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La filosofía griega es un periodo de la historia de la filosofía comprendido, aproximadamente, entre el

surgimiento de la filosofía occidental en el periodo presocrático (siglo VI a. C.) y la filosofía helenística,


que finaliza, según la fecha convencionalmente aceptada, en el año 30 a. C. En ocasiones también se
denomina filosofía clásica o filosofía antigua, si bien ese período puede incluir también el pensamiento
romano.

Biografía

Parménides nació en Elea, hacia el 540 antes de Cristo aproximadamente, donde residió hasta su
muerte el año 470. Se dice que fue pitagórico y que abandonó dicha escuela para fundar la suya propia,
con claros elementos anti-pitagóricos. Algunos atribuyen la fundación de la escuela de Elea a Jenófanes
de Colofón, sin que haya verdadera constancia de ello, por lo que la fundación de dicha escuela ha de
atribuirse a Parménides, dejando al margen la cuestión de hasta qué punto el pensamiento de
Parménides puede estar influido por el de Jenófanes. Parménides escribió un poema filosófico en
hexámetros del que conservamos la mayoría de los versos a través de Simplicio.

Pensamiento

En dicho poema, luego de un proemio de carácter religioso, en el que el autor realiza una serie de
invocaciones para conseguir el favor de una diosa no identificada con el objeto de poder acceder al
verdadero conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del
devenir, del cambio.El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir
mismo, no pasan de ser meras ilusiones.

Biografía[editar]

Nació en Córdoba el 30 de marzo de 1138,1 en el seno de una distinguida familia, por vía paterna, de
jueces rabínicos, estudiosos y dirigentes comunitarios, documentada desde el siglo X y que pretendía
descender del Rabí Yehudá ha-Nasí, de la segunda mitad del siglo II, redactor de la Mishná. Su familia
materna, por el contrario, era de humilde condición; su madre, que murió al darle a luz, era la hija de un
carnicero; y su padre se volvió a casar. Era éste un erudito formado en Lucena por Rabí Yosef ha-Leví ibn
Migash. Inició ya de pequeño sus estudios bíblicos y talmúdicos en la ciudad de Córdoba, pero en 1148
una ola de fanatismo almohade hizo que su familia tuviera que aparentar su conversión al Islam y
cambiar a menudo de residencia por al-Ándalus. Vivió en la ciudad de Almería, donde dio cobijo en su
casa a su maestro Averroes, hasta trasladarse en 1160 con sus hijos a Fez.2 Allí residió durante sólo
cinco años, debido a la intolerancia almohade que les obligó a exiliarse, primero durante unos meses, en
Palestina y finalmente en Egipto. Maimónides residió allí el resto de su vida junto a su familia, en la
ciudad de Alejandría y después en Fustat (hoy El Cairo, Egipto), donde se ganó la vida ejerciendo la
medicina en la corte del visir Saladino, y luego en la del visir al-Fadl, hijo mayor de Saladino. Con este
oficio obtuvo una gran fama y admiración popular. En 1177 fue nombrado dirigente de la comunidad
judía de Egipto. Murió en Al-Fustat el 13 de diciembre de 1204. Posteriormente su tumba fue trasladada
a Tiberíades, en el actual Israel.
Su fama en la cultura europea se debe a su obra filosófica. Aunque ésta fuera muy discutida por el
judaísmo, entre otras razones por su fuerte oposición al misticismo de los cabalistas y su influencia
aristotélica, se le considera la mayor figura posbíblica (según el proverbio "De Moisés a Moisés no hubo
otro Moisés"). En ciertos ámbitos más conservadores se le llegó a considerar hereje de su religión, en
especial, por ser el responsable de convencer a los caraístas de apartarse de sus prácticas originales, y
acercándolos al judaísmo rabínico.

Fue muy conocido por sus coetáneos como médico, dejando una importante huella en la tradición
popular que muestra a Maimónides, sobre todo, como un médico a quien se atribuyen milagros que le
elevan al nivel de santo, un sabio juez y un rabino.

Biografía

Averroes proviene de una familia de estudiosos de derecho. Su abuelo fue cadí principal de Córdoba
bajo el régimen de los almorávides y su padre mantuvo el mismo cargo hasta la llegada de la dinastía
almohade en 1146. El propio Averroes fue nombrado cadí de Sevilla y sirvió en las cortes de Sevilla,
Córdoba y Marruecos durante su carrera.

Además de elaborar una enciclopedia médica, escribió comentarios sobre la obra de Aristóteles;de ahí
que fue conocido como «El Comentador». En su obra Refutación de la refutación (Tahafut al-tahafut)
defiende la filosofía aristotélica frente a las afirmaciones de Al-Ghazali de que la filosofía estaría en
contradicción con la religión y sería, por lo tanto una afrenta a las enseñanzas del Islam. Jacob Anatoli
tradujo sus obras del árabe al hebreo durante el siglo XIII. Sus escritos influyeron en el pensamiento
cristiano de la Edad Media y el Renacimiento.

A finales del siglo XII una ola de fanatismo integrista islámico invadió Al-Ándalus después de la conquista
de los almohades, y Averroes fue desterrado y aislado en Lucena y Cabra, cerca de Córdoba,
prohibiéndose sus obras. Meses antes de su muerte, sin embargo, fue reivindicado y llamado a la corte
en Marruecos. Muchas de sus obras de lógica y metafísica se han perdido definitivamente como
consecuencia de la censura. Gran parte de su obra sólo ha podido sobrevivir a través de traducciones en
hebreo y latín, y no en su original árabe. Su principal discípulo fue Ibn Tumlus, quien le había sucedido
como médico de cámara del quinto califa almohade Al-Nasir.

Filosofía del conocimiento

La noética de Averroes, formulada en su obra conocida como Gran comentario, parte de la distinción
aristotélica entre dos intelectos, el nous pathetikós (intelecto receptivo) y el nous poietikós (intelecto
agente), que permitió desligar la reflexión filosófica de las especulaciones míticas y políticas.

Averroes se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano y cómo es posible la formulación de verdades
universales y eternas por parte de seres perecederos.

El filósofo cordobés se distancia de Aristóteles al subrayar la función sensorial de los nervios y al


reconocer en el cerebro la localización de algunas facultades intelectivas (imaginación, memoria...).

Averroes sitúa el origen de la intelección en la percepción sensible de los objetos individuales y concreta
su fin en la universalización, que no existe fuera del alma (el principio de los animales): el proceso
consiste en sentir, imaginar y, finalmente, captar el universal.
Ese universal tiene, por lo demás, existencia en cuanto que lo es por aquello que es particular. En
cualquier caso, es el intelecto o entendimiento el que proporciona la universalidad a lo que parte de las
cosas sensibles.

Así las cosas, en su obra Tahâfut, expone la necesidad de que la ciencia se adecue a la realidad concreta
y particular, pues no puede existir conocimiento directo de los universales.

La concepción del intelecto en Averroes es cambiante, pero en su formulación más amplia distingue
cuatro tipos de intelecto, es decir, las cuatro fases que atraviesa el entendimiento en la génesis del
conocimiento: material (receptivo), habitual (que permite concebirlo todo), agente (causa eficiente y
formal de nuestro conocimiento, intrínseco al hombre y que existe en el alma) y adquirido (unión del
hombre con el intelecto).

Averroes distingue, además, entre dos sujetos del conocimiento (más propiamente: los sujetos de los
inteligibles en acto): el sujeto mediante el cual esos inteligibles son verdaderos (las formas que son
imágenes verdaderas) y el sujeto mediante el que los inteligibles son un ente en el mundo (intelecto
material). Consecuentemente, el sujeto de la sensación (por el cual es verdadera) existe fuera del alma y
el sujeto del intelecto (por el cual este es verdadero), dentro.

Heraclito

Pocas son las cosas que sabemos de la vida de Heráclito de Éfeso. Nació hacia el 544 antes de Cristo,
aproximadamente, y vivió en Éfeso, ciudad enclavada en la costa Jonia, al norte de Mileto, hasta su
muerte, en el 484 antes de Cristo. Pertenecía a una familia aristocrática y, al parecer, no se llevó muy
bien con sus conciudadanos, si nos atenemos a alguno de los fragmentos que se conservan de su libro, y
a los testimonios de sus contemporáneos.

Escribió una obra a la que se le da el título común " Sobre la naturaleza" que se le había dado también a
los libros escritos por otros filósofos anteriores. No es seguro que se tratara realmente de un libro en el
que se desarrollaran sistemáticamente temas relacionados con el conocimiento de la naturaleza, el alma
o la cosmología. Es probable que se tratara de un conjunto de sentencias recopiladas en forma de libro,
hipótesis que se apoya en el carácter enigmático y oracular de los fragmentos que conservamos,
carácter que ya en su época le valió el sobrenombre de "El oscuro".

Biografía de Aristóteles
Aristóteles nació en Estagira, en Tracia, el año 384-3 a. C., según Diógenes Laercio, quien nos dice que era hijo de
Nicómaco y Efestiada, y que su padre ejercía la medicina en la corte del rey Amintas (II) de Macedonia, "por causa
de la medicina y por amistad", lo que se ha tratado de asociar con el posterior interés naturalista de Aristóteles.
Diógenes Laercio nos describe a Aristóteles como "el discípulo más legítimo de Platón, y de voz balbuciente... que
tenía las piernas delgadas y los ojos pequeños, que usaba vestidos preciosos y anillos, y que se cortaba la barba y
el pelo". (Vidas de filósofos ilustres, libro V, 1).

Sócrates

En contraste con estas opiniones se mostraban las ideas de Sócrates, con quien la filosofía griega alcanzó
su cima. Su objetivo reconocido fue "cumplir la misión del filósofo de buscar dentro de mí mismo y de
los demás hombres". El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición, hacía
una serie de preguntas destinadas a analizar y depurar la proposición examinando sus consecuencias y
comprobando si coincidía con los hechos conocidos. Sócrates describió el alma no en términos de
misticismo, sino como "aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabio o de loco, bueno o malo". En
otras palabras, Sócrates consideraba el alma como una combinación de la inteligencia y el carácter de un
individuo. Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), filósofo griego fundador de la filosofía moral, o axiología que ha
tenido gran peso en la filosofía occidental por su influencia sobre Platón. Nacido en Atenas, hijo de
Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona, recibió una educación tradicional en literatura,
música y gimnasia. Más tarde, se familiarizó con la retórica y la dialéctica de los sofistas, las
especulaciones de los filósofos jonios y la cultura general de la Atenas de Pericles. Al principio, Sócrates
siguió el trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas de las tres Gracias, que estuvieron en la
entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a.C. Durante la guerra del Peloponeso contra Esparta, sirvió como
soldado de infantería con gran valor en las batallas de Potidaea en el 432-430 a.C., Delos en el 424 a.C., y
Anfípolis en el 422 a.C.

Sócrates creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de
su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo
aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado
mayeútica, o arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias
verdades. Según los testimonios de su época, Sócrates era poco agraciado y corto de estatura,
elementos que no le impedían actuar con gran audacia y gran dominio de sí mismo. Apreciaba mucho la
vida y alcanzó popularidad social por su viva inteligencia y un sentido del humor agudo desprovisto de
sátira o cinismo.

* Parménides (vivió sobre el 500 a.C.), filósofo griego, considerado por muchos eruditos como el
miembro más importante de la escuela eleática. Se dice que visitó Atenas a la edad de 65 años, y que en
tal ocasión Sócrates, entonces un hombre joven, le oyó hablar. Parménides expuso su filosofía en forma
de versos y su única obra que ha perdurado se nutre de extensos fragmentos de un poema didáctico,
Sobre la naturaleza. En esta reflexión aboga por la existencia del Ser absoluto,cuya no existencia
Parménides declaraba resultar inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser también inconcebible, ya
que el Ser absoluto está disociado de toda limitación bajo la cual piensa el ser humano. Parménides
mantenía que los fenómenos de la naturaleza son sólo aparentes y debidos en esencia al error humano;
parecen existir, pero no tienen entidad real. Mantenía también que la realidad, Ser verdadero, no es
conocida por los sentidos sino que sólo se puede encontrar en la razón. Esta creencia le convirtió en un
precursor del idealismo de Platón. La teoría de Parménides de que el ser no puede originarse del no ser,
y que el ser ni surge ni desaparece, fue aplicada a la materia por sus sucesores Empédocles y Demócrito,
que a su vez la convirtieron en el fundamento de su explicación materialista del universo.

Platón (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego, uno de los pensadores más creativos e influyentes de la
filosofía occidental.

Platón nació en el seno de una familia aristocrática en Atenas. Su padre, Aristón, era al parecer,
descendiente de los primeros reyes de Atenas. Perictione, su madre, estaba emparentada con el
legislador del siglo VI a.C. Solón. Su padre murió cuando aún era un niño y su madre se volvió a casar con
Pirilampes, colaborador del estadista Pericles.

De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más
tarde se proclamó discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la obtención
de la verdad mediante preguntas, respuestas y más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy
discutido, que algunos estudiosos consideran un metáfora literaria sobre el poder, Platón fue testigo de
la muerte de Sócrates durante el régimen democrático ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez
por su vida, abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto.

En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera
universidad europea. Ofrecía un amplio plan de estudios, que incluía materias como astronomía,
biología, matemáticas, teoría política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.

Ante la posibilidad de conjugar la filosofía y la práctica política, Platón viajó a Sicilia en el año 367 a.C.
para ser tutor del nuevo gobernante de Siracusa Dionisio el Joven. El experimento fracasó. Platón
regresó a Siracusa en el año 361 a.C., pero una vez más su participación en los acontecimientos sicilianos
tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias en la Academia y escribiendo.
Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a.C.

2.

Presocráticos: el período cosmológico

La filosofía griega surgió a partir de las primeras reflexiones de los presocráticos, centradas en la
naturaleza, teniendo como base el pensamiento racional o logos. El objetivo de los filósofos
presocráticos era encontrar el arché, o elemento primero de todas las cosas, origen, sustrato y causa de
la realidad o cosmos. La búsqueda de una sustancia permanente frente al cambio, de la esencia frente a
la apariencia, de lo universal frente a lo particular será lo que sentaría las bases de las posteriores
explicaciones filosóficas.

Los primeros filósofos de este período fueron monistas, en tantos buscaban un único principio o
fundamento material de la realidad. Para Tales de Mileto, el primer filósofo según Aristóteles,1 el agua
era esta "materia primordial", basado en el descubrimiento de fósiles de animales marinos tierra
adentro2 y en que el agua es fundamental para la nutrición y el crecimiento de cualquier ser vivo.1
Anaximandro, por su parte, consideró que era lo ilimitado o indeterminado (ápeiron), a partir de lo cual
se van produciendo los opuestos de la naturaleza (en primer lugar lo frío y lo caliente),1 2 mientras que
para Anaxímenes la materia primordial era el aire,2 un principio neutral como el ápeiron pero sin
carecer de propiedades.

Por otra parte, Pitágoras sostuvo la tesis de que "todas las cosas son números", lo que significa que la
esencia y estructura de todas las cosas puede ser determinada encontrando las relaciones numéricas
que expresan.2 Pitágoras se inscribió además en la tradición ófica y sostuvo la novedosa idea de la
inmortalidad del alma y de la posibilidad de la transmigración del alma humana después de su muerte a
otras formas animales.

Dos grandes presocráticos, iniciadores de la tradición metafísica occidental, fueron Heráclito y


Parménides. Heráclito dio cuenta del devenir sensible del universo y postuló la razón (Logos) como
principio regulador de este devenir, por cuanto unifica los opuestos. La realidad está en perpetuo
cambio, cada opuesto tiende hacia su contrario, en un proceso con orden y medida, según el Logos. Al
modo de sus predecesores, concibió al fuego "siempre vivo" como principio o fundamento del universo,
aunque entendiéndolo como una imagen del perpetuo devenir, más que como elemento material
constitutivo de todas las cosas.2
Por el contrario, para Parménides la realidad es una e inmutable. Existe el Ser, mientras que no existe el
no-Ser. Establecido esto, el cambio o devenir resulta imposible si no existe el no-Ser (cuya imposibilidad
es lógica).2 Sus argumentos a favor de esta tesis fueron retomados por Platón para justificar su división
de la realidad en dos ámbitos: el ámbito ilusorio del cambio y el ámbito real de la permanencia. También
Aristóteles rescatará de sus argumentos los tres principios fundamentales de la lógica, el arte de los
razonamientos. Parménides entendía la razón como la facultad humana de pensar o razonar,1 medio
para descubrir las propiedades esenciales del Ser (que es uno, inmutable, indivisible, increado,
imperecedero, homogéneo), a diferencia de Heráclito que la concebía como orden del universo. Si este
último se valía de los sentidos para afirmar cómo es la realidad, para Parménides confiar en ellos nos
conduce por la vía del engaño y del error, la vía de la opinión (doxa).1 Lo que verdaderamente es (el Ser)
y cómo es, sólo nos puede ser revelado por medio de la razón.2

Posteriormente, algunos filósofos comenzaron a buscar más de un fundamento de la realidad.2 Entre


estos filósofos pluralistas se destacó Empédocles. Éste fundó la doctrina de los cuatro elementos, que
perdurará en la filosofía de la naturaleza hasta el siglo XVIII: agua, fuego, tierra y aire, a partir de los
cuales los principios movientes "amor" y "odio" componen todas las cosas. El pluralista Anaxágoras, por
su parte, sostuvo que todo está compuesto de diminutas partes (homeomerías), ordenadas por una
inteligencia (Nôus).

Los atomistas constituyeron la escuela pluralista más importante, con gran influencia en la física post-
aristotélica. Sus fundadores, Leucipo y Demócrito, concibieron la realidad compuesta de dos tipos de
espacios: uno vacío y una lleno (la materia). Este último está compuesto de átomos, que, como su
nombre lo indica, son partículas indivisibles. Todas las cosas visibles están compuestas de átomos unidos
entre sí debido a sus distintas formas (esferas o garfios). Pero estas uniones no se producen sino al
chocar según movimientos azarosos en el espacio vacío.2

Período antropológico

La escuela sofística primero, y Sócrates después, centrarán sus reflexiones en la ética y la política, así
como en la naturaleza del lenguaje, las normas, las leyes y la sociedad. Su interés se separa de la
cosmología para centrarse en los asuntos humanos.

Período ontológico-metodológico

La aparición de grandes pensadores sistemáticos (como Platón y Aristóteles) supondrá la consagración


de las primeras grandes concepciones filosóficas, que incluirán una pluralidad de temas, desde la
cosmología hasta la política, pasando por la antropología o la ética. Sin embargo, entre todos estos
temas destaca el tratamento sistemático de la ontología (teoría del Ser o del ente en cuanto ente) así
como los primeros textos que reflexionan sobre el método que ha de seguirse en filosofía, a fin de
ponerse en condiciones de producir un conocimiento auténtico, específicamente un conocimiento
legítimo de los principios o fundamentos --Cfr. p. ej., La República VI y VII, así como el libro Gamma (Γ) o
IV, cap. 4, de la Metafísica3

Período helenístico
Suelen incluirse en esta etapa a las diferentes escuelas posteriores, como los peripatéticos, los
escépticos, los cínicos, los epicúreos y los estoicos, todos ellos preocupados principalmente por
cuestiones éticas, pero por ello mismo también, necesariamente, por los problemas del conocimiento.

LA ÉPOCA HELENÍSTICA.

La filosofía de la época helenística se caracteriza por la ausencia de grandes sistemas especulativos y el


interés por problemas científicos concretos, el aumento de la erudición y la búsqueda de soluciones
filosóficas que justifiquen la vida humana, ésta cobre sentido y encuentre su equilibrio, en resumen, por
las que la persona sea feliz. Las grandes escuelas (escéptica, estoica, epicúrea y cínica) responden a estas
características. Por otro lado, el contacto con pueblos orientales despierta el interés por la especulación
místico-religiosa, de la que amplía el campo de difusión de las doctrinas helenísticas. A todo esto se une
la irrupción del cristianismo, que, filosóficamente, intentará erigirse en continuador de la gran tradición
griega.

Se denomina filosofía medieval a la filosofía dada en Europa y el Oriente Medio durante el período
conocido como Edad Media, periodo que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente
en el siglo V hasta la caída del Imperio Romano de Oriente 1453.

La escolástica fue la corriente teológico-filosófica dominante del pensamiento medieval, tras


la patrística de la Antigüedad tardía, y se basó en la coordinación entre fe y razón, que en cualquier
caso siempre suponía una clara subordinación de la razón a la fe (Philosophia ancilla theologiae -la
filosofía es sierva de la teología-).

Dominó en las escuelas catedralicias y en los estudios generales que dieron lugar a


las universidades medievales europeas, en especial entre mediados del siglo XI y mediados del XV.

Su formación fue, sin embargo, heterogénea, ya que acogió en su seno corrientes filosóficas no
sólo grecolatinas, sino también árabes y judaicas. Esto causó en este movimiento una fundamental
preocupación por consolidar y crear grandes sistemas sin contradicción interna que asimilasen toda
la tradición filosófica antigua. Por otra parte, se ha señalado en la escolástica una excesiva
dependencia del argumento de autoridad y el abandono de las ciencias y el empirismo.

Pero la Escolástica también es un método de trabajo intelectual: todo pensamiento debía someterse
al principio de autoridad, y la enseñanza se podía limitar en principio a la repetición de los textos
antiguos, y sobre todo de la Biblia (principal fuente de conocimiento). A pesar de todo ello, la
escolástica incentivó la especulación y el razonamiento, pues suponía someterse a un rígido
armazón lógico y una estructura esquemática del discurso que debía exponerse a refutaciones y
preparar defensas.

Tomás de Aquino[editar]
Sin duda, el máximo representante de la teología dominica y en general de la escolástica es
santo Tomás de Aquino (1225-1274). En su magna obra Summa teologica aceptó
el empirismo aristotélico y su teoría hilemórfica y la distinción entre dos clases de intelectos. 1 De la
filosofía árabe, Avicena tomó la distinción (ajena a los griegos) entre ser de esencia y el ser. Dios se
hace comprensible únicamente a través de una doble analogía.2

Elaboró así una fusión platónico-aristotélica, el tomismo, que con sus


argumentos cosmológicos para demostrar la existencia de Dios: las cinco vías ha sido la base
fundamental de la filosofía cristiana durante muchos siglos. La demarcación entre filosofía y
creencia religiosa llevada a cabo por Tomás de Aquino iniciará el proceso de independencia de
la razón a partir del siglo siguiente y representará el fin de la filosofía medieval y el comienzo de la
filosofía moderna.

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