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La familia forma sin formación especifico para la tarea, no es obligatorio hacer un curso
específico para padres
La realidad es que actualmente no es necesario ningún carnet, esta ausencia de
formación de dos personas que no tienen título específico y a los que le llega un extraño
a casa, lo diferencia de otros tipos de educacion, en otros tipos de educación, quizás
incluso menos importantes, por ejemplo en magisterio, pedimos una titulación, no
dejamos que cualquiera se ponga a enseñar en un cole. Podríamos decir que la
educación familiar a diferencia de la educacion escolar es una educción llevada a cabo
por inexpertos.
Esto es muy curioso, debido que precisamente existen familias de acogida porque
pensamos que es mejor para un niño criarse con unos inexpertos que mantenerse en una
institución del estado llevados por expertos. Es curioso que nuestra sociedad haya
decidido que una institución no profesionalizada sea mejor para la educación que una
institución más profesionalizada. Es un pensamiento de que la familia tiene algo distinto
que es más necesaria que una relación profesional.
Las raíces morales que fundamentan esta práctica cultural: MacIntyre menciona que hay dos
principios:
Hay una nota “gracias al avance de diagnostico prenatal, podemos decidir que hijo
queremos tener” el debate no es si se puede abortar sabiendo las malformaciones, sino
el dar a luz sabiéndolas.
Este debate ya está periodísticamente en la calle. Por ejemplo: “Hoy podemos
decidir con información suficiente antes del nacimiento, en las primeras etapas del
embarazo, y el verdadero problema moral ahora no es si se tiene derecho a abortar en
caso de graves malformaciones sino si, conociéndolas, se tiene derecho a dar a luz”
(Savater, 2013). Igualmente, otro influyente periodista español como Arcadi Espada
apunta comentando la reforma sobre la ley del aborto del ministro Ruiz Gallardón lo
siguiente: “Esta es una reforma que rompe el consenso público sobre los derechos
humanos en Occidente. Si alguien deja nacer a alguien enfermo, pudiéndolo haber
evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no sólo de que el enfermo lo
denuncie por su crimen, sino de que sea la propia sociedad, que habrá de sufragar el
coste de los tratamientos, la que lo haga. Este tipo de gente averiada alza la voz histérica
cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y
mejores. Por el contrario ellos tratan impunemente de imponernos su particular diseño
eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores” (Espada, 2013). Ambos textos ponen de
manifiesto que la incondicionalidad y el valor que se otorga a la vida humana está
siendo afectada, al menos en el nivel público, que de este modo ejerce una presión sobre
la incondicionalidad que se da en el ámbito familiar.
Nosotros defendemos que eso rompe la incondicionalidad, y comienza el
proceso de fabricación y empieza el proceso en el que el hijo te dice ¿por qué no me
hiciste mejor?
Los padres una de la enseñanza más difícil que pueden los padres es enseñarles,
que pueden agradarles contradiciéndoles. Hay incondicionalidad porque el otro puede
hacer loque tu no quieres y aun así hay una relación de incondicionalidad.
El deseo per se no garantiza la incondicionalidad, el no deseo no la garantiza
tampoco.
“La incondicionalidad, nace desde el principio y se proyecta y se sostiene en el
futuro” se sostiene en el futuro, si no se sostiene en el futuro no es incondicional, esto
pasa mucho en los procesos de adopción, uno comienza el proceso con una intención
pero no la sostiene en el futuro. No se ve afecta en los problemas que el niño pueda
desarrollar en el futuro. Es lo propio de esta institución. Para los hijos, como veremos es
fundamental experimentar, como seres humanos, esa incondicionalidad de los padres.
Aunque a una mirada superficial le pueda parecer lo contrario, esa incondicionalidad no
nace del deseo paterno. No es mayor la incondicionalidad en aquellos padres que desean
tener un hijo que en aquellos que acogen un hijo cuando llega por nacimiento o
adopción. La incondicionalidad no tiene estrictamente que ver con el deseo, sino que
está más allá del deseo. No somos incondicionales con el hijo porque lo hemos deseado
sino que somos incondicionales con el hijo porque lo hemos acogido de manera natural
en su radicalidad individualidad y subjetividad diferenciada, más allá incluso de nuestro
deseo inicial. El deseo inicial muchas veces puede ser erróneo.
Las necesidades de los hijos están por encima de las necesidades de los padres: la
educación familiar tiene un punto de batalla, sobre esto hay que hacer muchas
reflexiones, es una exigencia ética. La cuestión es ver las necesidades de los hijos, no
confundirlas con los deseo. Las necesidades pueden ser exigentes, pueden llevarte a
corregir y a jugarte el afecto.
Son mejores padres aquellos que se hacen responsables del bienestar (necesario) de sus
hijos y ponen sus necesidades por encima de las propias.
Entran en juego varias categorías: bien, deseo, necesidad, una mala comprensión de
estos puede llevar a una mala intención del principio. En muchas ocasiones no es fácil
saber cual es el bien del otro, y es más fácil saber cual no es su bien dicho de otra
manera, no el bien aparente o inicial es la respuesta final a estos problemas, y el bien
futuro puede requerir soportar males presentes. El papel de los padres no es evitar a
toda costa el sufrimiento de sus hijos. El mito de Ulises, cuando le mete en el gineceo y
aunque su destino esté morir en troya, la madre no puede permitirlo. Esto es un ejemplo
de como funcionan los padres, los padres tienen problemas con que los hijos sufran,
todos los héroes, son un ser huérfano. Hay muchos héroes que son huérfanos, no tienen
una conexión afectiva que les hace crecer. Hay una lectura de Steiner