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LA CULTURA DE LA CANCELACIÓN: CUOTA INICIAL DE UNA CONCIENCIA COLECTIVA

IMPORTACULISTA
“La imaginación no es el afecto del deseo sino que es su condición.
Ya lo sabía Aristóteles: no hay ser que desee sin imaginación.”
C. Castoriadis

Vivir en una época como la actual en la que inimaginables avances técnicos han mostrado el gran desarrollo de
las ciencias del hombre sobre la naturaleza, produce un cosquilleo cuasi-orgásmico por el placer de disfrutarlos
con un excesivo estado de comodidades en el diario vivir. Estos progresos materiales de la instantaneidad y la
caducidad programada están alentando la pereza alienante hacia el pensamiento crítico reflexivo en gran
porcentaje de la población global, hoy expuesta a la carga de entretenimientos intrascendentes y comodines de
los hogares que actúan en función de sala-cunas del analfabetismo vital.
Al punto que cada día se encienden , como luciérnagas oscurantistas del pensamiento autónomo, millones de
pantallas que desconectan a cada sujeto de lo importante de su escencia como dignatario de la Vida.
Es así como empezamos a diluirnos-en medio de un descenso sin freno del arte de leer los acontecimientos
atentatorios de la democracia, mientras la “tontanita” paraliza nuestro poder de cambio hacia otro modo de
habitar un mundo mejor. Este acto de embrutecimiento programado o “entretentontamiento sin fin” juega a
favor de un neofascismo cantado desde cuando Hitler, Mussolini o Stalin se autoproclamaban salvadores de
nuestra Humanidad y hoy se han reencarnado en los adoradores de Trump en el mundo y en Colombia por la
caterva desilustrada de los miembros del Centro Demoníaco.
¿Y por qué este comienzo? Porque cuando se reunieron en julio de 2020, ciento cincuenta intelectuales de todo
el mundo de todas las tendencias del librepensamiento y la libertad de expresión, nos dieron cátedra para
aprender a debatir en medio de las más duras e irreconciliables contradicciones respecto al decir y hacer de los
individuos (sobre todo cuando han existido y soportado en auténticas e imperfectas sociedades democráticas
experimentando en carne propia sus acciones abiertas, respetuosas y protectoras de las minorías). También nos
alertaron que hay peligros que vive el planeta -no solo a nivel físico-químico sino con respecto al equilibrio
espiritual; el pensar para comprender, explicar y minimizar los errores ya cometidos u otros que ya están
sucediendo…
Y estos palabreros mayores lo hicieron como rebelión no sólo contra la censura sino que fundaron ,como acto
consecuente, una universidad que “busca preservar la libertad de investigación e intercambio de ideas frente a la
asfixia creciente provocada por la ortodoxia progresista”.

¿Ellos advirtiendo y nosotros aquí de pasajeros ingenuos? ¡Nunca, jamás!

Afirman en su manifiesto y de manera directa acerca del daño de la llamada cultura de la cancelación. Es decir,
acabar con la reputación de una persona que como “personaje público dice algo inconveniente u ofensivo(contra
el establishment) , y rápidamente se desencadena una reacción que busca la «cancelación» de su persona.”
Este modo aventurero de ocultar, “tapar”, empoderar ¡a las malas!, sus oposiciones irracionales -como un
asunto “normal” de la política, al prohibir o eludir la controversia o restringiendo el debate-, cobija -con su
sombra de “neoteologismo autócrata” e intolerable- un deseo de totalitarismo civil.
Y, estos canceladores culturales, patentan como verídica y santa, la promoción de «una intolerancia de puntos
de vista opuestos, una moda para la vergüenza pública y el ostracismo, y la tendencia a disolver cuestiones
políticas complejas en una ceguera moral cegadora». Así publicitan como comunistas o acciones del diablo este
procedimiento para condenar el poder imaginativo de otras soluciones tal vez más potentes y viables y que
surgen como un genuino otro orden de hacer deseable nuevas maneras de reconstruir nuestra sociedad humana:
Una de inclusión por la diversidad y la continuidad sana y descontaminada de nuestra especie.
Para nosotros-los colombianos despiertos o no- que vivimos con una rapidez asombrosa y evanescente la
memoria histórica y veloces y encandilantes, como nos pasan, frente a nuestros sentidos, verdades a medias,
mentiras completas e idioteces perfectas para convencernos que los robos al PAE, a la educación de los niños
vía abudinearse los recursos y decir sin que se les caliente los cachetes que fueron hechos por castrochavistas
infiltrados y nunca detectados ni con las lupas iónicas de los gringos ni los escáneres de la DIAN.
Además se la pasan pregonando que las obras inconclusas-elefantes blancos- (¿!) pagadas hasta tres o más veces
fueron fruto de duendes y espectros estafadores. Nos venden la idea que el crecimiento de la pobreza de
siempre, llegó en la piel de un virus global; que los orangutanes en las leyes o las leyes a la medida de los
corruptos o la casa por cárcel en pent-houses tipo Las Vegas son ataques políticos. Además, hay interesados en
decir que los vencimientos de términos para agigantar la impunidad y rescatar “los Ali Babaes gomelos, -de
cuello blanco en los gentlemans,/rosado en las blusas de las damas prepago de los Memo Fantasmas (cuellos
nunca cobrizos ni de ébano)- son falsas cuando ya cargan orden de captura y años de cárcel. Así mismo
generan la aparición, en los rimbombantes gastos del erario, la nueva deuda interna. Esa que se anuncia en
afiches de rostros bandidos inflados o siluetas de presuntos enemigos de la seguridad nacional y por cuya
captura o “neutralización” (asesinato de estado) se pagarían recompensas que de millón en millón secarían el
presupuesto público con lo que aparecería una “reforma tributaria carrasquillosa”. Estaremos pronto quebrados
de verdad, si por cada delito de los miles que se cometen a diario empiezan a pagarse estos dineros desde el
Mindefensa/ o el Mingobierno sin tener fondos de verdad al decir de Minhacienda. Sea quien sea el delincuente,
la promesa lanzada a todas las direcciones de la brújula son la mejor inversión en la “mesiánica seguridad
democrática” que acabará poniéndonos a vivir en este utópico paraíso solo poblado de angelicales ovejas del
rebaño celestial cual frailes franciscanos, adalides de la pobreza extrema. Eso sí, sin hábitos, bastarán unos
yines plagados de costosos rotos.
Tampoco les ha funcionado combatir “fake news” con auto-cyberataque desde Rusia ni declarar enemigo a una
nación de infieles ni el lloriqueo presidencial en El Muro de los Lamentos” mientras rezaba -con lágrimas de
cocodrilo- por una paz en la legalidad (¿!) al tiempo que se impedía la aprobación del Tratado de Escazú al son
de la deforestación de la Amazonia por sus grandes paraco-fedeganaderos financiadores. Y en simultánea,
degustando en sus cenas de poder la voraz antropofagia de su menú cocinado” con miles de cadáveres de
líderes sociales, ambientales, étnicos o simples ciudadanos en aras de “su libertad y Orden” . Ni tampoco la
“avionada” del oneroso turismo diplomático con familiares y “lagartosos” Tyranos Rex de la “brutocracia”
oficial.
Y después se ufanan cacareando como loras, el estribillo de dios y patria. Y de sobremesa y postre incluyen en
sus bolsas gástricas a los niños bombardeados por ser “máquinas de guerra”. Finalizan con un brindis al sin
número de jugaditas y pataletas contra la soberanía de la justicia cuando ésta imputa a su enfermo líder, un
narciso endemoniado por sus crímenes de lesa humanidad que se ufana de canonizar por telepatía al Papa y sus
imitadores de profecías mentirosas.
Solo me imagino que siguen sin poder dormir y tragando saliva venenosa porque saben ya que nuestra fuerza y
magnitud resis-resiliente los mandará al carajo mediante nuestro voto inteligente, sólido de rabia-enojo y
necesitado ya, de un nuevo orden social demócrata en el dosmilveintidos…
Y vamos a hacer pedagogía consciente y viva haciendo uso -con sentido y significado- del actuar unidos en
este proyecto y moviendo todos los avances que la ciencia de la comunicación nos permita para mantener
nuestra lucha contra las dinámicas de la cultura de la cancelación.

Y para cerrar esta reflexión, les dono estas palabras mayores de los firmantes del Manifiesto por mantener
prendido el espíritu del sapere saude proclamado por Horacio, el poeta latino reflexivo del s. I a. n. e.:
“ La restricción del debate, ya sea por parte de un gobierno represivo o de una sociedad intolerante,
perjudica invariablemente a los que carecen de poder y hace que todos sean menos capaces de participar
democráticamente. La forma de derrotar las malas ideas es mediante la exposición, la discusión y la
persuasión, no tratando de silenciarlas o rechazarlas. Rechazamos cualquier elección falsa entre justicia y
libertad, que no pueden existir la una sin la otra.”

¡Atrévete a pensar! Y comparte tus reflexiones para la acción política beligerante pero sin ninguna violencia.
KALI-CHE 12-11-2021

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