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t 2 GREGORIO FINGERMANN
Oirk:or del lññltuto do a,'lót&ló. Prof.tliJ^.1 <,. l. U1r!.,rld.d
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ti tr Mi€rñbro ,16 I. A.oci!clóñ lñtirñ.cionál d. P.lcologl! Apll..d. (r¡:fe)
d.l "Nr¡lJñ.1 ¡f¡lltulo ol ¡ñdufrl!l P.ychology ' iLoñdr.r)- dd ir §t;i^.
Del m¡smo autor: d.d lñr{.!h.rlc.n6 d6 P.kolo!1. (EE.UU.). M¡oñbro ho.oro.io ¡c i¿
A¡oc¡ációñ Arlril.ñ. d6 V.dlcl.i d.l fr!b^lo {Rlo d6 Jáñ.lro).

Pi¡cotécnica y Or¡entac¡ón Profe¡ional


l'1 r Ei

El Ateneo, 6a edición ti I IH

Pr¡cología !

F¡LOSDFIA
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El Ateneo. 32a ed ición H

Psicología Pedagógica e lnfantil


El Ateneo, 11a edióión
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Relaciones Humanas

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El Ateneo, Ta edición

Conducción de Grupos y de Masas I


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El Ateneo, 3a edición

El Ju6go y sus Proyocciones Socialas


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El Ateneo, 1a edición i
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1¿l¡ Edición
Lógica y Teoría dei Conoc¡misnto I
El Ateneo, 29a edición L

1a. Reimpresión en México


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t Tolalmonto rovis¿da y completá
PsicologÍa Social t( L
El Ateneo, 1a edición
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IIIII¡II EDITORIAL EL ATENEO

EARCTI.Ot{A. \IAD¡¡D . EOGOTA


S.4,, MEXICO
SUEf{os AIR€S. L|MA .8t0 0€ JAI¡EtR0 . CABACAS. MEltco

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x GREGOE ¡O F INGE FMANN


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CAPITULO 9.- Las ciencias de la naturaleza 251
Fr, -1
1. Concepto de natL,raleza. Naturaleza v cultura.- 2.
Noción de ñus¿ y de ley.- 3. La observación y el
lrl ']

experimento.- 4. Los cuatro métodos exper¡meñtales de i


i -1
Stuan lvl¡ll.-. 1;. La clas¡ficación natural.- 6. La hirútesis. l.f I
CAPITULO 10.- Las cienc¡as culturales .. 251
*| J
1. Concepto de cultura.- 2. [¡etodologia de lss ciencias
i
culturales.- 3. La psicologia \./ las c¡enc¡as h¡stór¡co_sccia.
les.- 4. Las ciencias históricas.- S. El método hisrór¡co, La
crítica histórica.- 6. La soc¡ología. Los hechos soc¡ales._ 7.
El método de ¡a soc¡ología.
[i ] I
frl ,: --l
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¡,P¡l.lDICE.- La Frlcscfia en la República Argentina . . . . . . . . . 271 r! --l
1. Desarrollo de la frlosofia en la Argenrina._ 2. L-a i
filosolia y et Estado argent¡no..- 3. Los id;ales ét¡cos rie ta
nacionalidad argentina.
,r!il INTRODUCC¡ON
l!.il i -i
I LA FILOSOFIA Y SUS PROTTLEMAS
|'..- : La f¡losofía: su ob,¡eto.- 2. Nociones históricas.- 3. PrciriÉr¡as
i-f _ fundamenlales de la filosofía.- 4. Ciencia y sabiduría.- 5. El
cL.noc¡miento filosóficc.- 6. Disciplinas filosóilc¡s.- 7. Posición ce la
teoría del conocimiento en el sistema de Ia filcrofía.- 8. Los métodos
l(r de la f¡losofía.
Ll,
1. La filosolía: su ob¡eto

ll'i = De acuerdo con la et¡mología de la palabra, "f¡losofia" sign.fic¿l


la ciencia", "arnor al saber". Refiere la tradición que Pitágora.,
"amor a
¡nterrogado por el tiranc Leonte acerca de su profesión, le respondaó

I eue era filósofo, es decir, uñ s¡mple "amante del saber". y no un sibio


isofo). Si es cierta ert¿ anécdota, Pitágcias qucría sign ficar con esto
que no poseia la rerdad hecha, s no que su amor a el a le llevaba a
consaqrar ia v¡da a sr búsqueda.
l'1' Pero considerar la filosofía como un simple amor ¿ la cie¡cia, de
ti
I acuerdo con la et¡mologÍa del vccablo, es darle un significado muy
vago, porque sería filós)lo el cultor de cualquier c¡encia cart¡cular o de
n' i- ,- un grupo, grande o F,equeño. de dis:iplinas especiales. Sin embargo, hoy
lrl!-t--
l.r . +
día no es éste el señtido de los térrninos "filósofo'' V "filosofia".
filosofía, 9n sus ¿lbo'es, indudablemeñle qus abarc¡ba iodas
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GFEGLT F INGE RMAI\ñ
F,r -¡sc Fta 3
cienciaJ. pero mllchas, paulatinan)ente,
se fueroñ
colve'lrr5c en djsc;p,inas cientificasdesprendiendo de su Lo5 lilósofos ión¡cos, por buscar la eieñcia Llniversal en lrl
::::,'-
precrso -u*t'
saber, ;lues, qué ha ou ¿, ¡"¡";"il;;;;";. '---i-. matcrial, son considerados como filós:fos naturali§tas'
substiáto
¿".prunoir,"irá.-1"r,;;;¿",.";"r1'd0""":'^T:"ff 'J3X""*::ii:":f lliJ tt"u.i. piragórica -por hab¿r eido t'¡tágoras su fundado--
en lal {
r¡rosottco, y saber 1¿¡¡6¡¿¡ qLJ¿1
caracteres que d,stinsuen
¡""1ü J"niá d; laiílosofía las matemáticas que se desarrollan eita i
ahora ra f;ro:o;;;;e #;:;;;,;:?;:í:rros iáirá qr" pronto se han de cult¡var como c encia aparte' según
esüuela, ia explicación de los fenómenos no puede encontrarse
en la
lqnte lodo debemos decrr ñ,,e r. +ir^.^¡¡^ ^-
*it"riá misma, concreta y sensible, s¡no en sus relacione§ cuantitativas
f i,*i lit+t:}", 1'
f:, ""t ;:riTÉ.i.,.; ::i:i"rff Por esto los p¡tagóricós consideraron I nÚmero como la esencia de as
q,.-;' e:ti respecto, debemos
;;;v' *i,.,i"i.i"i',i,11';, 1, dccrarar
cosas.
La escuela eleática sic¡if ca un avance en el sentido de la
er ob'eto. de ra rilosoría, porque
cualquier oÉjeto ;;i;";;;;;1" . abstracción. Considera el principio de todo lo existente como aigo
l¿do de rd ,,iri".
i"iJr"' .i""",lu'j- ll '"rtt,.i¿n
ra ñrstor¡¿; ¿l t¿do
ri¡osófica. Así, al
tenemos la f¡losofía de
¡nmutable que no es percibido oor nuestros sentidos y que nada ti''ne
que hacer co¡] la percepción exterior. Es el "3¿r" puro. que solo pusde
de ¡", ft't1"u¡1t'
naturales eslá la rilosoiá
naturateza; at tado de .- o-e lJ concebir la intel¡genc¡a. En vez del principio sensible de los jónicos,
mátem¿,,c¿s,
..,"'¡ul
","r.,.1-
fu. ,,,-L!m¿trc¿s
etcérera tenemos ¡a filosofia de las (:i,¡!¡be un princ¡o¡o inteligible, negando asi a realidad del mundc de
.. .Para encontrar ¡as señdrrs calrscterísticas, Ias señales esenciaresoue los ieno¡frerrls, que es solo aoariencia y, por lc tanto, el "no ser".
ursrnquc'1 la firó(^fi. ¡.,
que Áar op ^..-,-
"":"::.i-l*.'crencra particufar, debemos Herácl¡to, de Efeso, es quien estableceria un puente entre arrbas
buscai r. c,)ncepc¡oñe!, pues no era posible negar a existencia del murdo
";;,:,;-
fenoméñico. Trata de identif¡car el purc "s€r" abstracto con el "no
scr'',.'s Cecir- con el mundo señsible ¡legado por los eleáticos. Afirma
que lo único existeñte es et cambio, el "deteni(", pues las cosas "no
ru*tr.:,ffi i,'ft#s{iü.i{r1ffi ilkl
r osorr,-o irende a la untveh. dad
sor' algo inmutable, siño que se trasforman, "devienen", pasan. Tcdo
pasa conlc rrn rio, es su célebre :forisflo. Ahora bien, lo que da impulso

;# ]l I'; a este eierno Cevenir es el fueqc,, o sea, el calor que da vida a todo.
:?e", fi
., u(
. : :: i:
rcuerdo con estu rá\qo ño¡
;3; Í Jil f "'',".
l" :?i""T:1' ff :li"''il* Con Anaxágoras se inlroduce en el peñsamiento griego un elem?nto
;s¡,,rrtual conro última causa lniel¡gente del mundo. Es el "nous", una
" J::"iJ*,::.f il:;*3-1 :..ü::i:: :,XXliJl;::t:..,,;:,."".: esilecie Ce razón constructiva qJe mueve y orcjena el mundo.
Corrc se ve, hay hasta ¿quí !n coñtinuo progreso en el pe.)sa-
:li lj:n:; :lj:,'yl¿'":1,i1?1, j,;,#
i;l::,11,ilTi"," J""::r.l rxiento filosól¡co que culmina con Ia diferenciación enlre ñaturuleza y
.,.iI,/¡,t!, dándose más valor a este últ¡mo el6mento, especialmente con
ióci, t.!
2. Nociones hirtóricas Ccrresoo¡rde, en efecto, a Sóc.'aaes (470.400 7 a. de J. C.) el
m¿iilo de !aber sido el prim€ro en considerar el espír¡tu como una
St cLr.tl aieramOs l¿ .i..
que'cconocer oue .ñ.r;. l;:
CLre,, rón 'rL)lünt3rJ nlcral. Para é1, el pensamiento está por encima de todc lo
:l _ :':d"""" lrffj.:" hay existente. L3 filosofÍa socrática es, por consiguiente, de carácter mcral,
i", ljii JUi(,,co, ¡o.: u¡, lrcnosprecio casr 3bsollto p(,r todo lo reali¿ado t',: ri terrero de
r:r lilosof ia nóturrl¡sla.
Con Platón, su discípulo, llega la lilosclia a una altura extr¿ordi-
naria, ar¡nque aún ño hace diferenciac¡ón e-tre f¡losofÍa y ciencia. Su
**t+*:ro*tE+*'q.l¡¿t:r sisteÍra se basa en ei ide¿lismo metafisico y ético, esbozado por
Sócrates V sobre ese b¿samento construyl el mundo esp ri1Lr, y
ma sa caó t i ca 0,,
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i,ii i i,i" ol,Zi; ;:X;:Ii Xi#:."i: ;:
il: lT I j material. La filosofia platónica se clrácteriz. por la oposición entre et
mllndo de las ideas y el mundo de la realidad materi¿l
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FILOSOFIA
tl G 8 EGORIO F INGE RMANN
1fl_
Ar¡stóteles, discipulo de Platón, es e¡ primero en comprender l¿ ! distinsuir lo "bueno- de ro^'malo',"":H:";I",Jl;rt,'""r.'lX?,,;Llil
necesidad de organizar los conocim¡entos y la inCagación cienlifica y de otra cosa que formul¿r apre:laclones
;;:'ü;.;;" ;;i;;" Aií se establecen ierarquías entre os.distintos
distinguir los diferentes campos de la investigación consagrando a cada
objeto un tratado aparte: es el padre de la lógicá, de la psicologia
rh-
-1.- ,a)o¡lÁ-vlsean ¿t:cos tstdti.os, etc , porgue el hombre trdla de real'zar
doctr¡t'¿
experimenlai, del derecho natural y de las ciencias naturales que llegan
::,:i: :;;;,;, -á( vricso. con eito r" cr"u una\tetdaceta
iuá,i" ¿" varores. a ra cLiar 'e reduce.(,n
a ser c¿5i una disciplina independ¡ente. Pero todos estos tratadcs de que
I
?;;;l;,";;;;;;;i;;;; Lu ¡os
a v i o lyí:
sc compon0 la enciclopedia aristotélica revelan scr la obra de un mism(. i' r',",ií i¿rr¡ ,,o' .l- ot ábit ma teleoló ¡ ico, co nsti t uYe. ¿ .
filósofo: como un:
l
.\.1:
espíritu y sus doctrinas científicas están ¡mpreqnad¿s del rir;snro 1i[. ,r,irr-= ¿ln""l. E'la :s considerada por algunosqu'i se ocupa cle looo
iii.i."- la c¡rncia de la e:timativa'
carácler filosófico y metafisico que le da una unidad inconfundible "'¡."iti",
aq-uello que es digro ce se- preferido
Contrariamcntc a Platón, Aristóteles dirige su interés a la diversidad
de los fenómenos. a los hechos y datos concretos, tanto de la naturaleza
como de la historia y la psicología. Sus especulaciones son presididas y 3l[ b) El Probl¡ma gnoseológico
El seaundo probl€Ta filosófico se reliere a l¿ rctrvidao
de r''-"":-)'
')rovocadas por los datos positivos y sensibles, para remoñtarse a l¿s del mundo tos
.leas y ño descender desde éstas a las cosas como l)acia Plató¡. .".ti;;;. t*;1;á;, nu.t,rot datos acerca '.,i'' Ynlrol1
;;;;;;;; if peiceoc¡ón Ahora bieñ, cornosurge hen¡os ob§ervado ' )n
Se trata, pues, de dos act¡tudes mentales diferentes, que se pregunla -qu^e^
encuenlran siempre en el curso de la historia de la filosofía y que llil. frecuencia nueslr'ls seltidos nos engEñan,
,ajái-áel restirnonio le nuestros sentidos' pue§to
la
que lren i""lt1::l
ouorer¿
polarizan l¿ corriente del pensamiento eñ dos direcciones divergentes: el
nos engañasen siempre' J:''r es el F-'obteña cel
idealismo y el empirismo en sus formas extremas. Es la mi5ma ""r"¡iqr"-¿ra"tgnoseológiZo, que determin¿ | ' sibilidad' el llmit ' v
ioii"¡^i*a o
diferencia que encontramos enlte Hegel y Schopenhauer o enlte Wundt l!6
va sean aouellos.qu'-9:':'"":
,l iil- -nu".i.o, ;;;;;ir;, (c('nlc'miento
;i';;; -ioc¡mi"ntos,
sensible)
]:
o L'r"' aquellos que parec n
t"ntlOot
;""il;i"ii;;i;i;t i¡iJát p- los sentido! '' onocimientos inlerrrr'
3. Problemas fundamentales de la filosofía ¡i bles o rac¡onales),
iil'
Cualquier persona. por menos cultura tilosófica que posea. alguna u i- c) El problema netafís¡co
vez se habrá preguntado acerca de la finalidad de la vida. En efecto. una El tercer probtera, que es el ptoblema C!'l set' se refiere a su
de las interrogantes que más espontáneamente surge en el espirit¡J se naturaleza v su origen, v p'"g'it' qué es '') que es v ae d!-1¡
telierc al f¡n y al valu que pueden tener la humanidad y el unileso. li¿;;'
oiiiiJl.-"".;;. q,Je txrstimos " su rue¡te en ñLrestra proirra
Vemos que el hombre trabaja, se afana, sufre. . . No es dificil, entonces, 'stt.pto6l''t
Tenernos corciencia.dÉ qu€ viv'r')s
que nos preguntemos si la vida vale la pena de ser v¡vida. si t¡enE algúa
sentido y para gué toda nuestra exr§tencia.
ry Irli"n"¡a, Sabemos
ii,iliir"t- ri--""i,|* no. d"n 'n conoc¡miento inmed¡am
¿" un ")'o" opuestc ' un
de ouesrra
"no vo" der cu,al
],',jlijlt""].. ál'il i,r¡ti.n.¡a
;l,lH;;;"-;i*l;iento mediato Pero 5i bierr renemos la nocrÓn,de
a) El problema teleológ¡co $lr ;",;:'.1;'.-"i,,il;-;or m:dio de nuestras vivencias' no saberrcs cu¿r'e's
En esto consiste lo que se denomina el p.oblema teleologtco id? ¿oué ?s er mundol'
#::il; il;;,;.'É;"iáo, ¿q'¿ somos nosotros?
o somos amhas co§as a' Ia vczi -Y
= f¡n), es decir, el problema de los fines. Oueremos saber nuestrc¡
Íelos ilot'i
ffiil;;;;;"i ¿qLé es materla"ór'¡"'
y ']ué es espíritu eñ su ?sencial tste
dest¡no, cuál es la final¡dad del mundo y de nuestr¿ existencia y qu¿
debemos hacer. Este problema presupone una realidad ya fotmada, una nI rlesoués de todo -"fr-ár"
Iit',""i.' -áurñr-,
del ser' et
t,,tt de ía: esencias' cs el problema p9"l''!-1
realidad que ha tenido su comienzo, pero en la que es mencsler ;l;i;í;#-;;;;i¿¿ o lde onto = ser), o sea, ta *Erafii'4
conoclmlerr rus
descubrir el fin hacia el cual se encamina esta realidad eñ !u aeñsTante ocüpa de asuntos qü€ sobf:pasan los lím¡tes de nuestros
trasformación.
El problema teleológico implica, por lo tanto, otro problema:
cuestión práctica de la acción. Se trata de averiguar las normas a ias
le. il[ d¡rectos.
de la filosofla'
Estoi tres problemas, que son lo5 fundamentos orden natural en
psicolós co' es decir' en el
cuales hemos de aiustar nuestra conducta, para lo cual es preciso §aber "o.ri"Iiori i;;l';;Jt; En efecto' el problen-a de.lo§ fineJ
olrl ,. p..tám"n a la mente hununáporque
I

distinguir, previamente, lo "bueno" de lo "malo", lo "bello" de lo es el orimero que ncr§ planteamos, en la vida' cuándo chocamos
r'"cI""ü:' ños ereeuntaFros oá¡á qué
"feo", lo "justo" de lo "in;t,sto", lo "verdadero'' de lo "faiso" Fero mlfl ff' Ji"ü;; l;;1,'lo '¿s

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,o íJS5(!ORiO F INGERMANN
n FILOSOF IA 7

U J,j
sent;mientos o intereses En una
palab': ¿ clencia debe se¡ im:'¿rcial y
s¿rvri iodc es1o, y si v¿ie la pen¿ vivir. Más cqmpleio e§ el segundg perso-n:l::
oroblem¿. Rcquiere rellexión y ¿nálisis, que !919 !gn-p$j.ble§-Qlando n is. no se forma con opiniones r.Ln saber más p'áctico
i,ou madurez de espíritu. Nicl niño ni el hombre común dudan de los I e sabiduría' en camblo, es algc d ,t,",o Es
;;i";;;-t;; i.niüot. p"'o cs el último problema, ef déI ie¿ ?f-nñ3-s UlL "r" i"iii*. ó""i¡ti" 'ná' bi"n tn u-n; a:r't'¡d con a las cosas' a
'eipecto v orJdencia'
moderación
diticrr de todos y necesit¿ una meditación mucho más profunda. #iii" ,'" i* l"ir"nas, llena de cororens'jn'
E^ "' ñ'iñ'inir' sonificaba lo miimo que filosofí¿ Y sp
l'¿maba
sil emb¿rgo, desdlr el puntode vista lógico, estos tie§ üioblemas que
,r,,¿Z'rui"o'iiiii,á. gi, .,n' ¿t la: cuatr¡ ru¡ddme'1t¿lcs
debrcran r^vertrr su o'den. Primero el problema ontolrqlco [del ser],
segundo el problema del coñocer y tercero el de l9t f¡nes o de los
valores. La filosofia n{) es otra cosa que el estud¡o de estos tres
r{i :i;i;;;;'i"".;¿; ;umuna' Hov se :ons
;;':,;";;, ,;;iJ", en rorma ri¿on¿blt;L):s
d:ra
virtudes
la sabiduría conr er
losr¿r l3 drcha rncrvrdual'
,a¡te

problemas fundamental.:r y la búsqueda afanosa de sus soluc¡ones, que ;;,;;;;" ;ri.i;;, par¡ que la sabidur;¿ '¿ra ni 'esras absolut¿r'lrorque
cad¿ 'n'> ertiende a su m¡ncra' Todo se
nL¡nca -<on definitivas. El filósofo busca constaittemente verdades
nuevas, corrigiendo las (iuc sc creian verdades. Los problemas filosó_
ficos 9on, en realidad, siempre los mismos y solo varía el rnodo de
rir ]"";ü; ;;.1;;;";sánal
reduce, pues, a coñse;os
'---Él'norr,É." de prudenci '
concelción antigua' no es solo e hombre
sabi<.,, segÚn la
pl¿n1,)arlos, según las ép().4s. No es verdadero filósofo el pensador que de cienci¿, sino el hombre de exper'=rcru con una perlecla'rldoJrez oel
se distingue por a §erena
cree haber encontrado la :olucióñ de estos problemas eternos.

4. Cienc¡a y sabiduría
Itr I
iuicic. El sabio auténlico en este
,esünac,ón a su destino, buuno o
seFtioD
:;;;;;"ó";; l"r;iiictrltades Y do o¡es q-¿ orrece
adJerso' al modo
la vida' con t-anquila
del lrlorolc' cstorco'

Debemos hacer tod¿ ,I r una distinción entre sabiduría y ciencia. La -t- 5. El conoc¡miento filosóIico
cien{.i¿: es un conlunto i:., .onocimientos s¡stemáticamente grdg.lé.dó-¡, JtrL
relat,.,Js a obietos, que pueden ser contenidos de la percepción o meros I'ló existe Ltna difcrenc¡a tunda-ne 1t¿l ..e ntre el conoclmiento
trutos de la imag¡nació!' ¡rtos conocim¡entos se reducen, en último rirosóril 'l,éI ionocimienrc cienlif,cc'. EsLo se debe..en ptrmer rugaii¡.
peos¿ y 9Üa
análisrs, a ideas y
intimamenle ligados entre sí,
,ios. Pero estas ideas y pensamientos están
y encadenados de tal modo que un
pefl:arni.)ñto sirve de base al que le sigue, y asi suces¡vamente. Se trata,
iir .r" i,n iirí una luente especia¡ par: el :onocimiento cientificqco
orra cl conocióicirró I i'osóf ica- -:0 - s.gjundg*lugar, po'
iif"..ntes io, resultados obtenidos pcr r filosofÍa--y
-t¡mEc
Ia
son
crencla,
por r. r:15igurente, de un eistema de pensam¡entos, puesto que tgde-s I
--'p.r.i
resoectivamentc. -\aY' sin
eilos h¿c?n referenc¡a a un objeto o a uñ grupo de objel"os, cuyi
frni,
' .: . ¡ t e^pl¡cacia, cle lo5 fenómenos mediante l.) a'rrf,..Ltlación de
leyer J,) v¿lidez general.
lj[ l ".Uárg",
ti, q,l e.encia, la filosofíó ro drfiere de la cienci¿'
,,n caráclet po. el cual se distinguen amb¡s esferas
La cienci¿, como lo h¿mol dicho, trata de reducir los
del

P¿ra que un sistem,, de pensamientos tenga realmente el valor de i "á-"i"i"n:o.


áiros múltip;es de los señlidos ¿ c¡+rto ñÚmero l¡milado de principios
ciencia debe reunir dos r¡racteres fundamentales: la un¡\,ersal¡dad y la
objenvidad. La univers¿ i:lad cons¡ste en la captación de lo cgmún y de
lo pefmanente, que hay en los objetos y fenómenos, es decir, lo que
pursrs¡e ¿ t'Jvér de todo cambio. En esre sentido no existe cienc¡a de Io
lil con los cuiles expl¡ca los feñómen,)s. Ei conocimien-lo
ca mb io, es el ex ?0qn ctit¡co de estas mismos
apoY-a,.1 a clencla La cr ítica es
filosóf,q..-qn
prloclplos e-r -qu-e se
or lc anto el ra car acter íst iao
por el cuá mLentg-_ lqscf ce.-;e ue el
part cular, ni de lo individual. Además, todo conocimiento científ¡co
tífico. La lilosofia, en efecto, irl¿g¿ en Ia naturaleza dÉ dichos
debe ser válido para todos los espíritus. AsÍ, por ejemplo, cualquier
persona que conozca los rudimentos de la aritmét¡ca debe reconocer
que 3 X 5 = 15. Esto depende de la neces¡dad lóg¡ca con que los
llt
I
prin-cipios; busca sus contrad¡cciones t'u¡ fundamentos, su or gen, v
ios acepta cuando después de ese análisis crÍtico nc ercgentra
razones para rechazarlos. El filéiofo aborda con intrepldez los
pensamientos der¡van unos de otros.
problemai que el hombre de c¡encia contemp¡a con cau:ela El
La objet¡v¡dad consiste en la adaptación del pensamiento alobjeto.
Una ciencia debe estar fundada en hechos que nadie pueda netral. Solo ]E iilósofo plántea y discute las solu:iones, más o menos aveniuradas,
de las cuales es el Primero en ,Jer:onfiar. Pero estas solucione§,
los he.lros o los obiefos deben dirigir la investigación, s¡n ¡ntervenc¡ón aunque son frág¡les y precar¡as. por ser hipotéticas, influyen en el
de factores extraños, especialmenle los factores subjetivos, como los progresc de la ciencia, en su trabaj'l paciente y cauteloso.
}T
TE
. r:.1

GR EGOR IO FINGE RMANN


n rl---) . LOSOF IA
tj. Di5cipl¡nas lilosóf¡cas
más generales del conocimren:o, y 2l la tcoría del corac¡ñ¡ento,!!:
De los tres problemas fundamentales de la filosofía, que acabamos rráta"de los DrinciDiJs "m¿t¿riales'; rlel conócimicritó hr,ñáro,b sea'le
de mencionar, derivan además otros problemas, algunos de los cuales
trenen más conlaclo con la vida práct¡ca del hombre y que no pueden
ü ;--l ia posrbilidaá. d" iá'Validé;; a"-¡;sl ímir;iaérco"o¡¡i l.-rtitr-as otre lá
lógica aspira a darnos ulla teoiia del pensamrcnrc -lorrecto, Y
s4r resueltos sin habei sido estudiados previarnente aquéllos. Así, por -ri suministrarnos uÁ ¿riterio p¿ra distinguirlo del erro¡. l¿ teor ia del
Oiernplo, los conceptos del "b¡en" y del "mal", de lo "bcllo" y de lo
"feo" súrgen delde el com¡enzo de Ia v¡da ind¡v¡dual y colect¡va; p-orque
yd tempranamente el espiritu humano se pregunta qué es lo "bueno" y
qué es lo "malo", porque t¡ene que decidir su acc¡ón. Desde t€mp.ano
i-l conoc¡miento quiere darnos 'rna teoría del pensamieato vetdadeto,
porque busca lá relacióñ enrre el pensamiento y el Jb ero de ese
pensamiento. Se trata, pue5, ce dos ciencias, que §e completan
mutuamente y por esta razón amtra: partes pueden dencnrinarse cor L.rfl
{:omienza a valoraL es decit , a est¡mar y a apreciar cienas cosas y ciertos
actos más que otros. A veces en esta estimación confunCe lo "brre,ro i
r
ll I
rérmino único: "Qocrrina dg la:¡encia"'.

lo "malo" coo lo "bello" y lo "feo", ¡dentif¡cando valores de d¡3tinto lll. La filosofía especúlativa
orden. Del prohlem¿ onfolog.:co. o¡ p'o_blnmd i, 's" l 'ri¿"', I rs
L La f¡losofia práctica I d:sciplin¿;-á;-caráciái ii,"i¿lis'to. Son riet¿fír'cas t,o'"-" r"'0,'1,¿rai
1" la ét¡ca, o
moral, trata de {ar normas para regir ru¡estia
ii ",t
ios datoi srimin istrados .oo¡- la--er:peliencia. Lo "metafisrc(:" está más
allá del conocim¡enlo sensble, nrás allá de !o Íisico, concepto ,.1ut:
): ñducta, distiñguiendo el bien de¡ mal, Ilamándose también Eor esti, concuer.la con la etlmologÍa del vocablo2. Est.5 (J sclplilas ron5iilu /en
itlosofllprácticá. Pero la ética no solo nos fija normas y señála fines j.¡ \a fitosofía especulativa, prrqre solo iniervie,re en su t-a-amieñio el
para nuestra aó-¡ducta, sino que también invesliga los valores ét¡cos,
aspirando a darnc,! una teoría de ellos, estableaiendo su orden
{l
[i {...'>r ejercicio de la razón pura. Las Lrelcias especul¡tivas sa¡. o!j!,.!eédtas,
oponiéndose ¿si a las c¡enc¡as p.ácticas, experi¡rrentales c er )íric;is
ierárquico eñ una tabla de valores que ,engan una .,val¡dez univergal,'_ Tambir¡ son dos las disciplinas metafisicar] L¡na busca l:' ¡r.":: ,' r.lc
La ét¡c¿ es, así, qoa ciencia teórica y práctica a la vez, pue sto que por r'l la naturaleza y la otra ¡nvesr gá la e;encia del espl?la¿l, dnld l\.19¿i a!i ?

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i
una PaJ¡q nve s tioa los f ines, los va lores y lo ! blglcjrt por otra parte R
l{ uña metafísica ¡le la natura'eza y a uñ¿ ttEtafisíc1 d"'l r:\:'ír'iu,
prescribe norma l¿i co;¿ ,4-e,1"*qU é se-{ebe hacer I respectivamente.
I
2" La esté tlca se ocupa de lo bell o, e! decir, de aq uellos estadcs 1" la
mgaafhica d-eJa na:urale¿a aspira a darnos u.la :oncepciói
emocionales q9g provocan en no§otros las obras de arte o t¡ naturaleza ordenadá -del mundo y de ia,.'¡da, para c, " rin utiliz¿ oi materiales
I
1
misma. E sta d¡sc¡plina trata de penetrar en la esencia de Ios yalorer
estétrcos, -cgmo- lo bello¡- lo sublime, lo lrégi.Sa. lo cómico, etc.,
m+r que le aportan las ciencias p¿rticulares dc ., ¡aturale¿a: la fis,ca la
química, la geologÍa y las disciplinÉs biológícai. Tret_á de o, probl¡mas
I buscando sus notas característ¡cas. El f¡lósofo de la estética se pregunt a del espacio, del tiemgo- de l¿--Da-fe,iot. <1,. '.a energí4, e¡ c_u-anlq_el
qué son estos valores estéticos y en qué relac¡ón están con los otros n "t muñdo inorgánfco, V de la esen,:ia de los ,rrganismoJ, er cuaníc al
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valores, de donde resulta que la estética es una parte de la teorja de los ill 1
mundo de lo orgánico. Lós teróm:nos vit¿' (pLrcdcr L lic¿rs' pol
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v-¿lores. Su lin primord¡at es llegar a coniébir ctaramenre ta eseni¡a i leyes mecánicas o-Éáy, por ol contrarro, .n p,r_c,pL r-;pecial Lr'\
dcl valor cstéttco, porque solo asÍ podrá formular "norma,<' pr¡ncipio v¡tal quc condiciona l. ,/icla y Dor lo tanto h¿y cn l,,do
Fara juzgar y producir obras de art¿. En efec¡o. úna vez deteim¡nada la I organismo algo más que los factores fisico-qii'micos? Aqu se en1:en-
i esenc¡a de lo bello, será posible juzgar lcs objeto§, tanto reales como
irnaginarios. establecer s¡ son bellos y en qué grado lo son. La estética
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_t tan. pues. dos teorías acerca d€ La !idar el 01 '.an¡c¡smo ¡ t vitali:mo.
2" La metafís¡ca del espiritu trata de dar una s-nlesis d,) los
es, por lo tanto, @tTto la ét¡ca, una discipl¡na teórica y práctica, Es I resu ltadoi niéláliliÉóI-EEiii.:i¿ ñ¿ as del espírlt!¡: la psic. ogia. l¿ út ca,
teór¡ca en tanto que investiga la esencia de los valores -.§téticos, y cs ia estética. la historia y la filcsolia de la rei:gión le prc.ocic,onan los
práctica en tanto que fi¡a norrnas para ¡uzgar y para producir obras de
arte. ml_l materia¡es más ¡mportantes. Aqui también sur{t¡ñ diferc¡tei doctriras.
Pafi el mater¡alismo, lo psícuico es una susri rcia materia , de cierta
espec¡e corpórea, que se procuce €n el cerebro y que dejr de existir una
ll. La lógica y la teon'a del conocimiento vez que el cerebro ha dejado de funcionar. Frente al maler llistno está
El problema gnosológico, es decir, la doctrina de la c¡encia, o dcl
saber, da nacimiento también a otras dos d¡scipl¡nar: 1) la /ógrca, que se
ocupa panicula¡mente del conocimiento "formal", es dec¡r, de lasleyei-
il I
el esp¡riualismo- que supone a existencia de una susta¡:ia especial
anÍmica, distinta de Ia materia. Est¿ Última doclrina es dualiita, por(lue
supone dos sustancias: una crattrial , otra espirrlual.

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10 GFEGORIO FINGERMANN fri__ F¡LOSOF IA 11

Podemos resumir las diferentes disciplrnas filo§óficas en el 5!guiente A Ésra pregunta se puede responder en forma negal¡va y en forma ¿'irmauva,
cuadto s,-.,1 segúr, la diroLción filosótica que se adopte para encarar este problemá
-
§,i , -.1
Los que rfugal, la axilÉnc¡s de uñ mé1)dc propiámenle filosóficc ¡e basan
en el hecho de q-ue las diversaa disciplinas aplicán otros tañtos divers('s méiodo5,
prorios d? lss ciencias del €sPlritu.
' Pero como 16 filosolla tiene lambién lntimes relaciones con las ñ¿lemáticas
t ñi f cun iós c¡snc¡aa de la naluraloza, debe al rñ¡s¡no util¡zar ¡os métodct de estss
1) Etica áisciplinas, cori lo cual queda excluiáo un má:odo pocoliár' fifo§ól ¡¡o.
D ciplinas 2) Esrélica §i Por s! r6rt€, losquoaf/t¡ra, ls 6xrlenc s de un mátodo filosófico especlf¡co
¡xredéñ ctá3ificare en dos categorlas LELllpilig§, que se b€sáñ ]1 el h6cho
I
(valores)
d6 qu. ls lilosofla admite los métodor-r¡Ca;l¡Y¿s, ptop¡os de ¿s c¡eñc'as
I 1) Lósica
expeflmgntslos o empfricas,'pué}Io quÉ 6ñ a taorla generál del conc( mlento o
2) Problema gnoseologla, qu€ par6 el¡os es el núcl.ro crntral de la filosofla, 3€ aplica ene
E
gnoseológico t iipliñas 2) Teoría del $ ':-.étodo p¿rti€ndo de los h€chos de 16 obse^'ación. 2) La legunda cat¿0orla,
que
rrsde llamarss racionalita, admite cono melodo filosóf;co 9of oxcelenc¡a-el
¡ .rrrucdvo, r¿cionalisti, d.iéüsÉó-v dñTécliEo, ilijó-c-oñiiná en ir ri.ando, por
3) Problema de ia ffi EDroxiifiacióñ, c¡eñas tss¡s que lu690 soñ discJt¡d6s, contrsd¡chas y sustltuidas por
ontológico naturoleza otras ,¡uevas, hasta lograr el conoaim¡ento do algo. Se trata dg J¡ procsso
2) flt á;s(r,.sivo de una encad¡nación de r¿zonam ento en qu€ intervienen elaráli§¡ y
] Metafísica
del€spíritu i¡ s.'rt¿srri el análisis, para enconirar l¡s n(,!6§ esencialos de un conceplo, y la
slnt.3is !'ára uñific¿r esás notas, gracias a la! rolaciones doscubiErt¿s ontre ella5.
Este rñátodo puede re!est¡r pr¡ncipelrnente lss dos formás s¡guient€!i
I 3) llJlti!1ti-ca, propio de la espsculacióñ de lo§ filósofos anl¡guo!
$ sip€cialmente los eleáticos, qui€nes po5t,Jla1.qu6- 6.t949*catr!üpjg_l!-o!9ne_8J
?, Po:::ir',, .i. la teotía dei conocim¡ento eo el ¡istema de la filosoff¿ coñtraiio. sin que haya necesidad de recur.ir r ls experienc¡á pára comprcbárlo,
bt Et ontolórico. que busca en l¿ rorstitución de lqs ce¡lpDtos Eo¡smos lps
Licspoós de todas est;:, consideraciones con respecto .i l¡:l diferente§ cirácreres qus ascauren §r-ñéóesittád y-exl]Teiüiá. E]_empl¡ r,p:.o es a p.ueba
disciplinas filosóficas se !e c¡ue la teorÍa del conoc¡siento ocupa un ontolós¡ca de Dios. de Oescsrtes.
lug¿r uspecril. T¿nto es aii que, para algunos pensadore: 6üuales, toda
ü Coa el auqe de l¡ doctrina de a intricl5n lenomenológl,:J .le Husrerl, y del
intuicionifio úe 8ergson, ño son po:os loa que pléconizai rn nu,rlD método
la fitosorííi debe reduciír a la le<¡ría del conocim¡ento, después que gPnuinamenre f ilosól¡co : )a-in tu ie!ón.
muchri d¡scipl¡nas !e desprendieron del tronco común de la filosofía y Alo$i MLr_LleL oor ejemplo, afirm€ elláticamente qu6 solo ¡r,slen dos
llegaron a su independencia total. El fundamento de esta doctrina ,1¡ótodos.lc la lilosofla' el fenomerolóeico / eldeúrctiyl). EJ mátod. 'enomeno
reposa en el hecho de que la teoría del cónocimientó. dipira-adá(¡ó-s l.a fi tóoico es la intu¡c;ór, no seÍÍ6llli-á:.á¡e"sión directá e inmediáia d.i ilóó-Jtii
no pi:arr ¡¿rd-emo'¡raiálEsTáÍpio-pia:-i6-" si?ñpii d¡-irgo'¡¡r ratóiii?;;tque
base de todos los conocimientos, estud¡ando previámtñta-Ia capacidad y iien¡ niüóñó dE lnEtlhtivo, de afecli!o ! de mlstico, como s€ desp.ence delpasá,e
os límites del instrumento cognoscitivo, es decir, del espír¡tu hunlanó.
En efecto, si definimos la filosofía corr¡o la "cienc¡a que aspira a
dar nos una concepción del mundo, dc la v¡da y del esplritu, mediante la
reflexión del espÍr¡tu sobre sí mismo en su función teórica y práclica",
I i:
que trascr¡b¡mos textuálmente: "E nétodc demanda 6l puro sstar E,ntregado a¡
obj€to. Er necesario túner la energls de deiar que se hunda todo lo que se ha
aprendido, da rechaza. lo que ya re sbe, y eñ cierto modo compare:er ante dl
obielo in staau natuñe purae, E¡1 olro ':arc no se ve lo dado como e!, siño como
se cree s¿ber que es"', Esto, que pare.e.ovedoso, no es otra cos¿ cue el vieió
la posición de la teoria del conoc¡m¡ento aparece clara y se just¡f¡ca, en
cierto modo, su posición central. La teoria del conoc¡miento resulta ser
Lrna pañe de la teoría de la c¡encia, aquella parte que se o.cu_¡ra {e l9s
"princ¡pios materiales" del conocer, porque trata del pensamiento
-en
su
I L li trrcce¡rto de la objetividacl en la observac;ón c¡entifica, envuelto en un rnanto d¿

Ei intuicioñisno eñ sus divers¿s ic,rmar, que algunos aur)rEs, .omo


Enghtman, denonrinan método romántico, ha merecido muy s6,/eras:riticas, por
esiar eñ coñtrádicción con la inducció¡ y la deducción que son c,s métodot
'f''
I
relacióñ con el objeto, siendo en realidad una teoría del pensam¡ento cientlf¡cos por excelencis. fi¡ás aúnt el ntui,:ionismo está en contraditl,ón con la
f¡losofÍa miena. que consisle en uñ arduo siterna d€ ideas el¿borado a!i t6 ¡ázón
t- eñ ¡a forma rnás riguro$. No es lóg¡co, por esto, fuñdar la filoso! a sobre €l
instinto y el seitimienlo 6xclus¡vamentR. Además, re§llta incongrueñte a actitud
8- L03 málodo. d6 l¡ filosotís de IDs rn¡ynos ¡nt!icion¡stas que at¿can a la razón y defiendeñ sr posic¡óñ
Se ha discutido y aún sigue discutiéndose lá cuest¡ón relativa a los métodos
de la rilosolía. Ésta cuerión puede rormularse en la siguienre pr€gunta: ¿exist€ un
método prop¡o de la lilosotía¿ I t med¡añte conceptos y razoñarn¡eñtos. Es re6lmente contradictorio defonder et
irracionalismo con proced¡m¡entos racionalista§.
Sl segundo mércdo. s€ñalado por Mille., es la infercnc¡s deduca,r¿, o sea, ls
deducción, pero nunca l¿ inferenc¡a ¡ñdrcti!a. La f¡losofla y la induccrón, alirma

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t2 GR EGOR IO F INGE RMAI{N I


rotundamente, sin demostrarlo, residen en eleras distintas- Ahora b¡6n, eñ
nuostro conceplo, si consideramos a la tilosofla como uña c¡enc¡a qoe 8§pira o
darno! un8 concepción global del mundo y de la vida, y que como tal continúa la
lsbor ,:omenzada por lás ci€ncias particuláros, necesita como iñstrumenro de n .J
I

investilEción los mérodos utilazados por cada una de l¡s ciencias particul¿ros, y
onlrs ¿llos tambián el mótodo inductivo.
Son significativas a elé respecto las palabr¿s del grañ hombre dé cienciá y r! t-'
lilósofo Karl Jaspers: "Profisro llamar a la filosolla -dice- f¡losofía de la razóñ,
pues rne parece urgente in§¡srir €n es¡ anr¡quls¡ma e!¿nc¡a de ls filo§ofÍá. si sÉ li ) I
extravlñ la ra¿ón, se extravfa la lilosofla misma. La tarea de ¡E filosofía fus desde
un cor¡¡enzo, y sigue siéndolo, alcan¿ar la razón, restaurarsé corno razón, y por
cierto como rázón auténiica. . ."'. t" Í'
tl Ia
NOTAS DE LA INTRODUCCION PBII!1EFA PARTE
I
t
Kúlpe, lntroducción a la Filosolt1, trad. esp., pá9. 45.
La deñomin¿ción de "metafisica" apl¡cadá a estos problemos es purame¡te
BT-
itI
acciclenlal. Cuando Andróñico de nodss ordenó las obrás de Arisróteles, puso METAFISICA
pridrero crs obras acerca de la naturale¿¿ (fis¡ca), y después l6s obras filosólicas,
por cuya razón se llamaron "metafisicas" {de mots = más allá, y tá fís¡ca = de rs
flsical.
tr
' Aloys Miller, /n¿rodrcción a la l;losolía, lr¡¿drid, 1931, págs. 19.21. & .:to
' Karl J¿?ers, La rczón y tut enomigos en nuesüo tierhpo- Bu6ños A¡rea.

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1953, pás, 69.
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