Está en la página 1de 7

Unidad 2.

Guía de actividad Final 60%.

Stefanny Rojas Cañón.

Fundación Universitaria Agraria de Colombia

5018; Bioética

Martha Carolina Vásquez Rodríguez

07 de noviembre del 2021


Ética ambiental.

Introducción.

La ética medioambiental es una ética aplicada que reflexiona sobre los fundamentos de
los deberes y responsabilidades del ser humano con la naturaleza, los seres vivos y las
generaciones futuras. El objetivo de este artículo es evaluar la crisis socio ecológica
planetaria, bajo la guía de dos principios éticos axiales y un concepto ético-político
derivado: primero, el principio de responsabilidad como cuidado del ser vulnerable (los
seres humanos actuales y futuros y la restante vida planetaria); segundo, el principio de
justicia ecológica en sus tres vertientes complementarias: la justicia global (las
desigualdades socioeconómicas a nivel planetario), la justica intergeneracional
(generaciones futuras) y la justicia interespecífica (principio de hospitalidad biosferita hacia
los otros seres vivos); y el concepto ético-político de ciudadanía ecológica en una sociedad
global.

La primera vez que se comenzó a hablar de una ética orientada al cuidado y respeto del
medio ambiente, indicando que el pensamiento moral debería ir más allá del ámbito de los
intereses humanos para incluir los intereses de los seres naturales no humanos, fue en las
conclusiones del libro de memorias del ingeniero forestal norteamericano. En los años
setenta, en el ámbito académico anglosajón, se comienza a utilizar la expresión
“Environmental Ethics” para referirse a esta nueva área de la ética aplicada. Esta expresión
se consolidó a partir de una conferencia de la Universidad de Georgia titulada “Filosofía y
crisis medioambiental”, en la que se hacía eco de una preocupación por estos temas ya
presente por ese entonces en el debate social, a través de los primeros movimientos
ecologistas de los años sesenta, y en el debate político-jurídico internacional. Recordemos
que la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente se celebró en
Estocolmo en 1972. El axioma clave para comprender la extensión del horizonte de
consideración moral más allá de los intereses humanos actuales, esto es, el de las
generaciones futuras y los seres vivos no humanos, se puede expresar diciendo que todo
agente moral es paciente moral, pero no todo paciente moral es un agente moral. Por agente
moral se entiende a los seres humanos con capacidad de asumir obligaciones y
responsabilidades por sus acciones, y por paciente moral un ser ante el cual se tiene
obligaciones y responsabilidades, debido a que sus intereses y capacidades merecen
consideración moral. Esta distinción significa que en el núcleo de la ética medio ambiental
se abre la discusión sobre la existencia de deberes no recíprocos y asimétricos, vale decir,
deberes que se tienen sin que exista un derecho correlativo. Sin embargo, el principio de la
igual consideración de los intereses de los seres vivos no humanos no implica que se
otorgue un mismo significado moral a los seres ante los cuales estamos obligados en una
ética extendida hacia la naturaleza, pues se reconocen y establecen prioridades en caso de
conflicto de intereses entre las entidades consideradas moralmente.

Sin embargo, en la medida en que una vida humana digna en el presente y en el futuro es
impensable sin la conservación y cuidado de la biosfera, es necesario precisar que el interés
del hombre finalmente coincide con el resto de lo vivo, teniendo en cuenta además que el
valor de la Tierra como biosfera significa que es el origen común de ambos y su morada
(oikos) en el más sublime de los sentidos. De modo que podemos considerar ambos deberes
como uno solo, bajo la idea del deber para con el futuro de la humanidad, sin caer por ello
en un reduccionismo antropocentrista excluyente. Por el contrario, reducir el deber ético
exclusivamente al hombre hoy en día significaría deteriorar el significado de una existencia
humana digna en la Tierra. Este es el razonamiento que ha desarrollado el filósofo Hans
Jonas bajo el principio de responsabilidad, como cuidado por el ser vulnerable, que
comprende a las generaciones futuras y a la entera biosfera.

Desarrollo.

La ética ambiental o ética del ambiente es la parte de la filosofía y la ética aplicada que
considera las relaciones éticas entre los seres humanos y el ambiente natural o medio
ambiente. Ejerce influencia en una larga lista de disciplinas como el Derecho, sociología,
economía, ecología, geografía, etc. En su campo incluye la estética de la naturaleza y otras
ramas de la investigación filosófica (epistemología, metafísica, axiología, etc.) Por su parte,
podemos entender por ética del medio ambiente a la rama de la ética que analiza las
relaciones que se establecen entre nosotros y el mundo natural que nos rodea.
La ética ambiental, que pertenece a la filosofía, es un aspecto importante de la educación
ambiental, cuyo fin es concientizar y sensibilizar a la sociedad para que su comportamiento
genere formas nuevas de relación con el medio ambiente. El desarrollo del aspecto
axiológico (de los valores) contribuye a construir una actitud de preservación, valoración
del entorno y responsabilidad social como garantía para futuras generaciones. 
La conducta antisocial del ser humano respecto de su ecosistema y del medio ambiente en
general, genera problemas ambientales que dan cuenta del grado de pertenencia e identidad
de las comunidades. La actitud del hombre es la causante de los problemas ambientales, en
relación estrecha con la crisis de valores de las sociedades contemporáneas, que no
contemplan la necesidad de preservar un medio ambiente de calidad para el futuro.  La
educación ética pretende lograr una reflexión crítica de la relación del hombre con la
naturaleza, acerca del manejo adecuado del entorno asumido como propio. Formar también
individuos que reorientan la cultura científica al servicio del ser humano, con una
perspectiva ética basada en los valores acerca de la utilización de la ciencia y la tecnología
sobre la naturaleza.
La ética ambiental se basa en la justicia social sin discriminación ni distinción de raza,
casta, sexo, ideología, religión o nación. El hombre debe vivir en armonía con la naturaleza
para actuar como guardián o cuidador del medio ambiente, de modo de lograr un futuro
saludable ecológicamente para las generaciones venideras. Es decir, la ética ambiental
propone una normativa moral que exige responsabilidad por parte de las empresas y de los
hombres en cuanto al cuidado de nuestro entorno natural. La propuesta fundamental de esta
rama de la ética es procurar el bienestar entre la sociedad y la naturaleza para que los seres
humanos podamos desarrollarnos en un ambiente natural cuidado.

Conclusiones.

1. Los humanos vivimos sin importarnos la ética y la moral que rige el cuidado del
medio ambiente. Es un problema muy grande y extenso que no solo se encuentra en
México sino en todo el mundo. Posiblemente, esta falta de consciencia es un factor
que incrementa la contaminación, el daño ambiental, problemas en la salud que
perjudican a muchas personas. Así, se debe conocer esta problemática, hacer una
conciencia sobre esto y actuar en consecuencia. Podemos decir entonces que la ética
ambiental se ocupa de la relación entre las sociedades humanas y la naturaleza,
procurando el bienestar y equilibrio de ambas. Su objetivo es hallar la idea de un
límite y de moderación.
El progreso tecnológico no es malo para la sociedad, sin embargo, el progreso debe
llevarse a cabo con una conducta humana consciente y responsable de las
consecuencias que esto genere. Aunque las sociedades del futuro puedan tener
mayor desarrollo científico y tecnológico y, por tanto, más dinero, también tendrán
un ambiente más degradado si desde ahora no comenzamos un cambio. Practicar la
ética ambiental resulta de suma importancia, pues cuidar y proteger al medio
ambiente, así como su biodiversidad, significa cuidarnos y protegernos a nosotros
mismos, además de prolongar la vida en el planeta. En conclusión, podemos
observar que aplicar valores morales respecto al ambiente es posible, y basándonos
en algunas teorías éticas como las ya vistas –utilitarismo y formalismo-, podríamos
regular nuestra conducta y lograr tener un mundo mejor. Podríamos decir que
abastecernos de recursos no es malo, pues requerimos de ello para tener los medios
necesarios para subsistir, lo que no es correcto es abusar de eso que la naturaleza nos
brinda y poner en riesgo nuestra existencia. Hacer uso de los bienes naturales es
permisible únicamente para satisfacer necesidades básicas y de desarrollo de las
naciones, es correcto siempre y cuando no abusemos de ello, ya que un mal empleo
de estos recursos podría ocasionar que en el futuro sean escasos e insuficientes para
la población, lo que según el utilitarismo perjudicaría a más de los que beneficia,
pues generaciones enteras podrían quedarse sin alimentos, vestidos y hogar.
Entonces, basándonos en el Formalismo e integrando conclusiones utilitaristas a
favor de la sustentabilidad, podríamos formular una ley universal: No abuses de lo
que te brinda la naturaleza, utiliza sólo lo que necesites para no afectar el equilibrio
natural entre el ecosistema y el ser humano. La ética actual y posterior con relación
al medio ambiente, se debe continuar mejorando y extendiendo a todos los niveles de
la sociedad; la educación sobre valores morales en el entorno escolar, en el hogar, la
comunidad, y con el apoyo e intervención del gobierno.
2. La ética tiene que ver con el compromiso de ser una buena persona, la cual pasa por
la realización del bien común, es la rama del saber que se ocupa del estudio de las
acciones morales de los individuos y de los grupos, así como de las reglas y normas
que rigen ese comportamiento en una sociedad determinada.

3. La ética ambiental tiene que ser también práctica. No puede limitarse simplemente a
hacer teoría de algo que necesita una solución tan urgente como la crisis ecológica.
Independientemente de si se necesita o no una nueva ética, lo que estas posturas
alternativas nos indican, es que ya comienza a haber un cambio de actitud ante la
problemática ecológica. Si en lugar de regirnos por modelos antropocéntricos
tradicionales, y lo hacemos por una ética humana donde le concepto de humanidad
incluya a la vida en general, estaremos ampliando la ética hacia una ética para la
vida.
4. Hacer énfasis en los hogares es decir educar con responsabilidad ambiental y
predicar con el ejemplo, además de concientizar a los docentes de los distintos
niveles educativos en el abordaje de temas ambientales y relacionarlos con los temas
específicos de formación diciplinar, ejemplificando con lógica y razón en el aula o
bien recurriendo a los métodos de proyectos que ayudan en el abordaje integral y
preparan al estudiante despertando en el ciertas habilidades y actitudes frente a la
vida. Es una responsabilidad y deber de cada persona el construir una sociedad
respetuosa del medio ambiente, además de que es necesario para nuestro futuro
como especie y habitantes de este planeta fascinante que es nuestro hogar.

Referencias.

 https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-
569X2013000200002
 http://eticaambiental1201-2013.blogspot.com/2013/11/conclusion.html
 https://www.columbia.edu.py/institucional/revista-cientifica/articulos-de-revision/
869-la-etica-profesional
 http://www.inicepg.univap.br/cd/INIC_2011/anais/arquivos/0083_0029_01.pdf
 https://www.temasambientales.com/2017/03/etica-ambiental.html
 http://www.spentamexico.org/v11-n1/A8.11(1)96-104.pdf

También podría gustarte