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Carnet conducir. Renovación. Multas erga omnes.

Resistencia. Chaco. 04 de septiembre de 2018.- "DEFENSORIA DEL PUEBLO C/ MUNICIPALIDAD


DE RESISTENCIA S/ ACCION DE AMPARO". DRA.ELOISA ARACELI BARRETO – JUEZ - JUZGADO
CIV. Y COM. Nº1. Resistencia. Chaco

“Análisis de la cuestión … a fin de determinar si es procedente o no la declaración de


inconstitucionalidad del requisito "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con plan
de facilidades de pago vigentes por multas de tránsito" exigido para la renovación de la
licencia de conducir”

“los ciudadanos deben realizar la renovación de la licencia de manera anual, que es así que al
momento de iniciar los trámites la persona encargada constata previamente si tienen multas
de tránsito y si dicho control es positivo sin dar mayores especificaciones deniegan el trámite
informando que deben concurrir al Juzgado de Faltas Municipal para abonarlas y recién con
posterioridad podrán iniciar el procedimiento de renovación de la licencia”

“El Juzgado de Faltas informa a los ciudadanos las multas labradas indicando que deben
abonarla en la única caja disponible en el lugar y luego ellos proceden a “liberar” en el sistema
para que los ciudadanos puedan renovar su licencia de conducir”

“El Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr. Gustavo Adolfo Corregido, promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación del requisito del "Certificado de antecedentes" exigido por el art.
93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de la licencia de
conducir. Con costas.”

“En virtud de los argumentos esbozados, corresponde hacer lugar a la acción de amparo
incoada por el Sr. Defensor del Pueblo y en consecuencia declarar la inconstitucionalidad e
inaplicabilidad de toda norma obrante en Ordenanzas de la Municipalidad de Resistencia, que
contenga y exija como requisito para renovar la licencia de conducir "Certificado de libre
deuda o de deuda regularizada con plan de facilidades de pago vigentes por multas de
tránsito".

AUTOS Y VISTOS:

Para dictar sentencia en estos autos caratulados: "DEFENSORIA DEL PUEBLO C/


MUNICIPALIDAD DE RESISTENCIA S/ ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 4223/17, de cuyas
constancias,

RESULTA:

1.- Que a fs. 47/59 y vta. se presenta el Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr.
Gustavo Adolfo Corregido, con el patrocinio letrado del Dr. Jorge Daniel Fornies, y promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación irrazonable -dice- del requisito del "Certificado de antecedentes"
exigido por el art. 93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de
la licencia de conducir. Con costas.

En cuanto a su legitimación procesal expresa que la misma se encuentra avalada en el art. 119
inc. 16 de la Constitución del Chaco, Ley Nº 4190, modificada por Ley Nº 6817 Artículos 2º, 8,
9, los que transcribe.

Que de ellos surge que cuando cualquier estamento del estado vulnere derechos
constitucionales de los ciudadanos de la Provincia del Chaco, habilita la intervención de la
Defensoría del Pueblo.

Cita fallos referentes a la legitimación; expone acerca el proceso colectivo y entiende que en la
presente se cumple con los siguientes requisitos propios de las acciones colectivas.

a) Verificación de una causa fáctica común: entiende que la causa fáctica común está dada por
un hecho único que es el dictado de la Ordenanza Nº 11386 como acto administrativo
aclaratorio, de la Ordenanza General Tributaria e Impositiva en cuanto al requisito del
Certificado de Antecedentes, estableciendo que cuanto el artículo 93) de la Ordenanza General
Impositiva vigente hace referencia al CERTIFICADO DE ANTECEDENTES de los Juzgados de
Faltas Municipales.

b) Una pretensión procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos del hecho: que la
pretensión está debidamente enfocada en el derecho que tienen todos los ciudadanos a
obtener su registro de conducir que le permita transitar libremente tal como lo establece la
Constitución Nacional, lo que demuestra que la cuestión ventilada en estos autos afecta a una
masa indeterminada de personas (de allí el derecho colectivo invocado).

c) Constatación de que el interés individual considerado aisladamente no justifique la


promoción de una demanda con lo que el ejercicio individual no aparecería plenamente
justificado: alega que resultaría ilógico que cada persona que pretenda acceder a dichos
servicios y se vea impedida, interponga acciones individuales, ya que se produciría un colapso
del sistema judicial y un grave daño al erario público provincial y para ello están las acciones
colectivas.

Destaca que, en el carácter de defensor del Pueblo, solicita se protejan los derechos de las
personas que son ciudadanos del Municipio de Resistencia, en donde existe un fuerte interés
en que sean reconocidos y respetados.

En lo referente a los hechos indica que la Municipalidad de Resistencia, sancionó en fecha 26


de agosto de 2014, la Ordenanza Nº 11.386, como acto administrativo aclaratorio, de la
Ordenanza General Tributaria e Impositiva en cuanto al requisito del Certificado de
Antecedentes, estableciendo que cuanto el artículo 93) de la Ordenanza General Impositiva
vigente hace referencia al CERTIFICADO DE ANTECEDENTES de los Juzgados de Faltas
Municipales, significa CERTIFICADO DE LIBRE DEUDA o DE DEUDA REGULARIZADA CON PLAN
DE FACILIDADES VIGENTES POR MULTAS DE TRANSITO.
Manifiesta que sabido es que los ciudadanos deben realizar la renovación de la licencia de
manera anual, que es así que al momento de iniciar los trámites la persona encargada constata
previamente si tienen multas de tránsito y si dicho control es positivo sin dar mayores
especificaciones deniegan el trámite informando que deben concurrir al Juzgado de Faltas
Municipal para abonarlas y recién con posterioridad podrán iniciar el procedimiento de
renovación de la licencia.

Que el Juzgado de Faltas se informa a los ciudadanos las multas labradas indicando que deben
abonarla en la única caja disponible en el lugar y luego ellos proceden a “liberar” en el sistema
para que los ciudadanos puedan renovar su licencia de conducir.

Remarca que el Municipio de Resistencia, con anterioridad a la renovación, no procede a citar


a los ciudadanos para que ejerzan el derecho de defensa, ni utiliza la vía legal para cobrar las
multas que es la acción de apremio, pretendiendo obtener el pago de multas exigiéndolo como
un requisito previo al otorgamiento de la licencia, a juicio de su parte ilegal, por una vía cuasi
extorsiva, exigiendo la cancelación de la multa a la hora de renovar la licencia de conducir.

Bajo el acápite "FUNDAMENTOS DE DERECHO" sostiene que la cancelación de las multas por
infracciones como paso previo a la renovación de la licencia que establece la Ordenanza Nº
11383, resulta desproporcionada e irrazonable (artículo 28 CN) entre los medios empleados
por la norma -exigibilidad del pago de multas al momento de renovar la licencia- con relación a
los fines perseguidos por el legislador, en cuanto no tiene ni guarda ninguna relación con el
valor seguridad vial que establece la ley de tránsito.

Que el Municipio de Resistencia publica en su portal oficial que: "Consolidando el Plan de


Desarrollo Estratégico de Tránsito y Seguridad Vial, la Municipalidad de Resistencia
implementa cada una de las acciones programadas para lograr una conducción responsable en
la vía pública y una convivencia vial entre todos los actores del tránsito"; "Es por ello que, tal
como se anunciara a principios de año, el Municipio comenzó a requerir a quienes renueven su
carnet de conductor, el libre deuda de multas en el ejido de Resistencia."; "El trabajo
mancomunado entre la Dirección de Registro de Conductor y el Juzgado de Faltas permitirá
verificar si el usuario no tiene antecedentes y se procede a realizar los trámites pertinentes.";
"De no ocurrir esto, el ciudadano deberá regularizar la situación en el juzgado y después podrá
renovar”(Conf.(http://www.mr.gov.ar/v2/sitio/html/noticia_ext.php?
not_id=1708#.V83NzlvhDcshttp://www.mr.gov.ar/v2/sitio/html/noticia_ext.php?
not_id=1708#.V83NzlvhDcs)".

Arguye que el cumplimiento con el pago de las multas por las infracciones cometidas por quien
ha obrado con imprudencia en la conducción de un vehículo, no lo torna por sí solo en un
juicioso o hábil conductor y, mucho menos, garantiza un incremento en la seguridad vial y por
lo tanto no puede atarse esta conducta al cobro de las multas, en el sentido que no es posible
pasar por alto que el Municipio cuenta con los mecanismos legales necesarios para exigir,
perseguir y percibir el importe de las multas por infracciones de tránsito mediante acciones
judiciales, que respetando la garantía del debido proceso, permiten en forma rápida y expedita
-juicio de apremio- procurar el cobro de las acreencias originadas en las faltas a las normas de
tránsito.
Considera que es posible reconocer en la Ordenanza en cuestión la presencia de una finalidad
netamente recaudatoria que, por ello, la torna irrazonable, a la luz de la clara disposición del
art. 28 de la Constitución Nacional.

Cita fallos locales en tal sentido.

Bajo el título: "LA AFECTACION ACTUAL Y AMENAZAS INMINENTES AL DERECHO DE DEFENSA,


A CIRCULAR LIBREMENTE Y AL TRABAJAR" advierte que a la luz del principio de razonabilidad,
la norma cuestionada no permite formular un distingo entre quienes resultan buenos
conductores y quienes no lo son, toda vez que para la Municipalidad de Resistencia da lo
mismo que la persona que quiera renovar su licencia, haya cometido cincuenta (50)
infracciones de tránsito o que haya cometido sola una (1), siempre y cuando cancele su deuda
-dice-.

Que tal circunstancia torna evidente que la norma bajo trato pone una traba en el sistema con
claro fin recaudatorio, sin importar si la licencia se le renueva a quien pudo haber sido
imprudente o negligente en la conducción, encerrando a todos los ciudadanos en un gran
embudo que termina en una ventanilla donde la Municipalidad de Resistencia coacciona para
que se abonen las deudas, en lugar de ejercitar las acciones legales pertinentes mediante la vía
del juicio de apremio.

Entiende que tal sistema se encuentra lejos de ser una metodología para que el ciudadano
internalice las consecuencias negativas de su conducción imprudente, operando en sí mismo
como una causa de ingresos fiscales y afectaciones a la libre circulación y derecho a trabajar.

Que, por otra parte, no es posible pasar por alto que la Municipalidad de Resistencia cuenta
con los mecanismos legales necesarios para exigir, perseguir y percibir el importe de las multas
por infracciones de tránsito mediante la promoción de las acciones judiciales enderezadas a tal
finalidad que, respetando la garantía del debido proceso, le permiten en forma rápida y
expedita -v.gr. el juicio de apremio- procurar el cobro de las acreencias originadas en las faltas
a las normas de tránsito.

Alega que por ello no puede resultar justificado que la sanción patrimonial es la única
alternativa para tratar de modificar el actuar del infractor; que, en este sentido, fácil se
advierte que la Municipalidad, más allá de sus facultades, se encuentra compelida a
implementar mecanismos aptos -v.gr. informativos, educativos, incentivos, entre otros- para
mitigar el flagelo que significa la altísima siniestralidad que se verifica en la ciudad de
Resistencia. Que ello no lo releva de su obligación de adoptar medios conducentes y
razonables –dentro de la propia lógica constitucional- que mejor servirían a asegurar la
prevención de la accidentalidad y garantizar la seguridad de las personas que interactúan en la
cadena vehicular.

Que, con ello en vista, el examen de la validez de la norma cuestionada a la luz de la limitación
impuesta por el art. 28 de la Constitución Nacional pone de manifiesto que los medios
establecidos en la Ordenanza 11383 no se adecuan a los fines perseguidos por el legislador,
resultando ésta manifiestamente irracional por lo que se impone declarar su
inconstitucionalidad.
Asegura que la metodología implementada por el Municipio es al solo efecto recaudatorio, por
cuanto el infractor volverá a encontrarse habilitado plenamente para conducir pagando las
penalidades que ya le fueron impuestas, resultado que igualmente se obtiene por el camino
más razonable, esto es, renovar la licencia al conductor apto aunque presente deudas por
infracciones de tránsito, más ejecutarlo por vía de apremio con todas las garantías
constitucionales de defensa en juicio y debido proceso legal.

Que, un consuetudinario violador de normas de tránsito, podría acceder a su renovación si -


presente los demás requisitos- también cancela aquellos montos adeudados en concepto de
sanciones por sus conductas de circulación reprobadas. Que así, muy lejos está de alcanzarse
con el precepto invalidado aquellos estándares de seguridad vial. Que solo a título de ejemplo
podría citarse el art. 19 de la Ley 24.449 como una norma que, claramente, resulta adecuada a
la finalidad perseguida por la legislación de tránsito.

Dice que si bien a tenor del art. 11 inc. 3° de la ley 13.927 la Administración provincial debe
fomentar todo tipo de medidas relacionadas con la prevención de accidentes en las carreteras
y vías públicas, no resultara del todo ajustada a la referida finalidad perseguida la denegatoria
de renovación de licencia de conducir si, a partir de una fundada ponderación de los
antecedentes de cada caso, no se logra advertir con claridad cómo las medidas adoptadas
poseen aptitud para evitar accidentes de tránsito y/o mitigar los riesgos sobre la integridad de
las personas.

Que con el recaudo del inciso 3 del art. 10 del Decreto 532/09 podría llegar a exigirse la
cancelación administrativa de multas que estuvieran alcanzadas por la prescripción de los arts.
88 y 89 de la Ley 24.449, t.o. Ley 26.363, circunstancia que difícilmente se presentaría en el
ámbito del apremio, proceso en el cual el infractor ejecutado podría alegar como defensa la
prescripción de la sanción [art. 6 inciso d) decreto ley 9122/78]. Que no por nada el legislador
provincial adoptó -como se viera supra- tal rito jurisdiccional para hacerse del pago de las
sanciones pecuniarias impuestas en el marco del régimen de tránsito, violándose el derecho de
legalidad y debido proceso.

Sostiene que la acción persigue obtener la declaración de inconstitucionalidad de toda norma


jurídica o acto de autoridad, que impida la renovación de la licencia de conducir y con ello del
ejercicio de los derechos constitucionales, con fundamento en la existencia de multas de
tránsito impagas, ordenándose a los demandados que en forma inmediata se reanuden los
trámites administrativos para que se le entregue su nueva licencia de conducir.

Que el principio de libertad de un sistema republicano, contiene la prohibición de establecer


impedimentos al ejercicio de los derechos que no se encuentren fundamentados en una ley,
quedándole impedido al poder público establecer por vía de reglamentaciones, mayores
requisitos, exigencias o limitaciones a los derechos que los que impone la misma ley.

Bajo el rótulo "CUESTIONES PROCESALES. LEGITIMACION ACTIVA Y PASIVA. ADMISIBILIDAD DE


LA ACCION DE AMPARO", invoca que la legitimación colectiva; que en el presente caso se
encuentran en juego la vigencia de derechos de raigambre constitucional y que, en pos de
obtener la debida protección judicial de tales derechos es que se presentó ante los estrados
judiciales.
En cuanto a la admisibilidad de la acción de amparo evoca que conforme lo determina el art.
43 de la Constitución Nacional y del artículo 19 de la Constitución Provincial, la procedencia de
la acción de amparo se encuentra supeditada a la existencia de determinados requisitos, los
cuales se encuentran configurados en el caso de autos.

Que el acto emanado de autoridad pública lo constituye la Ordenanza como la Nº 11183. Que
no obstante haberse dictado un fallo en el que ordena realizar el trámite no obstante la
existencia de multa, la demandada no ha cambiado su procedimiento.

Que para la procedencia de esta acción basta la lesión, restricción, alteración o amenaza de
derechos y garantías reconocidos por la Constitución, los tratados o las leyes, y la actitud de la
Municipalidad de Resistencia y las consecuencias que causa en relación al universo de
afectados, encuadra dentro de las previsiones tanto del art.43 de la Constitución Nacional
como del art. 19 de la Constitución Local.

Que dicha afectación es actual y porta además una amenaza particularizada respecto de los
derechos de defensa, libre tránsito y trabajo de los afectados que sólo será remediada si cesa
de inmediato acción del municipio.

Que la arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, innecesaridad de mayor debate o prueba fue


analizado en el desarrollo del presente.

Que, en lo referente a la inexistencia de un medio judicial más idóneo, en el caso de autos, la


mayor idoneidad surge claramente dado el carácter flagrante de la afectación, la gravedad de
la amenaza y lesión a derechos fundamentales y la necesidad de una tutela efectiva urgente.

Cita fallos.

Ofrece pruebas, introduce cuestión federal y finaliza con petitorio de rigor.

2.- A fs. 61 se tiene al recurrente por presentado parte, en el carácter invocado con patrocinio
letrado, dándosele la correspondiente intervención. Se dispone la remisión a Mesa Receptora
Informatizada a los fines de que proceda a caratular las presentes actuaciones y asignar
número de expediente.

A fs. 65 se tiene por recibida carátula y número y por promovida acción de amparo contra la
Municipalidad de Resistencia, dándose el trámite dispuesto por la Ley 4297; se requiere
informe circunstanciado. Asimismo, se fija audiencia de conciliación.

3.- A fs. 73/80 y vta. comparecen las Dras. Patricia Elena Guitart y Natalia Gabriela Acevedo, en
el carácter de apoderadas de la Municipalidad de Resistencia y producen informe
circunstanciado.

Invocan los arts. 182, 196 y 205 de la Constitución Provincial, en los cuales se establece la
autonomía municipal, facultad impositiva y las atribuciones y deberes de los Consejos
Municipales.

Señalan las atribuciones y deberes del Intendente Municipal de conformidad al artículo 206.
Que la Carta Orgánica Municipal, en la Tercera Parte destina un capítulo único, reglamentando
en el artículo 119 que el Municipio dictará, aplicará e implementará el Código de Tránsito
Municipal.

Que asimismo se establece en el mencionado cuerpo legal, en el Capítulo Segundo "Recursos


Municipales", artículo 194 inciso 6) que son recursos propios derivados del poder tributario
municipal las multas.

Y que en el artículo 137 inciso 2) y 13) se encuentran la atribución del Concejo Municipal de
sancionar ordenanzas y en el artículo 159 incisos 12), 13) y 14) los deberes respecto de las
mismas.

Afirman que, en virtud de las facultades constitucionales y legales mencionadas, la


Municipalidad de Resistencia, a través de la autoridad competente, dictó la Ordenanza General
Tributaria e Impositiva Nº 11177 el 10 de diciembre 2013.

Que el citado cuerpo legal en el artículo 93 estableció textualmente: "Las licencias de


conductores serán expedidas con una validez de hasta cinco (5) años por la Dirección de
Registro de Conductor, con sujeción a las normas establecidas en las respectivas ordenanzas y
resoluciones y se abonarán los derechos, presentando el Certificado de Antecedentes de los
Juzgados de Faltas Municipales".

Argumentan que la autoridad municipal a fin de flexibilizar la normativa vigente,


contemplando por ejemplo la situación de aquellos contribuyentes cuyas deudas se
encuentran regularizadas con planes de pago y ante situaciones planteadas que hacían al
funcionamiento y ejecución del acto administrativo consignado en dicha ordenanza (en pleno
ejercicio de su autonomía), el Concejo Municipal en el marco de su competencia (órgano que
dictó el primer acto administrativo) sancionó en fecha 26 de agosto de 2014, la Ordenanza Nº
11386, como acto administrativo aclaratorio, con la única finalidad de explicar
manifiestamente los alcances de la terminología utilizada al sancionarse la Ordenanza General
Tributaria e Impositiva, en cuanto al requisito de certificado de antecedentes, la misma reza:
"ENTIENDASE que cuando el Artículo 93º) de la Ordenanza General Impositiva vigente, hace
referencia al “Certificado de Antecedentes” de los Juzgados de Faltas Municipales, significa
“Certificado de Libre Deuda o de Deuda regularizada con plan de facilidades de pago vigentes
por multas de tránsito".

Explican que en concordancia con lo expresado y en su calidad de autoridad de aplicación de la


norma, la Dirección de Registro de Conducir de la Municipalidad de Resistencia, ante los
requerimientos de renovación de la licencia por parte de los contribuyentes, niega su
otorgamiento en los supuestos en que los contribuyentes carezcan del certificado de libre
multa municipal.

Aclaran que el Juzgado de Faltas luego de determinar si el contribuyente posee un cargo por
multa ante los tribunales administrativos de faltas municipales, invita al contribuyente a
regularizar su situación ante el tribunal de faltas, donde se investiga si la causa iniciada tiene o
no resolución y adjuntan como prueba una actuación simple del Juzgado de Faltas Nº 2.
Que para el supuesto que en la causa aún no haya recaído resolución o sentencia firme, se
procede a notificar al contribuyente del proceso iniciado y se extiende la pertinente liberación
del cargo a los fines de poder continuar el trámite de renovación de su licencia de conducir; sin
tener que abonar importe alguno por el concepto que motivara la causa de Juzgado de Faltas
en que se extiende la liberación.

Expresan que en los supuestos en que en las causas de Juzgado de Faltas que ya tengan
resolución o sentencia condenatoria firme y habiendo pasado lo actuado para su cobro vía
judicial, es donde resulta aplicable la normativa cuya invalidez, extemporáneamente pretende
el actor.

Destacan que previo al dictado de la sentencia, la causa iniciada por la infracción cometida
permanece en trámite administrativo por el plazo de un año o más; y en ese término se
procede a citar nuevamente por medio fehaciente al vecino a los fines que regularice su
situación ante el Tribunal Administrativo de Faltas Municipal; superada dicha instancia y ante
la conducta reciente del contribuyente, oportunidad a partir de la cual se torna exigible el
requisito de libre deuda establecido en la Ordenanza Tributaria e Impositiva.

Que este procedimiento es el empleado por el municipio desde la vigencia de la mencionada


normativa sancionada, sin que haya formulado reclamo administrativo alguno al momento de
realizar el trámite de renovación correspondiente.

Manifiestan que a la fecha sólo se ha judicializado en 10 ocasiones la cuestión que pretende


extender a la totalidad de la ciudadanía el Defensor del Pueblo y detallan dichas causas.

Cuestionan la competencia del tribunal.

Entienden que no se encuentran reunidos los requisitos para la viabilidad de la acción de


amparo.

Efectúan negativa general y particular de los hechos.

Bajo el encabezado "Improcedencia formal del amparo" exteriorizan que la ordenanza


respecto de la cual se peticiona la inconstitucionalidad se encuentra firme y consentida.

Que el actor pretende obtener una sentencia con efecto erga omnes que solo beneficiaría a un
grupo reducido y privilegiado de la sociedad; grupo que además ha transgredido normas de
tránsito municipal y que pretende abstraerse del cumplimiento de sus obligaciones y de las
disposiciones municipales.

Sostienen que no existe obrar arbitrario o ilegítimo por parte de su representada al negar la
renovación del registro de conducir a aquellos contribuyentes que carezcan del requisito libre
deuda municipal por poseer multas o contravención con sentencia condenatoria firme e
incumplida de los tribunales de Faltas Municipales evidenciando una conducta renuente a
cumplir con sus cargas como ciudadanos y como consecuencia de haber incurrido en
transgresiones a obligaciones legales predeterminadas y no cuestionadas al tiempo de su
dictado por parte de la autoridad municipal competente al efecto.
Proclaman que el amparista pretende desnaturalizar el Poder de Policía Municipal y pleno
ejercicio de la autonomía municipal, al impedir que la administración municipal intervenga con
relación a las infracciones derivadas de incumplimientos de deberes establecidos en
ordenamientos legales, que faculta al organismo administrativo para aplicar las sanciones
correspondientes.

Que las infracciones administrativas cometidas por los contribuyentes a los cuales se le ha
negado la renovación de su licencia de conducir, son de un riesgo total para la seguridad de la
comunidad en general, y a ello precisamente tiende el obrar municipal, es decir impedir que
estas cuestiones de riesgo total, que afectan a la sociedad en general y ponen en peligro la
salud y vida de los vecinos y obstaculizan el progreso de la colectividad, no se lleven a cabo.

Por último, declaran que la Ordenanza Nº 11386/14 es constitucional.

Ofrecen pruebas, fundan en derecho, efectúan reserva de recursos extraordinarios y culminan


con petitorio de estilo.

4.- A fs. 82 se tiene a las recurrentes por presentadas, parte, en el carácter invocado. Se tiene
por efectuado informe requerido, se tiene presente las pruebas ofrecidas y de la documental
acompañada se corre traslado a la contraria.

5.-A fs. 87 se celebra la audiencia de conciliación señalada y se resuelve pasar a un cuarto


intermedio. A fs. 91 nuevamente se continúa la audiencia y nuevamente se decide pasar a un
cuarto intermedio.

A fs. 101 al celebrarse la audiencia de conciliación la parte demandada manifiesta que se


compromete a que en el término de 05 días hábiles elevará a la parte actora un proyecto de
ordenanza referido al objeto de autos; ante lo cual las partes acuerdan que, en el caso de
arribar a un acuerdo referente al mismo, lo comunicaran al tribunal.

6.- Luego de una serie de actos procesales, a fs. 114/116 y vta. se dicta resolución
desestimando el planteo de incompetencia incoado por la demandada y en consecuencia se
mantiene la competencia del juzgado.

7.- A fs. 120 se efectúa un estudio de las pruebas ofrecidas y la innecesaridad de abrir a
pruebas, atento lo cual se llama autos para dictar sentencia, decreto que a la fecha se
encuentra firme y consentida.

CONSIDERANDO:

I) DELIMITACION DE LAS POSTURAS ASUMIDAS POR LAS PARTES:

El Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr. Gustavo Adolfo Corregido, promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación del requisito del "Certificado de antecedentes" exigido por el art.
93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de la licencia de
conducir. Con costas.
Por su parte, la demandada Municipalidad de Resistencia sostiene que no existe obrar
arbitrario o ilegítimo por su parte al negar la renovación del registro de conducir a aquellos
contribuyentes que carezcan del requisito libre deuda municipal por poseer multas o
contravención con sentencia condenatoria firme e incumplida de los tribunales de Faltas
Municipales evidenciando una conducta renuente a cumplir con sus cargas como ciudadanos y
como consecuencia de haber incurrido en transgresiones a obligaciones legales
predeterminadas y no cuestionadas al tiempo de su dictado por parte de la autoridad
municipal competente al efecto.

II) UBICACION NORMATIVA DEL PROCESO ARTICULADO:

Preliminarmente señalo que en el sub discussio resulta aplicable la Ley Provincial de Amparo
Nº 877-B (antes ley 4.297), sancionada el 20/08/96 y publicada en el Boletín Oficial el 9/09/96 -
y sus modificatorias-, la que expresamente dispone en su art. 1º: "La acción de amparo
procederá contra todo acto u omisión de autoridad pública o de particulares que en forma
actual o inminente, restrinja, altere, amenace o lesione con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta derechos y garantías reconocidas por la Constitución Nacional o Provincial, un
tratado o una ley y siempre que no exista otra vía judicial pronta y eficaz para evitar un daño,
con excepción de la libertad individual tutelada por el Hábeas Corpus".- La acción de amparo
legislada en el orden provincial conforme a la Ley citada precedentemente, también es
receptada en los arts. 43 de la Constitución Nacional y 19 de la Constitución Provincial, es un
remedio de estirpe constitucional y que procede frente a violaciones manifiestamente
ilegítimas o arbitrarias de los derechos constitucionales, siempre que no existan otros medios
idóneos -judiciales- que puedan protegerlos o que, existiendo, la articulación de los mismos
produzca un grave e irreparable daño.-

Así, basta esta comprobación inmediata para que la garantía constitucional invocada sea
restablecida por los jueces en su integridad, toda vez que dichas garantías existen y protegen a
los individuos por el sólo hecho de estar consagradas en la Constitución, y a los jueces les
corresponde aplicarlas en la amplitud de sus sentidos, sin alterar o debilitar con
interpretaciones vagas, la expresa significación de su texto.

Que el objeto del amparo es la tutela inmediata -en tiempo oportuno- de los derechos
humanos esenciales acogidos por la ley fundamental, frente a una transgresión que cause
daño irreparable y que exigen urgente remedio.

III) LEGITIMACION PROCESAL DEL AMPARISTA: Habiendo reseñado brevemente acerca del
amparo, corresponde abocarme a la legitimación procesal.

Tal como lo expusiera al dictar sentencia definitiva en los autos caratulados: "DEFENSORIA DE
PUEBLO C/SERVICIOS ENERGETICOS DEL CHACO EMPRESA DEL ESTADO PROVINCIAL
(S.E.CH.E.E.P.) Y/O PODER EJECUTIVO PROVINCIAL Y/O MINISTERIO DE INFRAESTRUCTURA Y
SERVICIOS PUBLICOS S/ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 3.614, año 2013, y siendo que se
suscita la legitimación del Defensor en el presente caso, considero de suma utilidad
rememorar y reiterar lo expuesto por el Dr. Ricardo Lorenzetti en los autos: M. 291. XL
RECURSO DE HECHO - "Ministerio de Salud y/o Gobernación s/acción de amparo" - CSJN -
31/10/2006, por lo que procedo a su transcripción en las partes pertinentes:
"Que en materia de legitimación procesal corresponde, como primer paso, delimitar con
precisión si la pretensión concierne a derechos individuales, a derechos de incidencia colectiva
que tienen por objeto bienes colectivos, o a derechos de incidencia colectiva referentes a
intereses individuales homogéneos. -

En todos esos supuestos, la comprobación de la existencia de un "caso" es imprescindible (art.


116 de la Constitución Nacional; art. 2 de la ley 27; y Fallos: 326:3007, considerandos 6° y 7°;
311:2580, considerando 3°; y 310:2342, considerando 7°, entre muchos otros), ya que no se
admite una acción que persiga el control de la mera legalidad de una disposición. Sin embargo,
es preciso señalar que el "caso" tiene una configuración típica diferente en cada uno de ellos,
siendo esto esencial para decidir sobre la procedencia formal de las pretensiones, como se
verá en los considerandos siguientes.

También es relevante determinar si la controversia en cada uno de esos supuestos se refiere a


una afectación actual o se trata de la amenaza de una lesión futura causalmente previsible. -";

"9) Que la regla general en materia de legitimación es que los derechos sobre bienes jurídicos
individuales son ejercidos por su titular. Ella no cambia por la circunstancia de que existan
numerosas personas involucradas, toda vez que se trate de obligaciones con pluralidad de
sujetos activos o pasivos, o supuestos en los que aparece un litisconsorcio activo o pasivo
derivado de la pluralidad de sujetos acreedores o deudores, o bien una representación plural.

En estos casos, no hay variación en cuanto a la existencia de un derecho subjetivo sobre un


bien individualmente disponible por su titular, quien debe, indispensablemente, probar una
lesión a ese derecho para que se configure una cuestión justiciable. - Esta regla tiene sustento
en la Ley Fundamental, ya que el derecho de propiedad, la libertad de contratar, de trabajar o
la de practicar el comercio, incluyen obligadamente la de ejercer de modo voluntario las
acciones para su protección.

Asimismo, su art. 19 consagra una esfera de la individualidad personal, que comprende tanto
derechos patrimoniales como extrapatrimoniales, que presupone la disposición voluntaria y
sin restricciones que la desnaturalicen. -Cada ciudadano tiene la libertad de disponer de sus
derechos como lo desee, sin que tenga que dar explicación alguna sobre sus intenciones, salvo
supuestos de ilicitud. Por esta razón es que los derechos individuales, sean patrimoniales o no,
son, por regla general, de disposición voluntaria por parte de su titular. -";

"10) Que los derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos (art. 43
de la Constitución Nacional) son ejercidos por el Defensor del Pueblo de la Nación, las
asociaciones que concentran el interés colectivo y el afectado. -

En estos supuestos existen dos elementos de calificación que resultan prevalentes. -En primer
lugar, la petición debe tener por objeto la tutela de un bien colectivo, lo que ocurre cuando
éste pertenece a toda la comunidad, siendo indivisible y no admitiendo exclusión alguna.

Por esta razón sólo se concede una legitimación extraordinaria para reforzar su protección,
pero en ningún caso existe un derecho de apropiación individual sobre el bien ya que no se
hallan en juego derechos subjetivos. No se trata solamente de la existencia de pluralidad de
sujetos, sino de un bien que, como el ambiente, es de naturaleza colectiva. Es necesario
precisar que estos bienes no tienen por titulares a una pluralidad indeterminada de personas,
ya que ello implicaría que si se determinara el sujeto en el proceso éste sería el titular, lo cual
no es admisible. Tampoco hay una comunidad en sentido técnico, ya que ello importaría la
posibilidad de peticionar la extinción del régimen de cotitularidad. Estos bienes no pertenecen
a la esfera individual sino social y no son divisibles en modo alguno. -

En segundo lugar, la pretensión debe ser focalizada en la incidencia colectiva del derecho. Ello
es así porque la lesión a este tipo de bienes puede tener una repercusión sobre el patrimonio
individual, como sucede en el caso del daño ambiental, pero esta última acción corresponde a
su titular y resulta concurrente con la primera. -

De tal manera, cuando se ejercita en forma individual una pretensión procesal para la
prevención o reparación del perjuicio causado a un bien colectivo, se obtiene una decisión
cuyos efectos repercuten sobre el objeto de la causa petendi, pero no hay beneficio directo
para el individuo que ostenta la legitimación. -

En este tipo de supuestos, la prueba de la causa o controversia se halla relacionada con una
lesión a derechos sobre el bien colectivo y no sobre el patrimonio del peticionante o de
quienes éste representa. -

Puede afirmarse, pues, que la tutela de los derechos de incidencia colectiva sobre bienes
colectivos corresponde al Defensor del Pueblo, a las asociaciones y a los afectados, y que ella
debe ser diferenciada de la protección de los bienes individuales, sean patrimoniales o no,
para los cuales hay una esfera de disponibilidad en cabeza de su titular. -";

"11) Que la Constitución Nacional admite una tercera categoría, conformada por derechos de
incidencia colectiva referentes a los intereses individuales homogéneos, cuando hace alusión,
en su art. 43, a los derechos de los consumidores y a la no discriminación. -

En estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan derechos individuales enteramente
divisibles. Sin embargo, hay un hecho, único o continuado, que provoca la lesión a todos ellos y
por lo tanto es identificable una causa fáctica homogénea. Ese dato tiene relevancia jurídica
porque en tales casos la demostración de los presupuestos de la pretensión es común a todos
esos intereses, excepto en lo que concierne al daño que individualmente se sufre. Hay una
homogeneidad fáctica y normativa que lleva al legislador a considerar razonable la realización
de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte, salvo en lo que
hace a la prueba del daño. -

Sin embargo, no hay en nuestro derecho una ley que reglamente el ejercicio efectivo de las
denominadas acciones de clase en el ámbito específico que es objeto de esta litis. Este aspecto
resulta de gran importancia porque debe existir una ley que determine cuándo se da una
pluralidad relevante de individuos que permita ejercer dichas acciones, cómo se define la clase
homogénea, si la legitimación corresponde exclusivamente a un integrante de la clase o
también a organismos públicos o asociaciones, cómo tramitan estos procesos, cuáles son los
efectos expansivos de la sentencia a dictar y cómo se hacen efectivos. -

Frente a esa falta de regulación -la que, por lo demás, constituye una mora que el legislador
debe solucionar cuanto antes sea posible, para facilitar el acceso a la justicia que la Ley
Suprema ha instituido-, cabe señalar que la referida disposición constitucional es claramente
operativa y es obligación de los jueces darle eficacia, cuando se aporta nítida evidencia sobre
la afectación de un derecho fundamental y del acceso a la justicia de su titular.

Esta Corte ha dicho que donde hay un derecho hay un remedio legal para hacerlo valer toda
vez que sea desconocido; principio del que ha nacido la acción de amparo, pues las garantías
constitucionales existen y protegen a los individuos por el solo hecho de estar en la
Constitución e independientemente de sus leyes reglamentarias, cuyas limitaciones no pueden
constituir obstáculo para la vigencia efectiva de dichas garantías (Fallos: 239: 459; 241:291 y
315:1492). -

La eficacia de las garantías sustantivas y procesales debe ser armonizada con el ejercicio
individual de los derechos que la Constitución también protege como derivación de la tutela de
la propiedad, del contrato, de la libertad de comercio, del derecho de trabajar, y la esfera
privada, todos derechos de ejercicio privado. Por otro lado, también debe existir una
interpretación armónica con el derecho a la defensa en juicio, de modo de evitar que alguien
sea perjudicado por una sentencia dictada en un proceso en el que no ha participado (doctrina
de Fallos: 211:1056 y 215:357). -

En la búsqueda de la efectividad no cabe recurrir a criterios excesivamente indeterminados


alejados de la prudencia que dicho balance exige. -";

"12) Que la procedencia de este tipo de acciones requiere la verificación de una causa fáctica
común, una pretensión procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos de ese hecho y
la constatación de que, en ausencia de un ejercicio colectivo, habría una afectación grave del
acceso a la justicia. -

El primer elemento es la existencia de un hecho único o complejo que causa una lesión a una
pluralidad relevante de derechos individuales. -

El segundo elemento consiste en que la pretensión debe estar concentrada en los efectos
comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar, como ocurre en los casos en que hay
hechos que dañan a dos o más personas y que pueden motivar acciones de la primera
categoría. De tal manera, la existencia de causa o controversia, en estos supuestos, no se
relaciona con el daño diferenciado que cada sujeto sufra en su esfera, sino con los elementos
homogéneos que tiene esa pluralidad de sujetos al estar afectados por un mismo hecho. -

El tercer elemento está dado por la constatación de una clara afectación del acceso a la
justicia, en uno de sus aspectos, vinculado a las denominadas acciones de clase, cual es la
existencia de un interés individual que, considerado aisladamente, no justifica la promoción de
una demanda. En efecto, se trata de un grupo de personas para las cuales la defensa aislada de
sus derechos no es eficaz, debido a que la medida de la lesión, individualmente considerada, es
menos relevante que el costo de litigar por sí mismo (Fallos: 322:3008, considerando 14,
disidencia del juez Petracchi). -

A más de lo expuesto supra y que me exime de mayores comentarios, nuestra ley provincial
que regula el instituto jurídico del amparo, dispone en su art. 4 que: "Tienen legitimación para
accionar los titulares de los derechos o garantías de manera personal y directa y toda persona
física o jurídica para la defensa de los derechos o intereses difusos o colectivos, los que
protegen al ambiente, al usuario y al consumidor."

También, es dable recordar que la ley de defensa de los consumidores Nº 24.240 (modificada
por la ley 26.361), cuya aplicación nacional y local establece el art. 41 y a ese efecto los
gobiernos provinciales actuarán como autoridades locales de aplicación ejerciendo el control y
vigilancia sobre el cumplimiento de la presente ley.

El art. 52 (2 párrafo) expresa que la "Acción corresponderá al consumidor o usuario, a las


asociaciones de consumidores constituidas como personas jurídicas, a la autoridad de
aplicación nacional o local y al MINISTERIO PUBLICO".

Así. el Dr. Jorge Mosset Iturraspe en su obra "Defensa del consumidor", pág. 171/172, sostiene
que: "Las acciones serán procedentes, las específicas de la ley, frente a la afectación de los
derechos del consumidor o bien, solamente, frente al mero peligro o amenaza de afectación".
"Los titulares de acciones son entonces: -El particular. -Las asociaciones..., y -El MINISTERIO
PUBLICO, que puede asumir un doble rol; como parte en defensa de intereses públicos o
sociales o como fiscal, en resguardo de la normativa legal".

La CSJN en autos: "Asociación de Grandes Usuarios de Energía de la República Argentina c/


Provincia de Buenos Aires", (22/4/97-La Ley 1997-C, 322) ha dicho: "El hecho de no ser la
actora quien debe soportar el pago del tributo que reputa inconstitucional es insuficiente para
descartar la existencia en su contra de un perjuicio o lesión actual en los términos del art. 322
del CPCN. Su legitimación se deriva de una de sus finalidades, que es la de evitar el perjuicio
que la imposición de un tributo causaría a los grandes usuarios de energía eléctrica que ella
representa".

Como también lo expresó la CS en el caso: "Halabi, Ernesto (S. C. H. 270, L. XLII) al decir: "12) La
Constitución Nacional admite en el segundo párrafo del art. 43 una tercera categoría
conformada por derechos de incidencia colectiva referente a intereses individualmente
homogéneos tal sería el caso de los derechos personales o patrimoniales derivados de
afectaciones al ambiente y a la competencia, de los DERECHOS DE LOS USUARIOS Y
CONSUMIDORES".

Siendo ello así, cabe concluir que en cuanto a la existencia de un planteo que involucre,
cuestiones de hecho y derecho comunes y homogéneas a todo el colectivo, - la exigencia que
se estima inconstitucional-; el Defensor del Pueblo goza de legitimación procesal para incoar la
presente acción de amparo.

IV) REVISION JUDICIAL:

No se trata de someter a la supervisión de la justicia los actos de la administración, sino que el


control jurisdiccional que deben ejercer los jueces constituye la obligación de velar por la
supremacía y plena efectividad de los derechos y garantías constitucionales y que habilitan
perfectamente esta vía.

A la objeción que opone la demandada, debemos recordar por lo demás, reiterando lo


expuesto supra, que el remedio del amparo procede contra todo acto u omisión de órganos o
agentes de la administración pública (o de particulares) que, en forma actual o inminente,
restrinja, altere, amenace o lesione con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, cualquiera de los
derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional o Provincial, un tratado o una
ley, con excepción de la libertad corporal (conf. Art. 43 C.N. y 19 C.P.) y que "los jueces deben
extremar la ponderación y la prudencia, a fin de no decidir por el sumarísimo procedimiento
del amparo cuestiones susceptibles de mayor debate y que corresponde resolver de acuerdo a
los procedimientos ordinarios" (CSJN, Fallos 241:291).

Asimismo, cabe resaltar que el amparo se encuentra supeditado a la existencia de ilegalidad o


arbitrariedad manifiesta, lo que se debe evidenciar de un modo descubierto, palmario,
ostensible. La exteriorización que no revista estas indiscutibles notas o que en su caso resulte
meramente opinable o debatible elimina el carácter manifiesto de uno u otro extremo y, por
ende, la viabilidad del amparo.

La acción de amparo requiere, entre los presupuestos expuestos, que el derecho esgrimido sea
cierto y líquido, de manera tal que no exija una indagación profunda para su elucidación, en
razón de que las cuestiones jurídicas opinables son ajenas al ámbito del amparo ya que
requieren mayor amplitud de debate y prueba. (CSJN Fallos 248:837; 250:772; citado por el
Superior Tribunal de Justicia en Sentencia Nº 132/05). En el mismo sentido, Sagües entiende
que la idoneidad de la acción de amparo se halla determinada, entre otros aspectos, por la
índole de la pretensión intentada. Si ésta requiere mayor amplitud de debate y prueba, la vía
ágil, eficaz y sencilla del amparo no será el medio procesal adecuado para hallar la tutela del
derecho supuestamente vulnerado. (Bidart Campos, German J. y Sagües, Néstor P., "El Amparo
Constitucional", Ed. Depalma, Bs.As., 2000, p. 98).

Doctrinariamente, se ha establecido que: "El amparo también procede no obstante la


existencia de otros procedimientos si su tránsito puede ocasionar un daño grave e irreparable"
("El agotamiento de la vía administrativa en el Recurso de Amparo", en J.A.: 71970, pág 319,
Lazzarini, p. 139, Sagües, Pedro Néstor, ley de Amparo pág. 169).

En este sentido y con elevado análisis crítico respecto de la procedencia del amparo, Augusto
Mario Morello y Carlos Vallefín han sostenido que:"... si los procedimientos ordinarios y
especiales administrativos o judiciales reputados en abstracto, adecuados para resguardar el
derecho de que se trata, comportaran una remisión del todo ritual o infecunda, habrá que
privilegiar la procedencia del amparo, teniéndose por satisfecho el requisito de la inexistencia
de los restantes carriles utilizables, porque de lo contrario, ocasionaría un daño
insubsanable"(cit. en "El Amparo-Régimen procesal -pág 35- Ed. Platense Bs.As.1995), de
modo tal que habiéndose elegido la vía del amparo para la efectiva protección de los derechos
que invoca, en la conciencia de que resulta el medio más idóneo y eficaz, de menor rigor
formal, teniendo en cuenta la naturaleza de la petición y desterradas las vallas que imponía la
antigua legislación amparista, es que entendemos que resulta válida la vía elegida.

Es así que si en la sentencia se pueden determinar si las normas impugnadas resultan o no


manifiestamente ilegales, el amparo es el marco adecuado para instrumentar el respectivo
debate. Por lo que, dilatar la decisión sobre temas sustanciales invocando la existencia- por ej.-
de otras vías para la procedencia de la cuestión, importaría contrariar disposiciones legales y
constitucionales que lo reglamentan.
En orden a estos postulados, cabe puntualizar que más allá de las objeciones vertidas por la
parte demandada respecto a la procedencia de esta acción, lo cierto es que la cuestión
suscitada en este litigio no amerita un debate más extenso ni una faena probatoria más amplia
que la exhiben las propias constancias de estos actuados.

V) LINEAMIENTOS y NORMATIVAS:

En este apartado me ocuparé de efectuar lineamientos e indicar las normativas en juego, bajo
los cuales posteriormente merituaré si le asiste o no razón al planteo impetrado por la parte
actora; por ello haré sucintamente abordaré sobre: a) el control de razonabilidad; b) potestad-
deber de los jueces; c) las atribuciones de la Municipalidad de Resistencia; d) Ley de Tránsito
Nacional, Provincial y las ordenanzas municipales.

a) Control de razonabilidad: Bidart Campos expresa que el principio de razonabilidad –derivado


de los arts. 28 y 33 de nuestra Carta Magna– importa, dentro de nuestro sistema
constitucional, la exclusión de toda arbitrariedad o irrazonabilidad en el ejercicio de las
prerrogativas de los poderes públicos. Ello quiere decir que existe un patrón, un criterio, un
estándar jurídico, que obliga a dar a la ley –y a los actos estatales de ella derivados inmediata o
mediatamente– un contenido razonable, justo, valioso, de modo que alguien puede ser
obligado a hacer lo que manda la ley o privado de hacer lo que la ley prohíbe, siempre que el
contenido de aquélla sea razonable, justo y válido. (BIDART CAMPOS, Germán, Derecho
Constitucional, Ediar, t.II, ps. 118/119).

Los derechos se limitan como única manera de poder vivir en sociedad, y las restricciones que
dispongan en cuanto a su goce no deben exceder de lo indispensable para ese fin, esto es,
hacer compatible la libertad de cada uno con la de los demás. Mientras se atienda a ese
criterio, la limitación es “justa” y, por ende, “razonable; en cuanto se lo deje de lado, surge el
elemento irrazonable.

La reglamentación de los derechos persigue fines, y para alcanzarlos se vale de medios que
deben resultar proporcionales a aquel fin.

Debe existir siempre una adecuada relación entre fines y medios, una equivalencia entre las
finalidades que propongan una norma y los mecanismos, procedimientos o caminos que
establezcan para llegar a ellas.

Así tenemos que toda norma jurídica debe ser razonablemente justa, tanto en su aspecto
formal como material, para tener fuerza ordenatoria y ejemplificadora y ser cumplida por
todos nosotros, sumado a que, si además se pretende reglamentar un derecho, se debe
desarrollar sobre la base de un fin social sin destruir ningún derecho amparado en nuestra
Constitución, pero para llegar a esos fines los medios que se utilicen debe tener una razonable
adecuación con ellos. (PADILLA, Lecciones sobre derechos humanos y garantías, Abeledo
Perrot, 1996)

El principio de razonabilidad tiene en la acción de amparo la garantía más importante para su


protección, si tenemos en cuenta que por esta vía se protegen todo los actos arbitrarios o
ilegales de las autoridades públicas.
El control de razonabilidad (arts. 28 y 43 de la C.N. y 19 de la Const. Prov.) se lleva a cabo
cuando las restricciones no tienen relación (no son proporcionadas) con sus fines aparentes, y
se han desconocido, innecesaria e injustificadamente, derechos primordiales (caso de los
Saladeros de Barracas, Fallo 31:273).

A ello, al haberse otorgado jerarquía constitucional a los tratados internacionales de derechos


humanos a través del art. 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, conformando el denominado
por la doctrina "bloque constitucional", deben analizarse también los elementos otorgados por
los tratados internacionales de derechos humanos, para poder complementarlos con aquélla.

En lo que respecta a la libre circulación consagrada en el artículo 14 de la Constitución


Nacional, requiere que su reglamentación sea extremadamente cuidadosa para no vulnerar
directa o indirectamente los derechos que la integran (entrar, permanecer, transitar y salir del
territorio nacional).

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 12.1 dispone que toda
persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a circular
libremente por él, aunque en su artículo 12.3 admite restricciones bajo condición de que estén
previstas en la ley y sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de terceros y sean compatibles con los
restantes derechos reconocidos en ese instrumento internacional.

La Convención Americana de Derechos Humanos se expidió sobre las restricciones permitidas


a la libre circulación, admitiéndolas en la medida indispensable en una sociedad democrática
para prevenir infracciones penales o para proteger la seguridad o el orden público, la moral o
la salud públicas o los derechos y libertades de los demás. (art. 22, 1, 2, 3, 4 y 5).

b) Potestad-deber de los jueces: La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostiene que, los
jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones, sino únicamente
en aquéllas que, a su juicio, resultan decisivas para la correcta resolución de la contienda " (CS,
nov 4/97 “Wiater c/Min. de Economía”, LA LEY, 1998-A, 281). Se reitera una doctrina expuesta
en múltiples ocasiones, merced a la cual se exime al juzgador de tratar todas las cuestiones
expuestas por los litigantes y de analizar los argumentos que, a su juicio, no sean decisivos
(Fallos: 272:225; entre otros).

Además, dado que el sistema argentino de control de constitucionalidad es judicial difuso,


todos los jueces podemos y debemos llevarlo a cabo, sin perjuicio que sea la CSJN la última
ratio del mismo a través del Recurso Extraordinario normado en el Art. 14 de la Ley 48. Al
respecto la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que: "Que es elemental en nuestra
organización constitucional la atribución que tienen y el deber en que se hallan los tribunales
de justicia, de examinar las leyes en los casos concretos que se traen a su decisión,
comparándolos con el texto de la Constitución para averiguar si guardan o no conformidad con
ésta, y abstenerse de aplicarlas si las encuentran en oposición con ella, constituyendo esta
atribución moderadora uno de los fines supremos y fundamentales del Poder Judicial Nacional
y una de las mayores garantías con que se ha entendido asegurar los derechos consignados en
la Constitución, contra abusos posibles e involuntarios de los poderes públicos" (Fallos, t. 33,
ps. 162 a 197, cita extraída de Carlos S. Fayt, en "La Supremacía Constitucional y la
Independencia de los Jueces", Ed. Depalma, 1994, pág. 29/30).

c) las atribuciones de la Municipalidad de Resistencia: La autoridad Municipalidad en ejercicio


del poder de policía que le concierne posee atribuciones para establecer los requisitos a
cumplir para el otorgamiento y/o renovación de las licencias de conducir.

Ello dado que los Concejos Municipales tienen las atribuciones de dictar su propia Carta
Orgánica, ordenanzas y reglamentaciones sobre control de tránsito, otorgamiento de licencias
para conducir y en general, dictar cualquier otra norma para la comunidad, conducentes a su
bienestar, prosperidad y seguridad, sin más limitaciones que las enumeradas en el art. 182,
185 y 205 inc. 5º siguientes y concordantes de la Constitución Provincial.

A su vez la ley Orgánica Municipal Nº 854-P (antes ley 4233), bajo el título "Competencia
Municipal" en el art.10 establece las atribuciones de la autoridad municipal y bajo el rótulo
"Atribuciones y Deberes del Intendente" en el art. el art.76 al fijar las atribuciones y deberes
del intendente, se encuentran: "... b) Promulgar, publicar y hacer cumplir las ordenanzas
sancionadas por el Concejo Municipal y reglamentarlas en caso que sea necesario; ...d)
Proyectar ordenanzas y proponer la modificación o derogación de las existentes; ...k) Hacer
recaudar e invertir recursos de conformidad a las Ordenanzas dictadas por el Concejo; ... r)
Ejercer el poder de policía municipal con facultades para aplicar multas y sanciones y resolver
inhabilitaciones, clausura y desalojos de locales, demolición o suspensión de construcciones,
decomiso y destrucción de mercaderías o artículos de consumo en malas condiciones
recabando las ordenes de allanamientos pertinentes y el uso de la fuerza pública y demás
sanciones fijadas por ordenanzas, salvo los casos en que se hayan atribuido estas facultades a
los Tribunales de Faltas; ..."…”

Ahora bien, ello no es un impedimento para ser revisadas por el poder judicial cuando son
cuestionadas en cuanto a su constitucionalidad, como sucede en autos.

d) Ley de Tránsito Nacional, Provincial y Ordenanzas Municipales:

d.1) Ley de Tránsito Nacional Nº 24449: En el Capítulo II "Licencia Nacional de Conducir"“


(Denominación del Capítulo sustituida por art. 24 de la Ley Nº 26.363 B.O. 30/4/2008), en el
art. 13 establece: "CARACTERISTICAS. Todo conductor será titular de una Licencia Nacional de
Conducir ajustada a lo siguiente: a) La Licencia Nacional de Conducir otorgada por
municipalidades u organismos provinciales autorizadas por la Agencia Nacional de Seguridad
Vial habilitará a conducir en todas las calles y caminos de la República, como así también en
territorios extranjeros, en los casos en que se hubiera suscripto el correspondiente convenio,
previa intervención de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, conforme lo establezca la
reglamentación; b) La licencia nacional deberá extenderse conforme a un modelo unificado
que responderá a estándares de seguridad, técnicos y de diseño que establezca la Agencia
Nacional de Seguridad Vial, que se individualizará por la mención expresa, en campo
predeterminado, de la autoridad local emisora y el número de documento nacional de
identidad del requirente; c) Las licencias podrán otorgarse con una validez de hasta CINCO (5)
años, debiendo en cada renovación aprobar el examen psicofísico. De registrar el titular
antecedentes por infracciones graves o en cantidad superior a la que se determine por vía de
la reglamentación, se deberán revalidar los exámenes teórico-prácticos; d)...; e)...; f) La
emisión de la Licencia Nacional de Conducir y sus renovaciones se realizarán asignando a cada
uno de sus titulares una cantidad fija y uniforme de puntos, a través de un sistema cuyas
condiciones y características se determinarán en la reglamentación; g) Todo titular de una
licencia deberá acatar los controles y órdenes que imparta la autoridad de tránsito en el
ejercicio de sus funciones; h)..."…. (Artículo sustituido por art. 25 de la Ley Nº 26.363 B.O.
30/4/2008. Vigencia: a partir de su publicación en el Boletín Oficial); y en el art. 14 determina
como Requisitos: "...a) La autoridad emisora debe requerir del solicitante: 1. Saber leer y para
los conductores profesionales también escribir. 2. Una declaración jurada sobre el
padecimiento de afecciones a las que se refiere expresamente la reglamentación. 3. Asistencia
obligatoria a un curso teórico-práctico de educación para la seguridad vial, en una escuela de
conducir pública o privada habilitada, cuya duración y contenidos serán determinados,
auditados y homologados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial. 4. Un examen médico
psicofísico que comprenderá: una constancia de aptitud física; de aptitud visual; de aptitud
auditiva y de aptitud psíquica. 5. Un examen teórico de conocimientos sobre educación y ética
ciudadana, conducción, señalamiento y legislación. 6. Un examen teórico práctico sobre
detección de fallas de los elementos de seguridad del vehículo y de las funciones del
equipamiento e instrumental. 7. Un examen práctico de idoneidad conductiva. Las personas
daltónicas, con visión monocular o sordas y demás personas con capacidades limitadas que
puedan conducir con las adaptaciones pertinentes, de satisfacer los demás requisitos podrán
obtener la licencia habilitante específica asimismo, para la obtención de la licencia profesional
a conceder a minusválidos, se requerirá poseer la habilitación para conducir vehículos
particulares con una antigüedad de DOS (2) años. 8. La Agencia Nacional de Seguridad Vial
determinará, homologará y auditará los contenidos de los distintos exámenes señalados en los
incisos 4, 5, 6 y 7. b) La Nación, a través del organismo nacional competente, exigirá a los
conductores de vehículos de transporte de carácter interjurisdiccional además de lo
establecido en el inciso a) del presente artículo, todo aquel requisito que sea inherente al
servicio específico de que se trate. Antes de otorgar una licencia se deberá requerir al Registro
Nacional de Antecedentes de Tránsito informes de infracciones y de sanciones penales en
ocasión del tránsito, más los informes específicos para la categoría solicitada. (Artículo
sustituido por art. 26 de la Ley Nº° 26.363 B.O. 30/4/2008.)

d.2) Ley de Tránsito Provincial Nº 949-T (antes ley 4488): que en su artículo 1° adopta como
Régimen de Tránsito y Seguridad Vial de la Provincia del Chaco, la ley nacional 24.449, Títulos I
al VIII, ambos inclusive y la presente ley Títulos I al III, ambos inclusive, que se incorpora a la
presente como Anexo A. En su art. 2 prevé el ámbito de aplicación uniforme en todas las calles
y caminos públicos del territorio de la Provincia del Chaco, cualquiera fuere la jurisdicción.

En el Título II "Institutos Provinciales", en el art. 3 establece quienes son las autoridades de


aplicación y comprobación de las normas aprobadas por esta ley: "...a) La Policía de la
Provincia, en el control del tránsito y de los requisitos exigibles a los peatones, conductores,
vehículos y motovehículos para circular por las calles y caminos públicos de la Provincia; b) La
Dirección de Vialidad Provincial, en el control de los pesos transmitidos a la calzada y de las
dimensiones y requisitos exigibles a la maquinaria especial y a los vehículos especiales para
circular por los caminos de la Provincia, cualquiera fuere la jurisdicción; además en todos los
aspectos explícitamente indicados en el texto del Régimen; c) Las municipalidades, en el
control del tránsito de los pesos y dimensiones y de los requisitos exigibles a peatones,
conductores, vehículos y motovehículos para circular por las calles y caminos de los
respectivos ejidos; d) La Dirección de Transporte Automotor de la Provincia, la que
específicamente atenderá las cuestiones relacionadas a los transportes de carga y de pasajeros
en tránsito por caminos de la Provincia. ... Las autoridades de cada Municipalidad podrán
disponer, dentro de la jurisdicción de su competencia y por vía de excepción, exigencias
adicionales a las de esta ley y sus reglamentaciones, siempre que no altere el espíritu de la
norma, preserve su unicidad y garantice la seguridad jurídica del ciudadano. ...".

d.3) Ordenanzas:

** Ordenanza General Impositiva Nº 11.177: en su art. 093) expresa que: "Las Licencias de
conductores serán expedidas con una validez de cinco (5) años por la Dirección de Registro de
Conductor, con sujeción a las normas establecidas en las respectivas ordenanzas y
resoluciones y se abonarán los derechos presentando Certificado de Antecedentes de los
Juzgados de Faltas Municipales...".

** Ordenanza Nº 11.386: en su texto dispone: "ENTIENDASE que cuando el Artículo 093) de la


Ordenanza General Impositiva Nº 11177 vigente, hace referencia al "Certificado de
Antecedentes" de los Juzgados de Faltas Municipales, significa "Certificado de Libre Deuda o
de Deuda regularizada con plan de facilidades de pago vigentes por multas de tránsito".

** Ordenanza Nº 12540/17 (es la que rige para el año fiscal 2018), Anexo II – Ordenanza
General Impositiva, Capítulo XIX –"Licencia De Conducir y Remoción y Estadía de Vehículos:"
“REGISTRO DE CONDUCTOR: Art.098: Las licencias Nacionales de conducir serán emitidas con
una validez de DOS (2) años por la Dirección de Registro de Conductor, las mismas serán
otorgadas siempre que aprueben el examen psicofísico y otros que exija la autoridad de
aplicación con sujeción a las normas establecidas en las respectivas ordenanzas y resoluciones.
En determinados casos se podrá otorgar la misma por un período menor de acuerdo a lo
indicado en el informe del examen psicofísico y según las Clases y edades establecidas en la
Ley N° 26.363. En todos los casos se abonarán los derechos, presentando el Certificado
Nacional de Antecedentes de Tránsitos y el Certificado de Libre Deuda o Deuda regularizada
con plan de facilidades de pago vigentes por Multas de Tránsito de los Juzgados de Faltas
municipales...".

VI) ANALISIS FACTICO-JURIDICO:

Bajo las directrices y las normativas expuestas, ingresaré a abordar el análisis de la cuestión
traída a juicio, a fin de determinar si es procedente o no la declaración de inconstitucionalidad
del requisito "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con plan de facilidades de
pago vigentes por multas de tránsito" exigido para la renovación de la licencia de conducir.

Para ello, considero pertinente traer a colación ¿qué es el registro de conducir? El registro de
conducir es un permiso que da el Estado al validar la aptitud de un conductor para conducir
esa categoría de vehículo; es un documento único que la autoridad competente de cada
jurisdicción otorga a un ciudadano con el objeto de habilitarlo legalmente a conducir un
vehículo, sea con carácter particular o profesional, previo cumplimiento de los requisitos
establecidos por la Ley Nacional de Tránsito 24.449.

Ahora, conforme lo expusiera en el apartado V) la Ley Nacional Nº 24.449 prescribe en su


artículo 13 que todo conductor será titular de una Licencia para conducir, disponiendo en
cuanto a su “renovación” que al registrar su titular antecedentes por infracciones graves o en
cantidad superior a la que se determine por vía de la reglamentación, se deberán revalidar los
exámenes teóricos prácticos. (inc. a y c); asimismo de la transcripción del artículo 14 se verifica
cuáles son los requisitos que debe cumplimentar el solicitante de la licencia, no encontrándose
el requisito "libre de deuda".

Es de destacar que mediante la Ley Nº 26.363 se creó la Agencia Nacional De Seguridad Vial, y
la implementación de un nuevo Sistema Nacional de Licencias de Conducir, con el cual se
intenta unificar los criterios de evaluación de aptitudes, conocimientos y capacitación para
emitir la licencia; unificar el formato y las medidas de seguridad de las licencias; unificar la
base de datos del Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito y en corto plazo permitir que
se implemente el Sistema Nacional de Puntaje (Scoring).

Tampoco surge de la Ley de Tránsito Provincial Nº 949-T (antes ley 4488) que se exigiera dicho
requisito.

Siendo ello así, más allá de las atribuciones que posee la demandada y que fueran
mencionadas precedentemente; entiendo que el requisito establecido para la renovación de la
licencia de conducir consistente en "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con
plan de facilidades de pago vigentes por multas de tránsito", no pasa el cedazo del control de
razonabilidad, de modo tal que el ejercicio de esas facultades se compatibilicen con el respeto
a las garantías individuales que consagra la Constitución Nacional.

Ello toda vez que la Ordenanza Nº 11.386 al aclarar cual era la documentación requerida para
la renovación de la licencia de conducir, respecto al Certificado de Antecedentes, extiende el
alcance del artículo 093 la Ordenanza Nº 11.177.

A través de dicha exigencia, impone la inexistencia y/o regularización con plan de pago de
deudas por infracciones de tránsito, para otorgar la renovación de la licencia de conducir.

Si efectuamos el control de razonabilidad; es decir analizamos si la restricción impuesta tiene o


no tienen relación con sus fines perseguidos, se vislumbra que la normativa cuestionada no
diferencia en calidades de conductores según posean o no infracciones y según el tipo de ellas;
sino que solamente requiere la cancelación de la multa y/o que se acoja a un plan de pago.

Es decir, la renovación de la licencia de conducir la puede obtener quien pague la/s multa/s
por infracciones sin importar cuál fue la conducta que dio origen a la misma; es decir que el fin
que encierra la norma no es la seguridad vial ni la educación vial sino que resulta recaudatorio.

Nótese que se puede renovar la licencia al conductor apto aunque presente deudas por
infracciones de tránsito, y además ejecutarlo por vía legal correspondiente con todas las
garantías constitucionales de defensa en juicio y debido proceso legal; y así lograr el cobro de
la multa que estuviere adeudada.
A más de ello, en autos se ha intentado en forma reiterativa la conciliación de los intereses
entre las partes, incluso llegando a analizar proyectos de ordenanza que permitieran canalizar
el objetivo perseguido -ver fs. 87, 91 y 101-.

Además, verifico que el Sr. Defensor del Pueblo por medio de la Actuación Simple Nº E47-
2016-359-A "DEFENSOR DEL PUEBLO ADJUTNO S/ SOLICITA INTERVENCION ANTE
MUNICIPALIDAD DE RESISTENCIA POR CARNET DE CONDUCTOR" ha dictado Resolución Nº
066/16 de fecha 09/08/16 donde recomienda a la Municipalidad de Resistencia y al Concejo
Municipal de la ciudad de Resistencia deje sin efecto y/o modifique la normativa en cuestión.

Ante todo ello, no puedo más que concluir que la ordenanza cuestionada denota que la
condición de contenido patrimonial no guarda adecuada relación con el valor seguridad vial
que aduce la parte demandada, lo que conlleva a concluir que existe desproporción entre los
medios empleados por la norma -exigibilidad del pago de las multas registradas al momento
de renovar la licencia de conducir- con relación a los fines perseguidos por el legislador -
preservar la seguridad vial-.

A lo que reitero que dicho requisito no se encuentra previsto en la Ley Nacional de Tránsito a
la que se encuentra adherida la provincia del Chaco.

En este sentido se expidió la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Mar del Plata en el


fallo dictado en causa A-4549-D01 "Del Campo, Ricardo c/Municipalidad de General Madariaga
s/Amparo", estableció: "...…Es que no se puede dejar de advertir que bajo la aparente
supremacía del valor “seguridad vial, es posible reconocer en la normativa bajo análisis –tal
como lo afirmara el juez de la instancia- la presencia de una finalidad netamente recaudatoria
que, por ello, la torna irrazonable, a la luz de la clara disposición del art. 28 de la Constitución
Nacional… El requisito de contenido patrimonial impuesto por la norma reglamentaria que
defiende el apelante –cancelación de las multas por infracciones como paso previo a la
renovación de la licencia-, no guarda adecuada relación con el valor seguridad vial que
enarbola, en la medida en que ambas cuestiones transitan por andariveles paralelos entre los
que no resulta posible reconocer punto de conexión alguno, luciendo evidente y verificable la
desproporción entre los medios empleados por la norma –exigibilidad del pago de las multas
registradas al momento de renovar la licencia de conducir- con relación a los fines perseguidos
por el legislador –preservar la seguridad vial-. Es que el cumplimiento con el pago de las multas
por las infracciones cometidas por quien ha obrado con imprudencia en la conducción de un
vehículo, no lo torna por sí solo en un juicioso hábil conductor y, mucho menos, garantiza un
incremento en la seguridad vial....

Asimismo, y también en consonancia con el fallo citado precedentemente, cabe destacar que
existen acciones judiciales, que puede entablar el Estado para obtener el cobro de las multas
correspondientes a las infracciones de tránsito. De la misma forma, el propio Estado a través
de sus organismos y realizando una tarea de prevención, puede recurrir a distintos
mecanismos tendientes a lograr la concientización de los conductores acerca de la importancia
de prevenir la accidentalidad y garantizar la seguridad de las personas en la vía pública.
Nuestro Máximo Tribunal entendió que "...el legítimo ejercicio del denominado “poder de
policía” reconoce su límite en el principio de razonabilidad, entendido como la adecuación de
los medios elegidos a los fines perseguidos (CSJN 160:247 y 243:98)...".
“El cumplimiento con el pago de las multas por las infracciones cometidas por quien ha obrado
con imprudencia en la conducción de un vehículo, no lo torna por sí solo en un juicioso o hábil
conductor y, mucha menos, garantiza un incremento en la seguridad vial. Que, por otra parte,
no era posible pasar por alto“que el Estado cuenta con los mecanismos legales necesarios para
exigir, perseguir y percibir el importe de las multas por infracciones de tránsito… mediante la
promoción de las acciones judiciales enderezadas a tal finalidad que, respetando la garantía
del debido proceso, le permiten en forma rápida y expedita procurar el cobro de las acreencias
originadas en las faltas a las normas de tránsito...".

En cuanto al cuestionamiento realizado por la Municipalidad de Resistencia, de que tan sólo 10


causas habrían llegado a la justicia, cabe dejar aclarado que dicho argumento tampoco luce
razonable, ya que de lo contrario la constitucionalidad de la norma pasaría por la cantidad de
ciudadanos que cuenten con la capacidad económica y de tiempo para entablar una demanda,
y no por la verificación de la existencia de afectación a derechos fundamentales de raigambre
constitucional y al principio de razonabilidad.
A lo que debe sumarse que en dichos casos ya se expidió la justicia, declarando la
inconstitucionalidad de la mencionada normativa, incluso el Alto Tribunal de la Provincia en
idéntico sentido; sin embargo, la demandada persiste con su conducta manteniendo vigente
dicho requisito a través del dictado de las ordenanzas anuales.

Aquí me detengo y considero pertinente remarcar que como lo dijera en el párrafo anterior
nuestro Superior Tribunal de Justicia ya se expidió en casos similares planteados por
particulares, declarando la inconstitucionalidad de la Ordenanza que establece el requisito
cuestionado.

Ante ello, si bien no se puede negar que las decisiones del Alto Tribunal –en cuanto no
determinen la interpretación y aplicación de la ley -Ley Nº 1-B (antes Ley 3)- no son
obligatorias, las mismas son de ineludible seguimiento por una cuestión de "celeridad y
economía procesal", pautas que sin duda deben guiar el accionar de todos los jueces según lo
normado en el código de rito. En ese orden de ideas se ha dicho: "La interpretación que la
Corte Suprema hace de la Constitución Federal, sea buena, sea mala, tiene para nosotros un
mismo rango que la Constitución interpretada y alcanza igual nivel que su supremacía. Hace
con la Constitución una sola cosa una sola realidad" (Conf. Bidart Campos -El control
constitucional de oficio en sede Provincial, ED, 100-633). En efecto reiteradamente la Corte ha
expresado que "Existe un deber moral de los Jueces Inferiores de conformar sus decisiones a
los criterios de la Corte Federal (Fallo 307-1094), porque apartarse de su jurisprudencia,
citándolo pero sin convertir sus fundamentos, importa un desconocimiento deliberado de su
autoridad (Fallo 212:59), desde que la prescindencia pura y simple de las sentencias de la Corte
por parte de los tribunales Inferiores, perturban el esquema institucional judiciario (fallo
212:253)".

Este temperamento es seguido por nuestro Alto Cuerpo provincial (Ver Sent. Nº 180/14.
Considerando Nº 7; Sent. Nº 282/13. Considerando Nº 3; Sent. Nº 340/13. Considerando Nº 2;
Sent. Nº 179/13. Secretaría Contencioso-Administrativa, entre otros).

En los fallos emitidos por el Superior Tribunal de Justicia de nuestra Provincia, referente al
cuestionamiento de la normativa atacada en estos autos, ha expresado que:
"...Consecuentemente, podemos determinar que: a) El certificado de antecedentes emitido
por los Juzgados de Faltas, requerido por la Ordenanza nº 11.117 no puede ser asemejado por
interpretación normativa al Libre Deuda Municipal que ahora exige la Ordenanza nº 11.386,
toda vez que con ello se altera la naturaleza de la finalidad perseguida con la reglamentación
de la licencia de conducir como presupuesto habilitante para la conducción reglamentaria,
convirtiéndose en una exigencia meramente pecuniaria con fines recaudatorios sin que sea
posible advertir de qué modo tal requisito coadyuva al mantenimiento de la seguridad del
tránsito vial. b) El cumplimiento del pago de las multas por las infracciones cometidas por
quien ha obrado con imprudencia en la conducción del vehículo, no lo torna por sí en un
juicioso o hábil conductor y menos aún, garantiza un incremento en la seguridad vial. c) La
Municipalidad cuenta con los mecanismos necesarios para exigir, perseguir y percibir el
importe de las multas por infracciones de tránsito, mediante las acciones judiciales
enderezadas a tal fin que, respetando la garantía del debido proceso, le permiten en forma
rápida y expedita el cobro de sus acreencias. d) La exigencia del requisito cuestionado impide,
el ejercicio de la libre circulación y del derecho de propiedad, circunstancia por la cual impone
declarar la inconstitucionalidad de la norma impugnada, por ser la misma irracional.

Por otra parte, es necesario señalar que el actuar de la Administración transgrede no solo los
aspectos objetivos de la razonabilidad, sino además los subjetivos. Los primeros se refieren a la
armonía entre la norma y el hecho, y los segundos aluden a los juicios valorativos que efectúa
el juzgador sobre la base de los principios axiológicos que conforman su conciencia jurídica y
las circunstancias particulares del caso sub examine (conf. Domingo Juan Sesín. Administración
Pública. Actividad reglada, discrecional y técnica. Ed. Depalma. pág. 298 y Sent. nº16/15 del
Sup. Trib. de Just. del Chaco). (Sentencia Nº 82/17 "SOLA ALFREDO C/ MUNICIPALIDAD DE
RESISTENCIA S/ ACCIÓN DE AMPARO" Sec. Cont Adm. Nº 1, de fecha 04/04/17; entre otras).

Por último, la demandada a fs. 92 manifiesta que la Ordenanza Nº 11386 carece de vigencia
por cuanto se dictaron con posterioridad las sucesivas ordenanzas tributarias-impositivas
vigentes para cada periodo fiscal; ello no es óbice para expedirme en las presentes actuaciones
toda vez que, las ordenanzas sucesivas continúan manteniendo vigente el requisito
cuestionado y sería ilógico pretender que el Defensor del Pueblo anualmente efectúe una
demanda, a más de ocasionar desgaste jurisdiccional innecesario.

En virtud de los argumentos esbozados, corresponde hacer lugar a la acción de amparo


incoada por el Sr. Defensor del Pueblo y en consecuencia declarar la inconstitucionalidad e
inaplicabilidad de toda norma obrante en Ordenanzas de la Municipalidad de Resistencia, que
contenga y exija como requisito para renovar la licencia de conducir "Certificado de libre
deuda o de deuda regularizada con plan de facilidades de pago vigentes por multas de
tránsito".

VII) COSTAS Y HONORARIOS: Atento a la forma en que se resuelve la presente y conforme


asimismo el principio objetivo de la derrota (art.83 del CPCC), corresponde que las costas sean
impuestas a la demandada vencida.-

La regulación de los honorarios de los profesionales intervinientes se efectúa conforme el


mérito, calidad, extensión, eficacia y celeridad procesal de la labor desplegada, el carácter de
intervención asumida, etapas del juicio cumplidas, la trascendencia jurídica, moral y
económica que tiene el asunto para la situación económica de las partes y de conformidad a
las pautas establecidas en los arts. 3, 4, 5, 10 y 25 de la Ley 288-C (antes Ley 2011).

No corresponde regular honorarios a los representantes legales de la parte demandada,


atento al modo de imposición de costas, lo dispuesto por el art. 3 de la ley Nº 457-C (antes ley
2868); art. 42 de la ley Nº 288-C (antes ley 2011) y el criterio sentado por el Superior Tribunal
de Justicia de nuestra Provincia: "Gomez Neri c/ I.P.D.U.V. s/ demanda contencioso
administrativa"; Resol. nº305/95 y jurisprudencia allí citada.

VIII) Por todo lo expuesto, constancias de autos, normas constitucionales nacionales y


provinciales, y legales citadas, vigentes y aplicables, Ley Provincial de Amparo Nº 4297 y su
modificatoria, legislación, jurisprudencia y doctrina citadas;

FALLO:

I.- HACIENDO LUGAR PARCIALMENTE a la Acción de Amparo promovida por el Defensor del
Pueblo de la Provincia del Chaco contra la Municipalidad de Resistencia; y en consecuencia
DECLARANDO la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de toda norma obrante en Ordenanzas
de la Municipalidad de Resistencia, que contenga y exija como requisito para renovar la
licencia de conducir "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con plan de
facilidades de pago vigentes por multas de tránsito"; todo por los fundamentos expuestos en
los considerandos.-

II.- IMPONIENDO LAS COSTAS a la demandada vencida (art. 83 del CPCC "de facto").
REGULANDO los honorarios profesionales del …

III.- NO REGULAR los honorarios profesionales a los representantes legales de la parte


demandada conforme los argumentos expuestos en los considerandos.

IV.- Por secretaria relatora procédase a notificar la presente sentencia en un todo de


conformidad al art. 155 inc. 11 del CPCCCh.

V.-REGISTRESE, PROTOCOLICESE, NOTIFIQUESE.

DRA.ELOISA ARACELI BARRETO

JUEZ

JUZGADO CIV. Y COM. Nº1

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