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Bioética
Objeción se define como la razón que se presenta en contra de una opinión o para
impugnar una proposición. Conciencia es el conocimiento interior del bien y el mal.
Bajo estas premisas la objeción de conciencia es la negativa a realizar actos o
servicios invocando motivos éticos o religiosos.
Probablemente uno de los problemas más grandes a los que más se enfrenta la
objeción de conciencia, es que esta es una decisión que depende plenamente de
la autonomía propia, de nuestras convicciones, pensamientos y circunstancias;
como tal no hay un medio que pueda regular que tan certera o aceptable pueda
ser nuestra posición sobre ciertos contextos bajo los que son aplicados la
objeción.
A lo largo de los años los derechos humanos han pasado de ser tan solo para
unas minorías hasta ser de nivel universal, es así mismo lo que pasa con la
objeción de conciencia, pues era posibilidad que fue excluida solo para ciertas
minorías hasta que fue decretado como un derecho universal.
El suicidio es una decisión terminal tomada por diversas razones, pero podemos
resaltar que del 70 al 90% de las veces tienen depresión como antecedente:
Es aquí donde la objeción de conciencia entra más bien del lado de la persona
encargada de la resolución, pues entra dentro el ámbito de la salud mental.
Servicio militar
Como último punto la objeción de conciencia fue usado en distintas ocasiones por
soldados durante las guerras, ya que muchas veces estos eran reclutados sin
siquiera querer estar ahí, muchos llevaban vidas tranquilas y no eran personas
entrenadas para matar gente de la nada, ni estaban mentalizados
psicológicamente para todo lo que les esperaba por lo que, al acudir a la objeción
de conciencia, varios fueron condenados.
Hay objeciones de conciencia que deben considerarse incorrectas. Tales como las
que lleven a no leer con detención su contenido y ver si existe algún modo de
salvar los dos valores en conflicto y así evitar la opción por un curso extremo,
dado que objetar en conciencia, en este caso como en tantos otros, es visto como
elegir un curso extremo de acción. Aquellos que actúen en cualquiera de estas
formas están haciendo un mal uso de la objeción de conciencia; o una seudo-
objeción.
La objeción es usada, puede y deberá ser usada en todo momento que la persona
lo sienta necesario, ya que, si bien es un derecho, la otra persona que está
solicitando el servicio también merece recibir un trato de calidad, alguien con
sienta la confianza en todos los sentidos y más que nada para que el proceso que
se vaya a llevar a cabo se haga correctamente y de la manera más amena
posible, pues no son procesos sencillos, pero al final el que el médico haga sentir
cómodo al paciente en todo momento es la verdadera forma de tener éxito en todo
el proceso.
Bibliografía: