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Correo del Maestro Editorial En este número

Desde Japón…
INSPIRANDO MAESTROS
Coral Italú Guerrero Arenas

Shinichi Suzuki es considerado uno de los grandes pedagogos en materia de educación


musical. Su propuesta pedagógica es reconocida en muchos países, especialmente en Japón y Estados
Unidos. En América se fundó la Suzuki Association of the Americas (SAA) en 1972, a la cual se pueden
unir profesores y padres de familia para conocer y adoptar el método educativo del maestro y músico
japonés.

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▲ Desde Japón… inspirando maestros

partir de la pedagogía Suzuki se han elaborado varios libros que invitan a


descubrir los beneficios de este método de enseñanza que, según sus seguidores,
ha dado resultados sorprendentes. Si bien el libro que aquí se reseña está dirigido
principalmente a padres de niños que siguen el sistema de Suzuki, los maestros pueden
aprovechar las ideas que forman parte de su contenido, ya que se aplican no sólo al
campo de la música, sino a la vida cotidiana.
El libro está dividido en cuatro capítulos:

Introducción a la pedagogía Suzuki


El papel de los padres
Motivación
Consejos prácticos

Cada capítulo está formado por artículos de maestros que han adoptado la propuesta
de Suzuki, lo que hace que este libro sea enriquecedor pues hay un contacto directo con
las experiencias de los profesores. Se incluyen, además, textos escritos por el propio
Shinichi Suzuki que expresan ver su pasión por enseñar.
En el primer capítulo se describe brevemente cómo surgió esta pedagogía, que está
basada en la idea de que la habilidad musical no es un talento innato, sino una destreza
que puede desarrollarse. El doctor Suzuki se dio cuenta de que todos los niños
aprenden fácilmente su lengua materna, así que desarrolló un método de violín al que
llamó Enfoque de la lengua materna o Educación del talento. Aplicó así los principios
básicos del aprendizaje del idioma al aprendizaje musical: la participación de los
padres, el inicio de la educación musical en una edad temprana, la escucha, la
repetición, el fomento, la interacción social con otros niños, un repertorio musical
clasificado y el retraso en la lectura musical.

Shinichi Suzuki (1898-1998) planteó que “cualquier niño a quien se entrene correctamente
puede desarrollar una habilidad musical de potencial ilimitado.”

De acuerdo con Suzuki, un niño puede aprender música si los padres actúan como
profesores, involucrando así a los papás en las clases, a las cuales deben asistir para
entender lo que el alumno tiene que estudiar y apoyarlo en casa. El inicio de la
enseñanza musical en los primeros años de vida es crucial, pues el niño está en su pleno
desarrollo psicomotor y de su capacidad auditiva.
La música debe estar presente en todo momento, al igual que el lenguaje, y así los
niños podrán aprender las melodías y el aprendizaje será mayor. La repetición de las
piezas es crucial, pues amplía su repertorio musical de la misma manera en que amplía
su vocabulario. Las piezas que se tocan están cuidadosamente clasificadas de acuerdo
al nivel de los alumnos, construyendo bloques de desarrollo musical y técnico. El
apoyo emocional por parte de los padres y la interacción sana con otros niños es
fundamental, pues motiva a los alumnos a seguir aprendiendo. Y por último, la
habilidad para leer música se inicia hasta que los alumnos desarrollen buena postura,
tono muscular, entonación y afinación precisa de su instrumento.
Una de las maestras que comparten sus experiencias menciona que el método
pedagógico Suzuki implica trabajo y disciplina, factores decisivos en el desarrollo de la
autoestima e independencia del niño, lo cual es necesario para el logro de cualquier
objetivo, ya sea en la música o en otro campo.
Shinichi Suzuki hace énfasis en que los niños deben crecer con un cerebro activo, un
corazón hermoso y una personalidad bondadosa, lo que asegurará el éxito en el camino
que tomen más adelante, ya sea en la música o no, pues serán capaces de mostrar
habilidades finas y agradables en cualquier campo.
En el capítulo 2 se hace énfasis en la responsabilidad de los padres con respecto a la
educación de sus hijos. Que los padres se involucren sanamente en las clases hace que
los alumnos puedan alcanzar mejores resultados. El capítulo terecero, dedicado a la
motivación, es sumamente enriquecedor ya que los maestros y el propio doctor Suzuki
hacen referencia a las maneras en que los niños están aprendiendo (¿de manera
forzada?, ¿con gusto?). Suzuki reflexiona acerca del hecho de que un niño es producto
de su entorno, el cual forjará su carácter y sus habilidades. El papel de los maestros es
esencial para que los alumnos se motiven o desistan de lo que hacen, de que lo hagan
con pasión o de mala manera, y esto se verá reflejado indiscutiblemente en el desarrollo
de su personalidad. La actitud del profesor hacia el alumno será la clave para que el
estudiante se sienta o no motivado a seguir en la clase, lo incitará al aprendizaje y a la
apertura para recibir sugerencias de su maestro. El punto principal es fomentar el deseo
de los alumnos por aprender. Cada éxito será motivo de satisfacción por parte del
estudiante y generará el anhelo por mejorar.
Otra de las maestras que participa en este libro comenta que, como profesores,
tenemos la oportunidad de guiar a los alumnos hacia los conocimientos musicales, pero
también podemos ayudarlos a crecer como personas sensitivas. Ella comenta que los
maestros debemos examinar y mejorar nuestra manera de enseñar para poder estar
seguros de que siempre podemos aportar el mejor entorno para que los alumnos
aprendan.
El último capítulo ofrece consejos brindados por los propios docentes así como por
padres con niños en el sistema Suzuki. Es interesante leer ambos puntos de vista para
obtener una retrolamientación. Se retoman temas tratados en los capítulos anteriores,
como la participación de los padres en la enseñanza y la motivación de parte del
profesor y de los mismos papás, ello fundado, por supuesto, en la teoría pedagógica que
se nos presenta. Así, se aconseja qué se debe hacer y qué se debe evitar en el proceso
de enseñanza–aprendizaje; por ejemplo, de qué manera se debe corregir al alumno y de
qué manera se le debe motivar.
Aunque ciertamente es un libro dedicado al conocimiento de una metodología
específica, la pedagogía que Shinichi Suzuki ha desarrollado va más allá del
aprendizaje musical. La base del aprendizaje de cualquier área se fundamenta en la
mayoría de los principios que se expresan en este libro. El deseo de cualquier maestro
es que sus alumnos se motiven en clase y aprendan de manera significativa. Despertar
el interés por un tema es una cuestión difícil si no contamos con las herramientas
necesarias para hacerlo. De este modo, el libro nos proporciona elementos para
reflexionar en torno a lo que podemos potenciar en los estudiantes.
Para motivar a los maestros a leer este libro citaré un extracto escrito por Shinichi
Suzuki:
… enseñar música no es mi objetivo principal. Quiero hacer de los niños buenos ciudadanos. Si
un niño escucha buena música desde el día de su nacimiento y aprende a tocarla él mismo,
desarrolla sensibilidad, disciplina y perseverancia. Obtiene un corazón hermoso. ♦

Reseña del libro:

Inspirando niños. editado en México por Editorial Mexicana de Educación Musical


S.A. de C.V., 2008.

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