Aplicación: Educación infantil y educación primaria.
Objetivos:
Fomenta el conocimiento entre los alumnos del grupo-clase.
Mejora la imagen propia. Mejora la autoestima. Promueve la empatía. El profesor elige a un alumno por semana para que éste sea el protagonista. Entrega un emblema significativo para que la familia del protagonista sea informada y participe en la actividad. Durante la semana se recibirán notas sobre aspectos que hablen del estudiante elegido, actividades que le agraden hacer, hobbies, comidas favoritas, anécdotas, juguetes especiales de sus primeros años, características positivas, cosas chistosas que le han sucedido, etc. El Profesor puede indagar con su familia algunos detalles específicos como el parecido físico con sus familiares, tíos, abuelos, etc. Al final de la semana el protagonista hablará de el mismo, siguiendo como guía la retroalimentación que recibió de sus padres y compañeros de clase. También se pueden ver aspectos sociales, como incluir los estados de ánimo para que los demás puedan entender en que situaciones se pone contento, triste, melancólico, etc.
Enseñar a gestionar las emociones
Para que el alumno sea capaz de modelar su comportamiento a las exigencias del aula (o de cualquier otro ambiente social), primero debe aprender a identificar sus propias emociones, a controlar sus impulsos y poder inhibir sus conductas disruptivas. Las técnicas inspiradas en el mindfullness aplicadas en el aula ayudan a los niños a inhibir sus conductas impulsivas, a tomar conciencia de las emociones y empatizar con su entorno social. El profesor puede implantar un espacio de relajación y reflexión en un rincón de la clase y crear materiales vinculados a la identificación de emociones: pelotas antiestrés, un dado de las emociones, marionetas de dedos con emojis… En ese espacio el maestro y los alumnos pueden contar cuentos sobre cómo resolver los conflictos cotidianos y trabajar con murales que representen las conductas inadecuadas en clase y cómo se deberían comportar. Aprender a dialogar a través de las pautas No resulta fácil para el niño, ni siquiera para el adolescente, verbalizar sus emociones o explicar las causas que le llevaron a interrumpir durante las explicaciones, a faltar el respeto al profesor o pelearse con un compañero. En este tipo de casos el maestro puede adoptar un papel de guía y aprovechar el conflicto para reunirse a solas con el alumno para enseñarle, de manera pautada, a tomar conciencia de su comportamiento y mostrarle estrategias para dialogar antes de actuar. Cuando el mal comportamiento en el aula es generalizado y los conflictos implican a un amplio número de alumnos, la educación en el diálogo debe aplicarse a toda la clase. Trabajos en grupos sobre la convivencia en el centro, fomentar los debates abiertos o los juegos de roles les ayudarán a identificar sus conflictos y resolverlos por sí mismos. Combinar las técnicas y recursos psicopedagógicos para la resolución de conflictos y actividades para educar las emociones, brindará al profesor las herramientas para mejorar la conducta en el aula.
MMC: Motivación y Mente Consciente: Un programa de 6 pasos enfocado a la apertura de la consciencia, al adiestramiento mental, a la productividad, a la plenitud y a la trascendencia
Estoicismo para principiantes (The Beginner's Guide to Stoicism): Herramientas para la resiliencia y el positivismo emocional (Tools for Emotional Resilience and Positivity)
Terapia cognitivo-conductual (TCC) y terapia dialéctico-conductual (TDC): Cómo la TCC, la TDC y la ACT pueden ayudarle a superar la ansiedad, la depresión, y los TOCS