Está en la página 1de 5

1

La diversidad y la interculturalidad en la educación

Durley Alexandra Vásquez García

Jeniffer Tabares Martínez Martinez

Licenciatura en Educación Infantil, Facultad de Educación,

Corporación Universitaria Minuto de Dios

NRC:7506: Educación Inclusiva y Diversidad

Docente: Mónica Maritza Orozco Holguín

24 de enero, 2022
2

"La diversidad cultural y el diálogo intercultural son fuerzas impulsadoras

fundamentales para fortalecer el consenso sobre los fundamentos universales de los

derechos humanos"

UNESCO

La diversidad e interculturalidad como herramienta de transformación educativa

A medida que pasa el tiempo, el mundo enfrenta un sinnúmero de cambios

culturales, tecnológicos, económicos, educativos, entre otros, lo que a su vez, va exigiendo

la creación de nuevas herramientas, estrategias y posibilidades para la formación de nuevos

seres humanos competentes capaces de construir y aportar positivamente al mundo; y si

bien, para ello, aun se cree en la educación como herramienta para dicha transformación, de

crecimiento y cambio social, cabe mencionar la gran preponderancia que emerge que las

instituciones educativas en pleno siglo XXI se preparen para enfrentar y promover la

diversidad y la interculturalidad, evocando un dicho muy popular “no se da de lo que no se

tiene” y tristemente, no solo en algunos de los contextos en donde se imparte la educación

no se evidencia prácticas pedagógicas pertinentes al momento de abordar la diversidad e

interculturalidad, sino que también, el individuo está inmerso en una sociedad donde la

otredad es escasa y prevalece los propios intereses, los cuales defienden sin importar pasar

por encima del otro, desconociendo que todo ser humano trae consigo su raíz , su propia

identidad y su propia historia, lo que determina en gran medida su comportamiento; por lo

tanto y sin duda alguna, es muy latente la necesidad de construir un mundo mejor, donde se

reconozca que hablar de interculturalidad va muy ligado a temas como los valores y
3

principios, los cuales se ven cada vez más desdibujados al interior de las aulas y hogares,

resaltando estos últimos, como los contextos primordiales para conocer, entender y vivir a

plenitud todo lo que enmarca la diversidad y la interculturalidad, de este modo formar

nuevos ciudadanos con propósitos, capaces de relacionarse y aceptar las diferencias de sus

pares en los diferentes contextos; lo cual invita a profundizar en el dialogo intercultural con

el mundo plural y diverso.

Según la organización de Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura,

educar en la interculturalidad es “Valorar, al mismo tiempo las diferencias culturales y

utilizarlas como recurso pedagógico” (2008 p.127). Por lo tanto, es fundamental resaltar

que el aula y los diferentes espacios de aprendizaje, brindan la oportunidad para educar en

pro de las diferencias, la aceptación y el dialogo, con el fin de conseguir relaciones

positivas, donde se haga valer los derechos de cada ser humano desde la igualdad, sin

importar su condición humana y no que, porque se está ligado a una cadena generacional

permeada por creencias, costumbres, mitos y de más, cada día se le reste importancia a ello.

Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, es importante pensar en oportunidades

que permitan combatir los elementos que dificulten la convivencia como el racismo, la

desigualdad, la exclusión y la violencia, desde las diferentes culturas, para alcanzar una

educación integral de calidad, donde se reconozca la riqueza de todos en plena integración

y trabajo colaborativo.

Parrilla (2006) refiere, que la educación inclusiva, aquella que atiende la diversidad

en el aula, no solo debe responder a las necesidades de cierta población educativa, sino que

también, debe atender a todos los estudiantes. En este sentido, una institución abierta a la

diversidad no tendría que hacer énfasis en la atención de algunas poblaciones, sin embargo,
4

se ha encontrado que la población a la que se ha relacionado con ser diversa es aquella que

se considera vulnerable, es decir, que atraviesa una condición de discapacidad,

desplazamiento, origen étnico, etc.; lo que llevaría a que solo estudiantes que estén en

dichas condiciones puedan ser visibilizados por ser diversos y así dar cumplimiento a las

normativas educativas.

Por lo tanto, el rol docente, principalmente aquellos que se vienen formando para

ejercerlo, están llamados a trascender y marcar la diferencia, inicialmente adquiriendo las

competencias y habilidades necesarias para desarrollar y llevar a cabo estrategias y

herramientas al contexto educativo en pro de una educación inclusiva y diversa, cuyo fin

sea construir una sociedad democrática y equitativa.

La diversidad cultural en la escuela permite la inclusión educativa, al abrir puertas

al discurso del reconocimiento de la diferencia, y posicionar como objetivo la idea de que

se deben reconocer las particularidades de cada sujeto. Este discurso, que se da

particularmente en los años 80 y se consolida con mayor fuerza en los 90, permitió en

últimas considerar que la escuela necesitaba de un cambio para poder atender de manera

pertinente a todos: niños, niñas, jóvenes, e incluso adultos, poniendo siempre por encima

sus necesidades específicas, un espacio donde la cultura tuviera su lugar fundamental

(Cárdenas & Urueta, 2013)

En este sentido, la educación es un factor fundamental tanto para las personas como

para la sociedad en general, dado que por un lado favorece la identidad cultural, el

comportamiento y promueve la participación constante de la población.

Referencias
5

Barrero, A. M., & Rosero, A. L. (2018). Estado del Arte sobre Concepciones de la

Diversidad en contexto Escolar Infantil. Revista Latinoamericana de Educación

Inclusiva, 2018, 1

Ruiz Cerquera, M. A., & Álvarez Díaz, M. B. (2020). La necesidad de la atención a

la diversidad cultural desde las instituciones educativas colombianas. Revista Conrado,

16(75), 125-130.

También podría gustarte