Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
La curiosidad se despierta en una aventura cuya meta es una explicación. Se pone en acción el más
poderoso repertorio de preguntas básicas cuando se crean relatos cinematográficos sobre la
búsqueda de poderes ocultos o creados por la ciencia para aumentar el poder de nuestro cerebro
y sus funciones o se reta a la inteligencia de un héroe enfrentado a las más probables pesadillas
creadas por la paranoia de un novelista o la de un científico cuya fuente es el apocalipsis
ocasionado por tecnologías sin control: ¿Por qué, para qué o quién, ¿cómo, ¿dónde, ¿cuándo?...
En la historia de la Humanidad abundan los relatos que tratan de explicar el origen de las cosas, las
explicaciones de fenómenos llenos de misteriosas razones ocultas tras el velo de lo sobrenatural o
nuestro encuentro con lo imposible posible, que termina muchas veces creando sinrazones con
patente de verdad indiscutible.
Este es un ejemplo interesante para iniciar esta argumentación sobre cómo el lenguaje
cinematográfico contribuye a la difusión de nuestros conocimientos acerca del funcionamiento de
nuestro cerebro, base material de nuestra mente.
Allí, la creación de la vida a partir de la unión de partes de cadáveres, permitiría contar -desde el
matrimonio de la ciencia con la literatura- la historia de un joven médico que realizó el primer
trasplante de cerebro. Llevada al cine…
La imagen se hace con luces, sonidos y movimientos que contienen significaciones que con rapidez
de rayo pueden, sus historias, desaparecer por su ingenua logicidad o dejar una vibración
intercraneana que deja en suspenso su valor de verdad.
Parece que ese fuese el camino para aceptar la implementación de una creencia: Se toman
registros de la Historia o de cualquier investigación seria en un campo del saber acumulado y se
teje un relato cinematográfico con la probabilidad de convertirse en una metáfora del mundo real
en el que se inscribe la biografía del cinevidente. El desarrollo de nuestro aprendizaje de carácter
audiovisual se ha multiplicado al punto de poder afirmar que algo es cierto o falso “porque lo vi en
la pantalla”. Una influencia muy debatida entre tirios y troyanos cuyo debate quiero continuar al
exponer los comentarios de algunas películas que tratan acerca de los avances de las
Neurociencias o sus posibles efectos en ciernes provocados por los nuevos descubrimientos acerca
del funcionamiento de nuestra mente, cuya base material de sus logros es nuestro cerebro.