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3. PLATÓN.

3.1.- Contexto histórico, cultural y filosófico.1


Platón nació en Atenas, viviendo entre el 428 y el 348 a.C. Para comprender su pensamiento
debemos tener en cuenta las circunstancias histórico-culturales en las que estaba inmersa
Atenas en el último tercio del s. V a.C. e inicios del s. IV a.C., así como las influencias filosóficas
que fue asimilando al hilo de su profunda preocupación por los problemas político-sociales.

Platón nace justo cuando la cultura griega, después de un momento de máximo esplendor, se encamina hacia
su decadencia. Este esplendor se apaga con la muerte de Pericles –que había consolidado la democracia en
Atenas- hacia el 429 a.C.

Desde un punto de vista político, Atenas se encontraba en medio de una interminable guerra frente a
Esparta, la/s Guerra/s del Peloponeso. Su derrota en el año 404 a.C., acentúa la crisis económico-política,
iniciada con la guerra. La ciudad tiene que soportar la humillación de ver ocupado su Estado y destruidas sus
murallas. Aprovechando esta derrota y con el apoyo de los espartanos, los aristócratas atenienses instauran
la Tiranía de los Treinta, encabezada por familiares de Platón. Es un gobierno aristócrata que acaba con los
derechos democráticos conseguidos por los atenienses y que desemboca en una guerra civil. Reinstaurada la
democracia poco menos de un año después (403 a.C.), las venganzas continúan. Un jurado popular condena
a muerte a Sócrates, acusado injustamente de impiedad y de corromper a los jóvenes. Este hecho marcará
profundamente el pensamiento y la vida de nuestro autor.

En este contexto, Platón se preguntará porqué los gobernantes conducen a los Estados al enfrentamiento,
porqué ni el sistema democrático ni la tiranía habían mejorado la vida de los ciudadanos, porqué el jurado que
condena a muerte a Sócrates no fue capaz de apreciar que tenía frente a sí al hombre más justo de la ciudad.
Los ciudadanos, concluye Platón, no saben qué es la justicia y sus gobernantes -ya demócratas, ya aristócratas-
tampoco. Quizás, el modo de superar esta crisis no sea dedicarse a la política (como pensaba inicialmente
hacer) sino centrarse en la educación de los gobernantes, formando a aquellos que sean capaces de organizar
un Estado Justo. De hecho, intentará llevarlo a la práctica con la educación de Dionisio II, futuro rey de Siracusa.
Pero la corte, que veía en las ideas del filósofo una amenaza para el régimen, acabará con sus planes. Tras su
fracaso en Siracusa, funda en Atenas, en el 387 a.C, la Academia, un centro que permanecerá abierto hasta el
529 d.C, siguiendo las enseñanzas de su fundador.

En el plano cultural, atrás queda el esplendor vivido durante la época de Pericles. Los acontecimientos
políticos del S. V a.C. proporcionaron el caldo de cultivo necesario para que, junto a un progreso económico
muy evidente -auge del comercio-, se produjesen importantes avances, cuya manifestación se vio reflejada en
el pensamiento y el arte. Pero, tras las Guerra del Peloponeso, la crisis en Atenas se extiende al ámbito cultural
y los proyectos arquitectónicos y urbanísticos acometidos en el siglo V a.C. desaparecen. En el ámbito literario,
sólo las comedias de Aristófanes y la obra historiográfica de Jenofonte se acercan a las grandes producciones
del siglo V a.C., las tragedias de Sófocles o Eurípides. Aunque la crisis no es completa: Praxíteles, Escopas y
Lisipo introducen un nuevo modo de entender la escultura, el «estilo bello», que rompe con los modelos

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Contexto extraído de: PAU. Textos de Filosofía. Selectividad. Editorial Laberinto.

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clásicos. La retórica y la oratoria, instrumentos claves para el ascenso político, alcanzan con Isócrates y
Demóstenes, su máximo esplendor.

Por último, señalar como rasgo importante en el ámbito cultural que en esta época diversas ciencias como la
medicina (Hipócrates), la astronomía o las matemáticas (geometría), que Platón considerará absolutamente
imprescindibles en la educación de los ciudadanos, son profusamente cultivadas. En definitiva, todos estos
saberes junto con la filosofía y la religión politeísta griegas impregnan la vida y las manifestaciones de la vida
cultural de la época.

En el plano filosófico, Platón es el primer filósofo de la historia que tiene en cuenta la totalidad del
pensamiento anterior a él de modo consciente y sistemático. Destacaremos sus principales influencias.

La democracia permitía que los ciudadanos accedieran por sorteo a los cargos públicos, y que los políticos
influyeran en el Estado convenciendo a la Asamblea de que votara sus propuestas. Este nuevo sistema, había
convertido a los SOFISTAS en los educadores de quienes quisieran ascender políticamente. Para ellos, por
tanto, la educación tenía una finalidad práctica inmediata, y consistía esencialmente en enseñar retórica, el
uso del lenguaje como medio de persuasión en el Consejo, la Asamblea o en los Tribunales. Sin embargo,
Platón entiende la educación de un modo distinto. Por eso, su filosofía desemboca en una crítica a la
corrupción que, a su juicio, suponían tanto la concepción de los sofistas como la democracia ateniense. De ahí,
que combata el fenomenismo, subjetivismo y relativismo de estos maestros de la retórica. De hecho, la onto-
epistemología platónica debe entenderse como la búsqueda de un fundamento a su nueva propuesta
antropológica y ético-política. Ahora bien, los argumentos platónicos contra los SOFISTAS se nutren de ideas
que asumió de SÓCRATES y de algunos PRESOCRÁTICOS.

La influencia más determinante le llega de SÓCRATES, su maestro, con quien compartirá su preocupación por
el ser humano, el interés ético-político como núcleo de su pensamiento, el intelectualismo moral (que asumirá
con matices) y su rechazo general a la postura de los sofistas, puesto que consideraban que era imposible
llegar a un conocimiento universal de la realidad, a la verdad. De hecho, la búsqueda socrática de las
definiciones universales, mediante el razonamiento inductivo, apuntaba ya a la necesidad de superar el
relativismo y escepticismo sofista. De ahí, que Platón afirme la existencia de realidades últimas que garanticen
nuestro conocimiento, así como de la capacidad humana para alcanzarlas. Todo ello con un fin práctico:
orientarnos en la acción ético-política.

La segunda fuente que alimenta la propuesta platónica es la de los PRESOCRÁTICOS. De la escuela


PITAGÓRICA asumirá la importancia de las matemáticas, su dualismo antropológico, la identificación del ser
humano con su alma racional, así como la pervivencia e inmortalidad del alma, la reminiscencia y la
reencarnación, influencia todo ello de la visión místico-religiosa que la escuela pitagórica había recibido del
Orfismo. Por otra parte, La Teoría de las Ideas es una síntesis entre el pensamiento de Heráclito y Parménides.
Las Ideas de Platón tendrán, las principales características que PARMÉNIDES atribuyó al Ser: son ingénitas,
imperecederas e inmutables. Sin embargo, abandonará el monismo del eleata al defender la multiplicidad de
las Ideas. También asume su dualismo epistemológico (sentidos/razón), así como que lo sensible es el terreno
de la opinión y del ser no verdadero. De HERÁCLITO, incorpora su visión del mundo sensible como un mundo
en perpetuo fluir y que, por tanto, no puede ser susceptible de conocimiento verdadero, aunque Platón no
aceptará que ese ámbito fuera auténticamente real. Finalmente, el ateniense criticará el mecanicismo
atomista y defenderá una explicación teleológica cercana a ANAXÁGORAS, llevada hasta sus últimas
consecuencias.

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