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Es una vía que tienen los gobernados para plantear ante los órganos
jurisdiccionales asuntos que no sean litigiosos o de conflicto, y que por
disposición de la ley se requiere intervención de dicho órgano.
El artículo 165 de la Ley Agraria señala que los Tribunales Agrarios
conocerán en la vía de jurisdicción voluntaria de los asuntos no
litigiosos que le sean planteados y que requieran la intervención
judicial; así mismo proveerán lo necesario proteger los intereses de los
solicitantes.
Aun cuando la jurisdicción voluntaria es un mero procedimiento y no
un juicio formal, dentro del proceso agrario no existe tal distinción, por
lo que los pasos procesales son los mismos que en el juicio
contencioso, debido a su carácter sumario.
EJEMPLOS DE SOLUCION DE CONFLICTOS AGARIOS VÍA
JURISDICCIÓN VOLUNTARIA.
JUICIO DE SUCESIÓN
El ejidatario tiene la facultad de designar a quien deba sucederle en
sus derechos sobre la parcela y en los demás inherentes a su calidad
de ejidatario. Bastará con que se formule una lista de sucesión en la
que consten los nombres de las personas y el orden de preferencia
conforme al cual deba hacerse la adjudicación de derechos a su
fallecimiento.
La lista de sucesión deberá ser depositada en el Registro Agrario
Nacional; con las mismas formalidades podrá ser modificada por el
propio ejidatario, en cuyo caso será válida la de fecha posterior. Las
listas de sucesión y los avisos notariales de éstas permanecerán bajo
el resguardo del Registro en sobre sellado y como anotaciones
preventivas, firmado por el Registrador y el interesado con expresión
de la fecha y hora de recepción. El registrador expedirá al interesado
la constancia del depósito.
Al fallecimiento del ejidatario o comunero, el Registro a petición de
quien acredite tener interés jurídico para ello, consultará en el archivo
de la Delegación de que se trate, si el titular de los derechos realizó el
depósito de la lista de sucesión; en caso afirmativo: Ante presencia del
interesado y dos testigos El registrador abrirá el sobre e informara el
nombre de la persona designada. Al presentarse dicha persona, se
procederá a expedir los certificados que acrediten sus derechos.
Cuando el ejidatario no haya hecho designación de sucesores, o
cuando ninguno de los señalados en la lista de herederos pueda
heredar por imposibilidad material o legal, los derechos agrarios se
transmitirán de acuerdo con el siguiente orden de preferencia: Al
cónyuge. A la concubina. A uno de los hijos. A uno de los
ascendientes. Cualquier persona que dependa económicamente de él.
Si al fallecimiento del ejidatario resultan dos o más personas con
derecho a heredar, los herederos gozarán de tres meses a partir de la
muerte del ejidatario para decidir quién, de entre ellos, conservará los
derechos ejidales. En caso de que no se pusieran de acuerdo, el
Tribunal Agrario proveerá la venta de dichos derechos ejidales en
subasta pública y repartirá el producto, por partes iguales, entre las
personas con derecho a heredar.
SUCESIÓN LEGITIMA
Cuando no existan sucesores, el tribunal agrario proveerá lo necesario
para que se vendan los derechos correspondientes al mejor postor, de
entre los ejidatarios y avecindados del núcleo de población de que se
trate. El importe de la venta corresponderá al núcleo de población
ejidal.
Las tres hipótesis anteriores deben ser reclamadas ante los Tribunales
Unitarios Agrarios, para determinen a quien le corresponden esos
derechos. Para ello, los interesados deben acreditar al fallecimiento
del titular:
1 • Documentos del deceso.
• Relación de parentesco.
2 • Documentos del deceso.
• Relación de parentesco.
• Testimonial de dependencia.
3 • La representación ejidal a instancia de la asamblea, es quien
promueve dicha acción, ya que el importe de la venta corresponderá al
núcleo ejidal.
PRESCRIPCIÓN POSITIVA O ADQUISITIVA
Esta figura jurídica esta contenida en el artículo 48 de la Ley Agraria,
donde se establece: Quien hubiere poseído tierras ejidales, en
concepto de titular de derechos de ejidatario, que no sean las
destinadas al asentamiento humano ni se trate de bosques o selvas,
de manera pacífica, continua y pública durante un período de cinco
años si la posesión es de buena fe, o de diez si fuera de mala fe,
adquirirá sobre dichas tierras los mismos derechos que cualquier
ejidatario sobre su parcela.
El poseedor podrá acudir ante el tribunal agrario para que, previa
audiencia de los interesados, del comisariado ejidal y de los
colindantes, en la vía de jurisdicción voluntaria o mediante el desahogo
del juicio correspondiente, emita resolución sobre la adquisición de los
derechos sobre la parcela o tierras de que se trate, lo que se
comunicará al Registro Agrario Nacional, para que éste expida de
inmediato el certificado correspondiente.
La demanda presentada por cualquier interesado ante el tribunal
agrario o la denuncia ante el Ministerio Público por despojo,
interrumpirá el plazo a que se refiere el primer párrafo de este artículo
hasta que se dicte resolución definitiva.
PRESCRIPCIÓN
La legislación de la materia establece los elementos que se deben
reunir para que prospere la prescripción, requiriéndose la conjugación
de las siguientes:
1 •La posesión en tierras ejidales en concepto de titular de derechos
de ejidatario.
2 • Que la posesión sea de manera pacífica, continua y publica.
3 • Que esa posesión se haya mantenido durante un periodo de 5
años si es de buena fe, o 10 si fuera de mala. NO asentamiento
humano, bosques o selvas.
Para calificar la posesión se requiere la revisión de la causa
generadora de la misma, es decir, el origen de la posesión, para
determinar por un lado si es originaria o derivada, y de buena fe. El
poseedor agrario de buena fe es quien accede al uso de los derechos
agrarios de un ejidatario mediante un justo título, es decir, en cuanto a
la aprobación del titular a través de algunos de los supuestos o
contratos traslativos de dominio permitidos por la ley, pero imperfectos.
Por poseedor agrario de mala fe se debe entender a todo aquel que
sin justo título ha entrado en posesión de los derechos agrarios de un
ejidatario a sabiendas que no le pertenecen o mediante actos no
permitidos por la ley o contrarios a esta.
En lo que atañe a la causa generadora de la posesión, es de agregar
que el Tribunal Unitario Agrario esta obligado a revisarla, al calificar los
actos posesorios en el momento de dictar sentencia, ello a efecto de
distinguir entre posesión originaria y derivada, en virtud de que la
prescripción deberá ser considerada en concepto del titular de
derechos de ejidatario.
POSESIÓN ORIGINARIA
Aquella que se deriva de un contrato traslativo de dominio como la
compraventa, la donación o, cuando se trata de derechos, la cesión,
por lo que, ante un acto jurídico de los anteriormente señalados, la
posesión SERÁ APTA PARA PRESCRIBIR.
POSESIÓN DERIVADA
Se obtiene en virtud de la entrega que realiza el propietario o quien
este legitimado bajo un título similar, respecto de un bien, obligándose
el poseedor derivado a devolverlo en el momento de su requerimiento
o al vencimiento del plazo. Esta posesión NO ES APTA PARA
PRESCRIBIR.
PRESCRIPCIÓN
El término de la prescripción agraria sobre terrenos ejidales se
interrumpe hasta que se dicte resolución definitiva, por la demanda
que presente cualquier interesado ante el Tribunal Unitario Agrario, o
bien por la denuncia que se presente por el delito de despojo ante el
Ministerio Publico. El efecto de la interrupción es de inutilizar para la
prescripción todo el tiempo corrido antes de ella.
CONTROVERSIAS AGRARIAS
Controversias que involucran derechos de
los núcleos de población agrarios.