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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Escuela Superior de Medicina

Bioética

Objeción de conciencia como derecho social y excusa moral

Martínez Vanegas Itzel

Lunes 28 noviembre 2022


Objeción de conciencia como derecho social y excusa moral

La objeción de conciencia NO es un derecho “ilimitado” que permita discriminar a


mujeres y minorías. – Suprema Corte de Justicia de la Nación

La salud ha sido señalada por organismos internacionales como un elemento


fundamental del progreso social y reconocimiento de la dignidad humana, es por
esto por lo que constantemente estamos en busca de la mejora individual, muchas
veces sin importar el costo. En materia de la bioética hay puntos de vista distintos
en cada persona, ya que no todos nos criamos igual, ni pensamos igual, ni
sentimos igual y es justo lo que pasa con la objeción de conciencia como una
constante mundial de la cuál muchas personas se han tomado parte para hacerse
ajenas a sus responsabilidades.

Objeción se define como la razón que se presenta en contra de una opinión o para
impugnar una proposición. Conciencia es el conocimiento interior del bien y el mal.
Bajo estas premisas la objeción de conciencia es la negativa a realizar actos o
servicios invocando motivos éticos o religiosos.

La Objeción de conciencia es un ejercicio de la autonomía en el contexto de


la atención médica que toma en cuenta la situación social, económica y de
salud en el mundo, considerando sus implicaciones éticas. (Gonzáles
Vélez, 2018).

Probablemente uno de los problemas más grandes a los que más se enfrenta la
objeción de conciencia, es que esta es una decisión que depende plenamente de
la autonomía propia, de nuestras convicciones, pensamientos y circunstancias;
como tal no hay un medio que pueda regular que tan certera o aceptable pueda
ser nuestra posición sobre ciertos contextos bajo los que son aplicados la
objeción.

Si bien, en varios países de Latinoamérica se ha dado la oportunidad de poder


acudir a esta acción bajo ciertas leyes y situaciones, dándole poder de un derecho
que nos pertenece, también se usa como una necesidad médica tras la agonía
clínica, como un deseo o como una imposición sobre nuestra propia personalidad.

Uno de los fundamentos antropológicos de la objeción de conciencia se establece


a través del deber de dirigir la conducta hacia el bien, evitando el mal. De aquí que
debamos definir algunos límites, aceptaciones y “reglas” para la aplicación de
este, tales como:

1. La objeción es individual, no colectiva, ni institucional.


2. La objeción aplica sólo a prestadores directos y no al personal
administrativo sanitario.
3. Quien objete debe asegurar la remisión a un prestador disponible, a través
de una lista de proveedores públicos y privados que estén disponibles.
4. Debe expresarse en forma previa y completa: no durante el proceso de
atención o prestación del servicio.
5. No debe promover la discriminación, acoso o invalidación de los deseos del
paciente o sus familiares.
6. Es un procedimiento que debe hacerse por escrito y estar fundamentada en
razones y convicciones íntimas y profundas de carácter moral, ético y
religioso.
7. Quienes objetan no pueden ser discriminados y tampoco quienes presten
servicios objetados.

Objeción de Conciencia como un derecho

A lo largo de los años los derechos humanos han pasado de ser tan solo para
unas minorías hasta ser de nivel universal, es así mismo lo que pasa con la
objeción de conciencia, pues era posibilidad que fue excluida solo para ciertas
minorías hasta que fue decretado como un derecho universal.

En el caso de Latinoamérica, este ha ido creciendo, por ejemplo, en México hay


algunas disposiciones legales que reconocen la objeción de conciencia como un
derecho, a saber:
 Artículo 24. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones
éticas, de conciencia y de religión. A tener o adoptar, la de su agrado.
 Artículo 18. LEY DE SALUD DEL ESTADO DE JALISCO. Para que
prestadores de servicio social puedan usar su derecho y/o excusarse.
 Artículo 59. LEY DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL. Interrupción legal
del embarazo.
 Norma Oficial Mexicana 046. En temas de relación al aborto.

En Argentina, este derecho está garantizado por los Artículos 14 y 19 de su


Constitución Nacional donde se establece la libertad de culto y la libertad de
conciencia, siempre y cuando no haya daños a terceros.

Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al


orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo
reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún
habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni
privado de lo que ella no prohíbe. (Art. 19, Constitución Nacional de
Argentina, 1994).

Esto implica indirectamente que la objeción de conciencia le permita poder no


actuar de ciertas formas, ya que estas van en contra de sus ideologías y
creencias.

Chile, también es un gran ejemplo, pues en dirección a la decisión de médico,


tenemos que en su Artículo 119 dice que:

El médico cirujano requerido para interrumpir el embarazo por alguna de las


causales descritas en el inciso primero del artículo 119 podrá abstenerse de
realizarlo cuando hubiese manifestado su objeción de conciencia al director
del establecimiento de salud, en forma escrita y previa. (...) El Ministerio de
Salud dictará los protocolos necesarios para la ejecución de la objeción de
conciencia. Dichos protocolos deberán asegurar la atención médica de las
pacientes que requieran la interrupción de su embarazo en conformidad con
los artículos anteriores. La objeción de conciencia es de carácter personal y
podrá ser invocada por una institución. (Diario oficial, 2017)

Analicemos que detrás de todas las formalidades, esta objeción de conciencia, si


bien es un derecho, sigue siendo una decisión que la gran mayoría de veces se
toma por instinto, ya que la mayoría de veces es tomada gracias a la presencia de
una duda moral interna que nos impide realizar las acciones de manera libre y es
aquí cuando sabemos que la decisión es adecuada, pues nos salva de estar
encadenados a hacer algo con lo que verdaderamente no estamos cómodos muy
probablemente tampoco de acuerdo.

Objeción de conciencia en el ámbito clínico

En un ámbito más clínico la objeción de conciencia del médico puede aplicarse


para negarse a realizar un aborto, a no poder aplicar una eutanasia, ni un suicidio
asistido, negarse a las transfusiones de sangre e incluso donación de órganos.

Anudado al suicidio asistido, la objeción de conciencia podemos encontrarla


aplicada a esta situación pero desde un ámbito más psicológico:

La objeción de conciencia puede evitar conductas abusivas o el maltrato a


los pacientes por parte de los médicos, por su imposición de valores
personales y a que denigran de los valores, los derechos o las creencias de
los pacientes, así como al miedo, angustia o ignorancia que el suicidio
puede provocar al cuerpo médico.

El suicidio es una decisión terminal tomada por diversas razones, pero podemos
resaltar que del 70 al 90% de las veces tienen depresión como antecedente:

La depresión se reconoce como una “condición médica o cerebral y un


trastorno, más que una cuestión de voluntad” (Ortega, R. 2021)

Es aquí donde la objeción de conciencia entra más bien del lado de la persona
encargada de la resolución, pues entra dentro el ámbito de la salud mental.

La conducta suicida generalmente ha sido tratada con un modelo paternalista, en


donde el médico determina el tratamiento físico del sujeto suicida, considerado sin
autonomía y con incapacidad moral, y muchas veces tratado con cierto estigma. Si
bien es cierto que esta transgresión a la autonomía o libertad de los pacientes es
para protegerlos de ellos mismos, con el argumento de salvarles la vida, queda
lejos de evitar un nuevo intento o prevenir el suicidio mismo.
Es por esto por lo que, muchas veces la objeción de conciencia entra como dilema
por que muchos médicos se resisten a apoyar un suicidio asistido ya que lo ven
como una transgresión al propio ser.

Servicio militar

Como último punto la objeción de conciencia fue usado en distintas ocasiones por
soldados durante las guerras, ya que muchas veces estos eran reclutados sin
siquiera querer estar ahí, muchos llevaban vidas tranquilas y no eran personas
entrenadas para matar gente de la nada, ni estaban mentalizados
psicológicamente para todo lo que les esperaba por lo que, al acudir a la objeción
de conciencia, varios fueron condenados.

[…] no reconoce el derecho a la objeción de conciencia respecto del


servicio militar, pero permite a algunos de quienes no deseen cumplir dicho
servicio el pago de cierta suma para eximirse de él (art.18)

[…]El Estado Parte debe respetar el derecho a la objeción de conciencia


con respecto al servicio militar y establecer, si lo desea, un servicio civil
alternativo que no tenga carácter punitivo. (art.19)

Mal uso de la objeción de conciencia

Hay objeciones de conciencia que deben considerarse incorrectas. Tales como las
que lleven a no leer con detención su contenido y ver si existe algún modo de
salvar los dos valores en conflicto y así evitar la opción por un curso extremo,
dado que objetar en conciencia, en este caso como en tantos otros, es visto como
elegir un curso extremo de acción. Aquellos que actúen en cualquiera de estas
formas están haciendo un mal uso de la objeción de conciencia; o una seudo-
objeción.
La objeción es usada, puede y deberá ser usada en todo momento que la persona
lo sienta necesario, ya que, si bien es un derecho, la otra persona que está
solicitando el servicio también merece recibir un trato de calidad, alguien con
sienta la confianza en todos los sentidos y más que nada para que el proceso que
se vaya a llevar a cabo se haga correctamente y de la manera más amena
posible, pues no son procesos sencillos, pero al final el que el médico haga sentir
cómodo al paciente en todo momento es la verdadera forma de tener éxito en todo
el proceso.

Bibliografía:

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