Está en la página 1de 3

Indoeuropeo

Indoeuropeo es el nombre de una familia de lenguas y también de la lengua


hipotética de la que desciende esta familia. Las lenguas indoeuropeas,
antiguamente llamadas lenguas indogermánicas, se hablan actualmente desde
la India hasta Europa (de ahí su nombre), además de hablarse en muchas otras
partes del mundo como resultado de la colonización europea. Estas lenguas
tienen algunos rasgos comunes entre sí y diferentes a las de otras lenguas,
incluso habladas en zonas próximas del mundo; sin embargo lo que da unidad a
las lenguas indoeuropeas es sobre todo que la historia de la familia se ha podido
reconstruir con bastante detalle gracias al método comparativo.
La palabra indoeuropeo también se emplea para referirse a los pueblos históricos
que originariamente hablaron esas lenguas (pueblos indoeuropeos), a su sociedad
(sociedad indoeuropea), a su religión (religión indoeuropea) y a su cultura (cultura
indoeuropea).
El término indoeuropeo se utiliza principalmente en las ciencias
sociales (antropología, antropología
lingüística, arqueología, etnología, filología, geografía e historia) y muy
especialmente en la lingüística histórica. Se ha empleado también
en pseudociencia en determinados contextos, por lo que ocasionalmente ha sido
objeto de especial polémica ("el problema indoeuropeo"), como justificación de
posiciones ideológicas (el nordicismo).
Nació como un concepto filológico, dada la identificación que la filología
comparada comenzó a hacer entre un gran conjunto de lenguas actualmente
habladas desde la India hasta Europa. Se suele citar a William Jones como
primera persona que observó los paralelismos entre el latín, el griego clásico y
el sánscrito, y dedujo que estas lenguas, y otras, derivaban de un antecesor
común.
El concepto de indoeuropeo pasó a aplicarse también a los pueblos históricos que
originariamente hablaron esas lenguas (pueblos indoeuropeos), a su sociedad
(sociedad indoeuropea), a su religión (religión indoeuropea) y a su cultura (cultura
indoeuropea).
De forma intercambiable se utilizaban los
términos indogermano o indogermánico, especialmente en el ámbito de habla
alemana, aunque se acuñó inicialmente en francés. El término "indoeuropeo" se
empleó inicialmente en inglés. Diferentes denominaciones usadas para el mismo
concepto fueron jafético u otras relativas a lo sánscrito, a lo celta (indocelta), a
lo ario (arioeuropeo) o a lo tocario.
Los conceptos indoario, indoiranio e indohitita son utilizados de una manera
diferenciada, pero confluyente.
No debe confundirse, en cambio, con el concepto de lo indogriego, completamente
diferente, pues se refiere a la influencia helenística en la India posterior
a Alejandro Magno.
Idioma protoitálico
El protoitálico es el ancestro del que derivan todas las lenguas itálicas conocidas
—como el osco, el umbro, el falisco, el latín y sus descendientes posteriores,
las lenguas romances; entre otras—. Aunque no está atestiguado por escrito,
su léxico ha sido reconstruido con la ayuda del método comparativo de
la lingüística histórica.
Se habló probablemente hacia el 1500 a. C., y es una lengua descendiente
del protoindoeuropeo (PIE). Pudo haber estado estrechamente emparentada con
el protocelta según la hipótesis de la relación italo-celta.
Según la evidencia glotocronológica, se cree que el protoitálico se separó de los
arcaicos dialectos protoindoeuropeos occidentales en algún momento antes del
2500 a. C. Originalmente lo hablaban las tribus itálicas al norte de los Alpes antes
de que se trasladaran al sur, a la península itálica, durante la segunda mitad del
segundo milenio antes de Cristo. La evidencia lingüística también apunta a
contactos tempranos con tribus celtas y hablantes del protogermánico.
Aunque no se puede establecer con certeza una ecuación entre evidencia
arqueológica y lingüística, el idioma protoitálico generalmente se asocia con las
culturas Terramaras (1700-1150 a. C.) y con la de Villanova (900-700 a. C.).
Las palabras protoitálicas tenían un acento fijo en la primera sílaba. Este patrón de
acentuación probablemente se mantuvo en la mayoría de los descendientes. En
latín permaneció durante el período del latín antiguo, después de lo cual fue
reemplazado por el penúltimo patrón de acento «clásico».

A continuación se incluye una lista de cambios fonéticos habituales


del protoindoeuropeo al protoitálico. Debido a que el latín es el único idioma itálico
bien documentado, constituye la fuente principal para la reconstrucción del
protoitálico. Por lo tanto, no siempre está claro si ciertos cambios se aplican a todo
el itálico (un cambio anterior al protoitálico) o solo al latín (un cambio posterior al
protoitálico), debido a la falta de evidencia concluyente.

Los laríngeos son una clase de sonidos PIE hipotéticos: *h₁, *h₂ y *h₃, que
generalmente desaparecen en PIE tardío, dejando efectos de coloración en las
vocales adyacentes. Su desaparición dejó algunas combinaciones de sonidos
distintivos en protoitálico. En los cambios a continuación, muestran la práctica
estándar para denotar el límite de una palabra; es decir, # al principio denota
inicial de palabra. H denota cualquiera de las tres laríngeas.
Los desarrollos itálicos más simples de las laringe son compartidos por muchas
otras ramas indoeuropeas
Lenguas osco-umbras
Las lenguas osco-umbras o sabélicas son un subgrupo de las lenguas
itálicas que se desarrolló desde la mitad del I milenio a. C. hasta los primeros
siglos del I milenio d. C.. Eran habladas por los pueblos osco-umbros o sabélicos,
también son conocidas como lenguas sabélicas.
El osco fue uno de los numerosos idiomas hablados en el corazón de la península
itálica, como el umbro y a otros idiomas pertenecientes a las lenguas sabélicas,
como el volsco, marso, ecuo, sabino y el piceno meridional.
No obstante también hubo colonias que hablaban el osco, esparcidas por lugares
de la Italia meridional y de Sicilia. Básicamente el osco era el idioma de las
tribus samnitas, quienes fueron unos poderosos enemigos de los romanos, los
cuales necesitaron años para someterlos (las guerras samnitas que tuvieron lugar
del 370 a. C. al 290 a. C.).
Estas lenguas se conocen por algunos cientos de inscripciones que se sitúan
entre el 400 a. C. y el siglo I. En Pompeya se hallan numerosas inscripciones
oscas, como las dedicatorias en edificios públicos y las señales indicadoras.
El umbro comenzó un proceso de declive cuando los umbros fueron sometidos por
los romanos y el proceso de romanización condujo a su desaparición. De todas las
lenguas osco-umbras es la que mejor se conoce, gracias sobre todo a las Tablas
Eugubinas.
Se hablaban en el Samnio, Campania, Lucania y en partes
de Apulia, Brucio, Piceno y Lacio, así como por los mamertinos en la colonia
siciliana de Mesana (Mesina).
Las lenguas osco-umbras son lenguas flexivas fusionantes con unos 5 casos
morfológicos diferentes en el singular, similares a los del latín.
Este grupo se aparta del latín y las lenguas latino-faliscas debido a algunas
evoluciones fonéticas no compartidas. Además, las lenguas osco-umbras tienen
un porcentaje de vocablos no compartidos con el latín.

También podría gustarte