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6 claves para prevenir los riesgos del sexting

Los menores suelen ser poco reflexivos y les cuesta pensar en términos de futuro. Sin
embargo, resulta fundamental plantear la prevención desde la información previa, con
argumentos críticos y razonables, como la facilidad de perder el control sobre la imagen o
la grabación, la posibilidad de extraviar el móvil, que lo roben o incluso la duración de la
relación con la persona a la que se le ha enviado la imagen. IS4K cuenta con múltiples
recursos e información para trabajar desde el aula y desde el hogar la prevención y reacción
sobre esta práctica de riesgo.

 1. No fomentar el sexting ni participar en su difusión. Concienciar a los menores de


la peligrosidad de esta práctica, tanto como protagonistas de los contenidos (para
valorar si quieren tomar parte), como receptores (para que respeten la confianza
otorgada, la privacidad e intimidad de la otra persona).
 2. Facilitar un ambiente de confianza. Para que el menor sea capaz de pedir ayuda y
consejo cuando lo necesite, es importante mantener la comunicación familiar acerca
de estas problemáticas. Esta confianza ayudará a una resolución rápida de los
problemas e incluso a evitar que lleguen producirse.
 3. Valorar la edad y madurez necesaria. Debemos valorar si el menor es
suficientemente responsable como para utilizar de forma autónoma su propio
dispositivo, sin ponerse en riesgo, ni caer en prácticas peligrosas.
 4. Proteger los dispositivos. Configurar correctamente los dispositivos y
aplicaciones para evitar perder el control de la información que guardan, haciendo
un uso correcto de contraseñas de acceso y evitando almacenar la menor cantidad
posible de contenidos de riesgo.
 5. Configurar otras funciones útiles. Emplear los sistemas de bloqueo que ofrecen
los dispositivos para que nadie que no sea el usuario pueda acceder a él, activar
siempre que sea posible el doble factor de autenticación en los diferentes servicios
y revisar las opciones de privacidad de cada aplicación o servicio que usen,
personalizando las funciones que les sean de utilidad, son puntos para tener en
cuenta. Además, también se pueden utilizar las opciones que el propio dispositivo
pueda ofrecernos, como por ejemplo bloquear la galería del móvil o el explorador
de archivos o activar la función de búsqueda y bloqueo de dispositivo frente a
pérdidas o robos.
 6. Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017. ¿Eres menor y tu imagen
íntima se está difundiendo de forma descontrolada? ¿Alguien te está amenazando
con hacerlo público? ¿Te están pidiendo más contenido? ¿Necesitas más
información sobre los riesgos o simplemente no tienes claro si quieres o no
practicar sexting? Recuerda que si eres menor, padre, madre o educador y necesitas
ayuda en relación al sexting o cualquier otra temática que tratamos en IS4K, puedes
contar con la atención gratuita y profesional de la Línea de Ayuda en
Ciberseguridad llamando al 017.
El artículo 197.7 del Código Penal recoge esta nueva figura delictiva en los siguientes términos:

“Será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses el
que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o
grabaciones audiovisuales de aquélla que hubiera obtenido con su anuencia en un domicilio o en
cualquier otro lugar fuera del alcance de la mirada de terceros, cuando la divulgación menoscabe
gravemente la intimidad personal de esa persona”.

Como elementos del delito tenemos:

 Difundir, revelar y ceder fotos, imágenes o cualquier material de contenido


íntimo sin autorización de la persona afectada.

 Dicho contenido debe afectar gravemente la intimidad personal de la persona.

 Dichos contenidos los ha obtenido el autor con la anuencia de la persona


afectada.

 Son contenidos captados en el domicilio de la víctima o en cualquier lugar donde


exista una previsión de intimidad.

Los supuestos típicos de sexting son el reenvío a amigos por WhatsApp u otras redes


sociales de fotografías íntimas enviadas de forma consentida por la pareja del autor; o
la difusión de imágenes de encuentros ciber-sexuales con la víctima por Skype.

En todos estos casos la víctima consintió en la grabación o en el envío de imágenes de


contenido sexual o íntimo; pero nunca en su posterior difusión de dichos contenidos por
el destinatario.

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