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PRESENTACIONES

CLÍNICAS Y
PARTICULARIDADES
DE PERSONALIDAD
NARCISISTA Y
DEPENDIENTE

Mtrante. Francisco D. Valencia Ríos.

Psic. Clínico y de la Salud.


Terapeuta de conducta.
■ En cuanto a las perspectivas contemporáneas de la personalidad, se encuentran
diversas concepciones, siendo sus exponentes máximos Millon (1976), Beck y
Freeman (1995) y Cloninger (1986). La personalidad se describe como un patrón
complejo de características psicológicas, que se manifiestan en distintas áreas del
funcionamiento de la persona, y que son difíciles de cambiar. Estas características
intrínsecas, derivan de componentes biológicos y de experiencias de aprendizajes
que moldean las formas de sentir, pensar y actuar propias de una persona (Millon et
al., 2006).
■ Es clara la influencia de las experiencias traumáticas infantiles sobre los trastornos de
la personalidad en la vida adulta, pero son escasas las evidencias empíricas respecto a
la posibilidad de que desde la infancia se desarrollen patrones que definen una
personalidad patológica; es decir, que el trastorno de personalidad se pueda definir
como tal desde principio de la adolescencia.

■ Las clasificaciones diagnósticas actuales (DSM 5 y ICD 11) con su visión esencialmente
sintomática no aceptan la noción de trastornos de la personalidad antes de la edad
adulta.

■ Con esta visión desde un punto de vista clínico, la descripción de trastorno de


personalidad se basará exclusivamente en rasgos.
■ La evolución de la personalidad adolescente se caracteriza como un periodo de
transición entre la niñez y la etapa adulta. Esta transición supone una preparación
hacia el futuro (Fierro, 1990).

■ Los adolescentes poseen una madurez cognitiva que les faculta para pensar de forma
abstracta y resolver conflictos de un modo mucho más crítico que en etapas
anteriores. Normalmente, las habilidades y las interacciones sociales se desarrollan al
mismo tiempo, dando lugar a una mejor capacidad de empatía que provoca una
mayor reciprocidad de amistad.

■ La aceptación social y el grado en que son queridos por sus iguales es un importante
índice de ajuste y de adaptación actual y futura. Del mismo modo, el contexto familiar
también ejerce una influencia social sobre los adolescentes y la forma de relación
entre padres e hijos afecta a su desarrollo social y de personalidad.
■ La adolescencia se caracteriza por ser un periodo de preparación para enfrentar y
experimentar determinadas áreas vitales como son la identidad personal, el grupo de
amigos, los valores, la sexualidad, la experimentación de nuevos roles, etc.

■ Dado lo anterior no podemos patologizar lo que se espera que un infante-


adolescente tiene que atravesar con los recursos que tenga disponibles.

■ Se destacan como características comunes de la personalidad adolescente el ser


atrevido y aventurero; idealista y optimista; liberal; crítico con la situación actual de
las cosas; deseo de ser adulto.
■ Ahora bien, estas características de la personalidad adolescente, se hallan en gran
medida determinadas por la cultura y por los ritos de transición de la sociedad en que
se vive.

■ En nuestra cultura occidental, el adolescente es considerado como una persona


madura y por consiguiente se espera que asuma ciertas obligaciones y
responsabilidades.

■ Pero al mismo tiempo, en algunos aspectos, se le considera inmaduro todavía. Por


ejemplo, la sociedad reconoce que sexualmente es maduro, pero cree que es
inmaduro para la actividad sexual. Esta situación y otras, conlleva que el/la
adolescente a menudo se vea inmerso a expectativas sociales contradictorias.
Identidad.
■ Esta situación se produce debido a una serie de factores como
son: la falta de sincronización de los distintos procesos de
desarrollo en curso, unos más constantes (fisiológicos), otros más
variables (intelectuales, morales, afectivos, sociales); las presiones
de la sociedad para que el adolescente madure hacia la condición
adulta sin proporcionar los medios efectivos para su consecución y
la naturaleza poco realista de las expectativas forjadas en la fase
preadolescente.

■ El adolescente se observa y juzga a sí mismo a la luz de cómo


percibe que le juzgan los demás, se compara con ellos y se
contrasta con el patrón de algunos criterios de valor para él
significativos. Todos estos juicios se pueden manifestar o no y son
juicios con inevitables connotaciones afectivas, que dan lugar en el
adolescente a una crisis de identidad.
Para Erikson…

Logro de
Moratoria
• Periodo de toma •Si la incertidumbre se identidad
de decisiones mantiene regresan a
la IDENTIDAD DIFUSA.
• Vocacional, •Posterior al periodo de
•Crisis de identidad. •En caso contrario crisis se encaminan a
ideológica, optan por tomar compromisos firmes,
•Constante
interpersonal. cuestionamiento creencias y reglas establecen metas
impuestas por otros. interpersonales,
sobre ideología o vocacionales, ideológicas
Identidad áreas vitales mayormente definidas.
•Establecer
difusa compromisos firmes Identidad
aunque aún hay un
periodo de prestada
incertidumbre.
Concepto de si mismo.

■ El concepto de sí mismo es el elemento central de la identidad personal. Habitualmente se


utilizan conceptos como teoría sobre sí mismo, esquemas de sí mismo, comprensión de sí mismo
o autoconcepto, cualquiera de ellos hace referencia a un conjunto de conceptos,
representaciones, de juicios descriptivos y valorativos acerca del propio sujeto.

■ Se define como el conjunto de percepciones que un sujeto mantiene sobre sí mismo y que se va
conformado a lo largo de la vida por las propias interpretaciones o percepciones de las
respuestas que un individuo recibe de las otras personas. Es un autoconocimiento e implica un
conjunto bastante amplio de representaciones y de procesos cognitivos autorreferidos a
componentes físicos, académicos, etc.
Niñ@s 6 - 8 años 9 – 12 años 13 - 16

• Se describen en • Se describen como • Se conceptualiza


términos físicos y personas con en términos de
de actividades. pensamientos, sentimientos
• Los atributos deseos y interpersonales de
externos son las sentimientos la calidad de estos
claves para distintos a los sentimientos.
distinguirse de los demás. • Se utilizan
demás. • Distinguen entre conceptos más
características abstractos y
psicológicas de las emocionales.
físicas. • Definir creencia,
• El yo se describe ideologías, normas,
más en términos objetivos
internos. personales.
Maduración sexual.

■ La pubertad es un hecho fisiológico y transcultural ligado a cambios biológicos y físicos. Es un


momento importante de cambios corporales relacionados con el crecimiento del cuerpo, el
timbre de la voz, la fuerza física, la aparición del vello, la mayor prominencia de los caracteres
sexuales, las nuevas sensaciones ahora posibles en relación con el sexo, etc.

■ Algunas investigaciones señalan que los aspectos principales de la representación del cuerpo
adolescente son: la eficiencia física y el atractivo corporal y que ambos se relacionan
estrechamente con otros aspectos no menos importantes de índole psicoafectiva como son el
autoconcepto y la autoestima.
Área social en la adolescencia.
■ Los cambios de índole psicoafectiva y social en la adolescencia se encuentran a la base
de la necesidad de adquirir autonomía e independencia y de construir la propia
identidad. El logro de la independencia implica un replanteamiento de las relaciones
de los adolescentes con sus padres dirigido a construir mayor libertad y flexibilidad.
■ Estos cambios suelen provocar tensión y ansiedad, ya que los padres muchas veces se
resisten a cambiar reglas familiares que han funcionado bien en el pasado, mientras
que los adolescentes desean cambiar precipitadamente todas las reglas: quieren más
libertad para tomar decisiones sobre su apariencia, su vida social, hábitos de
alimentación, programas de televisión, etc.
■ Sus formas de funcionamiento, las relaciones e interacciones y los vínculos que en el
adolescente se han establecido a lo largo del desarrollo, tendrán una influencia
importante en este periodo. A pesar de que la orientación social primaria del
adolescente se desplaza hacia los iguales, el núcleo familiar puede favorecer o retrasar
el paso de niño a adulto y ayudar a hacer más difícil el proceso de integración social.
Estilos parentales.

■ El afecto supone la capacidad de  Atendiendo al control, la


percibir y responder evidencia indica una relación
coherentemente a las demandas directa entre esta dimensión y
del hijo, crear un clima mayor ajuste escolar y menor
emocional estable y mantener implicación en actividades
formas de interacción armónicas. antisociales y delictivas (Jacobson
En la adolescencia, los hijos Numerosas investigaciones combinando
el control y el afecto señalan que existen y Crockett, 2000). Pero el grado
siguen necesitando que sus tres tipologías de estilos parentales (ver
tipología de Baumrind, 1967). de control ejercido por los padres
padres se muestren cercanos,
comunicativos y les ofrezcan es un factor decisivo ya que,
apoyo emocional para afrontar el cuando el control es
desafío de sus tareas evolutivas. excesivamente restrictivo o
coercitivo, pueden aparecer
problemas de conducta.
•Los padres, aunque receptivos y exigentes, ejercen un control moderado, flexible y razonable
F. con sus hijos.
•Los adolescentes en esta situación, suelen tener seguridad y confianza en sí mismos, alcanzan
democráticas. grados elevados de autonomía y responsabilidad, su autoestima es positiva y se muestran
equilibrados emocionalmente.

•Los padres en estos casos suelen ser poco receptivos y muy exigentes, ejercen un control
rígido y a veces, arbitrario en sus hijos.
F. autoritarias. •Los adolescentes de estas familias suelen tener poca seguridad y confianza en sí mismos,
son menos autónomos y responsables y se muestran poco equilibrados emocionalmente.

•Los padres suelen ser receptivos y poco exigentes, ejercen muy poco control sobre la vida de sus hijos. La
excesiva indulgencia y permisividad puede dificultar que los adolescentes se adapten a situaciones distintas de
las que conocen en su familia.
F. permisivas. •Son adolescentes que muestran una alta autoestima de sí mismos, pero se sienten inseguros ante las
situaciones sociales que no se ajustan a lo que conocen. La carencia de unas reglas y normas mínimamente
estables dentro de su familia, que les sirva como referencia para contrastarlas con las de otras situaciones,
parece que repercute de forma negativa en las nuevas relaciones sociales en las que participan.
■ Maccoby & Martin (1983) ampliaron a cuatro las tipologías
propuestas por Diana Baumrind, añadiendo la categoría de
negligente.

■ No existen normas o no se aplican.


■ Mucha flexibilidad en horarios y rutinas.
■ Evitación de conflictos, dejar hacer.
■ Delegan en otros la educación de los niños.
■ Ni se premia ni se castiga: indiferencia.
■ No hay modelos de referencia.

■ El estilo negligente provoca consecuencias negativas en el


desarrollo del niño como por ejemplo: inseguridad, falta de
confianza en sí mismo, bajo rendimiento escolar, baja
tolerancia a la frustración, cambios frecuentes de humor, etc.
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD SUBCLINICOS O A EDADES
TEMPRANAS: FACTORES DE RIESGO O DE PROTECCIÓN.

■ La importancia acerca de los factores de riesgo en la infancia que influyen en la posible aparición
de los TP en la edad adulta, radica en que éstos intervienen de manera adversa en el correcto
desarrollo de la personalidad, al alterar la trayectoria de los procesos de socialización normativa
durante la infancia y la adolescencia (Johnson, Cohen, & Smailes, 2001).

■ Así, adversidades sufridas en la infancia, como pautas de crianza poco adaptativas, el abuso y la
negligencia, pueden tener efectos negativos en el desarrollo de la personalidad. Por otro lado,
experiencias positivas durante la infancia y la adolescencia, tales como apoyo y calidez parental,
pueden promover el desarrollo de rasgos adaptativos como confianza, altruismo y optimismo,
debido a los procesos de aprendizaje social y al desarrollo de un estilo de apego seguro durante
la infancia (Sroufe, Carlson, & Levy, 1999).
Maltratos, abuso y negligencia.

■ Los estudios prospectivos longitudinales y las investigaciones que han obtenido evidencia de
maltrato infantil a partir de registros oficiales han apoyado la hipótesis de que el abuso y la
negligencia en la infancia pueden contribuir a aumentar el riesgo de desarrollar un TP (Johnson
et al., 2001; Oldham, Skodol, & Bender, 2007).

■ Oldham et al. (2007) presentaron hallazgos que muestran cómo ciertos tipos específicos o
combinaciones de abuso emocional, físico y/o sexual, o de negligencia emocional, física y/o de
supervisión en la infancia se pueden asociar con la aparición de determinados rasgos de TP.
Abuso sexual, emocional y físico, y
Negligencia emocional y/o uno o más
Abuso físico y uno o más tipos de uno o más tipos de negligencia en la
tipos de negligencia en la infancia,
negligencia en la infancia pueden infancia pueden tener un riesgo
pueden tener un riesgo especialmente
tener un riesgo especialmente ele- especialmente elevado de trastorno
elevado de trastorno narcisista de la
vado de trastorno antisocial y de límite de la personalidad, así como un
personalidad, trastorno de la
trastorno pasivo-agresivo de la riesgo elevado de baja autoestima y
personalidad por evitación y por
personalidad. otros rasgos asociados con trastorno
dependencia.
de la personalidad depresivo.

El abuso emocional en la infancia


Cualquier abuso emocional y uno o
puede contribuir al desarrollo del
más de otros tipos de maltrato (abuso
trastorno obsesivo-compulsivo de la
Abuso sexual pueden tener un riesgo físico y/o negligencia física, por
personalidad y, en combinación con la
elevado de trastorno histriónico de la ejemplo) pueden tener un riesgo
negligencia emocional o de
personalidad. especialmente elevado del trastorno
supervisión, puede contribuir al
esquizoide y esquizotípico de la
desarrollo del trastorno paranoide de
personalidad.
la personalidad.
Patrones de personalidad
disfuncionales.
■ Llama la atención la gran importancia de la historia de aprendizaje de los individuos
y el impacto de esas primeras experiencias infantiles en el desarrollo de la
personalidad.

■ De igual forma, desde el principio de la infancia las conductas autoreferidas están


presentes en sus repertorios de comportamiento, lo que lleva a pensar en la
necesidad de estudiar el papel del lenguaje en el desarrollo de la personalidad. Sin
embargo, todo esto hay que estudiarlo en contexto, dando gran importancia a la
cultura en el proceso de desarrollo, ya que prácticamente ésta influye en todos los
aspectos del funcionamiento humano.
3 Etapas de la función del yo
1. Yo como contenido verbal 2. Yo como proceso 3. Yo como contexto

• Los padres suelen enseñar al • Surge la unidad funcional “Yo • Surgiría la unidad simple “Yo”,
niño frases con dos y tres quiero” como elemento común de manera generalizada, al igual
componentes que se aprenden de todas las experiencias que los casos anteriores, como
como un todo verbales “Yo quiero X” el elemento común de todas las
• “Yo quiero pan”, “Yo quiero • Esta conducta verbal pública situaciones
agua”, “Yo veo la manzana” estaría controlada, no solo por • Está bajo control estimular de la
• También incluyen la actividad los elementos externos de la localización física de ese tipo de
privada del niño de “querer”, audiencia y los objetos que experiencias, de la perspectiva o
"ver" quiere el niño, sino por los locus, es decir el lugar desde el
eventos privados asociados a que se “ve, siente, tiene o
ese “quiero”, que pueden tener quiere”, del sujeto del que surge
que ver con la privación o el la acción.
sabor de esos objetos. • Se habría desarrollado un
• De esta forma se van generando concepto de Yo, como una
por ese aprendizaje otras abstracción verbal, referida a la
unidades funcionales como: “yo persona que actúa,
oigo”, “yo tengo”, “yo pienso”,
etc., combinados con diferentes
objetos y acciones
■ Esta teoría diferencia varios tipos de aprendizaje relacional entre estímulos, en su mayor
parte verbales, uno de los cuales sería el aprendizaje de relaciones deícticas. Desde esta
perspectiva, habría tres marcos relacionales deícticos básicos para tomar perspectiva: Yo-Tú,
Aquí-Allí y Ahora-Antes (Kohlenberg, Tsai, Kanter, & Parker, 2009; McHuch & Stewart, 2012;
McHugh, Stewart, & Hooper, 2012; Stewart, Villatte, & McHugh, 2012).

■ Estos marcos relacionales se enseñan desde muy temprana edad al niño, con relaciones
específicas como “yo frente a tu” con múltiples ejemplares, también comparaciones “aquí-
allí”, o bien “ahora antes”. En ese aprendizaje, el niño diferencia quién habla, desde dónde se
habla, y cuándo se habla (p.ej., “tú quieres pan” frente a “yo quiero pan”, “yo estoy aquí”
frente a “tú estás allí”), de esta forma el niño adquiere perspectiva. Se entiende por
perspectiva la localización física de las actividades privadas (ver, oler, querer etc.) y la
respuesta verbal Yo, que estaría bajo control estimular de esta toma de perspectiva (Valero-
Aguayo & Ferro-García, 2015).
■ De esta forma se construye la conciencia, cuando se dice que el Yo es
conciencia se refiere a que somos capaces de observar nuestra propia
conducta, de caer en la cuenta de lo que hacemos, sentimos o pensamos
y de las variables de las que depende ese comportamiento.

■ Aquí es donde podemos hacer modificaciones comportamentales


adaptativas.
Conducta verbal gobernada por reglas.

•Ocurre en función de una historia de consecuencias mediadas socialmente; en definitiva mediadas por otros, al principio gene-

Pliance ralmente por los padres y luego por él mismo. Se da por la correspondencia entre la regla (ply) y la conducta que la sigue, pero sin
que exista contacto con las contingencias directas del hacer
•“si haces esto… pasará aquello…”

•hace referencia al seguimiento de reglas sobre la base de una historia de correspondencia entre la regla (track) y las contingencias

Tracking naturales (o rastreo de huellas naturales). Por tanto, esta clase de respuestas se conforma en función de una historia con múltiples
circunstancias, en las que actuar de acuerdo a lo que se dice (lo especificado en la fórmula verbal, ya sea propia o ajena) ha sido
reforzado por las consecuencias directas o naturales de dicha acción.
•“aprendizaje proporcionado por la aplicación de consecuencias”

Augmenting
•Regulación bajo el control de funciones transformadas de estímulo (Barnes- Holmes et al., 2001; Hayes, Gifford, & Hayes, 1998).
•la conducta de estudiar se incrementa después de situar al estudio en un marco temporal y de condicionalidad con aspectos valorados como
podría ser: “mi título académico –universitario– me permitirá en el futuro ser independiente o ejercer una profesión que me guste y ayude a los
demás” y “el título académico equivale en este momento de la historia a estudiar a diario y preparar cada una de las asignaturas”,
LOS PROBLEMAS DEL YO Y LOS
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD.
■ Cuantas menos respuestas de este tipo se tengan bajo control privado, mayor será la confusión o dificultad al
contestar preguntas que tengan que ver con sus preferencias personales, deseos, valores, etc. Hay personas que no
saben qué quieren, qué sienten o qué piensan. A unas personas esto les ocurre siempre, y a otras les ocurre en
función de quién esté presente, con alguien de confianza y/o con algún conocido.

■ Por ejemplo, si un niño afirma que ha visto un pájaro volando, y sus padres no, puede que castiguen esa respuesta; si
este tipo de situaciones se repite en la historia de ese niño, el control de “ver algo” será difuso, estará bajo control
público de los padres, y puede que entonces el niño “no vea” tal estimulación en ausencia de estas personas que
confirman su experiencia privada.
■ Un niño dice que siente pena o angustia ante algo, y sus padres por alguna razón castigan repetidamente esa
expresión de emociones, por lo que el niño tendrá dificultades no solo para expresar esas emociones, sino en saber
si realmente las tiene y de qué tipo son.
■ Un niño expresa su opinión sobre las cosas y esta opinión es castigada por su padre de forma repetida (“tú no sabes
nada”, “tú te callas”, “tu no opinas”) entonces el niño no sabrá qué pensar, ni qué decir; además, si el padre lo hace
de manera condicionada a su propia opinión, reforzando solo cuando coincida con él, entonces sus opiniones
dependerán siempre de la autoridad o vinculación con la persona ante quien opine.
■ En casos donde los padres castigan sistemáticamente expresiones "Yo quiero...", diciendo: "no, tú
quieres...", las consecuencias para esa persona sobre sus necesidades es no saber qué se quiere.
O algo más sutil, cuando una madre instiga al niño a pedir algo (p.ej.: un helado) siempre que ella
quiera eso y no cuando ella no quiera, la dependencia sobre qué quiere en función de quién esté
presente está muy clara.

■ Esta teoría permite también explicar los trastornos más graves como: el trastorno de personalidad
límite, trastorno narcisista y la personalidad múltiple (Kohlenberg y Tsai, 1991; Kohlenberg et al.,
2009). Estos problemas más graves se darían cuando hay muchas relaciones “Yo X” bajo control
público. Esto se produce en ambientes invalidantes, cuando los padres son inestables
emocionalmente (problemas de personalidad esquizoide, límite, paranoica), son inconsistentes
ante los estímulos públicos que señalan lo que el niño siente o quiere, o bien tienen reacciones
aversivas y/o un reforzamiento arbitrario por parte de ellos. En general, estas personas tendrían
una ausencia de estímulos discriminativos privados que controlen la experiencia del Yo. Es decir,
la toma de perspectiva no se da y el control de su Yo solo es público y depende de los demás,
habría una pérdida o ausencia de la experiencia del Yo, y el individuo se comporta solo en función
de las personas presentes.
■ El trastorno narcisista de la personalidad, desde FAP tendría
como factores causales el aprendizaje de un Yo inestable. Las
personas que lo tienen se han desarrollado en un ambiente
familiar donde no han recibido afecto, amor, ni atención a sus
necesidades básicas, tampoco le han valorado sus opiniones o
ideas de una manera congruente, pero sí han sido reforzados por
su conducta social aparente, han de mostrarse encantadores,
bellos, poderosos, afables, hábiles socialmente, etc. Por lo tanto,
este control público de su Yo viene dado por un exceso de
alabanzas y elogios aplicados sobre la persona, (“qué listo eres”,
“qué guapa”, “qué gracioso”, etc.) de una forma superficial, y no
sobre comportamientos concretos (“qué bien has hecho esa
tarea”, “qué bien sabes maquillarte”, “qué buen chiste”, etc.).
■ El trastorno de personalidad límite se caracteriza cuando los estímulos que controlan esta experiencia
no están presentes, no se han llegado a desarrollar, la persona tendría la experiencia de ausencia o
pérdida del Yo.

■ Por esta razón, es muy común entre este tipo de clientes frases como: “me siento vacío”. Ese
sentimiento de vacío se refiere a la falta de estímulos de la experiencia del Yo. Pero cuando a esa
ausencia del control privado se suma la presencia de otros estímulos de control públicos (p.ej., los
padres, la pareja o los amigos), se produciría una experiencia del Yo vivida como despersonalización,
como si uno no fuese uno sino el observador de sí mismo. La génesis de este trastorno estaría en un
ambiente familiar invalidante, donde los padres castigan un amplio rango de respuestas “Yo X”, como:
“yo quiero”, “yo siento”, “yo creo”, etc., y han puesto tales relaciones bajo control público
exclusivamente. Son padres que castigan las preferencias, pensamientos, valores, etc., que no sean
como los suyos; pero, además, son personas que utilizan castigo sobre el Yo privado, y así tienen a
ridiculizar al niño, simplificando el control de las emociones y pensamientos, trayendo en el niño unos
efectos paradójicos de descontrol emocional y cognitivo. Ridiculizan (“¡por esa tontería lloras!”), o bien
a anular las expresiones de emociones negativas (“estoy nervioso" o "siento ansiedad”, “tengo pena”,
“tengo miedo”), o a cambiar el tipo de relación “Yo X” por otro diferente (“no digas tonterías, es esto
porque lo digo yo”, “esta niña es tonta, siempre piensa idioteces”, o “tú no tienes pena, tienes sueño”).
Son padres rígidos en sus valores, inestables emocionales, esquizotípicos, o incluso, límites, con lo que
los hijos ante tanto castigo incontrolable terminan por aislarse y evitar continuamente interacciones
con otras personas que puedan criticarles lo más mínimo.
Apego

■ Para Bowlby (1986), el comportamiento de apego es todo aquel que permite al sujeto conseguir
o mantener proximidad con otra persona diferenciada y generalmente considerada más fuerte
y/o sabia, propio del ser humano, que motiva la búsqueda de proximidad entre el niño pequeño
y sus padres o cuidadores. Se enfatiza que la experiencia del niño con sus padres tiene un rol
fundamental en la capacidad posterior del niño de establecer vínculos afectivos y que las
funciones principales de ellos serían proporcionar al niño una base segura y, desde allí, animarlos
a explorar; es importante que el niño pueda depender de sus figuras de apego y que éstas
puedan contener y proteger al niño cuando lo necesita.
•Las emociones más frecuentes de los bebés con apego seguro, son la angustia ante las
separaciones del cuidador y la calma cuando éste vuelve; en la interacción con el cuidador relevan
la calidez, confianza y seguridad.
A. seguro

•Las emociones más frecuentes de los bebés con apego ambivalente es la angustia exacerbada
ante las separaciones del cuidador y la dificultad para lograr la calma cuando éste vuelve; en la
A. interacción con el cuidador relevan la ambivalencia, enojo y preocupación.
ansioso/ambivalente •Se enfatiza que en el estilo ansioso ambivalente se aprecia alta ansiedad y baja evitación,
inseguridad en el apego, fuerte necesidad de cercanía, preocupaciones en cuanto a las
relaciones y miedo a ser rechazado.

•Las emociones más frecuentes de los bebés con apego evitativo es la ausencia de angustia
y de enojo ante las separaciones del cuidador, y la indiferencia cuando vuelve; en la
interacción relevan distancia y evitación.
A. evitativo • Se enfatiza que en el estilo evitativo no hay seguridad en el apego, se produce una
autosuficiencia compulsiva y existe preferencia por una distancia emocional de los otros.
Waelder (1925) fue el primero Tartakoff (1966) refleja
en plantear el caso clínico de
Olden (1941) plantea el W.Reich (1949) individuos con complejo de
un individuo que presentaba
una personalidad narcisista, carácter narcisista que se profundiza en el carácter premio Nobel, caracterizados
caracterizándose por manifiesta en una fálico-narcisista, el cual por su ambición vehemente por
sentimientos de superioridad, conducta omnipotente e daría lugar a sujetos ganar algún premio o conseguir
intensa preocupación por su independiente y con ambiciosos, impulsivos, riquezas, en especial destacan
persona, marcada falta de
cualidades de liderazgo. agresivos y arrogantes.
Nemiah (1961) se centraporenfantasías de poder y
Jones (1913) se centraempatía y nula conciencia de personas con alteración de
omnipotencia y por sentirse
los demás. Freud en 1931 se referirá Fenichel (1945) describe
en individuos con una carácter narcisista que especiales que requieren
sujetos
al tipo libidinal narcisista el don Juan del éxito,
sintomatología que destacan por unaun gran
reconocimiento exclusivo.
que se caracteriza por un sujetos que pagan su ambición, por aspirar a
denomina complejo de
gran interés sobre sí tributo al superyó no en metas altas y poco
Dios que quizá pueda ser
mismo y la forma de sufrimiento realistas, por la intolerancia
la primera descripción
autoconservación. sino de éxitos. a las críticas y por una casi
del TNP
insaciable necesidad de
admiración.
■ Tanto Kohut (1971, 1977) como Kernberg (1975) profundizarán en la patología
narcisista. Según sus investigaciones, los sujetos con trastorno narcisista de la
personalidad destacarían por excesiva absorción en sí mismos, ambición intensa,
fantasías de grandiosidad, necesidad de ser admirados por sus cualidades y falta
de empatía. Son sujetos que presentan sentimientos crónicos de aburrimiento,
vacío e incertidumbre acerca de su identidad y en su relación con los demás se
caracterizan por la explotación de los otros y sentimientos de envidia,
defendiéndose contra tal envidia, mediante la devaluación, la omnipotencia y el
control de los demás.
Rasgos

Imagen distorsionada de •Incluye sentimientos de omnipotencia, omnisciencia, poder y categoría


especial. Dichos sujetos presentan una percepción egocéntrica de la
uno mismo realidad y fantasías de éxito, poder, brillo, belleza o amor ideal ilimitados.

•se caracterizarían por una incapacidad para reconocer y experimentar lo


Falta de empatía que los otros sienten y, especialmente, presentan dificultades para captar
las características propias de las personas con las que se relacionan.

Hipersensibilidad a la •Reaccionan a las críticas con sentimientos de rabia, vergüenza o


humillación. Al mismo tiempo, presentan una gran preocupación por la
evaluación de los demás comparación con los otros y desarrollan fuertes sentimientos de envidia.

Dificultades en la relación
interpersonal
Exhibicionismo. El narcisismo puede ser definido como la conducta motivada por el placer de ser
admirado. Se traduciría en el excesivo deseo o necesidad de atención y admiración, en una
tendencia a presentarse como exclusivo y único.

Maquiavelismo. Tendencia a ver a los otros como extensiones de uno mismo. Se caracteriza por
la manipulación y utilización de los demás en beneficio propio. Sentimiento de tener derecho
sobre otros que implica unas expectativas de privilegios especiales. Se traduce en orgullo,
engreimiento y conciencia de exigir derechos propios. A su vez, los individuos narcisistas
expresan conductas que tienen por objetivo el control de los demás.

Sentimiento de tener derecho sobre otros que implica unas expectativas de privilegios especiales. Se
traduce en orgullo, engreimiento y conciencia de exigir derechos propios. A su vez, los individuos
narcisistas expresan conductas que tienen por objetivo el control de los demás.
■ Desde la Teoría del Apego cuyo núcleo es la interacción entre bebé y la figura
materna/paterna en los primeros años de vida se sostiene que el estilo de apego es
el resultado del individuo en la infancia con su cuidador, cuyo estilo diferente puede
afectar a su capacidad de integrar la representación de sí mismo y el patrón de
relación interpersonal con los demás.
■ El narcisismo es la consecuencia de un estilo de apego inseguro, y las dificultades
de éste aumentarán la vulnerabilidad de sus aspectos psicológicos (Bowlby, 1979).
■ Para Young et al. (2007), los orígenes del narcisismo se pueden rastrear en cuatro
elementos determinantes del contexto infantil: soledad y aislamiento, límites
insuficientes, historial de ser utilizado o manipulado y aprobación condicional. Sus
figuras parentales no han logrado demostrar sus afectos hacía estos niños. Por
ende, los narcisistas han sufrido una ausencia de amor genuino y empatía por parte
de sus progenitores, así como también se han sentido rechazados o distintos a sus
pares.
■ La infancia de los narcisistas suele estar caracterizada por la ausencia de caricias, besos y
abrazos de sus padres. Sin embargo, es común que reciban su atención y admiración cuando
responden a los estándares estipulados por ellos. Esto se relaciona con que recibieron aprobación
condicional y no amor puro. Su aprobación estaba condicionada ya que los padres los han hecho
sentir especiales si cumplían sus estándares, sino eran ignorados o despreciados (Young et al.,
2007).

■ Carecen de límites ya que en su infancia estos fueron insuficientes. Es común que hayan sido
consentidos en lo material pero emocionalmente no fueron mimados. También puede que los
padres no les hayan enseñado a tener en cuenta los sentimientos de las demás personas.

■ Han sido abusados sexualmente por uno de sus padres o utilizados para cumplir las necesidades
insatisfechas de éxito de ellos.
Ambiente familiar.

■ La falta de estimulación y afecto por parte de los padres conduce a la incapacidad de los niños
para manejar las emociones, la empatía y la conexión con otras personas a nivel emocional. Si un
niño ha sufrido abusos físicos o sexuales, es probable que desarrolle un apego ambivalente y una
baja autoestima. Es probable que construyan su apego obligándose a ser perfectos (Pi y Zuo,
2021).

■ Estos individuos se caracterizan por un patrón de relacionamiento problemático y una


comunicación no asertiva en sus relaciones interpersonales, lo que provoca sufrimiento psíquico
que tratan de compensar con el afán de impresionar a los demás mediante su forma de
comportarse. Según Azpiroz y Prieto (2011), las personas con TNP presentan un sentido grandioso
de autoimportancia, procurando que sobrevaloren y exageren sus capacidades y conocimientos.
Se les puede caracterizar como arrogantes, irónicos, demandantes y autoritarios. Pueden pasar de
un sentimiento de bienestar y optimista velozmente a sentirse irritados en situaciones de estrés o
si piensan que están siendo humillados por los demás.
■ Es frecuente que ataquen y humillen a quienes interactúen con ellos, ya que
siempre están intentando evitar el daño hacia su persona. Estos sujetos se
protegen de las experiencias interpretadas como vergonzosas por ellos mismos y la
sensación de abandono que subyace bajo la sensación de fracaso. Los narcisistas
son individuos que buscan la admiración y carecen de empatía cuando no son
admirados. Esto significa que buscan constantemente la atención de los demás,
sintiéndose tristes y deprimidos cuando muchos los ignoran.
■ Beck y Freeman (1995), en términos generales, sostienen que los narcisistas
asisten a una consulta psicológica cuando presentan síntomas agudos, o por algún
problema grave en sus relaciones afectivas, problemas en el trabajo o alguna crisis
que les produzca humillación.
■ Lo típico es que inicien un tratamiento por una perturbación sintomática de
trastornos depresivos, como el episodio depresivo, trastorno distímico y trastorno
depresivo mayor.
■ Es típico que formen parte de un gran círculo social pero carecen de vínculos
estables y duraderos. En sus relaciones afectivas son muy demandantes y es
común que no hayan encontrado a alguien lo “suficientemente bueno” o hayan
tenido múltiples rupturas. En las relaciones sociales, al comienzo causan una
buena impresión que con el tiempo pierde como causa de su rudeza, ironía aguda,
mal intencionalidad, grosería e ingratitud. Es común que esperen de los demás un
trato con halagos y alabanzas hacia ellos, aunque no están dispuestos a
corresponder dicho trato. Sus relaciones interpersonales se caracterizan por estar
sostenidas a favor de su conveniencia.
Millon y Davis (2000) presentan cuatro
tipos de personalidad narcisista
Narcisista compensador tiene aires de
Narcisista sin principios es una combinación de superioridad, busca reconocimiento y pertenecer
la autoconfianza perteneciente al narcisista con a altos status. Presentan fantasías ilimitadas de
la conducta criminal repetitiva característica del grandeza y éxitos. Tiene tolerancia casi nula a las El narcisista amoroso, es una combinación de la
antisocial. Se muestran como personas fuertes y críticas y a los gestos de desaprobación de los personalidad narcisista y la histriónica. Se
frías, despreciando a los que ellos consideran demás. En el fondo, estos narcisistas, presentan muestran con una actitud erótica y de seducción,
como débiles y vulnerables. Pueden con facilidad sentimientos de inseguridad y debilidad, que su juego es encantar a personas con el fin de
influir en las relaciones sociales y tienen muy tratan de sobrecompensar con una fachada de satisfacer sus necesidades para luego
pocas normas introyectadas. Como el antisocial alta autoestima y confianza. Tienen la capacidad devaluarlos y abandonarlos.
no tienen miedo a las amenazas ni sanciones y de retraerse a su mundo interno imaginario con
no les importa el bienestar del otro. muy buenos logros cuando su realidad difiere de
la ilusión.

Narcisista elitista se caracteriza por personas


arrogantes, que presentan una autoimagen de
superioridad. Se muestran como poderosos y
fuertes ya que tienen mucho miedo a la
mediocridad. Tratan de relacionarse con
personas de clases sociales privilegiadas,
interesados por el status y la autopromoción
Deng et al. (2021) y Caligor et al.
(2015), existen tres subgrupos.
•Se caracteriza por una grandiosidad manifiesta, búsqueda de atención, arrogancia y una ansiedad poco observable. Estos individuos pueden
ser socialmente encantadores, a pesar de ser ajenos a las necesidades de los demás y son explotadores interpersonales (Caligor et al., 2015).
La persona diagnosticada no será capaz de interactuar con los demás en la sociedad y mostrará agresividad hacia los demás. El tratamiento
Grandioso será más difícil dentro de este grupo, ya que será dificultosa la comunicación con los demás.

•Es inhibido, angustiado e hipersensible a las evaluaciones de los demás. A su vez, estos sujetos son crónicamente envidiosos y se evalúan a sí
mismos en relación a los otros. En las relaciones interpersonales, estos individuos suelen ser tímidos, mostrándose autocomplacientes e
hipersensibles frente a los desaires, mientras que en el fondo se creen grandiosos. Este grupo es más propenso a recibir tratamiento de salud
mental debido a un mayor riesgo de desarrollar trastornos depresivos y de ansiedad. Dentro de los diferentes subtipos de narcisistas, estos son
Frágil/vulnerable los capaces de iniciar una relación

•Estos individuos son grandiosos, competitivos, buscan la atención y son sexualmente provocativos. Demuestran un funcionamiento adaptativo
y utilizan sus rasgos narcisistas para tener éxito. Si bien pueden interactuar con las personas, les cuesta entablar relaciones. En el caso de que
se produzca una crisis grave (e.g. la pérdida de alguien o un divorcio) reaccionarían rápidamente para impedirlo. Aunque su ego está bajo
Alto control sigue experimentando el egocentrismo.
funcionamiento
Trastorno dependiente de la
personalidad.
■ La dependencia se refiere a una dimensión de la personalidad caracterizada por
una fuerte necesidad de ser amado y cuidado, presentando un gran temor a la
pérdida, al abandono y una tendencia a buscar ayuda y apoyo de otros,
especialmente cuando los sujetos se ven enfrentados a estrés, mientras que la
autocrítica implica un fuerte énfasis en el control, la autodefinición, la autonomía,
junto con el miedo a la reprobación y a la pérdida de control. Tanto la dependencia
como la autocrítica se han asociado con la presencia, intensidad y especificidad de
la depresión (Luyten et al., 2007).
Características.

Sumisión.

Preocupación por los demás.

Antepone necesidades de otros a las suyas.

Solidario y dócil.
Trastorno de personalidad dependiente.

■ Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un


comportamiento sumiso y de apego exagerado y miedo a la separación, que
comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos
contextos, y que se manifiesta por 5 o mas hechos siguientes:
– 1. Le cuesta trabajo tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la
tranquilización excesiva de otras personas.
– 2. Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoria de los
ámbitos importantes de su vida.
– 3. Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a
perder su apoyo o aprobación. (no incluir los miedos realistas de castigo).
– 4. Tiene una dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por si
mismo (debido a la falta de confianza en el propio juicio o
capacidad y no por falta de motivación o energía).
– 5. Ve demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los
demás, hasta el punto de hacer voluntariamente cosas que le
desagradan.
– 6. Se siente incómodo o indefenso cuando esta solo por miedo
exagerado a ser incapaz de cuidarse a si mismo.
– 7. Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia
otra relación para que le cuiden y apoyen.
– 8. Sienten preocupación no realista por miedo a que lo
abandonen y tenga que cuidar de si mismo.
■ Provienen de historias de aprendizaje asociadas del temor al desamparo, originado
biográficamente de forma usual en la sobreprotección o el autoritarismo de los
padres, experiencia que en últimas llega a tomar la forma del más terrible miedo a
ser abandonado y a la convicción de no ser capaz o no ser suficiente.

■ Se ve traducido en mucha angustia de separación y temor a la soledad, en


dificultad para tomar decisiones, y una muy baja percepción de autoeficacia, por lo
que no hay iniciativa, ni autonomía, por lo que se renuncia también a las
responsabilidades para caer en un estado de fragilidad y desprotección, y en el
vacío que causa la falta de un proyecto de vida propio.
Autoconcepto.

■ Se caracteriza por la autopercepción de inutilidad e incompetencia, causa un


enorme temor a la propia libertad y mucho sufrimiento. Todo lo anterior se refleja en
vivir en función de los demás y sus necesidades, evitando el conflicto y la
desaprobación incluso asumiendo culpas y dejando de percibir los límites para no
ser abandonado. En el estado de indefensión que experimentan, necesitan del otro
para que se haga cargo de lo propio.
■ La motivación de todo lo que hacen viene de la necesidad de aprobación y apoyo de
otros. Esta sensación de nada propio, es una pérdida de si mismo, sin el otro no
poder reconocerse, genera un estrechamiento de las posibilidades existenciales,
expresada en angustia, fracaso y soledad de estar arrojado en el mundo sin
capacidades ni recursos para poder sobrevivir, en un mundo donde los demás lo
valen y lo tienen todo.
Cómo rasgos…

■ Usualmente se le llama “Tímida” a una persona que inhibe su expresión y pasa


desapercibida.
■ Miedo a relacionarse o generara vínculos.
■ La inhibición conductual y el aislamiento, o la huida son los mecanismos con los
que se afronta el miedo y la perturbación que genera la exposición a otros.
Como antecedentes…

■ Experiencias de humillación y de padres autoritarios, inflexibles y faltos de afecto y


calor emocional, sin perder de vista el componente de tipo hereditario o biológico
que lo configura.

■ Millon y Grossmann (2007) plantean que estas personas tienen una sensibilidad
innata al dolor; una base de temor biológico extremo, incluso en circunstancias
relativamente favorables; y una tendencia a sentir una ansiedad perturbadora
cuando se enfrentan a un potencial estrés físico o emocional”.
■ Dichos contextos restrictivos y maltratantes familiares e incluso sociales y
escolares, comienzan a ser generadores de bloqueo de cualquier expresión
emocional, nutrido por el miedo al fracaso, la humillación y la burla, configurando
además la ansiedad como una de las principales manifestaciones de este miedo a
relacionarse.

■ También la sobreprotección propia de ciertos estilos de crianza donde predomina


una excesiva preocupación por la evaluación y la crítica favorecen el desarrollo de
este tipo de rasgos y estilo de personalidad cuya principal característica es la
inhibición conductual y emocional.
■ Ensimismarse se convierte en la principal arma de protección ante el alto riesgo que
genera la interacción con otros, por lo que se hace imposible la auto trascendencia
cuando se está escondido dentro de si mismo para sobrevivir.
■ El mayor vacío de una personalidad evitativa está en sus relaciones interpersonales,
en tanto ser con otros, poder ser si mismo, es un alto precio que solo se paga
cuando no se es hipersensible al rechazo, mientras tanto lo más conveniente o
cómodo es huir o aislarse, donde no se corren riesgos, pero donde se genera en
últimas el gran dolor de la inautenticidad.
Comportamientos evitativos de estilo
de personalidad.
■ Conductas que han sido observadas en personas con estilo de personalidad
dependiente como lo son el uso de medicamentos tranquilizantes, o el uso de
alcohol e incluso ciertas conductas compulsivas relacionadas con la comida o el
sexo (con el objetivo de buscar calmar).
■ La búsqueda constante de apoyo y aprobación de otros, la desaparición de los
límites incluso racionalizando y permitiendo el abuso o la negligencia de esos otros,
el auto sabotaje y la hiper demanda de afecto y atención a todo precio, la sumisión y
el temor a expresar desacuerdo, y todo tipo de estrategias para conseguir dicho
objetivo como manipular, aplazar, postergar, acomodarse.
Comportamientos evitativos al rasgo.

■ El consumo de sustancias psicoactivas, alcohol, y todo tipo de automedicación para


la ansiedad.

■ Asumir la experiencia de la ansiedad en forma inadecuada, cerrarse ante las


posibilidades, justificándose mediante cualquier tipo de excusas, usando
estrategias de invisibilidad, de fantasía, de acomodación pasiva, de distracción.
También se observa en ocasiones la evitación de manera más activa o la huida.
Cuidado!!

Se creen mejor que la mayoría, ■ Joffrey Baratheon. El pequeño rey tirano de la saga televisiva Juego de
Tronos, encarna todas las características de una personalidad
necesitan demostrarlo y les narcisista: sentimientos de grandeza y prepotencia, con constantes
gusta el poder por encima de fantasías que giran en torno al poder, una excesiva necesidad de
admiración, explota las relaciones personales en su beneficio,
cualquier cosa sentimiento de privilegio (como si el mundo estuviera constantemente
a sus pies), carente de empatía y actitud de arrogancia. Pero es que de
casta le viene al galgo, porque su madre, Cersei Lannister, es igual.
Cuidado!!

Tienen un apego patológico, ■ El chico del cable”, interpretado por Jim Carrey en Un loco a domicilio. Su
buscan desesperadamente el patológica necesidad de tener un amigo, su apego asfixiante, la dificultad de
hacer cosas por él mismo, la sobreestimación de una amistad que en realidad no
contacto con alguien y en es tal y su búsqueda constante de relaciones íntimas (no reales), ponen de
manifiesto la patológica dependencia de este personaje. También podernos ver
ocasiones su carácter es sumiso una personalidad dependiente en el personaje de Norman Bates en la serie
Bates Motel (precuela de Psicosis) o en el personaje de Milhouse (Los
con tal de mantener dicha Simpsons).
relación.
DIAGNÓSTICO
DIFERENCIAL DEL
TRASTORNO DE
PERSONALIDAD
NARCISISTA
RESPECTO A OTROS
TRASTORNOS DE
PERSONALIDAD.

Mtrante. Francisco D. Valencia Ríos.

Psic. Clínico y de la Salud.


Terapeuta de conducta.
COMO DIFERENCIAR UN PROBLEMA DE
UN NO PROBLEMA
Afecta en la
■ Los problemas de mayoria de las Larga trayectoria en
personalidad se áreas de la vitales el tiempo.
caracterizan porque (fam, lab, soc, etc.).
ocupan gran parte de la
vida de la persona; en el
momento presente y a lo El área cognitiva y
Las relaciones
largo del tiempo. emocional se
interpersonales se
encuentran
ven afectadas.
afectadas.
■ Un problema psicológico se
define como TRASTORNO Las estrategias
de personalidad cuando para hacer frente a
tiene las siguientes los problemas son
características: inefectivas.
■ Los trastornos de la personalidad en general son patrones de pensamiento, percepción, reacción y
relación generalizados, duraderos que causan malestar significativo o deterioro funcional.

Factores
genéticos. Factores
ambientales.

■ Muchos se vuelven gradualmente menos graves con la edad, pero ciertos rasgos pueden persistir en
cierto grado después de la desaparición de los síntomas agudos que motivaron el diagnóstico.
■ A veces puede ser difícil determinar el tipo de trastorno de personalidad, dado que algunos trastornos
de personalidad comparten síntomas similares y que pueden presentarse más de un tipo. Otros
trastornos, tales como depresión, ansiedad o abuso de sustancias pueden complicar más el
diagnóstico.

■ Los RASGOS de personalidad representan patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación


que se manifiestan relativamente estables a lo largo del tiempo.

■ Para las personas con trastornos de la personalidad (a diferencia de muchos otros que buscan
atención psicológica), la angustia causada por las consecuencias de sus comportamientos socialmente
inadaptados suele ser la razón por la que buscan tratamiento.
■ Los trastornos de personalidad por lo general comienzan a hacerse evidente durante la
adolescencia tardía o adultez temprana, aunque a veces los signos se evidencian más
tempranamente (durante la infancia).
■ Los rasgos y los síntomas varían considerablemente de acuerdo a su duración en el tiempo;
muchos se resuelven con el tiempo. (Y SU CONTEXTO).

■ El DSM-5 enumeran 10 tipos de trastornos de la personalidad, aunque la mayoría de los


pacientes que cumplen con los criterios de un tipo también cumplen con los criterios de uno o
más.
– Algunos tipos (p. ej., antisocial, limítrofe) tienden a disminuir o resolver con la edad; otros (p. ej.,
trastorno obsesivo-compulsivo, esquizotípico) son menos propensos a hacerlo.
■ Alrededor del 10% de la población general y hasta la mitad de los pacientes psiquiátricos en las
unidades hospitalarias y clínicas tienen un trastorno de la personalidad.
■ En general, no hay diferencias claras en términos de sexo, clase socioeconómica y raza. No
obstante, en el trastorno de la personalidad antisocial los varones superan a las mujeres en una
relación 6:1. En el trastorno límite de la personalidad, las mujeres superan a los hombres 3:1
(pero sólo en el ámbito clínico, no en la población general).
■ Para la mayoría de los trastornos de la personalidad, el grado de heredabilidad es alrededor del
50%, que es similar o superior a la de muchos otros trastornos psiquiátricos principales. Este
grado de heredabilidad argumenta en contra del supuesto de que los trastornos de personalidad
son defectos del carácter generados principalmente por un entorno adverso. (RASGOS NO
TRASTORNOS)
■ Alrededor del 10% de la población general y hasta la mitad de los pacientes psiquiátricos en las
unidades hospitalarias y clínicas tienen un trastorno de la personalidad.
■ En general, no hay diferencias claras en términos de sexo, clase socioeconómica y raza. No
obstante, en el trastorno de la personalidad antisocial los varones superan a las mujeres en una
relación 6:1. En el trastorno límite de la personalidad, las mujeres superan a los hombres 3:1
(pero sólo en el ámbito clínico, no en la población general).
■ Para la mayoría de los trastornos de la personalidad, el grado de heredabilidad es alrededor del
50%, que es similar o superior a la de muchos otros trastornos psiquiátricos principales. Este
grado de heredabilidad argumenta en contra del supuesto de que los trastornos de personalidad
son defectos del carácter generados principalmente por un entorno adverso. (RASGOS NO
TRASTORNOS)
La investigación en
psicopatología ha demostrado
que síntomas aparentemente
exclusivos de trastornos
psiquiátricos pueden ser
experimentados también por
personas sanas.
Belloch A. Propuestas para un enfoque transdiagnóstico de los trastornos
mentales y del comportamiento: evidencia, utilidad y limitaciones. Revista
de Psicopatología y Psicología Clínica 2012;17(3):295-311.
■ Los costos directos de la atención de la salud y los costos indirectos asociados con trastornos de
la personalidad, en particular el trastorno de personalidad límite y el trastorno obsesivo-
compulsivo, son significativamente mayores que los costos similares asociados con el trastorno
depresivo mayor o el trastorno de ansiedad generalizada.

■ Un tema recurrente en el diagnóstico diferencial clínico y en la nosología psiquiátrica es la


relación entre determinados trastornos de la personalidad y los trastornos del estado de ánimo.

COMORBILIDAD
DSM DSM
DSM 5
III IV
Sistema multi axial
Ts de personalidad como
separando los ts del estado
versiones más crónicas del Dentro del mismo espectro.
de ánimo y ts de
estado de ánimo.
personalidad.

Las dimensiones de la psicopatología que atraviesan las categorías tradicionales ofrecen una forma de
capturar la mirada de presentaciones de trastornos mentales y variaciones entre los pacientes, que
en un sistema categórico generalmente dan como resultado múltiples diagnósticos "comórbidos".
■ Se cree que los trastornos del estado de ánimo varían en duración e históricamente se han
considerado “episódicos” (Shea & Yen, 2003). Las características de los trastornos del estado de ánimo
se describen en términos de "signos" y "síntomas", de acuerdo con el modelo de enfermedad.

■ Si bien algunas enfermedades pueden volverse crónicas, los síntomas generalmente se consideran
indicadores transitorios de enfermedad que mejoran o fluctúan con el tiempo. Por lo tanto, el
constructo de trastorno del estado de ánimo desde la perspectiva del curso clínico es bastante
diferente del constructo de trastorno de personalidad, si este último se conceptualiza como patrones
duraderos de por vida.

■ Por tanto la cronicidad que la cronicidad en el deterioro funcional es esencial para los trastornos de
personalidad, ya que su diagnóstico requiere una evaluación de los patrones de funcionamiento a
largo plazo de un individuo (American Psychiatric Association, 2000). Aunque el deterioro del
funcionamiento psicosocial también se asocia con trastornos del estado de ánimo, no se presume que
sea crónico.
Criterios fallidos.

Temporalidad Cronicidad

Si bien la estabilidad temporal como característica distintiva entre los trastornos de la personalidad y los
trastornos del estado de ánimo puede tener un atractivo conceptual, muchos trastornos del Eje I suelen ser
crónicos. La esquizofrenia y el trastorno distímico, por ejemplo, son trastornos mentales crónicos por
definición. Claramente se han reconocido los límites de la estabilidad temporal como rasgo distintivo, pero
los trastornos de personalidad, sin embargo, se han seguido considerando más estables en el tiempo que
los trastornos del estado de ánimo.
Remisión o mejoría.

■ Los conceptos de "remisión" o "recuperación" generalmente se asocian con los trastornos del Eje
I, donde estos términos a menudo se usan indistintamente. Una distinción entre los dos (Frank et
al., 1991) es que la remisión se refiere a un período relativamente breve durante el cual el
individuo ha mejorado hasta el punto de no tener más que síntomas mínimos. Una
“recuperación”, por el contrario, puede durar un período indefinido e implica la recuperación del
episodio de psicopatología.

■ La idea de “remisión” o “recuperación” ha sido menos aplicable al campo de los trastornos de


personalidad, nuevamente debido a la presunción de estabilidad.

■ DESDE LA FORMA DE CONCEPTUALIZAR UN PROBLEMA ESTA MAL EL CRITERIO DE MEJORIA.


■ Si en algo coinciden los expertos en trastornos de la personalidad es en la insatisfacción con el modelo
que han venido utilizando los sistemas de diagnóstico psiquiátrico para definirlos y clasificarlos.

■ Livesley (2018) menciona que el problema radica en la ausencia de un marco conceptual coherente
que sirva de base para la investigación y, en consecuencia, para la práctica clínica. Los sistemas de
diagnóstico psiquiátrico pretenden tratar los trastornos mentales y, entre ellos, los TP, como entidades
nosológicas discretas o netamente diferentes, con una etiología claramente demostrable y, por lo
tanto, con manifestaciones sintomáticas unívocas y diferenciadas.

■ la complejidad etiológica de los trastornos y enfermedades mentales que afectan a las personas hace
prácticamente inviable la aplicación de un modelo médico “a la vieja usanza”, que actualmente no es
siquiera suficiente para las enfermedades médicas. Los TP son un ejemplo claro de complejidad
máxima, que se manifiesta no solo por la ausencia de indicadores etiológicos específicos, sino
también por la falta de indicadores patognomónicos exclusivos.
Mirada desde la CIE 11

■ La OMS plantea una ruptura total con la visión categorial de los TP que la propia organización ha
venido manteniendo hasta ahora. Uno de los cambios incluye el concepto de rasgo y, por lo
tanto, la apuesta por un enfoque dimensional sobre la personalidad que oscila desde la
normalidad hasta la patología o trastorno. Se establece así un puente con los planteamientos en
los que históricamente se han basado los estudios sobre la personalidad humana.
■ La gravedad de los Ts de personalidad se evalúan en torno a dos núcleos:

•La estabilidad y coherencia, la capacidad para mantener una autovaloración en

Sí mismo general positiva y estable, la visión ajustada y adecuada de las propias


características personales, con sus fortalezas y limitaciones, y la capacidad para la
autodirección, es decir, para planificar, escoger y conseguir metas adecuadas.

•El ámbito de las relaciones interpersonales incluye desde las románticas o de

Relaciones pareja, las familiares y paterno-filiales, o las de amistad, hasta las laborales o
escolares y con los pares.
•La disfunción se manifiesta en varios de esos ámbitos, e incluye aspectos como el
interpersonales interés en entablar relaciones, la capacidad para valorar y comprender la
perspectiva de los demás, o la de iniciar y mantener relaciones cercanas
mutuamente satisfactorias y ser capaz de manejar y afrontar los posibles conflictos.
■ Las perturbaciones, tanto en relación
con el propio yo como en el contexto
interpersonal, se ponen de manifiesto a

Emocional través de alteraciones en los planos:

Cognitivo
■ Además, con la valoración de la gravedad
se pretende solucionar el problema de la
comorbilidad, que, como ya

Comportamental
comentamos, es uno de los grandes
problemas que ha tenido siempre el
diagnóstico de los TP. La evaluación de la
gravedad del TP debe realizarse en uno
de los tres niveles que se proponen.
Nivel 1: leve

■ Hay afectación en algunas, pero no en todas, las áreas del funcionamiento personal (p. ej., hay
problemas con la autodirección, pero no con la estabilidad y coherencia de la propia identidad o
auto valía).
■ Hay problemas con muchas de las relaciones interpersonales o en el desempeño de los roles
sociales y laborales, pero se mantienen algunas relaciones y roles.
■ No hay autolesiones o daños a terceros.
■ Malestar emocional o deterioros significativos en los ámbitos familiar, social, educativo, o laboral,
o en otras, pero o bien se circunscribe a áreas específicas (p. ej., relaciones de pareja, empleo), o
afecta a varias áreas, pero en un grado leve.
Nivel 2: moderada

■ Las alteraciones afectan a varias áreas del funcionamiento personal (p. ej., identidad o sentido
del sí-mismo, capacidad para establecer relaciones íntimas, para controlar los impulsos y regular
el comportamiento). Pero otras áreas están menos afectadas.
■ Problemas importantes en la mayoría de las relaciones interpersonales, y está afectado el
desempeño de la mayor parte de los roles sociales y laborales.
■ Es muy probable que las relaciones se caractericen por la conflictividad, la evitación, la retirada o
la dependencia extrema (p. ej., se mantienen pocas amistades, hay conflictos constantes en el
ámbito laboral, las relaciones de pareja se caracterizan por problemas graves, o por una sumisión
inadecuada).
■ Puede haber ocasionalmente autolesiones o daños a terceros.
■ Deterioro importante en los ámbitos personal, familiar, social, educativo, laboral u otros, aunque
el funcionamiento en algunos ámbitos se mantenga adecuado.
Nivel 3: grave

■ Alteraciones graves en el funcionamiento del sí-mismo (p. ej., el sentido del sí-mismo puede ser
tan inestable que el individuo manifieste no saber quién es, o ser tan rígido que se niegue a
participar en muchas actividades; autoimagen distorsionada: auto despreciativa, o de
grandiosidad, o claramente excéntrica).
■ Problemas en el funcionamiento interpersonal que afectan a casi todas las relaciones; no hay
capacidad ni voluntad para desempeñar los roles sociales y laborales esperados, o se hallan
gravemente comprometidas.
■ Las manifestaciones de la alteración de la personalidad son graves y afectan a la mayoría, o
todas, las áreas del funcionamiento y la vida de la persona, incluyendo los ámbitos personal,
familiar, social, educativo, laboral, y otros.
■ Frecuencia elevada de lesiones contra uno mismo o contra terceros.
DESDE EL DSM 5

■ Los trastornos de la personalidad son principalmente problemas con la identidad propia.


■ Los problemas con la propia identidad pueden manifestarse como una imagen propia inestable (p. ej., las
personas fluctúan entre verse a sí mismas amables o crueles) o como inconsistencias en los valores, las
metas y la apariencia (p. ej., las personas son profundamente religiosas en la iglesia, pero profanas e
irrespetuosas en otras partes).
■ Los problemas de funcionamiento interpersonal normalmente se manifiestan como incapacidad para
desarrollar o mantener relaciones estrechas y/o insensibilidad hacia otros (p. ej., incapacidad de sentir
empatía).
■ Las personas que tienen trastornos de la personalidad suelen ser incongruentes y confunden y frustran a
los que las rodean (incluidos los profesionales). Estas personas pueden tener dificultades para reconocer
los límites entre ellos y los demás. Su autoestima puede ser inapropiadamente alta o baja. Pueden tener
estilos de vida inconsistentes, desprendidos, demasiado emocionales, abusivos o irresponsables cuando
actúan como padres, lo cual puede provocar problemas físicos y mentales en su cónyuge y/o sus hijos.
■ Las personas con trastornos de la personalidad pueden no reconocer que tienen problemas.
■ Los trastornos de la personalidad están subdiagnosticados.
■ Cuando las personas con trastornos de la personalidad buscan tratamiento, sus
principales quejas a menudo son depresión o ansiedad más que de las
manifestaciones de su trastorno de la personalidad. Cuando los médicos sospechan
un trastorno de la personalidad, evalúan las tendencias cognitivas, afectivas,
interpersonales y conductuales utilizando criterios diagnósticos específicos. Se
dispone de herramientas de diagnóstico más sofisticadas y empíricamente
rigurosas para los médicos más especializados y académicos.
Criterios clínicos.

■ A. Patrón perdurable de experiencia interna y comportamiento que se desvía notablemente de


las expectativas de la cultura del individuo.

■ Este patrón se manifiesta en dos (o más) de los ámbitos siguientes:

■ 1. Cognición (es decir, maneras de percibirse e interpretarse a uno mismo, a otras personas y a
los acontecimientos).
■ 2. Afectividad (es decir, amplitud, intensidad, labilidad e idoneidad de la repuesta emocional).
■ 3. Funcionamiento interpersonal.
■ 4. Control de los impulsos.
■ B. El patrón perdurable es inflexible y dominante en una gran variedad de situaciones personales y
sociales.

■ C. El patrón perdurable causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u


otras áreas importantes del funcionamiento.

■ D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se puede remontar al menos a la adolescencia o


a las primeras etapas de la edad adulta. (Para un trastorno de la personalidad que se diagnostica en
pacientes < 18 años, el patrón debe haber estado presente durante ≥ 1 año, a excepción de los
trastornos de personalidad antisocial, que no pueden .ai diagnosticadas en pacientes < 18 años).

■ E. El patrón perdurable no se explica mejor como una manifestación o consecuencia de otro trastorno
mental.

■ F. El patrón perdurable no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una
droga, un medicamento) u otra afección médica (p. ej., un traumatismo craneal).
■ El DSM-5 agrupa a los 10 tipos de trastornos de la personalidad en 3 grupos (A, B, y C),
sobre la base de características similares. Sin embargo, no se comprobó la utilidad de
estos grupos.
■ El grupo A se caracteriza por parecer raro o excéntrico. Incluye los siguientes trastornos de la
personalidad con sus características distintivas:

Paranoide:

Grupo A
desconfianza y
sospecha

Esquizoide: falta de
interés en los demás

Esquizotípico: ideas y
comportamiento
excéntrico
■ La categoría B se caracteriza por apariencia dramática, emocional o errática. Incluye los siguientes
trastornos de la personalidad con sus características distintivas:

Antisocial: irresponsabilidad
social, desprecio por los demás,
engaño, y manipulación de los
demás para su beneficio personal

Grupo B
Limítrofe (límite): vacío interior,
relaciones inestables y
desregulación emocional

Histriónico: búsqueda de atención


y excesiva emocionalidad

Narcisista: auto-grandiosidad,
necesidad de admiración y falta
de empatía
■ La categoría C se caracteriza por la aparición de ansiedad o miedo. Incluye los siguientes trastornos de
la personalidad con sus características distintivas:

De evitación: Se evita el

Grupo C
contacto interpersonal debido
a la sensibilidad al rechazo

Dependiente: sumisión y
necesidad de .ai atendidos

Obsesivo-compulsivo:
perfeccionismo, rigidez y
obstinación
■ Existe una exclusión que diferencia a los trastornos de personalidad que pueden estar relacionados
con trastornos psicóticos (por ejemplo, paranoide, esquizotípico). Esta exclusión hace referencia a que
el patrón de comportamiento no debe haber aparecido exclusivamente en el transcurso de una
esquizofrenia, de un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos y de otros trastornos
psicóticos.
■ También puede dar lugar a confusiones en el diagnóstico de los trastornos de personalidad, si éstos se
presentan durante un episodio de trastorno del estado del ánimo o bien de un trastorno de ansiedad.
Cuando el cambio de personalidad empieza o sigue después de que el sujeto haya estado expuesto a
un episodio de estrés extremo, hay que tener en cuenta el diagnóstico de trastorno de estrés
postraumático.
■ Cuando una persona se encuentra bajo los efectos de alguna sustancia, o posee un trastorno
relacionado con sustancias, es conveniente que no se realice un diagnóstico de trastorno de
personalidad que se base únicamente en su comportamiento como consecuencia de la intoxicación o
bien de la abstinencia a la sustancia.

■ Además cuando los cambios de personalidad aparecen como resultado de los efectos fisiológicos
directos de alguna enfermedad médica (por ejemplo un tumor cerebral) se debe diagnosticar cambio
de personalidad debido a enfermedad médica.
Ts. De la personalidad narcisista.

■ Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento)., necesidad


de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida
adulta y se presenta e diversos contextos y que se mantiene por 5 o más de los
hechos siguientes:
– 1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (exagera sus logros y
talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los
correspondientes éxitos.
– 2. Esta absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal
ilimitado.
– 3. Cree que es “especial” y único, y que solo pueden comprenderle o solo
puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto
estatus.
– 4. Tiene una necesidad excesiva de admiración .
– 5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables
de tratamiento especialmente favorable o de complimiento automático de sus
expectativas).
– 6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás
para sus propios fines).
– 7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los
sentimientos y necesidades de los demás.
– 8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que estos sienten envidia de él.
– 9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.
Gracias…

psic.d.valencia@outlook.com

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