La música religiosa es aquella que es cantada en las Iglesias, Templos y Monasterios y
sirve para elevar el espíritu a pensar en Dios. Entre la música religiosa de la Edad Media encontramos el canto ambrosiano y el canto gregoriano.
El canto ambrosiano se llama así en honor al Obispo
de Milán San Ambrosio quien adaptó los antiguos cánticos cristianos al rito eclesiástico. Su principal contribución fueron los himnos, poemas con varias estrofas que debían cantarse con una melodía por línea y que luego se repetían por todos, a veces acompañado por instrumentos.
Te Laudamus, Domine (Canto Ambrosiano)
El canto gregoriano debe su nombre al Papa San Gregorio
Magno o Gregorio I, unificó, reformó y reorganizó el canto cristiano. Bajo su iniciativa se fundó en Roma la Schola Cantorum (escuela de canto) donde se les enseñaba a los niños y hombres a cantar correctamente. El canto gregoriano es música vocal, cantada en latín al unísono, sin instrumentos que lo acompañen.