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BABILONIA

Los antiguos escritores griegos se refirieron a la ciudad con asombro y, según se dice, fue el lugar donde se
encontraban los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Los
babilonios conquistaron a los pueblos vecinos y, dos veces en su historia, lograron construir un imperio y
controlar toda la región.

Era reconocida por la grandeza de su arquitectura y las construcciones de palacios con terraza.

fue la primera en asentar de manera escrita sus leyes.

Basaron su economía en la agricultura, el comercio y la imposición de tributos.

Desarrollaron conocimientos de astronomía y matemática, que fueron utilizados por las culturas
posteriores.

La agricultura y la ganadería fueron posibles gracias al desarrollo de canales y sistemas de riego que
permitieron hacer uso del agua de los ríos Tigris y Éufrates.

La ciudad de Babilonia. Destacada por su arquitectura y arte, fue un centro cultural, político y religioso que
influenció toda la región. Se caracterizó por sus templos, canales y jardines colgantes. Algunas de las ruinas
y reliquias encontradas por los investigadores fueron retiradas de su lugar de origen y están expuestas en
museos alrededor del mundo, tal es el caso de la puerta de Ishtar, que está ubicada en el Museo de
Pérgamo de Berlín

EGIPTO

La riqueza de sus recursos naturales y su aislamiento geográfico le permitieron convertirse en una


civilización muy poderosa. A lo largo de su historia, la organización política de la civilización egipcia fue
cambiando. En los periodos en que Egipto estaba unificado como un gran reino, el poder político estaba en
manos de un faraón, que controlaba todos los aspectos de la administración del reino.

Para mantener su poder, los faraones contaban con un ejército que en su mayoría estaba compuesto por
tropas mercenarias (soldados profesionales extranjeros a los que se les pagaba un sueldo). De esta manera,
el faraón mantenía a la población egipcia desarmada y ocupada en las tareas productivas.

La mayoría de la población se dedicaba a la agricultura, que practicaba en sus pequeñas o medianas


parcelas de tierra. Los campesinos debían entregar parte de su producción como pago al faraón, a las
familias nobles o a los sacerdotes, que eran los dueños de todas las tierras de Egipto.

Además, en las ciudades había artesanos y personas que se dedicaban a diversos oficios: albañiles,
tejedores, comerciantes, alfareros, etc. Había tareas que se consideraban más dignas que otras. Por
ejemplo, los escultores que hacían las estatuas que decoraban los templos y palacios eran mejor aceptados
socialmente. En cambio, los embalsamadores (personas dedicadas a la momificación de los cuerpos) debían
vivir en barrios alejados porque se los consideraba impuros.

La economía de la civilización egipcia estuvo controlada desde el Estado a lo largo de su historia. Como la
base de la producción era agrícola y dependía del río Nilo, el Estado tenía la necesidad de distribuir el agua
a través de canales y controlar los recursos productivos.
babilonia

egipto

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