Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PUNTO DE PARTIDA
1 Para comenzar esta pequeña disertación sobre el compromiso concreto
de León Dehon por la construcción del Reino de Dios, es necesario que nos
detengamos unos instantes en reflexionar sobre el concepto de Reino de Dios.
Antes que una exigencia, el Reino de Dios que Jesús anuncia es un don, una
gracia. Tanto con sus palabras como con sus obras, Jesús proclama una nueva
cercanía de Dios a los hombres; y lo hace a la luz de su experiencia íntima: a
partir de su singular relación con el Padre. Es ahí, en esa intimidad filial,
donde Jesús vive en plenitud la venida del Reino. En Jesús, Dios se ha
acercado a la humanidad de una manera absoluta; Dios se la ha comunicado
de un modo tan radical que puede llamarle con toda verdad Abba, Padre, lo
cual constituye una experiencia realmente nueva y decisiva1.
2 León Dehon ha vivido en primera persona esta experiencia
transformadora de sentirse amado, acompañado y conducido por el amor
de Dios; por esta razón, recordando uno de los momentos más significativos
de su vida, el de su ordenación sacerdotal, escribirá en sus Memorias: “Me
levanté sacerdote, poseído por Jesús, todo repleto de Él, de su amor al Padre,
de su celo por las almas, de su espíritu de oración y de sacrificio”2. Más
adelante añadirá que está dispuesto a ser “un instrumento dócil en las manos
de Nuestro Señor”3. No cabe ninguna duda de que con estas palabras León
Dehon se declara disponible para comunicar al mundo su programa de
construcción del Reino basado en el amor, en la confianza filial y en el
abandono en la voluntad divina. De esta forma, se entiende el que con
motivo de un retiro realizado en 1893 pueda tomar la siguiente resolución
como proyecto para su vida: “Me entrego enteramente a Nuestro Señor, para
1 Cf. E. Leclerc, El reino escondido, Sal Terrae, Santander 1997, p. 195.
2 NHV VI, 81.
3 NQ II, 1, 8 de febrero de 1869.
© Copyright riservato Centro Studi Dehoniani Roma – Sacerdoti Sacro Cuore di Gesù.
Consentita la riproduzione integrale in fotocopia e libera circolazione senza fine di lucro.
È vietato il plagio e la copiatura integrale o parziale di testi e disegni a firma degli autori – a qualunque fine – senza citare la fonte
(Repubblica italiana, legge 18/08/2000 nº 248).
Dehoniana
4 El P. Dehon escribe esta resolución con motivo del retiro que realizó en Braisne del 17
de octubre al 16 de noviembre de 1893. Esta resolución junto con los frutos de este retiro está
recogida en el Quaderno VI de Notes Quotidiennes en el número 11 del anexo en la página
433 de la edición italiana de su Diario Espiritual.
5 NQ I, 71-72, 30 y 31 de marzo de 1868.
6 L. Dehon: L'année avec le Sacré-Cœur, Etablissements Casterman, S.A., Paris, p. 178.
2
Dehoniana
7 Cst 4.
8 Estas palabras están recogidas en un documento escrito por el P. Dehon, titulado El Reino
del Sagrado Corazón y que G. Valerius scj cita en su artículo: León Dehon y el movimiento
Adveniat Regnum Tuum en Dehoniana 72 (traducción española), 1987/2, p. 210.
3
Dehoniana
1. Un Reino de amor
7 Antes de seguir adelante en nuestra reflexión es importante que sea el
mismo León Dehon el que nos aclare qué entiende por Reino de Dios; para
él: “El Reino del Sagrado Corazón es el mismo reino de Jesucristo, pero con
un matiz de amor y de homenaje al Corazón del Salvador”9. Por eso, podemos
afirmar sin miedo a equivocarnos, que para él, el Reino de Dios es igual a
Reino del Sagrado Corazón; y por esto mismo, es perfectamente coherente
que en la mayoría de las ocasiones en las que habla el Reino del Sagrado
Corazón se pueda interpretar que se está refiriendo al concepto más actual de
Reino de Dios, porque para él, “el Reino de Cristo es el amor del Sagrado
Corazón”10.
8 No serán ni la fuerza, ni la imposición, ni el poder, ni la renuncia, ni las
privaciones, todo lo contrario, será el amor la clave en la que deberán
interpretarse los comportamientos que lleven a la construcción del Reino de
Dios, porque como él mismo comenta: “Cristo nos ha amado, éste es el
símbolo… Tú amarás, ésta es la moral… Creer en el amor, es toda nuestra
fe. Hacer las obras del amor, esto es el cumplimiento de los preceptos. El
Corazón de Jesús es el resumen de toda religión. El Corazón de Jesús es
principio de amor y objeto del amor”11.
9 Para León Dehon la atención al Corazón de Jesús es la auténtica clave
de interpretación de todo lo que profesa en su fe, de lo que trabajan sus
manos y la causa que unifica todos los aspectos de su reflexión (teología, vida
espiritual, pero también política y social…), es la intuición fuerte que se
irradia en los compromisos más diversos a lo largo de su vida. Toda la historia
de la humanidad y del universo, toda la economía de salvación, desde la
creación a la gloria, sobre todo de la creación a la redención del hombre,
adquieren para él sentido pleno en la contemplación del Corazón de Jesús.
Porque en el Corazón están recogidos y simbolizados los grandes “gestos”
de amor del Padre, que tanto amó al hombre que le ha enviado a su Hijo como
Salvador (cf. Jn 3,16).
10 León Dehon ve en el amor de Jesús la razón que “justifica” y que da
sentido a su propia entrega: “Él me amó hasta darse, entregarse, traicionarse.
Todo es por mí… Señor, tú quieres que me inspire en los sentimientos de tu
Corazón, que vida de su vida, que me inflame de su celo para extender por
todas partes su conocimiento y su amor…Tú me confías la misión de
9 Ibídem, p. 211.
10 L. Dehon: L'année avec…, p. 178. En esta misma línea, ahondando en este pensamiento,
León Dehon escribe, recordando las palabras de Santa Margarita María: “Jesucristo reinará a
pesar de todos sus enemigos, pero reinará por su Sagrado Corazón” (O. Sc., IV, 546).
11 NQ III, 60, 14 octubre de 1886.
4
Dehoniana
publicado todavía), atribuye estas frases a León Dehon, en su libro Coronas de amor.
15 L. Dehon, L'année avec…, p. 320.
5
Dehoniana
denuncia en todas sus formas, tanto el rechazo grave de Dios como la tibieza
de las almas consagradas. Analiza la vida de la Iglesia y de la sociedad y ve
la causa de todos los males en una falta de amor, en una incomprensible y
desastrosa ingratitud hacia el amor de Dios no correspondido.
13 Todo en la vida y en la espiritualidad de León Dehon está orientado al
amor y a la eliminación de los obstáculos al amor, como se expresa en
nuestras Constituciones: “el P. Dehon es muy sensible al pecado… conoce
los males de la sociedad… ve la causa más profunda de esta miseria humana
en el rechazo del amor de Cristo… Espera que sus religiosos sean profetas
del amor y servidores de la reconciliación de los hombres y del mundo en
Cristo”16.
14 La vida de amor humano en unión con Cristo debe contar con la realidad
del pecado. El pecado es todo lo contrario del amor. Para León Dehon el
pecado hiere la bondad de Dios; ya que, “es un ultraje hecho a Dios que no
merece más que adoración y amor… es la preferencia dada a Satanás, a las
pasiones… es una odiosa ingratitud”17.
3. Un Reino construido sobre los cimientos de la reparación
15 Es una espiritualidad reparadora como la de León Dehon el pecado, la
ruptura y el alejamiento de Dios no tienen la última palabra. Todo lo
contrario, el único antídoto posible contra este veneno de la discordia y de la
separación es el amor y la reconciliación18. Para la construcción del Reino,
León Dehon es consciente de que el único modelo posible es el Evangelio,
cuyas páginas rezuman acogida, cercanía, comprensión y misericordia con el
que sufre la opresión del yugo del pecado: “el mismo Jesús nos explica cuál
es su disposición de respeto con los pecadores en las parábolas de la oveja
extraviada, de la dracma perdida y del hijo pródigo. Le vemos actuar con los
pecadores… Su misericordia acoge al pecador”19. La respuesta cristiana al
pecado es el amor a los pecadores… Pero se entiende que no es un amor
cómplice, o una tolerancia permisiva. La acogida y el perdón de los pecadores
deben formar parte de la espiritualidad del Reino de Dios cimentada en las
estructuras de la reparación; con el lenguaje propio de la época, León Dehon
dirá que “el Sagrado Corazón de Jesús es el único y verdadero reparador y la
única verdadera fuente del amor”20.
16 Para construir el Reino, según León Dehon, se hace necesaria una
actitud de fondo que empape todo el ser y todo el hacer. Esta actitud es la de
16 Cst 4 y 7.
17 O.Sp. I, 62.
18 Cf. Cst 7: “El P. Dehon espera que sus religiosos sean profetas del amor y servidores de
6
Dehoniana
21 NHV V, 2.
22 Cf. León Dehon, Directorio Espiritual, Gráficas Gurrea, Pamplona 1947, p. 116.
23 Escribiendo al P. Freyd, su director espiritual por excelencia, le dirá: “no me inquieto,
pongo todo en las manos de Dios”. Carta del 9 de marzo de 1873 (AD, B 36/2).
24 Cf. NQ III, 103v, 25 de febrero - 11 de marzo de 1890.
7
Dehoniana
25 Comentando las bienaventuranzas, León Dehon les dice a los novicios: “podríamos hacer
hombres… (que para que llegue) a la plenitud del Reino, necesita ser constantemente
purificado y transfigurado pro la Cruz y la Resurrección de Cristo”.
27 NQ I, 49, 28 de febrero de 1868.
28 NQ I, 75, 5 de abril de 1868.
8
Dehoniana
9
Dehoniana
10
Dehoniana
11
Dehoniana
12
Dehoniana
13
Dehoniana
y la paz. Para servir a este Reino, no cesa de sacudir la somnolencia del clero,
invita a los sacerdotes a que salgan de sus sacristías, a que con decisión y sin
timidez “vayan al pueblo”48, porque es ahí donde se juega la vida, sobre todo
la de los pobres y humildes, la de los indigentes y la de los explotados. Les
anima a que vayan allí donde se sufre y donde se espera, donde se le llama a
asociarse para construir una sociedad más justa, más evangélica. Además
insiste en que el Reino no se construye con actitudes paternalistas que se
contentan solamente en hacer limosna.
38 Para edificar el Reino son necesarias la justicia y la caridad evangélica.
Quería que los apóstoles de ese Reino estuvieran en las calles, en las fábricas,
en medio del pueblo, enarbolando la bandera de la renovación y de la justicia
social.
39 En esta misma línea, para él, las viejas obras y los viejos métodos no
sirven porque no atraen a las personas. El constructor del Reino no debe
quedarse parado por una falsa prudencia: “Si un pastor ve que sus ovejas se
pierden… no puede permanecer inactivo. El buen pastor no se esconde
cuando viene el lobo”, por esto, “el sacerdote debe ser la sal de la tierra, la
luz del mundo, el incendiario del fuego sagrado…, debe ser el hombre de la
oración y del sacrificio…, del estudio y de las obras sociales…, debe ser el
discípulo y el apóstol del Corazón de Jesús”49. Todo esto, como es evidente,
no ha quedado anclado en el pasado, al contrario, si León Dehon fue muy
criticado, en su momento, por los defensores del liberalismo económico por
las ideas expuestas en su Manual Social Cristiano50, no nos cabe ninguna
duda que estas mismas ideas, y sobre todo su coherente estilo de vida, siguen
siendo semillas proféticas para la construcción de un mundo nuevo basado
en la justicia y en la paz; que chocan frontalmente con el estilo de vida
impuesto por nuestra sociedad de consumo y por la ley de la oferta y la
demanda del neoliberalismo.
40 b) Una vez “vistos” los acentos que León Dehon pone en la construcción
del Reino en el momento histórico en el que le toca vivir, pensamos que es
bueno el que nos detengamos, muy brevemente, en ver cuáles son los
principios del neoliberalismo económico (que son los que rigen en nuestra
sociedad actual) para después, señalar cuáles deben ser, a nuestro entender,
las actitudes que marquen el talante del dehoniano en su misión de instaurar
el Reino en el mundo y en la sociedad.
147.
14
Dehoniana
que viven al margen de nuestra sociedad los privilegiados de nuestra dedicación. Cf. Cst 18.
54 Lema, orden del día y conclusiones del XX Capítulo General celebrado en Roma.
55 El Sint Unum, puesto de relieve por el Padre Fundador, exige… “la liberación progresiva
del egoísmo, que es el rechazo del amor de Dios y de la fraternidad… lo que reclama una
conversión permanente” (Cst 95).
56 Cst 32 y 28. El P. Dehon ha dejado un testimonio elocuente de sensibilidad a los
15
Dehoniana
41 Por esto, clamar y hacer lo posible para que venga tu Reino, según
nuestras Constituciones, exige que “por nuestra manera de ser y de obrar, por
nuestra participación en la construcción de la ciudad terrena y la edificación
del Cuerpo de Cristo, debemos dar a entender que es el Reino de Dios y su
justicia lo que, ante todo y a través de todo, debe buscarse”59.
CONCLUSIÓN
42 En las páginas precedentes hemos intentado poner de manifiesto cómo,
León Dehon, quiere responder al amor de Dios, desconocido y olvidado, con
una disponibilidad absoluta a su voluntad, con una entrega total a los
hermanos más necesitados y marginados. Como hemos visto, quiere, con su
opción de vida, con sus escritos e iniciativas sociales reparar, restablecer,
reinstaurar el Reino de Cristo en la sociedad que es el reino de la justicia y
de la caridad cristiana, por el ministerio de la reconciliación. Una
reconciliación fundada en la búsqueda de la verdad, de la libertad, el respeto
de los derechos humanos, la justicia social, el perdón. Soñaba que el Corazón
de Cristo, abierto en la cruz, pudiera transformar desde las raíces a esa
sociedad sin corazón; por eso consagrará su vida a que el Reino del Corazón
de Cristo, Reino de justicia, de bondad, de solidaridad para con los pequeños
y los que sufren, fuese una realidad concreta y palpable.
43 La mirada fija de León Dehon en el rostro del Señor no atenuó en él su
compromiso por el hombre concreto, todo lo contrario, este
“ensimismamiento” en lo trascendente potenció su capacidad para influir en
57 Cst 36.
58 “Sensibles a cuanto en el mundo actual pone obstáculos al amor del Señor, testificamos
que el esfuerzo humano, para llegar a la plenitud del Reino, necesita ser constantemente
purificado y transfigurado por la Cruz y la Resurrección de Cristo” (Cst 29).
59 Cst 38.
16
Dehoniana
60 Primo Corbelli, Por una civilización del amor, Editorial Claretiana, Buenos Aires 1985,
pp. 119-120.
61 O.Sp. IV, p. 202.
62 Manuscrito autógrafo del P. Dehon encontrado en el Archivo General de Roma, entre
los sobres que contienen diversos recortes de periódico y numeroso folios manuscritos de
apuntes sobre los problemas sociales. Se conserva en el clasificador 8/3 y se halla catalogado
bajo el título: Synthèse de la question social, 27 pages portant ce titre en la dernière page. El
manuscrito se compone de 27 folios, casi todos escritos por una sola cara. Aunque no lleva
fecha se puede asegurar que es posterior a 1895.
17
Dehoniana
18