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MATERIA: AMPARO

RECURRENTE: MARION ALEJANDRA MÉNDEZ JERIA


RUT.: 17.081.341-3
DOMICILIO: NUEVA COMPAÑÍA Nº425, OF. Nº103
AMPARADO: HUGO FELIPE LANTAÑO SANTIBAÑEZ
RUT.: 16.748.387-9
RECURRIDOS: JEFE DE ESTABLECIMIENTO DEL CENTRO DE
CUMPLIMIENTO PENITENCIARIO COLINA 2

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EN LO PRINCIPAL: RECURRE DE AMPARO; PRIMER OTROSÍ: SE PIDA
INFORME, SEGUNDO OTROSÍ: SE TENGA PRESENTE.

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO

MARION ALEJANDRA MÉNDEZ JERIA, abogada, defensora penal


privada, cédula de identidad nro. 17.081.341-3, con domicilio en Nueva Compañía
nro. 425, oficina nro. 103, Santiago, en representación del amparado don HUGO
FELIPE LANTAÑO SANTIBAÑEZ, cédula de identidad nro. 16.748.387-9,
actualmente sirviendo condena en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de
Colina 2, Módulo 10, a V.S. Iltma., respetuosamente digo:
Que, en virtud del artículo 21 de la Constitución Política de la República y lo
dispuesto en el Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema “Sobre tramitación y
fallo del Recurso de Amparo”, vengo en interponer Acción de Amparo
Constitucional en contra del Jefe de Establecimiento del Centro de
Cumplimiento Penitenciario Colina 2, por aplicar sanción por tenencia de celular
con fecha 07 de enero de 2018, dictado por éste mismo, puesto que vulnera las
garantías de un justo y debido proceso, al aplicar una sanción de carácter
administrativo en contra del amparado, por una falta al Reglamento de
Establecimientos Penitenciarios.
La aplicación de la sanción afecta directamente la libertad individual del
amparado, toda vez que, como consecuencia de la misma bajo su nota de
conducta, que hizo perder su calificación de sobresaliente, requisitos para acceder
a la Libertad Condicional.
I. FUNDAMENTOS DE HECHO:
1.- Que, en virtud de la información recopilada en visita de cárcel, ésta
defensa tomó conocimiento de que, el condenado ya identificado había sido objeto
de sanción disciplinaria el día 07 de enero de 2018, por tenencia ilegal de teléfono
celular, que fue encontrado en el módulo al cual pertenece.
2.- Que, los antecedentes fundantes se basan en el reconocimiento por
parte del amparado respecto a dicha falta y que, además el celular fue encontrado
en el módulo al cual pertenece y que, en ese momento se encontraba solo él.
Reconocimiento que, se lleva a cabo mediante coacción de parte de
Gendarmería de Chile de que, si no existe reconocimiento por parte del amparado
de dicho celular, éste tendrá que ser reubicado en celda de castigos y ser sacado
del módulo de conducta en el cual estaba habitando.
Ante tales dichos, el amparado firma dicha declaración, reconociendo la
tenencia del celular, encontrado en módulo Nro. 10, en el cual habita.
Ahora bien, no existe otro antecedente que permita acreditar la tenencia del
amparado, en el hecho objeto de la sanción.
3.- Que, en virtud de lo anteriormente señalado al amparado, se le aplicó
sanción de carácter administrativa que, trajo como consecuencia que su nota de
conducta bajará de muy buena a pésima, tampoco tomándose en consideración lo
establecido en el artículo 82 del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios
que señala que, el Jefe del Establecimiento Penitenciario aplicará la sanción
teniendo a la vista el parte de rigor, declaración del condenado, testigos y
afectados si los hubiere. Dejando constancia de todo lo anterior en la Resolución
que aplica la sanción, de manera que el castigo sea justo, oportuno y proporcional
a la falta cometida tanto en su drasticidad como en su duración y considerando las
características del interno.
Estándares que, en ningún caso se aplicaron a la presunta falta cometida,
al bajar de muy buena conducta a pésima, sin tener en consideración las
características del interno, como lo es su conducta en el recinto penal y que,
además se trataba de la primera falta cometida por el mismo, por lo tanto, no fue
un castigo justo, oportuno ni proporcional como reza el artículo antes señalado.

II. FUNDAMENTOS DE DERECHO

El artículo 75 de Reglamento de Establecimiento Penitenciario establece lo


siguiente:
“Los derechos de los que gocen los internos podrán ser restringidos
excepcionalmente como consecuencia de alteraciones en el orden y la
convivencia del establecimiento penitenciario o de actos de indisciplina o faltas
mediante las sanciones que establece el presente Reglamento”.
Complementa el artículo 76 del mismo cuerpo normativo que:
“La administración penitenciaria a fin de proteger adecuadamente los
derechos de la población penal, resguardará el orden interno de los
establecimientos y hacer cumplir las disposiciones del régimen penitenciario,
podrá sancionar las faltas disciplinarias que cometan los internos, en la forma
establecida en este reglamento”.
El procedimiento para la aplicación de una sanción también se encuentra
regulado en el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, así el artículo 82
dispone que:
“Toda sanción será aplicada por el jefe del Establecimiento donde se
encuentra el interno, el que procederá teniendo a la vista el parte de rigor, el cual
se acompañará la declaración del infractor, de testigos y afectados si los hubiere y
estuvieren en condiciones de declarar, así como también su proceder, la
recomendación del Consejo Técnico si éste hubiera intervenido. De todo ellos se
dejará constancia sucintamente en la resolución que aplica la sanción, de manera
que el castigo sea justo, esto es, oportuno y proporcional o la falta cometida tanto
en su drasticidad como en su duración y considerando características del interno.
En caso de infracción grave y antes de aplicarse la sanción, el Jefe del
establecimiento deberá escuchar personalmente al infractor.
Para aplicar la sanción se deberá notificar personalmente al interno de la
medida impuesta y de sus fundamentos”.

III. REGLAMENTACIÓN INTERNACIONAL


Las Reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos, adoptadas por el
Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra, establecen en su regla 30.2
que:
“Ningún recluso será sancionado sin haber sido informado de la infracción
que se le atribuye y sin que se le haya permitido previamente presentar su
defensa. La autoridad competente procederá a un examen completo del caso”.
La regla 31 es contundente en establecer: “Las penas corporales, encierro
en celda oscura, así como toda sanción cruel, inhumana o degradante quedará
completamente prohibidas como sanciones disciplinarias”
Los principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad en las Américas, documento aprobado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, en su 131 periodo ordinario de sesiones,
celebrado el 3 al 14 de marzo de 2008, mediante resolución 1/08, en su Principio
XXII se refiere al Régimen disciplinario, señalando:
I.- Sanciones Disciplinarias
Las sanciones disciplinarias que se adopten en los lugares de privación de
libertad, así como los procedimientos disciplinarios, deberán estar sujetas a control
judicial y estar previamente establecidos en las leyes, y no podrán contravenir las
normas del Derecho internacional de los derechos humanos.

II. Debido proceso


La determinación de las sanciones o medidas disciplinarias y el control de
su ejecución estarán a cargo de autoridades competentes, quienes actuarán en
toda circunstancia condone a los principios del debido proceso legal, respetando
los derechos humanos y las garantías básicas de las personas privadas de
libertad, reconocida por el derecho internacional de los derechos humanos.

IV. DOCTRINA
Gendarmería de Chile es parte de la administración estatal, cumpliendo un
rol fundamental en la actividad penitenciaria. Es por esto que “En el entendido que
los órganos del Estado que participan del régimen penitenciario forman parte de la
administración del Estado, es evidente que tanto su organización como en el
ejercicio de sus funciones se han de regir por aquel sector del ordenamiento
jurídico que se rige a los órganos y personas jurídicas públicas que cumplen una
función administrativa, es decir, Derecho Administrativo” (Cordero, Eduardo, 2009.
El Control Jurisdiccional de la actividad Administración Penitenciaria.)
Dos principios del Derecho Administrativo, relevantes al caso de autos, son
el debido proceso administrativo y la proporcionalidad, que limita la
discrecionalidad.
El “derecho al debido proceso integra todas las garantías que deben
observarse en las instancias procesales para que las personas puedan defenderse
adecuadamente ante cualquier acto emanado del Estado que pueda afectar sus
derechos” (Corte IDH, Caso Ivcher Bronstein vs Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas, Sentencia de 06 de Febrero de 2001)
En cuanto al principio de proporcionalidad, puede entenderse en términos
específicos como aquel procedimiento racional que diseño Robert Alexy para
dilucidad, cuando dos principios entran en conflicto, cuál tiene mayor peso y debe,
por lo mismo, aplicarse en desmedro del otro; o bien en términos generales como
fundamentación de la decisión adoptada, a fin de limitar la discrecionalidad de la
autoridad. La judicatura nacional ha recogido esta interpretación a propósito de la
potestad sancionatoria sobre personas privadas de libertad, como es el caso de la
Ilustrísima Corte de Apelaciones de Copiapó que, con ocasión de una
impugnación de una sanción administrativa, señala: “Que del mérito de los
antecedentes, si bien es cierto existe un hecho que pudiere merecer reproche
administrativo por parte de la autoridad penitenciaria, no es menos cierto que en la
especie no existen fundamentos suficientes a fin de relacionar a los amparados
con la conducta que se sanciona y/o castiga por el Señor Alcaide”.

“… y sin perjuicio de estar avalado lo referido autoridad penal por la


discrecionalidad que le brinda la normativa respectiva, es menester del Estado de
derecho, que las decisiones de los órganos del estado cumplan con estándares de
racionalidad y fundamentación suficiente de sus determinaciones, lo que en la
especie no se avizoro, toda vez, que los documentos allegados a este proceso
únicamente se da cuenta de hechos que eventualmente pueden ser objeto de
reproche penal o administrativo, pero no se vislumbra vinculación alguna hasta
ahora, de los amparados con el que se investiga”.

V. PERTINENCIA DE LA ACCIÓN DE CONSTITUCIONALIDAD DE


AMPARO
1.- Que la acción de amparo garantiza a toda persona que ilegalmente sufra
cualquier privación, perturbación o amenaza al derecho a la libertad y seguridad
individual, la posibilidad de recurrir ante la respectiva magistratura, para que dicte
en tal caso las providencias necesarias para restablecer el imperio del derecho y
asegurar la debida protección del afectado.
2.- La acción Constitucional de Amparo contemplada en el artículo 21 de la
Constitución Política de la República de Chile, es uno de los instrumentos del
ordenamiento nacional que materializa el derecho de amparo o tutela judicial
efectiva asegurando en el artículo 25.1 de la Convención Americana de derechos
Humanos, aplicable al ordenamiento nacional en virtud de lo prescrito en el
artículo 5° inc.2° de la Constitución Política de la República.
El artículo25.1 de la CADH antes citado a saber señala:
“Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la
ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas
que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales.”
3.- Ahora bien, una de las características que tiene el recurso contemplado
en el artículo 25.1, y por ende, debe ser propia del amparo constitucional regulado
en nuestra Constitución Política de la República, es su efectividad, la que debe ser
entendida como real posibilidad de que el recurso sea interpuesto, así como que
exista un pronunciamiento jurisdiccional a su respecto. Ello se traduce, a juicio de
la Corte Interamericana de derechos Humanos, en que “para que tal recurso
exista, no basta con que esté previsto por la Constitución o la ley o con que sea
formalmente admisible, sino que se requiere que sea realmente idóneo para
establecer si se han incurrido en una violación a los derechos humanos y proveer
necesariamente para remediarla”.
4.- Abundante doctrina y jurisprudencia ha señalado que la acción de
amparo es una manifestación de las facultades conservadoras otorgadas a los
Tribunales de justicia conforme los prescrito en el artículo 3° del Código Orgánico
de Tribunales, definidas como aquellas conferida a los tribunales para velar por el
respeto de a La Constitución en el ejercicio de sus funciones legislativas y la
protección y amparo de las garantías y derechos que se contemplan en la
Constitución.
5.- Que, la imposición de la sanción reclamada, en los términos ya
explicados y en el contexto en que se desarrolló, menoscaba directa e
indirectamente, y de manera ilegal y arbitraria, la libertad personal y seguridad
individual de mi representado, vulnerándose derechos y garantías fundamentales
consagradas en nuestra Carta Fundamental, específicamente en el artículo 19
N°7, garantía amparada en el artículo 21 del mismo cuerpo legal y en Tratados
Internacionales ratificados por Chile, que se entienden incorporados a nuestra
legislación en virtud del artículo 5° de nuestra carta magna.

POR TANTO, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 21 y 19 N°3 y N°7 de


la Constitución Política de la república, Auto Acordado de la Excma. Corte
Suprema, de 19 de diciembre de 1932 y demás normas aplicables, tanto nacional
como internacional.

RUEGO A S.S. ILTMA., tener por interpuesto Recurso de Amparo en favor


de HUGO FELIPE LANTAÑO SANTIBAÑEZ, darle tramitación y, en definitiva,
ACOGER la solicitud de impugnación de la sanción disciplinaria aplicada,
declarando su arbitrariedad e ilegalidad por vulnerar el debido proceso, dejándola
sin efecto, y ordenar se constituya de forma extraordinaria el Tribunal de Conducta
a fin de subsanar la calificación de conducta del amparado.
PRIMER OTROSÍ: SÍRVASE S.S. ILTMA. Ordenar a la institución recurrida,
que acompañe copia de los documentos fundantes del procedimiento
sancionatorio, conjuntamente con su informe respectivo.

SEGUNDO OTROSÍ: SÍRVASE S.S. ILTMA. Tener presente que en mi


calidad de abogado habilitado para el ejercicio de la profesión patrocinaré
personalmente el presente Recurso de Amparo.

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