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Más allá de las ventajas que conlleva acceder a estudios de nivel superior, son muchos los
desafíos que debe afrontar un estudiante. El ingreso a los estudios universitarios suele ser
un período de cierto estrés que puede llevar a que muchos alumnos se desalienten. De
hecho, se ha observado que, si el estudiante no posee adecuadas competencias para
afrontar estas nuevas demandas, puede ver alterado su desempeño académico, mermar su
bienestar psicológico y obstaculizar una adaptación saludable a la universidad.
Referencias
LECCIÓN 1 de 2
Poder acceder a una universidad es uno de los privilegios que mayor impacto tiene en
la vida de las personas. El futuro laboral, la posibilidad de movilidad social ascendente,
el desarrollo personal y las posibilidades de acceder a una mayor calidad de vida
dependen en gran medida del inicio y la continuación de los estudios superiores.
Según los datos proporcionados por el Sistema de Información de Tendencias
Educativas en América Latina, los egresados de nivel superior son los más favorecidos
en términos relativos al nivel de remuneraciones promedio y en cuanto a posibilidades
de inserción al mercado laboral. (Beccaria y Maurizio, 2005, https://bit.ly/2PRd36R).
Sin embargo, estudiar en una universidad se asocia a una “mejor salud y calidad de
vida. Por ejemplo, las personas que han alcanzado un mayor nivel educativo presentan
mayor satisfacción con la vida” (Veenhoven, 1994,101-160). También se afirma que
eleva la autoestima y minimiza la depresión. (Migliacci, Scharovsky y Gonorazky, 2009).
Los estudios universitarios permiten elevar el capital humano de la población y
mejorar sus condiciones de vida.
Más allá de las ventajas que conlleva acceder a estudios de nivel superior, son muchos
los desafíos que debe afrontar un estudiante. El ingreso a los estudios universitarios
suele ser un período de cierto estrés que puede llevar a que muchos alumnos se
desalienten. De hecho, se ha observado que, si el estudiante no posee adecuadas
competencias para afrontar estas nuevas demandas, puede ver alterado su
desempeño académico, mermar su bienestar psicológico y obstaculizar una
adaptación saludable a la universidad.
Al leer el caso de Pablo, surgen muchos interrogantes que podemos analizar. ¿En qué
fase del proceso de autorregulación consideras que ha fallado Pablo? ¿Ha planificado?
¿Ejecutó adecuadamente las acciones necesarias para lograr las metas propuestas?
¿Se puso a revisar aspectos para mejorar de su proceso de aprendizaje? ¿Qué cosas
podría haber hecho Pablo para mejorar su proceso de aprendizaje?
La autorregulación del aprendizaje es una competencia que se puede desarrollar, pero
requiere cierta práctica y esfuerzo. No obstante, el primer paso consiste en tomar
conciencia de nuestra manera de aprender. Con este fin, la Secretaría de Investigación
de la Universidad Siglo 21 ha desarrollado un test que permite evaluar tu perfil de
autorregulación del aprendizaje.
Tal como se observó en la situación de Pablo, muchos alumnos poseen dificultades en el proceso de
autorregulación de su aprendizaje, pero no logran detectar qué es lo que está fallando.
Este test te permite conocer tu perfil de aprendizaje, lo cual te ayudará a conocer tus fortalezas y aspectos que
puedes mejorar para organizar tu estudio de la mejor manera. Toda la información que brindes será confidencial
y la administrará la universidad para que tus profesores puedan brindarte más herramientas y acompañarte
para potenciar tu aprendizaje.
El Test de Autorregulación del Aprendizaje evalúa las tres fases o etapas implicadas en la autorregulación. Te
permitirá detectar en qué áreas puedes mejorar y aumentar tu capacidad de autorregulación del estudio.
Tal como se ilustró en la situación de Pablo, el aprendizaje autorregulado ha demostrado ser clave para explicar
la iniciativa, perseverancia y capacidad adaptativa de los estudiantes. Los estudiantes que logran autorregular su
aprendizaje poseen una mayor adquisición de conocimientos y habilidades (Zimmerman, 2000), aprovechan
mejor los tiempos de estudio y presentan mayor rendimiento académico.
La autorregulación del aprendizaje no es algo que ocurre, sino que se trata de una capacidad que se desarrolla.
Para lograr autorregular el aprendizaje, se requieren habilidades para planificar, ejecutar y monitorear el
proceso de aprendizaje. A continuación, desarrollamos cada una de estas etapas y las habilidades involucradas.
En la situación inicialmente descrita, se observa que la primera dificultad que posee Pablo para regular su
aprendizaje radica en la falta de planificación. Durante la fase de planificación, los estudiantes analizan las
características de las actividades que van a realizar. En esta fase, se establecen las metas y se planifica como
alcanzarlas, es decir, no solo se debe planificar qué quiero hacer, sino también cómo debo hacerlo. Tener metas
claras de resultados y de las acciones que voy a realizar es clave para lograr una adecuada planificación del
proceso de aprendizaje (figura 1). Además de adecuadas metas, se debe realizar una adecuada gestión y
distribución del tiempo. El establecimiento de una agenda de trabajo será clave para transitar con éxito la fase
de planificación del aprendizaje.
Generalmente, los estudiantes que tienen dificultades en esta fase no logran planificar
adecuadamente su aprendizaje. Poseen un estilo reactivo y no estratégico. Esto quiere decir
que su proceso de aprendizaje no está siendo dirigido por ellos, sino que dependen de las
circunstancias, las ganas que tengan en ese momento o la cercanía con la fecha de examen.
Es muy importante que este no sea el patrón habitual de estudio. Para que el aprendizaje sea
ordenado y bajo control, debe partir de metas claras y con una agenda de trabajo factible de
cumplirse.
Dejar las cosas para otro momento o esperar a que mágicamente tengamos ganas de estudiar
puede llevar a que estudiantes con adecuadas capacidades de estudio no logren un buen
rendimiento.
Por otra parte, puede que seamos muy disciplinados y que cumplamos de forma estricta con
todas las actividades que planificamos. Pero ¿qué ocurre si, al momento de estudiar, no
estamos utilizando las estrategias adecuadas de estudio? De hecho, es muy común que los
estudiantes abusen de estrategias simples de estudio, centradas en la repetición y el repaso,
y no utilicen métodos de estudio más profundas que permitan un mejor aprendizaje de los
contenidos. Los estudiantes que no utilizan estrategias profundas de estudio tienen
dificultades para comprender los textos, para recordar lo que estudian y, finalmente, para
lograr una buena calificación.
Si tienes dificultades para cumplir con la agenda que planificaste o si consideras que tu
proceso de aprendizaje mejoraría sustancialmente si utilizaras estrategias más profundas de
estudio, entonces es importante que prestes especial atención al capítulo 3. Si logras reducir
tu tendencia a procrastinar (postergar el estudio) y utilizas estrategias profundas de estudio,
transitarás con éxito por la fase de ejecución del aprendizaje (figura 3).
Figura 3. Factores que afectan la fase de ejecución del aprendizaje autorregulado
Los alumnos que son reflexivos sobre su proceso de aprendizaje, que sistemáticamente
dedican tiempo a pensar cómo están estudiando y cómo pueden mejorar su proceso de
estudio, son aquellos que continuamente mejoran su capacidad de autorregulación. Es por
ello que la fase de monitoreo es esencial para mejorar el proceso de autorregulación del
aprendizaje.
Por otra parte, el monitoreo del aprendizaje es de gran importancia para que pueda ir
efectuando paulatinamente cambios continuos que me lleven a mejorar la manera en la cual
aprendo (figura 4). Por todo ello, es que la fase de monitoreo revela ser una etapa esencial
del proceso de autorregulación del aprendizaje. Si posees dificultades en esta etapa presta
especial atención al capítulo 4.
Figura 4. El monitoreo del propio aprendizaje permite que mejoremos nuestro proceso de
estudio y que sepamos cuándo debemos pedir ayuda
La falta de planificación del estudio es el inicio de una cadena de dificultades que pueden
afectar tu proceso de aprendizaje. Según esta investigación, los alumnos que no planifican
suelen dejar las cosas para último momento, utilizan estrategias superficiales de estudio (sin
una adecuada comprensión de los contenidos) y experimentan menos disfrute de sus
actividades académicas. Planificar tu estudio con un calendario y dedicarle tiempo a la
planificación es el primer paso para lograr un proceso eficiente de aprendizaje.
¿Sabías que aquellos estudiantes que usan estrategias superficiales de estudio poseen un 33%
más de probabilidades de desaprobar sus exámenes? Esto se debe a que el estudio centrado
solamente en la repetición y el repaso no permite aprender adecuadamente los contenidos.
Por el contrario, se observó que aquellos estudiantes que generan ideas propias y las
articulan con el material que están leyendo poseen una lectura más comprensiva y
satisfactoria. Además, organizar esas ideas mediante mapas o cuadros ayuda a recordar más
los contenidos. Abusar de la repetición y el repaso puede ser un obstáculo para un
aprendizaje adecuado y satisfactorio.
LECCIÓN 2 de 2
Cuando el resultado sí importa
Sin dudas, planificar el aprendizaje es clave para poder gestionarlo adecuadamente. Sin embargo, luego
de la fase de planificación se inicia la fase de ejecución, etapa en la que suelen aparecer dos obstáculos
que pueden afectar el proceso de aprendizaje: incumplir con la planificación y usar estrategias
superficiales de estudio. En la presente unidad, se brindarán algunas pautas para afrontar ambos
obstáculos.
Después de mucho esfuerzo, Pablo logró organizar su tiempo. Formuló metas claras, factibles
y medibles. Además, se tomó el trabajo de armar una agenda muy detallada con todas las
actividades que va a realizar cada día, tomando en consideración las metas que quiere lograr
en el próximo mes.
Sin embargo, algo sucede… Pablo escribió en su agenda que a las cinco de la tarde tiene un
bloque de tiempo en el que estudiará la Unidad 3. Pero a las cinco no se siente con muchas
ganas de estudiar. Como tiene un poco de tiempo libre y está bastante cansado decide que va
a relajarse un momento y piensa: “es importante que esté relajado para poder estudiar bien…
me tomo una hora de descanso y luego me siento a estudiar con todo”.
Con esta idea en la cabeza, Pablo se pone a ver algunos videos y revisar qué pasa en las redes
sociales.
Luego de una hora, Pablo se siente muy a gusto con lo que está haciendo y son pocas las
ganas que tiene de sentarse a estudiar. En ese momento, piensa: “descanso un poco más,
total el tema que tengo que estudiar hoy no es tan difícil… Seguro que lo estudio rapidísimo”.
Poco a poco el tiempo va pasando y se acerca la hora de cenar. En ese momento Pablo
piensa: “después de cenar me siento y me pongo a estudiar”.
Luego de cenar Pablo se siente con menos energía que antes. Está cansado, y entonces
piensa: “ahora estoy muy cansado, pero mañana me levanto bien temprano y me pongo a
estudiar lo que no pude estudiar hoy”. Sin embargo, a la mañana siguiente cuando suena el
despertador Pablo no siente ganas de levantarse, y en ese momento piensa: “todavía falta
bastante para el examen, no hace falta que me ponga hoy con esto, todavía no es algo
urgente”.
El problema es que este patrón se repite día tras día, hasta que finalmente queda poco
tiempo para el examen. En ese momento arranca la vorágine por estudiar… Pablo comienza a
leer todos los contenidos que puede a máxima velocidad. Comprende poco lo que está
leyendo, pero ya no dispone de tiempo para quedarse reflexionando. Avanza con lectura
rápidamente, va pasando de una página a otra entendiendo cada vez menos lo que está
estudiando. Comienza a armar resúmenes de forma compulsiva y a repetir para no olvidar. El
problema es que cada vez recuerda menos lo que estudia (y de hecho olvidará casi todo lo
que estudió una semana después del examen). Además, tiene dudas, pero ya no tiene tiempo
de preguntar al profesor.
Pablo llega al día del examen cansado y sintiendo que no tuvo el tiempo suficiente para
prepararse. Recuerda las cosas con dificultad y no comprende muchos de los contenidos que
leyó. Le cuesta articular ideas o pensar ejemplos de lo que estudió, sintiendo que no tuvo el
tiempo suficiente para prepararse, y luego del examen Pablo se jura que no volverá a pasar
por una situación así. Sin embargo, a los pocos días el proceso se vuelve a iniciar.
Sin dudas, planificar el aprendizaje es clave para poder gestionarlo adecuadamente. Sin
embargo, luego de la fase de planificación se inicia la fase de ejecución, etapa en la que
suelen aparecer dos obstáculos que pueden afectar el proceso de aprendizaje: 1) incumplir
con la planificación y 2) usar estrategias superficiales de estudio (Figura 1). En la presente
unidad se brindarán algunas pautas para afrontar ambos obstáculos.
Tal como se ilustra en la situación de Pablo, es muy común que los estudiantes tiendan a
postergar su estudio. La procrastinación hace referencia al hábito de postergar actividades o
tareas importantes. Generalmente el estudiante se auto-convence de que solo está
posponiendo por un breve tiempo la tarea que debe realizar. Sin embargo, el tiempo se va
acumulando y los días van pasando, llevando a que el estudiante cada vez tenga menos
tiempo para cumplir con sus metas académicas.
La buena noticia es que la postergación es un hábito que puede cambiarse. Las personas que
logran superar la procrastinación se sienten más libres y son más productivas. Superar la
procrastinación les permitirá además que tengan más tiempo para relajarse y se sientan
liberados de la culpa.
Las personas también posponen actividades cuando tienen miedo. El miedo al fracaso y el
perfeccionismo son actitudes que alientan la postergación y aunque es natural experimentar
miedo, solemos tener pensamientos que aumentan el miedo de forma exagerada y poco
productiva. ¿Y si no logro hacerlo?, ¿qué van a pensar de mi si fracaso?, ¿y si no estoy lo
suficientemente preparado? Este tipo de pensamientos puede llevar a que postergues
actividades o decisiones, y que a largo plazo no logres tus objetivos y el reconocimiento de tu
auténtico potencial.
¿Te parece que a veces te convences para no hacer actividades que te resultan
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desagradables?
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¿Te cuesta iniciar o emprender actividades que te parecen desagradables?
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¿Descubres al concluir una tarea que no era tan terrible como inicialmente habías pensado?
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¿Cuándo te enfrentas con una tarea, tienes la sensación de que no vas a poder llevarla a cabo?
¿Crees que los demás esperan de ti que hagas las cosas bien o excelente?
¿Al terminar una tarea, descubres que te ha tomado demasiado tiempo y que podrías haberla resuelto
más simplemente?
Si tu respuesta a las primeras cuatro preguntas es “si”, tienes tendencia a una procrastinación
hedonista. Si tu respuesta es afirmativa para las restantes cuatro preguntas (de la 5 a la 8),
entonces probablemente tengas tendencia a una procrastinación ansiosa. Si respondiste
afirmativamente a las ocho preguntas probablemente tengas la tendencia a experimentar
ambos tipos de procrastinación. Cabe señalar, que experimentar ambos tipos de
procrastinación es muy común, y que afortunadamente puedes aprender a cambiar estos
patrones para lograr mayor productividad y satisfacción con tus estudios.
Una vez que reconoces el tipo de procrastinación predominante, es importante analizar los
pensamientos que subyacen. Generalmente quienes tienen una procrastinación hedonista
suelen tener “pensamientos permisivos”, es decir, pensamientos que los convencen de que
no es grave dejar las cosas para después. Son pequeñas excusas que se van poniendo para
evitar tener que hacer una tarea que parece poco agradable. Estos pensamientos se
caracterizan por “minimizar” las consecuencias de no hacer la tarea de forma inmediata (por
ejemplo, “no pasa nada si hoy no estudio”, “hoy no estoy en condiciones de estudiar”) y
“maximizar” tu capacidad para resolver estos problemas a futuro (por ejemplo, “mañana me
levanto temprano y recupero”, “la semana que viene me pondré de cabeza a estudiar”). Lo
que hacen estos pensamientos es que dan “permiso” para no hacer la tarea que habías
planificado, minimizando el hecho de no hacerla ahora y maximizando tu capacidad a futuro
para poder hacerla. Mediante este argumento estos pensamientos te van convenciendo para
que vayas posponiendo las tareas, hasta que finalmente llega le fecha límite y debes hacer
todo el trabajo atrasado.
Por otra parte, para vencer la procrastinación ansiosa es importante gestionar los
“pensamientos amenazantes”, es decir, pensamientos que te convencen de que no eres
capaz, que no te va a salir bien y que no eres lo suficientemente bueno. Estos pensamientos
generalmente se caracterizan por “catastrofizar”, es decir, transformar pequeñas fallas en
graves problemas. Estos pensamientos te llevan a que dudes de tus capacidades y te
convencen de que nos estás listo, anticipando consecuencias negativas (por ejemplo, “seguro
que no apruebo” o “seguro que me va a salir todo mal”). El problema es que estos
pensamientos te llevan a que vayas evitando y posponiendo actividades (por ejemplo,
presentarte a un examen) y hacen que cada vez te vayas sintiendo más incapaz.
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1 .
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Gestionar tu energía
Otro aspecto que puede ser problemático, tal como se plantea en la situación de Pablo, es la
gestión inadecuada de la energía, que puede llevar a que tu comportamiento se vuelva
caótico y desordenado. Realizar muchas actividades al mismo tiempo puede ser semejante
a no realizar ninguna. Es importante disminuir la dispersión y darle foco a tu
comportamiento, para ello no solo necesitas tener metas claras, sino también una adecuada
gestión de tu energía. Si tu energía se dispersa, es probable que no llegues a alcanzar tus
objetivos.
En primer lugar, es importante que reconozcas los horarios más productivos del día. Por
ejemplo, muchas personas son más productivas por la mañana, otras por la tarde y otras por
las noches. Para identificar el momento más productivo, debes reconocer en qué momento te
sientes con más energía o, al menos, con la energía suficiente para hacer las actividades que
habías planificado. Por otra parte, debes reconocer cuáles son los horarios en los que te
sientes más cansado y eres menos productivo. Lo ideal es que en las franjas horarias donde te
sientes con más energía, realices las actividades más importantes y estratégicas, y que las
tareas más rutinarias las ubiques en horarios donde te sientes con menos energía. De esta
manera, podrás organizar tu jornada de trabajo y estudio de manera acorde a tu energía.
Es importante que seas consciente de cuál es el momento del día de mayor productividad y
que trates de aprovechar ese momento al máximo. Para ello, es clave que no te disperses,
rata de eliminar cualquier actividad que te saque de foco durante ese momento. A
continuación, se exponen algunas actividades que pueden dispersar tu energía:
Mirar el celular.
Ver televisión.
Navegar en internet.
Estas son solo algunas de las actividades más comunes. Durante período de estudio debes
evitar dichas actividades, por lo tanto es conveniente que alejes el celular de tu alcance, y
avises a tus familiares que es tu momento de estudio, para poder focalizar tu energía en las
actividades planificadas.
Siempre tendrás cosas para hacer y motivos para posponer tu estudio, si esperas a tener
todas tus cosas resueltas para sentarte a estudiar es probable que nunca lo hagas.
Resumir información/PARAFRASEAR
Una de las primeras estrategias de aprendizaje que tendría que aprender a utilizar Pablo (el
alumno de la situación problemática propuesta) es a realizar resúmenes, que son textos
abreviados que contienen las ideas principales. En éstos debemos anotar las ideas más
importantes, manteniendo el orden en el que aparecen en el texto original. De esta forma,
reducimos el texto a la información básica, lo que nos será de gran utilidad para comprender
los contenidos y recordar lo aprendido
. Para elaborar un resumen, nuestro papel puede ser más o menos activo, desde reproducir
las ideas que aparecen en el texto como más importantes, hasta resúmenes en los que las
ideas están elaboradas de manera más personal, utilizando nuestras propias palabras, es
decir, parafraseando las ideas principales.
Expresar las ideas importantes del autor, pero con nuestras propias palabras se denomina
paráfrasis y es una estrategia muy útil para retener las ideas y recordarlas con mayor
facilidad, así la memoria conserva mejor la información que se logró comprender, y la
paráfrasis es un vehículo para ello. De otra forma, si te limitas a repetir de manera literal las
ideas del texto, probablemente al poco tiempo las olvides.
Representaciones gráficas
Los esquemas, cuadros y diagramas son muy útiles para lograr un mejor aprendizaje de los
contenidos. Al igual que el resumen, en estos casos también nos valemos de las ideas
principales del texto, aunque la ventaja principal de las técnicas gráficas es que parte de la
información es sustituida por trazos o disposiciones espaciales (ej., flechas, llaves o corchetes)
para indicar las relaciones o conexiones entre las ideas. Esto permite, por un lado, identificar
de un “vistazo” las ideas importantes y sus relaciones y, por el otro, elaborar una imagen
mental o representación visual que sin dudas nos será útil para recordar la información.
El esquema y el diagrama
El esquema consiste en una representación que pretende mostrar la estructura lógica de las
ideas principales del texto.
Figura 1. Estructura básica del esquema
Un aspecto básico del esquema es que las ideas deben estar organizadas según su nivel de
generalidad, de esta forma comenzamos introduciendo el tema general y luego avanzamos
desde las ideas o conceptos más generales hacia los más específicos, representándolos ya sea
de arriba hacia abajo, o de derecha a izquierda, como se muestra en la figura.
Esta forma de presentar la información permite una percepción más directa de las distintas
partes del texto, ofreciéndonos una visión integrada de los conceptos e ideas que nos será de
gran ayuda para lograr un mejor recuerdo.
Diagrama secuencial
Los diagramas también permiten representar ideas y sus relaciones, aunque en estos casos
generalmente se trata de relaciones de causa-efecto o condicionales (“Si ocurre A, entonces
B. Si no, C”) entre los conceptos o ideas.
En este caso, ya no se trata –como en el esquema– de ordenar las ideas según su nivel de
generalidad, sino de representar diferentes tipos de relaciones entre los conceptos o ideas,
que pueden ser de causa-efecto. La utilización de diagramas puede ser muy útil para
representar conceptos o ideas que refieren a procesos, pasos o etapas, acontecimientos
históricos o cronológicos.
El cuadro comparativo
Los cuadros comparativos constituyen representaciones que permiten identificar mediante
un “golpe de vista” las semejanzas, diferencias y/o diferencias entre dos o más datos, hechos,
o situaciones. Por este motivo, son muy útiles para resumir y visualizar ideas contrapuestas.
Veamos un ejemplo:
Lectura compresiva
Para llegar a comprender realmente las ideas contenidas en los textos de estudio, es
necesario que te animes a ir un poco “más allá” de las ideas que aparecen en éstos. De lo
contrario, tu comprensión será limitada y podrás responder satisfactoriamente a preguntas
de examen que requieran evocar conceptos, pero no a preguntas que impliquen citar
ejemplos, argumentar, comparar semejanzas y diferencias, o aplicar los conceptos a
situaciones prácticas, por mencionar algunas.
Por ello, es importante que al leer el texto intentes vincular los conceptos e ideas que allí se
plantean con los conocimientos que ya posees, con experiencias previas o hechos que ya
conozcas. Son éstos conocimientos los que deberás activar mientras estudias, ya que te
ayudarán a comprender el texto para poder darle un sentido.
De esta forma, la primera actitud que debes tener para lograr una comprensión profunda, es
“descentrarte” del texto. Esto no significa que dejes de lado lo que dice el texto; sino colocar
un espacio entre tú y el texto. Tal vez una buena manera de imaginar esto es abordar la
lectura como un diálogo con el texto, en el que cada uno aporta sus conocimientos.
Al leer un texto, es importante articularlo con ideas que provienen de ti, preguntas que te
formulas. Esa es la diferencia entre leer y mirar el texto. Al mirar solo estamos
inspeccionando las palabras, repitiendo sin otorgarle un significado, mientras que el proceso
de lectura implica contrastar lo que dice el texto con lo que nosotros sabemos o creíamos
sobre ese tema. No hace falta que el conocimiento previo que poseas sea el “correcto”. Lo
importante es ir contrastando lo que tú ya sabes con lo que estás leyendo. En algunos casos
confirmarás lo que ya sabías y en otros corregirás lo que creías, pero en ambos casos estarás
realizan una lectura comprensiva.
Otra estrategia válida es hacernos preguntas en relación al texto, como ejemplo: ¿Quién?
¿Dónde? ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? Esto también puede facilitarnos la tarea de
comprender y elaborar un significado.
No lo dejes para después
Video conceptual
Referencias
LECCIÓN 1 de 3
Imagina un auto que no tiene volante, que no te informa cuánto combustible te queda, ni
cuanto kilometraje has hecho hasta el momento. Imagina, además, que te mueves por una
ruta sin señalizaciones y que no cuentas con puntos de referencia para guiarte. Imagina que el
conductor no tiene en claro a dónde quiere ir. O quizás sí lo sabe, pero no se ha puesto a
pensar cuál es el mejor camino para hacerlo. Probablemente, esta situación te parezca
disparatada, pero lamentablemente es habitual que muchos alumnos se comporten de esta
forma al momento de regular su proceso de aprendizaje. Muchas veces nos ponemos a
estudiar sin tener claridad de lo que vamos a leer ese día o de lo que deberíamos leer la
semana próxima. Muchas veces nos sentamos a estudiar sin tener en claro cuánto tiempo
diario deberíamos dedicar para llegar a leer todos los contenidos antes del examen, o cuántas
son las unidades que nos faltan para llegar en condiciones al examen.
La falta de planificación suele ser el primer error que cometen los alumnos que tienen
dificultades para autorregularse. El tiempo es limitado y, necesariamente, debemos aprender
a gestionarlo para usarlo eficientemente. Sin embargo, planificar el tiempo no es una tarea
tan sencilla como muchas veces se supone. Implica muchos comportamientos y habilidades
que con la práctica se pueden aprender a desarrollar. A continuación, vamos a analizar
algunas pautas para hacer un buen uso del tiempo y planificar adecuadamente tu proceso de
aprendizaje. Tal como se mencionó en el apartado anterior, existen dos factores clave
involucrados en la fase de planificación de tu aprendizaje: formular metas claras y establecer
una agenda (figura 1).
Figura 1. Componentes implicados en la fase de Planificación del Aprendizaje
Tal como veíamos en la situación problemática inicial, es probable que si sales en un auto sin
un rumbo fijo, termines dando muchas vueltas sin llegar necesariamente a ningún lado.
¿Te pasó alguna vez de sentir que el día pasó y no hiciste nada productivo? Es habitual que las
personas sientan que el tiempo no les rinde o que no lo aprovechan del todo. También es muy
común que las personas dediquen mucho tiempo a actividades que no se alinean con las
metas u objetivos que se plantearon.
Para hacer una buena gestión del tiempo es muy importante saber cómo formular buenas
metas. Tener metas claras no solo sirve para organizarnos, sino también para saber que son
cruciales para que nos sintamos motivados. Diversos estudios han demostrado que la
“percepción de progreso en metas” es clave para la motivación. Más aun, se ha observado
que la percepción de progreso genera mayores niveles de emociones positivas que la
consecución de objetivos. Incluso, se ha observado que las personas que trabajan en pos de
un objetivo poseen mayores niveles de felicidad. Tal como dice el escritor Robert Stevenson
(citado en Abolio, 2017, p.37): “Un objetivo en la vida es el único tesoro que vale la pena
encontrar”.
¿Por qué es tan importante contar con metas claras para autorregular nuestro aprendizaje?
Las metas son las que otorgan dirección a nuestro comportamiento. ¿Imaginas un auto sin
volante? ¿O un GPS que sistemáticamente nos da direcciones equivocadas? Sin metas claras
corremos el riesgo de que nuestro proceso de estudio sea desordenado. A pesar de
esforzarnos y trabajar mucho, es probable que terminemos cansados y sin lograr un buen
rendimiento por no haber direccionado adecuadamente nuestro comportamiento.
Diversos estudios científicos indican que contar con metas claras nos ayuda a regular mejor
nuestro proceso de aprendizaje, sentirnos más confiados y eficientes, más orgullosos y más
motivados (Lyubomirsky, 2013). Además, contar con metas claras nos ayuda a darle más
estructura al tiempo y a usarlo eficientemente.
¿Cómo hacemos para establecer metas claras? Las buenas metas se caracterizan por tener
cuatro propiedades:
Factibles
Es importante que las metas que nos plantemos sean alcanzables. Proponernos metas muy
difíciles solo logrará frustrarnos y desmotivarnos. En lugar de comenzar por metas difíciles
que luego no cumpliremos, es preferible comenzar con metas simples y alcanzables para ir
poco a poco aumentando su dificultad. Cabe recordar que lo que motiva a las personas es la
“percepción de progreso en metas” y no solo el logro de un resultado. Va a ser muy difícil que
nos sintamos motivados si nos proponemos metas muy ambiciosas y difíciles de cumplir. Así,
podremos ir aumentando la cantidad de tiempo hasta alcanzar la meta más adecuada. La
“descomposición paso a paso” es un ejercicio que puede ayudarte para volver más factibles y
alcanzables tus metas.
A continuación, se ilustra un ejercicio que puede serte de utilidad para redefinir metas de
resultado en metas de proceso. La idea es que en la primera columna escribas todos los
resultados que quieres lograr y que en la segunda columna escribas las acciones que debes
hacer para alcanzar ese resultado. Una vez que has identificado las acciones, es importante
que te centres en ellas. Si haces las acciones, los resultados que buscas ocurrirán tarde o
temprano. Además de los ejemplos que te brindamos, hay casillas en blanco para que puedas
incorporar nuevas metas de resultado que quieras trabajar.
Temporales
Es importante que las metas u objetivos que nos propongamos tengan una fecha de inicio y
una fecha de finalización. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de ir posponiendo el objetivo y
dejarlo sin cumplir. Es muy útil usar una agenda o un sistema de alarma que te avise si te
estás acercando a la fecha límite para cumplir el objetivo. También es importante que seamos
realistas y nos planteemos tiempos razonables para cumplir nuestras metas. De lo contrario,
estaremos incumpliendo la propiedad número 1 de Factibilidad. El establecimiento de una
agenda puede ser de mucha utilidad. Más adelante, se te proporcionarán algunas pautas al
respecto que pueden ayudarte.
Medibles
Es importante que desarrolles algún método para poder medir el cumplimiento del objetivo.
Por ejemplo, cantidad de tiempo de estudio, cantidad de páginas que vas a estudiar cada día,
cantidad de unidades que vas a estudiar, etc. También podemos desarrollar alguna
metodología para determinar si hemos cumplido con el objetivo. Por ejemplo, “poder explicar
a otra persona los contenidos que estudié”, “poder desarrollar un cuadro sináptico con las
cosas que aprendí hoy”, entre otras. Más allá del tipo de metodología de medición que
implementes, es indispensable que puedas determinar de forma tangible y clara si he logrado
o no el objetivo y el grado de avance. La medición permite ver si estoy progresando o no en la
meta. Sin una medición de metas, corro el riesgo de pensar que estoy avanzando, cuando en
realidad no lo estoy haciendo. A continuación, se te proporciona un ejemplo de cuadro que
puedes utilizar semanalmente para analizar el nivel de cumplimiento de tus objetivos. Es útil
que cada semana te plantees objetivos y que en el cierre de la semana analices el grado de
cumplimiento. Esto puede ayudarte a planificar tu agenda semanal.
Leer la unidad 1 45 %
Retomamos la situación inicialmente planteada. Imagina que te vas de viaje en auto, pero no
tienes en claro cuánto tiempo te va a llevar hacer el camino. Va a ser muy difícil que puedas
determinar si te falta poco o mucho para llegar, si estás haciendo el recorrido correcto o si
tienes que revisar el camino que elegiste. Imagina además que tienes un evento importante y
que debes llegar antes de determinada fecha. Va a ser muy difícil que puedas organizarte si
no sabes cuánto tiempo te va a llevar hacer el viaje.
Pocas cosas generan tanto estrés como la sensación de no llegar a tiempo. La sensación de
que las actividades nos desbordan y que el tiempo no nos alcanza es muy habitual. Los
problemas asociados a la sobrecarga pueden deberse a dos motivos. El primero es que
efectivamente tienes muchas actividades y el tiempo del que dispones no es suficiente. El
segundo motivo es que dispones del tiempo suficiente, pero no logras organizarlo bien. En
ambos casos, la capacidad para hacer una buena gestión del tiempo es indispensable.
Diversos estudios científicos demuestran que las personas que tienen una planificación
anticipada, experimentan mayor control y tranquilidad. Lo opuesto ocurre en las personas
que tienen una planificación a corto plazo. La falta de anticipación lleva a que muchas
actividades que no eran urgentes terminen siéndolo simplemente porque no las resolvimos
cuando era oportuno hacerlo. De hecho, la sobrecarga muchas veces se debe a que no
ejecutamos muchas actividades porque consideramos que en ese momento no eran urgentes
y luego debemos resolver simultáneamente tareas nuevas y tareas antiguas que dejamos sin
hacer. Dicho de otra forma, hay personas que pasan sus semanas trabajando sobre
actividades que deberían haber hecho en el pasado (“los que miran para atrás”), en vez de
estar trabajando sobre acciones que le permiten anticiparse a lo que va a ocurrir (“los que
miran para adelante”). En la figura 3 y 4, representamos a ambos tipos de estilos de organizar
el tiempo.
Figura 3. Estilos en la gestión del tiempo: "los que miran para atrás y los que miran para
adelante"
Fuente: elaboración propia.
Figura 4. Estilos en la gestión del tiempo: "los que miran para atrás y los que miran para
adelante"
Lo ideal es que, al momento de gestionar el tiempo, seamos de los que “miran para
adelante”, es decir, que pasan sus semanas trabajando en tareas que están por llegar en las
próximas semanas. Esto nos permitirá anticiparnos a trabajar con cierto margen de control y
tranquilidad. De lo contrario, corremos el riesgo de tener una gestión del tiempo típica de los
que “miran para atrás”, es decir, personas que dedican su tiempo a resolver las tareas que no
pudieron terminar la semana anterior. El problema con este estilo de gestión del tiempo es
que se asocia a la sensación de sobrecarga y estrés.
Es importante tener en claro que ambos estilos de gestión del tiempo son “prototípicos”. No
hay personas que sean 100% de “mirar para atrás” o que el 100% de las veces “miren para
adelante”. La mayor parte de las veces tenemos un porcentaje de ambos estilos. Sin
embargo, debemos tratar que el porcentaje más elevado sea el de “mirar para adelante”. Si el
20% de nuestro tiempo estamos resolviendo tareas que nos quedaron pendientes y el 80% de
nuestro tiempo estamos realizando actividades que nos permiten anticiparnos a la semana
próxima, nos encontramos en un buen estilo de gestión. Por el contrario, si la cantidad de
tiempo destinado a resolver tareas pendientes de la semana anterior sobrepasa el 50%, es
probable que tengamos que replantear nuestra manera de gestionar el tiempo.
Para lograr una gestión de tiempo adecuada, es importante que primero tengamos una
“visión panorámica” de nuestras metas u objetivos. En lo posible, poder visualizar las metas
de las próximas 4 semanas (Figura 5). Tener una visión de las tareas más importantes que
tendremos que hacer el siguiente mes brinda una sensación de control y minimiza la
probabilidad de que tareas importantes se nos pasen por alto.
Figura 5. Plantilla de ejemplo para realizar una “visión panorámica” de los objetivos del mes
Para tener una visión panorámica de los objetivos, suele ser muy útil disponer de un pizarrón
o de un afiche que podamos pegar en la pared. También, se puede usar la computadora o una
aplicación. Pero lo realmente importante es que no perdamos de vista los objetivos que
tenemos ese mes, al momento de realizar nuestra planificación semanal.
Para hacer nuestra planificación semanal, es muy útil disponer de una agenda en papel o
utilizar alguna aplicación que nos permita escribir nuestros objetivos semanales y diarios. Lo
ideal es cerrar la semana haciendo una planificación de lo realizado la semana anterior, sin
perder de vista los objetivos planificados para la semana próxima.
Al momento de incluir las metas que vas a realizar en la semana, recuerda las cuatro
características de las metas claras: 1) factibles, 2) centradas en acciones, 3) temporales y 4)
medibles.
Además de la agenda semanal, es útil disponer de una agenda diaria. Antes de empezar el día,
debes tener un plan, tener claridad de cuáles serán los momentos que vas a destinar a
estudiar y descansar. Para ello, es muy útil trabajar en Bloques de Tiempo (BT). Cada bloque
de tiempo debe incluir un momento para hacer la tarea que tenías prevista, más un momento
para descansar y recuperarte del desgaste que implica haber realizado dicha tarea.
El uso de BT te permite focalizarte en una tarea concreta y hacer un uso eficiente del tiempo.
Si me planteo “en los próximos 40 minutos, voy a leer la unidad 3”, esto te permite centrarte
únicamente en esa tarea y dejar de lado otras actividades pendientes o tareas que pueden
desviar tu foco de concentración. Durante ese bloque de tiempo, es importante que no
revises tu mail, no veas que ocurre en tus redes sociales y no te pongas a revisar otros temas
que llamen tu atención.
Una buena estrategia es la de dividir los BT por horas. Es decir, 40 minutos de estudio y 20
minutos de descanso. De todos modos, esto es solo una sugerencia. Lo ideal es que puedas
adaptar tus BT a tus características personales. Algunos preferirán BT más cortos que incluyan
20 minutos de estudio y 10 de descanso. Lo verdaderamente importante es que cada bloque
contemple el tiempo de estudio y descanso, y que te permitan hacer un uso eficiente del
tiempo. Organizar tu agenda diaria usando BT te permitirá aprovechar mejor el tiempo del
que dispones. De esta manera, puedes proponerte, por ejemplo:
MONITOREO DE APRENDIZAJE
El auto-monitoreo es la última fase del “proceso de autorregulación del aprendizaje” (Zimmerman,
1986, p. 329). Es una fase a menudo dejada de lado, pero que en realidad posee un valor clave ya que
es la que permite que el proceso de autorregulación del aprendizaje siga mejorando de forma
continua. Muchos estudiantes creen que pueden mejorar su proceso de estudio, pero no encuentran la
forma de hacerlo. Esto se debe probablemente a que no dedican tiempo a evaluar de manera
sistemática su proceso de aprendizaje y analizar de qué manera pueden mejorarlo, o hacerlo más
eficiente.
Monitorear el aprendizaje: búsqueda de apoyo y pautas para la mejora continua
Pablo está estudiando cada vez mejor. Armó una agenda diaria, cumple con las metas que
establece cada vez que puede y de a poco va utilizando nuevas estrategias de estudio. Sin
embargo, aún persisten ciertas dificultades, porque Pablo siente que podría estudiar mejor
todavía. El problema es que no se da cuenta cómo y esto le genera mucha frustración. “Ya
debería estudiar mucho mejor...”, “todavía sigo teniendo un montón de dudas...”, “tendría
que costarme menos...”, se cuestiona. Lamentablemente este tipo de pensamientos solo
llevan a que Pablo se sienta más frustrado. Este tipo de pensamientos parten de la idea de
que la capacidad para aprender es algo que se alcanza, cuando en realidad no tiene un techo.
Siempre puede mejorarse la capacidad para aprender y volver más eficiente el proceso de
estudio. Por eso se habla de un proceso de mejora continua, ya que siempre podemos ir
perfeccionando nuestra manera de aprender. Pero mejorar nuestro proceso de aprendizaje
no significa reprocharnos de que lo podríamos haber hecho mejor, el reproche continuo solo
nos va a llevar a sentirnos frustrados y desmotivados. La mejora continua de nuestro proceso
de aprendizaje implica que podamos desarrollar nuestra capacidad de auto-monitoreo.
Para que Pablo, el alumno de la situación problemática, pueda seguir mejorando su proceso
de aprendizaje va a requerir de apoyo social. A menudo el proceso de aprendizaje se ve como
una actividad que uno desarrolla en solitario. Sin embargo, son muchas las personas que
directa o indirectamente pueden ayudarte para que logres alcanzar tus metas académicas. Si
no recibimos la colaboración y ayuda necesaria es difícil que podamos alcanzar muchos de
nuestros objetivos. El apoyo hace referencia a todo tipo de ayuda y consuelo proporcionado
por los demás; contar con personas que estén dispuestas a ayudarte o que simplemente
valoren tu esfuerzo, constituye una gran ventaja. Sin embargo, no es suficiente con contar
con apoyo, también es importante saber pedir ayuda cuando lo necesitas.
Existen diferentes tipos de apoyo. En la literatura científica se suelen diferenciar tres tipos:
Te recomendamos que te tomes unos minutos para pensar qué tipo de apoyo necesitas.
Piensa sobre todo en actividades que te cuestan trabajo o te demandan mucho tiempo. En
general, necesitamos los tres tipos de apoyo, pero en ocasiones hay algunos que son más
importantes que otros, dependiendo de cada persona y cada circunstancia.
Cada tipo de apoyo requiere de personas específicas. Algunas solo podrán proveerte algún
tipo de apoyo, mientras que otras pueden ayudarte en más de un tipo. Te presentamos un
diagrama que puedes completar y que te ayudará a identificar a qué personas puedes recurrir
en caso de necesitar apoyo. Es importante identificar los miembros de tu red de apoyo para
saber a quién recurrir en caso de que lo necesites.
Más allá del apoyo que pueden proporcionarte los docentes y tutores, es importante contar
con el apoyo emocional que puede brindarte tu familia o amigos. Ellos te pueden ayudar a
motivarte e incentivarte para que sigas esforzándote y sería bueno tener una conversación
con ellos para que sepan que forman parte de tu red de apoyo y que cuentas con ellos para
lograr este objetivo.
Para no recaer en viejos hábitos. Presentamos una serie de pautas que pueden ayudarte a
que mejores de forma continua tu proceso de autorregulación:
Toma conciencia de las “señales de advertencia”.
1
2 Desarrolla hábitos.
5
Comprométete con tus objetivos.
No organizar tu tiempo.
Cuando identifiques algunas de estas señales es importante que analices qué puede estar
pasando con tu proceso de autorregulación. ¿Acaso estás planificando adecuadamente? ¿Es
posible que estés procrastinando? ¿En qué fase del proceso de autorregulación están
ocurriendo fallas? ¿Qué puedes hacer al respecto? ¿Puedes solicitar ayuda? También es útil
analizar qué cosas te funcionaron en el pasado y repetirlas.
2. Desarrolla hábitos
Tal como se ilustra en la situación problemática, aprender a auto-regular el aprendizaje puede
llevar considerable esfuerzo, pero afortunadamente a medida que repites las nuevas
conductas, se van transformando en hábitos y el esfuerzo que te demandan cada vez es
menor. Recuerda que el esfuerzo disminuye cuando se convierte en hábito. Todos tenemos
hábitos (algunos buenos y otros no tanto...) que se forman mediante la repetición y la
práctica. Los investigadores especulan que cada vez que repites un comportamiento, en tu
cerebro se establecen asociaciones entre tu memoria y el contexto. Por ejemplo, si
generalmente fumo cuando estoy en fiestas, o habitualmente me como las uñas cuando
estoy nervioso, se genera una asociación entre el contexto y la conducta. Es decir, que cada
vez que estés en ese contexto automáticamente se desencadenará la conducta que
habitualmente ejecutas en ese lugar. Esto significa que dicha conducta deja de ser un
“proceso controlado” y pasa a ser un “proceso automático” y ya no debes pensar o decidir si
vas a realizar o no la conducta, simplemente la ejecutas.
Aunque la repetición de conductas inadecuadas puede llevarnos a desarrollar “malos
hábitos”, podemos usar estos mismos patrones a favor para desarrollar “buenos hábitos”. La
pregunta que debes hacerte es ¿qué hábitos te gustaría crear? Una vez que hayas
seleccionado estas conductas la clave está en la repetición. Sin una repetición constante,
metódica y disciplinada no hay creación del hábito.
Como ejemplo, presentamos un diagrama que puedes utilizar para desarrollar hábitos. Una
vez que hayas seleccionado la conducta que quieres transformar en hábito, puedes ir
tachando la cantidad de días que te faltan para crear un nuevo hábito que pueda mejorar
nuestro proceso de aprendizaje:
Desde esta teoría, tanto los conocimientos como las habilidades son elementos necesarios
pero no suficientes para alcanzar un desempeño adecuado, y esto ocurre debido a que el
pensamiento autorreferente actúa como intermediario entre el conocimiento y la acción. Es
decir, existe una marcada diferencia entre disponer de capacidades y ser capaz de utilizarlas
en diversas circunstancias. De hecho, para un rendimiento adecuado, la persona requiere
tanto habilidades objetivas como creencias fuertes acerca de su eficacia personal para llevar a
cabo la tarea.
Las percepciones de autoeficacia poseen diversos efectos, determinan los cursos de acción
que las personas escogen, la perseverancia y el esfuerzo para superar obstáculos, el patrón
de pensamientos y reacciones emocionales, la cantidad de estrés y sentimientos negativos
que experimentan frente a situaciones adversas, las estrategias para superar dichas
situaciones y, finalmente, el nivel de logro realizado. Esto significa que los estudiantes con
fuertes creencias sobre sus propias capacidades optan por afrontar nuevos desafíos, mientras
que los estudiantes con débiles creencias de autoeficacia tienden a evitar desafíos por pensar
que no podrán afrontarlos exitosamente. Sumado a ello, cuando aparece un obstáculo (por
ejemplo, no comprender un contenido o rendir una materia difícil) los estudiantes que
poseen más confianza en sus capacidades tienden a aumentar el esfuerzo, mientras que los
estudiantes con baja confianza tienden a debilitar su esfuerzo y abandonar la tarea. También
se observó un efecto diferencial en situaciones de fracaso. Frente al fracaso las personas que
poseen mayor confianza suelen atribuirlo a factores situacionales (por ejemplo, “me fue mal
en el examen porque no me preparé lo suficiente, la próxima tendré que estudiar un poco
más”), mientras que los estudiantes con baja confianza suelen atribuir el fracaso a problemas
personales y difíciles de modificar (por ejemplo “me fue mal en el examen porque no sirvo y
hago todo mal”). Las creencias de autoeficacia también influyen sobre los niveles de estrés,
ya que los estudiantes con menor confianza suelen estar más ansiosos al momento de hacer
un examen o completar una tarea evaluativa, mientras que los estudiantes con mayor
confianza suelen experimentar menos síntomas de estrés y ansiedad. Finalmente, la
autoeficacia puede incidir en el logro alcanzado. Diversos estudios demuestran que dos
estudiantes con el mismo nivel de conocimiento pueden diferir en su rendimiento ya que los
que se sienten más capaces organizan mejor sus conocimientos y logran un mejor resultado.
Por el contrario, los estudiantes con menos confianza centran su atención en los déficits y las
cosas que no hacen bien, dificultando un buen uso de los conocimientos que poseen y
consecuentemente perjudican su rendimiento académico.
Por todo ello resulta crucial fortalecer las creencias en nuestras propias capacidades.
Aprender a confiar en nosotros mismos es un factor crítico e indispensable para el desarrollo
saludable y exitoso en la carrera académica. ¿Cómo podemos hacer para mejorar nuestras
creencias de autoeficacia?
Las creencias de autoeficacia se nutren de diferentes fuentes. La primera fuente son las
experiencias previas de éxito las que aumentan las creencias de eficacia, mientras que
fracasos repetidos tienden a disminuirlas. El problema es que habitualmente las personas
suelen centrarse en experiencias de fracaso. Tendemos a recordar con más facilidad y de
forma más intensa las cosas que nos salieron mal, solemos juzgarnos a nosotros mismos de
un modo muy estricto y negativo, muchas veces nos auto-convencemos de que no somos lo
suficientemente buenos o que nuestras capacidades están por debajo de lo que la situación
requiere. Para fortalecer nuestras creencias de autoeficacia es indispensable que recordemos
nuestras experiencias previas de éxito. Es útil que te tomes un momento para analizar y
recordar situaciones en las que tuviste éxito. Te proponemos ahora como ejemplo un
diagrama que puede serte de utilidad, el mismo consiste en recordar cinco situaciones en las
que hayas sentido que lograste un resultado exitoso. No hace falta que sean “grandes” éxitos,
es importante tratar de centrarse en situaciones que consideres exitosas y que te hayan
generado orgullo por haberlas logrado. Si no puedes recordar al menos cinco experiencias
previas de éxito, probablemente estés siendo muy duro contigo mismo. Tampoco hace falta
que todas esas experiencias estén relacionadas con tu experiencia académica.
A partir del análisis de dichas experiencias de éxito, tomate un momento para analizar en qué
cosas eres bueno. Es decir, cuáles fueron las capacidades o cualidades que te ayudaron a
tener esas experiencias de
éxito.
Si las capacidades en las que eres bueno no son del campo académico, es importante que
aprendas a llevar dichas capacidades a otro campo. Por ejemplo, si eres muy creativo para
hacer actividades recreativas (como pintar o tocar la guitarra) o si eres una persona muy
responsable con tu familia, es importante que trates de transferir esa misma capacidad a otro
ámbito. No hace falta que te vuelvas bueno en eso, ya lo eres. Lo que debes hacer ahora es
pensar cómo puedes transferir eso que ya sabes y te sale bien, al campo académico.
Para fortalecer tus creencias de autoeficacia también es importante que mejores tus
habilidades. No somos buenos en todas las cosas que hacemos, los motivos pueden ser
diversos, hay veces que no hemos tenido la oportunidad de desarrollar esa capacidad, es algo
que hemos evitado, o simplemente no entrenamos lo suficiente. A continuación, te
proponemos un diagrama de ejemplo que puede ayudarte a identificar déficits y mejorar tus
habilidades. Lo que debes hacer es escribir cinco cosas en las que no eres bueno, y, a
continuación, actividades que podrías hacer para mejorar dichas habilidades. Por ejemplo, si
sientes que no eres una persona ordenada podrías proponerte como plan elaborar
semanalmente una agenda. Si sientes que no eres bueno comprendiendo texto, podrías
proponerte como plan leer 20 minutos por día. Es importante que el plan que te propongas
consista en una acción que puedas hacer todas las semanas. Recuerda que cuanto más hagas
esas actividades, más aumentarán tus habilidades.
4. Experimenta emociones positivas
Para que Pablo pueda seguir mejorando su proceso de aprendizaje requerirá de emociones
positivas. Diversos estudios científicos indican la importancia de experimentar emociones
positivas en nuestras actividades cotidianas. Investigaciones realizadas por la Universidad
Siglo 21 indican que las personas que experimentan con mayor frecuencia emociones
positivas tienen menor estrés, mejor rendimiento y mayor compromiso con las tareas que
realizan. Las emociones positivas no solo aumentan nuestro bienestar y motivación, también
actúan como protectores del estrés. El problema de las emociones positivas es que suelen ser
efímeras, es decir, durante poco tiempo, y suele ser difícil que una misma actividad nos
genere elevados niveles de emociones positivas de forma sostenida en el tiempo. La
investigación también indica que más que la intensidad, el factor clave es la frecuencia. Es
preferible experimentar pequeños niveles de emociones positivas con frecuencia, que un
único pico de emociones positivas. Esto quiere decir que no hace falta que hagas cosas
extraordinarias para sentir niveles extraordinarios de emociones positivas, es preferible que
experimentes pequeñas dosis de emociones positivas los 365 días del año. No subestimes las
emociones positivas que experimentas en tu día a día.
Experimentar emociones positivas no es algo simple, muchas personas no conocen cuáles son
las actividades que le generan emociones positivas. En otros casos, ocurre que las personas sí
saben cuáles son las actividades que les generan emociones positivas, pero no le dedican el
tiempo suficiente a estas actividades porque siempre tienen algo más importante o urgente
para realizar.
Las emociones positivas son claves para la desconexión y la motivación, por este motivo es
bueno que luego de haber completado un bloque de estudio dediques algo de tiempo a hacer
una actividad placentera. Esto puede servir como refuerzo o premio por haber cumplido la
meta que te habías fijado y además te ayudará a recuperarte del desgaste lógico que tiene
estudiar o hacer una actividad que te demanda esfuerzo. Te proponemos ahora un diagrama
que puede ser de utilidad para organizar tus experiencias de emociones positivas. Para ello,
debes seleccionar actividades que te generan emociones positivas, y luego estipular qué días
y en qué momento realizarás esa actividad. Es muy importante que trates de ubicar
temporalmente dichas actividades justo después de haber terminado con tu meta de estudio.
Esto te ayudará a mantenerte motivado, recuerda que las emociones positivas nos ayudarán
a alcanzar nuestros objetivos, por lo cual te sugerimos que no las desdeñes o minimices.
Experimentar emociones positivas con frecuencia es clave para lograr un buen nivel de
productividad.
5. Aumenta tu compromiso
El esfuerzo y el compromiso son claves para cualquier actividad que te propongas. Es fácil
hacer una actividad cuando te sientes entusiasmado, pero el reto es poder sostener tu
comportamiento en el tiempo. Para lograr una motivación a largo plazo es necesario que
tengas una visión a largo plazo. Diversos estudios demuestran que nuestro cerebro posee una
preferencia por actividades que generan una recompensa inmediata. Ver los resultados
positivos de una actividad te lleva a que quieras repetirla. El problema es cuando debemos
hacer actividades donde la recompensa no aparece inmediatamente. Es por ello que nos
resulta difícil mantener en el tiempo actividades tales como hacer dieta o actividad física,
dado que muchas veces no observamos un efecto inmediato. Esto es aún más difícil cuando
decidimos hacer actividades que requieren un esfuerzo prolongado de años, como por
ejemplo realizar estudios de nivel superior. Hacer una carrera puede ser muy desafiante y
demandante muchas veces sentiremos pocas ganas de continuar. En ese tipo de situaciones
es importante que actives tu visión a largo plazo.
Acceder a los estudios universitarios constituye uno de los hechos más significativos y de
mayor impacto en la vida de la gente. Probablemente se trate de una de las decisiones más
significativas y de mayor impacto. Los beneficios de estudiar en la universidad no se limitan a
aspectos económicos, ya que acceder a los estudios de nivel superior predice una mejor salud
y calidad de vida.
Sin embargo, transitar por una carrera es un desafío que demandará esfuerzo y
perseverancia. Para poder afrontar este desafío es muy importante que los alumnos
desarrollen habilidades que les permitan alcanzar sus metas y probablemente la capacidad
para auto-regular el proceso de aprendizaje constituya una de las competencias de más
relevancia para transitar con éxito tus estudios superiores.
La autorregulación del aprendizaje refiere al proceso por el cual un estudiante puede volverse
dueño de su propio aprendizaje, y para lograr esto no es suficiente con leer los textos o asistir
a clase. Por el contrario, la autorregulación involucra una serie de factores tales como
establecer metas de estudio, estimar el tiempo y el esfuerzo que demandará el logro de esas
metas, utilizar estrategias de aprendizaje efectivas, ser capaz de mantener el esfuerzo y
solucionar dificultades y dudas, entre otros aspectos.
Pensemos y reflexionemos juntos: ser estudiante universitario es algo que se aprende y hay
dos factores claves que deben ser constantes, tener motivación para el estudio que estamos
emprendiendo y capacidad de adaptarse a las exigencias del mundo académico. Como supo
señalar el educador y pedagogo Paulo Freire (1970): “Todos nosotros sabemos algo. Todos
nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre”.
Los tres personajes arriba planteados presentan caminos diversos de vida; sin embargo,
posiblemente tengan al mismo tiempo un común desafío: adoptar una disciplina, aprender y
luego, con esta, mejorar el futuro.
En adelante los desafíos serán varios, pero a la hora de encarar el cursado de una materia, se
ponen en juego varias competencias adquiridas a lo largo del aprendizaje formal de la
primaria y la secundaria y, también, de la vida misma, haciendo selecciones para operar
según la particular forma de ser que cada individuo tiene cuando hace lo que hace.
Cuando nos referimos a la palabra jerarquizar, podemos también inferir que se usa para una
cantidad infinita de posibilidades; sin embargo, aquí la tomaremos para referirnos a la acción
de ordenar: contenidos, programas, rutinas. Sabemos, también, que se organizan las
cursadas por áreas, siempre manteniendo un criterio que suele ir de las más trascendentes a
las menos trascendentes. Así, la jerarquización, tal como la llamamos, es el proceso de
ordenar o dejar ordenado el tema en cuestión. Por ejemplo: algo que afrontamos
frecuentemente durante el tránsito universitario y la vida profesional suele ser el material
para presentar. Veamos un Tutorial breve, un ejemplo de uno de los alcances que implica
jerarquizar.
Con la misma lógica del ejemplo del video, lo central es la elección, y esta se hace a partir de
lo considerado importante: resaltar o conservar o destacar. Asimismo, por ejemplo, cuando
miramos por primera vez un contenido para estudiar, es vital diseñar una ruta de recorrido,
que nos proponga un orden que se alinee con los objetivos planteados de la materia que
abordaremos. Es vital reconocer qué debemos alcanzar, con qué nombre identificamos los
objetivos y dónde o cómo los obtendremos.
Es importante notar que estudiar no siempre responde a un proceso lineal; de hecho, ocurre
de manera no lineal, y uno se encuentra todo el tiempo aprendiendo e intentando ordenar lo
que va obteniendo. Lo fundamental es no perder de vista los resultados que debes alcanzar y
trazar la estrategia de cómo lograrlos.
En las lecturas del módulo anterior, es posible que ya hayas identificado elementos o pistas
que hacen referencia a tu particular forma de aprender y, seguramente, hiciste el test de
autorregulación. Si no lo completaste aún, te comentamos que es prioridad hacerlo y, sobre
todo, comprender la información que el test brinda sobre ti mismo, porque te orienta sobre
dónde debes enfocarte en el proceso de planificar y lograr disciplina.
Veamos algunos testimonios de alumnos que usan sus propias técnicas para ordenar y
priorizar la información de contenido de una materia por primera vez.
Vale pensar que ninguno de los testimonios trae de la mano una planificación ni tampoco
revela una jerarquización que garantice monitorear el rendimiento. El riesgo de no ordenar el
material y revisar los pasos, de no conocer lo objetivos a alcanzar, hace que cualquier
contingencia sea un distractor poderoso que atente contra resultados efectivos y
satisfactorios. Además, en ocasiones, se puede incurrir en costos no calculados por
subestimar condiciones de cursada no planificadas; por ejemplo, no llegar a revisar el
material, quedar libre, etc. y, por ende, tener que volver a pagar el arancel de una materia.
De todos modos, lo más importante es que se retrasa el avance de la carrera.
Planificar siempre. Algunos alumnos suelen utilizar la fecha de examen como fecha de
vencimiento y volver de atrás para adelante para planificar las horas de lecturas,
días que sería mejor destinar a revisar el material.
Revisar con qué herramientas uno se siente más cómodo como modalidad para
sintetizar material que permita una rápida explicación, lo que da cuenta de la
comprensión.
Por ello, distinguir en primer lugar la modalidad en la que te inscribes es, de alguna manera,
el primer paso que debes reconocer. No menos importante resultará identificar los atajos
para sortear algunas dificultades.
Parciales
aprobados con
Parciales nota igual o
aprobados con mayor a 5, 3 de 4 TP
nota igual o mayor puede mediar aprobados
a 5, puede mediar entre ellos con nota 3 de 4 TP
entre ellos recuperatorio o mayor o aprobados
Regular
recuperatorio o integrador. igual a 5 y con nota
i za
integrador. Nota Nota de mayor o
75 % de
igual a 5.
de proceso proceso asistencia
aprobada con nota aprobada con a
igual o mayor a 5. teleclases.
nota igual o
Asistencia: 75 %. mayor a 5.
Asistencia: 75
%.
Promoc Aprobar
i ón evaluación de Aprobar
Modalidad evaluación Promoción Promoción
proceso con deModalidad DirectaED: 3 Directa:EDH
nota igual PH de 3 de
Presencial proceso con 4 TP 4 TP
o mayor a 7. nota
Aprobar
los dos igual o mayor aprobados aprobados
parciales con a 7. Aprobar con nota con nota
promedio igual
los dos mayor o mayor o igual
o mayor a 7,
puede mediar parciales con igual a 5 + a 5 + dos
examen promedio dos Exámenes
recuperatorio igual o mayor Exámenes Parciales con
o examen a 7, puede Parciales nota
integrador,
promedio
siempre que mediar con nota mayor o igual
los parciales no examen promedio a 7 (siete),
hayan estado
recuperatorio o mayor o pudiendo
desaprobados
o con ausente. examen igual a 7 mediar
Asistencia: 75 integrador, (siete), Recuperatori
%. Queda siempre que pudiendo o para ello, o
eximido de los parciales mediar aprobar
examen no hayan
Recuperatori examen
escrito. estado
desaprobados o integrador
o con para con nota
ausente. ello, mayor o
Asistencia: 75
oapr igual a 7
%. Promoción
directa. obar (siete)
exam Promoción
en Indirecta:
integrador aprobar 3 de
con nota 4 TPs con
mayor o nota mayor
igual a 7 o
(siete) + igual a 5 +
Asistencia a dos
teleclases Exámenes
75 %. Parciales o el
Promoción examen
Indirecta: Recuperatori
aprobar 3 o/Integrador
de 4 TPs con con nota
nota mayor promedio de
o 5 (cinco) o 6
igual (seis) +
aprobar 3 de
a5
4 APIs con
+dos nota mayor
Exám o igual a 7
enes
Parciales o
el examen
Recuperatori
o/Integrador
con nota
promedio de
Modalidad
Modalidad PH ED EDH
Presencial
5 (cinco) o 6 cumpliendo
(seis) + entrega en
semanas
aprobar 3
pares 2-4-6-
de 4 APIs 8.
con nota
mayor o
igual a 7
cumpliendo
entrega en
semanas
pares 2-4-6-
8. +
Asistencia a
teleclases
75%.
Examen Alumno Libre Alumno Alumno Alumno
Final por Nota: puede Promocionado: Promociona Promocionad
rendir un
queda eximido do: se
examen final o: se
escrito de 50 de rendir el encuentra
(cincuenta) examen final. La eximido de encuentra
preguntas que nota de rendir el eximido de
se aprueba con aprobación de examen
26 (veintiséis) o rendir el
la asignatura es final.
más respuestas
la resultante del examen final.
correctas. En
caso de promedio entre Alumno
aprobarlo, el Regular:
los 2 (dos)
alumno queda Alumno
debe
parciales
habilitado para rendir un Regular:
rendir la institucionales.
examen debe
Alumno
Regular:
Examen oral,
instancia oral, cuya
cuya aprobación aprobación se final escrito rendir un
se logra con una logra con una de 40
examen
nota igual o (cuarenta)
nota igual o
superior a 4 preguntas. final escrito
(cuatro). Este mayor a 4.
de 40
Este
examen puede (cuarenta)
rendirse, una Alumno Libre examen se preguntas.
única vez por Nota: aprueba con Este examen
durante el puede rendir 20 (veinte) se aprueba
período un examen
o
final oral,
siendo la nota más
de aprobación respuestas
del correctas y
Modalidad
Modalidad PH ED EDH
Presencial
Modalidad
Modalidad PH ED EDH
Presencial
el alumno queda la
pasar a la instancia
oral y reprobado en
2 (dos).
Para Pablo, posiblemente, su mayor desafío sea retomar la práctica o hábito de comenzar a
leer. Para ello no tendrá más opciones que organizar, qué días y cuántas horas le dedicará.
Algunas evidencias, revelan que el principal desafío es mantener la atención y, técnicas cada
vez más difundidas como el mindfullness, aportan desarrollo para ganar esta competencia.
Seguramente, el uso del celular y otras distracciones sean su mayor desafío por superar y
ordenar. Puesto que el cerebro tendrá tendencia a dar lugar a sensaciones de placer y
gratificaciones, es posible que cualquier cosa lo distraiga, para lo que una competencia clave
a sostener será la de sobreponerse y decirle NO a aquellas cosas que —si las razona— sabe le
traerán más tarde frustración.
Para Verónica, la realidad no solo será también aprender a decir que NO a algunas salidas
placenteras con la idea de reservar energía para preparar una materia, sino, sobre todas las
cosas, el autoconvencimiento de creer en ella misma, de saber que logrará lo que se ha
planteado, lo que en el módulo anterior has leído como la autoeficacia, la capacidad de creer
en la efectividad que puede lograr para alcanzar algo. Su mayor desafío será ver cada materia
como algo que debe dominar y no como una situación de la que debe escapar; debe
afrontar cada reto para lograr un aprendizaje exitoso. Por lo tanto, la competencia principal
para Verónica será la de declarar: ¡Sí, puedo! Esta competencia guarda estrecha relación con
la capacidad de experimentar y, sobre todo, de descansar en la apertura.
Finalmente, Diego se encontrará administrando varias competencias en simultáneo, en
especial, la autodisciplina, gestionando el NO cuando la única regla de autorregulación que
tendrá será él mismo. Deberá tener perfecto control de la autogestión, necesitará esforzarse
para leer fuera de horario, en ocasiones, tendrá que decirle que no a la familia, pedir
colaboración y apoyo a su esposa, lidiar con los dilemas laborales y universitarios, de manera
de poder cumplir a tiempo; estos serán condimentos que lo ayuden a tener mayores éxitos
en su avance. La autogestión se convierte en la reina de las competencias. Nadie estará allí
para decirle, por ejemplo: "Quédate más tarde luego de la cena para que puedas leer y
entregar la ejercitación a tiempo". Tú solo te lo tienes que proponer.
Si prestamos atención a los tres perfiles, todos afrontarán el desafío de gestionar el No, el Sí,
la autoeficacia y la autogestión, puesto que son competencias para la vida y serán puestas en
acciones en casi todo el transitar universitario.
Algunas teorías se refieren a cómo usamos los hemisferios de nuestros cerebros; por ejemplo,
podemos observar el siguiente cuadro:
Por lo que algunas actividades que ponen en funcionamiento ambos hemisferios permiten
organizar mejor la información.
Tabla 4: Actividades hemisferio lógico y hemisferio holístico
Según la facilidad y el progreso individual de cada uno, se pueden activar nuevos desarrollos
identificando habilidades y dificultades, entrenando los aspectos menos desarrollados con
nuevas acciones para aumentar habilidades.
En todos los casos, no saber qué queremos obtener y hacia dónde vamos dificultará el criterio
con el que se jerarquice la información. Seguidamente, algunas preguntas guías que ayudan a
resolver el dilema.
¿Cuento con el tiempo suficiente para gestionar la lectura de todo el contenido mínimo
necesario que se exige?
Al iniciar las lecturas, ¿puedo reconocer qué otros saberes relacionados manejo?
¿Cómo uso esos saberes?
¿Me siento cómodo con la interacción mediada por tecnologías para las consultas?
¿Qué aspectos de lo que pienso me sirven para lograr el éxito y cuáles no?
¿Qué técnicas de estudio manejo o debo aprender para comprender el contenido y lograr
buenos resultados?
¿Dónde las aprendo?
¿Cómo aprendo?
Resumiendo
¿Qué materias cursar?
Los contenidos de las disciplinas de una carrera representan situaciones planteadas que se
circunscriben a contextos limitados; parte del aprendizaje guarda estrecha relación con la
capacidad de un individuo para usar un saber en diversas circunstancias.
Al iniciar el cursado por primera vez, Santiago se ha inscripto en materias del 1° bimestre
según la modalidad ED, en la carrera de abogacía. Al ingresar al campus, identifica un listado
abultado de materias que se abren en el período siguiente, sin discriminar detalles de
conveniencia. Santiago interpreta que puede cursar todas las materias que quiera, está
ansioso por iniciar y quiere dar lo mejor de sí.
LECCIÓN de
Por cada materia que se inscribe, genera un ticket que implica una obligación de pago, pero
también, determina el trayecto de cursado que, conforme algunas restricciones expresadas
en el reglamento, deberá considerar. Santiago inicia este plan con dos herramientas claves: el
programa y un e-campus para gestionar su planificación, entre otras interacciones de
contexto y herramientas complementarias.
¿Cuáles son las condiciones que Santiago debe considerar y qué competencias deberá
desarrollar para garantizar una experiencia óptima? ¿Qué herramientas deberá considerar
Santiago siempre para evaluar la mejor situación? ¿Con qué ayuda cuenta?
Todo sistema, ya sea una organización o una institución, posee límites, restricciones que
hacen que sus partes operen de una forma particular. Algunas de estas condiciones son
visibles, otras no tan visibles, y delimitan el mundo de posibilidades, esto implica que serán
posibles algunas cosas y otras, no. Si bien esto parece una obviedad, y seguramente lo sea,
hacerlo explícito es una forma de revelar su impacto en la cotidianeidad, dado que en
reiteradas ocasiones solo avanzamos sin considerar esta premisa. Algunas instituciones o
grupos usan diversas maneras de hacer conocer sus condiciones, que permitirán y excluirán
posibilidades; asimismo ocurre con nuestras elecciones. Pocas veces se calculan las
consecuencias. Abordaremos el tema de nuestras responsabilidades en el próximo módulo.
En Siglo 21, como en todas las universidades, el reglamento es el documento formal en el que
se establecen las reglas del juego para avanzar, con las limitaciones correspondientes,
aspecto que Santiago deberá considerar antes de tomar sus decisiones.
Más adelante veremos que aprender implica, al menos, considerar 3 variables, que traen
consigo la incorporación de nueva información, que jerarquizamos para poder priorizar y
luego usarla, pero sobre todo, es un proceso que garantizará, como resultado, la efectividad,
la recurrencia y la autonomía. Dado que los saberes alcanzan rápidamente la obsolescencia,
desaprender comienza a ser otra competencia necesaria para alivianar el equipaje y sumar
nuevas herramientas, habilidades, saberes y reflexiones.
Volvamos a pensar en las restricciones de un sistema. Hemos dicho que todo sistema, y
entendemos desde aquí que una universidad opera como un sistema, ordena priorizando
algunas cosas por sobre otras, también jerarquiza y elige; por ello desarrolla un reglamento
que, como fin, proporciona las condiciones para alcanzar determinados resultados y revisa
periódicamente estas condiciones como filosofía evolutiva, siendo
consecuente con los cambios que operan fuera del sistema, habilitando nuevas
posibilidades y restringiendo otras. Por lo tanto, para gestionarnos internamente
dentro del sistema universidad, el primer documento que debemos conocer es el
reglamento institucional. Luego, la apropiación de herramientas, entendiendo que la
tecnología es una herramienta que nos ayuda a procesar grandes volúmenes de datos,
simplificar o automatizar una serie de acciones que, de estar en papel, serían
volumétricas. Aun así, las tecnologías, que llegaron para resolvernos dificultades de
procesamiento de datos, tienen márgenes de errores, en especial, porque sabemos
que todo evoluciona rápidamente y es necesario operar cambios de software, algo
que las máquinas aún no hacen solas. Parte de este tema se desarrollará en el
próximo módulo, como reflexión sobre las competencias profesionales requeridas hoy
y en un futuro próximo.
Una competencia que se hace presente es, entonces, realizar lecturas de contexto, la
autogestión para regular todas aquellas acciones que dependen de nosotros o
podemos resolver nosotros mismos, mediante el uso de herramientas y habilidades;
algunas de ellas requieren ser aprendidas y otras desaprendidas, simplemente porque
alcanzaron su obsolescencia. También será importante reconocer qué tipo de
expectativas tenemos, en qué condiciones debemos modelarlas y asumir las
responsabilidades de nuestras elecciones. Para tomar buenas decisiones, será siempre
necesario asumir una inquietud exploradora, indagar y descubrir posibilidades,
finalmente emprender, tomar el coraje de reconocer que el futuro es incierto, pero
para lograr un sueño es necesario trabajar y hacer que las cosas pasen. Esto va a
implicar luchar contra la comodidad, no confiar ciegamente en que todo me será
dado.
Inscribirse erróneamente puede llegar a trabarlo con materias que se abran, recién,
en el segundo semestre o año y, en consecuencia, tendría que elegir en un nuevo
escenario; esto solo aumentaría su frustración y el tiempo de dilación para poder
avanzar, además de los gastos no calculados.
¿Conoces el reglamento?
Aprender a pedir,
cualquiera sea su forma, requiere una mirada personal para identificar con qué cosas
no podemos solos, a quién pedimos ayuda y tener claridad sobre lo que pedimos.
Estas son competencias genéricas que nos aseguran no empobrecer nuestras vidas. El
acto de pedir es una competencia genérica que hace que nuestras posibilidades se
vean nutridas de oportunidades. Para pedir es importante saber:
1 Qué se pide
2 A quién se pide
3
Cómo se pide
4
Para cuándo se pide.
También deberemos tener en claro que no se nos niega a nosotros (en caso de que no
se responda a nuestro pedido), sino que se niega lo que se pide. Esto es fundamental
para no sentirnos rechazados y sobreponernos a situaciones de frustración.
Las herramientas que deben dominarse en el modelo Siglo 21 serán las propias
académicas del ámbito disciplinar que se estudie, en las que el acceso estará mediado
por las tecnologías. Esto hará que, en el futuro, podamos adaptarnos a las demandas
laborales, que cambian, son versátiles y dinámicas. Nuestro cerebro debe estar
entrenado para el cambio, se verá retado por evolución en los sistemas, en las
pantallas, en las dinámicas de aula, etc. No podemos esperar resultados diferentes
haciendo siempre lo mismo.
Al director de tu carrera.
El plan de estudios.
Decidir
1
Conocer para diseñar una estrategia efectiva
Avanzar sin estrategia pensando que solo eso será condición suficiente es, en
ocasiones, incurrir en la ingenuidad de que todo lo podremos hacer exitosamente.
El éxito no es algo que suceda por acto mágico, sino que requiere de una actitud de
esfuerzo y superación.
autogestion
La autogestión permite ser más efectivo. Eficacia y eficiencia orientadas a lo que
quieres hacer, con qué cuentas y qué riesgos puedes asumir.
Si bien el conocimiento no lo es todo, permite diseñar los caminos y los atajos, o las
alternativas posibles. Jerarquizar la información siempre ayudará a priorizar lo que
queremos alcanzar. Pensar en escenarios posibles ayuda a calcular contingencias. Lo
contrario es especulación, y cuando esta tiene gran vuelo, es posible que la falla y el
fracaso aumenten.
2
Autogestión emocional
Gestionar las emociones para afrontar la frustración de las malas decisiones o fallos.
Mirar aquellas situaciones que debemos afrontar como posibilidades.
Tal como podemos observar, el esfuerzo de sobreponernos a algo que nos gratifica es,
sin dudas enorme. Por este motivo, poner el foco en el resultado final resulta mucho
más gratificante cuando lo logramos.
Otros científicos afirman que diferentes formas de reaccionar, como los arrebatos
emocionales, son tremendamente dañinas, no solo en términos de no poder
dominarnos a nosotros mismos, sino también por las consecuencias que genera dejar
que nuestras emociones tomen control sobre nosotros. Es tan dañino intentar
controlar nuestras emociones como dejar que ellas se apoderen de nosotros.
3
Un ciclo de éxito requiere esfuerzo, conocimiento y compromiso con uno
mismo
Hemos dicho que el saber nos ayuda a elegir estratégicamente mejor y que el éxito no
es resultado del azar, sino que guarda estrecha relación con nuestro esfuerzo
personal.
Es importante hacer una distinción que, en ocasiones, suele confundirse o usarse mal.
Sin embargo, el sacrificio guarda más afinidad con ciertas cosas que asociamos con lo
que no nos gusta, que incluso, en ocasiones, nos puede traer dolor, insatisfacción. No
estamos diciendo que el sacrificio sea malo, sino que, muchas veces, hacemos
elecciones sin pensar demasiado si lo que elegimos es parte del esfuerzo o del
sacrificio. En ocasiones esto puede confundirnos y hacernos pensar en la injusticia de
lo que nos sucede.
Autoliderazgo
La clave no es predecir, sino construir los futuros deseados. No existe el futuro único, sino
los futuros alternativos.
Futuring /PROACTIVA/PREACTIVA/PASIVAS
es el arte de explorar y anticipar el futuro organizacional y personal. Es el talento para
anticipar y construir los futuros deseados por personas y organizaciones. De hecho, lo hemos
practicado desde nuestra existencia humana. Transforma las posturas pasivas, reactivas y
retrospectivas (que implica traer el pasado al presente para explicarlo) en actitudes
proactivas (provocar los cambios, hacer que las cosas sucedan) y preactivas (adelantarse a los
cambios, practicar la visión). Es una metodología producto de la fusión de otros 3 métodos
que convergen para crear la teoría:
Concepto de la Teoría U
Es un método de desarrollo personal que se enfoca en fomentar la innovación y cambiar las empresas a través de una
serie de herramientas que permiten conocerse a uno mismo.
Explica que según como hagamos frente a un determinada situación va a ser clave en el éxito en el que se vaya a
deFrrollar. Muchas veces pensamos de forma negativa, interiorizando que no seremos capaces de hacer lo que nos
proponemos. Esto influye directamente en nuestra forma de actuar, enfocando las acción con la mentalidad de que no
va a suceder.
En definitiva, la Teoría U se basa en la búsqueda de la innovación desde dentro de cada uno de nosotros.
Todo este proceso se sustenta en siete etapas hasta llegar al objetivo que se busca conseguir, que no es otro que la
innovación a través de una transformación personal de cada individuo.
Para que cualquier proyecto tenga éxito, ya sea personal como profesional, tienen que guiarse por una hoja de
ruta orientada a resultados. Esta teoría marca ese camino orientado a resultados que se aplica en el mundo
empresarial, sobre todo en la dirección de equipos.
A continuación los 7 pasos que forman la teoría U:
Descargar: Es la primera etapa donde las personas toman consciencia de los conocimientos y miedos que
tienen tanto a nivel personal como profesional. Antes de iniciar cualquier proyecto hay que fijar bases intelectuales
desde las que construir el proyecto, a la vez que detectar cuáles son nuestros defectos y virtudes.
Ver: Una vez que conozcamos nuestras fortalezas y debilidades hay que observar si los hechos que
descubrimos contradicen todo lo que creemos. En otras palabras, se trata de dar contexto a la situación en la que
cada uno se encuentra. En este punto se empieza a investigar sobre el ecosistema de nuestro proyecto. ¿Cómo se
hace? Buscando información, contrastando fuentes y desarrollando nuestras propias conclusiones, evitando de esta
manera hacer ningún tipo de interpretación.
Empatizar: En este paso se trata de comprender e interpretar las relaciones, acciones, usos, modelos,
búsquedas y pérdidas que el ser humano realiza en el ecosistema de todo lo relacionado con el proyecto.
Transformar: Es el punto de inflexión de la teoría U. En base a todo lo redactado y obtenido en fases
anteriores se tiene un punto de vista nuevo, desde aquí se parte de cero hacia una nueva innovación del proyecto.
Viendo nuevas posibilidades que antes no se veía.
Cristalizar: En este punto las personas de la organización ya empiezan a pensar de formo consciente,
poniendo atención a cada cosa que ocurre. Por ejemplo: reflexionan sobre una meta en concreta, tratando de encontrar
una solución ante un problema dentro de la empresa, pensando en que productos o servicios pueden servir de gran
ayuda al cliente. Sin embargo, el individuo en esta etapa se siente débil porque es un ejercicio que mira hacia el futuro,
no hay una base estable ni sólida. En resumen, en esta etapa se trata de buscar lo real.
Prototipar: Es de gran ayuda para cambiar el enfoque que tenemos sobre las cosas, de pasar de lo abstracto
a lo intangible. Al mismo tiempo se tiene que hacer desde una perspectiva empírica y siempre de forma objetiva,
mirando hacia la transformación.
Desplegar: en la anterior etapa de prototipado se hace un diseño de lo que queremos conseguir, pero en esta
fase de “Desplegar
” cuando ese prototipo se convierte en un producto/servicio real.
Los profesionales de recursos humanos están introduciendo técnicas de innovación en las empresas
ya que dan buenos resultados y grandes beneficios a la empresa. Una de las funciones de estos
profesionales es gestionar el talento que hay en la entidad para ello se necesitan profesionales que sepan
gestionarlo y voluntad por parte de todos los trabajadores para llevarlos a cabo
los stakeholders
Las Grandes Dinámicas de Futuro son metodologías que implican a todos los
stakeholders (interesados) en la toma de decisiones sobre cualquier cambio del
sistema. Muchas veces las organizaciones se enfocan en las personas y en los
grupos como “el problema” cuando, en realidad, el problema es sistémico.
Nos referiremos al conocido caso Kodak, la legendaria empresa de fotografía que fue pionera
en el desarrollo técnico de las cámaras fotográficas y se convirtió en referente mundial. A
pesar de que también se adelantó en la fabricación de cámaras digitales, tardó demasiado
tiempo en decidirse por ese formato, porque tenía miedo de que la falta de carrete en esas
cámaras dañara su negocio. Este retraso fue aprovechado por Canon, Nikon y otras empresas
que dominaron el mercado digital y hundieron a Kodak, que nunca pudo recuperarse. La
empresa no supo cambiar con la misma rapidez que el mundo que la rodeaba, no tuvo visión
de futuro.
Lo mismo sucede a nivel personal, tomarse demasiado tiempo para decidir qué hacer, puede
llevarnos a perder oportunidades, a desarrollarnos de otra forma. Sortear inconvenientes,
superar situaciones es la clave. La velocidad para afrontar el cambio sistémico, es decir en
organizaciones, también nos alcanza en lo personal. La diferencia radica en que, muchas
veces, la identificación de estos dilemas depende de la responsabilidad de otros, y uno,
finalmente, es alcanzado por estos cambios.
¿Qué pasaría si, de forma consciente, nos permitiéramos autogestionarnos, sintiéramos que
podemos liderar nuestras decisiones y con ello nuestros cambios personales?
Responder sinceramente a estas dos preguntas es el primer paso para conectar con un nuevo
paradigma sobre el futuro.
En general, las organizaciones se enfrentan al entorno de forma tardía, cuando la crisis está
muy avanzada y las respuestas son, en ocasiones, cambios drásticos. Se están dando cuenta
de que adaptarse ya no es suficiente, porque muchas veces llegan tarde, y de que la clave es
anticiparse. Van aprendiendo que el desafío para el mundo empresarial radica hoy en los
potenciales escenarios futuros.
Vamos entendiendo que la diferencia entre los líderes buenos y los líderes grandes es tener
una mente de futuro para crear las condiciones necesarias que permitirán que otros innoven
y creen esa visión, que será la que transforme las realidades personales y colectivas. Para ello,
aprender y nutrir competencias será tan importante como adquirir tecnologías y madurar
digitalmente.
El autoliderazgo implica compromiso con uno mismo, con el diseño de un propósito, con la
mejora personal para impactar en lo profesional, con el sentido y el objetivo, con la apertura
a aprender de otros y con otros, a soltar individualidades vacías bajo la presunción de verdad,
para usarla como formas de imposición. El autoliderazgo implica tomar la decisión de saberse
responsable de uno mismo, de revisar creencias y costumbres, cultura, hábitos y herencias,
para devenir auténticos, fieles a valores que permitan una convivencia capaz de hacer
sustentable nuestro ser interior y nuestra convivencia con el medioambiente y las relaciones
con otros.
Aprender haciendo
Autoliderazgo
Llegó el momento en el que tomamos consciencia de lo que decidimos. En esta nueva etapa,
aprenderemos de nosotros, pero, sobre todo, trabajaremos para convertirnos en los
profesionales que queremos ser.
Además, esta lectura nos hará pensar en competencias que son requeridas más allá de las
nuevas metodologías y tecnologías. Responderemos algunos interrogantes acerca de la
adaptación al entorno: ¿cuáles serán las competencias genéricas válidas a considerar en la
era digital?, ¿qué indicadores de aprendizaje personal puedo tener en cuenta para decir que
hay aprendizaje? y ¿qué implica cada competencia genérica en términos de
comportamiento/fenómeno observado?
infoxicacion
Cuando todo parece estar copado de frases cliché en la era del conocimiento, la 4ª revolución
de las tecnologías y la globalización, parece un imposible sortear la infoxicación que
afrontamos. ¿Qué tomar?, ¿qué dejar? y ¿qué competencias requerirán las interacciones
humanas, las organizaciones, los profesionales que pronto tomarán decisiones? Éstas pueden
ser algunas de las inquietudes que se presenten al momento de repensar un mundo cada vez
más abierto a las ideas.
Haz iniciado ya la decisión del trayecto universitario y seguramente, al recorrer las lecturas
anteriores, has coincidido en algunas sugerencias y apreciaciones propuestas y posiblemente
otras puedan parecerte aburridas. Lo mismo sucede todo el tiempo frente al dilema de elegir.
Todo lo que lees y experimentas o dejas de leer y experimentar influye en la toma de tus
decisiones y, al mismo tiempo, delimita tu campo de posibilidades. Sucederá en el trayecto
universitario y en la vida profesional y personal, es decir, en tu vida. Tomar conciencia de ello
te permite incursionar con mente aprendiz todo el tiempo, lo que facilita que en la diversidad
de ideas que hoy coexisten en el mundo, la exploración y el acierto tengan lugar para mejores
resultados. Aun así, seguimos afrontando limitaciones, como por ejemplo de interacción
social entre comunidades, las comunidades digitales o analógicas, creencias o costumbres,
idiosincrasias culturales, posiciones religiosas, políticas o de derechos. De acuerdo a donde
decidamos desplegar nuestras experiencias serán las demandas del entorno que afrontamos.
Lo mismo aplica en el trayecto universitario, donde decidas volcar tus inquietudes y las
habilidades que adquieras para el intercambio, será más o menos rica o dichosa la
experiencia.
La universidad nos presenta nuevos desafíos para transitar la formación; sortear materias
más o menos agradables, tiempos acotados para presentar prácticos o trabajos, investigar,
integrarnos, comprender los puntos de vista de docentes y expertos. No son los únicos, pero,
serán a lo largo de la vida universitaria desafíos para reacomodarnos que son propuestas de
la vida universitaria que contribuyen al servicio de nuestro desarrollo y evolución. Los
primeros dos años, posiblemente, te encuentres explorando entre saberes genéricos y
específicos de la carrera que eliges. Además, conocerás la dinámica y la interacción de la sede
o edificio al que concurres según la modalidad elegida.
Sin embargo, las tecnologías no pueden ser empáticas ni implicarse, no pueden tomar la
iniciativa ni ser creativa. Tampoco puede inspirarse con una poesía, tomar una fotografía y
con ella crear una obra de arte. Mucho menos trabajar en equipo, tomar un sentido común y
percibir el espíritu colaborativo, comprometerse y adaptarse a entornos y a distintos puestos
de trabajo.
Pensemos, por ejemplo, en el aporte social de las PYMES en regiones menos desarrolladas.
Éstas configuran sus productos y servicios para fomentar su aporte a la sociedad y adaptan
sus necesidades a la economía regional. ¿La tecnología podría reemplazar a las PYMES?
¿Tienen la capacidad de comprender el contexto? Claro que no. Por el contrario, los seres
humanos podemos analizar mucho más que meros datos. Tenemos la capacidad de encontrar
variables más allá de datos puros. Por lo tanto, todo aquello que las tecnologías y la
inteligencia artificial no lograron en varias décadas hacia adelante, o tal vez nunca lograrán,
requieren ser listadas como competencias que deberemos adquirir o, en algunos casos,
perfeccionar para poder afrontar los desafíos actuales y los nuevos entornos laborales.
La autoconfianza
será una competencia genérica reguladora de los estados ansiosos. Pero también los serán
otras competencias genéricas que pondremos al servicio de las conversaciones para
coordinarnos con otros y también para incorporar apertura mental y disposición de aprender
más. Hablamos de desarrollar miradas de enfoque múltiple, refiriéndonos a esta como la
modalidad hablada que expone la necesidad de descubrir más y se materializara a través de
la calidad de preguntas que podamos formular con otros al servicio de ampliar acerca de lo
que se hable.
Enfoque único :
También gestionaremos el enfoque único, que guarda relación con la claridad hablada acerca
de lo que tenemos como punto de vista individual, ya sea para ofertar a otros o bien para
conservar algo que entendemos es valioso de tener su lugar. Esta competencia, se
materializará al habla dando a conocer la propia opinión, el valor de esta descansará en la
forma de modelar esta entrega.
La competencia de escuchar
Considerando que la mayor tendencia al hablar suele situarse en solo proponer o dar a
conocer el punto de vista individual, a veces, bajo la premisa, “es mi opinión”, un enfoque
único puede ser identificado en una conversación por la escasa apertura a escuchar lo
distinto, por la dificultad para indagar y revisar lo que se comprende.
enfoque único y múltiple, son requeridas como modelos que contribuyen a resultados más
efectivos. Nos desafiarán en cada materia en el diálogo con compañeros, docentes, etc.
Lejos de sostener viejas costumbres, como la de opinar como el profesor o llamarse al silencio
para pasar desapercibido, es la era del protagonismo responsable, enfocado y ambicioso en
términos de expandir las propias posibilidades. Ése es el inicio del trayecto profesional, que
insistimos, arranca el primer día del cursado de una materia. Es el primer emprendimiento
personal que iniciamos al elegir el trayecto universitario. Entiéndase el protagonismo, no
como ser centro absoluto de todo saber y razón, sino como seres responsables de lo que
opinamos y deseamos cambiar.
Es necesario considerar ambos enfoques, (múltiple y único) como una danza en equilibrio,
donde no existe una mejor que otra, sino que estas están a disposición y cobran fuerzas
según el momento de uso. Es decir, el reto consiste en encontrar un equilibrio entre la mirada
única y la mirada múltiple como una forma de estar y hacer el mundo y así poder lograr
resultados efectivos y satisfactorios.
Si nadie es dueño de la verdad y cada uno tiene la suya ¿todo se convierte en relativo?
En este punto, es importante hacer una pausa y reflexionar sobre el problema de caer en el
relativismo ético. Esto ocurre cuando no podemos distinguir en términos de resultados, lo
que es más correcto. ¿Por ej- todo liderazgo es correcto? - Gandhi vs Hitler? - relativizar y
pensar que todo está bien, es una revelación de relativismo ético. No todo da lo mismo. En
nombre de la integración y la convivencia, no podemos validar todo como correcto. Para ello,
los sistemas sociales-culturales, delimitaran las zonas de lo permitido. Así no da igual efecto
usar vestido corto para las mujeres en Argentina que en Arabia.
No da lo mismo robar que no hacerlo, matar que no hacerlo. Si caemos en un relativismo
ético, concederíamos irresponsablemente autoridad a todo y a nada a la vez, lo que implicaría
caos y el fin de legitimar la supervivencia humana.
Las personas estamos preparadas para hablar con otros adoptando una tendencia más
propositiva, es decir, conservando una mirada única.
Sin embargo, no es del todo incorrecto. Imaginemos que solo habláramos para conocer o
comprender a otros, ¿en qué momento podríamos ser o tener nuestra propia idea y con
ella persuadir, seducir o concretar un cambio que nos importe?
Posiblemente esta competencia sea necesaria para configurar una propuesta poderosa,
tomar una decisión más acertada y construir un juicio propio.
3
LECCIÓN de 3
Aprender a aprender
APRENDER A APRENDER
El mundo de las organizaciones es tan diverso como las personas que habitan las mismas. Las personas
son el sentido de ser de las organizaciones, ya que las paredes, sus escritorios o salas no son
suficientes, no poseen vida.
El mundo de las organizaciones es tan diverso como las personas que habitan las mismas. Las
personas son el sentido de ser de las organizaciones, ya que las paredes, sus escritorios o
salas no son suficientes, no poseen vida.
Las organizaciones desarrollan teorías y aprenden cada vez más de la interacción de unos con
otros, lo que las hace un canal de reformulación de sentidos para quienes trabajan en ellas,
mientras aportan al cambio social y al desarrollo de las personas. Aprender a aprender es
una competencia que permite asumir la obsolescencia de los saberes. La misma configura una
competencia genérica para poder afrontar los desafíos futuros.
“Las teorías sobre cognición y aprendizaje de las organizaciones subrayan las bases cognitivas
de la innovación organizacional que, según estos estudios, tienen relación con el proceso de
aprendizaje y creación de conocimiento de una organización” (Glynn, 1996; Bartel y Garud,
2009 citado en Lam, 2011, https://bit.ly/2LxyHff). “Esta corriente de trabajo proporciona una
mirada micro que ayuda a entender la capacidad de las organizaciones para crear y explotar
el nuevo conocimiento necesario para las actividades innovadoras” (Lam, 2011,
https://bit.ly/2LxyHff).
Así, la innovación se ha convertido en una actividad cotizada en los tiempos actuales, en los
que todo parece ya existir y en los que la exigencia sobre innovar no solo hacia afuera, sino
también hacia adentro, se instala como desafío en la era de la 4ª revolución tecnológica.
Otra corriente de investigación para reflexionar es la propuesta por Lewin y Volberda (1999
citado en Lam, 2011) dedicada al cambio y a la adaptación de las organizaciones y a los
procesos que subyacen tras la creación de las nuevas formas organizacionales. La mutación
de las organizaciones es un fenómeno actual que demanda nuevas competencias
profesionales, nuevas profesiones y nuevas formas de interacción. Esta corriente tiene como
objetivo principal “entender si las organizaciones pueden adaptarse cuando se enfrentan a
grandes cambios tecnológicos y a transformaciones radicales del entorno” (Lam, 2011,
https://bit.ly/2LxyHff). Aparece con esto, el dilema del cambio en las organizaciones y, como
en la vida, la resistencia entre soltar lo que entendemos, lo que ha funcionado hasta ahora o
decidir qué conservar. Cuando este dilema está resuelto, las cosas que decidimos soltar
provocan, por inercia misma, la posibilidad de tomar lo nuevo y con ello se reconfiguran las
relaciones de variables y se produce así un cambio. Si cambio la forma en la que interactúo,
algo cambia.
Para evaluar el aprendizaje personal y organizacional se plantean algunos interrogantes, a la
luz de tres variables que de alguna manera declaran: “Hay aprendizaje” (Autonomía-
Recurrencia y Efectividad).
LECCIÓN de 3
Aprender
Cada vez que nos disponemos a aprender, habilitamos el proceso de construcción
que trae como resultado, o revela, el proceso de la creatividad y la innovación, la
que propicia desplazamientos a veces no calculados.
Innovación: adaptación
Siguiendo con el mundo de las organizaciones, podríamos decir que la innovación se
comprende como la capacidad de adaptación al entorno frente a desafíos externos.
No solo cómo interactuamos en esos contextos, sino también cómo somos capaces
de influir en ellos y modelarlos. Es oportuno pensarnos en la siguiente inquietud:
¿Cuándo comenzamos a interactuar con organizaciones y a influir en su modelaje?
Pues, la respuesta posible es: cuando decidamos hacerlo.
.
Darnos cuenta de las limitaciones saber lo que sabemos
El desafío de la apertura al aprendizaje guarda estrecha relación con la consciencia
de concebirnos limitados y, con ello, aceptar con tranquilidad qué cosas sabemos y
que no sabemos, algunas que no sabemos que no sabemos y otras pocas que
sabemos.
Ceguera cognotiva
Nuestra ceguera cognitiva está presente en cada interacción y claramente no
podemos vivir asustados de ello, sino, por el contrario, en la paz de la apertura para
habilitarnos a tener disposición de aprendizaje y de sorpresa, en la que el incorporar
y el dejar aquellas cosas que nos resultan ya obsoletas se transformen en una
dinámica del vivir.
Sin embargo, no es menor considerar que las nuevas generaciones traen consigo
nuevos roles y demandan innovación hacia dentro de las organizaciones con mayor
premura que en décadas pasadas. Las expectativas personales, las formas de vida, la
búsqueda de una mejor calidad de vida, etc. demandan nuevas formas de liderazgo
y de trabajo colaborativo y en equipo. Es aquí donde técnicas y metodologías
requieren incorporar, por ejemplo, las conocidas competencias conversacionales y
otras competencias genéricas que se ponen en juego a la hora de coordinar acciones
con otros, sean éstas de cualquier índole.
Para cada etapa de la humanidad, los seres humanos hemos construido formas de
organización como una manera de responder coordinadamente a desafíos o
situaciones que hemos declarado como problemáticas. La coordinación con otros
revela lo importante que es para los individuos convivir en sociedades o
comunidades diversas. Además, revela el carácter social que tenemos y la
corresponsabilidad que asumimos en todo tipo de interacciones que producimos.
Podemos reflexionar curiosamente sobre que los seres humanos siempre hemos
afrontado escenarios de incertidumbre y nuestra supervivencia a la fecha da cuenta
de ello. Esta reflexión pareciera ahora tener una preponderancia.
Se hace necesario encontrar un equilibrio entre el fluir, que implica darnos cuenta y
tomar consciencia, y el control. Ambos extremos son dañinos. Ni una ni la otra son
posibles absolutas, solo un justo equilibrio que se traduce o podemos traducirlo en
andar más livianos. Ni hacer de cuenta que todo lo controlamos ni dejar todo librado
al azar. Asumir lo que podemos rediseñar, controlar efectivamente y ser más o
menos conscientes de lo que queda fuera para poder aprender de ello, incorporarlo
y, por qué no, también modelar a partir de nuestras ofertas al entorno el producto
de lo que podemos controlar en nosotros mismos.
Las verdades absolutas no existen, sin embargo, es mejor conocer para poder decidir o, dicho
de otra forma, estar informados siempre es más ventajoso que no estarlo.
socializacion
Conectar para construir confianza y entornos más amigables es el contra frente del
miedo, emoción que nos ha acompañado y nos ha permitido la evolución pero que
también nos ha coartado posibilidades de hacer, pero sobre todo de equivocarnos y
de habilitar el aprendizaje. La autogestión emocional, tal como se establece en la
lectura 1 al inicio del módulo, es una competencia de la era moderna profesional
pero, en general, es un gran desafío para el éxito de la relación social
Cada vez que planificas una red de conversaciones estás creando la posibilidad de
vincularte y, especialmente, de verificar la calidad las mismas y, en rigor, prever el
impacto de tus relaciones y cuan alineadas éstas están a tu meta y a tu propósito.
networking
El término hacer contactos, o el anglicismo networking, se usa en el mundo de los
negocios para hacer referencia a una actividad socioeconómica en la que profesionales
y emprendedores se reúnen
Mundos interpretativos
Echeverría (2010) plantea que vivimos en mundos interpretativos. Por este motivo,
invita a soltar la presunción de verdad, lo que habilita la exploración de nuevas
posibilidades. Es como vivir en una continua tormenta de ideas para poder hacer
distinto, obtener resultados distintos y asumir retos de transformación personal y
organizacional. Serán válidas aquellas interpretaciones que aseguren resultados
efectivos y satisfactorios. La escucha es la competencia genérica que, por excelencia,
rescatando la competencia de la escucha y reflexionado cada vez más en ella, de
alguna manera nos asegura que los seres humanos tenemos apertura para construir
el mundo que experimentamos y con ella un ramillete de estrategias que doblan la
apuesta (Shannon y Weaver, 1949). Repensar las organizaciones como órganos vivos
en los que sus miembros son agentes activos y no pasivos ni meros receptores de
información que luego devuelven. Entender que, durante la recepción de la
información, el proceso activo inevitable es la generación de una interpretación que
lleva luego a configurar acciones orientadas a un resultado que se espera.
ESCUCHA ABIERTA
La interpretación es la ecuación decisiva para obtener un resultado y ella es
garantizada si trabajamos fuertemente en una escucha abierta. Es decir,
experimentando la vivencia plena de comprender que no poseemos la verdad de lo
que observamos, sino que ello solo habla de cómo vemos el mundo y no lo que es el
mundo o la realidad misma. Con esto no negamos la realidad, sino que
comprendemos que nos es inaccesible absorberla tal cual es, ya que nuestros sesgos
biológicos, culturales y sistémicos actúan como filtros.
Aprender y comprender cómo somos nos ayuda sobre todo a poder rediseñar
aquello en lo que deseamos convertirnos.
Para medir la calidad de las relaciones es vital preguntarse por la calidad de nuestra
escucha. Generalmente quien no se siente escuchado casi nunca sabe escuchar
tampoco.
Con estas competencias vale la pena pensar entonces cómo serán las organizaciones
del futuro.
10 competencias soft
competencias ‘soft’ que han sido tendencia este año y apuntan a seguir en auge:
1. Management training. El liderazgo y la gestión han sido siempre habilidades blandas
críticas y siguen en el top de las más demandadas por las empresas. Las investigaciones han
demostrado que los buenos managers suponen una gran diferencia en cuanto al compromiso y
productividad de los empleados. De hecho, las compañías bien lideradas dan como resultado
un 89% de empleados comprometidos con la empresa.
2. Inteligencia emocional. Es fundamental a la hora de construir culturas colaborativas en el
lugar de trabajo, y por eso ocupa el segundo lugar en el ranking. Los empleados con don de
gentes, empatía y dotes de comunicación tienen más probabilidades de tener éxito,
especialmente en campos como las ventas, servicio al cliente o gestión.
3. ‘Business writing’. Con la creciente importancia del correo electrónico y los canales de
comunicación en redes sociales en el lugar de trabajo, tener buenas habilidades de redacción se
ha convertido en algo imprescindible para todos. La escritura de negocios, concisa y persuasiva
no se trabaja normalmente en la etapa escolar.
4. Estrategias de concentración. Casi 1 de cada 4 trabajadores cree que están más distraídos
ahora en el trabajo que hace unos años. Las redes sociales, oficinas más abiertas, etc. son
algunos motivos del descenso de productividad, por lo que no es de extrañar que esta habilidad
ocupe el cuarto lugar en la lista
5. Desarrollo personal. Trabajar aspectos como la motivación o la autoestima también nos
ayuda en el entorno laboral y, por tanto, mejoran el ambiente de trabajo y la productividad
6. Hablar en público. Un fijo en las habilidades que más ayudan en la carrera profesional, sea
en el campo que sea, es el manejarse bien en presentaciones. Necesitamos aprender a conectar
con la audiencia y presentar discursos de forma persuasiva
7. Negociación. En lugares de trabajo cada vez más colaborativos, la negociación es una
habilidad muy importante, dado que las decisiones se basan en el consenso y ya no tanto en el
antiguo estilo de gestión ‘de arriba hacia abajo’
8. Manejo del estrés. Un 52% de los empleados se siente más estresado que hace un año.
Gestionar mejor la ansiedad y el estrés en el trabajo se hace especialmente relevante en
momentos de cambios rápidos en los entornos laborales debido a la automatización
9. Servicio al cliente. Un departamento de servicio al cliente es exitoso cuando sabe construir
auténticas relaciones de confianza. Habilidades como la empatía o saber escuchar son básicas
para crear relaciones sólidas con los clientes en el lugar de trabajo y se conviertan así en
defensores de la marca
10. Habilidades de entrevista. Ya estemos a un lado de la mesa o al otro, mejorar estas
habilidades nos servirá para manejar la forma de conducir una entrevista o conseguir que un
recruiter acepte un encuentro con nosotros
¿Puede la diversidad ser una variable a considerar como driver del crecimiento
económico?
Salario Emocional > Salario Monetario. ¿Alcanza solo con mirar el dinero
como una única variable transaccional?
En un escenario tan competitivo y global, las compensaciones no monetarias como
las medidas de conciliación o formación continua, el equilibrio entre la vida personal
y laboral, cobrarán una máxima relevancia. Las personas serán cada vez más
exigentes tanto en el equilibrio trabajo y vida personal como en sus posibilidades de
desarrollo competencial (Great Place To Work, 2019, https://bit.ly/2LuGOc7).
Todo parece indicar que se aproxima el final de dejar la vida por las organizaciones.
La era de revisar como las tecnologías aportan a las lecturas de volúmenes de datos,
combinaciones coincidencia, elecciones de consumo, de atractivos, de intereses, con
la explosión de las redes sociales, es inevitable acceder a espiar la vida real o
anhelada.
ELEGIR A CONCIENCIA
Por medio de la siguiente lectura nos proponemos repensar la importancia de la libertad y la
plena
Pero, ¿qué relación tienen el respeto y los mundos interpretativos sobre lo que
planteamos acerca de las decisiones?
Cada vez que elegimos tomar una decisión, excluimos otras. Sin duda, al momento
de decidir no podremos incluir todo aquello que deseamos o queremos. De
cualquier manera, no podemos dejar de lado el hecho de que nuestras decisiones
conviven con las de otros. En este sentido es que el respeto y los mundos
interpretativos toman relevancia.
Por otro lado, decidir implica el uso de la razón. Algunas preguntas que podríamos
hacernos son: ¿Qué queremos?, ¿queremos vivir más?, ¿con qué calidad de vida
queremos vivir?, ¿qué ideas o acciones consideramos aceptables?, ¿qué valores
priorizamos: ¿individualidad versus colectividad, libertad versus igualdad?, ¿da todo
igual?
Sin tener en claro a dónde queremos llegar, cualquier camino a tomar nos hará
llegar a cualquier lugar o a ninguno en particular.
¿Dejamos que las cosas sucedan, nos hacemos cargo y decidimos qué queremos como
humanos, como alumnos universitarios, como futuros profesionales y nos ponemos a diseñar
el mundo en las próximas décadas?
La decisión es nuestra. El gobierno de nuestras vidas está en nuestras manos.
Comenzamos el tránsito de la vida universitaria. En este trayecto encontraremos
materias que nos resultarán más interesantes, y otras que no tanto. Sin embargo, en
cada una de ellas debemos preguntarnos “para qué”. De este modo, cada contenido
aprendido no será inútil ni innecesario.
¿Qué situaciones de la vida cotidiana has experimentado y han puesto en riesgo esos
valores?
¿Con qué recursos cuentas para devenir la persona que deseas dentro de 5 -10 años?
¿Qué estás dispuesto a hacer para lograrlo?
Partir de uno mismo al planificar la carrera laboral será la punta del ovillo para
diseñar el futuro. Esto no significa que no cuestionemos nuestras decisiones a lo
largo de la carrera, por el contrario, hacerlo es necesario. Es importante entender
que el mundo laboral y profesional se encuentra en constante cambio y que, por lo
tanto, nuestras decisiones pueden mutar.
Como en muchos otros problemas complejos, habrá más de una causa de la disminución
de nuestra capacidad de diálogo, pero creo que hay una que suele pasar
desapercibida: la pérdida de la autonomía individual. Dicha pérdida contribuye
decisivamente a que muchas personas abracen soluciones basadas en diversas formas de
populismo o nacionalismo que colocan al “grupo” por encima del individuo, ya sea la
nación, la raza, el género, la religión, o la mera adscripción a cualquier otra etiqueta
política o social como la derecha, la izquierda o la casta. Dicho de otro modo, el
individuo se somete a la cultura y creencias de su grupo, limitando su capacidad
crítica y de elección. Sus consecuencias no sólo suponen la pérdida de la autonomía o
la libertad individual, sino que son un peligro para la convivencia en las sociedades
democráticas actuales. Pero retrocedamos en el tiempo para mejor entender esta idea.
Hay dos momentos históricos que contribuyeron decisivamente a hacer posible un
modelo democrático de convivencia: la aparición del contrato social y la
conceptualización de la universalidad de la razón humana.
En el marco de este pacto, las personas conservaban su libertad para decidir cómo
organizar su vida y el poder soberano no interfería en su actividad privada, tan solo
controlaba el uso de la fuerza y garantizaba el cumplimiento de los contratos
establecidos por la ley. La soberanía residía en el pueblo y las leyes eran la
expresión de esa soberanía. Las leyes se elaboraban por los representantes políticos
elegidos al efecto, o sea, el pueblo era el legislador y todos se comprometían al
cumplimiento de la ley. Así, los valores, la moral, la religión y la identidad quedaban
sometidas a la ley y se remitían al ámbito privado que esa misma ley debía proteger.
KANT
Algunos años después, Kant postuló en su Fundamentación para una metafísica de las
costumbres: “la autonomía es el fundamento de la dignidad de la naturaleza humana y
de toda naturaleza racional”. Es decir, reconoce que todo ser humano tiene capacidad
para guiarse por el uso de la razón, decidir individualmente qué es lo mejor para sí
mismo y qué proponer al resto de la humanidad. Además, otorga a las personas un valor
absoluto e incondicionado al afirmar: “obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto
en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre al mismo tiempo como fin
y nunca simplemente como medio”. De este modo, el individuo queda situado por
encima de cualquier grupo, colectivo o identidad (nación, raza, sexo, clase social,
…). La universalidad del género humano y el valor absoluto de la vida humana son las
condiciones de posibilidad de convivencia en las modernas democracias liberales.
EL INDIVIDUO Y LA RESPONSABILIDAD/DECISIÓN
COLECTIVA
Pero hoy en día, a pesar de la evidencia empírica del progreso material, parece que
retornamos al S XVII en lo que se refiere a las relaciones políticas. Volvemos a
considerar nuestra identidad como la referencia política clave, preferimos definirnos por
nuestra nacionalidad, lengua, religión, sexo o grupo político, antes que por ciudadanos
que conviven bajo el imperio de una ley común.
Cada individuo es libre de elegir el código moral, configurar su propia identidad y
pensar que sus ideas son las verdaderas. Esta elección es un derecho inalienable de
cualquier persona. Sin embargo, cuando alguien pretende imponer como verdad
absoluta su moral o su identidad, en vez de considerar al otro como alguien que tiene
opiniones diferentes igualmente respetables a las mías, juzgo que está equivocado o es
un malvado y, por tanto, debe ser corregido. Esta pretensión, no solo atenta contra la
libertad de conciencia del otro, sino que además pone en peligro los pilares de la
convivencia. Este es el peligro de los llamados reformadores sociales o, simplemente,
fanáticos o totalitarios, que se empeñan en forzar a los demás a adoptar su verdad por
el bien de todos los individuos de una comunidad o por motivos estrictamente egoístas,
anulando de ese modo la capacidad crítica del individuo y forzando a los que están
fuera del grupo a aceptar sus creencias porque son la verdad.
Pretender imponer mi verdad por encima de cualquier otra supone situarse por encima
de las leyes y del marco institucional que hayamos establecido, nos aboca al
enfrentamiento, a la supresión de la pluralidad, a la ruptura del contrato social y
del modelo de gobierno basado en la democracia liberal. Es el fin de la pluralidad y el
ascenso del dogmatismo, la identidad irreductible nos lleva a ser incapaces de
cuestionar nuestras propias creencias y a reconocer que el otro puede tener argumentos
mejores que los míos.
En el ámbito privado, todos tenemos libertad para pensar lo que queramos y actuar en
consecuencia, pero en los asuntos públicos debemos actuar en el marco definido por las
leyes y respetar la libertad de conciencia del resto. Y si una ley es considerada
injusta o inútil, deberá ser derogada o reemplazada dentro de los reglas previamente
establecidas.
CONCLUSIÓN AUTONOMIA INDIVIDUAL
debemos apuntalar la autonomía personal y volver a poner a las personas por encima
de cualquier grupo indentitario. Solo asumiendo la pluralidad de posiciones morales,
valores e ideologías podemos mantener la convivencia y los límites que dicha
pluralidad impone: el respeto a la dignidad de todo ser humano por el mero hecho
de serlo y el respeto a la ley como expresión de la voluntad de todos. La tecnología y el
progreso no establecen la finalidad de la vida humana, ésta es responsabilidad de la
ética y, por tanto, del diálogo entre individuos. Y como afirmó Antonio Machado en su
gran Juan de Mairena (1936):
Como cierre del módulo, la lectura 4 propone una inmersión personal sobre
una convivencia basada en el respeto, construyendo legitimación y re
pensando `posiciones radicales sobre cualquier tema, como única forma de
cambio social.
Ciencia y aprendizaje mas avanzado
Carolina acaba de leer una noticia en las redes sociales que informa que las personas
impuntuales son más inteligentes. Poco después, observa una noticia que dice que
dormir 5 horas diarias es la mejor forma de mantenerte activo cuando tienes que
estudiar. También encuentra información sobre diferentes tipos de dietas,
actividades para no estresarse, noticias sobre el futuro de la economía y un gran
etcétera. La pregunta lógica que surge al leer este tipo de información es: ¿se trata
de fuentes confiables? ¿Qué garantías tengo de que la información proporcionada es
válida y confiable? ¿Todo lo que aparece en Internet o en medios de comunicación
es cierto? La respuesta es un rotundo no. En efecto, muchas noticias e información
que se divulga por redes sociales u otros medios de comunicación generalmente son
desacertadas. Este constituye un gran problema dado que continuamente nos vemos
expuestos y bombardeados por información poco precisa que puede contribuir a
generar mitos y estereotipos que afectan nuestro proceso de toma de decisiones.
Ahora bien, cabe preguntarse, ¿por qué es necesario leer artículos científicos?
Existen muchas razones para responder a esta pregunta, pero cabe destacar
principalmente dos. La primera es que los artículos científicos involucran un proceso
de revisión de expertos que garantiza la validez y confiabilidad de la información que
proporcionan (este aspecto se desarrollará con más profundidad posteriormente). El
segundo motivo para leer artículos científicos obedece a las características actuales
de la sociedad de conocimiento. De hecho, el rápido desarrollo científico y
tecnológico torna imposible la transmisión de la gran cantidad de conocimientos que
se van generando. Más aún, dichos avances han llevado a un profundo cambio en los
modelos de enseñanza y aprendizaje. El modelo tradicional de transmisión de
contenidos se ha tornado ineficiente debido al rápido incremento en la producción
de conocimientos. En otras palabras, si queremos mantenernos actualizados sobre
los descubrimientos que ocurren en nuestra disciplina, necesariamente debemos
leer artículos de publicación periódica. Por ello, los nuevos modelos de educación
sugieren que el rol de los profesores debería centrarse en la transmisión de las
herramientas necesarias para que los estudiantes puedan recabar información válida
y actualizada mediante la lectura de artículos de investigación.
1
Una vez concluida una investigación, el investigador, elabora un informe
(también denominado manuscrito) que describa de manera detallada y
transparente los resultados de su estudio y la metodología utilizada para
la obtención de los mismos.
4
Los revisores envían su dictamen al editor de la revista y éste se comunica con el
investigador.
El proceso puede repetirse hasta que los revisores dictamen la aceptación del
trabajo. Recién cuando el trabajo es aceptado por los revisores se publica el trabajo
en formato de artículo científico.
En el caso expuesto, vimos que Carolina accedía a noticias mediante redes sociales.
También es común que al querer buscar información utilicemos los motores de
búsqueda, como, por ejemplo, Google o Yahoo. A pesar de su utilidad, estos
buscadores no son específicos de una disciplina, ni se circunscriben al uso de fuentes
académicas, por lo cual es muy probable que si solo hacemos uso de este tipo de
buscadores, encontremos mayoritariamente información irrelevante y de poca
calidad científica.
Existen dos bases de datos de amplio uso en idioma español y son: Dialnet
(http://dialnet.unirioja.es/) y
RedALyC (http://www.redalyc.org/). La primera de ellas es española e incluye una
cobertura que supera las 9.000 revistas científicas e incluye más de 4.000.000 de
documentos científicos (artículos y tesis de doctorado principalmente). Por su parte,
RedALyC (Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y
Portugal) posee una cobertura de menor cantidad (aproximadamente 1000 revistas
científicas), pero posiblemente de mayor rigor científico. En efecto, se trata de una
base de datos más restrictiva que sólo incluye revistas científicas de alta calidad.
Ambas bases de datos son en español, gratuitas y de libre acceso.
Las bases de datos en idioma inglés poseen una estructura muy semejante a las
bases descriptas anteriormente. Sin embargo, su cobertura y calidad científica es
significativamente superior. Una base de datos muy utilizada por científicos y
profesionales es ScienceDirect (http://www.sciencedirect.com/). Para utilizar esta
base de datos deben utilizarse descriptores en inglés; en este caso, se utilizará como
ejemplo el descriptor burnout, que es la denominación científica e inglés de estrés
crónico. Posteriormente, se realiza click en la lupa de color verde o directamente se
presiona enter. Al hacerlo, aparecerá el listado de artículos científicos relacionados
con ese tema.
Existen dos grandes vías de acceso a los artículos científicos publicados por la
Secretaría de Investigación: a) el repositorio, y b) Ateneo 21.
EL REPOSITORIO
El repositorio de la Secretaría de Investigación es un espacio creado para el
almacenamiento, organización, preservación y acceso de las investigaciones
producidas en la Universidad Siglo 21. Es posible acceder a este repositorio desde la
biblioteca de la universidad o directamente desde la web en el siguiente link:
https://repositorio.uesiglo21.edu.ar/
Imagina que tienes interés en conocer cuáles son las investigaciones que se
desarrollan en temas vinculados a las ciencias del derecho. Simplemente haciendo
click en esa área podrás acceder a la producción científica de la universidad en ese
campo de conocimiento.
Figura 9. Resultados de búsqueda por área de interés en el repositorio de
Universidad Siglo 21
ATENEO 21
La lectura de artículos científicos puede resultar un poco compleja al inicio. Al
principio, la comprensión del contenido puede ser difícil si no estamos familiarizados
con este tipo de documentos. Por este motivo, desde la Secretaría de Investigación
de la Universidad Siglo 21 se desarrolló el proyecto Ateneo 21.
Al seleccionar el área de interés, podrás observar una serie de videos donde los
investigadores cuentan de forma amena y simple las investigaciones que están
desarrollando. Además, encontrarás una dirección por si quieres contactarte con
ellos o sumarte como colaborador en un equipo de investigación.
Para conocer un poco más sobre estos temas e interiorizarte de a poco en el mundo
de la ciencia, puede resultarte útil ingresar al siguiente link:
https://21.edu.ar/content/que-es-ciencia. En el mismo, encontrarás algunos videos
sobre introducción a la ciencia, donde los coordinadores de investigación de las
diferentes áreas de conocimiento cuentan de una manera simple e introductoria
qué es la ciencia y cómo puedes hacer para acercarte a ella. También encontrarás
una dirección de contacto por si tienes interés en formar parte de un equipo de
investigación o acceder a cursos de formación gratuitos que ofrece la universidad.
RESULTADOS EXPONENCIALES
Más allá de cualquier competencia, es importante comprender qué dilemas traen aparejados
un cambio de consciencia. En los módulos anteriores, ahondamos en la importancia de la
responsabilidad y la toma de consciencia para interrogarnos acerca del qué queremos ser.
Ahora llegó el momento de aprender a enfrentarnos al cambio.
Una charla Tedx que nos adentra al mundo de los hábitos y su incorporación. Un
resumen de una investigación llevada adelante en Guatemala
A veces es posible que la sola declaración de cambio no alcance para producirlo. En
este espacio entre el deseo de cambiar y las acciones que efectivamente somos
capaces de emprender, ocupan lugar los hábitos. En el año 2007, Stephen Covey
publicaba uno de los best seller que nos adentraba en el mundo de los hábitos “Los
siete hábitos de la gente altamente efectiva”. En el mismo, el autor planteaba la idea
de que un hábito se cambia por otro hábito. El tiempo que nos lleva generar un
hábito depende tanto de la disciplina que seamos capaces de sostener con voluntad
y esfuerzo, como del desafío. Aquellos que han experimentado hacer ejercicios,
saben que luego de tres o cuatro semanas comienzan a sentir que les motiva haber
regresado al gym y, posteriormente, luego de tres meses, podrán decir que la rutina
del gym se hace necesaria.
Con esto queremos representar que para poder avanzar es necesario abandonar la
seguridad de estar en equilibrio. Para ello, es importante comprender el sistema, el
impacto de la posible acción. Solo tener buenas intenciones no será suficiente para
intentar cambiar algo. Cada vez que buscamos generar un cambio, nos
enfrentaremos a la antagónica decisión de conservarlo. El primer gran desafío, será
descubrir las fuerzas internas que no nos impulsan a cambiar y que son, en gran
medida, fuente de sufrimiento para muchos.
Hay una idea que rige este dilema de cambio y no cambio y es que todo lo que uno
hace, lo hace por algo. Muchas veces estas razones son conscientes y elegidas, pero
otras son inconscientes y automáticas.
Como plantea Rainer Maria Rilke (citado en Kofman, 2001, p. 24): “Quienquiera que
seas, alguna noche da un paso y sal de tu casa, que conoces tan bien. Allí está el
espacio enorme, tu casa yace donde él comienza”.
2
¿Qué valores o convicciones se desprenden de la respuesta anterior?
"Creo firmemente que…" o "valoro…".
3 ¿Qué actos llevas a cabo, o no, que impidan que priorices tus valores y
principios? ¿Qué acciones llevas adelante en contra de tus
compromisos?
4
"Estoy preocupado por impedir que… eso indica que aspiro a…".
6
Si estamos ante una negación, como por ejemplo: “estoy comprometido con
no aparecer como un ignorante frente a mi profesor”, se recomienda
cambiar la negación, a lo que obtendríamos: “supongo que si pareciera
un ignorante frente a mi profesor…”. Si la frase está en positivo,
entonces escribimos el negativo. Completado este punto, es momento
de preguntarse ¿cómo te sentirías entonces?
7
Debemos ver a los supuestos como hipótesis que nosotros mismos
apoyamos, en vez de verdades que nos sustentan. Algunas prácticas
para lograrlo son:
a. Buscar grietas en los supuestos, es decir, situaciones que los pongan
en duda o descubriendo condiciones para que sean válidos.
b.Diseñar y llevar a cabo un sencillo experimento para probar el
supuesto.
c. Explorar la historia del supuesto que antes era incuestionable.
La distinción está entre el mundo y nuestra experiencia y visión del mismo. Todo
inicio de transformación se despierta cuando somos capaces de ver los supuestos
como lo que son y ponerlos siempre a revisión y examen.
VERDADES DOGMATICAS Y SUPUESTOSy supuestos cuestionables
Sin compromiso, la relación con uno mismo y con los otros no tiene lugar posible.
Imaginarnos que vivimos nuestro propio mundo es tan falaz como querer
convencernos de que todo será posible. Muchas veces creemos que somos producto
de lo que queremos, descuidando que llegamos a este mundo a familias que ya
estaban constituidas, con creencias y costumbres que nos fueron modelando.
Nuestras historias, nuestros aprendizajes, nuestras elecciones y las interacciones
que llevamos con diferentes sistemas nos van formando poco a poco. La capacidad
de construir redes nos habilita posibilidades y, al mismo tiempo, las restringe.
En este sentido, el mundo de las redes sociales es un mundo peculiar que nos
sumerge en experiencias que en ocasiones se tornan falsas. En redes sociales como
Instagram o Facebook nos resulta difícil discernir a ciencia cierta la realidad, ya que
se nos presentan entornos que aparentan ser de felicidad plena. En ocasiones, la
necesidad de publicar la vida como nos gustaría que fuera nos lleva a seleccionar
algunos fragmentos de ella y caemos en la trampa de imaginar realidades
utópicamente perfectas.
Por otra parte, las redes profesionales nos brindan otro tipo de oportunidades. Las
mismas, aparecieron en el mercado para quedarse, y poco a poco están generando
una guerra de talentos, lo que las hará más ávidas de ser consultadas. Estas redes
permiten no solo encontrar posibilidades laborales, sino también contactar a
inversores y socios.
Viadeo
About.me
Se trata de una especie de tarjeta personal online ya que unifica todos los
vínculos de cuentas de redes sociales y otros sitios web (por ejemplo, un blog)
en una sola presentación. El objetivo de esta red social es que los usuarios
consoliden su marca personal.
Friendsandjob
Womenalia
Yammer
De esta forma, a través de la conexión del mundo digital y de las posibilidades que
nos brindan las tecnologías, podemos abrirnos al mundo. Sin embargo, también
existe un mundo más inmediato y cotidiano que es la universidad, el club, el barrio,
los colegios a donde fuimos, etc., en donde podemos crear una red de contactos
para beneficiarnos o aprovechar las oportunidades. Allí, las competencias que
estarán en juego no solo serán las de manejo digital, sino, y sin lugar a dudas, las
conversacionales y las de empatía. Es importante tener en cuenta que estas
competencias no implican ser carismático para caer en aceptación, sino ser
confiables.
Confiar y ser confiables son dos caras de la misma moneda, buscar en otros la
confianza es un camino que implica también construirla en nosotros primero. El
camino del devenir auténtico es quizás uno de los caminos más duros que tenemos
los seres humanos en la era de la distracción y la apariencia. La falta de autenticidad
implica la disolución de uno mismo. Algunos confunden la autenticidad con ser
sinceros e interpretan bajo ese nombre el derecho de decir lo que piensan sin medir
el impacto que ello causa. Otros más especuladores, prefieren ser políticamente
correctos y pagan el precio de no ser transparentes, es decir, no logan ser confiables
porque entre lo que dicen, piensan y hacen hay grandes diferencias o incoherencias.
De esta forma, el otro puede escuchar que es nuestro problema, que de hecho lo es,
pero también puede elegir corregir la forma en la que dice lo que dice, si es que
asume la corresponsabilidad que implica conversar y estrechar una relación. Lo
mismo sucede, en consecuencia, con aquello que decimos. En la era en donde
detrás de seudónimos aparecen declaraciones que no buscan resolver sino
aumentar el conflicto, muchas veces tomamos sin verificación elementos o
declaraciones falsas de otros u oportunidades que, sin más, solo desprestigian
personas, instituciones, etc.
Ser confiables significa ser responsablemente coherentes entre lo que decimos y
hacemos. También implica replantearnos si nos queremos quedar en lugares donde
nos sintamos parte, o bien no coincidan nuestros valores.
Las redes profesionales son redes conversacionales que ponen en evidencia nuestras
capacidades, talentos y saberes, al servicio de nosotros mismos y de otros.Las redes,
independientemente de su origen, solo son provechosas si las usamos con
consciencia, al servicio y no como esclavitud de segmentos que solo garantizan la
pérdida de autenticidad. No somos ni seremos nunca nuestros currículos, nuestras
fotografías, ellos solo representan recorridos que narramos, vivencias que
experimentamos, pero no somos eso; sino que es una parte de lo que somos y,
sobre todo, lo que con ello podemos llegar a ser.
LECCIÓN 2 de 2
Diseñar el profesional del futuro
Nadie sabe lo que va a suceder en rigor, por lo que es válido preguntarnos: ¿cómo será el
mundo cuando terminemos la universidad? Encontrar una respuesta a esa pregunta no será
solo responsabilidad de la universidad, sino de ti mismo, en la medida que incursiones no solo
sobre ti, sino además sobre tu medio, para provocar tu propia evolución y para permitirse ser
capaz de influir en tus entornos. El poder de la palabra será un vector regente para poder
construir nuevas realidades a partir de un análisis de lo que esperas del mundo, pero, sobre
todo, de lo que harás para que suceda.
Video conceptual
Referencias
LECCIÓN 1 de 4
Creac-ting: Si logras, pensar sentir y poner el cuerpo como la persona que quieres ser.
QUE ESTA PASANDO. HASTA QUE NO LOGRE COMPRENDER ESTO NO PODRE CAMBIAR
LA ACCION. -
QUE QUIERO HACER DEBER GENERAR LA EMOCION PARA HACER LO QUE TENES QUE
HACER Y HACER QUE LOS OTROS. Tenes un arco, pero si no tiras con ganas la flecha no
sale. -
3.-LA CORPORABILIDAD, El cuerpo está a disposición de lo que quiero lograr, el que
(manos y brazos) , parada ( pies y piernas )y 4 respiración. Los hábitos (si logras
espejo
No sirve de nada ser el más inteligente sino se sabe aplicar ese saber. Si no podemos
compartir el conocimiento no servirá de nada. Allí prevalece la actitud.
Puedes ser exitoso en la nota que obtengas, pero aun así estar solo, sin redes ni
amigos, aspectos que ayuda a condicionar el éxito. Vale decir que, si bien no lo será
todo, tener carisma ayuda a ganar competencia profesional.
Para saber quién eres, debes poder narrarte a ti mismo. En ello radica el poder de la
palabra: al conocerte, será la palabra la que declare en quien quieres convertirte. El
siguiente paso será traducir esas declaraciones en acciones.
Puedes ser todo aquello que quieras ser, si trabajas duro para ello. Ya antes nos
hemos referido al éxito fuera del orden de lo mágico y más cercano al esfuerzo y a
alguna condición azarosa de los sistemas, es decir, al estar en el lugar apropiado, con
las personas apropiadas, habiendo intentado provocarlo.
Cuenta una historia de ti mismo, toma una serie de hechos, ponle estructura y
obtendrás un significado. Asimismo, piensa en una serie de hechos que deberían
suceder, ponles una estructura temporal y llénalos de significado con aquello que
refleja los valores que eliges y los principios que te rigen. Ahora es válido rescatar
que los acontecimientos no hacen al significado, puesto que el significado es más
importante que los acontecimientos en sí mismos. Los hechos son como un flujo de
agua y, con la narrativa, le damos forma. Así como en la ficción, también pasa en la
vida.
autoindagacion
Como señala Sócrates “(…) una vida sin examen no es vida”, por lo que debemos
darle curso a la autoindagación como método para explorar a dónde queremos
llegar.
Debemos pensar cada parcial como una preparación para subir un peldaño, cada
materia es un escalón que ha de permitirnos mirar más alto nuestras posibilidades
personales para mejorarnos como individuos, para mejorar las organizaciones, las
comunidades, los Estados, y las instituciones que nos toque liderar.
¿Cuál es mi plan?
¿Cómo me siento?
¿Dónde lo siento en el cuerpo?
Piensa, además, qué te gustaría decir de ti dentro de cinco años, y qué te gustaría
escuchar de otros acerca de ti.
Repasa distintos dominios de tu vida: la personal, los amigos, la familia, el trabajo, el
deporte, la salud, el dinero, la sexualidad, la espiritualidad, etc. ¿Cómo te sientes
actualmente en relación a cada uno de ellos? ¿Qué aspectos, actitudes y
habitualidades debes o sientes que sería grandioso superar?
¿Te agobia preguntarse tanto? Sin preguntas no hay diseño posible de cambio; sin
reflexión, no es posible desarrollar acciones responsables. Puedes elegir hacerte el
distraído, pero tarde o temprano cada situación de la vida te asaltará de cara a estas
preguntas. La diferencia es que en una eres la víctima y en la otra el protagonista.
¿De qué lado disfrutas más?
El coraje será otra virtud a cultivar, y ello se practica dando pasos, asumiendo que
no lo sabemos todo, pero sobre todo aceptándonos imperfectos. Es el aprendizaje el
que nos habilita a avanzar. Sin equivocación y humildad no hay aprendizaje y sin
aprendizaje no hay mejora personal.
Hay una gran diferencia entre estudiar por pasión o estudiar una licenciatura para
ganar dinero. Puedes conseguir todo el dinero que quieras y aun así no entender el
sentido de la vida. Aunque el camino de la pasión es más complejo, finalmente es el
que nos otorga extraordinarias satisfacciones.
No hay plan perfecto para avanzar, solo pautas más o menos probadas para hacerlo
mejor y con efectividad. Finalmente, como siempre, cada uno se encuentra de cara a
decidir cómo seguir y depende de uno comprender las consecuencias. El camino del
devenir profesional es una decisión que implica descartar otras posibilidades. En
este camino debes preguntarte en qué deseas convertirte y trabajar para ello. Ten
presente que el deseo por sí mismo no te conducirá a ninguna parte.
Revisión: Desafío de cambio-redes profesionales -ciencia y aprendizaje. Aprender a
gestionar estrés y diseñar futuro profesional
Ciencia y aprendizaje
Uno de los desafíos de la actualidad guarda relación con la ansiedad que nos
causa un estrés que en ocasiones, evoluciona a crónico, dejando secuelas a
largo plazo. Este lectura, buscó acercar de manera amena y sencilla, cómo
funciona el estrés y algunas estrategias para gestionarlo.
Diseñar el futuro profesional
–
Como cierre del módulo, la lectura 4 propuso que la alternativa de revisión del sentido y el propósito para
devenir orientados al cambio y modelar el profesional que queremos ser. Contuvo preguntas y reflexiones
como disparadores para iniciar el camino de la madurez profesional, no trazada por los años, sino por el
sentido autocrítico y responsable con nosotros mismos.
Aprender a regular el estres
Estudiar una carrera constituye una de las experiencias más gratificantes de la vida,
pero puede conllevar ciertos niveles de estrés. Diversas investigaciones indican que,
durante los años en la universidad, los estudiantes son más proclives a experimentar
estrés o ansiedad.
El estrés saludable involucra dos fases: a) una fase de tensión, donde el organismo
invierte un extra de energía para responder a las demandas de la situación, y b) una
fase de restauración¸ en donde el organismo debe invertir energía en recuperarse.
Mientras estas fases se sucedan con normalidad, podemos hablar de un proceso saludable de
estrés. Es decir, está bien que en determinadas situaciones o períodos nos veamos
demandados y debamos exigirnos un poco más de lo que hacemos habitualmente, pero este
gasto energético extra no nos permitirá afrontar nuevos desafíos. Tal como habíamos
mencionado, el estrés es una respuesta que se desencadena cuando no tenemos los recursos
suficientes para afrontar una demanda. Esto ocurre con mucha frecuencia en situaciones de
aprendizaje, ya que continuamente nos vamos a encontrar con contenidos o experiencias que
nos van a demandar un poco más por encima de nuestras capacidades. Pero, justamente, son
este tipo de experiencias las que nos permiten acrecentar nuestros recursos. El aprendizaje,
en gran medida, surge a partir del enfrentamiento de situaciones demandantes, ya que al
afrontar dichas demandas adquirimos nuevos recursos y conocimientos.
Tal como se puede observar en la figura anterior, podemos ver que entre el estrés y el
aprendizaje hay una estrecha vinculación. En un principio, cuando se nos presenta una
demanda nueva, quizás no contamos con los recursos para poder afrontarla, lo cual nos
genera estrés. Al no contar con las competencias o conocimientos para afrontar una demanda
(por ejemplo, el estudio de un contenido nuevo), podemos sentirnos estresados. Pero a
medida que vamos afrontando esta demanda, nuestros recursos van creciendo o
desarrollamos nuevos. Esto nos permite afrontar las demandas de una manera óptima. Este
crecimiento en los recursos es lo que denominamos aprendizaje.
Viéndolo de esta manera, el estrés es algo saludable e indispensable para afrontar situaciones
desafiantes. Mientras logremos mantener un equilibrio entre las fases de tensión y
recuperación, el estrés que experimentaremos será saludable. Los problemas asociados al
estrés surgen cuando este proceso natural se ve interrumpido. Esto puede ocurrir
fundamentalmente por dos motivos: a) por excesos de demandas, que llevan a que nuestro
organismo pase de una fase de tensión a otra fase de tensión, o b) por la interrupción de la
fase de recuperación; esto puedo ocurrir, por ejemplo, cuando no logramos resolver el tema
que nos está estresando o seguimos pensando en estos temas a pesar de que ya no sea
necesario.
Empezamos a tener dificultades para hacer las actividades cotidianas, nos levantamos
cansados y con la sensación de que tenemos menos fuerza para afrontar el día a día. Incluso
sentimos que no contamos con energía para hacer actividades que nos gustan, como estar
con nuestros hijos o hacer actividad física.
cinismo
Los síntomas de cinismo ocurren debido a que durante el estrés nuestro cuerpo libera una
hormona llamada cortisol, que es la que nos brinda el extra de energía que necesitamos para
afrontar demandas. El problema es que esta hormona fue diseñada para situaciones de corto
plazo. Si nos estresamos de forma crónica, y nuestro cuerpo continuamente segrega esta
hormona, pueden verse afectadas otras áreas de nuestro cerebro. Por ejemplo, se ha
observado que elevados niveles de cortisol se asocian a una baja en el sistema
dopaminérgico. La dopamina es un neurotransmisor que juega un papel muy importante en el
afecto positivo. Si el funcionamiento del sistema dopaminérgico se ve afectado, cada vez nos
resultará más difícil experimentar emociones positivas y sentirnos motivados.
A partir de esto es importante hacer dos aclaraciones: la primera, es que los síntomas de
cinismo son una consecuencia del estrés crónico, es decir, que podemos ser personas muy
responsables e interesadas en nuestra carrera, pero si estamos bajo los efectos del estrés
crónico probablemente desarrollemos síntomas de cinismo (y la consecuente sensación de
desinterés y desmotivación). La segunda aclaración, es que todos estos síntomas son
reversibles. Si estás estresado no te vuelves una persona cínica, sino que te sientes cínico.
Diversos estudios demuestran que al disminuir los niveles de estrés también disminuyen los
síntomas de agotamiento y cinismo.
¿Cómo podemos hacer para gestionar el estrés? ¿Qué hábitos o prácticas podemos
incorporar en nuestra vida cotidiana para no caer en los efectos del estrés crónico? A
continuación, analizaremos algunas alternativas.
Modelo ABC
Estos pensamientos hacen que el estrés, en vez de disminuir, aumente considerablemente.
De hecho, nuestra manera de pensar determina en gran medida como nos vamos a sentir
frente a una situación estresante. Una manera de graficar esto es mediante el modelo ABC.
Veamos un ejemplo: supongamos que dos estudiantes deben rendir el mismo examen. Se
trata de las mismas preguntas y los mismos contenidos. Incluso, ambos estudiaron al mismo
nivel. Ahora bien, imaginemos que uno de ellos, frente a la situación de examen, comienza a
pensar “seguro que el examen es re difícil y no apruebo… voy a pasar mucha vergüenza
cuando me pregunten cómo me fue y tenga que decir que no aprobé”. Al tener este tipo de
pensamientos, es esperable que la ansiedad suba y la situación sea cada vez más estresante.
Imaginemos ahora que, frente a la misma situación, el otro alumno piensa: “puedo afrontar
esta situación, me he preparado y, si bien no sé todo a la perfección, creo que he aprendido
los contenidos más importantes de la materia”. Seguramente este alumno experimente
menos niveles de ansiedad y estrés. Aunque el examen sea el mismo, la manera de sentirse
de cada estudiante es rotundamente distinta, debido a que la forma de interpretar esa
situación varía sustancialmente.
Como dice un antiguo refrán: “las personas no se alteran por lo que pasa, sino por lo que
creen que está pasando”. Nuestra manera de pensar es clave para entender nuestra forma de
sentirnos y comportarnos. En este punto, es importante hacer una aclaración: pensar
positivamente frente a cualquier situación no es una solución adecuada, pero es importante
que tomemos conciencia de nuestra manera de pensar, ya que en ocasiones tendemos a
pensar excesivamente en situaciones que nos generan estrés.
CATASROFIZACION Y RUMIACION
Existen dos tipos de pensamientos muy comunes que pueden generar que nuestros niveles de
estrés aumenten innecesariamente, afectando nuestra salud y motivación. Estos
pensamientos se denominan catastrofización y rumiación.
Por su parte, la rumiación se caracteriza por ser un pensamiento repetitivo, esto es,
pensamos una y otra vez en el evento negativo. Este tipo de pensamiento genera que la
ansiedad y estrés dure más tiempo y nos sea más difícil relajarnos.
Si tu preocupación se hace realidad, ¿cuáles son las posibilidades de que estés bien? ¿En
una semana? ____% ¿En un mes? _____% ¿En un año? ______%.
1 Inspira profundamente por nariz y llena los pulmones de aire. Cierra los ojos
mientras respiras.
2
Retiene el aire por 3 segundos, y expúlsalo lentamente hasta que vacíes tus
3
pulmones.
4
Descansa 15 segundos y repite el ejercicio, pero reteniendo el aire 4
segundos.
Realiza el ejercicio por tercera vez, pero esta vez aguantando el aire 5 segundos.
Modificación de la situación
Afrontar y resolver los problemas es una de las mejores formas de disminuir el estrés. Si bien
en ocasiones tendemos a evitar o postergar las situaciones que nos generan estrés,
exponernos y afrontar la situación estresante es la mejor alternativa. Cuanto más evitemos o
posterguemos el problema, más tiempo nos sentiremos estresados.
Descarga/ventilación
Otra estrategia para gestionar el estrés consiste en hacer actividades que nos permitan
descargar la tensión fisiológica asociada a una emoción negativa. Algo que resulta altamente
recomendable es hacer actividad física, sobre todo cuando estamos en un período de mucha
sobrecarga o tensión.
Distracción
Celebración o capitalización
Experimentar emociones positivas también es una estrategia útil para gestionar el estrés. Las
emociones positivas sirven para contrarrestar el estrés, y nos ayudan a mantenernos
motivados y saludables. Algunas acciones que podemos hacer son compartir o celebrar
experiencias positivas con otras personas (por ejemplo, llamar a nuestro marido para contarle
que nos fue bien o salir a festejar cuando alcanzamos los objetivos en nuestro trabajo), o
premiarnos con algo que nos gusta luego de que hemos afrontado una situación que nos
mantenía estresado.
Diversión-gratificación