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Ciencias y Técnicas de la Comunicación

Experiencia Educativa:
Psicología Social y Comunicación

Actividad 1:
Análisis de Tema en Equipo

Integrantes:
Jiménez Bravo Cumulus Marconi
Hernández Madrigal Melissa
Huerta Bustamante Verónica Itzel

Fecha de Entrega:
13/05/2021
Conducta Social ante el Confinamiento por el Covid-19

El mundo en el que vivimos ha cambiado, la manera de relacionarnos y nuestras


conductas sociales han sufrido un cambio debido a la pandemia. El estado de
alarma frente al COVID-19 trajo consigo una nueva forma de vivir en sociedad,
hubo pánico entre las personas ante lo que estaba pasando y eso provocó que se
tomarán decisiones precipitadas y egoístas también, como las compras excesivas
de papel de baño, aprovisionándose de recursos de todo tipo, por consiguiente,
hubo escasez de suministros.
Sin embargo, aunque individualmente fuimos conscientes de que estaba mal que
las personas hicieran compras compulsivas, la decisión racional individual fue
hacer lo mismo que los otros, ya que pensamos que si no lo hacemos entonces en
el futuro no podremos conseguir los productos que necesitemos porque ya no
habrá. Este tipo de conducta fue ocasionada por el miedo y la incertidumbre de no
saber qué pasaría después, un futuro incierto. Pero eso sólo fue el principio.
Con el confinamiento por covid y conforme iba pasando el tiempo, las personas
fueron adaptándose a un nuevo estilo de vida. Lavarse las manos constantemente
y usar gel antibacterial se volvió parte esencial e importante del día a día de la
gente, incluso esto originó en algunas personas la obsesión por la limpieza de su
hogar y su higiene personal. Ahora muchas personas son más precavidas al
momento de tener contacto con otra gente o con todo aquello que tocan.
Estar encerrado todos los días en casa también ha causado sedentarismo, ya que,
aunque algunos han aprovechado este confinamiento para hacer cosas
productivas como ejercicio en casa, también hay otras personas que el
confinamiento les ha traído cambios en el sueño, problemas de insomnio, mala
alimentación y perder el interés incluso hasta en las cosas que más les gustaban.
Todo esto puede llegar a un mismo problema que es: la depresión.
El índice de depresión aumento bastante a principios de pandemia, así como
aumento el índice de violencia familiar, las personas simplemente no estaban
preparadas de manera psicológica para un encierro tan largo, está claro que algo
como lo es la interacción social, es indispensable para nosotros, aunque haya
personas que no salgan mucho, suelen tener interacciones sociales algunas
veces.
El confinamiento hizo que nuestras interacciones cara a cara con otras personas
se vieran totalmente limitadas, esto también trajo consecuencias. Las
interacciones sociales son experiencias que, en muchos casos, resultan
mentalmente estimulantes y son capaces de aportarnos incentivos. Con el
confinamiento se redujo la exposición a esta clase de interacción.
La tecnología también ha sido parte importante durante el confinamiento por la
pandemia. Muchas personas adoptaron el uso de la tecnología como parte de su
vida, personas que nunca habían usado antes algún dispositivo electrónico (en su
mayoría personas mayores) y que tuvieron que aprender a utilizarlo para hacer de
ello una herramienta para su trabajo o simplemente como un medio para
comunicarse y socializar con otras personas.
Las clases online fueron un gran cambio que el país entero tubo que afrontar, ese
cambio drástico de lo presencial a lo virtual. Los profesores fueron los mas
afectados por este cambio, teniendo que adaptarse y aprender nuevas formas de
impartir sus clases utilizando diferentes programas de reuniones virtuales, algunos
decidieron retirarse, pero los que siguen, han mostrado una gran adaptación a
este medio.

La pandemia ha influido en la forma de entender y percibir la intimidad y en


la construcción de la confianza entre personas. En esta línea, la gente ahora
tolera mejor el hecho de que desconocidos perciban a través de la cámara
del ordenador actividades propias de su intimidad: escuchamos y vemos a los
niños gritando o deambulando por la casa de nuestros profesores, jefes,
ejecutivos, etc.
La intimidad se está estableciendo en el marco de nuevos linderos en donde
las personas se reúnen de manera online en breves espacios de tiempo, y se
adaptan a rituales propios en el cara a cara, cambiando formas de saludar,
usando las mascarillas y exacerbando sus micro expresiones para dejar claro
lo que se quiere decir.
Otro cambio significativo es el modo en el que se establece la confianza. En
estos meses, algunos afortunados se han reincorporado al trabajo, mientras
el riesgo de contagio todavía está latente. En la medida que estos vean que
los de alrededor han adquirido hábitos de autocuidado, la confianza que
tenían en ellos se verá fortalecida, y será un aspecto más a tener presente en
el caso de establecer nuevas relaciones.
Algo muy claro que deja el análisis de toda esta situación es que nosotros no
estábamos preparados para algo así, pero, aunque costara, pudimos adaptar
nuestras conductas como sociedad para sobrellevar la situación y poder
resolver los problemas que el caos inicial formo, así como podremos resolver
los problemas venideros.

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