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2.2.

Mezquita de Damasco:
La gran mezquita de Damasco fue construida entre 706 y 715 por el califa Omeya al-
Walid. Es de planta rectangular (Fig. 14), 157 x 100 metros, con torres cuadradas que
sirven de minaretes en las esquinas (sólo una se conserva); sus formas constructivas,
dimensiones, y la mayoría de la fachada no son propiamente musulmanas, al constituir
parte de un antiguo temenos1 romano. Damasco albergaba en el siglo I un templo
consagrado al dios Júpiter. Sobre este templo se construiría en el siglo IV, por mandato
de Teodosio y tras la cristianización del imperio, una basílica de grandes dimensiones
consagrada a San Juan Bautista (Fig. 15). Con la llegada del Islam, cristianos y
musulmanes compartirían el mismo espacio de oración, hasta su transformación en
mezquita. Es debido a sus antecedentes que esta obra reúne diversas influencias
manifestadas arquitectónicamente en un mismo espacio:
La edificación tiene tres entradas principales, de las cuales las puertas este y oeste
forman parte de una primitiva construcción; la puerta norte también era anterior pero
fue parcialmente remodelada, mientras que la puerta sur (en el lado de la qibla) se
bloqueó. Dentro, nos encontramos con una zona descubierta, el sahn, de 122 x 50
metros (Fig. 16). En la esquina noroeste del patio nos encontramos con una
construcción octogonal sobre columnas (Fig. 17). Según la tradición, era el tesoro de la
primera mezquita, el lugar donde los fondos económicos de la Umma (sociedad
musulmana) eran custodiados, fehacientemente o simbólicamente, por todo lo sagrado
que lo rodea2. Por tres lados se encuentra rodeado de pórticos columnados o riwaqs. En
el lado sur, tres naves se disponen paralelamente respecto a la pared sur. La nave axial,
de mayor altura que las laterales, se dispone como centro compositivo de la fachada sur.
En su centro encontramos una cúpula datada del siglo XII. La nave axial, recorriendo el
haram (Fig. 18), conduce hacia uno de los tres nichos que encontramos en esta
mezquita, el mihrab principal. Los principales soportes son pilares y columnas,
mayoritariamente reutilizados y provenientes de otros edificios y manteniendo ese
sustrato cristiano de la Siria preislámica (capiteles corintios).
En cuanto a la decoración de la mezquita, cabe destacar los elaborados mosaicos de
clara influencia bizantina que cubrían las paredes (Fig. 19). Todo el contorno del sahn
se encontraba adornado con escenas alusivas al Paraíso (ríos, vegetación, árboles sobre
fondos dorados). Este tipo de decoración referida a un paisaje idílico la encontramos en

1
Recinto o terreno consagrado a un dios.
2
Grabar, Oleg (1973), The Formation of Islamic Art, Yale University, p. 111.
la Cúpula de la Roca. Un sistema iconográfico que simboliza el poder; el poder del
Islam sobre sus antagonistas cristianos y sasánidas. Un poder sobre un mundo
idealizado conquistado por los musulmanes. Lo curioso es que en ninguna de estas
decoraciones nos encontramos rastro alguno de representaciones humanas o animales,
aun habiéndose representado en la antigüedad particularmente, y como símbolo de
poder, a animales y humanos3.
La mezquita de Damasco ha sido en múltiples ocasiones comparada con la mezquita de
Córdoba al ser ambas las mezquitas alhamas de dos granades ciudades musulmanas.
Ambas tienen una parte cubierta (haram) y otra descubierta (sahn), como la mayoría de
mezquitas, con la excepción de la Al-Aqsa. Aun teniendo la misma tipología
constructiva y ser mezquitas, la estructura de Damasco de aleja más de la mezquita
prototípica acercándose a la influencia de los grandes palacios bizantinos 4; esta tipología
damascena se verá posteriormente en construcciones como las de Aleppo. Otro claro
contraste entre las mezquitas de Córdoba y de Damasco ocurre en la parte interior
cubierta. Mientras que el edificio siríaco es proporcionado y organizado, el edificio
cordobés es peculiarmente asimétrico.

3
Grabar, Oleg, Studies in Medieval Islamic Art, Variorum Reprints. Pg. 80.
4
Grabar, Oleg, The Formation of Islamic Art, Yale University, 1973.Pg. 113.

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