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ANÁLISIS AL X PLENO CASATORIO CIVIL

1) INTRODUCCIÓN:

De inicio, podemos apreciar que el análisis del X pleno casatorio civil se analiza
la casación N.° 1242-2017-Lima Este, donde se han establecido doce reglas
con carácter de precedente judicial vinculante, en mérito a la interpretación del
artículo 194° del Código Civil. La temática a debate ha sido la prueba de oficio
y la valoración probatoria. Para ello, en el desarrollo del presente ensayo es
menester conocer todas las reglas establecidas en este acuerdo plenario y
comentar su elaboración.

2) DESARROLLO:
2.1.- De los hechos del caso:
El caso que ha motivado el X pleno casatorio civil versa sobre la materia de
reivindicación, donde la parte demandante requería a la parte demandada la
restitución de un bien, y el tema que se discute es la falta de acreditación, que
ocurrió en los jueces de primera y segunda instancia, respecto de la
identificación del bien materia de restitución.
Pues, recordemos que el propósito de la reivindicación es una pretensión de
condena, es decir, que la parte demandada restituya o devuelva el bien. Por
ello, desde un punto de vista material resulta de vital importancia identificar
claramente el bien materia de restitución; siendo que en el caso concreto
existió una especie de dualidad, ya que la cuestión discutida es que no se
lograba identificar con claridad el bien materia de restitución alegado tanto por
la parte demandante como por la parte demandada, pues la dualidad que
existía significaba que no se podía identificar con claridad el bien materia de
litis, ya que el bien ubicado en la mz. D E lote 11, 12, 27 y 28 del Sector Valle
Quebrada Canto Grande (sector 2), Quebrada Media Luna y Canto Grande (ex
Jicamarca), distrito de San Juan de Lurigancho, aparentemente sería el mismo
inmueble ubicado en mz. C O- Lote 06, Sector el Valle del Anexo 22 de la
Comunidad Campesina de Jicamarca, con un área de 2,500 metros cuadrados,
ello a mérito de que ambas partes pagaban el HR y PU de los referidos lotes.

2.2.- Del trámite en primera instancia:


En razón a ello, es que el juez de primera instancia declaró infundada la
demanda, al considerar que los medios de prueba ofrecidos por la parte
demandante, en específico: una resolución administrativa, una resolución
gerencial, un plano y una memoria descriptiva, que para los jueces de primera
instancia estos medios de prueba resultaban ser insuficientes, ya que
consideraron a la memoria descriptiva como un documento privado, y como tal
al no encontrarse visado por alguna autoridad competente es que dicha
documental carecía de fuerza probatoria.
Sobre lo decidido en primera instancia, nos resulta discutible el hecho de que el
juzgador haya optado por restarle un mérito a un documento privado por el solo
hecho que no se encontraba visado por una autoridad competente, ya que la
visación de una autoridad no aumenta o reduce la calidad probatoria de un
documento, en el sentido de instrumentos que permiten corroborar un hecho,
dato o información, pues a pesar de la diferencia entre documento privado y
público que existe en la legislación, esto en rigor no necesariamente es así, ya
que todos los medios de prueba permiten al juzgador a confirmar una hipótesis
valorativa.
2.3.- Del trámite en segunda instancia:
Ya en apelación se revoca la sentencia y se declaró improcedente bajo el
argumento de que se debieron añadir medios de prueba adicionales, sugiriendo
una prueba pericial técnica.
Lo discutible aquí es que el ad quem haya decidido declarar improcedente la
demanda, toda vez que lo común en una decisión revocatoria es que se cambie
el sentido de la decisión de primer grado. Pues si en primer grado se declaró
infundada y si se revocó, lo correcto era declararla fundada. Sin embargo, al
declararla improcedente, consideramos que se utilizó de manera errónea. Pues
la improcedencia se declara cuando existe insuficiencia o inexistencia de
alguno de los aspectos de la relación procesal.
Sobre todo ello, podemos apreciar que en las cuestiones jurídicas la Corte
Suprema ha sido bastante detallada en su motivación, ya que las
consideraciones han sido amplias en las cuestiones jurídicas, como se puede
advertir sobre la prueba judicial y prueba de oficio, así como en la valoración de
la prueba de oficio.

2.4.- De las reglas establecidas:


Siendo ello así, las reglas que se establecen en este acuerdo plenario con
carácter de vinculantes, son las siguientes:
Primero, que el artículo 194° del Código Procesal Civil posee un enunciado de
índole legal que otorga al Juez Civil un poder probatorio, pero con la
particularidad de ser una facultad excepcional, es decir, que no se constituye
en una obligación. Con ello, se habilita al Juez a realizar la prueba de oficio en
la medida en que el análisis del caso así lo amerite, teniendo como límite los
impuestos por el legislador.
Segundo, que el juez deberá fijar los puntos controvertidos con precisión y una
exhaustividad detallada. Lo que significa que la fijación de puntos
controvertidos no debe limitarse a la descripción de las pretensiones
postuladas por las partes procesales, sino que, se debe entender qué debe
realizarse un trabajo a detalle a fin entender la cuestión planteada.
Tercero, que los jueces de primera y segunda instancia cuando se trate de
invocar la prueba de oficio, deben observar como límites: i) la excepcionalidad,
ii) pertinencia, iii) fuentes de pruebas, iv) motivación; v) contradictorio; vi) no
suplir a las partes y vii) debe ser en una sola oportunidad.
Cuarto, que en la prueba de oficio el contradictorio debe ser de forma previa o
diferida, ejercido por las partes sea en forma oral o escrito, en observancia a la
naturaleza del proceso.
Quinto, si el proceso fue escrito en primera instancia, entonces el juez puede
utilizar las pruebas de oficio al terminar la práctica de las pruebas admitidas, y
excepcionalmente, antes de le sentencia. Siendo que en los procesos orales se
hará en la audiencia preliminar, y de manera excepcional en la audiencia de
pruebas.
Sexto, si el medio de prueba no fue admitido por rebeldía o resulta ser
extemporáneo, entonces el juez -de primera o segunda instancia, deberá
analizar la pertinencia y relevancia al evaluar su admisión de forma oficiosa; en
esa misma línea deberá tratarse al medio de prueba improcedente y que no
haya mediado apelación.
Séptimo, la necesidad de incorporar de oficio las copias certificadas, físicas o
virtuales de procesos judiciales o conexos, podrá ser evaluada por el Juez.
Octavo, cuando la Sala Superior programe vista de causa, deberá indicar la
posibilidad de prueba de oficio, la cual será sometida a contradictorio en
audiencia de vista y se deberá adoptar la decisión en ese acto. Si resulta que el
medio de prueba fuera de actuación diferida, entonces estará a cargo de Juez
Superior de menor antigüedad.
Noveno, la apelación contra la resolución que ordena la prueba de oficio se
otorga sin efecto suspensivo y con calidad de diferida. Ya en segunda instancia
el cuestionamiento a la prueba de oficio puede ser alegada como parte de la
argumentación en el recurso de casación si es que se considera viable este
recurso.
Décimo, cuando se trate de procesos donde se debatan derechos reales, el
juez puede utilizar como prueba de oficio lo siguiente: i) una inspección judicial
en el bien materia de debate; ii) la prueba pericial para identificar correctamente
el inmueble, ubicación, dimensiones, numeración, colindancias,
superposiciones, entre otros; iii) documentos referidos a la partida registral o el
título archivado del bien emitido en Registros Públicos o en algún registro
análogo, así como el certificado catastral que expide SUNARP, copia íntegra
de la partida registral en casos de superposición registral y cualquier otra
información de índole registral, notarial o que sea expedida por algún
funcionario público y que posea relevancia para el caso materia de análisis.
Undécimo, que cuando se conozcan pretensiones de naturaleza personal, y de
presentarse insuficiencia probatoria, el juez queda facultado de recurrir a la
prueba de oficio aquellas que le permitan determinar la verdad de los hechos
que son materia de controversia. El mismo criterio se adoptará para los
supuestos en donde se aprecie una nulidad manifiesta del negocio jurídico, en
virtud a lo establecido en el artículo 220° del Código Civil.
Duodécimo, cuando la materia verse respecto a derechos de personas en
condición de vulnerabilidad por razones de edad, discapacidad, género,
pertenencia a minorías, comunidades indígenas, migrantes, personas en
extrema pobreza, privados de su libertad o algún otro grupo, el juez podrá
recurrir a la prueba de oficio cuando se adviertan limitaciones para el ejercicio
pleno de los derechos anteriormente mencionados, y que ya han sido
reconocidos en el bloque de constitucionalidad peruano.

3) CONCLUSIONES:
Con todo lo establecido anteriormente, la Corte Suprema declaró fundado el
recurso de casación interpuesto por la parte demandante y en consecuencia
declaró NULA la sentencia de vista expedida por la Sala Civil Descentralizada y
Permanente de San Juan de Lurigancho, ordenando que la Sala emita un
nuevo fallo considerando las reglas establecidas con carácter vinculante.
Sobre ello, debemos precisar que a nivel jurídico nos resulta provechoso el
desarrollo de la prueba de oficio, su invocación por parte del juez y la
valoración de la misma. Ya que, si bien algunos críticos cuestionan que las
consideraciones fueron amplias en el debate jurídico pero sucintas en el debate
fáctico, ello no lleva a desmerecer todo el desarrollo doctrinal que brinda la
Corte Suprema en el X pleno casatorio civil.

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