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Ensayo: Salud Mental en Tiempos de Covid

Ximena Heredia Lino


Técnicas y Estrategias de Prevención
Universidad Iberoamericana
21 de enero del 2022
¿Cómo es que hay repercusiones en nuestra salud mental, mientras nos quedamos en
casa, un lugar en el cual deberíamos estar “a salvo”?

Enero, 2020
Cuando todo comenzó, nadie sabía cómo iban a cambiar nuestras vidas, desde llevar
cubrebocas todos los días hasta tener que hacer todo lo posible por no enfermarse y terminar
en un hospital con el virus. Se decía que sería un descanso de dos semanas, pero el tiempo
pasó y esas dos semanas se convirtieron en casi ya dos años, y he aquí donde nos
encontramos. En casa, esperando a que nuestras vidas puedan volver a la normalidad. Sin
embargo, es posible que no podamos regresar a una “normalidad”, pues esta situación en la
que estamos viviendo, ya se volvió algo común, algo de lo que ya debemos estar
acostumbrados.

Si bien se sabe, con la pandemia del covid-19 los problemas mentales han recibido más
atención de lo que ya hacían, lo que ha sido sin duda, un tema de mucha controversia, pues
aunque muchas personas lo vean como un tema del cual se necesita hablar más, hay personas
que creen que la salud mental no es importante pues piensan que es algo de lo que
deberíamos estar en control porque al fin y al cabo, se encuentra dentro de nosotros. Los
problemas mentales se pueden representar de diversas formas y el saber cuáles son, cómo y
qué podemos hacer para ayudar es de suma importancia, pues ninguno está exento de algún
día presentar alguno de estos problemas, pues por más diminutos que sean, la importancia es
la misma.
Toda esta situación ha causado miedo, incertidumbre, ansiedad y estrés, no obstante aunque
ya nos encontramos con menos miedo que antes, y de igual manera, más preparados de lo
que estábamos en un comienzo pues ya conocemos más de esta enfermedad y de la situación
en la que estamos viviendo, aún somos vulnerables, pues no solo el contraer la enfermedad es
un riesgo para nosotros, sino también el quedarse en casa pues nuestras rutinas se han vuelto
diferentes de lo que solían ser, el no salir, el no socializar como lo solíamos hacer, et., ha
interferido con nuestro día a día; y un claro ejemplo podría ser en al ámbito escolar. Ya no
nos arreglamos una hora antes de ir a la escuela, sino que ahora nos despertamos 5 minutos
antes de nuestra clase para estar frente a una pantalla 8 horas o más, al día. Las nuevas
modalidades en línea han hecho que el aprender sea un poco tedioso y difícil, ya sea hablando
desde una edad preescolar hasta una universitaria, pues es mejor aprender haciendo
actividades dinámicas y en persona. Hacerlo conviviendo y socializando de frente a frente, no
mediante un dispositivo electrónico.
Más personas pasan su tiempo viendo su celular que poniendo atención en clase. Vemos
nuestro teléfono más de lo que lo solíamos hacer y nos sumergimos tanto en las redes sociales
que nos preguntamos qué es lo que realmente estamos haciendo con nuestras vidas y sí es que
en serio vale la pena vivir. Y absolutamente todo esto que hacemos, como lo es procrastinar,
compararse con celebridades en redes sociales, tener miedo a socializar y expresar nuestros
sentimientos o siquiera salir a la tienda porque nos da pena, está dañando nuestra salud
mental. Estamos tratando de sobrevivir, más que de vivir y vivimos el mismo día, cada día:
Levantarse. Lavarse los dientes. Tomar clase. Comer. Bañarse. Dormir. Repetir.

Es por ello que nos preguntamos ¿cómo es que un lugar que es seguro, nos va consumiendo
más y más?

Conforme más pasa el tiempo y mientras más vamos aprendiendo de esta enfermedad, más
nos vamos dando cuenta que posiblemente nunca acabará y que siempre se irá mutando, pero
es algo con lo que debemos vivir. Nos debemos de ir adaptando y debemos ser flexibles, tener
los ojos abiertos y saber que es algo que va a durar más de lo que pensábamos, y si estábamos
esperando a que esto acabara para hacer algo de lo que hemos estado esperando años hacer,
esta es una lección para hacerlo ahora y saber que dejar las cosas para después nunca va a ser
la solución. Pues si bien la enfermedad nos puede matar, también nuestra salud mental.

Debemos tomar iniciativa y saber que es tiempo de empezar a vivir la vida como queremos,
haciendo cosas que realmente nos hacen felices y no hacerlas porque podría satisfacer a los
demás, pues en muchas ocasiones se nos olvida que nuestra salud mental y el estar bien
internamente con nosotros, es más importante que cualquier otra cosa.
De igual manera, saber cuándo y cómo pedir ayuda si es que en algún momento nos sentimos
en alguna situación de riesgo, y más importante, saber que todo aquello que hacemos para
mejorar nuestra salud mental es un gran paso, no importa que tan diminuto parezca, el querer
tratar de mejorar siempre será un enorme paso.
Y sí, aunque ha sido una etapa muy difícil para todos y es complicado empezar a un nuevo
ritmo, al final, nosotros somos quienes podemos cambiar nuestro propio rumbo y nunca es
tarde para volver a empezar y querer ser mejor.

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