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“los ciudadanos deben realizar la renovación de la licencia de manera anual, que es así que al
momento de iniciar los trámites la persona encargada constata previamente si tienen multas
de tránsito y si dicho control es positivo sin dar mayores especificaciones deniegan el trámite
informando que deben concurrir al Juzgado de Faltas Municipal para abonarlas y recién con
posterioridad podrán iniciar el procedimiento de renovación de la licencia”
“El Juzgado de Faltas informa a los ciudadanos las multas labradas indicando que deben
abonarla en la única caja disponible en el lugar y luego ellos proceden a “liberar” en el sistema
para que los ciudadanos puedan renovar su licencia de conducir”
“El Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr. Gustavo Adolfo Corregido, promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación del requisito del "Certificado de antecedentes" exigido por el art.
93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de la licencia de
conducir. Con costas.”
“En virtud de los argumentos esbozados, corresponde hacer lugar a la acción de amparo
incoada por el Sr. Defensor del Pueblo y en consecuencia declarar la inconstitucionalidad e
inaplicabilidad de toda norma obrante en Ordenanzas de la Municipalidad de Resistencia, que
contenga y exija como requisito para renovar la licencia de conducir "Certificado de libre
deuda o de deuda regularizada con plan de facilidades de pago vigentes por multas de
tránsito".
AUTOS Y VISTOS:
RESULTA:
1.- Que a fs. 47/59 y vta. se presenta el Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr.
Gustavo Adolfo Corregido, con el patrocinio letrado del Dr. Jorge Daniel Fornies, y promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación irrazonable -dice- del requisito del "Certificado de antecedentes"
exigido por el art. 93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de
la licencia de conducir. Con costas.
En cuanto a su legitimación procesal expresa que la misma se encuentra avalada en el art. 119
inc. 16 de la Constitución del Chaco, Ley Nº 4190, modificada por Ley Nº 6817 Artículos 2º, 8,
9, los que transcribe.
Que de ellos surge que cuando cualquier estamento del estado vulnere derechos
constitucionales de los ciudadanos de la Provincia del Chaco, habilita la intervención de la
Defensoría del Pueblo.
Cita fallos referentes a la legitimación; expone acerca el proceso colectivo y entiende que en la
presente se cumple con los siguientes requisitos propios de las acciones colectivas.
a) Verificación de una causa fáctica común: entiende que la causa fáctica común está dada por
un hecho único que es el dictado de la Ordenanza Nº 11386 como acto administrativo
aclaratorio, de la Ordenanza General Tributaria e Impositiva en cuanto al requisito del
Certificado de Antecedentes, estableciendo que cuanto el artículo 93) de la Ordenanza General
Impositiva vigente hace referencia al CERTIFICADO DE ANTECEDENTES de los Juzgados de
Faltas Municipales.
b) Una pretensión procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos del hecho: que la
pretensión está debidamente enfocada en el derecho que tienen todos los ciudadanos a
obtener su registro de conducir que le permita transitar libremente tal como lo establece la
Constitución Nacional, lo que demuestra que la cuestión ventilada en estos autos afecta a una
masa indeterminada de personas (de allí el derecho colectivo invocado).
Destaca que, en el carácter de defensor del Pueblo, solicita se protejan los derechos de las
personas que son ciudadanos del Municipio de Resistencia, en donde existe un fuerte interés
en que sean reconocidos y respetados.
Que el Juzgado de Faltas se informa a los ciudadanos las multas labradas indicando que deben
abonarla en la única caja disponible en el lugar y luego ellos proceden a “liberar” en el sistema
para que los ciudadanos puedan renovar su licencia de conducir.
Bajo el acápite "FUNDAMENTOS DE DERECHO" sostiene que la cancelación de las multas por
infracciones como paso previo a la renovación de la licencia que establece la Ordenanza Nº
11383, resulta desproporcionada e irrazonable (artículo 28 CN) entre los medios empleados
por la norma -exigibilidad del pago de multas al momento de renovar la licencia- con relación a
los fines perseguidos por el legislador, en cuanto no tiene ni guarda ninguna relación con el
valor seguridad vial que establece la ley de tránsito.
Arguye que el cumplimiento con el pago de las multas por las infracciones cometidas por quien
ha obrado con imprudencia en la conducción de un vehículo, no lo torna por sí solo en un
juicioso o hábil conductor y, mucho menos, garantiza un incremento en la seguridad vial y por
lo tanto no puede atarse esta conducta al cobro de las multas, en el sentido que no es posible
pasar por alto que el Municipio cuenta con los mecanismos legales necesarios para exigir,
perseguir y percibir el importe de las multas por infracciones de tránsito mediante acciones
judiciales, que respetando la garantía del debido proceso, permiten en forma rápida y expedita
-juicio de apremio- procurar el cobro de las acreencias originadas en las faltas a las normas de
tránsito.
Considera que es posible reconocer en la Ordenanza en cuestión la presencia de una finalidad
netamente recaudatoria que, por ello, la torna irrazonable, a la luz de la clara disposición del
art. 28 de la Constitución Nacional.
Que tal circunstancia torna evidente que la norma bajo trato pone una traba en el sistema con
claro fin recaudatorio, sin importar si la licencia se le renueva a quien pudo haber sido
imprudente o negligente en la conducción, encerrando a todos los ciudadanos en un gran
embudo que termina en una ventanilla donde la Municipalidad de Resistencia coacciona para
que se abonen las deudas, en lugar de ejercitar las acciones legales pertinentes mediante la vía
del juicio de apremio.
Entiende que tal sistema se encuentra lejos de ser una metodología para que el ciudadano
internalice las consecuencias negativas de su conducción imprudente, operando en sí mismo
como una causa de ingresos fiscales y afectaciones a la libre circulación y derecho a trabajar.
Que, por otra parte, no es posible pasar por alto que la Municipalidad de Resistencia cuenta
con los mecanismos legales necesarios para exigir, perseguir y percibir el importe de las multas
por infracciones de tránsito mediante la promoción de las acciones judiciales enderezadas a tal
finalidad que, respetando la garantía del debido proceso, le permiten en forma rápida y
expedita -v.gr. el juicio de apremio- procurar el cobro de las acreencias originadas en las faltas
a las normas de tránsito.
Alega que por ello no puede resultar justificado que la sanción patrimonial es la única
alternativa para tratar de modificar el actuar del infractor; que, en este sentido, fácil se
advierte que la Municipalidad, más allá de sus facultades, se encuentra compelida a
implementar mecanismos aptos -v.gr. informativos, educativos, incentivos, entre otros- para
mitigar el flagelo que significa la altísima siniestralidad que se verifica en la ciudad de
Resistencia. Que ello no lo releva de su obligación de adoptar medios conducentes y
razonables –dentro de la propia lógica constitucional- que mejor servirían a asegurar la
prevención de la accidentalidad y garantizar la seguridad de las personas que interactúan en la
cadena vehicular.
Que, con ello en vista, el examen de la validez de la norma cuestionada a la luz de la limitación
impuesta por el art. 28 de la Constitución Nacional pone de manifiesto que los medios
establecidos en la Ordenanza 11383 no se adecuan a los fines perseguidos por el legislador,
resultando ésta manifiestamente irracional por lo que se impone declarar su
inconstitucionalidad.
Asegura que la metodología implementada por el Municipio es al solo efecto recaudatorio, por
cuanto el infractor volverá a encontrarse habilitado plenamente para conducir pagando las
penalidades que ya le fueron impuestas, resultado que igualmente se obtiene por el camino
más razonable, esto es, renovar la licencia al conductor apto aunque presente deudas por
infracciones de tránsito, más ejecutarlo por vía de apremio con todas las garantías
constitucionales de defensa en juicio y debido proceso legal.
Dice que si bien a tenor del art. 11 inc. 3° de la ley 13.927 la Administración provincial debe
fomentar todo tipo de medidas relacionadas con la prevención de accidentes en las carreteras
y vías públicas, no resultara del todo ajustada a la referida finalidad perseguida la denegatoria
de renovación de licencia de conducir si, a partir de una fundada ponderación de los
antecedentes de cada caso, no se logra advertir con claridad cómo las medidas adoptadas
poseen aptitud para evitar accidentes de tránsito y/o mitigar los riesgos sobre la integridad de
las personas.
Que con el recaudo del inciso 3 del art. 10 del Decreto 532/09 podría llegar a exigirse la
cancelación administrativa de multas que estuvieran alcanzadas por la prescripción de los arts.
88 y 89 de la Ley 24.449, t.o. Ley 26.363, circunstancia que difícilmente se presentaría en el
ámbito del apremio, proceso en el cual el infractor ejecutado podría alegar como defensa la
prescripción de la sanción [art. 6 inciso d) decreto ley 9122/78]. Que no por nada el legislador
provincial adoptó -como se viera supra- tal rito jurisdiccional para hacerse del pago de las
sanciones pecuniarias impuestas en el marco del régimen de tránsito, violándose el derecho de
legalidad y debido proceso.
Que el acto emanado de autoridad pública lo constituye la Ordenanza como la Nº 11183. Que
no obstante haberse dictado un fallo en el que ordena realizar el trámite no obstante la
existencia de multa, la demandada no ha cambiado su procedimiento.
Que para la procedencia de esta acción basta la lesión, restricción, alteración o amenaza de
derechos y garantías reconocidos por la Constitución, los tratados o las leyes, y la actitud de la
Municipalidad de Resistencia y las consecuencias que causa en relación al universo de
afectados, encuadra dentro de las previsiones tanto del art.43 de la Constitución Nacional
como del art. 19 de la Constitución Local.
Que dicha afectación es actual y porta además una amenaza particularizada respecto de los
derechos de defensa, libre tránsito y trabajo de los afectados que sólo será remediada si cesa
de inmediato acción del municipio.
Cita fallos.
2.- A fs. 61 se tiene al recurrente por presentado parte, en el carácter invocado con patrocinio
letrado, dándosele la correspondiente intervención. Se dispone la remisión a Mesa Receptora
Informatizada a los fines de que proceda a caratular las presentes actuaciones y asignar
número de expediente.
A fs. 65 se tiene por recibida carátula y número y por promovida acción de amparo contra la
Municipalidad de Resistencia, dándose el trámite dispuesto por la Ley 4297; se requiere
informe circunstanciado. Asimismo, se fija audiencia de conciliación.
3.- A fs. 73/80 y vta. comparecen las Dras. Patricia Elena Guitart y Natalia Gabriela Acevedo, en
el carácter de apoderadas de la Municipalidad de Resistencia y producen informe
circunstanciado.
Invocan los arts. 182, 196 y 205 de la Constitución Provincial, en los cuales se establece la
autonomía municipal, facultad impositiva y las atribuciones y deberes de los Consejos
Municipales.
Señalan las atribuciones y deberes del Intendente Municipal de conformidad al artículo 206.
Que la Carta Orgánica Municipal, en la Tercera Parte destina un capítulo único, reglamentando
en el artículo 119 que el Municipio dictará, aplicará e implementará el Código de Tránsito
Municipal.
Y que en el artículo 137 inciso 2) y 13) se encuentran la atribución del Concejo Municipal de
sancionar ordenanzas y en el artículo 159 incisos 12), 13) y 14) los deberes respecto de las
mismas.
Aclaran que el Juzgado de Faltas luego de determinar si el contribuyente posee un cargo por
multa ante los tribunales administrativos de faltas municipales, invita al contribuyente a
regularizar su situación ante el tribunal de faltas, donde se investiga si la causa iniciada tiene o
no resolución y adjuntan como prueba una actuación simple del Juzgado de Faltas Nº 2.
Que para el supuesto que en la causa aún no haya recaído resolución o sentencia firme, se
procede a notificar al contribuyente del proceso iniciado y se extiende la pertinente liberación
del cargo a los fines de poder continuar el trámite de renovación de su licencia de conducir; sin
tener que abonar importe alguno por el concepto que motivara la causa de Juzgado de Faltas
en que se extiende la liberación.
Expresan que en los supuestos en que en las causas de Juzgado de Faltas que ya tengan
resolución o sentencia condenatoria firme y habiendo pasado lo actuado para su cobro vía
judicial, es donde resulta aplicable la normativa cuya invalidez, extemporáneamente pretende
el actor.
Destacan que previo al dictado de la sentencia, la causa iniciada por la infracción cometida
permanece en trámite administrativo por el plazo de un año o más; y en ese término se
procede a citar nuevamente por medio fehaciente al vecino a los fines que regularice su
situación ante el Tribunal Administrativo de Faltas Municipal; superada dicha instancia y ante
la conducta reciente del contribuyente, oportunidad a partir de la cual se torna exigible el
requisito de libre deuda establecido en la Ordenanza Tributaria e Impositiva.
Que el actor pretende obtener una sentencia con efecto erga omnes que solo beneficiaría a un
grupo reducido y privilegiado de la sociedad; grupo que además ha transgredido normas de
tránsito municipal y que pretende abstraerse del cumplimiento de sus obligaciones y de las
disposiciones municipales.
Sostienen que no existe obrar arbitrario o ilegítimo por parte de su representada al negar la
renovación del registro de conducir a aquellos contribuyentes que carezcan del requisito libre
deuda municipal por poseer multas o contravención con sentencia condenatoria firme e
incumplida de los tribunales de Faltas Municipales evidenciando una conducta renuente a
cumplir con sus cargas como ciudadanos y como consecuencia de haber incurrido en
transgresiones a obligaciones legales predeterminadas y no cuestionadas al tiempo de su
dictado por parte de la autoridad municipal competente al efecto.
Proclaman que el amparista pretende desnaturalizar el Poder de Policía Municipal y pleno
ejercicio de la autonomía municipal, al impedir que la administración municipal intervenga con
relación a las infracciones derivadas de incumplimientos de deberes establecidos en
ordenamientos legales, que faculta al organismo administrativo para aplicar las sanciones
correspondientes.
Que las infracciones administrativas cometidas por los contribuyentes a los cuales se le ha
negado la renovación de su licencia de conducir, son de un riesgo total para la seguridad de la
comunidad en general, y a ello precisamente tiende el obrar municipal, es decir impedir que
estas cuestiones de riesgo total, que afectan a la sociedad en general y ponen en peligro la
salud y vida de los vecinos y obstaculizan el progreso de la colectividad, no se lleven a cabo.
4.- A fs. 82 se tiene a las recurrentes por presentadas, parte, en el carácter invocado. Se tiene
por efectuado informe requerido, se tiene presente las pruebas ofrecidas y de la documental
acompañada se corre traslado a la contraria.
6.- Luego de una serie de actos procesales, a fs. 114/116 y vta. se dicta resolución
desestimando el planteo de incompetencia incoado por la demandada y en consecuencia se
mantiene la competencia del juzgado.
7.- A fs. 120 se efectúa un estudio de las pruebas ofrecidas y la innecesaridad de abrir a
pruebas, atento lo cual se llama autos para dictar sentencia, decreto que a la fecha se
encuentra firme y consentida.
CONSIDERANDO:
El Defensor del Pueblo de la Provincia del Chaco Dr. Gustavo Adolfo Corregido, promueve
acción de amparo contra la Municipalidad de Resistencia, tendiente a que: a) se declare la
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de la Ordenanza Nº 11.386 de fecha 26/08/14, que
establece una interpretación del requisito del "Certificado de antecedentes" exigido por el art.
93 de la Ordenanza Nº 11.117 y sus modificatorias, para el otorgamiento de la licencia de
conducir. Con costas.
Por su parte, la demandada Municipalidad de Resistencia sostiene que no existe obrar
arbitrario o ilegítimo por su parte al negar la renovación del registro de conducir a aquellos
contribuyentes que carezcan del requisito libre deuda municipal por poseer multas o
contravención con sentencia condenatoria firme e incumplida de los tribunales de Faltas
Municipales evidenciando una conducta renuente a cumplir con sus cargas como ciudadanos y
como consecuencia de haber incurrido en transgresiones a obligaciones legales
predeterminadas y no cuestionadas al tiempo de su dictado por parte de la autoridad
municipal competente al efecto.
Preliminarmente señalo que en el sub discussio resulta aplicable la Ley Provincial de Amparo
Nº 877-B (antes ley 4.297), sancionada el 20/08/96 y publicada en el Boletín Oficial el 9/09/96 -
y sus modificatorias-, la que expresamente dispone en su art. 1º: "La acción de amparo
procederá contra todo acto u omisión de autoridad pública o de particulares que en forma
actual o inminente, restrinja, altere, amenace o lesione con arbitrariedad o ilegalidad
manifiesta derechos y garantías reconocidas por la Constitución Nacional o Provincial, un
tratado o una ley y siempre que no exista otra vía judicial pronta y eficaz para evitar un daño,
con excepción de la libertad individual tutelada por el Hábeas Corpus".- La acción de amparo
legislada en el orden provincial conforme a la Ley citada precedentemente, también es
receptada en los arts. 43 de la Constitución Nacional y 19 de la Constitución Provincial, es un
remedio de estirpe constitucional y que procede frente a violaciones manifiestamente
ilegítimas o arbitrarias de los derechos constitucionales, siempre que no existan otros medios
idóneos -judiciales- que puedan protegerlos o que, existiendo, la articulación de los mismos
produzca un grave e irreparable daño.-
Así, basta esta comprobación inmediata para que la garantía constitucional invocada sea
restablecida por los jueces en su integridad, toda vez que dichas garantías existen y protegen a
los individuos por el sólo hecho de estar consagradas en la Constitución, y a los jueces les
corresponde aplicarlas en la amplitud de sus sentidos, sin alterar o debilitar con
interpretaciones vagas, la expresa significación de su texto.
Que el objeto del amparo es la tutela inmediata -en tiempo oportuno- de los derechos
humanos esenciales acogidos por la ley fundamental, frente a una transgresión que cause
daño irreparable y que exigen urgente remedio.
III) LEGITIMACION PROCESAL DEL AMPARISTA: Habiendo reseñado brevemente acerca del
amparo, corresponde abocarme a la legitimación procesal.
Tal como lo expusiera al dictar sentencia definitiva en los autos caratulados: "DEFENSORIA DE
PUEBLO C/SERVICIOS ENERGETICOS DEL CHACO EMPRESA DEL ESTADO PROVINCIAL
(S.E.CH.E.E.P.) Y/O PODER EJECUTIVO PROVINCIAL Y/O MINISTERIO DE INFRAESTRUCTURA Y
SERVICIOS PUBLICOS S/ACCION DE AMPARO", Expte. Nº 3.614, año 2013, y siendo que se
suscita la legitimación del Defensor en el presente caso, considero de suma utilidad
rememorar y reiterar lo expuesto por el Dr. Ricardo Lorenzetti en los autos: M. 291. XL
RECURSO DE HECHO - "Ministerio de Salud y/o Gobernación s/acción de amparo" - CSJN -
31/10/2006, por lo que procedo a su transcripción en las partes pertinentes:
"Que en materia de legitimación procesal corresponde, como primer paso, delimitar con
precisión si la pretensión concierne a derechos individuales, a derechos de incidencia colectiva
que tienen por objeto bienes colectivos, o a derechos de incidencia colectiva referentes a
intereses individuales homogéneos. -
"9) Que la regla general en materia de legitimación es que los derechos sobre bienes jurídicos
individuales son ejercidos por su titular. Ella no cambia por la circunstancia de que existan
numerosas personas involucradas, toda vez que se trate de obligaciones con pluralidad de
sujetos activos o pasivos, o supuestos en los que aparece un litisconsorcio activo o pasivo
derivado de la pluralidad de sujetos acreedores o deudores, o bien una representación plural.
Asimismo, su art. 19 consagra una esfera de la individualidad personal, que comprende tanto
derechos patrimoniales como extrapatrimoniales, que presupone la disposición voluntaria y
sin restricciones que la desnaturalicen. -Cada ciudadano tiene la libertad de disponer de sus
derechos como lo desee, sin que tenga que dar explicación alguna sobre sus intenciones, salvo
supuestos de ilicitud. Por esta razón es que los derechos individuales, sean patrimoniales o no,
son, por regla general, de disposición voluntaria por parte de su titular. -";
"10) Que los derechos de incidencia colectiva que tienen por objeto bienes colectivos (art. 43
de la Constitución Nacional) son ejercidos por el Defensor del Pueblo de la Nación, las
asociaciones que concentran el interés colectivo y el afectado. -
En estos supuestos existen dos elementos de calificación que resultan prevalentes. -En primer
lugar, la petición debe tener por objeto la tutela de un bien colectivo, lo que ocurre cuando
éste pertenece a toda la comunidad, siendo indivisible y no admitiendo exclusión alguna.
Por esta razón sólo se concede una legitimación extraordinaria para reforzar su protección,
pero en ningún caso existe un derecho de apropiación individual sobre el bien ya que no se
hallan en juego derechos subjetivos. No se trata solamente de la existencia de pluralidad de
sujetos, sino de un bien que, como el ambiente, es de naturaleza colectiva. Es necesario
precisar que estos bienes no tienen por titulares a una pluralidad indeterminada de personas,
ya que ello implicaría que si se determinara el sujeto en el proceso éste sería el titular, lo cual
no es admisible. Tampoco hay una comunidad en sentido técnico, ya que ello importaría la
posibilidad de peticionar la extinción del régimen de cotitularidad. Estos bienes no pertenecen
a la esfera individual sino social y no son divisibles en modo alguno. -
En segundo lugar, la pretensión debe ser focalizada en la incidencia colectiva del derecho. Ello
es así porque la lesión a este tipo de bienes puede tener una repercusión sobre el patrimonio
individual, como sucede en el caso del daño ambiental, pero esta última acción corresponde a
su titular y resulta concurrente con la primera. -
De tal manera, cuando se ejercita en forma individual una pretensión procesal para la
prevención o reparación del perjuicio causado a un bien colectivo, se obtiene una decisión
cuyos efectos repercuten sobre el objeto de la causa petendi, pero no hay beneficio directo
para el individuo que ostenta la legitimación. -
En este tipo de supuestos, la prueba de la causa o controversia se halla relacionada con una
lesión a derechos sobre el bien colectivo y no sobre el patrimonio del peticionante o de
quienes éste representa. -
Puede afirmarse, pues, que la tutela de los derechos de incidencia colectiva sobre bienes
colectivos corresponde al Defensor del Pueblo, a las asociaciones y a los afectados, y que ella
debe ser diferenciada de la protección de los bienes individuales, sean patrimoniales o no,
para los cuales hay una esfera de disponibilidad en cabeza de su titular. -";
"11) Que la Constitución Nacional admite una tercera categoría, conformada por derechos de
incidencia colectiva referentes a los intereses individuales homogéneos, cuando hace alusión,
en su art. 43, a los derechos de los consumidores y a la no discriminación. -
En estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan derechos individuales enteramente
divisibles. Sin embargo, hay un hecho, único o continuado, que provoca la lesión a todos ellos y
por lo tanto es identificable una causa fáctica homogénea. Ese dato tiene relevancia jurídica
porque en tales casos la demostración de los presupuestos de la pretensión es común a todos
esos intereses, excepto en lo que concierne al daño que individualmente se sufre. Hay una
homogeneidad fáctica y normativa que lleva al legislador a considerar razonable la realización
de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que en él se dicte, salvo en lo que
hace a la prueba del daño. -
Sin embargo, no hay en nuestro derecho una ley que reglamente el ejercicio efectivo de las
denominadas acciones de clase en el ámbito específico que es objeto de esta litis. Este aspecto
resulta de gran importancia porque debe existir una ley que determine cuándo se da una
pluralidad relevante de individuos que permita ejercer dichas acciones, cómo se define la clase
homogénea, si la legitimación corresponde exclusivamente a un integrante de la clase o
también a organismos públicos o asociaciones, cómo tramitan estos procesos, cuáles son los
efectos expansivos de la sentencia a dictar y cómo se hacen efectivos. -
Frente a esa falta de regulación -la que, por lo demás, constituye una mora que el legislador
debe solucionar cuanto antes sea posible, para facilitar el acceso a la justicia que la Ley
Suprema ha instituido-, cabe señalar que la referida disposición constitucional es claramente
operativa y es obligación de los jueces darle eficacia, cuando se aporta nítida evidencia sobre
la afectación de un derecho fundamental y del acceso a la justicia de su titular.
Esta Corte ha dicho que donde hay un derecho hay un remedio legal para hacerlo valer toda
vez que sea desconocido; principio del que ha nacido la acción de amparo, pues las garantías
constitucionales existen y protegen a los individuos por el solo hecho de estar en la
Constitución e independientemente de sus leyes reglamentarias, cuyas limitaciones no pueden
constituir obstáculo para la vigencia efectiva de dichas garantías (Fallos: 239: 459; 241:291 y
315:1492). -
La eficacia de las garantías sustantivas y procesales debe ser armonizada con el ejercicio
individual de los derechos que la Constitución también protege como derivación de la tutela de
la propiedad, del contrato, de la libertad de comercio, del derecho de trabajar, y la esfera
privada, todos derechos de ejercicio privado. Por otro lado, también debe existir una
interpretación armónica con el derecho a la defensa en juicio, de modo de evitar que alguien
sea perjudicado por una sentencia dictada en un proceso en el que no ha participado (doctrina
de Fallos: 211:1056 y 215:357). -
"12) Que la procedencia de este tipo de acciones requiere la verificación de una causa fáctica
común, una pretensión procesal enfocada en el aspecto colectivo de los efectos de ese hecho y
la constatación de que, en ausencia de un ejercicio colectivo, habría una afectación grave del
acceso a la justicia. -
El primer elemento es la existencia de un hecho único o complejo que causa una lesión a una
pluralidad relevante de derechos individuales. -
El segundo elemento consiste en que la pretensión debe estar concentrada en los efectos
comunes y no en lo que cada individuo puede peticionar, como ocurre en los casos en que hay
hechos que dañan a dos o más personas y que pueden motivar acciones de la primera
categoría. De tal manera, la existencia de causa o controversia, en estos supuestos, no se
relaciona con el daño diferenciado que cada sujeto sufra en su esfera, sino con los elementos
homogéneos que tiene esa pluralidad de sujetos al estar afectados por un mismo hecho. -
El tercer elemento está dado por la constatación de una clara afectación del acceso a la
justicia, en uno de sus aspectos, vinculado a las denominadas acciones de clase, cual es la
existencia de un interés individual que, considerado aisladamente, no justifica la promoción de
una demanda. En efecto, se trata de un grupo de personas para las cuales la defensa aislada de
sus derechos no es eficaz, debido a que la medida de la lesión, individualmente considerada, es
menos relevante que el costo de litigar por sí mismo (Fallos: 322:3008, considerando 14,
disidencia del juez Petracchi). -
A más de lo expuesto supra y que me exime de mayores comentarios, nuestra ley provincial
que regula el instituto jurídico del amparo, dispone en su art. 4 que: "Tienen legitimación para
accionar los titulares de los derechos o garantías de manera personal y directa y toda persona
física o jurídica para la defensa de los derechos o intereses difusos o colectivos, los que
protegen al ambiente, al usuario y al consumidor."
También, es dable recordar que la ley de defensa de los consumidores Nº 24.240 (modificada
por la ley 26.361), cuya aplicación nacional y local establece el art. 41 y a ese efecto los
gobiernos provinciales actuarán como autoridades locales de aplicación ejerciendo el control y
vigilancia sobre el cumplimiento de la presente ley.
Así. el Dr. Jorge Mosset Iturraspe en su obra "Defensa del consumidor", pág. 171/172, sostiene
que: "Las acciones serán procedentes, las específicas de la ley, frente a la afectación de los
derechos del consumidor o bien, solamente, frente al mero peligro o amenaza de afectación".
"Los titulares de acciones son entonces: -El particular. -Las asociaciones..., y -El MINISTERIO
PUBLICO, que puede asumir un doble rol; como parte en defensa de intereses públicos o
sociales o como fiscal, en resguardo de la normativa legal".
Como también lo expresó la CS en el caso: "Halabi, Ernesto (S. C. H. 270, L. XLII) al decir: "12) La
Constitución Nacional admite en el segundo párrafo del art. 43 una tercera categoría
conformada por derechos de incidencia colectiva referente a intereses individualmente
homogéneos tal sería el caso de los derechos personales o patrimoniales derivados de
afectaciones al ambiente y a la competencia, de los DERECHOS DE LOS USUARIOS Y
CONSUMIDORES".
Siendo ello así, cabe concluir que en cuanto a la existencia de un planteo que involucre,
cuestiones de hecho y derecho comunes y homogéneas a todo el colectivo, - la exigencia que
se estima inconstitucional-; el Defensor del Pueblo goza de legitimación procesal para incoar la
presente acción de amparo.
La acción de amparo requiere, entre los presupuestos expuestos, que el derecho esgrimido sea
cierto y líquido, de manera tal que no exija una indagación profunda para su elucidación, en
razón de que las cuestiones jurídicas opinables son ajenas al ámbito del amparo ya que
requieren mayor amplitud de debate y prueba. (CSJN Fallos 248:837; 250:772; citado por el
Superior Tribunal de Justicia en Sentencia Nº 132/05). En el mismo sentido, Sagües entiende
que la idoneidad de la acción de amparo se halla determinada, entre otros aspectos, por la
índole de la pretensión intentada. Si ésta requiere mayor amplitud de debate y prueba, la vía
ágil, eficaz y sencilla del amparo no será el medio procesal adecuado para hallar la tutela del
derecho supuestamente vulnerado. (Bidart Campos, German J. y Sagües, Néstor P., "El Amparo
Constitucional", Ed. Depalma, Bs.As., 2000, p. 98).
En este sentido y con elevado análisis crítico respecto de la procedencia del amparo, Augusto
Mario Morello y Carlos Vallefín han sostenido que:"... si los procedimientos ordinarios y
especiales administrativos o judiciales reputados en abstracto, adecuados para resguardar el
derecho de que se trata, comportaran una remisión del todo ritual o infecunda, habrá que
privilegiar la procedencia del amparo, teniéndose por satisfecho el requisito de la inexistencia
de los restantes carriles utilizables, porque de lo contrario, ocasionaría un daño
insubsanable"(cit. en "El Amparo-Régimen procesal -pág 35- Ed. Platense Bs.As.1995), de
modo tal que habiéndose elegido la vía del amparo para la efectiva protección de los derechos
que invoca, en la conciencia de que resulta el medio más idóneo y eficaz, de menor rigor
formal, teniendo en cuenta la naturaleza de la petición y desterradas las vallas que imponía la
antigua legislación amparista, es que entendemos que resulta válida la vía elegida.
V) LINEAMIENTOS y NORMATIVAS:
En este apartado me ocuparé de efectuar lineamientos e indicar las normativas en juego, bajo
los cuales posteriormente merituaré si le asiste o no razón al planteo impetrado por la parte
actora; por ello haré sucintamente abordaré sobre: a) el control de razonabilidad; b) potestad-
deber de los jueces; c) las atribuciones de la Municipalidad de Resistencia; d) Ley de Tránsito
Nacional, Provincial y las ordenanzas municipales.
Los derechos se limitan como única manera de poder vivir en sociedad, y las restricciones que
dispongan en cuanto a su goce no deben exceder de lo indispensable para ese fin, esto es,
hacer compatible la libertad de cada uno con la de los demás. Mientras se atienda a ese
criterio, la limitación es “justa” y, por ende, “razonable; en cuanto se lo deje de lado, surge el
elemento irrazonable.
La reglamentación de los derechos persigue fines, y para alcanzarlos se vale de medios que
deben resultar proporcionales a aquel fin.
Debe existir siempre una adecuada relación entre fines y medios, una equivalencia entre las
finalidades que propongan una norma y los mecanismos, procedimientos o caminos que
establezcan para llegar a ellas.
Así tenemos que toda norma jurídica debe ser razonablemente justa, tanto en su aspecto
formal como material, para tener fuerza ordenatoria y ejemplificadora y ser cumplida por
todos nosotros, sumado a que, si además se pretende reglamentar un derecho, se debe
desarrollar sobre la base de un fin social sin destruir ningún derecho amparado en nuestra
Constitución, pero para llegar a esos fines los medios que se utilicen debe tener una razonable
adecuación con ellos. (PADILLA, Lecciones sobre derechos humanos y garantías, Abeledo
Perrot, 1996)
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 12.1 dispone que toda
persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a circular
libremente por él, aunque en su artículo 12.3 admite restricciones bajo condición de que estén
previstas en la ley y sean necesarias para proteger la seguridad nacional, el orden público, la
salud o la moral públicas o los derechos y libertades de terceros y sean compatibles con los
restantes derechos reconocidos en ese instrumento internacional.
b) Potestad-deber de los jueces: La Corte Suprema de Justicia de la Nación sostiene que, los
jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones, sino únicamente
en aquéllas que, a su juicio, resultan decisivas para la correcta resolución de la contienda " (CS,
nov 4/97 “Wiater c/Min. de Economía”, LA LEY, 1998-A, 281). Se reitera una doctrina expuesta
en múltiples ocasiones, merced a la cual se exime al juzgador de tratar todas las cuestiones
expuestas por los litigantes y de analizar los argumentos que, a su juicio, no sean decisivos
(Fallos: 272:225; entre otros).
Ello dado que los Concejos Municipales tienen las atribuciones de dictar su propia Carta
Orgánica, ordenanzas y reglamentaciones sobre control de tránsito, otorgamiento de licencias
para conducir y en general, dictar cualquier otra norma para la comunidad, conducentes a su
bienestar, prosperidad y seguridad, sin más limitaciones que las enumeradas en el art. 182,
185 y 205 inc. 5º siguientes y concordantes de la Constitución Provincial.
A su vez la ley Orgánica Municipal Nº 854-P (antes ley 4233), bajo el título "Competencia
Municipal" en el art.10 establece las atribuciones de la autoridad municipal y bajo el rótulo
"Atribuciones y Deberes del Intendente" en el art. el art.76 al fijar las atribuciones y deberes
del intendente, se encuentran: "... b) Promulgar, publicar y hacer cumplir las ordenanzas
sancionadas por el Concejo Municipal y reglamentarlas en caso que sea necesario; ...d)
Proyectar ordenanzas y proponer la modificación o derogación de las existentes; ...k) Hacer
recaudar e invertir recursos de conformidad a las Ordenanzas dictadas por el Concejo; ... r)
Ejercer el poder de policía municipal con facultades para aplicar multas y sanciones y resolver
inhabilitaciones, clausura y desalojos de locales, demolición o suspensión de construcciones,
decomiso y destrucción de mercaderías o artículos de consumo en malas condiciones
recabando las ordenes de allanamientos pertinentes y el uso de la fuerza pública y demás
sanciones fijadas por ordenanzas, salvo los casos en que se hayan atribuido estas facultades a
los Tribunales de Faltas; ..."…”
Ahora bien, ello no es un impedimento para ser revisadas por el poder judicial cuando son
cuestionadas en cuanto a su constitucionalidad, como sucede en autos.
d.2) Ley de Tránsito Provincial Nº 949-T (antes ley 4488): que en su artículo 1° adopta como
Régimen de Tránsito y Seguridad Vial de la Provincia del Chaco, la ley nacional 24.449, Títulos I
al VIII, ambos inclusive y la presente ley Títulos I al III, ambos inclusive, que se incorpora a la
presente como Anexo A. En su art. 2 prevé el ámbito de aplicación uniforme en todas las calles
y caminos públicos del territorio de la Provincia del Chaco, cualquiera fuere la jurisdicción.
d.3) Ordenanzas:
** Ordenanza General Impositiva Nº 11.177: en su art. 093) expresa que: "Las Licencias de
conductores serán expedidas con una validez de cinco (5) años por la Dirección de Registro de
Conductor, con sujeción a las normas establecidas en las respectivas ordenanzas y
resoluciones y se abonarán los derechos presentando Certificado de Antecedentes de los
Juzgados de Faltas Municipales...".
** Ordenanza Nº 12540/17 (es la que rige para el año fiscal 2018), Anexo II – Ordenanza
General Impositiva, Capítulo XIX –"Licencia De Conducir y Remoción y Estadía de Vehículos:"
“REGISTRO DE CONDUCTOR: Art.098: Las licencias Nacionales de conducir serán emitidas con
una validez de DOS (2) años por la Dirección de Registro de Conductor, las mismas serán
otorgadas siempre que aprueben el examen psicofísico y otros que exija la autoridad de
aplicación con sujeción a las normas establecidas en las respectivas ordenanzas y resoluciones.
En determinados casos se podrá otorgar la misma por un período menor de acuerdo a lo
indicado en el informe del examen psicofísico y según las Clases y edades establecidas en la
Ley N° 26.363. En todos los casos se abonarán los derechos, presentando el Certificado
Nacional de Antecedentes de Tránsitos y el Certificado de Libre Deuda o Deuda regularizada
con plan de facilidades de pago vigentes por Multas de Tránsito de los Juzgados de Faltas
municipales...".
Bajo las directrices y las normativas expuestas, ingresaré a abordar el análisis de la cuestión
traída a juicio, a fin de determinar si es procedente o no la declaración de inconstitucionalidad
del requisito "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con plan de facilidades de
pago vigentes por multas de tránsito" exigido para la renovación de la licencia de conducir.
Para ello, considero pertinente traer a colación ¿qué es el registro de conducir? El registro de
conducir es un permiso que da el Estado al validar la aptitud de un conductor para conducir
esa categoría de vehículo; es un documento único que la autoridad competente de cada
jurisdicción otorga a un ciudadano con el objeto de habilitarlo legalmente a conducir un
vehículo, sea con carácter particular o profesional, previo cumplimiento de los requisitos
establecidos por la Ley Nacional de Tránsito 24.449.
Es de destacar que mediante la Ley Nº 26.363 se creó la Agencia Nacional De Seguridad Vial, y
la implementación de un nuevo Sistema Nacional de Licencias de Conducir, con el cual se
intenta unificar los criterios de evaluación de aptitudes, conocimientos y capacitación para
emitir la licencia; unificar el formato y las medidas de seguridad de las licencias; unificar la
base de datos del Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito y en corto plazo permitir que
se implemente el Sistema Nacional de Puntaje (Scoring).
Tampoco surge de la Ley de Tránsito Provincial Nº 949-T (antes ley 4488) que se exigiera dicho
requisito.
Siendo ello así, más allá de las atribuciones que posee la demandada y que fueran
mencionadas precedentemente; entiendo que el requisito establecido para la renovación de la
licencia de conducir consistente en "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con
plan de facilidades de pago vigentes por multas de tránsito", no pasa el cedazo del control de
razonabilidad, de modo tal que el ejercicio de esas facultades se compatibilicen con el respeto
a las garantías individuales que consagra la Constitución Nacional.
Ello toda vez que la Ordenanza Nº 11.386 al aclarar cual era la documentación requerida para
la renovación de la licencia de conducir, respecto al Certificado de Antecedentes, extiende el
alcance del artículo 093 la Ordenanza Nº 11.177.
A través de dicha exigencia, impone la inexistencia y/o regularización con plan de pago de
deudas por infracciones de tránsito, para otorgar la renovación de la licencia de conducir.
Es decir, la renovación de la licencia de conducir la puede obtener quien pague la/s multa/s
por infracciones sin importar cuál fue la conducta que dio origen a la misma; es decir que el fin
que encierra la norma no es la seguridad vial ni la educación vial sino que resulta recaudatorio.
Nótese que se puede renovar la licencia al conductor apto aunque presente deudas por
infracciones de tránsito, y además ejecutarlo por vía legal correspondiente con todas las
garantías constitucionales de defensa en juicio y debido proceso legal; y así lograr el cobro de
la multa que estuviere adeudada.
A más de ello, en autos se ha intentado en forma reiterativa la conciliación de los intereses
entre las partes, incluso llegando a analizar proyectos de ordenanza que permitieran canalizar
el objetivo perseguido -ver fs. 87, 91 y 101-.
Además, verifico que el Sr. Defensor del Pueblo por medio de la Actuación Simple Nº E47-
2016-359-A "DEFENSOR DEL PUEBLO ADJUTNO S/ SOLICITA INTERVENCION ANTE
MUNICIPALIDAD DE RESISTENCIA POR CARNET DE CONDUCTOR" ha dictado Resolución Nº
066/16 de fecha 09/08/16 donde recomienda a la Municipalidad de Resistencia y al Concejo
Municipal de la ciudad de Resistencia deje sin efecto y/o modifique la normativa en cuestión.
Ante todo ello, no puedo más que concluir que la ordenanza cuestionada denota que la
condición de contenido patrimonial no guarda adecuada relación con el valor seguridad vial
que aduce la parte demandada, lo que conlleva a concluir que existe desproporción entre los
medios empleados por la norma -exigibilidad del pago de las multas registradas al momento
de renovar la licencia de conducir- con relación a los fines perseguidos por el legislador -
preservar la seguridad vial-.
A lo que reitero que dicho requisito no se encuentra previsto en la Ley Nacional de Tránsito a
la que se encuentra adherida la provincia del Chaco.
Asimismo, y también en consonancia con el fallo citado precedentemente, cabe destacar que
existen acciones judiciales, que puede entablar el Estado para obtener el cobro de las multas
correspondientes a las infracciones de tránsito. De la misma forma, el propio Estado a través
de sus organismos y realizando una tarea de prevención, puede recurrir a distintos
mecanismos tendientes a lograr la concientización de los conductores acerca de la importancia
de prevenir la accidentalidad y garantizar la seguridad de las personas en la vía pública.
Nuestro Máximo Tribunal entendió que "...el legítimo ejercicio del denominado “poder de
policía” reconoce su límite en el principio de razonabilidad, entendido como la adecuación de
los medios elegidos a los fines perseguidos (CSJN 160:247 y 243:98)...".
“El cumplimiento con el pago de las multas por las infracciones cometidas por quien ha obrado
con imprudencia en la conducción de un vehículo, no lo torna por sí solo en un juicioso o hábil
conductor y, mucha menos, garantiza un incremento en la seguridad vial. Que, por otra parte,
no era posible pasar por alto“que el Estado cuenta con los mecanismos legales necesarios para
exigir, perseguir y percibir el importe de las multas por infracciones de tránsito… mediante la
promoción de las acciones judiciales enderezadas a tal finalidad que, respetando la garantía
del debido proceso, le permiten en forma rápida y expedita procurar el cobro de las acreencias
originadas en las faltas a las normas de tránsito...".
Aquí me detengo y considero pertinente remarcar que como lo dijera en el párrafo anterior
nuestro Superior Tribunal de Justicia ya se expidió en casos similares planteados por
particulares, declarando la inconstitucionalidad de la Ordenanza que establece el requisito
cuestionado.
Ante ello, si bien no se puede negar que las decisiones del Alto Tribunal –en cuanto no
determinen la interpretación y aplicación de la ley -Ley Nº 1-B (antes Ley 3)- no son
obligatorias, las mismas son de ineludible seguimiento por una cuestión de "celeridad y
economía procesal", pautas que sin duda deben guiar el accionar de todos los jueces según lo
normado en el código de rito. En ese orden de ideas se ha dicho: "La interpretación que la
Corte Suprema hace de la Constitución Federal, sea buena, sea mala, tiene para nosotros un
mismo rango que la Constitución interpretada y alcanza igual nivel que su supremacía. Hace
con la Constitución una sola cosa una sola realidad" (Conf. Bidart Campos -El control
constitucional de oficio en sede Provincial, ED, 100-633). En efecto reiteradamente la Corte ha
expresado que "Existe un deber moral de los Jueces Inferiores de conformar sus decisiones a
los criterios de la Corte Federal (Fallo 307-1094), porque apartarse de su jurisprudencia,
citándolo pero sin convertir sus fundamentos, importa un desconocimiento deliberado de su
autoridad (Fallo 212:59), desde que la prescindencia pura y simple de las sentencias de la Corte
por parte de los tribunales Inferiores, perturban el esquema institucional judiciario (fallo
212:253)".
Este temperamento es seguido por nuestro Alto Cuerpo provincial (Ver Sent. Nº 180/14.
Considerando Nº 7; Sent. Nº 282/13. Considerando Nº 3; Sent. Nº 340/13. Considerando Nº 2;
Sent. Nº 179/13. Secretaría Contencioso-Administrativa, entre otros).
En los fallos emitidos por el Superior Tribunal de Justicia de nuestra Provincia, referente al
cuestionamiento de la normativa atacada en estos autos, ha expresado que:
"...Consecuentemente, podemos determinar que: a) El certificado de antecedentes emitido
por los Juzgados de Faltas, requerido por la Ordenanza nº 11.117 no puede ser asemejado por
interpretación normativa al Libre Deuda Municipal que ahora exige la Ordenanza nº 11.386,
toda vez que con ello se altera la naturaleza de la finalidad perseguida con la reglamentación
de la licencia de conducir como presupuesto habilitante para la conducción reglamentaria,
convirtiéndose en una exigencia meramente pecuniaria con fines recaudatorios sin que sea
posible advertir de qué modo tal requisito coadyuva al mantenimiento de la seguridad del
tránsito vial. b) El cumplimiento del pago de las multas por las infracciones cometidas por
quien ha obrado con imprudencia en la conducción del vehículo, no lo torna por sí en un
juicioso o hábil conductor y menos aún, garantiza un incremento en la seguridad vial. c) La
Municipalidad cuenta con los mecanismos necesarios para exigir, perseguir y percibir el
importe de las multas por infracciones de tránsito, mediante las acciones judiciales
enderezadas a tal fin que, respetando la garantía del debido proceso, le permiten en forma
rápida y expedita el cobro de sus acreencias. d) La exigencia del requisito cuestionado impide,
el ejercicio de la libre circulación y del derecho de propiedad, circunstancia por la cual impone
declarar la inconstitucionalidad de la norma impugnada, por ser la misma irracional.
Por otra parte, es necesario señalar que el actuar de la Administración transgrede no solo los
aspectos objetivos de la razonabilidad, sino además los subjetivos. Los primeros se refieren a la
armonía entre la norma y el hecho, y los segundos aluden a los juicios valorativos que efectúa
el juzgador sobre la base de los principios axiológicos que conforman su conciencia jurídica y
las circunstancias particulares del caso sub examine (conf. Domingo Juan Sesín. Administración
Pública. Actividad reglada, discrecional y técnica. Ed. Depalma. pág. 298 y Sent. nº16/15 del
Sup. Trib. de Just. del Chaco). (Sentencia Nº 82/17 "SOLA ALFREDO C/ MUNICIPALIDAD DE
RESISTENCIA S/ ACCIÓN DE AMPARO" Sec. Cont Adm. Nº 1, de fecha 04/04/17; entre otras).
Por último, la demandada a fs. 92 manifiesta que la Ordenanza Nº 11386 carece de vigencia
por cuanto se dictaron con posterioridad las sucesivas ordenanzas tributarias-impositivas
vigentes para cada periodo fiscal; ello no es óbice para expedirme en las presentes actuaciones
toda vez que, las ordenanzas sucesivas continúan manteniendo vigente el requisito
cuestionado y sería ilógico pretender que el Defensor del Pueblo anualmente efectúe una
demanda, a más de ocasionar desgaste jurisdiccional innecesario.
FALLO:
I.- HACIENDO LUGAR PARCIALMENTE a la Acción de Amparo promovida por el Defensor del
Pueblo de la Provincia del Chaco contra la Municipalidad de Resistencia; y en consecuencia
DECLARANDO la inconstitucionalidad e inaplicabilidad de toda norma obrante en Ordenanzas
de la Municipalidad de Resistencia, que contenga y exija como requisito para renovar la
licencia de conducir "Certificado de libre deuda o de deuda regularizada con plan de
facilidades de pago vigentes por multas de tránsito"; todo por los fundamentos expuestos en
los considerandos.-
II.- IMPONIENDO LAS COSTAS a la demandada vencida (art. 83 del CPCC "de facto").
REGULANDO los honorarios profesionales del …
JUEZ