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Aspectos biográficos de Avicena

El Filósofo y medico Avicena fue un erudito que nació en el 980 d.C. Sus importantes
tratados como el Canon, un compendio de todo su pensamiento médico, y su influencia
intelectual en su contexto social le llevaron a la fama y éxito personal. Lo que se sabe de
Avicena se debe gracias a su discípulo Al-juzjani, el cual fue biógrafo del mismo y un
importante punto de referencia de su vida y obra.
Situado en la época del predominio del árabe y el islam, las grandes campañas de expansión
territorial y cultural, permitieron a que esta cultura árabe se enriqueciera del pensamiento
occidental, lo cual facilitaría un ambiente de corrientes con influencias y tendencias ligadas
al trabajo intelectual y artístico. Ya para la Persia del siglo X, estas condiciones históricas
permitirían la gestación de un pensador tan importante como Avicena.
Hijo del gobernador de su natal pueblo, Avicena desde la niñez expresó una habilidad
intelectual, mostrándose perspicaz en el estudio del Corán y otros textos de su época.
Estudió intelectuales occidentales influyentes de su época de diferentes áreas y saberes,
como la filosofía con el neoplatónico Porfirio y las obras provenientes del árabe de
Aristóteles. También tuvo influencias de la geometría de Euclides y la intuición de un
heliocentrismo con Claudio Ptolomeo, y ya a los 19 años era un erudito en su área
preferencial, la medicina. Gracias a esta rica educación, Avicena fue medico y mensajero
de diferentes gobernantes de Persia, lo que le dio acceso a una rica literatura en latín y
griego traducidas al árabe de muchas más áreas de filosofía y medicina. Como se ve,
aunque se decantó más por la medicina, y se le reconoce como el príncipe de la medicina
(Perez et al., 2018), Avicena recopila una rica tradición filosófica que lo acompañará en la
consolidación de las bases de la medicina.
De igual forma, tenía intereses en la poesía y la literatura, donde expresó gran afinidad por
el estilo árabe hasta llegar a dominarlo; prueba de esto es la ocasión donde le mostró unos
poemas y ensayos en árabe, que siendo de su autoría, le preguntó con clara perspicacia a un
erudito acerca de quien sería el autor de dichos poemas, a lo que este le respondió que debía
de ser de uno de los grandes escritores universales árabes.
Por último, Avicena fue un apasionado de la vida. Aunque médico, mantenía la opinión de
que prefería vivir una vida intensa pero corta, a una vida larga pero aburrida (Ocampo,
1999). Fue un hombre vital amante del vino y la pasión carnal, expresión de su querella de
vida intensa. En consecuencia, esto le acarrearía una muerte a los 56 años debido a un
cólico severo causado probablemente debido a estos excesos.
BIBLIOGRAFIA:
 Ocampo, J. (1999). AVICENA: Médico árabe medioeval. Anales de la Facultad de

Medicina, 60(4), 298-303.

 Perez, J., Armenteros, J. & Hernández, L. (2018). Avicena, príncipe de los médicos.

Vida, obra y legado  para la medicina contemporánea. Revista Cubana de Medicina,

57(1), 66-79.

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