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disciplina en el aula
Y hasta llegan a ser groseros con los alumnos, personal administrativo y los
capacitadores externos. Generan un ambiente negativo y torpe en sus grupos.
Como resultado de esto sus alumnos tienen mucha energía mal canalizada, son
desordenados, inquietos, no prestan atención y no saben manejarse respetuosamente.
Por eso es que debes cambiar tu actitud en caso de que requiera algunos
ajustes.
Además aquel típico maestro que era figura de autoridad y todos le tenían
respeto (y hasta miedo) y obedecían. Ya no funciona en la actualidad.
Ahora te preguntarás…
Obsérvalo y pregúntate
¿Está todo bien contigo? ¿Algo que necesites de mí para apoyarte? ¿Por
qué actúa así?
Resulta que los estudiantes con déficits visuales, auditivos, dislexia, TDA/H,
con problemas familiares e incluso aquellos con altas capacidades.
Son los que en su mayoría tienen malos comportamientos como una reacción
automática y de defensa ante alguna situación.
Distrae, pega o grita para no tener que realizar las tareas escolares que le
parecen difíciles, imposibles o aburridas por qué no representan retos
cognitivos.
Asegúrate de que todos los alumnos entiendan por qué se ponen esas reglas y
cuáles son las consecuencias de cumplirlas o no cumplirlas.
Siguiendo con la idea de las reglas del aula, debes tomar en cuenta que el año
escolar pasa por distintas etapas que demandan distintas reglas.
Por ejemplo los meses en los que preparas eventos especiales o días festivos
como la independencia de tu país o la navidad. La rutina seguramente se verá
modificada por lo tanto también las reglas.
Permite que se escriban con sus palabras y hagan un pliego grande en el que
todos participen para tenerlas a la vista, este ejercicio hace que ellos se
apropien de sus reglas.
¡O
jo!
Cuando identifiques algún déficit, ajusta las reglas a las necesidades de estos
alumnos y explica las modificaciones al resto del grupo, preguntando si están
de acuerdo.
Pero antes de eso, ellos deben cumplirlas. No queremos que acusen o señalen,
hay alumnos que suelen tomar este papel y desafortunadamente pierden
mucho tiempo en observar a sus compañeros para evidenciarlos.
Cada vez que alguien quiera salir al baño tiene que contar un chiste o
mencionar algo interesante respecto a la materia en curso.
Recuerda las reglas deben de ser decididas por los alumnos y por ti.
Recomiendo que se indiquen estos espacios con letreros y que ellos los hagan
y los coloquen, no importa la edad, esto lleva a una apropiación del espacio y
a la conciencia del mismo y por lo tanto ellos lo van a respetar.
Este espacio es para que cualquier alumno que no desee cumplir con alguna
tarea o este molesto o inquieto.
Los materiales que estén ahí únicamente pueden permanecer ahí y son
para compartirse.
Como verás este espacio necesita reglas muy claras de uso, todos los
miembros del grupo deberán decidir cuáles serán.
Nuevamente pónganlas en un lienzo grande y a la vista, un lienzo en el que
todos los alumnos participen.
Conclusión
Compartes el salón de clases y los días con tus alumnos, haz de tu aula un
espacio de convivencia, respeto y claridad, en el que los todos se sientan
seguros, cómodos, libres y felices.
No está por demás decirlo, si tu rompes las reglas serás el ejemplo absoluto de
que las reglas se pueden romper cuando uno quiera, así que ten mucho
cuidado como te conduces en el aula.
10 actividades que puedes realizar en caso de que desees:
La Primera clase debe ser para conocer a sus alumnos, pregunte qui énes son,
de dónde vienen, quiénes son sus padres, cuáles son las cosas que le gustan…
y que esperan de usted en este año escolar.
Logra conocer a los alumnos en clase y descubrir las razones que hay
detrás de sus actos.
Prevé los probables problemas de control, decide las estrategias para su
resolución y aplícalas con rapidez y de modo consecuente.
Mantén buena predisposición hacia el alumnado. El efecto “demonio”
y la profecía autocumplida, si ya estamos impresionados positivamente
por la conducta de alguien en un cierto contexto, nos sentiremos
predispuestos de manera favorable hacia los esfuerzos que realice en
otro.
Ayuda a los alumnos a desarrollar un autoconcepto positivo, orientado
hacia el éxito. Para ello, en la medida de lo posible, procura
encomendarles tareas acordes con su nivel de aptitudes. Un alumno con
poca autoestima o que se considere un fracaso es mucho más probable
que cause problemas de control.
Cambia de actividades dentro del aula para evitar que los alumnos
caigan en el aburrimiento y la desmotivación.
Haz el entorno del aula lo más agradable, animado y estimulante
posible.
Evita amenazas innecesarias o poco prácticas. Las amenazas
desmesuradas que los alumnos saben que no se pondrán en práctica,
sirven sólo para rebajar la opinión sobre el docente como alguien a
quien no se debe tomar en serio.
Establece normas y procedimientos claros. No excederse en su número,
ya que si son demasiadas es probable que se olviden de la mitad.
Procura ponerte en el lugar del alumno.
Autopresentación. El docente debe trasmitir a los alumnos:
Confianza en sí mismo: no hablar ni actuar de forma precipitada,
mirar a la clase en general y a cada alumno/a en particular de forma
tranquila.
Hay que evitar cualquier antagonismo injustificado o reacción
exagerada ante la conducta de los alumnos.
Orientaciones e instrucciones precisas: las instrucciones deben ser
breves, irán al grano y se expresarán en lenguaje sencillo.
Firmeza ante los problemas.
Conciencia de lo que está ocurriendo. Mantener el estado de alerta
ante lo que sucede en el aula durante el trabajo o las explicaciones.
Disfruta enseñando. Esto ayuda a mantener un buen control de la
clase y desempeña una parte importante del éxito de la enseñanza.
Puntualidad. Muchos de los problemas de control de la clase, surgen
porque el profesor llega tarde o porque está entretenido en otras cosas.
Buena preparación de la clase.
Ponerse rápidamente a la tarea. Un vez que los alumnos están en el
aula, hay que empezar la clase con rapidez y energía para centrar la
atención en las explicaciones y en las tareas a realizar.
Insistir en la colaboración de toda la clase. Es fundamental conseguir
una colaboración total antes de entrar en materia.
Utilizar la palabra con expresividad, con tono agradable y que no
produzca cansancio o tensión.
Mantenerse alerta ante las incidencias de la clase. Moverse por el aula,
mantener un buen contacto visual con los alumnos, darse cuenta de
dónde van a surgir probablemente los problemas, concentrando ahí su
atención.
Estrategias claras y bien comprendidas para enfrentarse a situaciones
de crisis.
Distribución clara y equitativa de la atención del profesor.
Evitar comparaciones. Las comparaciones pueden generar hostilidad y
resentimiento hacia los docentes por parte de las personas más
desfavorecidas en esas comparaciones y también divisiones en el seno
del aula.
Hacer un buen uso de la preguntas. El profesor que hace preguntas a
alumnos concretos, está utilizando una estrategia muy valiosa para
mantener atentos y activos a los alumnos.
Garantizar oportunidades adecuadas de actividades prácticas.
Organizar la clase de forma eficaz.