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Actividad evaluativa – Taller

Autor:

Dareivis Paola Torres Pérez

Docente:

Nelly Isabel Rodríguez Navarro

Fundación Universitaria del Área Andina

Programa de Administración de Empresas

Bogotá, D.C.

2021
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Escrito tipo ensayo – Eutanasia

En los últimos tiempos, el tema de la eutanasia ha adquirido protagonismo por las

opiniones de rechazo y aprobación, no sólo en los medios de comunicación sino también en las

revisiones científicas, legales y religiosas. Según Hurtado (2015), La eutanasia, es considerada

como la “buena muerte”, sin embargo su significado es mucho más amplio y puede ser definida

como la terminación voluntaria y sin dolor de la vida de una persona, la cual sufre de una

enfermedad terminal e incurable que prolonga su agonía a causa de un gran sufrimiento físico;

convirtiéndose, desde su óptica, en una mejor alternativa que la vida. La eutanasia puede

clasificarse como activa y pasiva. La primera se refiere a la práctica de una acción médica con la

que se acelera la muerte del paciente o se finaliza su vida, principalmente mediante fármacos que

sedan y posteriormente generen un paro cardiorrespiratorio. Por otro lado, en la eutanasia pasiva

no se induce la muerte, si no que se dejan de aplicar los tratamientos, medicamentos u

operaciones que prolonguen la vida del paciente, como un respirador artificial o una sonda con

alimentación parenteral; se podría resumir como “la táctica de dejar morir al paciente”. Así

mismo, ambas clasificaciones pueden ser sub catalogadas como eutanasia voluntaria o

involuntaria, caracterizándose la voluntaria por la solicitud por parte del paciente o un familiar

(dependiendo de la ley de cada país) que sea practicado este procedimiento, contrario a la

involuntaria, donde el paciente no está en capacidades físicas o mentales de manifestar el deseo

que la eutanasia sea aplicada, pero que previamente la solicitó, o puede presentarse también

cuando un comité médico es el que toma la decisión de ejecutarla sin conocer cuál era la

voluntad del paciente. (Hurtado Medina, 2015)

La eutanasia es uno de los procedimientos más utilizados en la sociedad actual para

causar la muerte a un paciente en estado terminal y evitarle dolores inútiles, diferentes países han
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permitido que se realice en casos especiales como se profundizara a continuación y otros se han

negado a incluir este procedimiento dentro de sus legislaciones, dado que va en contra de los

objetivos constitucionales, es decir, con este método se vulneraría su principal función que

consiste en velar por la vida y la dignidad humana de cada persona, además existe el

desconocimiento general y el temor al hecho de tratar directamente con la muerte, pues se piensa

que con su práctica se vulneran de una u otra forma los principios morales de cada persona, y en

el mismo sentido sus creencias religiosas. (Llaque Dávila, n.d.)

Desde dos perspectivas esenciales, como son la consolidación sintética y conclusiva de

las formulaciones legales, eclesiásticas y culturales, y la apropiación conceptual que los

pacientes, sus familias y cuidadores poseen, se aborda el tema de la eutanasia en algunos países

que autorizaron dicho procedimiento y especialmente en la situación de Colombia.

Se da inicio con Holanda, que fue el primer país europeo en aprobar la “ley de

comprobación de la terminación de la vida a petición propia y del auxilio al suicidio” en el año

2001, entrando en vigencia el 1 de abril de 2002. Se constituyeron dentro de esta ley requisitos

necesarios para poder llevar a cabo esta práctica entre los cuales se pueden establecer algunos

como: Que la persona que requiere del auxilio al suicidio sea ciudadano holandés, de igual forma

que los dolores y angustias sean constantes e insoportables, otra necesidad es ser mayor de edad,

estar consciente y la voluntad para tomar esta decisión; el médico que realice este procedimiento

debe estar completamente convencido de que es la voluntad expresa del paciente, a su vez, que

se le haya informado de su situación y de las posibilidades que se pueden tener a futuro. No

obstante, en caso de no cumplir con los requisitos que se expresan textualmente dentro de la ley,

se tienen penalizados como crímenes la eutanasia y la ayuda al suicidio. (Sánchez & López

Romero, 2006)
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En Bélgica, se llevaron a cabo numerosos estudios para la legalización de la eutanasia

que finalmente fue aprobada en mayo de 2002. Los artículos 2 y 3 de esta ley expresan en lato

sensu (en sentido amplio) lo que se busca con la práctica eutanásica e igualmente formula ciertos

requisitos para el médico que proceda a realizarla sin infringir la ley, entre ellos se establecen: la

capacidad, consciencia y voluntad del paciente para someterse a esta técnica; también resulta

necesario que su estado médico se halle sin salida y su enfermedad lo conduzca a dolores y

padecimientos insoportables. Esta ley no determina una edad ni mucho menos que el paciente

sea ciudadano belga para llevarla a cabo. (Cvik Cruz, 2015)

El Estado suizo cuenta con ciertas particularidades, una de ellas consiste en la legalidad

del suicidio asistido y la ilegalidad de la eutanasia, es decir, si un médico inyecta a su paciente

con una sustancia letal es considerado un crimen, establecido este como homicidio. Otra

particularidad reside en la posibilidad de que no solo el médico puede llevar a cabo el suicidio

asistido, sino cualquier persona que lo haga de forma generosa. Al igual que los demás Estados,

este cuenta con distintos requisitos para practicarla, entre ellos están que cuente con capacidad de

razonar, una enfermedad terminal e insista por reiteradas ocasiones en su decisión. Dadas estas

exigencias ningún miembro del cuerpo médico podrá ayudar al paciente, por lo que será él quien

busque los medios necesarios “(médico externo u organización que ofrezca estos servicios)” para

dar fin a su ciclo vital. (Espinosa Peláez, 2014)

La ley que aprobó la legalidad de la eutanasia en el Estado japonés se dio en el año 2005,

determinando requisitos para poder acceder a este procedimiento entre los cuales se

establecieron: que el paciente se encuentre próximo a morir y su enfermedad sea inquebrantable,

al igual que padezca dolores insoportables que no puedan ser apaciguados; que su muerte

mediante la eutanasia sea considerada como un alivio moral, otro requerimiento consiste en la
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petición expresa del paciente para morir y por último que se lleve a cabo por un médico en las

mejores condiciones éticas posibles. (Valadés, 2005)

En los Estados Unidos de Norteamérica la eutanasia aún no se encuentra legalizada, solo

en ciertos lugares se lleva a cabo el suicidio asistido; es el caso de los Estados de Washington,

Oregón y Montana, donde esta práctica sí es legal y permite su procedimiento. Dentro de las

exigencias que deben cumplir los pacientes que deseen realizar este acto se encuentran

específicamente: contar con un pronóstico de vida no mayor de seis (6) meses, además de haber

cumplido la mayoría de edad (18), adicional a esto, debe presentar dos peticiones para la

asistencia del suicidio y dos médicos presentarán por escrito un informe en el cual determinen el

estado del paciente y que sus peticiones no se hayan hecho bajo efectos de depresión, igualmente

deberán recetar la dosis que el enfermo deberá aplicarse o tomar por sí mismo, sin necesidad de

estar presentes. (Sánchez & López Romero, 2006)

En el estado Colombiano, se han establecido diferentes aspectos jurídicos a lo largo de la

historia, la cual inicia en 1980, cuando se crea el Código Penal, donde se definió el concepto

inicial de eutanasia y se decretó que quien mata a otro por piedad, para poner fin a los intensos

sufrimientos que padece, obra con claro sentido altruista, lo cual hace que tenga una pena menor

(6 meses a 3 años) a la prevista para el homicidio simple (25 a 40 años) o agravado (40 a 60

años). En 1991, Se adopta una nueva Constitución para Colombia, introduciendo en la

jurisdicción colombiana un espíritu que propendía por la transformación, no solo jurídica, sino

política, ética y cultural del país. En 1996, se demanda la constitucionalidad del artículo 326 del

Código Penal vigente en Colombia expedido en 1980 (homicidio por piedad). En 1997 Contrario

a lo solicitado, la Corte Constitucional en la sentencia C-239 declaró exequible el artículo

demandado y eximió a los médicos de cualquier pena en caso de realizar un homicidio por
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piedad, La norma de 1980 fue examinada a la luz de la Constitución de 1991, para lo cual la

Corte tuvo en cuenta principios de la bioética como la dignidad humana, la autonomía (el libre

desarrollo de la personalidad), el consentimiento informado y la solidaridad. Entre 1997 y 2015,

18 años que algunos autores llaman limbo jurídico o zona gris: la eutanasia permaneció entonces

en una zona gris: despenalizada, pero sin marco legal adecuado que la regulara. En 2014, La

Corte Constitucional mediante sentencia T-970, reafirma lo dicho en la sentencia C-239/1997 y

se presenta el morir dignamente como un derecho fundamental en Colombia, se solicita al

Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) reglamentar la eutanasia y proveerla de una guía

procedimental. (Delgado Rojas, 2017)

En 2015, El Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia mediante resolución

1216 determinó las directrices para la conformación y funcionamiento de los comités científico-

interdisciplinarios para el derecho a morir con dignidad y presentó el protocolo para la aplicación

del procedimiento de eutanasia en Colombia con recomendaciones entre las que se encuentra:

“Los puntos esenciales de esa regulación serán sin duda: 1. Verificación rigurosa, por personas

competentes, de la situación real del paciente, de la enfermedad que padece, de la madurez de su

juicio y de la voluntad inequívoca de morir; 2. Indicación clara de las personas (sujetos

calificados) que deben intervenir en el proceso; 3. Circunstancias bajo las cuales debe manifestar

su consentimiento la persona que consiente en su muerte o solicita que se ponga término a su

sufrimiento: forma como debe expresarlo, sujetos ante quienes debe expresarlo, verificación de

su sano juicio por un profesional competente, etc; 4. Medidas que deben ser usadas por el sujeto

calificado para obtener el resultado filantrópico, y 5. Incorporación al proceso educativo de

temas como el valor de la vida y su relación con la responsabilidad social, la libertad y la


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autonomía de la persona, de tal manera que la regulación penal aparezca como la última instancia

en un proceso que puede converger en otras soluciones”. (Delgado Rojas, 2017)

En 2016, El Ministerio de Salud y Protección Social, mediante la Resolución 004006

creó el Comité Interno del Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS, 2016) con la función

de vigilar los procedimientos que hagan efectivo el derecho a morir con dignidad y al cual se

deberán reportar todos los casos de eutanasia que se practiquen en el país. Y finalmente en 2018,

El Ministerio de Salud y Protección Social mediante resolución 825 reglamenta la eutanasia en

menores de edad. (Delgado Rojas, 2017)

En cuanto a los aspectos eclesiales de la eutanasia en Colombia, se encuentra que una

característica esencial del cristianismo católico en torno a temas esenciales de la fe es la unidad y

continuidad de su magisterio. En dicha unidad es donde la Iglesia encuentra su fortaleza y

pertinencia conceptual. Los años pasan, las teorías filosóficas van y vienen, pero la doctrina

católica permanece como un sólido fundamento de la Verdad que se descubre en lo más íntimo

de las conciencias humanas. A través de sus innumerables pronunciamientos, ha logrado su

objetivo de informar a las personas su oposición frontal a la eutanasia. Pero no ha hecho lo

mismo al proveer la argumentación que hay detrás de la negativa. Las razones por las que la

Iglesia desaprueba la eutanasia son muy básicas, casi irracionales y de discursos mecánicos. Sin

embargo, no se evidencia que haya un conocimiento argumentativo de fe y razón con el cual se

asuma el dilema y la respuesta teológica y eclesial. Tratar de entender en términos culturales, el

grado de conocimiento/aceptación que la sociedad colombiana tiene de la eutanasia es una tarea

compleja, ya que en general, aún no tenemos ideas claras y definidas, la construcción cultural es

siempre una simbiosis entre contextos geográficos, influencias mediáticas, influencias

regionales, filosofías de vida emergentes; construcción que nunca será uniforme y que por
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consiguiente nunca se podrá explicar de una sola forma. Colombia, como todos los países del

mundo, inmerso en las actuales tendencias se encuentra en una continua transición cultural que le

ha supuesto dar unos cambios y saltos profundos. De ser culturas y sociedades altamente

comunitarias, uniformes y tradicionales se ha pasado paulatinamente a ser sociedades

caracterizadas en diversos grados por ser individualistas, multiculturales y evolutivas, con un

continuo cambio de tradiciones e incluso principios, determinan la manera en la que la cultura

colombiana ha ido conociendo y asimilando la eutanasia como posible elección ante el

sufrimiento intenso y las enfermedades terminales. En una sociedad donde la familia ya no es lo

importante, donde la desvinculación de las raíces y de los lazos afectivos personales profundos y

duraderos va desapareciendo es de esperar que todas las ilusiones de una cultura eutanásica

tengan un campo propicio de aceptación y crecimiento. (Mendoza Villa & Herrera Morales,

2016)

Siguiendo con nuestro análisis, es importante destacar los esfuerzos por autorizar la

eutanasia en México, que finalmente el 7 de enero de 2008 se lleva a cabo a través de la ley de

Voluntad Anticipada implementando la eutanasia pasiva, es decir, se aceptó dejar al paciente

para que sea él quien determine si quiere o no continuar con los tratamientos que prolongan su

vida, preservando la dignidad humana del enfermo. Se considera que esta ley presenta un vacío

normativo al no legalizar la eutanasia activa, dado que mediante la eutanasia pasiva se pueden

presentar sufrimientos y dolores innecesarios para el paciente que pueden ser evitados por la

legalización y realización del procedimiento eutanásico activo. (Cvik Cruz, 2015)

La eutanasia como práctica para dar fin a la vida, todavía no se encuentra legalizada en

Uruguay, por el contrario, el suicidio asistido si es legal, pero no cuenta con parámetros que

especifiquen su proceder, por lo que corresponde a los jueces y Ministerio Público cada vez que
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cualquier persona vea la necesidad de acudir a este procedimiento, determinar las medidas para

que se lleve a cabo. (Valadés, 2005)

En conclusión, La práctica eutanásica es un método utilizado única y exclusivamente en

pacientes en estado terminal, es decir, personas que no tienen ninguna otra salida más que la

muerte. Por medio de este acto se busca evitar padecimientos físicos y psicológicos en el

enfermo, dejando como resultado la terminación de su ciclo vital. También es de resaltar que la

eutanasia ha presentado numerosos debates en el transcurso de la historia, desplegando diferentes

concepciones en ámbitos políticos, religiosos, académicos y culturales y que este no es el fin de

esta discusión sino apenas el principio para los demás países del mundo con legislaciones que

mayoritariamente la prohíben y por lo tanto el debate frente a su legalización en el resto del

mundo seguirá abierto, así como las diferentes opiniones generadas en Colombia frente a los

casos que se practiquen, para cual, es necesario establecer algunos parámetros que

probablemente en la resolución del Ministerio de Salud, quedaron incompletos, sugiriendo de

este modo que se continúe la discusión de expertos que asegure que las prácticas en salud

recomendadas cumplan con las características de eficacia, efectividad, seguridad, factibilidad

técnica y legitimidad, en los términos señalados por la Corte Constitucional. (Mendoza Villa &

Herrera Morales, 2016)

A pesar de esto, hay que resaltar que la eutanasia día a día va alcanzando mayor entereza

dentro de nuestra sociedad, convirtiéndose en una práctica fácil de asimilar y el hecho de tratar

llanamente con la muerte, no significa que vaya en contra de los principios constitucionales que

protegen los derechos de las personas, ni mucho menos los mandamientos morales y religiosos

que pesan sobre ellas. Hay que concientizar a la sociedad de las ventajas que puede aportar esta

práctica al paciente en estado terminal, es decir, aquel que se encuentra próximo a sucumbir,
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protegiendo su derecho a morir dignamente evitándole sufrimientos innecesarios que igualmente

lo llevarán a la muerte.

Referencias bibliográficas

Cvik Cruz, J. A. (2015). Necesidad de tipificar la Eutanasia o Muerte Asistida como un

justificante, en el Código Orgánico Integral Penal [Universidad San Francisco de Quito].

https://repositorio.usfq.edu.ec/bitstream/23000/4367/1/121047.pdf

Delgado Rojas, E. J. (2017). Eutanasia en Colombia: una mirada hacia la nueva legislación.

Scielo, 31(0124–7441). http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-

74412017000100226

Espinosa Peláez, T. (2014). EUTANASIA “Derecho a morir con dignidad” [Universidad de

Cantabria].

https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/5200/EspinosaPelaezT.pdf?

sequence=1

Hurtado Medina, M. J. (2015, September). La eutanasia en Colombia desde una perspectiva

bioética. 3. http://www.scielo.org.co/pdf/rmri/v21n2/v21n2a10.pdf

Llaque Dávila, W. (n.d.). Eutanasia. Revista Médica Vallejiana, 21, 3.

http://repebis.upch.edu.pe/articulos/rev.med.vallej/v2n1/a4.pdf

Mendoza Villa, J. M., & Herrera Morales, L. A. (2016). Reflexiones acerca de la eutanasia en
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Colombia Reflections on euthanasia in Colombia. Elsevier, 44(4), 324–329.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0120334716300867

SÁNCHEZ, C. D. M., & LÓPEZ ROMERO, A. (2006). Eutanasia y suicidio asistido: conceptos

generales, situación legal en Europa, Oregón y Australia (I). Equipo de Soporte de Atención

Domiciliaria (ESAD), 13(4), 9.

Valadés, D. (2005). EUTANASIA. RÉGIMEN JURÍDICO DE LA AUTONOMÍA VITAL.

https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/6/2841/5.pdf
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Pantallazos de las revistas en donde se publican los artículos referenciados


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