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Antes de desarrollar este tema, debemos decir dos palabras sobre la naturaleza del
concepto. 1. no es lo mismo concepto e imagen. La imagen es una especie expresa
sensible, es obra de la imaginación, es individual y concreta. En cambio, el concepto es,
como veremos, una especie expresa inteligible, es obra de la inteligencia, es abstracto y
universal. 2. No es lo mismo concepto y palabra. La palabra es el signo exterior, oral o
escrito, del concepto. El concepto es el contenido intelectual significado por ella.
1. La inteligencia, como toda otra facultad cognoscitiva, está en potencia, y para pasar al
acto necesita recibir una especie impresa del objeto.
2. Esta especie impresa debe provenir de los sentidos, pues nada hay en la inteligencia
que antes no haya estado en los sentidos. Del conocimiento sensible, lo más cercano al
concepto es la imagen, que es más "general" que las sensaciones externas.
5. Este proceso no puede ser realizado por la imaginación, que es una facultad sensible,
ni por la inteligencia, que no pasa al acto hasta que recibe la especie impresa. Lo realiza
otra facultad intelectual activa, distinta de la inteligencia, que tiene por misión "iluminar"
la imagen, quitarle las notas individuales y de este modo producir la especie impresa
inteligible que sea capaz de actualizar a la inteligencia. Para evitar confusiones,
llamaremos a la inteligencia intelecto posible, porque está en potencia; y la facultad
activa que produce la abstracción intelecto agente, es decir activo o productivo. Lo que el
intelecto agente hace al abstraer es separa la materia individual, y con ella las notas
individuales, de la forma sustancial.
De este modo, nos quedamos solo con la forma sustancial, que ya es común a todos los
individuos de la especie, y con la materia común, que pertenece también a la especie.
6. Una vez que el intelecto posible es puesto en acto, debe producir, a su vez, una especie
expresa. Como hemos visto, sólo dos potencias, la imaginación (y memoria), y el
intelecto posible necesitan especie expresa, porque su objeto, tal como es conocido, no se
halla presente ante ellas. Por eso deben producir una representación interior que sustituya
al objeto ausente, para poder conocer en ella y por ella a dicho objeto. La especie expresa
sensible, producida por la imaginación, es la imagen. La especie expresa inteligible,
producida por el intelecto posible, no es otro que el concepto, representación en y por la
cual la inteligencia conoce la esencia universal de las cosas.