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Comprensión de textos y expresión oral

Semestre 2022-1

Unidad 1. Lectura y cognición: la comprensión de diversas realidades textuales

Tema 1.1. Lenguaje, pensamiento y realidad: hacia la comprensión lectora

La terna Pensamiento-Realidad-Lenguaje es la base para organizar y presentar los problemas


cognitivos que surgen de la interacción del ser humano y el mundo. Algunos de los más señeros
son: ¿Si el lenguaje funda al pensamiento o viceversa?, ¿de qué forma el pensamiento puede
asir la realidad?, o ¿cómo el lenguaje puede representar la realidad?

Para abordar estas interrogantes es menester definir cada uno de los términos. A guisa de
ilustración, por ‘pensamiento’ puede entenderse a la adecuación de la cosa con el intelecto;
también, al flujo de representaciones que se enlazan para formar proposiciones.

Por otra parte, en cuanto a la ‘realidad’ es difícil definirla, algunas concepciones al respecto:
aquel espacio intersubjetivo en el que transcurre el torrente de sensaciones y voliciones; el
conjunto objetivo de leyes de la naturaleza que impiden ciertos movimientos o cambios;
conjunto de cosas y sus relaciones, entre muchísimas otras.

Por otro lado, ‘lenguaje’ se utiliza para designar la capacidad o facultad del ser humano de
comunicarse y de representar la realidad mediante signos. El conjunto de signos qua sistema se
conoce como ‘lengua’, estructura subyacente condición del ‘habla’. Y ‘habla’ es la realización
de la lengua, su uso individual.

Dicho lo cual, conviene abordar algunas concepciones filosóficas en torno a los problemas de
la triada antedicha.

Aristóteles
En el Peri Hermeneias, Aristóteles aborda el tema del poder significativo del lenguaje. Es esta
facultad del lenguaje la que permite al ser humano relacionarse consigo mismo y con losotros
mediante la palabra o discurso (logos). Articular un discurso supone revelar algo ocultoen el
alma propia. Es decir, a través de la palabra manifestamos afecciones del alma: el logos
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interpreta la psyque.

Una afección del alma implica que el influjo de impresiones sensibles provenientes de
entidades, que pueblan el cosmos, deja su impronta en el individuo. Esa huella será
representada en la psyque como concepto, para volver a ser representada como palabra. Con
esa retahíla de representaciones el ser humano configura un entendimiento de la realidad que
habita. Entender, pues, es un acto receptivo puesto que conlleva captar la forma sustancial o
eidos de los seres. De tal suerte que el humano está abierto a la forma y es capaz de comunicar
lo captado sólo si ha aprehendido dicha forma o eidos.

Conocer y entender son consecuencia de la aprehensión de eidos. Lo aprehendido puede ser


comunicado porque con la palabra es plausible expresar de manera adecuada al eidos y sus
articulaciones.

El problema de la comunicación supone el problema de entender a otro. El entendimiento


mutuo puede concebirse metafóricamente como “ver lo mismo”. Dos individuos pueden ver
lo mismo si (1) lo que ven es estable, (2) existe una presentación común y (3) hay algún criterio
para comprobar que efectivamente ven lo mismo. En el caso aristotélico dos personasven lo
mismo y, por ende, pueden comunicarse si captan el eidos.

Eidos es responsable de la existencia de las cosas y su inteligibilidad, pues los inteligibles o


noeta son los eide en cuanto presentes en el alma humana. Eidos es algo que está trabajando
(energeia): su estar en obra es la causa de que haya un algo. Pero para que el eidos pueda
trabajar es necesario que opere sobre algo, esto es, la materia o hyle. El trabajo del eidos sobre
la hyle puede observarse en la generación, desarrollo y corrupción de entes; asimismo, es
aquello que los mantiene. De tal manera que la realidad, entendida como naturaleza o
physis, es una constitución de eidos más hyle. Este binomio es responsable de que exista un
orden, por ejemplo: que los caballos generen caballos; las flores, flores, etc.

Este papel del eidos en el proceso de generación se repite en el proceso de entendimiento.


Gracias a ello podemos percibir y entender.

En cuanto seres abiertos al eidos, al percibir, al entender no somos nosotros los que
activamente sujetamos o captamos algo que está dispuesto para ser sujetado, más bien son
los eide los que trabajan y nosotros los que somos moldeados, formados, sujetados. Somos
informados.
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Al comprender así el proceso de entendimiento de la realidad y su posibilidad de ser
comunicada a través del lenguaje, Aristóteles propone dos vías para el desarrollo del
conocimiento: (i) silogismo y (ii) epagoge. El primero es el camino del logos ya que implica
reunir los noeta, es decir, supone un conocimiento deductivo. El segundo requiere ser
afectados perceptualmente, es decir, es un conocimiento de corte empírico e inductivo.

Entonces el sujeto cognoscente puede comprender y comunicarse porque está informado


dentro del cosmos, esto es, pertenece al todo orgánico de la physis. El sujeto no puede
desembarazarse del cosmos.

René Descartes

Con la aparición de René Descartes en la escena filosófica la idea de physis se cancela y es


sustituida por la de universo infinito.

El proyecto cartesiano tiene como objetivo fundamentar la ciencia sobre bases indubitables,
es decir, en ideas claras y distintas: verdades. Para ello Descartes emprende en las
Meditaciones metafísicas una investigación para encontrar aquellas ideas. El método elegido
es la duda.

La duda metódica consiste en examinar cada una de las creencias que constituyen el edificio
del “conocimiento adquirido sin examen previo”; si encontramos la mínima posibilidad de
duda o contradicción en una creencia, entonces debemos desecharla como fundamento
epistémico.

Descartes esgrime cuatro argumentos que le sirven de trampolín para alcanzar ideas
verdaderas, fundamentos reales de la ciencia. Los argumentos son:

(1) Contra los sentidos: sostiene que a partir de un fenómeno empírico podemos emitir
respecto de éste dos juicios contradictorios. Por ejemplo, visualmente observamos
que una vara se dobla al entrar en el agua de un estanque; pero, en términos hápticos,
al utilizar las manos notamos que la misma vara se mantiene rígida. Así, si los juicios
a partir de los sentidos no fueran contradictorios servirían como fundamento.
(2) Distinción entre sueño y vigilia: supone que dado que a veces mientras soñamos
sentimos los objetos oníricos como si realmente existieran, tal como si los captáramos
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en la vigilia; no obstante, despiertos captamos sensaciones producidas por un objeto
externo, mientras que dormido podemos experimentar esas sensaciones sin que el
objeto sensual exista fuera de nosotros. En síntesis, a veces no podemos distinguir los
momentos de vigilia y sueño.
(3) Hipótesis del Genio Maligno: consiste en sostener que lógicamente puede existir un
ser omnipotente que nos engaña sistemáticamente tanto en nuestras percepciones
como en nuestras verdades matemáticas. A guisa de ilustración, que 2+2=5. Ello
significaría que ni el saber matemático puede servir como fundamento de la ciencia
porque si fuera netamente evidente, entonces no habría posibilidad de error en
cómputo o cálculo alguno; sin embargo, siempre podemos errar. Existencia y
pensamiento: toda vez que se ha puesto en duda el saber empírico y el matemático
abstracto no queda más que voltear la mirada hacia uno mismo. Si todo el tiempo
estamos siendo engañados (i. e., que tenemos un cuerpo, que existe un mundo
externo, etc.), entonces significa que somos algo que padece el engaño; es decir, un
sustrato. Somos un sustrato que, aunque es engañado, existe. Descartes diráque no se
puede dudar que cuando se piensa ipso facto se existe; y que si se pensara que no se
existe, esto significaría una autocontradicción. Entonces llegamos a la primera idea
clara y distinta: pienso, luego existo.

Descartes sostendrá que el fundamento del yo pensante (cogito) tiene que ser Dios, puesto que
como entes imperfectos y finitos no podemos bastarnos a nosotros mismos, puesnecesitamos
de la sustancia divina para subsistir. La idea de Dios es el fundamento del edificio de la ciencia
puesto que a partir de ella puede reconstruir el saber matemático y el empírico.

Dios es la sustancia que sustenta la realidad. La realidad cartesiana está dividida en otras dos
sustancias, a saber: materia como extensión es res extensa y mente como pensamiento es res
cogitans. La res extensa como realidad externa al aujeto es matemática, en el sentido de que
los objetos que moran en el infinito son medibles y ubicables geométricamente. La res
cogitans es la realidad del sujeto cognoscente, de tal suerte que éste piensa y conoce la realidad
extensa su puede analizarla matemáticamente.

La realidad cartesiana es infinita y analizable matemáticamente. Pensarla requiere un cómputo


de representaciones lógicas.

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Immanuel Kant

La Crítica de la Razón Pura, escrita por Immanuel Kant, es la respuesta a los problemas
planteados por la querella entre racionalismo y empirismo; consiste en el estudio sistemático
de la razón como facultad.

La razón es una facultad orgánica de la cual el entendimiento es un componente. El


entendimiento es un sistema categorial abstracto que no funciona solo, sino que necesita
contenido, el cual es adquirido gracias al influjo de los sentidos. El estudio de este tópico Kant
lo realiza en la sección de la Crítica denominado “Estética trascendental”, en la que sepresenta
una especie de teoría de la percepción.

Para generar conocimiento el ser humano se vale tanto del entendimiento como de las
impresiones sensoriales. Éstas proporcionan el material crudo de la experiencia. Dicho
material es canalizado por las categorías para generar una síntesis representacional, es decir,
construir un objeto.

Esta perspectiva constructiva kantiana implica que el conocimiento no se funda en verdades


instaladas en la mente con anterioridad a toda clase de contacto con el mundo (puede verse
que aquí rompe con el racionalismo).

El conocimiento es una especie de síntesis de impresiones sensoriales que pasaron por el tamiz
del entendimiento. De ahí la célebre expresión kantiana: <<impresiones sin conceptos son
ciegas y conceptos sin impresiones son vacuos>>.

Nuestro conocimiento arranca con el contacto con el mundo sensual, pero este contacto sería
ininteligible si no hay una elaboración de nuestro aparato cognitivo.

En otras palabras, todo nuestro conocimiento inicia con la experiencia, pero no todo él se
justifica en ella (ruptura con el empirismo). El conocimiento se puede justificar de forma a
priori (antes de la experiencia) y a posteriori (después de la experiencia). Asimismo, el
conocimiento está configurado de forma judicativa, para la cual Kant tiene otradistinción:

Juicios analíticos: Indican que el predicado está contenido en el sujeto, por ejemplo: ‘todo
soltero es no casado’. Su verdad resulta de no infringir el principio lógico de no contradicción.

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Son verdades conceptuales, por lo que no reportan mayor información acercadel mundo (en
otras palabras, no son ampliativos) y son a priori.

Juicios sintéticos: Indican que el predica no está contenido en el sujeto, un caso: ‘la manzana
es roja’. Establecen conexión entre conceptos que o están ligados entre sí por vínculos
semánticos; sí transmiten nueva información del mundo (es decir, son ampliativos), son
contingentes y a posteriori.

La tesis kantiana es que existen juicios sintéticos a priori, esto es, enunciados necesariamente
verdaderos e informativos ampliativos. Estos enunciados no son acerca del mundo sino sobre
nuestra estructura epistemológica, esto es, sobre nuestro propio andamiaje cognitivo. A guisa
de ilustraciones: ‘2+2=4’ y ‘La suma de los tres ángulos internos de un triángulo es igual a
180º’; en este último caso, del concepto de ‘tres ángulos internos’, por sí mismo, no se extraeel
concepto de ‘180º’. No obstante, estos enunciados no podrían ser de otra manera.

Dichos juicios mientan una realidad construida con base en el sistema categorial. Esto supone
que no hay tal cosa como un espacio y tiempo absolutos.

Kant concibe el espacio y el tiempo como formas puras de la intuición sensible, podría decirse
como redes o mallas que atrapan las emanaciones sensuales de objetos.

En otras palabras, estas formas puras de la intuición sensible son modalidades de cognición a
las que se tienen que ajustar todos los objetos cognoscibles por nosotros.

Espacio y tiempo son formas a priori, previas lógica y empíricamente a toda experiencia;
determinan la forma de acceso al mundo fenoménico. Así, por ejemplo, la puerta que vemos
resulta de una combinación de datos sensoriales/intuiciones y categorías (nociones como
causa y efecto, relación, cantidad, etc.). El objeto conocido es inevitablemente espacial y
temporal. Cabe decir que lo que vemos así es un fenómeno y nunca conocemos los objetos tal
como son en sí mismo (noúmenos). Kant escinde la realidad en dos planos: fenoménico y
nouménico. Dada la constitución cognitiva del ser humano éste sólo percibe fenómenos, no
noúmenos (cosas en sí).

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Ludwig Wittgenstein

La alternativa a la postura anterior es la propuesta de Ludwig Wittgenstein, en la que se parte


asumiendo al lenguaje como herramienta, lo cual implica que éste no es sólo un medio de
representación sino una forma de conducta.

Las palabras son herramientas porque tienen usos. Acerca de lo anterior, Wittgenstein afirma
que: “el significado de una palabra es su uso en el lenguaje […] Y el significado de un nombre
se explica a veces señalando su portador”1. Con lo cual no identifica significado con entidades
abstractas, asume una postura pragmático-semántica que vislumbra al lenguaje en constante
desarrollo, puesto que, si se modifica el contexto de aplicación de alguna palabra, entonces
adquiere un nuevo sentido y mantiene en marcha el sistema lingüístico.

Para mostrar el desarrollo continuo del lenguaje, Wittgenstein utiliza la noción de ‘juego de
lenguaje’, que en este contexto refiere al conjunto de signos aplicados regularmente en
conexión con actividades extralingüísticas. Es decir, los sistemas lingüísticos están ligados
indisolublemente con las acciones o prácticas humanas. Para participar en el juego de lenguaje
se requiere entrenamiento, una especie de instrucción por ostensión.

La noción aparejada con la de juego es ‘forma de vida’. Los juegos dependen de la forma de
vida ya que ésta constituye el conjunto de actividades socialmente sancionadas; vistas como
el entramado de relaciones entre conducta lingüística y no lingüística, y situaciones en el
mundo.

En síntesis: Cada juego de lenguaje es un conjunto de palabras y reglas, palabras que son
significativas en conexión con las actividades que las originaron. El lenguaje es el conjunto
de juegos de lenguaje, esto es, tiene significado en función de ciertas acciones. Estas acciones
se dan en la sociedad y son las que pueden configurar formas de vida, junto con los conceptos
que se usan. Los conceptos capacitan a una persona para usar las palabras que los expresan

1
Wittgenstein, L. Investigaciones filosóficas, ed. Gredos… I, 43.

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en los juegos de lenguaje en que se juega. La estructura conceptual se manifiesta en
ellenguaje vivo o en uso.

Finalmente, la acción o praxis humana constituye el criterio que determina si se comprende


el significado de una palabra o enunciado, y si dos individuos comparten una forma de vida.

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