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UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO

LITERATURA INFANTIL GRUPO 41

ENSAYO “SE NECESITAN MAESTROS”

NATHALIA GUTIÉRREZ NAVARRO

LIC. FRENCIS ISSAC SALCEDO F.

BARRANQUILLA, OCTUBRE 2023 – 2

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La educación es considerada el pasaporte a un mañana mejor porque puede abatir
la pobreza, aumentar la productividad y formar personas autónomas y ciudadanos
honestos y responsables. En la actual sociedad del conocimiento y en este nuestro
siglo del saber, la carrera económica, cultural y geopolítica pasa a ser una carrera
entre sistemas educativos. La fortaleza de un país radica en el grado de educación
de sus habitantes. La educación es la suprema contribución al futuro del mundo
actual, puesto que tiene que contribuir a prevenir la violencia, la intolerancia, la
pobreza, el egoísmo y la ignorancia.

Para contribuir a este futuro, es necesario asumir la educación como tarea de todos,
como proyecto nacional, objeto de consensos sociales, amplios y duraderos. El
Estado debería liderar la puesta en marcha de un verdadero proyecto educativo, en
coherencia con el proyecto de país que queremos, capaz de movilizar las energías
creadoras y el entusiasmo de toda la sociedad. Además, los maestros tienen un
papel fundamental en la formación de personas autónomas y ciudadanos
responsables, por lo que es importante que sean personas maduras, coherentes y
comprometidas con su misión de educar. En resumen, podemos contribuir a un
futuro mejor asumiendo la educación como tarea de todos, apoyando un verdadero
proyecto educativo liderado por el Estado y formando personas autónomas y
ciudadanos responsables.

La educación puede prevenir la violencia, la intolerancia, la pobreza, el egoísmo y


la ignorancia. La educación es la suprema contribución al futuro del mundo actual,
puesto que tiene que contribuir a prevenir estos problemas. Una población bien
educada e informada es crucial si se quiere tener democracias prósperas y
comunidades fuertes. Además, la educación puede formar personas egoístas o
solidarias, convertir a los alumnos en asesinos o en santos, enseñar a ver a los otros
como rivales y enemigos, o como compañeros y hermanos. De ahí la nobleza de la
educación, pues es o puede llegar a ser la tarea humanizadora por excelencia, el
medio privilegiado para que cada persona se plantee y alcance una vida en plenitud.

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La educación puede prevenir la violencia, la intolerancia y la pobreza al formar
personas solidarias, enseñar a ver a los demás como compañeros y hermanos, y
contribuir a la formación de democracias prósperas y comunidades fuertes.

Por lo tanto, los maestros tienen un papel fundamental en la formación de personas


autónomas y ciudadanos responsables. La vocación docente reclama algo más
importante que títulos, diplomas, conocimientos y técnicas. Formar personas solo
es posible desde la libertad ofrendada y desde el amor que crea seguridad y abre
al futuro. Cuando un maestro vive su diaria tarea no como un saber, que le crea un
poder, o como una función que tiene que cumplir, sino como una capacidad que le
obliga a un servicio, está no solo ayudando a adquirir determinados conocimientos
y destrezas, sino que está dando sentido a su misión, está educando, está
ayudando a ser. Esto presupone una madurez honda, una coherencia de vida y de
palabra. Y esta coherencia es imposible sin un permanente cuestionamiento y
cuidado del propio proyecto de vida. En resumen, los maestros deben ser personas
maduras, coherentes y comprometidas con su misión de educar y ayudar a formar
personas autónomas y ciudadanos responsables.

Por último, la educación es un tema crucial para el desarrollo de las sociedades y


para la formación de personas autónomas y ciudadanos responsables. La
educación es considerada el pasaporte a un mañana mejor, ya que puede prevenir
la violencia, la intolerancia y la pobreza, y es la suprema contribución al futuro del
mundo actual. Para contribuir a este futuro, es necesario asumir la educación como
tarea de todos, apoyar un verdadero proyecto educativo liderado por el estado y
formar personas maduras, coherentes y comprometidas con su misión de educar.
Solo así podremos construir democracias prósperas y comunidades fuertes, y
garantizar un futuro mejor para todos. La educación es la clave para el progreso y
el bienestar de las sociedades, y debemos trabajar juntos para asegurar que todos
tengan acceso a una educación de calidad.

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