Está en la página 1de 4

El papel de la educación en la promoción de la interculturalidad

Elaborado por:

Fernando Alberto Silva Moreno

betto123014@gmail.com

Licenciado en Música

Trabajo presentado como actividad en el VII Congreso Internacional de Neuroeducación e Interculturalidad

Profesora del grupo 5

Soledad Niño Murcia

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LOS LIBERTADORES

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

BOGOTÁ D.C., FEBRERO DE 2023


¿Cómo pensar la interculturalidad desde la perspectiva de la formación integral de los estudiantes en el proceso educativo?

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), en su Convención sobre la Protección y

la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, articulo 4.8, la interculturalidad “se refiere a la presencia e interacción equitativa

de diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo”. La

interculturalidad abarca una amplia gama de aspectos, desde la identidad cultural hasta las tradiciones y creencias. Permite a las personas

aprender y comprender diferentes culturas, y también les da la oportunidad de compartir sus propias tradiciones y valores. Esto lleva a una

mayor riqueza cultural y a una sociedad más inclusiva.

Con esto, se puede decir que la interculturalidad va de la “relación sana” entre dos o más culturas. Una “relación sana” con dinámicas de

reconocimiento, respeto y aprendizaje, que permite el crecimiento de las partes, y de la relación. Este crecimiento es evolución y se traduce, o

al menos debería, en progreso y avances para las sociedades y las diferentes culturas que convergen en las mismas. Hay que contemplar que

también hay dinámicas complicadas y/o conflictivas, que deben llevarse en el marco de diálogo.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas, la interculturalidad también plantea desafíos. La discriminación y el racismo aún son problemas

prevalentes en muchas sociedades, y pueden obstaculizar la interacción positiva entre diferentes culturas. Es importante abordar estos

desafíos y fomentar la inclusión y el respeto hacia todas las culturas.

Por su parte, al hablar de educación se debe inferir que esta provee conocimientos al ser humano desde la existencia de este, permite que

desarrolle su capacidad y creatividad, en línea con sus intereses y necesidades. En un acercamiento a una de esas áreas fundamentales de

una sociedad, como lo es la educación, ha surgido en los últimos años el concepto de la neuroeducación; que cada vez está siendo más

tenida en cuenta desde la aplicación de las diferentes dinámicas de aprendizaje-enseñanza.

De igual manera la neuroeducación, según el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (2018), la neuroeducación “es una disciplina que

promueve la integración entre las ciencias de la educación y la neurología donde educadores y neurocientíficos desarrollan disciplinas como la

psicología, la neurociencia, la educación y la ciencia cognitiva”. Puede ser entendida como la relación entre enseñar y aprender, viendo estas

acciones desde lo que ocurre en el cerebro, con el fin de lograr un mejor y mayor conocimiento.

Algunos expertos en neuroeducación plantean que una positiva disposición al momento del aprendizaje incide directamente en la calidad de lo

aprendido; y en esta premisa se encuentra una relación interesante desde el plano intercultural. Siendo el ser humano un ser social, que

requiere de las relaciones interpersonales; al momento de interactuar con el otro, con otra cultura estamos de alguna manera emocionados y

asustados por lo nuevo, por la novedad, por la diferencia. Esa curiosidad es la clave para llegar a convertir una sociedad es una sociedad

intercultural.

Una postura o concepto propuesto para la relación entre interculturalidad y neuroeducación es, que sí se logra desarrollar una enseñanza-

aprendizaje neuro educativo sobre el tema de la interculturalidad; este último será aprehendido e integrado al desarrollo del ser humano en
formación, y como efecto dominó replicado a otros seres humanos de la misma cultura. Para que finalmente, en el encuentro con otra cultura

todas las interacciones a la que haya lugar sean parte de la identidad cultural y multicultural.

Con esta idea en mente, vemos que no es suficiente la educación y la interculturalidad, como únicos elementos para lograr que una sociedad

sea intercultural. Y esto ocurre porque primero se deben garantizar unas políticas que provean a las escuelas y todo espacio de enseñanza de

herramientas y todo recurso que permita una educación intercultural. Que convierta a los seres humanos en seres interculturales; de manera

consciente dando como resultado una sociedad intercultural.

Para llegar a ser una sociedad intercultural hay que ser seres interculturales. Así pues, en toda interacción cultural (inter e intra) hay un

aspecto que interesa a la neuroeducación. Esto no ocurre solamente en la escuela. En la vida diaria familiar, laboral y social se dan momentos

para llegar al objetivo.

Por tal, no es suficiente la neuroeducación y la interculturalidad por sí mismas, pues somos interculturales todo el tiempo, es entonces

necesario ir más de allá de las aulas y garantizar desde los gobiernos y los diferentes esfuerzos a nivel mundial que se den las herramientas y

políticas para lograr el objetivo.

Educar interculturalmente debe ser una bandera, que como sociedad reconozca a cada pueblo que hace parte de un estado. Además, que

permita la emoción por el otro, por lo diferente como parte del día a día. Pero nada de esto se logra si la política, la economía, incluso la

religión, no intervienen.

En conclusión, la interculturalidad es fundamental para una sociedad justa y armoniosa. Debemos fomentar el diálogo y la comprensión mutua

entre culturas, y trabajar juntos para superar los desafíos y promover una sociedad más inclusiva y diversa , en donde se valoran y se respetan

las diferencias culturales y se promueve la comprensión mutua. En un mundo globalizado y diverso, la interculturalidad es esencial para

fomentar la armonía y la tolerancia entre las personas de diferentes orígenes culturales.

Como dice Salvador Piero y Gladys Molina en la revista aademica Castellano Manchenga,

“La educación intercultural tiene como objetivo principal que el niño se desarrolle como un ser social, cooperando con los demás y contribuyendo con el

desarrollo de la sociedad. La construcción de la sociedad, desde el punto de vista económico, político, social y cultural, es una tarea que exige la

participación de todos los miembros y no sólo de los miembros de los grupos culturales minoritarios. - La Educación Intercultural se basa en la educación en

valores”. (Peiró i Grègory & Merma Molina, 2012)

Referencias

Peiró i Grègory, S., & Merma Molina, G. (2012). La Interculturalidad en la educación. Situación y fundamentos de la educación intercultural

basada en valores. Toledo, España: BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias sociales.


España. Instituto Superior de Estudios Psicólogicos. (2018). ¿Qué es la neuroeducación?: https:// www.isep.es/actualidad-neurociencias/que-

es-laneuroeducacion/

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, [UNESCO], (2005), Convención sobre la Protección y la

Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, Recuperado de

https://es.unesco.org/creativity/interculturalidad#:~:text=Interculturalidad%3A
%20Se%20refiere%20a%20la,Diversidad%20de%20las%20Expresiones
%20Culturales.

También podría gustarte