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ORIENTACIONES PARA PADRES

CON HIJOS ADOLESCENTES


QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

PRESENTACIÓN
Como equipo de Pastoral Catequética, en el deseo de integrar a los padres y
representantes de los catequizando, en el proceso de formación integral hacia el
Sacramento de la Confirmación, hemos diseñado este grupo de diez encuentros.
Conociendo la difícil tarea que tienen los padres en formar a sus hijos y los
ataques constantes que la sociedad por diferentes medios hacen de blanco a los
adolescentes, la temática va dirigida a tomar conciencia de la realidad que viven los
jóvenes en su interior y que tanto padres, representantes y catequistas, para poder
ser guías de ellos en su caminar. Los adolescentes, como el marinero en alta mar
necesitan el faro que indique la ruta para llegar al puerto, necesita de un guía que
conozca la barca y el mundo que les rodea. Ellos necesitan de faros, que sean cercanos
a su realidad humana, mental, afectiva. Sean antorchas que los acompañen en el
camino de los hombres y de las mujeres en la noche oscura del tiempo, de la
incertidumbre, de la incomprensión de sí mismos. Sean centinelas de la aurora (cf. Is
21,11-12) que anuncian la salida del sol (cf. Lc 1,78).
El recorrido temático es:
1. Padre vs Hijo adolescente
2. Secularismo y Adolescencia
3. Prevenir el delito
4. La adolescencia y la sexualidad
5. El adolecente frente a la desviación sexual
6. Mi hijo y mi hija van a ser padres
7. Deberes y derechos del adolescente
8. Adolescente y su contribución social
9. Vocación de estudiante del adolescente
10. Adolescente y su fe
De esta manera, queremos inquietar a los padres a la atención a los hijos,
sobre todo en esta etapa, donde más necesitan de su compañía y los puedan
animar a seguir el proceso de formación al culminar el presente proceso de
formación para el Sacramento de Confirmación.
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

1. PADRE vs HIJO ADOLESCENTE


a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
Muy pocos padres actuales salen ilesos del paso por la adolescencia de sus hijos.
Mientras el adolescente atraviesa con la velocidad de un ciclón muchas etapas
(crecimiento, presiones sociales, estados de ánimo, caprichos, etc...) los padres suelen
sentir que van aguantando como pueden. Experimentan grandes ansiedades por el
bienestar de su hijo adolescente. Antes, mientras los niños eran más pequeños, las
relaciones eran más llevaderas y ahora, con la adolescencia, los problemas parecen
crecer.
El desarrollo y los problemas de los adolescentes nos amenazan de muchas maneras.
Debemos aprender a aceptar la amenaza y a manejar nuestros sentimientos con
honestidad para resolver los problemas que se nos planteen con mayor efectividad.
Esto es algo así como lo que debe hacer el psicólogo al terminar su carrera y antes de
ponerse a trabajar en contacto con pacientes. Debe reconocer sus propias debilidades
para poder atender sin mezclar en ello los propios sentimientos inspirados o movidos
en el por muchos pacientes.
Así pues volviendo a la adolescencia, algunas de las cuestiones que formarían parte del
examen conciliatorio a efectuar por parte de los padres para no mostrar ambigüedad
de sentimientos en sus relaciones con los adolescentes. Como padre o madre debes
responder honestamente a las preguntas formuladas arriba pues de esta manera se
abrirá para vosotros el camino para aceptaros y aceptar a vuestros hijos adolescentes
como seres humanos.
Sabiendo como piensas, que sientes hacia él, podrás ayudarle a plantear
comportamientos que sean la base de un respeto mutuo.
Si puedes verte como persona primero, y como padre después, probablemente serás
capaz de nutrir a tu hijo de una forma más completa.
1. ¿Qué siento hacia mi hijo adolescente en este momento?
2. ¿Qué significa un hijo adolescente para mí?
3. ¿Veo a mi hijo adolescente como un seguro de futuro ante la soledad o las
necesidades económicas de mi propia vida?
4. ¿Quiero que él cumpla con mis expectativas y ambiciones?
5. ¿No será que no me fío de él porque yo no era de fiar cuando tenía su edad?
6. ¿Me hacen sentir menos capaz su juventud, su vitalidad y las promesas que
encierra su vida?
7. ¿No le exigiré más por la angustia que a mí me produce el paso del tiempo?
8. ¿Tengo miedo de perder el control y el poder que ejerzo sobre él?
9. Cosas que están cambiando en su hijo.
Físicamente: ...................................................................................................................
Que gustos le sobresalen: ..........................................................................................
Cómo son sus pensamientos: ………………......................................................................
Las relaciones con mis amigos/as como son: .........................................................
Que le gusta hacer para divertirse: ........................................................................
10. Momentos y cosas que le hacen sentir mal
a. En el instituto educativo:
b. Con su familia
c. Con sus amigos.
11. Como lo veo
Afortunado/a Desafortunado/a
Guapo/a Feo/a
Amable Antipático/a
Tranquilo/a Nervioso/a
Inteligente Perezoso/a
Honesto/a Deshonesto
Feliz Triste
Mandón/a Sumiso/a
Cooperador/a Pasota
Atrevido/a Tranquilo/a
Generoso/a Egoísta
Confía en él Desconfía
Responsable Irresponsable

12.Como crees que lo ven los demás


Selecciona los adjetivos de las columnas anteriores que creas que se corresponden
con la visión que los demás tienen de ti
1 2 3 4
VALORO CÓMO SOY Nunca Poco, a Casi Mucho
veces siempre

Me gusta como soy


Conozco mis aspectos positivos y negativos
Me esfuerzo mucho aunque me resulta
difícil hacer las cosas
Soy una persona que gusta a los demás
Confío en mi mismo
Creo que soy divertido y eso gusta a la
gente
Me gusta estudiar y hacer las cosas bien
No la recogemos. Se sacan conclusiones entre todos.
c. TEXTO BIBLICO: 1 Pe 4,10
d. EXPOSICON DEL TEMA
Los adolescentes enfrentan retos que oprimen sus almas, destruyen su carácter y los
llenan de desconfianza y desesperación. Los hijos son un don de Dios que Dios le ha
dado a sus padres, por tanto ellos tienen la tarea de administrar todo el bienestar que
este a sus manos para guiarlos en la vida.
Para lograr este objetivo, es necesario que conozcamos la propiedad que Dios les ha
concedido como padres para saber administrarla y tener éxito en la empresa que Dios
le encomendó.
Los adolescentes a veces tienen que recurrir a la deshonestidad para lograr sus
propósitos. Desprecian a sus padres y a cualquier autoridad que quiera ayudarles.
En muchas ocasiones también ellos mismos se sienten despreciados, sus actos de
temeridad y audacia muchas veces los llevan a la muerte prematura; muchos de ellos
mueren en accidentes, tratando de buscar fuertes emociones que puedan distraerles.
La adolescencia es considerado el periodo más importante del desarrollo comienza a
los 12 o 14 años y termina en la madurez de los 18 a los 20 años. Esta etapa está llena
de cambios físicos y psicológicos, de incertidumbres y desesperación. Se dice que es la
etapa en la cual se define la autonomía y la independencia de los individuos.
CARACTERÍSTICAS DE LA ADOLESCENCIA ENTRE LOS 11 Y LOS 12 AÑOS
TRANSFORMACIONES IMPLICACIONES REPERCUSIONES
FÍSICAS PSICOLÓGICAS EDUCATIVAS

Inseguridad ante los propios


Variedad en métodos de trabajo
Aumento estatura, peso cambios
Variedad en presentación de
Aumento del vello Apatía
actividades
Actividad de la hipófisis Cansancio
Evitar la fatiga mediante
Maduración sexual Preocupación por la propia
descansos periódicos
imagen

TRANSFORMACIONES
IMPLICACIONES REPERCUSIONES
PERSONALIDAD/
PSICOLÓGICAS EDUCATIVAS
AFECTIVIDAD

Búsqueda de identidad
Autoafirmación Establecer instrucciones y
Elaboración del Preocupación ideológica normas claras
Autoconcepto Rebeldía respecto al adulto Organización de grupos
Autonomía Importancia de la pandilla cooperativos
Introspecci6n Intolerancia Ofrecer modelos positivos
Egocentrismo Proponer objetivos realizables
Sentido crítico Distribuir responsabilidades

TRANSFORMACIONES IMPUCACIONES REPERCUSIONES


INTELECTUALES PSICOLÓGICAS EDUCATIVAS

Establecimiento de Adecuación a los diferentes


Surgimiento del
relaciones reales/posibles ritmos de trabajo individual
pensamiento formal
Establecimiento de Propuesta de actividades
relaciones causa/efecto conducentes al éxito
Ayudar a desarrollar el
pensamiento formal
Adaptar las actividades al nivel
de desarrollo intelectual

Trasformaciones físicas:
Inicia entre los 12 y 13 años. En las mujeres aparece la menstruación, y en los varones
la primera eyaculación, ambos sin aptitud para la procreación. También aparece el vello
púbico, facial y corporal.
En las niñas el crecimiento de senos se alcanza, así como el inicio de los patrones de la
distribución En los niños el agrandamiento del escroto y testicular, y el alargamiento
del pene, así como los patrones de distribución y los cambios de voz.
También se aumenta la estatura, el peso y la aparición de características sexuales
secundarias. Así, se dan transformaciones a nivel sexual:
- principio del descubrimiento de su heterosexualidad, o sea, de la transferencia de
sus energías libidinosas hacia objetos no incestuosos, comenzando a manifestar
afectos hacia la persona adulta o adolescente que le gusta:
- haciéndole pequeños favores con la esperanza de hacerla feliz, de serle agradable o
útil;
- escuchando con embeleso cuanto esta persona dice o hace;
- siéndole profundamente fiel y tolerante.
El origen de los problemas en la adolescencia se sitúa la mayoría de las veces, en la
escasa preparación cultural y en la falta de educación sexual de los púberes cuando
aparece el vello en los órganos sexuales o las primeras erecciones en el muchacho, o se
desarrollan los senos y aparece la primera menstruación en la niña, fenómenos que
pueden suscitar angustias y traumas en el posterior desarrollo de la sexualidad. Esto
sucede porque el crecimiento en lo afectivo, no acompaña necesariamente en simbiosis
funcional al crecimiento en lo genital.
Con mucha dificultad consiguen en la pubertad desarrollarse plenamente las dos
componentes de una vida sexual normal, la genital y la sentimental. En la chica la
componente sentimental va por delante de la genital y en el chico, por el contrario, en
la primera fase de la pubertad, es lo sexual lo que se impone a lo sentimental. Sólo en
la fase final de la pubertad y de la adolescencia, al conseguir la maduración completa y
entrar en la vida adulta, se alcanza el equilibrio en el desarrollo de estas dos
componentes.

Transformaciones intelectuales:
En esta etapa madura el pensamiento lógico formal, su pensamiento es más objetivo y
racional. Cada uno construye su punto de vista sobre el mundo. Además es capaz de
razonar lo que puede ser verdad, de lo que es verdad.

Transformaciones personalidad:
Algunos de los procesos que al adolescente más se le dificulta es el descubrimiento de
su vida interior, donde va descubriendo sus propios sentimientos y motivaciones. Este
proceso se divide en varias fases como el descubrimiento del yo, el gusto por la
soledad, el recogimiento, el egoísmo y la exaltación por el súper yo. El segundo proceso
es la orientación hacia los valores e ideales, lo cual gracias a que aparecen en ellos las
operaciones de pensamientos abstractos y nuevos intereses los ayuda a trascender
más allá de la realidad. Y el tercer proceso es la necesidad de independizarse y
autorrealización, donde el adolescente busca ser grande, igualar a sus mayores y ser
autosuficiente.
Así, la adolescencia es el período de la "conciencia interiorizante", que incluye al
mundo exterior. Por eso interacciona lo interior con lo exterior mediante un juego
intelectual y una dialéctica de conflictos; proceso de interiorización que lo conducirá
al descubrimiento de su propio proceso de construcción individual y a su maduración
personal.
Este proceso de interiorización lleva al adolescente a descubrir una manera nueva de
ser y de estar, a reflexionar sobre sí mismo y sobre el mundo circundante, a darse
cuenta de la aparición de nuevas fuerzas y tendencias menos difusas y más uniformes,
y a exteriorizar una nueva fuerza de voluntad, que es la mayor característica de los
adolescentes entre los 13 y los 15 años; hecho que no impide la existencia de
desconfianzas e inhibiciones, de momentos de tristeza y de cambios de humor, de
actitudes contradictorias y de expresiones insolentes.
Tras esta amplia gama de actitudes, los adolescentes tienen denominadores comunes:
- aspiran a ser elegantes y a tener cualidades estéticas, robustez y fuerza física,
habilidades deportivas y buena presencia;
- dominio de sí mismos y sentido del deber;
- a ser inteligentes y leales, idealistas y activos, tolerantes y deseosos de que tengan
buena opinión de ellos; realistas y originales.

Transformaciones afectividad:
Durante esta etapa se presentan una inestabilidad en las reacciones impulsivas, donde
el individuo tiene explosiones afectivas intensas pero superficiales.
Tienen una sobreestimación de sí mismo y le dan poco valor a las habilidades y
capacidades, e incluso llegan a compararse con otros jóvenes.
Al revés de lo que sucedía durante la niñez, el adolescente canaliza sus sentimientos y
afectos hacia fuera de casa, hacia los compañeros o adultos, o sea, hacia cuantas
personas se interesen por él, sean sensibles para con sus problemas y comprensivos
con su conducta. Estos sentimientos, además de proporcionarle seguridad personal y
confianza en sí mismo, desencadenan en él una serie de asociaciones cada vez más
placenteras y reconfortantes, lo que motiva que el adolescente se encuentre cada vez
más a gusto entre esas personas y lo manifieste en sus actitudes y comportamiento.
Esta situación afectiva lleva al adolescente a la búsqueda del sentido social, al
encuentro con los demás y a una especie de sensación de que necesita completarse. Es
en ese momento cuando se da la tendencia a los primeros flirteos. Por eso el chico -
más agresivo e impulsivo visceralmente- siente la necesidad de ternura, amparo y
cariño.
La chica a su vez, siente la necesidad de alguien que la estimule, la comprenda y le dé
fuerza y apoyo. Es el momento de la apertura al mundo afectivo y del descubrimiento
del otro y de sí mismo, época de romances y amores efímeros, que acaban tan pronto
como empiezan -porque han empezado únicamente como un mecanismo de fuga y
evasión-. En ese momento el adolescente necesita, más que nunca, ser ayudado, tener
unos padres a la altura de su misión educadora, profesores que comprendan esta
compleja problemática de la adolescencia.
De esta manera, se dan transformaciones:
A nivel socioemocional
- se manifiesta inquieto y hablador;
- no le gusta estar solo;
- desarrolla múltiples relaciones interpersonales.
A nivel emocional
- se descontrola con facilidad, sufre frecuentes ataques de risa y cambios de humor;
- si se le contraría, su voz se exalta con facilidad y cuando falta una autoridad moral
realmente firme, resulta difícil controlarlo;
- de ahí su rebeldía contra los padres, las peleas y constantes riñas con los hermanos,
la oposición a ayudar en las tareas de casa, la resistencia a adoptar buenos modales, la
constante protesta, etc., fenómenos que en gran medida son simples manifestaciones
de afirmación personal y de autoabsorción de la primera fase de la adolescencia;
- resistencia a las normas familiares, agresión casi sin darse cuenta, a los propios
padres, a pesar de que indiscutiblemente los quiere;
- diálogo con los adultos para constatar las reacciones que su comportamiento produce
en los interlocutores;
- gusto por la acción en grupo, en forma de competición con sus semejantes;
- energía en el trabajo, espontaneidad en la conducta e inmediatez en la acción.
La primera fase de la adolescencia, caracterizada por una profunda y recíproca
atracción, se presenta como la etapa del desarrollo humano en que el aspecto
biopsicológico del crecimiento psicosexual se manifiesta por medio de simpatías,
afectos, caricias, abrazos, admiración, respeto, orgullo, sumisión, dedicación, lealtad,
amistad, agresividad, deseo de protección, poder o dominio.
A cada elemento de este conjunto de emociones corresponden determinadas funciones
y papeles en el desarrollo de la personalidad del adolescente. Existen todas como
entidades distintas y con diferentes finalidades; pero son interactuantes, por lo cual
se hace imprescindible comprender la finalidad y la interacción de la afectividad, de la
sexualidad, del amor, etc. que son características esenciales para que el desarrollo de
toda la personalidad humana resulte íntegro y armonioso.
Estos son los caracteres normales en el aspecto social del adolescente a los 11 años de
edad. Todo ello motiva el que en estos primeros años los adolescentes:
1. Se proyecten apasionadamente en los problemas humanos o en los acontecimientos
de la actualidad, aplicándose en ellos o criticándolos radicalmente, llevando hasta las
últimas consecuencias sus razonamientos manifestados por medio de la acción, la
crítica, el rechazo o la repulsión.
2. Monten teorías -emanadas de razonamientos y sentimientos muy complejos sobre el
universo, la sociedad, la solidaridad social, la paz o el amor, que al ser resultado de
conflictos internos, se convierten en tema de interminables y apasionantes debates
que, dirigidos por su portentosa imaginación y perspicaz fantasía, los llevan: al mundo
de la ilusión, de la meditación y de la pura especulación intelectual; o al temor de
enfrentarse con lo real y a la desconfianza de lo social. Por eso desarrollan una
extensa gama de sentimientos, desencadenan innumerables pasiones y transforman las
relaciones con el sexo opuesto y auténticos romances efectivos.
3. Experimenten sentimientos de culpa y de angustia; complejos y conductas
insaciables; vivan constreñidos y manifiesten actitudes agresivas, coléricas o violentas,
o por el contrario se comporten con delicadeza extremada y sumisión exagerada,
tengan miedo de perder la amistad y el afecto de sus padres y planeen perspectivas de
futuro (vida aventurera, heroicidades, viajes fantásticos, etc.), modos de comportarse
que les permiten liberar una intensa y dinámica carga afectiva.
Estas constelaciones de sentimientos y emociones, síntomas de su desarrollo
psicoafectivo y sexual, hacen de la personalidad del adolescente un terreno abonado
para los conflictos:
- su narcisismo lo lleva, en la segunda etapa de la pubertad, a volcarse sobre sí mismo,
sobre su aspecto y a la autocomplacencia; a analizar su conducta, a criticarse y a
explorar y descubrir su mundo; en esos momentos experimenta una sensación de
soledad, de tristeza y melancolía, deleitándose en esos estados de naturaleza
psicoafectiva y emocional, aunque acusa a los miembros de su familia y a. cuantos lo
rodean de ser los responsables de su mal humor;
- siente necesidad de amar y de ser amado, pero se ve mediatizado por sentimientos
de egoísmo y hasta por ciertos rasgos egocéntricos y de vanidad personal;
- va ganando confianza en sí mismo, pero necesita servirse de los demás para reforzar
su comportamiento con su aprobación benevolente;
- sueña el amor antes de vivenciarlo y lo desea ardientemente para satisfacer sus
necesidades esenciales: por su necesidad de ternura y por exigencia sexual;
- canaliza el amor hacia el sexo contrario, dando origen a un amor mezcla de ansiedad
y de alegría, de desafío y estímulo, de "deseo-amenaza" de seducción y de deseo-
riesgo de ser amado, de satisfacción afectiva y de desesperación solitaria, de
superioridad y de inferioridad, de placer y de culpa.
En este momento (la adolescencia media, entre los 13 y 16 años), el joven empieza a
desligarse de su familia, hasta entonces centro de su vida, e inicia el camino del
proceso de su identidad.
Para que este proceso se realice con seguridad y equilibrio, es necesario que las fases
anteriores del desarrollo se hayan realizado con normalidad y tolerancia, de modo
especial la etapa edípica, ya que, como hemos visto, este estadio supone la superación
del apego erotizado a uno de los progenitores. Esta ruptura progresiva con los padres
conduce al adolescente a renunciar a su dominio y superprotección, a producirle
inseguridad e inquietud y a poner de manifiesto su capacidad y sus limitaciones. Se
trata del inicio del conflicto generacional y el preludio de la etapa de afirmación de la
individualidad del adolescente en la cual, descorrido el velo de la expresión de la
sexualidad, son necesarios cambios de actitud en las manifestaciones de autoridad
familiar y modificaciones en la dinámica de su Superyo.
En este momento psicológico las modificaciones son resultado de la adquisición de una
fuerza adicional a la acción del Ello, la cual, impulsando la acción del Yo, conduce al
sujeto a enfrentarse con las restricciones, normas y prohibiciones del Superyo.
Llevado por la fuerza, seguridad y autodeterminación del Yo, el individuo orienta su
comportamiento y sus actitudes, creando en sí mismo seguridad y confianza en su
capacidad para hacer frente a los impulsos sexuales, para conseguir normas con que
protegerse de manera realista, para experimentar los límites de su tolerancia frente a
la ansiedad y al sentimiento de culpa y para modificar su Superyo mediante la
interacción en grupos de compañeros y amigos de su misma edad y con idénticos
problemas.
En este momento, al final de la adolescencia media, es probable que el joven inicie su
primer amor, que, a pesar del descubrimiento del otro sexo, entraña muchos
componentes narcisistas. Por ejemplo, el joven, al enamorarse de una chica, ve en ella,
inconscientemente, a la persona a quien le gustaría parecerse si hubiera nacido mujer.
Y en la joven sucede algo parecido. Estos enamoramientos pueden ser mientras tanto
muy importantes para dar mayor seguridad y significación a su propia identidad sexual.
Este proceso de desarrollo psicoafectivo, que ocurre en las chicas entre los 13 y los 17
años y en los chicos entre los 14 y los 17, constituye por regla general el período más
tumultuoso y ardiente de la adolescencia. El surgir de nuevas fuerzas interiores
despierta en ellos:
- ardor y optimismo;
- necesidad de independencia y de afirmación de su propio Yo;
- florecimiento de cualidades y actitudes especiales
- profundización en su personalidad;
- apasionamiento por sus ideales;
- revalorización de su propia imagen;
- deseo de éxito profesional.
A nivel psicosexual, el adolescente, al interiorizar las funciones de sus órganos
genitales, aparta sus tendencias libidinosas de la familia y las dirige hacia lo exterior;
hecho que exige un refuerzo de su propia identidad, mediante un proceso
sociopsicológico de identificación con los compañeros del mismo sexo, que es el modo
de superar el complejo de Edipo, pero también origen inconsciente de gran parte de
los conflictos generacionales, dada la gran necesidad que el proceso de identidad del
adolescente le crea de ser distinto de las generaciones mayores.
Este cambio de naturaleza afectiva y sexual lleva al adolescente:
- a concienciarse de que sus órganos sexuales, además de su función placentera, tienen
una función reproductora;
- a nivel socioafectivo, a la liberación de la autoridad familiar;
- a nivel cultural, a enfrentarse con el legado sociocultural del medio;
- a nivel social, a cuestionarse el orden y la dinámica de la misma sociedad circundante;
- a nivel afectivo, a integrarse sólidamente en la institución escolar.
Este proceso de liberación sucesiva de la autoridad conduce al adolescente:
- al reencuentro de su propia forma de expresión, a descubrir su propio
comportamiento;
- al aprendizaje del modo idóneo de comunicarse consigo mismo y con los demás;
- en resumen, al desarrollo de su propia personalidad.
A pesar de que, con frecuencia, le invade una angustia originada unas veces por la
necesidad de aceptar su propia situación social, y otras porque se da cuenta que es
preciso aceptar los límites de su propia naturaleza humana.
Esta es en el fondo la dinámica de la escisión adolescente/adultos, realizada hacia los
16 años, y que es el principio de la tercera fase del desarrollo evolutivo del
adolescente, antecámara de su entrada en la edad adulta.
Esta fase de su evolución, caracterizada por la necesidad que siente de aumentar la
confianza en sí mismo para asumir las responsabilidades que está contrayendo, hace al
adolescente sentir la necesidad de tener tiempo libre, aunque le encanta verse
rodeado de otros jóvenes del mismo sexo, a discutir y someter a prueba su
independencia y autodeterminación individual, con lo que demuestra que posee una
mente mucho más organizada que antes, una estabilidad espiritual más equilibrada,
mayor poder de autocontrol, menos actitudes de mal humor y mayor imparcialidad en
su análisis de las relaciones, de los hechos y de los acontecimientos, tanto en relación
con sus padres, como con sus compañeros, con sus profesores o con la sociedad en
general. Así se inicia el proceso de integración y de búsqueda de su puesto en el mundo
de los adultos.
Tal estado de búsqueda de equilibrio psicoemocional, de armonía interior y de
adaptación a las exigencias de la vida adulta, tanto en el ámbito de la conducta como
en lo económico y social, es un período de cambios mucho más lentos y tranquilos que
los anteriores y termina cuando el joven se siente plenamente integrado,
completamente independiente, sin necesidad del apoyo emocional de otras personas,
sin rechazar su propio pasado, con una nueva valoración de su futuro y una maduración
de su forma de pensar.
Para concluir este tema es indudable que la adolescencia es una de las etapas que más
desequilibrios tiene, y en la cual es individuo logra su desarrollo a grandes pasos.
e. LLAMADA A LA ACCIÓN
En el momento de la adolescencia de la vida de la persona, las madres y los padres se
pueden ver desbordados, así que necesitaréis mucha ayuda mutua. Si el padre (o
madre) no ha estado muy implicado en la labor educativa, su presencia "sólo" para
controlar, puede provocar actitudes de rechazo del adolescente. Por eso, madre y
padre deben ponerse de acuerdo en su estilo de educar (normas y límites del
hogar). Los padres deben apoyarse y razonar lo que pasa con el hijo/a... la madre suele
ser más contemporizadora y el padre más duro... pero la idea o norma debe ser la
misma. Por ejemplo, "si debe venir a casa a las 10 de la noche, se debe cumplir... si hay
una fiesta especial se puede decidir que venga a las 11", pero esta decisión debe ser
hablada. Si se cambia mucho de opinión o cada uno le dice una cosa, se irrita
innecesariamente a los chicos. Con la edad, hay que ir cambiando esas normas, dado
que lo importante es que los chavales tengan su propio autocontrol.
La prioridad de los padres debe ser: buscar que el adolescente sea RESPONSABLE
de sus estudios (amigos y ocio) cada vez más y que cumpla los acuerdos y normas
familiares (que debe conocer bien)... para que poco a poco sea él, el que se controle y
organice (empezando por su cuarto, estudios, paga semanal, horarios de entrada y
salida etc.).
Las muchas solicitudes o demandas de su hijo/a deben ser filtradas por dos factores:
ser razonables y justas, en relación a su edad y a su responsabilidad. Rechazar
presiones o chantajes y no dar falsas esperanzas... se puede negociar y llegar
acuerdos pero estos deben ser totalmente cumplidos. Tampoco debemos hacerles
chantajes afectivos (ej. No decir a su hijo/a: "cómo me haces esto a mí, con lo
que yo te quiero").
Querer a un hijo/a adolescente ya no debe basarse sólo en besos y abrazos, sino en
dialogo y aprecio por lo que el joven piensa y hace. Educar es más que querer, aunque
a veces el chico/a no entienda nuestras razones y se enfade.
El amor debe ir unido al respeto, no se debe perder el respeto a un hijo/a, pero
tampoco permitir que él/ella nos pierda el respeto. No se gana nada con los gritos y
reproches. Cuando vuestro hijo/a se empiece a ponerse tonto, se le dice lo que debe
hacer y uno se va de la habitación donde se esté con él, no le enseñemos a ―dialogar‖ a
gritos.
Un adolescente necesita limites, más amplios y flexibles pero igualmente claros que
cuando era un niño/a. Negociar no es malo, siempre que el chaval acepte los acuerdos y
no se los salte. Debemos valorar su responsabilidad y premiarla. Si se pasa, debe ser
castigado, normalmente con el "dinero y el tiempo en la calle", pero nunca quitarle
todo, sino una parte de la paga o el tiempo de amigos o juegos (para que realmente
valore el castigo). No castigar con tener que estudiar más horas (no lo hará), ni
premiar con regalos por las notas; estudiar es su obligación y una parte de su futuro,
él/ella debe valorar su importancia. Los premios y regalos deben basarse en la
madurez y esfuerzos que realiza en su comportamiento en general. ¿Necesita un buen
mapa de carreteras que le guíe durante ésta etapa? He aquí otros consejos:
Edúquese: Lea libros sobre la adolescencia. Piense en su propia adolescencia.
Recuerde su lucha contra el acné o la vergüenza que le daba estar desarrollándose
"demasiado" pronto o "demasiado" tarde. Prepárese para los altibajos emocionales en
un niño que antes era una castañuela y para tener cada vez más conflictos mientras su
hijo madura como individuo. Los padres que saben qué les espera pueden afrontarlo
mejor. Y, cuánto más sepa sobre la adolescencia, mejor se podrá preparar.
Hable con su hijo antes de que sea tarde: Hablar con un hijo sobre las poluciones
nocturnas (sueños húmedos) o sobre la menstruación cuando ya haya tenido esas
experiencias es llegar demasiado tarde. Responda a las primeras preguntas sobre el
cuerpo que le haga su hijo cuando todavía sea un niño, como las diferencias entre
chicos y chicas o de dónde vienen los niños. Pero no le sature con demasiada
información; limítese a responder a sus preguntas. Si no conoce las respuestas,
ayúdele a encontrar a alguien que las conozca, como un amigo de confianza o su
pediatra. Usted conoce a su hijo. Cuando constate que empieza a contar chistes sobre
sexo o que se preocupa más por su aspecto físico, será un buen momento para que
usted se lance con sus propias preguntas, como:
 ¿Has notado cambios en tu cuerpo?
 ¿Tienes sentimientos y/o sensaciones extrañas?
 ¿A veces te pones triste sin saber por qué?
La revisión médica anual puede ser una gran oportunidad para sacar a colación este
tipo de cuestiones. El pediatra puede explicarles, a su hijo preadolescente y a usted,
qué cambios pueden esperar en los próximos años. Puede utilizar el examen físico como
punto de partida para mantener una conversación abierta con su hijo. Cuanto más
retrase esa conversación, más probabilidades habrá de que su hijo se forme ideas
equivocadas y sienta vergüenza o temor ante los cambios corporales y emocionales que
irá experimentando.
Además, cuanto antes empiece a hablar abiertamente sobre estos temas, más
probabilidades tendrá de mantener abiertos los canales de comunicación durante toda
la adolescencia. Dele a su hijo libros sobre la pubertad escritos para chicos que están
atravesando esta etapa. Comparta con su hijo los recuerdos de su propia adolescencia.
Para tranquilizar a un chico, no hay nada como saber que "mamá o papá" también han
pasado por eso.
Póngase en el lugar de su hijo: Practique la empatía con su hijo. Ayúdele a entender
que es normal que esté un poco preocupado o cohibido y que también es normal que a
veces se sienta "mayor" y otras como si todavía fuera un "niño".
Escoja sus batallas: Si su hijo adolescente quiere teñirse el pelo, pintarse de negro
las uñas de los pies o vestir de forma estrafalaria, tal vez valga la pena que usted lo
piense dos veces antes de oponerse. A los adolescentes les gusta sorprender a sus
padres y es mucho mejor dejarles que lo hagan con cosas que son temporales e
inofensivas. Guárdese las objeciones para las cosas que importan de verdad, como el
tabaco, las drogas, el alcohol o cambios permanentes (e irremediables) en su aspecto.
Pregunte a su hijo por qué quiere vestirse o tener un aspecto dentro de una
determinada manera e intente comprender cómo se siente. Es posible que también le
interese comentarle cómo lo percibirán los demás: ayude a su hijo a entender como lo
verán los demás cuando vista o se vea de ese modo.
Fije expectativas realistas: Es probable que a un adolescente le desagraden las
expectativas que sus padres tienen sobre él. De todos modos, los adolescentes suelen
entender y necesitan saber que sus padres se preocupan lo suficiente por ellos como
para esperar determinadas cosas, como que saquen buenas notas, se comporten
correctamente y respeten las normas de la casa. Si los padres tienen unas
expectativas apropiadas, es más probable que los adolescentes intenten cumplirlas. Si
usted no tiene unas expectativas razonables sobre su hijo adolescente, es posible que
él sienta que no se preocupa por él.
Informe a su hijo y manténgase informado: La adolescencia suele ser una etapa de
experimentación y a veces esa experimentación incluye comportamientos arriesgados.
No eluda los temas relacionados con el sexo, las drogas, el alcohol y el tabaco; si
conversa con su hijo abiertamente sobre estos temas antes de que se exponga a ellos,
habrá más probabilidades de que actúe de forma responsable cuando llegue el
momento. Comparta los valores de su familia con su hijo y hable con él sobre lo que
considera correcto e incorrecto. Conozca a los amigos de su hijo y también a los
padres de sus amigos. La comunicación habitual entre los padres puede hacer
maravillas para crear un ambiente seguro para todos los adolescentes que pertenecen
al mismo grupo. Los padres pueden ayudarse los unos a los otros a hacer un
seguimiento de las actividades de sus hijos sin que éstos se sientan vigilados.
Sepa identificar las señales de alarma: Que una persona experimente cierta
cantidad de cambios es algo normal durante la adolescencia, pero un cambio demasiado
drástico o duradero en la personalidad o comportamiento de un adolescente puede
indicar que existe un problema real que requiere ayuda profesional. Esté pendiente de
si su hijo presenta una o varias de las siguientes señales de alarma:
 aumento o pérdida excesiva de peso
 problemas de sueño
 cambios rápidos y drásticos en su personalidad
 cambio repentino de amigos
 faltar a clase continuamente
 sacar peores notas
 hablar o, incluso, bromear sobre el suicidio
 indicios de que fuma, bebe alcohol o consume drogas
 problemas con la ley
Cualquier otro comportamiento inadecuado que dure más de 6 semanas también puede
ser un signo de algún problema subyacente. Durante esta etapa, usted puede esperar
que su hijo tenga algún que otro tropiezo en los estudios o en el comportamiento, pero
un estudiante de notables y sobresaliente no debería de repente empezar a fallar, ni
una persona que suele ser extrovertida debería aislarse de todo el mundo. En tal caso,
el pediatra de su hijo, o bien un psicólogo o psiquiatra, podrían orientarle para
encontrar la ayuda profesional adecuada para él.
Respete la intimidad de su hijo: A algunos padres, comprensiblemente, les cuesta
mucho respetar la intimidad de su hijo. Sienten que todo cuanto hacen sus hijos es
asunto suyo. Pero, para ayudar a su hijo a convertirse en un adulto joven, deberá
respetar su intimidad. Si usted detecta señales de alarma de que su hijo podría tener
problemas, entonces no tendrá más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al
fondo del problema. Pero, en caso contrario, deberá mantenerse al margen.
En otras palabras, el dormitorio de un adolescente, sus libros, sus correos
electrónicos y sus llamadas telefónicas deben ser algo completamente privado.
Tampoco debe esperar que su hijo comparta con usted todas sus ideas o actividades.
Está claro que, por estrictos motivos de seguridad, usted siempre debe saber dónde
está, qué está haciendo, con quién está y cuándo volverá su hijo, pero no necesita
conocer todos los detalles. Y, por descontado, ¡no espere que le pida que le acompañe!
Empiece por la confianza. Deje que su hijo sepa que usted confía en él. Pero, si se
rompe la confianza, su hijo deberá disfrutar de menos libertades hasta que la
recupere.
Supervise lo que ve y lo que lee su hijo: Programas de televisión, revistas, libros,
Internet; los chicos pueden acceder a un montón de información. Esté al tanto de lo
que ve y lee su hijo. No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede
pasar delante del televisor o de la computadora. Sepa qué aprende su hijo de los
medios de comunicación y con quién se comunica a través de Internet.
Cuando están a solas, los adolescentes no deben tener un acceso ilimitado a la
televisión o a Internet; ambas deberían ser actividades de carácter público. El acceso
a la tecnología también se debería restringir a partir de determinada hora (por
ejemplo las 10 de la noche) para favorecer una cantidad adecuada de horas de sueño.
Es razonable prohibir el uso del teléfono móvil y la computadora a partir de
determinada hora.
Establezca normas apropiadas: La hora a la que su hijo adolescente debe acostarse
ha de ser la adecuada para su edad, como cuando era un bebé. Los adolescentes
todavía necesitan dormir de 8 a 9 horas por la noche. Recompense a su hijo por ser una
persona digna de confianza. ¿Respeta el "toque de queda" de las 10 de la noche los
fines de semana? En tal caso, desplácelo hasta las 10:30. ¿Tiene un adolescente que
participar siempre en las salidas familiares? Fomente que su hijo pase una cantidad de
tiempo razonable con la familia. Decida cuáles son sus expectativas y no se sienta
ofendido cuando su hijo no quiera pasar tanto tiempo con usted como antes. Piense en
su propia adolescencia: probablemente usted sentía lo mismo con respecto a sus
propios padres.
¿Se acabará alguna vez?: A medida que su hijo avance por los años de la
adolescencia, usted notará que disminuyen los altibajos emocionales propios de esta
etapa. Y, al final, se convertirá en un joven independiente, responsable y comunicativo.
O sea que recuerde el lema de muchos padres que tienen hijos en edad adolescente:
¡Estamos pasando por esto juntos y también lo superaremos juntos!
ALGUNAS ORIENTACIONES PARA MEJORAR LAS RELACIONES CON SU
HIJO/A:
 Hay que explicar las razones que tenemos para oponernos a algo o castigarlos.
 Debemos escuchar cuidadosamente antes de decidir sobre lo que nos piden.
 Debemos seguir preparándolos en los hábitos domésticos (limpiar, fregar...) y
rutinas personales (higiene personal y de su cuarto).
 Analizar más QUÉ hace, que POR QUÉ lo hace... siempre nos preguntamos por
qué, pero a veces las respuestas no son fáciles... es mejor saber qué hace el
joven para apoyar o desalentar una conducta concreta.
 Debemos ser positivos, hacer que la responsabilidad que le pedimos sea
sinónimo de educación, sensibilidad, organización y sensatez.
 Debemos elogiar más que castigar.
 Sea prudente, pero sobre todo, constante, no se rinda fácilmente.
 Formule sus peticiones de forma CLARA, FIRME Y SEGURA. Los adolescentes
suelen cebarse con los padres demasiado inseguros. Cuando su hijo/a no quiera
hablar pregúntele ¿Cuándo podrán hablar con él/ella? No le obliguemos.
 Evite caer en comentarios hirientes o irónicos. No dé importancia a esos
comentarios de su hijo/a, a no ser que sean graves.
 Si se ha equivocado reconózcalo rápidamente y sin tapujos.
 Evite desacuerdos con su pareja delante de los adolescentes.
 Dígale a su hijo/a exactamente lo que debe hacer y lo que no, cuando le
pedimos algo.
 Delegue en él/ella responsabilidades de la casa.
 Haga que el adolescente participe en las discusiones o reflexiones familiares.
 Hable a su hijo/a adolescente de cómo se siente ante los sucesos de la vida, de
sus preocupaciones y de cómo les van las cosas.
 Evite poner etiquetas a sus hijos (―mi hijo es un/a.........‖)
 No deje de exigirle en aspectos morales o sociales.
 Valore la escuela y su esfuerzo, no sólo en el aspecto de notas o por aprobar,
sino como medio para aprender para la vida.
 Valore en su hijo/a la idea del compromiso.
 Anime a su hijo al pacto y la reflexión sobre: horarios, actividades, paga,
regalos, TV, ocio...
 Debemos estar atentos a los cambios bruscos. Todo cambio fuerte tiene una
causa.
 Haga lo que pueda por su hijo/a, el esfuerzo y el cariño siempre tiene
recompensa.
 Permita a su hijo equivocarse y rectificar. Evite sentirse decepcionado/a ante el
primer fracaso.
 Piensen que son ustedes un buen padre y una buena madre, la perfección no
existe.
f. COMPROMISO
Para la reflexión personal
Leer el siguiente artículo y comentarlo, subrayar lo que se parece al
comportamiento de tu hijo
“CEREBRO ADOLESCENTE. HERMOSOS CEREBROS.”
National Geographic España. 4 de octubre de 2011
Cambiantes, impulsivos, temperamentales. ¿Por qué los adolescentes se comportan
así? Vistos con los ojos de la evolución, puede que sus rasgos más exasperantes sean
la clave de su éxito cuando se conviertan en adultos.
Aunque sepamos que nuestros hijos adolescentes corren riesgos, a veces da miedo
enterarse de las locuras que hacen. Una mañana de mayo, no hace mucho tiempo, mi hijo
mayor, que entonces tenía 17 años, me llamó por teléfono para decirme que llevaba un par
de horas en la comisaría. Lo habían sorprendido conduciendo «un poco rápido». Qué
significaba «un poco rápido», pregunté. Resultó que ese producto de mis genes y mis
amorosas atenciones, el hombre-niño que yo había arropado, cuidado y llevado de la mano
hasta la frontera de la mayoría de edad, había estado volando por la autopista a 182
kilómetros por hora.
«Eso es algo más que un poco rápido», le dije. Me dio la razón. Por la voz, parecía abatido y
arrepentido. No puso objeciones cuando le dije que tendría que pagar la multa y
probablemente los honorarios de un abogado. No discutió cuando le advertí que si hubiera
pasado algo a esa velocidad (un perro en la carretera, un reventón, un estornudo), se
habría matado. De hecho, fue tan razonable que casi me pareció irritante.
Tenía, sin embargo, una objeción. No le gustó que entre los muchos cargos que le habían
imputado figurara el de «conducción imprudente». «Bien –le espeté, viendo por fin la
oportunidad de regañarlo–. ¿Y tú cómo lo llamarías?»
«Es que es inexacto. Al decir ―imprudente‖ parece que hubiera ido distraído. Y no fue así.
Decidí deliberadamente correr por un tramo vacío de carretera seca, a la luz del día, con
buena visibilidad y sin tráfico. No estaba simplemente pisando el acelerador. Estaba
conduciendo con atención. Si te hace sentir mejor –prosiguió–, quiero que sepas que estaba
concentrado.»
De hecho, me hizo sentir mejor. Eso me molestó, porque no comprendí por qué quiso hacer
aquella locura. Ahora lo sé.
La aventura de mi hijo en la autopista hizo que me planteara la pregunta más frecuente
cuando consideramos a esa clase de humanos que llamamos adolescentes: ¿Por qué
demonios se comportan así? Los científicos lo expresan de un modo más frío: ¿Cómo
explicar su conducta? Pero es otra manera de preguntarse lo mismo: ¿Qué tienen esos
chicos en la cabeza? La propia pregunta conlleva un juicio de valores.
A lo largo de la historia, la mayoría de las respuestas han citado fuerzas oscuras que sólo
afectan a los más jóvenes. Hace 2.300 años Aristóteles llegó a la conclusión de que «la
naturaleza caldea a los jóvenes como el vino a los beodos». En El cuento de invierno de
William Shakespeare un pastor dice: «Ojalá no hubiese edad entre los diez y los
veintitrés, o que los jóvenes pasasen ese tiempo durmiendo, porque no hacen más que
preñar mozas, ofender a los mayores, robar y pelear». Ese lamento tiñe también la mayor
parte de la investigación científica más moderna sobre el tema. G. Stanley Hall, quien en
1904 formalizó el estudio de la adolescencia, creía que ese período de «agitación y
estrés» reproducía una fase anterior y menos civilizada del desarrollo humano; Freud vio
en la adolescencia la expresión de un tortuoso conflicto sexual, y Erik Erikson, la más
tumultuosa de las sucesivas crisis de identidad de la vida. En todos los casos, la
adolescencia siempre se veía como un problema.
Esa forma de pensar se mantuvo hasta finales del siglo XX, cuando las nuevas técnicas de
estudio mediante imágenes médicas permitieron a los investigadores visualizar el cerebro
adolescente con suficiente detalle como para observar su desarrollo físico y sus patrones
de actividad. Los nuevos instrumentos ofrecieron una nueva manera de plantear la vieja
pregunta («¿qué les pasa a esos chicos?») y revelaron una respuesta que sorprendió a casi
todos. Resultó que nuestros cerebros tardan mucho más en desarrollarse de lo que
creíamos. De esta revelación surgió una explicación simplista y a la vez poco halagadora
para el comportamiento irritante de los adolescentes, y otra más compleja y positiva.
La primera serie completa de imágenes de escáner del cerebro adolescente, un proyecto
de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) que estudió el desarrollo
de más de un centenar de jóvenes durante la década de 1990, reveló que nuestros
cerebros experimentan una reorganización masiva entre los 12 y los 25 años. El
crecimiento es escaso durante ese período. Ya a los seis años el cerebro alcanza el 90 %
de su tamaño definitivo, y a partir de entonces el crecimiento de la cabeza se debe casi
exclusivamente al engrosamiento del cráneo. Pero durante la adolescencia, el cerebro
sufre una extensa remodelación, semejante a una actualización del cableado de una red
informática.
Para empezar, los axones del cerebro (las fibras nerviosas largas que las neuronas utilizan
para enviar señales a otras neuronas) mejoran gradualmente su aislamiento con una
sustancia grasa llamada mielina (la materia blanca del cerebro), lo que en definitiva puede
multiplicar por cien la velocidad de transmisión de los axones. Mientras tanto, las
dendritas, las extensiones ramificadas a través de las cuales las neuronas reciben las
señales de los axones cercanos, se ramifican aún más, y las sinapsis (los puentes químicos
por donde se comunican los axones y las dendritas) más utilizadas se fortalecen y mejoran.
Al mismo tiempo, las sinapsis menos utilizadas empiezan a atrofiarse. Esa poda sináptica,
como se conoce el proceso de reducción de sinapsis, hace que la corteza cerebral (la
delgada capa de materia gris donde se produce la mayor parte de nuestro pensamiento
complejo y consciente) se torne más fina y a la vez más eficiente. La combinación de esos
cambios hace del cerebro un órgano mucho más rápido y sofisticado.
El proceso de maduración, que antes se creía terminado hacia los seis años, prosigue a lo
largo de toda la adolescencia. Los escáneres realizados desde los años noventa muestran
que esos cambios físicos avanzan lentamente como una oleada desde la parte posterior del
cerebro hacia la frontal, desde áreas próximas al tronco cerebral que controlan funciones
más primitivas y básicas, como la visión, el movimiento y el procesamiento fundamental de
datos, hacia las áreas pensantes del lóbulo frontal, evolutivamente más nuevas y
complejas. El cuerpo calloso, que conecta los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro
y transporta información esencial para muchas funciones cerebrales avanzadas, se engrosa
progresivamente. También se fortalecen los vínculos entre el hipocampo, una especie de
directorio de la memoria, y las áreas frontales que establecen los objetivos y comparan
diferentes planes de acción. Como resultado, mejoramos la capacidad de integrar la
memoria y la experiencia en nuestras decisiones. Al mismo tiempo, las áreas frontales
desarrollan más conexiones y más rápidas, lo que nos permite generar y sopesar muchas
más variables y líneas de acción que antes.
Cuando este proceso de maduración cerebral avanza con normalidad, conseguimos sopesar
mejor los impulsos, los deseos, los objetivos, el interés egoísta, las normas, la ética e
incluso el altruismo, y generar un comportamiento más complejo y, al menos a veces, más
sensato. Pero a veces, y sobre todo al principio, cuando el proceso de maduración acaba de
empezar, el cerebro hace ese trabajo con torpeza.
Beatriz Luna, profesora de psiquiatría en la Universidad de Pittsburgh, que utiliza técnicas
de imagen para estudiar el cerebro adolescente, recurrió a una sencilla prueba para
ilustrar esa curva de aprendizaje. Escaneó cerebros de niños, adolescentes y jóvenes de
veintitantos años mientras realizaban un ejercicio antisacádico en un videojuego que
consistía en hacer lo posible para no mirar una luz que aparecía repentinamente. Los
sujetos fijaban la vista en un monitor en cuyo centro había una cruz roja que desaparecía
ocasionalmente al tiempo que se encendía una luz en otra parte de la pantalla. Tenían
instrucciones de no mirar a la luz sino en la dirección opuesta. Un sensor registraba sus
movimientos oculares. Para superar la prueba, hay que neutralizar tanto el impulso de
atender a una información nueva como la curiosidad que inspira lo prohibido. Los expertos
lo llaman inhibición.
Los niños de 10 años lo hacen muy mal: fallan el 45% de las veces. Los adolescentes son
mucho mejores en la prueba. De hecho, a los 15 años consiguen resultados tan buenos como
los adultos si están motivados: resisten la tentación de mirar la luz entre el 70 y el 80%
de las veces. Pero lo más interesante para Luna no fueron sus puntuaciones, sino las
imágenes que tomó de los cerebros mientras los sujetos realizaban la prueba. En
comparación con los adultos, los adolescentes usaban menos las regiones del cerebro que
controlan el rendimiento, detectan errores, planifican y mantienen la concentración, áreas
que aparentemente los adultos ponían en funcionamiento de forma automática. Eso
permitía a los mayores utilizar una variedad de recursos cerebrales y resistir mejor la
tentación, mientras que los adolescentes usaban esas áreas con menos frecuencia y cedían
más a menudo al impulso de mirar la luz, del mismo modo que son más propensos a desviar
la mirada de la carretera para leer un cartel.
Sin embargo, si se les ofrecía una recompensa añadida, los adolescentes demostraban ser
capaces de poner a trabajar con más empeño todas esas regiones ejecutivas para mejorar
sus resultados. Hacia los 20 años, sus cerebros responden a la tarea descrita
prácticamente como el de un adulto. Luna cree que la mejora tiene lugar cuando unas redes
más densas y unas conexiones más rápidas hacen más eficaz la región ejecutiva.
Estos estudios ayudan a explicar la irritante variabilidad de los adolescentes, que pueden
estar encantadores en el desayuno y odiosos en la cena, y parecer despiertos el lunes y
sonámbulos el sábado. Además de carecer de experiencia en general, aún están
aprendiendo a utilizar las nuevas redes de su cerebro. El estrés, el cansancio o las
situaciones problemáticas pueden causar fallos. La psicóloga Abigail Baird lo llama
«torpeza neuronal», el equivalente a la torpeza física que a veces presentan los
adolescentes cuando aún están aprendiendo a controlar su cuerpo en crecimiento.
El arco de desarrollo lento y desigual que revelan los estudios mediante imágenes médicas
proporciona una explicación concisa y seductora de las tonterías que a veces pueden hacer
los adolescentes, como conducir a 182 kilómetros por hora, ofender a los mayores y preñar
a las mozas (o dejarse preñar por un mozo). ¡Se comportan así porque sus cerebros todavía
no están terminados! ¡Los escáneres son la prueba que lo demuestra!
Este punto de vista sobre el «cerebro adolescente», expresado en un montón de artículos
tanto científicos como en la prensa general, presenta a los jóvenes como individuos «en
obras» cuyos «cerebros inmaduros» llevan a algunos a preguntarse si no se encontrarán en
un estado «comparable al retraso mental».
El artículo que ahora está usted leyendo, sin embargo, cuenta una historia científica muy
distinta. Durante los últimos cinco años aproximadamente, la idea de que el adolescente
tiene un cerebro «en obras» se ha ido difundiendo, pero algunos investigadores han
empezado a contemplar los recientes hallazgos de la neurología y la genética bajo una luz
más brillante y halagüeña, claramente influida por la teoría de la evolución. La explicación
resultante del cerebro adolescente (llámesele la teoría adaptativa de la adolescencia)
describe al joven no tanto como un tosco esbozo sino como un ser exquisitamente sensible
y sumamente adaptable, preparado casi a la perfección para la tarea de abandonar la
seguridad del hogar y salir al complicado mundo exterior.
Con toda seguridad esta idea gustará más a los adolescentes. Pero lo más importante es
que encaja mucho mejor con el principio fundamental de la biología: la selección natural,
que no perdona los rasgos disfuncionales. Si la adolescencia es esencialmente una colección
de ellos (angustia vital, estupidez, precipitación, impulsividad, egoísmo e imprudencia
incompetente), entonces, ¿cómo es posible que tales rasgos hayan superado la prueba de la
selección natural? No podrían haberlo hecho si fueran las características fundamentales y
determinantes de esa fase de la vida.
La respuesta es que esos rasgos molestos no son en realidad lo más relevante de la
adolescencia, sino únicamente lo que más llama nuestra atención porque nos exasperan o
ponen en peligro a nuestros hijos. Como ha señalado B. J. Casey, neurocientífica del Weill
Cornell Medical College que lleva más de una década aplicando los conocimientos de la
neurología y la genética al estudio de la adolescencia: «Estamos muy acostumbrados a ver
la adolescencia como un problema, pero cuanto más averiguamos acerca de las
características singulares de ese período de la vida, más nos parece una fase funcional e
incluso adaptativa. Es exactamente lo que hace falta en ese momento de la vida».
Para ver más allá, y que el niñato tonto no nos distraiga del adolescente adaptativo que
lleva dentro, no debemos prestar atención a las conductas específicas, a veces
desconcertantes (como bajar la escalera con el monopatín o cambiar de novio cada dos
días), sino a los rasgos más generales que hay detrás de esos comportamientos.
Empecemos por el gusto de los adolescentes por las emociones fuertes. A todos nos
gustan las cosas nuevas y excitantes, pero nunca las apreciamos tanto como durante la
adolescencia. Es entonces cuando alcanzamos un máximo en lo que los científicos del
comportamiento denominan búsqueda de sensaciones: la persecución de la sacudida
neuronal, de la emoción que proporciona lo inusual o lo inesperado.
La búsqueda de sensaciones no es necesariamente impulsiva. Experiencias como un
descenso en paracaídas o conducir por un momento a toda velocidad se pueden planificar
deliberadamente, como hizo mi hijo. Generalmente la impulsividad disminuye con la edad a
partir de los 10 años, pero ese amor por las emociones alcanza su máximo en torno a los 15
años. Y aunque la búsqueda de sensaciones puede producir conductas peligrosas, también
puede generar otras positivas. El anhelo de conocer más gente, por ejemplo, puede crear
un círculo más amplio de amigos, lo que mejora la salud y aumenta la felicidad, la seguridad
y las probabilidades de éxito.
Ese aspecto positivo probablemente explica por qué la apertura hacia todo lo nuevo,
aunque a veces la curiosidad mate al gato, sigue siendo un rasgo importante del desarrollo
adolescente. La búsqueda de la novedad conduce directamente a experiencias útiles, y en
un sentido más amplio saca a los jóvenes de casa y los lleva a nuevos territorios, como ha
señalado Jay Giedd, de los NIH, pionero en la investigación del desarrollo del cerebro
adolescente.
Otro rasgo que alcanza el máximo durante la adolescencia (y que quizá sea el que más
molesta a los mayores) es la propensión a correr riesgos. Cortejamos el riesgo con más
avidez en la adolescencia que en cualquier otra época de la vida. Eso puede verse en el
laboratorio, donde los chicos y chicas son los que corren más riesgos en experimentos
controlados, desde juegos de naipes hasta simulaciones de conducción, y se ve en la vida
real, ya que entre los 15 y los 25 años se prueba toda clase de aventuras arriesgadas con
resultados desagradables. En este grupo de edad se registra la mayor incidencia de
muertes por accidentes de todo tipo, excepto laborales. Casi todos los casos de
alcoholismo o abuso de drogas comienzan durante la adolescencia, e incluso algunas
personas que posteriormente beben con moderación han bebido en exceso antes de los 20
años. En lugares donde es corriente que los adolescentes conduzcan automóviles, los
resultados son espeluznantes: en Estados Unidos, una de cada tres muertes de
adolescentes se produce en accidentes de tráfico, muchos de ellos asociados con el
consumo de alcohol.
¿Es simplemente estúpido el comportamiento de estos chicos? Según la explicación
convencional, no piensan, o el cerebro les falla porque aún lo tienen «en obras».
Pero esas explicaciones no se sostienen. Como ha señalado el psicólogo del desarrollo
especializado en la adolescencia Laurence Steinberg, de la Universidad Temple, incluso los
jóvenes de 14 a 17 años (los más proclives al riesgo) emplean las mismas estrategias
cognitivas básicas que los adultos, y por lo general resuelven sus problemas razonando con
la misma habilidad que lo hacen los mayores. Además, al contrario de lo que se suele creer,
son plenamente conscientes de que son mortales. Y, lo mismo que los adultos, dice
Steinberg, «los adolescentes realmente sobrevaloran el riesgo».
Así pues, si piensan igual de bien que los adultos y reconocen el riesgo como ellos, ¿por qué
arriesgan más? En este aspecto, como en otros, el problema no está en lo que carecen en
comparación con los adultos, sino en lo que tienen de sobra. No es que no reconozcan el
peligro, sino que aprecian mucho más la recompensa (véase gráfico, página 15). En
situaciones en las que el riesgo puede reportarles algo que desean, valoran el premio
mucho más que los adultos.
Un videojuego que Steinberg utiliza en sus estudios lo ilustra a la perfección. En el juego,
hay que atravesar una ciudad en el menor tiempo posible. Por el camino hay varios
semáforos, que a veces pasan del verde al ámbar cuando se acerca un coche y obligan al
jugador a tomar una decisión rápida: parar o seguir. El jugador ahorra tiempo (y hace más
puntos) si pasa antes de que la luz se ponga roja. Pero si intenta pasar y no lo consigue,
pierde más tiempo que si se hubiera parado desde el principio. Así pues, el juego premia a
los que asumen un cierto riesgo, pero castiga a los que se arriesgan demasiado.
Cuando los adolescentes hacen solos el recorrido, en lo que Steinberg llama la situación
emocionalmente «fría» de una sala vacía, corren más o menos los mismos riesgos que los
adultos. Sin embargo, si hay algo más en juego, la situación cambia. En este caso,
Steinberg añade la presencia de amigos. Cuando el investigador lleva a la sala amigos del
sujeto para que lo vean jugar, éste corre el doble de riesgos e intenta pasar semáforos
frente a los cuales antes había parado. Los adultos, por su parte, no varían su forma de
conducir aunque delante tengan amigos.
Según Steinberg, eso demuestra claramente que la propensión a correr riesgos no deriva
de un pensamiento torpe, sino de un mayor interés en la recompensa: «No corren más
riesgos porque de pronto dejen de reconocer el peligro, sino porque dan más importancia a
la recompensa», impresionar a los amigos.
Steinberg, Casey y otros investigadores creen que optar por el riesgo tras valorar costes
y beneficios está propiciado por la selección natural, porque a lo largo de la evolución
humana, la propensión a asumir riesgos durante esa fase de la vida ha demostrado tener un
valor adaptativo. Para tener éxito, a menudo hay que marcharse de casa y afrontar
situaciones menos seguras. Esa sensibilidad a la recompensa funciona, por lo tanto, como
un deseo de nuevas sensaciones, que saca a los adolescentes del hogar y los impulsa a
nuevos lugares.
Como indica el videojuego de Steinberg, los más jóvenes reaccionan con intensidad frente
a las recompensas sociales. Tanto la fisiología como la teoría evolutiva ofrecen
explicaciones para esa tendencia. Fisiológicamente, la adolescencia se caracteriza por una
sensibilidad máxima del cerebro a la dopamina, un neurotransmisor que al parecer activa
los circuitos de gratificación e interviene en el aprendizaje de pautas y la toma de
decisiones. Esto contribuye a explicar la rapidez de aprendizaje de los jóvenes y su
extraordinaria receptividad a la recompensa, así como sus reacciones intensas y a veces
melodramáticas ante la victoria y la derrota.
El cerebro adolescente también es sensible a la oxitocina, otra hormona neurotransmisora,
que entre otras cosas hace más gratificantes las relaciones sociales. Las redes y
dinámicas neuronales asociadas con las recompensas en general y con las interacciones
sociales están muy relacionadas entre sí. Si una de esas redes entra en juego, a menudo
también se pone en marcha la otra. Si las dos entran en juego durante la adolescencia,
entonces se desencadena un incendio.
Eso explica otro rasgo característico de este período: los adolescentes prefieren la
compañía de sus coetáneos más que en ninguna otra época de su vida. Por un lado, esa
pasión por los compañeros de la misma edad es la expresión en el ámbito social de la
atracción que los jóvenes sienten por todo lo novedoso: los chicos de la misma edad les
ofrecen más novedades que el ya conocido ambiente familiar.
Pero la atracción por los coetáneos tiene otra razón más poderosa: invertir en el futuro
más que en el pasado. Vivimos la mayor parte de nuestra existencia y prosperamos (o no)
en un mundo dirigido y reconstruido por gente de nuestra edad. Conocer, comprender y
trabar relaciones con ellos es muy importante para nuestro éxito. Por ejemplo, las ratas o
los monos socialmente más hábiles suelen conseguir las mejores madrigueras o los mejores
territorios, la mayor cantidad de comida y de agua, más aliados y más sexo con compañeros
mejores y más sanos. Y ninguna especie es tan compleja ni tan social como la nuestra.
Esa característica tan singularmente humana hace que las relaciones más importantes sean
las que se establecen con gente de la misma edad. De hecho, algunos estudios con
escáneres cerebrales sugieren que la respuesta del cerebro a la exclusión del grupo de
coetáneos es muy semejante a la que se observa en caso de amenaza física o en una
situación de falta de alimento. En otras palabras, en el nivel neuronal, percibimos el
rechazo social como una amenaza para nuestra existencia. Sabiéndolo, comprenderemos
mejor el drama que supone la traición de un amigo a los 13 años o la tragedia de no ser
invitado a una fiesta a los 15. «¡Cómo son estos niños! –solemos decir–. Reaccionan a los
altibajos de las relaciones sociales como si de ello dependiera su vida.» Pero es que es así.
Emociones fuertes, novedades, riesgo, amigos de la misma edad. Todo parece reducirse a
hacer cada día una tontería nueva con los compañeros. Pero analizando la cuestión con más
detenimiento, vemos que esas características que definen nuestra adolescencia nos hacen
más adaptativos, como individuos y como especie. Sin duda, éste es el motivo de que esos
rasgos se manifiesten prácticamente en todas las culturas humanas, ya sean modernas o
tribales. Los antropólogos han observado que casi todas reconocen la adolescencia como un
período diferenciado durante el cual los jóvenes prefieren la novedad, las emociones
fuertes y la compañía de sus coetáneos. Este reconocimiento casi universal desmiente la
idea de que se trata de un concepto cultural.
Pero la cultura no crea la adolescencia. La singularidad de esa fase de la vida deriva de los
genes y procesos del desarrollo que han sido seleccionados a lo largo de miles de
generaciones porque desempeñan un papel crucial durante ese período transicional de la
vida: producir un individuo óptimamente preparado para abandonar un hogar seguro y salir
a un territorio desconocido.
La marcha del hogar es lo más difícil que hacen los humanos, y el momento más crítico de
sus vidas, no sólo como individuos sino como especie que ha demostrado una capacidad sin
igual para dominar nuevos ambientes. En términos científicos, los adolescentes pueden ser
un verdadero incordio, pero posiblemente son los humanos con mayor capacidad de
adaptación. Sin ellos, probablemente la humanidad nunca se hubiera expandido por todo el
mundo.
Esta visión adaptativa de la adolescencia puede ser correcta, pero no es fácil de aceptar,
en especial para los padres que tienen que lidiar con hijos adolescentes en sus etapas más
difíciles y conflictivas, e incluso en momentos que podríamos definir como terribles.
Resulta tranquilizador contemplar los aspectos más preocupantes como signos de un
organismo que está aprendiendo a manejar su entorno, pero la selección natural es un arma
de doble filo, y los momentos más torpes del adolescente pueden tener consecuencias
graves. Las drogas, el alcohol, la conducción imprudente y los actos delictivos pueden
causar problemas tremendos. Ahora mi hijo vive feliz, sin coche, en el campus de su
universidad. Sin embargo, algunos de sus amigos del instituto murieron en accidente de
tráfico cuando experimentaban con la conducción. Nuestros hijos ejercen su plasticidad
adaptativa entre riesgos pequeños pero espantosos.
Nosotros, como padres, también actuamos a veces torpemente al intentar no traspasar la
borrosa línea entre ayudar a nuestros hijos e impedirles que se adapten a la vida adulta.
En Estados Unidos se gastan alrededor de mil millones de dólares al año en programas para
aconsejar a los adolescentes sobre violencia, pandillas, suicidio, sexo, abuso de drogas y
otras fuentes de posibles problemas. Pocos sirven para algo.
Pero podemos ayudar, y de hecho ayudamos. Podemos evitar a los adolescentes algunos de
los peores peligros del mundo y guiarlos hacia las respuestas adecuadas frente al resto.
Los estudios demuestran que cuando los padres guían a sus hijos adolescentes con mano
ligera pero firme, manteniendo el vínculo pero ofreciéndoles independencia, por lo general
a los chicos suele irles mucho mejor en la vida. Los adolescentes quieren aprender sobre
todo de sus amigos, pero no son éstos su única fuente de inspiración. En algunos aspectos y
en algunas ocasiones (y corresponde a los padres descubrir cuáles son), el adolescente
reconoce que sus padres pueden ofrecerle perlas de sabiduría, aunque no valora esos
conocimientos porque procedan de la autoridad paterna sino porque son lecciones
aprendidas por sus padres cuando intentaban averiguar por sí mismos cómo funciona el
mundo. El adolescente, si tiene ocasión, se da cuenta de que sus padres tuvieron alguna vez
sus mismos problemas y de que quizá recuerden un par de cosas que tal vez convenga
saber.
Mientras tanto, en tiempos de duda (mientras usted, padre o madre, se siente frustrado
por sus hijos adolescentes), podemos buscar inspiración en una última característica
distintiva del cerebro adolescente, una última clave para entender tanto su torpeza como
su notable adaptabilidad: la prolongada plasticidad de las áreas frontales de desarrollo
tardío, que maduran lentamente. Como señalábamos más arriba, esas áreas son las últimas
en adquirir el aislamiento graso de mielina que acelera la transmisión. A primera vista se
diría que eso es malo. Si necesitamos esas áreas para la compleja tarea de salir al mundo,
¿por qué no funcionan a pleno rendimiento cuando afrontamos los desafíos más difíciles?
La respuesta es que la velocidad tiene un coste en flexibilidad. Si bien el revestimiento de
mielina mejora sustancialmente el «ancho de banda» de los axones, también inhibe el
crecimiento de nuevas ramificaciones. Según Douglas Fields, un neurocientífico de los NIH
que lleva años estudiando la mielina: «Eso hace que el período durante el cual un área del
cerebro adquiere mielina sea crucial para el aprendizaje: el cableado se está actualizando,
pero una vez terminada la reforma, es mucho más difícil hacer cambios».
El marco de tiempo en el cual la experiencia puede renovar de la mejor manera posible
esas conexiones es sumamente específico para cada área del cerebro. Por ejemplo, los
centros del lenguaje adquieren su aislamiento sobre todo en los primeros 13 años de vida,
cuando el niño está aprendiendo una lengua. Al completarse el aislamiento los
conocimientos adquiridos se consolidan, pero resulta mucho más difícil adquirir otros
nuevos, como sería aprender un segundo idioma.
Lo mismo sucede con la mielinización de las áreas frontales del cerebro en torno a los 20
años. Esta demora en la maduración, esa lentitud del desarrollo, aumenta la flexibilidad
justo en el momento en que salimos al mundo que conoceremos de adultos.
Esta larga y lenta oleada de desarrollo, que va desde la parte posterior del cerebro hacia
la frontal y que concluye alrededor de los 25 años, es al parecer una adaptación única del
ser humano, y quizá sea una de las más importantes. Tal vez parezca un contrasentido que
los humanos no nos hagamos más sensatos un poco más pronto en la vida. Pero si fuéramos
más listos desde más jóvenes, acabaríamos siendo más tontos.
Ver la película: Espíritu Adolescente
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

2. SECULARISMO Y ADOLESCENCIA
a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST Y EVALUARLO
1) ¿Sabes en que utilizan el tiempo tu hijo?
2) ¿Qué páginas de Internet frecuenta?
3) ¿Qué tipo de música, videos y películas le agrada ver?
4) ¿Qué Dios le ha infundido a tu hijo?
c. Texto Bíblico: Jn 17,11-19
d. EXPOSICON DEL TEMA
Dice la Sagrada Escritura para ―vino nuevo‖ para ―odres nuevos‖ (Mc 2,22). El vino
nuevo del Evangelio debe ser vertido en los odres de la cultura.
Hoy cuando la cultura deja de reclamar el orden sacral, la Iglesia se empeña en
conservarlo, pues descubre que los odres de la cultura se han envejecido, al
quererse construir una sociedad sin Dios, considerándose con la madurez, que
respalda los avances científicos y tecnológicos, y por tanto no necesitada del orden
sagrado ni de religión. Al igual que los adolescentes que quieren emancipación,
independencia. La Iglesia nos sigue proclamando la resurrección de Cristo, su
presencia en el mundo, e invita a ―¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la
esperanza viva!‖ (EG (EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM)
278)
En el paso de la infancia a la adolescencia tiene lugar la aparición de la fricción
entre los padres y los hijos. Los padres piensan que los hijos son todavía demasiado
pequeños para independizarse; y los hijos piensan que sus padres no les dejan ser
ellos mismo, con lo cual acaban rechazando no solo su protección, sino, a menudo,
también los valores que habían recibido de ellos y aun su mismo cariño.
Es necesario que como padres de familia tengamos algunas ideas claras sobre esta
realidad de la cultura y sociedad actual, en la que nuestros hijos se están
desarrollando e identificando. Y que posiblemente la sociedad también nos ha
envuelto y por ello le damos poca o casi ninguna importancia a los asuntos de
Iglesia, religión, Dios.
La cultura y sociedad actual promulga un secularismo caracterizado por la
increencia e irreligiosidad. El secularismo representa la adolescencia en la
sociedad. Una sociedad que sufre grandes dificultades, pero ―la sociedad
tecnológica ha logrado multiplicar las ocasiones de placer, pero encuentra muy
difícil engendrar la alegría‖ (EG. 7)
El secularismo implica una afirmación de la realidad inmanente de este mundo, con
un descargo de responsabilidad o exclusión de las realidades trascendentes de este
mundo. Es una visión del mundo y un estilo de vida que se inclina hacia lo profano en
lugar de lo sagrado, la más naturales que sobrenaturales. Es un enfoque no religioso
de la vida individual y social.
Hemos visto el colapso de las estructuras tradicionales, principalmente la familia y
la iglesia. La ciencia cada vez más ha influido en el pensamiento contemporáneo,
provocando una búsqueda frenética de lo que la tecnología ofrece al hombre. Los
valores morales han sido reemplazados por deseos inmorales, que se ven cada vez
más por la sociedad en general como algo "natural".
Esta realidad se ha convertido en una norma, que en nuestro tiempo, las personas
han estado viviendo
Esta inclinación por lo profano, en lugar de lo sagrado, ha contaminado la iglesia de
un cada vez más integral, debilitamiento que debe transmitir el mensaje de la
verdad. La verdad, según la cosmovisión secular, es relativa. El baluarte de la
verdad (1 Tim. 3,15) ha sido afectado mortalmente por corrosión de un modo de
vida y visión del mundo alejado de Dios. Vivimos en "tiempos difíciles" (2Tm 3,1).
La secularización es el proceso que pueden experimentar los Estados a partir del
momento en que la religión y sus instituciones pierden influencia sobre ellos. Con la
secularización, lo sagrado cede el paso a lo profano y lo religioso se convierte en
secular. En este proceso las personas empiezan a entender su vida y su contexto
social sin necesidad de Dios. La secularización implica una ―mundanización‖ (sin
querer dar a esta palabra ningún sentido peyorativo) de la religión y la sociedad, y
sigue siendo también un tema de interés filosófico, sobre todo a la hora de
plantear las relaciones que debe haber entre la religión, la política y la ética.
El Papa Francisco en la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA EVANGELII GAUDIUM n.
86 nos dice:
―Es cierto que en algunos lugares se produjo una ―desertificación‖
espiritual, fruto del proyecto de sociedades que quieren construirse sin
Dios o que destruyen sus raíces cristianas. Allí ―el mundo cristiano se está
haciendo estéril, y se agota como una tierra sobreexplotada, que se
convierte en arena‖.
En otros países, la resistencia violenta al cristianismo obliga a los
cristianos a vivir su fe casi a escondidas en el país que aman. Ésta es otra
forma muy dolorosa de desierto. También la propia familia o el propio
lugar de trabajo puede ser ese ambiente árido donde hay que conservar la
fe y tratar de irradiarla.
Pero ―precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este
vacío, es como podemos descubrir nuevamente la alegría de creer, su
importancia vital para nosotros, hombres y mujeres. En el desierto se
vuelve a des-cubrir el valor de lo que es esencial para vivir; así, en el
mundo contemporáneo, son muchos los signos de la sed de Dios, del
sentido último de la vida, a menudo manifestados de forma implícita o
negativa. Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que, con
su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y de esta
forma mantengan viva la esperanza‖.
En todo caso, allí estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de beber a los
demás. A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero fue precisamente
en la cruz donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva.
¡No nos dejemos robar la esperanza!‖
Jesús llama al Espíritu Santo ―Espíritu de Verdad‖; su presencia en nuestro
corazón disipa la tiniebla de la mentira y la nebulosa de esas pseudoverdades,
verdades a mitad de camino, expresiones de cumplimiento (cumplo y miento),
expresiones de compromiso con el mundo, que ―no lo puede recibir (al Espíritu
Santo), porque no lo ve ni lo conoce‖ (Jn. 14, 17); expresiones generadas en el
espíritu de mundanidad espiritual, el mayor peligro, la tentación más pérfida, la que
siempre renace -insidiosamente- cuando todas las demás han sido vencidas y cobra
nuevo vigor con estas mismas victorias. Esta mundanidad espiritual nos invade y
trabaja para corromper la familia cristiana, a nuestros jóvenes y adolescentes,
como lo está haciendo, atacando en sus mismos principios, llevando a una
mundanidad moral infinitamente más desastrosa que cualquiera otra mundanidad.
―No nos dejemos mundanizar‖; ―No a la mundanidad espiritual‖ (Cf EG 93-97); ―No a
la acedia egoísta‖ (Cf. EG 81-83); ―No al pesimismo estéril‖ (Cf.EG 84-86)
El secularismo se caracteriza por la falta de hábitos disciplinarios para los niños
que más importa son las notas y no están adquiriendo conocimiento; "Los extremos
justifican los medios." Las deudas adquiridas por préstamos, tarjeta de crédito mal
usan sin preocupación cómo va a pagar. Haciendo dos niveles cultura-construcción
de un muro infranqueable entre: lo sagrado y lo secular; lo natural y lo
sobrenatural; la inmediata y eterna Dios es presente.-con respecto a la adoración
de la religión, pero fuera de la iglesia puede arreglar las cosas a mi manera.
Jesús en Lc 16,13 dice: "nadie puede servir a dos señores; o bien te aburre de uno
y amará al otro, o si se dedican a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios
y al dinero"
Los signos del secularismo:
a. Racionalismo: la razón como determinante de la máxima autoridad.
b. Relativismo-todo es relativo, incluso la verdad, nada es absoluto.
c. Narcisismo – crecimiento excesivo amor a sí mismo
d. Hedonismo -todo lo que da placer – lo que te hace sentir bien.
e. Materialismo – todo está orientado para el beneficio. El material en el primer
lugar.
f. Individualismo: "Yo soy mi propio hombre."- Esta en el centro de la vida.
Tengamos cuidado. Si alguno de estos síntomas son parte de tu vida o de tu
familia, estas participando de la laicidad, del secularismo, es una señal de que
necesito un cambio de vida, pues han caído en la mundanidad espiritual.
La mundanidad espiritual no es otra cosa que una actitud antropocéntrica. Un
humanismo sutil enemigo del Dios Viviente y, en secreto, no menos enemigo del
hombre, que puede instalarse en nosotros por mil subterfugios: matrimonios de
iguales como un derecho humano, derecho a abortar por el libre albedrio, defender
la libertad religiosa convertida en no proclamar nada que tenga olor o sonido a
religión, dejar de ser pastor de pueblo, padre de familia, para convertirse en
clérigo de estado, en funcionario; de padre de familia con la tarea de proteger y
educar a los hijos, incluso de corregirlos con castigos, que los llaman violencia
psicológica, para convertirlos en proveedores.
El Espíritu Santo nos sitúa más allá y nos rescata de este espíritu del mundo, del
espíritu de ese ―mundo‖ del cual es más peligroso ser amigo que enemigo. Nos libera
de esta trampa que tiende a mundanizar nuestro Ministerio de padres. Él desde
nuestro interior, nos conduce y nos impulsa en dos direcciones diferentes: una
hacia dentro pues nos introduce en el Misterio de Dios y otra hacia afuera que nos
da la fuerza del testimonio.
La actitud antropocéntrica nos lleva a un humanismo ateo surge con la clásica
afirmación de que: ―El hombre es para el hombre el ser supremo y para quien la
religión no es más que el opio del pueblo, una especie de sostén psíquico-moral, un
poco al modo como otros tienen necesidad de narcóticos. Considera: que hay que
matar a Dios para salvar al hombre; hay que recuperar toda la energía humana,
desperdiciarla vanamente en un dios que es la nada, pura proyección de nuestra
nostalgia, sueño de nuestras insuficiencias; hay que liberar al hombre, a un alienado
de su alienación religiosa, dándole el sentido de su grandeza del valor y
posibilidades del esfuerzo humano para construir un mundo mejor y más digno del
hombre.
En repuesta a ellos, algunos consideran el secularismo no como un competidor de la
religión sino como una expresión madura de la fe cristiana, en la que se pretende
vivir un ―cristianismo sin religión‖, y no se supone que se haya rebelado contra Dios,
sinoque es Dios el que está educando a su más alta criatura terrenal para que sea
independiente. De la misma manera que los padres sabios ayudan a sus hijos a
independizarse, Dios a estado intentando llevar a la razahumana a un punto de
autosuficiencia.
En esta mentalidad secularista, se pretende ver la disciplina y exigencia de la
Iglesia como un intento de devolver a los aduntos a la adolescencia, obligandoiles a
ser dependientes, explotando sus debilidades.
También el secularismo ha querido infundir en el hombre creyente, que el ser
cristiano no quiere decir ser ―religioso‖, sino ser humano, e invita a celerar la
emancipación de Dios como un don de Dios, que no necesitan convertirse en
cristianos, pues ya lo son, entendiendo el ser cristianos comoun autosufiente y
completamente humano. Es la expresión de ―soy catolico a mi manera‖; ―no tengo
porque ir a misa, voy cuando me nazca‖, haciendo unos cristianos que tienen una fe
personalista; ―llevo mi hijo a la catequesis para cumplir con eso‖; para el bautismo
es más importante tener dinero para la fiesta, el bestido, la comida para los
compadres, que el sacraento, ello es para cumplir y así salir e eso, los compadres se
preocupan por tener una buena relación y compañerismo con el comadre y le
prestan poca atención a los ahijados y su vivencia cristiana y religiosa.
Siendo así las cosas, podemos suponer que la Iglesia será cada vez más una ―Iglesia
de voluntarios‖, relativizando a la Iglesia, que la busco solo cuando la necesito,
cuando va de acuerdo a los gustos personales.
Esta tendencia lleva a un materialismo que postula la materia es lo primario y la
conciencia y el pensamiento, son consecuencia de ésta, a partir de un estado
altamente organizado. Asimismo esta concepción resuelve otro aspecto acerca de la
relación del pensamiento humano y el mundo que lo rodea y la cognoscibilidad de
ese mundo, en una visión material, que existe objetivamente, independientemente
de la conciencia. La conciencia y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel
superior de organización de la materia, en un proceso de reflejo de la realidad
objetiva. Sostiene, además, que la materia no ha sido creada de la nada, que existe
en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles por el hombre,
ya que es posible demostrar la exactitud de ese modo de concebir un proceso
natural, reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas
condiciones y además poniéndolo al servicio de nuestros propios fines, dando al
traste con la ―cosa en sí, inasequible‖.
Esta tendencia secularista lleva a un literalismo bíblico (también denominado
biblicismo o fundamentalismo bíblico) es la interpretación de los versículos de la
Biblia de una manera explícita y primaria, fundamentalista y evangélico, y es
utilizada casi exclusivamente por cristianos conservadores. La interpretación
literal no hace hincapié en el aspecto referencial de las palabras o términos en el
texto, significa una negación completa de los aspectos literarios, el género, o las
figuras literarias (por ejemplo, la parábola, la alegoría, el símil o la metáfora). Sin
embargo, el literalismo no conduce necesariamente a una sola interpretación de
cualquier pasaje bíblico, cada quien lo interpreta a su modo y conveniencia y con la
biblia justifican procederes erróneos por su interpretación literalista. Se oye
decir: Donde dice en la Biblia que es obligatorio ir a misa los domingos‖; pero anulan
aquello que no les respalda su comportamiento individualista como el Aborto (Ex.
21,22-25), los métodos anticonceptivos artificiales Cf. Gen 38,6,10), la educación
de los hijos (Ex. 12, 26-27; Eclo 30,1-13), el ser una sola carne en el matrimonio y el
evitar el divorcio (m 19,1-12); el homosexualismo (Lev. 18,22-23; 20,13; Deut 23,
17-18; 1 Re 14,24; 15,12; 22,47; Jue 19,22; 2 Re 23,7; Rom 1,24-27; 1 Cor 6,9; 1 Tim
1,8-10; 2 Pe 2,6; Judas 1,7; Ex. 19,4-5; Gen 19, 1-29); la vanidad (Ecle 1,2; Sal.
138,6; Sal. 24,4-5; Sal. 10,7; Job 7,16; Prov. 22,8), etc.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et Spes 36 dice:
―Si por ‗autonomía de la realidad terrena‘ se quiere decir que las cosas
creadas y la sociedad misma goza de sus propias leyes y valores, que el
hombre ha de descubrir, emplear y ordenar poco a poco, es
absolutamente legítima esta exigencia de autonomía. No es solo que la
reclamen imperiosamente los hombres de nuestro tiempo. Es que, además
responden a la voluntad del Creador. Pues, por la propia naturaleza de la
creación, todas las cosas están dotadas de consistencia, verdad y bondad
propias y de un propio orden regulado, que el hombre debe respetar, con
el reconocimiento de a metodología particular de cada ciencia o arte.
Pero si autonomía de lo temporal quiere decir que la realidad creada es
independiente de Dios y que los hombres pueden usarla sin referencia al
creador, no hay creyente alguno a quien se le escape la falsedad envuelta
en tales palabras. La criatura sin el Creador desparece‖
Esta realidad denunciada por el Concilio Vaticano II, se traduce en la importancia
que le hemos dado a lo material, dejando las cosas de Dios para el cumplimiento y
aislando la vivencia cotidiana de Dios, viendo como aburrido el orar, el ir a misa, el
enseñar sobre Dios a los hijos, la misma catequesis, el no ir a la Iglesia por motivos
de los niños que no se quedan quietos, pues los padres perdieron la autoridad sobre
ellos, debido a su mismo comportamiento de preocupados más por lo material, lo
cual no debe descuidarse.
La religión sin Dios resulta en muerte espiritual. Es lo que encontramos en el
mundo. Es lo que tenemos en la secularización cristiana. Ellos tienen una concepción
relativista del mundo posmoderno, que es una actitud de pesimismo en este mundo,
porque era una actitud de desilusión con la era del sueño de paz y prosperidad
prometido por la modernidad racionalista y científica que nunca llegaron. Todo
sigue como siempre ha sido: la eterna corrupción en posiciones altas y bajas en la
nación. La vertiginosa escalada de la violencia. El rampante egoísmo del ser humano,
que sólo se preocupa por sí mismo. Las guerras, la pobreza, plagas, desastres
naturales etc. Estos y otros son elementos que día a día si se añaden a la ya
interminable lista de enfermedades a que está sometido este mundo. Por lo tanto
Reina del pesimismo y la desesperación de la gente crece día a día.
Pero para los verdaderos hijos de Dios, el sufrimiento y tribulaciones pueden ser
útiles para el desarrollo de su salvación. No deberíamos verlos como cosas
necesariamente malas, porque en medio de tribulaciones, para desarrollar la
perseverancia, la esperanza y la experiencia, el creyente puede experimentar el
amor de Dios de una manera que podría alguna vez sin el sufrimiento (Rom 5,3-4).
La escritura dice: "Bueno, esperanza no confunde, porque el amor de Dios se vierte
en nuestros corazones por el Espíritu Santo, dado a nosotros" (Rom 5,5). Los
teólogos puritanos del pasado que considera una manifestación especial del amor de
Dios al hombre. Aunque este amor está disponible a cada creyente, es en el
momento de mayor sufrimiento que podemos acercarnos al Señor y experimentar
una comunión tan íntima que podríamos apenas diferentemente.
Todo ello es un secularismo en la vida de familia. Agregandole la preocupación por
la vanidad, el vivir a la moda que la sociedad le presenta, el alejar a los hijos de su
lado y mandarlos al tio televisión, porque a muchos padres les estorban los hijos
cercanos o dialogar con ellos.
La Televisión y el internet han demostrado para ser potentes instrumentos que
promueven el mundo postmoderno y pos-cristo. En un tiempo cuando la gente dice
que no tengo tiempo para leer o charlar, el bombardeo de imágenes ha promovido a
una especie de anti-intelectualismo, porque superinformado anula la capacidad de
"leer" y criticar, sustituyendo la razón por la emoción y el significado de
entretenimiento.
Este comportamiento también ha logrado enormemente masiva iglesia. Tanto
cristianos como no cristianos, han perdido la capacidad de leer, interpretar y
criticar, pasando a asimilar lo que ves en internet o en la televisión, casi siempre,
cosas superficiales. Con esta embriaguez causada por los medios de comunicación,
las mentes están saturadas de basura. Influenciado por esta forma mundana de la
vida, muchos creyentes han dejado de lado la lectura de la palabra de Dios y la
meditación diaria que debe hacerlo.
Dice el Señor el profeta Jeremías: ―Porque dos errores hecho mi pueblo: me deja,
la fuente de agua viva y cavaron cisternas, roto cisternas que no retienen las
aguas" (Jr. 2,11-13).
La regla de fe y práctica del pueblo de Dios deben ser la palabra de Dios y no los
mensajes seculares y mentirosos de nuestro mundo postmoderno. La Biblia siempre
es lámpara a nuestros pies y luz a nuestro camino (Sal 119.105). Debemos
alimentarnos para que nuestra cosmovisión se pueda ver el mundo con la mente de
Cristo (1 Cor 2,16).
El secularismo, no la secularización, lleva a considera importante no las
cuestiones religiosas (salvación, destino del hombre, pecado, gracia,…), sino los
problemas economicos, técnicos y politicos.
Esta relevancia lleva a caer en una crisis de identidad: ¿En qué me distingo yo de
los demás?
La verdadera solución para por aprender a vivir sin complejos una cierta
irrelevancia social, como San Pablo, que no tenía reparo en reconocer: ―A nosotros,
loa Apostoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte,
puestos a modo de espectáculo para el mundo, los angeles y los hombres‖ (1 Cor
4,9).
Lo que hace falta es vivir ―a tope‖ los valores del Evangelio, pensando que una
generación se salva por las personas que saben oponerse a sus gustos. Siguiendo a
Jesus, que unicamente pudo apoyarse en la fidelidad inquebrantable a Dios y en la
obediencia fiel a su voluntad. Creando una comunión intima con Dios.
Esta comunión con Dios impulsa al creyente a vivir en comunidad, siendo esta un
punto de referencia, un apoyo externo para la fe. El secularismo, que lleva al
personalismo e individualismo, aisla, creando un ―shock cultural‖, en la que lo
solicitado por la fe, la civilización creyente, se apone a lo que se vive largas
temporadas. Para superar ese ―shock cultural‖ se necesita mantenerse en
comunicación con alguno que comparta las mismas convicciones y, sobre todo volver
a encontrarse periodicamente. El creyente que vive en una sociedad totalmente
secularizada sabe que, para no sucumbir a ese ―shock cultural‖, necesita compartir
y celebrar su fe con otros creyentes en una comunidad.
La vivencia de una ―privatización de la fe‖, de vivir la fe a la manera personal, lleva
a desentendese de la sociedad para refugiarse en el terreno privatisimo del
individuo, a vivir sincomprimoss e irresponsablemente. Realidad que estamos viendo
en la sociedad del placer. Los adolescentes y jovenes, los adultos, buscan un placer
sexual, que va a traer consecuencias, que no se asumen plenamente ni estan
preparados para ello. El padre de familia que busca el placer en el licor y otras
mujeres, pensando solo en sí mismo, deja a un lado las reponsabilidades de la
alimentación y la vivienda digna de su familia, acrecentando la pobreza. El
adolescente y joven que busca estar con el otro por placer, por sentirse bien, sin
compromiso y menos sin responsabilidad a las consecuencia, lo lleva a un embarazo
de adolescentes, a una contaminación de enfermedades contagiosas, acrecentando
deserción escolar, pobreza, etc.
Enseñar Mt 7,13-14: "entrar por la puerta estrecha (ancho de la puerta y amplio es
el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella), porque estrecha
es la puerta y angosto, el camino que conduce a la vida y pocos es los que pegan con
ella".
El camino ancho es el camino de ventajas personales, es la manera de la falta de
compromiso y dedicación, es el camino de la despreocupación. El camino angosto es
el camino de la sumisión a Dios. Es estrecha porque simboliza la dificultad de
caminar por él a aquellos acostumbrados a los atajos de la vida. Por esta razón hay
tan poca gente en él. Muchos han engañado a ellos mismos con un marketing
elaborado y supuestas sanidades y milagros, pero toma mucho cuidado: "hay un
camino que parece derecho al hombre, pero después de todo son caminos de
muerte" (Prov. 16,25).
Una religion relegada a la vida privada, espera solo de la Iglesia aportes a los
individuos unicamente bienes de carater espiritual (consuelo, paz interior,
serenidad frente al ―más allá‖, etc.), utilizando un ritualismo religioso en conexión
xon losa acontecimientos personales, especialmente con ocasión del nacimiento, el
matrimonio ( a veces por compromiso social) y la muerte, pero consideran
―improcedente‖ que la Iglesia se pronuncie sobre cuestiones sociales, ya sean
politicas o economicas. Se lleva una fe sin compromiso social cuando se tiene una
religion relegada a la vida privada.
La privatización de la fe ha dado origen a un divorcio entre la fe y la vida diaria,
que el Concilio Vaticano II calificó como ―uno de los más graves errores de nuestra
epoca‖ (G et S, 43): por una parte, se da el hombre de la economia, amoral y
areligioso, por tora el buen padre de familia, el amigo afectuoso, el cristiano
piadoso.
La tarea que nos aguarda es recuperar la dimensión publica de la fe sin recaer en
posiciones de proselitismo cristiano. En el pasado, la presencia pública de la Iglesia
se logro al precio de sacraliar todo. Hoy debe conseguirse aprendiendo a vivir
religiosamente lo profano.
Hoy se quiere disfrazar el secularismo con la palabra ―laicista‖, que viene de un
termino griego que significa pueblo. Ese laicismo, al igual que el secularismo, quiere
hacer un pueblo sin Dios.
Según Jn 17,16, el creyente en Dios, estando en el mundo, debe llevar su existencia
de fe sin pertenecer al sistema corrupto mundial, en una pasión por la gratificación
instantánea.
Las consecuencias del secularismo:
a. Pretender vivir sin Dios, afirmando la supremacía de la racionalidad científica
y el individuo por encima de la fe, la religión y sus instituciones
b. La búsqueda de la experiencia espiritual y religiosa privatizada, la sala no por
las jerarquías de las religiones organizadas formalmente.
c. Poner a Dios al servicio del bienestar humano y se encarga de los poderes
sagrados y espirituales, con el fin de resolver la vida en términos mágicos.
d. Pérdida de identidad que es la iglesia. La iglesia visible de Cristo es la
comunidad del pueblo de Dios llamado fuera del mundo y envió al mundo como
discípulos de Cristo." Llamado a despertar el laico a participar en la vida de
comunidad.
e. Hacer culto a lo que no pertenecen a Dios y poner lo que las escrituras
enseña. Como la Reforma protestante que llevó las escrituras a ser centro de
la iglesia y no Dios.
f. Falta de compromiso de seguir a Jesús, que exige entrega total, sin reservas,
sin restricciones, es un compromiso que implica nuestro todo: Lo que tenemos,
lo que somos, lo que tenemos y cómo vivimos debemos ser para Cristo.
g. Una persona lejos de Dios es presa fácil y bocado preferido del enemigo de
Dios.
Es muy triste ver la realidad que un gran número de cristianos, han sido
secularizados, han dado un gran valor a las cosas del mundo, a expensas de las
cosas de Dios. Jesús, en su oración sacerdotal, pidió al padre que no fue quitado del
mundo, sino que nos entregamos mal (Jo 17,15). Eso es porque tenemos la misión de
ser sal y luz a este mundo (Mt 5.13-16).
Si tenemos la mente de Cristo, debemos seguir lo que el apóstol Pablo dice a los
Colosenses: "así, si usted ha sido resucitado junto a Cristo, buscar las cosas de
arriba, donde Cristo vive, sentado a la diestra de Dios. Poner su mente en las cosas
arriba, no en las cosas aquí en la tierra "(Col 3,1).
Morimos en Cristo para vivir para él. El Señor nos da vida y vida en abundancia (Jn
10,10). Tenemos que abandonar los lugares seculares para disfrutar de las
maravillosas riquezas que tenemos en Cristo Jesús.
e. LLAMADA A LA ACCION
Existen muchas definiciones de cada estilo, tantas que en ocasiones ni los mismos
seguidores son capaces de definir el propio. Lo que tienen en común es ―la búsqueda
de identidad‖. Nuestros jóvenes y adolescentes está buscando una identidad.
Nuestra sociedad, queriendo ser construida sin Dios, le ofrece estilos de vida:
Emos, veganos, góticos, pokemones, otakus, hippies, hardcore, reggaetoneros,
punkies, kitsch, clowns, red skin, skin head… tribus urbanas, un fenómeno que
actualmente ha tenido bastante difusión
Sin embargo, en los jóvenes, da un poco lo mismo si son seguidores de los chicos
Kudai, de los vegetarianos, de los estilos vampirescos, de los cortes de pelo
estrambóticos, de los ojos tapados, apasionados de la animación japonesa o por la
violencia, etc. Ya que todos tienen un denominador común: ―La búsqueda de una
identidad‖.
¿Qué hace que un joven se adscriba a algún grupo o tribu?, ¿qué podemos hacer los
padres?, ¿es bueno, malo?, ¿debemos prohibir?
La búsqueda de la identidad es una tarea de la adolescencia. Es poder lograr una
sensación de continuidad en el tiempo, de ser la misma persona a pesar de los
cambios físicos, emocionales, psicológicos y medioambientales que se van
experimentando durante el desarrollo y que permite la diferenciación de los demás.
El adolescente debe gradualmente encontrar su camino, saber quién es, cómo es y
qué quiere hacer, pero no sabe cómo. Por eso hace ensayos que en ocasiones pueden
ser mal vistos por la familia y la sociedad. Y a los adultos se nos olvida que estos
ensayos son necesarios para que consolide su identidad.
En esta búsqueda aparecen, de manera inconsciente, muchas preguntas importantes
de la vida que lo impulsan a buscar nuevas alternativas: ¿por qué soy como soy?,
¿cuál ha sido mi experiencia?, ¿qué quiero preservar de mi historia?, ¿en qué me
parezco a mis padres? Y de eso en común con ellos, ¿qué es lo que realmente quiero
conservar?, ¿cómo pienso?, ¿cómo siento?, cuándo lo siento ¿cómo lo acepto?, ¿cuál
es mi tendencia sexual?, ¿qué me atrae de los otros y cómo manejo la atracción que
los otros ejercen sobre mí?, etc.
El adolescente siente la necesidad de estar menos tiempo con sus padres, esto le
va permitiendo de manera gradual separarse psicológicamente de ellos y establecer
nuevas relaciones, principalmente con otros de su edad. Esto es parte del
desarrollo y como padres no debemos impedirlo; sin embargo, no implica de ningún
modo que ―viva su vida y haga su voluntad‖; de igual forma deben haber instancias
previamente acordadas de participación familiar y exigir que estas se cumplan,
aunque con un poco más de holgura que cuando eran niños.
¿Cuándo preocuparnos?
Así, el joven va desarrollando modas en su vestimenta, en el saludo, en el lenguaje,
en el arreglo ¿o desarreglo? personal, "se casa" con ideas radicales, lo que va a
repercutir de una u otra forma en la actitud y en el comportamiento de los padres
hacia sus hijos adolescentes.
En la actualidad el bombardeo de los medios de comunicación nos entrega un sinfín
de elementos ideológicos y comerciales que favorecen valores, modelos y tipos
ideales para los jóvenes, con los cuales muchos adolescentes se comparan y a
quienes tratan de imitar, siendo estos estereotipos los que están contribuyendo a
formar la imagen e identidad de las nuevas generaciones.
Pero ¿cuándo debemos ocuparnos e intervenir? ¿en qué momento podemos hablar
de conductas mal adaptativas o de riesgo de prolongación o desviación del
desarrollo de esa identidad?
Antes de dar respuesta a estas interrogantes es importante mencionar que si el
niño se desarrolla en una familia armónica con unos padres idealmente tolerantes y
guías de estos cambios; más aún si el niño está en una sociedad que le acepta, le
apoya en sus progresos y hace frente a sus dificultades, éste se caracterizará por
su capacidad para adaptarse al crecimiento y a las exigencias a las que es sometido.
¿Cómo podemos ayudar?
Una transición adecuada de la adolescencia permitirá al joven encontrar "eso" que
andaba buscando que es justamente su identidad.
Por el contrario, fracasos reiterados, discriminaciones, pérdidas de personas
significativas en la vida, problemas en el colegio, inestabilidad, incoherencia en los
mensajes recibidos, realidad socioeconómica, barreras institucionales, sentimientos
de impotencia personal, incompatibilidad social, conflictos y factores de desarrollo
mental, son algunas barreras que pudieran interferir en esta tarea del desarrollo y
hacer que las conductas que hemos descrito (que son características de la edad
adolescente), se perpetúen, se acentúen y puedan desviarse por caminos que ya no
representan ideales a alcanzar, sino una forma de vida en la que se puede estar
arriesgando su propia vida.
Debemos poner LUZ DE ALERTA frente a conductas tales como: aislamiento
familiar, mal humor crónico, peleas constantes, malos tratos, falta de respeto con
sus padres, desobediencias constantes, abandono escolar, uso de drogas, conductas
antisociales, entre otras. En este caso, se sugiere consultar a un especialista lo que
puede ser de gran ayuda ya que los jóvenes entran en una etapa de ―ostras‖ y es
muy complicado poder acceder a ellos. Pero ¿cómo podemos ayudar?
Aquí van algunas RECOMENDACIONES para prevenir los conflictos de identidad
en los adolescentes:
1. Buena comunicación desde pequeñitos, constantemente hable con sus hijos
acerca de ellos mismos, sus deseos, temores, ansiedades, alegrías y cuando vea que
no lo pueden explicar, ―facilítele‖ las palabras para que se pueda expresar. En la
medida en que más nos comuniquemos con los niños, más los conocemos y más les
permitimos expresar sus sentimientos lo que, además, les da conocimiento de sí
mismos.
2. Promueva que se inscriban en algún club o academia de deporte, música,
danza, ciencias etc. Lo importante es que genere un sentimiento de pertenencia a
algo más que al colegio.
3. Si eventualmente comienza a cambiar su vestimenta, no es bueno prohibir de
manera tajante, podría ser sólo una moda y pasa con el tiempo. Sin embargo, se le
puede sugerir que, cuando asista por ejemplo a una reunión familiar con los abuelos,
trate de moderar su atuendo, pero a modo de petición, no de obligación. Así le
entregamos el mensaje de que ―en ocasiones debemos ceder‖.
4. Ayudarlos a ser un adulto maduro. Esto se logra de manera gradual, enseñando
con el ejemplo a ser tolerantes, a aceptar las diferencias de todo tipo, a tratar con
respeto a todas las personas, independiente de lo que sean o que piensen distinto.
Evitar todo comentario descalificativo al referirse a otro y reprenderlos cuando
ellos lo hagan.
5. Ser congruentes en la crianza. Esto significa que ambos padres debemos
tener claro y estar de acuerdo en las normas y estas deben respetarse. Lo
importante es hacerlo desde pequeños, comenzar a imponer reglas en la
adolescencia resulta mucho más complejo ya que es parte del adolescente el ser
oposicionista y se revelarán con mayores recursos al ser mayores.
6. Tenemos que creer y confiar en nosotros mismos y en nuestros hijos. La
flexibilidad de los padres, los mensajes positivos y congruentes pueden ayudar al
adolescente -con ambiente de soporte y apoyo- a enfrentar todos los dilemas de la
vida.
7. Busque a Dios. Las cosas materiales son pasajeras. El placer es una
satisfacción de momento. Si el hijo está buscando identidad, ofrézcale algo sólido,
firme. Dios se ha ofrecido como tal, al decir: ―Yo Soy‖ (Ex. 3, 14), y Jesucristo da
la satisfacción plena: "Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y
yo os aliviaré" (Mt 11, 28), ―Yo soy el camino, la verdad y la vida‖ (Jn 14,6); ―Yo
soy el pan de vida‖ (Jn 6,35); ―Yo os daré vida en abundancia‖ (Jn 10,10); ―Yo soy la
luz del mundo‖ (Jn 8,12); ―Yo soy la puerta‖ (Jn 10,7); ―Yo soy la resurrección‖ (Jn
14,25). Todo ello traducido en obras de oración, ejercicios de piedad, vencer el
dicho: ―para salir de eso‖ en lo referente a la catequesis o preparación de los hijos
para un sacramento; para cumplir voy a misa, porque me invitaron, para quedar bien
con fulanito voy acompañarlo en los rezos, etc., darle importancia a la vida con Dios,
la asistencia con los hijos a la Santas Misa y luego llegar con alegría a la casa, orar
pero reflejarla en la alegría y la paz que brinde a los demás.
8. Hagamos el compromiso de lucha contra el SECULARISMO guardando la
palabra: Sal 119,11: ―mantener en el corazón tus palabras, para no pecar contra ti.‖
Poner en práctica Mt 7,24 todo el mundo que oye estas palabras mías y la práctica
se compararán con un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
9. Reforma en la vida. Esta reforma debe ser iniciada en la vida de cada discípulo.
Esta reforma consiste en un regreso urgente a las Escrituras y a la vida de
comunidad, participando como creyentes en las actividades religiosas, estudiando el
Catecismo de la Iglesia Católica en grupo familiar.
Hacerse cargo desde chicos.

f. PARA REFLEXIONAR
1. Realizar una lista de actitudes comunes en su vida diaria que podría ser
descartado por ser propósitos seculares y contrario a la palabra de
Dios.
2. ¿Qué acciones puede tomar para tener un cambio de hábitos, de tu vida
para ser más orientado hacia el Reino de Dios y la gloria del Señor
Jesús?

Recomiendo ver la película Cuarto de Guerra


ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

3. PREVENIR EL DELITO
(Ante la importancia del tema y la problemática planteada, ponerse de acuerdo
con los representantes para dedicar varios días durante el mes a tratar los
problemas planteados en esta unidad)

a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST Y EVALUARLO
1) ¿Tienen normas en el hogar?
2) Cuando un hijo quebranta la norma ¿cuál es tu reacción como
padre?
3) ¿A qué se debe que los hijos quebranten las normas del hogar?
4) ¿Son buenas las sanciones?
5) ¿Cuál es la raíz del delito?
6) ¿Qué consecuencias trae el delito, a nivel personal, familiar, a la
sociedad?
c. TEXTO BÍBLICO: Eclo. 30, 1-13
d. EXPOSICON DEL TEMA
Dado que el hombre está dotado de una voluntad libre que le permite desarrollar
sus facultades naturales, teniendo como única limitante, a esa libertad, su propia
naturaleza; pero, en sociedad, esta libertad está forzosamente limitada por el
respeto a la libertad de otros hombres; de aquí deriva la necesidad de normas o
reglas que garanticen a cada miembro del cuerpo social, con una medida igual, el
ejercicio de su actividad y desarrollo.
La teoría y existencia de este principio constituye el DERECHO, en su acepción más
extensa. Por tanto, el derecho como un conjunto de normas de
observancia obligatoria para todos los miembros de la sociedad, que han sido
establecidas por el Estado de acuerdo a procedimientos previamente
establecidos, permiten la convivencia de todos los miembros de la sociedad entre
sí, de las instituciones del Estado y la interrelación de éstas y la sociedad.
Desde luego, la manifestación del derecho, en su aspecto práctico y real, es por
medio o a través de la ley. Ella y a los intereses de la sociedad, para una correcta y
legal convivencia entre los miembros de la sociedad y su relación con las
instituciones del Estado, que la misma ley denomina delito.
Un delito es un comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por imprudencia,
resulta contrario a lo establecido por la ley. El delito, por lo tanto, implica una
violación de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena.
La causa de la infracción o de la no observación de las disposiciones de la ley, el
delito, en perjuicio de la sociedad y de la obligatoriedad de la misma ley por los
hombres, obedece a muchos y muy diversos factores, ellos tienen origen en la
propia naturaleza del hombre y la convivencia estrecha a la que, hoy en día, se ve
sometido. Pues, el hombre siempre pretenderá tener un mayor número de
satisfactores que otros, incluso más de los que necesita, por el sólo hecho de
acumular riquezas y el poder, que en la sociedad actual, representan una posición
admirada y envidiada por algunos de sus miembros, aun cuando no las puede
conseguir de manera honesta y legal.
En este sentido, es que el delito es una consecuencia de la convivencia social, que
infringe normas legales, en el afán de llegar a obtener la aprobación social, desde
el punto de vista económico, y la dirigencia de la misma, como patrón de
admiración.
La dignidad de la persona humana es un valor esencial, que debe servir de
basamento a la creación, interpretación y aplicación del orden jurídico positivo.
Valor ético que, cual estrella polar, debe guiar el quehacer de legisladores,
administradores y jueces.
La carencia de conocimiento de las normas no puede mermar la obligatoriedad de la
Ley. Es, realmente necesario que el ciudadano conozca las leyes; pero sabemos que
es materialmente imposible que todos los habitantes puedan conocer con la
prontitud del caso las leyes que se dicten.
La idea del delito toma su origen en la ley penal, la infracción de una orden o
prohibición impuesta por la ley; en consecuencia, delito será todo hecho al cual el
ordenamiento jurídico penal le adscribe como consecuencia una pena, impuesta por
la autoridad judicial por medio de un proceso.
En el delito, para su existencia, deben de incidir dos sujetos: el sujeto activo y el
sujeto pasivo, en ocasiones intervienen otros en conjunción con el activo, ya sea
antes o después de la comisión o realización del delito.
El sujeto activo del delito será toda persona que, en términos generales, infrinja la
ley, ya sea por su propia voluntad o sin ella; es decir, el delito puede ser cometido,
por el sujeto activo, con pleno conocimiento de la acción que va a realizar,
esperando el resultado de ése, o, en caso contrario, sin la voluntad de ese sujeto,
cuando la acción, que da origen al delito, no es deseada y se comete por
imprudencia o sucede por un accidente. Sin embargo, este sujeto será el que
realice la acción de la conducta o la omisión de la misma que están previstas y
sancionadas por la ley penal.
En el caso del sujeto pasivo del delito, éste será toda persona que resienta el daño
que ocasiona la comisión del delito, la consecuencia de la conducta delictiva, ya se
trate de su persona, en sus derechos o en sus bienes. La persona a quien se le
afecta en su esfera personal de derechos e intereses.
El delito formal se perfecciona con una simple acción u omisión, haciendo
abstracción de la verificación del resultado. Los delitos de lesión o daño y de
peligro. Según el objeto o fin que persiguen, la perturbación, daño, disminución o
destrucción del bien jurídicamente protegido, son delitos contra la cosa pública o el
Estado mismo o sus Instituciones y delitos contra las personas privadas, delitos
políticos y no políticos.
Según los sujetos que los realizan, los delitos individuales y colectivos, comunes y
especiales según la ley que los contenga; y ocasionales y habituales según la
constancia con que delinque el sujeto que los realiza. Según los requisitos para
la procedibilidad o persecución de los delitos, conforme al bien jurídico protegido
que afecta, de acuerdo a la naturaleza del daño afectación del bien, los delitos son
de acción pública (denuncia) o de acción privada (querella).
La acción humana es siempre tendente a un fin, es finalista. Este carácter se
fundamenta en que el hombre, que conoce los procesos causales, representa dentro
de ciertos límites los resultados que su conducta puede acarrear y los quiere,
conforme al plan que ha previsto.
Respecto del concepto de acción se considera que alguien ha llevado a cabo una
acción realizando una valoración consistente en que ha de podérsele imputar a
alguien como conducta suya un suceso que parte de él o un no hacer. En el tipo se
valora la acción desde el punto de vista de la necesidad abstracta de pena,
independientemente de la persona del sujeto concreto y de la situación concreta de
la actuación. Por tanto, el fin de la conminación penal es preventivo general. En el
injusto se enjuicia la acción típica concreta, incluyendo todos los elementos de la
respectiva situación.
En el sistema causalista, la acción consiste en una modificación causal del mundo
exterior, perceptible por los sentidos y producida de modo voluntario por un
movimiento corporal. Los tres elementos de la acción son:
1. Manifestación de voluntad, bastando con que el sujeto quiera su propio obrar. El
contenido de la voluntad, es decir, lo que ha querido, carece de significación y sólo
tiene importancia dentro de la problemática de la culpabilidad. Asimismo, la
manifestación de voluntad ha de ser consciente, espontánea y exteriorizada, ya que
no constituyen acción, por ejemplo, los hechos realizados en sueños o por
movimientos meramente reflejos, y menos aún, aquellos que se realizan cuando el
sujeto se halla constreñido por una fuerza irresistible.
2. El resultado, que puede consistir o bien en una modificación o cambio del mundo
exterior como consecuencia de la manifestación de voluntad, o bien en el
mantenimiento de ese mismo mundo exterior a causa de la no realización de una
acción esperada y exigible.
3. Una relación de causalidad, consistente en una precisa relación entre los dos
elementos anteriores, manifestación de voluntad y resultado.
Para los causalistas la acción es una conducta humana voluntaria, prescindiendo de
qué se ha querido con tal comportamiento, cuya consideración pertenece al ámbito
de la culpabilidad.
En el sistema finalista, la acción siempre tiende a una finalidad, no se concibe un
acto voluntario que no se dirija a un fin, lo cual no es ignorado por el sistema
causalista, pero su importancia se estudia en el ámbito de la culpabilidad. Con ello
discrepa el finalismo que tiene en cuenta los fines ya en sede de tipicidad,
afirmando que cuando el legislador describe una conducta en un tipo penal no
describe un simple proceso causal, sino un proceso causal en la medida que se
deriva de la realización de una acción final humana.
Naturalmente, el sujeto realiza una valoración de la acción, pero es una valoración
positiva, bien porque la considere justa, beneficiosa o de otro modo positiva para
él. Pero junto a esa valoración positiva existe otra valoración negativa de la acción,
que es la realizada por la comunidad y que constituye la llamada antijuricidad.
Para el finalismo, la diferencia entre la acción culposa y la dolosa estriba en que,
mientras en la acción dolosa la finalidad es factor configurador del proceso acción,
en la acción culposa es únicamente momento de referencia. En este caso, la acción
del sujeto no está dirigida al fin y lo que eleva a este suceder por encima de un
simple proceso causal es la circunstancia de ser evitable finalmente, siendo la
acción culposa, por ello, genuina acción.
En este actuar no debe olvidarse la norma, que debe ser norma objetiva de
valoración que permite enjuiciar el actuar del hombre desde la perspectiva del
orden comunitario. Como norma de determinación, el Derecho no ha de hacer
aparición hasta el momento de la culpabilidad. Sólo allí habrá que preguntar si, y en
qué medida pudo el hombre dejarse guiar por los juicios de valor contenidos en las
proposiciones jurídicas normas de determinación.
Las normas han de entenderse, pues, como imperativos, sentido en el que de hechos
conciben por parte de la colectividad. Los imperativos de las normas se dirigen a
todos aquellos a los que afecta su contenido, sin distinción según la edad, la salud
mental ni la cultura de los destinatarios de la norma.
Clasificación de los delitos:
Los delitos naturales constituyen dos categorías:
Ofensas al sentimiento de la piedad:
1. Todos aquellos actos que tiendan a producir un mal físico en las personas.
2. Actos que producen a la vez un dolor físico y moral.
3. Acciones que producen un dolor moral.
Ofensas al sentimiento de la probidad:
1. Agresiones violentas contra la propiedad.
2. Ataques a la propiedad sin violencia pero con abuso de confianza.
3. Ataques directos a la propiedad y a los derechos civiles de las personas.
Existen hechos que, aunque no atacan ninguno de dichos sentimientos, suponen un
peligro para la comunidad y es lógica que se castiguen tales hechos como delitos.
Los mismos ya no son delitos naturales, sino legales o de creación comunitaria.
Entre ellos figuran:
1. Las acciones que van contra comunidad.
2. Las acciones que atacan al que posee el poder comunitario.
3. Las acciones que atacan a la tranquilidad, a los derechos de los ciudadanos o
el respeto debido al culto o al pudor público.
4. Las transgresiones de la legislación particular de una comunidad.
Frente al Delincuente: El delito no es el centro de atención, sino la persona que lo
comete; a su vez, el delincuente es el objeto de estudio, mientras que el delito es
solo la consecuencia. Método empleado: Inductivo. De lo particular a lo general. A
partir de estudios realizados acerca de un delincuente o sujeto antisocial concreto,
llegan a determinadas conclusiones y desarrollan hipótesis, con lo que crean tesis
relacionadas con el comportamiento criminal.
Teniendo presente lo anterior, se dan:
Delitos de Acción: Los que se cometen por medio de una conducta positiva, es
decir un hacer.
Delitos por Omisión: Se ejecutan por medio de un comportamiento negativo, un no
hacer determinada obligación o no ejecutar una acción. Además, existen delitos
que, por su índole estructural, exigen para su existencia la incidencia de una acción
y luego una omisión, o viceversa. Los delitos que no necesitan resultado material, ya
que la sola conducta del sujeto los realiza, son los que se perfeccionan con el
cumplimiento de determinada acción u omisión, cuya consecuencia es la no-
observación de una obligación o de un deber, pero cuyo resultado no se manifiesta
en el mundo físico con un hecho, de momento, perceptible.
Delitos de Resultado: son los que para su consumación exigen, además, de la
conducta del sujeto activo que se produzca determinado efecto, distinto de la
omisión o de la acción; el resultado en estos delitos se observa físicamente en el
mundo real. Los delitos se clasifican de esta manera, porque se atiende a la
estructura exterior de ellos.
Delitos de Daño: Requieren para su perfeccionamiento jurídico que el bien
tutelado, jurídicamente protegido, sea destruido o disminuido.
Delito de Peligro: Basta que el bien jurídico sea amenazado al realizarse la
conducta
criminosa, acción u omisión, con la acusación de un daño o peligro inminente,
determinado y grave.
Delitos Instantáneos: Aquellos que con la sola realización de la conducta, acción u
omisión, por el sujeto activo quedan realizados o tipificados, sin que se requiera
acción posterior para su continuidad o vigencia.
Delitos Permanente: Son los que se caracterizan porque el hecho que los
constituye o realiza da lugar a una situación dañosa o de peligro, que se prolonga en
el tiempo a causa de la continuidad del comportamiento del sujeto. Para la
existencia de estos delitos, es necesario que el estado dañoso o de peligro,
provenga de la conducta del sujeto activo de manera continua, es decir, que no se
agote en un solo instante, sino que prosiga durante determinado tiempo; y que la
prórroga de la situación antijurídica se deba a la exclusiva conducta voluntaria del
sujeto, que prosigue con ella ininterrumpidamente después de la -- realización del
hecho que constituye el delito.
En este mismo orden de ideas, atendiendo a la duración de las consecuencias del
delito, éstas son permanentes; es decir, hay delitos instantáneos y delitos
permanentes, en cuanto a los actos que su realización se dé con efectos
permanentes, cuya característica es la duración de las consecuencias del delito.
Conforme a su gravedad, tenemos delitos y faltas; habrá delito siempre que se
realice la conducta prevista y sancionada por la ley penal o en alguna otra ley
especial, en tanto que la falta, no obstante ser una conducta contraria a la ley y
sancionada por esta misma, la sanción la aplica una autoridad u órgano diferente al
Poder Judicial o Tribunal, generalmente una autoridad de índole administrativa.
Según la intención con que se comete o realiza la acción que da origen al delito,
tenemos delitos con intención o dolosos, culposos o contra la intención y los que son
cometidos más allá de la intención o preterintencionales. Si se ha deseado realizar
la acción u omisión para la comisión del delito y previsto el resultado del mismo, se
está ante un delito doloso. En tanto, que sí de deseaba realizar la acción u omisión,
pero no el resultado del delito, se trata de un delito culposo. Y cuando se ha
deseado realizar la acción u omisión y no el resultado como consecuencia, en su
integridad, sino un efecto menos grave, se trata de un delito preterintencional.
Los delitos tipo, o también simples o netos, son los que se presentan en su puro
modelo legal, sin más características que sus elementos esenciales; y los delitos
circunstanciados son los que además de contar con los elementos esenciales, se
presentan acompañados de circunstancias o accidentes a sus elementos. Por su
efecto, los delitos se consideran simples y complejos, formales y materiales, de
lesión y de peligro. Son simples, o unisubsistentes, en el que coincide el momento
ejecutivo y el momento consumativo, se realizan ambos en un sólo acto o momento.
Los complejos o plurisubsistentes, son aquellos cuya acción ejecutiva
Conocida esta realidad del delito, es necesario que los padres de familia se den a la
tarea de prevenir el delito. Y para ello, como responsable de sus hijos, sobre todo
los adolescentes, que por sus características son presa fácil para ser inducido a
delito, tengamos en cuenta que los jóvenes de ahora son mucho más narcisistas, no
controlan un enojo, si alguien los provoca toman represalias, además de la violencia
que los rodea: algunos jóvenes crecen con video juegos, y las armas son muy fáciles
de conseguir, esto es una combinación mortal.
Estamos viviendo una crisis moral en los adolescentes que está consumiéndolos y
destruyéndolos desde temprana edad, que está degenerando en ellos los valores
morales, familiares, y que los está volviendo esclavos de sus deseos y pasiones,
llevándolos a situaciones sumamente difíciles de soportar para su edad.
La mayoría de los jóvenes piensan que no hay respuesta a las grandes interrogantes
de la vida, para ellos la vida no tiene significado ni propósito, la mayoría de ellos se
sienten insignificantes.
¿Podría usted imaginarse lo que terrible que es salir caminando en la mañana y
sentir que lo que va a ser en el día carece de significado?
A menos que las familias se vuelvan de todo corazón a los jóvenes, escuchándolos,
animándolos, instruyéndolos, criándolos, y amándolos, las cosas seguirán
empeorando para nuestros hijos adolescentes. Se deben estar alerta a:
1) Consumo del Alcohol
A pesar de que a los padres puede no gustarles pensar en ello, la verdad es que
muchos niños y adolescentes prueban el alcohol mientras están en el colegio o en la
universidad, mucho antes de tener una edad en la que sea legal beber alcohol. Las
investigaciones han demostrado que cerca del 80% de los niños que van a la escuela
secundaria han probado el alcohol.
Aunque experimentar con el alcohol puede ser algo habitual entre los niños, no es
conveniente ni legal. Por ello es importante que hable con sus hijos sobre el
consumo de alcohol cuando son pequeños y que siga hablando del tema a medida que
crecen.
Los efectos del consumo excesivo de alcohol
El alcohol interfiere con las percepciones de una persona de la realidad y con su
capacidad de tomar decisiones acertadas. Esto puede ser especialmente peligroso
en los niños y los adolescentes que tienen menos experiencia en la resolución de
problemas y en la toma de decisiones.
Algunos efectos a corto plazo del consumo de alcohol incluyen:
 alteraciones de la visión, el oído y la coordinación
 percepciones y emociones modificadas
 perturbación del discernimiento, que puede dar lugar a accidentes, a
ahogarse y a comportamientos de riesgo, como tener sexo sin protección o
consumir drogas
 mal aliento
 resacas
Los efectos a largo plazo incluyen:
 cirrosis y cáncer de hígado
 pérdida de apetito
 deficiencia importante de vitaminas
 problemas de estómago
 lesiones cardíacas o del sistema nervioso central
 pérdida de memoria
 riesgo elevado de impotencia
 riesgo elevado de sobredosis
Factores de riesgo
Los momentos de transición, como el inicio de la pubertad o el divorcio de los
padres, pueden llevar a los chicos a consumir alcohol. Por ello, enseñe a sus hijos
que incluso cuando la vida es dolorosa o estresante, beber alcohol es una huida que
puede empeorar la situación aún más.
Los niños que tienen problemas con el autocontrol o la baja autoestima tienen una
probabilidad mayor de caer en el consumo excesivo de alcohol. Tal vez les cueste
creer que son capaces de enfrentar sus problemas y frustraciones sin recurrir a
algo que les haga sentir mejor.
¿Sabes quiénes son los muchachos que menos beben? Los que tienen una autoestima
fuerte, y esto tiene que ver contigo, padre de familia. Cuando los hijos viven un
infierno en casa y no tienen padres ejemplares que los amen, que les brinden
afecto, que les eleven la autoestima, ellos se van a sentir menos.
Puedes elevar su autoestima alabando sus logros y aplicando la disciplina positiva,
de la que ya hemos hablado en otras ocasiones; también puedes estimularlos a las
cosas buenas.
Un joven puede bajar su autoestima cuando el padre golpea a la mamá; cuando es un
adúltero y hace sufrir a su esposa; cuando es un flojo y perezoso y constantemente
ocasiona pleitos en el hogar. Un joven que vive en un hogar así es más vulnerable al
alcoholismo.
Entonces está muy ligada la relación entre padres e hijos para elevar la autoestima
de los hijos adolescentes y evitar que la baja autoestima produzca en el
adolescente la vulnerabilidad de tomar.
Si tú, joven o adolescente, quieres conseguir ayuda, debes buscarla cuanto antes en
un adulto en quien confíes.
Si no te puedes acercar a tus padres, charla con tu doctor, con el consejero de la
escuela, con un miembro de la iglesia, con la tía o el tío que sabes que te van a dar
un buen consejo; busca una persona de apoyo para que te aconseje. Debes buscar
lugares donde den conferencias para jóvenes acerca del alcohol.
Muchos adolescentes viven en hogares donde el padre u otro miembro de la familia
bebe demasiado, esto puede causar enojo o susto; también puede causar presión.
Hay personas que no pueden controlar el vicio o la adicción al alcohol sin ayuda.
El alcoholismo puede ser tratado a tiempo, las asociaciones como ‗Alcohólicos
Anónimos‘, y otras pueden ser de gran ayuda. Muchas veces las personas no pueden
parar hasta que admiten que tiene un problema y buscan ayuda.
Los niños que no tienen una sensación de conexión con sus familias o que se sienten
diferentes de algún modo (aspecto, circunstancias económicas, etc.) pueden
también estar en riesgo. Aquellos que tienen dificultades para creer en ellos
mismos necesitan desesperadamente el amor y el apoyo de sus padres o de otros
miembros de su familia.
De hecho, el deseo de no dañar las relaciones entre ellos y los adultos que los
quieren es la razón más habitual que dan los jóvenes para no consumir alcohol y
otras drogas.
Como se vio en temas anteriores, los adolescentes, niños que dejan la niñez y van
hacia la etapa adulta, son nuevos seres que experimentan grandes cambios en su
cuerpo, mente, etc. Están en una etapa de transición en la cual deben tener salud al
máximo, para poder desarrollarse plenamente.
Está comprobado que los adolescentes que no tienen una buena conducción de parte
de sus padres, desarrollarán conductas contrarias; por ejemplo, la dependencia al
alcohol.
Otro ejemplo muy sencillo; si los padres utilizan siempre el cinturón de seguridad
para prevenir accidentes y les dan ejemplo a sus hijos, ellos aprenderán a usarlo,
de esta manera evitarán multas. Con este ejemplo podemos ver como una buena
conducta puede ser imitada y puede evitar muchos daños. Es muy importante que
los padres tengan un papel activo al conducir a sus adolescentes.
La mayoría de los accidentes entre los adolescentes ocurren de las 9 a las 12 de la
noche. Ahí está la razón por la que es de gran importancia que los padres estén al
pendiente de sus hijos, enseñándolos. Como nos aconseja el libro del Eclesiástico
30,1-13 (Leerlo), pues la forma como vivamos y tratemos a los demás se logra su
transformación, como nos lo afirma san Pablo en 1 Cor. 7,14: ―el marido no creyente
queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el
marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serian impuros, más ahora son
consagrados.‖
De esta manera, el comportamiento de los padres ayuda a los jóvenes, que son
propensos, por naturaleza, a buscar experimentar sensaciones nuevas; a veces las
descubren a través de su propia experiencia, otras veces a través de los ejemplos,
muchos de ellos, ejemplos malos.
El alcohol es una droga de consumo tradicional que tiene efectos muy importantes
en quienes lo consumen y la edad adolescente es la edad promedio en que se
empieza a consumir.
Los jóvenes son muy vulnerables a las técnicas del marketing y ventas; las
compañías de alcohol cada vez son más agresivas en los productos de consumo y
sustancias potencialmente peligrosas. Al mismo tiempo, el predominio del libre
mercado ha erosionado las redes de seguridad de la salud pública, existentes en
diversos países, y debilitado las estructuras sociales para la juventud.
Cuando la juventud no tiene estructuras sociales, buena escolaridad de primera
clase, comunidad que le ofrezca seguridad y no violencia, protección contra el
crimen organizado, prevención contra el consumo de alcohol, entre otras, pues
obviamente va a sufrir daños irreversibles.
A nivel epidemiológico, la relevancia del alcohol se encuentra no sólo en el hecho de
que sea la droga más consumida por los jóvenes y adolescentes, sino en la
importancia que ha adquirido su consumo en el tiempo de ocio del joven. Además, es
una sustancia de referencia en las relaciones de los jóvenes con las drogas; de esta
forma, se ha convertido en un elemento básico de la cultura juvenil y de sus formas
de ocio.
Algunos de los factores que más han contribuido a la generalización del consumo
del alcohol, son: la existencia de una gran tolerancia social y la escasa percepción
del riesgo asociado a la ingesta de bebidas alcohólicas.
Este problema ya rebasó las estadísticas, las perspectivas y los números, ya no hay
control; no hay programas de prevención suficientes de parte del gobierno, el
gobierno no cumple con el propósito de proteger a nuestros adolescentes; hay muy
poca atención por parte de los padres de familia y la sociedad en general hacia este
problema.
Debemos levantar la voz de alerta para proteger a nuestros adolescentes del
genocidio, de la cacería que hay contra ellos. Es un crimen que, al no existir redes
de protección contra el asesinato en masa o genocidio, el alcohol esté acabando con
los jóvenes en nuestros países.
Los jóvenes son más vulnerables a sufrir daños físicos, emocionales y sociales,
derivados de sus propios hábitos de beber o de los de otras personas; hay fuertes
vínculos entre: consumo de alto riesgo, violencia, comportamientos sexuales
incorrectos, accidentes de tráfico y otros, incapacidades permanentes y muertes.
Y ¿quién paga los platos rotos? ¿El gobierno? No, los paga papá y mamá; la salud y el
bienestar de mucha gente joven en nuestra sociedad están siendo seriamente
amenazados por el uso del alcohol y de otras sustancias psicoadictivas.
Por todo esto, deben ser tareas urgentes para la familia, la escuela y el conjunto
de la sociedad, el impulsar la prevención desde edades tempranas y reducir la
tolerancia hacia su uso.
Es una vergüenza que en nuestros países latinos no se regule la tolerancia al uso del
alcohol entre los adolescentes y jóvenes; es una hipocresía que tiendas disfrazadas
de comestibles, pero que su producto principal es el alcohol, estén siendo plantadas
frente a las escuelas, universidades, campos deportivos y demás lugares donde
abundan jóvenes.
Es una vergüenza que no se legisle el consumo del alcohol en los jóvenes; podrá
decir en la ventana de la tienda: ―No se vende alcohol a menores de edad‖, pero
cuantos jóvenes se burlan esto pidiéndole a un adulto que les compre el alcohol,
presentando credenciales falsas o dándole una propina al cajero. Esa no es la
manera radical de combatir el uso del alcohol entre los adolescentes.
En el año 2001, los investigadores de la Universidad de Minessota descubrieron
que en la edad temprana para beber, hay un síntoma conocido como ―vulnerabilidad
al alcoholismo‖. Encontraron que esta etapa se asocia con ciertos daños cerebrales
y anormalidades, que son marcas o huellas que deja el alcoholismo.
Esto significa que los niños o adolescentes, quienes tienen su cerebro anormal,
pueden ser considerados como un alto riesgo para desarrollar alcoholismo, no
quiere decir que sean personas mentalmente enfermas.
Los adolescentes que por lo menos tienen un padre alcohólico, son más propensos a
beber, a volverse alcohólicos, a desarrollar conductas rebeldes o síntomas de
desórdenes de conducta, tales como: estar molestando o maldiciendo a sus padres y
seres queridos, ser crueles hacia la gente, los animales, mentir, robar, destruir
deliberadamente la propiedad, etc.
El 60% mostró síntomas del ‗desorden de la conducta‘ cuando comenzaron a beber
tempranamente; los psicólogos y consejeros de salud mental describen a estos
niños y adolescentes como que tienen una falta de control de conducta. En otras
palabras, actúan impulsivamente y les importa poco o nada las reglas sociales.
Entonces llegamos a la conclusión de que es importante tomar en cuenta el punto de
vista científico, los mismos investigadores en su libro hacen el comentario
siguiente:
―Si un adolescente practica la música, los deportes o la escuela, sus células
y conexiones del cerebro estarán bien alambradas; pero si están
acostados en el sofá viendo video juegos, o MTV, aquellas células y
conexiones del cerebro que podrían sobrevivir fuertemente, se debilitan y
traen problemas severos en la conducta y el desarrollo del cerebro,
posteriores‖
―Es una ironía cruel que cuando los adolescentes son más vulnerables por
su edad, es cuando más experimentan con drogas y alcohol, algunas veces,
cuando trabajo con adolescentes, puedo mostrarles esas curvas del
desarrollo del cerebro, esos altos y bajos de la pubertad que son tan
propensos para dañar la razón y las emociones en los siguientes años de
sus vidas.‖
El alcohol es un problema serio y en los niños más, los jóvenes no ven el alcohol
como una droga, ellos lo ven en el refrigerador de la casa y dicen: ―Si aquí en la
casa hay alcohol, el alcohol no debe ser malo‖.
El alcohol, la droga más antigua y de mayor consumo en el mundo, es un depresivo
que altera las percepciones, las emociones y los sentidos. ¿Cómo se consume? Es un
líquido que se bebe. ¿Cuáles son sus efectos y riesgos? Actúa primero como
estimulante y luego hace que la persona se sienta relajada y somnolienta.
Las dosis altas de alcohol afectan gravemente el juicio y la coordinación de los
adolescentes; pueden hablar de forma más lenta, sufrir confusión, depresión,
pérdida de memoria a corto plazo y tiempos de reacción lenta. Los grandes
volúmenes de alcohol en sangre pueden ocasionar lo que se conoce como una
intoxicación etílica.
Algunos jóvenes también corren el riesgo de desarrollar adicción física al alcohol,
la abstinencia puede ser y puede suponer un riesgo para la vida; los síntomas
pueden ser: temblores, sudoración, náuseas, ansiedad, depresión, alucinaciones,
fiebre y convulsiones.
2) Droga
Las drogas es un flagelo que ataca a la familia. Y ante la vulnerabilidad de los
adolescentes, este puede ser ofrecido en la sociedad relativista, como escapatoria
a los problemas personales y a la realidad que viven.
No hay una sola razón por la cual los adolescentes usas droga o alcohol. Hay una
gran gama de motivos e influencias que se encuentran detrás del co0nsumo de
Droga y alcohol. Como padres de familia deben entender estas razones y hablar
con el hijo sobre los peligros de beber y usar drogas. Algunas de las razones para
el consumo de drogas son:
1. Otras personas: Los adolescentes ven a muchas personas usando varias
sustancias. Ven a sus padres y adultos consumiendo alcohol, fumando y, algunas
veces, abusando otras sustancias. Además con frecuencia la escena social de
los adolescentes gira alrededor de beber y fumar marihuana. Algunos de los
amigos se presionan entre sí para probar bebidas o fumar algo, eso es
igualmente común que los adolescentes empiecen a usar alguna sustancia
porque se encuentra fácilmente disponible, además de que ven a todos sus
amigos disfrutándola. En sus mentes, ven el uso de drogas como una parte
normal de la experiencia de ser adolescente.
2. Medios de comunicación popular: la televisión y las películas hacen que
aparezca que está bien usar drogas. Entonces no es sorprendente que los niños
de 12 a 17 años de edad que ven tres o más películas con clasificación ―R‖ por
mes, sean más propensos a fumar cigarrillos, usar marihuana y beber alcohol.
3. Escape y automedicación: Cuando los adolescentes se sienten infelices y no
pueden encontrar una salida saludable para sus frustraciones o una persona de
su confianza con quien hablar, pueden recurrir a sustancias químicas en busca
de consuelo. También las pueden usar para lidiar con problemas con su familia,
sus amigos, la escuela, la salud mental y el autoestima. Dependiendo de lo usan,
pueden sentirse felizmente inconscientes, maravillosamente felices o llenos de
energía y confianza. Los años de la adolescencia son a menudo difíciles y
pueden tener un costo emocional en los niños, a veces incluso llegando a causar
depresión, así que cuando a los adolescentes se les da la oportunidad de tomar
algo que los haga sentirse mejor, muchos no pueden resistir.
4. Aburrimiento: Los adolescentes que no pueden tolerar estar solos, que tienen
problemas manteniéndose ocupados o que anhelan las fuetes emociones, son
principalmente candidatos para el abuso de drogas. No solo el alcohol y la
marihuana le dan algo que hacer, sino que esas sustancias ayudan a llenar el
vacío interno que sienten. Es más, proporcionan una base común para
interactuar con otros jóvenes similares, una manera de establecer vínculos
instantáneos con un grupo de niños.
5. Rebeldía: Diferentes adolescentes rebeldes eligen usar diferentes sustancias
basado en sus personalidades. El alcohol es la droga de elección para el
adolescente que siente enojo, porque lo libera para comportarse de manera
agresiva. La metanfetamina también fomenta el comportamiento agresivo,
violento, y puede ser mucho más peligrosa y potente que el alcohol. La
marihuana, por otro lado, a menudo paree reducir la agresión y es más una
droga de evasión. LSD y los alucinógenos también son drogas de escape, a
menudo utilizadas por los adolescentes que se sienten incomprendidos y
anhelan poder escaparse a un mundo más idealista y amable. Fumar cigarrillo
puede ser una forma de rebeldía para hacer alarde de su independencia y
hacer que sus padres se enojen. Las razones por las que los adolescentes usan
drogas son tan complejas como lo son los propios adolescentes.
6. Gratificación instantánea: Las drogas y el alcohol funcionan rápidamente. Los
efectos iniciales son muy buenos. Los adolescentes recurren a las drogas
porque ellos las ven como un acceso directo, a corto plazo, hacia la felicidad.
7. Falta de confianza: Muchos adolescentes tímidos a quienes les falta
confianza indican que mientras se encuentran bajo la influencia de las drogas o
del alcohol hacen cosas que de otra manera no se atreverían a hacer. Esto es
parte del atractivo que tienen las drogas y el alcohol aun para los adolescentes
que tienen confianza en sí mismos; les da el valor de pararse a parase a bailar
aunque no sean buenos bailarines, o a cantar a pleno pulmón aunque su voz sea
terrible, o a atreverse a darle un beso a la chica que les gusto. Y el alcohol y
otras drogas no sol tienden a relajar sus inhibiciones, sino a aliviar la ansiedad
social. No solo tienen algo en común con las demás personas a su alrededor,
sino que existe la mentalidad de que si se hace o se dice algo estúpido, todo el
mundo creerá que es porque tomaron unas copas de más o que fumaron
demasiada marihuana.
8. Para encajar: El estatus social es muy importante para los adolescentes. Su
hijo puede usar drogas en un intento por encajar con amigos o para
impresionar a un nuevo grupo de jóvenes.
9. Para socializar: Algunos adolescentes usan droga porque disminuyen sus
inhibiciones y los hacen más cómodos en entornos sociales.
10. Para lidiar con cambios en la vida: El cambio no es fácil para nadie. Algunos
adolescentes recurren a las drogas para lidiar con situaciones como mudanzas,
entrar a una nueva escuela, la pubertad o atravesar el divorcio de sus padres.
11. Mala información: Quizás la causa de abuso de sustancias que más se puede
evitar es la información correcta acerca de las drogas y el alcohol. Casi todos
los adolescentes tienen amigos que dicen ser expertos en diversas sustancias
recreativas y que les pueden asegurar que los riesgos son mínimos. Eduque a su
hijo adolescente sobe el uso de drogas para que conozcan los hechos reales
acerca de los peligros del consumo de drogas.
SIGNOS DE CONSUMO DE DROGA
Como padres, es natural preocuparse por sus hijos adolescentes. Y al igual que
muchos padres, es posible que tema que su hijo pruebe las drogas o, peor aún, que
se vuelva farmacodependiente.
Si bien no puede controlar todo lo que hace su hijo, puede tomar medidas para
ayudar a mantenerlo alejado de las drogas. Comience por aprender todo lo que
pueda sobe las drogas y el abuso de estas. Conozca las señales del uso de drogas
para poder estar alerta. Posteriormente utilice estos consejos para ayudar a
evitar que su hijo consuma dogas.
Primero conozca las diferentes tipos de drogas que se pueden usar. Los
adolescentes mayores son más propensos a consumir drogas que los adolescentes
menores. El consumo de marihuana (hierba) todavía es común. Más y más
adolescentes están usando drogas con receta.
SEÑALES DE USO DE DROGA
Existen muchas señales físicas y de comportamiento. Debemos aprenderlas y estar
atento a si el hijo actúa o luce de forma diferente. Las señales incluyen:
 Pronunciación lenta o mala (por usar tranquilizantes y depresivos)
 Hablar rápido o de manera explosiva (por usar estimulantes)
 Ojos inyectados de sangre.
 Tos que no desparece
 Olor o aliento inusual (por usar drogas inhaladas)
 Pupilas extremadamente grandes (dilatadas) o extremadamente pequeñas
(puntiformes)
 Movimiento ocular rápido (nistagmo); podría ser un signo de consumo de PCP
 Inapetencia (ocurre con el consumo de anfetaminas, metanfetaminas o
cocaína)
 Aumento del apetito (con el consumo de marihuana)
 Marcha inestable.
Es posible que note cambios en el nivel de energía de su hijo, como lo son:
 Pereza, apatía o somnolencia constante (por usar drogas opiáceas como la
heroína o la codeína, o puede suceder conforme pasar el efecto de drogas
estimulantes)
 Hiperactividad (como se ve con los estimulantes como la cocaína y
metanfetaminas)
También es posible que note cambios en el comportamiento de su hijo:
 Mal rendimiento y aumento del ausentismo escolar.
 No participar de las actividades habituales.
 Cambio de grupos de amigos
 Actividades secretas
 Mentir o robar
3) Tabaquismo
Los riesgos del tabaco para la salud son bien conocidos, sin embargo, el consumo de
tabaco fumado o mascado continua en aumento. Cada año muchos jóvenes adquieren
este hábito; de hecho, el 90% de los adultos fumadores empezaron a fumar siendo
niños. Cada día, más de 4.400 niños se convierten en fumadores habituales.
Por eso es importante que los niños entiendan los peligros de consumir tabaco. En
Estados Unidos, la causa principal de las muertes evitables es el tabaco, que puede
provocar cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares. El tabaco para mascar
(tabaco que no se fuma o para escupir) puede producir adicción a la nicotina, cáncer
oral, enfermedades de las encías y riesgo mayor de enfermedades
cardiovasculares, como ataque al corazón.
Proporcionar a los niños información sobre los riesgos de fumar y mascar tabaco,
así como establecer unas reglas claras respecto al tabaco y las razones para ellas,
puede ser útil para protegerlos de este hábito insano.
Usted también debería conocer los signos de alarma relacionados con el consumo
de tabaco y maneras constructivas de ayudar a alguien a dejar el hábito.
Los riesgos de consumir tabaco
Uno de los principales problemas de fumar y mascar tabaco tiene que ver con la
nicotina. Una persona se puede volver adicta a la nicotina sólo tras unos cuantos
días de consumirla por primera vez. La nicotina del tabaco puede ser tan adictiva
como la cocaína o la heroína. La nicotina afecta al estado de ánimo y también al
corazón, los pulmones, el estómago y el sistema nervioso.
Otros riesgos para la salud incluyen los efectos a corto plazo de fumar, como la tos
y la irritación de la garganta. Con el tiempo, pueden desarrollarse problemas más
serios, como un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión sanguínea,
bronquitis y enfisema.
Por último, hay numerosos estudios que indican que los jóvenes fumadores tienen
una probabilidad mayor de experimentar con la marihuana, la cocaína, la heroína y
otras drogas.
4) Prostitución y abuso sexual
Es trascendental esta problemática, por ello debemos tratarlo con cuidado. Pues en
ello nos encontramos la violencia, que aparece como elemento conceptual y practico,
asociada con la noción de dolor y un ejercicio de dominación.
Hablar de violencia como la expresión física, escrita, verbal o gestual agresiva de
un individuo, grupo o institución, nos remite a un campo controvertido de discusión
teórica en donde hay diferentes corrientes para explicarla: biologicista,
sociobiológica y social.
La violencia sexual no es un aspecto fundamentalmente biológico, sino cultural.
Partimos, como principio ontológico, del supuesto de que sólo puede, cabalmente,
ser explicada a partir de la corriente social.
La violencia sexual es manifestación del desequilibrio de poder en función de raza,
etnia, clase social, género, edad, religión, orientación sexual, escolaridad, etcétera.
En las relaciones hombre-mujer se explica a partir de identidad genérica en un
entorno patriarcal asimétrico y violento.
El abuso sexual en menores de edad es uno de los tipos de maltrato infantil con
peores repercusiones en sus víctimas y que usualmente coexiste con otros tipos de
violencia. Incluye tanto agravios que no involucran contacto físico como aquellos que
sí lo hacen, lo que cubre una amplia gama de posibilidades.
El abuso sexual es frecuente. Las víctimas suelen ser mujeres a pesar de que
existen ciertos factores de riesgo que predisponen a ciertos niños a ser agredidos,
y sus abusadores por lo general son personas cercanas a ellos. Las consecuencias
tanto a corto como largo plazo abarcan todos los aspectos del ser humano y la
magnitud de su gravedad dependerá de diversos factores. Existen métodos de
prevención primaria y secundaria, que van desde programas educativos y campañas
publicitarias hasta medidas judiciales.
Es necesaria más información relativa al abuso sexual en menores y es
imprescindible liberarse de los estereotipos en torno a esta problemática para
detectar a tiempo posibles casos de abuso. Toda víctima deberá obtener una
atención individualizada posterior al suceso, dirigida a atenuar las secuelas. El
abordaje del abuso sexual se deberá hacer desde diversas perspectivas y todos
estamos a cargo de su combate.
El abuso sexual en menores de edad, a pesar de ser un tema conocido desde siglos
atrás, es uno de los tipos de maltrato infantil cuya investigación inició hace apenas
tres décadas atrás. A pesar de esto, el hecho de que la violencia sexual se haya
convertido en un problema de carácter mundial, que se trate de una transgresión a
los derechos humanos fundamentales y que es la forma de maltrato más traumática
en los niños con repercusiones a corto y largo plazo tanto para la víctima, su familia
y la sociedad, se ha llegado a posicionar como uno de los principales problemas de
salud pública. Es pues un tema que le concierne no sólo a todo el personal de salud,
sino también a maestros, policía, trabajadores en el ámbito penal y todo aquel que
tenga contacto con los menores de edad de alguna u otra manera.
Se puede decir que el abuso sexual en menores de edad comprende toda la amplia
gama de crímenes, interacciones y ofensas sexuales que implique a menores de 18
años como víctimas y a adultos como abusadores; o bien a dos menores de edad con
una diferencia de 5 años entre sí. Éste incluye desde agravios sin contacto físico
como el exhibicionismo, la producción de pornografía infantil, el voyerismo y la
exposición del niño a la pornografía; hasta aquellos casos en los que media contacto
físico, ya sea tocamientos inapropiados (de partes genitales o sexuales) por parte
del abusador o la víctima, el jugueteo sexual o la violación.
Violación es a su vez la penetración vaginal, anal y/u oral por una parte corporal del
perpetrador u otro objeto.
Otro aspecto de la definición de abuso sexual es el involucramiento de un niño en
actividades sexuales que no está en capacidad de comprender, para las cuales no
tiene el desarrollo suficiente y que no está preparado para consentir. Se trata de
una relación de abuso, es decir que existe un desequilibrio de poder; el agresor se
encuentra en una posición superior de control sobre la víctima, lo que le brinda a
esta última una condición desventajosa. Todo lo anteriormente expuesto, el hecho
de que se trate de una problemática que no se ha esclarecido por completo, la falta
del reporte de la totalidad de casos de abuso sexual en menores y la ausencia de
medidas preventivas claras cuya eficacia haya sido comprobada por medio de
estudios.
A pesar de que existen datos concretos de prevalencia en algunos países, se cree
que es una subestimación del número de casos de abuso sexual que realmente
ocurren, por lo que los datos de prevalencia obtenidos no reflejan por completo la
realidad.
Las razones por las cuales se da esta subestimación pueden tener diversos
principios. La estigmatización del evento en sí; la falta de interrogación por parte
de personal médico, autoridades policiales o judiciales; la ausencia de confianza en
dichas personas o miedo de su posible reacción; difícil acceso a servicios de salud o
justicia y falta de redes de apoyo social; dificultad para detectar médicamente los
casos de abuso sexual en ausencia de signos físicos; aspectos culturales, sociales o
familiares que dificulten el reconocimiento del abuso o que consideren normal/usual
este tipo de agresión; sentimientos de la víctima derivados de la experiencia como
miedo, resignación, vergüenza, culpa o baja autoestima; cercanía con el abusador; o
bien temor al agresor y a las consecuencias de la denuncia son apenas algunas de las
posibles razones.
La facilidad con que los casos de abuso sexual se reportan o no, depende también
de su naturaleza. Es así como el incesto es uno de los subtipos que con mayor
dificultad se reportan, al igual que el abuso entre pares y el cometido por la pareja
sentimental; contrario a lo que sucede con los casos más severos o cuando el
perpetrador es un adulto no conocido.
Además, el sexo masculino, los menores de 6 años, los niños y adolescentes
hispánicos y los de estado socioeconómico más alto son menos propensos a reportar
los casos de abuso sexual.
En cuanto a las víctimas, en su gran mayoría son del sexo femenino (2-4 veces más
frecuente que hombres) a excepción de lo observado en China y en el Sur de Asia,
lo que se puede explicar por aspectos culturales y tradicionales.
El que las mujeres estén más sujetas a ser víctimas de violencia sexual, responde al
hecho de que el abuso se instaura en situaciones de desigualdad y se puede
considerar el pertenecer al género femenino lastimosamente como tal. El abuso
sexual en las niñas ocurre antes de los 12 años, mientras que en los niños entre los
12 y 13 años.
Hay estudios, como en Argentina, el abuso sexual se da con mayor frecuencia en
niños de preescolar y escuela y con menor frecuencia en la adolescencia. Sin
embargo, otros mencionan que durante la adolescencia el abuso sexual también es
frecuente.
A pesar de que cualquiera puede ser víctima de abuso sexual, existen algunos
factores de riesgo relacionados directamente con el niño: edad y género, aspecto
físico, ser un hijo no deseado o adoptado, alteración o discapacidad física, mental o
de desarrollo, hiperactividad, ser un niño con mayores necesidades afectivas o ser
más expresivo. Además se reconocen algunos factores de riesgo indirectos (porque
actúan por medio del cuidador del niño) por ejemplo: presencia de hombre ajeno a
la familia en la casa, dificultad del encargado para congeniar con el niño,
incomprensión del encargado al niño, ausencia de armonía marital, métodos
disciplinarios fuertes y físicos, aislamiento social de la familia, encargado
farmacodependiente o alcohólico, estatus socioeconómico bajo, habitar barrios en
condiciones de pobreza, pertenecer a familias numerosas o desempleo.
A lo largo de la historia se han postulado prototipos de abusadores, cayendo en la
generalización; sin embargo, dicha población es muy diversa, heterogénea y no
necesariamente pueden clasificarse como pedófilos. Se pueden observar ciertas
tendencias y establecer algunas asociaciones, pero lo cierto es que así como la
identidad de la víctima puede ser cualquiera, la del abusador también.
El perpetrador del abuso suele ser alguien conocido de o cercano a la víctima,
contrario a la creencia popular. Se estima que el 70% de ellos son miembros de la
familia, amigos, sacerdotes o personas a cargo del cuido o educación del menor, y
en especial figuras paternas.
Un estudio argentino estimó que el 77% de los abusadores convivían con la víctima.
Eran vecinos, padrastros, tíos, novios, padres u otros familiares, y otras personas
ajenas a la familia, lo que recalca la cercanía de la víctima con el abusador.
El abusador suele ser en la gran mayoría de casos del sexo masculino y tan sólo una
minoría son mujeres; pero también es posible que los abusos perpetuados por
mujeres estén infrarreportados.
La edad del abusador va a variar según cada caso; sin embargo, se puede decir que
hasta un 44,2% pueden ser menores de 18 años; cuando las víctimas son de menor
edad, se cree que los abusadores suelen ser con mayor frecuencia otros niños o
adolescentes. Se cree que pueden existir dos picos de edades en los abusadores, el
primero durante la adolescencia, que concuerda con un aumento en las conductas
delictivas; y el segundo alrededor de los 30 años, cuando el contacto con menores
de edad suele ser más frecuente.
El abusador suele (aunque no siempre) premeditar y planificar el abuso y casi nunca
es atrapado, detenido y juzgado.
El perpetrador utiliza diversas estrategias para llevar a cabo el abuso sexual,
dentro de estas se destacan el convencer a la víctima con engaños, sobornos,
decirle que es parte de un juego, utilizar el afecto como herramienta, hacer uso de
la fuerza o la seducción. Además de estas tácticas, pone en práctica otras para en
ocasiones asegurar el silencio del menor, como por ejemplo el simple hecho de
pedirlo sin amenazas o decirle que es un ―secreto especial‖.
En cuanto a la naturaleza del abuso sexual y su duración, estas pueden variar según
cada caso. Se cree que la forma más frecuente de abuso son los tocamientos
inapropiados.
La frecuencia del abuso también puede depender de la naturaleza del mismo y del
género de la víctima. Hay quienes reportan que cuando media la violación, estos
casos suelen ser aislados, mientras que otros tipos son tanto aislados como
crónicos.
La agresión suele ocurrir dentro de la casa de las víctimas o del abusador, por lo
general sitios supuestamente seguros para los niños y donde la víctima no está
prevenida, espacios que el abusador domina; es decir que con menor frecuencia se
lleva a cabo en lugares oscuros, extraños, solitarios o abandonados. Lo anterior
también responde al hecho de que la mayoría de los abusos sexuales son cometidos
por personas cercanas al niño. Existen reportes que indican que en caso de ser el
perpetrador un desconocido, la agresión sí se llevará a cabo en parques o calles.
También puede depender del género de la víctima, ocurriendo el abuso sexual con
mayor frecuencia dentro del hogar en las niñas y en lugares públicos en los niños.
Consecuencias en las víctimas de abuso sexual menores de edad
El abuso sexual en menores de edad es una experiencia traumática que deja
secuelas importantes de una amplia gama de variedad. En general no se puede
hablar de un síndrome como tal, ya que la sintomatología siempre variará según los
diversos factores que puede influir la manifestación de un síntoma específico,
desde aspectos genéticos hasta sociales, familiares y otras experiencias vividas
posteriormente. Además, la víctima puede tener secuelas en una o varias áreas, o
no presentar consecuencias del todo. Incluso la edad del niño puede evidenciar
diferencias en el predominio de un tipo de secuela.
Otro aspecto que dificulta el análisis de las secuelas en estos niños o adultos
abusados durante la infancia, es lo antes mencionado acerca de la coexistencia de
otros tipos de violencia con el abuso sexual, en especial cuando se trata de un
perpetrador cercano a la víctima. Los otros tipos de abusos podrían ser los
principales encargados de los hallazgos observados en la víctima, venir a potenciar
o complicar la sintomatología o simplemente modificarla, siendo difícil determinar
con certeza cuáles secuelas derivan propiamente del abuso sexual.
Se ha documentado que experiencias fuertes, traumáticas, como el abuso sexual,
en periodos de alta plasticidad neuronal, genera cambios fisiológicos,
neurobioquímicos (marcadores biológicos que su alteración puede producir
esquizofrenia y la depresión) y estructurales en el cerebro, sistemas nerviosos y
ejes endocrinológicos de las víctimas; modificaciones que pueden ser permanentes
o duraderas.
Y si bien aún hace falta estudiar estos fenómenos con mayor detenimiento, se ha
visto que podrían explicar mucha de la psicopatología que presentan estas personas.
Existe evidencia de una desregulación en el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal
(parte esencial del sistema neuroendocrino que controla las reacciones al estrés y
regula varios procesos del organismo como la digestión, el sistema inmune, las
emociones, la conducta sexual y el metabolismo energético. Este mecanismo y su
conjunto de interacciones entre glándulas, hormonas y elementos del cerebro
medio son responsables del síndrome general de adaptación) como consecuencia de
un trauma, lo que genera un estado inflamatorio crónico que favorece la aparición
de enfermedades crónicas, ya sea cardiovasculares, inmunológicas, psicológicas u
otras.
Existen diversas hipótesis en torno a los efectos sobre el eje antes mencionado y
el sistema nervioso autónomo, se han observado hallazgos que señalan la
hiperfunción (Aumento de la función normal de un órgano o de una parte de él) de
uno y la atenuación (Disminución de la intensidad, la importancia o el valor) del otro,
o viceversa, lo que podría explicar los diferentes matices de la psicopatología y la
respuesta del individuo ante nuevas situaciones de estrés (independientemente de
si están relacionadas con aspectos sexuales o no); lo cierto al fin y al cabo, es que
existe algún tipo de desregulación que genera una respuesta asimétrica.
Las consecuencias derivadas del abuso sexual en menores de edad podrían
clasificarse en aquellas observadas a corto o largo plazo; o bien, dependiendo del
área que se vea afectada, es decir si son de carácter físico, psicológico, mental,
social o sexual.
A) Consecuencias a corto plazo
El abuso sexual en ocasiones se acompaña de otros tipos de violencia
simultáneamente, por lo que, aunque infrecuente, no es del todo extraño observar
lesiones físicas, como por ejemplo hematomas, quemaduras o fracturas: lesiones
vaginales, manifestaciones cutáneas, lesiones anales, osteoarticulares, bucales o no
se encontraron lesiones aparentes. En la mujeres también es posible encontrar
lesiones no penetrantes que involucran el pubis, clítoris y los labios, donde se puede
encontrar equimosis, hematomas, abrasiones, laceraciones lineales y en ocasiones
mordeduras. Las lesiones por penetración van desde laceraciones vaginales
superficiales hasta profundas con riesgo de shock hipovolémico.
Además de las lesiones ya discutidas, también están las problemáticas de embarazo
y la adquisición de enfermedades de transmisión sexual (ETS), si bien estas últimas
también pueden contemplarse como secuelas a largo plazo, se discuten aquí puesto
que algunas se manifiestan cercano al hecho. Estas entidades deben analizarse con
cautela, ya que la adquisición de una ETS en un menor puede ser debido a abuso
sexual, pero también a causas perinatales, relaciones sexuales consensuales, o aún
más raro, por autoinoculación o fomites. También puede haber presencia de
gonorrea, Chlamydia trachomatis, Trichomonas vaginalis y sífilis o VIH; además
colonización bacteriana por Gardnerella vaginalis y Enterobacteriaceae.
b) Consecuencias a largo plazo
Así como pueden existir manifestaciones inmediatamente posterior al abuso sexual,
existen consecuencias que únicamente se evidenciarán o empeorarán conforme el
tiempo transcurra y que perdurarán por largos periodos o de por vida. Como:
problema social derivado del abuso sexual en menores se ha observado una
predisposición para alcoholismo, tabaquismo, uso de drogas de abuso, prostitución,
delincuencia, fuga del hogar, fracaso y deserción escolar, desempleo, embarazo
adolescente o no deseado, conflictos familiares, dificultad para establecer
relaciones interpersonales y mayores tasas de divorcio y separación, predisposición
4 veces mayor de laborar como trabajador del sexo en algún momento de su vida.
Dentro de los problemas de salud física; se ha observado por ejemplo, que dichas
personas suelen tener dolor inhabilitante a repetición, síncope crónico, patología
psicosomática, dolores crónicos, síndrome de hiperventilación crónico, trastorno
convulsivo refractario, patología coronaria, neoplasias, obesidad, enfermedades
reumatológicas, úlceras gástricas, patología pulmonar y neurológica. La patología
gastrointestinal funcional, la fibromialgia, el dolor pélvico crónico, convulsiones
psicógenas y el dolor crónico no especificado son manifestaciones físicas de
trastornos de somatización.
En el ámbito sexual, se ha demostrado que los adultos que fueron abusados de
niños, tienen una mayor predisposición para la hipersexualidad, con patrones de
masturbación más frecuentes, de inicio más temprano y/o compulsivos, mayor
número de compañeros sexuales a lo largo de su vida, conducta sexual riesgosa o
menor uso de métodos anticonceptivos lo que se atribuye a una disrupción en el
proceso de maduración sexual. Se debe tener presente que el observar conductas
sexuales en los niños no siempre es indicativo de abuso sexual; si bien se deberá
descartar siempre esta posibilidad, se debe tener en cuenta lo usual o normal de
acuerdo a la edad del niño.
También pueden tener un eroticismo elevado o problemas sexuales que van desde
adquisición de enfermedades de transmisión sexual hasta patología genitourinaria
más frecuente o disfunción sexual.
Dentro de las manifestaciones de disfunción sexual están la dispareunia,
anorgasmia o dificultad para alcanzar el orgasmo, insatisfacción sexual, dificultad
para excitarse sexualmente, vaginismo, disfunción eréctil o trastornos de la
eyaculación. Algunas de estas consecuencias podrían derivarse de ansiedad
anticipatoria, expectativas negativas ante los encuentros sexuales o alteraciones
en la percepción del sexo y de su propia sexualidad.
En cuanto a la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual, lo que respecta
al VIH-SIDA es que se ha observado una prevalencia 2 veces mayor en aquellos que
alguna vez fueron abusados de niños en comparación con los que no lo fueron; esto
se podría deber también a la asociación que existe con un aumento en el abuso de
drogas o en conductas sexuales riesgosas descritas en esta población. En general,
aquellas personas que fueron víctimas de abuso sexual están más predispuestas
para adquirir algún tipo de enfermedad de transmisión sexual a lo largo de su vida,
lo que va de la mano con conductas sexuales riesgosas.
Otro aspecto que se ve fuertemente afectado por la violencia sexual durante la
infancia es la esfera psicológica/ mental/emocional, que alberga una exhaustiva
patología. Las víctimas tienen mayor tendencia a presentar depresión, ansiedad,
trastorno de estrés postraumático, suicidio e ideación suicida, baja autoestima,
enuresis o encopresis, trastornos alimentarios, trastornos del sueño, labilidad
emocional, agresividad, desregulación emocional, conducta antisocial en la adultez
temprana, esquizofrenia, bipolaridad, trastornos somatomorfos, déficit de
atención e hiperactividad y problemas de memoria; todos cambios que pueden ser
explicados por las alteraciones neurobioquímicas antes mencionadas. Sentimientos
de culpa, estigmatización y la dificultad de confiar en otras personas también se
derivan de una experiencia de abuso sexual, y esto a su vez puede generar
psicopatología.
Las víctimas de abuso sexual suelen, lastimosamente, volver a ser perjudicados por
otros tipos de violencia, o bien de abuso sexual, a lo largo de su vida.
Una de las consecuencias que es preocupante por su potencial influencia en los
índices de prevalencia de abuso sexual, es el hecho de que las mismas víctimas de
dicha agresión pueden convertirse en perpetradores en un futuro; el experimentar
diversas formas de violencia se considera por sí solo un factor de riesgo. Por
ejemplo, se ha estimado que abusados de pequeños tienen la tendencia a ser
perpetradores masculinos. Por este motivo, es de vital importancia tratar las
secuelas de los niños víctimas de abuso sexual y así contribuir con un tipo de
prevención primaria del que poco se habla.
Finalmente se debe hacer alusión al impacto económico pues las víctimas tienden a
utilizar los servicios de salud con mayor frecuencia, usando un 13-43% más de los
costos totales de salud en comparación con aquellas personas no abusadas
sexualmente.
C) Aspectos que pueden agravar o atenuar las secuelas
Existen algunos aspectos que potencian la gravedad de las secuelas en las víctimas
de violencia sexual, dentro de estas se pueden mencionar aquellos contactos
sexuales con familiares (en especial padres y hermanos), tipos de abuso sexual más
severos como la violación, menor edad cuando se fue abusado y duración del abuso,
aspectos genéticos que hagan vulnerable a la víctima en situaciones de estrés y la
coexistencia de otros tipos de violencia.
Algunas factores protectores son: perpetrador completamente desconocido, buena
contención familiar, apoyo escolar, la edad, inteligencia y el temperamento del niño,
intereses externos (como pasatiempos), espiritualidad y relaciones entre pares.
Acá se introduce también el término de resiliencia, que es la flexibilidad en el
manejo del afecto y la conducta en una situación determinada; es la capacidad para
adaptarse a pesar de la adversidad y es lo que podría explicar el hecho de que no
todos los niños tengan secuelas de la misma gravedad.
e. TRABAJO EN GRUPO
Después de escuchar todo lo expuesto, vamos a reunirnos en grupo y a partir de
unos cuadros conceptuales, vamos a ver la realidad más de cerca en la visión de los
adolescentes y hacer propuestas de acción. Del Alcoholismo, la droga, el
tabaquismo, aunque son un mal en el que están involucrados muchos adolescentes y
padres de familia, se puede desatar el delito de la prostitución y del abuso sexual,
previniendo unos podemos evitar los otros. Por ello preguntémonos:
1. ¿Cómo padre de familia que puedo hacer para evitar el alcoholismo en el
hogar?
2. Al surgir el problema de la droga, ¿cómo puedo ayudar a mi hijo a superar
dicha enfermedad?
3. ¿Cómo evita el abuso sexual y la prostitución en el hogar? Si uno de los
miembros ha sido víctima de la violencia sexual, mucho más si es menor, ¿Qué
hacer?
Ahora estudiemos los siguientes cuadros, que nos van a dar una noción de la visión
de los adolescentes frente a la violencia sexual.
f. PLENARIA
g. LLAMADOS A LA ACCIÓN
Hacemos un llamado a la familia, el cual no nos cansamos de enfatizar: Comunicación
+ Ejemplo + Disciplina + Enseñanza + Amor = Hijos triunfadores
Ayudemos a nuestros jóvenes, es injusto abandonarlos en medio de esta ola de
maldad. Papá, mamá, tus hijos te necesitan desesperadamente.
Una medida de acción es la psicoterapia individual o grupal, que pueden beneficiar a
las víctimas de abuso sexual al enseñarles a lidiar con el trauma y las secuelas que
cada uno presente, lo que atenuaría la gravedad de las consecuencias. Sin embargo,
es más recomendable tener acciones que prevengan los delitos en los que están
incurriendo los adolescentes o son víctimas.
a. Acciones frente al alcoholismo
Partiendo del hecho que el alcohol y los adolescentes no se mezclan, ¿Qué
debemos hacer? Primero, hay que entender que el alcohol destruye la vida de los
adolescentes a través de un envenenamiento. Los jóvenes lo hallan como una forma
de placer, evasión y relajación; sin embargo, el uso inadecuado e ilegal, está
devastando a los jóvenes menores de 21 años.
Un consejo es: unirse, padres y madres de familia, en una campaña que se titule ―El
alcohol y el adolescente no se mezclan‖ y enfocar la atención del gobierno hacia el
daño tan terrible que está ocasionando.
El grado del consumo de alcohol entre los adolescentes de 9 a 15 años de edad,
está asustando a los padres de familia, la prevención de este problema debe
convertirse en una prioridad. La mezcla de alcohol y adolescentes es una mezcla
fatídica, nuestros adolescentes necesitan un desarrollo sano, sin alcohol, un
desarrollo emocional, psicológico y escolarmente sano.
Otra acción es destruir uno de los mitos con respecto al consumo de alcohol en los
jóvenes: que los adultos piensan que los adolescentes pueden beber socialmente
para que se relajen y para que pasen un buen momento con sus amigos.
―¿Cuál es el peligro?‖, dicen los papás, ―si tan sólo están bebiendo y no
conduciendo‖. El problema es que los adolescentes no son bebedores sociales; casi
el 60% de los adolescentes que beben están siendo trastornados.
En otras palabras, se están volviendo dependientes psicológicos del alcohol; no es
verdad el mito de que los adolescentes pueden ser bebedores sociales. Los
adolescentes comienzan a usar el alcohol alrededor de los 13 años, mucho antes de
que sus mentes, cerebros y cuerpos estén bastante maduros para manejar los
efectos de una droga de tan grande alcance.
Los adolescentes cuando beben en etapas tempranas, será un problema, no
solamente con el alcohol sino con otras drogas durante toda su vida.
Si de verdad queremos cuidar la salud de nuestros niños, debemos hacer todo lo
que esté de nuestra parte para desalentarlos a beber, mientras sea posible.
- Enseñar a sus hijos a decir "No"
Enseñe a sus hijos distintas estrategias para responder cuando les ofrezcan
alcohol:
 Anímelos para que hagan preguntas. Si les ofrecen alguna bebida, deberían
preguntar: "¿Qué es eso?" y "¿De dónde lo has sacado?".
 Enséñeles a decir "no, gracias" cuando la bebida que les ofrezcan sea
alcohólica.
 Recuérdeles que deben irse cuando se encuentren en una situación en la
que no se sientan bien. Asegúrese de que dispongan de dinero para el
transporte o que puedan llamarle por teléfono a usted o a algún otro
adulto responsable.
 Enseñe a sus hijos a no subirse nunca en el coche de alguien que haya
bebido. Algunos padres han observado que ofrecerse a ir a buscar a sus
hijos cuando se encuentran en una situación en la que no se sienten bien —
sin hacer preguntas— ayuda a que los chicos actúen con honestidad y a
que pidan ayuda cuando la necesitan.
 Se puede escuchar: ¿Cómo puedo evitar decir no a beber?
Si le preocupa quedar mal con los amigos, porque todos ellos beben, decir
simplemente no deseas beber, ser firme y decir: ―no gracias‖; en otras
palabras, decir ―no‖ sin dar ninguna explicación. Si te sientes incómodo
decirles ―no‖; si quieres ir al partido de fútbol y sabes que va a haber
alcohol, puedes planear una estrategia por adelantado.
- Hablar con los niños del alcohol
Antes de que sus hijos tengan la posibilidad de beber el alcohol, usted puede
contribuir para que cuando llegue el momento contesten con un "no."
La infancia es un momento para aprender y descubrir, por lo que es importante
animar a los niños a hacer preguntas, incluso aquellas que pueden ser difíciles de
responder. Si ahora puede mantener con sus hijos una conversación franca, honesta
y apropiada para su edad, estará estableciendo las bases para que más adelante sus
hijos se acerquen a usted cuando tengan que enfrentarse a otros temas o
problemas.
Niños en edad preescolar
Aunque a la edad de 3 o 4 años los niños no están preparados para entender los
problemas relacionados con el alcohol y las drogas, están empezando a desarrollar
las habilidades para tomar decisiones y resolver problemas que necesitarán más
adelante. Puede ayudarles a desarrollar esas habilidades de maneras simples.
Por ejemplo, permita que sus hijos pequeños elijan su propia ropa y no se preocupe
si escogen prendas que no pegan entre sí. Esto les ayudará a saber que usted cree
que son capaces de tomar decisiones. Asígneles pequeñas tareas y hágales saber
que su contribución es de gran ayuda.
Y sea un buen ejemplo del comportamiento que quiere que sus hijos tengan. Esto es
especialmente importante en los años preescolares, cuando los niños tienden a
imitar las acciones de los adultos como una forma de aprender. Así que si los
padres son activos, se alimentan de manera sana y beben con responsabilidad, están
enseñando a sus hijos lecciones importantes desde bien pronto.
Niños de 4 a 7 años
A esta edad los niños aún piensan y aprenden principalmente a partir de la
experiencia y no pueden comprender bien lo que sucederá en el futuro. Por ello, es
conveniente que cuando hable con ellos sobre el alcohol, lo haga refiriéndose al
presente y mencione las cosas que los niños pueden conocer y entender. Por
ejemplo, si está viendo la televisión con su hijo, puede aprovechar para hablar de
los mensajes que transmiten los anuncios. Hágale preguntas sobre la publicidad que
aparezca y anime a sus hijos a hacer preguntas también.
A los niños les interesa saber cómo funcionan sus cuerpos, por eso es una buena
idea hablar de mantenerse sano y evitar las sustancias que pueden dañar al cuerpo.
Hábleles de cómo el alcohol puede perjudicar la capacidad de una persona para ver,
oír y andar sin tropezar, de que altera los sentimientos de las personas y dificulta
discernir cosas, como si la profundidad de un lugar para bañarse es excesiva o si un
coche se está acercando demasiado. ¡Y provoca mal aliento y dolor de cabeza!
Niños de 8 a 11 años
Los últimos años de la escuela primaria son un momento crucial en el que usted
puede influir en las decisiones de su hijo sobre el consumo de alcohol. A esa edad a
los niños suele encantarles aprender datos, sobre todo acerca de temas
desconocidos, y están ansiosos por entender cómo funcionan las cosas y cuáles son
fuentes de información a las que pueden acceder.
Por ello, éste es un buen momento para comentar abiertamente la información
relacionada con el consumo de alcohol: sus efectos a corto y largo plazo y las
consecuencias de éstos, sus efectos físicos y por qué es especialmente peligroso
para los cuerpos que se están desarrollando.
A esta edad los niños pueden estar muy influenciados por sus amigos. Sus intereses
pueden estar determinados por lo que piensan sus compañeros. Por ello, debería
enseñar a sus hijos a decir "no" a la presión de los compañeros, y comente la
importancia de pensar y actuar como un individuo.
Las charlas relacionadas con el alcohol y los amigos pueden tener lugar en la mesa a
la hora de comer como parte de una conversación normal: "He leído algo sobre los
niños que consumen alcohol. ¿Alguna vez has oído que los niños de tu escuela beban
alcohol o consuman drogas?".
Chicos de 12 a 17 años
En la adolescencia, los chicos ya deberían conocer las consecuencias del consumir
alcohol y su actitud e ideas sobre el consumo de sustancias. Por ello es importante
que refuerce lo que ya les ha enseñado y se concentre en mantener una buena vía
de comunicación entre ustedes.
Los adolescentes tienen más probabilidades de caer en comportamientos de riesgo,
y su necesidad creciente de independencia puede hacer que quieran desafiar los
deseos o instrucciones de sus padres. Pero si usted logra que su hijo adolescente
se sienta aceptado y respetado como individuo, incrementará las posibilidades de
que sea sincero con usted.
Los chicos quieren ser aceptados por sus compañeros, y necesitan un cierto grado
de privacidad y confianza. Evite los sermones y las amenazas excesivas; en vez de
eso, trate de poner más énfasis en su amor e interés por ellos. Aunque los
adolescentes se molestan a veces con las preguntas y la preocupación de los padres,
aún reconocen que es algo natural.
- Consejos generales
Afortunadamente los padres pueden hacer mucho para evitar que sus hijos
consuman alcohol:
 Sea un buen ejemplo a seguir. Tenga en cuenta de qué manera el consumo de
alcohol o de medicamentos puede influir en sus hijos. En las fiestas y otros
encuentros sociales ofrezca solamente bebidas no alcohólicas para demostrar
a sus hijos que no necesita beber para divertirse.
 Aprenda usted mismo sobre las consecuencias de beber alcohol para ser un
maestro mejor. Lea y guarde toda la información que pueda compartir con sus
hijos y otros padres.
 Intente ser consciente de cómo puede ayudar a desarrollar la autoestima de
su hijo. Por ejemplo, es más probable que los niños se sientan bien con ellos
mismos si usted destaca sus puntos fuertes y refuerza de manera positiva
sus comportamientos saludables.
 Enseñe a sus hijos a manejar el estrés de maneras sanas, como, por ejemplo,
pidiendo ayuda a un adulto de confianza o realizando una actividad que les
guste.
- Reconocer los signos
A pesar de sus esfuerzos, aún es posible que su hijo consuma o abuse del alcohol.
¿Cómo puede ayudarle? Estos son algunos de los signos de alarma:
 el olor a alcohol
 cambios repentinos en el estado de ánimo o la actitud
 cambios en la asistencia a la escuela o en las notas
 pérdida de interés en la escuela, los deportes y otras actividades
 problemas de disciplina en la escuela
 apartarse de la familia y los amigos
 secretismo
 relación con un nuevo grupo de amigos y resistencia a presentárselos
 desaparición de alcohol en su casa
 depresión y dificultades de desarrollo
Es importante no sacar conclusiones precipitadamente a partir de sólo uno o dos
signos. La adolescencia es un momento de cambios: físicos, sociales, emocionales e
intelectuales. Esto puede manifestarse como un comportamiento imprevisible y
cambios del estado de ánimo, cuando los niños intentan hacer frente a todos estos
cambios.
Si su hijo está consumiendo alcohol, generalmente observará un conjunto de signos:
cambios en las amistades, el comportamiento, la manera de vestir, en la actitud, el
estado de ánimo y las notas. Si aprecia diversos cambios, busque las explicaciones
hablando con sus hijos, pero no desprecie la posibilidad de que exista alguna
toxicomanía.
Otros consejos que podrían ayudarle:
 Esté al tanto de los lugares a los que va su hijo.
 Conozca a los padres de los amigos de su hijo.
 Asegúrese de disponer siempre de un número de teléfono donde pueda
localizar a su hijo.
 Haga que sus hijos llamen con cierta frecuencia cuando estén fuera de casa.
 Cuando su hijo esté lejos de casa por un periodo prolongado, mantenga un
contacto periódico con él por teléfono, a través del correo electrónico o
mediante visitas.
Para los adolescentes, especialmente para los que ya conducen, considere la
posibilidad de negociar y firmar un contrato de comportamiento para la conducción.
Este contrato debería explicar en detalle la manera en que espera que su hijo se
comporte y definir las consecuencias de que conduzca bajo los efectos del alcohol.
Cumpla lo que diga y, si es necesario, quítele las llaves.
Incluya en el acuerdo con su hijo adolescente que usted y el resto de su familia
nunca conducirán habiendo bebido. Fomente también los comportamientos
responsables, como buscar de antemano a alguien que haga de chofer o pedir ayuda
a un adulto antes que conducir bajo la influencia del alcohol.
Es importante mantener abierta la comunicación y que las expectativas sean
razonables. Vincular las acciones responsables a mayores libertades, como una hora
de llegada más tarde o el permiso para conducir, puede actuar como un motivador
poderoso. Enseñe a sus hijos que la libertad sólo puede venir asociada a la
responsabilidad, una lección que debería recordar el resto de su vida.

En cuanto a la droga, de la misma forma en que usted vacuna a sus hijos contra
enfermedades como el sarampión, usted puede ayudar a "inmunizarlos" contra el
uso de drogas al presentarle hechos antes de que caigan en una situación riesgosa.
Ayude a prevenir el uso de las drogas.
Si bien no hay una manera infalible de asegurar que un hijo nunca use drogas, puede
tomar medidas para aprevenirlo.
 Manténgase involucrado: construya una relación sólida con el hijo y muestre
apoyo por sus intereses.
 Sea un buen modelo a seguir: los comportamientos que como padre muestra
envía un mensaje directo al adolescente, ya sea que lo sepa o no. No use
drogas y utilice medicamentos con receta únicamente como como se lo
indiquen. Si bebe alcohol, hacerlo con moderación.
 Presentarse y conocer a los amigos del hijo: de ser posible conozca
también a los padres de los amigos del hijo. Alienta al hijo a invitar a los
amigos a casa, de manera que pueda conocerlos mejor. Si cree que un amigo
es mala influencia, no dude en intervenir o alentar a su hijo a hacer otras
amistades, pero no le prohíba la relación con esa determinada persona.
 Establecer reglas claras a su hijo sobre el uso de drogas: esto puede
incluir no viajar en auto con muchachos que hayan estado usando dogas o no
permanecen en una fiesta donde alguien esté usando drogas.
 Sepa lo que está haciendo su hijo: Lo adolescentes sin supervisión tienen
mayores posibilidades de experimentar con droga. Manténgase informado
sobre dónde y con quién está su hijo. Pídale que se reporte en ciertos
momentos del día, como al salir de la escuela.
 Aliente las actividades saludables: Los pasatiempos, los clubes, los deportes
y los trabajos de medio tiempo son excelentes maneras de mantener
ocupados a los adolescentes. Al mantenerse activo, el adolescente tendrá
menos tiempo para involucrarse en el uso de drogas.
 Dialogue con su hijo: Cuando los niños no se sienten cómodos al hablar con
sus padres, lo más probable es que busquen las respuestas en otra parte,
incluso si sus fuentes no son confiables. Los niños que no están
adecuadamente informados corren un riesgo mayor de involucrarse en
conductas inseguras y de experimentar con drogas. Los padres que están
educados acerca de los efectos del uso de drogas y aprenden los hechos
pueden ayudar a corregir cualquier concepto erróneo que los niños pudieran
tener.
Incluya el tema de las drogas como parte de las conversaciones generales
sobre salud y seguridad con su hijo. Es una de las mejores maneras de
prevenir su uso entre los adolescentes. Los padres son modelos a seguir para
sus hijos, por lo que sus opiniones sobre el alcohol, el tabaco y las drogas
pueden tener una fuerte influencia sobre las opiniones de su hijo. Se
preguntará ¿Cómo? He aquí algunos consejos:
 No lo conviertas en una ―gran conversación‖. En lugar de eso, tenga
conversaciones continuamente sobre las drogas con su hijo. Use las
noticias, los programas de televisión o las películas como un punto de
partida papa tener las conversaciones
 No dé sermones. En lugar de eso, haga preguntas abiertas como: ―¿por qué
crees que esos muchachos usaban drogas?‖ o ―¿alguna vez te han ofrecido
drogas?‖ tu hijo puede responder de manera más positiva si tienen una
conversación real.
 Comuníquele a su hijo lo que usted siente. Déjele claro que usted no
aprueba el uso de las drogas.
 Dele a su hijo tiempo para hablar y escúchelo sin interrumpirlo. Esto le
mostrará que le importa lo que su hijo opine.
 Pase un tiempo cada día hablando sobre lo que está sucediendo en la vida
de su hijo. Esto facilitará las conversaciones cuando surjan temas más
complicados como el alcohol, las drogas y el sexo.
De edad preescolar a los 7 años
Antes de ponerse nervioso acerca de hablar con niños pequeños, anímese.
Probablemente ya estableció las bases para una conversación. Por ejemplo, cada vez
que le da un medicamento contra la fiebre o un antibiótico a su hijo, usted tiene la
oportunidad de hablarle acerca de los beneficios y del uso adecuado y responsable
de esos fármacos. Este es también un momento en el que su hijo probablemente
esté muy atento a su conducta y orientación.
Comience a aprovechar los "momentos para enseñar" ahora mismo. Si ve a un
personaje en un cartel o en la televisión con un cigarrillo, hable sobre el
tabaquismo, la adicción a la nicotina y lo que fumar le hace al cuerpo de una
persona. Esto puede llevar a una discusión acerca de otras drogas y cómo pueden
potencialmente ocasionar daños.
Mantenga un tono calmado en estas conversaciones y use términos que su hijo
pueda comprender. Sea específico acerca de los efectos de las drogas: cómo hacen
sentir a una persona, el riesgo de sobredosis y los demás daños a largo plazo que
pueden causar. Para proporcionar estos hechos a sus hijos, es posible que deba
investigar un poco.
De 8 a 12 años de edad
Conforme sus hijos crecen, puede iniciar conversaciones con ellos preguntándoles
qué piensan acerca de las drogas. Al hacer preguntas de forma abierta y sin juzgar,
es más probable que obtenga una respuesta honesta.
Por lo general, los niños de esta edad aún están dispuestos a hablar abiertamente
con sus padres sobre temas delicados. Establecer un diálogo ahora ayuda a
mantener la puerta abierta conforme los niños crecen y muestran menor inclinación
a compartir sus pensamientos y sentimientos.
Incluso si sus preguntas no causan una discusión inmediatamente, hará que sus
hijos piensen acerca del tema. Si muestra a sus hijos que está dispuesto a hablar
del tema y a escuchar lo que ellos tengan que decir, es posible que estén más
dispuestos a acudir a usted por ayuda en el futuro.
Las noticias, como el uso de esteroides en los deportes profesionales, pueden ser
detonantes para conversaciones casuales sobre los eventos del momento. Use estas
discusiones para dar a sus hijos información acerca de los riesgos de las drogas.
De 13 a 17 años de edad
Los niños de esta edad probablemente conocen a otros niños que usan alcohol o
drogas, y tienen amigos que conducen automóviles. Muchos aún están dispuestos a
expresar sus ideas o inquietudes al respecto con sus padres.
Use estas conversaciones no solamente para comprender lo que piensa y siente su
hijo, sino también para hablar sobre los peligros de conducir bajo la influencia de
las drogas o el alcohol. Hable acerca de los asuntos legales (encarcelamiento y
multas) y sobre la posibilidad que ellos, o alguien más, pudieran morir o lesionarse
gravemente.
Considere establecer un contrato verbal o por escrito sobre las reglas acerca de
salir o de usar el automóvil. Puede prometer que irá a recoger a sus hijos a
cualquier hora (¡incluso a las 2:00 a. m.!) sin preguntas si le llaman cuando la persona
responsable de conducir ha estado tomando o usando drogas.
El contrato también podría describir detalladamente otras situaciones. Por
ejemplo, si averigua que alguien tomó alcohol o utilizó drogas en su automóvil
mientras su hijo o hija estaba detrás del volante, es posible que desee suspender
sus privilegios para conducir durante 6 meses. Al hablar sobre todo esto con sus
hijos desde el inicio, usted elimina las sorpresas y deja claras las expectativas.
Si cree que su hijo está usando drogas, comience por hablar con el proveedor de
atención médica de la familia. El proveedor de atención puede ayudar a tratar al
adolescente, o puede remitirlo a un especialista en drogas o centro de tratamiento.
También puede buscar recursos en su comunidad o en hospitales locales. Busque a
especialistas que tengan experiencia trabajando con adolescentes. No vacile:
busque ayuda de inmediato. Cuanto antes consiga ayuda, menos probable será que el
uso de drogas de su hijo se convierta en abuso de las drogas.
En cuanto al tabaquismo
- Evitar que los niños adquieran el hábito
Los niños pueden sentirse atraídos a fumar o mascar tabaco por diversas razones:
para hacerse los interesantes, parecer mayores, perder peso, dar la impresión de
ser duros y sentirse independientes. Pero los padres pueden contrarrestar esta
atracción y evitar que sus hijos prueben —y se vuelvan adictos a— el tabaco.
Establecer desde el comienzo una buena base de comunicación con sus hijos
facilitará el trabajo cuando haya que tratar asuntos peliagudos, como el consumo
de tabaco. Éstas son algunas recomendaciones que puede tener en cuenta:
 Hable de los temas delicados de un modo que no haga sentir a sus hijos temor
al castigo o a ser juzgados.
 Destaque lo que sus hijos hacen bien en vez de lo que hacen mal. La confianza
en uno mismo es la mejor protección frente a la presión de los compañeros.
 Anime a los niños a implicarse en actividades en las que se prohíbe fumar,
como los deportes.
 Demuestre a sus hijos que valora sus opiniones e ideas.
 Es importante seguir hablando con los niños a medida que crecen de los
peligros del tabaco. Incluso los niños más pequeños pueden entender que
fumar es malo para el cuerpo.
 Pregunte a sus hijos qué les atrae —y qué les desagrada— de fumar.
Escúchelos con paciencia.
 Lea, mire la televisión y vaya al cine con sus hijos. Compare las imágenes de
los medios de comunicación con lo que ocurre en la realidad.
 Hable con ellos sobre las maneras en que pueden responder a la presión de los
compañeros para que fumen. Su hijo puede sentirse seguro de sí mismo
diciendo simplemente "no." Pero muéstrele también otras posibles
respuestas, como ―"Si fumo, mi ropa olerá mal y tendré mal aliento"‖ o "No me
gusta el aspecto que tengo cuando fumo".
 Anime a sus hijos a alejarse de los amigos que no respeten sus razones para
no fumar.
 Explíqueles de qué manera el hábito de fumar controla la vida diaria de los
niños que empiezan a fumar. ¿Qué tienen que hacer para pagarse el tabaco?
¿Cómo consiguen el dinero para pagar otras cosas que desean? ¿Cómo afecta
este hábito a sus amistades?
 Establezca reglas claras que prohíban fumar y mascar tabaco en su casa y
explíqueles por qué: los fumadores huelen mal, tienen mal aspecto y se
sienten mal, y el tabaco es malo para la salud de todo el mundo.
- Si su hijo fuma
Si descubre que la ropa de su hijo huele a humo, no reaccione de forma exagerada.
Primero pregúntele sobre ello; quizá salga con amigos que fuman o simplemente
haya probado un cigarrillo. Muchos niños prueban en algún momento a fumar, pero
no se convierten en fumadores habituales.
Otros signos que pueden delatar el hábito de fumar son:
 tos
 irritación de la garganta
 ronquera
 mal aliento
 un rendimiento inferior en los deportes
 mayor susceptibilidad a los resfriados
 dientes y ropa manchados de nicotina (éstos también son signos de mascar
tabaco)
 dificultades respiratorias
A veces ni siquiera la mejor educación es suficiente para impedir que los niños
experimenten con el tabaco. Puede ser tentador enfadarse, pero será más eficaz
que se centre en comunicarse con él.
He aquí algunos consejos que pueden ser útiles:
 Resista la tentación de darle conferencias o convertir su consejo en un
sermón.
 Descubra qué es lo que a su hijo le atrae de fumar y hable de ello de manera
honesta.
 Muchas veces, los niños no son capaces de apreciar la manera en que sus
comportamientos del presente pueden afectar su salud en el futuro. Por ello,
hábleles de los inconvenientes inmediatos de fumar: tener menos dinero para
gastarlo en otras cosas, dificultades para respirar, mal aliento, dientes
amarillos y el mal olor de la ropa.
 Cumpla las reglas respecto al tabaco que haya establecido. Y no permita que
su hijo fume en casa para que haya paz.
 Si su hijo le dice "Puedo dejarlo cuando quiera," pídale que se lo demuestre
dejando de fumar totalmente durante una semana.
 Intente no acosarlo. En última instancia, quien tiene que tomar la decisión es
su hijo.
 Ayude a su hijo a desarrollar un plan para dejar de fumar, dele información y
recursos y refuerce con elogios su decisión de dejar el hábito.
 Haga hincapié en las recompensas naturales derivadas de dejar de fumar:
liberarse de la adicción, mejor estado físico, mayor rendimiento en los
deportes y mejor aspecto físico.
 Intente que tenga una entrevista con su médico, quien puede ofrecer su
apoyo y programas de tratamiento.
- Si usted fuma
Los chicos son rápidos en lo que respecta a observar cualquier contradicción entre
lo que los padres dicen y hacen. A pesar de lo que usted piense, la mayoría de los
niños dicen que los adultos a quienes más se quieren parecer cuando sean mayores
son sus padres.
Si usted fuma:
 Primero, admita su error al haber comenzado a fumar y que si ahora tuviera
que empezar de nuevo, no lo haría.
 En segundo lugar, deje de fumar. Esto no es fácil y puede requerir varios
intentos y la ayuda de un programa o un grupo de apoyo para dejar de fumar.
Pero si usted supera su adicción al tabaco, estará animando a sus hijos a que
lo también lo hagan.
a. Frente a la droga se deben establecer bases firmes. ¿Cómo establecerlas?
Ningún padre, hijo o familia es inmune a los efectos de las drogas. Algunos de los
mejores niños pueden terminar teniendo problemas, incluso cuando han realizado un
esfuerzo para evitarlo y cuando han recibido la orientación adecuada de sus
padres.
Sin embargo, algunos grupos de niños podrían ser más susceptibles a usar drogas
que otros. Los niños que tienen amigos que usan drogas probablemente las prueben
ellos mismos. Aquellos que se sienten aislados socialmente por cualquier motivo
podrían refugiarse en las drogas.
Por lo tanto, es importante conocer a los amigos de su hijo… y a los padres.
Involúcrese en las vidas de sus hijos. Si la escuela de su hijo ofrece un programa
antidroga, involúcrese. ¡Podría aprender algo! Ponga atención a cómo se sienten sus
hijos e déjeles saber que usted está disponible y dispuesto a escuchar sin juzgar.
Reconozca cuando sus hijos están pasando por momentos difíciles para que pueda
ofrecerles el apoyo que necesitan o buscar ayuda adicional, si es necesario.
Los juegos de roles pueden ayudar a su hijo a desarrollar estrategias para
rechazar las drogas si se las ofrecen. Dramatice posibles situaciones con las que se
podrían topar. Ayudarlos a elaborar frases y respuestas para decir "no" los prepara
para saber cómo responder incluso antes de que estén en esa situación.
Un entorno familiar cálido y abierto, en el que se estimula a los niños a hablar
acerca de sus sentimientos, se celebra sus logros y se refuerza su autoestima,
alienta a sus hijos a acercarse con sus preguntas e inquietudes. Cuando son
censurados en sus propios hogares, los niños acuden a otra parte para encontrar
apoyo y respuestas a sus preguntas más importantes.
Haga de las conversaciones con sus hijos un hábito diario. Encontrar el tiempo para
hacer cosas que disfruten juntos como familia ayuda a que todos sigan conectados
y mantengan una comunicación abierta.
Si está buscando más recursos para usted y su hijo, asegúrese de hablar también
con su médico.

Ante el flagelo de la prostitución y el abuso sexual, podemos marcar como


medidas preventivas
A) prevención primaria
Existen medidas educativas que por lo general van dirigidas a escolares, pero
también a sus padres, maestros, comunidades o cualquiera que trabaje con niños o
adolescentes; pero también existen disposiciones judiciales. A continuación se
explicarán estas medidas.
El objetivo principal de los programas educativos es brindarles a los niños las
herramientas necesarias para que aprendan a identificar situaciones de peligro,
transgresión de límites, tocamientos inapropiados o tácticas que el abusador pueda
implementar para llevar a cabo su cometido.
Se cree que los niños más pequeños son incapaces de diferenciar el contacto sexual
inapropiado de una relación de cariño, por lo que estos programas funcionarían
modificando dicha situación. También hacen evidente la problemática del abuso
sexual y consisten en enseñarles a los niños sus derechos, cómo oponerse a esos
contactos y cómo buscar ayuda; de esta manera también se estarían reportando
más los casos de abuso sexual, aminorando la gravedad de las consecuencias,
disminuyendo los sentimientos de culpa y vergüenza y mitigando la estigmatización.
Estos programas van dirigidos a niños y jóvenes de diversas edades, incluyendo los
de preescolar, y se imparten por lo general en las escuelas, aunque también en
grupos religiosos y otras organizaciones que trabajan con jóvenes. Algo que se les
critica es que hay quienes creen que los conceptos impartidos son muy complicados
para que niños tan pequeños los comprendan.
Otro aspecto que le discuten es que la información impartida en los programas
podría generar ansiedad entre los niños, eliminar toda confianza en los adultos y
confundir cualquier contacto como uno inapropiado; además de que se delegaría la
responsabilidad de prevenir el abuso sexual en los niños, lo que sería injusto.
También consideran que de ser cierto que los niños sí aplicaran las herramientas
aprendidas, es improbable que sean capaces de evitar que el abuso se lleve a cabo.
Sin embargo, los conceptos parece que no son complicados, los niños de cualquier
edad sí los llegan a integrar aunque no necesariamente sean capaces de
implementarlos, y aun cuando sólo fueran comprendidos por un solo estudiante, ya
sería beneficioso.
El que se haya comprobado que otros programas que previenen otros tipos de
violencia son efectivos, apoya el hecho de que los dirigidos a prevenir abuso sexual
en menores también puedan servir. Reportar los casos de abuso sexual puede ser
incluso ventajoso para el niño en el sentido de que se le podría poner fin al abuso en
sí, evitar que este sea de mayor duración o prevenir futuras agresiones. También
se ha descrito que estos programas favorecen la comunicación entre padres e
hijos, lo que puede ser un aspecto clave en la lucha contra el abuso sexual.
Estrategias como el uso de la publicidad y anuncios públicos han sido implementadas
con el fin de recalcar lo malo del abuso sexual y también la necesidad de buscar
ayuda en caso de ser un o un posible perpetrador; o bien, para alertar a terceras
personas en la detección de potenciales situaciones de abuso para adoptar medidas
de protección, aumentar el reporte de los casos y atenuar la estigmatización en
potenciales víctimas.
Hay quienes creen que la aplicación de justicia a los abusadores puede tener
efectos preventivos de carácter primario, ya que podría generar el miedo a ser
atrapados en otros posibles perpetradores y saber que definitivamente obtendrían
un castigo infalible y severo; evitando que se lleven a cabo nuevas agresiones
sexuales. Una mayor severidad de las sentencias podría generar sobrepoblación de
las cárceles y elevaría los costos, por lo que lo mejor sería aumentar las medidas de
detección y arresto y diferenciar más apropiadamente aquellos agresores de mayor
riesgo de los de menor.
b) prevención secundaria
Se le llama prevención secundaria porque no está evitando el abuso sexual, sino que
ya habiendo ocurrido, se trabaja con el abusador para impedir un segundo agravio
por el mismo sujeto. Existen diversos métodos que se han aplicado con esta
filosofía; sin embargo, tienen una desventaja, y es que se basan en un modelo
estereotipado del abusador.
Además se parte del hecho de que todo perpetrador recidiva en su delito, pero la
tasa de re agresión en materia sexual es mucho menor que la de otro tipo de
criminales.
Existe lo que son sistemas de registro de ofensores, que tienen como fin el
identificar más fácilmente al agresor en caso de una recidiva y además podría
también evitar que otros cometan su primer delito con tal de no aparecer en estas
bases de datos. Como aspecto negativo, está el que no facilita la reintegración del
agresor a la sociedad lo que podría generar una mayor mal adaptación social y
conducta errónea; por otra parte sería continuar castigando a aquellos que ya han
cumplido su condena.
En relación con lo anterior, está la verificación obligatoria del historial de la
persona que busca un nuevo trabajo en sitios donde puede estar en contacto con
menores de edad, que se realiza mediante el uso de los registros antes
mencionados. El problema con esta medida es la dificultad para encontrar un nuevo
trabajo, los costos y el no brindarle la oportunidad a una persona quizás calificada
y que no necesariamente vaya a recibir.
La notificación en la comunidad consiste en repartir volantes, hacer llamadas o que
encargados de la ley vayan puerta por puerta comunicando a los vecinos acerca de
la identidad del abusador, y tiene por objetivo el que ellos tomen las medidas
preventivas que ellos consideren adecuadas para su protección. A pesar de que
pueda gustar entre la gente, tiene quizás más efectos negativos. Además de los que
comparte con los registros de ofensores, los abusadores tienen dificultad para
encontrar sitios dónde vivir y nuevos trabajos y quizás el tiempo invertido en esta
medida se podría utilizar en otras más efectivas.
También está la creación de estatutos que restrinjan los sitios donde los
perpetradores puedan habitar y visitar y así proteger a los niños en los lugares que
más transitan. Esto le imposibilita al que cometió el abuso encontrar dónde vivir y
puede no ser tan efectiva si recordamos que muchos de ellos son personas
familiares que conviven con la víctima.
Finalmente, existen otras medidas que tienen un enfoque más humanitario y van
dirigidas a ayudar al abusador con ciertos aspectos y así prevenir recidivas. Un
ejemplo es la terapia para dichas personas para aumentar sus tácticas de
autorregulación de conducta o para lidiar con los posibles problemas de fondo que
los haya impulsado a abusar de menores de edad. Esto podría ser costoso y
requiere personal muy entrenado.
Como se pudo observar, existen múltiples medidas preventivas pero todavía no se
llega a un consenso en cuanto a su eficacia, por lo que se deberían implementar o
seguir utilizando hasta que los estudios reporten lo contrario; porque al fin y al
cabo, no se han observado efectos negativos reales.
Es importante que se conozcan algunas pautas respeto al trato que deben recibir
los niños, niñas y adolescentes que están siendo abusados sexualmente:
1. Dispensar a niños, niñas y adolescentes un trato respetuoso. Es
importante hacerle sentir que nos interesan y que estamos prestos para
ayudarles.
2. No interrogarles: cualquier pregunta deben realizarla los fiscales o
autoridades competentes.
3. No culparles: no son responsables de la situación de explotación sexual
comercial en la que se encuentran.
4. No tratarles como si fueran delincuentes: los clientes y proxenetas son
quienes incurren en un delito.
5. No exponerles a los medios de comunicación: es importante que se proteja
la identidad de la niña, niño o adolescente, dado que su exposición a la opinión
pública puede causarle daños irreversibles.
6. Darles información de los lugares donde podrán obtener apoyo, para ello
es necesario tener una lista mínima de los lugares que brindan este servicio
en la localidad: Policía Nacional, Oficina de atención a niños y adolescentes,
fiscalía, etc.
7. Evitar hablar con el niño, niña o adolescente sobre la problemática de la
explotación sexual comercial infantil. Lo importante es asegurar un trato de
acogida y comprensión.
8. Rompe el silencio. ¡Tú puedes denunciar! ¿Por qué hay que denunciar? Es
responsabilidad de todos y todas denunciar los casos de explotación sexual de
niños, niñas y adolescentes. Debemos superar las barreras de la tolerancia
social y no aceptar que en nuestra sociedad se abuse y se explote a niñas,
niños o adolescentes. Hay que generar una cultura de denuncia y proteger a la
infancia de los explotadores sexuales. Como seres humanos, tenemos el
compromiso de proteger a nuestros niños, niñas y adolescentes, de cualquier
forma de explotación ya sea en el ámbito profesional como en el personal.
¿Cuándo hay que denunciar? Cuando se tiene constancia, sospecha y
conocimiento, que se ha dado el caso de abuso y explotación sexual de un niño,
niña o adolescente; también si hay existencia de locales donde se realizan
dichos abusos o explotaciones. Y se deberá denunciar al explotador-cliente y
a los intermediarios si los hubiere. Además se debe denunciar cuando se tiene
conocimiento de publicidad que promociona el sexo con niños, niñas o
adolescentes.
9. Superemos los prejuicios de desconfianza en sistemas, temor a represalias,
No le importa, No es su problema.
10.Tener en la comunidad Redes Locales de Protección de los Derechos de la
Infancia. Contacta en el municipio la fiscalía, Policía, y demás organizaciones
que trabajen por la infancia. Podrás conocer de cerca el trabajo que hace
cada institución.
11. Es importante promover que la población general tome conciencia sobre su
responsabilidad, como parte de la solución ante el problema de la explotación
sexual comercial, mediante el estímulo de una cultura de respeto y protección
de los derechos de las personas menores de edad y también por medio de la
observación atenta del entorno y de compromiso en la denuncia de quienes
promueven o forman parte de ello, como son los clientes explotadores,
proxenetas e intermediarios.
g. PARA LA REFLEXION
Como padre de familia ¿Qué voy hacer? ¿En qué me voy a comprometer?
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

4. EL ADOLESCENTE Y LA SEXUALIDAD
a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST Y EVALUARLO
1) ¿Qué saben ustedes sobre la sexualidad?
2) ¿Es un pecado el sexo?
3) ¿Qué consecuencias trae una sexualidad desordenada?
4) ¿Es recomendable hablar sobre el sexo con sus hijos?
5) ¿Con qué lenguaje le hablan sobre el sexo a sus hijos? (Natural,
morboso, cuentero)
6) ¿Han orientado a sus hijos sobre la sexualidad?
c. TEXTO BIBLICO: 1 Cor 6,12-19
d. EXPOSICON DEL TEMA
Una de las áreas más conflictivas en la vida del ser humanos en su búsqueda de la
santidad, está en la lucha por conservar la castidad y la pureza sexual en un mundo
contaminado por miles de teorías en donde el sexo es la carnada perfecta para
destruir y esclavizar al hombre. ¿Son conscientes Ud. de la cantidad de empresas,
negocios e intereses que se mueven alrededor del sexo? El diablo ha encontrado en la
música, el sexo y las drogas el tráigalo perfecto para la destrucción de humanidad, y
traer con ello miseria, esclavitud y destrucción. Es por ello que se hace necesario el
poder orientar bien a nuestras iglesias en estas realidades latentes que afectan a
millones de jóvenes en todo el mundo.
La sexualidad es una de las más grandes obras de Dios. Por medio de la misma se
produce la procreación, la conservación y reproducción de la especie; sin embargo,
cuando se descontrola, y se sale de los límites marcados por el Creador, se convierte
en una pasión brutal, que al igual que una creciente de agua cuando se sale de su cauce,
lo arrasa todo, y pasa a convertirse en un arma destructiva para la vida física y moral
del hombre.
La sexualidad ha sido abordada y explicada desde diferentes ámbitos disciplinares:
biología, psicología, sociología, entre otros. Su conceptualización no es unívoca, designa
en términos generales ciertos comportamientos, prácticas y hábitos que involucran el
cuerpo, pero también designa relaciones sociales, ideas, moralidades, discursos y
significados socialmente construidos; su estudio se inicia, al menos para México, muy
recientemente y poco se ha dado cuenta de los significados en torno a la sexualidad y
su construcción cultural en relación con lo masculino y lo femenino dentro de
relaciones de poder inequitativas y su vínculo con eventos como la violencia.
Es recomendable que los jóvenes estén bien fundamentados en el campo sexual, para
evitar su propia destrucción tanto en su caminar por la existencia como en su mismo
cuerpo, pues, como dice 1 Cor 6,18: “Huid de la inmoralidad sexual. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, pero el fornicario peca
contra su propio cuerpo”
Es necesario comprender en forma clara y precisa el problema sexual de los
adolescentes de ambos sexos.
Después de un proceso, alrededor de los catorce años de edad aparece en el organismo
del adolescente la energía sexual que fluye entonces avasalladoramente por el sistema
neuro-simpático.
Este tipo especial de energía transforma el organismo humano, modificando la voz en
el varón y originando la función ovárica en la mujer.
El organismo humano es una auténtica fábrica que transforma elementos groseros en
finas substancias vitales.
Los alimentos que llevamos al estómago pasan múltiples trasformaciones y
refinamientos hasta culminar definitivamente en esa sustancia semi-sólida, semi-
líquida titulada ―Entidad del Semen‖. Ese vidrio líquido, flexible, maleable, ese
esperma, contiene en sí mismo, en forma potencial todos los gérmenes de la vida.
Este VITRIOLO, es un verdadero elixir elaborado inteligentemente por la naturaleza
dentro de las vesículas seminales. En este semen, se encuentran realmente todas las
posibilidades de la existencia.
Es lamentable que muchos jóvenes por falta de verdadera orientación psicológica se
entreguen al vicio de la masturbación o se desvíen lamentablemente por el sendero
infra-sexual del homosexualismo.
A los niños y a los jóvenes se les da información intelectual sobre muchos temas y se
les encarrila por la vía del deportismo cuyo abuso acorta la vida miserablemente, pero
desgraciadamente al aparecer la energía sexual con la cual se inicia la adolescencia,
tanto padres de familia como maestros de escuela, basados en un falso puritanismo y
en una moral estúpida, resuelven callar criminosamente.
Hay silencios delictuosos y existen palabras infames. Callar sobre el problema sexual
es un delito. Hablar equivocadamente sobre el problema sexual constituye también
otro delito.
Si los padres y maestros callan, los pervertidos sexuales hablan y las víctimas vienen a
ser los adolescentes inexpertos. El tener padres con quienes hablar sobre sexualidad
podría prevenir el embarazo entre adolescentes solteros. Cuanto mayor sea la
comunicación entre padres e hijos, más posibilidades tiene el adolescente de esperar
antes de tener relaciones sexuales premaritales.
Hablar de sexualidad no es hablar de sexo. Es hablar del estilo de vida de una persona,
según el sexo al que pertenece.
En una niña, por ejemplo, es hablar del estilo de vida que le corresponde por ser niña,
que incluye la forma como se comporta en sociedad, como se viste, las expectativas
que la sociedad tiene de ella, la participación social en su grupo de amigos, la conquista,
el papel que cumple en una relación sentimental, y por supuesto del papel sexual que va
a cumplir en una relación. Por ello, la sexualidad es mucho más que la vida coital de una
persona.
Si el adolescente no puede consultar a padres ni a maestros, consultará entonces a sus
compañeros de escuela posiblemente ya desviados por el camino equivocado. El
resultado no se deja esperar por mucho tiempo y el nuevo adolescente siguiendo falsos
consejos se entregará al vicio de la masturbación o se desviará por el camino del
homosexualismo.
El vicio de la masturbación arruina totalmente la potencia cerebral. Es necesario saber
que existe una íntima relación entre el semen y el cerebro. Es necesario cerebrizar el
semen. Es necesario seminizar el cerebro.
El cerebro se seminiza transmutando la energía sexual, sublimizándola, convirtiéndola
en potencia cerebral.
En esta forma queda el semen cerebrizado y el cerebro seminizado.
Los adolescentes deben sublimar las energías sexuales cultivando el sentido estético,
aprendiendo la música, la escultura, la pintura, realizando excursiones a las altas
montañas, etc.
El vicio de la masturbación, tanto en jóvenes como en señoritas se ha vuelto más común
que el lavarse las manos.
Los manicomios están llenos de hombres y mujeres que arruinaron su cerebro en el
asqueante vicio de la masturbación. El destino de los masturbadores es el manicomio.
El vicio del homosexualismo tiene podridas las raíces de ésta raza caduca y perversa.
Todas las grandes ciudades del mundo, hoy en día tienen millones de homosexuales. El
vicio del homosexualismo inicia su marcha vergonzosa durante la adolescencia. Muchas
escuelas de adolescentes varones y señoritas son verdaderos prostíbulos de tipo
homosexual.
Millones de señoritas adolescentes marchan resueltamente por el tenebroso camino de
los enemigos del hombre.
Millones de adolescentes de sexo femenino son homosexuales. La cofradía del delito
entre el homosexualismo femenino es tan fuerte, como la cofradía del delito entre el
sexo masculino.
Es urgente abandonar radicalmente y en forma definitiva el falso pudor y señalar a los
adolescentes de ambos sexos francamente todos los misterios sexuales. Sólo así
podrán encaminarse las nuevas generaciones por la senda de la REGENERACIÓN.
LA SEXUALIDAD ES EL LENGUAJE DEL AMOR
No seamos ingenuos, el que quiere ser limpio se preocupa también por la pureza de sus
propios pensamientos y en guardar su corazón. La vista y el tacto son las principales
ventanas por donde entran los estímulos sexuales sobre todo en los varones, cuando no
existe el objeto delante, la imaginación nos lo trae.
Ahí descansan, en buena medida, los llamados ‗lenguajes subliminales‘, insinúan más de
lo que realmente dicen. La imagen mueve a imaginar más cosas de las que han sido
vistas.
En esto precisamente se base la propaganda comercial erotizada, toda búsqueda
directa de excitación sexual tiene por sí misma una dinámica de totalidad, es decir,
dejada a sí misma por su propio dinamismo, lleva hacia la realización completa del acto
sexual.
El sexo por el sexo, es una experiencia vacía, mecánica y sin finalidad distinta que la
satisfacción del egoísmo personal. Por tanto, el hombre que quiere conservar su
dignidad personal no debe dejarse arrastrar o seducir, debe ser él quien lleve su
potencia y energía hacia metas altas y para ello debe acostumbrarse a tener un
dominio de sí mismo. Esto requiere esfuerzo, pero es fuente de alegría verdadera.
La relación sexual está destinada a expresar una relación de amor auténtico y éste lo
es cuando se trata de un amor total, definitivo, fiel, exclusivo, incondicional y fecundo.
Los hijos no son una enfermedad sino la imagen viviente de un amor generoso y
desinteresado. Si no se dan estas condiciones, la relación sexual deja de tener
sentido, es un engaño y expresa algo que no existe.
Para valorar la sexualidad es necesario abordarla con seriedad y responsabilidad, sin
olvidar su carácter gozoso y alegre. La sexualidad no se puede entender de forma
aislada, pues perderíamos toda la riqueza que aporta. Pensar en ella significa
comprender al hombre entero en su complejidad y unidad, explicar los valores de la
vida, la libertad y la esencia del amor.
El fin de las normas objetivas morales no es la represión de la sexualidad, sino
proteger y favorecer el dinamismo puro de la sexualidad para que ésta llegue a su
plenitud y sentido.
La mejor educación sexual que alguien puede recibir es vivir en un hogar con padres
amorosos. La madre y el padre no necesitan decir nada que sea muy explícito sobre la
sexualidad, como lo prueba el pasado; la castidad más bien se contagia, no se enseña.
Los programas de educación sexual modernos casi siempre los constituyen las escuelas
sin el consentimiento expreso de los padres, inclusive cuando los padres se percatan
de que se está impartiendo algún tipo de educación sexual, los administradores de las
escuelas ocultan o distorsionan la verdadera naturaleza y el contenido de los cursos.
Los cuales muchas veces se convierten en una información sobre genitalidad y
reproducción. Y la sexualidad, como ya se dijo es mucho más.
La meta principal de la educación no es imponer preceptos a la persona humana sino
invitarle a ser una persona en plenitud. Educar la sexualidad equivale a educar en el
amor hacia el otro; educar al hombre entero y revisar las estructuras de egoísmo y de
mentira que convierten al hombre en uno de sus hermanos y que terminan por hacer de
la sexualidad un objeto más para el consumo.
La formación para el amor es formación para la libertad, para la capacidad de ser
auténticamente libres en el ejercicio de la sexualidad. Cuando nuestros hijos tienen
bien fundamentado el valor del amor, que es un amor no egoísta, que no busca lo suyo
propio, que no hace nada indebido, que busca la verdad y lo recto; entonces, les
estamos enseñando la verdadera libertad. Estamos llamados a la verdadera libertad,
pero no con el pretexto de buscar gratificaciones sino para poder amar.
La libertad en el amor debemos conquistarla con esfuerzo, el esfuerzo que exige no
acostumbrarse a elegir en virtud de nuestras apetencias de cada momento, sino en
virtud del ideal que nos hemos propuesto.
La droga y el sexo sin amor te ofrecen todo sin pedirte nada a cambio y, por último, te
conducen a la nada y al hastío; sin embargo, el amor auténtico te ofrece todo,
exigiéndote todo y después te lo concede todo: te da felicidad plena. El amor
verdadero se traduce en un gozo interior que es promesa de futuro y necesidad de
compartir la vida, aun arriesgándola.
Aspirar a valores más altos supone renuncias, lo agradable encierra un valor, pero no el
más alto. La amistad y el amor, por ejemplo, presentan una excelencia mayor y para
conseguir el valor más alto hay que renunciar al valor más bajo, por eso conviene no
apegarse al valor de lo agradable, ya que tal apego nos quita la libertad para
supeditarlo al logro de valores más alto.
Convertirse al amor auténtico y, por tanto, adquirir la plenitud humana, supone aceptar
que el otro sea el centro y no yo, esto supone que renuncias, pero te lleva a la
verdadera felicidad y alegría.
¡Qué tremendo es utilizar a las personas para satisfacer nuestros propios deseos
sexuales egoístas! ¡Qué terrible es mentir para obtener satisfacción sexual! ¡Qué
terrible es que el centro de nuestra vida sea el satisfacer nuestros propios deseos y
no el amar a otras personas con respeto y serviles desinteresadamente, buscando su
bien mayor y no el nuestro!
Esto supone que renuncies a esos valores egoístas, pero cuando abrazas el verdadero
amor lleva a la verdadera felicidad y alegría. Es importante no tomar el primer valor
que descubrimos como la cumbre de todo valor; este malentendido deja a millones de
personas bloqueadas, en estados primitivos.
Un joven y una joven empiezan a tratarse y se entregan a complacencias eróticas, se
sienten invadidos por sensaciones placenteras. El mero ejercicio de la sexualidad
suscita emociones intensas pero todavía no constituye una experiencia auténtica de
amor personal. Enseñar esto al joven es importante.
Tiene que saber, por ejemplo, que si no se espera al matrimonio, ya sea por
convivencia, civil o religioso, que se establezcan como pareja bajo un mismo techo con
una independencia de las familias de donde proceden, si tiene relaciones
prematrimoniales se está buscando a sí mismo; no le está importando que la chica
pueda quedar embarazada cuando todavía no está en disposición de serlo, con el riesgo
de quedarse madre soltera, de que pierda sus estudios, acabe en trabajos humildes y
que se vea impulsada al aborto.
No confundir el amor con interés, la relación sexual, en cambio, no satisface la
necesidad de crear una relación amorosa auténtica, es insuficiente. Tal engaño se
presenta en muchas películas en que aparece la relación sexual completa como algo
normal al principio del enamoramiento, en vez de ser su culminación en el matrimonio.
En la sexualidad intervienen los genitales: de macho y hembra, el sexo que en otro
palabra es el género: masculino y femenino, y las relaciones que se establecen entre
los géneros con sus respectivas característica que los identifican: sentimientos,
carácter, temperamento, forma de pensar y actuar.
Es necesario plantear la necesidad de que los/las adolescentes sean apoyados por sus
padres/madres para lograr un desarrollo pleno y armonioso de su sexualidad. Los
padres tienen gran influencia en la educación de la sexualidad de los adolescentes,
pues con su comportamiento, el trato que le dan al adolescente desde su concepción y
niñez, la confianza que le despierten en sí mismos y hacia ellos como padres.
El sexo y la sexualidad son aspectos complejos de la vida de todo adolescente para la
construcción de su ser; es una dimensión esencial de la persona y está presente desde
el momento de la concepción impregnando a todo el individuo en una realidad
profundamente personal que lleva a convertir a los/las adolescentes en adultos.
Es en la adolescencia donde emerge el fenómeno sexual debido a la necesidad de
reafirmación de la identidad sexual y personal lo que conduce a tener en los/las
jóvenes un mayor interés en los temas eróticos y sexuales buscando información sobre
el desarrollo de sus órganos sexuales, reproducción y acto sexual entre otros.
Hoy en día, los/las adolescentes tienen información variable, deformada e insuficiente
sobre el sexo proveniente de diversas fuentes como lo es su grupo de pares (otros
adolescentes) adultos significativos para ellos/ellas, y de la TV e Internet, pero esta
información no se traduce en comportamientos preventivos de las/los jóvenes en sus
prácticas sexuales observándose una realidad indesmentible: los/las adolescentes se
inician sexualmente en forma cada vez más precoz y si no se toman las medidas
necesarias, las tasas de embarazos adolescentes, las infecciones de transmisión
sexual, especialmente el virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA), y el aborto de riesgo seguirán siendo
frecuentes en el sector juvenil.
La familia es la principal institución en la formación de sus hijos y son responsables de
que los hijos e hijas se formen exitosamente como seres afectivos, sociales,
productivos, intelectuales y sexuales. ¿Acaso la estabilidad de una pareja no guarda
relación con la educación y las vivencias sexuales de cada uno de los miembros de un
grupo familiar? ¿El gran número de abortos en adolescentes puede desligarse de la
educación sexual informal recibida en nuestro país?
En nuestra sociedad, la familia mantiene su rol de núcleo fundamental en la educación
de cualquier sujeto porque su influencia es decisiva en el desarrollo psico-afectivo y la
conformación de la personalidad de un individuo y por ello no podemos olvidar que la
educación sexual constituye un aspecto dentro de la educación integral del ser
humano, del cual los padres no se pueden desentender ya que es con ellos con los
cuales el ser humano establece lazos estrechos de dependencia y relación, porque son
sus primeros maestros.
Los padres también son los primeros artífices de la conciencia moral de los hijos y
aunque la educación sexual es parte importante de las funciones de los padres y las
madres, esta no es asumida adecuada y efectivamente puesto que una buena
proporción de padres y madres dejan al azar la educación sexual de sus hijos, evitando
asumir una posición proactiva e intencional y delegan en la escuela y en los medios de
comunicación esta responsabilidad.
Muchos padres piensan que si el hijo asiste a la escuela, ellos se pueden desentender
de su responsabilidad en la educación sexual de sus hijos; pero es necesario para el/la
niño/a y el/la adolescente contar con el apoyo, la confianza y la comprensión a sus
dudas y conflictos, que solo un canal de comunicación afectiva y efectiva entre padres
e hijos puede lograr.
Los medios de comunicación y la sociedad erótica manejan la sexualidad solo en el
campo de los géneros y los genitales. El otro campo debe ser formado en el hogar y la
escuela. Integrados los tres campos de la sexualidad se dará cabida a una vivencia de
la sexualidad de manera estable, firme, sosegada, natural.
Aunque existen muchos recursos para adquirir información sobre la sexualidad, hoy se
aprecia una inadecuada jerarquización de valores dentro del grupo familiar
influenciado por un sistema de creencias con respecto al rol de género.
Existe una deficiente comunicación y confianza entre padres e hijos. Los/las
adolescentes tienen curiosidad pero tienen miedo a preguntarles a sus padres y
maestros y estos a su vez no saben cómo afrontar las preguntas de sus hijos. Y los
remiten a una escuela, que es la sociedad contaminada por intereses egoístas e
informan desde la genitalidad y el género, llevando solo a la búsqueda de placer
utilizando a las personas para ello, sin importarle la persona o el género opuesto.
Tanto las madres como los padres y docentes tienen escasos conocimientos sobre lo
que es la sexualidad. Llama la atención que existe una mayor información sexual por
parte de la madre hacia sus hijos especialmente hacia la hija pero es una información
más bien de tipo moralista. El padre no facilita a su hijo varón una orientación sexual
abierta y pertinente, y a veces, es de carácter machista, donde solo se piensa en el
placer y la utilización de la mujer como un objeto de placer.
Los grupos familiares están representados principalmente por las madres, la figura del
padre está ausente o es muy débil en el núcleo familiar.
Para formar hoy a los adolescentes debemos tener claro que estamos viviendo tiempos
donde todo está cambiando de forma acelerada. Las cosas que están pasando hoy en
día son muy diferentes al mundo que se vivió hace veinte, treinta, diez años.
Los avances científicos, médicos, tecnológicos, los medios de comunicación masivos han
hecho de nuestro mundo algo muy distinto a lo que era hace una o dos décadas.
Los cambios sociales son muy fuertes; la brecha generacional se ha hecho cada vez
más grande. Le llamamos brecha generacional a ese distanciamiento que hay entre los
adultos y los jóvenes, y que se ha ido ampliando cada vez es más.
Todos estos son cambios sociales que influyen en nuestra forma de pensar y en
nuestro diario vivir.
El aspecto moral referido particularmente al área sexual ha cambiado drásticamente
en estos tiempos en comparación con años anteriores.
La opinión social acerca del sexo ha ido cambiando profundamente y es muy distinto lo
que hoy la generación de adultos y jóvenes piensa y vive acerca del sexo a lo que
tradicionalmente se vivió en otros tiempos: un conservadurismo muy arraigado que
hacía ver el sexo de una forma totalmente distinta a como ahora se ve de una libertad
sexual muy amplia.
Las circunstancias de la vida sexual han ido cambiando en nuestra sociedad, ese es un
hecho innegable y que debemos tenerlo muy en cuenta para poder ayudar a nuestras
propias vidas a no cometer errores graves que puedan afectar el desarrollo de nuestra
propia personalidad, y también poder ayudar a aquellos que en cierta forma dependen
de nosotros para poder dirigir bien su vida, como es el caso de los padres para con los
hijos. Qué importante es que tengamos conceptos adecuados sobre el sexo para
cumplir esta labor.
En los años 80‘s el promedio en el que la mujer iniciaba su vida sexual activa eran los
18 años. Hoy en día, a partir del año 2.000 aproximadamente el promedio en el que la
mujer inicia su vida sexual es a los 12 o 14 años e incluso los 10, me estoy refiriendo el
promedio.
El promedio en los hombres normalmente es aún menor que en las mujeres, alrededor
de los 11 o 12 años inician su vida sexual activa con la novia o en medio de la
prostitución, yendo con alguna mujer que cobra por sus servicios. Así es como
habitualmente los jovencitos inician su vida sexual.
La vida sexual es un aspecto muy importante en la vida del ser humano, ya sean
hombres, mujeres, personas maduras, personas en su plena juventud o adolescentes.
El aspecto sexual es un tema muy importante y no podemos ignorarlo. Alrededor del
tema de la sexualidad hay muchos tabúes que impiden que se aborde este tópico dadas
las circunstancias actuales del mundo en que estamos viviendo, sin embargo es muy
importante hablar claramente acerca de este tema ya que en la vida del ser humano,
en general, en cualquier etapa, el aspecto sexual siempre ha ocupado un lugar
importante y en la generación actual, esto sigue siendo así.
El ser humano es una persona con la capacidad de experimentar tarde o temprano la
sexualidad y debe saber utilizar adecuadamente esa capacidad pues el utilizarla
inadecuadamente marcará la diferencia entre una vida estable y una vida llena de
problemas, llena de circunstancias difíciles y de complicaciones.
Hablar de sexualidad resulta muy complicado, especialmente en la generación actual
pues existe una gran desorientación acerca de lo que es el sexo y de lo que debe de
ser la vida sexual.
Existen dos conceptos erróneos que se han arraigado durante varias generaciones
respecto al sexo: El primer concepto equivocado proviene particularmente
de conceptos religiosos tradicionales, en donde se ve al sexo como algo malo en sí
mismo, como pecado, algo incorrecto e impuro, aunque sea dentro del matrimonio.
Esto es un concepto religioso tradicional que impera en sectores muy amplios de
nuestra sociedad y este concepto es peligroso pues transmite ideas inadecuadas como
la siguiente: "el cuerpo es malo, el espíritu es bueno; por tanto todo deleite físico es
malo (o pecado) y como el sexo produce deleite físico, entonces es algo malo‖.
¿Qué sucede entonces cuando un pensamiento de este tipo se arraiga fuertemente en
la mentalidad de una sociedad? Sucede que las personas terminan por negar lo que
sienten pues se crea una culpabilidad en ellos, y no tienen libertad de preguntar o de
platicar de algo que naturalmente tenemos como seres humanos. Y con una influencia
irreligiosa e increyente, viene como consecuencia la tendencia a negar participar de la
vida de la Iglesia o rechazarla, o considerarla anticuada y pretender hacer una religión
a la manera personal, que le convenga para sus ideas.
También se tiene el impulsos en el área sexual, si la sexualidad se ve como algo malo o
pecaminoso, esto trae como consecuencia que haya un distanciamiento entre padres e
hijos adolescentes y hasta jóvenes, porque muchos padres de familia teniendo este
concepto equivocado de que ―el sexo es malo‖, no se sienten en libertad de poder tener
una plática sencilla con sus hijos, cuando realmente un padre o madre de familia con un
poco de preparación y sentido común pudiera tener una plática sencilla con sus hijos y
los pudiera estar orientando acerca del sexo.
Otro concepto erróneo es totalmente opuesto al que acabamos de mencionar, y se
refiere al aspecto nocivo: a la revolución sexual que se dio unas décadas atrás y que ha
impactado profundamente la forma de ver el sexo, y ha afectado la vida de muchísimos
jóvenes y adultos que ven al sexo como lo máximo en la vida del ser humano.
La revolución sexual que se promueve ampliamente a través de la música moderna, el
cine, la televisión, enseña en pocas palabras una libertad sexual sin límites, lo que
llamamos el libertinaje sexual en donde la propuesta es básicamente esta: ―el sexo es
lo máximo en la vida del ser humano‖.
Esta revolución sexual está sustentada por varias cosas, por ejemplo, el uso de los
anticonceptivos que se refiere a cómo poder tener relaciones sexuales sin ningún tipo
de compromiso, y lo revuelven con alcohol o droga, dándose efectos contrarios a los
que se pretenden y vienen las irresponsabilidades o abortos, enfermedades y
problemas cardiacos o cerebrales. No hay un sólo anticonceptivo que ofrezca al 100%
la garantía para evitar un embarazo o la transmisión de enfermedades venéreas. El
preservativo por ejemplo, para nada ofrece una eficacia cercana al 100% para evitar la
transmisión de enfermedades sexuales y tampoco para evitar un posible embarazo.
Otro de los fundamentos de esta revolución es la liberación femenina, que de una u
otra forma enseña lo siguiente: ―Si el hombre tiene la libertad de tener relaciones
sexuales con cuantas mujeres se le pongan enfrente, pues entonces la mujer también
tiene el mismo derecho de tener relaciones sexuales con las parejas que ella desee‖.
Al respecto, podemos decir que ni es cierto que el hombre debe tener sexo con cuanta
mujer desee, ni tampoco la mujer deber tener relaciones sexuales con cuanto hombre
se le ponga enfrente; sin embargo, la liberación femenina quiso llegar al mismo nivel de
libertinaje que el hombre tenía y de hecho en muchos sentidos, lo ha logrado, pero
ocasionando un caos social disparándose las cifras de maternidad sin familia.
Ese libertinaje sexual en busca de placer que lleva a buscarse cada vez con mayor
intensidad, lo que va a desembocar en un desorden: la trinidad sexual, la prostitución,
el homosexualismo, el lesbianismo, incluso en personas que estando en vida matrimonial
tienen la infidelidad con personas del mismo sexo o disuelven su relación matrimonial
para ir a convivir con personas del mismo sexo.
Entonces, la revolución sexual fundamentada en los medios masivos de comunicación y
con argumentos como anticonceptivos y apuntalados con frases como "hacer el
amor", refiriéndose a tener relaciones sexuales, cuando la verdad es que el amor es
mucho más allá que una relación sexual, sin embargo esta revolución sexual ha
equiparado el amor con el sexo y de ahí la frase "hacer el amor".
De lo anteriormente expuesto se deriva un gran problema: por un lado tenemos un
sector de la sociedad que ve el sexo como pecado o malo, y por otro lado vemos el sexo
como lo máximo a lo que puede aspirar un joven o un adolescente.
Estos dos puntos son totalmente equivocados; es cierto que el sexo es importante en
la vida del ser humano, sin embargo, no es lo más importante y por otro lado el asunto
de que el sexo es pecado es totalmente equivocado, si bien es cierto que se puede
cometer pecado con el sexo, éste en sí mismo no es pecado.
Así ha sido educada esta generación, por tanto esta generación no sabe si satanizar o
idolatrar el sexo.
Esta generación ha sido educada con conceptos errados acerca del sexo y por eso es
muy importante que se ponga sobre la mesa este tema de cómo enseñar a los
adolescentes en su sexualidad, cómo hablar con los jóvenes del sexo, cómo una persona
adulta debe guiar su vida sexual, qué limites tiene esa vida sexual, qué derechos tiene,
cuáles son las cosas que una persona puede experimentar sexualmente, sin caer en
conceptos equivocados.
Todas estas son cuestiones que deben estar muy claras en la mente de cualquier
persona hoy en día, y es importante que usted sepa por qué piensa lo que piensa acerca
del sexo.
¿Por qué se piensas que el sexo es lo máximo? Probablemente sea porque ves mucha
televisión, o probablemente porque escuches mucho en los medios masivos de
comunicación que el sexo es lo máximo. O, ¿por qué piensas que el sexo es pecado?
Quizás tienes conceptos morales o religiosos equivocados acerca de lo que es el sexo,
es por esto que encontramos una generación totalmente desorientada acerca de
cuestiones sexuales.
Lo primero que debemos entender acerca del sexo es que Dios creó al ser humano ¡y lo
creó con capacidad sexual! Él es un Dios que no se equivoca, no comete pecado, ni
invita a pecar. Dios creó al hombre y éste es un ser sexual.
Es obvio que el hombre y la mujer son muy diferentes y Dios los hizo de tal forma que
un hombre y una mujer se pueden complementar mutuamente de forma muy preciosa
tanto en lo emocional, en lo físico, y aún en lo espiritual.
Hay que tener claro que tanto el hombre como la mujer tienen impulsos sexuales, y
estos impulsos no son malos, ni pecado, estos impulsos tienen que ver con la naturaleza
que Dios nos dio y tienen que ver con unas sustancias que hay en nuestro organismo a
las que se les llaman hormonas.
El hombre tiene una hormona que se llama testosterona, que es la responsable
ampliamente de sus impulsos sexuales. La mujer tiene estrógenos que son responsables
también de esos impulsos sexuales que la mujer tiene, y en todo esto no hay ningún
problema ni nada malo.
En todo esto no hay pecado. Insistimos, Dios creó al hombre con capacidad sexual; el
sexo no es un invento del diablo, ni de alguien que tenga motivos siniestros acerca de
ser humano, Dios hizo hombres y mujeres con impulsos sexuales. Negar esto es negar
la realidad y cualquier persona que con argumentos religiosos quisiera decir que en
esto hay pecado, tiene conceptos muy equivocados en su mente pues está negando su
propia realidad y eso es un problema muy grave que debemos evitar.
Es importante que los padres de familia estén conscientes que sus hijos en la etapa de
la adolescencia y la juventud tienen deseos e impulsos sexuales naturales, esto les
mostrará la necesidad de tener pláticas muy sencillas con los jóvenes y poderlos
orientar adecuadamente acerca de su vida sexual.
Sin embargo, como todo en la vida, hay límites y hay reglas. Para jugar un partido de
fútbol hay límites y reglas; para entrar a un trabajo hay límites, y si nosotros violamos
esos límites tendremos problemas; y el sexo, aunque es algo creado por Dios y dado al
ser humano, tiene límites y reglas también.
Hay cosas que pueden ser buenas en un momento dado y esa cosa que puede ser buena
en un contexto, puede ser totalmente mala en otro contexto. Te pongo un ejemplo muy
sencillo de entender: el fuego en la estufa es muy útil, se puede cocinar la comida,
pero si al fuego lo sacas de ese lugar y lo pones en las cortinas de tu sala, lo que fue
útil y bueno en un lugar, ahora es un desastre, porque ahora puede poner en riesgo tu
propia vida y puede afectar todo tu hogar por ese pequeño incendio que empezó: lo que
era bueno en un contexto, se convirtió totalmente malo en otro contexto.
Exactamente así es el sexo, en un contexto es totalmente bueno y para eso lo creó
Dios, pero en otro contexto es totalmente desastroso y trae consecuencias muy
desagradables.
El sexo tiene propósitos:
1. Es la procreación. Ustedes saben que cuando un hombre y una mujer tienen
relaciones sexuales, hay la posibilidad de un embarazo: cuando una célula
masculina se une con la femenina que es el óvulo, se produce la fecundación y
vienen los hijos. Este un propósito muy bueno, sin embargo no es el único, la
naturaleza misma del hombre nos enseña cuáles son estos propósitos y la Biblia,
que es la palabra de Dios también nos habla de ellos.
2. Satisfacer los impulsos sexuales que naturalmente tenemos, y es precisamente a
través de la relación sexual donde se pueden satisfacer adecuadamente esos
impulsos.
3. Que la pareja tenga un deleite mutuo. El sexo produce placer, y ese deleite debe
ser tanto en el hombre como en la mujer. Debe ser una expresión de afecto de
una persona para con la otra. Estamos hablando dentro del concepto cristiano, en
el matrimonio, y por lo tanto el sexo es una ocasión para tener una expresión de
afecto para con el ser amado sea hombre o mujer. A veces se queda, en un
ambiente egoísta, solo el hombre busca el placer y deja a la mujer sin ello, pues no
se sabe tener una relación donde el deleite sea mutuo.
4. Promover la intimidad del alma. El alma es lo espiritual del hombre y de la mujer.
Cuando dos personas comparten el placer sexual empieza a darse una dependencia
física y emocional entre las personas, por eso es que cuando una pareja tiene
relaciones sexuales, empiezan a tener una dependencia emocional muy fuerte el
uno para con el otro.
Es por esto que en el libertinaje sexual, hay muchísimos jóvenes deprimidos.
¿Sabías que la segunda causa de muerte en jóvenes y jovencitas entre los 15 y 19
años de edad, es el suicidio? ¿Por qué hay muchos jóvenes y jovencitas
deprimidas? Precisamente por el tipo de vida que están llevando, esa libertad sin
límites.
Cuando un joven empieza a tener relaciones sexuales, emocionalmente empieza a
ser dependiente de otra persona, y por eso es que esos rompimientos de
noviazgos, donde hicieron cosas que no deberían haber hecho, las jovencitas se
deprimen profundamente, y si a esto le agregamos muchas otras cosas que están
sucediendo en su vida, es por eso que vemos esas estadísticas tan alarmantes en
jóvenes deprimidos y que incluso están cometiendo suicidio a temprana edad.
El sexo promueve la intimidad del alma entre el hombre y la mujer. Todos estos
son los propósitos del sexo y por lo mismo, Dios limita esta expresión sexual al
contexto del matrimonio.
Es recomendable que miremos el sexo como la capacidad que Dios ha puesto en el
hombre y la mujer, es esa diferencia física y también reflejada en lo emocional, en
donde no hay ningún pecado cuando ese hombre y esa mujer se unen dentro del
matrimonio, no hay ningún pecado ni problema, pero se puede convertir en algo muy
delicado, muy grave e inadecuado cuando esa capacidad se saca del matrimonio y se
empieza a vivir dentro de una vida previa o fuera del matrimonio, dando cabida a la
lujuria, la fornicación y al adulterio.
Es importante saber utilizar la capacidad sexual, llevar una vida correcta con respecto
al sexo y poderla experimentar de forma adecuada, es cuestión de tomar resoluciones
con respecto a esto.
Es claro que a muchos padres en el momento de hablar del amor, la intimidad y el sexo
con sus hijos no saben cómo actuar; y a la hora de "llamar a las cosas por su nombre"
no saben qué decir.
A comienzos de siglo XXI, en la era de la hipercomunicación, a diferencia de lo que
pasaba hace algún tiempo, hay mucha información sobre sexualidad. En este contexto
hay que tener en cuenta que algunos contenidos y acercamientos al tema pueden
confundir a los jóvenes.
Por eso no podemos dejar de abordar la cuestión de la sexualidad en los hogares, de
ayudar a nuestros hijos a organizar lo que saben, lo que leen o les cuentan. ¿Por qué
tratar el asunto en los hogares? Porque en un marco de amor y afecto, en un clima de
confianza, es más fácil que los niños y adolescentes puedan plantear sus dudas e
interrogantes.
La confianza y libertad para comunicarse son, una vez más, condiciones que debemos
garantizar para el pleno desarrollo de nuestros hijos.
Los pequeños preguntan en forma directa: ¿de dónde vienen los niños?, ¿cómo nacen?
Es el comienzo de la curiosidad por la sexualidad.
El primer interés sexual de los niños tiene que ver con la corporalidad. El niño
reconoce las partes de su cuerpo: manos, pies, cara, genitales. La exploración táctil del
propio cuerpo se inicia en el primer año y continúa hasta los dos. En esta etapa, los
niños también realizan exploraciones sobre el tema: niños y niñas desean mirar y
conocer órganos genitales del otro sexo y de los adultos, las niñitas juegan a tener
pene. Así, hasta los 2 años Los niños pueden hacer:
• Explorar las partes de su cuerpo, incluyendo sus genitales. A esta edad, los niños
pueden experimentar erecciones y la vagina de las niñas puede lubricarse.
• Comenzar a desarrollar sentimientos acerca del tacto, de su cuerpo, de tener una
identidad masculina o femenina, y de la manera en la que deben actuar como un niño o
una niña. Estos sentimientos están influidos por la interacción de los niños/as con la
familia y la sociedad.
La enseñanza sexual se inicia en los niños que tienen entre tres y seis años; y puede
encararse de varias maneras. Algunas posibilidades son: Enseñar los nombres
correctos de las partes del cuerpo (no mencionarlas con nombres "escondedores"),
mostrar y analizar láminas con ilustraciones simples y claras, señalar la presencia de
vagina en las niñas (no la ausencia de pene), diferenciar la zona vaginal de la anal
(recordar que no existe el "potito" para todo).
En esta etapa, de 3 a 4 años Los niños pueden hacer:
• Establecer que son un niño o una niña. Sin embargo, mientras juegan pueden simular
que son del otro género.
• Sentir mucha curiosidad por las diferencias corporales y jugar voluntariamente a las
casitas o al doctor, o buscar otras formas de juegos sexuales con amigos/as o
hermanos/as que sean afines en edad y nivel del desarrollo sexual.
• Sentir cada vez más curiosidad por sus cuerpos. Al saber que se sienten bien cuando
tocan sus genitales, pueden empezar a masturbarse estimulándose a sí mismos con la
mano o frotándose con un muñeco de peluche, lo que puede o no provocar un orgasmo.
• Expresar interés por las palabras relacionadas con comportamientos en el baño,
mostrar curiosidad sobre la forma en que los hombres y las mujeres usan el inodoro,
repetir las ―palabrotas‖ que escuchan y empezar a hacer preguntas sobre la
sexualidad, como ―¿de dónde vienen los niños?‖
Y de 5 a 8 años Los niños pueden hacer:
• Seguir con los juegos sexuales y con la masturbación.
• Volverse muy curiosos sobre el embarazo y el nacimiento.
• Desarrollar amistades estrechas con personas del mismo sexo.
• Mostrar un interés más fuerte en los roles del estereotipo masculino y femenino, sin
importar el planteamiento de los padres y madres ante la crianza.
De esta manera, manifiestan curiosidad por la reproducción. Y la clave aquí es
contestar en forma simple, enfatizando el hecho de que el nacimiento de los niños esta
en relación con un acto amoroso entre el hombre y la mujer. No repitamos los
transitados cuentos de que los niños nacen de un repollo, de la cigüeña ni agreguemos
la "cibernética" versión de que vienen por internet.
A medida de que los niños crecen y maduran, preguntan con más detalle y cuestionan
las explicaciones que les hemos dado en etapas anteriores. En la edad escolar los niños
tienen más interés por las relaciones sexuales; poseen, además, mayor información que
obtienen a través de charlas con los compañeros y del contacto con los medios. Por
eso, en esta etapa es importante: indagar qué sabe nuestro hijo y qué piensa de ello,
ayudarle a seleccionar la información adecuada y organizarla con él, brindarle
explicaciones completas que incluyan datos y referencias científicos.
De 9 a 12 años Los niños pueden hacer:
• Volverse más reservados y desear su privacidad cuando empieza la pubertad.
• Tener más curiosidad por los cuerpos desarrollados masculinos y femeninos.
• Mirar revistas y páginas de internet eróticas.
• Enamorarse de amigos o amigas, otros adolescentes mayores, personas famosas y
otras personas que desempeñan un papel en sus vidas, como los maestros/as o
entrenadores.
• Interesarse por las citas.
• Preguntarse cosas como: ―¿Soy normal?‖ y compararse con los demás.
• Experimentar presión para cumplir con las expectativas familiares y sociales de la
conducta adecuada de los niños y las niñas.
• Usar un lenguaje sexual y explorar fantasías románticas y sexuales.
• Masturbarse para obtener un orgasmo más profundo y parecido al de los adultos
Algunos niños entre once y doce años están interesados en andar de novios pero no
muy en serio; mientras que otros, de la misma edad, siguen jugando a las bolitas. En
ambos casos deben manejar información básica, no sólo de biología, sino también sobre
las relaciones sexuales y sus consecuencias. El embarazo, las enfermedades
transmitidas sexualmente son temas que, entre otros, pueden ser discutidos
abiertamente.
La actitud de los padres es de generar la confianza y naturalidad necesaria para
hablar del tema y para que los niños se expresen libremente. Nuestra labor es guiar
(no dictar cátedra) y ayudar a seleccionar las fuentes confiables y las informaciones
correctas.
En la adolescencia, en la que se experimentan confusiones respecto a la identidad
sexual y dudas sobre el comportamiento sexual en una relación. Nuestros hijos pueden
necesitar entonces ayuda para comprender sus emociones sexuales. Temas como
masturbación, medidas contraceptivas, embarazo y enfermedades de transmisión
sexual son de gran interés para los adolescentes. Por eso, debemos incorporar estos
tópicos y, a la vez, no dejar de plantear las consecuencias de la conducta sexual
adoptada. Es fundamental que los padres aprendan a tener respeto por la posición de
los jóvenes, tratando de mantener una comunicación permanente, lo que posibilita que
los adolescentes asuman responsablemente su sexualidad y tomen las medidas
anticonceptivas apropiadas a la hora de comenzar su vida sexual.
En la etapa en que la intensidad de las emociones es alta y la búsqueda de pares se
convierte en el principal centro de interés, el cuestionamiento acerca de la identidad
sexual puede conducir a confusiones. La orientación sexual es un tema que los
adolescentes necesitan poder conversar con sus padres.
Por tanto, 13 a 18 años pueden hacer:
• Desear tener citas.
• Sentirse presionados por sus compañeros para participar en actividades diversas,
incluyendo comportamientos sexuales, para los que tal vez no estén listos para
experimentar.
• Seguir masturbándose.
• Fantasear con situaciones románticas o sexuales.
• Enamorarse.
• Experimentar con besar y tocar, incluido el sexo oral y la relación sexual.
e. TRABAJO EN GRUPO
El comportamiento sexual no es instintivo sino socializado; este es producto de un
proceso de enseñanza y aprendizaje dentro de un marco evolutivo que a su vez tiene
diferentes formas de expresión según la cultura y el momento histórico en que se
produzca.
La educación de la sexualidad debe favorecer la promoción de la sexualidad desde la
niñez ya que es muy difícil permanecer por muchos años con la sexualidad siendo tabú
y pensar que en el momento de la adolescencia es que se va a iniciar la educación
sexual.
La educación sexual, es un proceso armónico a lo largo de toda la vida y tiene que ver
también con la posibilidad de ir rompiendo tabúes y poder darle a los/las niñas y
adolescentes, no solo información sino elementos que les permita integrar su
sexualidad, el conocimiento de su cuerpo, el respeto a la intimidad, valores personales,
creencias y principios que le den sentido a la vida.
A continuación, se muestra una matriz de categorías con ejemplos textuales obtenidos
a través del método de inducción analítica (técnica de categorización, codificación y
triangulación), y la técnica de interpretación y contrastación teórica (hermenéutica),
de acuerdo a lo expresado por los autores Hurtado y Toro (1998), para obtener la
validación interna de la investigación y para comparar y encontrar el significado
profundo que los padres/madres tienen sobre la sexualidad y aspectos relacionados
con ella.
¿Con cuál categoría te identificas?
PLENARIA
f. LLAMADA A LA ACCIÓN
Cuando los hijos llegan a la adolescencia, los padres tienen la ilusión que ellos les
cuenten cuando vayan a tomar la decisión de iniciar su vida sexual activa, que les
consulten, y hasta que les pidan autorización.
Uno de los más grandes esfuerzos en la crianza es que en esos espacios de diálogo
inicial, los padres puedan plantearles a sus hijos todas las estrategias para que inicien
su vida sexual cuando lo consideren pertinente, pero dejándoles claro que ésta es una
decisión que requiere de planeación.
Lo más importante al momento de tomar la decisión es que el hijo crea o sepa que
tiene control sobre el tiempo y la oportunidad para iniciar su vida sexual.
Los casos adecuados son los de padres que establecen formas de comunicación
personalizada con sus hijos. Si hay varios hijos, no es recomendable verlos a todos
por igual. Cada uno de los hijos es un ser individual, con características particulares y
formas de abordar diferentes. Los padres deben conocer muy bien a cada uno de sus
hijos.
Así mismo, antes que exigir que el hijo sea confidente, lo primero es que los padres
sean confidentes de sus hijos. Por ejemplo, un buen ejemplo de conducta es que los
padres pudieran someter a análisis con sus hijos los problemas que ellos tienen. Eso
implica decirle: creo en ti, te tengo confianza, eres inteligente.
Las repuestas que se generen permiten saber cómo piensan y cómo moldear su
pensamiento. Si el padre considera que esa respuesta no es la adecuada, debe darle
información adicional para que el niño replantee la propia. De esta forma, más adelante
tendrá dos opciones para considerar y acudirá a su padre cada vez que tenga un
dilema.
El clásico modelo inadecuado de conducta de los padres es que llegados los 12 o 13
años de sus hijos los aborden y pretendan iniciar un dialogo sobre sexualidad, cuando
el tema siempre fue tabú en la casa; o cuando una niña tiene su primera menstruación,
la sienten en la sala, en un ambiente tenso, y empiecen a decirle que los hombres son
muy malos y que hay que tener cuidado.
La recomendación es sencilla: no creer que existe un momento especial para hablar con
los hijos sobre sexualidad. El momento es siempre.
Es una necesidad que entre los padres/madres se reflexione sobre los conocimientos,
actitudes y prácticas sexuales para orientar mejor a sus hijos puesto que el
aprendizaje de la sexualidad es un hecho propio de la vida cotidiana y a través de la
familia, el/la niño/a y el/la adolescente reciben permanentemente mensajes tácitos o
explícitos, verbales, no verbales a través de los cuales van teniendo una actitud
negativa o positiva inconsciente frente a su cuerpo, su sexualidad y la del otro.
Hay necesidad de promover talleres grupales para padres/madres, trabajando los
temas: sexualidad, comunicación y conocimiento sobre el proceso de la adolescencia,
género, aparato genital femenino y masculino, y autoestima. incluyendo elementos
psicológicos, afectivos, culturales, sociales y valores que facilitan la preservación y el
desarrollo de la autonomía de los padres/ madres, involucrándolos como agentes
activos de su propio desarrollo para que asuman un papel protagónico en la promoción
de la calidad de vida y salud sexual no solo individual sino colectivamente entre ellos y
la de sus hijos.
Esto debido al desconocimiento de la sexualidad como integralidad con tendencia a
mirarla y acercarse a ella a través del sexo, placer, como función reproductiva, con
miedo, tabú y descalificación; la tendencia a transferir su responsabilidad como
primeros educadores sexuales de sus hijos/as a los docentes; presencia de
estereotipos de género de tipo machista que ya vienen modelados por sus
padres/madres y a su vez mantienen ese modelaje socializado en sus hijos/as de una
manera ―natural‖; deficiente comunicación entre padres/madres e hijos/as
adolescentes, con una comunicación basada en el control y autoritarismo que provoca
miedo, desconfianza y temor en sus hijos/as. Por otro lado, esta diferencia
comunicacional también obedece en parte, a la forma como esos padres/madres se
comunicaban con sus padres/madres respectivos; la baja autoestima entre los
padres/madres y líderes de la comunidad, pues desconocen cómo son vistos por sus
hijos y no tienen conocimientos acerca del proceso de la pubertad y adolescencia por
lo que no están preparados para manejarse frente a la adolescencia de sus hijos/as; se
aprecia una función paterna débil donde los padres tienden a creer que ellos no son
como tan importantes; de alguna manera, las mujeres van suplantándolos en la dinámica
hogareña reduciéndose su función a lo puramente material.
¿Cómo hablar de la sexualidad con nuestros adolescentes?
El tener padres con quienes hablar sobre sexualidad podría prevenir el embarazo
entre adolescentes solteras. Cuanto mayor sea la comunicación entre padres e hijos,
más posibilidades tiene el adolescente de esperar antes de tener relaciones sexuales
premaritales.
Pero se encuentran, muchos padres, imposibilitados por razones muy diversas: la
propia ignorancia acerca de cómo hacerlo, el considerar la sexualidad como un tabú o
como algo sucio, limitarse a prevenirles problemas de sexualidad futuros, tales como:
enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados o hasta el mismo aborto,
que no pocas veces lleva al suicidio.
Es indispensable que padres e hijos mantengan una comunicación fluida con respecto a
la sexualidad. Al ser los adultos los encargados de velar por su familia deberían iniciar
las conversaciones, no sólo con el fin de acercarse y conocer más a sus hijos sino
también con el objetivo de educarlos y guiarlos en lo que a educación sexual se refiere.
Para ello es recomendable ganarse la confianza de los hijos. Como padre o madre, no te
sientas incómodo al hablar de sexo con ellos, pero si te sientes así, es normal, la
mayoría de los padres se sienten así y no debe sorprenderte. Esto sucede debido a que
muchos de los padres: aprendieron que el sexo es algo sucio; tienen miedo de no tener
todas las respuestas; se les hace difícil admitir que sus hijos son seres que tienen
sexualidad; se les hace difícil admitir que ellos mismos son seres sexuales; temen los
sentimientos sexuales que existen entre sus hijos y ellos. Ello debe ser superado.
Hablar con ellos abiertamente acerca de sus sentimientos, y puedes empezar diciendo
algo como: ―se me hace difícil hablar de esto, mis padres y yo nunca discutimos estas
cosas, pero yo quiero que tú tengas a alguien con quien hablar sobre esto‖.
No tratar de esconder los sentimientos o evitar el tema, eso solamente lo hará peor,
empieza una conversación y síguela, conversando abiertamente desde el principio.
Recuerda que la información sobre la sexualidad es igual de importante como la
comida, la protección y el cuidado amoroso.
Empezar a educar a nuestros hijos sobre sexualidad en cuanto empiezan a recibir
mensajes sobre ello y empiezan a recibirlos desde el momento en que nacen, pero ¡no
se preocupe! si no ha empezado todavía, nunca es demasiado tarde. Lo más importante
es tener una actitud abierta y estar disponible cuando tu hijo quiere hablar acerca de
esto.
Sexualidad: del nacimiento a la adolescencia
Desaliente las relaciones sexuales prematrimoniales, platique sobre las relaciones
sexuales antes de que su hijo se involucre con alguien, para que sus comentarios no
sean vistos como un intento de afectar a una persona en particular.
Los adolescentes no pueden imaginarse los peligros del sexo, explíqueles que hasta las
personas buenas pueden ser engañosas, cuando lo que quieren es sexo. Use
experiencias de su propia vida.
Consejos prácticos para padres con hijos adolescentes
- No tengas vergüenza, habla con tus hijos de sexualidad como hablas con ellos de
alcohol y drogas. Hablar de sexualidad no tiene qué ver solamente con sexo,
tiene qué ver con emociones, cambios físicos, lo que valoramos en una pareja, qué
es una relación saludable o insalubre, cómo nos sentimos sobre nuestra cultura,
comunidad y nosotros mismo. No permitas que la vergüenza les impida tomar
decisiones difíciles de la adolescencia, prepararlos para la adolescencia es una
de las cosas más importantes que tenemos que hacer como padres. Supere la
propia vergüenza. No hablar de sexo con los hijos es una verdadera negligencia
que traerá consecuencias en la vida real.
- Reconoce que tus hijos son seres sexuales, la sexualidad es parte de la vida. Es
perfectamente normal que los adolescentes de 10 a 14 años tengan pensamientos
y sentimientos sexuales. Es posible que esto los incomode, pero lazos fuertes de
amor entre padres e hijos están relacionados con el aplazamiento de las
relaciones sexuales, esto fue un estudio realizado en Estados Unidos y los países
bajos de Europa.
- Dale confianza a tus hijos de que son normales, la pubertad es una época de
profundos cambios físicos, emocionales y sociales, ellos necesitan saber por lo
que están pasando y tú les puedes ayudar a comprender que es natural ser
diferentes y que están pasando por una época bonita donde se están
convirtiendo en hombres o en mujeres. Anímalos a sentirse orgullosos de su
crecimiento y transformación.
- Sé abierto con las preguntas de tu hijo, no necesitas ser un experto para ser un
buen educador sobre sexualidad; buscar juntos las respuestas puede ser una
buena oportunidad de hablar de sexualidad. Pero no esperes a que te pregunten,
a veces ellos no se sienten suficientemente cómodos como para empezar la
conversación; no debes suponer que si tu hijo no hace preguntas quiere decir que
no tiene.
- Siempre utiliza los términos correctos, así les estás dando un vocabulario que lo
pueden usar en el futuro. Usando otros nombres se les da a entender que esas
partes del cuerpo son sucias, si cualquiera de los términos te da vergüenza,
practica diciéndolos enfrente de un espejo o cuando estés solo.
- Anima a tus hijos a expresar sus ideas sin temor; cuando no estás de acuerdo
con tu hijo es importante opinar contra la idea, no contra tu hijo. Cuando ellos se
sienten silenciados, son menos capaces de hablarte en el futuro, ¡escúchalos! Y
mantén las líneas de comunicación abiertas.
- Examina sus valores sobre la sexualidad, los hechos son más claros que las
palabras, debes ser buen ejemplo para enseñarles a tus hijos tus valores en
cuanto a las relaciones, sobre la honestidad, igualdad y responsabilidad.
- Sigue la conversación, ten presente que debes comunicarte con tu hijo durante
el desarrollo. Cuando nació tu hijo no le enseñaste todo en un día, cada día
llevaba una lección; ahora que están creciendo, piensa de la misma forma cuando
les hables de sexualidad, cada día va a traer una pregunta o un tema nuevo sobre
la sexualidad. Recuerda que los adolescentes son curiosos ¡tranquilízate! no
pienses que si te están preguntando sobre la sexualidad es que piensan tener
relaciones sexuales. Formas de empezar la conversación: Como regla principal, la
autora recomienda dejar de lado cualquier frase que parezca sacada de un
manual de psicología barata. Sea imaginativo. Saque el tema a colación a partir
de una letra de una canción, tras ver una película, un anuncio, una noticia de la
televisión.... e incluso rememorando la propia juventud...
Utilice terminologías acordes con la edad, pero no les hable como niños
pequeños, ni se ponga en el otro extremo y utilice su lenguaje. Ustedes son sus
padres, no sus amigos.
Haga afirmaciones generales. No personalice en la figura de su hijo, para no
atacarle directamente. Así no se pondrá a la defensiva.
Procure que sea una conversación, no un sermón. Animen a sus hijos a intervenir.
Escuchen también los pensamientos y dudas de los adolescentes, así tendrán una
idea más precisa de lo que les preocupa.
No de respuestas apresuradas. A veces ni un padre sabe la respuesta, y tiene
que darse un tiempo para investigar o reflexionar y retomar el tema en otro
momento. Pero no se olviden de la promesa y vuelvan sobre el tema.
- Sea un padre con presencia en la vida de sus hijos. Si usted está implicado en la
vida de sus hijos, tiene el 90% de la batalla ganada. No se puede aparecer de
repente, ponerse a hablar con ellos sobre sexo y esperar que les escuchen,
porque ellos pensarán: Ah, ahora quieres hablar, pues ahora no quiero saber
nada». Por eso, lo primero que hay que hacer es abandonar la idea de posponerlo
todo hasta que sus hijos empiecen a salir con su primera pareja. No hay forma
de cubrir estos temas en una sola conversación. Elegir el momento. Algo tan
inocente como un enamoramiento con 13 años podría ser una buena oportunidad
para hablar de lo que pasa cuando ese sentimiento no es correspondido y así
construir la confianza necesaria sobre asuntos que tienen que ver con las
relaciones sentimentales y la actividad sexual. Siempre es mejor empezar a
hablar con adolescentes demasiado pronto que demasiado tarde.
- Elija el tono. Si son capaces de hablar de una forma serena y tranquila, la
experiencia será más cómoda para todos.
- Acepte la incomodidad. Si están muy nerviosos y actuar no es su fuerte,
entonces la mejor opción es reconocer desde el principio lo incómoda que les
resulta la situación.
De acuerdo al avance de los hijos, los padres, pueden:
Hasta los 2 años:
• Dejar que el bebé explore su cuerpo si se toca mientras le cambia de pañal.
• Fomentar una imagen corporal positiva al compartir un lenguaje ―corporal‖ positivo
con el bebé.
• Dar ejemplo de conducta adecuada y compartir mensajes positivos sobre el género y
el contacto personal al sostener, vestir, hablar y jugar con el bebé.
De 3 a 8 años:
• Dele muñecas anatómicamente correctas para ayudarlos a entender que las niñas y
los niños tienen muchas partes de sus cuerpos iguales y algunas diferentes.
• Si encuentra a un niño o niña en pleno juego sexual con otro niño o niña, con
amabilidad debe preguntarles qué estaban haciendo para que pueda comprender la
situación desde su punto de vista. Es importante que el adulto abandone la perspectiva
adulta y que entienda el comportamiento desde el punto de vista de los niños/as, que
está motivado por la curiosidad.
• Los padres y madres pueden explicar que el pene, la vulva, los glúteos, etc. se
consideran privados y que nadie debe tocar sus ―partes privadas‖ excepto por razones
de salud o para limpiarlos.
• De igual modo, puede explicar en un tono calmado, que tocar los genitales puede
hacerle sentir bien, pero se debe hacer en un lugar privado como su dormitorio.
• Leer con sus hijos/as libros sobre sexualidad adecuados para su edad, a fin de
ayudarlos a cimentar las bases para ser sexualmente sanos.
• Siga dando ejemplo de conducta adecuada y comparta mensajes positivos sobre el
género y otros aspectos de la sexualidad que pueden surgir. • Use el nombre correcto
para nombrar las partes del cuerpo, incluso los genitales.
• Dele seguimiento a las preguntas de los niños/as de una manera adecuada para su
edad, haciéndoles preguntas como ―¿qué piensas?‖.
De 9 a 12 años:
• Respetar el deseo de privacidad de los/las preadolescentes.
• Compartir los valores familiares sobre las citas y el amor.
• Ayudar a sus hijos/as adolescentes a desarrollar habilidades para la toma de
decisiones, la comunicación y mantenerse firme con respecto a sus límites y sus
deseos.
• Siga dando ejemplo de conducta adecuada y comparta mensajes positivos sobre
asuntos relacionados con la sexualidad.
• Contestar a sus preguntas y ofrecer los mensajes que quiera compartir sobre
diversos temas y valores de la familia.
• Proporcionar libros e información sobre sexualidad, adecuados para su edad.
• Hágales saber que cuentan con su apoyo.
De 13 a 18 años:
• Siga dando ejemplo de conducta adecuada y comparta mensajes positivos sobre
asuntos relacionados con la sexualidad.
• Contestar a sus preguntas y ofrecer los mensajes que quiera compartir sobre
diversos temas y valores de la familia.
• Proporcionar libros e información sobre sexualidad, adecuados para su edad.
• Hágales saber que cuentan con su apoyo.
Hablar con nuestros hijos sobre sexo y sexualidad, en pocas palabras, es mejor
comenzar en los primeros años de su niñez, aunque nunca es demasiado tarde para
empezar.
Hablar con los niños sobre sexo y sexualidad puede resultar incómodo, al principio,
pero con el tiempo y la práctica resulta más fácil.
Existen muchas y diferentes formas de iniciar conversaciones sobre sexo y
sexualidad.
f. PARA REFLEXIONAR
1) ¿En qué etapa de la vida está tu hijo en el campo de la sexualidad?
2) ¿Tienes confianza tal con tus hijos para tratar el tema de la sexualidad?
3) ¿Cómo abordar el tema de la sexualidad con tus hijos?
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

5. EL ADOLESCENTE FRENTE A LA DESVIACIÓN SEXUAL


a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
1) ¿Qué entendemos por desviación sexual?
2) ¿Cuál creemos que es la causa de la desviación sexual?
3) Como padres de familia ¿Cómo prevenir la desviación sexual y qué hacer si
el caso se presenta en el hogar?
c. TEXTO BÍBLICO: 2 Tim. 2,22
d. EXPOSICON DEL TEMA
Los psicólogos y psiquiatras consideran a las desviaciones sexuales o parafilias
como comportamientos sexuales que caracterizan a un sujeto, el cual requiere de
fantasías, objetos o acciones que son extrañas, poco naturales y bizarras para
lograr excitación sexual. Es característica también de este tipo de comportamiento
la compulsividad con que son cometidos, pudiendo llegar a provocar daño físico o
psicológico si se convierte en la preferente o exclusiva manera de disfrutar del
acto sexual al igual se dice que la normalidad sexual puede definirse como una
función de las necesidades y características biológicas de una especie. Si nos
sujetamos a este criterio, serían normales todas las prácticas sexuales que no son
dañinas para la especie humana.
No todas las desviaciones sexuales son catalogadas como perversiones, una
desviación sexual puede ser solo una anomalía, un comportamiento no aceptado en
un contexto cultural. Para que exista una perversión es necesario que haya un
comportamiento que sustituya un factor indispensable para obtener placer sexual.
Este trastorno ocurre principalmente entre la edad de 12 a 17 años, los jóvenes
tienen confusiones sexuales.
CONDUCTA SEXUAL DEL ADOLESCENTE
Masturbación: es frecuente en adolescente, principalmente, hasta los 16-17 años.
Solo se trata cuando conlleva carácter obsesivo y ritualista
Más en hombres que en mujeres ya han tenido relaciones sexuales antes de los 18
años. Despues de los 16 años se puede experimentar el contaco genital como algo
integrador. Se debe educar con respecto al uso responsable de la sexualidad.
Homosexualdiad y orientación
Es una variante de escogencia sexual. Antes de los 15 años se dan con frecuencia
contactos homosexuales, lo cual no establece que será su futura orientación.
Etapas de la Adolescencia y sexualdiad:
Etapa temprana: de los 10 a los 14 años. Es frecuente la masturbación y los
contactos homosexuales.
Etapa media: de los 14 a los 16 años. Persiste la masturbación. Se establece con
frecuencia contacto genitales con el otro sexo. Son muy vanidosos (peinados,
modas).
Etapa tardía: de los 17 a los 20 años. Se va adquiriendo la madurez psicosexual.
Las relaciones con el otro sexo son más duraderas y exclusivas. Se vive la
sexualidad más plenamente y más responsable.

VARIACIONES Y DESVIACIONES DE LA CONDUCTA SEXUAL


Desde el hombre maduro que tiene preferencia tanto por niñas como por mujeres
adultas y ay también a quienes les gusta que su compañero sexual los domine, desde
el culto caballero que colecciona objetos eróticos o aquella mujer que se estimula
ante la belleza de otras mujeres, hasta el viejo que dice obscenidades a niñas o
mujeres, y que se excita cuando la humillan y la golpean, hay una amplia gama de
variaciones y desviaciones en la conducta sexual humana. Pero ¿Dónde está el límite
entre lo simple y normal en preferencias y la conducta sexual pervertida?
Normalidad y anormalidad sexual
Un hombre es capaz de excitares sexualmente solo por el olor y la textura de unas
botas altas de cuero y solo puede copular bien con una mujer si ella lleva puestas
esas botas.
Una mujer no puede ser excitada sexualmente por un hombre, pero si se excita
intensamente con un amante femenino y el orgasmo mediante la estimulación
manual u oral de su clítoris por esta amante.
¿Estas cosas son algunas de las actividades sexuales normales o son trastornos
sexuales?
Esta pregunta no es fácil de contestar, ya que hay grandes desacuerdos en la
definición de NORMAL. La mayoría de los conceptos de normal son útiles pero son
limitados y tienen defectos al ser aplicados a las personas.
¿Hasta qué punto son normales o anormales las fantasías eróticas de cada
persona? ¿Cuáles son los criterios que podemos decir si una conducta es normal o
anormal? ¿Qué es normal en el terreno de la sexualidad?
Ningún criterio de normalidad sexual tiene aceptación universal.
Lo que es considerado como normal varía entre una cultura y otra, de un periodo
histórico al otro, y hasta de un individuo a otro de la misma época.
Tener como normal lo aceptable en una cultura, el principio del DETERMINISMO
CULTURAL, es negar que haya un criterio de normalidad en la sexualidad. Diciendo
que las formas sexuales son expresiones de las creencias y valores. Desde el punto
de vista de esta teoría la abstinencia sexual voluntario sería normal, pues aceptada
en muchas culturas. Sin embargo si lo hiciéramos real nos llevaría a la desaparición
de la especie lo cual no es normal biológicamente.
Otro supuesto criterio para juzgar lo que es normal sería decir que normal es lo
que la gente hace realmente. Según esto dado que un gran tanto por ciento de la
población occidental practica la homosexualidad se podría decir que ella es normal
porque es real. Sin embargo es notable que no todas las prácticas sexuales sean
consideradas normales tan solo por formar parte de la conducta habitual de
algunas personas. Las relaciones sexuales prematrimoniales a cualquier edad y la
sexualidad oral / genital incluso en una pareja casado son ilegales.
Esta definición de normal analiza la conducta humana, pero ignora el hecho de que
una parte de lo que sucede naturalmente en la gente es debido a enfermedades.
Normal es lo que personas adultas hacen en privado con consentimiento de ambos.
Sexualmente, es normal todo lo que dos adultos hagan en privado con mutuo
consentimiento. Esta definición da por terminada varias incógnitas. Primero todas
las manifestaciones de la sexualidad de los niños, deberían considerarse anormales
y el que las personas se hagan castigos corporales que pongan en peligro su salud
y/o su vida por el hecho de ser adultos de que lo hacen en privado y de que están
de acuerdo en disfrutar de este modo.
Y esto podría ser porque las personas pueden estar en un trastorno mental que no
da bien su consentimiento.
Otro criterio normal es no producir malestar personal; y durante mucho tiempo se
marcó a la masturbación - práctica sexual de las más extendidas - con toda clase
de prejuicios para la salud. Ninguno de esos males sé a podido comprobar por la
ciencia.
La imposición de criterios sexuales injustos por el poder sobre la conducta de una
persona es una de los grandes abusos sobre la sociedad.
Pero esta definición de normal no puede ser válida, ya que requiere que estas
personas estén conscientes de causas y consecuencias de su conducta.
Solo hay un TABÚ, en la actividad sexual que es universal y es incesto entre la
madre biológica y su hijo; pero el del padre e hija existen excepciones en las que se
ha aceptado.
La casi limitada variedad de actividades sexuales aceptadas en los valores de las
culturas no restringe la situación, sin embargo hay aun el esfuerzo por descubrir
la normal frente a la anormal.
La normalidad sexual se define en función de las necesidades y características
biológicas de una especie. Si nos sujetamos a este criterio, serian normales
todas las prácticas sexuales que no son dañinas para prolongar la especie humana.
No es difícil rechazar a este criterio con cualquier ejemplo de la práctica sexual
extraño pero no debe impedir la fecundación. Tal vez un fetichista solo logra
excitares si la mujer lleva calzado con elevados tacones de aguja; de este modo el
hombre realiza coito normal. Esta conducta no pone en peligro a la especie humana,
pero resulta contradictoria al admitir que sea una conducta normal sexual.
En la época en que se pretendía que la sexualidad se orientara exclusivamente a la
reproducción, todas las actividades sexuales no coitales fueron consideradas como
desviadas, dentro de ellas, la masturbación y el homosexualismo. El mayor
referente para establecer la ―normalidad‖ en una conducta ha sido
tradicionalmente la naturaleza o la frecuencia con que se realiza. Si otras especies
actúan de forma similar a como lo hacen los seres humanos, o si con frecuencia
éstos realizan alguna actividad, entonces es normal hacerlo así.
Al tener en cuenta otros factores como los psicológicos y los sociales y no solo lo
estipulado por la naturaleza o las estadísticas, los límites de la conducta ―normal‖
se han movilizado y se han hecho menos rígidos, por tanto, lo que antiguamente era
considerado como una desviación sexual, hoy está determinado por las motivaciones
y fines que persigue la conducta, de tal manera que si una actividad está
encaminada a proporcionar a las personas placer, alegría, satisfacción y plenitud, en
la búsqueda del amor, la identidad, etc., no sería calificada como una conducta
―desviada‖. Se considera que la conducta sexual libre, creativa e imaginativa
orientada a la satisfacción que no perjudique física o psíquicamente a la pareja o a
otras personas, es una variante sexual y se consideran como tales, siempre que:
1. La persona se sienta bien realizándola.
2. Se ajuste a criterios éticos personales y sociales.
3. Está libre de miedos, sentimientos de vergüenza, culpabilidad y creencias
poco fundamentadas.
4. No daña o perjudica a nadie (ni a sí mismo ni a otros).
5. Los y las participantes lo hacen voluntariamente o informados/as de sus
implicaciones.
Como hemos dicho, gracias a la socialización el sujeto incorpora mecanismos de
control y autocontrol en el ejercicio de la sexualidad, mediante las normas morales
y legales establecidas históricamente, a través de actores como la familia, los
amigos, la iglesia, los medios, la escuela, etc.
Sin embargo, existen conductas sexuales que no responden a estos fines sino que
son cuestionadas debido a que se realizan sin importar las consecuencias para la
pareja o para otros y que les causan perjuicios. Se denominan de diferentes
formas: desviaciones, anomalías, aberraciones, perversiones, parafilias, etc.
Existen, dada la diversidad sexual actual, variantes sexuales que son consideradas
como delito debido a las alteraciones de personalidad que implican y otras que son
más permitidas y no penalizadas. Desde el punto de vista de la psiquiatría o el
psicoanálisis, algunas de tales desviaciones requieren tratamientos
psicoterapéuticos si hacen daño a sí mismos o a otros, consistentes en obtener un
mayor autocontrol y en casos extremos, uso de medicamentos formulados por
psiquiatras.
Biológicamente, estas actividades sexuales son anormalidades que pueden ser
toleradas porque son manifestadas por una minoría, esta definición no explica bien
las expresiones extravagantes como la del masoquismo.
En este caso, para comprender que es la normalidad sexual se definiría el
concepto de madurez emocional, que para muchos es de salud mental que va
evolucionando desde la niñez, para así alcanzar el mismo potencial psíquico de una
persona. Este permitiría a cada persona elegir una sexualidad totalmente aceptada
que no tenga riesgos ni para ella o para la especie y hasta podría ser
fuera de las normas culturales. Es el más difícil de todas las definiciones de lo
normal pero al mismo tiempo es la que ofrece un mayor potencial para una autentica
comprensión.
Y es anormal todo aquello que va contra las buenas costumbres de la sexualidad de
cada individuo.
Hay quienes dicen que los matrimonios abiertos y el cambio de pareja presuponen la
madurez emocional de los que la practican.
¿Es ―bueno‖ lo normal y ―malo‖ lo anormal?
Para contestar a esta incógnita se podría aplicar el siguiente ejemplo: Las
comunidades humanas han juzgado de diferentes modos las desviaciones y las
anormalidades sexuales.
La homosexualidad varía desde la complacencia a la tolerancia y de la incomprensión
a la furiosa intransigencia. Pero no es fácil señalar límites de los cuales las
conductas personales no sean admitidas en sociedad. Como el concepto de los niños
que tienen un innegable atractivo para las personas normales (bueno) pero hay
quienes pueden excitarse y llegar a la violación o al crimen (malo).
Actualmente, no hay científicos que conozcan de la conducta que sostenga que la
masturbación es anormal solo si esta es compulsiva o sea el medio de satisfacción
preferida. De igual manera abría poco desacuerdo en que la necesidad de sufrir
dolor y humillación se alcance la satisfacción sexual.
Y aun así, algunas formas de actividades sexuales en las que existen más
diferencias de opiniones.
DESVIACIONES O PARAFILIAS Y PERVERSIONES.
Son desviaciones del acto sexual coital. Se busca el orgasmo por otras vías que
adquieren connotacion de prohibidas. Siempre han existido las parafilias. Pero
han surgido otras parafilias o sea han ido trasformando debido a los cambios que
hay en las sociedades, así encontramos que cuando apareció el teléfono surgió una
nueva parafilia, que es el realizar llamadas obscenas, (escatología telefónica) lo
mismo sucede con la computadora y otros medios.
Caracteristicas:
 Rigido: Solo así se adquiere la excitación
 Opresor: No hay alternativa
 Impulsivo: Necesidad imperiosa para calmarse.
No todas las desviaciones son perversiones. Una desviación tan solo es una
anomalía, un comportamiento no aceptado en un contexto cultural o fuera de la
naturaleza, y para que exista una perversión es necesario que haya un
comportamiento que sustituya lo normal el cual sea un factor indispensable para
obtener placer sexual.
a. TRASTORNOS SEXUALES EN EL ADOLESCENTE:
Debemos tener claro que el sexo lo define el hecho de ser varón o hembra, de
acuerdo con sus genitales. La sexualidad es la capacidad de sentir o dar placer,
también se aplica a las relaciones interpersonales en general. El género es lo que la
sociedad asigna a cada individuo masculino o femenino, de acuerdo a lo que se
espera de su conducta. La identidad sexual es la integración armónica de sí mismo
al sentirse varón o como mujer. Hoy se tiene la tendencia a aceptar nuevas
Identidades Sexuales
Tradicionalmente se ha hablado de los polos femenino y masculino como
constructos opuestos basados en el cuerpo de la mujer y del hombre. Las recientes
teorías sobre el lesbianismo y el movimiento gay procuran evitar tal polarización
por considerarla irreal, pues plantean que la sexualidad es un continuo dentro del
cual el género no sería referido tan solo a esas características sexuales, sino que
correspondería a nuevas identidades que no están estereotipadas ni enmarcadas
desde los cuerpos.
Desde allí la transexualidad y el Transgenerismo no son considerados anomalías o
psicopatologías, sino realidades construidas socialmente. Es una ruptura con el
orden sexual establecido, que permite un sin fin de rasgos, actitudes, formas y
conductas. Se plantea que el género es una puesta en escena dentro de un contexto
particular; surge como un rechazo a las categorías estáticas típicas y se cuestiona
el límite entre lo individual y lo colectivo.
Las Sagradas Escrituras habla del varón y de la hembra, con los términos de
identidad Adán (ser Hombre) y Eva (Varona, ser Mujer) y las transpolarización de
identidad es rechazada (Lev. 18,22-23; 20,13, Deut. 23,17-18; 1 Cor. 6,9) ello trae
destrucción (1 Re 14,24; 15,12; 22,47; 2 Re 23,7; Jc. 19,22; Rom 1,26-27; 1 Tim 1,8-
10; 2 Pe. 2,6; Ju 1,7; Ex 19,4-5; Gen 19, 1-29)
Los trastornos sexuales se pueden clasificar en:
 Trastornos cualitativos:
Masturbación. Es obtener placer por caricias sobre el propio cuerpo. Se
considera que en los niños y niñas se trata de una forma de conocer su
propio cuerpo; se debe evitar censurar o reprimir el acto para evitar la
aparición de temores y sentimientos de culpa que impidan la actividad
sexual posterior. Entre los adolescentes, la masturbación es la válvula de
escape del orgasmo más frecuente en cualquier situación ambiental y e
considera desviación cuando se prolonga después de la adolescencia o
juventud.
 La abstinencia sexual y la privación sexual con un trasfondo mágico.
Por muchos años, se ha pensado que la sexualidad tenía influencias
mágicas en relaciones entre los seres humanos y los espíritus o dioses. En
muchos de los casos se creía que la abstinencia sexual proporcionaba
beneficios mágicos. La abstinencia sexual es una forma común de
abnegación propicia, quizá debido a que el placer sería muy apreciado por
el espíritu.
La abstinencia sexual se ha practicado en todas las culturas y en todos los
tiempos. Las causas de esta actitud pueden ser muy diversas, pero la
mayoría de ellas son de tipo religioso, étnico, mágico, etc. Renunciar al
placer sexual seria, un acto de voluntad ante la divinidad como ante los
hombres. Pero algunos casos de abstinencia sexual voluntaria pueden
tener causas muy distintas y relacionarse con desequilibrios personales.
La tradición cristiana. No existe una explicación satisfactoria de porque el
cristianismo se convirtió en una religión totalmente restrictiva en la que
se consideró el placer sexual con un rechazo y se creyó que la virginidad y
la abstinencia eran agradables a Dios. Cuando el cristianismo luchaba por
adquirir poder como la religión dominante, la mayoría de los pueblos eran
hedonistas y sexualmente licenciosos. San Pablo fue el que afirmo que
Dios prefería la virginidad y la abstinencia sexual. San Silicio, introdujo la
regla de celibato pero encontró resistencias y la iglesia ortodoxa oriental
nunca lo acepto. Prácticamente todas las religiones insisten en las
cuestiones sexuales. Unas, como el taoísmo (China), y el trantismo (India),
daban una gran importancia positivas por el sexo, recomendado la
búsqueda mística de la perfección mediante una variada gama de
actividades sexuales. Pero el cristianismo han subliminado el aspecto de la
abstinencia de los placeres sexuales; ellos hacen votos de castidad
(deciden privarse de gratificación sexual).
Existen 3 tipos de abstinencia:
a) Abstinencia sexual completa: es privarse de cualquier forma de placer;
se puede conseguir de manera voluntaria.
b) La abstinencia parcial: puede ser voluntaria o impuesta; esta puede ser
durante la ausencia o enfermedad de la pareja, antes del matrimonio,
después del divorcio o enviudar.
c) La abstinencia forzosa: estas son las que totalmente son impuestas por
alguien.
No existen pruebas médicas que la abstinencia total y permanentemente
de cualquier tipo de orgasmo produzca alguna enfermedad o daño físico.
Teorías médicas antiguas decían que la abstinencia producía
enfermedades indefinidas como la neurastenia o aumento de tamaño en la
próstata pero estas no han sido demostradas.
Una consecuencia física es que las personas en la juventud no llevan una
vida sexual activa y en la madurez son propensas a sufrir el no tener
erecciones y eyaculaciones / y no sufrir un orgasmo (en ambos sexos).
Es dudoso en algunas ocasiones que se produzca un daño físico
permanente, pero habrá un malestar crónico.
La consecuencia de la privación sexual forzada por el ambiente impulsa a
las personas a actividades sexuales sustitutivas. La más frecuente es la
masturbación.
Las enfermedades o lesiones que dañan temporal o permanentemente la
función sexual enfrentan a cada paciente con una carga emocional.
La privación no causa problemas psicológicos inevitables; el que se
produzcan o no problemas y el tipo de estos, depende de la persona.
Si una parte de la autoestima de la persona depende de su deseabilidad y
sus hazañas sexuales, entonces ella puede llegar a sentirse inútil y no
merecedora de cariño, y podría producir depresiones, el suicidio o
desahogos furiosos de su frustración sobre los demás.
Las personas con unas bases más realistas de autoestima se sentirían
perdidas y desaparecidas, pero tendrían la madurez de hacer frente al
infortunio de la privación sexual sin trastornos emocionales graves.
No está claro si la abstinencia sexual es causa o no de trastornos
emocionales.
Algunos expertos en desarrollo infantil creen en la teoría de la
sublimación, pero ahora la mayoría coinciden en que impedir la aceptación
de la propia identidad sexual contribuye a crear trastornos, y tienen como
consecuencias algunas graves, como crímenes, desviaciones sexuales, los
temores complejos.
La abstinencia es más fuente debido a la perturbación de las relaciones
entre ambos sexos, en la disminución de placer sexual y en las
disfunciones sexuales.
 Violación. Se refiere al coito forzado con una mujer o un hombre de
cualquier edad en contra de su voluntad.
 Necrofilia.- Se define como la obtención del placer sexual con cadáveres,
generalmente por medio de la cópula con o sin mutilación subsiguiente. Es
una desviación rara. Esta parafilia es castigada por la ley. Los necrofílicos
profanan tumbas, entran al servicio forense o bien asesinan a sus víctimas
para posteriormente violarlas, cuando esto sucede se constituye como una
forma extrema de sadismo, siendo el objeto sexual un fetiche. Si el
cadáver es violado directamente eso implica que un trastorno muy
profundo de la personalidad, por regla una psicosis. Aunque el necrofílico
presenta escaso interés en las mujeres vivas, algunos pueden realizar el
coito si la mujer permanece totalmente quieta, como si estuviera muerta.
 Exhibicionismo.- (violadores a distancia) El exhibicionismo es una parafilia
común que se describe como una exposición deliberada y compulsiva de los
genitales en público, siempre por un varón como medio para alcanzar la
satisfacción sexual. Las mujeres por lo general obtienen más placer al
exhibir otras partes de su cuerpo. En esta parafilia la satisfacción sexual
se alcanza por medio de la masturbación posterior a la exhibición. Al
sujeto exhibicionista, lo que le excita es la reacción de la víctima que
puede ser de sorpresa, asombro o miedo. La teoría psicoanalítica sostiene
que el exhibicionismo es utilizado como la negación de la ansiedad de
castración. El hombre busca tranquilizarse con la reacción de la audiencia
femenina (a menudo niñas) de que él si tiene un pene y de que le temen
debido a él. Cuando el exhibicionismo se presenta en la
pre adolescencia (es común) no es una perversión. Los exhibicionistas son
por lo general hombres con personalidad inadecuada y tendencia sádica y
sadomasoquistas. Ellos por lo general tienden a regresar al lugar de los
hechos y por tanto son aprehendido y castigado por la ley.
 Fetichismo: Se le define como la obtención del placer o excitación sexual
a partir de objetos inanimados, por ejemplo zapatos o ropa íntima o con
partes del cuerpo (pelo).El orgasmo puede ser espontáneo al ponerse en
contacto con el fetiche o por la masturbación o la cópula en presencia del
fetiche.
El fetichismo es una exageración de la evaluación acentuada normal de
ciertas prendas asociadas con el objeto amado. La atención excesiva a
ciertas partes del cuerpo femenino (mamas, nalgas piernas) se le conoce
como parcialismo. La fetichista femenina en ocasiones se enfrasca en
cleptomanía compulsiva que puede tener significados sexuales
inconscientes.
 Froteurismo (frotamiento): A esta parafilia se le describe como el gusto
y excitación caracterizado por frotar el pene contra las nalgas o bien el
cuerpo de una mujer. Esta parafilia es frecuente en lugares muy
concurridos como puede ser el metro, los cines los estadios deportivos,
etc. Este acto suele pasar desapercibido para la víctima. Los frotistas
sólo son pervertidos si éste es el único modo de que obtenga el orgasmo.
 Pedofilia: Atracción sexual de la persona adulta hacia niños de su mismo o
de distinto sexo. Paidofilia es un término etimológicamente más correcto
que pedofilia. Viene del griego páis-paidós, muchacho o niño, y filía,
amistad. Los paidofilicos son personas que pueden tener familia, abusando
también de ella, lo que es más común es que sea un homosexual. Los
paidofilicos no tienen la capacidad para cortejar o relacionarse con
mujeres por ser sumamente inseguros, las disfunciones eréctiles
parciales, son sumamente comunes.
Las relaciones paidofilicas pueden ser desde tocamientos hasta la
penetración vaginal o anal, en algunas ocasiones asesinan a sus víctimas
para evitar el ser descubiertos. Esta parafilia se caracteriza más que por
la excitación sexual, por el uso y abuso del poder.
 Sadismo sexual: En esta parafilia la persona tiene gran placer sexual y
excitación al agredir, someter, sobajar a su pareja.
 Fetichismo transvestista: Se limita al uso de ropas del sexo opuesto. Se
refiere a hombres heterosexuales con fuertes impulsos y fantasías de
vestirse con ropas femeninas para excitarse, agregado al coito o
masturbación, se imagina que es al mismo tiempo el sujeto masculino y el
objeto femenino de sus fantasías sexuales. Los transvestistas
experimentan placer y relajamiento al portar ropas del sexo opuesto.
 Transexualismo. Es un deseo de cambiarse sexo. Una persona transexual
piensa, siente y actúa como una mujer aunque biológicamente sea un
hombre o viceversa. Se confunde con el travestismo y con la
homosexualidad. En los últimos años, los transexuales hombres se han
practicado operaciones plásticas con la adaptación de un órgano tipo
vagina y las transexuales mujeres recurren a la mastectomía y al uso de
una prótesis. Debe diferenciarse del hermafrodita que tiene
características biológicas de intersexo (ambos sexos), aunque por lo
general la orientación sexual se da por sus características sexuales
externas predominantes.
 Transgenerismo. Es una variación entre el travestismo y el
transexualismo. La persona transgenerista se identifica con el sexo
opuesto y por ello se viste y se comporta como tal. Aunque no se somete a
cirugías para cambiar de sexo, en ocasiones ingieren hormonas y algunos
hombres se implantan senos artificiales.
 Voyeurismo o escoptofilia. Consiste en obtener placer sexual observando
los órganos sexuales y las actividades sexuales de otros, por lo general de
mujeres. Los voyeuristas se masturban mientras observa el evento. Al
voyeurista no le gusta ir a playas nudistas donde es permitido ver el
cuerpo desnudo, le excita lo prohibido de la acción. En el adolescente el
voyeurismo es normal como parte de la búsqueda de excitación sexual. En
el adulto los caracteres voyeuristas pueden ser normales como en el juego
sexual antes de la copula y la excitación ocasionada al ver fotografías o
películas pornográficas con su pareja. El desviado por otra parte obtiene
satisfacción al cometer el acto en forma compulsiva e iterativa a los
demás, a menudo con gran riesgo.
 Masoquismo.- Es la parafilia que se complementa con la del sadismo en
donde la persona tiene gran placer sexual al ser agredida físicamente,
además de ser sometida por su agresor. Para Freud los masoquistas tienen
fantasías destructivas que vuelven contra sí mismos.
 Hipoxifilia o asfixiofilia.- Consiste en la excitación que le provoca a la
persona el asfixiarse al momento de alcanzar el orgasmo. Se han dado
casos en los que los parafilicos no dimensionan la gravedad del acto y
llegan a consumar la asfixia.
 Coprofilia, Coprofagia y Coprolalia.- La coprofilia es un interés anormal
sexual en las heces, hay personas que a su pareja le piden que defeque en
ellos durante el acto sexual. La coprofagia es un deseo de comer heces y
la coprolalia es una verborrea compulsiva de obscenidades (síndrome de
Gilles de la Tourette).
Estos trastornos se hallan a menudo asociados a otras perversiones. Por
ejemplo un prerrequisito para la excitación sexual puede ser de origen
sádico orinarse en el compañero durante el coito o que el compañero lo
orine (urofilia), o vouyerista al observar las funciones excretoras. El
orgasmo generalmente se alcanza por la masturbación.
 Zoofilia o bestialilsmo.- La bestialidad consiste en obtener el placer
sexual con los animales. Ya que poner en claro que este termino de define
la excitación sexual al observar la actividad sexual de los animales, se
refiere específicamente a copular con ellos. La zoofilia puede presentarse
de forma ligera en algunas personas y es de forma transitoria. La
bestialidad se presenta más comúnmente en individuos que viven en áreas
rurales que se hallan socialmente aisladas, tiene una personalidad
esquizoide o son francamente sicóticos o retardados mentales.
Sin embargo personas inteligentes y educadas pueden practicar esta
desviación. Los animales más comúnmente involucrados son los domésticos,
pero también han sido los de granja. Esta práctica puede no ser
considerada una parafilia sino una práctica "normal" en algunas culturas.
 Gerontofilia.-Se define a la gerontofilia como la obtención del placer
sexual con una persona de mayor edad de cualquier sexo. La gerontofilia
es difícil de detectar ya que es común que una mujer joven se case con un
anciano por amor o un joven con una anciana por amor, o en ambos casos
por razones económicas conscientes. Pero si el individuo joven lo hace de
forma compulsiva y exclusivamente prefiere una sucesión de compañeras o
compañeros ancianos o mayores que él, constituye una perversión.
 OTRO TIPO DE PERVERSIONES:
 Osmalagnia: Erotismo asociado a los olores nauseabundos.
 Ofolagnia: Erotismo provocado por canciones o ruidos eróticos.
 Vampirismo: Excitación erótica provocada por la sangre en las
heridas.
 Cleptolagnia: Placer erótico que se despierta con el hecho de robar.
 Pirolagnia: Placer erótico asociado a los incendios.
 Dentrofilia: Erotismo con plantas, árboles y vegetales.
 Pigmalionismo: Búsqueda de situación sexual con las estatuas o
maniquies.
 Trastornos cuantitativos:
 Trastornos del deseo sexual
- Trastorno sexual hipoactivo
- Tratorno por aversión al sexo
 Trastornos de excitación sexual
 Trastornos orgásmico
- Trastorno orgásmico femmenino
- Trastorno orgásmico másculino
- Eyaculación precoz
 Trastorno sexual por dolor
- Dispaurenia
- Vaginismo
 Trastornos sociales
Como tales pueden llevar a trastornos cualitativos o cuantitativos, además de
contribuir a problemas sociales: Prostitución y pornografía
 Prostitución El término ―prostitución‖ proviene del latín prostitutio, que
tiene el mismo significado que el actual y que a su vez proviene de otro
término latino, prostituere, que significa literalmente ‗exhibir para la
venta‘.
Una versión ampliamente extendida sobre el origen del término, aunque
incorrecta, afirma que el término ―puta‖ viene del verbo latino putare,
‗pensar‘. Se argumenta que, con la progresiva conquista romana de las
antiguas zonas griegas, aumentó la cantidad de esclavos y esclavas de
dicho pueblo. Al ver los romanos que las mujeres (a las que al parecer
usaban mayoritariamente como prostitutas) eran conocedoras de la
ciencia y la política, las calificaron como pensadoras o, en latín, putas.
Aunque no deja de tener cierto encanto, esta versión contradice la propia
historia de Roma, que no sometió a las ciudades-estado griegas a una
conquista súbita, sino a una progresiva absorción.
La prostitución puede definirse como la práctica, con insensibilidad
emocional de relaciones sexuales promiscuas y con fines de lucro, en
cualquiera de sus formas. También puede decirse que es prostitución la
práctica de relaciones sexuales promiscuas y mercenarias acompañadas de
indiferencia emocional. Hoy encontramos esta segunda visión muy común
entre los adolescentes y jóvenes, pues viven una promiscuidad, sin ánimo
de lucros y sin compromisos emocionales serios, pues no asumen
responsabilidad estable o de consecuencias a la relación, en muchos casos
después de la relación con una persona se rompe la relación y se entabla
una nueva con las mismas características.
Es importante destacar que la prostitución es una anomalía social que
ocasiona efectos y consecuencias negativas dentro de la sociedad y su
impacto social día a día constituye mayor preocupación. Uno de los
mayores éxitos que se ha logrado en la historia social dedicada a estudiar
la prostitución ha sido definir este fenómeno como un hecho social. En
efecto, desde sus propios inicios los investigadores debieron luchar
contra una larga tradición científica que consideraba a la "ramería" como
una manifestación consustancial a la naturaleza humana. La prostitución
es, en nuestro país, una opción frecuente para personas de sectores
sociales marginales. La miseria, la violencia y el abuso son las puertas de
ingreso a ella de numerosas niñas y adolescentes.
No es posible realizar un acercamiento comprensivo de fenómenos
sumamente complejos como la prostitución y sin tomar en cuenta la
complejidad de los fenómenos sociales, en especial de la misma sexualidad.
Pero es preciso distinguirlas, desde el comienzo para no estigmatizarlas y
condenarlas de igual manera, como atentados al bien social y moral. La
prostitución ha acompañado la vida humana desde siempre, quizás desde
ese momento en el cual se descubrió que, en el ser humano, la sexualidad
poseía nuevos sentidos y dimensiones, que la diferenciaban de todo lo que
acontecía con el sexo en el mundo de la naturaleza.
Como causa importante de la prostitución debemos señalar la marginalidad
social, en todos sus estratos: Económica, Jurídica, Intelectual, Política,
Ética y Cultural, todas estas carencias encuentran como única salida, la
prostitución, que recibe un gran apoyo de la sociedad al crear y mantener
una demanda sin aportar soluciones. Frente a esta realidad inexorable
generalmente se tienen dos posiciones, una, la condena y persecución
implacable desde el punto de vista público, y la otra, la tolerancia y
aceptación al crecimiento de la demanda desde el punto de vista privado.
Esta situación, consecuencia lógica de un sin fin de circunstancias, nos
divide en un país dominante y otro marginal. Entendiéndose por país
dominante una clase media minoritaria, con ciertas posibilidades
económicas, muy actualizada en el consumismo moderno, pero sin cultura
alguna y evidente mediocridad.
Existen varios tipos de prostitución, las que ejercen en forma abierta en
calles y avenidas, prostíbulos, hoteles, bares restaurantes, etc. Las que se
escudan tras un empleo, chicas telefónicas (call girls), La prostitución
ocasional, que trabajan en diversos empleos o son estudiantes que lo hacen
generalmente para ganar algún dinero y completar sus ingresos. Entre
todas ellas casi siempre existe un proxeneta que las explota a cambio de
permitirles el ejercicio y brindarles "protección".
La prostitución masculina un producto de las grandes ciudades, en estos
casos buscan sus clientes vestidos de mujer (trasvestis) pero antes
especifican el sexo para llegar a un arreglo. O vestidos de hombre, en
algunos casos son bisexuales casados que sienten bloqueada su parte
homosexual por represiones sociales o familiares, que encuentran en la
prostitución una forma segura de satisfacción sexual.
La prostitución infantil, la más grave de todas, por tratarse de un niño o
niña indefensa y sometida a las peores aberraciones humanas, tiene índice
de crecimiento muy elevado, que comienza con la pornografía y la
drogadicción, la influencia de Internet con páginas especializadas en
cualquier tipo de prostitución incluyendo la infantil, sin que hasta ahora se
haya prohibido definitivamente tales publicaciones. Las causas más
importantes son la violencia intrafamiliar, escasos recursos económicos,
falta de protección por parte del gobierno y la sociedad, explotación
familiar, obtención de dinero fácil, marginalidad social, embarazos
tempranos, adicción y abandono, ausencia de valores inculcados, bajo nivel
educativo, desintegración familiar.
Por su parte dentro de las consecuencias de la prostitución se encuentran
los personales: aislamiento total o parcial de la familia, baja autoestima,
agresividad, no existe un proyecto de vida, desconfianza autodestructiva,
depresión, objeto comercial y de explotación. Enfermedades venéreas
(Sífilis, VPH, Herpes genital, Blenorragia, Sida); y sociales como
secuestro, (trata de blancas) consumo y tráfico de drogas, desigualdad
social, condiciones de vida infrahumanas. Ausencia de valores sociales.
 Pornografía.
La pornografía, de acuerdo a las definiciones universales de mayor
consenso, es la exhibición de contenidos sexuales, en forma obscena, con
la intención de excitar o promover la lujuria La pornografía no es arte ni
tampoco mero erotismo o sensualidad. La escultura del beso, de Rodin, o la
Maja desnuda, de Goya, son sensuales pero no son pornográficas. La
pornografía es cruda exhibición de genitales y actos sexuales de toda
índole, donde abundan las imágenes sadomasoquistas, la pedofilia y otras
aberraciones, individuales o en grupo. Es una industria millonaria, prima
hermana de la prostitución, que vende sexo cosificando y envileciendo al
hombre y a la mujer. Es explotación ruin de los seres humanos, y sobre
todo de la mujer. Los artistas se sentirían posiblemente ofendidos ante la
pretensión de elevar la porno a la categoría de arte o estética. La
pornografía es más bien negación del arte y del amor. Tampoco puede
alegarse que la porno pertenezca a la esfera del pensamiento, como la
filosofía, o el debate de las ideas.
En efecto, la pornografía es una actividad comercial que deforma,
enferma y empobrece la psiquis humana. Está bien documentada la
correlación entre delitos de agresión sexual, tales como violación, abuso
de menores y hostigamientos, y la afición a la porno en los criminales que
los cometen. No hay un solo educador, psicólogo o científico social, que
argumente coherentemente acerca de los beneficios personales o sociales
de la pornografía. Su impacto negativo se maximiza en las mentes menos
formadas.
En la televisión, películas, videos musicales e Internet puede verse
fácilmente todo tipo de escenas sexuales. A pesar de lo que dicen los
defensores, la pornografía tiene grandes repercusiones en el
comportamiento sexual de la gente así como en la visión del sexo.
La pornografía puede llevar a actitudes y comportamientos antisociales.
Los espectadores varones tienden a ser más agresivos hacia las mujeres,
menos sensibles al dolor y al sufrimiento de las víctimas de violaciones, y
mucho más dispuestos a aceptar varios mitos acerca de la violación. Los
investigadores han encontrado que la pornografía (especialmente la
pornografía violenta) puede producir un conjunto de efectos indeseables,
como la violación y la coerción sexual. Específicamente, encontraron que
esta exposición puede llevar a un mayor uso de la coerción o la violación,
un aumento de las fantasías acerca de la violación, y una desensibilización
ante la violencia sexual y una trivialización de la violación.
b. CAUSAS POSIBLES DE DESVIACIÓN SEXUAL
En algunos casos puede haber causas biológicas, pero las causas culturales de la
desviación sexual son mucho más frecuentes. Después de todo, todos nacemos en
una cultura, que nos enseña gran parte de las culturas sexuales.
Las muestras, de la conducta sexual en las distintas culturas suelen ser muy
disparejas. Pero la normal adulta es el coito heterosexual en las culturas conocidas.
Muchas veces no es fácil comprender las causas por las cuales una cierta cultura ha
desarrollado su hábito sexuales peculiares. Pero otras veces esos hábitos se deben
al carácter cazador, agrícola, pastoril o guerrero de la cultura.
Así, los guerreros de Kenia no pueden casarse hasta después de los 40 años una
serie de conductas sexuales atípicas.
La influencia de los materiales de carácter erótico y pornográfico sobre la
evolución de la sexualidad no parece ser del todo definidos.
Los datos científicos sobre este tema no dan unos resultados definitivos que
permitan extraer normas de aplicación general. Al parecer la influencia de la
pornografía sobre la evolución sexual de muchas personas, es más bien beneficiosa
o neutra que dañina pero también puede llegar a ser mal sano.
1) CAUSAS BIOLÓGICAS DE DESVIACIÓN SEXUAL.
La investigación médica no proporciona datos acerca de la posibilidad de que las
desviaciones sexuales sean hereditarias; sólo al caso del homosexualismo en el que
hay estudios que dicen que existe un posible factor hereditario.
Las anomalías de los cromosomas que aparecen en el momento de la concepción
pueden producir trastornos y estos podrían causar una conducta sexual anormal, y
no hay pruebas de que estas conductas estén asociadas con las anomalías
cromosómicas.
¿Cuál es la causa de la desviación sexual?, en algunos casos puede haber causas
biológicas, pero las causas culturales de la desviación sexual son mucho más
frecuentes. Después de todo, todos nacemos en una cultura, que nos enseña gran
parte de las culturas sexuales.
Las muestras, de la conducta sexual en las distintas culturas suelen ser muy
disparejas. Pero la normal adulta es el coito heterosexual en las culturas conocidas.
Muchas veces no es fácil comprender las causas por las cuales una cierta cultura ha
desarrollado su habito sexuales peculiares. Pero otras veces esos hábitos se deben
al carácter cazador, agrícola, pastoril o guerrero de la cultura.
La mayoría de los niños son influenciados sexualmente por sus padres y familiares
cercanos. Los padres encarnan las actitudes sexuales de su cultura a sus hijos.
Cada familia tiene su propia cultura, la crea o es influenciada por la cultura que se
maneja a niel social. Y esta influye en la tendencia de los hijos.
Por lo tanto las principales fuentes emocionales de desviaciones sexuales son:
una culpabilidad sexual inapropiada; repugnancia sexual; temores sexuales; un
sentimiento de inferioridad y una hostilidad y rabia sutil, asociadas con la
sexualidad.
2) CAUSAS EMOCIONALES DE DESVIACIÓN SEXUAL.
No debe pensarse que las diferentes causas posibles de desviación sexual se
excluyan mutuamente; ya que la biológica y la cultural son influencias generales
(biológica afecta a toda la humanidad; la cultural a grandes grupos de manera
parecida).
La salud, enfermedades emocionales y los aspectos sexuales son afectados por las
influencias y experiencias en el periodo de lactancia y de la primera infancia. La
mayoría de los niños son influenciados sexualmente por sus padres y familiares
cercanos. Los padres encarnan las actitudes sexuales de su cultura a sus hijos.
Por lo tanto las principales fuentes emocionales de desviaciones sexuales son: una
culpabilidad sexual inapropiada; repugnancia sexual; temores sexuales; un
sentimiento de inferioridad y una hostilidad y rabia sutil, asociadas con la
sexualidad.
Algunas fuentes emocionales de desviaciones sexuales:
- Culpabilidad sobre la sexualidad: Los niños aprenden muy pronto a
identificar lo que sus padres aprueban o desaprueban de la sexualidad, y todo
lo que el niño diga o haga con respecto a la sexualidad va a provocar alguna
respuesta por parte de sus padres. Aunque muchas actitudes de los niños no
tienen el carácter que los adultos les atribuyen ya que ellos crecieron y se
desarrollaron sus actitudes sexuales en un clima negativo y prohibitivo
muchas veces sus hijos se sentirán a disgusto con su sexualidad así como ellos
con la suya. La ignorancia conduce a menudo a los padres a el silencio y
responder con evasivas cuando los niños hacen preguntas sexuales y un
ejemplo de ello es cuando para los niños la desnudez es un estado natural
pero muchas veces se les castiga o reprenden por ello entonces ellos
consideran sus genitales como algo sucio.
- Sentimientos de inferioridad e incompatibilidad sexual: Para alcanzar el
nivel de madurez emocional necesario para participar en relaciones
heterosexuales mutuamente satisfactorias, se debe tener el firme
sentimiento de ser amado. La autoestimulacion se da en las primeras
relaciones del niño con la madre. Si ella le quiere emocional y físicamente sin
mostrar disgusto, este incorporara esos sentimientos en sí mismo. Un sentido
de inferioridad sexual puede venir del fracaso de la identificación con la
masculinidad o feminidad del progenitor del mismo sexo. Los padres no deben
disimular sus manifestaciones de afecto frente a sus hijos. La delicada
naturalidad en las relaciones afectivas y sexuales del matrimonio es la mejor
escuela de educación sexual para los hijos. También deben de ser muy
importantes las relaciones que se tengan entre padre-hijo. El progenitor del
mismo sexo que sus hijos puede impedir que este se identifique con él y con
su propio sexo si su conducta resulta desagradable o brutal.
- Temor sexual: Algunos temores derivan de fantasías que los niños tienen
como parte de su crecimiento. Todos los niños quieren ocupar el lugar del
padre del mismo sexo por afecto del padre del sexo opuesto. Si el niño esta
abrumado por la rivalidad imaginaria, siempre tendrá problemas al competir
por un amante heterosexual. Algunos casos de homosexualidad tienen estas
bases. Algunos s se aterrorizan al descubrir que las mujeres no tienen pene.
Creen que se los han cortado... y que también ellos pueden perderlo. Este
―miedo a la castración‖ desempeña un papel importante dentro del
exhibicionismo y el fetichismo. Los temores se pueden desarrollar también a
partir de las características a la conducta de los padres.
- Hostilidad sexual: Muchas de las interacciones padre-hijo conducen a una
hostilidad profunda ya sea hacia el sexo opuesto, hacia el propio o hacia
ambos. La hostilidad, desempeña el papel principal en muchas formas de
sexualidad desviada y e todas las perversiones. Su lugar es claro en
conductas como violación y el sadismo; en homosexualidad y exhibicionismo;
es un determinante poderoso, aunque más oculto.
c. Perversión y estética
La práctica sexual misma puede pervertirse: mostrar los órganos genitales, buscar
el sufrimiento de la pareja, erotizar el propio sufrimiento, la participación de un
tercero o de varios en el acto sexual, la multiplicación de estos actos, la mezcla de
la orina y las heces en estos actos, etc. Sin olvidar que estas prácticas
frecuentemente se asocian unas con otras.
Las parafilias se entienden como las conductas sexuales, eróticas que no son
comprendidas por la mayoría de las personas.
La enumeración de las desviaciones constituye en sí misma una interpretación
implícita de la perversión, pues supone un orden natural del instinto sexual que
sería definible en comparación con las prácticas de los animales o a través
de investigaciones estadísticas.
Toda desviación estaría entonces ligada a un substrato orgánico, a una
degeneración constitucional que conviene distinguir de los otros estigmas
morfológicos o morales y que probablemente se origina por transmisión o debido a
una predisposición hereditaria. Son actitudes sexuales que se caracterizan por
intensas fantasías no convencionales, ya que involucran a objetos o seres no
humanos, a personas que no podrían constituir una pareja sexual (como los niños),
sentimientos humillantes o dolorosos, etc. Estas fantasías se dan en forma
repetida, llevando a la concreción de actos que las involucren, y provocando un
malestar personal y social, que puede afectar la vida laboral o de relación.
Esta psiquiatrización de la perversión está viciada en su método, dando como
resultando actos delictivos y criminales cometidos por los perversos.
El perverso se caracteriza menos por sus prácticas sexuales (múltiples y
contingentes, en realidad) que por una organización psíquica que no se limita a su
vida exclusivamente erótica. El perverso provoca y desafía la Ley. Así, él se
asegura de su presencia y de que siempre se encuentre alguien que se la recuerde y
lo sancione, lo que denunciará inmediatamente como abusivo. Pero si el perverso
provoca e interroga, más allá del aparato legislativo de la sociedad, a aquél que es
el soporte familiar de la Ley, el padre, es igualmente alguien preocupado por
establecer los fundamentos mismos de la Ley y se convierte fácilmente en
moralista.
En la estructura perversa ocupa un lugar eminente el placer, buscado, a veces de
manera compulsiva, no sólo por sí mismo, sino sobre todo porque representa para el
perverso una experiencia extrema, próxima a la angustia, que considera exenta del
engaño y que constituye la verdadera realidad, una realidad más digna.
La perversión tiende así a desbordar el marco estrecho que le asignaba una
nosografía descriptiva y designa un conjunto estructurado que no se limita a
formas negativas y reprehensibles desde un punto de vista médico-legal, en
particular las actividades estéticas.
Existe como perversión sexual a la parafilia, que es una desviación sexual, definida
como un patrón de conductas sexuales en la que la fuente predominante de placer
sexual no es a través de la cópula heterosexual. Las parafilias son un deseo
incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto o de fantasearlo. De hecho
los individuos que la practican pueden parecer exteriormente tan normales como
cualquier otra persona.
Esta es una definición que se aceptó hasta hace algunos años, pero como
la homosexualidad se le definió como una preferencia sexual en lugar de una
parafilia, dejo de estar vigente.
Hay parafilias que castiga la Sociedad como delitos y existen otras parafilias que
aunque no son aceptadas tampoco se les considera un delito. Desde el punto de
vista de la Psiquiatría y del Psicoanálisis las parafilias son consideradas
"perversiones".
Existen algunas parafilias que se pueden encontrar dentro de la sexualidad normal
si se les practica esporádicamente o como juego amatorio que precede a la copula
normal.
Si estos instintos parciales tienen fijaciones en la etapa pregenital (o regresiones),
permanecerán como fuente dominante de gozo sexual en el adulto. Las tendencias
para las parafilias existen en cada persona en forma latente y las causas por medio
de las cuales se transforman en actos francos son dudosas.
Las causas más comunes son la ansiedad de castración, conflictos de Edipo y otras
anomalías del medio familiar durante la niñez. La mayoría de las parafilias son
llevadas a cabo por varones, no quedando exentas las mujeres pero en mucho menor
número, también se dice que hasta el 78 % de los casos hay alteraciones
neuropsiquátricas en diferentes grados.
¿Qué parafilias están penadas?
El estado legal de las parafilias varía ampliamente de cultura en cultura y de país
en país. Por ejemplo en Inglaterra y algunas ciudades de los Estados Unidos a la
homosexualidad no se le considera un delito cuando esta se practica entre adultos
que consientan a ello, en otros sitios aunque no es aceptada ampliamente es
tolerada. La paidofilia, necrofilia, frouterismo y el exhibicionismo y otras parafilias
son consideradas como delitos menores y en ocasiones como faltas administrativas
por la ley.
Otras parafilias no son penadas mientras no afecten a terceras personas, siempre
y cuando la pareja este de acuerdo (Ej.; fetichismo, urofilia y otras más)
Las perversiones sexuales y delitos no son sinónimos.
Muchas perversiones no son castigadas por la ley, un claro ejemplo de esto es
la homosexualidad femenina o el fetichismo, la cosa cambiara si van acompañados
por algún tipo de violencia.
Así mismo los delitos sexuales no implican necesariamente un instinto pervertido,
como es la verbigracia relaciones sexuales entre un joven y una joven menores de
16 años.
Clínicamente no hay una línea divisoria entre las actividades sexuales normales y
perversas.
El origen de la perversión puede ser debido a muchas causas; un desarrollo
inadecuado en la infancia del individuo, influencia de factores internos o externos,
ambiente familiar, falta de uno de los padres.
El problema fundamental es el desarrollo sexual del individuo.
Es difícil administrar un tratamiento para este tipo de personas pero lo que está
claro es que el tratamiento no se suele administrar a los delincuentes sexuales, no
sirve para ellos.
Todas las desviaciones sexuales conocidas aparecen con mayor frecuencia en
hombres que en mujeres. El fetichismo como la necrofilia parece ser solo
masculinas.
Lo básico es el hecho de que el pelo humano se desarrolla con rasgos femeninos. Por
eso la diferenciación biológica de un macho es más compleja y vulnerable ante
cualquier trastorno.
La función sexual masculina depende mucho del aprendizaje. La mujer puede
participar pasivamente en el coito aunque les falten los placeres de una completa
participación sexual. El hombre solo puede actuar sexualmente si puede alcanzar
una erección, si puede mantenerla para la penetración y eyaculación.
Por eso tanto las niñas como los niños tienen a la madre como primer objeto de
amor y como modelo para identificarse. Las niñas aprenden a ser mujeres sin tener
que cambiar su primer modelo. En cambio los niños deben dejar de identificarse con
su madre para alcanzar su masculinidad. Para ello deberán dar otro paso:
identificarse con su padre. En ese momento, el padre deberá ser tan accesible
como la madre.
e. LLAMADA A LA ACCION
Debe quedarnos claro que la sexualidad humana constituye un fenómeno psicológico
que no se limita a los mecanismos de cortejo, cópula y reproducción.
Abarca toda una gama de aspectos sociales, religiosos y jurídicos, y así mismo se
halla estrechamente vinculada al mundo de la afectividad y al plano de los valores.
Durante la infancia, dentro del proceso llamado de socialización, en el que el
individuo aprende y asume la cultura de la sociedad a la que pertenece, se van
asimilando las pautas de comportamiento que diferencian la sexualidad masculina de
la femenina; el comportamiento sexual humano específico viene así determinado por
factores tanto culturales como biológicos. Las pautas instintivas se hacen más
flexibles, permitiendo una mayor intervención del aprendizaje y dando lugar a
conductas sexuales diferenciadas.
Hay gran diversidad de comportamientos sexuales. No hay una norma válida para
todas las personas.
La actividad sexual puede considerarse normal, si es elegida libremente entre los
que participan, teniendo como principio la ley natural. Y no lo será cuando ocasiona
dolor o insatisfacción alguna de ellos. Hoy vemos muchísimos jóvenes que no saben
adaptarse a la sociedad. Se sienten desubicados, de tal manera que no encuentran
su papel, chocan con los valores de la sociedad y comienzan a formar su pequeño
círculo de amigos, sus pandillas, donde ellos van a tener aparentemente un
compañerismo, que nunca les va a proveer lo que el padre sí puede dar.
Los hijos no saben actuar como hombres, cuando el padre no cumple con su papel,
las consecuencias son catastróficas para los varones. Pues, aunque el padre este en
casa, y ausente viendo el televisor, los muchachos varones, en vez de estar en
contacto con su padre, están con su madre. Luego no saben actuar como hombres,
es el resultado. Estos muchachos aunque se casan después, no dejan de ser niños
grandes, y su comportamiento con sus esposas sigue siendo irresponsable,
insensible, violento, egoísta, etc. Todo porque no tuvieron un padre cerca de ellos
que los supiera educar.
Hoy en día hay muchos hombres que llevan la herida en su corazón de la ausencia de
padre. E insisto, no me refiero a huérfanos solamente, sino principalmente a
aquellos jóvenes que sí tuvieron padre pero estaba ausente, o sea, no cumplía con su
papel, no estaba presente cuando el muchacho lo necesitaba. Hoy en día hay
hombres, ya de edad madura que sienten dolor por la ausencia de padre, porque no
lo tuvieron en su infancia ni en su juventud. Aunque tuvieron un padre físico, su
papel de padre estuvo ausente.
El padre tiene un poder asombroso sobre sus hijos
El padre tiene un poder tan grande sobre los hijos, que puede guiarlos al bien o al
mal asombrosamente.
Este poder influye tanto en la vida como en el futuro de sus hijos, porque cuando
un padre tiene una conducta abusiva de violencia verbal o física contra los hijos y la
esposa en casa, no respeta a su mujer, abusa del alcohol, los hijos seguramente
harán lo mismo, abusarán del alcohol, fumarán, golpearán a sus esposas, serán
infieles y desleales.
La desintegración familiar es causa del crimen juvenil más que la pobreza.
Pero a pesar de todas las alertas rojas que continuamente nos llegan a través de la
información sobre cómo cuidar y formar a la familia, se toma desgraciadamente el
camino del sexo premarital, del abuso de alcohol, de la violencia, del aborto y
muchas conductas de este tipo.
Gracias a Dios también podemos decir lo contrario. Cuando un padre de familia es
honesto, es fiel a su esposa, amoroso, tiene respeto y temor a Dios, sus hijos
imitarán su conducta y harán lo mismo.
Hay dos períodos críticos en la vida de los muchachos donde el padre es
importantísimo:
El más crítico lo llamamos la adolescencia, donde necesita definitivamente la
supervisión de su padre.
Qué destructivo es cuando el padre pudiendo estar velando, educando, amando a
ese hijo, no cumple con su responsabilidad. Qué terrible, porque está dejando pasar
la época más crítica, cuando los hijos necesitan a su padre.
También hay otra edad importantísima: entre los 3 y 5 años de edad. El niño deja
de estar cerca de la madre y trata de formar un puente con su padre, buscando
establecer un contacto con él.
Pero qué triste cuando el padre está ausente en esos momentos por estar
demasiado ocupado en su trabajo, en sus deportes, en el gimnasio, con sus amigos,
en parrandas. El niño se encuentra solo en una edad crítica de su vida.
cuántos los padres no son sensibles en esas etapas. Ahí está el problema, cuando
los padres son inaccesibles en ese período, se encuentran distantes o son abusivos,
sus hijos tienen sólo una vaga noción de lo que significa ser varón.
Las niñas pueden tener un modelo accesible, según el cual puede moldear su propio
comportamiento y las actitudes femeninas, a través de su madre.
Sin embargo, el varón no puede copiar a la madre en ese sentido, necesita la imagen
masculina del padre.
Así, para evitarnos problemas futuros a los hijos, los padres no solo hagan
presencia, hagan sentirla.
En muchos casos el homosexual o con amaneramientos es un hombre que no tuvo
padre presente en las etapas críticas en que el muchacho necesita ser formado
como hombre y la mujer no tiene la capacidad de criar varones, simplemente porque
es mujer. Es el padre el responsable de su conducta.
¿De quién va a tomar el ejemplo el hijo? ¿De la mamá? Se hará homosexual. Tendrá
conductas de trastorno, será una persona sin carácter en la vida. Al enfrentar
problemas éstos lo acabarán.
Las prisiones actualmente están pobladas por varones. ¿Por qué? No tuvieron un
padre en las etapas críticas de la vida donde necesitaron ser formados con valores
morales, éticos y cristianos que pudieran guardarlos del crimen.
La falta de liderazgo masculino está generando grandes trastornos hoy en día.
Este es un llamado para todos los hombres en las familias, para que puedan volverse
a sus hijos y abrir sus corazones a ellos.
Seguramente habrá muchas madres que en este momento se sienten desesperadas
porque no cuentan con el apoyo de su esposo en la educación de sus hijos.
Muchas madres se sienten así porque su esposo no quiere ser padre. Se sienten
solas criando hijos varones y se preguntan: ¿Qué puedo hacer para compensar la
ausencia de un padre que debería estar aquí con mis hijos para enseñarles acerca
de la masculinidad, qué es un hombre y cómo pueden llegar a ser hombres?
Sin lugar a dudas la tarea no será fácil, quizás duramente difícil. Sin embargo
millones de madres se han esforzado de manera admirable en sobreponerse a las
limitaciones y a los obstáculos de no tener un compañero en casa.
La vida familiar enfrenta muchos desafíos. Todos los hogares enfrentamos
muchísimos problemas cada día de diferente índole y cada uno de nosotros,
debemos estar preparados para afrontar todo lo que pueda suscitarse.
Cuántas madres de familia tienen que enfrentar duras enfermedades en sus hijos,
otros enfrentan la pobreza, o un hijo drogadicto, o un hijo enfermo. Se siente la
falta de apoyo del esposo para educar a tus hijos varones, o si eres una mujer sola
que necesita el papel de padre en el hogar, infunde con gran fuerza la imagen y
presencia de Dios y estar dispuesta a recibir su ayuda. El Salmo 68,5 dice: ―Padre
de huérfanos y defensor de viudas es Dios‖. Si la madre se siente sola o a
enviudado y está criando hijos varones y se siente incapaz de poderlos sacar
adelante porque le falta el apoyo del esposo, ya sea porque murió o porque él no
quiere hacerse cargo de sus hijos, recuerda: Dios es padre de huérfanos
Aunque los hijos tengan un padre, muchas veces son huérfanos en el sentido de no
contar con él porque está ausente, pero Dios puede ser el padre de ellos.
La madre debe llévalos a Dios, no importa cuántos traumas, dolores y aflicciones
sufran los hijos por la falta de papel de padre en casa. Él defiende la causa de la
mamá.
Si se tiene un deseo de buscar a Dios con todo el corazón, un deseo de cambiar, de
hacer lo que Dios quiere, se va a entender que Dios ayudará a ser madre, Él ayuda a
criar a los hijos, porque él es Padre.
¿Cómo es la vida de los hijos con padres divorciados?
Cuando los hijos están en edad formativa, el divorcio es terrible porque trae
problemas serios.
El divorcio trae consecuencias devastadoras: los muchachos no aprovechan la
universidad, tienen problemas con las drogas a temprana edad y con el sexo
prematuro antes del matrimonio.
Y esto no solamente ocurre en el divorcio, sino también en aquellos matrimonios que
aunque no se han divorciado, viven bajo un mismo techo como si estuvieran
divorciados, no se aman, no hay diálogo ni respeto entre ellos. Los hijos sufren las
consecuencias.
Cuántos jóvenes mueren en accidentes violentos, se matan en sus automóviles, se
suicidan, se desmoralizan, se deprimen, otros comienzan a practicar conductas
promiscuas, o se convierten en homosexuales, todo por no estar presente el padre.
Instruir y educar es amar
Los padres de verdad, no son los que traen niños al mundo, sino quienes los crían,
los que están dedicando su vida entera a la crianza, a la formación de sus propios
hijos.
El amor es una responsabilidad más que una emoción, y un padre que
verdaderamente ama a sus hijos se siente responsable por ellos.
Tengan en cuenta los padres el principio de Proverbios 22,6, que dice: ―Instruye al
niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él‖.
Instruirlos implica que los hijos vean en la vida de los padres, ellos son amados, que
están interesados en ellos, juegan con ellos, pasan tiempo con ellos, que vean a papá
amar a su esposa, ser respetuoso, que no tienes vicios, que son una persona sana,
íntegra, honesta y que temen a Dios.
Esto produce en los hijos una influencia increíblemente positiva, de tal manera que
crecen con una imagen correcta de lo que es ser hombre y eso es lo que harán.
Instruye es el ejemplo del padre al hijo; instruye es más que un sermón.
Hay muchísimas personas religiosas, que tienen Biblia o que asisten a la iglesia los
domingos, creen que con sólo enseñarles la Biblia a sus hijos es suficiente, pero no
les dan un buen ejemplo, pelean en el camino, en el auto, tienen mal carácter.
La instrucción más poderosa e impactante para los hijos no son tus palabras papá,
es tu ejemplo.
Instruye al niño en su camino, y aunque fuere viejo no se apartará de él. Los valores
que tú inculques al niño en su infancia y adolescencia serán para toda la vida.
Malaquías 4,6 dice: ―El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el
corazón de los hijos hacia los padres‖. Esta es una promesa preciosa para aquellos
que necesitan esta ayuda, que anhelan con todo su corazón criar hijos felices,
obedientes, respetuosos.
La promesa es que si vuelves a Dios Él hará volver el corazón de los hijos al padre.
Él hará que los hijos obedezcan, amen y respeten.
Los hijos necesitan a un padre cerca de Dios, un padre que tenga una comunión real
con Él, esa es la gran necesidad de los hijos.
Muchos padres se quejan que sus hijos no les obedecen, que aunque viven en la
casa, se pasan todo el día en la calle y no buscan a sus padres.
La respuesta para eso es que los Papás, deben cambiar su manera de ser, hacerles
la vida atractiva, que el hogar que se convierta en un lugar hermoso, dulce, delicioso
para ellos.
Aprovechar cada ejemplo que la vida da para inculcar a los hijos valores
verdaderos. Hay tantas cosas hermosas que esta vida nos ofrece para compartir
con nuestros hijos y poderlos enseñar a ser hombres de respeto y de amor.
Cuando los padres obedecemos el mandamiento de amar a Dios con todo nuestro
corazón, nuestra alma y nuestras fuerzas, aprendemos a amar a nuestro prójimo
más cercano, que son nuestros hijos.
Aprenderemos a amarlos porque Dios nos da la sabiduría que nosotros no tenemos.
Un tacto, un cuidado que no sabíamos que existía, el saber dirigir a nuestros hijos
para poder amarlos con todo nuestro corazón. Es hermoso poder amar a nuestros
hijos.
Ante los problemas de los hijos, que han detectado en su conducta y sospechas que
hay un desvío de lo natural o normal, ten presente: La conducta es un símbolo de
una enfermedad mental. La conducta anormal suele desaparecer con el tratamiento
adecuado de la enfermedad subyacente.
El mejor tratamiento es la prevención. Ya que las desviaciones sexuales son
producidas por influencia de los padres y la cultura.
La actitud de los padres, de los educadores y de los médicos deben ser lo más claro
posible. Sobre todo los padres que son primer modelo sexual durante los años más
formativos de sus hijos.
Para que su sexualidad adulta sea sana, el niño requiere de libertad para hablar
abiertamente de cuestiones sexuales.
Tratar las parafilias es un reto para la psicoterapia, la psiquiatría, la criminología y
otras disciplinas, la finalidad es que el paciente abandone la parafilia que
hace daño a terceras personas como lo son la paidofilia, exhibicionismo,
frouterismo, voyeurismo etc.
Muchos pacientes pueden ser ayudados a vivir más satisfactoriamente que como se
encuentran, alcanzando un mejor control consciente y autodiciplinado por medio de
asesoramiento y de psicoterapia.
Medicamentos como anti sicóticos, antidepresivos o anti-androgénicos han dado
buenos resultados en algunos pacientes. En la mayoría, el aislamiento social (cárcel)
es lo único que evita se siga dañando a terceras personas. Las parafilias que no
hacen daño a terceras personas en donde ambas partes de la pareja lo disfrutan y
están de acuerdo en llevarlas a cabo no necesitan tratamiento alguno.
La ética médica como los derechos humanos exige no someter a tratamiento a
aquellos adultos que no lo deseen y cuyas desviaciones no lesionen a nadie; a pesar
de que el conocimiento científico pueda revelar los trastornos psicológicos.
La actitud de los padres, de los educadores y de los médicos deben ser lo mas claro
posible. Sobre todo los padres que son primer modelo sexual durante los años más
formativos de sus hijos.
Para que su sexualidad adulta sea sana, el niño requiere de libertad para hablar
abiertamente de cuestiones sexuales.

1. PARA LA REFLEXIÓN
1. ¿Reconozco o soy consciente de algo anormal en el hijo?
2. Para todas las madres los hijos son lo más perfecto, ¿me dejo
enceguecer de esto?
3. ¿Deseo ayuda para la dificultad con el hijo? ¿A quién acudir?
4. Si la dificultad con el hijo tiene su origen en la vivencia del hogar, ¿Qué
voy a hacer para corregir las vivencias no acorde con la formación del
hijo?
Ver la película: Reto de valientes
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

6. MI HIJO Y MI HIJA ADOLESCENTE VAN A SER PADRES

a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
1) ¿Cuál es el propósito real y puro de la sexualidad?
2) ¿Qué has hablado con tu hijo sobre la sexualidad y sus fines?
3) ¿Cuál es tu reacción ante la realidad de adolescentes en estado de
gestación?
4) ¿Qué se aprende al tener relaciones sexuales en la etapa de la
adolescencia?
5) ¿Cuál sería la edad para empezar a tener relaciones sexuales?
6) ¿Qué hacer si ya han tenido una o varias relaciones sexuales?
7) ¿Cuán lejos pueden llegar las relaciones sexuales en los adolescentes?
c. TEXTO BIBLICO: Lamentaciones 3,25-27
d. EXPOSICON DEL TEMA
Iniciamos con el texto de las Sagradas Escrituras porque la Biblia, es precisamente un
libro de valores que nos puede ayudar mucho, sobre todo en la etapa de la
adolescencia. Lam 3, 27 dice: ―Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.‖
Este versículo nos habla del yugo, ese instrumento que sirve para que un par de
animales jalen en una dirección para realizar un trabajo que puede ser útil para el
campo. Es curioso pero en ese yugo lo ideal es que puedan ser jalados por dos animales
de la misma especie. Creo que los padres y las personas involucradas en el desarrollo
de los jóvenes, pueden ser esas personas que estén al parejo de los jóvenes, que
puedan conducirlos y ayudarlos en esa etapa.
Como ya lo hemos dicho en otras partes de estos encuentros, si nosotros, padres y
catequistas, marcamos pautas y nos informamos, si estamos cerca de ellos, la etapa de
la adolescencia traerá menos engaños a sus vidas y la podrán sobrellevar con mucha
más entereza y decisión, viendo un mundo mucho mejor en el futuro.
Los adolescentes que atraviesan esta difícil etapa se enfrentan a grandes obstáculos
que muchas veces no saben cómo vencer. El sexo, las drogas, la facilidad con la que
éstas se adquieren y la desinformación que provienen de los medios vienen a empeorar
la ya de por sí difícil situación. Este programa es especial para padres que desean
guardar a sus hijos de los engaños de la adolescencia.
La etapa de la adolescencia no es en realidad la peor etapa que pueden atravesar los
seres humanos, como algunas personas han establecido. Es decir, si existieran
fundamentos adecuados en las etapas tempranas del desarrollo, los adolescentes, aun
cuando hay situaciones hormonales y ambientales que los afectan, podrían enfrentar
con mucha más entereza la vida actual.
Sin embargo, no es una etapa que deba dejarse pasar sin dar la atención debida. Como
cualquier otra etapa en la vida de los seres humanos tiene sus particularidades y es
necesario que, principalmente los padres y todas aquellas personas que trabajan con
jóvenes como maestros y líderes de jóvenes, conozcan ampliamente todo lo que está
alrededor de ellos y las formas mejores en que pueden ayudarlos.
Antes que nada, debemos enfocarnos en las cosas de manera particular que rodean a
los adolescentes y también el tipo de mundo en el que vivimos y cómo son sus vidas en
estos momentos.
Frente al engaño de las drogas y el alcoholismo en encuentros anteriores los vimos.
Dentro de esas tendencias actuales de nuestra sociedad se ha promovido el desarrollo
acelerado de la niñez y la adolescencia y la promoción de conductas que no son
adecuadas para su correcto desarrollo. Estas conductas envuelven a nuestros jóvenes
y adolescentes y los hacen totalmente diferentes a los jóvenes que apenas hace
algunos años todavía nosotros conocíamos.
El consumo del alcohol y otras drogas ha sido la causa de muchos accidentes, heridos,
vandalismo y crímenes dentro de las universidades y esto ha hecho que muchas
personas sufran las consecuencias también. La mayoría de los estudiantes evitan el uso
peligroso del alcohol y otras drogas, pero a la misma vez no dejan de estar expuestos a
las conductas altamente riesgosas de sus compañeros.
Vivimos también en una sociedad supersexualizada, es decir, una sociedad que tiene al
sexo como algo primordial en la vida, me refiero a que hacen uso del sexo para muchos
ámbitos de su vida cotidiana. Se puede ver en las modas, en las diversiones, en los
estudios, en la ofertas de la tecnología, etc. Ellos viven pensando en sexo, en muchas
ocasiones, desde antes de las etapas tempranas de su vida.
Añadido a esto consideremos las tendencias naturales, precisamente por la etapa de la
vida por la que están atravesando, hacia ciertas actividades que son sumamente
peligrosas a las que ellos tienden de manera natural. Nos damos cuenta de la
problemática que enfrentan, y dadas estas problemáticas y tendencias naturales,
debemos estar alerta a conductas peligrosas y qué aspectos pueden ser fuente de
tentación que puede llevarlos a engaños, a tomar decisiones inadecuadas y a
desperdiciar todo el potencial que tienen.
En encuentros anteriores vimos la realidad sexual en la cual los adolescentes pueden
encontrarse y su realidad sexual. Así, el primer engaño en el que se ven envueltos los
adolescentes es el sexo
Aunque ya tocamos este tema, es bueno tener en cuenta que, aunque pareciera ser
ésta una sociedad sumamente informada, es fuente de dudas y preguntas que no
pueden contestar aún sus propios padres o las personas involucradas con ellos, no son
capaces de resolverlas.
Nos encontramos en una sociedad en que los adolescentes son presionados a que decir
sí sea más fácil que el no, pues las razones para negarse a las relaciones sexuales, son
muy débiles y la presión es mayor.
Es necesario que compartamos las respuestas a las preguntas iniciales, sobre todo a:
¿Qué se aprende al tener relaciones sexuales en la etapa de la adolescencia?
La verdad es que si nosotros razonamos esa pregunta se puede contestar
negativamente. Es decir, nada más analizando la gran cantidad de embarazos no
deseados nos podríamos dar cuenta de que este es un asunto del que hay muy poco qué
aprender. Existe un órgano sexual femenino, un órgano sexual masculino y cuando se
complementan, entonces se experimenta casi todo lo que es necesario conocer acerca
de relaciones sexuales.
¿Cuál sería la edad para empezar a tener relaciones sexuales?
Tener relaciones sexuales no es algo obligatorio, ni que deba ocupar un lugar dentro de
las cosas que los adolescentes deben aprender. De hecho, si no se tienen relaciones
sexuales los adolescentes no se enferman, no tienen problemas mentales, no se
acomplejan.
Ellos piensan que si no tienen relaciones sexuales serán considerados segregados de la
sociedad, pero la verdad es que serán mayormente beneficiados -en todos los aspectos
de su formación- si no tienen relaciones sexuales precoces.
Definitivamente, no tener relaciones sexuales prematuras es el medio que la
conciencia universal aprueba y además ello evitaría en nuestros adolescentes contraer
una de las enfermedades de transmisión sexual que tanto se han incrementado en
nuestros días.
Aproximadamente hay más de 25 enfermedades de transmisión sexual; pero esto se
ha incrementado de manera muy notable.
¿Qué hacer si sabes o descubres que tu hijo adolescente ya he tenido una o varias
relaciones sexuales?
No es obligatorio tener relaciones sexuales, es algo que la misma sociedad actual está
tratando de hacer creer a los adolescentes y jóvenes. A partir de los medios de
comunicación, ya sean escritos o visuales, muchos adolescentes han cedido, no una sino
varias veces a estas influencias. Es necesario hacer pensar y hacer entender a los
adolescentes que esto no es una problemática sencilla.
La libertad sexual suele ser muy costosa y es bueno entender que la mayor parte de
las cuentas se pagan. La mayor carga en la mayor parte de las ocasiones la lleva la
mujer; es riesgoso y la mujer casi siempre asume la mayor cantidad de riesgos en
cuanto a enfermedades de transmisión sexual. Esto también lleva al aborto por
embarazos no deseados.
No es algo sencillo y el riesgo de contraer enfermedades venéreas es sumamente
delicado, sobre todo cuando no se tiene en mente esta problemática de manera clara.
La respuesta a esta interrogante sería entonces, si ya ha habido varias ocasiones en
las que se hayan tenido relaciones sexuales, tomar una determinación para no volver a
cometer estos actos, hablar con personas que sean capaces de ayudar -los padres o
alguna persona de confianza- y entender que es una persona valiosa y que no debe
demeritar su valor al seguir cometiendo actos de este tipo.
¿Cuán lejos pueden llegar los adolescentes en las relaciones sexuales?
Lo que se puede considerar arriesgado sexualmente es un asunto inaceptable en
cuanto a las relaciones sexuales entre adolescentes. Aunque los adolescentes no
desean ir demasiado lejos, si quieren ir lo más lejos posible. El empezar en esta
práctica sería como querer frenar una locomotora en una corta distancia después que
ha adquirido una gran velocidad, es decir, sería casi imposible detenerse.
De la misma manera, cuando los adolescentes han estado inmersos o involucrados con
esta idea hay un riesgo muy grande porque no se va a poder llegar hasta el borde o
hasta el límite que ellos han considerado. Lo más probable es que se pierda ese control
y, si se pierde, se llegaría a tener un coito o una relación sexual. Los jóvenes no
comprenden todavía que el sexo es una actividad progresiva que termina casi siempre
en el coito, en la unión de las dos personas.
Razonar con los jóvenes es muy saludable
En los medios de comunicación recientes en un promedio de 5 años, la persona habrá
estado expuesta aproximadamente a unas 46,000 escenas sexuales. Esto es algo
sumamente delicado. Los medios de comunicación NO dicen las cosas como son y
lamentablemente muchos de los adolescentes, la gran mayoría, están recibiendo una
información que no es correcta.
Hágase una idea en su mente: ¿en estas escenas habrá habido alguna ocasión en que la
persona hubiera contraído alguna enfermedad de tipo sexual? Casi nunca verá una
respuesta afirmativa, definitivamente esto casi nunca se evidencia. Es un engaño, una
mentira en la que caen los adolescentes precisamente porque no hay la información
adecuada.
De alguna manera, los padres están sumamente involucrados en esto: han dejado que
sus hijos decidan qué tipo de personas son la base o el modelo para seguir. Los medios
presentan ese modelo y se ha permitido dejar que los adolescentes vean ese tipo de
programas.
Dentro de estos engaños las personas más afectadas siempre van a ser los hijos,
particularmente los adolescentes; si los padres o las personas que están involucradas
con ellos no tienen la información adecuada y a tiempo, es muy difícil que podamos
ayudarlos.
Debemos tener en cuenta en esta orientación, que el sexo se convierte en algo muy
esclavizante cuando se hace fuera del contexto en que se debe tener, que es en el
matrimonio. Las relaciones sexuales antes del matrimonio se conocen como
―fornicación‖. Y esto lo promovemos y vivimos como algo normal, y hasta se impulsa
entre los adolescentes y jóvenes. A veces de manera preventiva, les inculcamos a las
muchachas llevar los anticonceptivos, las píldoras, y a los muchachos los condones.
¿Qué es la fornicación?
La palabra fornicación aparece en la Biblia, en la Palabra de Dios, y proviene de la
palabra griega ―porneia‖ y se traduce al español como fornicación y lo que literalmente
quiere decir es ―una relación sexual ilícita‖.
Es ahí donde empieza el problema porque fornicación en el mundo actual en que vivimos
se entiende muy poco, es una palabra poco utilizada y cuando se utiliza no se hace de la
forma adecuada.
La única relación sexual que es lícita es aquella donde participa un hombre y una mujer
casados, dentro del contexto del matrimonio. Cualquier otra relación sexual que no
reúna estas características, que no esté dentro del matrimonio o que además no se
practique entre un hombre y una mujer, es una relación que caería dentro del término
―fornicación‖ o relación sexual ilícita.
Durante mucho tiempo conceptos tradicionales religiosos nos han hecho ver que el
sexo es malo en cualquiera de sus formas, esto lo aclaro diciendo que de ninguna forma
la Biblia habla del sexo como algo malo dentro del matrimonio entre el hombre y la
mujer; sin embargo sí es cierto que el cristianismo sostiene que fuera del matrimonio
el sexo sí es algo inadecuado e incorrecto. Porque el matrimonio le da carácter de
estabilidad y compromiso frente a las consecuencias que pueden venir de las
relaciones sexuales.
La fornicación es la relación sexual fuera del matrimonio, es aquella que pueden
tener una pareja de novios, adelantándose al matrimonio o también la relación sexual
entre dos personas del mismo sexo.
Cuando una persona no sabe manejar correctamente su sexualidad y comienza a tener
relaciones sexuales antes de casarse, su conducta es controlada por el placer que
produce la relación sexual.
Entra entonces en una esclavitud por ese placer y muchos de sus pensamientos giran
en torno al sexo.
Al esclavizarse al sexo, la persona denigra su dignidad como ser humano.
Los impulsos sexuales se dan naturalmente en el cuerpo del ser humano. Esos deseos
sexuales de ninguna manera son pecaminosos o malos. Dios así lo dispuso, así nos hizo
como seres humanos. Los propósitos del sexo son excelentes. A través de una relación
sexual puede suceder que vienen hijos lo cual es bueno y correcto cuando hay una
responsabilidad para la procreación de los hijos.
Además el sexo promueve la unidad de la pareja. Es hermoso saber que un matrimonio
está unido y la pareja se respeta y ama. Se respetan en lo íntimo, no se engañan uno a
otro.
Tiene muchas ventajas el que Dios nos haya hecho seres humanos con capacidad
sexual.
Hay algo que sucede también cuando se da una relación sexual, ya sea dentro o fuera
del matrimonio: hay ciertas reacciones y circunstancias que suceden en nuestro propio
cuerpo que producen placer y que hacen que la persona busque frecuentemente esa
relación sexual.
Muchos adolescentes quieren empezar a tener relaciones sexuales, por la carga
psicológica de la soledad afectiva que tienen y la carga hormonal que se va
despertando, más la influencia del ambiente erotizado y los medios de comunicación. El
sexo se convierte en algunos una esclavitud. ¿Por qué se hace esclavizante el sexo?
¿Por qué la persona vive su vida en relación al sexo?
En una relación sexual suceden ciertas reacciones. Hay una descarga de una hormona
llamada adrenalina. La adrenalina se descarga de ciertas glándulas que las secretan al
torrente sanguíneo y sucede cuando se está bajo emociones o sentimientos fuertes.
También hay una descarga de norepirefrina que es una hormona distinta a la
adrenalina y se secreta especialmente cuando hay placer sexual y produce memorias
intensas en relación al sexo.
Un joven de quince años que tiene una relación sexual con una jovencita, guardará
profundamente una memoria de esa relación. Esa memoria producirá que el joven
frecuentemente esté tentado a seguir teniendo relaciones sexuales; muy diferente en
el caso de un joven que no ha tenido una relación sexual, y que no está metido en
cuestiones de pornografía; a éste le costará menos trabajo conducir su sexualidad.
Además, en las relaciones sexuales, hay una secreción de ciertas sustancias que se
llaman endorfinas que producen una sensación de bienestar, de placer, de relajación.
Todo esto hace que la relación sea profundamente placentera y la persona busque
continuamente esa relación.
Es por eso que el sexo esclaviza mucho a una persona. Si el sexo se da dentro del
matrimonio, unirá a la pareja. Habrá una dependencia mutua del hombre con la mujer.
Pero si el sexo se da fuera del matrimonio, la persona se denigra y su dignidad
disminuye tratando frecuentemente de buscar satisfacer esas necesidades sexuales
con una persona, luego con otra y con otra, arriesgando así su vida y viviendo una vida
totalmente ajena a los conceptos cristianos, se hará esclava de sus impulsos sexuales,
de tal forma que su sexualidad gobernará su vida y ya no la razón e inteligencia.
No importa que pueda adquirir un sida o alguna enfermedad de transmisión sexual, o
que se ofenda al esposo o esposa, o que haya niños sin padre, no importa que haya
madres solteras, lo que importa es la satisfacción sexual que la persona busca. La
persona ya no reflexiona sus actos, rige su vida por sus impulsos.
Es cierto que el sexo fuera del matrimonio se te presenta como algo muy bonito y
atractivo. Las casas son bombardeadas con programas que promueven el sexo, en
donde los muchachos de 10 o 12 años están viendo relaciones sexuales, etc.
Habitualmente la televisión, la radio y la música te transmiten esas experiencias
sexuales como algo muy bueno. Por supuesto que producen placer, pero detrás de eso
hay una gran pesadilla de la cual quiero advertirte en este momento.
Es una pesadilla el sexo irresponsable, pues las personas que tienen sexo fuera del
matrimonio, tienen dentro del matrimonio relaciones sexuales menos placenteras.
Su pareja no los satisface y por eso posteriormente son infieles, tiene la posibilidad
de adquirir una amplia gama de enfermedades venéreas. Es importante que sepas
que también tu salud está en riesgo, mayor posibilidad de llegar a cometer abortos,
aunque se utilice algún método anticonceptivo como el preservativo de látex (condón),
siempre hay la posibilidad de que la relación sexual resulte en un embarazo, y al rato la
persona se ve envuelta en lo que jamás pensó: en la posibilidad de quitarle la vida a un
ser indefenso para poder salir de un problema por tener sexo de manera
irresponsable.
Aparte de esto, puede haber esterilidad principalmente en las mujeres. Hay ciertas
enfermedades de transmisión sexual que pueden producir esterilidad. Resulta que
después la jovencita se casa y no puede tener hijos. Va con el ginecólogo, éste le hace
preguntas acerca de su actividad sexual, le hace exámenes y resulta que es portadora
de una enfermedad que le causa la esterilidad.
Otro aspecto que acrecienta la pesadilla son las madres solteras. Hoy en día hay un
porcentaje altísimo de mujeres que son madres y no están casadas. Este es un
problema social muy grave.
Además, la persona que practica el sexo irresponsable empieza a deshumanizar a las
demás personas. Está demostrado que esas personas empiezan a ver a las personas
del sexo opuesto, ya no como seres humanos con sentimientos y con dignidad, sino
como objetos con los cuales pueden satisfacer sus necesidades individuales.
El amor es cada vez más ausente en las relaciones humanas. Y en mucho de ello ha
tenido que ver esta forma de ver a las personas, como objetos. Una persona que ve así
a las mujeres es una persona que no sabe amar y es egoísta.
También formando parte de esta pesadilla, están los hijos no deseados. Ellos no
tienen la culpa de existir. No son deseados, porque una jovencita y un jovencito no
quisieron postergar el inicio de sus relaciones hasta estar casados, o también esos
hijos no deseados son socialmente marcados en muchos sentidos y crecen en un
contexto muy desfavorable.
Está ampliamente demostrado por estudios sociológicos que los niños y niñas que
crecen solamente al abrigo de la madre, son muy desfavorecidos socialmente y muchos
de ellos acaban siendo verdaderos delincuentes, con vidas destrozadas.
Pero el padre se justifica diciendo que les da dinero para su manutención, pero no
saben que es necesario que el niño tenga su familia.
Al describirte esta pesadilla, podemos darnos cuenta que ésta es una vida totalmente
ajena a la felicidad y al cristianismo mismo. Y como padres de familia se quiere la
felicidad de los hijos, debemos estar alerta a las relaciones de los adolescentes y
jóvenes y saber prevenirlos de un embarazo, tanto al hombre como a la mujer. Pues
con ello los dos: varón y hembra van a ser padres.
Hay muchas madres que tenían plan de estudiar, de prepararse, y que ahora tienen sus
planes truncados porque tienen que dedicarse a sostener a su hijo. O jóvenes que,
pudiendo tener un futuro prometedor, con una carrera universitaria, tienen que
abandonar los estudios y ponerse a trabajar para sostener a un niño que tiene muchas
necesidades.
Además hay padres ausentes. El joven tiene quince o diecisiete años y ya es padre.
Este joven aprende a ser deshonesto con la vida y con su prójimo porque muchas veces
le deja todo el paquete a la jovencita. Atiende el asunto dos o tres años y después se
enfada, se fija en otra muchacha y abandona totalmente al niño y a la madre.
Ese niño también sale afectado porque aprende del ejemplo de sus padres y la historia
se repite. Todo esto es por el sexo irresponsable.
El sexo irresponsable produce una mala imagen del sexo. Hace del sexo como si fuera
un asunto de meras emociones, como algo malo e incorrecto; cuando realmente el sexo
bien llevado, es puro y benéfico moralmente. Todos aquellos que practican la
fornicación o el adulterio están manchando la vida sexual del ser humano.
Otro fruto de la relación sexual irresponsable es una mala relación de pareja. Las
personas comparan a su pareja con lo que antes vivieron y eso hace la relación poco
favorable.
Por último, los hombres que fueron mujeriegos, que tuvieron muchas parejas sexuales,
e igualmente las mujeres, terminan solos. Las personas que siempre dijeron que podían
tener más y más parejas, terminan una vida en soledad y nunca encontraron el
verdadero amor.
En 1 Cor 6,18 se advierte: ―Huid de la fornicación, cualquier otro pecado que el
hombre cometa está fuera del cuerpo más el que fornica, contra su propio cuerpo
peca.‖ Es un pecado contra sí mismo. La persona que fornica está destruyendo su
propia vida, atenta contra la propia salud, contra su estabilidad emocional, contra su
dignidad como ser humano. Atenta contra la dignidad de otros seres humanos también.
Está viendo sólo por sí mismo, bajo sus deseos y ya no bajo razonamientos y reflexión.
Va a frustrar sus planes muy probablemente, terminar como una madre soltera y un
padre soltero, o con una infección, quizás con una esterilidad. O lo peor, al rato vas a
abortar porque no sabes qué hacer con el problema de que no estás casada y quedaste
embarazada. Todos estos problemas vienen por una vida sexual incorrecta.
Al embarazo adolescente se lo define como el que ocurre dentro de los dos años de
edad ginecológica, entendiéndose por tal al tiempo transcurrido desde la primera
menstruación, y/o cuando la adolescente es aún dependiente de su núcleo familiar de
origen.
De hecho, el embarazo adolescente se ha convertido en un problema de salud pública
importante, debido a que básicamente son las condiciones socioculturales las que han
determinado un aumento considerable en su prevalencia, aconteciendo con mayor
frecuencia en sectores socioeconómicos más disminuidos, aunque se presenta en todos
los estratos económicos de la sociedad.
el tema del embarazo es una de las principales causas de deserción escolar. Cuántas
veces hemos visto alguna noticia que nos recuerda que estas niñas, aún siguen siendo
discriminadas en los colegios y ante esa posibilidad deciden retirarse antes.
Sabemos que se deben enseñar contenidos mínimos de educación sexual en los colegios
aunque sea transversalmente, Pero ¿qué pasa con los padres y la información que
pueden proporcionarles la familia?
Un mal funcionamiento familiar puede predisponer a una actividad sexual prematura, y
un embarazo puede ser visto como la posibilidad de huir de un hogar patológico donde
a veces la adolescente se siente amenazada por la violencia, el alcoholismo y el riesgo
de incesto. Como factores de riesgo asociados a la familia se han descrito también la
inestabilidad familiar, el embarazo adolescente de una hermana, madre con historia de
embarazo adolescente y enfermedad crónica de uno de los padres.
Algunos padres tienen un sentimiento de culpa, piensan que si tan sólo hubieran hecho
más para proteger a su hija esto no hubiera sucedido. Y aunque a algunos padres los
avergüenza el embarazo de su hija adolescente y les preocupa cómo reaccionarán los
familiares, amigos y vecinos, otros están felices por la noticia de la inminente llegada
de un nieto, especialmente si la adolescente es mayor y tiene una relación madura.
Sólo un corto tiempo atrás es probable que las mayores preocupaciones de su hija
hayan sido salir con sus amigos o decidir qué ropa ponerse. Ahora está lidiando con las
náuseas matutinas y programando visitas prenatales. El mundo se le ha puesto patas
arriba.
Sinceramente no se necesitan grandes problemas en la familia para reconocer que los
padres no hablan de sexualidad con sus hijos, menos en la adolescencia, por lo que el
riesgo de embarazo es aún más alto.
Si su hija está embarazada y piensa tener el bebé, a su familia le esperan muchos
cambios. Y a pesar de que seguramente no es lo que la mayoría de los padres espera,
sucede todos los días: cada año, casi un millón de adolescentes dan a luz.
El hecho de que una hija adolescente se esté por convertir en madre (o que un hijo
vaya a ser padre) puede ser abrumador para todos. ¿Cómo puede apoyar a su hijo a
través de los desafíos que se avecinan?
Si se acaba de enterar de que su hija adolescente va a tener un bebé, es probable que
sienta una gran variedad de emociones, desde conmoción y desilusión hasta pena y
preocupación por el futuro.
A pesar de que la mayoría de las adolescentes son biológicamente capaces de tener
bebés sanos, el hecho de que lo hagan o no a menudo depende de si reciben atención
médica adecuada, especialmente en esos primeros meses críticos del embarazo.
Las adolescentes que reciben atención médica adecuada y cuidan de sí mismas tienen
más probabilidades de tener bebés sanos. Aquéllas que no reciben atención médica
corren mayores riesgos de:
 muerte fetal
 presión arterial alta
 anemia
 complicaciones durante el trabajo de parto y el parto (como parto prematuro y
alumbramiento de un niño muerto)
 bebés con bajo peso al nacer
Cuanto antes reciba atención prenatal, más probabilidades tendrá su hija de tener un
embarazo saludable, de modo que llévela al médico lo antes posible una vez que sepa
que está embarazada. Si necesita ayuda para encontrar atención médica, averigüe en
los grupos de servicio social de su comunidad o en la escuela de su hija.
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y a menudo,
cuando sucede, sienten pánico. Muchas de ellas, en especial las más jóvenes, mantienen
en secreto la noticia del embarazo porque temen el enojo y la desilusión de sus padres.
Algunas hasta quizás se nieguen a sí mismas que están embarazadas, lo que hace que
sea aún más importante para los padres intervenir y procurar atención médica para su
hija lo antes posible.
Los embarazos de las adolescentes más jóvenes, en particular, se consideran de alto
riesgo porque sus cuerpos todavía no han terminado de crecer y aún no están del todo
maduros.
Los adolescentes varones que van a convertirse en padres también necesitan que sus
padres se involucren. A pesar de que a algunos muchachos les puede agradar la
posibilidad de relacionarse con sus hijos, otros se sienten asustados y culpables, y es
posible que sea necesario alentarlos para que enfrenten sus responsabilidades (en
todos los estados, el padre es legalmente responsable de la manutención del niño).

e. LLAMADA A LA ACCIÓN
Sean cuales fueran los sentimientos que tengan los padres, es probable que el
embarazo de la adolescente sea un momento difícil para la familia. Lo importante es
que la adolescente ahora los necesita más que nunca. Es esencial ser capaces de
comunicarse entre sí, especialmente cuando los ánimos están caldeados.
Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales en
lo que respecta a la salud, y tendrá un embarazo más saludable (tanto a nivel físico
como emocional) si sabe que no está sola.
Entonces, ¿qué puede hacer usted como padre de una adolescente que tendrá un
bebé? Reconocer sus sentimientos y trabajarlos para poder aceptarla y apoyarla. ¿Eso
significa que no tiene derecho a sentirse desilusionado e incluso enojado? No. Tales
reacciones son comunes. Es probable que tenga un gran caudal de emociones que
manejar, especialmente al principio. Pero la realidad del bebé que está en camino
significa que tendrá que superar sus sentimientos iniciales para bien de su hija y del
bebé.
Si necesita ayuda para manejar los sentimientos sobre la situación, hable con alguien
de confianza o busque asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un
excelente recurso en momentos como éste.
No se debe presionar a la hija o hijo adolescente para que se case si no lo desea.
Ofrezca consejos, pero recuerde que obligar al hijo a que acepte su opinión o usar
amenazas a la larga se le puede volver en contra. Aquí no hay una solución que sirva
para todos. Una comunicación abierta entre el padre y el hijo o hija adolescente será
de gran utilidad para analizar el futuro.
Los padres ante la realidad del embarazo de un adolescente que está bajo su cuidado,
debe procurar proveer de atención médica a hija, que pueda decirle qué esperar
durante el embarazo, cómo cuidar de sí misma y del bebé, y cómo prepararse para la
vida como madre.
En su primera visita prenatal, es probable que a la adolescente le hagan un examen
físico completo, que incluye análisis de sangre y de orina. Se le harán exámenes para
detectar enfermedades de transmisión sexual (ETS) y para ver si estuvo expuesta a
ciertas enfermedades, como sarampión, paperas y rubéola.
El proveedor de atención médica también hablará sobre:
 con qué frecuencia deben programarse las visitas prenatales
 lo que la adolecente puede estar sintiendo tanto emocional como físicamente
 qué cambios puede esperar en el cuerpo
 cómo manejar algunos de los efectos secundarios incómodos del embarazo, como
las náuseas y los vómitos
Saber qué esperar puede darle a la adolescente algo de alivio para algunos de los
miedos que puede tener sobre estar embarazada. Es probable que el proveedor de
atención médica le recete vitaminas prenatales diarias para asegurarse de que recibe
suficiente ácido fólico, hierro y calcio. El ácido fólico es especialmente importante
durante las primeras semanas del embarazo, cuando juega un papel fundamental en el
desarrollo saludable del tubo neural (la estructura que se convierte en el cerebro y la
médula espinal).
Estar preparada para asumir lo que el proveedor de atención médica de la hija
adolescente le hablará sobre los cambios en el estilo de vida que tendrá que hacer por
la salud del bebé, entre ellos:
 no fumar (fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de aborto,
alumbramiento de un niño muerto, bajo peso al nacer y síndrome de muerte
súbita del lactante)
 no beber alcohol (el alcohol provoca alteraciones de nacimiento mentales y
físicas)
 no usar drogas (las drogas están relacionadas con complicaciones del embarazo y
muerte fetal)
 evitar el exceso de cafeína (se ha asociado el consumo excesivo de cafeína con
un mayor riesgo de aborto)
 comer correctamente
 descansar lo suficiente; y evitar las conductas sexuales riesgosas (como tener
sexo sin protección)
Si la adolescente fuma, bebe alcohol o se droga, el proveedor de atención médica
puede ofrecerle formas para ayudarla a dejar.
En cuanto a la nutrición debe saber que la comida rápida, bebidas gaseosas, dulces son
una dieta de los adolescentes y son notablemente desequilibradas. Por tanto debe
velar que comer bien aumenta enormemente las probabilidades de la adolescente de
tener un bebé saludable, de modo que se debe alentar a mantener una dieta bien
equilibrada que incluya abundante cantidad de frutas, vegetales y panes integrales
(use como guía la pirámide nutricional).
Los nutrientes importantes incluyen:
 proteínas (carne magra, pescado, pollo, clara de huevo, frijoles, mantequilla de
maní, tofu)
 calcio (leche y otros productos lácteos)
 hierro (carnes rojas magras, espinaca, cereales fortificados con hierro)
 ácido fólico (vegetales de hoja verde, frijoles, arvejas, cereales fortificados)
También es esencial beber mucha agua.
El embarazo no es momento para que la adolescente se ponga a dieta. Cuando están
embarazadas, es posible que algunas adolescentes sientan la tentación de
contrarrestar el aumento de peso normal del embarazo reduciendo calorías o haciendo
demasiado ejercicio, dos cosas que pueden provocar un daño grave al bebe. Si se
sospecha que la adolescente tiene una preocupación enfermiza por el peso, hable con
el proveedor de atención médica.
Si la adolescente estaba en buen estado físico antes de quedar embarazada y no
experimenta ninguna complicación relacionada con el embarazo, probablemente el
proveedor de atención médica la aliente a que siga haciendo ejercicio.
A la mayoría de las mujeres les resulta beneficioso hacer algo de ejercicio durante el
embarazo, aunque es posible que tengan que modificar su actividad. Los ejercicios de
bajo impacto, como caminar o nadar, son los mejores. Debe hablarse con el proveedor
de atención médica sobre planes de ejercicio físico al comienzo.
La mayoría de las adolescentes se convierten en madres sin estar preparadas para el
estrés que implica tener un recién nacido, y muchas sienten frustración, resentimiento
e incluso enojo hacia sus bebés, lo que puede explicar por qué las madres adolescentes
son más propensas a abusar de los bebés y descuidarlos.
Sería aconsejable que hable con el médico de la adolescente para analizar de qué
formas puede el padre o madre ayudar a manejar los niveles de estrés de modo que
pueda afrontar mejor los cambios en su vida. También sería bueno que pase algo de
tiempo con otros padres de recién nacidos para que tenga una mejor percepción de lo
que implica cuidar a un bebé.
Es posible que el proveedor de atención médica de la adolescente le recomiende tomar
clases sobre embarazo, parto y crianza. Estas clases (algunas de las cuales son
exclusivas para adolescentes) pueden ayudarla a prepararse para el lado práctico de la
maternidad, ya que enseñan habilidades tales como alimentación, cambio de pañales,
seguridad infantil y otras técnicas básicas de cuidado de bebés.
Es necesario tener en cuenta muchas cuestiones prácticas. La adolescente, ¿se
quedará con el bebé o lo dará en adopción? Si se queda con él, ¿lo criará ella sola?
¿Seguirá yendo a la escuela? El padre, ¿participará en la vida del bebé? ¿Quién será
responsable del bebé desde el punto de vista financiero?
Las respuestas a estas preguntas a menudo dependen del apoyo que reciba. Algunas
adolescentes crían a sus hijos solas, otras cuentan con la participación del padre del
niño y otras con el apoyo de sus familias.
Como padre, es necesario que piense en su propio nivel de participación y compromiso y
que lo hable con la adolescente. ¿Cuánto apoyo (financiero y de otro tipo) puede
ofrecer y cuánto está dispuesto a ofrecer? ¿Con quién vivirán la adolecente y el bebé?
¿Quién ayudará con los gastos de alimentación, ropa, visitas al médico y otros artículos
necesarios como un asiento para auto y un cochecito? ¿Puede como abuelos ayudar con
el cuidado del niño mientras la adolescente trabaja o va a la escuela? ¿Qué va a
responder la familia del padre del bebe? Un trabajador social puede ayudarlos a usted
y a la adolescente a analizar algunas de estas cuestiones.
Si es posible, lo mejor es que las adolescentes embarazadas terminen la escuela para
poder conseguir empleos mejores y crear una vida mejor para sí mismas y para sus
bebés. Ésta no es una tarea sencilla: entre un 60% y un 70% de las adolescentes
embarazadas abandona la escuela. Y volver una vez que se abandonó es especialmente
difícil, de modo que se debe tratar de ofrecerle a la adolescente el apoyo que necesita
para terminar la escuela: se beneficiarán tanto ella como el bebé. Consulte si hay
programas escolares y comunitarios que ofrezcan servicios especiales para madres
adolescentes, tales como cuidado de niños, paseos o clases particulares.
Ayude a la adolescente a comprender que a pesar de que tener un hijo es gratificante,
no siempre es entretenido: cuidar a un bebé es una enorme responsabilidad y un
compromiso para toda la vida. Prepare a la adolescente para la realidad de que no
tendrá tanto tiempo para las cosas que solía hacer, que su vida está a punto de
cambiar y que el bebé tendrá prioridad.
Como padre, usted puede tener una gran incidencia en la vida de la adolescente y en su
bebé. Tal vez aún ahora desearía como padre de familia que ella hubiera tomado otra
decisión. Pero al apoyarla, asegurarse de que reciba una buena atención prenatal y
escucharla cuando comparte sus miedos y ansiedades, es posible que ambos descubran
que a la larga son mejores padres.

f. PARA REFLEXIONAR
¿Qué opinión se tiene sobre las relaciones sexuales fuera del matrimonio
(fornicación)?
¿Qué reacción ha tenido o puede tener frente al embarazo de un adolescente?
¿Qué oportunidad piensa darle al padre del bebe?
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

7. DEBERES Y DERECHOS DEL ADOLESCENTE


a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
Preguntar a los representantes respecto a sus derechos y deberes…
1. ¿Los adolescentes además de los derechos, que tanto reclaman,
adquiere responsabilidades y deberes, por ser capaz de influir en su
entrono de forma consciente? ¿Qué haces para hacer que tu hijo tome
consciencia de ello?
2. ¿Al ir creciendo una persona adquiere deberes y pierde sus derechos
por ser capaz de valerse por sí mismo?
3. ¿Crees que tu hijo tiene derechos por ser una persona vulnerable y no
tendrá deberes hasta la mayoría de edad?
c. TEXTO BÍBLICO: Mt 22, 15-22
d. EXPOSICON DEL TEMA
Jesucristo dijo: dar al Cesar lo que es del Cesar, pero a Dios lo que es de Dios.
Todo cristiano está obligado a sujetarse a las autoridades humanas y a
colaborar con ellas como el pagar impuestos, colaborar con la policía, pues estas
ayudan y contribuyen por la sociedad, sin embargo cuando algunos de los
preceptos u obligaciones que se establecen están en contra o violan algunas de
las normas divinas, entonces debemos obedecer a Dios como gobernante más
bien que a los hombres. (Hch 5,27-29)
Cuando un niño es adolescente tiene capacidad y madurez para influir en su
entorno, surgen entonces los deberes y responsabilidades que derivan de sus
derechos.
La preocupación por los derechos humanos y los deberes es individual y
colectiva.
Los hijos necesitan un marco normativo para desarrollarse como adulto
responsable, para ello debemos descubrir los derechos que tienen y también
inculcarles sus deberes.
Un adolescente comienza a tener libertad y también adquiere habilidades y
competencias que le harán capaz de influir conscientemente sobre el mundo que
le rodea. Por ello, además de sus derechos comenzará a tener responsabilidades
y deberes.
Todos y cada uno de los derechos son inalienables e irrenunciables, por lo que
ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia.
Los Derechos son libertades individuales o sociales garantizados por la máxima
ley, con el fin de brindar protección y seguridad a todos los ciudadanos.
El primer congreso internacional que trató los derechos de los niños se celebró
en Suiza en 1924, estableciendo la Declaración de Ginebra sobre los Derechos
del Niño.
Más tarde en 1959 se firma la Declaración de los Derechos del Niño, que intenta
coordinar posturas entre los 78 países que entonces formaban las Naciones
Unidas.
En 1989, la Convención sobre los Derechos del Niño será el primer tratado
vinculante a nivel internacional.
Estos tres tratados son los que han regulado históricamente los derechos de los
niños.
Existen Organismos en el ámbito mundial al igual que en nuestro país, que se
encargan de hacer cumplir estas leyes, para proteger al menor.
UNICEF, es la única organización de las Naciones Unidas dedicada
exclusivamente a los niños. Trabaja en los países en vía de desarrollo junto con
otros organismos de las Naciones Unidas, gobiernos y organizaciones no
gubernamentales (ONG). Su objetivo es aliviar el sufrimiento de los niños por
medio de servicios en las comunidades, en sectores tales como la atención a la
salud, la educación básica y el abastecimiento de agua potable y saneamiento.
Otro organismo es el Instituto Nacional del Menor (INAM), un organismo
venezolano de protección, asistencia y tratamiento de los menores que se
encuentran en situación irregular. También se encarga de ejecutar la política de
infancia, juventud y familia, en la prevención de situaciones que afectan al
menor y a la familia según el Plan General de Protección y Desarrollo Social de la
Infancia, la Juventud y la Familia.
El 20 de noviembre de 1989 la Asamblea General de las Naciones Unidas la
Convención sobre los Derechos del Niño, proclamó que todos los niños del mundo
tienen derechos y que estos derechos son irrenunciables e inviolables.
El 1 de abril 2000 entro en vigencia en Venezuela la Ley de Protección al Niño y
al Adolescente (LOPNA). Esta ley considera niño a toda persona con menos de
doce años de edad y al adolescente con edad comprendida entre los doce y los
dieciocho años.
La LOPNA establece que el niño y al adolescente son persona es desarrollo, con
derechos y deberes propios. Además les brinda una protección integral, en la
cual está obligado a participar el Estado, la sociedad civil y la
familia. Organismos que se encargan de que los Deberes y Los derechos se
cumplan.
Los derechos fundamentales de la infancia se dividen en cuatro categorías:
•Derecho de supervivencia
•Derecho al desarrollo
•Derecho a la protección
•Derecho a la participación
Distribuidos en 8 principalmente
Derecho a una casa, a una familia y a una alimentación sana.
Derecho a la comprensión y amor de los padres y de la sociedad.
Derecho a la amistad de otros niños.
Derecho a la asistencia a la escuela y a recibir una educación.
Derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad o
explotación.
Derecho a la asistencia especial en situaciones de discapacidad o emergencia.
Derecho a una identidad personal que les permita en el futuro integrarse en la
sociedad como individuos únicos.
Derecho a expresar sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones.
Como ves, los seis primeros puntos se refieren a su derecho básico a la vida,
supervivencia y desarrollo.
Los dos últimos abordan su participación en la sociedad y su derecho a ser
consultados acerca de aquellas situaciones que les afectan teniendo en cuenta
sus opiniones.
De ellos se desprende una lista de Derechos del Niño y la Niña:
1. Los niños tienen derecho a la vida.
2. Los niños tienen derecho al juego.
3. Los niños tienen derecho a la libertad y a compartir sus puntos de vista
con otros.
4. Los niños tienen derecho a dar a conocer sus opiniones y manifestar sus
ideas.
5 .Los niños tienen derecho a una familia.
6. Los niños tienen derecho a la protección durante los conflictos armados.
7. Los niños tienen derecho a la libertad de conciencia.
8. Los niños tienen derecho a la protección contra el descuido o trato
negligente.
9. Los niños tienen derecho a la protección contra el trabajo infantil.
10. Los niños tienen derecho a la información adecuada.
11. Los niños tienen derecho a la protección contra la trata y el secuestro.
12. Los niños tienen derecho a conocer y disfrutar de nuestra cultura.
13. Los niños tienen derecho a la protección contra las minas terrestres.
14. Los niños tienen derecho a la protección contra todas las formas de
explotación.
15. Los niños tienen derecho a crecer en una familia que les dé afecto y
amor.
16. Los niños tienen derecho a un nombre y una nacionalidad.
17. Los niños tienen derecho a la alimentación y la nutrición.
18. Los niños tienen derecho a vivir en armonía.
19. Los niños tienen derecho a la diversión.
20. Los niños tienen derecho a la libertad.
21. Los niños tienen derecho a la paz mundial.
22. Los niños tienen derecho a la salud.
23. Los niños tienen derecho a no ser discriminados por sexo, credo, etnia o
ideología.
Pero es necesario que se proclame los deberes del Niño y el Adolescente, para
que sean contribuyentes a su mismo bienestar. Los Deberes son reglas, leyes y
normas que regulan nuestra convivencia en la sociedad. Se clasifican en dos
categorías:
Deberes con la patria:
•Honrar y Respetar la Bandera
•Honrar y respetar el Escudo
•Honrar y respetar el Himno Nacional
•Amar a la Patria
Deberes con la comunidad:
•Colaborar en el mantenimiento de las buenas condiciones de los servicios
públicos tales como el teléfono, el transporte y otros. Evitar rayar o dañar todo
aquello que está al servicio de las personas y todo lo que pertenece a otras
familias o individuos.
•Colaborar con el aseo de la comunidad no arrojando desperdicios a la calle,
jardines, parques o establecimientos. Es mejor llevar la basura a la casa si no
encuentra un basurero que botarla en la calle, esto ¡se ve muy feo!
•Contribuir con el mantenimiento de la escuela o parques donde realizas
actividades. Siempre es bueno dejar el lugar que has visitado mejor de cómo lo
encuentra, esto significa que si ve basura, debe recogerla, o si hay algo dañado,
buscar la forma de arreglarlo.
•Respetar el espacio de los vecinos. Cuando se está jugando en la calle, y venga
el cansancio, colocar en un lugar donde no estorbe a las personas que caminan
por la acera, o que obstaculice el paso de un carro a su garaje, lo que utilice en
el juego. También, escuchar la música con un volumen adecuado, respetando el
espacio de otra persona.
•Conocer las normas de la comunidad. Cada comunidad tiene un estilo de vivir, a
donde vaya observar cómo son las cosas y actuar como la gente del lugar lo hace,
así evitará ser señalado.
Entre los Deberes del Niño y el Adolescente también se encuentran:
•Valorar y respetar a la familia, honrando y obedeciendo a los padres
responsables.
•Deber de cuidar de sus pertenencias, respetar a su familia y mantener una
alimentación sana.
•Deber de valorar y aceptar la comprensión de sus padres y de la sociedad.
•Actuar apegados a los principios de la convivencia democrática y la solidaridad
social y humana.
•Deber de respetar y apreciar la amistad de otros niños.

•Cumplir las responsabilidades escolares, familiares y comunitarias: asistir a la


escuela y aprovechar la educación que se les imparte para crecer como personas.
•Deber de denunciar y dejarse proteger ante cualquier forma de abandono,
crueldad o explotación.
•Deber de formar su identidad personal para integrarse en la sociedad como
individuos únicos.
•Deber de expresar sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones.
•Deber respetar y ayudar de forma especial a sus compañeros con discapacidad.
•Respetar el medio ambiente.
Como ves se trata de una serie de normas básicas que garantizan una
convivencia sana entre las personas y dentro de la familia.

e. LLAMADA A LA ACCION
El apóstol Juan en el Evangelio escribe lo siguiente: ―A todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos hijos
de Dios.‖ (Jn 1,12), como representantes de nuestros adolescentes debemos
asumir que ellos tienen unos derechos, que debemos promoverlos, facilitar
su ejecución y respetarlos, por ser seres humanos y por ser hijos de Dios,
teniendo calor que no somos hijos de Dios por pertenecer a una denominación
cristiana o por hacer buenas acciones.
Tenemos ciertos derechos y obligaciones aquí en la tierra que hemos de
considerar.
1. Hemos de ser vigilantes, centinelas. (Ez 3,17; Ez 33,7)
2. Hemos de superar la ley del talión, ir más allá de las leyes humanas (Mt 5,38;
Lc 11,11-13) e ir más allá de las leyes sociales (Lc 14,12-14), más allá de la
justicia humana (Mt 5,20)
3. Hacer justicia (Sal 146,7-9; Is 61,1-2; Lc 4,18; Mt 25,35-36
4. Vivir las bienaventuranzas (Mt 5,3-10; Lc 6,20-22)
5. Tener como norma la ley fundamental: el amor al prójimo. (Lev 19,18; Mt 7,12;
Mt 22,37-40; Rom 13,9-10)
6. Amar: ¿Cómo hemos de amar? Con Paciencia, siendo bondadosos, no tener
envidia, no ser orgulloso ni grosero ni egoísta, no irritarse, ni vivir o profesar la
venganza, llevar a la práctica 1Co 13,4-8; Lc 6,27-28; Con un perdón sin límite,
(Mt 18,21-22); Amar a todo el mundo (Jn 13,35); Amar los pequeños, los
excluidos de todo (Mt 25,40; Mt 19,14; Jn 1,27; Jn 4,27; Mt 21,31); Amar a los
cobradores de impuestos (Lc 5,27); a los leprosos (Mt 8,3); A los pecadores (Lc
15,2; Lc 19,7); A los paganos (Mt 15,28; Mt 8,10) Amar a los herejes, a los
cismáticos (Jn 4,9; Lc 10,33)
7. Respetar los derechos sociales (Is 5,8; Am 2,6-7; Am 8,4-6; Jr. 2,6; Jr. 5,1-
2; Jr. 5,4) y actuar con generosidad (Lc 16,19-31; Mt 20,1-16)
8. Tener presente que no somos de este mundo, por tanto utilizando los bienes
de este mundo vivir el desprendimiento y ser caritativos (Jn 18,36; Jn 17,14-16;
Lc 17,21; Jn 17,18), con la ayuda de Dios.
Así debemos vivir los DERECHOS con:

Disciplina.
Como en toda familia hay hijos buenos e hijos malos, hijos necios e hijos
entendidos, es necesario que se tenga que ser disciplinado, pero no con el
propósito de destruirlo sino para encauzarlo por la senda correcta. Dios
como todo padre justo y bueno nos hace entender primero con advertencias
cuando transitamos por malos caminos, pero si aun así no las seguimos,
entonces vienen reprensiones más fuertes. (He 12,6-11)

Instrucción.
Dios desea que conozcamos la verdad y la pongamos en práctica, nos la enseña
por medio de su Palabra, al meditar en su contenido recordemos sus
enseñanzas, y vivamos por ellas. (Prov. 10,17)

Protección.
Todo buen padre se preocupa por darles toda clase de cuidados a sus hijos,
cuanto más nuestro Padre. (Salmo 91,11)

Provisión.
Estar consciente que cosas tenemos necesidad, y hacer todo tipo de esfuerzo
para conseguir lo que necesitamos. (Mt 6,32)

Herencia.
No es solo herencia material, es necesaria también una herencia en valores y
sobre todo saber agradecer a nuestro Padre, que sin merecerlo tenemos
derecho a una herencia eterna. Sabemos que cuando muramos a la vida
terrenal, tenemos una casa no hecha de manos, sino eterna en los cielos (2
Cor. 5,1-10)

Sin embargo además de estos derechos, tenemos dos obligaciones que no


hemos de descuidar.
Vida de Santidad.
El apóstol Pedro enfatiza en su primera carta que como hijos obedientes, no
hemos de amoldarnos a los impulsos pecaminosos; y también nos recuerda que
Dios exige de sus hijos una vida de santidad radical.(1 Pe 1,14-16)
Propagar la Palabra de Dios.
Estamos llamados a sembrar la semilla de la Palabra de Dios, en todo lugar en
donde nos encontremos. Es nuestra tarea fundamental. Esa es la razón por la
que vivimos ahora. (Mt 28,19-20)
Teniendo todo ello presente desarrollar habilidades personales para establecer
normas en el hogar para el mejor funcionamiento familiar general, hacer, entre
todos, supervisión del cumplimiento de las normas establecidas, teniendo
también elementos para vivir la flexibilidad y la adaptabilidad según el tiempo y
el espacio, la función de las personas y sus características individuales.
Crear ambiente de Comunicación, donde se pueda expresar las emociones en
familia, hablan de sus problemas, comprenden la forma de ser y la respetan, se
sienta que la familia acepta tal y como se es, pueda expresar cualquier
sentimiento que se le pase por la cabeza, sea para criticar a otros o para alabar
su comportamiento, ser una familia cariñosa donde se demuestra apego con
caricias y palabras de afecto., se muestra tanto los sentimientos positivos como
los negativos, se reúnen para hablar de los problemas de cada uno.
f. PARA LA REFLEXION PERSONAL
Como facilitador, entregar a los participantes el siguiente documento para
que reflexione en el hogar con los miembros de la familia, lean los textos
bíblicos los cuales iluminan desde la Palabra de Dios. Y responder las
preguntas formuladas.
LA ASAMBLEA GENERAL PROCLAMA LA PRESENTE DECLARACION
UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS.
10 de diciembre de 1948 Asamblea General de las Naciones Unidas. Como ideal
común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, afín de que
tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella,
promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y
libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e
internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto en
los pueblos de los estados miembros como entre los de los territorios colocados
bajo su jurisdicción.
I.- LIBERTAD IGUALDAD Y SEGURIDAD
ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
1.-Todos los seres humanos nacen Dios nos ha dotado de raciocinio y
libres e iguales en dignidad y conciencia.
derechos y, dotados como están de Gen 1,27-28; Gal. 3,28
razón y conciencia, deben
comportarse fraternalmente los unos
con los otros.
La vida, la libertad y la seguridad
3.-Todo individuo tiene derecho a la para toda persona son derechos
vida, a la libertad y a la seguridad concedidos por Dios. Ex 20,12-16
de su persona.
Somos creados a imagen de Dios y somos iguales ante sus ojos.
1.- ¿Qué implica la concepción bíblica; “creada a imagen de Dios”?
2.- ¿Cómo tratar al ser humano que ha sido creado libre e igual ante
Dios?
3.- ¿Vivimos con responsabilidad y ejercemos la libertad cuidando que
nuestra seguridad no amenace la seguridad de otros?

II.- LIBERACION E INVIOLABILIDAD


ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
4 Y 5.- Nadie estará sometido a En la Biblia se ve la esclavitud como
esclavitud ni a servidumbre, la parte natural de las culturas antiguas,
esclavitud y la trata de esclavos pero Dios hace advertencia en contra
están prohibidas en todas sus de ellas, de la inhumanidad y de la
formas, nadie será sometido a opresión.
torturas ni a penas o tratos crueles, Isaías 58,5-7
inhumanos o degradantes.
Confrontamos fuerzas que esclavizan, que son inhumanas y que requieren
liberación.
1.- ¿Cómo se expresaba el juicio en contra del opresor en tiempos
bíblicos?
2.- ¿Es el mensaje bíblico del pacto, “Tu una vez fuiste esclavo” un
mensaje de liberación, de obligación o de ambos?
3.- ¿Difieren los patrones de opresión entre los tiempos bíblicos y el
presente?

III.- PROTECCION Y SEGURIDAD


ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
7.- Todos son iguales ante la ley y Dios no va contra las leyes, pero si
tienen, sin distinción, derecho a contra las costumbres que se hacen
igual protección de la ley. leyes y que afectan a mujeres, niños,
pobres, huérfanos, etc.
Is 10,1-2
11.- Toda persona acusada de delito
tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en
juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías
necesarias para su defensa. Sal 82,2-4

12.- Nadie será objeto de El respeto a los demás es la base de


injerencias arbitrarias en su vida una sociedad más justa y prospera.
privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su Lev. 19,16-18
honra o a su reputación.
Somos protegidos por la ley y al mismo tiempo somos vulnerables ante
ella.
1.- ¿Cuál era el papel del profeta hebreo al asegurar la justicia delante
de la ley?
2.- ¿Por qué era importante la equidad en la sociedad hebrea?
3.- ¿Cómo nos estimula el mandamiento del amor a proteger los derechos
humanos?
IV.- FAMILIA Y COMUNIDAD
ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
16.- Los hombres y las mujeres, a El matrimonio y la familia son
partir de la edad núbil, tienen designios de Dios, establecidos desde
derecho, sin restricción alguna por los primeros tiempos.
motivos de raza, nacionalidad o
religión, a casarse y fundar una
familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la
sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del
estado. Gen 2,18; Cantares 2,2-3; He 13,4

17.- Toda persona tiene derecho a la


propiedad, individual y
colectivamente, nadie será privado
arbitrariamente de su propiedad. Lev. 25,23-25
No somos seres aislados; nuestra razón de ser esta en el núcleo familiar
y comunitario.
1.- ¿Cómo provee la familia en el contexto bíblico a los derechos y
necesidades básicas?
2.- ¿Qué nos dicen las referencias bíblicas sobre los derechos de los
pobres, viudas y huérfanos?
V.- LIBERTAD DE CONCIENCIA Y RELIGION
ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
18.- Toda persona tiene derecho a la Todos los humanos tienen derecho a la
libertad de pensamiento, de libertad de opinión y expresión. La
conciencia y de religión; este Biblia es la base de esos derechos de
derecho incluye la libertad de opinión, conciencia y religión.
cambiar de religión o de creencia,
así como la libertad de manifestar
su religión o su creencia, individual y
colectivamente, tanto en público
como en privado, por la enseñanza, la
práctica, el culto y la observancia. Hch 4,18-20
20.-Toda persona tiene derecho a la La Biblia marca el derecho y libertad
libertad de reunión y de asociación de reunión.
pacíficas. Nadie podrá ser obligado
a pertenecer a una asociación. He 10,19-20.25
Defendemos como derechos básicos la libertad de conciencia, de opinión
y de religión.
1.- ¿Cómo relaciona la libertad de conciencia con el concepto de que Dios
es Señor de ella?
2.- ¿Cómo relaciona el enfoque bíblico de la libertad de religión con la
persecución?

VI.- TRABAJO, BIENESTAR Y EDUCACION


ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
23.- Toda persona tiene derecho al La Biblia conoce la naturaleza humana;
trabajo, a la libre elección de su por eso pide justicia y comprensión
trabajo, a condiciones equitativas y hacia el necesitado.
satisfactorias de trabajo y a la
protección contra el desempleo. Deut 24,14-15

25.- Toda persona tiene derecho a El espíritu de la letra es el bienestar


un nivel de vida adecuado que le de todos, es abolir la injusticia y
asegure, así como a su familia, la compartir el pan con quien no lo tiene.
salud y el bienestar, y en especial la El respeto y cuidado a la madre es una
alimentación, el vestido, la vivienda, tarea común y Dios lo establece; el
la asistencia médica…La maternidad ama a los niños sin mirar su condición
y la infancia tienen derechos a social.
cuidados y asistencia especiales,
todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio o
fuerza de matrimonio, tienen Is 61,1-3; Sal 139,13; Prov. 23,22; Mc
derecho a igual protección social. 10,14-16

26.-Toda persona tiene derecho a la En la Biblia la educación siempre está


educación… enfocada hacia una vida moral.
Prov. 4,23-27

La satisfacción de la vida depende del trabajo, con la educación se


transmite una herencia cultural que asegura la supervivencia.
1.- ¿Difieren las condiciones de trabajo hoy con las de los tiempos
bíblicos en términos de derechos?
2.- ¿Qué tratamiento dio Jesús a los niños?
3.- ¿En qué sentido difiere el enfoque de la enseñanza actual con el de
los tiempos bíblicos?
VII.- LÍMITES Y RESPONSABILIDADES
ARTICULO REFERENCIA BIBLICA
29.- Toda persona tiene deberes La Biblia nos desafía a proteger y
respecto a la comunidad, puesto que cuidar mutuamente los derechos y
solo en ella puede desarrollar libre y libertades humanas especialmente
plenamente su personalidad. dentro de la comunidad cristiana.
1 Pe 2,16-17
Los derechos y libertades del individuo existen en la sociedad, en tanto
sean garantías para todos.
¿Cuáles son las obligaciones que la Biblia impone al individuo en relación
con la sociedad en general?

Leer Rom 12,1-21 y descubrir los deberes que tenemos desde nuestra
condición de cristianos:
Diferentes; Humildes; Colaboradores; Eficaces; Sinceros; Esforzados;
Bondadosos; Espirituales; Pacientes; Perdonadores.
Si cumplimos con nuestros deberes, respetamos a los demás, podemos exigir
respeto; ayudaremos a que nuestros hermanos en la fe disfruten de sus
derechos también…
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

8. ADOLESCENTE Y SU CONTRIBUCIÓN SOCIAL

a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
1) ¿Qué opinas sobre la frase: ―Los jóvenes son la esperanza‖?
2) ¿Cómo crees que debemos formar a los jóvenes para que respondan a la
expectativa de ser la esperanza?
c. Texto bíblico: 1 Tim. 4,12
d. EXPOSICON DEL TEMA
Vivimos en una sociedad que está aislada, es decir, donde la gente no sabe quién
vive al lado de su casa. Es una sociedad en donde la gente desconoce las penas, las
alegrías o los quebrantos que hay en las personas que vive aún en su misma calle.
Cada familia enfrenta crisis y cada familia tiene que enfrentarla sola, sin mucha
ayuda de los demás.
Vivimos aislados, solitarios, en medio de una sociedad en continuo movimiento.
Evidentemente, eso trae como consecuencia que los jóvenes no echen raíces, es
difícil considerar amistades que puedan prevalecer durante mucho tiempo, gente
con la que se pueda contar.
Vivimos también dentro de una sociedad incierta; con esto me refiero a que la
mayor parte de los adolescentes no tienen certidumbre del futuro, le temen
básicamente en estos aspectos: la pérdida de los padres a causa del divorcio tan
frecuente en nuestros días o caer víctimas de robo, asalto, violación o alguna
enfermedad.
Vivimos también en una sociedad supersexualizada, es decir, una sociedad que tiene
al sexo como algo primordial en la vida, me refiero a que hacen uso del sexo para
muchos ámbitos de su vida cotidiana. Se puede ver en las modas, en las diversiones,
en los estudios, en la mercadotecnia, etc. Ellos viven pensando en sexo, en muchas
ocasiones, desde antes de las etapas tempranas de su vida.
Añadido a esto consideremos las tendencias naturales, precisamente por la etapa
de la vida por la que están atravesando, hacia ciertas actividades que son
sumamente peligrosas a las que ellos tienden de manera natural. Nos damos cuenta
de la problemática y tendencias naturales que enfrentan, debemos considerarse
como conductas peligrosas y qué aspectos pueden ser fuente de tentación que
puede llevarlos a engaños, a tomar decisiones inadecuadas y a desperdiciar todo el
potencial que tienen.
En la participación de los adolescentes y jóvenes en nuestra sociedad existen
tareas esenciales: el estudio, el trabajo y la defensa de la patria como derecho
y deber de todos nuestros jóvenes. Los adolescentes tienen además otros retos
dentro del proceso de transformaciones que se desarrolla en la sociedad
contemporánea.
La responsabilidad es uno de los componentes esenciales en la Educación Cívica.
La responsabilidad implica el reconocimiento de la posición de los seres humanos
en la sociedad, contribuyendo a la elaboración de proyectos personales de vida
en correspondencia con los proyectos comunes de su comunidad, en este sentido
es esencial favorecer la convivencia social mediante el cumplimiento de las
principales actividades en la familia, la escuela y la comunidad.
De una manera sutil pero descarada a la vez, por medio de trampas, señuelos,
métodos de publicidad y mercadotecnia, existe una cacería que está acabando con
los jóvenes. Podemos decir que es un genocidio silencioso, donde los jóvenes y
adolescentes son atrapados y hechos adictos al alcohol desde edades muy
tempranas.
¿Cree usted que es casualidad que los jóvenes sean la presa favorita de las
compañías cerveceras? Rara vez se ven anuncios publicitarios donde haya dos
abuelitos tomando; sin embargo, se puede ver muchísimos anuncios con jóvenes
tomando.
¿Por qué? Porque las compañías que venden bebidas embriagantes saben
perfectamente que si logran hacer beber a un adolescente o joven tienen mayor
probabilidad de hacerlo adicto al alcohol.
Esto se lleva a cabo con la aprobación total del gobierno, que se hacen de la vista
gorda, sabiendo el grave daño que se les está causando a los jóvenes. Sólo basta
con decir que las tres primeras causas de muerte en los jóvenes están relacionadas
con alcohol, crímenes y violencia.
Hay un contubernio entre las compañías y el gobierno, ya que éstas dejan billones
de dólares de impuestos a un gobierno corrupto y a los bolsillos de los políticos,
sobre todo en América Latina. Habrá raras excepciones; pero, por lo regular, eso
es lo que sucede.
No hay una ley seria, ni tampoco un conjunto de protocolos entre organizaciones de
derechos humanos, organizaciones no gubernamentales, organizaciones privadas,
gobierno mismo, jueces, poder judicial, etc., que legisle de forma seria el uso del
alcohol entre los jóvenes.
No hay programas, no hay difusión del daño que produce el alcohol en la juventud; si
acaso hay un programa por ahí que sirve sólo para ―llenarle el ojo a la gente‖; o
algún hipócrita anuncio que hable en contra del alcohol, diciendo: ―Consume alcohol
con medida‖.
Si el alcohol es una droga, ¿cómo se puede consumir con medida? Es imposible, pues
causa adicción, sobre todo, en los jóvenes. En la edad temprana, preadolescente,
adolescente y en la juventud, cuando los jóvenes prueban el alcohol, son más
propensos a volverse adictos a él.
¿Puede considerarse una buena contribución de los jóvenes a la sociedad seguir
las huellas del alcoholismo que la sociedad les ofrece?
El consumo de alcohol en edades tempranas
A pesar de que es conocido de todos, el daño tan grande que hace a la salud y a la
economía de un país el que los adolescentes que están en una edad de desarrollo
beban, es pasado por alto y visto como algo normal.
El consumo de alcohol en edades tempranas, lleva a que la coordinación de los
músculos va a afectar y los reflejos van a disminuir; puedes sentir la cabeza ligera,
hay menos control de los pensamientos, sentimientos, etc.; la razón y el juicio van
desapareciéndose, vas a empezar a hacer cosas tontas, a ponerse a si mismo y a
otros en riesgo. Además, puede tener severas y serias consecuencias adversas para
el desarrollo del adolescente hacia la etapa adulta; su desarrollo social, físico y
mental. Por eso los jóvenes son el blanco de las compañías, porque saben que será
cliente hasta la muerte; ya sea en el hospital, en un suicidio, en un accidente de
auto, etc.
¿Estamos conscientes del peligro?
La cacería más feroz de todos los tiempos se está desarrollando en estos días; nos
preocupa las guerras que se van desatando en diferentes países, sin embargo, los
medios publicitarios no hablan acerca de la guerra más terrible que está eliminando
al 5% de la población del mundo.
Está de moda que los equipos deportivos o que en los partidos de fútbol se anuncien
cervezas; entonces, el tomar se asocia con el deporte. Estas compañías no tienen un
pelo de tontas; asocian el veneno con algo tan saludable como es el deporte y luego
se burlan cínicamente de los jóvenes, de los padres de los jóvenes y de la sociedad
en general, poniendo unas letras pequeñitas en los anuncios, invisibles a los ojos de
mucha gente que dicen: ―evita el exceso‖.
Lo que menos les interesa a los políticos en sus campañas para votación es hablar
de este tema, porque deja mucho dinero a un país; las licencias para vender alcohol,
que muchas de ellas se venden ilegalmente.
Como nosotros queremos contribuir con un granito de arena, debemos dar una voz
de alerta a los papás y mamás e informarlos acerca de cómo sus hijos están siendo
asediados y bombardeados por todos los ángulos para que consuman alcohol; los
están cazando despiadadamente.
Los cazadores de alcohol se están llevando a los jóvenes a los hospitales, a la
depresión, al suicidio, a los accidentes automovilísticos, a la violencia, al robo, a la
rebeldía, a la desobediencia, a la flojera en la escuela; a un estilo de vida perezoso
y holgazán.
La función del conocimiento en los consumidores jóvenes de alcohol, provoca que
pierdan 10% de lo que aprenden, comparados con sus compañeros que no ingieren
alcohol. El uso temprano del alcohol está asociado con el pobre desarrollo escolar,
depresión, suicidio, conductas violentas o criminales, entre otros.
También promueve la actividad sexual temprana, esto expone a los jóvenes a
enfermedades que se transmiten sexualmente y a embarazos no deseados.
¿Por qué beben los adolescentes?
Muchos de los artistas, contribuyen a promover el alcoholismo cuando se exhiben
con sus vasos de vino, de Champaign o de cerveza en sus películas; cuando están
borrachos y se ponen muy graciosos, se ven tan lindos que la gente se ríe de sus
chistes. Pero no saben que todo eso está fabricado para que se consuma más
alcohol.
La cacería más feroz de este siglo es contra los adolescentes, víctimas de la peor
mercadotecnia, la más sucia, la más antihigiénica. Qué lástima que muchos no
hagamos de la prevención del alcohol entre los niños de 9 a 18 años.
El alcohol es la droga por excelencia entre los jóvenes, muchos jóvenes están
experimentando las consecuencias de beber demasiado a muy temprana edad y,
como resultado, se ha convertido en un problema de salud en muchos países.
Entonces, si queremos echar un vistazo al futuro, veremos que esto irá en aumento.
¿Por qué beben los adolescentes? La única razón es que, en esa edad, si los logran
cazar con sus trampas, armas asesinas, publicidad y mentiras, serán más propensos
a volverse adictos en edades posteriores.
Hay padres muy descuidados y sumamente irresponsables, que les gusta beber
mucho y sentirse muy machos delante de sus hijos, y les dicen: ―pareces vieja,
tómate una cerveza‖. ¡Si supieran lo que están haciendo! Y cuando tu hijo choca el
carro por conducir en estado de ebriedad, tú culpas a tu esposa, a la policía o al
otro conductor, pero no te das cuenta de tu propia culpa y no haces nada por
prevenir que tu hijo beba.
Los riesgos son muy grandes porque el cerebro, cuando está en desarrollo en el
adolescente, aún a los 20 o 25 años de edad, establece las conexiones para futuras
fusiones y comunicaciones. Algunos científicos están convencidos de que este
periodo largo de formación del cerebro, podría explicar el porqué de la conducta
característica del adolescente, de buscar situaciones peligrosas por estar bajo los
efectos del alcohol.
Algunos adolescentes experimentan o tratan de experimentar mayores emociones
al beber alcohol; hay ciertos cambios psicológicos, tales como: la impulsividad, el no
reconocer sus acciones o el no tomar en cuenta las consecuencias.
Un adolescente, cuando bebe, espera una experiencia agradable, muy bonita; algo
que le va traer supuesta felicidad. Hay creencias de que los niños en su edad
primaria aproximadamente, pueden ver el alcohol como algo negativo, con efectos
adversos.
Sin embargo, a la edad de 13 años aproximadamente, las experiencias cambian; ya
no ven al alcohol tan malo, lo ven positivo, esperan poder tomar, pues creen que se
van a sentir felices porque el vecino o el amigo lo hacen. Obviamente, hay cambios
en la personalidad, cambios psiquiátricos y cambios en muchos otros ámbitos.
A este fenómeno de patología social debe analizársele no sólo desde una
perspectiva orgánica, sino también desde una sociocultural; una cosa es lo que se
desea y otra, muy diferente, lo que se puede hacer.
Las condiciones actuales de trabajo que conllevan bajos salarios, mayores
requerimientos de tiempo, movilidad en el puesto, menores prestaciones y una gran
incertidumbre en la conservación del empleo, son las que llevan a los padres de
familia a buscar otra fuente de ingresos, aunque se amplíe su jornada de trabajo.
De este modo, tienen que decidir entre un mejor ingreso o tiempo para la familia;
esto incluye tiempo para los hijos, para que sean educados con valores familiares,
para que sean instruidos acerca del daño que provoca el consumo del alcohol en
edades tempranas.
Definitivamente, el alcohol es dañino, se clasifica como una droga; en la
farmacología, los doctores lo consideran una droga adictiva, científicamente
comprobada.
Uno de los grandes problemas con el alcohol es que está en todos lados; es la droga
estándar, la que está disponible siempre. Es la droga que los muchachos usan
cuando les están haciendo pruebas para ver si consumen otros tipos de drogas. Las
otras drogas se almacenan en las células grandes y, a través de exámenes de orina,
se pueden demostrar aún después de días o semanas si la persona las consumió.
A diferencia de la mayoría de las drogas, el alcohol es soluble en agua y, por lo
tanto, es eliminado rápidamente del cuerpo; si bebiste demasiado el jueves por la
noche y el viernes por la tarde se te realizó un examen de orina, éste saldrá limpio,
a menos que continúes tomando hasta la mañana.
El alcohol también es la droga que los muchachos combinan con otras para ver qué
tan ‗high‘ se pueden poner. La pregunta es: ¿cuáles son las combinaciones? Las
principales combinaciones son:
· alcohol y marihuana,
· alcohol y marihuana mojada o freída,
· alcohol y marihuana espolvoreada con heroína,
· alcohol y cocaína o metanfetamina,
· alcohol y naicuil, rubitusim o corisidim,
· alcohol y oxicontín que es un analgésico quioide como el percudan o percoset,
· alcohol y LCD, éxtasis u hongos psicodélicos,
· alcohol y metanfetamina,
· alcohol y ritalín,
· alcohol y heroína, etc.
El combinar el alcohol con otras drogas puede ser mortal, cuando dos drogas se
toman juntas sus efectos son potenciales, lo cual significa que los efectos de cada
droga aumentan significativamente.
Esta plática es excelente para ser meditada, para ser discutida con nuestros hijos,
para hacerles ver cuáles son las consecuencias de beber a edad temprana y
explicar el porqué de tanta publicidad de alcohol hacia los jóvenes.
No es que los jóvenes realmente valgan algo para las compañías de alcohol; los
jóvenes son como una presa que hay que cazar, ese es el valor que les dan. Desean
atraparlos con un sinnúmero de argucias, mentiras, publicidad barata y
mercadotecnia corrupta, para hacer creer al joven que beber es un placer.
Sin embargo no dicen a los jóvenes cuántas muertes y desgracias les puede traer el
consumir alcohol, ni que el 5% de la población mundial joven muere cada año, debido
al alcohol.
Vemos que los crímenes, las violaciones, las pandillas, los robos, el consumo de la
droga, el aborto y el embarazo prematuro en los adolescentes en nuestro país, han
llevado a cientos de miles de ellos a vidas desesperadas.
Muchas de las jóvenes adolescentes embarazadas abortan; quienes tienen el hijo no
saben cómo enfrentar el reto de ser madres a los trece años de edad, otras se
prostituyen y finalmente contraen enfermedades venéreas. Tristemente puedo
decir que millones de adolescentes se dirigen hacia la destrucción.
¿Qué podemos decir del SIDA?
La desintegración familiar es el principal problema
Desgraciadamente muchos jóvenes no se sienten social ni familiarmente adaptados;
gritos y gestos remplazan la conversación entre los adolescentes y sus padres en la
mayoría de nuestros hogares.
Las comidas familiares donde se puede conversar a la hora de sentarse en el
desayuno, en la comida o en la cena, son cosa del pasado; esto ha dejado pocas
oportunidades para conversar entre padres e hijos.
Podemos decir que la vida del hogar presenta una imagen depresiva, de tal manera
que se tienen que cambiar las reglas del hogar y la perspectiva de la educación de
los jóvenes para que ellos puedan ser reincorporados a la familia y a nuestra
sociedad.
Muchos jóvenes pasan horas viendo la televisión o sentados frente a la
computadora y carecen de conversación con sus padres, éstos a su vez no buscan
tener conversación con sus hijos. Este problema de comunicación va en ascenso,
causando terribles consecuencias.
Hemos visto que los muchachos se encuentran en serios problemas y que muchos de
ellos experimentan presiones emocionales que contribuyen a la violencia, al abuso
de las drogas, a la actividad sexual prematura y a otras formas de comportamiento
rebelde, incluso, algunos adolescentes que acatan las reglas y parecen no tener
problemas, luchan en silencio con conflictos de identidad y buscan un significado
para sus vidas.
La principal amenaza para esta generación de muchachos es la desintegración de la
familia; con esto enfrentan retos que van más allá de sus fuerzas.
Es importantísimo que consideremos que las trágicas consecuencias en las
conductas de los adolescentes, han sido causadas por este problema
principalmente: la desintegración familiar.
Debemos enfocarnos hacia la familia
Los matrimonios estables que duran toda la vida proporcionan un fundamento para
el orden social, son una ayuda para los jóvenes donde pueden formar su carácter,
hábitos y valores que puedan darles solidez y arraigo, para poder mantenerse
victoriosos sobre las presiones actuales.
Cuando se desintegra la familia, la sociedad también comienza a desintegrarse;
esto es precisamente lo que nos sucede hoy en día: la familia está siendo sacudida
por las fuerzas que operan alrededor como lo son el alcoholismo, la pornografía, la
infidelidad, la amargura, el divorcio, la ruptura del matrimonio, que son como duros
golpes que la destruyen.
No cabe duda que cuando existen problemas en el hogar, los hijos son los que más
sufren. Como consecuencia, debemos enfocarnos hacia la familia definitivamente.
Multitudes de jóvenes llevan heridas irreversibles en sus propias vidas. Estas
heridas han sido adquiridas en su propio hogar, a través del maltrato que
padecieron desde edad temprana cuando empezaron a desarrollarse y fueron
golpeados, fueron abusados emocionales, físicas e inclusive sexualmente y hoy
llevan las marcas de esos golpes ocultos en su vida.
Así se desfigura su carácter, llenándose de resentimiento, aislándose socialmente
con un gran vacío en sus vidas, una inseguridad, temor o rebeldía, mientras que
otros niños pueden hacerle frente adecuadamente a una situación difícil cuando son
protegidos, instruidos y amados por sus padres.
Los adolescentes varones tienen mayor probabilidad de tener problemas en el
aprendizaje.
Cuando no hay una buena cultura de lectura en sus vidas, cuando pasan muchísimo
tiempo en la televisión, en la computadora, cuando no hay conversación en casa, ni
siquiera pueden desarrollar el idioma, no pueden desarrollar las habilidades básicas
para aprender.
Hoy encontramos que una de las problemáticas más grandes en la educación son
jóvenes que no ponen atención, adolescentes distraídos a quienes no les interesa
leer ni estudiar, no les interesa hacer la tarea.
En sus casas sus padres no toman la gran responsabilidad de formar el hábito de la
lectura en sus hijos, de instruirlos en los valores fundamentales de la vida, éticos y
morales, que puedan formar en ellos un carácter y una estructura que les brinde
soporte a estos jóvenes cuando son tentados a los vicios y puedan decir ―no, porque
no es correcto‖, y punto.
A los varones adolescentes es más probable que se les diagnostiquen trastornos
emocionales, esquizofrenia, autismo, adicción sexual, alcoholismo, enuresis y
prácticas de toda clase de comportamiento antisocial y criminal.
La frustración de muchos jóvenes es la falta de apoyo en casa
La vida emocional de los niños y el cuidado de esos corazones, de las almas de esos
niños para que no sean heridos, maltratados y destruidos a temprana edad, es
responsabilidad principal de los padres de familia.
Muchos adolescentes, se sienten frustrados porque en sus propios hogares no
encuentran respaldo. Para algunos niños, sus corazones son heridos desde el
comienzo de su vida, como consecuencia del abuso o abandono de sus padres,
porque éstos se encuentran demasiado ocupados en sus trabajos, no pasan tiempo
con ellos, no conversan, no tienen comunicación.
Los niños y las niñas muy pequeños, cuyas necesidades básicas permanecen
insatisfechas, nunca se recuperan completamente, llegan a experimentar graves
impedimentos psicológicos y neurológicos.
¿Por qué está sucediendo todo esto? Por padres que les hacen daño a sus hijos; los
descuidan por el excesivo consumo de alcohol o de otras sustancias que alteran la
mente.
Mientras la madre o el padre esté borracho, en las drogas, muy ocupado en su
trabajo o con mil pretextos, difícilmente podrá cuidar y amar a sus hijos.
¿Cómo afecta el divorcio o la separación de la pareja a los adolescentes?
El divorcio hace que los adultos desvíen la atención de sus hijos y que la concentren
en sus propias circunstancias difíciles. Esa ruptura del matrimonio entre los
padres, ocurre en nuestro mundo agitado, vertiginoso y sumamente egoísta, donde
no quieren los padres experimentar una reconciliación profunda y no ven por sus
propios hijos en la mayoría de las ocasiones.
Este es el problema fundamental que asedia a los niños hoy en día, padres que están
muy ocupados y distraídos, que son demasiado inmaduros y egoístas para satisfacer
las urgentes necesidades de los bebés y los niños que empiezan a andar, padres que
pelean en casa, que no se ponen de acuerdo y discuten frecuentemente.
¿Qué pueden hacer los padres de familia para tomar la problemática de los
adolescentes con la seriedad que ellos merecen, y poder rescatarlos de esas
conductas rebeldes, violentas y promiscuas?
La idea de cuánto daño hace el descuido persistente de los niños y las niñas durante
los primeros dos años de su vida, es importantísima.
El cerebro es un órgano interactivo y dinámico que necesita estímulo desde el
mundo exterior.
Cuando a los niños se les ignora y maltrata o se les lleva de una persona a otra para
que los cuide, se producen daños terribles en su capacidad de hablar y de pensar;
mientras más intenso sea el abuso, mayor será el daño que se habrá hecho.
El descuido o el rechazo, hace que el cuerpo del niño produzca grandes cantidades
de cortisol y adrenalina, hormonas que se encuentran en el cuerpo.
Estas sustancias químicas se mueven a través de la corriente sanguínea, hacia las
áreas del cerebro elegidas como blanco y que están relacionadas con la compasión y
la conciencia.
El daño que se causa en el cerebro a veces es irreversible, y por eso muchos
jóvenes se vuelven más violentos y tienen muy dañado el cerebro.
Los adolescentes buscan una imagen de sí mismos. Hay desgraciadamente una moda
en la cual se hace mucho énfasis a la imagen propia y esta moda actual invade las
almas de los niños muy pequeños.
Muchos jóvenes se sienten rechazados porque tienen su piel llena de manchas o
marcas de granos, o cabello demasiado rizado, o son morenos, o tienen los pies
grandes, o las orejas salidas, esto los lleva a burlas crueles en sus escuelas.
A veces, vemos que esto les avergüenza y produce en ellos una baja autoestima
llevándolos a un rechazo personal de sí mismos. Cuántos viven años de rechazo y
burlas debido a una anormalidad física o a una característica desagradable.
La desintegración de la familia, es causa principal de que los jóvenes destruyan su
carácter, su conducta a edad temprana, que no estén preparados para enfrentar
los retos.
Se enfrentan a la droga, al alcoholismo, al sexo promiscuo, a las presiones en la
escuela y en el hogar, a una sociedad que no los comprende y no sabe cómo
incorporarlos, sino simplemente los aísla como a un problema social.
Dos actitudes: lucha o desánimo
Muchísimas personas cuando han sido criadas en hogares con aparentes
desventajas, por ejemplo, una infancia pobre o enfermiza, les llega a representar
más bien una ventaja en sus vidas.
Pero también esta situación puede crear en ellos un anhelo por superarse cuando
crecen y éste a su vez puede producir en sus vidas una mejor preparación.
Es bien sabido que una niñez llena de dificultades deja corazones heridos para el
resto de sus días en muchos jóvenes, pero para otros, las dificultades a una
temprana edad pueden contribuir a grandes logros y éxitos.
La diferencia parece ser una función de los temperamentos y los recursos
individuales; o sea, depende de cómo lo tome el joven. Hay quienes vienen de
extractos de mucha embargo entre ellos hay personajes que han triunfado en la
vida.
Los antecedentes de estas personas resultan muy interesantes porque salieron de
una niñez atribulada, de pobreza, hogares rotos o abuso de parte de los padres o
impedimentos físicos, sin embargo algunos de ellos llegaron a ser trascendentes en
la sociedad.
Esto se da cuando la necesidad de compensar las desventajas fue el factor
principal que los impulsó hacia el logro personal.
Aplica esto en tu familia, si tu hijo, tu hija, han pasado por alguna experiencia
traumática o tienen alguna desventaja física, no pierdas tú las esperanzas, ayúdale
tú a identificar sus puntos fuertes y habilidades naturales que le puedan servir
para superar su impedimento.
El perdón: El gran alivio para la juventud
Actualmente vemos que hay muchísimas personas que han sido lastimadas desde su
tierna infancia por sus padres y han vivido en la pobreza, en lugares rotos por el
divorcio, el adulterio y, a veces, joven adolescente, amigo mío, se te hace difícil
perdonar a aquellos que te han lastimado y es más difícil perdonar cuando los que
te han ofendido son tus propios padres.
Cuando somos jóvenes nuestras emociones son tan intensas que cualquier herida o
cualquier ofensa pueden quedar con nosotros toda la vida. El dolor es inmensamente
peor cuando el que te ofendió fue uno de tus padres.
Quizás tu mamá te rechazó en vez de proveerte el amor y el afecto que
necesitabas, o vienes de un hogar donde tu padre es alcohólico o abusó
sexualmente de ti.
Tal vez viviste horrores tales que consumen tu corazón en resentimiento e ira, que
aún muchos años después, vas almacenando. Hay una sola cura para el cáncer de la
amargura que anidas en tu corazón: es el perdonar.
El perdonar es cuando estás dispuesto a olvidar el resentimiento, a olvidar de todo
corazón el daño que recibiste. Jesús mismo lo expresó así y dijo: ―cuando estéis
orando, perdonad si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que
está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas‖
Tú tienes algo en tu vida contra alguna persona que te ha lastimado, vienes de una
adolescencia donde has sufrido el dolor, la tribulación de un padre alcohólico, de un
hogar roto o destruido por el divorcio, golpizas injustificadas, maltratos,
violaciones o quizá dentro de ti el agravio más fuerte que sientes hacia tus padres,
es la falta de afecto y cariño que esperabas recibir en los primeros años de tu
infancia, cuando más necesitaste de ellos. Si tú tienes algo contra alguno, la cura
real para ese cáncer que te corroe por dentro, es el perdonar.
Cierto que en esta vida muchas veces se sufre en una forma injusta. No esperabas
ese tipo de padres o circunstancias que hicieron daño a la familia, sin embargo
cuando decides amar y perdonar de todo corazón, empieza un proceso de
recuperación tan precioso: donde sientes la libertad que trae el perdón a la propia
alma.
El ambiente en casa lo construyen los padres
Para los padres es importante insistir que el ambiente del hogar debe ser tal que
provea para el joven un estímulo a la práctica de los valores familiares de
confianza, amor, respeto, perdón, servicio, obediencia, honestidad e integridad.
Veamos el diseño de Dios para la familia. Cuán bueno es el texto Sagrado para
poder orientar los valores espirituales y morales y fundamentar hogares en Cristo
estables que provean a los hijos una atmósfera de crecimiento sano.
En Col 3,18-21, se instruye a la familia.
Un hogar funcional es aquel en el cual hay un compromiso en cada miembro de la
familia para proveer al otro miembro el amor y el afecto, el servicio necesario: la
mujer respeta a su esposo y el marido ama a su esposa.
El amor no es un sentimiento, es un compromiso. El amor es la decisión de hacer el
bien sin esperar recibir nada a cambio, simplemente buscando la felicidad de
nuestro prójimo.
Así lo enseña Dios cuando nos dice que de tal manera ha amado Dios al mundo que
ha dado a su único hijo, para que todo aquél que en Él cree, no se pierda sino tenga
vida verdadera, vida eterna. Dios dio a su hijo, nos dio lo mejor, lo que realmente
necesitábamos, a Jesús.
Debemos convertirnos en padres dispuestos a morir sin importar los sacrificios,
por aquellos quienes más nos necesitan, nuestros hijos.
¿Hay amor en tu casa?
Muchísimas personas sólo aman cuando se sienten bien, son afectuosas cuando las
cosas marchan bien o no hay problemas en sus vidas, por lo tanto el afecto está
muy limitado en ellos.
Muchos esposos tratan mal a su mujer delante de sus hijos, le faltan el respeto,
son ásperos, son duros, la provocan a la amargura, la están lastimando
frecuentemente, son ásperos con ella.
Cuando la mujer es provocada y le falta el respeto a su marido los hijos están
observando esto y se desalientan, por eso dice la Escritura: ―Padres, no exasperéis
a vuestros hijos para que no se desalienten‖.
Es importantísimo que entendamos que es en los primeros años de vida que se va a
formar el verdadero carácter de nuestros hijos.
Muchísimos niños están abandonados literalmente por sus padres, no tienen tiempo,
no tienen paciencia, el hogar se ha vuelto una carga, un problema.
Para muchos padres ya es insoportable, insufrible llegar a la casa y enfrentar
pleitos con la mujer, problemas económicos, la escuela de los hijos, etc.
La crianza requiere una vocación de los padres y debemos entender que en el
matrimonio no sólo es hermoso y bello compartir con una mujer ideales, también es
un gran compromiso traer hijos al mundo y criarlos, formar en ellos el carácter
para enfrentar los problemas de la vida y poder salir victoriosos en cada uno de
ellos y no ser vencidos por los mismos.
Pongamos orden en nuestra familia
Es importantísimo que entendamos el orden de Dios para la familia: no debe abusar
de la autoridad y volverse un tirano autoritario que va a tratar de imponer la
autoridad a golpes o a palabras malas, sino al contrario, la autoridad se gana
mediante el servicio, vivir la unidad entre esposos a través del dialogo y el acuerdo
mutuo.
Para ser obedecido por los hijos, es importante que les sirvas primero y no esperes
que ellos te sirvan. Muchos padres chocan con esto y hay casos donde los padres
llegan hasta el extremo de golpear a sus hijos, humillarlos y volverse enemigos de
sus hijos.
Cuando se trae un hijo al mundo, se ha adquirido un compromiso con Dios, pero
también con el hijo; eres responsable de proveerle todo lo que él necesita, no
solamente en lo económico o en el renglón de la salud, el vestido, la comida, sino
también el afecto y el cariño que el hijo necesita.
Está comprobada médica y científicamente que todo niño que recibe afecto y
cariño desde la edad temprana, que observa un hogar tranquilo, pacífico, donde hay
amor y respeto, su desarrollo es normal, podrá llegar a la escuela con un carácter
estable.
Cuando formas al hijo con valores que lo arraiguen, que sepa decir no a las drogas,
al alcohol, que sepa decir no al sexo promiscuo y llegar a su matrimonio preparado
para amar a su esposa como él vio que su padre amó a la suya y a sus hijos, entonces
tenemos matrimonios sólidos, estables y fructíferos.
Pero cuando esto no sucede, los jóvenes, son jóvenes en llamas, que van a ser
destruidos por la droga o el alcohol, como la basura cuando es llevada al fuego para
que no estorbe más.
¿Hacia dónde se están dirigiendo a los hijos?
Muchos padres ya no quieren batallar con sus hijos, les son un estorbo y los están
quemando con malas palabras, con golpes, con maltratos, con humillaciones que
dejan una marca muchas veces imborrable en el corazón de ellos, que los conduce a
la depresión, al suicidio, a la violencia, a la ira, a la amargura, a buscar fuera de
casa el afecto que no recibieron dentro del hogar.
Tal como dice Ef. 4,29: ―Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la
que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes‖.
Cuando las palabras son corrompidas en el hogar, cuando hay malas palabras,
palabras fuertes, humillantes y empiezan los pleitos con los hijos, tus hijos no son
edificados, no se construyen valores en sus vidas, inclusive se privan de la ayuda de
Dios, porque se vuelven violentos, drogadictos, flojos en la escuela, rebeldes,
desobedientes, y es como si estuviéramos llevando a las reses al matadero, a
sacrificarlas.
Así también muchísimos jóvenes, están siendo llevados por sus padres, por esas
palabras abusivas, violentas y duras al matadero.
Dice Col 3,15:‖Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo
fuisteis llamados‖. La paz de Dios es ese estado de tranquilidad, de reconciliación
con Dios, de conciencia limpia, de tranquilidad.
El padre de familia que está con Dios a través de Jesucristo, que ha arreglado su
vida desordenada, el caos del hogar, que se propone levantar su casa sobre Cristo
Jesús, es gobernado por la paz de Dios y tiene el temperamento, el valor, el
carácter para educar a sus hijos, para sacarlos adelante.
Cuando no tenemos paz destruimos mucho. Nos volvemos violentos, abusivos,
groseros, duros, ásperos con la esposa, no la comprendemos, queremos terminar
rápido con el problema y le decimos un sinnúmero de cosas, palabras y amenazas.
Pero no tenemos el valor y el coraje real que hace a un hombre de verdad para
enfrentar los problemas, sino más bien tenemos una cobardía de no querer
enfrentar los problemas.
Por eso es más fácil que el padre se salga a la calle a tomar cerveza con los amigos
y dejar el hogar desamparado y la madre se vuelva a sus amigas y los hijos anden en
la calle.
Cuando un hogar es gobernado por la paz de Dios, hay orden, tranquilidad y una
serenidad de espíritu que permite educar a los hijos, sacar adelante los problemas,
tomar decisiones acertadas. Te da la fuerza para soportar los problemas y la
paciencia para educar un hijo.
Se requiere que los padres de familia vuelvan su corazón a sus hijos, tengan
hogares integrados, firmes en Dios, hogares que fomenten los valores morales,
éticos y familiares. Padres que luchen valientemente, que estén dispuestos a pelear
por sus hijos para que no sean destruidos.
Millones de adolescentes y jóvenes van camino a la destrucción, sus pies se
apresuran a las drogas, al alcohol, al sexo promiscuo y a la violencia. Sólo hay una
esperanza: un hogar fundado en Cristo, un hogar fundado en Dios.
Los padres deben luchar para que nuestros jóvenes no tengan vergüenza de ser
jóvenes ni nadie se avergüence de su juventud, como lo dice 1 Tim. 4,12

e. TRABAJO EN GRUPO
En grupos pequeños diseñar la tarea para ayudar a los jóvenes a que sean una
contribución a la sociedad de hoy. Responde ¿Cómo guiar a los hijos para que sean
buenos ciudadanos y contribuyan al bienestar de los que les rodean?
f. PLENARIA
g. LLAMADA A LA ACCIÓN
De todas las sugerencias marcar las prioridades. El orden que vamos a realizar lo
dicho en la plenaria.
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

9. VOCACION DE ESTUDIANTE DEL ADOLESCENTE


a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
1) ¿Qué actitud tiene su hijo frente al estudio?
2) ¿Qué significa para su hijo el estudiar?
3) ¿Por qué tanto estudiante se queda reparando materias en las
instituciones?
4) ¿Por qué hay jóvenes con un pesimismo y pereza para ir a las
instituciones educativas?
5) ¿En qué está contribuyendo usted, como padre, para una actitud
positiva frene al estudio?
c. TESTO BIBLICO: Prov. 3,11-12
d. EXPOSICON DEL TEMA
Hay padres de familia que se quejan: ―Ya no sé cómo controlarlo… Tiene dos planas
de anotaciones negativas en el colegio…Constantemente me llama la profesora… No
se queda quieto ni un minuto… No se concentra… Ha bajado las notas… Estas son las
frecuentes quejas de los padres de niños que presentan este síndrome, el Déficit
Atencional (SDA) o Trastorno por Déficit Atencional.‖
Se le llama síndrome porque en este problema confluyen un conjunto de síntomas,
entre los cuales los más característicos son la falta de atención, dificultad para
concentrarse, impulsividad y en algunos casos asociado a hiperactividad motora
constante. Los síntomas antes mencionados, habitualmente se asocian a
dificultades en el aprendizaje escolar, problemas de adaptación y disminución de la
autoestima.
Todo ser humano tiene que servir para algo en la vida, lo difícil es saber para qué
sirve cada individuo.
Si hay algo verdaderamente importante en éste mundo, es conocernos a sí mismos,
raro es aquel que se conoce a sí mismo y aun cuando parezca increíble, es difícil
encontrar en la vida a alguna persona que tenga desarrollado el sentido vocacional.
Cuando alguien está plenamente convencido del papel que tiene que representar en
la existencia, se esfuerza, se prepara con entusiasmo, hace entonces de su
vocación un apostolado, una religión, y se convierte de hecho y por derecho propio
en un apóstol de la humanidad. Esto es el camino de una VOCACIÓN.
Quien conoce su vocación o quien la llega a descubrir por sí mismo, pasa por un
cambio tremendo, ya no busca el éxito, poco le interesa el dinero, la fama, la
gratitud, su placer está entonces prepararse, aunque le exija esfuerzo, sacrificio,
encuentra dicha en ello y en responder a un llamado íntimo, profundo, ignoto de su
propia esencia interior.
Lo más interesante de todo esto es que el sentido VOCACIONAL nada tiene que
ver con el YO, pues aunque parezca extraño el YO aborrece a nuestra propia
vocación porque el YO solamente apetece jugosas entradas monetarias, posición,
fama, etc.
El sentido de la VOCACIÓN, es algo que pertenece a nuestra propia ESENCIA
INTERIOR; es algo muy de adentro, muy profundo, muy íntimo.
El sentido vocacional lleva al hombre a acometer con verdadero denuedo y
desinterés verdadero las más tremendas empresas a costa de toda clase de
sufrimientos y calvarios. Es por lo tanto apenas normal que el YO aborrezca la
verdadera vocación.
El sentido de la VOCACIÓN nos conduce de hecho por la senda del heroísmo
legítimo, aun cuando tengamos que soportar estoicamente toda clase de infamias,
traiciones y calumnias.
El día que un hombre pueda decir la verdad: "YO SE QUIEN SOY Y CUAL ES MI
VERDADERA VOCACIÓN", desde ese instante comenzará a vivir con verdadera
rectitud y amor. Un hombre así vive en su obra y su obra en él.
Los jóvenes necesitan educadores que mantengan principios continuamente delante
de ellos. Que los lleven a descubrir un sentido a la vida, para esforzarse en los
estudios, en prepararse para responder a una vocación.
La evolución humana quedó estancada y después entró en el camino descendente de
la Involución y degeneración.
La mente humana ya no tiene la bella espontaneidad natural de otros tiempos.
La mente de esta perversa generación de víboras, se ha vuelto espontáneamente
torpe y no conserva nada de su antigua prontitud y elasticidad.
Los padres de familia y los maestros de escuela están enfermos, ¡terriblemente
enfermos! de materialismo y estupidez y con sus teorías y opiniones infectan
horriblemente la mente de los niños.
Hoy nos encontramos con una enfermedad llamada ―moda‖, es un tipo de psicosis,
donde la persona que la padece se hace imitador cien por cien, es la llamada moda,
si una mujer famosa aparece en público usando minifalda todas la usan, y si aparece
semidesnuda, todas la imitan, así es la moda.
La ―moda‖ materialista ha contagiado la mente de las nuevas generaciones. Las
ideas materialistas infectan las mentes de los niños y jóvenes, con el visto bueno de
las autoridades oficiales.
Los ignorantes ilustrados del materialismo dialéctico han sentado el dogma de que
no se debe aceptar nada que no esté demostrado por la evidencia de los sentidos y
el razonamiento.
Esta es una frase de relumbrón con la cual muchos necios presumen de inteligentes.
Nosotros sólo podemos aceptar la infalibilidad de la razón y la evidencia de los
sentidos, cuando existe exclusión de los elementos subjetivos.
Sólo el razonamiento objetivo y la receptibilidad objetiva resultan exactos, empero
la dialéctica materialista siendo subjetiva nada sabe de objetividad.
Los educadores modernos con su ―Moda‖ materialista están destruyendo la mente
humana para ponerla a la moda.
Ya los niños no aceptan lo que salga de la ―Moda‖, están enfermos de psicosis
materialista.
Por estos tiempos las frases ―Moda‖ son muy populares, para todo lo que se salga
de la moda hay frases como éstas ―Eso no está demostrado‖, ―Eso no existe‖, ―Esa
es una alucinación‖, etc., etc., etc.
Se acabaron los cuentecitos de hadas, sirenas y palacios encantados, ya a nadie le
interesan las Mil y una Noches.
Ahora niños y jóvenes de ambos sexos nutren sus mentes con teorías materialistas
y películas de asesinos, prostitutas y ladrones.
El resultado de semejante alimentación intelectual lo tenemos a la vista: ―rebeldes
sin causa‖. Asesinos prematuros, ladrones recién salidos del cascarón, colegialas
embarazadas que abortan en secreto, asaltantes consentidos entre los llamados
―niños bien‖, etc., etc., etc.
Si alguien tiene una extra-percepción sensorial, si logra tener la dicha de ver
alguna criatura de las dimensiones superiores del espacio, todos dicen, esa fue una
alucinación y bien pronto lo llevan al psiquiatra.
En semejantes condiciones, la mente humana se ha vuelto espantosamente
mecánica.
La ―Moda‖ materialista ha atrapado la mente humana y ya nadie acepta algo que no
sea al ―Dios Materia‖.
La gente ya sólo piensa en función de los principios abominables del materialismo.
La humanidad es un órgano de la naturaleza, el ser humano es una ―Interfase‖.
Así, el entusiasmo de los educadores por sus materias, lleva a contagiar a los
estudiantes, si ellos están contagiados de entusiasmo a partir de un sentido de la
vida o si están del materialismo les va a interesar el estudio que los lleve a vivir su
materialismo o sentido de vida.
El ser humano tiene necesidades ordenadas jerárquicamente de acuerdo a su grado
de fuerza y de prioridad, siendo necesidades básicas para lograr un desarrollo
integral:
1) Fisiológicas: Respiración, alimentación, descanso.

2) Seguridad física, familiar.

3) Afiliación: Amistad, amor

4) Reconocimiento: Auto conocimiento, aceptación, confianza, respeto y

éxito.
5) Autorrealización: Creatividad, resolución de problemas, libertad,
espontaneidad, aceptación de hechos, a la crítica.
Si se logra satisfacer estas necesidades básicas, habrá dado un paso gigante en la
educación. Sin embargo la sociedad nos programa a través de:
La ignorancia
El temor.
La pobreza.
Las necesidades creadas.
La competencia.
La distracción.
Por lo tanto en el ser humano existe una lucha interna entre las fuerzas del
desarrollo que le impulsan a la supervivencia, a la expansión, a la solidaridad y entre
los mecanismos de defensa que se alimentan de la ignorancia, del egoísmo y del
temor y le impulsan a la agresividad. Esta lucha se incrementa en tiempo de crisis
generando conductas desadaptadas.
Durante la adolescencia como periodo de cambios adquiere crucial importancia la
consolidación del concepto de sí mismo. Los individuos enfrentan el desafío de
aceptar el cambio de la propia imagen corporal y, gracias a su desarrollo intelectual
y emocional, contar con recursos que les ayudarán a definir aquellas dimensiones
requeridas para constituirse en un ser adulto. Una de ellas consiste en la
construcción de una persona independiente, capaz de tomar decisiones con
responsabilidad. Su ―independencia emocional‖ se ejercerá a la hora de enfrentar la
necesidad de adoptar fundamentales decisiones sobre trabajo, valores,
comportamiento sexual, elección de amistades, etc.
Ser adolescentes hoy es atravesar por situaciones de cambio que se complejizan en
el contexto de la posmodernidad.
Sabemos que, etimológicamente, adolescencia nos remite a "adolescere", de algo
que les falta y lo que provoca un re-acomodamiento en muchos sentidos. Varias
definiciones hacen alusión a este proceso.
El fenómeno de la adolescencia es un fenómeno de nuestra era y de
nuestra cultura occidental, un producto de nuestro siglo. En esta etapa de la vida
inciden el tipo de sociedad, vinculadas a su ideología y al lugar que se le asigna al
púber y los jóvenes constituyen un universo social cambiante y discontinuo, cuyas
características son resultado de una negociación-tensión entre la categoría
sociocultural asignada por la sociedad particular y la actualización subjetiva que
sujetos concretos llevan a cabo a partir de la interiorización diferenciada de los
esquemas de la cultura vigente. En otras palabras, las marcas identitarias se nutren
de los paradigmas que una sociedad quiere inculcarles con el encuentro de nuevas
libertades en el adolescente.
El pasaje del niño al adolescente se manifiesta por cambios físicos (la pubertad),
por cambios psíquicos y por cambios sociales y afectivos.
El joven vive una permanente construcción de identidades, de un yo único y
verdadero, preguntándose permanentemente ¿quién soy? ¿Qué quiero hacer de mi
vida? ¿Qué valores hago míos?, situación que lo conmociona: debe enfrentarse a los
cambios, y esto produce confusión, contradicción y temor. No puede aún renunciar
a ciertos aspectos de su niñez y también acepta que debe ir adquiriendo otras
responsabilidades, lo que le cuesta.
Encontramos también en ellos, cierta inestabilidad emocional, provocada por lo
anteriormente expresado: hay fluctuaciones en el estado de ánimo, de la euforia de
la omnipotencia a la tristeza del desaliento, del amor al desprecio, de la aceptación
a la rebeldía, de un idealismo a un marcado materialismo. El adolescente tiene una
visión "romántica" de su existencia: busca ideales, proyectos grandiosos, grandes
ansias de vivir. Se abre un mundo nuevo al cual quieren proyectarse. Veremos luego
si esta idea aún perdura en la posmodernidad y si se logran definir esas
contradicciones.
Otra característica adolescente se da en el plano de la integración social: las
relaciones con la familia u otras instituciones tradicionales (escuela, religión) se
desvanecen en pos de entablar nuevas relaciones con los pares, con grupos de
individuos que comparten las mismas experiencias y sensaciones. Como veremos más
adelante, en la actualidad, a estos se les agrega un nuevo factor de socialización:
los medios masivos de comunicación, de marcada incidencia en la formación de
identidades adolescentes.
Se pierde la figura de los padres como modelos a seguir (aunque se buscan figuras
sustitutivas, generalmente en la TV), y se prefiere pasar más tiempo con los
compañeros o amigos.
Otro aspecto es el descubrimiento de una nueva moral, la apertura a un idealismo
ético. La razón es la medida de los cuestionamientos, tanto internos como externos.
El desarrollo cognitivo en el adolescente es marcado: se pasa de
una lógica concreta a una lógica formal, que les permite pensar más allá de
los límites de lo real. Esa posibilidad de traspasar los límites de lo sensible y entrar
en los dominios de lo abstracto por imperio de la razón es lo que hace que el joven
se plantee diversas hipótesis y se abra a las "infinitas aristas de lo posible". Tiene
una avidez por lo intelectual, por el saber y juzga las normas y los valores desde un
punto de vista moral: el deber ser, como orden racional e ideal. Ahora bien, ¿cuál es
el saber que busca el adolescente actual? ¿Cuáles son los valores que lo impulsan?
El perfil de adulto que los adolescentes creen que desean ser se compone, en
primer lugar, por el éxito, aspiración que responde a un mandato social y mediático,
destinada a convertirse en rasgo. En segundo lugar, destacan aquellos elementos
que desde la formación primaria en las familias y en la escuela se aspira desarrollar
en las generaciones jóvenes: la responsabilidad y la capacidad de trabajo.
En el tránsito cargado de cambios definitorios que es la etapa adolescente, los
individuos buscan referentes alternativos a los ofrecidos en el medio familiar, que
les ayuden a definir perfiles originales. El distanciamiento de los roles, gustos e
intereses de la infancia se inicia por el descubrimiento de que los modelos a mano
en las familias no le resultan útiles y continúa en la búsqueda de rasgos atractivos
en personajes del mundo público o de su mundo social a los cuales admirar. Las
personas que hoy cuentan con los perfiles que atraen a los adolescentes se ubican
en tres planos claramente diferenciados. En orden de importancia se hallan:
→ Personajes de la escena pública, ellos cuentan con aquellos rasgos que atraen
más a los jóvenes en la medida en que parecen canalizar intereses y motivaciones
particulares de la etapa en la que se encuentran.
→ Personas del ámbito familiar, en la medida en que un sector de adolescentes
encuentra allí a quienes tienen rasgos que resultan útiles en el proceso de
consolidación de la identidad.
→ Personas que componen la esfera social inmediata: amistades y compañeros de
aula con quienes comparten intereses y ejercitan a través de sus relaciones la
posibilidad de construcción de vínculos afectivos distintos a los familiares.
En el primer orden de preferencias en la escena privada se sitúan las personas del
círculo inmediato: la madre, el padre, un hermano/a mayor, ambos padres y en el
círculo de la familia extendida: abuela, abuelo, tíos, primo/a y padres. Un sector de
los adolescentes entrevistados, alrededor de uno de cada diez, indicaba no admirar
a nadie de su círculo familiar, sin mostrar diferencias de género
La madre es la persona más admirada por los adolescentes. Entre las
características peculiares de la persona del ámbito familiar a la que el adolescente
admira, destacan: la comprensión, el compromiso y la protección, la capacidad de
trabajo, el esfuerzo y la lealtad.
Acerca de las razones por las que un sector de jóvenes no admira algo en los
padres, debido a una actitud adolescente de alejamiento de sus progenitores en
razón de no compartir criterios, normas, estrategias y estilos de relación; o, no
encontrar en sus padres los logros suficientes para admirarlos.
Se necesita buscar protegerse en primer lugar de los enemigos internos (los
temores, la ignorancia, la pereza, la dependencia y el egoísmo) y alejarse de las
personas negativas. Es mejor una cabeza bien formada que una cabeza muy
informada.
Hasta hace poco el educador era una imagen de saber, de moral, de experiencia,
tenía el poder de entrar en la conciencia de los alumnos y de educarlos; pero los
tiempos han cambiado y hoy los niños tienen muchos "maestros", como los amigos, la
calle, la T.V. internet, videojuegos, etc. Que les enseñan muchas cosas que tienen
poco o nada que ver con sus verdaderas necesidades y confundidos con numerosas
ofertas de placer y libertad, no saben a quién creer.
Sin duda alguna, los medios masivos de comunicación ejercen gran influencia en los
comportamientos y actitudes de los adolescentes. Donde llegan los mass-media no
quedan intactos las creencias, los saberes y las lealtades. Todos los niveles
culturales se reconfiguran cuando se produce un giro tecnológico de la magnitud
implicada en la transmisión electrónica de imágenes y sonidos.
Los adolescentes están expuestos a los estímulos mediáticos, que impactan
directamente en la subjetividad proponiendo modas, imágenes, formas de ser,
marcas y emblemas. Esta exposición ha hecho que, como bien lo manifiesta Daniela
Blanco, la escuela haya dejado de ser el centro exclusivo de producción y
transmisión de conocimientos. Resquebrajan la legitimidad de la escuela. Los medios
audiovisuales (televisión, internet) llegaron a convertirse en "educadores a
distancia". El saber que los adolescentes buscan no está en la escuela, sino en éstos
medios.
Los medios masivos de formato audiovisual son los nuevos agentes de la
socialización que se suman a los tradicionales (la familia, la escuela, el trabajo) a los
que plantea una tenaz batalla". El chat permite relacionar, impersonalmente, a
individuos de países y culturas diferentes.
Hay una "dependencia" de los mass-media. Esto hace que el adolescente imite
ciertas conductas de personajes mediáticos con los cuales se identifica, los que
llegan a ser modelos sustitutivos. Esta imitación se da más que nada en lo
lingüístico: imitan expresiones tomadas de la TV, ejemplo, "tipo na" "estás out", "y
bueno, nada", etc. Los mismos adolescentes aceptan que la televisión va formando
sus personalidades.
En el adolescente toda la influencia que recibe le produce confusión, que es causa
de muchos temores.
El temor es un sentimiento inconsciente aprendido en la primera infancia, por
condicionamiento, en contra del cual, poco puede la razón. Los temores se
incrementan en tiempo de crisis.
El temor desencadena automáticamente los procesos psicológicos que conducen al
fracaso: inhibe las capacidades físicas y mentales, de modo que las personas se
sienten sin ideas, sin energía y sin valor para decidir.
Para protegerse de este temor, el ser humano recurre a un mecanismo inconsciente
de defensa: La inhibición. Al no actuar, no se equivoca y por tanto, nadie podrá
lastimarlo .Lo peor que puede hacer un ser humano es inhibirse.
De acuerdo con mi experiencia como pedagoga y docente, el adolescente tiene
varios temores:
Uno de ellos es el temor a equivocarse y esto se debe a la forma errónea de
valorar la conducta humana. No se valora lo más importante, como es el esfuerzo y
la intención sino el resultado. No se juzga la acción, sino a la persona .Cuantas veces
castigamos por un número y no vemos el daño que se puede hacer por un comentario
que lo lastime.
Otro de ellos es el temor al fracaso que hace que nos aferremos a formas de
sentir, de pensar y de vivir establecidas, a sabiendas de que son generadoras de
muchos males.
El temor al fracaso nos vuelve conservadores, rígidos y opuestos a los cambios y
esto desencadena los mecanismos de defensa que son agresividad, intolerancia y
autoritarismo.
En la actualidad los conceptos de éxito son: La riqueza, el poder, la fama. Las
personas viven obsesionadas por el logro de estos objetivos. El temor de fracasar
hace que los seres humanos sacrifiquen, el tiempo, los sueños, la amistad, el amor y
hasta la dignidad para lograrlos
Y por último dentro varios temores, es el temor al conocimiento. La ignorancia es
una forma de evadir la responsabilidad. Entre más conocimiento tenemos
adquirimos más conciencia y en consecuencia obtenemos más responsabilidad.
El temor a la responsabilidad proviene de la baja autoestima, de la pereza mental,
la apatía y de la falta de ideales y metas.
La responsabilidad es un hábito personal que depende en parte de las exigencias y
de las expectativas de la sociedad. Este hábito se adquiere desde niño. Está hecho
de límites, constancia y motivación.
Pero ¿por qué el desinterés por el estudio y el bajo rendimiento escolar?
La razón es muy sencilla. Durante años, los poderes establecidos, han reprimido el
impulso al conocimiento y a la libertad, porque una sociedad capacitada y libre
escapa a su control y no se presta para servir a sus intereses.
Aunque parezca increíble, los padres y maestros son los principales ejecutores de
la represión, sin percatarse de ello.
La escuela es un mundo de competencia. Los niños y jóvenes tienen que adaptarse y
encontrar un lugar en el grupo; hacer amigos y conservarlos; adquirir hábitos de
atención, lectura, razonamiento y disciplina mental; rendir exámenes en los cuales
se pone a prueba la inteligencia y se corre el riesgo de fracasar, dejando en
entredicho la autoestima; todo lo cual supone una angustia diaria.
Causas del poco interés por el estudio y del bajo rendimiento
Los adolescentes no encuentran el sentido de tener que estudiar cosas que en nada
se relacionan con sus propios intereses y que a su juicio, no les servirán para nada
en la vida real, en un futuro que vislumbran incierto y sin horizontes. Los modelos
que se les muestran como exitosos no son los científicos, los académicos, los
esforzados, los perseverantes, los honestos. Por el contrario, triunfan en la vida ―el
vividor‖, el que roba, el que traiciona o el que engaña según vemos en los medios
audiovisuales. Los chicos tienen como modelo a imitar, en palabras de los mismos
adolescentes, ―a aquel que es joven, tiene dinero y hace lo que quiere‖.
Entre los rasgos comunes en el perfil del adolescente actual, se destacan:
competitividad, irresponsabilidad, hedonismo, banalidad, consumismo, falta de
motivación por los estudios, inmediatismo e individualismo, pero también
solidaridad, compañerismo y compromiso. Estos elementos trazan, como en un
caleidoscopio, algunos rasgos de la etapa adolescente que aparecen contradictorios.
Es frecuente encontrar en ellos y en el discurso la importancia de lo cotidiano e
inmediato en sus percepciones de la vida: Se cansan del estudio, porque lo que les
apetece es salir. No les gusta ir al instituto… un poco irresponsables. Les faltan
valores… son individualistas. Liberales, extrovertidos, amigables, solidarios
Ilusiones y aspiraciones acerca del futuro en el mundo adolescente se hallan
objetivamente delimitadas por las posibilidades reales que encuentren para
alcanzarlas, lo que nos refiere, entre otros factores, a las oportunidades que
encuentren y a las competencias individuales con que cuenten a tal efecto. Las
fuentes más usuales de preocupación que tienen ponen en relieve cierta conciencia
de que tales posibilidades afectarán el logro de sus aspiraciones respecto al
futuro. Los aspectos catalogados por ellos mismos como las principales
preocupaciones de los jóvenes revelan imágenes de un futuro que en ocasiones
sienten incierto. Tales preocupaciones se originan, de una parte, en las dificultades
que encaran cotidianamente en los estudios y, de otra, desde la conciencia que
tienen acerca de la coyuntura económica que atraviesa el país y las formas en las
que sus efectos pueden incidir en su alcance de metas e ilusiones.
El desinterés de un adolescente en la educación es un factor de riesgo importante
para el fracaso y el absentismo escolar, que es una preocupación pública. El
absentismo escolar está relacionado con la conducta delictiva, el aislamiento social,
el embarazo adolescente y el fracaso escolar en los alumnos.
Algunos adolescentes se vuelven desinteresados en la escuela porque están
ansiosos de ganar un sueldo, o porque consideran que la escuela no es para ellos.
Esta falta de interés en la educación es perjudicial, ya que minimiza las
oportunidades laborales para los adolescentes cuando por fin llegue la transición a
la edad adulta, y los expone a conductas de riesgo.
¿Cuál es el problema cuándo los adolescentes a pesar de tener una buena relación
con un docente y no tener problemas de disciplina no se deciden a estudiar y no
toman conciencia de las oportunidades perdidas? ¿Cómo se los puede motivar?
¿Cómo se logra revertir esa apatía y se vuelve a instaurar la ―cultura del
esfuerzo‖?
Los educadores tenemos que empezar a pensar en encontrar la manera de que la
familia y el colegio trabajen juntos a fin de lograr ayudar a los adolescentes para
que comprendan el valor del estudio y del esfuerzo en pos de conseguir lo que se
propongan. Para lograrlo es fundamental el rol de la motivación, que los psicólogos
definen como la energía que nos mueve a proponernos objetivos y nos ayuda a
lograrlos.
Dos factores juegan fuertemente en la motivación: la autoestima y la resiliencia.
El primero es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones,
sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos,
hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro
cuerpo y nuestro carácter. El segundo, se define como la capacidad de los sujetos
para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas.
Al describir a los adolescentes, con frecuencia se recurre a tópicos comunes y
hasta anticuados, que suelen ubicarlos en polos extremos. En uno de ellos se los
define como críticos, rebeldes, maleducados, poco respetuosos, gamberros e
indisciplinados; en el otro, se identifica a los adolescentes como solidarios,
creativos, comprometidos, etc. En cualquier caso, los adultos tienden a considerar
―normales‖ a aquellos jóvenes que satisfagan determinadas expectativas adultas. Lo
que se echa en falta en un sector del mundo adulto es la cercanía para advertir las
percepciones que los adolescentes tienen hoy respecto de sus experiencias, sus
opciones de vida y de su futuro. En algunos adultos quizá se echa en falta una
mayor sensibilidad y apertura respecto a los adolescentes de hoy, para
comprenderles y ayudarles a crecer y formarse como ciudadanos responsables,
respetuosos, tolerantes y solidarios.
Debemos tener en cuenta que las decisiones acertadas en la elección de la carrera
profesional constituyen una de las aspiraciones que un sector de adolescentes.
A partir de las percepciones de las chicas, podría pensarse que un sector de ellas
empieza a distanciarse de las imágenes tradicionales que asimilan a la mujer al
conservadurismo, al mostrarse más inclinadas a tener experiencias innovadoras en
su futuro.
Uno de los mandatos paternos en la socialización de los hijos durante la
adolescencia inculca el sentido de responsabilidad, al tiempo de proveerles como
respaldo los recursos afectivos para formar y consolidar la identidad del joven.
Actitudes y comportamientos paternos deben dirigirse a favorecer en el
adolescente el desarrollo de la autonomía e independencia. Una esfera privilegiada
para ejercitarlas corresponde a las decisiones que empiezan a tomar acerca de los
estudios, el trabajo, la pareja, la sexualidad, el círculo de amistades, la vida social,
el uso del tiempo libre, entre las más significativas. Las preocupaciones de los
adolescentes respecto a tales asuntos revelan implícitamente que los jóvenes se
sienten ante el desafío de acertar en la toma de sus decisiones.
Sin embargo, el adolescente es muy propenso a caer en la baja autoestima, en sus
formas más dañinas, puede conducir a sobredosis de drogas, relaciones abusivas y
el suicidio. La baja autoestima disminuye la capacidad de una persona para hacer
frente de manera sana a los desafíos de la vida, y alienta a los pacientes a
centrarse en los aspectos negativos de la misma. Los adolescentes con un nivel
relativamente bajo de autoestima están en riesgo de tomar malas decisiones que
podrían tener efectos duraderos en la edad adulta. Los adolescentes con baja
autoestima se vuelvan conscientes de las creencias negativas que tienen de sí
mismos, las desafían y reemplacen por otras más positivas.
Tras la crisis de identidad que ocurre durante la adolescencia, enmarcada en una
etapa de cambios físicos, psicológicos y sociales, el sujeto se encamina hacia la
consolidación de una individualidad que lo diferencie de otros. El proceso de
transformaciones propio de la adolescencia implica la ―pérdida de un sentimiento de
identidad‖ que es expresada con frecuencia mediante una desdeñosa y presuntuosa
hostilidad hacia el papel que es ofrecido como adecuado y deseable por la propia
familia o la comunidad inmediata. Cualquier aspecto del papel requerido, o bien todo
él, ya se trate de la masculinidad o la feminidad, de o la nacionalidad o la
pertenencia a una clase social, puede convertirse en el principal foco de agrio
desdén por parte del joven o de la joven. Al proceso de construcción en el que los
individuos definen su forma de ser adultos contribuyen, además del medio familiar,
el papel del sistema educativo y otros significantes, como los grupos de pares. En
una era globalizada, en este proceso intervienen los medios de comunicación.
Cuando eres adulto puedes tomar tus propias decisiones. De niño no puedes hacer
eso. En la adolescencia puedes tomar algunas decisiones, pero cuando eres adulto
ya puedes tomarlas todas. Entonces, tomando tantas decisiones, tienes que conocer
muchísimo más todas las consecuencias.
Es necesario ayudar a los adolescentes a comprender que todos y cada uno de
ellos son capaces de lograr lo que se propongan siempre y cuando estén dispuestos
a esforzarse y trabajar en pos de lo que desean. La autoestima y la motivación se
retroalimentan.
La autoestima y la motivación para aprender son las resultantes directas de la
atención que los adolescentes reciben en casa y en el colegio. Educadores y
padres deben esforzarse para crear un ambiente que favorezca el diálogo tanto en
el hogar como en la institución escolar y deben trabajar juntos para crear las
condiciones necesarias para la construcción colectiva del conocimiento, asumiendo
responsabilidades y superando diferencias y expectativas recíprocas equivocadas.
Es de vital importancia que los docentes revisen críticamente qué es lo que
funciona en la práctica y qué es lo que ya no sirve pero se sigue haciendo por
comodidad o por inercia. De esta forma se podrá ver qué modelo de enseñanza
podría reemplazar al modelo de institución tradicional que aún predomina y que
resulta anacrónico en la sociedad posmoderna.
Las prácticas pedagógicas deben adecuarse a la época que nos toca vivir y la
escuela debe explotar al máximo las posibilidades que nos brinda la tecnología,
debemos reconocer que el estudio, y por lo tanto el proceso de aprendizaje,
implica esfuerzo y requiere tiempo y dedicación individual.
Los adultos nos quejamos de la apatía y de la falta de interés de los adolescentes,
pero no debemos olvidar que la institución educativa es un microcosmo que
refleja lo que sucede en la sociedad en la que está inserta. La costumbre de
llegar a obtener lo que se quiere con el mínimo esfuerzo y lo más rápido posible se
ha enraizado en todos los ámbitos y es lógico por lo tanto que también lo haya
hecho en la institución educativa y, especialmente, en la etapa de la
Educación Obligatoria Secundaria.
La educación constituye para los jóvenes de hoy una de las fuentes principales de
preocupación y el fantasma del fracaso escolar perturba la tranquilidad del
adolescente porque sabe que afecta (o aleja) las posibilidades de alcanzar sus
metas.
La escuela ya no se posiciona como el lugar del saber, esto ha quedado para el
pasado. Ésta se ha convertido en una especie de guardería de adolescentes cuyo
único objetivo es alcanzar la nota de aprobado de cualquier manera posible
(copiando, mintiendo, etc.), siempre que no incluya el esfuerzo individual que implica
estudiar.
Del fracaso escolar se culpa, según los intereses dominantes, al docente, a la
institución, a los jóvenes o a la familia. Pero no debemos olvidar que de esta crisis
también puede salir la oportunidad de hacer una institución atractiva y amigable
nuevamente que cumpla con sus fines formativos y no sólo ―contenga‖ a los jóvenes,
no debe olvidarse el hecho incontrovertible de que la institución escolar sigue
cumpliendo el mandato social de transmitir conocimientos y valores. Dar pasos
hacia una mejor enseñanza que brinde a los adolescentes una óptima formación que
los prepare para enfrentarse al mundo complejo, tecnológico y competitivo en el
que viven.
En la era de la globalización, cargada de novedades tecnológicas y de modelos de
vida distintos, los jóvenes se hallan expuestos a una creciente y al mismo tiempo
constantemente renovada oferta de estilos personales y valores a los cuales
admirar o imitar. La tradicional esfera primaria de socialización de la familia
resulta asediada de manera permanente por ofertas que desde fuera de ella
transmiten valores, modelos de vida, aspiraciones que, en ocasiones, colisionan con
aquellos que las familias pretenden inculcar. Los medios de comunicación se han
convertido en el privilegiado vehículo transmisor de esas nuevas formas de vida. En
un contexto como este, en el que ahora además se da el apremio que una parte
importante de la población sufre para mantenerse protegidos de los efectos de la
crisis económica, entre los jóvenes habita la urgencia de afrontar el desconcierto a
fin de alcanzar sus aspiraciones en ese nuevo escenario. Nos preguntamos en
seguida por aquellos factores que pueden incidir en las imágenes que los jóvenes
construyen acerca de quiénes esperan ser y cómo esperan ser percibidos por los
otros, por un lado y, por el otro, su percepción en torno a los elementos que afectan
las aspiraciones que respecto al futuro tienen estos adolescentes.
También nos encontramos, que uno de los rasgos de la posmodernidad es, sin dudas,
el de la fugacidad y la relatividad de las cosas. Ya no hay valores absolutos, más
bien un desencanto de valores modernos como verdad, libertad, justicia,
racionalidad; las concepciones objetivas y rigurosas dan paso a concepciones más
flexibles, a "la diferencia", "la discontinuidad". Se proponen soluciones pasajeras,
fugaces.
Lo posmoderno está destinado a durar poco tiempo y a variar infinidad de veces.
Domina hoy la precariedad. Es el sentimiento de inestabilidad asociado a la
desaparición de puntos fijos donde situar la confianza. Desaparece la confianza en
uno mismo, en los otros y en la comunidad.
Los adolescentes no están exentos a esta realidad. De las entrevistas realizadas y
de la misma realidad, nos damos cuenta que hay retrasos en asumir
responsabilidades (especialmente en lo que se refiere al estudio escolar) y se
tiende a extender el período de la adolescencia lo más que se pueda, porque no hay
nada seguro más que lo que se vive, el aquí y ahora. Viven el momento sin tener
expectativas sobre el futuro, sin aspiraciones ni metas. Por ejemplo, los intereses
que manejan hoy los adolescentes son las de "pasarla bien", "estar todo el tiempo
con los amigos", "salir los fines de semana", "el viaje de egresados", "tomar algo",
etc. Dicen, sin embargo, que les preocupa su futuro y que en algún momento se ven
obligados a estudiar para prepararse mejor (especialmente los del último año del
Polimodal). Quieren obtener los frutos sin pasar por la fatiga del estudio.
Contradicción marcada de quienes piensan cada vez menos en asumir roles de
adulto y extender lo más posible un estilo de vida distante y despreocupada de
toda obligación; estilo de vida que muchas veces es estimulado por la propia
sociedad posmoderna, que ven en la juventud no una edad sino una estética de la
vida cotidiana, el "estilo joven".
La escuela debe ser el lugar desde dónde las distintas visiones del mundo que
tienen los adolescentes y adultos se encuentren y dialoguen. La relación docente-
alumno es por naturaleza asimétrica, y así debe ser, pero hoy la autoridad ya no
se impone: debe construirse día a día por medio del respeto, que es un camino
de ida y vuelta.
Comprender la situación actual exige observar atenta y reflexivamente un mundo
exterior a la institución escolar que se muestra confuso y desorientado. En ese
mundo interactúan padres, docentes y alumnos, con el mercado y los medios de
comunicación más allá de los muros del colegio y sus ecos resuenan dentro de
ella. Es común ver el desajuste de expectativas entre padres, docentes y alumnos,
que muchas veces contribuye a desacreditar la autoridad y debilitar el rol
formador de la escuela.
Por la parte que le corresponde, la didáctica intenta entender y dar respuestas
válidas para estos tiempos de cambio vertiginoso a través de diversas propuestas
pero sabemos que la escuela tiene sus propios tiempos y que las adaptaciones y los
cambios dentro de la institución son lentos. Ante esta situación tan difícil que se
da es necesario que cada institución cuente con la ayuda de docentes
encargados del bienestar estudiantil y de orientación, y profesionales idóneos
en otros campos como la psicología, el psicoanálisis, la dinámica de grupos,
etc., que orientan a los alumnos y trabajan colaborando con los docentes, quienes
tendrán que adaptarse a los cambios y aceptar un nuevo rol de perfiles aún no muy
bien definidos, ya que el contexto en el que vivimos es nuevo, al igual que muchas
actitudes de los alumnos.
Al igual que los representantes de los alumnos hagan un pacto educativo con los
docentes para dicha orientación motivacional y de autoestima. Que con el ejemplo
les ayuden a vivir con entusiasmo su etapa estudiantil.
Es cierto que desde la mentalidad materialista, la motivación monetaria no ayuda,
pues el docente debe cambiar su motivación como educador y no sea el sueldo, sino
otro campo.
De algún modo debemos encontrar la forma de escuchar a los adolescentes; de
ayudarlos a reflexionar críticamente sobre el uso de su tiempo libre, sobre el rol
del estudio en sus vidas y sobre la influencia que sobre ellos tienen estos nuevos
agentes de socialización. Habrá que buscar estrategias para llegar a resultados
positivos y destinar tiempo institucional para este fin.
La institución educativa no puede competir con los modos tecnológicos que les
aportan a los jóvenes otro tipo de saberes a través de Internet, la comunicación vía
chat y los teléfonos móviles, la inmediatez de la imagen en la televisión y la música
de moda que llevan a todas partes. Pero sí se puede desde la enseñanza abrir un
espacio para el diálogo, indagando a cerca de los nuevos contextos socioculturales,
respetándolos y tratando de integrarlos, reconociendo que los productos que
promueve el mercado a velocidad de vértigo y los medios de comunicación, son
parte muy importante de la vida juvenil y sacando de ellos el mejor provecho
posible.
En este proceso de dialogo para ayudar a los adolescentes es necesario que los
padres y docentes tengan en cuenta la realidad que ellos son cada vez más
independientes en sus procesos de pensamiento y tienden a alejarse de los puntos
de vista de los adultos que solían aceptar con facilidad, por lo general es
improductivo y dañino para un adolescente demostrar un desprecio total por las
figuras de autoridad. La ira y la agresión son a menudo la razón por la cual los
adolescentes desarrollan un desprecio por la autoridad. Las consecuencias de este
tipo de comportamiento incluyen la suspensión y expulsión de la escuela, junto con
los problemas por incumplimiento de la ley. Es importante que los padres lleguen al
corazón de lo que está causando que sus hijos sean irrespetuosos con la autoridad
para mantenerlos fuera de problemas.
e. LLAMADA A LA ACCIÓN
Teniendo en cuenta que la mayoría de los adolescentes, en una cierta etapa de sus
vidas, desafiarán abiertamente los consejos y jerarquía de sus padres, así como de
otras figuras de autoridad. Algunos chicos, necesitarán de una asistencia
terapéutica, para poder encontrar las raíces que los hacen mantener una actitud
hostil con el resto del mundo, pero en la mayoría de los casos, bastará con que los
padres sepan amoldarse a los nuevos tiempos, anticipándose a los cambios cuando
su hijo todavía es un niño, o bien cambiando radicalmente su actitud cuando estos
ya comienzan a exhibir un comportamiento muy diferente al habitual.
La clave para enfrentarse a este tipo de adolescentes rebeldes, será evitar la
confrontación, ser paciente, y reconocer que usted ya tiene un hijo adolescente… El
punto más importante para recordar, es que la mayoría de los adolescentes
finalmente atravesarán esta fase y volverán a ser personas racionales y sensatas
en su forma de actuar.
La principal razón de las actitudes de rebeldía que muestran muchos adolescentes,
es por el hecho de que estos chicos necesitan demostrar que ya han dejado la niñez
y que nada es para ellos como antes, con lo que creen que encontrarán así su lugar
en el mundo adulto, un espacio dónde piensan que se encuentra la mejor parte de
las cosas.
Pero como niños que aún son, los adolescentes no podrán conocer los límites de su
comportamiento sin primero explorar los bordes. Nadie nace con un sentido natural
de lo correcto y lo incorrecto, sino que aprendemos mediante el ensayo y el error, a
medida que maduramos. En consecuencia, la mayoría de los adolescentes solo
necesitarán de esta etapa de sus vidas para aprender todas las lecciones que la
misma les enseñará, y encontrar así su lugar y comportamiento adecuado.
Pero… ¿Por qué esto siempre parece darse en los adolescentes y no en los niños
más chicos? Esto es así porque los adolescentes están aprendiendo a ser adultos,
no niños, pues ellos ya saben cómo ser niños. Pero claro, los adultos tienen mucha
más libertad que los niños, aunque también entienden, -a menudo mediante amargas
experiencias-, que la libertad también implica responsabilidades y enfrentamiento
con el mundo real. A los más chicos, los padres los protegen del mundo real, pero
los adolescentes no pueden estar siempre, ni necesariamente desear, siendo
protegidos contra este mundo real exterior.
Enfrentarse con los hijos adolescentes casi nunca funciona, sino que solo les
otorga una oportunidad para probar su voluntad y fuerza. Hablar armoniosa y
adecuadamente sobre sus nuevos comportamientos, siempre funcionará mejor,
aunque no necesariamente servirá con todos. Al hablar del comportamiento con su
hijo adolescente, hable del comportamiento en general, y no de su comportamiento
en un cierto detalle, para que ellos pueden ser lo más objetivos posible, y no sientan
la necesidad de proteger su postura.
Pero, cuando saque a la luz este tipo de temas con los adolescentes, esté preparada
con argumentos en la manga para entrar en la discusión, pues seguramente ellos le
retrucarán cada punto que usted les cite; recuerde, ellos no tienen los años de
experiencia que usted ha acumulado para llegar a esa sabiduría, por lo que debe
saber que nunca podrán mantener una discusión simétrica con su persona. Por eso,
no solo imparta su sabiduría de manera expresa y directa, sino también hágales
preguntas que los conduzcan a ellos a lograr su propia sabiduría.
Otro aspecto a tener en cuenta al manejar la rebelión adolescente, es el daño que
todos en la familia podrían sufrir a raíz de las discusiones. Al ocuparse de un
determinado comportamiento, piense cuan realmente importante es ese punto. ¿Es
un pelo teñido de naranja o un atuendo totalmente negro, un ítem verdaderamente
importante, que justifique iniciar una discusión con el adolescente? ¿Quién es él
que sale beneficiado de esta discusión? Puede ser algo embarazoso caminar en la
calle junto a él, ¿pero es realmente dañino? La misma sociedad será la que, tarde o
temprano, le mostrará las conveniencias de cambiar de ―modista y estilista‖ en su
próxima visita a la tienda de ropas y peluquería (y tal vez también le quite la
rebelión, ¿recuerda lo de Sansón y el pelo largo?) o directamente le hará la vida lo
suficientemente difícil (por ejemplo, mediante a imposibilidad de conseguir un
trabajo, y así independencia), como para que el adolescente desee cambiar.
Si, por otra parte, el adolescente está demostrando un comportando peligroso,
para sí mismos o para los demás, entonces sí será necesario tomar una cierta clase
de acción, pero, en lo posible, no de confrontación.
La paciencia con los adolescentes tal vez sea algo difícil de conseguir, pero sin
dudas es vital. Al igual que el perdón. Los padres necesitan ser firmes pero justos
con los adolescentes rebeldes. La clave es tratarlos como adultos, pero a la vez
protegerlos como cuando eran niños, y estar allí cuando ellos necesiten de nosotros.
Los padres necesitarán a veces explicarle a su hijo adolescente que ellos (los
padres) le demandarán un comportamiento adulto, pero que están dispuestos a
ayudarles a lograrlo, supervisándolos y perdonándolos cuando lo crean necesarios.
Si les da permiso para que ellos se manejarse como adultos al enfrentarse con
usted, esto también significará que podrá exigirles y demandarles ese mismo
comportamiento adulto cuando se trate del dinero, del cuidado del hogar, de las
responsabilidades frente a los demás, etc.
Será en ese momento cuando entenderán que aún deben contar con su sabiduría y
experiencia. Lecciones sutiles como esas, podrán tomar tiempo, pero casi seguro
que funcionarán. Por el contrario, gritar y hacer escenas de película, solo les
enseñará a manejarse de la misma manera, y difícilmente internalizarán la lección.
Recuerde que el verdadero aprendizaje, no se logra oyendo gritar a alguien, sino en
cada minuto de la vida misma.
Los adolescentes están en una edad en donde el mundo ya no les parece ser tan
grande como antes, y de hecho algunas personas que en algún momento les
resultaron modelos o ídolos, hoy en día pueden resultarles absolutamente pequeños
e insignificantes. Con respecto a los padres, los adolescentes tampoco responderán
a sus amenazas de la misma manera en que podían llegar a hacerlo cuando eran
niños pequeños.
Y es justamente en relación a esto que la mayoría de los padres suelen a menudo
complicarse en el trato con su hijo adolescente. Estamos hablando, sobre todo, de
su lentitud para responder al nuevo contexto, sin admitir que los mecanismos
utilizados en el pasado pueden ya no funcionar más.
En efecto, los adolescentes suelen cambiar más rápidamente que sus propios
padres, por lo que el conflicto simplemente puede surgir porque el padre no acepta
que ya no está tratando ni hablando más con un niño grande, sino con un adulto
joven. Esté, entonces, preparado para estos cambios cuando su hijo se vaya
acercando a su etapa adolescente, tratando de no esperar hasta que el mimo llegue
definitivamente allí.
En el mundo existen muchos oradores que asombran por su elocuencia, más son
pocas las personas que saben escuchar. Saber escuchar es muy difícil, pocas son de
verdad las personas que de verdad saben escuchar.
Frente a la educación, ya que en el adolescente la escuela, y en especial la figura
del docente, ocupaban en la modernidad un lugar primordial, debe buscar el
representante hacer un pacto educacional; teniendo en cuenta:
- El adolescente no busca el saber que los adolescentes imparten; tienen
inquietudes intelectuales, pero no lo manifiestan en la institución escolar, sino
que los tienen desplazados hacia otras fuentes de fácil acceso, como internet
o la televisión, con el consiguiente riesgo de la pérdida de veracidad y de
personalización que, en mayor o menor medida, se da en la institución.
- Mantener los adolescentes en el aula y que aprendan no es tarea fácil, más
allá que consideren que se debe conocer el perfil adolescente y
plantear estrategias acordes. El perfil del adolescente marca la
selección de contenidos y el ritmo de la clase.
- Que los docentes no deben mirar sus intereses a la hora de enseñar, salvo
excepciones. La forma de enseñar crea el ambiente para el adolescente
animarse o desentenderse de sus deberes: los docentes que mantienen
una actitud distante, que solo se preocupan en dejar una fotocopia o una
explicación oral y luego se desentienden, preocupándose sólo con que los
alumnos no molesten, esta lleva a oprimir al alumno y a rebelarse. Cuando los
docentes que se involucran con su aprendizaje e, incluso, afectivamente, los
deja más conformes, les permite aprender y entablar una
relación didáctica de cercanía pero con marcado respeto, respeto que tiene
que ver también con el grado de conocimiento que demuestre el profesor.
Igualmente el profesor debe respetarlos en su dignidad como personas, sin
abusos autoritarios ni menoscabarlos.
- Que el docente de hoy es que tiene que construir, día a día, su propia
legitimidad ante los jóvenes y adolescentes. Para ello debe recurrir a
técnicas y dispositivos de seducción que compitan con los medios
audiovisuales masivos. En cuanto a las estrategias que se pueden utilizar:
el juego competitivo, la dramatización, el debate, la escritura de reseñas
críticas, informes o monografías en grupo, conectar los contenidos
constantemente con el mundo real, etc., donde el trabajo intelectual va
acompañado con la oportunidad que se les da a los jóvenes de dar rienda
suelta a sus inquietudes de expresar ideas o sentimientos. Otra estrategia es
la del diálogo permanente. Muchos adolescentes, tal vez por la ausencia de los
padres que viven y actúan en función de aprovechar las pocas oportunidades
de trabajo que se les presentan, sumidos en el micro mundo de solo sobrevivir
y que no tienen tiempo o interés en velar por sus hijos, buscan en el docente
contención afectiva. Por supuesto, no tiene que olvidarse la función que
caracteriza a la escuela de desarrollar conocimientos y actitudes complejas y
necesarias para la inserción social y política de los jóvenes en el mundo
adulto. En ello deben sentirse respaldados por los representantes.
- Estimular cambios desde la escuela. Se tiene la impresión de cierto desánimo
o desesperanza en los alumnos adolescentes, que sienten que lo aprendido en
la escuela media no les servirá a futuro. Quizás esto sea un indicio de la falta
de contención en lo académico que ofrece la escuela media. Hay que promover
el amoldarse al nuevo tiempo que se vive. Creando y ofreciendo espacios de
construcción de ideales, abrirse a los intereses, expectativas y conocimientos
de los jóvenes y no limitarse a enseñar mecánicamente, sino también a
motivar, interesar, movilizar y desarrollar conocimientos significativos y que
forme personas y ciudadanos útiles para la vida; reasumir
la responsabilidad en la formación de ciudadanos con espíritu crítico y
capacidad de discernimiento; frente a una sociedad que masifica
estructuralmente, que tiende a homogeneizar, se debe tender a desarrollar
sujetos autónomos, capaces de descifrar los discursos mediáticos
y poder confrontar críticamente con lo que ven y consumen.
- Asumir el papel de representantes, padres de familia y docentes como una
verdadera vocación de servicio, que será la de comprometernos en ser
colaboradores para un mundo mejor.
- Acercándonos y comprendiendo al adolescente pero asumiendo nuestro rol de
formadores, debemos darles herramientas desde lo cognitivo para que no
sean meros espectadores sino protagonistas críticos; lograr que reasuman la
cultura del esfuerzo sin dejar de disfrutar su adolescencia; que readquieran
esos "viejos" ideales; que tengan proyectos de vida, concientizándolos en que
la etapa por la que atraviesan es un punto de partida hacia nuevos horizontes,
hacia nuevas vivencias y encuentros, no un fin en sí mismo.
- Asumir el compromiso de formarnos en la excelencia, y de capacitarnos
constantemente, actualizando conocimientos y estrategias de enseñanza pero
dejando margen para la creatividad que nace de la interacción áulica con los
alumnos, de quienes también se aprende..
- Tener presente los Tres Puntos en la Enseñanza: Entendimiento, sentimiento
y voluntad.

Entendimiento: Entendieron el
Pensamiento y mensaje
conocimiento
(Cabeza)
Sentimientos: Convicción
Valores y actitudes
(Corazón)
Voluntad: Acción, Respuesta, cambio de
respuesta vida.

Para ello debe tener como enfoques:


Que se debe tomar en cuenta para
que dé resultados en cada área

 Conceptos en vez de palabras.


 Preguntas en vez de
respuestas.
 Problemas en vez de razones
ENTENDIMIENTO
 Ejemplos en vez de hechos
aislados
 Experiencia personal en vez
historias inventadas.
 Tener el derecho en vez de
obligar
 Aceptar en vez de juzgar
SENTIMIENTOS  Humor (sano) en vez de
solemnidad
 Confianza en vez de
culpabilidad

 Sugerencias claras
 Ejemplos
VOLUNTAD
 Oportunidades de Aplicación

Tener presente los tipos de estudiantes y como aprenden

Estudiante Su Enfoque

 Esta persona quiere es


entender
 Satisfacer sus
ENTENDIMIENTO
inquietudes intelectuales
Mente su enfoque
 Piensa en el ¿por qué?
 Se frustra si no
satisface su conocimiento
 Esta persona quiere
satisfacer sus
sentimientos
SENTIMIENTOS
 Como ayuda en relaciones
Sentimientos su
y sus amigos
enfoque
 Ver la parte humana
 El cómo lo afectaría y a
los demás
 Busca el sentido práctico
VOLUNTAD  Que podemos hacer
Lo práctico su ahora
enfoque  Digamos esto a otros
 Probemos si funciona.

- Debemos hacer para que la enseñanza sea más práctica: Observación,


interpretación desde la mente del alumno, evaluar y buscar la aplicación.
- Procure que su hijo/a lleve una vida ordenada y descanse el tiempo necesario.
Aconséjele sobre la planificación en los estudios.
- Ofrézcale su colaboración, pero no haga nada que él pueda hacer sólo.
- Motívele elogiando sus esfuerzos, valorando sus cualidades personales (todos
tenemos alguna) y aceptando sin desánimo sus limitaciones. Propóngale metas
y esfuerzos realistas.
- No oculte información al tutor/a. Analice la información que le dan.
- Trate a cada hijo con iguales normas, pero valorando sus diferentes formas
de ser.
- No compare a sus hijo/a con otras personas o familiares.
- Preocúpese por él/ella como persona, no sólo como estudiante.
- Critique o corrija sus fallos (lo concreto), pero nunca su persona ( ―eres un
desastre‖).
- Evite proyectar sobre sus hijos sus éxitos o fracasos vitales.
- Oriéntele, pero evite imponerse en las opciones académicas de su hijo/a.
- Tenga una visión positiva de la vida, las personas y de su hijo/.
- LA EDUCACIÓN FUNDAMENTAL enseña a escuchar, enseña a vivir
sabiamente. Los maestros y maestras de escuelas, colegios, universidades
deben enseñarles a sus alumnos y alumnas el camino auténtico del verdadero
refinamiento vital, que las nuevas generaciones vean en la educación el
significado con ellos del comienzo de una nueva era. Que necesitamos
comprender la honda significación del momento en que vivimos.
- Los padres deben ayudar a sus hijos a reflexionar acerca de sus fortalezas y
debilidades. Por ejemplo, su capacidad de compromiso con una carrera corta o
larga, su persistencia frente a las dificultades y tolerancia a la frustración.
Analizar juntos el interés por una determinada carrera, control de impulsos
para no tomar decisiones apresuradas y aspiraciones en lo académico y
económico.
- Los padres deben ayudar a sus hijos a completar la imagen de sí mismos con
recuerdos de la infancia, y la clarificación de los intereses que se han
mantenido en el tiempo. Pueden identificar cualidades, aptitudes y
dificultades de aprendizaje a lo largo de la vida escolar. Además, a través de
su experiencia pueden aportar información sobre la realidad del mundo
laboral y las expectativas económicas en la actualidad.
- Los padres deben revisar juntos la malla curricular de las carreras en
cuestión, y revisar los distintos tipo de instituciones donde podría ingresar y
si están acreditadas o no.
- Los padres deben informarse junto a sus hijos sobre las perspectivas
laborales de las carreras. Conocer su campo ocupacional, nivel de
empleabilidad e ingresos promedio.
- Dejar que los hijos tomen su propia decisión vocacional, y se hagan
responsables de la elección. Ahora, si los padres ven que están eligiendo una
carrera que no se adecua a sus habilidades es mejor pedir apoyo al orientador
del colegio y juntos descubrir una mejor opción.

f. PARA LA REFLEXIÓN
Hacer la siguiente evaluación
a. El hijo:
¿Qué edad tiene, nivel de desarrollo, espiritualidad, madures?
¿Qué necesidad tiene? ¿Qué necesita aprender?
¿Está preparado a aprender?
¿Está motivado a aprender? ¿Participa? ¿Cuánto es su participación?
¿Qué conocimiento, actitud, o habilidad se desarrolla en el proceso de
aprendizaje?
¿Qué nivel de entendimiento se alcanza en los momentos de ocio con los
demás?
¿Cambian como resultado de participar en la clase?
b. El Maestro:
¿Es el docente claramente escuchado?
¿Es el docente capas de aclarar los conceptos en consideración?
¿El docente presenta una estructura en su material?
¿El docente provee material ilustrativo adecuado?
¿El docente tiene credibilidad al comunicar la enseñanza?
¿El docente está entusiasmado? ¿Enseña de corazón a corazón?
¿El docente presenta la clase bien? ¿Deja lugar para pensar y asimilar? ¿El
docente vive con apuros?
¿El docente involucra a los estudiantes?
¿El docente es sensible a las necesidades individuales del estudiante?
¿Está el docente adecuadamente preparado?
¿El docente entiende el material que enseña?
¿El docente maneja el ambiente y conducta de los estudiantes bien?

c. El Currículo
¿Conoces los objetivos de las lecciones que ven tus hijos día a día en las
instituciones educativas? ¿Los consideras claros? ¿Tu hijo va a la
institución centrado en los objetivos que va a ver en clase?
¿Al final del día, junto con tu hijo revisas si fue el objetivo alcanzado?
¿Hasta qué grado?
¿Tu hijo entendió la idea central de lo enseñado?
ORIENTACIONES PARA PADRES
CON HIJOS ADOLESCENTES
QUE SE PREPARAN PARA LA CONFIRMACIÓN

10. ADOLESCENTE Y SU FE.

a. ORACIÓN
b. APLICACIÓN DE TEST
1) ¿Qué marcas para la vida hemos hecho en los hijos?

2)

c. TEXTO BIBLICO: 2 Tim. 1,1-15


d. EXPOSICON DEL TEMA
Que un adolescente se rebele ante lo que le rodea, es lo más normal del mundo.
De hecho, la adolescencia consiste, hablando en general, en descubrir el mundo
otra vez y por su cuenta. Cuestionan todo lo que los padres y educadores les
hemos enseñado, les cambia la forma de pensar, su pensamiento se hace más
deductivo, más global. Enlazan más y mejor unos acontecimientos con otros.
Redescubren la amistad, el sentido del trabajo, del amor, del compromiso. En
realidad, es como si se metieran las manos en los bolsillos y sacaran todo lo que
se les ha enseñado hasta la fecha y lo pusieran encima de una mesa para ir
cuestionándolo.
Esto es bueno para padres y educadores, porque mientras tanto, el tiempo va
pasando y cada vez se está más cerca del final de la adolescencia. Si se
metieran las manos y en los bolsillos no hubiese nada, entonces el problema sería
mayor. No tendrían nada con que ―pelearse‖. Eso sería una consecuencia de que
no se les está educando. Al no tener nada que cuestionar, se lanzarían a lo que
les pide el cuerpo: sexo, drogas, alcohol…
Prov. 6,20 nos enseña: ―Y no dejes la enseñanza de tu madre‖, recordando la
importancia de la enseñanza de una madre, que no solo están para enseñar a
caminar, comer, hablar, etc. sino que hay muchísimas más cosas que nos han
dejado en nuestra vida. De acuerdo a la Biblia podemos adquirir las siguientes
buenas enseñanzas:
1) Fe. Timoteo tenía una fe sincera, y esto fue porque su abuela Loida y su
madre Eunice estaban llenas de esa fe (2 Tim 1,5). Y esta fe la encontramos en
otras mujeres de la Biblia: Jocabed (madre de Moisés), la mujer cananea (Mt
15), la viuda de Sarepta (1 reyes 17)
2) Oración y entrega. Ana (1 Sam 1) era estéril, y oro al Señor pidiendo por
un bebe y lo iba a consagrar. Dios escucho respondió la oración y consagro a
Samuel. Cada año ella visitaba a Samuel y le llevaba un pequeño abrigo. El debió
de haber escuchado de voz de su madre y del sacerdote la historia de porque
estaba sirviendo en el templo, y que él era respuesta a la oración de su madre.
Ese niño se convirtió en un profeta que gano batallas gracias a la oración.
Estas enseñanzas y ejemplos afectan positivamente la vida de los hijos.
La realidad nos indica que la adolescencia es la edad clave en la toma de
decisiones con relación a la fe. Las dudas, el cuestionamiento de lo que se ha
creído e, incluso, el abandono de la misma son un hecho frecuente en nuestras
comunidades. Las estadísticas indican que, precisamente, en esa etapa la
mayoría de las personas toman su decisión por Cristo. De forma lamentable, la
realidad también nos señala que se trata del tiempo en que muchos jóvenes se
marchan de la iglesia de forma definitiva.
La adolescencia está saturada de mitos, tópicos y lugares comunes. Se habla de
la crisis de la adolescencia, de la rebelión del adolescente, se comenta que
nunca, como en estos días, había resultado tan difícil y complicado vivir la
adolescencia, y un sinfín de ideas similares. Entender el proceso de desarrollo
de la fe en los niños y los adolescentes puede servirnos de gran ayuda para
entenderlos, ministrarlos y guiarlos hacia el conocimiento de Jesús como su
Señor y Salvador personal.
Los niños obtienen de los adultos sus ideas acerca de Dios y de la religión. Así
que van configurando su fe de una forma totalmente intuitiva.
LA EVOLUCIÓN DE LA FE EN LAS DIFERENTES EDADES.
La fe tiene un desarrollo en la vida del hombre según desarrollo humano y la
búsqueda de sentido, el desarrollo de su intelecto o moralidad.
La fe se puede describir como una acción que incluye pensar (intelecto), sentir
(emociones) y querer (voluntad). Se intercalan los conocimientos, convicciones y
conducta. Las relaciones interpersonales son fundamentales en el desarrollo de
la fe, porque esta se sustenta, transmite y expande por medio de nuestra
interacción con otras personas creyentes en el contexto de una comunidad
de fe. La fe se desarrolla en anillos como los anillos de crecimiento de los
árboles y cada anillo permanece aunque se desarrollen otros a su alrededor.
Inicialmente para poder dar respuesta a si hay o no Fe durante la adolescencia
es indispensable abordar el termino Fe, definiéndolo así como creencia o
confianza (Real Academia Española, 2005) ¿Pero, tener Fe respecto a qué?
Respecto a que puede generar Fe en los adolescentes, por lo cual es
indispensable centrarse en el desarrollo cognoscitivo del individuo durante la
adolescencia.
Para dar respuesta al anterior interrogante, se enfocara dentro del aspecto
cognoscitivo cuyas características importantes es describir el adolescente como
una persona con características aun inmaduras por lo cual su pensamiento es
indeciso y está casi siempre teniendo actitudes polémicas para llamar la
atención, su concepción está básicamente enfocada en la creencia de un Dios,
pero no un dios idealizado por sí mismo, un dios que tiende a darle la esperanza,
estando de la mano la concepción de Fe y de Dios en un individuo cuyos vínculos y
modelos a seguir esta latentes
De acuerdo a lo antes dicho también hay un elemento importante y es la etapa
de operaciones formales en la cual evoluciona el razonamiento abstracto y algo
muy importante: la capacidad crítica. De esta forma partiendo de que antes hay
una acción coercitiva acerca del origen de la Fe en el niño por parte de la
religión de los padres.
Progresivamente el adolescente lleva a cabo etapas del Razonamiento Moral, por
ejemplo esta la Moralidad Pre convencional, aquí priman los controles externos y
el seguimientos de reglas, una regla podría ser asistir a la Iglesia, por ejemplo
los padres tienen control externo de lo que para su hijo debe ser la Fe,
resaltando así que aún no hay autonomía de la concepción de Fe; Otra etapa
desarrollada a medida que pasa el tiempo es la Etapa Convencional, aquí al haber
mayor capacidad de razonamiento se interiorizan normas partiendo de la
connotación propia de lo que ya se le ha impuesto al niño que ahora es
adolescente y que si bien puede considerar que la fe es creer en el mismo ,no en
una religión que para el represente figuras de autoridad; por ultimo esta la
etapa pos convencional, demarcando principios morales y autonomía, a diferencia
de las anteriores etapas en las que prima la imposición, por lo que los juicios son
propios y equitativos dando paso para una concepción de fe no de un dios
coercitivo a manera de ritual, sino de fe confianza y esperanza en las distintas
etapas en las vivencias a lo largo de la vida.
Profundizando, nos encontramos que estas etapas presentan ciertas
características: En primer lugar, son predecibles, es decir, pueden ser
anticipadas; además, son invariables, porque estas etapas se dan en la vida de
todas las personas sin excepción; y, por último, son secuenciales, ya que se dan
una tras otra de forma continuada.
Pueden producirse variaciones en cuanto al contenido de la fe y a la profundidad
con que la misma se desarrolla. Sin embargo, a pesar de estas dos variables
mencionadas, las etapas de evolución de la fe siempre presentan las
características antes indicadas.
Las seis etapas de desarrollo son:
1) La fe intuitivo-proyectiva (de los 3 a los 7 años)

En esta etapa la fe se basa en la fantasía y la imaginación; no usa la lógica, pues


la percepción es la dominante. Los niños obtienen de los adultos sus ideas acerca
de Dios y de la religión. Así que van configurando su fe de una forma totalmente
intuitiva, mientras observan y escuchan a sus padres, que son los adultos que, en
la mayoría de los casos, más influencia ejercen sobre ellos en esta fase de la
vida.
Esta es la fe fundacional, la que provee las bases para el futuro desarrollo de la
fe. En esta etapa, la criatura experimenta, explora, prueba y reacciona a la fe.
En primera instancia, no elabora su fe, sino que copia la de otros (especialmente
la de los padres), de manera que por la observación e interacción el infante
empieza a desarrollar su propia fe. Es posible que los jóvenes decidan
experimentar con otras religiones, creencias o formas de expresar la fe, y
también que sientan la necesidad de comprometerse con una o varias causas.
Por lo general sus primeras ideas acerca de la divinidad las construyen cuando
proyectan sobre Dios sus impresiones o su concepto que se van formando de sus
padres. La fantasía ocupa un lugar importantísimo en el pensamiento de los
niños. Son altamente imaginativos y, por tanto, muy influenciables por las
historias y experiencias de la fe de los adultos. Por eso es que la idea de la
deidad como creador o causa de todo la entienden en términos mágicos.
2) La fe mítico-literal (de los 8 a los 11 años)

En esta edad comienzan a descubrir el mundo que los rodea y a diferenciar


entre la fantasía y la realidad. Este cambio se debe a que comienzan a
desarrollar la capacidad de pensar de forma lógica y concreta. Sin embargo,
en esta etapa, los niños adelantan y retroceden entre el pensamiento abstracto
y el concreto. Las creencias y los símbolos los toman literalmente; de esa
manera consiguen diferenciar los hechos de la fantasía. Pero todavía no existe
en ellos la capacidad para reflexionar sobre el significado de los símbolos.
La fe puede darles un sentido de seguridad ante las incertidumbres que van
descubriendo en el mundo real.
Aceptan sin cuestionar la herencia espiritual que la familia les ha provisto. En
este nivel perciben a Dios como un ser con forma humana que habita en los
cielos. Curiosamente, muchos adultos retienen mucha de su religión en este
nivel de desarrollo.
3) La fe convencional y de síntesis (adolescencia)

El mundo del adolescente se extiende mucho más allá de los límites de la familia.
Otras muchas fuentes reclaman su atención e interés, ya que él se encuentra
inmerso en un proceso de descubrimiento del mundo que lo rodea, como son los
amigos, la escuela, el trabajo, el grupo de jóvenes de la iglesia, algún equipo
deportivo al que pertenece, y los medios de comunicación masiva.
De manera que, su fe debe proveer coherencia y significado a todas esas nuevas
experiencias. Dicho de otro modo, el adolescente deberá enfrentarse al proceso
de tener que encajar la fe que ha heredado de su familia con las nuevas
realidades que va descubriendo en su entorno.
La afirmación “fe de síntesis” significa que el adolescente va moldeando sus
creencias por sus relaciones interpersonales con otros individuos y su propio
entorno. El proceso en que se halla lo obliga a encontrar un equilibrio entre sus
propias creencias y las de las otras personas, que pueden, perfectamente, ser
diferentes e incluso incompatibles con su propia fe.
Esta búsqueda de equilibrio le genera mucha tensión y, ante esta última, algunos
adolescentes ceden a la tentación de adoptar una actitud conformista y
adolecer de creencias, evaluaciones y percepciones autónomas e independientes,
para así sostenerse y aferrarse a las de personas de su entorno que son
significativas para ellos. Esto sucede por dos razones.
El adolescente está dispuesto a renunciar a las propias para no ser rechazado o
entrar en conflicto con el grupo. Es una fe caracterizada por un fuerte
sentimiento de pertenencia a un grupo. Posee, asimismo, un fuerte aspecto
afectivo.
Por su tendencia a medir la fortaleza de la fe de los adolescentes por su grado
de compromiso en actividades y eventos, el liderazgo de la iglesia y los padres
se sienten tranquilos con los jóvenes que están en el nivel de afiliación. Así que
los padres se sienten satisfechos al ver a sus hijos funcionando apropiadamente
y bien integrados en el grupo de jóvenes de la iglesia. Esto es lo que desea la
mayoría de los adultos para sus adolescentes. Sin embargo, puede estorbar el
proceso de construcción de una fe personal. Expresado de otro modo: si la fe
está excesivamente vinculada al grupo, puede resultar más resistente el proceso
de desarrollar una fe personal.
a) La primera se relaciona con su sensibilidad a las opiniones, juicios y
expectativas de las personas con las que ellos quieren congraciarse. En
esta edad, el grupo de amigos es altamente significativo, y por tanto, sus
opiniones también. El adolescente está dispuesto a renunciar a las propias
para no ser rechazado o entrar en conflicto con el grupo.
b) La segunda razón tiene que ver con su identidad, está todavía no está
suficientemente moldeada, está en construcción, por lo cual, es posible,
que las creencias y convicciones propias estén en fase de maduración.
A la vez se trata de una fe convencional, en el sentido de que el adolescente la
moldea por las actitudes de la gente con que se relaciona en un momento
determinado. Por eso el gran peligro de esta etapa es que ellos se acomoden a
una fe de segunda mano, que no sea propia ni personal, simplemente la aceptan
de la familia o de otros adultos sin apropiarse de ella tras pasarla por un periodo
de prueba y reflexión.
Los adolescentes tienden a llenar de compartimientos su fe, de manera que
sus compromisos del domingo no provocan impacto alguno sobre el resto de su
vida semanal. Es muy propio de los adolescentes cristianos que vivan su fe de una
manera dividida, los domingos son santos, los días entre semana…
El ambiente en que se desenvuelven ejerce una gran influencia sobre ellos. De
manera que este individuo puede adaptar su comportamiento a las expectativas
que el ambiente tenga sobre él. En casa se comporta de la forma que los padres
esperan; en la iglesia, de acuerdo a los parámetros que debería seguir, según sus
líderes, y, finalmente, con los amigos, como la mayoría lo disponga.
Esta etapa y sus características se convierten en la estructura primaria de la fe
de muchos adultos. En efecto, la fe de muchos de estos últimos que no ha
avanzado en su desarrollo, se parece enormemente a la descrita en este estadio,
se muda según el ambiente en el que están. Muchos adultos viven una total
dicotomía entre su vida de iglesia y su vida cotidiana. En cuanto a su manera de
ver a Dios, en este periodo, los adolescentes, pueden concebirlo como un guía y
consejero personal, pero ya no de una forma tan antropomórfica como en la
etapa anterior.
4) La fe individual-reflexiva (juventud adulta)

Conforme va desarrollando su identidad y sus decisiones entran en conflicto con


el ambiente que lo rodea, el joven empieza a diferenciarse de las demás
personas y del sistema de valores de otros. Con esta autonomía inicial desarrolla
sus propios valores, creencias y convicciones.
Un individuo entra a esta etapa cuando asume la responsabilidad de sus propias
acciones, actitudes y valores, y, así, es como consigue desarrollar una fe de
primera mano. Se trata de una fe individual, pues hablamos de una fe propia, que
el mismo individuo ha alcanzado a construir.
También es pensada como una fe reflexiva en el sentido de que la persona que
pasa de la etapa anterior a esta ha tomado tiempo para reflexionar acerca de lo
que real y personalmente cree. De esta manera logra abrirse a una reflexión
crítica de los valores y las creencias que hasta ahora lo han acompañado.
Conforme va desarrollando su identidad sus decisiones entran en conflicto con
el ambiente que lo rodea. En cuanto a la manera en que percibe a Dios, empieza a
concebirlo de una forma más abstracta; no tanto como un consejero personal,
sino como un espíritu que encarna verdades morales.
Es la época en que los jóvenes se cuestionan lo que vienen creyendo. Este nivel
de fe permite e invita a la duda, las preguntas, los cuestionamientos y los juicios
críticos. Es posible que los jóvenes decidan experimentar con otras religiones,
creencias o formas de expresar la fe, y también que sientan la necesidad de
comprometerse con una o varias causas.
Los adultos bien pueden interpretar esta búsqueda como amenazadora, y por eso
reaccionan con inquietud y preocupación ante esta nueva actitud del
adolescente.
Entonces creen que no están prestando suficiente atención a sus hijos o que
alguien los está descarriando. En realidad, a los padres les resulta cómodo ver y
buscar influencias negativas para fundamentar el desvío de sus hijos, sin
importar que estas sean reales o ficticias. Por otro lado, la iglesia cuestiona la
competencia y el trabajo de su liderazgo juvenil. Pero, aun así, estén o no
conscientes los adultos, los jóvenes libran, en lo más íntimo de su ser, batallas
continuas para encontrar respuestas a sus dudas e inquietudes.
5) La fe conjuntiva (media vida)

En esta etapa el individuo reconoce pensamientos, impulsos, sentimientos y


memorias que ha reprimidos previamente. En el proceso de aceptarlos reconoce
las influencias paternas, sociales, étnicas y religiosas que de alguna manera han
afectado a su desarrollo.
En el estadio anterior el individuo aprende a fijar los límites que lo distinguen a
él mismo como diferente de su mundo. En este, la fe es conjuntiva, en el sentido
de que es más amplia y permite la existencia de contradicciones y de ironías,
sean reales o aparentes. Esto se debe a que el concepto de absoluto, aunque
pueda parecer una paradoja, se relativiza.
6) La fe generalizadora (vejez)

Pocos acceden a este estadio, pero cuando sucede, el individuo produce un


impacto significativo en la sociedad. Los que llegan hasta acá acostumbran a ser
personas con un compromiso absoluto con la causa de universalizar los conceptos
de amor incondicional y justicia absoluta. No les satisface nada que no sea el
bien último de la humanidad. Muy a menudo, las estructuras políticas existentes
los conciben como peligrosos. Ejemplos de este tipo de individuos serían: Ghandi,
Martin Luther King, y la Madre Teresa de Calcuta.
Después de conocer estas etapas y como responsables e los hijos lleguen a una
fe generalizadora, de madurez grandes, vamos a centrarnos en el desarrollo
adolescente y su crecimiento en la fe
Como Jesús con los discípulos de Emaús, así la Iglesia debe hacerse hoy
compañera de viaje de los jóvenes. Cuando Jesús acompañó a los discípulos en el
camino a Emaús, escuchó sus preguntas, explicó las verdades de la fe, se reveló
a sí mismo por medio de la multiplicación de los panes y los envió a compartir las
noticias a los demás. Esta es la descripción del trabajo de la comunidad de la fe
y, en particular, del padre de familia y catequista que representa a la comunidad
eclesiástica. 
Los adolescentes recorren un camino que los lleva del ambiente de protección de
la niñez hacia el mundo de los adultos, colmado de elecciones. La palabra
―adolescencia‖ deriva de la palabra en latín ―adolescere‖, que significa crecer.
Generalmente, la adolescencia comienza a los diez u once años y se extiende
hasta aproximadamente los 25 años. En temáticas anteriores vimos todos los
cambios y situaciones sociales por las que atraviesan.
La familia ejerce una influencia fundamental y es una fuente de apoyo incluso
cuando los pares y la comunidad cobran mayor importancia.
El camino de la adolescencia lleva a los jóvenes por un sendero hacia la vida
adulta responsable. Como personas de fe, sabemos que este camino no está
trazado al azar, sino que nuestro amoroso Dios creó a cada joven en amor y
tiene un plan para cada vida. Nosotros somos llamados a acompañar a los jóvenes
en este camino para que se conviertan en fieles discípulos adultos. Cuando Jesús
acompañó a los discípulos en el camino a Emaús, escuchó sus preguntas, explicó
las verdades de la fe, se reveló a sí mismo por medio de la multiplicación de los
panes y los envió a compartir las noticias a los demás.
Ésta es la descripción del trabajo de la comunidad de la fe y, en particular, del
padre de familia y catequista que representa a la comunidad eclesiástica. Para
caminar junto a la juventud, debemos conocer sus preguntas y comprender sus
experiencias. Cada persona tendrá una historia única, pero muchos de los
patrones del desarrollo son comunes a todos.
Durante las dos primeras etapas de la escuela secundaria, los adolescentes de
dos grupos de edades distintos comparten algunos cambios y actividades del
desarrollo.
Los adolescentes jóvenes, de diez a quince años, suelen asistir a la escuela
media o a la secundaria. Durante estos años, abandonan el razonamiento
concreto y adoptan el razonamiento abstracto. Por medio del razonamiento
abstracto podemos imaginar las consecuencias de las acciones y el ―qué pasaría
si‖ y es esencial para el crecimiento de la fe y el desarrollo moral, viven la fe de
nuevas maneras; siguen experimentando la fe principalmente a través de los
sentidos y las experiencias directas, pero comienzan a reconocer la presencia de
Dios de una nueva forma dentro de la comunidad.
El adolescente, de entre catorce y dieciocho años, desarrollan un código moral
personal y aumenta su capacidad de forjar relaciones mutuas más íntimas. La
influencia de los padres sigue siendo importante, pero la aprobación de los pares
y las personas que admiran cobra importancia. Como los jóvenes buscan y
exploran tantos ámbitos nuevos de la vida, a menudo cuestionan la fe y los
supuestos en los que se han apoyado desde la niñez. En cierto sentido, los
jóvenes elaboran la fe que les transmitieron sus padres y seres queridos.
Durante este proceso, buscan constancia y pueden parecer negativos o agresivos
en sus cuestionamientos. Esta experiencia a veces molesta e irrita a los adultos
que se preocupan por los jóvenes. Es posible que pensemos erróneamente que
sus preguntas reflejan un rechazo de la fe. Sin embargo, cuando los jóvenes
cuestionan la fe, no significa necesariamente que rechazan la fe o la comunidad;
están dando el necesario paso de apropiarse del conocimiento y la práctica de la
fe. Como comunidad de la fe, somos llamados a rodearlos con amor, afecto y
paciencia cuando plantean sus preguntas.
LOS ADOLESCENTES Y LAS DUDAS DE FE
En la adolescencia, siendo una época difícil, también en lo religioso, proliferan
las dudas de fe, que pueden ser por la no comprensión de ciertas verdades
religiosas; o como resultado de la decepción que experimentan cuando piensan
que la religión o sus instituciones no satisfacen sus exigencias; o por su vacío
afectivo y el no encontrar sentido a la vida. También la falta de personalidad,
dado el clima poco favorable a la práctica religiosa, que les impide luchar contra
corriente y mantener una fe que sí existe, pero que no tienen valor para
defender; o puede ser cuestión de pereza, porque salen el sábado por la noche y
luego no tienen fuerzas para levantarse e ir a Misa el domingo.
Todo esto les lleva a alejarse de Dios, de quien temen su desaprobación, aunque
a menudo lo que más estiman de Él es su capacidad de perdonar. Mientras
algunos logran interiorizar su fe, percibiendo a Dios en sus vidas y respondiendo
con una conducta en la que la oración está presente, en otros muchos más que
una pérdida total de fe, simplemente dejan de practicar.
Además debido al despertar de la pubertad, se le hace difícil mantenerse fieles
a ciertas normas morales. Por ello no aceptan a la Iglesia y sus leyes, que con
frecuencia les llegan totalmente deformadas, especialmente en lo referente a la
vida sexual, pues ignoran los aspectos positivos de la Moral Cristiana y la ven tan
solo como una moral de prohibiciones, por lo que consideran Moral y Religión
como obstáculos para su desarrollo. Si añadimos que sus lecturas o estudios, sus
contactos con determinados compañeros o profesores, el ambiente general de
nuestra sociedad y el mismo proceso general de maduración, les plantean serios
problemas cuando tratan de armonizar sus concepciones religiosas, no siempre
actualizadas, con sus conocimientos y experiencias de joven, comprenderemos
por qué son muchos los que ―pierden la fe‖.
Por ello ante las dudas de fe, pueden adoptar dos posturas: o rechazarlas como
tentaciones del demonio, pero con el resultado de que la duda va a seguir
corroyéndoles por dentro, o considerarlas como el medio providencial que Dios
pone a su disposición para que, al resolverlas, su formación religiosa siga de
acuerdo con su formación humana y no se produzca esa peligrosísima divergencia
que se da cuando continúa la formación cultural y humana, pero la formación
religiosa termina con la Confirmación, creando así un peligroso desnivel entre
sus conocimientos y su formación religiosa.
Y es que la fe que no se hace cultura no es plenamente vivida.
De esta problemática se deduce la importancia de la tarea de los educadores y
transmisores de la fe, que deben intentar no sólo darles a conocer a Cristo y su
Palabra, para que el mensaje evangélico con su carácter divino y salvífico les
llegue tal cual es, sino también hacerles caer en la cuenta de la necesidad en sus
vidas de la síntesis entre fe, cultura y ciencia.
Los jóvenes tienen que llegar a descubrir por sí mismos, aunque con nuestra
colaboración, ayuda y ejemplo, quién es Jesucristo, el amor que Dios les tiene y
que la fe es un gran auxilio en la tarea de la propia conquista y realización
personal. Los estudios les introducen en las grandes corrientes del pensamiento
contemporáneo y les hacen reflexionar sobre los más importantes problemas
humanos, como la vida, el amor, el mal, la muerte, por lo que necesitan integrar
en ellos lo cultural y científico poniéndolo al servicio de lo bueno y verdadero,
descubriendo también la profunda relación existente entre estas realidades y el
mensaje cristiano.
La educación en la fe en ellos ha de partir de su vida, de modo que puedan
participar plenamente en la comunidad eclesial y sepan asumir consciente y
cristianamente su compromiso temporal.
Los jóvenes, como todos nosotros, necesitan una visión de la vida llena de
significado, en la que la fe, el amor y la entrega tengan sentido. No tenemos, por
tanto, que tener miedo en ser exigentes con ellos en lo que atañe a su
crecimiento espiritual, estimulándoles a tomar decisiones comprometidas en el
seguimiento de Jesús, e impulsándoles a seguir el camino de la santidad
fortalecidos con una vida sacramental intensa. El proyecto de vida cristiana es
fundamentalmente un vivir en Cristo: se basa en la esperanza y se realiza en la
respuesta diaria al Evangelio.
Mientras el egoísta no se abre y sigue en su inmadurez, el proyecto existencial
cristiano supone ante todo el convencimiento de que lo que Dios quiere y
pretende de nosotros es nuestra propia realización y perfección humana, que es
además el paso necesario para iniciar una transformación positiva del mundo. En
consecuencia, lo que Dios quiere es lo que nos conviene, siendo por tanto
exigencia de la Moral Católica que realicemos los valores humanos.
El Cristianismo, por tanto, asume los contenidos de la moral humana, por lo que
podemos decir que los valores de la moral cristiana se basan en la razón y no son
distintos de los que profesa cualquier persona honrada, aunque los integra en la
fe y cuenta con la ayuda inestimable de la gracia y de lo que suponen en nuestra
vida las virtudes teologales. Supone, por tanto, la apertura a la generosidad y a
la transcendencia y por ello los jóvenes cristianos están más abiertos a la
esperanza y a la alegría de vivir, pues creen que la vida tiene sentido y son por
ello menos propicios a la violencia, a la depresión, al suicidio, a la droga y al sexo
ocasional y en cambio más respetuosos, tolerantes o preocupados por los
necesitados.
Como la gracia edifica sobre la naturaleza, el adolescente que se sabe querido
por Dios, que es quien inicia el diálogo de salvación y nos ayuda a que le demos
una respuesta libre y responsable, se acepta a sí mismo pese a sus limitaciones,
fallos e incluso pecados, y llega así a la autoestima, confianza y seguridad
personal.
Hay que tener, sin embargo, cuidado con las formas seudorreligiosas, como las
sectas o el fundamentalismo, auténticas enfermedades del alma, que
aparentemente dan respuesta a sus necesidades, ofreciéndole seguridad y
estabilidad, cuando lo que en realidad hacen es impedirles su realización
personal.
Es frecuente en colegios donde se imparte formación cristiana que un buen
número de adolescentes, dejen de practicar su fe.
El origen de este abandono no está principalmente en el ambiente que rodea a
los jóvenes o en la influencia de los medios de comunicación. La causa
fundamental son los propios padres de estos adolescentes.
Aunque siempre hay excepciones:
1.- Generalmente, dejan de practicar los hijos de los padres que no practican.
Normalmente son matrimonios que conservan la fe y han buscado para sus hijos
colegios católicos pero el ambiente familiar es demasiado neutro: apenas se
habla de Dios que no forma parte con naturalidad del entorno de esa familia.
2.- La fe suele estar bien arraigada en aquellas adolescentes cuyos padres son
coherentes con su fe y se han implicado en la transmisión de la vida cristiana.
Quizá no merezca la pena añadir nada más a este artículo y dejar que quién lea
reflexione sobre estos datos desnudos que ofrece la experiencia. Si son padres
de Educación Infantil quizá se animen a tomar algunas decisiones.
Es imposible que un niño crea que es importante ir a Misa el domingo o recibir
los sacramentos cuando ve que sus padres no ponen interés en ello.
La principal causa de la perdida de la fe de los jóvenes que reciben una
educación cristiana en el colegio, es la falta de práctica religiosa de los padres,
es indudable que también jóvenes de familias seriamente cristianas tiene
problemas de fe o se abandonan en su vida espiritual.
Para esos padres preocupados por ayudar a sus hijos a superar esta crisis,
algunos consejos:
 Es importante no dramatizar esta situación ya que es normal que personas
inteligentes al llegar la adolescencia se planteen dudas de fe. Es lógico que
quién empieza a pensar de forma crítica tenga inquietudes sobre verdades
que no están al alcance de su inteligencia o sobre criterios morales que no
coinciden con lo que hoy día se considera políticamente correcto.
 La religión no debe ser un tema tabú en el ambiente familiar. Con
naturalidad conviene hablar con los hijos de Dios, de las noticias que
ofrecen los medios de comunicación sobre la Iglesia. Los padres no tienen
por qué ser ―neutros‖, ni deben sentirse invasores de la intimidad o de la
conciencia de sus hijos cuando les transmiten valores cristianos. ¿Quién
mejor que un padre o una madre para proporcionar a su hijo una educación
moral y religiosa que considera segura y valiosa?
 La labor de educar en la fe a los jóvenes requiere por parte de los adultos
mucha formación. De la misma manera que hemos dedicado varios años a
prepararnos para desarrollar nuestra profesión, no es exagerado que nos
preocupemos por formarnos para dar siempre una respuesta razonada y
competente a los que se interesan por nuestra fe.
 Para eso existen magníficos recursos. Páginas de Internet o libros
inteligentes y sencillos
 Hay que tener en cuenta que con frecuencia el origen de la falta de fe,
está en una vida alejada de Dios y de los sacramentos. Cuando se pierde la
amistad con Dios y se difiere el recibir su gracia, es fácil que la
inteligencia quede algo velada y encuentre dificultades para entender
verdades sobrenaturales o el porqué de algunos mandamientos.
 Es razonable, no es un atentado contra la libertad, exigir a los hijos
menores de edad que asistan a la Misa del domingo o a la catequesis.
Mientras los hijos son menores, los padres tienen la grave responsabilidad
de proporcionarles la formación integral que consideran necesaria para su
desarrollo personal.
 Aunque los padres no sean capaces de dar respuesta a todas las dudas de
sus hijos y no consigan ―convencerles‖ de la certeza de las verdades de fe,
es importante hacer ver que la fe es un acto de confianza en Dios. Creer
siempre supone dar un salto en el vacío y atreverse a saltar no es propio de
personas poco racionales. Pretender entender todas las verdades
religiosas con nuestra capacidad humana, supone pensar que Dios cuenta
con una inteligencia tan limitada como la nuestra. Si no somos capaces de
comprender los descubrimientos de tantos científicos, resulta imposible
que desentrañemos con nuestro entendimiento la esencia de Dios o sus
planes.
 La mayor luz que podemos aportar a la fe de nuestros hijos es nuestra
oración, arma imbatible, y el testimonio de nuestra propia vida. El hombre
contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que
enseñan o si escucha a los que enseñan es porque dan testimonio. Hoy son
decisivos los signos de la santidad: ésta es un requisito previo esencial
para una auténtica evangelización capaz de dar de nuevo esperanza.
Este es el mayor y más importante reto que se nos plantea a la hora de
transmitir nuestra fe a las nuevas generaciones.
EXPLICAR LA FÉ A LOS ADOLESCENTES
Es de gran importancia educar a las personas en valores, Educación que requiere
esfuerzo por conseguir que los adolescentes vayan viviendo esos valores. Si no
se hace así, muchos de ellos se perderán.
Cuando un niño o niña no hace lo que tiene que hacer, porque no le gusta, por
ejemplo come solo lo que le gusta. Lo que va a quedar deformado, y no educado,
en el futuro, va a ser va a ser, van a tener difícil saber querer, saber aguantar
por amor, dominar sus instintos. En cambio, si no hacen lo que deben, porque les
cuesta, lo que va a quedar dañada es la laboriosidad, el cumplimiento del deber.
Tenderán a la pereza.
En lo relacionado con lo religioso, hay que procurar ser oportunos a la hora de
hablar de religión con los adolescentes. Enseñarles que los evangelios ―son un
todo‖. Es decir, ser cristiano no es vivir aquello que me gusta, que me atrae el
sentimiento y desechar aquello que mi sentimiento no ve claro. Y, por tanto, si no
me atrae, no lo vivo. Eso es lo que se llama una religión de supermercado, esto
me lo llevo, esto otro no. La religión es un todo y hay cosas que, según las
circunstancias por las que pasamos, nos pueden costar más que otras.
En relación a lo que dice sobre que la religión es una cosa íntima, de la que no se
debe hablar, forma parte de una corriente dominante que quiere meter en las
sacristías a los católicos. Donde debemos y tenemos que estar es en medio de la
calle. Tenemos que trabajar y sacar a nuestra familia adelante, como los demás.
También debemos construir la sociedad como todos los demás ciudadanos.
El cristianismo es amor, es cariño hacia Cristo. Es muy difícil que una persona no
hable de sus cariños. Normalmente, nuestros temas de conversación, están en
torno a lo que nos importa. No hay cosa que importe más que el amor. Por tanto,
pedir que un cristiano, que intenta vivir como tal, no hable del Cristianismo es,
sencillamente, no saber qué es ser cristiano. Sería como pedir a un enamorado,
que no hable de su amor. Eso no quiere decir que uno se convierta en un pesado o
en un monotemático.
Además, estamos en la sociedad de la comunicación, de la imagen, de la
publicidad. O sea, que uno puede hablar de las ventajas de una lavadora y no
puede hablar de las ventajas de querer y sentirse querido. Eso es no saber lo
que se dice.
Es muy oportuno, discreto, hablar más a Dios de los hijos adolescentes, que a
estos de Dios. No obstante, cuando se crea que debe decir algo, dígalo. También
sería bueno decirle que esa petición de que no le hable de Dios no la puede
seguir. Es como si le dijera que no cumpliese con su obligación.
Que al padre de familia le vean vivir según son sus creencias, será una sanación
del ―sarampión‖ del desconcierto en que viven los adolescentes.
¿Cómo hacemos para que los adolescentes se preocupen más por su fe?
- Los padres deben ver la fe como algo muy importante. Si los padres tienen
una fe débil, esto será la marca de fe más propensa a ser modelados por
los hijos adolescentes. Si los padres ven la fe como algo muy importante,
es probable que los hijos desde la adolescencia lo hagan igual. Por
supuesto, sabemos también que hay adolescentes que no tienen padres
cristianos pero pueden vivir con su fe activa. De esta manera concluyo que
tener en el hogar un valor por la fe y la vida espiritual y considerarlo como
algo muy importante es vital para la transferencia de esa fe a los
adolescentes.
- Deben conocer a Dios y deben invertir en conocerlo más. No podemos
seguir a alguien que no conocemos. Porque la fe es muy importante, cada
adolescentes tiene que entender que su identidad como seguidor de Cristo
va mucho más allá de algo moral, o lo que algunas personas llaman
―cristianismo cultural.‖ Ellos no pueden ver ser ―cristiano‖ como otra
etiqueta aplicada en la descripción de ellos. La fe que importa es la fe que
fluye de una proximidad, de una relación cercana a Cristo. Leyendo la
Biblia. Orando activamente. Hablando y haciendo el Evangelio. Estas son
acciones que edifican y hacen que la fe se vuelva permanente.
- Deben comprender lo enorme que es nuestra rebelión y la verdad acerca
de la perdición. En nuestra cultura, esto se está volviendo más difícil. En
un mundo que no ve el carácter de Dios o su Palabra como estándares,
nuestro pecado (definido como cualquier desviación de estas normas) se
está convirtiendo en un concepto que es más difícil de comprender. Los
adolescentes tienen que enfrentarse con lo que es pecado y lo que esto le
hace a la relación entre Dios y sus hijos. Ellos tienen que preocuparse por
cómo es una vida separada de Dios como resultado de su pecado. Si
podemos ayudar en la conducción de los estudiantes a ver más allá de una
visión miope, de miradas estrechas y egoístas de sus mundos, podemos
empezar a mostrarles cómo la fe es verdaderamente importante.
Es cierto que hay muchos más aspectos relevantes para ayudar a nuestros
jóvenes a vivir y cuidar su fe como algo vital.
e. LLAMADA A LA ACCIÓN
Una acción urgente a realizar es el de acompañamiento. La comunidad de la fe acompaña a
los jóvenes mientras cambian, crecen, hacen preguntas y recorren su camino hacia la
adultez. Ello ayuda a los jóvenes a crecer en la fe ofreciendo una presentación clara de la fe
que surge de las experiencias de vida. Amar a los jóvenes en el nombre de Cristo y en
representación de toda la comunidad. Permítales hacer preguntas y profundizar la
comprensión de los temas en un ambiente de amor paciente y afecto. Los jóvenes verán en
estas acciones a nuestro Dios revelado y estarán preparados para ser enviados como
jóvenes discípulos.
La prioridad para los líderes y los adultos más cercanos a estos jóvenes es, entonces,
capacitarse y desarrollar sabiduría para proveerles un ambiente saludable y abierto en el
que expongan sus dudas e inquietudes sin sentirse intimidados ni juzgados.
No significa esto que los líderes estimulen a los adolescentes a dudar, sino que deben ser
muy cautelosos con las formas en que responden a sus cuestionamientos.
En muchos casos, cuando el adulto expresa miedo o se escandaliza ante las dudas de los
adolescentes, estos últimos piensan que su fe no es fiable ni consistente y, en
consecuencia, su angustia natural aumenta. Otros pueden decidir reprimir sus dudas y, al
no verbalizarlas, nos privan, por tanto, del conocimiento de las mismas, así que de esta
manera los adultos se vuelven más incompetentes para ofrecerles la ayuda que necesitan.
De manera que los padres y líderes deben recordarse a sí mismos que estas dudas no
exceden en nada la capacidad de Dios de conducir a los adolescentes hacia Él usando esas
mismas dudas. Por lo tanto deben permitir a los jóvenes y adolescentes expresar sus
cuestionamientos en un clima de aceptación y libertad.
Las relaciones son para ellos más importantes que las instituciones y que las primeras
ejercen más influencia que las segundas. Asimismo, el adulto es responsable de proveer
respuestas coherentes y honestas a La fe durante la adolescencia
Para acompañar a los adolescentes jóvenes y ayudarlos a crecer en la fe:
• Ofrézcales orientación y compañía de manera amable, paciente y constante durante las
reuniones.
• Presente de manera clara el contenido de la fe y dé instrucciones claras para las
actividades.
• Explore las implicancias prácticas de la vida en la fe.
• Ayúdelos a reflexionar sobre sus valores e identidad como personas de fe.
• Establezca una comunidad con los adolescentes jóvenes y bríndeles oportunidades de
interacción informal con pares y adultos comprensivos.
• Colabore para que los jóvenes y los padres negocien la transición a la adolescencia y
desarrollen nuevos patrones de comunicación y formas de compartir la fe.
• Ofrezca momentos de oración y retiros inspiradores y llenos de afecto.
• Vincule a los jóvenes en el servicio para que pongan en práctica su fe.
• Bríndeles oportunidades para explorar sus dones y desarrollar sus destrezas sociales en
un ambiente de seguridad y amor.
• Cree un ambiente en el que puedan interactuar con pares y adultos generosos para
construir relaciones más profundas.
• Promueva la identidad de la fe católica a medida que se desarrolla toda su identidad.
• Ofrezca información de la fe que promueva su comprensión y contribuya al desarrollo
del sentido de pertenencia a la comunidad.
• Presente una fe de carácter práctico aplicando las enseñanzas a los desafíos y
situaciones de la vida diaria de los adolescentes.
• Ayude a los jóvenes a prepararse para el futuro creando oportunidades para identificar
los valores y principios de la fe que pueden servir de guía cuando planifican los primeros
años de la adultez.
• Ofrezca a los jóvenes y padres ayuda práctica para desarrollar nuevos patrones de
comunicación y formas de compartir la fe.
• Ofrezca un ambiente seguro donde puedan hacer preguntas y estar en contacto con
recursos para explorar la fe.
• Contribuya a que los jóvenes profundicen su comprensión de las enseñanzas sociales
católicas y nuestro llamado a atender a los pobres y marginados.
• Brinde oportunidades para que los jóvenes participen del liderazgo cristiano, el
ministerio y el servicio a favor de los necesitados.
Los jóvenes necesitan la fortaleza y la gracia que se obtienen con el sacramento de la
Confirmación. La preparación para la Confirmación es eficaz cuando se tienen en cuenta la
vida y los cambios propios del desarrollo. Los ayuda a comprender más y estar listos para
recibir el don que preparó Dios para ellos en el sacramento. En algunos casos, los
programas de preparación confunden en lugar de aclarar la naturaleza del sacramento.
Cuando se piensa que los programas de preparación para la Confirmación son la última
oportunidad de llenar la mente de los jóvenes de información relacionada con la fe antes
de que estén fuera de nuestro alcance, el proceso puede volverse agobiante y
sobrecargado de requisitos y expectativas. En lugar de concentrarse en lo que Dios hace a
través del sacramento, los jóvenes y las familias pueden confundir el sacramento con algo
que “ganan” los jóvenes después de aprobar un riguroso curso de estudio y actividades.
Algunas comunidades consideran que en la Confirmación se celebra la elección que ha
hecho un joven de seguir a Dios y la fe. Los jóvenes deben asumir un compromiso y elegir la
Confirmación. La naturaleza de los jóvenes los lleva a hacer preguntas, buscar y explorar su
fe. Éste no es un buen momento para insistir en la elección y el compromiso de los jóvenes
con el futuro. Dios ya ha elegido a cada joven; los sacramentos son dones de Dios que
fortalecerán a los jóvenes para que sigan eligiendo a Dios en cada acción e intención. Honre
el desarrollo que Dios le ha concedido a la juventud ofreciendo una preparación simple
pero completa para el sacramento que promueve la acción de Dios en sus vidas junto con el
amor y afecto que les tiene la comunidad.
Caminar con los jóvenes

f. PARA REFLEXIONAR
¿Qué podemos hacer nosotros, como obreros en pro de la juventud, para dirigir a los
adolescentes a entender que su fe, su identidad como seguidores de Cristo, es de
primordial importancia?

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