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Epistemología

Introducción (3.1)
La filosofía y la ciencia tienen la misma esencia, que es saber cómo funciona
el mundo.
El conocimiento científico es el resultado de explicar determinados
fenómenos naturales apelando a la observación y a la racionalidad.
La diferencia entre la racionalidad teórica y práctica es qué la primera se
pregunta qué son las cosas del mundo exterior y la segunda qué puede hacer con
esas cosas.
El proceder del pensamiento científico es organizado y sistemático a pesar de
las excepciones. Richard Feynmann dijo que la ciencia era un método especial
para descubrir cosas; otros dicen que es el cuerpo del conocimiento que surge
de las cosas descubiertas; y que también puede ser las cosas nuevas que se
pueden hacer cuando se descubre algo (tecnología).
La filosofía de la ciencia se centra en el estudio de estas tres cosas. El
conjunto de conocimientos que surge de la práctica científica es lo que se
estudia en las asignaturas de ciencias.
El trabajo de la filosofía es casi siempre un trabajo de clarificación
conceptual.
El método hipotético-deductivo
Francis Bacon fue quien mejor sintetizó los pasos del método científico.
La deducción va de lo general a lo particular, permitiendo obtener
conclusiones seguras pero sin ampliar el conocimiento, mientras que la
inducción sí amplía el conocimiento pero no garantiza la verdad, ya que va de
lo particular a lo general.
El método hipotético-deductivo toma elementos de ambos, ya que combina la
referencia a los datos empíricos de la inducción con la generalidad y la
consecuencia de la deducción.
● Definición del problema. Se inicia con el descubrimiento de una situación
problemática para el ser humano.
● Formulación de la hipótesis. Se propone una explicación posible, que
debe ser coherente y conforme con la actitud científica: rigurosa, neutra y
contrastable.
● Deducción de consecuencias. Utilizando el método deductivo, se extraen
las consecuencias que tendría la hipótesis si fuera verdadera.
● Contrastación de la hipótesis. Se comprueba si se cumplen o no las
consecuencias previstas, y es necesario recurrir a la observación de la
realidad y a la experimentación.
● Refutación de hipótesis. Cuando no se cumplen las consecuencias
previstas.
● Confirmación de hipótesis. Cuando se cumplen las consecuencias
previstas.
● Obtención de resultados. Se formula una nueva ley o teoría, o se
confirma una ya propuesta.

El método de las ciencias sociales (3.2)


El ser humano es dinámico, variable, difícil de predecir y dependiente de sus
contextos culturales e históricos. Es por esto que muchos autores rechazan el
método científico para comprender la realidad social, puesto que esta debe ser
comprendida en su peculiaridad y no como producto de una regularidad natural.
El objetivo de las ciencias sociales es descubrir las regularidades o leyes
sociales que explican por qué los seres humanos se desarrollan individualmente
o se organizan en sociedades del modo en que lo hacen, y comprender las
particularidades de la acción humana en su dimensión individual y colectiva.
Dilthey fue uno de los primeros pensadores en desarrollar la metodología de
las ciencias sociales. La comprensión es el concepto fundamental del método
diltheyano o hermenéutico.
Es fundamental entender el sentido de las acciones. Los hechos humanos son
irrepetibles y, aunque tengan semejanzas, cada acontecimiento humano debe ser
entendido en su singularidad y no como una regularidad que se repite.
Habermas añade que el comportamiento del ser humano está hecho de
intenciones. No es sencillo predecir la acción humana, ya que los humanos
pueden reorientar el curso de sus vidas y de los acontecimientos históricos.
Además, la racionalidad de las ciencias naturales se centra en el dominio de la
naturaleza, mientras que el principal interés de los seres humanos es acrecentar
su libertad y mejorar su calidad de vida, para lo que tiene que liberarse de las
fuerzas materiales, sociales y psicológicas que lo oprimen.
Un método único
Otros autores afirman que la investigación de las acciones humanas no tiene
por qué variar en sus pasos de la investigación de las ciencias naturales. El
proceso es el siguiente:
➢ Localizar un problema.
➢ Recopilar datos consultando estudios.
➢ Elaborar una hipótesis contrastable.
➢ Contrastar la hipótesis con un trabajo de campo (entrevistas, encuestas,
observación directa…).
Según los defensores del método único en las ciencias, tenemos la estadística,
una herramienta de primer orden que establece regularidades con cierto grado
de incertidumbres.
Contra el método científico
P.K. Feyerabend afirmaba que un porcentaje importante de las
investigaciones científicas que logran resultados positivos no se han
desarrollado siguiendo el método científico.
Defendió que el racionalismo debía ser sustituido por el anarquismo en la
teoría del conocimiento, ya que son los objetos que estudia una ciencia los que
determinan los métodos apropiados o correctos.
Las investigaciones exitosas no obedecen a patrones preestablecidos, sino que
la libertad del pensamiento científico consiste en ser consciente de que todas
las metodologías tienen sus límites.
Para él y para Einstein, la clave era la creatividad y la imaginación.
Feyerabend desarrolló su teoría sobre la ciencia teniendo en cuenta los trabajos
de Karl R. Popper.
El progreso de la ciencia (3.3)
La idea del progreso alcanzó su cumbre en Occidente en los siglos XVIII y
XIX, convirtiéndose en un dogma de fe para la humanidad. Este progreso iba de
la mano de la ciencia, siendo el modo de avanzar de la este objeto de debate
durante el siglo XX.
La ciencia ha elaborado a lo largo de la historia muchas teorías erróneas, por lo
que su tarea es también revisar, demoler y construir las teorías científicas.
Del falibilismo al falsacionismo
El falibilismo defiende que el conocimiento científico es vulnerable en el
sentido de que no se puede afirmar rotundamente que las teorías científicas sean
definitivamente verdaderas: solo probablemente.
Popper transformó el falibilismo de Peirce, convirtiéndolo en el
falsacionismo, una de las teorías sobre la ciencia más influyentes del siglo XX.
Las revoluciones científicas de T.S Kuhn
Según expone Kuhn en su libro, La estructura de las revoluciones científicas,
el progreso científico se produce a través de saltos o revoluciones.
Los paradigmas son las realizaciones científicas universalmente reconocidas
que, durante mucho tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica.
Están compuestos por los supuestos teóricos generales, las leyes y las
técnicas para su aplicación, que adoptan los miembros de una comunidad
científica, y suelen estar incompletas.
Cuando se trabaja dentro de un paradigma se hace ciencia normal; es decir, se
investiga en el seno del paradigma dominante. En algún momento pueden surgir
anomalías; es decir, problemas que el paradigma no puede resolver, ya sea por
falta de tiempo, o porque pone en riesgo la teoría que sustenta la investigación.
El problema de la demarcación: qué es ciencia y
qué no lo es (3.4)
La demarcación se pregunta cómo diferenciar la ciencia de lo que no lo es.
Durante la Revolución Científica el empirismo intentó delimitar lo que podía
ser objeto de conocimiento, y estableció que el fenómeno sometido a
investigación tenía que ser perceptible a través de los sentidos. Esto suponía
que Dios y el resto de sustancias inmateriales como la filosofía no eran objetos
de conocimiento.
Kant, inspirándose en Hume, dejó los elementos de la filosofía al estricto
dominio de la fe.
Auguste Comte creó el positivismo, según el cual el auténtico conocimiento
solamente puede ser el científico. El siglo XIX se caracteriza por haber
superado el pseudo-conocimiento propio de la religión y la metafísica de
tiempos anteriores.
Criterio verificacionista del significado
Bajo la influencia de Mach y de Wittgenstein, el positivismo se convirtió en
neopositivismo o positivismo lógico, que defendía que la ciencia era el modelo
de conocimiento verdadero y que un enunciado sería significativo si podría ser
verificado empíricamente.
Así, solamente los enunciados que pueden ser verificados a través de la
experiencia o que pertenecen la lógica pueden ser tomados en consideración.
La verificabilidad o el criterio verificacionista del significado se convierte en
el criterio de demarcación.
El positivismo lógico fue defendido en el Círculo de Viena, un grupo de
pensadores formado en 1929. No obstante, el principal problema era el de la
inducción.
El falsacionismo de Popper
Para Popper, el problema de la demarcación era central en la filosofía de la
ciencia. Según él, el verificacionismo es incorrecto porque reproduce el
problema de la inducción: no podemos comprobar todos los casos sometidos a
la ley general.
Popper defiende que la verdadera actitud científica debe ser una actitud
crítica que no busque solo pruebas para demostrar su veracidad, sino que revise
críticamente sus teorías intentado rebatirlas.
Cuanta mayor resistencia muestre una teoría para ser rebatida, más
probabilidades tendrá de ser verdadera, aunque siempre tendrá un cierto carácter
de provisionalidad.
Así, se produce el avance de la ciencia, falsando teorías vigentes para
acercarse cada vez más a la explicación verdadera del fenómeno estudiado.
En cuanto al criterio de demarcación, según Popper, si no hay forma de
demostrar que una hipótesis es falsa, no es científica. Así, la falsabilidad es
una propiedad de los enunciados y de las teorías científicas que las distingue de
las no científicas.
Las pseudociencias
Las pseudociencias son falsas ciencias, creencias que se presentan de un modo
incorrecto como ciencias y que carecen de un método científico.
Suelen exponer sus teorías de modo que no se pueden contrastar o falsar, y
usan una terminología científica, modificando a su conveniencia el significado
de sus términos.
El ser humano y la técnica (3.5)
La técnica y el lenguaje permiten al ser humano desarrollar una cultura, que
se convierte en su segunda naturaleza. Gracias a estas, el ser humano puede
construir su propio entorno, puesto que no está biológicamente preparado para
adaptarse a ninguno.
Hay tres dimensiones de la realidad de la filosofía griega: la naturaleza; la
tecnología, que permite transformar la naturaleza; y la ley, que permite la
organización del ser humano y que es posible gracias al lenguaje.
La domesticación del entorno se realiza a través de la técnica, y la
indefensión biológica del ser humano es salvada así por esta.
La tecnología
Qué es la tecnología
La tecnología es la ciencia de la técnica.
La técnica remite al saber hacer y la tecnología al porqué hacerlo así. El
término apareció en el siglo XVII con el desarrollo de la ciencia moderna.
En etapas anteriores la técnica y la ciencia habían marchado por separado y sin
complementarse, pero a partir de la Modernidad la tecnología utilizó el método
científico y comprendió el saber organizado.
La física moderna depende de las matemáticas, de la práctica experimental, y
del avance tecnológico para su desarrollo. Esto es apreciable en el progreso de
los instrumentos relacionados con la práctica científica.
A lo largo de la historia (3.6)
Durante la Ilustración, se defendió que todo aquello que pudiese hacer
prosperar la vida humana debía ser buscado y desarrollado.
La concepción del progreso moral como consecuencia del progreso técnico es
una de las ideas de Voltaire y Diderot, que defienden un mundo mejor gracias al
desarrollo de la ciencia y la tecnología.
La idea de progreso se convirtió en una ley que guiaría e impulsaría la
mentalidad occidental: el continuo desarrollo en todos los campos supuso una
liberación para la Humanidad en todos los sentidos, por lo que la unión de
libertad y progreso sería el motor que movería al ser humano en su búsqueda de
la sociedad utópica.
En el siglo XIX Auguste Comte afirmó que la sociedad estaba determinada a
pasar por tres niveles que se corresponden con los grados del desarrollo
intelectual: el estado teológico, el metafísico y el científico o positivo. El del
siglo XIX se corresponde con el estado de madurez de la sociedad.
El conocimiento científico permite deducir las leyes naturales que gobiernan,
y prever, controlar y dominar la naturaleza.
En el siglo XX el progreso científico y tecnológico quedó dividido entre la
macrociencia y la tecnociencia.
La macrociencia
El Estado se involucra en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, aportando
fondos y coordinando centros de investigación y científicos. Surgió en la IIGM
por necesidades militares, y se caracteriza por:
➔ Limitar los recursos en unos pocos centros de investigación.
➔ Desarrollar proyectos relevantes.
➔ Mejorar la interacción entre ciencia y filosofía.
➔ Coordinar a los científicos, ingenieros y militares, ya que el sujeto de la
macrociencia ya no es un individuo genial, sino equipos de investigación
coordinados por científicos de prestigio.
La tecnociencia
La tecnociencia designa el complejo entramado de la ciencia y la tecnología
contemporánea en el que, aparte del propio trabajo de los investigadores, hay
otros factores, como:
➔ Económicos. Si son lucrativas o no.
➔ Políticos. Si los Estados ponen más o menos trabas.
➔ Educativos. Planes de estudio, integración de los individuos en las
sociedades tecnológicas, etc.
➔ Sociales. Pérdida y ganancia de puestos de trabajo, mayor control de la
población, porcentaje de la sociedad incapaz de adaptarse, cambios en
relaciones sociales, etc.
➔ Éticos. No investigar alguna enfermedad porque no es lucrativo,
tecnología militar, degradación medioambiental, etc.
La complejidad de las sociedades tecnológicas requiere estudios
multidisciplinares que puedan explicar la intrincada red de conexiones y las
consecuencias que se derivan.
Críticas al progreso tecnológico
En el siglo XIX se demostró que el progreso moral y el de la ciencia y la
tecnología no avanzaban en paralelo. La ciencia y la tecnología iban meramente
unidas a las necesidades económicas y militares, por lo que el ser humano era
solo una mera pieza del engranaje.
Karl Marx demostró que al tipo de racionalidad que se había impuesto en el
mundo occidental solo le preocupaba utilizar los medios adecuados para
conseguir los fines propuestos, sin someter estos últimos a discusión racional: lo
importante era solventar los problemas técnicos sin importar las consecuencias
ni las herramientas utilizadas.
A este tipo de razón se le llama razón instrumental.

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