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INRODUCCION:
El libro el "Arte y poesía" que nos lleva a analizar los conceptos sobre estética, el
arte y lo poético. Basado en la recopilación de dos ensayos:
Más allá de la cosa esta la “OBRA Y LA VERDAD”, aquí hace una afirmación
anticipada acerca de lo que está en operación en la obra de arte, o sea, se pone
en operación la verdad. ¿En qué medida acontece en el ser obra de la obra, es
decir ahora, en qué medida acontece la verdad en la lucha del mundo y la tierra?
¿Qué es la verdad?
DESARROLLO:
La búsqueda de la esencia del arte nos conduce el autor por medio de estos
apartados:
Por otra parte, considera Heidegger que el artista es el origen de la obra. La obra
es el origen del artista. Ninguno es sin el otro. Sin embargo, ninguno de los dos es
por sí solo el sostén del otro, pues el artista y la obra son cada uno en sí y en su
recíproca relación, por virtud de un tercero, que es lo primordial, a saber, el arte, al
cual el artista y la obra deben su nombre.
Nos conduce a encontrar la esencia del arte que realmente está en la obra,
busquemos la obra real y preguntémosle qué es y cómo es.
Las obras de arte son conocidas por todos. Las obras de arquitectura y escultura
se encuentran en las plazas públicas, en las iglesias y en las casas. En las
colecciones y exposiciones se depositan obras de arte de las más diferentes
épocas y pueblos.
El artista y la obra, ambos elementos están separados pero unidos por el tercer
elemento, el arte, el cual define la dimensión artística que el artista transmite en la
obra para que ésta pueda llamarse artística. De ahí que la formación del artista, el
cual debe ser creativo y arquitecto, esto es vital en el proceso de la obra.
“COSA Y LA OBRA”
En "La obra y la verdad" nos habla de cómo en las obras artísticas está en
operación el acontecer de la verdad, de la esencia. Heidegger explica este
acontecer de la verdad o de la esencia con un templo griego. Por sí mismo como
objeto físico no representa nada, pero si mediante el templo el ser humano se
contacta con lo divino, entonces también será la delimitación de lo sagrado. Esa
es la esencia de un templo, se pone en operación la relación divina, es el lugar
donde dios habita y el hombre lo encuentra, donde dialogan más directamente.
“OBRA Y LA VERDAD”
Aquí nos habla de cómo en las obras artísticas está en operación el acontecer de
la verdad, de la esencia. Heidegger explica este acontecer de la verdad o de la
esencia con un templo griego. Por sí mismo como objeto físico no representa
nada, pero si mediante el templo el ser humano se contacta con lo divino,
entonces también será la delimitación de lo sagrado. Esa es la esencia de un
templo, se pone en operación la relación divina, es el lugar donde dios habita y el
hombre lo encuentra, donde dialogan más directamente.
El estar en pie el templo da a las cosas su fisonomía y a los hombres la visión que
tienen de sí mismos, dice Heidegger. Esta visión queda abierta sólo mientras la
obra es una obra y el dios no ha huido de ella. Lo que para Heidegger constituye
la esencia de la obra de arte —el que establezca un mundo haciendo una tierra—
depende, en el caso del templo, de la creencia de que es habitado por un dios.
Poetizar, la más inocente de todas las ocupaciones, pues la poesía es sólo como
un sueño, un juego inocuo de palabras sino se lleva a la acción. Pero su materia
prima, el lenguaje no es tan inocente, y de ahí viene la segunda guía.
CONCLUSION:
Esto no puede hacerse sin ciertas concesiones: debemos mantener casi siempre
la terminología heideggeriana, inclusive los giros con que la introduce y la mueve,
bajo amenaza de hacerle decir otra cosa de lo que, a menudo ambiguamente,
dice.
El primer resultado de esta audacia escolar, incómodo y promisorio a la vez,
consiste en el descubrimiento de que no siempre las articulaciones del estilo
coinciden exactamente con articulaciones lógicas del pensamiento.
Este libro detona la reflexión de lo artístico como alimento del ser sutil que habita
dentro del cuerpo humano. La poesía en arquitectura se libera cuando desde su
creación, y en el desarrollo del proceso de diseño se le infunden las cualidades
necesarias para realmente albergar al alma humana.
Los dos ensayos mostrados, muestran en conjunto las reflexiones que Heidegger
dedicó al problema de la estética, estrechamente vinculadas con la materia de El
ser y el tiempo. De tal suerte que, de acuerdo con el impecable traductor, el
filósofo Samuel Ramos, estos dos “pequeños ensayos estéticos pueden
considerarse como una ontología del arte en su más estricto sentido”. Para
Heidegger era evidente que la obra de arte es un ente y ese carácter es lo que
pretende descubrir: ¿el arte es una mera cosa o algo más?