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Facultad de Filosofía y Letras

Grado en Historia

Comentario de Lectura del Bloque 2:


Julio César, un dictador democrático de
Luciano Canfora. Pp. 117-136.

Alejandro Revenga Palenzuela


Prof.: José Ortiz Córdoba
Historia Antigua II
Año académico 2022/2023
Comentario de Lectura Bloque 2 | Alex Revenga

Introducción
He leído el capítulo XIV La Conquista de la Galia (58-51 a. C), y, al estar
compuesto por diferentes divisiones a su vez, he establecido que las divisiones que hace
el propio autor en su obra son las que voy a utilizar para desglosar este trabajo. Siendo
11, que coinciden con eventos importantes de este gran suceso.
Comentario
1. En la primavera del año 58 a. C se dan una serie de movimientos de pueblos
germánicos a la Galia. César entonces ideó un proyecto muy ambicioso ya que combinó
el factor imperialista y el factor científico (conocimientos etnográficos), bien es cierto
que no fue un caso aislado.
Aun así, no sabemos cuánto peligro suponía realmente para la frontera romana los
avances germánicos ya que la única visión que tenemos es la de César y estaba
construida y meditada. Pero el hecho de los germánicos estaba en el subconsciente
popular ya que recordaban las invasiones de cimbrios y por ello, la población apoyaba
la causa de Julio César.
2. En Roma llegaban estos sucesos de la Galia en el énfasis de César que relataba
hechos no opinables pero la realidad mostraba una guerra dura con un desenlace
imprevisible, como se pudo apreciar en el bienio 58-57 a. C cuando la situación
político-militar efectiva y las reacciones de Roma (debidas a los hábiles informes de
César), no reflejaban la misma realidad. J. Carcopino en Jules Cesar afirma que la Galia
se decía conquistada cuando lo que en realidad había era una tutela indirecta y tácita.1
En Roma tras la victoria contra los belgas el Senado decreta una supplicatio
religiosa de 15 por el éxito. Esto es posible gracias a la magnanimidad de los
Commentarii y las hazañas que se contaban en ellos. Cierto es que Marco Celio, entre
otros, no creía las palabras del procónsul y envió cartas a Cicerón poniendo en
entredicho las palabras de César y planteaba el conocimiento de las tácticas de
manipulación, datadas en 51 a. C, tras el fin de la guerra.
3. En la llegada de César las tribus no tenían monarquía en su mayoría sino una
incipiente aristocracia. Tenemos como ejemplo el caso del helvecio Orgetórix que
buscaba la monarquía entre algunas tribus. Sin embargo, otros pueblos poseían rey
como los aquitanos, galos del norte, etc. y que cambiaron su organización política entre
el mandato de César y la Agricultura de Tácito; de este mismo modo las poblaciones del
otro lado del Rin que se transformaron gracias a la difusión gala.
Una vez la aristocracia era efectiva, cualquier caso de rey era penado con la muerte,
similar a Roma, y donde seguía habiendo reyes eran muy débiles e incluso las
asambleas poseían el mismo poder que el propio rey. Dión Crisóstomo, de época Flavia,
afirma que los druidas como sacerdotes podían tener más poder que estos reyes.
Esta transformación pudo darse por la influencia de Roma como potencia o por el
crecimiento económico de un grupo que potencia la urbanidad, coincidiendo con un
desgaste de la monarquía. Puede que esta situación favoreciese a los romanos ya que
menos reticentes las aristocracias a crear acuerdos que los reyes o cabecillas militares.

1
J. Carcopino, Jules César [1935], París 1968, p. 252.

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4. El inicio de la guerra tuvo que ver con el avance de los helvecios hacia la Galia
occidental debido a luchas con germánicos y falta de territorio ( +/- 90.000 luchadores).
Esta migración premeditada podía ser un peligro por la posible alianza con otros
pueblos. César, por lo tanto, corta en el Ródano y pasa el frente a los heduos, un poco
más al norte. En el 58 a. C un ejército de aliados y amigos de Roma vence a los
helvecios, en ayuda de los heduos, en Bibracte. Resultando una batalla el fin de una
potencia que quería la independencia. Aun así, no impusieron duras condiciones a los
helvecios para impedir la llegada de germanos.
Los germanos, liderados por Ariovisto, derrotaron a los heduos y sécuanos,
cruzando el Rin. César mostró oposición, y según Camille Jullien, la guerra contra
Ariovisto fue la consecuencia de la sumisión helvecia2.
César intentó llegar a un acuerdo, pero las exigencias de paridad de Ariovisto
fueron la causa del enfrentamiento en septiembre del 58 a. C, obligándolo a retroceder a
la otra orilla del Rin.
Tras esta batalla, César reclutó dos legiones más en el invierno del 58-57 a. C en la
Cisalpina para atacar al norte a las tribus belgas, cooperando con los heduos. La batalla
se dio en el Aisne donde venció César pese a la dureza de esta debido a la coalición de
tribus belgas. Mientras Publio Craso (hijo del triunviro y legado de César) sometía a los
aquitanos en el suroeste.
5. La campaña mira hacia Britania meridional (Inglaterra) por sus relaciones con
Bretaña y Normandía. Craso inicia una primera expedición a final del verano del 57 a.
C. Contra los vénetos fue una dura batalla naval, ya que las naves romanas estaban
construidas ex novo en el Loira ese mismo invierno. Existía una gran diferencia entre las
naves y la agilidad y la estrategia vencieron la balanza al lado romano. Llevándose a
cabo una represión brutal que se argumentó por la “violación del derecho internacional”
(arresto de oficiales romanos). Pese a esto no se controló toda la zona ya que en los
bosques seguía habiendo grupos que realizaban guerrillas.
6. El mayor peligro estaba al otro lado del Rin en el 56-55 a. C, donde usipetes y
téncteros cruzaron expulsando a los menapios. César habla de más de 400.000 personas.
Tras el convenio de Lucca (acuerdo para el primer triunvirato), se atacó a estas dos
tribus en coalición con los comandantes galos, cerca de Xantén. César quería
masacrarlos en vez de firmar un acuerdo, y llevó a cabo su idea mediante un engaño y
una traición como consecuencia del asesinato de la caballería gala aliada. Después
asesinó al pueblo (mujeres y niños). Por esto Catón pidió en Roma la consignación del
procónsul, pero el Senado promulgó una supplicatio religiosa.
Entre los historiadores modernos hay dos corrientes esencialmente: la de Camille
Jullian que describe esta hazaña como la más vulgar tarea y una matanza deliberada;
mientras que Napoleón o Mommsen, o no aluden al episodio o lo defienden
respectivamente, del mismo modo que los nacionalistas italianos, como Giulio
Giannelli. Otros como Engels, no le dan tanta importancia, pero sí admiten que fue una
matanza general.
Lo que podemos observar es que la historiografía no tiene un juicio definitivo.

2
C. Jullien, Historie de la Gaule, vol. III, París 1920, p. 221.

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7. En el verano del 55 a. C la campaña de César viró hacia Britania. Tarde para una
gran expedición así que solo fue un experimento; además, la caballería naufragó antes
de arribar. Las tribus de Kent en un principio se sometieron, pero al ver el poco poderío
de los romanos se sublevaron, siendo vencidos seriamente. Tras la sumisión, César
regresó siendo el balance de esta expedición no tan negativo como parecía ser tras el
naufragio de parte de sus naves.
El verano siguiente tuvo lugar la segunda expedición con un buen ejército (5
legiones y 2.000 jinetes galos). Parecía que sería una rápida victoria por la falta de
sentido unitario antirromano de las tribus (que en el continente estaba madurando). Sin
embargo, el tiempo dañó la flota y tuvo que repararlas, perdiendo un valioso tiempo.
Mientras tanto, las tribus, eligieron a Casivelauno como líder de las regiones al norte del
Támesis.
En la guerra entonces se vio una superioridad romana que obligó a Casivelauno a
utilizar un sistema de guerrillas, que una vez más fue resuelto gracias a la traición de un
mando britano, Mandubracio. Entonces Casivelauno aceptó las condiciones de César, el
cual tenía algo de prisa para regresar al continente ya que Tito Labieno avisaba de una
posible rebelión en la Galia.
Siendo esta campaña, en resumen, un éxito de imagen ya que no dejó ninguna
división allí y el tributo acordado no era pagado.
8. Tito Labieno tenía razón, Vercingetórix (rey de los arvernos) encabezaba la
rebelión motivada por la opresión económica (oro y venta de esclavos). Tuvo varias
fases: la primera fue el asesinato del gobernador impuesto a los carnutos; la segunda
tuvo lugar en las tribus de eburones, que alentadas por Induciomaro, realizaron una
emboscada a 15 cohortes romanas y las aniquilaron, encabezados por Ambiórix; y la
tercera fue que los nervios acudieron a la llamada de Ambiórix.
Entonces César tuvo que salvar al comandante Quinto Cicerón y dar la vuelta a la
situación de invencibilidad en la que estaba la rebelión. Para ello pasó el invierno en la
Galia (por primera vez desde el 58 a. C). Labieno se encargó de eliminar a Induciomaro
que era el único con posibilidades de acrecentar la revuelta, consiguiéndolo en una
estrategia de persecución al hombre sin importar el resto de los generales. César relata
este acto con frialdad y elegancia.
9. El invierno del 54-53 a. C, gracias a las legiones de Pompeyo, César estaba
convencido de poder pacificar el país. Poseía 10 legiones para someter a los nervios, los
senones, los carnutos y, por primera vez, a los menapios del norte; mientras que
Labieno se enfrentaba a los tréveros.
No consiguió someter a los eburones y erróneamente creyó dejarlos aislados. Y tras
construir un puente en el Rin, como muestra de su poder, pretendía llegar a Germania y
luchar allí contra los germanos; sin embargo, lejos de encontrarlos debía de perseguirlos
y retrocedió debido a que la situación era un poco incierta, dejando el puente defendido
por 12 cohortes.
Regresa a la Galia para dar caza a Ambiórix, pero al no conseguirlo, en sus
commentarii, relata la tarea de su rival como talentosa.

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Comentario de Lectura Bloque 2 | Alex Revenga

En el año 52 a. C se creó una insurrección en la Galia centrar debido al castigo de


jefes senones y carnutos como provinciales rebeldes, suponiendo esto un gran peligro ya
que los jefes, entre los que estaba Vercingetórix atacaron. César estaba en la Cisalpina
pasando el invierno y tenía su ejército dividido en tres zonas: en el norte 6 legiones con
Labieno, en el este 2 legiones contra tréveros y otras 2 contra lingones, y, por último, en
el sur las tropas de estancia de la provincia.
Debía tomar una decisión, o bien hacía regresar a la Cisalpina a las legiones del
norte, exponiéndolas a ataques por sorpresa; o bien, atravesaba él el territorio enemigo.
Decidió atravesar el territorio él mismo, cruzando por un paso muy dificultoso en
los montes Cevenas, en los que aún había nieve, para llegar a Arverna y derrotar a
Vercingetórix, que retrocedió. Entonces pasó por territorio heduo y llegó a las legiones
del este.
A partir de aquí César quiere retrasar la batalla para prepararse, mientras que
Vercingetórix quería diezmar a los romanos y ejecutar una estrategia de campos
quemados que no resultó efectiva, además de destruir Avarico y defenderla.
Los romanos con una obra de ingeniería consiguieron atacar y masacrar, siendo un
duro golpe para Vercingetórix. Toma la iniciativa César, que decide atacar Gregovia,
pero por un fallo estratégico pierde a muchos de sus generales. Sin embargo, una
deserción de los heduos produjo dudas en el bando rebelde, y el azar y favor de la
caballería germana fueron la salvación para César, que obligó a Vercingetórix a
retroceder hasta Alesia (para protegerse mientras reclutaba una caballería mayor para
atacar a César por la espalda).
César asedió Alesia, llevando a cabo una estrategia sublime, la cual tenía una doble
línea de asedio. Esto respondía a los ataques desde el interior de la ciudad y también de
los ataques “por sorpresa” del ejército recién reclutado entre tribus rebeldes. Estrategia
posible gracias a tener 10 legiones y una reducción considerable de la zona de asedio.
Vercingetórix se entregó para evitar la masacre de su pueblo, cautivo durante 6
años hasta fin de la Guerra Civil contra Pompeyo; finalmente sería asesinado poco antes
de que César sufriese el mismo final.
10. Tras la rendición de Vercingetórix, comienza la “pacificación”, en la que César
prevalecía gracias al colaboracionismo y el aprovechamiento de germanos en ciertas
ocasiones. A parte de su victoria táctica, era un gran colonizador por su falta de piedad,
su paternalismo y su astucia; y también, y no menos importante, la voluntad de querer
conocer a sus víctimas. Realizó un excursus explicando su victoria mediante un análisis
etnográfico y sociológico.
El dominio se llevó a cabo a través de pactos o eliminación de cabecillas. Con
Comio llegó a un acuerdo ya que había huido a Britania tras ser derrotado. Sin embargo,
con Ambiórix realizó una táctica de devastación en su pueblo para que no pudiese
volver jamás, y de esto alardeaba el general romano.

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11. César quería la paz en previsión de sus peores relaciones con Pompeyo y el
Senado. Pero la conquista no era efectiva aún, necesitaba el control de las vías de
comunicación y la cooptación de las élites locales. El autor pone el ejemplo de Hispania
y el gran proceso que hubo que llevar a cabo hasta la romanización total de la Península
Ibérica. César logró conciliar con singular éxito los intereses del imperio con los
propios3.
Esto molestó a Pompeyo Magno, además de que hubiese conseguido un gran
ejército que le sería fiel en cualquier situación. El resto de la carrera militar de César es
bien conocida por todos.

Para concluir con el comentario, daré una breve opinión sobre el conflicto. Como
persona del siglo XXI creo que no podemos juzgar los hechos moralmente ya que
desvirtuaríamos la propia historia. Sin embargo, los hechos quizás no estuvieron
acometidos de la manera más justa, sobre todo las masacres de pueblos enteros o las
maneras de humillar a un enemigo. Pero puesto que nadie puede juzgar de forma
objetiva las fuentes porque ya tienen su propio sesgo temporal debemos emitir un juicio
lo menos afectado por nuestra visión post moderna.

Bibliografía
- L. Canfora, Julio César, el dictador democrático, Barcelona, 2000, pp. 117-
136.
- C. Jullien, Historie de la Gaule, vol. III, París 1920, p. 221.
- Cambridge Ancient History, cit., vol. VII, p. 527.
- J. César, Guerra Gálica, vol. I-VIII.

3
Cambridge Ancient History, cit., vol. VII, p. 527.

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