Está en la página 1de 2

GENERACION+ AUTOREFORZAMIENTO+ AUTOMANEJO:

Generación:
Una vez que “sabemos” cómo se realiza una conducta y recordamos los elementos o pasos, es
probable que aún no la realicemos con precisión. En ocasiones necesitamos una gran cantidad de
práctica, retroalimentación y entrenamiento acerca de aspectos sutiles, antes de ser capaces de
generar la conducta del modelo. En la fase de generación, la práctica hace que la conducta sea
más precisa y que el individuo gane experiencia.

Motivación y Autoreforzamiento:
El reforzamiento desempeña varios roles en el aprendizaje por observación. Si anticipamos que
seremos reforzados por imitar los actos de un modelo, quizás estemos más motivados a poner
atención, a recordar y a generar las conductas.

Además, el reforzamiento es importante para mantener el aprendizaje. Es poco probable que un


individuo que intenta una nueva conducta persista sin un reforzamiento (Ollendick, Dailey y
Shapiro, 1983; Schunk, 2008).

Bandura identifica 3 tipos de reforzamiento:

Reforzamiento directo: El observador reproduce las conductas del modelo y recibe


reforzamiento directo.

Reforzamiento vicario: El observador simplemente ve que otros individuos reciben reforzamiento


por una conducta específica y después realiza con mayor frecuencia esa conducta

Autoreforzamiento: Este tipo de reforzamiento es importante tanto para los alumnos como para
los maestros. De hecho, si una de las metas de la educación es formar a individuos que sean
capaces de educarse a sí mismos, entonces los estudiantes deberían aprender a manejar su propia
vida, establecer sus propias metas y brindar su propio reforzamiento.

En la vida adulta, en ocasiones las recompensas son ambiguas y a menudo toma mucho tiempo
alcanzar las metas. Piense cuántos pequeños pasos se requieren para consumar la educación
formal y encontrar el primer empleo. Y, como profesores, en ocasiones el autorreforzamiento es lo
único que nos permite continuar. La vida está llena de tareas que demandan este tipo de
automanejo (Rachlin, 2004)

Automanejo:
el papel que desempeñan los estudiantes en su propio aprendizaje es de principal interés para los
psicólogos y los educadores de la actualidad. Este interés no se restringe a ningún grupo o teoría.
Distintas áreas de investigación y de teoría convergen en una idea importante: que la
responsabilidad y la capacidad para aprender residen dentro del estudiante. Los alumnos deben
ser individuos activos: nadie puede aprender por otra persona.

Desde una perspectiva conductista, los estudiantes podrían participar en algunos o en todos los
pasos de la aplicación de un programa básico de cambio conductual, al ayudar a establecer las
metas, observar su propio trabajo, mantener registros de éste y evaluar su propio rendimiento. Y,
finalmente, podrían seleccionar y aplicar el reforzamiento.

Establecimiento de metas: algunas investigaciones sugieren que el hecho de establecer metas


específicas y hacerlas públicas serían los elementos fundamentales de los programas de
automanejo.

Los estándares más altos suelen generar un mejor desempeño (Locke y Latham, 2002). Por
desgracia, las metas establecidas por los estudiantes muestran una tendencia a reflejar
expectativas cada vez más bajas. Los profesores pueden ayudar a mantener estándares altos al
verificar las metas establecidas y al reforzar las altas expectativas.

Vigilancia y evaluación del progreso: La autoevaluación es, hasta cierto punto, más difícil que el
simple autorregistro, ya que implica hacer un juicio sobre la calidad. Los estudiantes son capaces
de evaluar su conducta con bastante precisión, especialmente si aprenden las normas para juzgar
un buen desempeño o producto.

Parece que una clave para lograr una autoevaluación precisa consiste en la verificación periódica
por parte del maestro de la evaluación de los estudiantes y la aplicación de reforzamientos a los
juicios que hayan sido precisos. Los estudiantes mayores podrían aprender a hacer una
autoevaluación precisa más fácilmente que los estudiantes más jóvenes.

Autorreforzamiento: El último paso en el automanejo es el autorreforzamiento. Sin embargo,


existe cierto desacuerdo acerca de si este paso es realmente necesario. Algunos psicólogos
consideran que el solo hecho de establecer metas y de vigilar el progreso es suficiente, y que el
autorreforzamiento no incrementa los efectos. Otros creen que recompensarse a sí mismo por un
trabajo bien hecho generaría niveles mayores de rendimiento que el solo hecho de establecer
metas y de hacer un seguimiento del progreso.

En ocasiones, es posible solicitar a las familias que ayuden a sus hijos a desarrollar habilidades de
automanejo. Al trabajar en conjunto, los profesores y los padres podrían enfocarse en algunas
metas y, al mismo tiempo, apoyar la creciente independencia de los estudiantes. Las Sugerencias
de asociaciones familiares y comunitarias pueden darle algunas buenas ideas.

También podría gustarte