intermedio, que juzga perfeccionado el
contrato en el momento en que la aceptación es recibida por el oferente, no requiriendo
que llegue a conocimiento efectivo de éste. Dicho sistema es el que adopta nuestro
Código Civil y Comercial de la Nación.
Tratativas contractuales
En esta instancia, las partes entran en contacto y negocian el contenido del contrato,
tanto en sus aspectos centrales como en las cuestiones accesorias.
Tienen dos características distintivas: “no son idóneas para concluir el contrato, pero
tienen por fin llegar a él” (Alterini, 2012, p. 295).
Libertad de negociación
El Código otorga amplias libertades a las partes para realizar tratativas tendientes a la
celebración del contrato. Concretamente, el art. 990 consagra el principio de libertad de
negociación disponiendo que “las partes son libres para promover tratativas dirigidas a
la formación del contrato, y para abandonarlas en cualquier momento”. Este artículo se
corresponde con el principio UNIDROIT que establece: “Las partes tienen plena libertad
para negociar los términos de un contrato y no son responsables por el fracaso en
alcanzar un acuerdo”. Y es coherente con el principio de libertad de contratación
asentado en el art. 958 del Código.
216
Este momento debe evaluarse con amplitud, dadas las dificultades de hecho que importa
la prueba de iniciación de tratativas. Si bien, como dijimos, no son idóneas para concluir
el contrato, creemos necesaria la seriedad de los acercamientos, que deben realizarse
con una razonable voluntad de contratar
Puede ocurrir que la etapa precontractual se inicie por la manifestación unilateral de una
de las partes de su voluntad de contratar, o por voluntad de ambos tratantes que se
someten al proceso de negociaciones. Pero esas manifestaciones no constituyen una
oferta, pues no llegan a cumplir con las características exigidas por el art. 972 del Código
(es decir, una manifestación unilateral de la voluntad que esté dirigida a una persona
determinada o determinable, que sea efectuada con la intención de obligarse y con las
precisiones necesarias para establecer sus efectos en caso de ser aceptada).
Por ello, es relevante conocer en qué momento se encuentra formado el contrato, siendo
esta instancia la que marca el inicio de la etapa contractual y el fin de la precontractual.
Una vez formado el contrato, las vicisitudes que puedan afectarlo en el futuro deben
encuadrarse en la instancia contractual, quedando al margen de la precontractualidad.
La frustración de las tratativas: esto ocurre cuando, por cualquier circunstancia, finaliza
el proceso de formación del contrato, decidiéndose su no celebración.
Puede ocurrir que los tratantes de común acuerdo decidan cerrar la etapa de
negociaciones, por no haber arribado a un resultado satisfactorio.
También puede suceder que una de ellas abandone las negociaciones, aún cuando la
otra esté interesada en seguir con las tratativas. Este caso presenta interés cuando tal
abandono resulta intempestivo y vulnera legítimas expectativas del otro tratante.
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la sección 2ª del capítulo 2 [es decir, todas las reglas establecidas para la
persona menor de edad];
217
Asimismo, el Código se refiere a la restricción de la capacidad. Nos referimos
concretamente a la restricción de la capacidad jurídica, disponiendo ciertas reglas:
El Código se refiere expresamente a los actos realizados por persona incapaz o con
capacidad restringida. Así, dispone:
Persona fallecida:
Luego de su fallecimiento, los actos entre vivos anteriores a la inscripción de la sentencia
no pueden impugnarse, excepto que la enfermedad mental resulte del acto mismo, que
la muerte haya acontecido después de promovida la acción para la declaración de
incapacidad o capacidad restringida, que el acto sea a título gratuito, o que se pruebe
que quien contrató con ella actuó de mala fe.141
“Declarada la nulidad del contrato celebrado por la persona incapaz o con capacidad
restringida, la parte capaz no tiene derecho para exigir la restitución o reembolso de lo
que ha pagado o gastado”.142 Esto se realiza a los efectos de no perjudicar a la parte
218
contraria. Ahora bien, si el contrato ha enriquecido a la parte incapaz o con capacidad
restringida, entonces la parte capaz (una vez declarada la nulidad del contrato) tiene
derecho a reclamarle a aquella en la medida de ese enriquecimiento.
d) los cónyuges (…) entre sí [en tanto hayan optado por el régimen de comunidad de
bienes];
Representación.
La representación puede ser legal cuando resulta de una regla de derecho, sin tener en
cuenta la voluntad de la persona que resulta representada. Es el caso, por ejemplo, de
la representación de los incapaces.
Es orgánica cuando resulta del estatuto de una persona jurídica. Este es el caso de la
representación que ejerce el órgano de Dirección en una sociedad. El Presidente de una
sociedad tiene su representación y es en virtud de ella que cuando celebra un negocio
sus efectos se producen en cabeza de la sociedad representada.
Es voluntaria cuando resulta de un acto jurídico, y hay voluntad del representado para
que otro actúe como representante suyo. Y es aparente cuando no hay representación
expresa, pero una persona actúa de manera en que induce a otra a celebrar un acto
jurídico, haciéndolo creer, razonablemente, que está tratando con su representante, en
cuyo caso la ley entiende que se le ha otorgado tácticamente poder suficiente.
Efectos
219
directamente para él, en la medida en que aquellos se celebren dentro de los límites de
las facultades que fueron conferidas por la ley o por el poder a favor del representante,
dependiendo de que se trate de una representación legal o voluntaria.
Ratificación
Los artículos 370 y 371 del Código se refieren al tiempo y forma de manifestación de la
ratificación.
El poder es “la aptitud para celebrar contratos en la medida de las facultades otorgadas
al representante para comprometer directamente al representado” (Alterini).
Los poderes generales o especiales son aquellos que le permiten al representante ejercer
una serie de actos de representación o sólo alguno específico. El Código dispone que los
poderes conferidos, en términos generales, sólo incluyan a los actos propios de
administración ordinaria y los necesarios para su ejecución. Luego enumera aquellos
casos para los cuales se requieren facultades expresas.
Copia
La ley confiere expresas facultades a los terceros para que soliciten al representante que
suscriba y entregue copia firmada por él del instrumento del que surge la representación.
220
Responsabilidad
El Código Civil y Comercial prevé las consecuencias para quien actúa sin representación,
o bien excede los límites de la representación conferida. La consecuencia es la
responsabilidad por los daños que la otra parte sufra por haber confiado en la
representación y en la validez del acto celebrado con quien decía ser representante o
actuar dentro de los límites autorizados. Ello en la medida en que el tercero no haya sido
culpable, o bien conociera la falta de poder o su exceso.
Extinción
c) Por la revocación del poder efectuada por el representado. Un poder puede ser
conferido de modo irrevocable, en tanto sea para actos especialmente determinados,
limitado por un plazo cierto, y en razón de un interés legítimo que puede ser solamente
del representante, o de un tercero, o común a representante y representado, o a
representante y un tercero, o a representado y un tercero. Se extingue llegado el
transcurso del plazo fijado y puede revocarse si media justa causa.
Se aplican al objeto del contrato las disposiciones de la Sección 1ª, Capítulo 5, Título IV,
del Libro Primero del Código Civil y Comercial de la Nación.
ARTICULO 279.- Objeto. El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o
prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o
lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que
por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.
Tal como sostiene Alterini (2012), “con el sustantivo objeto del contrato se designa a la
prestación a propósito de la cual se produce el acuerdo de voluntades y en torno a la
cual se ordena la economía del contrato” (p. 197). Él distingue entre el objeto inmediato
del contrato, que consiste en la obligación que se genera a raíz del contrato, y el objeto
mediato:
(…) que a su vez es el objeto de la obligación, vale decir, la cosa o el hecho, positivo o
negativo, que constituye el interés del acreedor. El objeto de la obligación consiste en el
bien apetecible para el acreedor sobre el cual recae su interés implicado en la relación
jurídica. (…) Así el objeto de la obligación de entregar la cosa vendida que tiene a su
cargo el vendedor es la cosa misma; esta cosa, precisamente, es lo que pretende el
comprador, acreedor de aquella obligación. El contenido de la obligación es cierta
221
conducta humana, a la que se designa técnicamente como prestación; se trata del
comportamiento del deudor destinado a satisfacer el interés del acreedor respecto de
ese objeto. En el ejemplo dado, el contenido de la obligación del vendedor consiste en
su comportamiento tendiente a entregar al comprador la cosa vendida, que –como
vimos- es el objeto, centro de su interés. (Alterini, 2012, p. 198).
De conformidad con lo que dispone el Código, el objeto “debe ser lícito, posible,
determinado o determinable, susceptible de valoración económica y corresponder a un
interés de las partes, aun cuando éste no sea patrimonial”.
Objetos prohibidos
El objeto de los contratos no puede ser prohibido. De conformidad con el art. 1.004:
No pueden ser objeto de los contratos los hechos que son imposibles o están prohibidos
por las leyes, son contrarios a la moral, al orden público, a la dignidad de la persona
humana, o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que por un motivo especial se
prohíbe que lo sean.
Esta norma se corresponde con el art. 279 que refiere al objeto de los actos jurídicos.
Determinación por un tercero [énfasis agregado]. Las partes pueden pactar que la
determinación del objeto sea efectuada por un tercero. En caso de que el tercero no
realice la elección, sea imposible o no haya observado los criterios expresamente
establecidos por las partes o por los usos y costumbres, puede recurrirse a la
determinación judicial, petición que debe tramitar por el procedimiento más breve que
prevea la legislación procesal.
Los bienes futuros pueden ser objeto de los contratos. Y, en ese caso, el contrato
funciona como una promesa de transmitirlos, lo que está subordinado a la condición de
que lleguen a existir, excepto que se trate de contratos aleatorios.
Los bienes ajenos pueden ser objeto de los contratos. Si el que promete transmitirlos no
ha garantizado el éxito de la promesa, sólo está obligado a emplear los medios
necesarios para que la prestación se realice y, si por su culpa, el bien no se transmite,
debe reparar los daños causados. Debe también indemnizarlos cuando ha garantizado
la promesa y ésta no se cumple. El que ha contratado sobre bienes ajenos como propios
es responsable de los daños si no hace entrega de ellos.
222
En relación a los bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares , el Código
dispone:
Los bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares, pueden ser objeto de los
contratos, sin perjuicio de los derechos de terceros. Quien de mala fe contrata sobre
esos bienes como si estuviesen libres debe repararlos daños causados a la otra parte si
ésta ha obrado de buena fe.
Causa
A la causa de los contratos se aplican las disposiciones de la Sección 2ª, Capítulo 5, Título
IV, del Libro Primero de este Código. Son disposiciones vinculadas a la causa de los actos
jurídicos.
Noción
Necesidad
El art. 1.013 del Código recepta el principio de la necesidad de causa, disponiendo que
“la causa debe existir en la formación del contrato y durante su celebración, y subsistir
durante su ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad,
adecuación o extinción del contrato”.
b) ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito o inmoral común. Si sólo una de
ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a invocar el contrato
223
frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha dado, sin obligación de cumplir lo
que ha ofrecido.
Según Lorenzetti (2010), esta norma es necesaria para el control de la ilicitud de los
motivos, ya que se puede invalidar el acto probando la ilicitud de los motivos.
La frustración del fin será desarrollada más adelante, cuando nos refiramos al Capítulo
13 del Título II del Código, el cual regula los casos de extinción, modificación y
adecuación del contrato. Se regula un caso de resolución del contrato, por la frustración
definitiva de la finalidad del contrato. Esto está vinculado con la causa de los contratos,
pues la frustración del fin es un capítulo inherente a la causa, entendida ésta como móvil
determinante, razón de ser o fin individual o subjetivo que las partes han tenido en vista
al momento formativo del negocio. Como dijimos, más adelante estudiaremos los
requisitos y sus efectos.
Todo contrato requiere una forma, entendida como un hecho exterior por el que la
voluntad se manifiesta. Seguidamente, nos referiremos a la forma de los contratos en
nuestra legislación.
La forma es el modo de ser del acto, la manera en que se hace reconocible en el medio
social. En nuestro derecho rige el principio de libertad de formas, según el 1.015 del
Código. Cuando la forma es exigida con mayor rigorismo y con carácter absoluto, es
decir, de manera constitutiva, visceral, si la misma no es observada, acarreará la nulidad
del acto.164
Ahora bien, cuando la forma requerida para los contratos lo es sólo para que éstos
produzcan sus efectos propios, sin sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales
mientras no se haya otorgado el instrumento previsto, pero valen como contratos en los
que las partes se obligaron a cumplir con la expresada formalidad.
Si, por el contrario, la ley o las partes no imponen una forma determinada, ésta debe
constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato.
Libertad de formas
En este sentido, estima Alterini (2012) que “los contratos, en principio, son no formales.
Pueden ser celebrados verbalmente, por escrito, mediante manifestaciones indirectas
de la voluntad, siempre que pueda inducirse que ésta existe” (2012, p. 214).
De igual manera, Mosset Iturraspe (1995): “La regla es la libertad de formas; la libre
elección por las partes de los modos de exteriorizar la voluntad” (p. 258).
224
Modificaciones al contrato
El art. 1.016 del Código dispone, en relación a la forma y a las modificaciones del
contrato, que “la formalidad exigida para la celebración del contrato rige también para
las modificaciones ulteriores que le sean introducidas, excepto que ellas versen
solamente sobre estipulaciones accesorias o secundarias, o que exista disposición legal
en contrario”.
Es que, en principio, si se impone que un contrato lleve una forma determinada, parece
lógico que las modificaciones subsiguientes también respeten la forma dispuesta para el
contrato original.
La escritura pública
a) Hace plena fe sobre la realización del acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial
público anuncia como cumplidos ante él o por él, en tanto esto no sea declarado falso
en juicio civil o criminal;
El art. 1.017 del Código enumera los contratos que necesariamente deben ser otorgados
por escritura pública, imponiéndoles esta forma a:
b) los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;
c) todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública;
d) los demás contratos que, por acuerdo partes o disposición de la ley, deben ser
otorgados en escritura pública.
El art. 1.018 del Código regula el caso del otorgamiento pendiente del instrumento:
225
Es decir que el incumplimiento del otorgamiento del instrumento previsto trae aparejado
la conversión del negocio jurídico en una obligación de hacer, siendo aplicables las reglas
previstas para estas obligaciones, excepto que se prevea como sanción la nulidad por la
falta de la forma.
Los instrumentos privados “son instrumentos bajo forma privada para los cuales no hay
forma alguna especial” Alterini (2012).
La sección 6a del título 4, del Libro I del Código, se encarga de regular los instrumentos
privados y particulares.
En cuanto al valor probatorio de los instrumentos particulares, éste debe ser apreciado
por el Juez, quien deberá tener en cuenta la coherencia entre lo sucedido y lo relatado,
la precisión y claridad técnica del texto, los usos y prácticas, las relaciones precedentes,
la confiabilidad de los soportes y de los procedimientos técnicos usados.
Frente a terceros (no contratantes), los instrumentos privados tienen eficacia probatoria
solo desde su fecha cierta, la que se logra a través de hechos que crean una certeza
absoluta respecto a ella. El Código manifiesta: “adquieren fecha cierta el día que
acontece un hecho del que resulta como consecuencia ineludible que el documento ya
estaba firmado o no pudo ser firmado después”. Un ejemplo de adquisición de fecha
cierta de un instrumento privado es el otorgamiento de certificación notarial de las
firmas.
Este caso implica una conversión del acto, bajo apercibimiento de que el juez lo haga a
pedido de la parte interesada. Esta solución no se aplica en los casos en que la forma
está impuesta bajo sanción de nulidad, ya que, en ese caso, se trataría de contratos
solemnes absolutos en los que la conversión no es posible.
ARTICULO 1019.- Medios de prueba. Los contratos pueden ser probados por todos los
medios aptos para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica,
y con arreglo a lo que disponen las leyes procesales, excepto disposición legal que
establezca un medio especial.
226
Los contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por
testigos.
ARTICULO 1020.- Prueba de los contratos formales. Los contratos en los cuales la
formalidad es requerida a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios,
inclusive por testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida
la formalidad o si existe principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución.
Carga de la prueba
Medios de prueba
Los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para llegar a una
razonable convicción según las reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que disponen
las leyes procesales, excepto disposición legal que establezca un medio especial. Los
contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por
testigos.
El Código, a través de esa norma, dispone una regla general que es la amplitud de
medios de prueba. No hay una descripción concreta de los medios de prueba, por lo que
todos serán aptos en la medida en que formen una razonable convicción según las reglas
de la sana crítica. La excepción constituye el caso de los contratos que tengan un medio
de prueba específico.
En relación a la sana crítica, como sistema de apreciación judicial de las pruebas, éste
funciona, siguiendo a Alterini, de manera que
(…) el juez tiene libertad para formar un criterio sobre el caso según su convicción, pero
requiere que el juzgador exhiba el proceso de razonamiento que lo ha llevado a su
conclusión, que diga por qué tiene probado un hecho, lo que constituye una garantía
para el sujeto de derechos, ya que le permite saber la razón que motivó el
pronunciamiento judicial.
En el caso de los contratos formales en los que se exige una determinada forma para su
validez, es claro que la forma es esencial y debe respetarse. Si una donación de un
inmueble se hace por instrumento privado, poco importará que se pruebe esta
circunstancia, ya que la escritura pública es exigida bajo pena de nulidad.
Sin embargo, en otros casos, cuando la forma se aconseja a los efectos de la prueba del
contrato, entonces también se puede lograr ese cometido (probar el contrato) por otros
medios.
227
Prueba de los contratos formales. Los contratos en los cuales la formalidad es requerida
a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos, si
hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe
principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución. Se considera principio de
prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la otra parte, de su causante
o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del contrato.
De conformidad con ese artículo, los contratos a los que la ley les asigna una formalidad
específica (a los efectos de su prueba) pueden ser probados por otros medios de prueba.
El artículo se refiere a la imposibilidad de obtener la prueba designada por ley justamente
por no haber cumplido con la forma requerida o por la imposibilidad de presentarla a los
efectos requeridos.
Cobra, en estos casos, especial relevancia la noción de principio de prueba por escrito,
entendida como la existencia de cualquier instrumento que emane de la otra parte, de
su causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del
contrato. Como señala Alterini (2012), “el principio de prueba por escrito constituye un
indicio, resultante de un instrumento no firmado por la otra parte que, teniendo relación
directa con el contrato, resulta elemento de juicio útil para tenerlo por probado” (2012,
p. 449).
Aun cuando el Código Civil y Comercial de la Nación no incluye una disposición expresa
vinculada a la utilización de medios electrónicos, la utilización cada vez más difundida
de estos medios en la contratación no puede ser negada. Entendemos que su falta de
mención no significa que no se le atribuya valor probatorio. Por lo contrario, las
diferentes modalidades que supone el uso de la tecnología para la celebración de los
contratos constituyen medios de prueba en los términos del art. 1.019 del Código.
VICISITUDES
Excepción de incumplimiento
Si bien se ha manifestado que las convenciones forman para las partes una regla a la
cual deben someterse como a la ley misma, frente al incumplimiento emerge el derecho
a favor de la parte cumplidora de exigirle a aquélla, judicialmente, la satisfacción de las
prestaciones objeto del contrato.
228
Existen diversas alternativas frente al incumplimiento. Una de las posibilidades es la
suspensión del cumplimiento. En el caso de los contratos bilaterales (es decir, cuando
las partes en el momento de la celebración se obligan recíprocamente cada una con una
prestación), donde existen prestaciones que deben cumplirse simultáneamente por las
partes (es importante tener en cuenta a qué casos es aplicable esta figura), ante el
incumplimiento de una de las partes, la otra puede suspender el cumplimiento de las
prestaciones que le correspondan. Ello, hasta tanto la contraria cumpla u ofrezca
cumplir.
(Suspensión del cumplimiento) (1) Cuando las partes han de cumplir simultáneamente,
cada parte puede suspender el cumplimiento de su prestación hasta que la otra ofrezca
su prestación. (2) Cuando las partes han de cumplir de modo sucesivo, la parte que ha
de cumplir después puede suspender su cumplimiento hasta que la parte que ha de
hacerlo primero haya cumplido.
El Código establece que la suspensión pueda ser decidida judicialmente, ya sea como
acción (en la que se pretende que se habilite la suspensión del cumplimiento de las
prestaciones), o como excepción (es decir, como medio de enervar la acción de
cumplimiento deducida por la parte incumplidora, lo cual posibilita que un contratante
se abstenga de cumplir la prestación si el otro no cumple o no ofrece cumplir
simultáneamente la propia).
Tutela preventiva
Asimismo, el Código contempla una suerte de tutela preventiva en los casos en los que
(aún no existiendo incumplimiento todavía de la otra parte), una de ellas sufre “un
menoscabo importante en su capacidad para cumplir, o en su solvencia”. Esa situación
provoca que la otra parte tenga incertidumbre respecto a la posibilidad de que la otra
cumpla, lo que supone una amenaza de daños en sus derechos.
229
Sujetos responsables
Como dijimos, en los contratos a título oneroso, estas garantías son cláusulas naturales.
Por lo tanto, esta responsabilidad por saneamiento existe aunque no haya sido dispuesta
por las partes. Sin embargo, en ejercicio de su libertad de contratación, las partes
pueden ampliar estas garantías, disminuirlas e incluso suprimirlas. Ello de conformidad
con el art. 1.036 del Código.
A pesar de la libertad que el art. 1.036 del Código les da a las partes para fijar los
alcances de la responsabilidad por saneamiento, luego dispone expresamente una regla:
la interpretación restrictiva que debe hacerse de aquellas cláusulas que suprimen y/o
disminuyen la responsabilidad por saneamiento. Creemos que esta norma se incluye a
los efectos de evitar abusos a través de cláusulas que limiten esta responsabilidad y
perjudiquen al co- contratante.
De manera coherente con lo que hemos dicho, el Código prevé circunstancias en que las
cláusulas de limitación y disminución de la responsabilidad se tienen, directamente, por
no convenidas. Es decir, dichas cláusulas no producen efectos. A saber:
230
a) en los casos en que el enajenante conocía o debía conocer el peligro de evicción o la
existencia de vicios. Es decir, cuando actuó con dolo o mala fe;
También se prevén ciertas excepciones para solicitar la reparación de los daños. A saber:
a) que el adquirente haya conocido o podido conocer el peligro de la evicción o la
existencia de los vicios;
c) Que la transmisión fuere hecha a riesgo del adquirente (en cuyo caso esto debería
estar estipulado en el contrato);
Ya dijimos que la obligación de saneamiento comprendía tanto la evicción como los vicios
ocultos. Concretamente, la responsabilidad por evicción es la que asegura que el
derecho transmitido exista y sea legítimo. Esto comprende:
231
a) cualquier turbación de derecho, ya sea total o parcial sobre el bien transmitido, que
sea por una causa anterior o contemporánea a la adquisición. Ya que si la turbación es
motivada en una causa posterior a la adquisición, el enajenante no sería responsable;
c) las turbaciones de hecho causadas por el transmitente del bien. Por ejemplo, el
vendedor no puede realizar hechos que perjudiquen al adquirente en el ejercicio de sus
derechos sobre la cosa adquirida.
Exclusiones
La responsabilidad por evicción también tiene exclusiones, es decir, casos en los que el
transmitente no es responsable. A saber:
a) cuando las turbaciones de hecho sobre el bien son causadas por terceros. Como
dijimos anteriormente, el transmitente sólo es responsable cuando esas turbaciones de
hecho son causadas por su parte.
Cuando se inicia un juicio en contra del adquirente de la cosa, del que puede resultar la
evicción de la misma, entonces el deudor de la garantía de evicción (garante) debe
comparecer en ese juicio en defensa del adquirente. Esto es lo que se denomina citación
por evicción, y está contemplado en el art. 1.046 de nuestro Código. Cada régimen de
procedimiento provincial determinará la intervención del garante, pero nuestra ley
aclara que el adquirente puede seguir actuando en el proceso.
Gastos de defensa
Vinculada con la citación por evicción, se prevé que el garante asuma los gastos de
defensa que ha debido afrontar el adquirente en el proceso judicial. Para que el
adquirente pueda cobrarlos, la ley le requiere que a) cite al garante al proceso en los
términos del art. 1.046 del Código; b) que en caso de haberlo citado y el garante haberse
allanado, no continúe con la defensa y sea vencido.
Cesación de la responsabilidad
a) cuando no se cita al garante o no se lo hace en tiempo y forma (conf. art. 1.046 del
Código) y de acuerdo con lo que establezcan las normas procesales;
232
c) cuando el adquirente se allana a la demanda sin tener la conformidad del garante, o
somete la cuestión a arbitraje y obtiene un laudo desfavorable.
a) cuando los defectos en el título de la cosa afecten el valor de la misma. Pero esa
efectuación sea tal de manera que, de haberla conocido con anterioridad, no la hubiera
adquirido, o bien que el valor de adquisición fuera sustancialmente menor. En definitiva,
para que prospere la resolución, la ley requiere una afectación significativa de los
derechos del adquirente;
b) que lo que produzca la evicción sea una sentencia judicial o un laudo arbitral.
b) los vicios redhibitorios. El Código se encarga de definir a los vicios redhibitorios. Así
es que en el art. 1.051 inc. b) los define como: “los defectos que hacen a la cosa impropia
para su destino por razones estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal
extremo que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido, o su
contraprestación hubiese sido significativamente menor”.
En general, se ha dicho que los vicios tienen los siguientes requisitos: son de hecho (no
de derecho), ocultos, ignorados, graves y existentes al tiempo de la adquisición.
Las partes pueden ampliar la garantía por vicios ocultos, de conformidad con la
disponibilidad que les confiere el art. 1.036 del Código.
Todas estas constituyen ampliaciones de la garantía legal por vicio. En ese sentido es
que se puede establecer que:
233
a) Un defecto en particular sea vicio redhibitorio, aunque el adquirente debiera haberlos
conocido.
Exclusiones
De conformidad con lo que venimos exponiendo, analizaremos los casos en los que no
hay responsabilidad por defectos ocultos. Uno de esos casos se refiere a:
a) los defectos conocidos por el adquirente, o que debiera haber conocido. El Código, en
el inc. a del art. 1.053, en referencia a las exclusiones expresa:
Los defectos del bien que el adquirente conoció, o debió haber conocido mediante un
examen adecuado a las circunstancias del caso al momento de la adquisición, excepto
que haya hecho reserva expresa respecto de aquéllos. Si reviste características
especiales de complejidad, y la posibilidad de conocer el defecto requiere cierta
preparación científica o técnica, para determinar esa posibilidad se aplican los usos del
lugar de entrega.
Es que una de las características de los vicios redhibitorios es que existan al momento
de la adquisición.
234
Caducidad de la garantía por defectos ocultos
Asimismo, la caducidad de esta garantía caduca de pleno derecho por el transcurso del
tiempo, dependiendo si se trata de cosas inmuebles (tres años desde la recepción de la
cosa), o mueble (seis meses desde la recepción o puesta en funcionamiento, lo que sea
posterior).
La resolución del contrato por parte del adquirente de la cosa es posible cuando:
a) existió un vicio redhibitorio (con todas las características enumeradas en el art. 1.051
inc. b); b) si las partes ampliaron las garantías estableciendo esta posibilidad de
resolución del contrato.
b) los vicios redhibitorios, considerándose tales los defectos que hacen a la cosa impropia
para su destino por razones estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal
extremo que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido, o su
contraprestación hubiese sido significativamente menor.
a) los defectos del bien que el adquirente conoció, o debió haber conocido mediante un
examen adecuado a las circunstancias del caso al momento de la adquisición, excepto
que haya hecho reserva expresa respecto de aquéllos. Si reviste características
especiales de complejidad, y la posibilidad de conocer el defecto requiere cierta
preparación científica o técnica, para determinar esa posibilidad se aplican los usos del
lugar de entrega;
Defecto subsanable
Cuando la cosa se pierde o deteriora como consecuencia de los defectos que tenía,
entonces el garante es responsable de esta pérdida o deterioro. Esta norma es coherente
con todo lo desarrollado anteriormente.
Extinción
Frustración de la finalidad
235
Esta teoría no había tenido recepción legislativa antes de la reforma introducida por ley
26.994. Sin embargo, su uso se había extendido jurisprudencialmente y ha tenido mucho
desarrollo doctrinario.
A través del art. 1.090 del Código se autoriza a la parte perjudicada por la frustración de
la finalidad del contrato a declarar su resolución.83 Ello en tanto se den ciertas
condiciones. A saber:
236
c) que la alteración de las circunstancias supere el riesgo asumido por la perjudicada.
Como en los casos analizados anteriormente, para que la resolución surta efectos, quien
la solicita debe comunicar su declaración extintiva a la otra parte.
Imprevisión
Este instituto se encuentra regulado en el art. 1.091 del Código, el cual establece:
La teoría de las bases del negocio jurídico estima que, para la celebración de un contrato,
las partes tienen en cuenta ciertas circunstancias básicas que son propias del negocio
jurídco en cuestión, por ejemplo, la equivalencia en las contraprestaciones. De tal
manera, si esas circunstancias básicas no se dan (como si se arrienda un balcón para
presenciar un desfile que no se lleva a cabo, hipótesis contemplada por la jurisprudencia
inglesa en los denominados Casos de la Coronación de Eduardo VII) o si ulteriormente
resultan modificadas (como cuando se encarece súbitamente el valor de mercaderías
vendidas a un precio fijo), el acto deviene ineficaz por insubsistencia de las bases que lo
sustentaron.
Desindexación Nª 23.928 y con una autoridad económica que había descartado de plano
la alteración de la paridad cambiara de un peso equivalente a un dólar, es un hecho
237
indudablemente imprevisible. En conclusión, la mayoría de la doctrina sostiene que la
devaluación monetaria brusca y no prevista abre el camino para invocar imprevisión.
Luego, tanto la "onerosidad excesiva" como el hecho desencadenante que debe ser
"extraordinario en atención a las circunstancias existentes al tiempo de la celebración",
quedan librados al arbitrio judicial.
Por último, se debe hacer referencia a los efectos dados por los extremos del instituto,
es decir, a requerir (extrajudicialmente o judicialmente) ya sea la vía de la resolución
total o parcial del contrato o la de su adecuación.
Lesión. Evolución
238
beneficio desproporcionado, tomando posesión psicológica de ellos para explotarlos e
instrumentarlos para sus fines.
Tal como sostiene Alterini, para diferenciar la lesión de la figura antes vista de la
imprevisión, en los dos casos el deudor sufre un perjuicio patrimonial exorbitante e
inicuo. Sin embargo, en la imprevisión, el perjuicio se produce en otro momento, al
tiempo del cumplimiento del contrato, es decir que en la imprevisión hay una lesión que
es sobreviniente pero por circunstancias extrañas al comportamiento de las partes. Por
otro lado, en la lesión el perjuicio sucede en otro momento diferente, cuando se celebra
el acto jurídico y como consecuencia del aprovechamiento de una de las partes de las
características de la otra. Asimismo, la imprevisión no incide sobre los efectos ya
cumplidos del contrato, a diferencia de la lesión cuando el afectado requiere la nulidad
del contrato.
La rescisión bilateral
(…) cabe concluir que es aplicable a todo tipo de contrato, bilateral o unilateral, sin que
importe que las prestaciones estén a cargo de una o de ambas partes, mientras no se
hayan ejecutado y estén pendientes. (…) La bilateralidad de la rescisión es requerida no
porque hay correspondencia bilateral de prestaciones sino porque fueron necesarias dos
voluntades para crear el contrato. Es bilateral, entonces, no en razón de las prestaciones
debidas — concepto de bilateralidad aplicable a la clasificación del los contratos— sino
en razón de las voluntades que los gestaron, concepto de bilateralidad aplicable a la
clasificación de los actos jurídicos”.
La rescisión implica dejar sin efecto el contrato (rescindir un contrato significa dejarlo sin
efecto, por medio de lo que en la ciencia jurídica se conoce como distracto60). Y ello sólo
opera ex nunc, es decir que la rescisión, excepto se pacte lo contrario, sólo tiene efectos
para el futuro y no afecta derechos de terceros.
El contrato también puede ser extinguido por la declaración de una de las partes. Esta
declaración puede ejercitarse a través de diferentes mecanismos: rescisión unilateral,
revocación o resolución, dependiendo de los casos en los que el propio contrato o la ley
permitan tal facultad. Sobre la primera:
La revocación es la facultad de una de las partes de dejar sin efecto un acto en las
circunstancias previstas y sancionadas por el legislador. No es exclusiva del ámbito
contractual, pues aparece en materia de testamentos y legados. (…) Tanto la revocación
como la rescisión dejan subsistentes los efectos ocurridos en el período transcurrido
desde la existencia del contrato hasta su cesación como consecuencia de la revocación
o rescisión.
a) que la rescisión unilateral y la revocación producen sus efectos para el futuro, es decir,
ex nunc,
239
b) la resolución, por lo contrario, produce efectos retroactivos entre las partes. Sin
embargo, a pesar de estos efectos retroactivos, no se afectan los derechos que
adquirieron a titulo oneroso los terceros de buena fe.
Operada la extinción del contrato (ya sea por rescisión, revocación o resolución), las
partes deben darse lo que han recibido como consecuencia del contrato, o su valor,
aplicándose las normas de las obligaciones de dar para restituir (contempladas en los
artículos 759 a 761 del Código66).
El Código, además, establece algunas reglas adicionales para el caso de los contratos
bilaterales:
b) las prestaciones cumplidas quedan firmes y producen sus efectos en cuanto resulten
equivalentes, si son divisibles y han sido recibidas sin reserva respecto del efecto
cancelatorio de la obligación;
c) para estimar el valor de las restituciones del acreedor, se toman en cuenta las ventajas
que resulten o puedan resultar de no haber efectuado la propia prestación, su utilidad
frustrada y, en su caso, otros daños.
ARTICULO 1083.- Resolución total o parcial. Una parte tiene la facultad de resolver total
o parcialmente el contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de declarar la
resolución total o la resolución parcial son excluyentes, por lo cual, habiendo optado por
uno de ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado una prestación
parcial, el acreedor sólo puede resolver íntegramente el contrato si no tiene ningún
interés en la prestación parcial.
d) el incumplimiento es intencional;
240
ARTICULO 1085.- Conversión de la demanda por cumplimiento. La sentencia que
condena al cumplimiento lleva implícito el apercibimiento de que, ante el
incumplimiento, en el trámite de ejecución, el acreedor tiene derecho a optar por la
resolución del contrato, con los efectos previstos en el artículo 1081.
ARTICULO 1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes pueden pactar expresamente
que la resolución se produzca en caso de incumplimientos genéricos o específicos
debidamente identificados. En este supuesto, la resolución surte efectos a partir que la
parte interesada comunica a la incumplidora en forma fehaciente su voluntad de
resolver.
En los casos en que hubo ejecuciones parciales del contrato por parte de quien ha
incumplido (entendido como parte deudora), entonces el acreedor (cumplidor) solo
241
puede resolver íntegramente el contrato en tanto y en cuanto la prestación parcial,
ejecutada de esa manera, no le produzca ningún beneficio o interés.
Es sumamente relevante que comprendan los casos en los que el incumplimiento puede
motivar la resolución de los contratos bilaterales con prestaciones recíprocas. Es que no
cualquier incumplimiento puede justificar este mecanismo de extinción. El
incumplimiento debe ser esencial, evaluando este carácter en relación a la finalidad del
contrato.
De conformidad con el art. 1.085 del Código, cuando en el marco de un proceso judicial
de cumplimiento de contrato se dicta una sentencia que ordena el cumplimiento,
condenando al deudor, la ley prevé que esta resolución lleva implícita el apercibimiento
de que si no se cumple la condena en la etapa de ejecución de sentencia, entonces el
acreedor puede optar por la resolución del contrato.
(...) en el presente artículo se autoriza el uso del jus variandi ya dentro del proceso
judicial y se establece que ante el incumplimiento de la sentencia que condena a
efectuar la prestación, es decir, a cumplir, el acreedor puede optar por dirigir el
procedimiento hacia la resolución e indemnización de daños y perjuicios sin necesidad
de incoar otro proceso. (Leiva Fernández).
242
Cláusulas resolutorias
El art. 1.086 del Código viene a incorporar la regulación del pacto comisorio expreso.
Así es que permite que las partes puedan establecer que la resolución del contrato se
produzca ante determinados incumplimientos. Pueden pactar que el pacto comisorio se
ejerza ante incumplimientos de carácter general o ante otros más específicos, ya que en
ejercicio de su autonomía de la voluntad pueden decidir la relevancia que los
incumplimientos puedan tener en el marco específico del contrato celebrado.
Pero hay otro tipo de incumplimientos que son más dudosos, pues pueden tratarse de
deberes secundarios de conducta que no están ligados con las obligaciones principales
del contrato. Pues bien, el art. 1.086 le da a las partes la posibilidad de que definan qué
incumplimientos justificarían el ejercicio del pacto comisorio.
El pacto comisorio expreso “es una cláusula accidental del contrato en virtud de la cual
la parte cumplidora tiene derecho a resolver el contrato ante el incumplimiento de la
otra”. Como dijimos, el art. 1.086 del Código regula este instituto.
Para que produzca efectos, la parte que ejerce el pacto comisorio debe comunicarle a la
incumplidora, de manera fehaciente, su intención de resolver el contrato.
Algunos casos previstos por la ley: en el contrato de cuenta corriente bancaria (art. 1.404
inc. a del Código);
a) por decisión unilateral de cualquiera de las partes, previo aviso con una anticipación
de diez días, excepto pacto en contrario;
El desistimiento unilateral de la obra por el locatario de obra (art. 1.261 del Código)
ARTICULO 1261.- Desistimiento unilateral. El comitente puede desistir del contrato por
su sola voluntad, aunque la ejecución haya comenzado; pero debe indemnizar al
prestador todos los gastos y trabajos realizados y la utilidad que hubiera podido obtener.
El juez puede reducir equitativamente la utilidad si la aplicación estricta de la norma
conduce a una notoria injusticia.
243
Y en el contrato de comodato (arts. 1.539 y 1.541 del Código).
Compraventa
Concepto
El art. 1.123 del Código Civil y Comercial establece que hay compraventa cuando una de
las partes contratantes (llamada vendedor) se obliga a transferir la propiedad de una
cosa, y la otra parte (llamada comprador) se obliga a pagar por ella un precio en dinero.
b) Es consensual, porque produce todos sus efectos por el sólo hecho del consentimiento
y sin necesidad de la entrega de la cosa o del precio.
d) Es oneroso.
244
compraventa, aunque estuviese así estipulado por las partes, si le faltase algún requisito
esencial”.
Ahora bien, sí se aplican las reglas del contrato de obra, que más adelante estudiaremos,
si quien encarga la manufactura o producción de las cosas tiene también la obligación
de proporcionar una porción substancial de los materiales necesarios.
La cosa y el precio
Existen elementos comunes a todos los contratos (la capacidad y el consentimiento, por
ejemplo), y otros elementos que le son propios a cada uno de ellos. En el caso del
contrato de compraventa, los elementos propios son: la cosa y el precio, tal como surge
de la definición establecida por el art. 1.123 del que resultan claramente identificables
estos elementos.
La cosa
En cuanto a la cosa pasible de ser vendida, el Código establece en su art. 1.129 que
“pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los contratos”.7 Por lo tanto,
serán aplicables las normas vinculadas al objeto de los contratos reguladas en el capítulo
5 del Título II “Contratos en general” del Libro III, así como las disposiciones de la sección
1, Capítulo 5, Título IV del Libro I referidas al objeto de los actos jurídicos.
El Código regula los casos de cosa cierta que dejó de existir, cosa futura y cosa ajena en
los artículos 1.130, 1.131 y 1.132, respectivamente:
a) La cosa cierta deja de existir: como la cosa es un elemento propio del contrato, si se
trata de la venta de una cosa cierta que deja de existir al tiempo de perfeccionarse el
contrato, entonces éste no produce efecto alguno. En cambio, si deja de existir pero
parcialmente, el comprador interesado en la cosa, aun cuando exista en parte, podría
requerir la entrega de esa parte con la correspondiente reducción del precio en forma
proporcional. Asimismo, las partes pueden asumir expresamente el riesgo de que la cosa
deje de existir, ya sea porque haya perecido o esté dañada, en cuyo caso el comprador
no puede exigir el cumplimiento del contrato.
245
b) Cosa futura: se pacta la venta de una cosa que, al momento de la celebración del
contrato, todavía no existe. Por ello es que el contrato queda supeditado a la condición
de que la cosa llegue a existir. Es éste un contrato sujeto al régimen de las obligaciones
condicionales. De igual manera que en el caso del punto “a”, el comprador puede asumir
expresamente el riesgo de que la cosa no llegue a existir, sin poder reclamar esto al
vendedor cuando la no existencia de la cosa no haya obedecido a su culpa.9
c) Cosa ajena: la venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida. El Código remite
a los casos en que se permite que los bienes ajenos constituyan el objeto de los
contratos, de conformidad con el art. 1.008 del Código. En ese sentido, debe tenerse en
cuenta la extensión de la promesa del vendedor para poder conocer sus efectos; así:
El precio
El precio es otro de los elementos del contrato de compraventa. Para que éste último
quede legalmente configurado, es preciso que el precio reúna las siguientes
características:
Determinación del precio por un tercero: se prevé la posibilidad de que sea un tercero el
que determine el precio, ya sea que a éste se lo designe en el contrato o con
posterioridad. En caso de que no hubiere acuerdo sobre el tercero, o que por cualquier
motivo éste no quiera o no pueda determinar el precio, entonces será el juez quien fije
el precio.
Cláusulas especiales
246
precio, con el exceso o disminución convenidos. El contrato sujeto a este pacto se rige
por las reglas de la compraventa sometida a condición resolutoria.
c) Con relación al pacto de preferencia, se establece que es aquel por el cual el vendedor
tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a cualquier otro adquirente si el
comprador decide enajenarla. El derecho que otorga es personal y no puede cederse ni
pasa a los herederos. Estas normas se complementan con lo dispuesto en la parte
general.
Como regla general, se establecen plazos para dar certeza jurídica y para no impedir o
dificultar el tráfico de modo permanente. Se dispone que puedan establecerse por un
plazo que no supere los 5 años para las cosas inmuebles y los 2 años para las cosas
muebles. En caso de que las partes opten por fijar un plazo mayor, este se reduce al
máximo legal de 5 o 2 años de acuerdo con el caso. Se trata de un plazo perentorio y
que no puede ser prorrogado.
Boleto de compraventa
La figura del boleto de compraventa fue incorporada al Código Civil por medio de la ley
17.711 a través del artículo 1185 bis y del agregado de una parte final al artículo 2355.
La mención en esos dos artículos, sumada a las disposiciones de los arts. 1184 y 1185,
ha provocado ríos de tinta sobre la naturaleza jurídica de esta figura jurídica.
Hay quienes caracterizan a este acuerdo como un precontrato. Desde esta perspectiva,
el boleto de compraventa inmobiliaria, celebrado mediante instrumento privado no
puede ser entendido como un contrato definitivo que permite la transmisión o
constitución de un derecho real. Es pues un “antecontrato” o acuerdo previo, o “contrato
preparatorio”, o “precontrato” que genera los efectos propios de esos actos, pero de
ninguna manera reúne los requisitos sustanciales que la ley privada exige. (…) La
posición que se ha logrado imponer en doctrina es la que indica que el boleto de
compraventa importa un contrato en que las partes se obligan válidamente a celebrar
un contrato de compraventa de inmuebles.
Este contrato del artículo 1185 es sin duda alguna un contrato verdadero, firme, serio,
definitivo y perfecto, pero no como contrato de compraventa sino como contrato que
obliga a concluir el de compraventa (…). Ello en alusión al régimen del Código Civil
derogado. En cuanto a la ley 26.994, no ha “esclarecido la cuestión de la naturaleza
jurídica del boleto de compraventa, pues no lo define ni determina sus alcances.
247
ARTICULO 1170.- Boleto de compraventa de inmuebles. El derecho del comprador de
buena fe tiene prioridad sobre el de terceros que hayan trabado cautelares sobre el
inmueble vendido si:
b) el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del precio con anterioridad
a la traba de la cautelar;
El art. 1.170 se refiere a la prioridad que tiene el adquirente de buena fe sobre terceros
que trabaron medidas cautelares sobre el inmueble, enumerando una serie de
supuestos:
a) Cuando el comprador contrató con quien es el titular registral del inmueble o puede
colocarse en la posición de quien contrató con el titular mediante un eslabonamiento
perfecto con esos adquirentes sucesivos.
b) Cuando el comprador pagó un mínimo del 25% del precio antes de que la cautelar
fuera trabada.
c) Cuando el boleto tiene fecha cierta (al respecto, nos remitimos a lo explicado en
relación a la fecha cierta de los instrumentos privados, de conformidad con el art. 317
del Código).
248
Asimismo, el Código contempla en otro artículo el caso concreto de la oponibilidad que
tiene el boleto de compraventa en el caso del concurso o la quiebra del vendedor del
inmueble.
La consecuencia de ello es que el juez deba disponer que se otorgue a favor del
comprador la correspondiente escritura pública. De esta manera, el art. 1.171 considera
que para que el boleto de compraventa sea oponible al concurso o quiebra del vendedor,
los requisitos son: a) que tenga fecha cierta; b) que el comprador sea un adquirente de
buena fe; c) que el comprador haya abonado más del 25% del precio convenido.
En estos textos se alude a la obligación nuclear y típica del contrato, transferir y pagar
el precio, así como a los deberes colaterales, los cuales son absolutamente diferentes en
cuanto a su entidad y funciones. Sin embargo, se ha mantenido la idea de incluirlos en
un solo artículo para cada parte, porque de este modo queda claro que el vendedor o el
comprador tienen un plexo de obligaciones y deberes, si bien de distinta entidad. Es
labor de la doctrina desarrollar aisladamente cada uno de ellos. (Comisión para la
elaboración del proyecto de Ley de reforma, actualización y unificación de los Códigos
Civil y Comercial de la Nación, 2012, p. 140, recuperado de http://goo.gl/rGbU0F).
a) Conservar la cosa:
Esta obligación no surge directamente de los artículos 1.137 a 1.140 que enumeran las
obligaciones del vendedor, pero sí de otras disposiciones aplicables a este contrato.
Así, se menciona al art. 746 que regula las obligaciones de dar, disponiendo que el
deudor de una cosa cierta debe conservarla en el mismo estado en que se encontraba
cuando contrajo la obligación.
Atento que el vendedor debe entregar la cosa, entonces también está obligado a
conservarla sin cambiar su estado, hasta el momento en que haga efectiva la entrega,
por lo que es un cargo inherente a la obligación de entrega. Se la caracteriza como una
249
actividad preparatoria que pondrá el vendedor en condiciones de cumplir su promesa.
La custodia no es, por tanto, una prestación en sentido técnico ni puede ser objeto del
reclamo del comprador por sí misma. Lo que a éste le interesa es que la cosa se le
entregue. No hay, pues, una custodia-deber, como la del depositario, sino solamente la
carga propia de todo deudor de preparar y hacer posible el cumplimiento de la
prestación.
Los gastos de conservación de la cosa corren por cuenta del vendedor, pues eso es lo
que está dispuesto respecto de los gastos de entrega, (art. 1.138) y ya se ha dicho que
la custodia no es sino un aspecto de la entrega. Pero no hay inconveniente en que las
partes estipulen lo contrario, puesto que, en este sentido, rige la autonomía de la
voluntad y las normas a que se hace referencia operan como derecho supletorio en caso
de que las mismas nada hayan dicho.
Asimismo, el art. 1.139 del Código establece que el vendedor debe entregar el inmueble
"inmediatamente de la escrituración", es decir, luego de ella, excepto que se hubiere
convenido lo contrario.
Por otra parte, los gastos de entrega y los vinculados a la obtención de los instrumentos
necesarios para concretar la transferencia, en principio están a cargo del vendedor.
Decimos en principio porque ello es así en tanto no se pacte lo contrario, existiendo
libertad para convenir quien resultará responsable de ello.
Respecto al comprador, el Código regula sus obligaciones en el art. 1.141. Ellas son:
250
es de contado y que el pago del precio debe ser simultáneo a la celebración del contrato
y entrega de la cosa.
2) La recepción de la cosa:
Así como el vendedor debe entregar la cosa, el comprador debe recibirla. Esto implica
realizar todos los actos que razonablemente cabe esperar del comprador para que el
vendedor pueda efectuar la entrega y hacerse cargo de la cosa.
El Código no enumera cuáles son concretamente estos gastos, pero en gran medida
están vinculados a los usos y costumbres. El costo del testimonio de la escritura pública
involucra a las compras de inmuebles y al resto de las transferencias onerosas a las que
se refiere el art. 1.124, e involucra los demás gastos notariales, tales como los honorarios
de los escribanos intervinientes, costos de los timbrados, etc., que son abonados por los
compradores. Hay gastos posteriores a la venta, como, por ejemplo, los gastos de
inscripción, tasas y otros derivados del contrato (Esper, 2015).
El Capítulo 26 del Título IV del Libro Tercero del Código Civil y Comercial de la Nación
regula la cesión de derechos y la cesión de deudas.
Cesión de derechos
Concepto
Se establece que hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un
derecho. Se aplican a la cesión de derechos, siempre que no haya reglas específicas
establecidas en el capítulo 26 del Código, las reglas de:
251
b) La permuta, cuando la cesión se hizo mediante la transmisión de la propiedad de un
bien.
Es formal, ya que la cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los casos en que se
admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual. Deben otorgarse por
escritura pública: la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por
escritura pública; la cesión de derechos hereditarios; la cesión de derechos litigiosos. Si
la cesión no involucra derechos reales sobre inmuebles, también puede hacerse por acta
judicial.
Puede ser onerosa o gratuita. En el primer caso (venta, permuta), será bilateral y
conmutativa porque las prestaciones son recíprocas y se presumen equivalentes; en el
segundo (donación), será unilateral.
Objeto
En cuanto al objeto, la norma es amplia: todo derecho puede ser cedido, excepto que lo
contrario resulte de la ley, de la convención que lo origina, o de la naturaleza del derecho.
No pueden cederse los derechos inherentes a la persona humana.
Respecto a la forma de la cesión, como regla general, se requiere que se haga por
escrito, sin perjuicio de los casos en que se admite la transmisión del título por endoso
o por entrega manual.
Cesión de créditos. Concepto. Tipos. Efectos entre partes y con relación a terceros.
Oportunidad del traspaso del crédito. Garantías
Los pagos del crédito que efectuare el deudor cedido, antes de la notificación de la
cesión, lo liberan (así como cualquier otra causa de extinción de la obligación). Esto es
así, ya que de conformidad con el art. 1.620, la cesión sólo tiene efectos una vez
notificada por los medios previstos expresamente, por lo que, antes de ello, no puede
ser oponible al cedido.
252
Es que el cesionario ostenta cuanto menos la calidad de acreedor condicional y es lógico
que se le reconozca ese derecho, pudiendo, por ende, embargar el crédito, ejercer la
acción subrogatoria, interrumpir la prescripción, etcétera.
Límite de la garantía: el cedente garantiza que el crédito exista y sea legítimo, pero no
garantiza la solvencia del deudor cedido o de los fiadores involucrados (excepto mala fe
del cedente, es decir, que éste último conozca al momento de la cesión el estado de
insolvencia del deudor). Esta es la regla para la cesión onerosa.41 Sin embargo, las
partes en virtud de la autonomía de la voluntad pueden pactar expresamente que se
garantice también por la solvencia.
Cuando, pese a la regla fijada por el art. 1.628, el cedente garantiza la solvencia del
deudor cedido, son aplicables las disposiciones de la fianza. En ese caso, el cesionario
sólo podrá reclamar al cedente que garantizó la solvencia del deudor cedido luego de
haber excutido los bienes de éste último (salvo que esté concursado o quebrado).
Cesión de deudas
En la Sección 2a del Capítulo 26, Título IV, del Libro Tercero, el Código Civil y Comercial
de la Nación regula la cesión de deuda, la asunción de deuda y la promesa de liberación.
Concepto: hay cesión de deudas cuando acreedor, deudor y un tercero convienen que
éste último debe pagar la deuda, sin que exista novación de la obligación. Esto exige
conformidad de los tres: del acreedor, del deudor original y del tercero que se hace cargo
de la deuda. Si, en cambio, el acreedor no prestara conformidad para la cesión de la
deuda de la cual es acreedor con la consecuente liberación del deudor, el tercero será
un deudor subsidiario.
253
Diferente es el caso de la promesa de liberación. Como su nombre lo indica, esta es una
promesa efectuada por un tercero al deudor de que lo liberará de una deuda,
cumpliéndola en su lugar. El vínculo es entre el tercero y el deudor, no involucrando al
acreedor.
Como señala Alterini (2012), “las relaciones negociales, en el mundo moderno son
esencialmente dinámicas y el contrato -en cuanto sirve como título para la obtención de
bienes- frecuentemente debe sufrir mutaciones en algunos de sus sujetos” (2012, p.
427). Y continúa, “en el mundo real de los negocios actuales, que suele pertenecer a los
megacontratos, es frecuente que por diversas causas (…) uno de los contratantes quiera
separarse del contrato en curso y colocar al tercero en su misma posición contractual”
(2012, p. 427).
Efectos
Ahora bien, si los co-contratantes cedidos habían pactado con el cedente una garantía
para el caso de incumplimiento del cesionario, conservan sus acciones contra el cedente.
Para ello deben notificar al cedente el incumplimiento mencionado dentro de los 30 días
de acaecido; de lo contrario, queda liberado.
Garantía: el cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato que cede.
Queda asimilado a un fiador, cuando garantiza el cumplimiento de las obligaciones de
los otros contratantes.
Locación de cosas
254
Concepto y elementos esenciales
El art. 1.187 da una definición del contrato de locación de cosas, disponiendo que es
aquél en el que una parte se obliga a entregar a otra el uso y goce temporario de una
cosa (parte denominada locador), a cambio del pago, por la otra, de un precio en dinero
(parte denominada locatario).
a) La obligación del locador de conceder el uso y goce de una cosa. En ese sentido,
coincidimos con Leiva Fernández (2014) en cuanto a que “se delimita el concepto de uso
como el referido a la utilización de la cosa misma dada en locación, y el de goce como
el aprovechamiento o disfrute de los frutos o productos ordinarios de esa cosa” (2014,
p. 49). Es sumamente relevante entender el alcance de la concesión del uso y goce en
la locación, y no confundirlo con la transmisión de un derecho real de dominio o de la
posesión sobre la cosa. En el contrato de locación el locatario reconoce la posesión en
cabeza del locador.
255
Naturaleza jurídica del derecho del locatario
El derecho del locatario es un derecho de fuente contractual, en tanto nace del contrato
celebrado entre las partes (locador-locatario), y, por lo tanto, es personal. Sin embargo,
tiene algunas características propias de los derechos reales: Por ejemplo, en el caso de
enajenación de la cosa locada, la locación “subsiste durante el tiempo convenido,
aunque la cosa locada sea enajenada”; el tenedor cuando es turbado, tiene acciones
para mantener la tenencia (art. 2.242).
Con el comodato: en el comodato también se entrega una cosa para que la otra parte se
sirva de ella, pero este contrato necesariamente es gratuito. El comodatario no debe
pagar precio al comodante por el uso de la cosa. El comodatario no tiene derecho a los
frutos.
Plazos
Los plazos mínimos se constituyen a favor del locatario, por eso es que todo contrato
celebrado por un plazo inferior, o sin determinación del plazo, debe ser considerado
hecho por el término mínimo de dos años.
256
Locaciones excluidas del plazo mínimo legal. Conforme el art. 1.199 del Código, no se
aplica el plazo mínimo legal a los contratos de locación de inmuebles o parte de ellos
destinados a:
b) habitación con muebles que se arrienden con fines de turismo, descanso o similares.
Si el plazo del contrato supera los tres meses, se presume que no fue hecho con esos
fines;
Tampoco se aplica el plazo mínimo legal a los contratos que tengan por objeto el
cumplimiento de una finalidad determinada expresada en el contrato y que debe
normalmente cumplirse en el plazo menor pactado.
El parágrafo 1, de la Sección 4a del Código, establece las obligaciones del locador (arts.
1.200 a 1.204).
2) Conservación de la cosa:
El locador debe conservar la cosa locada en estado de servir al uso y goce convenido y
efectuar a su cargo la reparación que exija el deterioro originado en su calidad o defecto,
en su propia culpa, o en la de sus dependientes o en hechos de terceros o caso fortuito.
3) Pago de las mejoras: “El locador debe pagar las mejoras necesarias hechas por el
locatario a la cosa locada, aunque no lo haya convenido, si el contrato se resuelve sin
culpa del locatario, excepto que sea por destrucción de la cosa”.
257
El art. 1605 del Código Civil de Vélez Sarsfield consideraba vicio redhibitorio que el
inmueble se vuelva oscuro por edificarse en predio lindero, lo que era lógico porque
actividad productiva cesaba con la caída del sol por no existir la luz eléctrica. En esta
época es inadecuado mantener el planteo. Ni la solución, porque lo que Vélez anunció
como vicio redhibitorio, no es tal, ya que el defecto, no se origina en la cosa objeto del
contrato, sino en otra causa ajena cual es la construcción lindera inexistente al momento
de contratar la locación. (2014, p. 63).
1) Prohibición de variar el destino: “El locatario puede usar y gozar de la cosa conforme
a derecho y exclusivamente para el destino correspondiente”.60 No puede variarlo
aunque ello no cause perjuicio al locador.
Ello tiene relación con el art. 1.194, que contempla el destino de la cosa locada:
A falta de convención, puede darle el destino que tenía al momento de locarse, el que
se da a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra o el que corresponde a
su naturaleza.
Sólo tiene derecho a reclamar el valor de las mejoras necesarias al locador, mas no tiene
derecho a reclamar el pago de mejoras útiles y de mero lujo o suntuarias. Por ejemplo,
si quiere cambiar los picaportes de las puertas por unos bañados en oro, no podrán luego
reclamarlas al locador, pues no revisten el carácter de necesarias.
258
Asimismo, el art. 1.224 prevé las facultades sobre las mejoras útiles o suntuarias,
estableciendo:
El locatario puede retirar la mejora útil o suntuaria al concluir la locación; pero no puede
hacerlo si acordó que quede en beneficio de la cosa, si de la separación se sigue daño
para ella, o separarla no le ocasiona provecho alguno.
Al respecto, se sostiene:
5) Pago del canon convenido: “La prestación dineraria a cargo del locatario se integra
con el precio de la locación y toda otra prestación de pago periódico asumida
convencionalmente por el locatario”. Es decir que el “canon tiene un significado más
amplio que el alquiler al que también comprende, pues también comprende toda
prestación periódica que se haya pactado entre las partes del contrato y en razón del
mismo” (Leiva Fernández, 2014, p. 66).
Para su cobro se concede vía ejecutiva, lo que está regulado por la correspondiente
normativa procesal de cada Provincia.
A falta de convención, el pago debe ser hecho por anticipado: si la cosa es mueble, de
contado; y si es inmueble, por período mensual.
No tiene a su cargo el pago de las que graven la cosa, excepto pacto en contrario.
También debe entregarle las constancias de los pagos que efectuó en razón de la
relación locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los servicios que tenga.
259
Se prevé la obligación de entregar al locador todas las constancias (recibos,
comunicaciones, etc.) que tenga en poder el locatario que resulten atinentes a la cosa
locada, verbigracia, expensas, o a los servicios que en ella se prestan y que suelen
incorporarse en la mayoría de los contratos de locación. (…) La palabra constancias se
utiliza en forma que también abarca a los informes de pago por débito sea en cuentas
bancarias o a través de tarjetas de crédito. (Leiva Fernández, 2014, p. 67).
Antes de la sanción de la ley 26.994, la ley de locaciones urbanas (ley 23.091) regulaba
el régimen que debían respetar los contratos de locación destinados a vivienda,
estableciendo ciertos principios en protección del locatario. Hoy, el Código Civil y
Comercial de la Nación incorpora algunas normas de la ley 23.091 a su régimen,
concentrando en sus disposiciones toda la regulación atinente a la locación de inmuebles
urbanos.
Conclusión de la locación
El nuevo art. 1218 recibe la regla del derogado art. 1622, en cuanto prohíbe la tácita
reconducción y autoriza la continuación del contrato bajo sus mismos términos aun
vencido el plazo contractual.
Sin embargo, existe una diferencia entre la regla derogada y la del art. 1218. Consiste
en dilucidar quién es el legitimado para dar por concluida la locación luego de vencido
el plazo contractual, pues el artículo derogado solo legitima al locador, y el actual 1218
(…) pone en pie de igualdad a locador y locatario, autorizando que sea cualquiera de
ambas partes quien comunique a la otra su voluntad de concluir el vínculo locativo
prolongado en el tiempo pese a estar vencido el plazo contractual. (…) la recepción de
pagos durante la continuación de la locación no altera lo dispuesto sobre la no existencia
de tácita reconducción. Es un principio admitido sin fisuras con anterioridad, aunque
quizás innecesario, puesto que la continuación de la locación bajo sus mismos términos
implica necesariamente el pago, cobro y otorgamiento de recibo de alquileres. Y quien
paga, cobra exige u otorga recibo lo hace en virtud de los deberes seguidos de la
continuación de la locación que está en sus manos utilizar o no, y no porque exista tácita
reconducción. Si el monto del alquiler pagado luego de vencido el plazo contractual
excede al anteriormente pagado no corresponde asumir que hay un nuevo contrato.
(Leiva Fernández, 2015, Apartado XXV).
b) La resolución anticipada.
Aun cuando el contrato tiene un plazo mínimo de duración, la ley le acuerda (sólo al
locatario) la posibilidad de concluir anticipadamente el contrato. Esto es coherente con
la disposición del art. 1.198, en tanto está estipulada en beneficio del locatario.
El Código prevé en el art. 1.221 las reglas para la resolución anticipada. A saber:
260
“a) si la cosa locada es un inmueble y han transcurrido seis meses de contrato, el
locatario debe notificar en forma fehaciente su decisión al locador”. Si bien establece
este deber, no fija un tiempo de antelación con el que debe efectuarse la notificación.
Asimismo, prevé:
“b. en los casos del artículo 1199 [excepciones al plazo mínimo legal], debiendo [el
locatario] abonar al locador el equivalente a dos meses de alquiler”.
b) por falta de conservación de la cosa locada, o su abandono sin dejar quien haga sus
veces;
Procedimiento de desalojo:
(…) las obligaciones del fiador cesan automáticamente al vencimiento del plazo de la
locación, excepto la que derive de la no restitución en tiempo del inmueble locado.
Es nula toda disposición anticipada que extienda la fianza, sea simple, solidaria como
codeudor o principal pagador, del contrato de locación original.
Facultad de retención:
El art. 1.226 del Código Civil y Comercial faculta al ex locatario retenedor a percibir los
frutos naturales que produzca la cosa retenida imputando su valor a compensar la suma
que le es debida. Desde luego que el ex locatario no está obligado a hacerlo aun en caso
261
de retener la cosa que tuvo alquilada; es una facultad, no un deber (Leiva Fernández,
2015).
Concretamente, el art. 1.226 prevé: “El ejercicio del derecho de retención por el locatario
lo faculta a percibir los frutos naturales que la cosa produzca. Si lo hace, al momento de
la percepción debe compensar ese valor con la suma que le es debida”.
Cesión. A los efectos de la cesión de la posición contractual del locatario, el Código nos
remite a las reglas de la cesión de posición contractual contenidas en el capítulo 27 del
Título IV, del Libro Tercero del Código (art. 1.636 y siguientes). De lo contrario, una cesión
que no se cumpla de acuerdo con dichas normas, entonces viola la prohibición de variar
el destino de la cosa locada. “Sólo por excepción se permite la cesión del contrato, si se
cumple con la norma de cesión de posición contractual del art. 1636 y ss” (Leiva
Fernández, 2014, p. 67).
En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las partes puede transmitir
a un tercero su posición contractual, si las demás partes lo consienten antes,
simultáneamente o después de la cesión. Si la conformidad es previa a la cesión, ésta
sólo tiene efectos una vez notificada a las otras partes, en la forma establecida para la
notificación al deudor cedido.
“La sublocación sólo se autoriza si no hay pacto en contrario, pero aún autorizada el
locatario debe seguir un procedimiento” (Leiva Fernández, 2014, p. 67).
Está implícita la cláusula de usar y gozar de la cosa sin transgredir el contrato principal.
262
Acción directa del locador contra el sublocatario: sin perjuicio de sus derechos respecto
al locatario, el locador tiene acción directa contra el sublocatario para cobrar el alquiler
adeudado por el locatario, en la medida de la deuda del sublocatario. También puede
exigir de éste el cumplimiento de las obligaciones que la sublocación le impone, inclusive
el resarcimiento de los daños causados por uso indebido de la cosa.
Acción directa del sublocatario contra el locador: el sublocatario tiene acción directa
contra el locador para obtener a su favor el cumplimiento de las obligaciones asumidas
en el contrato de locación.
Obras y servicios
El capítulo 6 del Título IV del Libro Tercero del Código regula el contrato de obras y
servicios, estableciendo una Sección 1a en la que se regulan disposiciones comunes a
los contratos de obras y de servicios. Luego, en la Sección 2a, se prevén disposiciones
particulares para las obras. Y, por último, en la Sección 3a se fijan normas para los
servicios.
Concepto
Hay contrato de obra o de servicios cuando una persona, según el caso el contratista o
el prestador de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor de otra,
llamada comitente, a realizar una obra material o intelectual o a proveer un servicio
mediante una retribución.
El contrato es gratuito si las partes así lo pactan o cuando por las circunstancias del caso
puede presumirse la intención de beneficiar.
“Las disposiciones de este Capítulo se integran con las reglas específicas que resulten
aplicables a servicios u obras especialmente regulados”.
La calificación del contrato, como de obra o servicio, puede generar dificultades. La ley
establece una pauta al respecto: así es que prevé en el art. 1.252:
Si hay duda sobre la calificación del contrato, se entiende que hay contrato de servicios
cuando la obligación de hacer consiste en realizar cierta actividad independiente de su
eficacia. Se considera que el contrato es de obra cuando se promete un resultado eficaz,
reproducible o susceptible de entrega.
263
Existe una gran dificultad en la doctrina y jurisprudencia para interpretar cuando hay
una obra y cuando un servicio, con consecuencias importantes en numerosos casos. Por
esta razón cabe suministrar algunas pautas. Un servicio es un hacer con un valor
específico y no un dar. Desde el punto de vista económico, el servicio es todo lo que
brinda una función intangible al adquirente, que no incluye un producto. La economía
distingue entonces entre el servicio y el producto, de un modo análogo al distingo entre
compraventa y el contrato de servicios. No obstante, se observa que en algunos servicios
públicos (teléfonos, electricidad), se da una cosa a cambio de un precio, lo que puede
generar confusiones. En el régimen del Código Civil de Vélez Sarsfield, puede contratarse
un trabajo proveyendo la materia principal (artículo 1629) y por eso la ley los denomina
adecuadamente “servicios” (conf. por ej. ley 23.696). De modo que el servicio puede
caracterizarse como una actividad, que involucra una obligación de hacer. La fabricación
de bienes y la transmisión de derechos reales, aunque puedan darse, son accesorios de
la finalidad principal. El servicio es actividad intangible. Desde el punto de vista del
receptor, la actividad es intangible, se agota con el consumo inicial y desaparece. Este
dato ha sido puesto de relieve para justificar la inversión de la carga de la prueba, porque
quien recibe el servicio tiene dificultades probatorias una vez que la actividad se prestó
(propuesta directiva de la CEE, 18-1-91). La obra es resultado reproducible de la
actividad y susceptible de entrega En la obra se pretende la obtención de un resultado,
y no sólo la actividad de trabajo. El trabajo es un medio y el objeto propio es la utilidad
abstracta que se puede obtener. En los servicios, el trabajo es un fin, y el objeto del
contrato es la utilidad concreta que se deriva del trabajo. En los servicios se contrata a
la persona en cuanto productora de utilidad; en la obra se contrata a la utilidad y la
persona sólo es relevante en los supuestos en que sea intuitu personae. En el contrato
de obra se contrata la utilidad de la persona y no a la persona en cuanto es útil. Este
“producto” de la actividad tiene una característica en nuestro Derecho: debe ser
reproducible. Lo que interesa para calificar a la obra es la posibilidad de reproducirla con
independencia de su autor. El servicio, por el contrario, es intangible, desaparece al
primer consumo, y es necesario que concurra el autor para hacerlo nuevamente.
Si la obra o el servicio se ha contratado por un precio global o por una unidad de medida,
ninguna de las partes puede pretender la modificación del precio total o de la unidad de
medida, respectivamente, con fundamento en que la obra, el servicio o la unidad exige
menos o más trabajo o que su costo es menor o mayor al previsto, excepto lo dispuesto
en el artículo 1091.
Efectos
264
a) ejecutar el contrato conforme a las previsiones contractuales y a los conocimientos
razonablemente requeridos al tiempo de su realización por el arte, la ciencia y la técnica
correspondientes a la actividad desarrollada;
c) proveer los materiales adecuados que son necesarios para la ejecución de la obra o
del servicio, excepto que algo distinto se haya pactado o resulte de los usos;
El art. 1.257, por su parte, establece las obligaciones del comitente: “a) pagar la
retribución; b) proporcionar al contratista o al prestador la colaboración necesaria,
conforme a las características de la obra o del servicio; c) recibir la obra si fue ejecutada
conforme a lo dispuesto en el artículo 1256”.
Otros efectos
Muerte del comitente: “La muerte del comitente no extingue el contrato, excepto que
haga imposible o inútil la ejecución”.
Desistimiento unilateral:
El comitente puede desistir del contrato por su sola voluntad, aunque la ejecución haya
comenzado; pero debe indemnizar al prestador todos los gastos y trabajos realizados y
la utilidad que hubiera podido obtener. El juez puede reducir equitativamente la utilidad
si la aplicación estricta de la norma conduce a una notoria injusticia.
La ruptura de esta etapa del negocio por el comitente puede producirse de dos formas,
una abrupta o intempestiva o bien ser el resultado de una decisión razonada y fundada
siguiendo los lineamientos de la buena fe negocial. A los efectos de la reparación es el
primer supuesto (ruptura abrupta o intempestiva) en particular el que habrá de
generarla, debiendo repararse los denominados daños al interés negativo que habrán de
comprender los gastos efectivamente realizados (daño emergente) y la pérdida de
chance por la frustración de las razonables expectativas generadas. El artículo 1261 (…)
atiende expresamente a los supuestos de desistimiento del comitente, estableciendo
que el mismo puede hacerlo por su propia voluntad, vale decir, que no se requiere la
existencia de una causa, pudiendo hacerlo efectivo aunque la ejecución se haya iniciado,
imponiendo la obligación de indemnizar al prestador por todos los gastos, trabajos y las
utilidades que hubiera podido obtener por el contrato. (Lovece, 2014, p. 92).
265
CONTRATOS COLABORATIVOS, GRATUITOS Y DE PRÉSTAMO
Mandato
Concepto
El art. 1.319 del Código define al contrato de mandato estableciendo que éste existe
“cuando una parte se obliga a realizar uno o más actos jurídicos en interés de otra”.
Efectos
Coincidimos con Esper (2015) en que el concepto de contrato de mandato que establece
el Código Civil y Comercial de la Nación es apropiado con la decisión tomada de escindir
la figura del contrato en sí mismo del tratamiento y regulación de la representación como
instituto. Por eso es que en el concepto de mandato se hace referencia a la actuación de
una parte en interés de otra (es decir, en interés del mandante), dejando de lado la
actuación en nombre de otro sujeto tal como lo disponía el concepto de mandato en el
régimen del Código Civil derogado.El mandato como contrato contempla tanto la forma
civil como comercial (en virtud de la unificación de ambos Códigos).
Las dos partes que existen en el contrato de mandato son mandante y mandatario. El
mandatario es quien realiza actos de gestión o colaboración en interés de la otra, que es
el mandante.
El Código prevé que cuando una persona sabe que alguien está realizando algo en su
interés y no lo impide, pudiendo hacerlo, entonces se ha dado tácitamente un mandato.
Ello, siguiendo a Esper (2015), confirma que la ejecución del mandato supone su
aceptación, aunque hubiese una declaración expresa. El autor entiende que esa
disposición es redundante en virtud de la existencia de un principio general fijado por el
Código en el art. 262 que considera a la ejecución de un hecho material como expresiva
de la voluntad.
Luego continúa diciendo que en el mandato sin representación “(…) hay encargo pero
falta el negocio de apoderamiento; de ahí que el mandatario deba cumplir con la
celebración de los actos jurídicos en su propio nombre, aunque en interés ajeno” (2014,
p. 144).
El mandante puede conferirle poder al mandatario para ser representado, en cuyo caso
le son aplicables las disposiciones previstas en materia de representación, a las que ya
nos hemos referido.
266
En el mandato representativo, de conformidad con el art. 366 del Código, los actos
efectuados por el mandatario (siempre que se encuentren dentro de los límites del poder
que le fuera conferido) obligan directamente al mandante y a los terceros, pese a lo cual,
en principio, el mandatario no queda obligado frente a los terceros.
Ahora bien, tal como lo dispone el art. 1.321 del Código, es posible que la representación
no exista en el mandato. Por tal motivo, se puede hablar de mandato representativo o
mandato sin representación. Esta distinción, que no estaba presente en el Código Civil
derogado, se vuelve clara en la nueva regulación efectuada por la ley 26.994.
Entonces, en el caso particular del mandato sin representación, en el que no hay poder
conferido al mandatario conforme lo dispone el art. 1.321 del Código, éste actúa en
nombre propio pero en interés del mandante. Mosset Iturraspe (2014) destaca que:
Es que el encargo debe ser ejecutado fielmente, de acuerdo con las instrucciones
impartidas por el mandante, considerando la naturaleza y el tipo de negocio de que se
trate y siempre haciéndolo dentro de los límites de la función asignada (Esper, 2015). En
ese sentido, cobra relevancia la aplicación del art. 366 del Código, que delimita los casos
267
de actuación en ejercicio del poder y las consecuencias derivadas de ello (que los actos
del mandatario obliguen directamente al mandante y a los terceros. Ello en el caso del
mandato con representación).
Los anteriores tres incisos se relacionan, ya que hacen referencia al deber de suministrar
información por parte del mandatario de circunstancias que pueden afectar de algún
modo el contrato de mandato. Se entiende que es parte del buen obrar del mandatario
comunicar cualquier situación que involucre el desarrollo del contrato.
d) mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato que, por
su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;
e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y
ponerlo a disposición de aquél;
g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses
moratorios, de las sumas de dinero que haya utilizado en provecho propio;
Es un deber tradicional del mandatario, que debe respetarse durante todo el encargo y
no sólo al momento de finalizar la gestión del mandatario (Esper, 2015).
268
Y por último:
Debe, como titular del interés, poner la cooperación necesaria y posible para que el
encargado llegue al resultado querido por ambos. (…) El resultado prometido por el
mandatario no puede lograrse, normalmente si el mandante no pone a su disposición
todos los medios a su alcance para esa finalidad.
Asimismo, debe compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto
razonable en que se haya incurrido para ese fin. Para que proceda la compensación de
gastos, la ley impone tres requisitos: 1) que el mandatario requiera el reembolso, lo que
puede realizar en cualquier tiempo, incluso antes de concluido el mandato; 2) que los
gastos sean razonables, de acuerdo con las circunstancias de tiempo, lugar, personas,
etc., del encargo realizado, lo que variará según cada caso; y 3) que el mandato sea la
causa de la erogación realizada (Esper, 2015).
b) Indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la ejecución del
mandato, no imputables al propio mandatario.
Es que durante la ejecución del contrato de mandato es posible que el mandatario sufra
algún perjuicio, ya sea en su persona o en sus bienes, pero que tienen estricta
vinculación con el contrato de mandato, pues de otra forma no los hubieran sufrido. En
consecuencia, los perjuicios sufridos deben ser indemnizados por quien encargó la tarea,
es decir, por el mandante, siempre y cuando esos daños no sean producto de la culpa o
dolo del mandatario, tal como surge de la última parte del artículo mencionado. El
mandato no debe perjudicar ni empobrecer al mandatario (Esper, 2015).
269
Mandato irrevocable
Como regla, el mandato es revocable; esto es, puede ser extinguido por decisión
unilateral del mandante, tal como lo prevé el art. 1.329 inc. c. La revocación pone fin al
contrato de mandato.
1) la posición preeminente del mandante, “dueño” del negocio frente al mandatario (…);
Si bien, como regla, el mandato puede ser revocado, cuando la revocación es ejercida
sin justa causa en el marco de un contrato de mandato que fue otorgado por tiempo
determinado o por asunto determinado, y la misma se produce antes del vencimiento
del plazo o de la culminación del asunto o negocio, entonces el mandante debe
indemnizar los daños causados al mandatario como consecuencia de la extinción del
contrato que los vinculara.
Por otra parte, si el mandato fue dado por plazo indeterminado, el mandante debe dar
aviso por un plazo adecuado a las circunstancias o, en su defecto, indemnizar los daños
que cause su omisión. El Código contempla una suerte de indemnización sustitutiva del
preaviso para los casos en que éste se omita.
Por último, nos referimos al caso del mandato irrevocable. En casos excepcionales, el
Código permite que se pacte el carácter irrevocable del mandato, delegando su
regulación a lo estipulado en los inc. b y c del art. 380, que regula los casos de extinción
del poder.18
De acuerdo a Mosset Iturraspe (2014), “la cesación o extinción significa el fin del
contrato, la conclusión de la situación que vincula a las partes, mandante- mandatario,
y por ende, la terminación de las relaciones jurídicas que las ligan” (2014, p. 186). Luego
continúa diciendo, con razón, que la culminación del mandato “significa también la
terminación de una situación que legitima la actuación del mandatario en interés del
mandante, sea en nombre del mandante, sea en nombre propio” (2014, p. 186).
Causales y efectos
El art. 1.329 del Código enumera los casos de extinción del mandato. Se pueden
distinguir entre causas normales de extinción de este contrato a las siguientes:
a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento de la
condición resolutoria pactada. Así, al respecto, Esper (2015) señala que el transcurso del
tiempo produce la extinción sin que se requiera manifestación de las partes. Además, la
verificación del hecho condicionante al que se había condicionado el contrato de
mandato genera la culminación del contrato sin efecto retroactivo, de similar manera a
lo establecido por el Código en cuanto a los efectos de los actos jurídicos subordinados
270
a condición (art. 346, según el cual la condición no opera retroactivamente, salvo pacto
en contrario20);
b) por la ejecución del negocio para el cual fue dado. Tal como señala Mosset Iturraspe
(2014), “como los contratos se celebran para ser cumplidos, lo habitual y natural es que
el mandato se cumpla y como consecuencia de ello cese. La extinción por cumplimiento
se denomina ‘agotamiento’” (2014, p. 187).
Por otro lado, podemos referirnos a causas anormales, que pueden ser propias de todos
los contratos o vinculadas con las características particulares de este contrato. El Código
enumera los siguientes casos:
Fianza
Contrato de Fianza
En la definición prevista en el art. 1.574 del Código Civil y Comercial, se establece que:
Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga accesoriamente por otra a
satisfacer una prestación para el caso de incumplimiento. Si la deuda afianzada es de
entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser cumplida personalmente por el deudor
o de no hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los daños que resulten de la
inejecución.
La fianza debe convenirse por escrito y puede garantizar obligaciones actuales o futuras,
inclusive las obligaciones de otro fiador. La fianza garantiza la obligación principal, sus
accesorios y los gastos que pueda acarrear el cobro para el acreedor.
Para hacer una distinción entre garantías reales y garantías personales, podemos decir
lo siguiente.
Las garantías personales son aquellas que afectan el patrimonio de una persona, aunque
no determinados bienes individuales de ese patrimonio. La fianza es la garantía personal
por excelencia, y la desarrollaremos a continuación.
Las garantías reales, en cambio, son aquellas que afectan determinados bienes y dan
lugar a la constitución de derechos reales de garantía, tales como la hipoteca y la prenda,
con las particularidades específicas de estos derechos.
De acuerdo con el art. 478 del Código de Comercio, derogado por ley 26.994, la fianza
era civil o comercial según lo fuera la obligación principal, en la aplicación del principio
de que lo accesorio tiene la naturaleza jurídica de lo principal.
271
Con el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, la distinción entre fianza civil y
comercial se extingue, quedando equiparadas en cuanto a su regulación y a sus efectos.
Modalidades
Fianza solidaria: en principio, el fiador no es responsable solidario con el deudor. Por esa
razón es que cuenta con el beneficio de excusión previsto en el art. 1.583 del Código,
que le permite exigir que primero sean ejecutados los bienes del deudor.
Sin embargo, la fianza puede ser solidaria en dos casos: a) cuando expresamente lo
convengan las partes; b) cuando el fiador renuncie al beneficio de excusión. En ese caso,
el acreedor podrá demandar indistintamente el cobro a ambas partes (deudor o fiador).
Fiador principal pagador: si una persona se obliga como principal pagador, aunque se
consigne que es fiador (cláusula que vemos en numerosos contratos, “fiador principal
pagador”), se considera deudor solidario. En consecuencia, no tiene los beneficios del
fiador y se le aplican las normas de las obligaciones solidarias.
Efectos
Obligaciones y derechos del fiador: el fiador desempeña el papel de garante del deudor
principal. Si éste no cumple, él deberá hacerlo. Por cumplimiento debe entenderse hacer
efectiva la obligación en el modo, lugar y tiempo convenidos.
Es necesario destacar que su obligación tiene carácter accesorio y subsidiario; por esta
razón, cuenta con los siguientes recursos:
a) Podrá exigir al acreedor que sólo dirija su pretensión en su contra una vez que haya
excutido los bienes del deudor. Si esos bienes sólo alcanzan para un pago parcial, podrá,
entonces, el acreedor demandar al fiador pero sólo por el saldo.
b) Si los fiadores son varios, sólo está obligado a pagar su parte, ya que responde por la
cuota a la que se ha obligado. Si no hay nada convenido, se entiende que responden por
partes iguales. Esto se denomina “Principio de división” , y es un beneficio renunciable
por los fiadores. Respecto al funcionamiento del beneficio, no opera de pleno derecho y
el fiador interesado debe oponerlo cuando se le reclame más de lo que le corresponde.
Pero, a diferencia de lo que ocurre con el beneficio de excusión, puede ser opuesto en
cualquier estado de pleito.
c) Puede oponer todas las defensas y excepciones propias y las que podría oponer el
deudor principal, aunque éste las haya renunciado.
272
El beneficio de excusión: es el derecho que tiene el fiador de oponerse a hacer efectiva
la fianza en tanto el acreedor no haya ejecutado todos los bienes del deudor. Este
derecho encuentra su justificación en la razón de ser de la fianza, que consiste en
proporcionar al acreedor más firmes perspectivas de satisfacción de su crédito contra el
deudor principal, pero sin desplazar definitivamente a éste último de su obligación.
La excusión (o ejecución) de todos los bienes del deudor no tiene el carácter de una
condición previa ineludible para el acreedor. Éste último puede iniciar su acción
directamente contra el fiador sin necesidad de demostrar que previamente se dirigió
contra el deudor principal, pero se expone a que el fiador paralice su acción invocando
este beneficio que funciona como excepción dilatoria y que debe oponerse en la
oportunidad que las leyes procesales señalen para dichas excepciones dilatorias o
cuanto más al contestar la demanda.
Por otra parte, en el caso del “fiador del fiador” (si el fiador hubiera dado, a su vez, otro
fiador en garantía de sus obligaciones de afianzamiento) éste último goza del beneficio
de excusión respecto del deudor principal y del primer fiador. El acreedor deberá ejecutar
en primer término al deudor principal, luego al primer fiador y recién entonces estará en
condiciones de dirigir su acción contra el segundo.
Si hay varios cofiadores de una misma obligación, y uno de ellos cumple en exceso de lo
que le corresponde, entonces queda subrogado en los derechos que tiene el acreedor,
sobre los otros fiadores.
Extinción de la fianza
273
b) cuando, sin consentimiento del fiador, se prorroga el plazo de cumplimiento de la
obligación. Ya se extendería la obligación del fiador sin su consentimiento;
c) cuando pasaron cinco años desde que se dio la fianza general por obligaciones futuras
y éstas no nacieron. Ello, para no dejar ligado indefinidamente al fiador en las
obligaciones contraídas;
d) cuando el acreedor, siendo requerido por el fiador, no inicia las acciones judiciales en
contra del deudor dentro de los 60 días de ser requerido, o lo hace pero deja perimir la
instancia. Ello es así, en tanto supone un desinterés del acreedor en perseguir el cobro
de la deuda;
e) por novación de la obligación principal, aun cuando haya reserva en esa novación, de
que el acreedor continuara el cobro contra el fiador.
Cuando el fiador cumple con su prestación, entonces queda subrogado en los derechos
del acreedor; por lo tanto, lo sustituye y, en consecuencia, puede exigir al deudor el
reembolso de lo que pagó. Ello más todos los intereses que correspondan desde el día
en que pagó y de los daños y perjuicios ocasionados con motivo de la fianza.
Fiador: la ley le impone al fiador la carga de comunicar al deudor el pago que haga al
acreedor. Ello es sumamente relevante, pues cuando el fiador paga sin el consentimiento
del deudor, este último puede oponerle todas las defensas que tenía frente al acreedor.
A modo de ejemplo, si el deudor pagó al acreedor, desconociendo que el fiador ya había
pagado, el fiador sólo podrá repetir el pago en contra del acreedor, que cobró dos veces,
pero no podrá hacerlo en contra del deudor. Ello, pues debería haberle dado aviso del
pago efectuado.
Respecto a los derechos del fiador, se le reconoce la posibilidad de que trabe embargo
sobre bienes del deudor a los efectos de garantizar el cobro de la deuda afianzada, en
la medida en que:
e) si el deudor asumió riesgos excesivos, de los que se entiende que puede verse
perjudicada su capacidad de pago de la deuda;
f) el deudor quiere irse del país sin dejar bienes suficientes para el pago de la deuda.
274
Donación
La donación es una figura que se puede definir conforme a lo expresado por el Código,
pero en ciertas ocasiones se confunde con liberalidades realizadas entre vivos, puesto
que no todo acto a título gratuito es donación. No lo son, por ejemplo, los actos de última
voluntad.
De acuerdo con el art. 1.542, hay donación cuando una parte se obliga a transferir
gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta. De esta definición se desprenden los
siguientes elementos:
a) Es un acto entre vivos. Los actos de última voluntad, llamados testamentos, tienen un
régimen legal distinto.
c) La transferencia debe ser a título gratuito; esto es, una de las partes hace un sacrificio,
se desprende de bienes, sin contraprestación por la otra parte. Sin embargo, es posible
que el contrato de donación obligue al donatario a hacer o pagar algo, ya sea en beneficio
del donante o de un tercero, y esto no desnaturaliza la esencia gratuita del acto.
d) Se requiere la aceptación del donatario. De acuerdo con el art. 1.545, esa aceptación
puede ser expresa o tácita. Nos remitimos a las formas de aceptación estudiadas en la
Lectura 1. En cuanto a la forma, está sujeta a las reglas que se aplican a las donaciones.
Es importante tener en cuenta que la aceptación debe producirse en vida de ambas
partes, donante y donatario.
275
quien ha recibido un beneficio. Pero puede ocurrir que, en el mismo contrato, el donante
imponga al donatario ciertas obligaciones accesorias llamadas cargos.
Liberalidades
Entendemos a las liberalidades como actos a título gratuito, a través de los cuales una
persona dispone voluntariamente de sus bienes en beneficio de otro, otorgándole una
ventaja material. Esto es en sentido amplio. Por eso, la donación, como contrato, es una
especie de bilateralidad.
Como es una liberalidad, un acto a título gratuito, sólo pueden ser donantes las personas
que tengan capacidad plena para disponer de sus bienes. Los menores emancipados
pueden hacer donaciones, excepto de aquellos bienes que hubiesen recibido a título
gratuito. Pero sí podrían donar bienes que hayan adquirido con razón de su trabajo.
En cuanto a la capacidad de los donatarios, deben ser capaces para aceptar la donación.
Si no lo son (en el caso de los incapaces), entonces sus representantes legales pueden
aceptarlas por ellos. Si la donación tuviera un cargo, el Juez debería autorizarla. Por otra
parte, los tutores y curadores no pueden recibir donaciones de las personas que hayan
estado bajo su tutela o curatela, hasta antes de la rendición de cuentas y el pago de las
sumas que les debieran.
b) Cosas respecto de las cuales el donante no tenga el dominio, es decir, cosas ajenas.
Forma y prueba
276
Clases de donaciones
Donaciones mutuas: son aquellas que se hacen a dos o más personas, recíprocamente.
En estos casos, la nulidad de una de ellas afecta a la otra, pero la ingratitud o el
incumplimiento del cargo sólo afecta al donatario que es culpable.
Donación con cargo: se denomina cargo a la obligación accesoria impuesta al que recibe
una liberalidad. La imposición de un cargo influye sobre el régimen de las donaciones,
porque ellas dejan, entonces, de ser un acto puramente gratuito y en la medida en que
el valor del cargo se corresponda con el de la cosa donada, es un acto a título oneroso.
En el excedente se aplican las normas de las donaciones.
En el caso de incumplimiento de los cargos por parte del donatario, éste sólo responde
con la cosa donada y hasta el valor de la cosa, si ésta ya no existiere por su culpa o si la
hubiese enajenado. Ahora bien, es liberado cuando la cosa deja de existir sin su culpa.
Donaciones inoficiosas
La porción legítima de los herederos forzosos está garantizada contra todo acto de
disposición gratuita de bienes, sea entre vivos o de última voluntad, por lo que si el valor
de las donaciones excede la porción disponible del donante, los herederos forzosos
pueden demandar su reducción en la medida necesaria para cubrir sus porciones
legítimas.
En principio, la donación es irrevocable por voluntad del donante. La ley sólo admite la
revocación en estos supuestos:
b) Ingratitud del donatario. Se la puede dejar sin efecto sólo por causas graves, que el
Código enumera taxativamente:
277
2) injurias graves en su persona o en su honor al donante, sus ascendientes o
descendientes;
En ninguno de estos casos es necesaria la condena penal para que se considera válida
la ingratitud como causal de revocación, bastando la prueba de que al donatario le es
imputable el hecho lesivo.
Sólo el donante es legitimado activo para solicitar la revocación de la donación por esta
causal (ingratitud) al donatario, no pudiendo hacerlo sus herederos ni pudiendo
requerirse a los herederos del donatario. Ahora bien, si la acción es promovida por el
donante y éste luego fallece, puede ser continuada por sus herederos, mas no iniciada
por ellos.
c) Supernacencia de hijos del donante (cuando nacen hijos del donante con posterioridad
a la donación, si esto fue expresamente estipulado).
Dentro de las condiciones resolutorias que suelen imponerse en las donaciones, una de
las más frecuentes e importantes es la reversión por pre-muerte del donatario. Es decir,
sujeta a la condición de que el donatario, o el donatario, su cónyuge y sus descendientes,
o el donatario sin hijos, fallezcan antes que el donante.
De acuerdo con esta cláusula (que debe ser expresa y en beneficio del donante), los
bienes donados retornan al patrimonio del donante si el donatario fallece antes que
aquél. Esto es, el donante tiene legitimación para exigir que las cosas transferidas sean
restituidas. La legitimidad y aun la utilidad de esta cláusula son evidentes.
Comodato
Concepto
Habrá comodato cuando una persona entrega gratuitamente a otra una cosa inmueble
o mueble no fungible para que ésta la use devolviéndole luego la misma cosa.
278
Existen dos partes en este contrato: comodante que es quien se obliga a entregar la
cosa, y comodatario que es quien recibe la cosa y se sirve de ella.
Si el préstamo es de cosas fungibles, se rige por las normas del comodato sólo si el
comodatario se obliga a restituir las mismas cosas que ha recibido.
Régimen legal
El contrato de comodato está regulado en el Capítulo 21 (Título IV, Libro Tercero) del
Código, en los arts. 1.533 a 1.541. Seguidamente, analizaremos sus efectos.
ARTICULO 1533.- Concepto. Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una
cosa no fungible, mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya
la misma cosa recibida.
a) los tutores, curadores y apoyos, respecto de los bienes de las personas incapaces o
con capacidad restringida, bajo su representación;
b) pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para servirse de ella;
d) responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso causados por caso fortuito,
excepto que pruebe que habrían ocurrido igualmente si la cosa hubiera estado en poder
del comodante;
279
e) restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios en el tiempo y lugar convenidos, A
falta de convención, debe hacerlo cuando se satisface la finalidad para la cual se presta
la cosa. Si la duración del contrato no está pactada ni surge de su finalidad, el comodante
puede reclamar la restitución en cualquier momento.
c) responder por los daños causados por los vicios de la cosa que oculta al comodatario;
d) por muerte del comodatario, excepto que se estipule lo contrario o que el comodato
no haya sido celebrado exclusivamente en consideración a su persona.
Efectos
Las obligaciones del comodatario no son otra cosa que limitaciones al derecho que se le
concede, ya sea en cuanto a su extensión y alcance (obligación de cuidar la cosa y usarla
conforme con lo pactado o su naturaleza), ya sea en cuanto a su duración (obligación de
restitución). Se considera que:
280
a) El comodatario debe usar la cosa conforme con el destino convenido. A falta de
convención, puede darle el destino que tenía al tiempo del contrato, el que se da a cosas
análogas en el lugar donde la cosa se encuentra, o el que corresponde a su naturaleza;
b) debe pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para servirse de ella, tales
como los gastos de la nafta, aceite, cambios de gomas de un automóvil prestado; los de
reparación de una casilla y alambrados de un inmueble realizados por el comodatario a
fin de entrar a usarlo; los gastos comunes (calefacción, agua caliente, servicio de
portería, etc.) de una propiedad horizontal. No puede solicitar al comodante el reembolso
de los gastos ordinarios, conforme lo dispone el art. 1538 del Código;32
d) debe responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso causados por caso
fortuito, excepto que pruebe que habrían ocurrido igualmente si la cosa hubiera estado
en poder del comodante. Los deterioros sufridos por la cosa por culpa del comodatario
obligan a éste a resarcir al dueño todos los daños y perjuicios sufridos. Ordinariamente
el comodatario cumplirá devolviendo la cosa y pagando, además, la indemnización
correspondiente;
e) restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios en el tiempo y lugar convenidos. El
comodatario no tiene derecho a apropiarse de los frutos y menos de los aumentos
sobrevenidos a la cosa. Nada se opone a que las partes dispongan lo contrario y en tal
caso habrá, además de comodato, una donación de frutos. La autorización al
comodatario para conservar para sí los frutos, puede resultar inclusive tácitamente de
la circunstancia de que la cosa dada en comodato no pueda usarse, conforme con su
naturaleza, sino aprovechando de sus frutos. A modo de ejemplo, el comodato de una
vaca lechera supone la autorización para aprovechar la leche. En concordancia con ese
criterio, se ha declarado que el comodato de cosas que, como los animales, son de
producción natural y continua, supone el reconocimiento tácito del derecho del
comodatario a apropiarse de sus frutos.
281
maliciosa, ni en el momento en que ocasione perjuicio al comodante. Así ocurriría si el
comodatario pretende devolver la cosa cuando el comodante está ausente y no se
encuentra en condiciones de proveer a su cuidado.
Las obligaciones del comodante están establecidas en el art. 1.540 del Código Civil y
Comercial y son las siguientes:
c) Responder por los daños causados por los vicios de la cosa que oculta al comodatario.
El comodato finaliza por varias causas, entre las que se contemplan: la destrucción de
la cosa, el vencimiento del plazo, la voluntad unilateral del comodatario y la muerte del
comodatario (excepto se haya pactado lo contrario o el contrato no haya tenido en
cuenta especialmente a la persona, o sea, no haya sido intuito personae).
Mutuo
Concepto
Préstamo de consumo
Lo esencial del mutuo es que se trata de un préstamo de uso y que, por las características
de las cosas fungibles, el mutuario puede cumplir con su obligación de restitución o, si
no, devolviendo otras cosas de la misma especie y calidad.
De acuerdo con el artículo 232 del Código, son “cosas fungibles aquellas en que todo
individuo de la especie equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden
sustituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad”. Como derivación de la
282
calidad de las cosas, se produce la transmisión de la propiedad al mutuario y la
obligación de restituir otras de la misma calidad y especie. Al tratar la categoría de cosas
fungibles y su relación con las cosas consumibles, en los Fundamentos al Anteproyecto
se ha dicho:
(…) En general en el derecho se consideran los bienes fungibles en dos sentidos: como
aquellos que no se pueden usar conforme a su naturaleza si no se acaban o consumen,
y como aquellos que tienen el mismo poder liberatorio, es decir, que se miran como
equivalentes para extinguir obligaciones. En oposición a esto, las cosas no fungibles son
aquellas que no tienen poder liberatorio equivalente porque poseen características
propias y, por consiguiente, no pueden ser intercambiables por otras. En definitiva, se
quita una de las acepciones de cosas fungibles y se las deja solamente como aquéllas
que tienen poder liberatorio equivalente, por lo cual pueden sustituirse por otras de la
misma calidad y en igual cantidad. La fungibilidad, entonces, involucra poder de
sustitución.
Ello es relevante pues tanto en las normas del contrato de mutuo como del contrato de
depósito siempre se utiliza la categoría de cosas fungibles.
Onerosidad
El mutuo es un contrato oneroso, tal como lo dispone el art. 1.527, excepto pacto en
contrario.
Mutuo de otras cosas fungibles: si el mutuo es de otro tipo de cosas fungibles, los
intereses son liquidados en dinero, tomando en cuenta el precio de la cantidad de cosas
prestadas en el lugar en que debe efectuarse el pago de los accesorios, el día del
comienzo del período, excepto pacto en contrario.
“Los intereses se deben por trimestre vencido, o con cada amortización total o parcial
de lo prestado que ocurra antes de un trimestre, excepto estipulación distinta”. El recibo
dado por los intereses de un período, sin reserva, hace presumir que se han pagado los
anteriores. Asimismo, en caso de mutuo gratuito, después del incumplimiento del
mutuario, y no habiendo convención sobre los intereses moratorios, “rige lo dispuesto
para las obligaciones de dar sumas de dinero”.
Como dijimos, si bien el mutuo es oneroso por regla, las partes pueden pactar que éste
sea gratuito. En ese caso, si se ha pactado la gratuidad del mutuo, los intereses que
haya pagado el mutuario voluntariamente son irrepetibles
283
Asimismo, en caso de incumplimiento del mutuario, después de que éste se produzca,
el mutuario debe intereses moratorios.
Régimen legal
Entrega de las cosas: la obligación primordial del mutuante es la entrega de las cosas
comprometidas. Si no lo hace en el término pactado (y si no hubiere plazo pactado, ante
el simple requerimiento), el mutuario tiene derecho a exigir el cumplimiento, o bien la
resolución del contrato.
Sin embargo, la ley autoriza al mutuante a no hacer esa entrega en los casos en que,
luego del contrato, hayan cambiado la situación del mutuario de que hagan incierta la
posibilidad de la restitución. Por ejemplo, en el caso de que haya sospechas ciertas del
cambio de fortuna del mutuario.
Responsabilidad por mala calidad o vicios de la cosa: según el art. 1.530 del Código, el
mutuante es responsable de los perjuicios que sufra el mutuario por la mala calidad o
vicios de la cosa prestada; por ejemplo, si el vino estaba agriado o los granos en malas
condiciones (ello cuando la cosa prestada no se tratare de dinero).
En el préstamo gratuito, el mutuante sólo es responsable cuando ha habido mala fe, esto
es, cuando, conociendo los defectos o vicios de la cosa, se los ocultó al mutuario. Pero
si es oneroso, responde también por los vicios cuya existencia ignoraba.
.También debe cumplir con el pago de los intereses convenidos. De lo contrario, esa falta
de pago le permite al mutuante resolver el contrato con la consecuencia derivada de
ello, es decir, requerir la devolución de lo prestado más los intereses hasta que se
concrete la restitución.
Depósito
Muchos son los contratos que obligan a una de las partes a guardar y conservar la cosa
de otro. El mandatario debe guardar las cosas cuya administración le ha sido confiada;
el empresario las cosas que se ha comprometido a reparar; el comodatario la que se le
ha prestado; el transportador las que lleva de un lugar a otro. Pero, en todos estos casos,
la obligación de guarda es accesoria de otra principal, que constituye el verdadero objeto
del contrato. En el contrato de depósito, en cambio, la finalidad esencial es precisamente
la guarda de la cosa.
Concepto
De acuerdo con el Código, hay contrato de depósito cuando una parte se obliga a recibir
de otra una cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos. Es un
contrato consensual y se presume oneroso.
284
La onerosidad pasa a configurar el régimen general del contrato de depósito. La
unificación de los contratos civiles y comerciales conlleva como necesaria implicancia y
acorde es lo usual en la contratación contemporánea, afirmar el carácter oneroso de la
mayoría de las relaciones jurídicas patrimoniales. La onerosidad aparece también
referenciada en el artículo 1375 cuando se extienden las reglas del depósito necesario
a los establecimientos y locales que allí se describen, en tanto los servicios principales a
los que la guarda y custodia acceden sean prestados en ese carácter. (Pita, 2014, p.
289).
El contrato puede ser gratuito, pero ello debe ser expresamente pactado.
Clases
Depósito irregular: el Código en la Sección 2a, art. 1.367, lo distingue como aquel en el
que se entrega una cantidad de cosas fungibles, que no se encuentra en saco cerrado,
caso en el cual el depositario adquiere el dominio y debe restituir la misma cantidad y
calidad. Es importante remarcar que es el carácter de cosas fungibles (entendida esta
peculiaridad como la capacidad de sustitución) lo que le da al contrato el rasgo de
irregular.
Este contrato supone, por una parte, que el depositante no puede elegir a la persona del
depositario, y, por otra, que esta falta de elección se debe a un acontecimiento que lo
somete a una necesidad imperiosa. Es importante no confundir esto con la falta de
consentimiento para la contratación, que debe estar presente, pues se trata de un
contrato.
Por otra parte, el Código se refiere al depósito necesario para caracterizar el caso de la
introducción de efectos y equipajes hecha por el viajero en un hotel o posada. Las normas
285
se aplican a los hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes,
lugares y playas de estacionamiento y otros establecimientos similares, que presten sus
servicios a título oneroso. Ello es relevante, pues la ley ha agravado considerablemente
la situación del depositario.
A saber, se regula expresamente la responsabilidad del hotelero por los daños y pérdidas
sufridos en los efectos introducidos en el hotel; el vehículo guardado en el
establecimiento, en garajes u otros lugares adecuados puestos a disposición del viajero
por el hotelero. Es importante tener en cuenta que estas normas sólo dan respuesta a
los casos de responsabilidad por daños sufridos en los efectos introducidos por el viajero,
pero deben integrarse con el resto del ordenamiento y especialmente con las normas de
la Ley de defensa del consumidor.
a) El hotelero no responde si los daños o pérdidas son causados por caso fortuito o fuerza
mayor ajena a la actividad hotelera. Tampoco responde por las cosas dejadas en los
vehículos de los viajeros.
b) Los viajeros que lleven consigo efectos de valor superior al que ordinariamente llevan
los pasajeros, deben hacerlo saber al hotelero, y guardarlos en las cajas de seguridad
que se encuentren a su disposición en el establecimiento. En este caso, la
responsabilidad del hotelero se limita al valor declarado de los efectos depositados. Si
los efectos de los pasajeros son excesivamente valiosos en relación con la importancia
del establecimiento, o su guarda causa molestias extraordinarias, los hoteleros pueden
negarse a recibirlos. Excepto en esos casos, toda cláusula que excluya o limite la
responsabilidad del hotelero se tiene por no escrita.
Efectos
Los efectos del contrato serán analizados seguidamente, al estudiar el régimen legal y
las obligaciones del depositante y depositario.
Régimen legal
La prohibición del uso de la cosa, ya que el depositario tiene sólo la guarda: esto significa
que no puede usar las cosas (sin el permiso del depositante) y debe restituirlas, con sus
frutos, cuando le sea requerido. Esta prohibición de uso de la cosa es lo que diferencia
en mayor medida al contrato de depósito del comodato.
286
susceptible de generar, como regla, responsabilidad para quien la ejercita” (2014, p.
294).
Ahora bien, cuando el depósito es gratuito, se entiende que el depositario puede exigirle
al depositante, en todo tiempo, que reciba la cosa depositada. Esto es lógico, porque,
siendo el contrato gratuito, el depósito se hace como una suerte de cortesía.
El pago de los gastos: cuando, para conservar la cosa, deban hacerse gastos
extraordinarios, éstos son a cargo del depositante. El depositario debe avisarle al
depositante sobre la situación que generan estos gastos y afrontar aquellos gastos que
no puedan demorarse. Luego, el depositante debe restituirlos.
287
288
DERECHO PROCESAL I
EL PROCESO JUDICIAL
El proceso judicial es un conjunto complejo de actos jurídicos del estado como soberano,
de las partes interesadas (actor y demandado) y de los terceros ajenos a la relación
sustancial, actos todos que tienden a la aplicación de una ley general, impersonal y
abstracta, a un caso concreto controvertido para solucionarlo o dirimirlo. El proceso sirve
a la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente relevantes, siendo el medio
constitucionalmente instituido para ello.
En cuanto a los elementos del proceso, la doctrina distingue tres esenciales: el objetivo,
el subjetivo y el teleológico.
El proceso avanza y se desarrolla sobre la base de impulsos que provienen del actor, del
demandado y del propio tribunal, tendiendo a un fin, la resolución definitiva del juicio a
través de la sentencia.
El elemento subjetivo está representado por las personas que intervienen en el trámite
procesal. Pueden ser sujetos necesarios o eventuales. Los primeros indefectiblemente
deben estar presentes en la relación jurídico-procesal.
Cada uno de los sujetos ejerce poderes de raigambre constitucional. El actor tiene a su
cargo el poder de poner en movimiento el proceso como expresión del derecho
constitucional de peticionar ante las autoridades.
289
Por último, los sujetos eventuales comprenden los auxiliares del tribunal y el personal
subalterno que colabora con el oficio judicial en calidad de secretarios letrados,
prosecretarios, jefes de despacho y demás auxiliares. También comprende a
patrocinantes, testigos, peritos, etc.
De todas formas, el propósito fundamental de cualquier proceso está dado por la tutela
general en la realización del derecho objetivo sustancial en casos concretos con el fin de
obtener la armonía y la paz social.
Objeto y contenido: objeto del proceso es la actividad de juez por la cual ante la
pretensión del actor y la contrapretensión del demandado, aplicando las reglas de la
sana crítica racional y de la lógica formal, se analizan los hechos afirmados por el actor
y contradichos por el demandado a la luz de las pruebas rendidas, llegando a una
sentencia definitiva. El contenido del proceso está dado por las pretensiones o
declaraciones de voluntad cuyo acogimiento se intenta obtener.
a) Atribución facultativa: facultad que compete al actor para accionar en el campo del
proceso civil y obtener una satisfacción.
b) Atribución impuesta: exigencia legal que tiene el juez frente al proceso, ya que dicho
funcionario tiene la obligación de pronunciarse ante el simple requerimiento de la parte.
c) Sujeción impuesta: situación que requiere la actuación del sujeto por razones que
atienden al interés público (v.gr. posición de testigo que tiene la carga pública de
comparecer, declarar y decir la verdad).
Ante el incumplimiento de la carga no existe sanción, sino tan solo importará para el
remiso posicionarse en un plano desfavorable (ej. la falta de contestación de la demanda
o falta de ofrecimiento de prueba no tienen una sanción jurídica, pero traen aparejado
perjuicio para la parte que deje de hacerlo). Se diferencia de la carga pública porque en
esta puede haber coacción sobre el sujeto, mientras que en la carga procesal sólo se
realiza una conminación o advertencia de que se puede perjudicar.
290
1. Presupuestos Procesales y Sentenciales: concepto y aplicación
Los presupuestos procesales configuran supuestos previos al proceso, sin los cuales no
puede pensarse en su existencia, su no concurrencia obsta al nacimiento del proceso y
se definen como:
1 EXCEPCIONES ADMISIBLES - Art. 347. CPCCN - Sólo se admitirán como previas las
siguientes excepciones:
1) Incompetencia.
4) Litispendencia.
6) Cosa juzgada. Para que sea procedente esta excepción, el examen integral de las DOS
(2) contiendas debe demostrar que se trata del mismo asunto sometido a decisión
judicial, o que por existir continencia, conexidad, accesoriedad o subsidiariedad, la
sentencia firme ya ha resuelto lo que constituye la materia o la pretensión deducida en
el nuevo juicio que se promueve.
291
7) Transacción, conciliación y desistimiento del derecho.
8) Las defensas temporarias que se consagran en las leyes generales, tales como el
beneficio de inventario o el de excusión, o las previstas en los artículos 2486 y 3357 del
Código Civil.
El último presupuesto procesal esta dado por el planteo en forma de una cuestión
concreta planteada con las formalidades establecidas por la ley a tal efecto (art. 303
CPCC2).
2 FORMA DE LA DEMANDA - Art. 330. - La demanda será deducida por escrito y contendrá:
292
la demanda fuese imprescindible para evitar la prescripción de la acción. En estos
supuestos, no procederá la excepción de defecto legal.
aquellos requisitos cuya concurrencia es necesaria para que pueda ser pronunciada una
sentencia valida sobre el fondo del asunto. Se trata, entonces, de presupuestos de la
decisión sobre el mérito del juicio.
Los presupuestos senténciales son aquellas condiciones indispensables para que el juez
pueda dictar válidamente la sentencia. En tal sentido, se requiere la realización de un
procedimiento previo y completo, por su forma y grado, para permitir el pronunciamiento
de la resolución final (procedimiento regular y legal).
aquellos requisitos necesarios para que el juez pueda, en la sentencia, proveer al fondo
o mérito de la cuestión; es decir, resolver si el demandante tiene o no el derecho
pretendido y el demandado la obligación correlativa o si el imputado tiene o no la
responsabilidad que se le imputa.
Cabe señalar, que desde este punto de vista se distingue entre los presupuestos
senténciales referidos a la pretensión del actor y los presupuestos senténciales de la
oposición del demandado.
293
5) Haber enunciado en la demanda los hechos esenciales que sirven de hecho jurídico a
las pretensiones, ya que su falta ocasiona el fracaso en la sentencia, aunque se tenga el
derecho ya que el juez debe basar su decisión en tales hechos.
1) alegar las excepciones, cuando así lo exija la ley (prescripción, compensación, etc.) y
acreditarlas;
2) también podría esgrimirse la simple ausencia de alguno de los presupuestos del éxito
de la demanda.
Queda claro, entonces, que esta postura vincula a los presupuestos materiales o
sentenciales con la cuestión de fondo y atacan a las pretensiones sustanciales
esgrimidas por el actor o demandado. Por ello, su existencia o inexistencia determinarían
la admisión o rechazo de la pretensión en la decisión final.
En este orden de ideas se los vincula con: la legitimación en la causa, es decir, con la
calidad o idoneidad para actuar como actor o demandado en un determinado proceso .
En tal sentido, el actor debe ser la persona habilitada por ley para formular la pretensión
y el demandado el autorizado a contradecirla pero esta legitimación debe además ser
calificada por otros elementos. Así debe exhibirse, además un interés sustancial en la
obtención de la sentencia y una petición presentada en forma clara y concreta y que no
haya sido impugnada por objeciones como, por ejemplo, aducida la cosa juzgada o la
litispendencia.
Por ello, se señala, que mientras la ausencia de presupuestos procesales impide que el
juicio pueda tramitarse válidamente, los requisitos senténciales atacan a la pretensión e
impiden que las partes obtengan una resolución favorable a sus pretensiones.
Para denunciar la falta de idoneidad entre el efectivo titular del derecho sustancial y
quien asume el carácter de actor debe utilizarse la defensa de falta de acción (sine
actione agit); mientras que la falta de legitimación procesal debe sustanciarse por medio
de la excepción procesal dilatoria de falta de personalidad (art. 347 inc. 2 CPCC3).
294
3 EXCEPCIONES ADMISIBLES - Art. 347. - Sólo se admitirán como previas las siguientes
excepciones:
1) Incompetencia.
4) Litispendencia.
6) Cosa juzgada. Para que sea procedente esta excepción, el examen integral de las DOS
(2) contiendas debe demostrar que se trata del mismo asunto sometido a decisión
judicial, o que por existir continencia, conexidad, accesoriedad o subsidiariedad, la
sentencia firme ya ha resuelto lo que constituye la materia o la pretensión deducida en
el nuevo juicio que se promueve.
8) Las defensas temporarias que se consagran en las leyes generales, tales como el
beneficio de inventario o el de excusión, o las previstas en los artículos 2486 y 3357 del
Código Civil.
PREJUDICIALIDAD PENAL
Como se advierte, opera como obstáculo para el dictado de la sentencia, puesto que el
proceso puede desarrollarse y alcanzar ese estado, sin que pueda en definitiva dictarse
el pronunciamiento jurisdiccional final. Se trata de un instituto de orden publico, ya que
persigue evitar el escandalo jurídico que significaría el dictado de sentencias
contradictorias.
295
Se parte de la afirmación de que el rechazo de la pretensión es inadmisible cuando se
trata de un acto “objetivamente proponible”; caso contrario, la demanda resultaría
improcedente o inadmisible según sea el vicio intrínseco que la afecte.
La meditación que impone el tema de la “improponibilidad objetiva” de una pretensión
se refiere a la ausencia absoluta de basamento o a una petición basada en un interés
que jurídicamente no es digno de protección y que le impone al juez un examen
anticipado acerca de la atendibilidad sustancial, puesto que, si lo deriva a la sentencia
de mérito, corre riesgo de provocar un dispendio jurisdiccional por haber tramitado un
pleito carente de la mínima fundamentación sustantiva.
El punto se plantea cuando los particulares en una demanda someten a la decisión del
órgano jurisdiccional una cuestión que de su simple lectura resulta claramente
infundada., se cuestiona si puede el juez rechazarla in limine, es decir, al momento de
su presentación o si por el contrario debe tramitarse íntegramente el juicio para recién
resolver su rechazo al momento del dictado de la sentencia de mérito.
Un objeto prohibido por las leyes: por ejemplo, un contrato sobre esclavitud,
prostitución o trata de blancas.
Una primera posición dice que no, niega de plano la facultad de juez de verificar de antes
a la etapa decisoria, la procedencia sustancial. Esto parte de una mirada clásica y
privatista.
Con una visión más actual y publicista del proceso se ha expresado que si de la
exposición de hechos no surge una concordancia entre el derecho pretendido y el
régimen normativo o es violatorio de los principios en que se sustenta, la demanda
carece de objeto jurídicamente proponible y el juez debe inadmitirla también
inicialmente. En esta posición se reconoce al juzgador que, dentro de los poderes propios
de la jurisdicción se comprende la facultad de rechazar in limine la pretensión por
evidente falta de fundamentabilidad aun en el caso de que el actor haya introducido una
demanda formalmente completa y admisible.
296
para su aplicación una interpretación restrictiva ya que no puede dejar de tenerse en
cuenta que puede estar afectando al derecho de defensa.
En el fuero civil, el proceso tipo por excelencia es el juicio declarativo ordinario, este
tiene por objeto que una pretensión inicialmente incierta sea conocida a fondo por el
tribunal que entiende en la causa mediante la recepción de la prueba pertinente y luego
dicte sentencia de mérito, decidiendo en forma definitiva la cuestión. Es la vía de mayor
amplitud para resolver contiendas o conflictos y se caracteriza por el efecto de cosa
juzgada material que suscita la resolución final.
Palacio define al proceso civil de conocimiento u ordinario como aquel que tiene por
objeto una pretensión tendiente a que el órgano judicial dilucide y declare, mediante la
aplicación de las normas pertinentes a los hechos planteados y (eventualmente)
discutidos, el contenido y alcance de la situación jurídica existente entre las partes.
El juicio ordinario por lo general y sin perjuicio de ciertas excepciones, consta de cuatro
etapas esenciales: la introductoria, la probatoria, la discusoria y la decisoria. También
hay etapas eventuales que pueden plantearse o no: medidas preparatorias, cautelares,
impugnativas y de ejecución de sentencia. Cada acto procesal se debe llevar a cabo de
una manera lógica, no se cumple en cualquier momento, sino que lleva una ilación,
agrupándose en etapas o fases de desarrollo que tienen, cada una, una finalidad propia
que contribuye al fin último.
a) Etapa Introductoria
En esta etapa las partes hacen conocer al órgano jurisdiccional la existencia del conflicto
a través de sus respectivas versiones acerca de la cuestión, quedando delimitada la
plataforma fáctica del juicio.
297
b) Etapa probatoria
Es el momento en el cual cada una de las partes deberá demostrar la veracidad de sus
afirmaciones, introduciendo en la causa elementos de convicción tendientes a probar
hechos invocados en la demanda y su contestación. Puede presentarse como no esencial
si los hechos no fueran controvertidos.
Esta fase se encuentra dominada por plazos perentorios fatales (art. 49, inc. 4 C.P.C.).
Por último, según dispone el art. 498, el plazo ordinario de prueba asciende a cuarenta
días pero el juez podrá designar uno menor que se podrá prorrogar hasta completar
aquel, sin necesidad de causa justificada. Existe un plazo extraordinario mayor a
cuarenta días reservado para casos especiales cuando la prueba deba rendirse fuera de
la provincia, ya sea dentro de la Republica o en el extranjero (art. 499 C.P.C.). La etapa
probatoria concluye con el decreto que ordena correr traslados para alegar.
c) Etapa discusoria
Es una etapa de plena discusión entre las partes representada por los alegatos. Cada
parte aportará los elementos que estime necesarios para convencer al juez de que le
asiste la razón. También se interpretara la ley y se acompañarán los argumentos
jurídicos, doctrinarios y jurisprudenciales que avalen su posición y en su caso, destacarán
también la ausencia de elementos probatorios corroborantes de los hechos afirmados
por la contraria. Se debate sobre la totalidad de lo sustanciado durante el procedimiento.
En el proceso ordinario los alegatos se realizan en forma de traslados de ley por su orden
(art. 497 y 505 C.P.C.) por seis días sucesivamente a cada litigante, reservándose los
escritos en secretaría hasta el decreto de autos. Esto significa que los alegatos de cada
parte no son públicos y no se agregan al expediente hasta que se ordene el llamamiento
de autos para definitiva. Solo se deja una constancia de su presentación mediante una
certificación puesta por el secretario.
d) Etapa decisoria
Comienza con el decreto de autos y concluye con la sentencia (art. 506 y 121, inc. 3
C.P.C.). A partir de este momento concluye la actividad de las partes y es el juez quien
asume el expediente para pronunciarse sobre la controversia, declarando los hechos y
aplicando el derecho.
Desde que el decreto de autos queda firme hasta el momento que se dicta sentencia, el
juez puede ordenar las llamadas medidas para mejor proveer que tienen como finalidad
aclarar o completar algún aspecto de los hechos que no surja con nitidez de la prueba
incorporada (art. 325 C.P.C.).
298
De la misma manera, la Constitución de la Provincia de Córdoba en su artículo 155 exige
que toda resolución contenga fundamentación lógica y legal.
Al margen de las cuatro etapas mencionadas que en el juicio ordinario son esenciales,
existen otras tantas que tienen carácter de eventuales, tales como:
4) etapa impugnativa.
Se encuentran previstas en el artículo 485 de nuestro código de rito y entre ellas puede
mencionarse a la declaración jurada del futuro demandado sobre hechos relativos a su
personalidad y sin cuyo conocimiento no sea posible promover el juicio (inc. 1); la
exhibición de la cosa mueble que fuere objeto del pleito (inc. 2), o de algún testamento
cuando el solicitante se crea heredero, coheredero, legatario o albacea (inc. 3); se
nombre tutor o curador para el juicio de que se trate (inc. 7); se practique mensura del
inmueble objeto de la demanda (inc. 8); entre otros.
Las pruebas a las que hace mención son: la declaración de testigos de muy avanzada
edad, gravemente enfermos o próximos a ausentarse del país; el reconocimiento judicial
y dictamen pericial para hacer constatar la existencia de documentos o el estado, calidad
o condición de personas, cosas o lugares y el pedido de informes o copias a entes
privados, a reparticiones públicas o registros notariales.
Una segunda etapa eventual se integra por la posibilidad de ordenar medidas cautelares
antes de la promoción de la demanda (arts. 466 C.P.C. y 231 C.C.).
299
parte interesada cuando el demandado no se hubiere avenido a cumplir voluntariamente
la sentencia condenatoria. La resolución debe encontrarse firme y haber pasado en
autoridad de cosa.
Por último, cuando alguna de las partes o ambas se sientan perjudicadas por lo resuelto
en sentencia, dará comienzo la etapa impugnativa que les permite interponer recursos
ordinarios o extraordinarios para lograr la revocación o anulación de la sentencia.
La segunda etapa es la fase del juicio oral y público. Se desarrolla en base a una
acusación que delimita los extremos fácticos de la imputación delictiva y tiene por objeto
la plena discusión entre las partes y la decisión definitiva acerca del fundamento de las
pretensiones que se han hecho valer (la penal y eventualmente, la civil).
300
c) la sentencia: fase culminante en la cual el tribunal de juicio aplicando los principios de
la sana crítica racional resuelve las cuestiones planteadas y aplica la ley penal
sustantiva.
El proceso penal prevé algunas etapas eventuales como son la fase impugnativa
(oposiciones, recursos ordinarios y extraordinarios) y la fase ejecutiva, llevada adelante
por el juez de ejecución penal, quien brega por el respeto de las garantías
constitucionales en el trato otorgado a los condenados y a las personas sometidas a
medidas de seguridad, controla el cumplimiento por parte del imputado de las
instrucciones e imposiciones establecidas en los casos de suspensión del juicio a prueba,
libertad condicional y condena de ejecución condicional, conoce de los incidentes que se
susciten durante la ejecución de la pena y de las peticiones que presentaran los
condenados a penas privativas de la libertad (art. 35 bis C.P.P.).
La primera de ellas se lleva a cabo por ante el juez de conciliación que cumple las
funciones de un juez instructor. Ante él se traba la litis en la audiencia de conciliación y
recibe y despacha la prueba con excepción de la confesional, testimonial e inspección
ocular, que deben ser diligenciadas por ante el tribunal de juicio.
El trámite del proceso se lleva adelante con impulso procesal de oficio, esto es,
promovida la demanda por el actor, el trámite continúa sin requerimiento de parte.
El juez tiene competencia para resolver cuestiones incidentales que se planteen durante
el desarrollo de la etapa de instrucción en las que opera como tribunal de alzada la
Cámara del Trabajo.
La segunda y principal etapa es la del juicio oral, público y continuo que se desarrolla
ante la Cámara del Trabajo, esta presenta una estructura colegiada, aunque también
puede entender en salas unipersonales.
Las etapas eventuales que pueden señalarse son las de ejecución de sentencia y la
impugnativa.
La etapa impugnativa se abre con la admisión del recurso de casación que debe ser
interpuesto ante el tribunal que dictó sentencia.
301
La etapa ejecutiva representa una excepción al principio de oficialidad ya que debe
desarrollarse a instancia de parte, ante el juez de conciliación y se rige por las normas
del C.P.C. que actúa como ley supletoria.
El juicio común presenta dos grandes momentos que se cumplen ante órganos
diferentes: el juez y la Cámara de Familia.
Sistema es una estructura orgánica diseñada por la ley teniendo en cuenta ciertos
principios o ideas rectoras que le imprimen caracteres que lo definen.
Tratándose el proceso de una institución jurídica única, los sistemas o tipos procesales
son los modos de regular ese fenómeno y adecuarlo al criterio jurídico-político imperante
y a la naturaleza de las distintas cuestiones. De esto resulta que el proceso es único pero
los procedimientos son múltiples, adoptando diferentes fisonomías o tipos.
302
Caracteres:
b) Neutralidad a los juicios de valor: los tipos procesales no son buenos ni malos, ni
justos, ni injustos en tanto se trata de formas metódicas con cierto grado de abstracción.
Entre dos sistemas no podemos decir que uno sea mejor que otro, sino que uno sirve
mejor que el otro para determinados actos procesales.
Tipo Dispositivo
El impulso del proceso queda en manos de las partes, que tienen la facultad de fijar la
cuestión fáctica y el poder de renunciar a ciertos actos del proceso.
Las partes fijan los términos exactos del litigio a resolver (la petición deducida por el
actor marca el límite de lo que el juez puede otorgar en la sentencia).
Las partes son las que aportan el material probatorio necesario para corroborar sus
afirmaciones.
Tipo inquisitivo
El juez tiene los poderes de actuar por si e investigar. Una vez que nació el proceso, el
tribunal debe seguirlo de oficio.
Ningún sistema se manifiesta de manera pura, sino que se presentan combinaciones con
una mayor o menor tendencia hacia lo dispositivo o inquisitivo, dependiendo de las
formas de organización y la evolución sociocultural.
Sistema acusatorio
Separa las funciones del Estado en materia penal e instituye junto al juez al ministerio
público.
Las partes se posicionan en un plano de igualdad y se diferencian del juez, quien debe
ser imparcial e independiente.
303
El debate se realiza en forma pública y oral, regido por pautas éticas y comprende las
etapas de afirmación, reacción, confirmación y alegación.
En cambio, el trámite será escrito cuando el tribunal solamente pueda tener en cuenta
el material procesal suministrado bajo la formalidad o recogido en actas. El tipo escrito
supone que toda la actividad procesal sea trasladada, sin excepción, a la expresión
gráfica de la escritura que sirve además de vehículo de expresión, de medio de
conservación y comunicación de la materia procesal.
No existen tipos orales o escritos puros ya que en una u otra secuencia aparece el
dominio de la palabra o de la escritura, por lo que puede hablarse de prevalencia oral o
escrita, lo cual no excluye la existencia de actos escritos u orales en uno u otro sistema.
Inmediación: comunicación directa entre el juez, las partes y los órganos de prueba.
Acelera los trámites judiciales al dotarlos de sencillez en las formas procesales y favorece
el acortamiento de los tiempos del proceso.
Dado que los sistemas no pueden encontrarse en estado puro y atento que el interés
social reclama soluciones rápidas y económicas, es que en la actualidad se requiere de
un sistema que conjugue la oralidad y la escritura y así extraiga de uno y otro aquellos
elementos valiosos para que sean aprovechados en la actividad procesal.
304
Principios o reglas que gobiernan el Proceso
Son directivas o ideas básicas sobre las que se asienta o estructura un ordenamiento
jurídico procesal (Torres Neuquen)
Los principios procesales son las líneas directrices y orientadoras que rigen el proceso
plasmándose de este modo una determinada política procesal en un ordenamiento
jurídico determinado y en un momento histórico dado. Cabe expresar, por ultimo, que
modernamente van formulándose nuevos principios o reglas que quizás no son tan
nuevos sino que tan solo son reformulaciones o adaptaciones a las necesidades actuales
de los clásicamente reconocidos. Tal sucede, por ejemplo, con las modernas
formulaciones de las reglas de solidaridad, de la personalidad, de las nuevas formas de
buena fe y lealtad procesal, etc.
Y son:
Principio de Publicidad
Principio de Inmediación
Principio de Bilateralidad.
Principio de Autoridad
Principio de moralidad
PUBLICIDAD
El principio de publicidad, implica que los actos que se cumplen en el proceso deben ser
conocidos en forma irrestricta tanto por parte de la sociedad, como por los intervinientes,
a fin de permitir un control adecuado de la actividad procesal y, en definitiva, de los
actos de los jueces.
“este principio significa que no debe haber justicia secreta, ni procedimientos ocultos, ni
fallos sin antecedentes ni motivaciones”.
305
perjuicios materiales o morales a los interesados”. En definitiva, lo que
fundamentalmente se procura es la protección del derecho de intimidad de las personas.
El principio de publicidad se manifiesta en los distintos actos del proceso; así en las
audiencias4 y, por regla, durante toda la actividad de prueba y también se verifica en la
decisoria a través de la motivación de los fallos.
4 REGLAS GENERALES - Art. 125. CPCCN - Las audiencias, salvo disposición en contrario,
se ajustarán a las siguientes reglas:
1) Serán públicas, bajo pena de nulidad, pero el tribunal resolver, aun de oficio, que total
o parcialmente, se realicen a puertas cerradas cuando la publicidad, afecte la moral, el
orden público, la seguridad o el derecho a la intimidad. La resolución, que será fundada,
se hará constar en el acta. Desaparecida la causa de la clausura, se deberá permitir el
acceso al público……
INMEDIACION
El principio de inmediación, tal como surge de su sentido literal, significa que el juez debe
encontrarse en un estado de relación directa con las partes y recibir personalmente las
pruebas. Devis Echandia, puntualiza que la comunicación inmediata alude “a la del juez
y las personas que actúan en el proceso, con los hechos que en él deban hacerse constar
y con los medios de prueba que se utilicen”.
Este principio se manifiesta con mayor vigor, en los procesos orales que en los escritos.
Sin embargo, en las formas modernas de procedimiento oral o escrito, existen instancias
oralizadas, que presuponen la vigencia de este principio parcialmente. Tal sucede, por
ejemplo, en el proceso civil nacional o de algunas provincias que han adoptado el trámite
del proceso por audiencia: en estos casos, luego de la etapa escrita de las postulaciones,
se realizan dos audiencias (audiencia preliminar5 y de vista de causa) con vigencia solo
en su trámite de la regla de inmediación. Por su parte, en el proceso penal, la vigencia
plena de la inmediación se presenta en la oportunidad de la audiencia de debate en la
que los integrantes del tribunal, del ministerio público, imputados y sus defensores y
órganos de prueba están en contacto directo.
5 AUDIENCIA PRELIMINAR - Art. 360. CPCCN- A los fines del artículo precedente el juez
citará a las partes a una audiencia, que presidirá, con carácter indelegable. Si el juez no
se hallare presente no se realizará la audiencia, debiéndose dejar constancia en el libro
de asistencia.
6 Art. 18. CN- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de
los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado
a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles
306
privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse
a su allanamiento y ocupación. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por
causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán
sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda
medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla
exija, hará responsable al juez que la autorice.
por la falta de un intermediario judicial entre las cosas y las personas del proceso y el
juez y,
por la necesidad de la identidad física del juez que tuvo contacto con las partes y del
que dictara sentencia.
Toda decisión judicial debe ser tomada previo a que se haya dado igual oportunidad, a
todas las partes de ser oídas. Implica, necesariamente, la posibilidad de alegar y probar;
es decir, otorgar a las partes la oportunidad de ejerces las defensas que tuviere y de
arrimar al proceso los elementos de juicio conducentes a la demostración de sus
alegaciones.
Palacio, advierte que la realización de ciertas medidas, como las cautelares pueden
ordenarse inaudita parte, pero ello no implica derogación del principio de bilateralidad
sino tan solo significa que se difiere el contradictorio por especial naturaleza del acto.
Esto quiere decir, que, si bien no se notifica previamente el despacho de la medida, sin
embargo, si debe ser comunicada al afectado inmediatamente después de haber sido
trabada.
Por último, el sistema se garantiza por las normas que establecen sanciones para la
violación de este principio, a cuyo fin se imponen nulidades específicas para el caso de
307
las notificaciones o se utiliza las reglas atinentes a la teoría general de las nulidades,
hechas valer a través de los poderes genéricos de impugnación.
AUTORIDAD
El principio de autoridad se define a partir del aspecto jerárquico autoritario que asume el
derecho procesal por la incidencia del órgano jurisdiccional, considerado como poder del
Estado político, en el conflicto de los justiciables.
Así se ha dicho que tanto el poder de conducción o de dirección del proceso, como el
poder de esclarecer la verdad de los hechos constituyen manifestaciones del principio
de autoridad. Luego, será el sistema adjetivo, el que impondrá los límites para su
ejercicio, en la categorización de los poderes-deberes del órgano jurisdiccional.
Es posible señalar dos vertientes opuestas y bien definidas, inspiradas en una ideología
sociopolítica determinada: la liberal-individualista y la jerárquico-autoritaria. Claro esta
que, entre ambas posturas, existen diferentes matices que importan formulas
intermedias o con una mayor o menor identificación con algunas de ellas.
La figura neutral, es propia del sistema procesal dispositivo, adoptado por la mayoría de
los códigos procesales civiles de nuestro país, actualmente en proceso de revisión.
En una posición intermedia, se encuentra la que postula la figura del juez como un
verdadero director del proceso. Esta fórmula, es una creación ideal de la doctrina para
superar la posición individualista del juez espectador. Sin embargo, se ha entendido que
se trata de “una formula incompleta: excepto que se interprete el verbo dirigir en una
forma amplísima; ello es así, ya que, el poder de dirección o conducción solamente afecta
el desarrollo del proceso y hace a su marcha formal, pero no agota los predicados
propuestos por los fines del derecho procesal”.
Es una postura crítica contra la fórmula de la neutralidad del juez, se postula la que le
otorga una intervención activa y preponderante en orden a la marcha del proceso y al
esclarecimiento de la verdad de los hechos controvertidos. Configura la fórmula de la
autoridad del juez, la que se obtiene a partir de especiales poderes otorgados al órgano
jurisdiccional durante el proceso y diferentes cargas y obligaciones para las partes,
durante su trámite.
FORMALISMO
Las formas procesales son establecidas como garantía del justiciable y se basan en el
principio de seguridad jurídica.
308
Entendemos por la forma la exteriorización corporizada en un documento del acto
procesal. Podemos afirmar que, en la legislación positiva, se advierte la adopción del
sistema de la legalidad. Es así que se regula el modo de cumplimiento de la actividad
procesal ya sea, con previsiones específicas para cada acto o por disposiciones generales
de remisión, en las que se refleja el sistema adoptado.
Modernamente, existe una tendencia a flexibilizar las formas sobre todo en lo relativo a
cierta actividad procesal. Así, por ejemplo, se apunta a la eliminación de los
interrogatorios escritos para testigos y de los pliegos de absolución de posiciones,
proponiéndose en su reemplazo interrogatorios libres, informales y coloquiales.
ECONOMIA PROCESAL
economía de gastos y
Ahora bien, La economía de gastos pone su acento en el aspecto financiero del proceso.
Ello implica que el costo del juicio no sea un obstáculo que impida a las partes su inicio.
Los procedimientos generan gastos, y ellos no pueden evitarse. Pero si pueden ser
postergados atendiendo a ciertas circunstancias o aun, por razones de política procesal,
resolverse su eximición por el contenido social de la cuestión que se presenta. Lo que el
legislador debe procurar es que los gastos que demande el juicio no se transformen en
un obstáculo para el acceso a la justicia de las personas menos pudientes.
La regulación de los tiempos procesales en la ley debe ser meditada con un criterio de
razonabilidad, que se concreta en el establecimiento de plazos, que sean susceptibles
de poder cumplirse, para que el patrón ideal no sea superado por la realidad.
MORALIDAD
309
embargo, queremos destacar que el juzgador deberá precisar de los límites de estas
conductas defectuosas teniendo a la vista la cláusula constitucional de la inviolabilidad
de la defensa en juicio.
“Que las reglas del proceso son las condiciones que conforman técnica y estructuralmente
la actividad de aquellas personas y sujetos procesales”.
Siendo el proceso una estructura técnica que debe avanzar necesariamente hacia un fin,
debe vincularse necesariamente a este concepto esencial, la idea de actividad. Esa
actividad en el proceso se realiza por el impulso que imparten los sujetos procesales. En
tal sentido, cabe señalar que rigen todo el ámbito procesal del ne procedat iudex ex
officio, esto implica que el inicio del tramite nunca puede ser realizado por iniciativa del
juez sino que este debe ser requerido por algún otro sujeto. De tal modo, en el proceso
civil el impulso inicial lo realizan las partes a través de la demanda; igual sucede en el
proceso laboral y familiar. En tanto, que en el proceso penal el requeriente es el
ministerio público fiscal sin cuya iniciativa e impulso no puede iniciarse el trámite.
Como se dijo, el impulso inicial debe ser realizado por un sujeto diferente del juez, estos
son las partes, el impulso posterior puede estar a cargo de las partes, del ministerio
publico, del imputado o por el mismo órgano jurisdiccional.
La regla del impulso procesal generalmente esta delimitada por plazos procesales. Así,
generalmente, de ordinario en el trámite se diferencian etapas y dentro de ellas, a su
vez, se presentan diferentes actividades que deban ser promovidas según sus
características por algún sujeto procesal, bajo la pena de caer en la caducidad de
instancia.
Por ultimo, debe distinguirse el impulso privado propio del trámite civil del impulso oficial
característico de los procedimientos que involucran alguna razón de orden público. Este
último, el impulso oficial, se manifiesta como el poder-deber del juez para realizar, con
independencia de la actuación de las partes todos los actos procesales que integran la
trama hasta la finalización del trámite que culmina con el dictado de la sentencia.
Se trata de un regulador del trámite procesal y tiene operatividad tanto para las partes
como para el tribunal. Ello significa que ninguno de los sujetos procesales puede actuar
310
en contradicción con esta regla, funciona como un obstáculo o impedimento a la marcha
discrecional del proceso.
Por ello, se ha dicho que la actividad procesal debe realizarse dentro de los límites fijados
por la ley, pues de lo contrario, un postulado de consunción procesal despojaría de
efectos útiles a la actividad realizada fuera del orden establecido.
Cada actividad procesal destinada a una finalidad específica debe ser cumplida en un
momento determinado; de otro modo, la actividad no sería susceptible de producir
efectos útiles.
Esta regla “propende a obtener una definitiva estabilidad jurídica con respecto a las
situaciones procesales ya alcanzadas, impidiendo el retroceso arbitrario o carente de
fundamento serio, y la actuación contradictoria con la ya cumplida (incompatibilidad)
expresa o tácita”.
La efectiva vigencia de la preclusión se garantiza a través de las sanciones procesales
de nulidad o de inadmisibilidad. Sucede lo primero, cuando el acto procesal se cumple
en inobservancia a la preclusión, por ejemplo cuando se formula una liquidación final del
pleito, apartándose de lo establecido en la sentencia y de este modo se vulnera la cosa
juzgada.
La preclusión consiste también en una limitación del poder de las partes para la
realización de la actividad, ya que el sujeto pierde su facultad por extinción o por
consumación de ella. Es que la preclusión consiste en la pérdida o extinción de una
actividad procesal por haberse alcanzado los límites impuestos por el legislador para el
ejercicio de las facultades procesales de las partes.
Jurisdicción y competencia
Es el poder-deber que tiene el Estado de aplicar justicia al caso concreto y nace desde
el momento en que la sociedad decide realizar indirectamente el derecho en su
actuación coactiva, eliminando la actuación directa de sus componentes. El Estado,
como representante del grupo asume esa función, la que es puesta en actividad por
medio de los órganos predispuestos, en nuestro caso, conforme al sistema
311
representativo de gobierno y a la base del juez natural. Se desarrolla mediante un
trámite regular y legal.
Si bien nadie más puede ejercer la potestad del Estado de administrar justicia, este tiene
la obligación de intervenir cada vez que le es solicitado en la forma prevista por la ley,
mediante el ejercicio de la acción procesal.
Por último, cabe destacar que el fin de la función jurisdiccional es el de proteger el orden
jurídico preestablecido, por ello, al existir algún quiebre de ese orden sustantivo-formal,
es misión del órgano judicial la de reestablecerlo por medio del proceso judicial.
Pública, por su naturaleza. Es una potestad del Estado cumplida por órganos públicos y
en consecuencia también es pública la naturaleza del acto jurisdiccional.
Tanto el órgano como la actividad tienen carácter público, aunque fueren privados los
conflictos o situaciones sometidas a juzgamiento.
312
jurisdiccional. Es excluyente ya que rechaza cualquier interferencia de particulares y de
los demás poderes respecto del ejercicio de la función jurisdiccional.
ámbito para elegir otros métodos para la resolución de su conflicto (ejs. arbitraje,
conciliación, mediación, etc.).
Límite territorial: la primera delimitación de la jurisdicción está dada por una cuestión
geográfica ya que la soberanía del Estado se ejerce dentro de su límite territorial, por
ende, la jurisdicción es ejercida solamente dentro de los límites de su territorio.
Comprende a todas las personas físicas o jurídicas que habiten o se hallen instaladas en
nuestro territorio. También comprende todas las cosas muebles o inmuebles que se
encuentren situadas dentro del país.
Por ese motivo la sentencia es una norma individual, porque sus efectos sólo alcanzan a
las personas que intervinieron en el proceso como interesados.
Ley anterior: el juez no crea derecho, lo interpreta y aplica. Por ese motivo el conflicto se
tiene que haber generado en situaciones de hecho contempladas por una norma vigente
al tiempo de su producción, es decir, conductas reguladas previamente por el derecho.
En materia penal y en virtud del principio de legalidad, el juez jamás podrá juzgar como
delictiva a una conducta no tipificada en la ley previamente, ya que no se admite la
analogía. En materia civil, la analogía si está permitida y autoriza asimilar una conducta
no regulada específicamente con una norma jurídica que contemple una conducta cuyos
elementos relevantes sean similares la juzgada.
Excitación extraña: en materia civil, el juez no actúa de oficio, se hace indispensable que
el titular del interés solicite su actuación de acuerdo con las previsiones del orden
jurídico. La demanda del actor producirá esa excitación y fijará además los límites
fácticos que serán impuestos al juzgador de modo tal que toda extensión efectuada por
este será invalida.
313
En materia penal, corresponde al Ministerio Público ya no la facultad, sino la potestad de
excitar la jurisdicción, de promover la acción penal ante la hipótesis de comisión de un
delito de acción pública. Su actuación se funda en los principios de oficialidad y de
legalidad. Una vez excitada la jurisdicción, su ejercicio es ineludible para el órgano
jurisdiccional o el Ministerio Público en el caso del C.P.P. de la Provincia de Córdoba.
Tiene carácter imperativo y debe continuar hasta la decisión que pone fin al conflicto,
que resuelve acerca de las pretensiones esgrimidas por las partes o acerca de la
existencia o no del delito y de la participación o no del imputado en él.
II. Vocatio: facultad o poder de llamar a las partes para que comparezcan o prosigan el
juicio. En materia civil y familiar, el juez convocará al demandado para que dentro del
plazo fijado por el tribunal asuma su calidad. Ello importa una carga procesal, por lo que,
en caso de no hacerlo, la ley le atribuye al juez la facultad de ordenar la prosecución del
juicio en rebeldía. En el proceso penal, la rebeldía es un estado de hecho en que se
coloca el imputado en relación con la causa que se le sigue en su contra. El prevenido
debe intervenir ya que su participación importa una carga pública. La declaración de
rebeldía trae aparejada la orden de detención del imputado y el consiguiente pedido de
captura. Sobre el proceso, la declaración de rebeldía no suspende el curso de la
investigación, pero si fuere declarada durante el juicio, este se suspende en relación al
rebelde y continua para los demás imputados presentes. Cuando el rebelde comparezca,
la causa continuará según su estado (arts. 86 a 90 C.P.P).
III. Coertio: facultad para utilizar la fuerza pública a fin de hacer cumplir las resoluciones
que se dicten con motivo del proceso y durante este. En todas las leyes de forma se
prevén medidas para asegurar los fines del proceso tales como el traslado por la fuerza
pública para los testigos que no comparecieren voluntariamente, la posibilidad de
ordenar el allanamiento de un domicilio en búsqueda de medidas probatorias en el fuero
penal o para el secuestro de bienes o ejecución de alguna cautelar en materia civil.
I. Poder de decisión: se puede dividir en dos aspectos, uno formal o extrínseco y otro
material o intrínseco.
314
Desde el primer punto de vista, se tienen en cuenta la forma en que se expresa el órgano
jurisdiccional en su facultad de juzgar. Ella se manifiesta a través de diferentes
pronunciamientos como sentencias, autos interlocutorios, decretos, etc.
II. Poder de ejecución: facultad del órgano jurisdiccional para producir actos coactivos
tendientes a la realización práctica del interés tutelado sobre el cual ha recaído una
afirmación jurisdiccional de existencia. En materia civil solamente puede ser ejercido a
instancia de parte porque satisface su interés (ej. inscripción del pronunciamiento final
en un registro). En materia penal, los actos de ejecución se realizan de manera
compulsiva (ej. secuestro, requisa personal, etc.).
III. Poder de coerción: facultad conferida al juez para imponer sanciones a los sujetos que
con su conducta obstaculicen la tarea de administrar justicia. También comprende la
facultad de emplear la fuerza para el cumplimiento de las resoluciones judiciales.
Alcanza facultades propias de la coertio y executio.
Competencia
Sus caracteres son: debe estar prevista legalmente, es de orden público, es indelegable
y es improrrogable.
Debe estar fijada previamente por ley: el justiciable debe saber de antemano que existe
un órgano jurisdiccional con competencia atribuida en la ley para conocer del asunto que
le aqueja.
315
Orden público: los particulares no pueden disponer de la regla de la competencia ni
modificarla en cuanto a su distribución.
Indelegable: los actos atribuidos al juez deben ser cumplidos indefectiblemente por él,
salvo excepciones en que puede encomendarse a otros órganos (art. 291 C.P.C.).
a) Criterio institucional: existe un doble orden judicial fijado por la Constitución. Ello da
lugar a la justicia ordinaria de cada provincia y a la justicia nacional, federal de excepción
distribuida en todo el país. La primera existe en virtud de la reserva efectuada por las
provincias de organizar su Poder Judicial (art. 1 y 5 C.N.). La federal de excepción se
fundamenta en los artículos 116, 117 y 75, inciso 12 de la C.N.
b) Especialización y naturaleza de las causas: las diversas ramas del derecho se hacen
cada día más complejas por la mayor cantidad de situaciones que el ordenamiento
jurídico tiende a resolver y por las modificaciones sociales, económicas o laborales, ello
permite concluir que sería inconcebible que un magistrado tuviera que conocer todas las
ramas del derecho y resolver con serenidad y justicia en cada una de ellas. A través de
la competencia, a cada magistrado se facilita la tarea de comprender cuál es la
naturaleza de la cuestión a resolver, el objeto del litigio, el estado civil de las personas,
el valor económico de la pretensión. Esto es lo que se denomina competencia material
y permite dividir la jurisdicción en civil, comercial, familia, penal, laboral, etc.
c) Territorio: tampoco es posible que un mismo tribunal atienda los conflictos suscitados
en un extenso ámbito territorial o densamente poblado. Surge la competencia territorial
por la que se distribuyen zonalmente las causas de una misma materia entre diversos
tribunales. Esta distribución persigue la aproximación del tribunal a la persona, cosa o
hecho que debe considerarse como el centro del despliegue jurisdiccional en la
correspondiente causa. En razón del territorio, la competencia puede distribuirse por el
lugar de la cosa, el domicilio del demandado, el lugar de cumplimiento del contrato o el
lugar del contrato.
e) Turno: entre jueces de una misma circunscripción judicial que atienden la misma
materia y dentro del mismo grado, existe además otra división del trabajo en virtud de
la cual se distribuyen las causas que ingresan. Existen dos métodos: la recepción de
316
causas dentro de un período limitado de tiempo (utilizado en materia penal, cada fiscalía
de instrucción se encuentra de turno una semana); y la recepción de un número
determinado de causas (se utiliza en materia civil).
La competencia material es el límite que la ley impone al juez para que pueda resolver
sólo ciertos asuntos relacionados con la rama del derecho aplicable. Divide en razón de
la diversas naturaleza de las causas y por el criterio de especialización.
317
5. Cuando habiendo vencido todos los términos de la investigación penal preparatoria y
sus prórrogas, no hubiere suficiente fundamento para elevar la causa a juicio y no fuese
razonable objetivamente prever la incorporación de nuevas pruebas.
La segunda etapa es la del juicio propiamente dicho y se lleva a cabo en una audiencia
oral y pública ante la Cámara del Crimen, colegiada con tres vocales, quienes tiene a su
cargo el juzgamiento en definitiva y el dictado de la sentencia absolutoria o
condenatoria. Contra dicha sentencia solamente caben los recursos extraordinarios ante
el Tribunal Superior de Justicia.
Dentro del fuero penal también se encuentran: los Juzgados Correccionales que juzgan
en única instancia en los delitos de acción pública dolosos que estuvieren reprimidos con
prisión no mayor de tres años o pena no privativa de la libertad; delitos culposos
cualquiera sea la pena y delitos de acción privada (art. 37); los Juzgados de Menores
Corrección que entienden en causas en las que haya menores que cometen delitos; los
Juzgados de Ejecución Penal que tienen la competencia que establece el artículo 35 bis
del C.P.P. y que fuera detallada ut-supra en el módulo I, punto 2.3. Por último, el fuero
penal económico que está destinado a investigar delitos de los denominados “de cuello
blanco” que tienen trascendencia económica y son de gran complejidad.
Fuero de familia: de instancia única que entiende en los conflictos de familia y se integra
con asesorías que intervienen en una etapa prejurisdiccional con el fin de alcanzar el
avenimiento de las partes, ejercen representación promiscua de los menores y
patrocinan a las partes carentes de recursos, le siguen los jueces de familia que tienen
función conciliadora y homologan los acuerdos celebrados sin dictar sentencia.
Finalmente, si se hace necesario el juicio, este se sustancia ante las Cámaras de Familia
constituidas por tres vocales, quienes resuelven, en definitiva.
318
1) Conoce y resuelve originaria y exclusivamente, en pleno:
3) Conoce y resuelve, por intermedio de sus salas, de los recursos extraordinarios que
las leyes de procedimiento acuerden.
Conexidad: por razones de economía procesal, cuando entre dos o más asuntos haya
alguna conexión, la ley determina que sea un mismo juez el que intervenga.
La conexión puede existir por razones subjetivas, objetivas o causales y será competente
para entender el juez que entienda sobre la materia principal o el que intervino primero
en el tiempo.
En materia civil se encuentra una amplia casuística en el artículo 7 del C.P.C, mientras
que, en el fuero penal, la conexidad está regulada en los artículos 47, 48 y 49 del C.P.P.
Fuero de atracción: tiene aplicación en los procesos universales como los juicios de
sucesión y concursos o quiebras. El desplazamiento se justifica en la necesidad de tratar
319
en forma conjunta y simultánea todas las pretensiones deducidas contra el caudal
común. De esta forma se otorga certeza al derecho que se declara en acciones
independientes pero que se encuentran vinculadas.
Al imponerse por razones de orden público por el hecho de que pueden verse afectadas
muchas personas, por lo general indeterminadas, el fuero de atracción es improrrogable
e irrenunciable y en consecuencia debe ser aplicado de oficio por el tribunal.
Definición: facultad reconocida a los órganos que integran el Poder Judicial de la Nación
para ejercer sus funciones en los casos, respecto de las personas y en los lugares
especialmente determinados por la Constitución Nacional. Se establece especialmente
en las provincias respecto de las materias que estas delegaron a la Nación.
Los artículos 116 y 117 de la Constitución Nacional establecen los asuntos que incumben
a la competencia federal.
Caracteres:
A fin de elucidar si una causa corresponde ser resuelta por los tribunales locales de cada
provincia o si corresponde al Poder Judicial de la Nación se establecen tres criterios
diferenciadores: el territorio, la materia y las personas.
320
En razón del territorio, la competencia nacional corresponde cuando se hayan afectado
derechos federales o intereses nacionales en aquellos lugares que sean de propiedad
del Estado Nacional, adquiridos a las provincias o cesión de estas, con el objeto de
instalar allí establecimientos de utilidad nacional (ej. Universidad Nacional de Córdoba).
El solo hecho que se trate de un lugar propiedad del Estado Nacional no le atribuye toda
la potestad legislativa, administrativa y judicial en forma exclusiva y excluyente, esta
solo corresponde a la Justicia Nacional cuando se haya interferido directa o
indirectamente en la satisfacción del servicio de interés público que requiere el
establecimiento nacional (ej. Municipios y provincias conservan la facultad de controlar
las normas de tránsito dentro de la órbita territorial de su competencia sobre rutas
nacionales).
La legislación federal se integra por la Constitución Nacional, los tratados con las
naciones extrajeras o con los organismos internaciones de carácter público y las leyes
dictadas por el Congreso que regulan la actividad propia de la Nación y sus organismos
descentralizados (ej. Convención Americana sobre Derechos Humanos, decretos del
Ministerio de Economía de la Nación, resoluciones del Banco Central de la República).
La legislación provincial es dictada por cada provincia, con validez espacial circunscripta
al ámbito territorial de la provincia que la dictó. Comprende todas las facultades no
delegadas (ejs. Códigos de procedimiento civil, penal, laboral, etc.).
1.1 Asuntos que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los vecinos
de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus vecinos,
contra un Estado o ciudadano extranjero.
1.3 Causas que versen sobre privilegios y exenciones de los cónsules extranjeros en su
carácter público, es decir, por hechos o actos cumplidos en el ejercicio de sus funciones
propias, siempre que en ellas cuestione su responsabilidad civil o penal.
2. Competencia derivada:
2.1 Competencia por apelación extraordinaria: prevista por ley 48, artículo 14, ley 4.055,
artículo 6 y recursos directos deducidos con motivo de la denegatoria del recurso
extraordinario. Esta vía permite elevar a la Corte Suprema un litigio sobre el cual haya
321
recaído sentencia definitiva emanada de un tribunal superior de justicia de la provincia
donde se tramitó el pleito. Esta competencia atiende al control judicial de la
constitucionalidad de las normas para el cual la Corte Suprema es el máximo y último
tribunal que puede decidir acerca de ella en el caso concreto. No obstante ello, todos los
tribunales pueden ejercer el control de constitucionalidad en el caso concreto. Esta vía
del recurso extraordinario tiene como finalidad mantener la supremacía de los preceptos
constitucionales asegurando una uniforme interpretación de ellos.
2.2 Competencia por apelación ordinaria: Se trata de un recurso contra las sentencias
definitivas de las Cámaras Nacionales de Apelaciones, pronunciadas en los siguientes
casos:
- Recurso de apelación que prevé el artículo 4 de la ley 4055 contra las sentencias
dictadas en material federal por la Cámara de Casación penal en los recursos de revisión
deducidos con arreglo a lo dispuesto por el artículo 479 del C.P.P. de la Nación.
Organización judicial
En nuestro país, las provincias conservan todo el poder no delegado al gobierno federal
y, por consiguiente, administran justicia conformando la denominada jurisdicción
ordinaria, por oposición a la federal, conocida como de excepción.
Toda organización judicial responde a las siguientes reglas:
322
Tribunal Superior de Justicia: es la cabeza del Poder Judicial, está estructurado en forma
colegiada con siete miembros y tiene una competencia limitada y acotada material y
funcionalmente. Su competencia ya fue explicitada en el punto 1.2.1 al cual me remito.
Además de ello, tiene funciones de control y vigilancia de los demás miembros del Poder
judicial conocidas como funciones de superintendencia y, por último, su presidente
ejerce la representación del Poder Judicial.
Cámaras de apelación: órganos colegiados que tienen competencia para conocer de los
recursos que se interpongan contra las resoluciones de los jueces letrados de primera
instancia por lo que constituye un tribunal de segunda instancia. Además conoce de las
recusaciones de sus propios miembros, con exclusión del recusado, y entiende en la
recusación con causa de los jueces de primera instancia y de los funcionarios del
Ministerio Público. Por último, conoce de los recursos de retardada justicia contra los
jueces. Funcionan principalmente en casos de procedimientos escritos.
Cámaras de juicio: Son las Cámaras del crimen, de familia y del trabajo. Son órganos
colegiados que tienen por fin decidir sobre la pretensión esgrimida y dictar sentencia.
Las Cámaras del crimen son aquellas ante las que se lleva a cabo el juicio plenario que
habrá de resolver sobre si existe certeza de que el acusado es penalmente responsable
del delito que se le atribuye y eventualmente imponerle una pena. Pueden funcionar a
través de salas unipersonales (art. 34 C.P.P.).
La Cámara del trabajo constituye el órgano de sentencia que actúa luego que el juez de
conciliación concluye con la instrucción de la causa. Se encuentra autorizada para actuar
de manera unipersonal y también conoce y resuelve las apelaciones deducidas en contra
de las resoluciones dictadas por los jueces de conciliación.
El juez de familia puede intervenir como juez instructor o como tribunal de sentencia. En
el primer caso lo hace en cuestiones que deben tramitarse como juicio común, tales
como divorcio, adopción o filiación. Como tribunal de sentencia actúa en juicios
especiales como medidas cautelares, guarda, tenencia o cuota alimentaria.
Los jueces de conciliación actúan como jueces instructores en el caso de los procesos de
conocimientos y son jueces de sentencia para las cuestiones incidentales. En el primer
caso, conocen de las actuaciones que se practiquen para entablar y contestar la
demanda y operan la conciliación previa propia del proceso laboral. Además, cuentan
con atribuciones para resolver las cuestiones incidentales, el despacho de las medidas
precautorias y en la ejecución de sentencia.
323
Jueces de paz: los jueces de paz son nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del
Poder Legislativo y durante el período de su ejercicio sólo pueden ser removidos por el
Tribunal Superior de Justicia si concurren las causales del artículo 154 de la Constitución
Provincial. El procedimiento ante ellos es verbal, sumarísimo, gratuito y de
características arbitrales. Ostentan una escasa competencia y actúan como delegados
del Estado como amigable componedor.
El prosecretario, que colabora de manera directa con el secretario, cumple las tareas
que éste le indique y lo reemplaza en sus funciones. Firma cédulas de notificación,
citaciones, oficios, cargos de escritos y mantiene actualizados los ficheros de
jurisprudencia.
El juez o tribunal
Definición: el juez o tribunal es uno de los sujetos esenciales en el proceso, sin el juez no
puede haber un proceso propiamente dicho. Cumple la función jurisdiccional del Estado
y se encuentra compuesto por un juez o un conjunto impar de jueces.
El tribunal tiene a su cargo la administración de justicia y concurre con los otros órganos
del Estado al cumplimiento integral de la función judicial. Es un presupuesto procesal
esencial, que tiene la potestad de juzgar y cumple la función realizadora del derecho.
Los poderes otorgados al juez son los de dirección formal y material del proceso,
disciplinarios y ordenatorios, de iniciativa probatoria y de decisión. Su deber
fundamental consiste en administrar justicia legalmente, no pudiendo dejar de juzgar
bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes.
Caracteres:
c) Sedentario: no existen los tribunales ambulantes. Cada uno desempeña sus funciones
en un ámbito territorial determinado establecido como sede.
d) Letrado: el juez debe tener título de abogado, además de otros requisitos que la
Constitución establece. Los jueces de paz no necesitan ser abogados.
324
e) Normativo: Solamente la ley puede crear, modificar o extinguir un ordenamiento
jurisdiccional. Fuera de la ley no puede haber organización judicial.
Poderes y atribuciones: los poderes y facultades que se otorgan a los jueces tienen íntima
vinculación con las facultades, deberes y cargas que se conceden a las partes en el
proceso civil o al imputado en el proceso penal.
Además pueden corregir errores materiales, aclarar conceptos oscuros o suplir cualquier
omisión en que hubieren incurrido en su sentencia. Tienen facultades ordenatorias que
se ejercen a lo largo del juicio y que se manifiestan por el proveimiento que efectúan los
tribunales a las peticiones de las partes o a las necesidades en el trámite o en casos
excepcionales, oficiosamente.
Por último, tienen facultades disciplinarias que pueden ejercer a lo largo del trámite y
que, generalmente, se manifiestan con la imposición de multas u otras sanciones a los
litigantes que violenten las reglas de la lealtad y buena fe procesal.
Por otra parte, entre los deberes formales, cabe destacar que los magistrados y
funcionarios judiciales tienen el deber de prestar juramento antes de asumir sus
funciones, están obligados a concurrir a sus despachos en los horarios de atención al
público y deben resolver las causas dentro de los plazos fatales que las leyes procesales
establezcan con fundamentación lógica y legal.
a) Por elección popular: sólo podría funcionar en sociedades de gran cultura cívica para
evitar riesgos que afecten la garantía de imparcialidad necesaria.
c) Por designación efectuada por los poderes públicos: utilizando métodos que tengan
en cuenta la capacidad, idoneidad, condiciones morales y antigüedad en la función
judicial o en el ejercicio profesional.
325
Modos de designación en la justicia nacional:
Modos de designación en la justicia provincial: por ley nº 8802 del año 1999 se crea el
Consejo de la Magistratura que asiste al Poder Ejecutivo en la tarea de selección de los
jueces y magistrados. La designación comienza con una convocatoria pública y abierta
para que los aspirantes se inscriban y así accedan a la evaluación prevista consistente
en oposición escrita, oral y de antecedentes.
Sobre la base del resultado, el Consejo confecciona un orden de mérito que es remitido
al Poder Ejecutivo y que este no puede alterar.
Remoción: la remoción implica la separación del cargo. En el ámbito nacional los jueces
sólo pueden ser separados de sus cargos mediante el procedimiento del juicio político
(arts. 53, 110 y 115 C.N.) que puede iniciarse por mal desempeño o delito en el ejercicio
de la función o por crímenes comunes.
a) Mal desempeño;
b) Negligencia grave;
326
c) Desconocimiento inexcusable del derecho;
El jurado está compuesto por un vocal del Tribunal Superior de Justicia y cuatro
senadores, letrados si los hubiere, dos por la mayoría y dos por la minoría. Contra la
resolución no procederá recurso alguno, salvo el de aclaratoria que podrá interponerse
dentro de las cuarenta y ocho horas.
La recusación puede realizarse con o sin causa, en este último caso, se admite como
garantía para el litigante, pues le permite ejercer ese derecho cuando existiendo una
causal legal, le resulta dificultosa o imposible la prueba de los hechos, o se pueda afectar
la dignidad de la magistratura. Atento que este recurso ha sido utilizado de manera
abusiva para entorpecer los trámites, la jurisprudencia ha limitado el recurso de la
recusación sin causa a casos excepcionales y de interpretación restrictiva.
Recusación sin causa: en el proceso civil, las partes podrán recusar sin expresión de
causa al juez, al entablar o contestar la demanda u oponer excepciones dentro de los
tres días de notificado el llamamiento de autos para definitiva o el decreto de
avocamiento. A uno de los miembros de la Cámara y del Tribunal Superior de Justicia,
dentro de los tres días de llegados los autos ante el superior, de notificado el decreto a
estudio o el de integración del tribunal.
Las partes podrán ejercer una sola vez este derecho y cuando sean varios los actores o
los demandados, únicamente uno de ellos podrá hacer uso de este derecho. No procede
en las cuestiones incidentales ni en la ejecución de sentencia (art. 19 C.P.C.). Tampoco
procede en los procesos concursales (art. 18, inc. 1º), en las diligencias preparatorias de
los juicios, en las que tienen por objeto asegurar el resultado del juicio, en la ejecución
de diligencias comisionadas, a menos que fuesen probatorias y en las diligencias para la
ejecución de la sentencia, a no ser por causas nacidas con posterioridad a ella (art. 24
C.P.C.).
327
pleito, deberá ser propuesta en el primer escrito que se presente. Cuando fuese posterior
o anterior no conocida, se propondrá dentro de los tres días de haber llegado a
conocimiento de la parte (art. 22 C.P.C.).
En general, las causales son similares en todas las ramas del ordenamiento por lo que
sólo consideraremos algunas de ellas y nos remitiremos al estudio de las restantes. En
el C.P.C. se encuentran previstas en el artículo 17; en el C.P.P. están reguladas en el
artículo 60; en la ley procesal del trabajo en el artículo 12 Son causales de recusación:
4. Pleito pendiente.
5. Crédito o deuda.
6. Denuncia o querella. Haber sido el juez denunciante o acusador o haber sido acusado
o denunciado por la parte.
8. Beneficio de importancia que haya recibido el juez o sus parientes de alguno de los
litigantes.
10. Haber producido en el procedimiento nulidad que haya sido declarada judicialmente.
Ferreyra de De la Rua sostiene que el concepto más abarcativo de acción que es que la
presenta como “el poder de presentar y mantener ante el órgano jurisdiccional una
pretensión fundada en hechos jurídicamente relevantes con el fin de obtener una
decisión concreta y en su caso conseguir la ejecución de la misma hasta su
agotamiento”.
328
mantenimiento hasta la finalización del trámite por el dictado de la sentencia y su
ejecución.
En materia penal, en razón del interés público involucrado, la acción es ejercida por
órganos del estado, esto es el Ministerio Público Fiscal, quien promueve las actuaciones
y ordena las medidas necesarias de investigación y de prueba. Ello, más allá de la figura
del Querellante Particular (art. 91 y 7 del CPP Cba.), que acuerda la posibilidad al
ofendido de constituirse al lado del órgano estatal, en una suerte de litisconsorte, pero
que no excluye ni limita en lo más mínimo los poderes y dirección del proceso que
efectúa el Fiscal.
Ahora bien, este poder con fundamento constitucional que significa la acción procesal,
se hace necesario atribuirle un contenido (pretensión) y a la vez efectuar un deslinde en
relación a otros institutos procesales que resultan correlativos y complementarios: la
pretensión y la demanda, que representan respectivamente su contenido y su vía de
realización.
329
Devis Echandia define a la pretensión como “el efecto jurídico concreto que el
demandante persigue con el proceso, efecto al cual se quiere vincular al demandado”.
Pero la pretensión no sólo tiene como efecto someter a su voluntad al demandado: la
sujeción de éste y la obligación emanan de la sentencia. El objeto de la pretensión es lo
que se pide en la demanda.
El objeto litigioso no se confunde con la pretensión, sino que es el objeto de ésta, pues
sobre un mismo objeto litigioso pueden existir pretensiones diversas o análogas, pero
con distinto fundamento o causa. De allí que el objeto de la pretensión no se identifica
co el objeto del derecho material que el actor declara tener.
Elementos: Elemento subjetivo: La pretensión consta de tres sujetos: -El actor que la
formula -El demandado frente a quien se formula y -La persona ante quien se formula
Los dos primeros son los sujetos activos y pasivos de la pretensión y el tercer sujeto es
el órgano destinatario de esa pretensión que tiene el deber de satisfacerla.
-La causa, fundamento, título o razón: es la concreta situación de hecho a la cual el actor
asigna una determinada consecuencia jurídica. La pretensión está individualizada por los
hechos afirmados, no por el derecho que se invoca en la demanda. Se trata del conjunto
de hechos que constituyen el relato histórico de las circunstancias de donde se cree
deducir lo que se pretende y a la afirmación de su conformidad con el derecho en virtud
de determinadas normas subjetivas. Se trata de la causa pretendi de la demanda, es la
razón aparente que sirve de fundamento a la pretensión.
La teoría encarna el análisis de tres elementos: sujetos, objeto s y causas y entiende que
si confrontadas dos pretensiones, éstas tienen iguales sujetos, objetos y causas (triple
identidad) serán idénticas.
Identidad de sujetos
Para que dos pretensiones sean idénticas es menester que involucren los mismos sujetos
activo y pasivo (se excluye el órgano jurisdiccional). Este análisis mira la cualidad jurídica
en que dichos sujetos han intervenido en cada caso, no siendo suficiente que se trate
físicamente de las mismas personas: Pedro puede demandar a Juan a nombre propio a
raíz de un contrato y a la vez demandarlo como representante legal de su hijo menor en
razón del mismo contrato en tanto los involucra a ambos.
330
Identidad de objeto
Identidad de causa
Como el objeto de la pretensión puede ser debido por diversas razones, se hace
necesario que haya identidad de causa: deberá identificarse la fuente del objeto de la
pretensión. En muchos casos la misma coincide con la fuente de la obligación material:
tal es el caso de la locación, la compraventa, etc. pero en el ámbito de las pretensiones
reales se advierte una distinción importante: en la reivindicación la causa inmediata es
el dominio, pero el hecho constitutivo de éste puede variar según que derive de una
compraventa, una donación o que haya sido adquirido por prescripción. En este sentido
advierte Alsina que respecto a la pretensión procesal, lo que está en juego es el dominio
mismo y no el modo de adquisición y por eso no varía la acción por el hecho de que se
invoque una causa mediata distinta, y así, rechazada la reivindicación por no haberse
acreditado el dominio que se dijo adquirido por donación, no podría intentarse
nuevamente alegando que el dominio se adquirió por prescripción, pues ya en el primer
caso se declaró que el reivindicante no era propietario.
Alsina define a la demanda, en su acepción estricta, como “el acto procesal por el cual
el actor ejercita la acción solicitando al tribuna la protección, la declaración o la
constitución de una situación jurídica”. Palacio, define a la demanda como un acto que
se funde con la pretensión del actor, de modo simultáneo, “es la petición encaminada a
lograr la iniciación de un proceso, a cuyo efecto quien la formula ejerce y agota el
derecho de acción que le compete”. En definitiva, es un acto procesal, un acto jurídico
voluntario. A la vez es un acto formal que debe cumplir una serie de requisitos mínimos
establecidos por las leyes procesales: ser escrito y firmado. De esta manera constituye
un documento que tiene la siguiente importancia:
-Es el acto inicial que da origen a la relación procesal e influye en su desarrollo. -Abre la
instancia y a partir de su admisión se cuenta el plazo para la perención de la instancia. -
Pone en ejercicio a la jurisdicción y, con ella, a los poderes del juez, pero al mismo tiempo
los limita en tanto aquél no puede pronunciarse sobre peticiones que no estén deducidas
en al demanda. -Establece lo relativo a la prueba.
Contenido y requisitos
331
imposible, ilícita o inmoral, la demanda debe ser rechazada in limine, de oficio por el
tribunal.
Nuestro CPCCba establece en su artículo 175 que la demanda se deducirá por escrito y
expresará: El nombre, domicilio real, edad, estado civil del demandante; tipo número de
documento de identidad. El nombre y domicilio del demandado La cosa que se demande
designada con exactitud. Si se reclamase el pago de una suma de dinero, deberá
establecerse el importe pretendido, cuando lo fuese posible, inclusive respecto de
aquellas obligaciones cuyo monto depende del prudente arbitrio judicial. Los hechos y el
derecho en que se funde la acción. La petición en términos claros y precisos. Para una
mejor comprensión, exponemos a continuación el siguiente modelo de demanda
ordinaria por daños y perjuicios:
Confesión: interpuesta la demanda, los hechos expuestos por el actor pueden implicar
confesión de su parte, respecto de aquellos acontecimientos lícitos no contrapuestos a
la prueba rendida.
332
Excepción procesal
Por ello, cierta parte de la doctrina entiende ver en el poder de excepción “un diverso
aspecto del derecho de acción”.
Según Clariá Olmedo, en una acepción genérica, la excepción “es un poder, es toda
defensa que el demandado opone a la pretensión del actor esgrimiendo hechos
modificativos, impeditivos o extintivos”.
Por su parte, Couture atribuye a la excepción un significado más amplio, expresando que
“es el poder jurídico de que se halla investido el demandado para oponerse a la acción
promovida en su contra”.
En este sentido, la doctrina ha señalado que “la garantía de defensa en juicio consiste,
en último término, en no ser privado de la vida, libertad o propiedad sin la garantía que
supone la tramitación de un proceso desenvuelto en la forma que establece la ley”.
De tal modo, la acción o la postulación del actor debe ser ineludiblemente formulada: en
cambio, la pretensión del demandado, puede consistir en afirmaciones de hechos
opuestos con relevancia jurídica o estos hechos pueden estar representados por simples
actitudes omisivas. Estas situaciones también configuran la pretensión del demandado
y establecen el vínculo entre el poder de excepción y las normas del derecho sustancial.
333
Es así que quien se defiende y ejerce el derecho de excepción en sentido amplio, lo hace
conforme al plexo jurídico sustancial, que regulan los códigos de fondo, v.gr. el Civil,
Penal, de Comercial, etcétera:
Tal sucede con las posibilidades previstas en los códigos de fondo, para resistir la
pretensión jurídica contra él ejercida que se viabiliza a través de modos reglados por la
ley sustancial (v.gr. los medios extintivos de las obligaciones consagrados en el art. 724
C.C., la prescripción liberatoria, etc.).
Así podrá el demandado alegar ante un reclamo de carácter patrimonial, el haber pagado
o que la obligación se encuentra prescripta. Por otro lado, se señala que el ejercicio del
poder de excepción en sentido estricto se manifiesta en diferentes oportunidades, ya
sea que se ejercite en el proceso civil o en el proceso penal. Sin embargo, en forma
coincidente, sea cual fuere el tipo de proceso, la ley señala la secuencia o tiempo en que
debe ser puesto en acto.
Contestación de la demanda.
El demandado debe realizar este acto procesal dentro del plazo legal según el tipo de
procedimiento de que se trate si no desea ser declarado rebelde; se trata de un plazo
improrrogable pero no perentorio, de allí que una vez finalizado no precluye la
oportunidad, salvo que el actor acuse rebeldía y el juez la declare, a partir de esa
declaración firme de rebeldía, precluye para el demandado la facultad de contestar.
334
La contestación de la demanda, consiste en un acto que exterioriza el ejercicio del
derecho de excepción procesal y, como tal, se dirige al juzgador, al estado, de allí que
se entienda al traslado de la demanda como una interrogación que el juez hace al
demandado acerca de su deseo de ejercer su respectivo poder de excepción, y con él,
su derecho de defensa. Se la ha definido como un “acto procesal mediante el cual quien
ha sido demandado (convenido) opone a la pretensión del actor la propia pretensión de
sentencia declarativa de certeza negativa: desestimación de la demanda”. Ante la
notificación de la demanda, el demandado puede: No comparecer, por lo que a pedido
del actor puede incurrir en rebeldía. Comparecer, pudiendo luego de ello:
g-Reconoce hechos, pero alega otros impeditivos o extintivos de la relación jurídica como
la prescripción o el pago.
h-Responde con afirmaciones que se oponen o resultan negativas a las efectuadas por
el actor.
335
Estas situaciones pueden ser tomadas por el juez como confesión, lo que dependerá de
los demás elementos de valoración en el momento de dictar sentencia. Ahora bien, es
distinta esta situación de la que se presenta en el caso de reconocimiento de firma o
absolución de posiciones, para los cuales la ley establece, de manera definitiva, que si
el demandado no comparece o contesta evasivamente, se lo tendrá por confeso.
Manifestación sobre los documentos: el demandado tiene la carga de manifestar acerca
de ellos, debiendo distinguirse entre documentos privados y públicos.
De tal modo, queda trabada la litis, es decir, se integra y perfecciona la relación jurídica
procesal. Se pierde el derecho a oponer la prescripción y se establece de modo definitivo
el aspecto fáctico del debate, respecto del cual recaerá la prueba y la sentencia; es decir,
fija las pautas del objeto litigioso.
Reconvención
Es una contestación, que además de negar los hechos, el demandado asume una
posición de ataque hacia el actor. Es una acción que puede ejercerse de modo
independiente, pero que se admite en el presente proceso por cuestiones de economía
procesal, y por la cual el demandado asume el carácter de sujeto activo.
Produce los mismos efectos procesales y sustanciales que la demanda. Se traba una
nueva litis a resolverse en la sentencia definitiva, conjuntamente con la demanda, pero
en forma independiente al resultado de ésta.
336
dos partes que debaten en perfecto pie de igualdad ante un tercero que reviste el
carácter de autoridad y que es como ya se ha dicho imparcial e independiente.
Son necesarios y esenciales la parte actora, o quien acusa, el demandado o ante quien
se acusa o imputado en el proceso penal; y ante quien ese acusa o ante quien se dirime
la cuestión, el tribunal.
Son esenciales estos tres sujetos. Son sujetos principales o esenciales los sujetos que no
pueden dejar de intervenir en determinado proceso para que éste sea válido, aunque
esta intervención tenga cumplimiento por representación oficial, como ocurre en los
casos de rebeldía.
Se trata de colaboradores esenciales del juez y de las partes, como lo son el secretario,
el defensor penal y los asistentes letrados de las partes privadas. Junto con estos
colaboradores, lo esencial de los sujetos integrados que podría significarse como el
trípode subjetivo integrado por el Tribunal y las dos partes iniciales: demandante o
acusador, y demandado o imputado.
Los sujetos eventuales o secundarios son aquellos que pueden ingresar en el proceso,
pero que éste se puede desplegar sin su presencia.
En efecto, si una parte pide la citación de un tercero conforme a lo previsto por la ley
civil, el tribunal debe proveer a la citación observando todos los recaudos legales para
asegurar su regular intervención a los fines de que pueda ser alcanzado por los efectos
de la cosa juzgada. Lo mismo puede ocurrir con la llamada intervención espontánea. En
ambos casos la nulidad no ha de tener más extensión que la referida a esa intervención.
Estos sujetos eventuales aparecen mejor definidos en el proceso penal.
Atento el carácter accesorio de la acción civil cuando es ejercida en el proceso penal, los
sujetos que se introducen exclusivamente con motivo de la cuestión emergente del
supuesto hecho delictuoso son considerados eventuales. Tal es el caso del actor civil y
el tercero civilmente demandado. También resulta ser eventual o secundario el
querellante particular cuando se autoriza su intervención en los procesos penales por
delitos perseguibles por acción pública.
337
Los sujetos en el proceso civil, familiar y laboral: las partes: definición, legitimación
procesal y sustancial, diferencias. Legitimación individual y colectiva (intereses difusos).
Sustitución y sucesión procesal. Cargas procesales
Puede tratarse de un individuo físico o una persona jurídica. El carácter de parte debe
ser esencialmente de carácter formal, con total independencia de la relación material
debatida. Según Chiovenda, parte es la que demanda en nombre propio (o en cuyo
nombre se demanda) una actuación de la ley y aquél frente al cual ésta es demandada.
-Son duales: siempre son dos: actor y demandado, siempre hay alguien que pretende
(actor) y otro contra quien se pretende (demandado). Las partes siempre son dos por
más que en cada polo existe más de una persona.
Devis Echandia afirma que puede ser parte en el proceso quien no lo sea en la relación
sustancial…porque puede demandarse sin derecho o sin legitimación en la causa e
interés sustancial y que influyen en la suerte de las pretensiones y en el contenido de la
sentencia, pero no presupuestos de la acción ni de la calidad de parte.
338
si el actor o el demandado tienen capacidad jurídica para ser parte procesal, sino si uno
o los dos son las personas ante las cuales cabe emitir útilmente la sentencia”
Sucesión procesal
Existe sucesión procesal cuando “el sujeto que ocupa efectivamente una de las
posiciones procesales originarias es reemplazado por otro u otros, a consecuencia de un
acto entre vivos o por causa de muerte que transmite los derechos litigiosos –con
consiguiente pérdida de legitimación- y convierte al reemplazante en el nuevo
legitimado para obtener una sentencia de mérito. En efecto, se enumeran los siguientes
casos de sucesión procesal:
-La sucesión de una parte por sus herederos mortis causae. Es a título universal.
-La sucesión de una parte que muere por el legatario del derecho litigioso o del bien
objeto del proceso. Es una sucesión mortis causae a título particular.
-La sucesión de una parte por el cesionario mediante actos entre vivos.
La sustitución procesal
Estos terceros no son los “representantes” que actúan en nombre de la parte, ni tampoco
son los sucesores ni a título universal ni particular, los cuales se manifiestan en el
fenómeno de la sucesión procesal.
Cargas procesales
Las cargas procesales se hallan en una estrecha relación con las posibilidades
procesales, puesto que toda posibilidad impone a las partes la carga de ser diligente
para evitar su pérdida.
El que puede, debe: la ocasión obliga (es decir grava) y la más grave culpa frente a sí
mismo, es la de haber perdido la ocasión” Las partes ingresan al proceso a los fines de
debatir conforme a determinadas reglas conocidas de antemano y a las cuales se
someten. Alvarado Velloso señala que la carga “es un imperativo que la parte tiene
respecto de sí misma” Y nadie puede compelerla a que la cumpla, no se trata de una
339
obligación, pues la obligación supone que otro sujeto tiene un derecho correlativo con
esa obligación y que por ende puede exigir su cumplimiento.
El Tribunal
El juez técnico evalúa los hechos y resuelve conforme a las reglas de la sana crítica
racional. Funda su decisión legalmente. En el juicio por jurados, el tribunal está
compuesto por ciudadanos no letrados en derecho que resuelven la existencia del hecho
conforme a su íntima convicción, solamente expresan la inocencia o culpabilidad del
imputado. Ahora bien, nuestro CPPCba., en su art. 369 establece que, si el máximo de la
escala penal prevista para el o los delitos contenidos en la acusación fuere de quince
años de pena privativa de la libertad o superior, el tribunal –a pedido del ministerio
público, del querellante o del imputado-, dispondrá su integración con dos jurados”
Así, junto al jurado existe el juez técnico en derecho, cuya función consiste en dirigir el
proceso, proceso que es observado por el jurado previa decisión.
Acusador fiscal
El ministerio público tiene a su cargo el ejercicio de la acción penal, y para ello, la fiscalía
ejerce dos grandes actividades:
Así, la investigación penal preparatoria debe impedir que el delito cometido produzca
consecuencias ulteriores y reunir las pruebas útiles para dar base a la acusación o
determinar el sobreseimiento (art. 302 CPPCba).
De tal suerte, tiene por objeto comprobar si existe un hecho delictuoso, establecer las
circunstancias que lo califiquen, agraven o atenúen, individualizar sus responsables,
verificar las condiciones personales de los mismos, comprobar la extensión del daño
causado por el delito (art. 303 CPPCba).
340
comprobable la participación punible del imputado en el hecho intimado (art. 354)
Promovida la acción penal, ya en el juicio la Fiscalía queda en posición de “parte actora”,
es decir acusador en contra del imputado “parte acusada”, en un perfecto pie de
igualdad entre ambas, en contradicción y duales.
Entre ellas se desarrollará el debate, ante el tribunal, quien dirige el proceso, estándole
prohibido al tribunal el despliegue de actividad probatoria de oficio, y teniendo
participación activa recién el tribunal en el acto de sentenciar.
El imputado
Sujetos eventuales
El querellante particular:
El actor civil:
Surge así que se puedan acumular dos procesos mediante la acumulación pretensional
de una pretensión civil de resarcimiento en el marco de un proceso donde se debate la
pretensión punitiva del Estado. Se está frente a una demanda que contiene una acción
o pretensión civil.
341
El actor civil puede actuar en el proceso para acreditar el hecho delictuoso, la existencia
y extensión del daño pretendido y la responsabilidad civil del demandado (art. 107
CPPCba)
Una de las partes pretende y la otra reacciona contra esa pretensión. Por eso el carácter
dual de las partes, sólo dos. Pero, en cada una de las partes (polo activo y pasivo) pueden
existir más de una persona pretendiendo o reaccionando, e incluso en ambas partes
puede existir también más de un sujeto.
Cuando en una, otra o ambas partes existe más de un sujeto, el derecho procesal lo
denomina partes con pluralidad de sujetos. La parte con pluralidad de sujetos es el
género, el litisconsorcio o relación litisconsorcial es la especie.
Digamos que siempre que existe litisconsorcio (especie) nos encontramos ante una parte
con pluralidad de sujetos, pero o siempre que exista una situación de partes con
pluralidad de sujetos estaremos frente a un litisconsorcio.
El Litisconsorcio: existe litisconsorcio cuando entre varios sujetos que ocupan una misma
posición procesal se presenta un vínculo de conexidad causal o de afinidad.
Está contemplado en el art. 181 del CPCCba, el cual trata la posibilidad de acumulación
de acciones (pretensiones) en la demanda, estableciendo que “podrá, igualmente
acumularse y ejercitarse simultáneamente las acciones que uno tenga contra varias
personas o varis contra una sola, siempre que emanen de un mismo título o se funden
en una misma causa de pedir”
Es necesaria la conexidad causal a los fines de que esa pare con pluralidad de sujetos se
constituya en un litisconsorcio. El mismo puede ser:
Los actos de cada litisconsorte son independientes en sus efectos de los demás sin
beneficiar ni perjudicar al litisconsorte, la rebeldía de uno no perjudica a los otros, los
costos de pruebas como los peritos, oficios, son a cargo del oferente.
Entre varios sujetos existe una relación sustancial única e inescindible, y la sentencia
sólo puede dictarse útilmente frente a todos los integrantes de la relación jurídica
sustancial controvertida en el proceso.
Los actos procesales de uno de los litisconsortes beneficial o perjudican a los otros, la
prueba, acreditación o confirmación de un hecho, se analiza y valora para todos.
342
ACTOS PROCESALES:
Los actos procesales son los actos jurídicos del proceso. Este se compone de una serie
de actos tendientes a un fin, que no es otro que, de lograr la culminación del proceso a
los efectos de augurar la justicia, en el caso concreto y la paz social.
Estos actos que se cumplen en el trámite judicial están de tal modo concatenados entre
sí, que cada uno de ellos es una consecuencia del anterior y antecedente del posterior.
Son cumplidos por los sujetos procesales y demás intervinientes en virtud del ejercicio
de poderes y cumplimiento de deberes legalmente regulados.
Se ha afirmado que los actos procesales son los actos jurídicos del proceso. Por ello, para
desentrañar su naturaleza se debe partir de la Teoría general de los actos jurídicos, sus
conceptos fundamentales y adaptarlos al derecho procesal.
El Código Civil, respecto de los actos jurídicos, que son aquellos “El acto jurídico es el
acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción
de relaciones o situaciones jurídicas” (art. 259CC).
El acto procesal es una categoría especial de acto jurídico al que se podría caracterizar
como el acto jurídico emanado de las partes, de los órganos jurisdiccionales y de los
terceros intervinientes en el proceso judicial, destinado a adquirir, modificar o extinguir
efectos procesales.
Al ser una especie de acto jurídico, para su validez debe ser realizado con discernimiento,
intención y libertad. Quien realice un acto procesal, (sea un órgano jurisdiccional, sea
una de las partes o un tercero), debe tener “capacidad” para efectuar dicha actividad,
siendo su ausencia causal de nulidad del acto. Los actos procesales deben ser realizados
con intención. Serán reputados sin intención, cuando fueran hechos por ignorancia, error
o dolo. Por ultimo, para la eficacia del acto procesal se requiere que el agente que lo
ejecute no este privado de su libertad por un acto de fuerza o intimidación.
Palacio define a los actos procesales como “los hechos voluntarios que tiene por efecto
directo e inmediato la constitución, el desenvolvimiento o la extinción del proceso, sea
que procedan de las partes (o peticionarios) o de sus auxiliares, del órgano jurisdiccional
(o arbitral) o de sus auxiliares, o de terceros vinculados a aquel con motivo de una
designación, citación o requerimiento destinados al cumplimiento de una función
determinada”.
No constituyen actos procesales, aquellas actividades cumplidas fuera del ámbito del
proceso, aunque eventualmente puedan producir efectos en él. Pero no median razones
atendibles para excluir del concepto de acto procesal a todas aquellas actividades que
despliegan en el proceso quienes no revisten en él el carácter de sujetos directos o
343
auxiliares permanentes de éstos, como son los testigos, peritos, interpretes, martilleros,
depositarios, etc.
Son actos voluntarios lícitos que tienen por efecto directo e inmediato el inicio,
desenvolvimiento, paralización o terminación del proceso, conforme a los preceptos de
la ley ritual, sea que procedan de las partes, del órgano judicial o de sus auxiliares, o de
terceros vinculados a aquel, destinados al cumplimiento de una función determinada.
Hay que distinguir entre actos procesales de los meros hechos que producen también
efectos en el proceso, así por ejemplo, el transcurso del tiempo hace vencer los plazos,
la muerte de una de las partes, la destrucción de un documento, etc..
Sujetos, objeto (materialidad del acto), forma (en sentido amplio y en sentido estricto).
Actos de iniciación.
Actos de desarrollo
Y actos de conclusión.
La demanda.
El embargo preventivo.
Actos de comunicación: por medio de los cuales se les comunica a las partes, terceros o
funcionarios judiciales o administrativos; una petición formulada en el proceso o el
contenido de una resolución judicial.
Y los Actos cautelares: por medio de los cuales se asegura preventivamente el efectivo
cumplimiento de la sentencia.
344
Por último tenemos los ACTOS DE CONCLUSIÓN: que se dividen en tres: sentencia (que
es la forma normal de conclusión del proceso).
Ejecución de sentencia.
COMUNICACIÓN PROCESAL: son actos destinados a hacer conocer a las partes, terceros,
funcionarios judiciales o administrativos, algo relacionado al proceso conteniendo una
resolución judicial.
La regla general es que todos los actos procesales deben ser comunicados a las partes
Esta actividad “comunicante”, que ha sido clasificada por parte de la doctrina como
secundaria, por entenderse que no es de las principales que cumple el Poder Judicial, no
la realizan las partes en forma directa sino por intermedio del tribunal, a través de
distintos medios; oficios, exhortos, notificaciones, etc.
Clases de comunicaciones:
*Audiencia: comunicación inmediata y directa del juez con las partes. Son los medios de
comunicación no solo entre las partes sino entre estas y el tribunal, designándose a tal
fin un determinado día y hora para su recepción.
En cualquier estado de la causa los tribunales podrán decretar audiencias para aclarar
puntos dudosos o procurar avenimientos o transacciones entre las partes. También se
designan audiencias en el proceso a los fines de diligenciar prueba oralizada (testimonial,
confesional), para designar peritos, etc.
En general las audiencias son públicas, salvo que el tribunal disponga lo contrario por
resolución motivada, lo que no dará lugar a recurso alguno (art. 54 CPC).
Las audiencias ordenadas por la ley serán decretadas con designación precisa de día y
hora e intervalo no menor de tres días, salvo que motivos especiales exijan mayor
brevedad. Se realizaran con las partes que asistieran a ellas, sin esperarse a los demás
interesados más de quince minutos (art. 59 CPC).
345
De lo ocurrido en la audiencia se labra un acta que debe contener el nombre y la firma
de los que hubieran intervenido (art. 60 CPC).
*Traslados y vistas: comunicación de las partes entre si. Son los modos por los cuales se
comunica a una de las partes las pretensiones o alegatos de la contraria, a fin de que
aquella emita una opinión al respecto. Define como “aquellas providencias mediante las
cuales los jueces o tribunales deciden poner en conocimiento de las partes o de los
terceros las peticiones encaminadas a obtener una resolución capaz de afectarlas,
concediéndoles de tal manera la oportunidad de formular alegaciones o producir pruebas
en apoyo de los derechos que estiman asistirles”.
En general, las vistas tienen la misma finalidad que los traslados y la mayoría de los
códigos vigentes la sujetan a los mismos requisitos que éstos. En términos generales y
frente a la ausencia de previsiones legales específicas, puede decirse que la concesión
de un traslado o de una vista depende de la mayor o menor complejidad de las
cuestiones acerca de las cuales debe expedirse el destinatario del correspondiente acto
de transmisión.
Nuestro ordenamiento procesal civil y comercial local establece, sin hacer distinción
entre unos u otros, que los traslados y vistas se correrán, entregando al interesado,
juntamente con las cedulas de notificación, las copias a que se refiere el art. 85, siempre
que aquellas no hubiesen sido entregadas con anterioridad. Con relación al plazo, todo
traslado y vista que no tenga fijado uno especial por ley o por el tribunal, se considerará
otorgado por tres días y la diligencia se practicara en la forma prevista para las
notificaciones en general.
*Oficios: comunicación del tribunal con órganos de otros poderes del estado. Los oficios
son los medios de comunicación, que en general, los jueces pueden cursar a otro órgano
jurisdiccional u otra autoridad a fin de encomendarles el cumplimiento de alguna
diligencia (recepción de pruebas, embargo de bienes, etc). La Ley expresa que “la
comunicación entre los tribunales de distinta jurisdicción territorial se realizara
directamente por oficios, sin distinción de grado o clase, siempre que ejerzan la misma
competencia en razón de la materia”.
Sin embargo, en virtud de lo dispuesto por la mencionada ley 22.172, el exhorto solo es
utilizable, en nuestro ordenamiento jurídico, para las comunicaciones entre los distintos
tribunales de la provincia de Córdoba.
Ello así, pues toda comunicación dirigida a otra autoridad judicial fuera de la provincia
pero dentro de la República, se hará por oficio en la forma que establece la ley convenio
sobre comunicaciones entre tribunales de distinta competencia territorial (Ley 22.172).
346
jerarquía de la misma jurisdicción o de otra distinta (v.gr. de un juez de primera instancia
a un juez de cámara).
NOTIFICACIONES PROCESALES:
Son los actos mediante los cuales se pone en conocimiento de las partes, o de terceros,
el contenido de una resolución judicial. Tienen por objeto asegurar la vigencia del
principio de contradicción y establecer un punto de partida para el cómputo de los
plazos. Conforme lo dispone el artículo 142 del Código de Procedimiento de Córdoba, las
providencias y resoluciones judiciales no obligan si no son notificadas con arreglo a la
ley. Ellas se efectuarán:
4) por edictos y,
En orden inverso al propuesto se habrá de decir que la notificación ministerio legis es una
presunción legal que considera que todas aquellas resoluciones que no deban por ley
ser notificadas a domicilio, se consideran notificadas el primer martes o viernes posterior
al día en que hubieren sido dictadas, o el subsiguiente hábil, si alguno de aquellos fuere
inhábil. De modo tal que no aparece ningún escrito o manifestación expresa en el
expediente al tratarse de una ficción creada por la ley.
La notificación por retiro del expediente: se efectúa mediante el efectivo retiro del
expediente por parte del letrado apoderado o patrocinante en las condiciones que
autoriza el código en sus artículos 69 y 70.
La notificación por diligencia: efectuada por cualquiera de las partes, suple a cualquiera
de las otras especies. Esta aparece cumplida mediante diligencia que efectúe la parte
interesada, su apoderado o patrocinante en el expediente.
Aquí cabe aclarar que si dicha diligencia pretendiera hacerse por la parte en el pleito
quien comparece sola a la barandilla del Juzgado, para que tenga validez procesal debe
ser controlada su identidad.
La notificación por cédula o cualquier otro medio fehaciente: Estos últimos hacen
referencia a telegramas copiados o colacionados, cartas documentos o aviso de
recepción. A este tipo de notificación puede acudir la parte cuando deban practicarse a
personas que se domicilian en otras localidades dentro de la provincia.
347
domicilio, nombre de los autos, y la copia textual de la totalidad o parte pertinente de la
resolución (decreto, auto o sentencia) que se desea notificar, con indicación de quien
firma la misma. Debe indicar asimismo si se acompañan copias y en qué cantidad. La
expresión "Queda Usted debidamente notificado", lugar y fecha de confección y firma
de quien la envía.
El control de las cédulas debe recaer sobre éstos requisitos mencionados a lo que deberá
sumársele la certificación colocada generalmente en el reverso de la cédula y donde el
oficial notificador ha dejado constancia de la realización de la medida, no resultando
válido el acto procesal de la notificación si hubiera manifestado algún impedimento en
su cumplimiento.
PLAZOS PROCESALES: es el espacio de tiempo dentro o fuera del cual debe cumplirse un
acto procesal. Es legal si lo concede la ley, judicial, el señalado por el Tribunal, y
convencional el establecido libremente por las partes.
Artículo 45. - Cómputo inicial. Los plazos judiciales correrán para cada interesado desde
su notificación respectiva o desde la última que se practicare si aquéllos fueren comunes,
no contándose en ningún caso el día en que la diligencia tuviere lugar.
Artículo 46. - Transcurso de los plazos. Suspensión. En los plazos señalados en días se
computarán solamente los días hábiles, y los fijados por meses o años se contarán sin
excepción de día alguno.
Se suspenderán para la parte a quien, por fuerza mayor o caso fortuito, se le produzca
un impedimento que la coloque en la imposibilidad de actuar por sí o por apoderado,
desde la configuración del impedimento y hasta su cese. El pedido de suspensión, que
tramitará como incidente, deberá ser formulado dentro de los cinco días del cese del
impedimento.
En todos los casos el tribunal indicará el momento en que el plazo se reanudará, lo que
se producirá automáticamente.
Artículo 53. - Prórroga legal. Si el plazo vence después de las horas de oficina, se
considerará prorrogado hasta el fenecimiento de las dos primeras horas de oficina del
día hábil siguiente.
Entonces: Los plazos, lapsos dentro de los cuales es preciso cumplir cada acto procesal
en particular, pueden ser:
348
1º) Los plazos legales son aquellos cuya duración se halla expresamente establecida por
la ley. Son judiciales los fijados por el juez o tribunal. Son convencionales los que las
partes pueden fijar de común acuerdo.
2º) Un plazo es perentorio (preclusivo o fatal) cuando, una vez vencido se opera
automáticamente la caducidad de la facultad procesal para cuyo ejercicio se concedió.
Son los más importantes.
Artículo 49. - Plazos fatales. Son plazos fatales los señalados por la ley:
3. Para pedir aclaración o que se suplan las deficiencias en las resoluciones judiciales.
5. Cualquier otro respecto de los cuales haya prevención expresa y terminante de que
una vez pasados no se admitirá en juicio la acción, excepción, recurso o derecho para
que estuvieren concedidos.
Artículo 50. - Efectos. Los plazos de que habla el artículo 49 fenecen por el mero
transcurso del tiempo, sin necesidad de declaración judicial ni de petición de parte, y
con ellos los derechos que se hubieren podido utilizar.
3º) Un plazo es prorrogable cuando cabe prolongarlo a raíz de una petición unilateral en
ese sentido formulada con anterioridad a su vencimiento, y es improrrogable cuando no
puede ser objeto de tal prolongación.
No debe confundirse plazo improrrogable con plazo perentorio. Todo plazo perentorio es
improrrogable, ya que, por esencia, descarta la posibilidad de que pueda ser prorrogado
a pedido de una de las partes. Pero no todo plazo improrrogable es perentorio, pues
mientras que el primero admite su prolongación tácita en el sentido de que el acto
correspondiente puede cumplirse después de su vencimiento, pero antes de la otra parte
pida el decaimiento del derecho o se produzca la pertinente declaración judicial, el
segundo produce a su vencimiento, la caducidad automática del derecho, sin necesidad
de que el otro litigante lo pida ni de que medie declaración judicial alguna.
4º) Son plazos individuales aquellos que corren independientemente para cada parte.
Son comunes los plazos cuyo cómputo se efectúa conjuntamente para todos los
litigantes, sean partes contrarias o litisconsortes.
5º) Los plazos son ordinarios o extraordinarios según que, respectivamente, se hallen
previstos para los casos comunes o atendiendo a la distancia existente entre el domicilio
de las partes y la circunscripción territorial donde funciona el juzgado o tribunal.
349
Clasificación de los procedimientos:
Regular, significa sin vicios que puedan invalidarlos y legal, implica que estos actos sean
realizados conforme a las previsiones establecidas en la ley procesal.
La actividad procesal cumplida sin observar las normas que la regulan puede perjudicar
la función de tutela de los intereses comprometidos, ello conduce a prevenir la
inobservancia, y en su caso, evitar los vicios o defectos irregulares o a eliminarlos si ya
se hubieren producido.
El vicio que recae sobre un acto procesal puede ser objetivo o subjetivo:
Sin embargo, no todo defecto produce la ineficacia del acto procesal, pues para que ella
opere, esa irregularidad debe manifestarse como “perjudicial en la vida del proceso,
afectando el ejercicio de la defensa, un presupuesto procesal o el equilibrio entre las
partes resultante del principio de igualdad y contradictorio”.
La ineficacia del acto se alcanza mediante una declaración jurisdiccional que entraña la
aplicación de la sanción procesal que corresponda.
350
Las sanciones procesales han sido caracterizadas por Clariá Olmedo como:
Son sanciones de carácter enteramente objetivas, por cuanto atacan al acto, y sus
efectos, con independencia y exclusión del sujeto que los haya producido, sin perjuicio
de la posibilidad de que sean sancionados disciplinariamente.
Por u parte, la caducidad tampoco puede ser caracterizada como una sanción procesal
sino que se traduce en la perdida de un poder, por no haberlo ejercido oportunamente,
vinculado con un termino perentorio.
ACTIVIDAD PROBATORIA:
Es el esfuerzo que realizan todos los sujetos procesales para comprobar la veracidad de
los hechos invocados por las partes en los escritos introductorios del pleito: demanda y
contestación.
Concepto de prueba: es la comprobación judicial por los medios que la ley establece, de
la verdad de un hecho controvertido.
MEDIOS DE PRUEBA: Hay que distinguir entre Fuentes de Prueba y Medios de Prueba: Los
medios de prueba son la actividad del juez, de las partes y de los terceros, desarrollada
dentro del proceso para traer fuentes de prueba de la manera indicada por el
351
ordenamiento procesal (prueba confesional, testimonial, documental, etc.). En los
medios de prueba intervienen todos los que actúan en el proceso. Los medios de prueba
son ilimitados, porque se puede probar de otras maneras a las establecidas por el código,
de acuerdo a lo determine el juez o en base a la analogía con otros medios de prueba ya
determinados por el Código. Las fuentes de prueba son las personas (los testigos, los
absolventes, etc.) o cosas (documentos, etc.) cuyas existencias son anteriores al proceso
e independientemente de él, que tienen conocimientos o representan hechos que
interesan en el proceso. La relación entre los medios de prueba y las fuentes de prueba
es que los medios salen siempre de las fuentes de prueba.
Objeto de prueba
Expresa Alsina que “objeto de prueba son los hechos que se alegan como fundamento
del derecho que se pretende”, ampliando Palacio tal concepto al expresar que “son los
hechos controvertidos y conducentes a la decisión de la causa, afirmados por los
litigantes”. De tal modo, el último autor citado sostiene que es posible inferir que el
objeto de prueba: está constituido por hechos externos o internos que pueden ser objeto
de conocimiento; que deben ser susceptibles de percepción por los sentidos o deducción
por la razón; cualquiera sea su naturaleza (física, psíquica, o mixta); hallarse
controvertidos por las partes y afirmados por ellas; ser hechos que conduzcan
(pertinencia y utilidad) al esclarecimiento de la cuestión controvertida.
Directos (cuando son percibidos directamente por el juez. Ej.: reconocimiento judicial de
lugares o cosas) o Indirectos (Son los que el juez recibe a través de terceros. Ej.: Prueba
de peritos, de testigos, etc.).
Por la forma pueden ser escritos (Ej.: documentos) u orales actuados (ej.: audiencia
testimonial).
Por la estructura pueden ser personales (Ej.: testigos, confesiones) o materiales (Ej.:
documentos).
Principios de la prueba
Libertad: implica que las partes y el juez deben gozar de libertad para obtener todas las
pruebas que sean útiles pertinentes a la averiguación de la verdad, salvo que por razones
de moral y de orden público no puedan ser realizadas. Este principio se resuelve en otros
dos: libertad de medios de prueba y libertad de objeto de prueba. Este concepto significa
que todo puede probarse por cualquier medio, cualquier hecho puede ser objeto de
prueba y esa prueba puede alcanzarse por cualquier medio. Ahora bien, es importante
destacar que ante el riesgo de que amparándose en este principio, se produzcan pruebas
innecesarias, es que los ordenamientos procesales más modernos ponen ciertos límites
al mismo, prohibiendo la producción de pruebas manifiestamente improcedentes,
inconducentes o inidóneas.
Pertinencia: la prueba que puede producir la convicción del juzgador es la que resulta
útil, idónea y pertinente para demostrar las afirmaciones controvertidas. Este principio
se relaciona con el de economía procesal y tiende a evitar que uno de los litigantes dilate
innecesariamente el proceso con pruebas impertinentes.
352
Negligencia procesal: es el abandono o falta de diligencia en la tramitación de los juicios.
En ella pueden incurrir tanto los funcionarios judiciales y sus auxiliares o subordinados,
cuanto las partes y sus representantes o patrocinantes. La negligencia procesal tiene
dos formas de sanción: una es la pérdida del trámite o actuación no cumplidos o no
reclamados a tiempo, y otra es la pecuniaria, que puede imponerse para el pago de las
costas o de parte de ellas, al mandatario negligente o a éste conjuntamente con la parte
y su patrocinante. (caducidad y prescripción).
Publicidad: se relaciona con el principio de contradicción, en tanto implica que las partes
deben tener igual oportunidad para conocer la prueba, participar en su producción,
impugnarlas, discutirlas y valorarlas, además de conocer la valoración efectuada por el
juez al dictar sentencia.
desarrollandohabilidades.adm@gmail.com
Por la función que cumple la prueba pueden ser representativos o históricos (ej.: testigo,
porque rememora hechos pasados y percibidos por sus sentidos) o no representativos o
críticos (ej.: reconocimiento judicial de lugares donde el juez se presenta en el lugar
visualiza y luego vuelca lo que vio en un acta).
Responde a la pregunta de: ¿quién debe probar? se trata de determinar, cuál de los
sujetos que actúan en el proceso debe producir la prueba materia del debate, o sea, la
distribución del onus probando.
En el proceso civil, eminentemente dispositivo, son reglas para que las partes produzcan
la prueba de los hechos, con la finalidad de demostrar la verdad de sus respectivas
proposiciones. Carga de la prueba significa entonces, una conducta impuesta a uno o a
ambos litigantes para que acrediten la verdad de los hechos por ellos alegados.
La carga de la prueba (onus probando) constituye pues como toda carga procesal, un
imperativo del propio interés, una circunstancia de riesgo; quien omite probar, no
obstante, la regla que pone tal actividad a su cargo, no es pasible de sanción alguna,
quedando expuesto a la perspectiva de una sentencia desfavorable.
En otro aspecto, también es una regla para el juzgador o regla de juicio, en cuanto
implica cómo debe resolver cuando no existe la prueba de los hechos sobre los cuales
debe basar su decisión. La ley procesal debe distinguir anticipadamente entre las partes
la fatiga probatoria, determinando las circunstancias que el actor y el demandado deben
acreditar, según las proposiciones formuladas por ellos en el juicio.
Concepción clásica
Las reglas sobre la carga de la prueba son aquellas que tienen por objeto determinar
cómo debe distribuirse, entre las partes, la actividad consistente en probar los hechos
controvertidos que son materia de litigio.
353
hechos constitutivos de su pretensión, atribuyéndosele el carácter constitutivo al hecho
específico del que surge, en forma inmediata, el efecto jurídico pretendido.
Así por ej., en un contrato de compra venta, el actor deberá probar la existencia de dicho
contrato, como asimismo, las demás circunstancias que lo tipifican, por ej.: cosa vendida,
precio, etc. En cuanto a los hechos impeditivos, como regla le corresponde su prueba al
demandado. Siguiendo el ejemplo anterior, podemos decir que son hechos impeditivos
la existencia de un vicio en el consentimiento o la incapacidad de los contratantes,
correspondiendo la prueba de su existencia a quien los invoca como fundamento de su
defensa.
Reformulación
354
posibilidades de probar, ya que de lo contrario, atribuir responsabilidad de prueba a
quien no tiene esa posibilidad, carecería de todo sentido.
Nuestro sistema reposa en el carácter público del interés represivo, por lo que la
obligación de investigar la verdad y de aportar en consecuencia las pruebas necesarias,
incumbe al estado a través de sus órganos predispuestos, sin que la actividad probatoria
y el objeto de la prueba puedan encontrar límites derivados de la conducta de las partes.
La responsabilidad que nace para el Ministerio Público por imperio de la ley 8123 durante
la etapa del juicio, por la cual el ofrecimiento de prueba es de su exclusiva competencia,
no pudiéndola suplir el tribunal de oficio, no responde a la teoría de la carga probatoria
pues el fiscal, objetivamente, está obligado a efectuar dicho ofrecimiento, de la misma
forma que el juez está obligado a juzgar. La actividad probatoria en el proceso penal no
es una simple verificación, desde que ésta presupone una afirmación previa, y lo que se
pretende es reconstruir objetiva, imparcial, histórica y libremente el hecho hipotético
que supone delito.
355
O sea, para sintetizar y a efectos de una mejor comprensión: Punto de vista legal:
resolución que decide en definitiva cualquier tipo de cuestiones que pone fin al proceso
(como un sobreseimiento, por ejemplo). Punto de vista sustancia: resolución que decide
en definitiva sobre la cuestión de fondo, pendiendo fin al proceso.
Decimos que sentencia es una resolución jurisdiccional definitiva. Esto quiere decir que
con ella se agota la jurisdicción de conocimiento del juez en ese proceso –no su actividad
en el mismo-. Es decir, ya sea desde el punto de vista legal o sustancia, sentencia es
decisión que pone fin al proceso en su momento cognoscitivo, después de su integral
tramitación.
En primer lugar, el juez debe empezar por obtener las cuestiones de hecho contenidas
en la causa para delimitar el campo dentro del cual han de proyectarse las pruebas
efectiva y legítimamente introducidas al proceso –para el juez, lo que no está en el
expediente o en el acta, no existe en el mundo. Al mismo tiempo deberá ir comparando
esas cuestiones con el hecho específico descripto en las normas jurídicas aplicables.
Delimitados los hechos deberá fijarlos en el siguiente orden: 1. los que las partes
aceptaron como ciertos –no controvertidos-; 2- los que no requieren demostración –
hechos evidentes y presunciones iure et de iure-; 3- presunciones iuris tantum no
destruidas por prueba en contrario y hechos controvertidos. Fijados los hechos deberá
iniciar la valoración de la prueba en busca de la obtención de certeza respecto de la
verdad el acontecimiento sometido a su decisión.
Para esta valoración deberá aplicar las reglas de la lógica, la psicología y la experiencia,
cuya omisión, en nuestro sistema, está conminada con la nulidad y constituye un vicio
in iudicando. La regla que prohíbe el non liquen obliga al juez a dictar sentencia cualquier
que sea el estado intelectual al que arribe –duda, probabilidad o certeza-.
En caso de duda, el juez hallará un equilibrio entro los elementos negativos y los
positivos, lo que significará ausencia de toda prueba e incertidumbre respecto del hecho
afirmado. Si esto ocurre se tendrá como no probado aquél. En caso de probabilidad, esto
es, mayor cantidad de elementos positivos pero que no excluyen por completo a los
negativos, habrá insuficiencia de prueba para cualquier tipo de proceso, lo que impide
acoger de plano la afirmación, no pudiendo darse por existente el hecho y aunque esta
misma probabilidad permitió ordenar durante la sustanciación del proceso previo a al
sentencia, una medida cautelar.
356
Certeza positiva durante el juicio: condena.
Clases
Cosa juzgada en sentido formal: se configura cuando a pesar de ser firme e irrevocable
la sentencia dentro del proceso en el cual se dictó, sin embargo la causa allí resuelta
puede ser nuevamente discutida en un proceso ulterior. Es decir, carece del atributo de
indiscutibilidad. Tal es el caso de la sentencia dictada en un juicio ejecutivo que, sin
embargo, y a pesar de que se proceda a la ejecución ordenada en ella, permite que la
causa sea discutida por vía ordinaria. Esto ocurre porque en el juicio ejecutivo no se
permite discutir la causa de la obligación y por ende, se trata de cuestiones no resueltas
que ameritan la sustanciación de otro proceso. La doctrina entiende que no estamos
ante una autoridad de cosa juzgada.
Cosa juzgada material o sustancial: se trata de aquella sentencia que ha quedado firme,
es irrevocable y no admite discusión posterior por la misma causa; no se puede ir más
allá, no admite supuesto contrario alguno; en consecuencia, es un presupuesto de la
conclusión que torna vano todo logicismo que intente desconocerla.
357
pretensiones hechas valer en el proceso por el recurrente. Al respecto, el primer párrafo
del art. 354 C.P.C.Cba., dispone que sólo podrá recurrir la parte que tuviere un interés
directo. Este interés directo es el “agravio” o “gravamen” antes referenciado, es decir,
aquél que se tiene con respecto a la resolución que se considera injusta o ilegal.
Así por ejemplo, una de las partes no podrá agraviarse de la sentencia que acogió su
pretensión porque ésta se fundó en una doctrina distinta a la que ella sustentó en el
proceso, o porque, por ejemplo la sentencia acogió una sola de las tres causales de
divorcio en que se fundó la pretensión contenida en la demanda.
Fundamentos
358
razones por las cuales el agraviado considera afectado o perjudicado su derecho con el
acto procesal impugnado. La expresión de agravios consiste en el desarrollo de una línea
argumental con la que el impugnante intenta demostrar mediante una crítica concreta,
precisa y circunstanciada, la existencia del error o vicio que imputa al acto procesal
atacado, en virtud del cual sufre el agravio que expresa, proponiendo además, el
impugnante, fundadamente la solución que estima correcta.
Admisibilidad: La impugnación, como toda actividad de las partes, para ser eficaz
requiere de una actuación del tribunal, que se conoce con el nombre de juicio de
admisibilidad. Una vez interpuesta la impugnación, el tribunal que dictó el
pronunciamiento cuestionado deberá resolver sobre su admisión, para conceder o
denegar dicha impugnación.
Las condiciones que debe cumplir el acto impugnativo par que no sea declarado
inadmisible son las expresamente previstas por la ley, a más de las que surjan de los
principios generales: resolución recurrible (impugnación objetiva), tener el recurrente
legitimación (impugnación subjetiva, por ejemplo: ser parte o tercer afectado),
regularidad y completividad del acto (formalidad, como en el recurso de reposición que
debe fundarse en el mismo acto que se interpone), cumplimiento en el plazo fijado
(oportunidad). Esas condiciones de admisibilidad varían de un medio impugnativo a otro.
Efectos
Se entiende por efecto devolutivo la remisión del fallo apelado al superior que está
llamado, en el orden de la ley, a conocer de él. No hay propiamente devolución, sino
envío para el reexamen. La jurisdicción se desplaza del juez recurrido al juez que debe
intervenir en la instancia superior. Digamos que sobre el fundamento del recurso debe
escrutar y expedirse, por regla general, un órgano jurisdiccional distinto y de mayor
jerarquía (tribunal de alzada o ad quem) que el que dictó la resolución impugnada (a
quo). Es el denominado efecto devolutivo. Este efecto es típico de los recursos
propiamente dichos y conlleva el efecto suspensivo. Cuando adolece de este efecto
devolutivo, más que recurso es un incidente.
359
Efecto suspensivo o no suspensivo
Consiste en la paralización provisional de las consecuencias del acto atacado una vez
interpuesta la impugnación de que se trata y hasta tanto la misma sea resuelta. Para
evitar que la posible injusticia de la resolución recurrida se comience a consolidar
durante el trámite del recurso, se dispone, de ordinario, que se suspenda la ejecución de
lo resuelto por el pronunciamiento recurrido, durante el plazo acordado para impugnar,
y si esto ocurre, también durante el tiempo de sustanciación del recurso. Lo que se
suspende con la interposición de la impugnación no es el desarrollo del proceso, sino lo
que ha dispuesto la resolución impugnada.
Como lo adelantamos más arriba, un mismo recurso puede tener por regla el efecto
suspensivo, pero también a veces y a modo de excepción ser no suspensivo. Por ej., una
excepción al efecto suspensivo del recurso reapelación, se encuentra en el proceso por
alimentos y litis expensas, donde se procura proteger al beneficiado de esas
prestaciones.
El recurso: En sentido estricto, implica devolución, y por regla tiene efecto suspensivo.
Con la admisibilidad del recurso se abre la competencia funcional por grado del tribunal
superior. Procede contra las resoluciones judiciales (sentencias, autos o decretos) y
persigue la revocación, modificación, sustitución o invalidación de la resolución
impugnada. Los medios recursivos son la apelación, casación, la inconstitucionalidad y
el directo.
Demanda o acción impugnativa: Importa el ejercicio del poder de acción procesal cuyo
contenido es una pretensión invalidatoria contra la cosa juzgada írrita fundada en los
motivos previstos por la ley (art. 395 del CPCCba) que se interpone y tramita ante el
Tribunal Superior (art. 397 CPCCba). Clariá Olmedo opina que la acción impugnativa,
además de atacar una sentencia que ha pasado en autoridad de cosa juzgada (revisión),
también puede dirigirse contra la ilegitimidad de una decisión dictada por la
Administración Pública, que ha quedado firme luego de haberse agotado la vía
administrativa, que es lo que se conoce como demanda contencioso administrativa.
360
Vías recursivas extraordinarias
Casación
El recurso de casación es el medio de impugnación por el cual, por motivos de derecho
específicamente previstos por la ley, una parte postula la revisión de los errores jurídicos
atribuidos a la sentencia de mérito que la perjudica, reclamando la correcta aplicación
de la ley sustantiva, o la anulación de la sentencia, y una nueva decisión, con o sin
reenvío a nuevo juicio. Es un recurso extraordinario en cuanto no implica, la posibilidad
del examen y resolución ex novo de todos los aspectos, sino que dicho examen se limita
a las cuestiones nacidas de la aplicación de la ley sustantiva o procesal y procede para
corregir errores de derecho que vicien la resolución impugnada. De dicho carácter
extraordinario se desprende también la imposibilidad de introducir en el procedimiento
actos de prueba. El art. 383 del CPCCba establece que el recurso de casación procederá
por los siguientes motivos:
Violación al principio de congruencia: el principio indica que debe existir una correlación
entre la pretensión y la decisión.
-Que el fallo se funde en una interpretación de la ley que sea contraria a la hecha, dentro
de los cinco años anteriores a la resolución recurrida, por el propio tribunal de la causa,
por el Tribunal Superior de Justicia, un tribunal de apelación en lo civil y comercial, u otro
tribunal de apelación o de instancia única de esta provincia. Si el fallo contradictorio
proviniere de otra sala del Tribunal Superior de Justicia, o de un tribunal de otro fuero, el
tribunal de casación se integrará con la Sala Civil y con la sala que corresponda, del
Tribunal Superior de Justicia.
-Que el fallo contraríe la última interpretación de la ley hecha por el Tribunal Superior de
Justicia en ocasión de un recurso fundado en el inciso precedente.
Las sentencias definitivas Los autos que pongan fin al proceso, hagan imposible su
continuación o causen un gravamen irreparable, dictados por la cámara. Resoluciones
no definitivas, sólo por los motivos de los incisos 3 y 4 del art. 383 del CPCCba.
361
Incidentes: procedencia y clases
Se diferencia de las cuestiones prejudiciales, en que estas últimas tienen que ser
incidentalmente resueltas por el mismo o por otro tribunal, a efectos de poder tramitar
o resolver en el orden civil o en el derecho penal la cuestión principal sometida a juicio.
Las cuestiones prejudiciales dan lugar a los incidentes de previo y especial
pronunciamiento y a las excepciones dilatorias y perentorias.
Según el art. 426 del CPCCba, “los incidentes son cuestiones que se suscitan durante la
tramitación de un pleito y que tienen alguna conexión con él. Se sustancia por el trámite
del juicio abreviado, si no tienen una tramitación especial. Pueden plantearse antes,
durante la tramitación del juicio a que se refieren, o también en la etapa de ejecución de
sentencia.
Queja
362
Medidas Cautelares
En el ámbito civil han sido definidas como aquellas que tienden a impedir que el derecho
cuya actuación se pretende, pierda virtualidad o eficacia durante el tiempo que
transcurre entre demanda y sentencia. Con mayor amplitud de concepto se ha señalado
que son resoluciones jurisdiccionales provisionales, que se dictan in audita parte (sin
previo oir al afectado) o con trámite sumario o de conocimiento limitado, con el fin de
evitar el menoscabo inminente de derechos personales o patrimoniales.
Expresa Palacio que proceso cautelar es aquel que tiende a impedir que el derecho cuyo
reconocimiento o actuación se pretende obtener a través de otro proceso, pierda su
virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurre entre la iniciación de ese proceso
y el pronunciamiento de la sentencia definitiva.
Presupuestos de procedencia
363
que los jueces deben buscar un verdadero equilibrio entre dos derechos legítimos: el del
demandante de que se le asegure el resultado de la acción que ha interpuesto y el no
menos legítimo derecho de defensa del demandado. Es dable señalar que quedan
exentos de este requisito, conforme al art. 460: la nación, la provincia, las
municipalidades, los entes oficiales autárquicos, y a quien litigue asistido por asesor
legrado o con beneficio de litigar sin gastos.
Efectos
364
Embargo Ejecutorio: supone el dictado de una sentencia de condena. Es el resultado de
la conversión de alguno de los otros dos o el decretado directamente de la sentencia, en
cuyo caso no hace falta contracautela. Es el que se traba después de la sentencia con
miras a su ejecución.
Si el objeto de la medida son bienes muebles, se oficiará al oficial de justicia para que
lleven adelante la medida, quien podrá usar la fuerza pública o allanar el domicilio a los
fines del cumplimiento de su cometido.
Inhibición general:
Artículo 481. - Inhibición general de bienes. En todos los casos en que habiendo lugar a
embargo, éste no pudiere hacerse efectivo por no conocerse bienes del deudor o por no
cubrir éstos el importe del crédito reclamado, podrá solicitarse contra aquél la inhibición
general de disponer de sus bienes, la que se deberá dejar sin efecto siempre que
presentase a embargo bienes suficientes o diere caución bastante.
El que solicitare la inhibición deberá expresar el nombre, apellido y domicilio del deudor,
así como todo otro dato que pueda individualizarlo, sin perjuicio de los demás requisitos
que impongan las leyes.
Anotación de la litis:
Artículo 482. - Anotación de litis. Procederá la anotación de litis cuando se dedujere una
pretensión que pudiere tener como consecuencia la modificación de una inscripción en
el registro correspondiente y el derecho fuere verosímil. Cuando la demanda hubiere
sido desestimada, esta medida se cancelará con la terminación del juicio.
Intervención judicial:
365