Yuliana Miranda

Grado 13- 2023

LA DIVERSIDAD Y LA EDUCACIÓN COMO FACTORES ESENCIALES PARA

EL DESARROLLO HUMANO

El ser humano por naturaleza es un ser sociable, que está llamado a coexistir y
convivir con los demás, sin ningún tipo de diferencias, es así, cono la diversidad juega un
papel fundamental dentro de las distintas culturas en las que todos nosotros estamos
inmersos, ella, nos impulsa a sostener el desarrollo en la viabilidad de la sociedad en el
ámbito de respeto por la multiculturalidad; haciendo énfasis en la tolerancia que se debe
evidenciar a gran escala desde las mismas aulas de clases, donde los docentes formen a sus
estudiantes en auténticos valores que promuevan una sana convivencia y allí todos aporten
desde sus experiencias y puedan contribuir al crecimiento no sólo a nivel personal sino
grupal como una familia en la que todos puedan ir de la mano.
Por otro lado, la diversidad es fundamental para el desarrollo cultural y económico,
desde las esferas en las que se mueve las comunidades, donde hay un aire fresco de
participación activa de los habitantes de una región, que a su vez nutre y conlleva a la
inclusión de todos; por ello, se hace necesario revitalizar todas las potencialidades de las
personas para que, a partir de sus conocimientos, experiencias, y costumbres puedan
aportar y así, crecer entre todos, como una sociedad impulsadora del progreso y el trabajo
en equipo.
En el ámbito de la educación, es indispensable resaltar que el aprendizaje se logra
cuando en la formación integral se dan pautas en la que todos los agentes de los centros
educativos cultivan las cualidades y valores, que son el enfoque del horizonte en el que
todos aspiran triunfar en la vida, dejando un legado de excelencia y superación de miedos,
temores; de esta manera se logra el éxito de los esfuerzos y de las grandes capacidades que
cada uno aportó para hacer de esta comunidad un medio eficaz y seguro para las futuras
generaciones.
Nos queda por concluir, que una auténtica cultura respeta y afianza las costumbres
de su etnia, dándolas a conocer a las demás para que se fortalezca el sentido comunitario y
fraternal de las familias que hacen parte de la región. En otro sentido, la misma pedagogía
como el arte de la enseñanza, está destinada a formar niños y niñas en valores y como seres
integrales capaces de reconocer sus habilidades e importancia en la sociedad, sin
menospreciar su religión, manera de pensar o de actuar, sino más bien, viendo en sus
limitaciones o discapacidades si las tienen, una gran oportunidad para logar la estabilidad,
la paz, equidad de género, reducir la pobreza, mejorar la salud, generando con todo ello,
nuevas fuentes laborales para cada uno de los integrantes de la misma sociedad y así, se
avance y se crea un ambiente cálido de habilidades intelectuales, tecnológicas, artísticas,
deportivas y demás tal cual nos lo recuerda la esencia de la educación Montessori en ayudar
al educando en su desarrollo y a adaptarse a cualquier condición que el presente le requiera
para formar personas con un alto sentido de cooperativismo y ayuda mutua por el otro.