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HEIDEGGER RESUMEN CARPIO.

Un componente del ser-en es el Verstehen, el comprender (o comprensión).


El término "comprender" no debe aquí sugerir una actividad intelectual; ni significa "una
forma posible de conocimiento entre otras”. El comprender es un "modo fundamental del
ser del Dasein",132 y es tan originario como la disposicionalidad, con la cual coconstituye
el estado-de-abierto. "La disposicionalidad tiene en cada caso su comprensión" y el
comprender "es siempre en algún temple de ánimo.
la disposicionalidad abre (revela) el ser-en-elmundo, el comprender lo interpreta
("interpretación" es una posible traducción de Verstehen); mediante la disposicionalidad
el Dasein se encuentra ligado a los entes (a la "realidad"), y mediante el comprender
"sabe", de una u otra manera, de los entes y de sí mismo.
El comprender es lo que en cada caso lo "ilumina",
Simplificando, podría decirse que en tanto la disposicionalidad abre (revela) el ser-en-
elmundo, el comprender lo interpreta ("interpretación" es una posible traducción de
Verstehen); mediante la disposicionalidad el Dasein se encuentra ligado a los entes (a la
"realidad"), y mediante el comprender "sabe", de una u otra manera, de los entes y de sí
mismo. 134 le da sentido. En efecto, el comprender constituye la Sicht, la "vista" o "el ver"
(Gaos) del Dasein, que se modaliza en el "ver-en-torno.
El "comprender" se entenderá mejor si se observa que "comprender" suele significar
"poder algo". Que alguien comprende chino, o que entiende de motores, indica que se
tiene cierto "poder" respecto de ello: que "puede" hablar chino, o que "puede" reparar un
motor descompuesto. Dicho de manera más concreta: que el carpintero "comprende"
(interpreta) el martillo, que "entiende" sus herramientas, no significa evidentemente que
tenga un conocimiento intelectual, consciente, acerca de ellas, sino que las puede usar
adecuadamente, que ese "entender" ocurre como poder martillar, v.gr., y tal como ello
ocurre. Comprender el martillo, propiamente, no es saber conceptualmente que el
martillo es una herramienta de percusión, constituida por un mango y una cabeza pesada
y de material resistente, etc., etc., porque con este saber no se martilla nada; de esa
manera no se hace más que "dirigir la vista" al martillo.
El comprender habrá que entenderlo entonces "primariamente como el poder-ser (Sein-
können) del Dasein".

140 Y como en los ejemplos aducidos se trata siempre de ejemplos o circunstancias


concretas (ónticas), pero lo que aquí interesa es la estructura ontológica del Dasein, hay
que decir que lo que se puede en el comprender en general es el "existir".141 O
formulándolo de otra manera: el comprender significa que el Dasein es poder-ser. No se
trata, entonces, de que el Dasein primero sea, y luego tenga, a modo de agregado, el
poder algo -porque ésta es la forma de ser de las cosas, al modo cómo la tiza "puede"
romperse. Por el contrario -y aquí se encuentra lo decisivo- el Dasein "es primordialmente
{primar) ser-posible (Möglichsein)".
En efecto, la proyección yecta tiene en cada caso su respectiva articulación -o, con otras
palabras, allí los entes aparecen según cierta "ordenación", de acuerdo con la cual tiene
cada uno su sentido. Tal articulación es el habla (Rede). El martillo, por ejemplo, tiene su
"lugar" o función, diferente de la función del clavo o de la lezna; esto es, cada uno tiene su
sentido dentro del todo "articulado" constituido por el taller de carpintería. "Articulado"
quiere decir que esa totalidad (la del taller, o, en términos más generales, el mundo) no es
una totalidad indiferenciada, uniforme, sino dotada de diversos niveles, funciones,
relaciones de finalidad, de subordinación o coordinación, etc., a la manera como se habla
de la articulación de un organismo.
El habla es la articulación significativa de la comprensibilidad dispuesta del ser-en-el-
mundo.
Esta articulación por lo pronto está tácita, implícita, no expresada. Pero se la puede
explicitar, es decir, poner de manifiesto el sentido del ente. El mudarse de casa supone
explicitar el útil llamado habitación, el tipo de vivienda que se necesita.

El carpintero explícita el martillo, v.gr., cuando lo deja de lado porque no es la


herramienta que precisa, sino la lezna; y ello es posible precisamente porque el todo está
articulado. De manera que el habla posibilita la explicitación (Auslegung)
("interpretación", en la tr. de Gaos), y ésta, a su vez, mediante pasos que aquí se omiten,
hace posible el lenguaje (Sprache) como expresión verbal concreta.
El lenguaje (el habla) no es entonces nada accesorio al hombre, no es un "instrumento"
que él se forje, sino que es un existenciario, constitutivo del hombre -algo que hace al
hombre y no que el hombre haga, puesto que el Dasein es su "ahí" (ser-en), del que la
articulación es momento esencial (cf. Cap. IX, Secc. II, § 6).
En síntesis, entonces: "El Dasein es un ser-en en el mundo, en cuanto que siempre ya está
'yecto' en el mundo; pero asume este estado-de-yecto en la proyección y 'articula' la
proyección yecta en forma de un todo significativo organizado. Estado-de-yecto
(facticidad), proyección (existencia) y articulación se los abre respectivamente en el
estado-de-temple (disposicionalidad), en el comprender y en el habla."165
El tema de la verdad
Según la concepción tradicional, la verdad se define como la coincidencia, concordancia o
adecuación entre el intelecto y la cosa (coincidentia intellectus et rei) (cf. Cap. VIII, § 8, y
Cap. X, § 2): si lo que se piensa o dice -el juicio o la proposición- coincide con la cosa
misma o situación objetiva a que se refiere, lo pensado o dicho es verdadero. Esta
definición, tan obvia y tan comprensible de suyo aparentemente, encubre empero
granees dificultades y supuestos. Pues, ante todo, ¿qué significa aquella "coincidencia"?
la proposición es verdadera significa: descubre el ente en sí mismo. Enuncia, muestra,
"deja ver" αποϕανοις [apóphansis] el ente en su estado-de-descubierto. El ser-verdadera
(verdad) de la proposición debe entenderse como ser-descubridora.
En cuanto que el habla (lenguaje, proposición) es un existenciario, el ser-verdadero será
un modo de ser del Dasein, en el que éste es descubriendo.
En segundo lugar, para que ello sea posible es menester que el ente mismo se muestre de
manera que la comprobación solo es posible sobre la base de aparecer del ente, de su
des-ocultamiento. En efecto, los griegos a la verdad la llamaron αληθεια (alétheia), que
literalmente traduce Heidegger por Unverborgenheit, "estado-de-no-oculto" o
desocultamiento.
El ser-verdadero del λογος [habla] como αποφανοις [enunciación] es el αληθευειν [ser-
verdadero, decir verdad] en el modo del αποφαινεσθαι [hacer-ver]: permite ver el ente -
sacándolo del estado-de-oculto- en su estado-de-no-oculto (estadode-descubierto). La
αληθεια [verdad], equiparada por Aristóteles con πραγµα [cosa], φαινοµενα [fenómenos]
|...|, significa las "cosas mismas", lo que se muestra, el ente en la manera de su estado-
de-descubierto.
ser-verdadero (αληθευειν) es αποφαινεσθαι (apopháinesthai) (cf. § 5), permitir ver el
ente, para lo cual es preciso des-ocultarlo o descubrirlo, esto es, sacarlo del en-
cubrimiento o estado-de-oculto en que por lo pronto se encuentra. De manera que la
verdad, en su sentido originario, no es coincidencia, no es verdad proposicional (o verdad
de la proposición), sino que es desocultamiento, el acontecimiento merced al cual el ente
es puesto en estado-de-no-oculto, y este estado mismo.
Para que haya el ser-verdadero de la proposición, es menester que el ente se muestre;
pero a su vez, para que el ente se muestre es preciso un ente a quien pueda mostrarse, es
decir, un ente que esté en estado-de-abierto para lo que se muestra. Tal es el ser del
hombre.
El "lugar" primario de la verdad no es pues la proposición (en la que ocurre una
apropiación de lo descubierto), sino que "se funda en el descubrir o bien en el estado-
deabierto del Dasein.
Entonces se dirá que la verdad del ente (el estado-de-no-oculto del ente o estadode-
descubierto) o verdad óntica es más originaria que la verdad proposicional. Pero con ello
tampoco basta, porque a su vez la verdad óntica sólo es posible sobre la base de la verdad
del ser (el estado-de-no-oculto del ser, o estado-de-desvelado) o verdad ontológica.
16. La caída (parágrafo 34-35).
En este punto Heidegger vuelve sobre el tema de la cotidianidad del Dasein para
caracterizarla de modo más originario. En la cotidianidad el Dasein está caído.
Heidegger indica tres fenómenos: las habladurías, la avidez de novedades, y la
ambigüedad (que se refieren, respectivamente, al habla o lenguaje, a la "vista" o ver que
se halla en el comprender, y a la explicitación).
la función genuina del lenguaje es facilitar el acceso al ente.
Heidegger señala cuatro caracteres de la caída: la tentación, el aquietamiento, la
alienación y el enredo (o aprisionarse).
La caída es entonces "algo así como una huida del Dasein ante sí mismo en cuanto poder-
ser-sí-mismo propio. se abandona a una posibilidad suya, la impropiedad o inautenticidad,
en perjuicio de otra, la propiedad o autenticidad, pero que son, ambas, posibilidades
suyas.
“El Dasein es esencialmente ser-con (Mitsein)”
hombre siempre existe con otros hombres. Lo cual no pretende afirmar que de hecho yo
no esté solo, que siempre haya otros junto a mí; no es una afirmación referente a un
hecho, a una situación concreta; no es una afirmación óntica, sino que se refiere a la
constitución ontológica del Dasein. Que éste es ser-con significa que siempre está abierto
a los otros. Y si el Dasein "puede" estar solo, es únicamente porque es-con: "El ser-solo es
un modo deficiente del ser-con.

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