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CUIDADO
CONTEMPORÁNEO
(El ENSAYO)
Antropología del Cuerpo Humano, María Concepción Castillo González
A través de este ensayo, nos acercamos peligrosamente al final de un camino lleno de drama,
intriga, conocimiento, belleza, suspenso y aprendizaje. Pero antes de que termine, es vital dejar
testimonio de todo en contenido que me ha marcado en este semestre. Para ello hay que
comenzar por analizar el centro de la asignatura; el cuerpo humano, que puede describirse
desde lo más material hasta como una entidad “porosa, permeable y abierta a las grandes
corrientes cósmicas”(Marcos, 2006), es por eso que primero debemos entender que en
realidad el cuerpo es multifacético y que dentro de este repertorio de fases contiene actitudes,
fenómenos y tendencias que nos conducen hasta el cuidado y como nuestra especie y nuestra
cultura lo han moldeado para que este evolucionara desde lo que solía ser décadas atrás hasta
el fenómeno de variedad y diversidad que es en la actualidad.
Comenzamos con una estrofa que establece el principio que rige a este texto enfocado al
cambio y la resistencia, en cuatro líneas se hace el primer llamado a salir de cualquier
estructura que nos haga pequeños de pensamiento y que nos prive de ver cuan gigante,
cambiante y tal vez jodido es el mundo que como humanos hemos edificado.
Por su parte, el segundo fragmento comienza como caminando por un piso resbaloso en el que
tienes miedo de caer de lo habitual a lo desconocido, un ambiente de incertidumbre fruto del
sometimiento ante quien nos hace pequeños de pensamiento, sin embargo, a lo largo de cada
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Evidencia II; Aires de un cuidado contemporáneo. Santiago Ruiz Perezjiménez – A01737299
línea se nota como el miedo va quedando en el pasado y la curiosidad por ver lo que nos rodea
es mayor, tanto así que nos impulsa a ver el entorno “dantesco” del que somos parte.
Parece hasta ahora que todo da vueltas a cerca de los aciertos y desventuras que representa el
tan mencionado mundo del que somos parte, pero, hay que ser introspectivos y reflexionar en
como funcionamos aquellos que lo poblamos, como amamos y como ese amor nos pude
conducir a maneras cuyos cuidados vayan más allá de la familia nuclear, que se basen en
estructuras de parentesco alternativas que a su vez “se basan en una noción de cuidado
práctico -cuidar a alguien-y se basan en cierta medida en ser iguales, incluso si lo que es igual es
una enfermedad o una cosmovisión compartida”(Care Collective, 2021).
Conscientes de nuestro cambio de parecer, ahora nos situamos en otro bando por así decirlo,
en uno donde sabemos que “poder decir adiós, es crecer” (Cerati, 2006), pero ¿decir adiós a
qué?, decir adiós a la concepción de una única forma y estructura de cuidados y parentescos y
decir hola al hecho de concluir que seguir pensando de una manera tan cuadrada solo nos
rezagaría de manera individual ante una sociedad que no frena, ahora sabemos que “el que
cuida es el que ama”.
“Si la resistencia en sí toma como modelo el discurso valiente” (Butler, 2020), de esa frase
puede partir una de las estrofas más valientes de este trabajo, cuyo discurso se enfoca en el
llamado a la resistencia que conduce al cambio. A un cambio que está consciente de todo lo
que se ha establecido en las cuatro partes previas y que a partir de ellas nos describe como
seres en los que habita el fuego que iluminará el camino de la transformación.
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Pasado el clímax del discurso, comienza el cierre del texto que en su penúltima estrofa nos
explica como los cuerpos y los mundos se están distanciando (“Bodies and worlds are drifting
apart”, (Federici, 2020)), pues el cuerpo se ha hecho independiente y se ha aceptado que este
sea cuidado y cuide a quien elija y no se encierre en una ideología impuesta.
Finalmente, arribamos a mi favorita personal; la estrofa final, una mezcla o un resumen de todo
lo que es “Aires de un cuidado contemporáneo (el poema)”, rebelde pero esperanzadora, esta
estrofa reconoce que “los acercamientos al estudio y conceptualización de las prácticas son
variados y distan mucho de ofrecer una mirada única o que muestre algún cuerdo” (Muñiz,
2015), pero desea que quien obedezca a lo variado de las prácticas, no deba temer por su
integridad o su bienestar, trascendental saber, pensar y desear; Que en mundo el que a
promiscuo se convierte, no deba vivir gritando ¡Superviviente si, maldita sea!.
Conclusión.
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Referencias.