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Cuestiones epistemológicas

Una introducción a la problemática científica

Karina Pedace, Christian Riopa


Compiladores

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Mariela Destéfano

3. La frontera de lo científico marcada por el


método hipotético-deductivo.

Mariela Destéfano

“Si, como estimaba Demócrito, una sola demostración


vale más que el reino de los persas, puede calcularse el
valor del método científico en los tiempos modernos”.
(Bunge 1993)

¿Cuál es la marca del conocimiento científico? ¿Por qué decimos que


Einstein, Pasteur o Kelvin aportaron conocimientos científicos mientras que
Tolstoi, Nietzsche o Picasso no lo hicieron? Esta pregunta ha sido
respondida por la epistemología clásica apelando principalmente a la
noción de método. Un método es un procedimiento regular, explícito y
repetible para lograr un resultado (Bunge 1977). El conocimiento científico
es el que surge como consecuencia de una investigación pautada a través
de este procedimiento regular. Según este enfoque, la investigación
científica es metódica en el sentido de que en ella no hay nada que la
vuelva errática y desordenada.1

1 Lo que sigue tendrá especial pertinencia para el dominio de las ciencias


empíricas. Es sabido que la investigación científica puede dividirse en dos grandes
grupos: las ciencias empíricas y las ciencias no empíricas. Las primeras exploran
los acontecimientos que tienen lugar en el mundo, mientras que las segundas
articulan sus conocimientos sin hacer referencia a cómo es el mundo (Hempel 1966,
13). Entre las ciencias no empíricas encontramos a la lógica y a la matemática pura.
El panorama de la investigación empírica, en cambio, es más complejo. Admite la
división entre ciencias naturales y ciencias sociales. Por lo general, se entiende que
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La idea de que el conocimiento se adquiere atendiendo a la


aplicación de un método ya había sido instaurada en la reflexión moderna.
Los modernos habían advertido que para disponer de conocimientos
filosóficos (en el caso de Descartes) o científicos (en el caso de Bacon) era
necesario seguir una serie de pasos ordenados. Muchos siglos después los
epistemólogos clásicos volvieron a legitimar esta vieja idea. Ellos
consideraron que todos los científicos, sea cual fuere la disciplina a la que
se dediquen, comparten ciertos patrones comunes en la manera investigar,
patrones que son factibles de ser analizados y sistematizados, deviniendo
así en un único método. De esta manera, cabe afirmar que hay un método
universal y ahistórico que contiene las normas que cada disciplina
particular debe respetar para merecer el rótulo de ciencia (Chalmers 1999).
Descifrar cuáles son esas reglas fijas y universales es tarea de la filosofía de
la ciencia, entendida más específicamente como metodología.
Sin embargo, la búsqueda de este método universal y ahistórico
tiene sus límites. Pueden plantearse las siguientes objeciones a quienes
apoyan esta búsqueda. En primer lugar, la aplicación del método no
garantiza de manera inmediata y automática la producción de
conocimientos científicos. Los científicos no se comportan como soldados
que en el cumplimiento ciego y obediente de ciertas reglas obtienen sus
resultados. A lo anterior puede responderse que el método científico es más
bien “la brújula que evita perdernos en el caos aparente de los fenómenos,
aunque sólo sea porque nos indica cómo no plantear los problemas, y cómo
no sucumbir al embrujo de nuestros prejuicios” (Bunge 1993, 48).
En segundo lugar, puede considerarse que este método universal y
ahistórico no es aquel elemento necesario para distinguir al conocimiento
científico del que no lo es. Es habitual sostener que las ciencias se
distinguen de otros campos del saber, teniendo en cuenta cuál es el objeto
de estudio que investigan. A partir de aquello que estudian, no solamente

las naturales abarcan la física, la química, la biología y que las sociales abarcan la
sociología, la economía, la antropología, etc. Este trabajo no tiene como objetivo
problematizar las relaciones entre las ciencias empíricas naturales y sociales. Esto
será abordado en el capítulo 7 de María Perot, en la presente compilación.
Solamente se propone desarrollar ciertos aspectos de la metodología de
investigación de las ciencias empíricas. Cualquier investigación empírica debe
confrontarse con los hechos de nuestra experiencia, y al efectuar esta confrontación
es necesario especificar maneras estándar de hacerlo.
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podemos diferenciar a la ciencia de la no ciencia, sino que también,


podemos hablar de ciencias particulares. Así, la física tendría por objeto de
estudio el mundo físico y se diferenciaría de la biología, que tendría como
objeto de estudio a los seres vivos. Con todo, identificar a las ciencias a
partir de sus objetos de estudio no es un enfoque atrayente. No es tan fácil
como parece determinar con claridad cuál es el objeto de estudio de las
ciencias particulares. Los objetos de estudio cambian a medida que las
teorías científicas también lo hacen (Klimovsky 1994).
Aún cabe una última objeción a la búsqueda del método universal y
ahistórico de la ciencia ¿Por qué creer que las distintas investigaciones
científicas responden a una única metodología? Tal como lo sostiene
Bridgman la ciencia es lo que hacen los científicos y hay tantos métodos
científicos como hombres en la ciencia (1955, 83). Tomando en
consideración una visión anárquica acerca del método propuesta por
Feyerabend (1975), puede afirmarse que la idea de que la ciencia se
conduce a partir de reglas fijas y universales es poco realista y perniciosa,
dado que es indiferente a la manera en que realmente ella se desenvuelve.
Esta no es una objeción inocente. Con ella se anticipa una manera distinta
de reflexionar filosóficamente acerca de la ciencia. No obstante, la
epistemología clásica tiene sus razones para defender la idea de un método
científico único. Para entender estas razones, debemos tener en cuenta el
proyecto de una ciencia unificada. Uno de los proyectos de la filosofía
clásica de las ciencias era el de encontrar un lenguaje común en el cual
expresar todos los desarrollos científicos. Esta unificación de la ciencia a
través de un lenguaje común debía estar acompañada por la existencia de
un procedimiento científico también único en la adquisición de
conocimientos. Así nació la necesidad de un método científico universal, a
partir de la idea misma de ciencia unificada2.
Ahora bien, de acuerdo con la epistemología clásica, la “brújula”
que guía la adquisición del conocimiento científico es el método hipotético-
deductivo. De las hipótesis que los científicos proponen para resolver un
problema se deduce una serie de consecuencias observacionales. La
aceptación o eliminación de dichas hipótesis depende de la ocurrencia o no

2Para profundizar en aspectos de este proyecto de la ciencia unificada y del fracaso


en su realización vease el capítulo 2 ( Empirismo Lógico) y el capítulo 5
(Reducción Intertórica) de la presente compilación
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ocurrencia de las consecuencias observacionales que de ellas se siguen. En


este trabajo me propongo desarrollar algunos aspectos del hipotético-
deductivismo.
Para ello, en la segunda parte, presentaré los elementos que
constituyen el método hipotético deductivo. Este método se desenvuelve
tomando en consideración nociones como hipótesis, consecuencia
observacional, etc. En esta presentación será necesario especificar algunos
de los conceptos a los que adhiere el enfoque clásico de la filosofía de la
ciencia. Será necesario abordar distinciones como contexto de
descubrimiento y justificación, enunciados observacionales, etc.
En la tercera y cuarta parte del trabajo, desarrollaré las maneras en
que se pueden poner en relación los elementos que constituyen el método
hipotético-deductivo. ¿Cómo hacer jugar entre sí nociones como hipótesis,
consecuencias observacionales, etc.? Existen dos maneras de hacerlo. Una
es estableciendo relaciones inductivas entre dichos elementos. La otra es
estableciendo relaciones deductivas entre los mismos. Si se considera que el
método tiene que configurarse de acuerdo con el primer tipo de relaciones,
entonces estaremos en presencia de una versión confirmacionista del
método hipotético-deductivo (Hempel 1966, 2002). En cambio, si se apoya
la perspectiva según la cual el método científico tiene que configurarse de
acuerdo con el segundo tipo de relaciones, entonces, estaremos ante una
versión refutacionista del mismo (Popper 1959, 1977, 2001). En la tercera
parte del trabajo desarrollaré el confirmacionismo y en la cuarta parte
desarrollaré el refutacionismo. Será en la última parte del trabajo donde
evalúe de manera comparativa ambas versiones del hipotético-
deductivismo. Pondré especial énfasis en la idea de que la naturaleza del
método determina el tipo de conocimiento que se adquiere. Según la
versión confirmacionista del método hipotético-deductivo, se denominará
“conocimiento científico” al conocimiento confirmado. De acuerdo con la
versión refutacionista del hipotético-deductivismo, se denominará
“conocimiento científico” al conocimiento factible de ser refutado. Será en
la última parte del trabajo donde evalúe de manera comparativa ambas
versiones del hipotético-deductivismo.

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El escenario y los elementos del Hipotético-Deductivismo.

¿En qué consiste la epistemología clásica mencionada en la


introducción? Hay una serie de filósofos de la ciencia que, entre las décadas
del veinte y del treinta del siglo XX, defendieron una particular manera de
entender filosóficamente a la ciencia. Las tesis y argumentos que
sostuvieron estos filósofos constituyen lo que hoy en día llamamos el
enfoque clásico o perspectiva heredada. En los siguiente apartados tendré
especial reparo en la reconstrucción de algunos de los puntos de vista de
dos importantes representantes de esta tradición: Hempel y Popper. Pero
antes de especificar las diferencias que existen entre ellos, será preciso
desarrollar algunas tesis compartidas por todos los integrantes del enfoque
clásico. Será necesario desplegar el escenario conceptual en el cual se gesta
la noción misma de método hipotético-deductivo.
Los filósofos que pertenecen a la perspectiva heredada están
fundamentalmente interesados en distinguir el conocimiento científico del
que no lo es. Prestan una especial atención a lo que se dio a llamar el criterio
de demarcación de lo científico. Existe una amplia gama de conocimientos
que difícilmente podrían considerarse científicos. Poner en marcha el auto,
apretar el embrague, colocar la palanca de cambio en primera, apretar el
acelerador y, simultáneamente, soltar con lentitud el pedal del embrague.
Estos son todos conocimientos que en un viejo conductor se han convertido
en una habilidad. Estos conocimientos que involucran el desempeño de
nuestras habilidades han sido bautizados por la filosofía como know-how.
Sabemos cómo conducir un auto, sabemos cómo utilizar cubiertos, sabemos
cómo bailar salsa. Parece sensato afirmar que el conocimiento científico no
es un know-how. Podrá replicarse que el científico tiene que desarrollar
ciertas habilidades en la tarea de investigación. En el proceso de
adquisición del conocimiento científico es necesario saber cómo observar en
un microscopio, también es necesario saber cómo tomar una muestra de un
elemento químico. Sin embargo, todo ello no nos habilita a afirmar que el
conocimiento que resulta de este proceso de investigación sea él mismo una
habilidad.
Pero el conocimiento científico tampoco es un autoconocimiento.
Mediante un acto introspectivo tengo absoluta seguridad y autoridad para
hacer afirmaciones acerca de mis propios estados mentales. Conozco de
una manera especial cuáles son aquellos estados por los que pasa mi mente.
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A este particular género de conocimiento se lo denomina autoconocimiento y


parece natural diferenciarlo del conocimiento científico. Es cierto que los
científicos también tienen un conocimiento acabado de sus propios estados
mentales cuando se embarcan en la empresa de la investigación. Pero el
conocimiento científico de manera intrínseca no puede pertenecer al género
de los autoconocimientos. Pues, mientras que el conocimiento científico
aborda distintos aspectos del mundo, el autoconocimiento tiene como objetos
los propios estados mentales de quien lo posee.
En suma, el conocimiento científico no es un know-how, no es un
autoconocimiento, y la lista puede extenderse. Entonces ¿cuál es la
particularidad de este tipo de conocimiento? En primera instancia, será útil
dejar en claro cómo NO responder esta pregunta, según el criterio de los
filósofos del enfoque clásico. Las particularidades de la ciencia no deben
buscarse en lo que se ha denominado el contexto de descubrimiento de las
ideas científicas. Poco le importa al filósofo de la perspectiva heredada las
circunstancias que llevaron a un científico a crear una nueva idea. Del
análisis de los factores psicológicos, sociológicos, históricos, económicos o
políticos que determinan la gestación de una idea científica no puede
extraerse en qué consiste el conocimiento científico. No es una tarea
filosófica abordar estos aspectos del descubrimiento de las ideas científicas.
Más bien, es una tarea que queda en manos de otras disciplinas, como la
psicología, la sociología o la historia de la ciencia.
Pero ¿por qué el ámbito en el que se descubren las ideas científicas
no es legítimo para responder nuestra pregunta inicial? Tómese como
ejemplo el descubrimiento de Newton de la fuerza de gravedad. Cuenta la
anécdota que Newton concibió la posibilidad de que exista una fuerza
gravitatoria una tarde en la que contempló una manzana caer de un árbol
de su jardín. Este suceso llevó al científico a preguntarse por qué la
manzana cae perpendicularmente hacia el suelo y no se dirige hacia arriba
o hacia cualquier otra dirección. Si la manzana cae de la manera en que lo
hace y no de otra manera es porque el centro de la Tierra debe ejercer una
poderosa fuerza de atracción sobre los objetos. Pero ¿qué condiciones
llevaron a Newton a considerar esta idea? ¿Acaso se debía a la dura
infancia que tuvo alejado de la figura materna? ¿O a la perturbación
producida por ocho años de encierro hogareño? En esta conocida anécdota
interviene una serie de elementos irracionales que son irrelevantes para el
filósofo del enfoque clásico.
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El filósofo de la ciencia quiere responder la pregunta acerca de la


particularidad del conocimiento científico a través de una reconstrucción
racional. En esta reconstrucción no figuran elementos biográficos o
históricos como los que están presentes en la anécdota de Newton. En este
sentido el filósofo del enfoque clásico evalúa la cientificidad de ciertas
propuestas teóricas atendiendo exclusivamente a elementos atemporales,
ahistóricos. Estos elementos atemporales, que se sostienen con
independencia de toda condición histórica son los enunciados. Los
enunciados son unidades del lenguaje a través de las cuales se transmite
información. El enunciado “la gravedad es una fuerza de atracción que
experimentan los objetos” es atemporal porque puede ser afirmado en
cualquier circunstancia. La perspectiva heredada considera que la ciencia es
centralmente un conjunto de enunciados que se propone para dar respuesta
a determinados problemas de investigación. No importa cómo se llegaron a
sostener esos enunciados. Ello forma parte de un análisis no filosófico de la
ciencia. Lo que importa es justificar o brindar elementos de prueba a favor
del carácter científico de los mismos. Así, el dominio del análisis filosófico
es el del contexto de justificación de los enunciados científicos.
La pregunta por aquello que diferencia al conocimiento científico ha
de ser respondida atendiendo a los enunciados que constituyen a la ciencia.
Entonces, la cuestión acerca del criterio de demarcación puede
reformularse en los siguientes términos: ¿cuál es la particularidad que
tienen los enunciados científicos? ¿Qué es lo que hace que “la gravedad es
una fuerza de atracción que experimentan los objetos” sea un enunciado
científico mientras que “Dios es un ente omnipotente y omnisciente” no lo
sea? La perspectiva heredada asume que la experiencia es el tribunal que
determina la cientificidad del primer tipo de enunciados. En última
instancia, son los hechos los que determinan la aceptación o rechazo de un
enunciado en el camino seguro de la ciencia. Desde esta perspectiva, toman
importancia los enunciados observacionales. Estos enunciados hacen
referencia a los objetos singulares en el mundo que pueden ser conocidos
de manera directa y cuyo conjunto constituyen lo que el enfoque clásico
denominó la base empírica. En los enunciados empíricos básicos recae la
responsabilidad de permitir o denegar el ingreso de ciertos conocimientos
en el dominio de la ciencia. La idea común de que la ciencia se basa en los
hechos encuentra aquí su máxima expresión.

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El método científico será la manera mediante la cual, atendiendo a


la evidencia que nos aporta el mundo, se determina la cientificidad de
ciertos enunciados. Los científicos siguen aproximadamente una misma
práctica a la hora de poner a prueba sus afirmaciones con la experiencia. Al
menos es esperable que así sea, porque de otro modo no tendría un valor
universal lo que ellos sostienen. Esto revela que el análisis que hacen los
filósofos del enfoque clásico es normativo, en el sentido de que establece
patrones comunes que todo científico debe seguir para producir
conocimiento científico. Los científicos realizan afirmaciones de tal modo
que de ellas se desprenden otras afirmaciones sobre hechos empíricos
particulares. Las primeras de ellas se expresan en enunciados denominados
hipótesis. Las segundas de ellas se expresan en enunciados que expresan
consecuencias observacionales. Para clarificar estas nociones y otras
relacionadas examinaré un famoso caso de investigación de las ciencias
médicas que tuvo como protagonista al prestigioso médico John Snow.3
A mediados del siglo XIX Londres se vio azotada por una serie de
epidemias de cólera. Las muertes se sumaban y los médicos no sabían con
certeza cuál era la etiología y el modo de transmisión de la enfermedad. Es
interesante señalar que la actividad científica no es espontánea, tiene como
punto de partida una situación problemática, como la anterior, que la
investigación pretende resolver. El enunciado que expresa un problema de
investigación científica puede adoptar la forma de una pregunta: ¿cuál es
la/s causa/s del contagio del cólera? También puede expresarse en términos
de un objetivo perseguido: determinar la/s causa/s del contagio del cólera.
Es cierto que en aquel entonces los médicos habían tomado dos
posiciones respecto del cólera. Por un lado, estaban los contagionistas que
sostenían que el cólera se adquiría por el contacto con el enfermo y sus
pertenencias. Por otro lado, estaban los anticontagionistas que postulaban
que la enfermedad se transmitía debido a las condiciones atmosféricas
como los vientos, los cuales esparcían de un lugar a otro los miasmas
tóxicos del cólera. John Snow, por su parte, consideraba que el cólera se

3 La investigación que llevó adelante John Snow ha sentado las bases del método
epidemiológico. Cabe aclarar que en el ámbito de las ciencias médicas, una de las
formas que adopta el método hipotético-deductivo es a través del método
epidemiológico. La particularidad de este último consiste en abordar cuestiones
acerca de la salud de los grupos humanos (Martínez Pérez y Rodríguez Esporada
sin fecha, 9).
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contagiaba debido al contacto con agua que contenía materia fecal


infectada. El médico sostenía que el cólera se transmitía mediante la
ingestión de una "materia mórbida" invisible al ojo humano, la cual debía
actuar a nivel de los intestinos, produciendo un síndrome diarreico agudo
con deshidratación severa. Esta "materia mórbida" había de reproducirse y
eliminarse a través de las deposiciones, las cuales, finalmente, terminaban
en aguas del río Támesis. La gente, al beber el agua contaminada extraída
del río, ingería la "materia mórbida". La afirmación de que el cólera se
contagiaba debido al contacto con agua que contenía materia fecal infectada
es una hipótesis propuesta para responder a la pregunta planteada por el
problema inicial. Una hipótesis es un enunciado ofrecido por el científico
cuyo valor de verdad todavía no está determinado. Quien formula la
hipótesis puede suponer que es verdadera pero en la instancia en cual se la
propone tiene carácter conjetural. Los contagionistas y los
anticontagionistas también han dado una respuesta tentativa a la cuestión
de cómo se contagia el cólera, lo cual evidencia que frente a un mismo
problema la ciencia puede plantear más de una hipótesis. Pero para
responder a un problema los científicos también adhiere de manera
implícita a una serie de afirmaciones adicionales denominadas hipótesis
auxiliares. Ellas enuncian una serie de supuestos que contribuyen a la
aceptación de la hipótesis. La hipótesis de Snow parece ser correcta
teniendo en cuento el supuesto adicional de que la materia fecal aloja
microorganismos infecciosos. Sin esta hipótesis auxiliar la hipótesis de
Snow no podría ser una candidata a solucionar el problema de
investigación. Esta misma hipótesis auxiliar podría tener un papel
protagónico en otro contexto de investigación. Si el problema inicial fuera:
¿dónde se alojan los microorganismos infecciosos? una respuesta posible
sería que los microorganismos están en la materia fecal. Lo que en la
investigación de Snow era un supuesto en otras investigaciones puede ser
la hipótesis propuesta para resolver un problema. Con ello se evidencia que
el estatus de supuesto no es intrínseco, sino que más bien depende del
contexto de investigación.
¿Podría haberse especulado que el contagio del cólera se debe a una
oscura influencia demoníaca presente en la ciudad de Londres? La historia
nos ha hecho testigos de maneras de razonar como estas. Sin embargo, lo
anterior no constituye una hipótesis científica. No cualquier respuesta al
problema inicial tiene el estatus de hipótesis científica. Para serlo, tiene que
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tener la capacidad de ser puesta a prueba para determinar su corrección o


incorrección. Tiene que haber alguna manera de evaluarla. Desde un punto
de vista metodológico, luego de proponer una hipótesis científica debe
poder iniciarse una etapa de contrastación. Generalmente, las hipótesis no
se pueden poner a prueba de manera simple y directa. Considerar
solamente aquello que se afirma en el enunciado de la hipótesis parece ser
insuficiente para determinar su corrección. Hay que contrastar la hipótesis
de manera indirecta, teniendo en cuenta elementos que exceden a la
hipótesis misma. Más específicamente, hay que considerar cuáles son las
consecuencias observacionales que se seguirían de la aceptación de dicha
hipótesis. Estas consecuencias observacionales se expresan en enunciados
observacionales que hacen referencia a objetos y hechos de la base
empírica. Como se afirmó más arriba, la base empírica está constituida por
los objetos y hechos particulares del mundo que en su conjunto sirven para
evaluar una hipótesis científica. ¿Qué sucesos observables en el mundo
deberíamos esperar si tomamos como punto de partida la hipótesis en
cuestión? Ahora bien ¿cómo poner a prueba la hipótesis de que el contagio
del cólera se debe a una oscura influencia demoníaca presente en la ciudad
de Londres? ¿Qué sucesos observables en el mundo deberíamos esperar a
partir de estas influencias demoníacas? Es evidente que ninguno. Por otro
lado, si se acepta que el cólera se contagia debido al contacto con agua que
contiene materia fecal infectada ¿qué hechos particulares en el mundo
deberían sucederse en consecuencia? De la hipótesis de Snow debería
seguirse, por ejemplo, el siguiente hecho. Debería haber una alta
mortalidad en determinado sector de la población que toma agua
contaminada con cólera. En este caso de investigación, pueden
reconstruirse las consecuencias observacionales de la hipótesis de Snow a
través de los siguientes enunciados observacionales:

CO 1: Hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la


población que toma agua contaminada de la bomba de Broad
Street.
CO 2: Hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la
población que toma agua contaminada suministrada por la
empresa cloacal Southwark and Vauxhall Water Company.

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CO 3: No hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la


población que toma agua no contaminada suministrada por la
empresa cloacal Lambeth Water Company.

Los enunciados observacionales son afirmaciones empíricas que se


pueden constatar de un modo más o menos inmediato. Cabe señalar que
una hipótesis puede tener más de una consecuencia observacional. En
nuestro ejemplo, Snow infiere tres consecuencias observacionales
alternativas de una misma hipótesis. Y lo cierto es que una hipótesis de la
cual se infieran numerosas consecuencias observacionales es mucho más
rica que una hipótesis que se vea limitada en sus consecuencias
observacionales. La primera de ellas ve acrecentadas sus instancias de
contrastación, algo que no sucede con una hipótesis observacionalmente
pobre.
Sin embargo, las consecuencias observacionales no siempre se
desprenden de manera directa de las hipótesis. Para que se den las
consecuencias observacionales deben darse en primera instancia ciertos
hechos-condiciones particulares antecedentes. Sólo bajo ciertas condiciones
de contrastación especificadas (CCE) se producirá un resultado empírico que
hemos denominado consecuencia observacional (Hempel 1966, 38). Las
CCE de alguna manera mediatizan la relación que va de la hipótesis a las
CO porque la mayoría de las veces es difícil determinar cuáles serían los
efectos en el mundo que se siguen de la aceptación de una hipótesis
¿Cuáles son las condiciones de contrastación especificadas que deberían
suceder para que se dé CO 2 y CO 3, es decir, para que se observe una alta
tasa de mortalidad debido al cólera en la población que toma agua
contaminada suministrada por la empresa cloacal Southwark and Vauxhall
Water Company y para que no haya una alta tasa de mortalidad por cólera
en la población que toma agua suministrada por Lambeth Water Company?4
En la época de la epidemia de cólera, los habitantes de ciertos
distritos del sur de Londres extraían el agua directamente de pequeños

4En este trabajo no desarrollaré las condiciones que llevarían a Snow a afirmar CO
1, es decir, que hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población
que toma agua contaminada de la bomba de Broad Street. Ello me obligaría a
exponer en detalle lo que a partir de esta investigación hoy en día se denomina
método epidemiológico. Para una mejor aproximación a esta famosa investigación
ver Cerda y Valdivia (2007).
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afluentes del río Támesis o bien la obtenían a partir de numerosas bombas


de agua de uso público, abastecidas por dos compañías, Southwark and
Vauxhall Water Company y Lambeth Water Company. Los desechos humanos
eran vertidos en improvisadas alcantarillas o directamente al río, en una
época de escasa noción de higiene ambiental. Ambas compañías extraían el
agua de sectores contaminados del Támesis, presentando similar número
de muertes los distritos abastecidos por una y otra compañía. Sin embargo,
en 1853 Lambeth Water Company trasladó sus instalaciones río arriba, hacia
un lugar de aguas más alejado, mientras que Southwark and Vauxhall Water
Company mantuvo sus instalaciones en su lugar original. Al tomar
conocimiento de este traslado, Snow se dio cuenta de que estaba frente a la
posibilidad de poner a prueba la hipótesis de que el cólera se contagiaba
por la ingestión de agua contaminada. Si la gente toma agua abastecida por
Lambeth Water Company, como esta compañía desde 1853 transporta agua
que estaba más alejada y que hipotéticamente no estaba contaminada,
entonces, no debería observarse una alta tasa de mortalidad debido al
cólera en dicha población. Por otra parte, si la gente toma agua abastecida
por Southwark and Vauxhall Water Company, como esta compañía traslada
agua contaminada, entonces, debería observarse una alta tasa de
mortalidad debido al cólera en esta población. En este caso, los enunciados
que expresan las CCE, o sea, las circunstancias empíricas necesarias para
que se den las consecuencias observacionales son:

CCE 1: La gente toma agua abastecida por Lambeth Water Company


CCE 2: La gente toma agua abastecida por Southwark and Vauxhall
Water Company.

Como resultado de la operación de contrastación la hipótesis o bien


es confirmada o bien es refutada. En el caso de la confirmación, la
ocurrencia de las consecuencias observacionales afirmadas en los
enunciados observacionales hace que la hipótesis sea aceptada. Hubo un
final feliz en la comparación entre los hechos de la base empírica y la
hipótesis. En cambio, en el caso de la refutación, la no ocurrencia de las
consecuencias observacionales hace que la hipótesis sea rechazada. La
comparación de la hipótesis con la base empírica no tuvo un buen término.
La hipótesis de Snow resultó ser confirmada, dado que tuvieron lugar las
consecuencias observacionales que se seguían de la hipótesis.
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Efectivamente, hubo una alta tasa de mortalidad por cólera en la población


que tomaba agua contaminada de la bomba de Broad Street. También hubo
una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la población que tomaba
agua contaminada suministrada por la empresa cloacal Southwark and
Vauxhall Water Company. Por último, Snow no observó una alta tasa de
mortalidad debido al cólera en la población que tomaba agua contaminada
suministrada por la empresa cloacal Lambeth Water Company. Entonces, la
hipótesis quedó confirmada.
Algunos filósofos (Hempel) ponen mayor peso metodológico a la
operación de confirmación de hipótesis, mientras que otros (Popper) ponen
mayor peso metodológico a la operación de refutación de hipótesis. En los
siguientes apartados desarrollaré esta idea. Sin embargo, todos ellos
acuerdan en que el método hipotético- deductivo incorpora elementos
racionalistas y empiristas. Incorpora elementos racionalistas porque
compromete al científico con el ejercicio racional de inferir enunciados
observacionales a partir de enunciados hipótesis. Asimismo, incorpora
elementos empíricos porque en la evaluación de una hipótesis el científico
debe atender a los sucesos de la base empírica, cobrando absoluto valor la
experiencia.

El confirmacionismo de Hempel.

Tal como lo expliqué, una hipótesis tiene carácter conjetural.


Aunque el científico crea con toda convicción que es verdadera, no tiene la
certeza de que así lo sea. ¿Cómo es que un enunciado con estas
características entra en el camino seguro de la ciencia? Filósofos como
Hempel consideran que una hipótesis se convierte en conocimiento
científico cuando ha sido aceptada como consecuencia del proceso de
puesta a prueba. Cuando hay una coincidencia al comparar los hechos de la
base empírica con las consecuencias observacionales que se esperan a partir
de la hipótesis. En esta comparación adquieren protagonismo los elementos
constitutivos del método hipotético-deductivo: hipótesis (H), hipótesis
auxiliares (HA), condiciones de contrastación especificadas (CCE) y
consecuencias observacionales (CO). Todos ellos están expresados en
enunciados, dado que, tal como se explicó, el método hipotético-deductivo
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Mariela Destéfano

reconstruye la práctica científica prestando especial atención a las


afirmaciones de los científicos.
Por su parte, los enunciados tienen la propiedad de entrar en cierto
tipo de relaciones entre sí. Por ejemplo, de los enunciados “Juan y Julio
aman la literatura” y “Juan ama la música”, puede desprenderse un tercer
enunciado “Julio también ama la música”. Y estos enunciados están
relacionados entre sí en el sentido de que el último de ellos se sigue como
una consecuencia de haber sostenido los enunciados anteriores. Tanto
“Julio y Juan aman la literatura” como “Juan ama la música” son razones o
elementos de juicio para sostener ulteriormente “Julio también ama la
música”. Los enunciados relacionados de esta manera se denominan
razonamientos. En un razonamiento las premisas (“Juan y Julio aman la
literatura” y “Juan ama la música”) son elementos de juicio a partir de los
cuales se desprende una conclusión (“Julio también ama la música”).
Como H, HA, CCE y CO son enunciados, tienen la propiedad de
relacionarse entre ellos inferencialmente, es decir, en el marco de un
razonamiento. Algunos de ellos pueden cumplir la función de premisas y
otros la función de conclusión. Cuando decimos que Hempel considera que
una hipótesis se convierte en conocimiento científico al ser aceptada como
consecuencia del proceso de puesta a prueba, estamos afirmando, más
específicamente, que este proceso de puesta a prueba debe reconstruirse a
partir de un razonamiento en el que participan H, HA, CCE y CO.
El tipo de razonamiento que está involucrado en la aceptación de H
es inductivo. En este tipo de razonamiento la conclusión no se sigue
concluyentemente a partir de las premisas. Existe la posibilidad de que no
sea cierto que “Julio también ame la música” aún cuando “Juan y Julio
amen la literatura” y “Juan ame la música”. Existe la posibilidad de que
Julio odie la música aún cuando comparta con Juan el amor por la
literatura. Las premisas anteriores no son razones suficientes para sostener
la conclusión. La conclusión sólo se sigue con un grado de probabilidad de
ser verdadera. Según Hempel, el razonamiento con el que se reconstruye el
proceso de aceptación de una hipótesis en la ciencia es inductivo. Los
enunciados H, HA, CCE y CO, están relacionados de tal manera que uno
de ellos se sigue de los otros con cierto grado de probabilidad de ser
verdadero.
Pero Hempel no está pensando en cualquier razonamiento
inductivo. Existen muchas maneras de inferir inductivamente una
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Mariela Destéfano

conclusión a partir de ciertas premisas. Una de ellas es la que se describe a


continuación. Una persona puede registrar una serie de datos observados
en una lista de enunciados observacionales singulares como la que sigue:

1. El metal x se dilató con el calor en la ocasión t1


2. El metal y se dilató con el calor en la ocasión t2
3. El metal z se dilató con el calor en la ocasión t3
n. El metal n se dilató con el calor en la ocasión tn

Las observaciones registradas en los enunciados 1-n habilitan a


dicha persona a concluir el enunciado general que sigue:

Todos los metales se dilatan con el calor.

Esta transición inferencial que va de los enunciados singulares al


enunciado general es una enumeración inductiva. Es cierto que 1-n
constituyen razones para sostener la conclusión, pero estas razones
solamente otorgan un grado de probabilidad de que “todos los metales se
dilaten con el calor” sea un enunciado verdadero. Cabe la posibilidad de
sumar observaciones que conspiren contra esa conclusión.
Pero hay algo en las enumeraciones inductivas que parece ser
atractivo para entender la manera con la que opera la ciencia. Si uno evalúa
este tipo de razonamiento teniendo en cuenta la cantidad de conocimiento
que se genera como resultado del propio proceso inferencial, podemos
afirmar que este tipo de razonamiento es ampliativo. Esto quiere decir que
la conclusión constituye un conocimiento nuevo respecto de las premisas.
Afirma algo que no está contenido en la información dada en las premisas.
Es cierto que todos los tipos de razonamientos inductivos son ampliativos.
Siempre que se razona inductivamente la conclusión sobrepasa el
contenido informativo de las premisas, y es por esta particularidad de los
razonamientos inductivos que la conclusión se sigue con cierto grado de
probabilidad a partir de las premisas. A pesar de lo anterior, razonamientos
inductivos como el que se ha ejemplificado evidencian de manera
privilegiada la propiedad de la amplitud. En las enumeraciones inductivas
el contenido informativo de la conclusión sobrepasa sobremanera el de las
premisas. Esto es así porque la conclusión es una generalización que
involucra infinitas observaciones no registradas entre las premisas del
119
Mariela Destéfano

argumento. Así, si se tiene en mente que la ciencia es una práctica que se


encarga de acrecentar el conocimiento que tenemos del mundo y las
enumeraciones inductivas cumplen con este requisito de acrecentar
nuestros conocimientos acerca del mundo, entonces, es lícito considerar
que la ciencia opera con este tipo de razonamientos inductivos.
Con todo, Hempel no comparte la opinión anterior. Según el autor
las enumeraciones inductivas difícilmente pueden servir para caracterizar
la manera en que se producen nuevos conocimientos científicos. De hecho,
todos los argumentos inductivos se sostienen con diversas dificultades, las
cuales en su conjunto han dado lugar a lo que se denomina problema de la
inducción. El problema de la inducción consiste en determinar el sentido
preciso en que podemos decir que ciertos datos empíricos confieren apoyo
o justificación a un enunciado que va más allá de los datos empíricos (Díez
y Moulines, 1999). Desde Hume en adelante, la historia de la filosofía nos
ha hecho testigos de una serie de objeciones a la posibilidad de determinar
con precisión qué quiere decir que ciertos enunciados se infieren
inductivamente a partir de otros. Hempel (1966), por su parte, agrega
nuevas críticas que se suman a los problemas clásicos de la inducción.
Según Wolfe, una enumeración inductiva puede desarrollarse a
través de los siguientes pasos:

Primero todos los hechos serían observados y registrados sin


selección o conjetura a priori respecto de su importancia relativa.
Segundo, los hechos observados y registrados serían analizados,
comparados y clasificados sin otros postulados o hipótesis que
aquellos que están necesariamente involucrados en la lógica del
pensamiento. Tercero, a partir de este análisis de los hechos, se
extraería inductivamente la generalización respecto de las relaciones
clasificatorias o causales entre ellos. Cuarto, la investigación posterior
sería tanto deductiva como inductiva y emplearía inferencias desde
generalizaciones establecidas previamente. (1924, 450)

Si la ciencia produjera su bagaje de conocimientos a través de


enumeraciones inductivas, entonces, debería aceptar los pasos anteriores.
Debería aceptar que primero se observa y clasifica hechos y que,
consecuentemente, se propone un enunciado general extraído a partir de
120
Mariela Destéfano

los mismos. Retomando el ejemplo presentado más arriba, primero se


observan los hechos expresados en las premisas 1-n y luego se sostiene que
“todos los metales se dilatan con el calor”. Aunque es cierto que los hechos
tienen un rol fundamental en el desarrollo del conocimiento científico,
Hempel ataca la idea anterior. Pues, el proceso que conduce de los
enunciados observacionales al enunciado general es mecánico lo cual no se
corresponde con la manera de proceder que deberían tener los científicos.
Adhiriendo a la enumeración inductiva, parecería que los científicos se
abocan a la observación sin tener un criterio claro que los ayude a tomar en
cuenta ciertas observaciones y descartar otras. Su actividad consistiría en
una recolección indiscriminada de datos en cuyo caso la investigación
carecería de total dirección. ¿Qué tuve que observar para concluir que
“todos los metales se dilatan con el calor”? ¿Por qué recaudar datos acerca
del comportamiento de los metales y no acerca del comportamiento de las
personas? La enumeración inductiva no aporta elementos para responder
esta pregunta. No determina qué clase de datos son pertinentes para el
establecimiento de una hipótesis. Solamente plantea una actividad
mecánica de observación por parte del científico.
Tal como se dijo, H es un enunciado que expresa una respuesta
posible a determinados problemas científicos. Es cierto que es un
enunciado que tiene cierta generalidad. Por ejemplo, intentando responder
al problema de determinar cuáles son las propiedades de los metales,
puede proponerse la hipótesis de que los metales se dilatan con el calor,
enunciado que, como se clarificó, no hace referencia a una observación
singular. Pero Hempel pone en evidencia que es incorrecto creer que la
generalidad de H es el resultado de una enumeración inductiva. Apelando
a la distinción entre contexto de descubrimiento y justificación, introducida
en el apartado anterior, Hempel sostiene que H es producto del ingenio
inventivo de un científico. Su creación pertenece al contexto de
descubrimiento donde tiene lugar una serie de factores psicológicos,
sociológicos, etc. que poco importa en la reconstrucción lógica de la ciencia
que pretenden hacer los filósofos de la visión heredada.
Pero una vez planteada H a partir de la invención creativa del
científico, comienza el proceso de puesta a prueba o contrastación en el que
se determina su corrección o incorrección. Y es en esta instancia donde
Hempel admite una reconstrucción inductiva. Hempel solamente ataca la
posibilidad de que la inferencia inductiva (más específicamente por
121
Mariela Destéfano

enumeración) sea un método efectivo de descubrimiento (1966, 2). Sin


embargo, defiende la idea de que la inducción cumple un rol esencial en la
contrastación.
Se explicó que los elementos constitutivos del método hipotético-
deductivo son: hipótesis (H), hipótesis auxiliares (HA), condiciones de
contrastación especificadas (CCE) y consecuencias observacionales (CO).
También se explicó que los enunciados que expresan H., HA, CCE y CO
tienen la propiedad de relacionarse inferencialmente, de tal manera que
algunos de estos elementos son premisas y otro es conclusión. Hempel
defiende el carácter inductivo del método hipotético-deductivo en el
sentido de que considera que la relación de inferencialidad que existe entre
estos elementos es inductiva. Más específicamente, defiende la idea de que
la adquisición de nuevos conocimientos científicos se hace a través de
razonamientos inductivos confirmatorios. La reconstrucción de un
razonamiento confirmatorio es la siguiente:

- Si se acepta H como la mejor respuesta a un determinado


problema, junto con HA, que son afirmaciones adicionales
implícitas al sostener H, entonces, bajo ciertas CCE, debería seguirse
determinada CO.

- Se da CO.

- Por lo tanto, H, junto con HA, son correctas.

Este razonamiento puede ejemplificarse con los elementos que se


han identificado en el caso de investigación de John Snow. Se pueden
identificar los siguientes elementos de contrastación del apartado anterior:

H: El cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene


materia fecal infectada.
HA: La materia fecal aloja microorganismos infecciosos.

CCE: La gente toma agua limpia abastecida por Lambeth Water


Company.

122
Mariela Destéfano

CO 3: No hay una alta tasa de mortalidad debido al cólera en la


población que toma agua no contaminada suministrada por la
empresa cloacal Lambeth Water Company.

El razonamiento confirmatorio de la hipótesis de Snow sería el


siguiente:

- Si se acepta que el cólera se contagia debido al contacto con agua


que contiene materia fecal infectada junto con el supuesto de que la
materia fecal aloja microorganismos infecciosos, entonces, si se da
que la gente toma agua limpia abastecida por Lambeth Water
Company, no habrá una alta tasa de mortalidad debido al cólera en
esta población.
- Se da el caso de que no hay una alta tasa de mortalidad debido al
cólera en la población que toma agua limpia suministrada por
Lambeth Water Company.
- Por lo tanto, es correcto afirmar que el cólera se contagia debido al
contacto con agua que contiene materia fecal infectada y que la
materia fecal aloja microorganismos infecciosos.

En el argumento anterior, CO se implica de manera segura, sin


lugar a ninguna duda, a partir de H. A su vez, Hempel, entiende que entre
CCE y CO también hay una relación de implicación. Si se hacen ciertas
modificaciones en el mundo, es decir, si el científico interviene en el mundo
de determinada manera (CCE), entonces, debería esperarse que ocurra un
efecto observable particular (CO). Esta relación de implicación se expresa
en lo que el autor llama implicación contrastadora (IC). Los elementos
internos de IC son CCE y CO. En el argumento anterior:
IC: Si se da que la gente toma agua limpia abastecida por Lambeth
Water Company (CCE) no habrá una alta tasa de mortalidad debido al cólera
en esta población (CO).
El argumento confirmatorio con el que se reconstruye el resultado
positivo de la puesta a prueba de H es inductivo, y en tanto tal, la
conclusión se sigue con cierto grado de probabilidad. Aún cuando sean
verdaderas las premisas existe la posibilidad de que la conclusión no lo sea.
Las premisas no constituyen elementos de prueba concluyentes a favor de
la conclusión. Si el método hipotético-deductivo se desarrolla en términos
123
Mariela Destéfano

de este tipo de razonamientos inductivos, entonces, solamente permite


afirmar que una hipótesis, cuya formulación tiene valor conjetural, pasa a
ser un conocimiento científico, adquiriendo cierto grado de probabilidad de
ser verdadero. Pero, si el criterio de cientificidad está dado por la
confirmación, cabe hacer una pregunta ulterior: ¿qué criterios deben
tenerse en cuenta para realizar buenas confirmaciones? En lo que sigue
quisiera desarrollar solo algunos de estos criterios, aquellos que considero
más relevantes para la futura discusión.5

En primer lugar, H debe estar confirmada de manera amplia y


variada. El apoyo empírico debe estar constituido por muchas instancias
observadas que, a su vez, sean distintas entre sí. Esto es así porque H es un
enunciado general y su confirmación debe abarcar las amplias y variadas
posibilidades que caen bajo H. En el caso de Snow, el enunciado que
expresa H (“el cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene
materia fecal infectada”) es general porque hace referencia a cualquier
instancia de cólera. Efectivamente H fue amplia y variadamente
confirmada. Obtuvo apoyo, teniendo en cuenta lo que sucedía con dos
empresas de agua (Lambeth Water Company y Southwark and Vauxhall Water
Company) y teniendo en cuenta lo que sucedió con la bomba de agua de
Broad Street. Todos estos elementos llevaron a Snow a aceptar su H.
En segundo lugar, H debería estar confirmada mediante testimonios
nuevos, mediante hechos que, o bien no eran conocidos, o bien no eran
tomados en consideración cuando se la formuló. La confirmación de H a
través de nuevos fenómenos fortalecería la aceptación de H. Esto significa
que H tiene que implicar nuevas IC. Bajo ciertas condiciones específicas de
contrastación deberían seguirse nuevas consecuencias observacionales. Si el
cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene materia fecal
infectada también se debería seguir las siguientes IC:

IC1: Si los habitantes de x barrio afectado por el cólera se lavan las manos
antes de preparar sus alimentos y comer (CCE), entonces la tasa de
mortalidad debido al cólera debería disminuir (CO1).

5 Para una mayor desarrollo de estos criterios ver Hempel (2002, 57-75)
124
Mariela Destéfano

IC2: Si los habitantes de x barrio toman agua contaminada con cólera


contenida en los jugos preparados por el popular restaurante y (CCE),
entonces la tasa de mortalidad debido al cólera debería aumentar (CO2).

Estas IC contienen en su estructura nuevos hechos (CO1 y CO2) a favor de


H.

Pero Hempel no solamente establece ciertos criterios para evaluar el


desarrollo de una confirmación. También considera qué tipo de factores
intervienen en la aceptabilidad de H. Para tener la posibilidad de entrar en
el camino seguro de la ciencia H no sólo debería tener ciertas CO, sino que
también debería ser planteada siguiendo algún criterio de simplicidad. La
aceptabilidad de H1 depende en gran parte de la simplicidad que evidencia
al compararla con H2, la cual trata de responder a los mismos problemas
científicos. Surge la pregunta por el contenido de este principio de
simplicidad ¿qué significa que H1 es más simple que H2? En este punto
Hempel admite que la pregunta no se ha respondido satisfactoriamente.
Resta resolver la manera en que ha de entenderse el principio de
simplicidad.

El refutacionismo de Popper.

En contraposición a Hempel, Popper considera que una hipótesis se


convierte en conocimiento científico cuando puede ser rechazada como
consecuencia de un proceso de puesta a prueba. Esto sucede cuando no hay
una coincidencia al comparar los hechos de la base empírica con las CO que
se desprenden de la hipótesis. Nuevamente, en esta comparación adquieren
protagonismo los elementos constitutivos del método hipotético-deductivo:
H, HA, CCE y CO. Popper también entiende que entre estos elementos hay
una relación de inferencialidad donde unos se siguen de otros. Sin
embargo, a diferencia de Hempel, esta relación no es inductiva. Popper
adopta una postura más extrema respecto de la inducción rechazando todo
tipo de argumento inductivo, aún los argumentos confirmatorios, mediante
los cuales Hempel reconstruye la lógica que subyace a la aceptación de una
hipótesis.
125
Mariela Destéfano

Es cierto que Popper no es el primer filósofo que ataca a la


inducción. Ya se ha explicado que Hempel fue un gran crítico de la
inducción por enumeración. Mucho antes, en la modernidad Hume (2002)
ya había ofrecido una serie de críticas que deslegitimaban el valor de las
inferencias inductivas. Sin embargo, tal como sucede en el caso de Hempel,
estas críticas no llevaron a Hume a descartar la inducción como método de
adquisición de conocimientos científicos. Él aceptaba que la ciencia procede
inductivamente y que en ello radicaba una de sus mayores debilidades. El
único filósofo que rechaza que la ciencia sea inductiva es Popper. Lo hace
adhiriendo a los viejos argumentos contra la inducción, pero a su vez,
proponiendo un nuevo argumento, que ataca la noción de probabilidad,
elemento presente en las inferencias inductivas (Popper 1959 y 2001). En lo
que sigue desarrollaré el argumento popperiano.
La ciencia persigue hipótesis cada vez más informativas. Cada
hipótesis científica proporciona información más ceñida y precisa que la
anterior. Obsérvese las siguientes hipótesis:

H1: El cólera no se contagia sexualmente.


H2: El cólera se contagia debido al contacto con agua que contiene
materia fecal infectada.

Es evidente que H2 es mucho más informativa que H1. Quien


adopta H1 responde de manera muy vaga al problema que plantea el
contagio del cólera. Quien sostiene H2, como lo hace Snow, responde al
problema de investigación proponiendo información concreta. Las
hipótesis como H2 son las que les interesan a los científicos. Popper
sostiene que la ciencia avanza generando hipótesis que son cada vez más
ricas desde un punto de vista de la información que afirman. Pero cuando
aumenta el contenido informativo de una hipótesis, disminuye su apoyo
evidencial. Hay una relación inversamente proporcional entre la
información planteada en la hipótesis y el apoyo evidencial. La evidencia
son los hechos en el mundo que tienen que acoplarse con la información
que se plantean en la hipótesis. Esta información funciona como
condiciones que se tienen que tener en cuenta para evaluar la evidencia.
Más condiciones involucran menos cosas en el mundo que se comporten de
acuerdo a la hipótesis. Esto es lo que sucede con las hipótesis con mayor
contenido informativo. Hay pocas posibilidades de que obtengan apoyo
126
Mariela Destéfano

evidencial debido a las muchas condiciones que plantean. El problema


surge si se tiene en cuenta que la noción de probabilidad está íntimamente
relacionada con la noción de apoyo evidencial. Una hipótesis tiene mayores
probabilidades de ser verdadera si tiene un mayor apoyo evidencial. Por el
contrario, una hipótesis tiene menores probabilidades de ser verdadera si
cuenta con menor apoyo evidencial. Si esto es así, entonces H2 tiene menor
probabilidad de ser verdadera que H1, dado que H2 tiene menor apoyo
evidencial que H1. Entonces, la ciencia avanzaría proponiendo hipótesis
que son cada vez menos probables de ser verdaderas. Con este argumento
Popper pretende eliminar la noción de probabilidad de la ciencia. Como se
desarrolló en el apartado anterior, el concepto de probabilidad está
incorporado en los argumentos confirmatorios, en tanto que, tal como los
presenta Hempel, la conclusión se sigue con cierto grado de probabilidad a
partir de las premisas. Si esto es así, entonces el argumento popperiano
elimina la posibilidad de entender el método hipotético- deductivo de
manera confirmacionista.
Si se acepta que entre los elementos del método hipotético-
deductivo (H, CO, CCE, HA) se establecen relaciones de inferencialidad,
pero esas relaciones no son inductivas, entonces ¿de qué tipo son? Téngase
en cuenta el siguiente enunciado: “María juega”. De él se desprende el
enunciado “Existe al menos una persona que juegue”. Ambos enunciados
están relacionados de tal manera que no hay duda que el segundo se sigue
del primero. “Existe al menos una persona que juegue” no se sigue de
“María juega” con un grado de probabilidad, sino que, por el contrario, se
infiere concluyentemente. En este caso, “Existe al menos una persona que
juegue” se sigue deductivamente de “María juega”. Según Popper, la
reconstrucción de la puesta a prueba de las hipótesis en ciencia es
deductiva.
La idea contraintuitiva de Popper es que en esta reconstrucción
deductiva tiene un rol importante la NO ocurrencia de ciertos hechos. Esto
parece no tener sentido si consideramos que la ciencia depende de cómo es
efectivamente la realidad. De manera intuitiva consideramos que la ciencia
debe responder a cómo son los hechos que ocurren y no a los hechos que
no ocurren. Pero Popper tiene buenas razones para introducir este aspecto
negativo en la reconstrucción de la contrastación de hipótesis. Cuando
atendemos a la ocurrencia de los hechos sucede lo siguiente. Por muy
extenso que sea el número de enunciados de observación que se sostengan,
127
Mariela Destéfano

el enunciado “Todos los cisnes son blancos” siempre se seguirá con cierto
grado de probabilidad y la probabilidad tiene el problema que ya se ha
mencionado. Por el contrario, si atendemos a la no ocurrencia de los hechos
sucede lo siguiente. Existe la posibilidad de que seamos testigos de que hay
un cisne en el mundo que no es blanco. En dicho caso, sería suficiente un
solo enunciado de observación para sostener con certeza el enunciado “No
todos los cisnes son blancos”. El enunciado de observación que permitió
derivar “No todos los cisnes son blancos” es un enunciado que se puede
expresar de manera negativa: “No es cierto que este cisne sea blanco”. Lo
anterior pone de manifiesto que la manera de llegar a una conclusión
certera en ciencia es prestando atención a la no ocurrencia de ciertos hechos
(“No todos los cisnes son blancos”). Sólo así se puede afirmar algo de
manera concluyente y certera.
Teniendo en cuenta lo anterior, Popper defiende el carácter
deductivo del método hipotético-deductivo a través de un tipo de
razonamiento que involucra una premisa en la que se hace referencia a la
no ocurrencia de ciertos hechos. Más específicamente, defiende la idea de
que la adquisición de nuevos conocimientos científicos se hace a través del
razonamiento deductivo modus tollens. La reconstrucción del modus tollens
que está involucrado en la puesta a prueba de las hipótesis es:
- Si se acepta H como la mejor respuesta a un determinado
problema, junto con HA, que son afirmaciones adicionales
implícitas al sostener H, entonces, bajo ciertas CCE, debería seguirse
determinada CO.
- No es cierto que se da CO

- Por lo tanto, no es cierto que H, junto con HA, son correctas

El aspecto negativo del este razonamiento se introduce en la


segunda premisa, en la que se expresa que no se da la CO esperada a partir
de H. Lo que se sigue es la refutación de H y HA. La consecuencia de la no
ocurrencia de CO es el inmediato abandono de H y HA. Popper entiende
que la ciencia adquiere conocimiento mediante la conjetura de hipótesis y
su ulterior refutación. Esto puede ilustrarse con el siguiente ejemplo.
Cuando presenté el caso de investigación de John Snow comenté que los
anticontagionistas postulaban que el cólera se transmitía debido a las
condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcían de un lugar
128
Mariela Destéfano

a otro los miasmas tóxicos del cólera. Snow no adhería a esta hipótesis. Fiel
conocedor del comportamiento físico y químico de los gases, argumentaba
su desacuerdo señalando que si la teoría miasmática fuese correcta, los
pacientes deberían presentar síntomas respiratorios producto de la
inhalación de los "miasmas", síntomas que no presentan los pacientes con
cólera. Esta hipótesis fue rechazada y, siguiendo a Popper, puede
reconstruirse deductivamente el proceso de su refutación mediante un
modus tollens. Los elementos constituyentes de este razonamiento son:

H: el cólera se transmite debido a las condiciones atmosféricas como los


vientos, los cuales esparcen de un lugar a otro los miasmas tóxicos del
cólera.
HA: Las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas.
CCE: El sujeto x es sometido la inhalación de los “miasmas” que están en
los vientos.
CO: El sujeto x se contagia cólera presentando síntomas respiratorios.

El razonamiento refutatorio sería el siguiente:

- Si se acepta que el cólera se transmite debido a las


condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de
un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones
atmosféricas afectan la salud de las personas, entonces, si el sujeto x
es sometido a la inhalación de los “miasmas” que están en los
vientos, se contagia cólera presentando síntomas respiratorios.
- No es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando
síntomas respiratorios.
- No es cierto que el cólera se transmite debido a las
condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de
un lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones
atmosféricas afectan la salud de las personas.

Si el criterio de cientificidad de una hipótesis está dado por su


refutación entonces, la hipótesis de que el cólera se transmite debido a las
condiciones atmosféricas como los vientos, al ser refutada, entró en el
camino seguro de la ciencia. Pero Popper considera que el criterio de
cientificidad está dado por la posibilidad de refutar una hipótesis, y no por la
129
Mariela Destéfano

refutación concreta de la misma. Él se refiere a la refutabilidad de las


hipótesis y no así de su refutación. No pretende afirmar que, tarde o
temprano, la hipótesis será refutada, sino que debemos estar en condiciones
de describir observaciones pertinentes que nos lleven a declarar falsadas
ciertas consecuencias observacionales de la hipótesis. Lo que vuelve
refutable a una hipótesis es su contenido informativo. Tal como lo
desarrollé, para Popper, mayor cantidad de contenido informativo de una
hipótesis involucra un menor apoyo evidencial. Cuanto más afirme una
hipótesis menos son las cosas en el mundo que se comportan de acuerdo a
ella. Entonces, un buen criterio de formulación de una hipótesis será
proponer afirmaciones osadas que sean susceptibles de una posible
situación de refutación, en la cual, no haya apoyo evidencial. Mientras que
la hipótesis sobreviva a las instancias de contrastación y no se encuentre
una observación falsadora, Popper considerará que ha sido corroborada. Tal
como lo expresa Klimovsky:

La corroboración nos permite mantener la hipótesis, si lo


deseamos, pero, por más corroboraciones que
acumulemos, su verdad permanece oculta: podría ser
falsa. En cambio, cuando acontece la refutación, la
falsedad de la hipótesis se nos revela con toda nitidez
(1994, 147)

Con todo, existen estrategias mediante las cuales se puede evitar la


refutación de H. Una de ellas es la incorporación de hipótesis Ad-Hoc.
Estas son las hipótesis que se tienen en cuenta después de que H ha sido
refutada en una instancia de contrastación. El objetivo de introducir
hipótesis Ad-Hoc es volver aceptable a la hipótesis que ha sido rechazada.
Una hipótesis Ad-Hoc puede construirse alterando alguna hipótesis
auxiliar que acompañaba a la hipótesis puesta a prueba. En nuestro
ejemplo la hipótesis auxiliar era la siguiente:

HA: Las condiciones atmosféricas afectan la salud de las personas.


La alteración de HA puede hacerse en el siguiente sentido:

130
Mariela Destéfano

H Ad-Hoc: Las condiciones atmosféricas extremas (mucho calor, mucho


frío, etc.) afectan la salud de las personas.

¿Por qué hacer esta modificación? Nótese que la conclusión del argumento
refutatorio del ejemplo era: No es cierto que el cólera se transmite debido a
las condiciones atmosféricas como los vientos, los cuales esparcen de un
lugar a otro los miasmas tóxicos del cólera, y que las condiciones
atmosféricas afectan la salud de las personas. Lo que se dice aquí es que un
conjunto de elementos (H y HA) sostenidos simultáneamente es falso. Esto
no es lo mismo que decir que H por un lado sea falsa y que HA por el otro
sea falsa. Existe la posibilidad de que el error consista en sostener HA, y
que H todavía sea correcta. Es por ello que una de las estrategias para
evitar una refutación sea alterar HA introduciendo H Ad-Hoc. Con todo,
Popper no acepta este tipo de estrategia. Entiende que los científicos deben
descartar terminantemente H por el solo hecho de que una observación
pertinente se halle en desacuerdo con una consecuencia observacional
obtenida a partir de ella.
Si una sola instancia falsadora es suficiente para rechazar una
hipótesis, entonces, el peso de la propuesta de Popper está en los
enunciados observacionales que entran en desacuerdo con las
consecuencias observacionales que se siguen de una hipótesis. Popper los
denomina enunciados básicos y son enunciados singulares (“este cuervo es
negro”) o existenciales singulares (“hay un cuervo negro”) acerca de hechos
observables (Comesaña 1991). Ahora bien, ¿qué justifica estos enunciados
según el filósofo? ¿Qué justifica el enunciado básico “No es cierto que el
sujeto x se contagie cólera presentando síntomas respiratorios”? En
principio puede afirmarse que los enunciados sólo pueden justificarse por
medio de otros enunciados. Justificar un enunciado significa concretamente
que ese enunciado se sigue de otros enunciados. Si se tiene en cuenta el
rechazo popperiano de los argumentos inductivos, entonces, justificar un
enunciado significa deducirlo de otros enunciados. Entonces, se puede
reformular la pregunta anterior en los siguientes términos: ¿de qué otro
enunciado se sigue el enunciado básico “No es cierto que el sujeto x se
contagie cólera presentando síntomas respiratorios”? Responder esta
pregunta es importante si el estatus científico de ciertos conocimientos
recae en estos enunciados básicos.

131
Mariela Destéfano

Una opción es el psicologismo, es decir, considerar que los


enunciados básicos están justificados por nuestras experiencias. Son las
experiencias perceptivas que tiene el científico al ser testigo de que el sujeto
x con cólera no presenta síntomas respiratorios, las que justifican el
enunciado “no es cierto que el sujeto x se contagie cólera presentando
síntomas respiratorios”. Pero, tal como se aclaró, la justificación es una
relación entre enunciados. Y las experiencias perceptivas no son
enunciados. Es cierto que pueden ser expresadas lingüísticamente en
enunciados, pero ellas no lo son, forman parte de la vida psicológica de los
sujetos. Así, las experiencias perceptivas de los científicos no pueden
justificar a los enunciados básicos.
Otra opción es el dogmatismo, o sea, admitir el enunciado básico sin
ninguna justificación ulterior. Se los acepta sin rodeos porque no se
considera que este tipo de enunciados sea problemático. Sin embargo, esto
significaría aceptar de manera acrítica enunciados sobre los que recae todo
el peso de la contrastación.
Una tercera opción sería justificar estos enunciados a través de otros
enunciados. Pero también es necesario justificar estos nuevos enunciados
para evitar caer en una posición dogmática como la que se describió en el
párrafo anterior. Esto llevaría a una regresión infinita donde no hay manera
de detener el proceso de justificación.
Por lo visto cualquier manera de entender la justificación de los
enunciados básicos es problemática. A esto Popper (1977) dio a llamar el
trilema de Fries, haciendo alusión a otro filósofo que también abordó esta
cuestión. La única alternativa que encuentra Popper frente al trilema es
considerar que la aceptación de los enunciados básicos es convencional.
Popper admite que estos enunciados se aceptan como resultado de una
decisión o acuerdo entre los científicos.

A manera de conclusión: Encuentros y desencuentros entre


Hempel y Popper.

Hempel y Popper entienden que la investigación científica se


desenvuelve a través de la propuesta de una hipótesis y su posterior
evaluación, en la cual se tienen en cuenta sus posibles consecuencias
132
Mariela Destéfano

observacionales. Es, en este sentido, que decimos que ambos filósofos son
representativos del hipotético-deductivismo. En lo que sigue quisiera
comparar ciertos puntos sostenidos por estos filósofos en relación con los
distintos aspectos del método hipotético-deductivo.
En primer lugar, ambos admitirían que la aceptabilidad de una
hipótesis depende en gran medida de la simplicidad de dicho enunciado.
¿Qué significa que una hipótesis es simple? Desde la perspectiva
popperiana H1 es más simple que H2 si la primera de ellas introduce
mayor cantidad de información que la segunda. En la Lógica del
descubrimiento científico lo expresa de la siguiente manera:

Si nuestro objetivo es el conocimiento, debemos estimar


más los enunciados simples que los enunciados que lo son
menos, porque aquellos nos dicen más, porque su
contenido empírico es mayor, y porque se pueden contrastar
mejor. (1959, 142)

Para Popper la simplicidad de una hipótesis es un elemento que


contribuye a su contrastabilidad. Más específicamente, contribuye a su
refutabilidad. He desarrollado que para el filósofo las mejores hipótesis son
las que de manera más osada incorporan mucha información, pues, estas
son las hipótesis que tienen mayores posibilidades de ser refutadas e
incorporadas en el camino seguro de la ciencia.
Hempel también acepta que la simplicidad es un principio que
vuelve más aceptable a las hipótesis. Sin embargo, no admite el análisis que
hace Popper de la noción de simplicidad. No acepta que la simplicidad esté
en relación con la cantidad de información que se presenta en una hipótesis
(Hempel 2002, 73). Parecería que el criterio popperiano de simplicidad está
ligado a su idea de que debemos buscar instancias de refutación de una
hipótesis, algo que Hempel no sostendría. Sin hacer mayores
especificaciones, Hempel rechaza el análisis popperiano de la noción de
simplicidad afirmando que “es un problema encontrar una formulación
precisa y unificada” de esta noción (2002, 74).
En segundo lugar, una vez que se propone una hipótesis respetando
criterios de aceptabilidad como el de la simplicidad, se procede a ponerla a

133
Mariela Destéfano

prueba. A lo largo del trabajo, expliqué que el resultado positivo de la


contrastación se denomina confirmación y el resultado negativo de la
contrastación se denomina refutación. Hempel adopta como criterio de
cientificidad la confirmación de las hipótesis mientras que Popper adopta
como criterio de cientificidad la posible refutación de las mismas. Lo cierto
es que existe una asimetría en la elección de uno u otro camino. La
asimetría consiste en que mientras que para Hempel el conocimiento
científico es un conjunto de enunciados afirmados con un grado de
probabilidad, para Popper, el conocimiento científico es un conjunto de
enunciados susceptibles de ser negados de manera definitiva y
concluyente. Ahora bien, puede decirse que Popper también admite una
noción que se corresponde con la aceptación de una hipótesis. Esta noción
es la de corroboración. Pero decir que una hipótesis es corroborada no es lo
mismo que decir que es confirmada. En el primer caso solamente se afirma
que la hipótesis por el momento no ha sido refutada, que hasta ahora
sobrevive provisionalmente en la ciencia. En cambio, confirmar una
hipótesis es hacer algo más, es otorgarle un grado de probabilidad de ser
verdadera. La corroboración es una noción que debe entenderse en relación
con la noción de refutación, porque la aceptación de una hipótesis lo es en
vistas de una futura instancia de refutación. Por el contrario, la
confirmación es una noción que se relaciona con la noción de probabilidad,
dado que confirmar una hipótesis es especificar sus probabilidades de ser
verdadera. La probabilidad es una noción que puede cuantificarse. Se
puede afirmar que una hipótesis tiene una probabilidad de ser verdadera
de acuerdo con valores que van del 0 a 1. En este sentido, la confirmación
también es cuantificable. Esto no sucede cuando una hipótesis ha sido
corroborada. La corroboración, al no tener relación alguna con la noción de
probabilidad, no puede ser cuantificada.
Por último, es importante destacar que la operación de puesta a
prueba de una hipótesis depende de lo que sucede con las consecuencias
observacionales, y es en este sentido que puede afirmarse que, para los
filósofos del enfoque clásico, la experiencia es el tribunal que permite
admitir o rechazar a las hipótesis. Con Popper estudiamos los problemas de
justificar lo que el filósofo denomina enunciados básicos, por medio de los
cuales se enuncian las consecuencias observacionales sobre las cuales recae
todo el peso de la contrastación. Entiendo que es un problema que también
afecta a Hempel y a todos los filósofos que pretendan incorporar la noción
134
Mariela Destéfano

de consecuencia observacional de manera justificada en la reconstrucción


de la puesta a prueba de hipótesis. Sin embargo, la idea de que los
enunciados básicos se aceptan por una convención de los científicos es una
solución que aleja a Popper del enfoque clásico y lo ubica en los albores de
la nueva filosofía de la ciencia. Superando en alguna medida el abordaje de
enfoque clásico Popper incorpora elementos alógicos en el análisis del
conocimiento científico, planteando de manera involuntaria los límites del
análisis del hipotético-deductivismo.

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